|
|
Caníbales autonómicos
EDURNE URIARTE ABC 11 Julio 2009
La deslealtad a la nación de Cataluña es sólo uno de los problemas
de la financiación autonómica. Hay otro peor que es un sistema de
decisión completamente corrompido. Una disputa de todos contra todos
para comerse la mayor parte del pastel, un pastel que resulta ser el
Estado común, la nación, los recursos de todos los españoles. Con el
agravante de que el más caníbal, nacionalistas con ausencia total de
lealtad al Estado, se lleva la mejor parte, entre otras cosas,
porque le da exactamente igual lo que ocurra con el Estado común. Y,
sobre todo, porque hay un Gobierno de la nación que estimula y
lidera el canibalismo con el planteamiento de la financiación como
una negociación entre pequeños estados, con trato especial al voraz
estado de Cataluña, con premios a los pequeños estados de abundantes
votos socialistas y con castigos a los poco agradecidos
electoralmente al Gobierno.
Y esta autoliquidación del Estado no tiene ningún remedio sin un
cambio en el liderazgo del Gobierno de la nación. En esta orgía
caníbal en que se ha convertido la financiación, todos asumen que, o
comes o te comen. O te comportas como otro pequeño estado dispuesto
a quedarse con todo, exactamente igual que Cataluña, o te quedas con
las sobras. Y las autonomías del PP, al igual que las autonomías
socialistas más leales al Estado, han entrado al juego del
canibalismo exactamente igual que los más tragones comedores de esta
partida.
A estas alturas de la orgía, se me hace cada vez más difícil
distinguir entre lo que se quiere comer Cataluña, lo que quiere
morder Galicia, lo que exige La Rioja o lo que le apetece a
Extremadura. Y tampoco parece que a ellos mismos les interese mucho
que lo distingamos, no vaya a ser que sus ciudadanos los tomen por
tontos, por anteponer el interés de la nación al interés de su
autonomía. Prefieren exhibir sus colmillos más afilados.
¿Quién manda en España?
Yolanda Gómez ABC 11 Julio 2009
En un momento en el que España atraviesa una crisis económica tan
profunda es necesario, más que nunca, un Gobierno fuerte que tome
las medidas que necesita el país. La sensación que está dando el
Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, en estos últimos días es, sin
embargo, justamente lo contrario.
Con un déficit público disparado, que está comprometiendo el futuro
de nuestros hijos, Zapatero cede una y otra vez a las presiones de
algunos gobiernos autonómicos, especialmente el catalán, prometiendo
dinero y más dinero. Dinero, que por cierto, no existe. Primero la
financiación autonómica iba a costar 6.000 millones, luego 9.000 y
ya vamos por 12.000. ¿Pero es esto lo que necesita España? ¿No
debería el Gobierno sentarse con las comunidades, pero no para
repartir un dinero que no existe, sino para obligarles a reducir el
gasto público? Pero claro, Zapatero tiene que cerrar el acuerdo de
financiación autonómica sí o sí, porque de otro modo se puede jugar
el Gobierno de Cataluña y el de España. Y sí, señores, para que el
PSOE y el PSC sigan gobernando los demás tendremos que soportar
estoicamente las subidas de impuestos necesarias para financiar este
dispendio.
¿Y qué me dicen de la Ley de Comercio? El Gobierno sabe
perfectamente, porque lo dicen todos los organismos y expertos
nacionales e internacionales, que liberalizar el sector comercial es
necesario para aumentar la competitividad de la economía española. Y
tenía la excusa perfecta, «nos obligaba Europa». Pero no, de nuevo
ha cedido a las presiones de las autonomías de siempre, y deja la
puerta abierta a que estas veten aperturas de comercios para
defender a determinados «lobbys». ¿Pero quién manda aquí? ¿Para
quién se está gobernando?
Cuando los intereses de unos pocos se ponen por encima de los de
todos los españoles, malo, muy malo.
Transición
Patatas de tortilla
Joan Valls Libertad Digital 11 Julio 2009
Receta clásica de unas buenas patatas de tortilla para élites
norcoreanas que piensen en una transición y tal y tal:
Divídanse las élites en aparentes ramas políticas de distinta
ideología y pelaje. Persígase con desgana a un determinado
grupúsculo terrorista recién creado, mas infíltreselo con topos
durmientes para asegurarse de que se fortalece. Escenifíquese una
transición democrática tras la muerte del dictador. Iníciese la
polarización de la sociedad y la fragmentación del Estado.
Desarróllese la virtud de la paradoja; esto es, que la izquierda
haga política de derechas y la derecha, política de izquierdas.
Facilítese un santuario en el extranjero para que los terroristas
puedan establecerse sin ser molestados. Iníciese la política de
dependencia energética de la metrópolis. Canjéense con la metrópolis
concesiones de infraestructuras a cambio de la entrega de
terroristas. Fínjase un golpe de Estado, asesínese con bandera
terrorista durante décadas a quienes investiguen o puedan revelar
los ingredientes secretos de la receta, sacrifíquese con regularidad
a ciudadanos en previsible ritual terrorista. Jibarícese a las
Fuerzas Armadas. Ábranse las aduanas a productos infinitamente más
competitivos que los nacionales. Iníciese la fase de terrorismo
demoscópico.
Endéudese masivamente a la sociedad mediante pirámide inmobiliaria.
Polarícesela con violencia discursiva extrema, atentados selectivos
y exacerbación de los nacionalismos. Manténgase la precariedad
laboral. Condénese a la juventud (norcoreana) a envejecer en la
soledad del hogar familiar. Poténciese el fútbol (norcoreano) de las
estrellas y polaríceselo. Institucionalícese el aborto. Admítase a
varios millones de ilegales sin exigir ninguna garantía. Manténgase
latente el presunto peligro de secesionismo de varias regiones
(norcoreanas).
Culmínese la fase de terrorismo demoscópico. Aténtese de forma
masiva contra la sociedad, haciendo que parezca dirigido contra un
gobierno. Foméntese el encanallamiento masivo de la ciudadanía en
todos los ámbitos
Cuando huela a chamusquina, désele la vuelta a la tortilla.
Sírvase fría.
El nuevo Gobierno vasco ha decidido limpiar de imágenes de asesinos
los muros más orinados de la tierra vasca
Encantador
Alfonso USSÍA La Razón 11 Julio 2009
El dirigente del partido paleto, Íñigo Urkullu, es el paradigma de
la simpatía social. Se supera a sí mismo día tras día, y con creces.
Lo que se dice un hombre encantador. Se le advierten brotes de
preocupación en su retorcido tronco. Su última reflexión hablada
merece un estudio detenido que no me propongo analizar por lo mucho
que me aburre. Son encantadores pero muy aburridos. Excesivamente
persistentes en la amabilidad. Decir que «se están cometiendo
excesos con la orden de retirar pintadas o carteles relacionados con
ETA» podría haber sido contestado con una indignada sentencia de la
sociedad años atrás. En la actualidad no es más que el chiste malo y
negro de un patoso tostón. Se han quedado sin la esperanza de
Estrasburgo, para colmo de males. Porque estos paletos son mucho
menos si no tienen detrás a sus sobrinos descarriados. Y sin
negarles esa adorable simpatía que esparcen por todos lados, en sus
palabras hay un algo que deja intuir la existencia de un problema
insalvable. Que nadie interprete mi escrito como un señalamiento de
que el PNV está hermanado con la ETA.
