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De mal en peor
Los mercados quieren hechos, y hechos son precisamente los que no
acaban de llegar de España
JOSÉ MARÍA CARRASCAL ABC
9 Enero 2011
El balón de oxígeno chino le ha durado al Gobierno exactamente 24
horas. Bastó que Portugal se tambalease para que las dudas se
trasladasen a España, cuya prima de riesgo volvió a alcanzar los 260
puntos. ¿A cuánto va a ponerse cuando tengamos que lanzar los nuevos
títulos de deuda las próximas semanas? ¿Cuál va a ser nuestro
próximo «salvador»? ¿Corea del Sur? ¿Los ayuntamientos, con ese
«plan de empleo» que nos anuncian, copia de aquel que arregló las
aceras y se quedó en otro «brote verde»? Son capaces, pese a estar
archidemostrado el dicho norteamericano «puedes engañar a uno una
vez, pero no a todos siempre». Y a los mercados, nunca. Los mercados
no se contentan con «fotos», que es lo único que interesa a nuestro
presidente y, al parecer, lo único que domina. Los mercados quieren
hechos, y hechos son precisamente los que no acaban de llegar de
España.
Al revés, lo que de ahí llega son contra-hechos, contradicciones.
Ahí tienen a un Gobierno tratando de posponer la jubilación a los 67
años al tiempo que se ve obligado a jubilar anticipadamente a miles
de empleados de las Cajas de Ahorro para que puedan consolidarse
Pues si no los jubila, no habrá consolidación sino liquidación de
las mismas, tras el desastroso manejo que los políticos han hecho de
ellas. Es así como se está haciendo el ajuste que nos piden nuestros
socios: desnudando a un santo para vestir a otro. Con lo que, a la
postre, todos pueden quedar desnudos. Perdón, podemos, pues del
ajuste no nos libra nadie.
Mientras Felipe González clama: «las malditas reformas necesarias se
deberían de haber hecho hace diez años» ¿Por qué no hace quince?
Pues porque él gobernaba, y no las hizo. Así da gusto. El marrón,
que se lo coman otros. Que es lo que está haciendo Zapatero,
pidiendo ayuda a todos, incluido al nefasto PP, para salir del pozo
en que nos ha metido. Presentándose, además, como un héroe, como un
mártir. Pero en España no sólo todo es posible, sino que da lo
mismo, como demuestra que el ex presidente también haya dicho que
igual le da que gane la derecha o la izquierda, lo que le quita el
sueño es que «no sepan qué hacer con España». Los españoles lo
sabemos perfectamente porque lo estamos viendo y sufriendo: la están
deshaciendo. ¿Cómo no va a saberlo Felipe González? ¿Por qué no lo
dice claro y en voz alta? ¿Por qué se limita a insinuarlo, al
advertir que si depende de Zapatero el no presentarse a la
reelección, el presentarse depende del partido? ¿Se atrevería él a
encabezar una delegación del PSOE para pedir a Zapatero que dimita o
anuncie que no se presentará, como hizo Goldwater tras el Watergate,
para exigir a Nixon que abandonase la presidencia para evitar
mayores daños a la nación?
Me temo que no. Aquí todos somos expertos en sacudirnos las
responsabilidades y en tirar la piedra y esconder la mano.
La mayoría más absoluta
Editoriales ABC 9 Enero 2011
La opinión pública ha interiorizado que el Gobierno es parte del
problema y que el cambio político resulta indispensable
EL barómetro político realizado por DYM para ABC refleja una
contundente ventaja electoral del PP, que supera en 18,5 puntos
porcentuales al PSOE. En concreto, los populares obtendrían el 49,3
por ciento de los votos estimados, frente al 30,8 que recibirían los
socialistas. Más revelador es el dato de la intención directa de
voto, que da al PP el 28,8 por ciento, y a los socialistas, el 14,7.
Esta fortaleza del PP se explica por la fidelidad de la mayoría de
sus votantes, que lo respaldan en un 84 por ciento. Zapatero solo
consigue el apoyo del 44 por ciento de los suyos. Las valoraciones
personales también se decantan de forma general, por vez primera, a
favor de Rajoy, a quien el 35 por ciento consideraría mejor
presidente, frente al 25 por ciento que lo cree de Zapatero. También
es mejor la valoración que recibe Rajoy (3,6 por ciento) frente a
Zapatero (3,1); y la que recibe el PP (3,4 por ciento), frente al
Gobierno (3,0). En definitiva, la encuesta expone la consolidación
de una tendencia que comenzó en noviembre de 2008, cuando el
barómetro político dio al PP un exigua ventaja de tres décimas
frente al PSOE.
Es una tendencia creciente en la opinión pública, que ha pasado de
una respuesta impulsiva ante la crisis a la interiorización
definitiva de que el cambio político es necesario. Incluso esta
percepción pasa por encima de la escasa valoración que aún conceden
los encuestados a Rajoy, quien, no obstante, recibe de los votantes
del PP un respaldo mucho mayor que el que consigue Zapatero de los
suyos.
Esta encuesta demuestra también que Zapatero ha quemado su arsenal
político sin rentabilidad alguna. La remodelación del Ejecutivo, que
concentró todo el poder en Rubalcaba, ha tenido un efecto cero en la
confianza ciudadana, porque el problema no era lo mal que se
comunicaban a la opinión pública las decisiones tomadas por el
Gobierno, sino el Gobierno mismo. El estado de opinión general,
cuajado con las medidas de recorte social, las subidas de precios,
el descrédito internacional y la tasa de paro más alta de Europa,
está sentenciado a poco menos de cinco meses para las elecciones
municipales y autonómicas. El desafío de Zapatero no es tanto
aguantar el envite electoral de la oposición en esos comicios como
controlar una reacción interna del PSOE ante una derrota que puede
tener dimensiones históricas. Con los resultados del sondeo que hoy
publicamos, Zapatero tiene motivos para preocuparse más de sus
compañeros de partido que del PP.
