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Bandazos con el déficit público
Editoriales ABC
10 Febrero 2011
Zapatero vive al día, y lo mismo se abraza a la política de
restricciones que impone Merkel que retorna al gasto público
incontrolado
SI en algún momento Rodríguez Zapatero se pregunta por qué los
ciudadanos ya no se fían de él y los mercados y gobiernos europeos
tienen a España por un factor amenazante para la recuperación
económica, puede buscar la respuesta en las reacciones que ha
provocado su decisión de premiar al Ejecutivo nacionalista de
Cataluña con una singular autorización para refinanciar su enorme
deuda pública. Como era previsible, en pocas horas tras el anuncio
del acuerdo entre Zapatero y Artur Mas, otros gobiernos autonómicos,
y hasta el alcalde de Madrid, demostraron que la situación no está
para más hechos diferenciales ni tratamientos privilegiados. Ante la
marea de críticas que se le venía encima, Zapatero ha optado por
ahorrarse problemas internos y autorizar de manera general la
refinanciación de las Comunidades Autónomas. El Gobierno socialista
elimina de un plumazo una de las medidas principales con las que
quería demostrar su compromiso con la austeridad y el control del
gasto público. La prohibición de nuevos endeudamientos estaba
asfixiando las economías autonómicas y locales, pero al menos tenía
un objetivo concreto y coherente con la gravedad de la situación. De
pronto, Zapatero antepone la necesidad de contar con el apoyo de CiU
al mantenimiento de una política económica de crisis en materia de
gasto público. Es decir, vuelve a dar prioridad a su estabilidad
política frente a la responsabilidad que le incumbe como gobernante.
El resultado de esta improvisada rectificación es el de siempre:
aumenta el descrédito de España ante los socios europeos y agrava
los efectos más perniciosos de la organización autonómica del
Estado. Ahora, el Gobierno tiene que abordar la segunda parte de
este craso error y debe decir qué repercusión va a tener su enésima
prueba de ineptitud gestora en el déficit. De hecho, la estructura
de gasto de estas administraciones sigue, salvo excepciones,
intacta, amarrada a empresas públicas, personal designado a dedo,
representaciones inefables en el exterior y medios públicos de
comunicación perfectamente reducibles. Pero Zapatero ha decidido
vivir al día y lo mismo se abraza a la política de restricciones que
le impone Merkel que vuelve por los fueros del gasto público
incontrolado para asegurarse los apoyos políticos necesarios.
Siempre tendrá a mano un pensionista, un funcionario o un trabajador
que acabe pagando sus facturas.
Nacionalismo económico
En nombre de la autonomía regional o localhemos recuperado la
intervención estatal
FERNANDO FERNÁNDEZ ABC
10 Febrero 2011
A mis alumnos extranjeros les castigo con una conferencia titulada
España: una transición económica de éxito, que acaba con una sección
cada vez larga dedicada a los interrogantes de futuro. Estos últimos
tienen que ver con tres temas de actualidad tan rabiosa como
secular. Nuestro limitado entendimiento de lo que significa una
unión monetaria que obliga a vincular salarios a productividad si no
queremos exportar trabajadores y asumir un permanente diferencial
negativo de renta per cápita. La excepción cultural de nuestro
sistema financiero, unas Cajas de Ahorros que no daban problemas
mientras eran oferentes de fondos porque nadie mira el ADN a los
fondos soberanos, pero que se hace insostenible desde que las Cajas
decidieron convertirse en tomadoras netas en el interbancario
europeo y la gente se pregunta a quién le está prestando dinero. Y
un Estado de las Autonomías que, aparte de los conocidos problemas
de gasto público, se está convirtiendo en la puerta trasera por la
que se cuela el más rancio nacionalismo económico. Hace tiempo que
me preocupa esta tendencia proteccionista de lo local en que se ha
convertido la España plural. Porque si había alguna continuidad
básica en nuestra transición económica más allá de las lógicas
discusiones de ritmos, ésta era la búsqueda permanente de mayor
libertad y flexibilidad en los mercados de bienes y factores,
continuidad que se ha roto radicalmente: asistimos impasibles a la
creación política de nuevas barreras al mercado interior y nuevos
espacios de control público, justificados en el hecho diferencial y
la protección de lo autóctono.