Pero es cierto que sin la ETA, sin Batasuna, sin los barrios amigos
del terror, el PNV jamás se habría mantenido en el Gobierno vasco
durante treinta años. Eso, el árbol y los frutos. Unos lo menean y
otros recogen la cosecha. No lo digo yo, que Arzallus se encargó de
buscar, idear y hacer pública la simpática metáfora. Para el
encantador Urkullu «se están cometiendo excesos» con la ETA. El
nuevo Gobierno vasco ha decidido limpiar de imágenes de asesinos los
muros más orinados de la tierra vasca. Y eso, a un nacionalista se
le antoja un exceso. Adorables, pero sin remedio. Muy boronos y
jebos. Sólo de allí, aldeanos por vocación. Estrasburgo les queda
muy lejos, y Madrid aún más. Han conseguido que Miranda de Ebro,
Laredo o Ezcaray se hallen en otro continente. Porque, simpatía
aparte, su capacidad analítica ha alcanzado un nivel de perversidad
cimarrona y necia que a la gente normal le suena a inalcanzable.
Para esa gente normal a la que me refiero, los que han cometido
excesos desde hace cuarenta años son los terroristas de la ETA.
Excesos de sangre, que son peores que otros abusos.
En un Estado de Derecho, y es bueno que lo sepa el simpático
Urkullu, no es habitual ni lógico ni normal que los rostros de
decenas de asesinos se expongan en las plazas y calles de las
ciudades y pueblos. Esa villanía sólo le puede parecer normal a
quienes son anormales, en el sentido que viven fuera de la
normalidad, lejanos a la lógica y envenenados anímicamente por las
circunstancias. Sucede que han sido tantos los exabruptos emitidos
por los dirigentes del nacionalismo paleto que hoy sólo pueden ser
analizados desde el más profundo hastío. Lo siento por mis lectores.
El estado de ánimo del que escribe es el que llega y contagia a los
lectores. Y hoy les he soltado un rollo descomunal, porque estos
nacionalistas, aunque sean muy simpáticos y graciosos como Urkullu,
no es que hayan terminado con nuestra paciencia, sino con la
resistencia normal de la sociedad sana. Y dicen una barbaridad como
la pronunciada por Urkullu y no nos deja otra salida que el
aburrimiento. Así, que al menos, voy a intentar ser divertido al
final. ¡Cataplás, porompompero,chimpón! Ni eso.
PP
El sí crítico
GEES Libertad Digital 11 Julio 2009
Existen dos materias donde el bienestar de los ciudadanos está más
en juego: la política exterior y la economía. Las decisiones aquí
tomadas repercuten directamente en los ciudadanos, a veces de manera
dramática. Razón por lo cual es exigible que en el Congreso de los
Diputados el comportamiento de sus señorías sea escrupuloso. Por
desgracia, el nihilismo moral izquierdista, hostil a cualquier
argumentación lógica, sustituida por amplias dosis de propaganda, ha
acabado por extenderse a la derecha, como muestra el uso y abuso que
los populares hacen del "sí crítico" a las suicidas medidas
económicas del Gobierno.
El "sí crítico" es, por un lado, un sinsentido; imagínese el lector
que hablamos de su contrario, un "no apologético": que alguien salga
a la tribuna a decir que una medida es maravillosa y necesaria para
luego votar en contra. Pues aquí ocurre igual. Si algo es
criticable, y es muy criticable por la oposición –como ocurrió con
las medidas económicas propuestas por el Gobierno– carece de sentido
apoyarlo, salvo que ocurran dos cosas: primero, que hayamos perdido
el juicio y nos dé igual una cosa que la contraria, en cuyo caso
debemos y podemos dudar de la salud mental de los protagonistas,
perdidos en razonamientos erráticos. O en segundo lugar, que nos dé
igual una cosa que la contraria porque estemos pensando en algo
distinto a aquello que votamos, en cuyo caso no estamos ante un
problema de estabilidad intelectual, sino de decencia moral y
política.
Puesto que no dudamos de la salud mental de los diputados elegidos
por los españoles, tenemos que concluir que el "sí crítico" cae en
el campo de la consistencia moral. Y es que constituye una triple
estafa en toda regla. Lo es, en primer lugar, para los votantes de
la derecha: si sus votos se iban a dedicar a dar "síes críticos" al
Gobierno, más valdría haber dejado en sus manos la posibilidad de
otorgar "votos críticos" a Zapatero. Porque el marco general de las
propuestas socialistas era bien conocido antes de marzo de 2008 y de
junio de 2009: más impuestos, más gasto y más intervención en la
economía. Eso lo sabían los votantes de la derecha, y la crítica a
ZP se la hicieron como había que hacerlo: votando a quien decía que
estaba en contra, que dice que sigue estando en contra pero que
ahora vota a favor, retorciendo de manera inadmisible el mandato de
sus votantes.
El "sí crítico" es también una estafa para los ciudadanos y el
funcionamiento institucional: la democracia no se caracteriza
simplemente por la celebración de elecciones, sino por la existencia
de una oposición real que fiscalice al Gobierno y se le oponga allí
donde no está de acuerdo. Si el PP cree que las medidas propuestas
por Zapatero no son buenas para los ciudadanos y las instituciones,
lo decente es votar en contra. La credibilidad de las instituciones
se rompe cuando en sede parlamentaria se dice una cosa y se vota
otra distinta. El comportamiento errático es habitualmente malo:
cuando se hace desde el Congreso, y a sabiendas de que se hace,
erosiona las instituciones, que pierden seriedad.
En tercer lugar, el "sí crítico" es, por supuesto, una estafa moral:
si el PP cree que la millonada de ZP es buena, se dice que es buena
y se vota a favor; y si cree que es mala, se dice y se vota en
contra. Simple sentido moral, al margen de ideologías, que es lo que
nos enseñaron nuestros padres. Por eso afirmar que una medida es
mala y apoyarla al mismo tiempo implica engaño, mentira e
hipocresía. Engaño porque se dice una cosa al ciudadano a sabiendas
de que se hará otra distinta; mentira porque, como estrategia
política esto incluye decir lo contrario de lo que se piensa;
hipocresía porque se dice algo y se hace lo contrario, defendiendo
la barrabasada sin inmutarse un poquito, incluso siendo capaz de
defenderlo públicamente. En este tercer caso, los principales
damnificados por el engaño, la hipocresía y la mentira son aquellos
mismos que la practican; por mucha estrategia de comunicación en la
que se envuelva, un engaño es un engaño.
En el fondo, el problema que hace ya tiempo que afecta a la
izquierda española está ya afectando a la derecha: la conversión de
la política en un mero juego para lograr el poder y mantenerlo, al
margen no ya de principios y valores, sino de cualquier recta
argumentación racional y moral. Los dos grandes partidos se han
convertido ya en grandes empresas de marketing que compiten
estratégicamente sin muchos escrúpulos morales o ideológicos.
Incluso supeditando el sentido moral básico a la utilidad electoral.
Ya no se tratar de rechazar o esconder los valores
liberal-conservadores, sino de esquivar el discurso lógico y un
mínimo sentido de la decencia moral. Esto es lo más grave dentro de
la crisis de la derecha española, horrorosamente encarnado en el "sí
crítico": al final de crítico no tiene nada, y de sí tiene todo,
pero sobre todo es una triple estafa.
GEES, Grupo de Estudios Estratégicos.
FROB
Despilfarro consensuado
José T. Raga Libertad Digital 11 Julio 2009
Y la verdad es que no sé por qué dedico un término tan benévolo,
cuando, analizándolo en profundidad, habría muchas posibilidades de
estimar que estamos ante un caso claro de malversación. Ya sé que
dirán ustedes que cómo puede calificarse de malversación cuando está
respaldado por lo que suele llamarse, quizá de forma indebida,
voluntad popular –por aquello de que lo han decidido los padres de
la patria– o en otras ocasiones, de forma más certera, voluntad
política que, en este caso significa, no voluntad de la polis, sino
voluntad de los políticos.