La callada por respuesta
Carlos Dávila www.gaceta.es 9 Enero 2011
“Se despiporra de risa de los periodistas y dice: ‘¡Hale, chicos,
hasta la semana que viene!’. En LA GACETA hemos decidido que, ceda o
no la palabra, vamos a preguntar de todo y por todo. Es nuestro
derecho".
Empezaremos con un cierto humor en este año tan negro como el
porvenir del insulso Griñán en Andalucía. Contaba un antiguo
redactor de ABC, jocundo y enredador el hombre, que cada vez que su
sufrida señora –al parecer muy carpetovetónicamente sufrida– le
preguntaba: “¿Qué quieres para comer?”, él respondía: “La callada
por respuesta”. Añadía el colega: “Pues fijaos: tardó cinco años en
entender que lo que quería comer era callos a la madrileña”. Y yo
digo: cada vez que Rubalcaba nos da la callada por respuesta,
¿entenderá el multiusos que no nos vamos a comer la respuesta?
Claramente: en este periódico, en esta Casa, estamos hasta el gorro
de que un funcionario público, por alta que sea su eventual función,
cometa la fechoría de ignorar repetidamente las preguntas que
nosotros, como sencillos intermediarios de los lectores de La
Gaceta, le venimos planteando en cada ocasión en que el señor
Rubalcaba se nos pone a tiro de bolígrafo o micrófono.
Dos asuntos sin respuesta
Verán: hay por lo menos dos asuntos que hemos publicado en nuestro
periódico y que exigen contestación por parte del Gobierno que
vicepreside Rubalcaba. El día 5 de este año estrenado ya, una
información de uno de los periodistas de investigación más
importantes de España, Manuel Cerdán, narraba en exclusiva cómo el
matador Amedo, el inspector que el PSOE compró para atentar contra
ETA, había denunciado a sus ex compañeros de la Policía Judicial que
Felipe González y su Gobierno, por medio del entonces fiscal general
del Estado, el ilegal (el Supremo lo dictaminó así) Eligio
Hernández, habían intentado lograr su silencio prometiéndole dos
cosas: dinero, 40 millones de pesetas en una bolsa, y una pronta
salida de la cárcel. Pues bien, cuando nuestro corresponsal
político, por dos veces, interrogó al ministro del Interior por esta
información, no hubo nada: Rubalcaba, portavoz también de aquel
Gobierno del GAL, respondió: “No tengo noticia de eso”. Con el mayor
de los desprecios. Hay más: desde la Redacción de La Gaceta, por si
fuera verdad, que no lo es, que el vice-presidente no había podido
leer el contenido del trabajo de Cerdán, le hemos remitido el
periódico del día. Nuevamente, la callada por respuesta.
Segundo asunto: el miércoles día 5, publicábamos asimismo en La
Gaceta nuevas revelaciones sobre el caso Malaya. Roberto R.
Ballesteros, redactor de la sección Política, escribía textualmente
que “el instructor del caso Malaya y el comisario González pactaron
filtrar secretos del Sumario”. Pues bien: durante todo ese día,
víspera de Reyes, varios periodistas de este diario telefonearon a
la Dirección de Comunicación del ministerio –uno de los ministerios–
de Rubalcaba pidiendo respuesta y reacción a la información
publicada. Ni una palabra ni una réplica; nuevamente la callada por
respuesta. La denuncia hecha desde esta Casa, de la que también se
ocupó en su momento Libertad Digital, era realmente brutal. Nada
menos que un juez instructor y el jefe de la Policía Judicial de
este país, Juan Antonio González, concordaron romper el secreto de
sumario para su aprovechamiento personal y usando encima para ello a
un colega de otro periódico, El País, “que había ayudado (sic) en el
caso Bono” y que “es amigo (sic) de la casa”. Como se lee. González,
ya se sabe, fue uno de los contertulios de aquella cena cinegética
de Jaén en la que el ex ministro Bermejo y el juez, todavía, Garzón,
prepararon, en presencia del propio policía, el acoso y derribo del
Partido Popular por otro caso: el Gürtel. González es el comisario
de confianza del vicepresidente y el hombre que siempre aparece en
las salsas más espesas y malolientes que se cuecen en la factoría
que dirige Rubalcaba.
Produce gracia
Pues eso, la callada por respuesta. Lo curioso es que los
comportamientos del vicepresidente ni son motivo de acompañamiento
por parte de colegas de otros medios ni producen escándalo alguno en
nuestra sociedad. Este ministro que presume de manejar las ruedas de
Prensa como si fueran los trenes eléctricos de su infancia se
chotea, literalmente se chotea, de todos los periodistas que le
tienen que sufrir semanalmente tras el Consejo de Ministros. Unas
veces eliminando para las preguntas a los periodistas incómodos,
otras refugiándose en el inaceptable “hoy no toca” que puso de moda
Pujol, y las más faltando clamorosamente a la verdad, Rubalcaba no
recibe sanción periodística ni social alguna. En la televisión de
Intereconomía estamos ofreciendo, día tras día, un episodio
bochornoso protagonizado por el propio Rubalcaba y el alcalde de
Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Este le pregunta: “¿Es verdad como
dices que vas a dar una rueda de Prensa al día?”. Respuesta del
multiusos: “No”. Con más morro que cien negros silbando el Only you.
Miente y le da lo mismo. “Indecente” decimos en el spot. Pero hace
gracia: la portentosa capacidad de disimulo y falacia del
vicepresidente causa hilaridad (al primero, a Gallardón), pero no
produce espanto y rechazo. Los paisanos ven a Rubalcaba y se
relajan: “Joder, pero qué listo es este tío”. Este tío es el
portavoz socialista que movió a las muchedumbres de García Farreras
y la SER el 11 de marzo de 2004 al grito de “Merecemos un Gobierno
que no nos mienta”. ¿Lo recuerdan?