Son muchos los efectos colaterales de la visita de Artur Mas a la
Moncloa. El más importante, sin duda, que la restricción fiscal
española no es vinculante si se trata de asegurar la legislatura.
También que la contribución de CiU a la gobernabilidad de España es
inversamente proporcional a la posibilidad de que el PP tenga
mayoría absoluta. Pero el daño a la racionalidad económica ha sido
mucho mayor. Casi toda la prensa ha celebrado que un pacto entre
socialistas y nacionalistas catalanes permita a Madrid y Barcelona
participar en la gestión de su privatizado aeropuerto. Pero solo el
proteccionismo del viejo INI o, mejor aún, el localismo cantonal
denunciado por Joaquín Costa pueden dar cobertura lógica a semejante
decisión. Ambos aeropuertos son infraestructuras nacionales,
financiadas con fondos estatales, o incluso europeos por su
dimensión internacional, cuya utilidad se extiende mucho más allá de
su ámbito geográfico y cuya razón de ser está precisamente en las
externalidades que generan en un amplio entorno. Si el Estado decide
privatizarlas es por necesidad, como me temo es el caso, o por
convicción de que muchos servicios públicos se prestan de manera más
eficiente bajo gestión privada, como me gustaría creer que ha
sucedido. En ninguna de las dos circunstancias se justifica el
control municipal de los mismos.
Con decisiones como éstas se da un paso más en desmontar un camino
de éxito, el de la transición económica continua desde una economía
cerrada, autoritaria y fuertemente intervenida hacia una economía
abierta, de mercado y libre de cargas burocráticas y regulatorias e
injerencias de las administraciones públicas. En nombre de la
autonomía regional o local hemos recuperado la intervención estatal.
Lo que no le permitimos al Estado central no solo lo justificamos,
sino que lo apreciamos cuando lo hacen los gobiernos autonómicos o
municipales. Pero el coste es el mismo, menos libertad económica y
más intervencionismo, menos productividad y más desempleo.
Un país de plastilina
Aquí, en aras de la igualdad, se pudo llegar a darle prerrogativas
sobre costas a cualquiera de las dos Castillas
MANUEL MARTÍN FERRAND ABC
10 Febrero 2011
JOSÉ Luis Rodríguez Zapatero, cortito de fuerzas, derrochó su
energía en la reinvención sañuda del pasado histórico y ahora no
parece capaz de enfrentarse al futuro que se cuece en el fuego del
paro, el déficit y la deuda. Es un presidente dúctil y maleable para
un país de plastilina, una desgracia histórica en un momento
nacional complejo en el que tratan de anteponerse los intereses de
las partes al más fundamental y prioritario del todo. La obsesión
igualitaria que acompaña, inseparablemente, a la socialdemocracia
alcanza a las personas, un disparate, y a los territorios, un
desvarío, y así nos luce el pelo... de la dehesa. Falta un necesario
instinto de conservación nacional sin el que carecen de sentido los
regionales y hasta los locales.
La historia comenzó con el desafortunado «café para todos» con el
que la Transición quiso resolver, sin entrar en matices, los
problemas territoriales, e históricos, de algunas porciones del
Estado. Aquí, en aras de la igualdad, se pudo llegar a darle
prerrogativas sobre costas a cualquiera de las dos Castillas, o a
las dos, para que no fueran menos que Cataluña y el País Vasco. Se
fabricó un monstruo autonómico —prefederal— y, como suele suceder,
el monstruo ha crecido y quiere más. Más de todo. Competencias,
prerrogativas y, naturalmente, presupuesto, mucho presupuesto. La
igualdad entre las personas debe circunscribirse a sus derechos y
oportunidades, lo demás son diferencias. En esa línea, los
territorios tendrán que evolucionar según sus proyectos y el
entusiasmo de sus vecinos dentro, eso sí, de una ordenación común
del Estado, pero sin privilegios ni cortapisas con el único afán de
la igualdad dolosa.