La aprobación en el Congreso de los Diputados del Fondo de
Reestructuración Ordenada Bancaria no deja espacio alguno para la
duda pues sólo 23 diputados osaron votar en contra de lo que 313
votaban a favor. Yo realmente no sé como interpretar ese resultado.
¿Quizá todos tienen intereses bancarios? ¿Es acaso que los que más
aspiran a integrarse en los Consejos de Administración de las
entidades financieras cuando dejen la función pública? Si se tratara
de una competición deportiva, pensaría uno que se les había ofrecido
una buena prima, si el resultado era positivo. Aunque, dada mi
escasa afición a los deportes pagados, esta aprobación me sitúa más
en el recuerdo de las adhesiones incondicionales; siempre convenía
que alguien, algo así como un siete por ciento de los presentes,
votara en contra, pues lo contrario no era presentable públicamente.
Lo cierto es que nuestro pulmón financiero público va a aportar
inicialmente nueve mil millones de euros, los cuales podrán
ampliarse, mediante deuda avalada por el Tesoro, hasta poder
alcanzar los noventa mil millones, a ese fondo que responde a las
siglas de FROB. A mí me rechina hasta la denominación del Fondo. Me
pregunto: ¿no hubiera bastado llamarle "Fondo de Reestructuración
Bancaria"? Si la pretensión del Gobierno y del Parlamento es
convencernos de que será ordenada, no lo van a conseguir; menos,
cuanto más se empeñen. Ni se me había ocurrido pensar en ese
problema, pero ya que lo dicen, es el momento para que empiecen mis
dudas. Puestos a hacerlo largo, si ese es el deseo, mi oído se
sentiría más confortable con la denominación "Fondo de
Reestructuración Bancaria Ordenada", pero, en fin, como tampoco soy
un lingüista, vamos a dejarlo ahí.
Lo que sí que soy es un contribuyente y, en la medida en que la
renta me lo permite, un modesto ahorrador. Por eso me estremece al
ánimo cuando imagino ese torrente de miles de millones destinados a
reestructurar no se sabe qué, porque lo que precisa
reestructuración, y urgente, son las mentes, las competencias, las
capacidades, las habilidades y la honestidad de los banqueros. Ya sé
que hay quien hace aceptablemente bien sus deberes, pero el Gobierno
prefiere que no distingamos y que incluyamos a todos en una misma
cesta.
Me estremece porque ya estoy pensando que si Dios aún me da unos
pocos años de vida, veré aumentar la presión fiscal que tendré que
soportar para devolver la deuda que por motivos bien diferentes,
pocos de ellos confesables públicamente, está contrayendo el Estado.
Y conmigo, mis hijos y mis nietos que, al menos estos últimos, nunca
eligieron al Sr. Rodríguez Zapatero para que les gobernase.
¡Pobrecitos míos! Y lo que ya colma el vaso es la alegría con la que
tanto el presidente como la vicepresidenta segunda afirman que aún
hay margen para el endeudamiento. ¿Adoptan conclusiones semejantes
en su economía doméstica? Si no es así, ¿qué ocurre, que el Estado
no es nada y detrás de esa nada no hay nadie?
Me decía, con gran extrañeza un muy querido colega universitario,
identificable con una izquierda inteligente y racional –también los
hay, aunque no se les vea–, ante unos datos que estábamos manejando,
que debía haber algún error en los mismos pues de ellos se deducía
que las universidades americanas que más dinero recibían de
subvenciones y ayudas eran las más potentes, las mejor dotadas. Con
gran delicadeza traté de explicarle que a mi me parecía lógico que
así fuera, pues la ayuda hay que darla a quien es capaz de
aprovecharla. Los indolentes, los manirrotos, los pródigos, los
vagos, los que eluden sus responsabilidades, los que engañan, los
que estafan, etc. no merecen ayuda alguna, y, si alguna tienen,
mejor eliminarla cuanto antes.
Nuestro Parlamento, sin embargo, está dispuesto a entregar dinero
público a administradores de entidades financieras que con toda
probabilidad han agrupado más de uno de los rasgos apuntados. Me
bastaría, si queda algo de conciencia en el hemiciclo –quiero pensar
que sí–, que alguno de los 313 que votaron a favor se pregunte si
entregaría su patrimonio personal a tales administradores para
cumplir con la reestructuración de las entidades que administran. Si
la respuesta es que no, que trate de explicar a la sociedad por qué
sí que está dispuesto a hacerlo con el dinero de todos los
españoles.
Pues bien, lo que más me asombra es que el pequeño rifirrafe entre
Sus Señorías no ha sido por ese problema, sino porque la medida
puede entrar en conflicto con las competencias de las comunidades
autónomas y sus respectivos estatutos. Ante esto, ¿saben qué? Que si
la medida plantea un conflicto de competencias entre el Estado y las
comunidades autónomas, mi opinión, es no entrar en el mismo. Que
quien así lo alegue, que reestructure lo que es propio de su
competencia con sus propios recursos, pero sin mendigar financiación
del Estado, no vaya a ser que a los mendigos del sistema financiero
y bancario haya que añadir los que proceden del sistema político
autonómico.
Me disculpo ante el lector por el tono de estas líneas, pero es que,
francamente, uno ya está harto de tanto despilfarro y, ahora sí, de
tanta malversación; cuando además vemos a los despilfarradores y
malversadores a cobijo de la reestructuración. Y no me vale que me
hablen de que Estados Unidos también reestructura. Allí al Sr.
Madoff ya le han dado un ticket para que pase ciento cincuenta años
en un establecimiento penitenciario y aquí, que yo sepa, se sigue
jugando al golf.
EL PNR Y LA CUESTIÓN DE LA LENGUA
www.tercerarepublica.org
11 Julio 2009
La SG del PNR recibe a diario distintos correos que abordan
consultas de personas sobre determinados aspectos o posicionamientos
del Partido. Constatamos que muchos están referidos a cuestiones
lingüísticas. La SG está elaborando un comunicado sobre cómo aborda
el Programa del Partido esta cuestión y es interés de este Comité
Local de Vigo del PNR el avanzar parte de su contenido.
Saludos cordiales
Carlos Carvalho
Secretario Comité Local de Vigo del PNR
pnr@tercerarepublica.org
El PNR no aborda en momento alguno la cuestión de la lengua desde el
punto de vista literario, estético, artístico, etc. El PNR es un
partido político y únicamente bajo este ángulo trata el tema de la
lengua. Esto se puede sintetizar en tres lemas:
UNA SOLA NACIÓN: ESPAÑA
UN SOLO ESTADO: LA REPÚBLICA ESPAÑOLA
UNA SOLA LENGUA OFICIAL DE LA REPÚBLICA: EL ESPAÑOL.
Hablamos de español, y no de castellano, porque independiente del
origen histórico de esa lengua, llega a nuestros días como idioma
común de los españoles, y así es denominada por unos 550 millones de
personas que también la utilizan en otras partes del mundo. Además
del idioma común, el español, existen en nuestra patria otras
lenguas españolas de ámbito regional o incluso local.
Nuestro Programa, que sintetiza las bases con las que hay que estar
de acuerdo para militar en el Partido, establece en relación con
estas cuestiones:
Artículo 6. La única lengua oficial de la República, en todas sus
instituciones, administraciones y niveles educativos, será la lengua
española. Entendida como institución integradora de la patria
española común, todos los ciudadanos tendrán el deber y el derecho
de conocerla, sin que ese derecho deba buscar amparo en "la libertad
individual" o "la lengua materna".