Nos protege la Constitución
Aún más en serio: el artículo 20 de la Constitución (en el
ministerio, digo yo, habrá algún ejemplar del gran texto) subraya
tres elementos: que se protege el derecho a expresar y difundir
libremente las ideas, pensamientos y opiniones, que es innegociable
también el derecho a RECIBIR INFORMACIÓN VERAZ, y que el ejercicio
de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de
censura previa. Naturalmente que si, amparados en este artículo,
nosotros o cualquier abogado atrevido se presenta en un juzgado (no
hablo de la Fiscalía del Estado, que es una dependencia zapaterista)
y dice: “Oiga, que me parece que el vicepresidente se está ciscando
en nuestros derechos”, se volverá a su casa tan frustrado como un
pobre seguidor del Atlético de Madrid, con la certeza, además, de
que aquí, en España, cualquier servidor público no se siente en la
obligación de aclarar las dudas que se derivan de su actuación.
Este es el país del nunca pasa nada y si pasa, pues se le saluda y
en paz. Nosotros, los periodistas, tenemos gran parte de la culpa de
este necio y perverso estado de cosas. ¿Cómo es así que un
fun-ionario pagado con nuestros impuestos convoque una conferencia
de Prensa, lea su mensaje y decida como si fuera el ominoso Chávez:
“No hay preguntas”? Me cuentan los más antiguos del lugar que, en
tiempos de Fraga como ministro de Información, sus apariciones tras
los consejos de ministros de Franco terminaban invariablemente con
esta invitación envenenada del propio ministro: “¿Alguna pregunta,
ruego u opinión?”. Por extraño que resulte, había osados jovencitos
que empuñaban el rudimentario micrófono. Ahora no, ahora se calla
todo el mundo cuando Rubalcaba, despiporrándose del personal, dice:
“¡Hale, chicos, hasta el viernes que viene!”. Pues bien, en La
Gaceta hemos decidido –y así lo escribe su director– que ceda o no
la palabra el portavoz, vamos a preguntar de todo y sobre todo. Es
nuestro derecho. De la callada por respuesta, “¡tururú con acento en
la u!”.
Zapatero, rey de los estuardos
Carlos Sánchez El Confidencial 9 Enero 2011
Uno de los momentos estelares de la humanidad -que diría Stefan
Zweig- se produjo en 1688. Aquel año fue derrocado el manirroto (y
cruel) rey inglés Jacobo II por una confluencia de conspiradores que
se rebelaron contra el poder absoluto del monarca.
La Revolución Gloriosa se recuerda como el nacimiento del
parlamentarismo y el ocaso de un sistema de gobierno que permitía al
soberano gastar ingentes cantidades de dinero sin control alguno, la
mayoría en guerras inútiles. Desde entonces, los sistemas
democráticos han pretendido con mayor o menor fortuna hacer valer el
viejo principio: No taxation without representation. O lo que es lo
mismo, no hay impuestos sin democracia. Quien paga manda, que diría
un castizo.
Los gobiernos están obligados a presentar cada año sus cuentas
anuales y a revelar en qué gastan el dinero de los contribuyentes.
Pero a medida que ha progresado la democracia, los sistemas de
control se han perfeccionado, aunque también habría que decir que en
otros casos se han envilecido. La fragmentación del poder -al menos
en teoría- ha pretendido crear un sistema de representación política
que exige la existencia de contrapoderes capaces de neutralizarse
mutuamente en el ejercicio de sus funciones. Precisamente, para
evitar que uno sólo o varios de ellos configuren un sistema
oligopolístico.
No es desde luego el caso de España. La tendencia a la concentración
del poder en manos de unos pocos ha desvirtuado tanto el sistema
democrático que bien podría decirse que estamos ante una especie de
partida de mus en la que apenas caben cuatro jugadores.
La hiperrepresentación de los partidos políticos ha acabado por
configurar un panorama desolador. El funcionamiento de las cajas de
ahorros (la mitad del sistema financiero), de las empresas y
sociedades públicas, de las universidades, de los órganos
reguladores, de los tribunales, de las instituciones culturales y
hasta la elección del último concejal del pueblo más pequeño está
condicionado de manera determinante por decisiones que se toman en
Ferraz o en Génova, los últimos herederos de la dinastía Estuardo.
Aquella que fue derrocada por el avance de la Revolución Gloriosa.
Los elevados endeudamientos, por lo tanto, no son sólo un problema
de naturaleza económica -lo más evidente-, sino que además inciden
en el corazón del sistema democrático.
Hete aquí, sin embargo, que la presión de los mercados ha obligado a
algunos gobiernos a ‘desnudarse’. Y eso ha permitido conocer con
toda su crudeza información estadística que en otro contexto hubiera
costado años y hasta varias preguntas parlamentarias. El Tesoro
Público, por ejemplo, ha tenido que reconocer en la página 51 de
este documento que este país está endeudado hasta el año 2041, lo
cual pone de relieve hasta qué punto decisiones de gasto que se
toman hoy condicionan el futuro de los ciudadanos. No sólo el más
inmediato sino también el más lejano.
La cuantía de las deudas a pagar ese año no es, desde luego,
irrelevante. Dentro de tres décadas habrá que devolver más de 22.000
millones de euros que el Estado ha tenido que pedir prestado a los
mercados para mantener artificialmente un nivel de vida de sus
ciudadanos que ahora se desmorona por culpa de un sistema productivo
agotado. Otros 18.000 millones habrá que devolverlos en 2037
(capital e intereses), y así hasta los 537.559 millones de euros -la
mitad del PIB- que es lo que debía el Estado (sin contar
administraciones territoriales o empresas públicas) hasta el pasado
30 de noviembre.