Ha bastado con que, bien o mal, el presidente dúctil y maleable
libere a Cataluña del compromiso de no incrementar el endeudamiento
para que todos los gatos quieran zapatos. Ya los tienen. A
endeudarse tocan. Esa falta de firmeza y criterio en La Moncloa,
evidenciada por los efectos que producen las más mínimas presiones
de la opinión pública y las tracciones de los poderes regionales, es
una forma irresponsable de gobierno y gestión que abunda en los
problemas que nos angustian sin aportar remedio alguno. Es natural,
por otra parte, que si nos hemos dado un formato nacional tan
pintoresco como para que La Rioja sea igual que Cataluña los
riojanos no quieran ser menos que los catalanes y, sobre todo, que
los caciques de Logroño no se resignen a una posición de
inferioridad con respecto a los de Barcelona que, al tiempo,
defienden sus «privilegios» contra las reivindicaciones de, por
ejemplo, Tarragona. Los países de plastilina son así.
La extrema izquierda de Rubalcaba
Editorial www.gaceta.es
10 Febrero 2011
“Me hace preguntas patéticas para lucirse en cadenas de extrema
derecha”. Al zafarse así del marcaje del diputado Gil Lázaro,
Alfredo Pérez Rubalcaba lanzó una falsedad, una afrenta y un bote de
humo
Falsedad, porque si por extrema derecha se refiere a Intereconomía,
patina lamentablemente, además de faltar el respeto a los millones
de españoles que siguen a los medios del Grupo. Lo nuestro es la
crítica al poder, con valentía y sin complejos cuando incurre en el
abuso o ataca a la libertad. Que no se confunda el señor Rubalcaba:
ese es nuestro DNI ideológico. Afrenta, porque se está burlando de
las víctimas de ETA al frivolizar sobre un asunto tan serio como el
caso Faisán, prueba del nueve del hilo directo que ha mantenido el
Gobierno con los asesinos de casi 1.000 españoles. Y bote de humo,
porque sigue sin dar cuenta de sus responsabilidades políticas,
asunto que centró en sus justos términos Gil Lázaro cuando dijo que
esa responsabilidad no está determinada porque declare un testigo u
otro ante el juez Ruz, sino “por el escándalo de que su director
general de la Policía esté imputado”.
En lugar de eso, el émulo de Fouché le dio a la máquina de fabricar
insidias, y acusó a otros de extremistas. ¡Él! ¡Precisamente él!
¿Hay algo más violento y extremista que montar un grupo terrorista
para hacer la guerra sucia contra ETA, secuestrar a ciudadanos
inocentes (Marey) y encima meter la mano en la caja, tirando de los
fondos reservados de Interior? ¿Y quién era el ministro de la
Presidencia, en el Gobierno de González, que se hizo cómplice del
terrorismo de Estado al decir: “El Gobierno ha combatido siempre al
terrorismo con la ley en la mano”? ¿Siempre? ¿También cuando Lasa y
Zabala fueron secuestrados, torturados y enterrados en cal viva?
La famosa X de los GAL vuelve a estar de actualidad con el escrito
presentado por el ex subcomisario Amedo para tirar de la manta. El
asunto puede ponerse muy interesante, incluso para Rubalcaba, que no
sólo hizo de cristal opaco como portavoz del Gobierno, sino que
estuvo presuntamente en la famosa reunión, junto con Benegas y
Galindo, en la que el PSOE ofreció dinero a Amedo para que cambiara
su declaración sobre el GAL, según el ex policía.
Si el GAL fue un chapucero atajo para acabar con ETA; Faisán ha sido
“el precio político pagado en el proceso de paz”, como dice Gil
Lázaro. Mientras la Real Academia no diga otra cosa, dar un soplo a
unos terroristas es colaboración con banda armada. Y en eso están
presuntamente pringados o salpicados conspicuos policías a través de
una serie de pistas que investiga la Audiencia Nacional. Que el
investigador policial de Faisán, Carlos Germán, quisiera borrar la
única prueba del soplo, acrecienta el olor a cloaca de Estado del
que habla Gil Lázaro.
La izquierda, cargada de complejos –e incluso de exquisitos
cadáveres en sus armarios–, es experta en sembrar ceremonias de la
confusión para endosar su violencia a la derecha. Con la arrogante
impunidad que otorga el prestigioso DNI de progre, algunos como
Almodóvar insinúan que el PP estaba detrás de un golpe de Estado en
el 11-M, otros como Fernando Trueba omiten 80 años de sovietismo
para sentenciar que “todas las dictaduras para mí son de derechas”.