A la vez, se garantizará en los planes de estudios el conocimiento
del resto de lenguas españolas en todo el territorio nacional, pero
no se les conferirá el carácter de "cooficiales" en zona alguna.
En este artículo del Programa se concentran todas nuestras ideas
políticas fundamentales sobre la cuestión lingûística:
a) Se basa en la tesis de que a un Estado nacional serio le
corresponde una única lengua oficial.
b) Se define la lengua oficial como institución de la República:
como vehículo de integración nacional, ante todo atento a la
exigencia de igualdad ciudadana. Se configura por tanto al español
como lengua de uso obligatorio en el espacio público: en todos los
niveles institucionales, sean centrales o locales, en el conjunto de
la vida administrativa y en todos los tramos del sistema educativo.
Se rechaza de modo frontal la mentirosa quimera de la
"cooficialidad" en ese espacio. De ahí se deriva el que todos los
ciudadanos tengan el deber y el derecho de conocer la lengua
española.
c) Se garantiza plena libertad de uso de las diversas lenguas
regionales en la vida civil, comercial, medios de comunicación,
rotulación de establecimientos, festividades, etc. y la posibilidad
de acceder voluntariamente al aprendizaje de esas lenguas en todo
territorio nacional.
d) Se huye de cualquier confusión entre el bilingúismo -o
plurilingüismo- que es una cuestión social y cultural, que
reconocemos gustosamente, y la cooficialidad, que es una pretensión
política e institucional irrealizable en la práctica.
Muy diferente es el planteamiento que arranca de la vigente
Constitución y que ha materializado el Estado de las Autonomías.
El régimen actual se basa en el pacto de hierro entre la Corona y
las oligarquías económicas y políticas centrales, de un lado, y la
burguesía catalana y vasca, de otro. Ya en el momento de redactarse
la Constitución fue propuesta la denominación de "naciones" para
Cataluña y Vascongadas; se optó por la denominación intermedia de
"nacionalidades" a la espera de una mejor ocasión. Pero desde un
comienzo, la dinámica desplegada por el régimen, que se acelera
desde 2004, es su configuración final como Monarquía Multinacional
de signo confederal. La cuestión de la lengua ha sido fundamental
para la emergencia de las diversas "naciones" que ocupan el solar de
la difunta Nación española bajo el nexo de la Zarzuela.
a) La Constitución declara idioma oficial al "castellano", con la
voluntad deliberada de rebajarlo a la categoría de una lengua
española más: la "lengua propia" de los territorios que no son
"nacionalidades históricas".
b) A continuación, en las "nacionalidades históricas" abre la vía de
la "cooficialidad" que, como ha señalado Gustavo Bueno, es un
"constructo irrealizable", dejando a los Estatutos Autonómicos su
ordenación.
c) Los Estatutos, empezando por el inicial de Cataluña, con la
bendición del Tribunal Constitucional acuñan el concepto de "lengua
propia", decisivo para implantar el monopolio de la oficialidad de
sus respectivas lenguas. Se trata de "un concepto jurídicamente
indeterminado, referido a "etnias" o irrealidades históricas, que
hace abstracción del marco estatal-nacional general, de un lado, y
de lo que habla realmente la gente, de otro". A partir del mismo, se
disparan los decretos de inmersión y las leyes educativas dirigidas
a erradicar el español.
d) El paso final ha sido consumado por el Estatuto de Cataluña, que
lleva el concepto de "lengua propia" a sus últimas y lógicas
consecuencias, que es identificarla con la única lengua oficial.
ARTÍCULO 6.
1. La lengua propia de Cataluña es el catalán. Como tal, el catalán
es la lengua de uso normal y preferente de las Administraciones
públicas y de los medios de comunicación públicos de Cataluña, y es
también la lengua normalmente utilizada como vehicular y de
aprendizaje en la enseñanza.
e) En congruencia con lo anterior, hace pocos días ha sido aprobada
en Cataluña una Ley de Educación que expulsa al español de todos los
eslabones de la enseñanza.
William Vega (ASOCOLOMBIA):
"El abandono escolar de los colombianos en Baleares es de un 80% por
el catalán"
"Muchos padres latinoamericanos desean el castellano para sus hijos,
pero no hablan por miedo"
Belén Piedrafita www.lavozlibre.com 11 Julio 2009
Palma de Mallorca.- William Vega es el presidente de la Asociación
Colombiana Unida de Baleares (ASOCOLOMBIA). En Baleares residen unos
12.000 colombianos, según el colectivo. El pasado 30 de mayo
participaron en la manifestación de Círculo Balear en Palma a favor
de la libertad lingüística y contra la imposición del catalán. "Las
familias colombianas están empezando a enviar de regreso a sus
adolescentes para que no se queden sin estudios. Nos vemos
nuevamente con el 'luto de la lejanía' de nuestros hijos por la
discriminación del español", lamenta Vega.
- ¿Por qué decidieron adherirse a la manifestación organizada por
Círculo Balear en favor de la libertad lingüística?
- Porque nosotros somos los más afectados, los que más sufrimos y
padecemos la decisión tomada por unos cuantos políticos de cambiar
la lengua vehicular en los colegios. El abandono escolar en España
está en torno al 20 por ciento. En Baleares, entre la población
local es de un 40 por ciento, mientras que entre la población
inmigrante alcanza cuotas del 80 por ciento. Ese 40 por ciento está
determinado en buena medida por las características económicas de la
isla. Aquí siempre ha sido muy fácil encontrar un trabajo bien
pagado ligado al turismo, por lo que muchos jóvenes preferían eso,
en lugar de tener que estudiar durante años una carrera. Si a eso le
sumamos que el porcentaje de población local es actualmente de un 30
por ciento -frente al 70 de los que venimos de fuera, ya sea del
resto de España o del extranjero-, el resultado es que muchos nos
estamos viendo obligados a trabajar, a estudiar y a vivir con un
idioma que no es el nuestro.
- ¿A qué cree que se debe ese 80 por ciento de fracaso escolar en la
comunidad inmigrante?
- Está directamente relacionado con el idioma de enseñanza, sobre
todo cuanto más avanzada es la edad del niño. A un adolescente le es
más difícil integrarse en un nuevo idioma. La mayoría de la gente
que viene no procede de familias ampliamente estructuradas o con un
nivel de educación alto, lo que unido a la dificultad del idioma
provoca que únicamente un 4,75 por ciento alcance estudios
superiores, frente al 5,8 por ciento de la población local. El resto
no ha terminado Secundaria y, muchas veces, ni siquiera Primaria. A
esos chicos, el Estado sólo les da la posibilidad de aprender en
catalán cuando es un idioma desconocido para ellos. Esos niños deben
enfrentarse a un idioma nuevo, una lengua que no entienden, así que
se aburren y terminan dejando el colegio. Francamente nos duele. El
Gobierno Balear, gracias a la inmersión del catalán, lo único que
está logrando es abocar a toda una generación a la nada, a no tener
educación superior y estar en desigualdad de condiciones con la
población local. Por eso, cada vez más familias colombianas están
empezando a enviar de regreso a sus adolescentes para que no se
queden sin estudios. Nos vemos nuevamente con el 'luto de la
lejanía' de nuestros hijos por la discriminación del español.
- ¿Sabe si en los colegios hay algún tipo de apoyo específico para
la comunidad latinoamericana?
- No. Últimamente se habla de que van a hacerlo, pero a día de hoy
no existe ningún tipo de programa específico. La anterior Consejería
de Educación sí que tenía medidas encaminadas al aprendizaje del
catalán, como la posibilidad de cursar clases extra los fines de
semana, la existencia de programas de acercamiento de profesores a
las asociaciones de inmigración y la financiación de grupos de
catalán. Sin embargo, en ese momento la inmersión del catalán era
paulatina y nos adaptábamos, ya que era más fácil. Pero en el
momento en el que pasaron al cien por cien de asignaturas en
catalán, todo se complicó y las ayudas desaparecieron.