El hecho de que un gobierno pida dinero a tan largo plazo no es
necesariamente equivocado. En algunos países hay incluso emisiones a
50 años. Tampoco yerra quien hace presupuestos plurianuales, lo que
es coherente con la necesidad de realizar grandes inversiones que
necesariamente no se pueden pagar en un solo ejercicio. Pero al
margen de estas consideraciones lo que es evidente es que el
endeudamiento a largo plazo más allá de lo razonable exige renovar
en cada momento el contrato social intergeneracional. Claro está, si
lo que se pretende es gobernar de forma democrática. Y en este
sentido, parece que este principio se ha roto con la existencia de
altísimos endeudamientos a muy largo plazo que hipotecan la
capacidad de maniobra de los futuros gobernantes.
El caso del ayuntamiento de Madrid es el más evidente. El alcalde
Ruiz-Gallardón ha dejado a su sucesor (probablemente él mismo) un
agujero de 7.134 millones de euros que deja sin margen de maniobra
alguno a futuras administraciones, lo cual es profundamente
antidemocrático. Su caso no es desde luego el único. Como ha puesto
de manifiesto el historiador Harold James, el proceso de
endeudamiento desmedido evoca a la última revolución financiera, que
rompió el vínculo entre gobiernos representativos y finanzas
públicas. Los gobiernos echaron mano de derivados e instrumentos
financieros opacos para camuflar la verdadera dimensión del gasto
público, lo cual denigra los sistemas de control parlamentario.
Los elevados endeudamientos, por lo tanto, no son sólo un problema
de naturaleza económica -lo más evidente-, sino que además inciden
en el corazón del sistema democrático. Pero no parece que esto
preocupa. El Gobierno Zapatero, con una exigua mayoría parlamentaria
que le exige gobernar a salto de mata, llevará la deuda pública a
niveles históricamente elevados que deja sin herramientas de
política económica a futuros ejecutivos.
El Ejército español ayuda a construir una
escuela islámica en Afganistán
www.gaceta.es 9 Enero 2011
Las tropas españolas han entregado a las autoridades afganas
diversas infraestructuras en tres localidades de la provincia afgana
de Badghis, en el distrito de Moqur, entre las que destacan una
madraza o escuela islámica, cuyo objetivo es enseñar el Corán, y
varios neveros.
Concretamente, en la localidad de Ferozai se procedió a la entrega
de una madraza o escuela islámica, donde se enseñan a los jóvenes el
Corán, en Miranzai seis neveros y, por último, en la localidad de
Zad Ali se inauguraron las obras de mejora de un colegio y el muro
que le separa de una clínica anexa.
A estos actos asistieron, por parte de las autoridades afganas, el
jefe de la Shura, Señor Gholam Nabi Jan, y el Mulá Fasel. En
representación de las tropas españolas acudieron el jefe de la Base
Avanzada (FOB) de Moqur, capitán López de Lys; y el capitán Alberto
Santos, jefe de la Unidad CIMIC.
Asimismo, las tropas españolas han repartido diversa ayuda
humanitaria y material escolar a 300 familias de Yakama y 100
familias de Zad Nazir. Los representantes locales afganos en sus
alocuciones mostraron a los militares españoles su agradecimiento y
su satisfacción por la ayuda recibida y las infraestructuras
realizadas.
******************* Sección "bilingüe"
***********************
Pasos atrás contra ETA
El Editorial La Razón 9 Enero 2011
La lucha antiterrorista se encuentra en una compleja encrucijada a
la espera del famoso comunicado de ETA, en el que presumiblemente
los terroristas anunciarán una tregua unilateral, indefinida y
verificable por instancias internacionales, pero también que no
renunciarán al terrorismo ni se disolverán ni entregarán las armas.
Más allá de filtraciones más o menos interesadas y de movimientos
tácticos del mundo proetarra, el balance de la situación dista de
ser esperanzador. La realidad es que, después del alto el fuego de
septiembre, se han dado pasos atrás que han alimentado la confusión
y el escepticismo en una sociedad que no quiere suposiciones y
elucubraciones, sino certezas. La manifestación de ayer en Bilbao a
favor de los reclusos terroristas es el último de esos actos
desconcertantes para un Estado de Derecho.
Que la Justicia, con el visto bueno de la Fiscalía dependiente del
Gobierno, permitiera la marcha convocada y organizada por
reconocidos simpatizantes y ex candidatos de organizaciones del
entramado de ETA, con informes contrarios de la Guardia Civil y de
la Ertzaintza, es algo incomprensible, que alimenta toda clase de
interpretaciones, equivocadas o no, sobre la trastienda de la
política antiterrorista. Con poco que se conozca la realidad del
País Vasco, los antecedentes o los colectivos como el de los
familiares de los presos de ETA, es imposible sostener con razones
fundadas que un acto como el de ayer en Bilbao no supone una
exaltación de las actividades criminales desarrolladas por los
terroristas. Harían bien la Justicia y el Ministerio Público en
explicar a la sociedad por qué las manifestaciones en favor de los
presos en 2007, 2008 y 2010 fueron prohibidas si sus connotaciones y
características eran prácticamente iguales a la de este año. En una
democracia nadie debería poder salir a la calle a apoyar a los
delincuentes, sean terroristas, maltratadores o violadores.
Pero hay más. También inquietan situaciones inasumibles como la
libertad de Díez Usabiaga, una auténtica burla, o los experimentos
políticos que el Ejecutivo lleva a cabo en las cárceles con los
etarras supuestamente arrepentidos. Cuesta asumir que terroristas
con sangre en sus manos salgan de permiso con el frágil argumento de
que han renegado de ETA, cuando ni siquiera han pedido perdón a sus
víctimas ni han resarcido a la sociedad ni han cumplido la mayor
parte de su pena. Y cuesta todavía más entender estos movimientos
confusos mientras los terroristas roban vehículos, extorsionan a los
empresarios, modernizan y fortalecen su aparato de falsificaciones y
recopilan informaciones.
Las víctimas del terrorismo han sido siempre, y deben seguir
siéndolo, un termómetro moral y político, y una conciencia social.