O con la caradura del cretinismo como Óscar López piden acabar con
“las intereconomías”. Y uno, en fin, con el maquiavelismo del
maestro de la simulación, trata de matar al mensajero (y al
diputado), repartiendo carnés de extremistas. Una maniobra a la
desesperada propia de quien puede tener a la Justicia en los
talones.
Mentir y callar: la nueva forma de negociar
Alfredo CasqueroEl Semanal Digital
10 Febrero 2011
Desaparecido un tiempo largo de estas mis queridas páginas de El
Semanal Digital vuelvo con cierta nostalgia del teclado y de la
letra impresa que se pierde, o eso parece, en la red. Y vuelvo, como
siempre, con la sensación de que nada ha cambiado. En el Gobierno de
la Nación continúa la incompetencia como norma de conducta y la
indolencia en la oposición. RuGALcaba, igual de mentiroso pero con
mucho más poder, sigue en el machito, dando lecciones de cómo no se
debe ser, pero de cómo se mantiene un político sin demasiados
miramientos, (por no decir escrúpulos) en la cresta de la ola. Y
ahora toca, otra vez, mentir sobre ETA. Ha perfeccionado si cabe la
técnica. La mentira sigue siendo pieza clave en el devenir
ruGALcabiano, pero mezclado con dosis de silencio y de ocultamiento,
el resultado es devastador. Salgan las víctimas cuantas veces
quieran a la calle; proteste el PP con la boca pequeña; crujan las
entrañas de la memoria de las víctimas, pero nada frenará una
negociación anunciada y descrita hasta la saciedad por Mayor Oreja.
Los pasos dados hasta la fecha son de una sincronización perfecta
entre ETA y su extensión política y el Gobierno del PSOE. Eguiguren
desvela, queriendo o sin querer, los pasos dados, y anuncia los
pasos posteriores, cual si de un nigromante se tratara. Y Rubalcaba
lo prepara, lo cocina, lo presenta y lo enreda todo. ETA, bajo las
siglas en esta ocasión de "Sortu" da sus primeros pasos entre la
calculada sospecha del PSOE, y el silencio de la prensa adicta. No
se entiende esta celebración socialista de la estrategia batasuna de
no ser por sospechar que se ponen la venda antes de la herida. A
Batasuna no se la ilegalizó porque sus estatutos dijeran tal o cual
cosa, o no lo dijeran. Fue ilegalizada por ser ETA, por formar parte
de la misma estructura y darle cobijo, amparo y publicidad. Y eso no
ha cambiado.
Después de veinticinco años de sometimiento, apoyo y camino
compartido, la sociedad española no se merece una trampa del hombre
que tapó los GAL y ocultó la negociación con ETA y se sirvió del
11-M para favorecer a su partido. Del mismo que niega la evidencia
en relación al caso Faisán y se sirve ahora de la necesidad
imperiosa que tenemos los españoles de ver el fin de ETA.
Yo no tengo ninguna duda. Y nada desearía más que equivocarme y
reconocer, en unos meses, mi enorme error. Pero mucho me temo que
tenemos un Ministro de Interior que no nos merecemos y que forma
parte de una suerte de castigo divino por pecados anteriores. Pero
no lo duden: ETA-Sortu se presentará a las elecciones del 22 de
mayo. El PSOE remontará en las encuestas y de una derrota claramente
anunciada, más algún incidente o trampa, hará que a alguno del PP se
le hiele la sonrisa.
El PSOE tiene más de cien años de historia. Y algún que otro muerto
y alguna que otra turbia historia por desvelar. La de ETA será una
más.