- ¿Es posible actualmente estudiar en castellano en algún colegio
público de Baleares?
- No, es imposible, lo que quedó demostrado por Círculo Balear. La
propia consejera de Educación ha dejado claro que no existe la
posibilidad de escolarizar a nadie en castellano, ni en Primaria ni
en Secundaria.
- ¿Cómo vive la situación su hijo?
- El caso de mi hijo de 16 años es diferente. Él no logró adaptarse,
pero fue por su gran capacidad de preparación. Él nació en Rusia,
tenía un nivel educativo muy alto y aquí se aburría. Solicitamos que
lo dejaran pasar a un nivel superior, pero no se lo permitieron
porque en esa época la ley todavía no lo permitía. Así que tomamos
la decisión de que regresara con su madre a Moscú para continuar sus
estudios y allí no lo subieron un curso, sino dos. Actualmente va a
pasar a tercero de carrera. Allí, al contrario que aquí, premian la
capacidad de las personas. Aquí no, el rasero de España es poner al
más malo junto al más bueno para subirlo de nivel. Sin embargo, eso
es un arma de doble filo, ya que lo único que logran de esa forma es
retrasar al bueno. Es imposible que todo el mundo sea zapatero o
aviador. Crean un rasero común que retrasa a los niños de mayor
capacidad. El resultado es un abandono escolar del 18 ó 20 por
ciento en toda España y de un 40 por ciento en Baleares.
- ¿Cuál es su principal motivo de queja?
- Aquí se forman guetos, tanto por nacionalidades como por idiomas.
La gente no lo quiere reconocer pero existe. No ves a africanos con
tailandeses o chinos con peruanos. La gente de aquí vive en su
mundo, que está completamente separado del de la población local.
Hay muy poca integración, precisamente por el mismo carácter
mallorquín, porque de por sí es muy cerrado. Es muy difícil que
dejen entrar en su círculo a un extranjero, no sólo inmigrante, sino
también a los que proceden de la Península. Cada nacionalidad
intenta vivir la vida de acuerdo a sus costumbres. La gente vive
como mejor le parece y yo creo que en una democracia se trata de
eso. Si la integración no se da en la primera generación, se irá
dando poco a poco en la segunda y en la tercera. Lo raro es que se
pretenda que los latinoamericanos nos integremos cuando no tenemos
ninguna diferencia con la población local, a excepción del idioma.
Tenemos la misma estructura religiosa, familiar, económica y las
mismas costumbres. No sabemos qué quieren decir cuando hablan de que
'nos integremos'.
- ¿Cree que sería más fácil esa 'integración' de la que se habla en
una región con una sola lengua?
- Claro. En las comunidades en las que el idioma vehicular es el
español, el porcentaje de abandono escolar entre los colombianos es
exactamente igual que el de la población local. No es que los
colombianos, los peruanos o los bolivianos de Madrid sean diferentes
a los de aquí.
"SE NOS ESTÁ PERSIGUIENDO POR DAR LA CARA POR NUESTROS DERECHOS
LINGÜÍSTICOS"
- ¿No cree que sería más sencillo que las distintas nacionalidades
que hay en Baleares, que reclaman lo mismo, se unieran de alguna
forma en pro de un objetivo común?
- El problema es que la pelea con el 'establishment' es la pelea de
David contra Goliat. La gente se preocupa por subsistir, por lo que
no se encuentra en un nivel en el que pueda reivindicar nada. Hace
dos años, había 116 asociaciones registradas. Hoy pocas deben quedar
vivas. De esas 116, solamente dos dimos la cara por nuestros
derechos lingüísticos y, como consecuencia, se nos está
persiguiendo. La gente tiene miedo. A pesar de la persecución del
poder, nosotros seguiremos defendiendo lo nuestro. Se habla de
democracia, pero eso sólo es de cara a la prensa y al público. La
realidad es que ellos persiguen y atacan al que piensa de manera
diferente.
- ¿Cómo le persiguen?
- A mí, por ejemplo, me han echado de dos trabajos. Soy médico y
trabajaba para el banco de sangre. Al poco de llegar el nuevo
Gobierno, no se me prolongó el contrato. Como desde hace mucho estoy
metido en la lucha por reivindicar el idioma, se me identifica como
una 'persona conflictiva', cuando en mi profesión nunca he tenido
problemas con nadie. Después trabajé en la Seguridad Social, donde
obtuve una interinidad ganada a pulso. Hacía 400 horas de trabajo
mensuales, guardias y cursos. Me presenté a un concurso legal y,
finalmente, obtuve una plaza. Sin embargo, de un día para otro me la
quitaron y me echaron. Así de fácil. Ahora trabajo en la sanidad
privada y, de momento, mi jefe me dice que, mientras mis actividades
no afecten a la clínica, seguiré con en el trabajo. El
'establishment' es muy poderoso y ataca a todo aquél que no piensa
como ellos. Con el PP esto no pasaba. Yo en era militante, pero me
retiré. Sin embargo, cuando gobernaba el PP, me daba cuenta de que
había mucha gente crítica que estaba en otros partidos, pero a los
que jamás se les tocó ni se les echó de sus trabajos.
- ¿Qué opina sobre la polémica de que se quiera obligar a la
comunidad médica a que acredite el nivel B de catalán?
- Me parece horrible. Si esto es así, 2.200 médicos podrían perder
sus plazas. Baleares necesita 600 médicos extra para cubrir sus
necesidades, pero con la inmersión muchos ya están pidiendo su
traslado a la Península, mientras que los que ya están en la
Península no vendrán, porque les pagan lo mismo en otras
comunidades. Muchos médicos que están terminando aquí sus estudios
de la especialidad MIR, ya han dejado ver que se irán a la Península
por la discriminación del español. En algunos centros médicos ponen
el cartel de 'cerrado' por falta de médicos. Prefieren eso y poner
en riesgo la salud de la población que retroceder en la imposición
del catalán a los médicos. No puedo entender cómo los nacionalistas
y los políticos de izquierdas mallorquines aceptan vender a su
pueblo, sus empresas y sus puestos de trabajo por el catalán y una
supuesta independencia que les está quitando toda la dignidad.
- Algunos testimonios nos han contado que muchos padres
latinoamericanos que desean el castellano para sus hijos no hablan
por miedo. ¿Piensa que es cierto?
- Sí, es verdad. La gente del Gobierno no se lo piensa dos veces.
Persiguen a todo aquél que piensa de manera diferente. El mensaje es
claro. O estás conmigo o si no lo estás, eres mi enemigo y te
perseguiré. Al que saca la cabeza se la cortan.
- ¿Cree que estos padres pueden tener miedo a que se marque a sus
hijos?
- Sí. La gente tiene miedo a hablar. Sin embargo, eso ha ido
disminuyendo. En la manifestación del 30 de mayo nos juntamos más de
20.000 personas. Hace un año no hubiéramos sido más de mil. El miedo
ha ido decayendo, la gente ha salido a la calle y ha respondido a la
llamada de la convocatoria. La población ha cogido un poco de fuerza
para expresar públicamente lo que piensa.
"SI DAN CLASES DE MALLORQUÍN, SERÉ EL PRIMERO EN APUNTARME"
- ¿Tiene alguna opinión formada acerca de la polémica sobre si
existe o no una diferencia entre el catalán y el mallorquín?