Si el colectivo se siente humillado, como lo manifiestan sus
representantes, algo está fallando y alguien ha tomado un atajo
equivocado. El discurso oficial y público del Gobierno, con el que
coincide el PP, es de firmeza máxima y de perseverar en el acoso
policial y el rigor judicial. Ésa es la fórmula hasta la derrota
final de ETA. El Gobierno será el responsable de que no exista
desviación alguna en esa hoja de ruta y de que los terroristas y sus
acólitos no puedan presentarse a las elecciones.
Derecho sin impunidad
EDITORIAL El Correo 9 Enero 2011
La comprensión hacia el acercamiento de los presos no puede crear un
clima de exoneración de los asesinatos cometidos por ETA
La multitudinaria manifestación que ayer reivindicó que los presos
de ETA sean «dueños de todos sus derechos» por las calles de Bilbao
demostró que tras la pretendida «unilateralidad» de las decisiones
de la izquierda abertzale y tras su insistencia en que los pasos que
dé ETA serán también «unilaterales» se oculta el deliberado
propósito de comprometer a los poderes democráticos para que se
avengan a desentenderse del Estado de Derecho.
Los presos encausados o condenados por actividades terroristas
cuentan, como todos los demás, con las prerrogativas que la vigente
legislación les concede. Es comprensible que sus familiares deseen
tenerlos cerca y que ellos demanden ser aproximados a cárceles del
País Vasco o cercanas. Pero la reivindicación de una amnistía
expresa o encubierta -mediante la consigna de 'Presos a casa' o la
más elocuente de 'Sin amnistía no habrá paz'- nada tiene que ver con
los derechos que asisten a los reclusos etarras sino que choca
frontalmente con el ineludible cumplimiento de las condenas.
La pretensión resulta además extremadamente cruel para las víctimas
del terrorismo, que todavía no han recibido la noticia de que la
banda terrorista desaparece, ni las muestras de arrepentimiento y
las solicitudes de perdón correspondientes a la asunción de culpa.
La comprensión que amplios sectores de la sociedad vasca pueden
sentir hacia el acercamiento de los presos o hacia cambios en la
política penitenciaria no puede generar un clima de exoneración de
los delitos juzgados por los tribunales.
Las demandas de ayer habrían tenido otra significación si los
promotores de la marcha se hubieran dirigido a ETA para exigirle el
abandono de la violencia de una vez y para siempre. Pero no solo
soslayaron tal llamamiento, sino que brindaron a la banda terrorista
la oportunidad de que sus seguidores sigan pensando en los presos
como un problema que tiene el Estado. Cuando en realidad ETA y la
izquierda abertzale comenzarán de verdad a moverse el día en que
desistan de dar por sentada la liberación políticamente acordada de
los etarras condenados.
Secuaces de ETA
Editoriales ABC 9 Enero 2011
Es lamentable que los terroristas sigan jugando sus bazas
pseudopolíticas
Gracias a una discutible interpretación de la ley por el juez
Santiago Pedraz, ayer pudo celebrarse en Bilbao una marcha a favor
de los presos de ETA. Es lamentable que los terroristas sigan
jugando sus bazas pseudopolíticas, bajo la cobertura de grupos
radicales y —esta vez— también con el apoyo sorprendente de ocho
futbolistas de la Real Sociedad. Como era de prever, la convocatoria
derivó en la exaltación de la banda terrorista, ante la lógica
indignación de las víctimas y del conjunto de la sociedad española.
Mientras tanto, ETA sigue a lo suyo, como demuestra la documentación
abandonada por los pistoleros que huyeron en Francia de un control
policial.
Un aliento de esperanza
Daniel PORTERO La Razón 9 Enero 2011
Empeñados en marcar la agenda de ETA, el Gobierno y los partidos de
la oposición han dedicado los últimos días a pronosticar su final y
su disolución. Ellos, en su pueril ilusión, profetizaron que la
banda terrorista ETA daría un comunicado de fin de actividades, como
muy tarde, el día de Reyes. Toda esta simpleza ha hecho que el
Ministerio del Interior haya bajado la guardia y haya permitido que
ayer se celebrara una manifestación de enaltecimiento del terrorismo
por las calles de Bilbao. Y es que hacer un homenaje exclusivamente
a los presos de la banda terrorista pidiendo su acercamiento, no es
más que ensalzar una serie de privilegios de unos pocos, los
etarras, frente a otros muchos, los presos comunes o presos en
general.
Muy preocupante ha sido la actitud del Gobierno vasco y la de la
Audiencia Nacional. Nunca antes la Policía Nacional había hecho un
informe tan mediocre para el juez de guardia –salvo en tiempos de
negociación entre ETA y el Gobierno–, en el que se dedica a dar un
escueto currículum delictivo de los convocantes de la marcha de este
sábado.
El informe de la Ertzaintza ha sido también penoso, ya que
únicamente aportaron raquíticos datos sobre los convocantes. Menos
mal que la Guardia Civil puso algo de cordura e indicó que esta
marcha siempre ha sido auspiciada por la ilegal y terrorista
Askatasuna y que existe documentación incautada a organizaciones
terroristas de la Izquierda Abertzale como SEGI en la que se
demuestra que la movilización de comienzos de año a favor de los
terroristas es una dinámica de ETA para levantar la moral a los
suyos.
Sin embargo, ni el Gobierno vasco, ni el juzgado de guardia se han
enterado que ensalzar el terrorismo de ETA lo puede hacer cualquier
persona y no hace falta que los convocantes tengan que estar
relacionados con Batasuna o con otra organización ilegal. Se
equivocó el juzgado al no pedir antecedentes de otros años donde
cientos de carteles aparecieron con las fotos de los asesinos de mi
padre y de muchos más, entre ellos Txeroki, uno de los terroristas
más sanguinarios.
Esta manifestación no ha sido más que un aliento de esperanza a los
terroristas de ETA permitido por el Gobierno vasco y el juzgado de
guardia. Sin embargo, las víctimas del terrorismo siempre estaremos
en alerta luchando contra injusticias como ésta, a pesar de los
tibios profesionales de la política y de la Justicia.
Lodo en las togas de la Audiencia Nacional
EDITORIAL Libertad Digital 9 Enero 2011
Es necesario ser muy ingenuo para no ver al brazo político de la
ETA, cuando no a la misma banda terrorista, detrás de una
manifestación convocada para denunciar la supuesta vulneración de
derechos humanos de que son objeto los asesinos de esta
organización, encarcelados en virtud de las condenas previstas en
nuestro Estado de Derecho.
El juez Pedraz, al que no cabe acusar de bisoñez en cuestiones
relacionadas con el terrorismo y sus distintas ramificaciones, ha
autorizado la manifestación convocada por representantes del mundo
batasuno a pesar de las peticiones formuladas por las asociaciones
de víctimas del terrorismo y los informes de la Guardia Civil en
contrario. El requerimiento a la policía vasca de que vigile el
desarrollo de la manifestación por si se produjera algún delito
durante la misma, cláusula habitual en las autorizaciones de este
tipo emitidas por la Audiencia Nacional, no deja de tener un cierto
toque de sarcasmo, no por reiterativo menos doloroso para las
víctimas de los que aparecen revindicados con estos actos.
Y es que desde la personalidad de los convocantes hasta los lemas
coreados, pasando por las declaraciones de todo tipo vertidas para
dar notoriedad al acto público, asistimos a una sucesión de hechos
que necesariamente han de constituir en su conjunto una humillación
para los familiares de los asesinados por la banda terrorista.
La asistencia en número importante a esta última manifestación
exigiendo el acercamiento de los presos etarras al País Vasco no
otorga legitimidad a esta pretensión, por más que el mundo
nacionalista pretenda hacer ver lo contrario. La dispersión de los
terroristas encarcelados, acordada por las autoridades
penitenciarias en función de las disposiciones legales vigentes, ha
sido y es una herramienta importante en la lucha antiterrorista a
pesar de que Rubalcaba la esté haciendo saltar también por los
aires, como ha hecho con otros elementos también decisivos a este
respecto.
Tampoco debería la sociedad civil española pasar por alto el hecho
de que una entidad tan popular como el club de fútbol de la Real
Sociedad de San Sebastián, figure como uno de los apoyos más
destacados a esta marcha gracias a la colaboración de una parte de
su plantilla. Ni siquiera cabe alegar la famosa e inicua
equidistancia para disculpar la afrenta de esta entidad deportiva
puesto que, como es conocido, jamás en el País Vasco se ha producido
un gesto de cercanía por parte de esa institución u otras similares
hacia las víctimas de esos a los que ahora arropan con el escudo de
su club.
No estaría mal que el mundo del fútbol español, tan dispuesto a
movilizarse por otras causas menos significativas, tuviera un gesto
de respeto a las víctimas del terrorismo y de reproche hacia estos
colegas que jalean a los victimarios.
Si es cierto que estamos más cerca que nunca del final de la banda,
y todo parece indicar que así es, es ahora precisamente cuando más
firme ha de ser el Estado de Derecho para aniquilar las distintas
cabezas de la hidra terrorista y no al contrario. La anulación de
los consistorios controlados por organizaciones colaboradoras del
terrorismo, la eliminación de cualquier posibilidad de que vuelvan a
entrar en la política municipal o la prohibición de cualquier
algarada que otorgue visibilidad al entorno terrorista para lanzar
sus consignas falaces, han de ser la prioridad del gobierno de un
país que, como España, ha sufrido durante demasiado tiempo el azote
terrorista.
Por desgracia el Gobierno parece opinar lo contrario y algunos
jueces, tal vez partidarios de la infausta metáfora de un lamentable
fiscal general del Estado, favorecen esta tesis con sus decisiones a
pesar del cerco de lodo que, inevitablemente, acabará depositándose
en los bajos de sus togas.
Golpe de fuerza
Pilar FERRER La Razón 9 Enero 2011
Una vez más, la izquierda abertzale toma las calles de Bilbao. Al
amparo de esa política penitenciaria, que reclama el acercamiento de
los presos etarras a cárceles del País Vasco, el entorno de la banda
pretende y necesita exhibir un golpe de fuerza. Por más que el auto
del juez Santiago Pedraz y el visto bueno de la Fiscalía desvinculen
a los convocantes de ETA, los informes de la Guardia Civil y la
propia Ertzaintza parecen certeros.
La decisión judicial entrañaba mucha ambigüedad y un insensible
olvido hacia las víctimas. Como bien señalan estos días periódicos
europeos, algo se mueve dentro de la banda. Pero, mientras se espera
su tan anunciado comunicado, dos terroristas huyen de un control en
Francia. Amplios sectores abertzales no ocultan su inquietud ante la
cercanía de las elecciones de mayo. El mundo de Batasuna reclama un
nuevo escenario de tregua que le permita, bajo una marca blanca,
engrosar algunas listas de esos comicios. Así lo esperaba la
plataforma Etxerat, que agrupa a familiares de presos, y los
convocantes de la manifestación. Su propio lema, «Demos un paso»,
iba en ese camino.
La tibieza del consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo
Ares, hacia la manifestación contrasta con la rotunda posición del
ministro Rubalcaba. Cabe dudar de si estamos otra vez ante un doble
papel entre dureza y mano tendida. En tanto, las víctimas consideran
indignante ensalzar los derechos de aquellos que mataron a los
suyos. Queda por ver si el efecto callejero hace mover ficha a
quienes empuñan las pistolas.
“ETA es una reliquia del marxismo, sobre
todo tras la caída del Muro”
Shane O’Dogherty, autor del libro ‘No más bombas’
Alfonso Basallo www.gaceta.es 9 Enero 2011
Fue voluntario del IRA, pero cambió en la cárcel, se arrepintió y
dio el paso de pedir perdón a las víctimas. Desconfía de los
proetarras y Brian Currin.