- Revisando la Historia, hemos encontrado que el latín es el origen
de los idiomas romances de esta zona del Mediterráneo. Esta lengua
poco a poco fue tomando las características de cada zona. Hace 500
años, la lengua principal era el 'lemosín' y cada zona tenía sus
propias características. La primera gramática conocida del 'lemosín
balear' -el mallorquín de la época- fue escrita en 1496 por J.
Dameto, un mallorquín. La primera gramática catalana, sin embargo,
se redactó 344 años después, en torno a 1840 y está basada en la
primera gramática mallorquina. En resumen, la madre de la gramática
escrita es la lengua 'lemosina balear'. Y de ahí parte la gramática
catalana. Cataluña quiere vender todo al revés y nos está importando
un idioma catalán que ha sido sacado del mallorquín. Cuando entra en
mi consulta un paciente mallorquín, me gustaría poder responderle en
su mismo idioma. ¿Por qué le voy a tener que hablar en un catalán
ajeno a ellos? Es como si entra un portugués en mi consulta y le
respondo en italiano. Los inmigrantes y la gente que vive en
Cataluña, que aprendan el catalán. Pero en Mallorca, que nos enseñen
el mallorquín. Si dan clases de mallorquín, yo seré el primero para
apuntarme.
- ¿Por qué cree que ha cambiado tanto la situación?
- La gente ve que las injusticias son cada vez mayores. La inmersión
lingüística ha llegado a unos extremos en los que puede llegar a
peligrar la propia economía de las islas. No se puede atacar ni al
turista ni al empresario extranjero, ya que es lo que trae dinero y
desarrollo. Hace unos meses hubo mucha polémica con la presión que
se realizó sobre Air Berlin para que utilizara el catalán en sus
aviones. Incluso la prensa fue contra ellos. Muchas multinacionales
tienen muy claro no invertir en aquellas zonas en las que el idioma
sea un impedimento para el desarrollo y el comercio. Y hablan
directamente del catalán.
- ¿Piensa que eso está afectando a la economía de Baleares?
- Claro. Hay empresas que se niegan a invertir en una zona donde por
culpa del idioma el coste es mayor. Se obstruye la libre circulación
del mercado y eso implica un coste adicional que las empresas no
están dispuestas a asumir.
- ¿Cuál sería para ASOCOLOMBIA la postura más adecuada en materia
educativa?
- Cuando fuimos a la manifestación de Círculo Balear fuimos muy
claros. Queremos que se imparta una educación en todos los niveles,
hasta la universidad, al 50 por ciento en los dos idiomas oficiales
de las islas, que son el castellano y el catalán. No pedimos nada
que no esté dentro de la Constitución. Se supone que ésta debe
respaldar y defender nuestro derecho a estudiar en castellano, pero
eso no se cumple. Queremos que se mantenga el 50 por ciento, no sólo
en las escuelas, sino también en la Administración y en la
rotulación de calles y productos. Además, pedimos que, si acudimos a
una institución, nos respondan en el idioma en el que preguntamos.
Formamos parte de un ciclo económico, somos trabajadores y aportamos
nuestro trabajo y nuestros impuestos para el desarrollo de la
población, por lo que merecemos que se nos atienda en español. Nos
sentimos orgullosos de hablar español, un idioma que fue llevado a
América por Colón. Es irónico que los historiadores de aquí digan
que Colón era precisamente mallorquín.
DEFENSA NIEGA QUE TENGA RELACIÓN CON LO OCURRIDO
Bajan el sueldo a militares que colocaron
la bandera española en el Gorbea
Varios militares que participaron en la colocación de la bandera
española en el monte Gorbea y que irritó al PNV hasta el punto de
decir que el País Vasco "no es Perejil" han visto reducido su
sueldo, según El Mundo. El Ejército rechaza que la medida tenga que
ver con lo ocurrido.
LIBERTAD DIGITAL11 Julio 2009
El Mundo cuenta este sábado que varios de los militares que
participaron en la colocación de la bandera española en el Gorbea,
entre ellos el jefe de la compañía, han visto disminuido su sueldo.
Al parecer, la cantidad oscilaría entre los 200 y los 250 euros al
mes, correspondientes a la parte englobada en los complementos
variables.
Fuentes oficiales del Ejército de Tierra reconocieron la bajada al
diario pero quisieron desvincularla totalmente de las maniobras del
pasado 18 de junio, cuando los soldados colocaron la bandera
española en el monte. Alegaron que la movilidad en estos
complementos es bastante habitual y subrayaron que no tiene que ver
con lo ocurrido.
Sin embargo, fuentes oficiosas sí vincularon la medida a lo ocurrido
y explicaron que se entendió lo ocurrido en el Gorbea como una
provocación innecesaria, algo que Defensa niega. La colocación de la
bandera española desató las iras de los nacionalistas, que hace una
semana se subieron al conocido monte cargados de ikurriñas para
proclamar, entre otras cosas, que "España no es Perejil".
El diario también se hace eco del malestar que existiría entre los
soldados que subieron al Gorbea por la próxima desaparición de la
Brigada de Infantería Ligera número cinco, a la que pertenecen.
La ministra aún tiene pendiente su comparecencia en el Congreso para
hablar sobre el episodio de la bandera en el monte vasco a petición
del PNV.
******************* Sección "bilingüe"
***********************
Desaprender España
TOMÁS CUESTA ABC 11 Julio 2009
NO les falta razón a aquellos que proclaman que, hoy por hoy, «a
hores d´ara», el catalán anda pachucho, tirando a agonizante. El
«vaso de agua clara» (Pemán «dixit») del que bebieron Riba y Pla, el
inmenso Carner y el mundano Sagarra, se ha convertido en una
jerigonza turbia que infaman al unísono los medios de comunicación
de mesas (no de masas, puesto que se sustentan, pitas, pitas, a
costa de las dádivas) y la reala intonsa de los politicastros. Por
no mentar a los supuestos portavoces de una «sociedad civil» de pega
que es, en realidad, de paga. O a los pigmeos que emborronan la
estafilla literaria. El catalán -que siguió siendo una lengua de
cultura a contrapelo del régimen de Franco- ahora es un aval de
adhesión inquebrantable ante los que gestionan el cupo de poltronas
y la plantilla de sumisos funcionarios. Cualquiera puede llegar a
«president» (ahí tienen a Montilla, que es un ejemplo irrefutable)
sin saber si la utilización del partitivo es una herencia del bantú
o del occitano. Por contra, los que aspiran a una plaza de
ordenanza, tienen que ser capaces de salir a la pizarra a dar cuenta
del cómo, el cuándo y el porqué las vocales son abiertas o
«tancadas».
En cualquier caso, el objetivo de la funesta Ley de Educación que
viola a conciencia (de hoz y coz, «pel devant i pel darrera», por
detrás y por delante) los derechos que asisten a los ciudadanos, no
es remediar la decadencia del idioma vernáculo a costa de arruinar
el castellano. Lo que persigue es transformar en zombis (o en
robots; cualquier inversión en I+D está justificada) a las
generaciones venideras. Formatear la respuesta emocional de los
votantes del mañana. De ahí, que con independencia del pedigrí de
cada cual y de que haya venido al mundo en Mollerusa o en Córdoba la
llana, todos quienes atracan -¡y vaya que si atracan!- en el
embarcadero de la Plaza de Sant Jaume pretendan liquidar la libertad
administrando ideología en vena y filología en cápsulas. «Per
collons» y por las bravas, que nadie se llame a engaño. Lo esencial
es que la identidad se vea reforzada y no contaminar la estupidez de
«casa nostra» con inopias foráneas. A fin de cuentas, y aunque
Rodríguez Zapatero se esfuerce en abolir las diferencias entre los
zotes de solemnidad y los molondros carentes de pompa y
circunstancia, en el terreno de las aulas todavía hay clases. «Els
joves catalans», dentro de pocos años, tendrán el privilegio de ser
analfabetos redoblados. Ni podrán descifrar un soneto de Foix («Sol,
i de dol, i amb vetusta gonella...»), ni sabrán qué demontre
significa diantre. ¡Analfabetos redoblados, casi nada! En
Extremadura, en cambio, deberán conformarse con el título de
analfabetos redomados. Y aún nos deberían dar las gracias.