-¿Delincuentes o guerrilleros?
-Violentos.
-Pero el IRA ha dejado las armas.
-Casi todo el IRA.
-¿Entonces?
-Son rebeldes sin causa.
-¿Por qué es tan difícil dejar el terrorismo?
-Es más fácil el crimen que la democracia.
-Ahora tenemos la amenaza de los islamistas.
-Hay un mercado internacional del terrorismo.
-¿Y durará?
-Claro: es un negocio.
-El que a hierro muere…
-La violencia es un espejismo.
-¿Porque no arregla nada?
-Y porque engancha.
-¿Sobre todo a los jóvenes?
-Yo me sentí embriagado a los 15.
-Pura adrenalina…
-E idealismo.
-¿Poniendo bombas?
-Creía que podría arreglar el mundo.
-¿Cómo cambió?
-En la cárcel. Estuve 14 años.
-¿Qué le aportó?
-Tiempo para reflexionar.
-¿Lo recomienda?
-Es una experiencia, si se aprovecha.
-¿Se sintió liberado?
-Cuando pedí perdón a las víctimas.
-Defíname la lucha armada.
-Esterilidad.
-Brian Currin compara ETA con el IRA.
-Ulster no es Inglaterra, y el País Vasco sí es España.
-Pero los dos atentan.
-Pero el IRA era un ejército y ETA, una banda.
-Los proetarras quieren blanquearse.
-ETA es una reliquia del marxismo.
-¿Desde cuándo?
-Desde siempre, pero tras la caída del Muro más.
ETA: cuando sólo vale negociar
Los terroristas buscan, desde que anunciaron el alto el fuego, un
proceso de diálogo con el Gobierno. Nunca se han planteado entregar
las armas
J. M. Zuloaga La Razón 9 Enero 2011
MADRID-ETA pondrá siempre como condición una negociación para abrir
un proceso que pudiera concluir con el final de sus actividades
criminales. No se ha planteado dar algo a cambio de nada y conviene
no engañarse al respecto.
Expertos antiterroristas, consultados por LA RAZÓN, alertan sobre el
peligro de magnificar la publicación de un nuevo comunicado, en el
que la banda pueda ampliar el alto el fuego a «permanente y
verificable»; lo que realmente pretenden los pistoleros es que el
Ejecutivo y los partidos políticos abran un proceso de
conversaciones, similar al que tuvo lugar entre 2006 y 2007. Y, por
supuesto, que las candidaturas de su brazo político estén en las
elecciones de mayo.
Ese comunicado se presenta, desde el entorno proetarra y desde
algunos medios, como el principio del fin, cuando para la banda es
la continuidad de la estrategia de negociación que mantiene desde la
década de los ochenta. «Conviene no engañarse y, sobre todo, no
engañar a nadie, porque los propios terroristas lo han dejado muy
claro desde que se embarcaron en esta nueva intentona», subrayan.
En efecto, el pasado 6 de septiembre, cuando anunciaron la
suspensión de las «acciones ofensivas», los pistoleros se
reafirmaron «en el compromiso con una solución democrática para que,
a través del diálogo y la negociación, los ciudadanos vascos podamos
decidir nuestro futuro de forma libre y democrática. Si el Gobierno
de España tiene voluntad, ETA está dispuesta, hoy igual que ayer,
para acordar los mínimos democráticos necesarios para emprender el
proceso democrático».
Comunidad internacional
Unos días después, el 19, se dirigieron a la «comunidad
internacional» y, entre otras cosas, señalaban que «si el conflicto
se va a superar definitivamente, necesita una sólida solución, que
se construya con compromisos de muchas partes y se desarrolle
mediante conversaciones y negociaciones».
El 26 de ese mismo mes, en una entrevista en «Gara», fueron más
explícitos y pidieron que la negociación fuera como en el anterior
«proceso», con dos «mesas», una entre el Gobierno y ETA y la otra
entre Batasuna y los partidos políticos democráticos.
No podía faltar, en esta machacona repetición del mensaje, la voz de
los presos de la banda. En el comunicado que hicieron público el
pasado mes de diciembre, se dirigían al presidente del Gobierno y al
de la República Francesa para exigirles que «los estados que ellos
representan participen en el proceso democrático», para el logro de
la autodeterminación y la amnistía. De paso, pedían para ellos el
reconocimiento de un «estatus político».
Continuidad
Ésta es la realidad, agregan los citados expertos, y las últimas
actuaciones de ETA, como el robo de material para falsificaciones,
el pasado mes de diciembre en Francia, y el envío de cartas de
chantaje a los empresarios, demuestran una voluntad de continuidad.
Dar oxígeno a la banda y a su entramado, como ocurrió ayer con la
manifestación celebrada en Bilbao, es un error absoluto, pues los
terroristas interpretan estas cosas como éxitos de su estrategia,
aunque algunos las quieran vender como un triunfo de las «vías
políticas».
Los etarras huidos podrían ser tres
Los etarras que lograron huir el jueves de un control de agentes
aduaneros, situado en las proximidades de la localidad francesa de
Nancy, podrían ser tres, según fuentes antiterroristas consultadas
por LA RAZÓN. Los agentes que investigan el caso encontraron tres
sacos de dormir en la Citroën Berlingo en la que viajaban los
pistoleros. Asimismo, hallaron una pala que podría haber sido
utilizada en la excavación de un «zulo» (escondite) o para acceder a
alguno ya construido.
Del proceso democrático a la tregua verificable
En los cinco mensajes que ETA ha enviado en 2010 la banda ha ido
modulando el lenguaje pero nunca ha hablado de cese definitivo de la
violencia o entrega de armas.
17/01 «Gara» publica un mensaje de ETA que dice que «una tregua o un
alto el fuego no trae como consecuencia un proceso democrático».