Si es cierto que el catalán se encuentra en baja forma también es
obvio que la burricie a espuertas y la ignorancia a saco no le
ayudarán a superar el trance. En cuanto a la campaña de depuración
lingüística que promueven Montilla y sus secuaces, es un empeño
estéril, amén de una falacia. Lo que corre peligro en Cataluña no es
el español, que se defiende solo, sino la propia España. Fomentar el
rencor, falsificar la historia, atizar el desdén, minar la
tolerancia... O sea, aprender de cabo a rabo a desaprender España.
Asignatura obligatoria -obligadísima- pese a que no aparezca en los
temarios.
«Como sea»
Antonio JIMÉNEZ La Razón 11 Julio 2009
A los socialistas en el poder si no les salen las cuentas terminan
cuadrándolas a martillazos. Eso pensó en más de una ocasión Antonio
Gutiérrez cuando el hoy diputado socialista era secretario general
de CC OO y se las tenía con el entonces ministro de Economía Carlos
Solchaga. El expeditivo método, reñido con el rigor y la lógica
contables, pretende recuperarlo ahora Zapatero para cuadrar el
«sudoku» de la financiación autonómica. El martillazo a las cuentas,
sinónimo del «como sea» inherente al zapaterismo andante, planea
sobre este modelo de reparto autonómico que amenaza seriamente la
cohesión territorial y la solidaridad entre las regiones.
Con estos precedentes sólo desde un optimismo antropológico y
temerario rayano en la inconsciencia puede asegurarse, como dice
Zapatero, que el acuerdo de financiación, pendiente de que sea
rubricado por todos los presidentes autonómicos, será merecedor de
un «cum laude». No es posible que todas las comunidades salgan
ganando, como repite la propaganda gubernamental, cuando Cataluña y
Andalucía tienen prometidas cifras por encima de la media.
Ya lo denunció José Bono al advertir desde sus predios manchegos
sobre los riesgos de un sistema de financiación como el del Estatut:
«Si unos quieren comer aparte, es porque quieren comer más».
Zapatero, hipotecado por su exigua mayoría parlamentaria, se ha
empeñado en tirar de chequera para cumplir con los feudos
socialistas determinantes en las urnas y garantizarse su
estabilidad, a costa de dejar al Estado en fase terminal y un
incierto futuro económico. Más poder para algunas autonomías, más
déficit , más gasto descontrolado, más descontentos y, en
definitiva, menos España. Esto es lo que hay.
Financiación
El Leviatán catalán
Emilio J. González Libertad Digital 11 Julio 2009
Entre los muchos errores en política económica que está cometiendo
el presidente del Gobierno, uno de los más serios puede ser su
empeño en aprobar un nuevo sistema de financiación autonómica para
tratar de contentar a los catalanes.
Después de haber dado el visto bueno al Estatut, con esa cláusula
por la cual el Estado tiene que destinar a Cataluña el mismo
porcentaje de las inversiones públicas que representa el PIB catalán
respecto del conjunto de la economía nacional, Zapatero quiso dar
marcha atrás, presionado por los barones regionales de su partido y
entonces se sacó de la manga un nuevo sistema de financiación
autonómica. De esta forma, ZP se convirtió en prisionero de sus
propias acciones y ahora no se atreve a incumplir nuevamente su
palabra ante el temor de ruptura del PSC con el PSOE. De ahí que lo
que Zapatero pretende poner sobre la mesa es un plan que ofrece un
poco de dinero a casi todos para tratar de mitigar el hecho de que
Cataluña, una de las regiones más ricas de España, se va a llevar la
parte del león.
Basta este motivo para decir ‘no’ al nuevo sistema de financiación
autonómica porque, con esa filosofía de fondo, rompe principios tan
elementales y tan fundamentales para la cohesión de la Nación
española como la solidaridad interterritorial. Conforme con él,
aquellas regiones más pobres y atrasadas teóricamente son las que
deben recibir más ayuda del Estado. Sin embargo, Zapatero va hacer
justo lo contrario y va a dar más dinero a quien tiene más, lo cual
es ilógico para un partido que se dice socialista y que pretende
buscar la igualdad. Pues lo que va hacer es consagrar y ampliar las
desigualdades entre regiones.
Cataluña tiene el gasto público por habitante más alto de toda
España, un dinero que, en muchos casos, no se ha empleado
precisamente en mejorar el bienestar de los ciudadanos a través, por
ejemplo, de la ampliación y modernización de las infraestructuras
públicas, como viene haciendo Madrid desde hace años con sus
presupuestos. Por el contrario, los distintos Ejecutivos catalanes
están dilapidando sus recursos en cosas tan absurdas como abrir
embajadas por todo el mundo o comprar Spanair, una compañía aérea en
quiebra, con tal de tener una aerolínea de bandera catalana, cueste
lo que cueste porque de una u otra forma ya lo pagará el resto de
España, cuando no a potenciar el clientelismo político. A ello se
suma que la política de inmersión lingüística y los pasos hacia el
separatismo que está dando el tripartito catalán están echando a las
empresas de la región, con lo que Cataluña está recaudando menos
impuestos de lo que esperaba y gastando mucho más de lo que se puede
permitir. Lo lógico en estas circunstancias sería que la Generalitat
se dejara de hacer tonterías y recortara sus gastos para poder
equilibrar sus cuentas. Pero Montilla, Carod Rovira y demás no están
por la labor y quieren más y más dinero para alimentar al insaciable
Leviatán catalán, que nunca tiene bastante.
Como argumento para justificar su posición alegan que durante los
años de Gobierno del PP se invirtió más en Madrid que en Cataluña,
olvidando que mientras el Estado construía autopistas en territorio
catalán y modernizaba Barcelona de cara a las Olimpiadas del 92
donde no invertía era en Madrid. De la misma forma olvidan que buena
parte de la ampliación y modernización de la red de infraestructuras
madrileña está financiándose con el presupuesto autonómico, no con
fondos estatales. La Generalitat debería hacer lo mismo y, si no
cuenta con recursos suficientes para ello, entonces que redefina sus
prioridades de gasto, o que suba los impuestos a los catalanes o,
simplemente, que entienda que no se puede tirar el y pretender, al
mismo tiempo, disfrutar de infraestructuras mejores porque no hay
recursos suficientes. Por ello también hay que decir ‘no’ al nuevo
modelo de financiación autonómica.
Por último, hay un tercer elemento de suma importancia a tener en
cuenta. Estamos inmersos en la que posiblemente es la crisis
económica más grave de la historia moderna española, que está
disparando el déficit presupuestario y la deuda pública, en parte
por la propia crisis, en parte por la mala gestión de la misma que
está llevando a cabo Zapatero. En estas circunstancias, hay que
apretarse el cinturón. Sin embargo, las autonomías no están por la
labor y dicen que lo haga el Estado. La salida de la crisis, empero,
compete a todos los niveles de la Administración, autonomías
incluidas. Por ello, ese dinero debería destinarse a reducir el
déficit y la deuda, o a bajar impuestos, en lugar de transferirlo a
unos Ejecutivos regionales insolidarios que van a malgastarlo, al
tiempo que, con ello, van a impedir que desde el Estado puedan
llevarse a cabo políticas de alcance nacional para combatir la
crisis.
El nuevo modelo de financiación autonómica, en resumen, responde a
las necesidades crecientes de la Generalitat de Cataluña de
alimentar el Leviatán que ella misma ha ido creando a lo largo del
tiempo. Sin embargo, ese es su problema y el resto de España no
tiene por qué pagarlo.
Miseria terrorista
Editorial El Correo11 Julio 2009
Los tres kilos de cloratita que hizo explotar ETA contra la sede del
PSE en Durango, sin aviso previo, resumen el único y criminal
ideario de una banda terrorista que cumple medio siglo matando y
amenazando. Se trata de su séptimo atentado del año, el tercero
desde que Patxi López accedió a la Lehendakaritza y el segundo
contra una agrupación socialista, tras el del pasado mes de febrero
en Lazkao, una más de la larga serie de bombas contra las 'casas del
pueblo'. Un paroxismo asesino que acabó con la vida del policía
nacional Eduardo Puelles hace apenas tres semanas. ETA no tiene más
respuesta a su derrota política, policial, judicial y, sobre todo,
social que mantener una cadencia de destrucción que la haga
presente. Y en su deriva es indiferente al clamor ciudadano, a la
unánime repulsa del Parlamento vasco e, incluso, a la contundencia
del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que no sólo ha convalidado
la ilegalización de sus franquicias políticas sino que ha catalogado
la decisión como 'necesidad social'.
La actuación de los concejales de ANV en Durango, ausentándose de la
junta de portavoces en la que el resto de formaciones -PNV, PSE, PP,
EA y Aralar- consensuaron una nota de condena del atentado, muestra
de manera evidente la cobardía y el desapego, cuando no la
connivencia, con que la izquierda abertzale radical presente en las
instituciones afronta la vulneración de derechos humanos que sufren
sus conciudadanos. Una 'cosificación' que es el caldo de cultivo del
enquistamiento terrorista y que aún sigue presente, aunque de forma
cada vez más minoritaria, en la sociedad vasca. Es precisamente ante
crímenes como el de ayer cuando se comprueba el nulo valor de los
pronunciamientos de los líderes abertzales y sus apelaciones a
soluciones dialogadas, como si entre el terrorismo y las
instituciones democráticas, entre la violencia y el Estado de
Derecho, se pudiera entablar algún tipo de relación. Frente a este
núcleo duro e impermeable a los estragos de las bombas no existe más
opción que el aislamiento cívico, el arrinconamiento legal y la
acción judicial. El terrorismo etarra no es la consecuencia ni el
efecto de un conflicto político. Es un atroz ejercicio de
totalitarismo que no tiene más salida que la extinción. Y para ello
no hay mejor estrategia que la constante y eficaz actuación
policial.
Núñez Feijóo reivindica la normalización lingüística "en libertad"
para Galicia
Afirma que el "monolingüismo tropieza" con la realidad gallega
Ep www.lavozlibre.com 11 Julio 2009
viernes, 10 de julio de 2009, 18:50
Santiago de Compostela.- El presidente de la Xunta, Alberto Núñez
Feijóo, ha reivindicado la normalización lingüística "en libertad" y
demandó al Consejo de la Cultura Gallega (CCG) su "implicación" para
encarar "con éxito" los dos "retos" que tiene la comunidad para su
"internacionalización": el Año Santo 2010 y el proyecto de la
'Cidade da Cultura'.
Feijóo clausuró los actos del XXV aniversario del CCG, al que se
refirió en su discurso como una institución "determinante y central"
para la cultura de Galicia. Con ella -aseguró- "comparte" la Xunta
el "sueño" de una normalización "en libertad" de la lengua gallega.
Por eso, apuntó que contará "siempre" con sus "propuestas" para la
promoción del gallego, que identificó como "máximo exponente"
cultural.
El jefe del Ejecutivo autonómico convirtió su intervención en un
alegato a favor de la libertad como "elemento" que, en su opinión,
permitirá a Galicia "superar las mil primaveras de Cunqueiro". "Hoy
los gallegos son como quieren ser, son gobernados de acuerdo con su
voluntad, y sin necesidad de que nadie mitifique sus deseos",
proclamó bajo la atenta mirada de representantes de todos los
ámbitos culturales de la comunidad.
Por eso, Núñez Feijóo aseguró que las "misiones de resistencia
cívica" son "innecesarias" a día de hoy y agregó que incluso pueden
resultar "perjudiciales" en la pretensión de "evitar que se rompan"
los vínculos entre "una ciudadanía libre" y su expresión "cultural".
En este escenario, volvió a defender la "libertad y pluralidad" de
la cultura gallega y agregó que esta "libertad" exige "respeto
cordial" por las "diferentes formas de entender el hecho cultural",
sin recurrir "a un canon que limite" o a un "monolingüismo" que, a
su juicio, "tropieza" con la realidad gallega.
"NACIÓN-CULTURA"
Con su intervención, Feijóo respondió en parte a los discursos
pronunciados por quiénes lo antecedieron en el uso de la palabra.
Entre ellos, el presidente del Consejo de la Cultura Gallega, Ramón
Villares, quien reivindicó el papel de la institución como "asesora"
de las políticas públicas en materia cultural, sin voluntad de
"intrusismo ni intervencionismo" en áreas "privativas" del
Ejecutivo.
Además de asesorar y evaluar, Villares resaltó la función del CCG en
la promoción exterior de Galicia. "Si somos una nación-cultura, que
lo somos, la apuesta en este sentido debe ser explícita", aseguró el
presidente del CCG y recordó que "ser diferente es ser existente"
porque, incidió, las diferencias hoy "no son excluyentes".
"La cultura gallega es un bien intangible, un tesoro como el que
guardaban los 'mouros' de Cunqueiro", continuó Ramón Villares y
recordó que éste es el "tesoro" que es necesario "cuidar y
transmitir" a las nuevas generaciones. "Empezando por el impagable
recurso que supone tener nuestra lengua propia", apostilló.
El acto se nutrió también con las intervenciones de uno de los
miembros del primer plenario del Consejo -Francisco Díaz-Fierros
Viqueira- y del que fue consejero de Educación y Cultura de la Xunta
cuando se aprobó la Ley de creación de la institución, Víctor Manuel
Vázquez Portomeñe.
También intervino el ex presidente del CCG Alfonso Zulueta de Haz,
quien aseguró que "el ser" de Galicia "depende" de la "existencia"
de su cultura. "Si su cultura muere, Galicia desaparecerá del mapa
espiritual del mapa espiritual de Europa", concluyó.
'CREAR CULTURA, IMAXINAR PAÍS'
La convocatoria del acto institucional que acogió hoy la sede
compostelana del CCG sirvió de conclusión al conjunto de actividades
iniciadas en abril de 2008 para conmemorar el XXV aniversario de la
institución, bajo el lema de 'Crear cultura, imaxinar país'.
En él participaron numerosos representantes de la cultura gallega y
de otras instituciones representativas en la comunidad como la
presidenta de la Cámara autonómica, Pilar Rojo, y el Valedor del
Pueblo, Benigno López. También estuvieron presentes los ex
presidentes de la Xunta Gerardo Fernández Albor y Emilio Pérez
Touriño.
Antes de pronunciar el discurso de clausura, Núñez Feijóo acompañó a
Villares en el acto de entrega de dos insignias de honor a María
José Rodríguez Galdo y a Isaac Díaz Pardo, con quien se fundió en un
largo abrazo.
Recortes
de Prensa Página
Inicial
|