21/03 Los terroristas afirman estar dispuestos a «dar los pasos que
sean necesarios para favorecer el cambio político».
5 /09 La BBC emite un vídeo donde la banda anuncia «que no llevará a
cabo acciones armadas ofensivas».
18 /09 Se compromete a la tregua «permanente y verificable»
establecida en la Declaración de Bruselas.
«Nunca los hemos visto juntos»
Los vecinos confirman que Usabiaga sigue
sin visitar a su madre pese a que se le excarceló para cuidar de
ella
C. S. Macías La Razón 9 Enero 2011
LASARTE- Se ha convertido en el centro de todas las miradas. A pesar
de estar en el punto de mira de las víctimas del terrorismo que se
preguntan los motivos de su excarcelación, o de la Policía, que
sospecha que esté usando la libertad para reconstruir la ilegalizada
Batasuna, o del propio Fiscal, que desconfía de que en estos
momentos sean ciertos los motivos por los que se le concedió su
libertad, en el barrio de Lasarte, donde vive su madre, al ex
secretario general del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga, ni se le
ve ni se le espera.
Ya han pasado ocho meses desde que fuera puesto en libertad al
esgrimir que su madre, Dolores Usabiaga Olarra, necesitaba de sus
cuidados, pero son muchos los vecinos que dudan de que necesite de
esas atenciones y no recuerdan haber visto a Usabiaga desde hace
mucho tiempo. «No le he visto ni de niño. No le recuerdo y vivo aquí
desde hace más de 20 años», relata uno de los vecinos. Y muestra su
extrañeza cuando le preguntan por la salud de la madre del ex
secretario general de LAB: «¿Pero está enferma? no lo sabía. Quien
sé que está delicado es el marido de su hermana gemela, pero no
sabía que ella también, yo creo que se equivoca usted».
Y es que, al parecer, Usabiaga es más conocido fuera de su pueblo
que dentro. Otra de las vecinas de un portal próximo destaca que se
enteró de quién era Díez Usabiaga por los medios de comunicación.
«Me enteré por la Prensa de que pertenecía al sindicato LAB y esas
cosas, pero hace mucho que no aparece y desde que le pusieron en
libertad creo que no ha vuelto a pisar por aquí», matiza. Y otros
van más allá: «Sólo necesitaba compañía para salir a la calle, pero
nunca los hemos visto juntos».
Cierto es que todos los preguntados coinciden en que a las hermanas
se las ve más, pero como son gemelas nadie consigue afirmar quién es
quién. «Son elegantes, pero no sé decirle si he visto a una o a
otra», aseguran. Pero el caso de Usabiaga es distinto. «Si Rafa
estuviera a menudo por aquí no pasaría desapercibido, lo habríamos
visto», cuentan en uno de los comercios.
«Yo le recuerdo porque teníamos una vecina que es amiga suya, pero
hace mucho que no los veo juntos. Creo que ha dejado el barrio. La
madre va a la iglesia, pero no los he visto juntos», añaden. Los que
hablaban ayer eran los menos y el silencio esquivo inundaba las
calles de Lasarte a cada pregunta. Algunos comercios ni siquiera
reconocían su fotografía. «No sé de quién me habla. Pregunte en ese
bar, yo no le he visto venir aquí a comprar ni medicinas, a lo mejor
va a otro sitio», comentan. «No le conozco, ni a ella ni al hijo. No
me suena ni el nombre», asegura otro de los comerciantes.
Entre los vecinos del pueblo nadie parece creerse la versión de
Usabiaga ni su madre. Una historia que colea desde hace meses, y más
cuando ni siquiera existe una evaluación que determine si la madre
del ex secretario de LAB es dependiente o no. Así las cosas, el tema
ha trascendido a la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que sigue
convencido de que el argumento esgrimido por Usabiaga (que debía
dedicarse al cuidado de su madre que estaba enferma) es
«artificial». Tal y como adelantó este periódico el pasado jueves,
el departamento que dirige Javier Zaragoza remitió un escrito a la
Sección Cuarta de la Sala de lo Penal en la que alerta a los
magistrados de que el procesado «no se dedica de forma exclusiva ni
primordial al cuidado de su madre». Es más, reclamó a la Sala que
solicite informe policiales sobre las «actividades ordinarias»
realizadas por Usabiaga «que guarden relación con Batasuna y
organizaciones de su entorno». De confirmarse estas sospechas, el
procesado volvería a la cárcel. Y será precisamente mañana cuando la
Audiencia decida si solicita estos informes. Hay que señalar que
Otegi y Usabiaga serán juzgados por intentar refundar Batasuna.
Un personaje habilidoso, imprescindible para negociar
- Rafael Díez Usabiaga, ex secretario general de LAB, es un hombre
clave de lo que se ha dado en llamar el «complejo ETA», que agrupa a
la banda y las organizaciones de su entramado, como el referido
sindicato.
- Discreto y habilidoso, conocedor del funcionamiento de dicho
«complejo», ha sabido presentarse siempre como un elemento
negociador, incluso moderado, lo que le ha permitido estar en todos
los «procesos». Y, lo que era más importante para él, evitar ser
detenido... hasta octubre de 2009.
- Cuando se conoció que había sido arrestado, a algunos, con larga
experiencia en la lucha antiterrorista, les costaba creer la
noticia. No pasaron muchos meses sin que recobrara la libertad.
- Ha sabido crearse un halo de personaje imprescindible para lograr,
si es que un día se consigue, el fin de ETA. Se trata de una
exageración, pero le viene bien.
- El papel que jugaba dentro del «complejo» hasta su detención ha
quedado «tocado», pero, sin duda, siguen contando con su
experiencia. A los que no les disgustaría abrir un proceso de
negociación con ETA lo prefieren en libertad, por aquello de tener
un interlocutor cercano y accesible, informa J. M. Zuloaga.
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