Trajes a medida
Algunos llevan pisando moqueta en Sevilla más tiempo que Mubarak en
El Cairo
Javier G. FERRARI La Razón
10 Febrero 2011
Si con el escándalo de los ERE falsos en Andalucía no caen cabezas
políticas habrá que pensar que eso de las distintas varas de medir
es algo más que una sospecha. La Junta de Andalucía, en manos de los
socialistas desde hace mas de tres décadas, no ha querido, no ha
podido o no ha sabido, controlar la bonita suma de 700 millones de
euros, montante que abarca el escándalo Mercasevilla y los
Expedientes de Regulación de Empleo falsos, ficticios, de los que se
habrían beneficiado ex altos cargos del PSOE. Que ahora, después de
intentar durante mucho tiempo quitar hierro al asunto, haya tenido
que salir la consejera de Presidencia, Mar Moreno, a reconocer que
al menos 37 personas se llevaron una pasta gansa de las arcas
públicas, de manera totalmente fraudulenta, se compadece mal con el
rechazo a que se forme una comisión de investigación en el
Parlamente andaluz.
Si es verdad que el Gobierno autonómico quiere llegar hasta el fondo
de este fondo de reptiles, ¿por qué no permitir que se investigue?
La respuesta sólo puede darla José Antonio Griñán. En este caso sí
que se han hecho trajes a medida para personas que no tenían derecho
a ellos. Bien es cierto que para quien sólo vea ciertas
televisiones, oiga determinadas radios y lea ciertos diarios, esta
historia les sonará a chino. Los mismos que llevan meses y meses
cargando la mano con otros presuntos casos de corrupción que
afectarían al PP, se han dado mus con el que amenaza con ser uno de
los escándalos de mayor calado de los últimos años. Que sean los
mismos que han permitido los ERE fraudulentos quienes lleven la
investigación no deja de tener su gracia.
¿Cómo van a explicar los responsables de este desaguisado a ese 50%
de jóvenes en paro que hay en Andalucía que se les han despistado
unos centenares de millones de euros? Pues muy malamente. Con esto
no estoy diciendo que quien la haya hecho que la pague
independientemente de las cantidades escamoteadas.
Pero la persecución de la que están siendo objeto algunos es
desproporcionada a la vista de lo ocurrido con Mercasevilla y sus
efectos colaterales. A un año de las elecciones autonómicas
andaluzas que volverán a coincidir con las generales, la ola que
amenaza llevarse por delante, por primera vez, a los socialistas que
llevan atornillados al sillón del poder treinta años largos, puede
convertirse en tsunami si la bola del presunto fraude sigue
creciendo. A Javier Arenas le van a hacer la campaña desde la Junta.
Negarse a la comisión de investigación parlamentaria es, cuando
menos, motivo para el mosqueo.
Si tanto interés dice tener el Gobierno Griñán, según su número dos,
por aclarar las cosas hasta sus últimas consecuencias tendrán que
decirle con mucha claridad a la opinión pública andaluza cuál es la
razón para cerrar las puertas a cal y canto en sede parlamentaria.
Si eso es transparencia, que venga Dios y lo vea. Quizá, como
dijeron los socialistas cuando desalojaron del poder a CIU en
Cataluña, haya llegado la hora de ventilar el aire viciado de tanto
despacho oficial. Algunos llevan pisando moqueta en Sevilla más
tiempo que Mubarak en El Cairo, y eso no puede ser bueno para las
articulaciones y los músculos de las piernas. Una temporada paseando
por la calle seguro que tonifica a más de uno.
Manos a la obra
Una de las cosas que más sorprenden en la política española es que
el descrédito del Gobierno, el más amplio y fundado en lo que
llevamos de democracia, no va acompañado de un incremento
significativo de ilusión o de esperanza en la alternativa.
J. L. González Quirós www.gaceta.es
10 Febrero 2011
Frente a ello, nada más fácil que decir que la oposición y su líder
no lo están haciendo bien. Sin negar este aspecto del problema,
sería bueno preguntarse por las razones más hondas, si es que las
hay, que sean capaces de explicar la desesperanza y el conformismo
de los electores.
Pese al carácter berroqueño del voto de izquierda, la verdadera
razón reside en que una gran mayoría de los electores, de izquierda
y de derecha, está acostumbrada a que el Gobierno y los políticos lo
sean todo, a que no haya nada en el espacio público que no sea
política partidista. Entre quienes pretenden hacernos creer que
poseen las llaves del Paraíso, y el que las políticas de unos y de
otros sean con frecuencia indiscernibles, el interés por la política
ha llegado a ser el que es, de manera que la gente se queja de lo
que va evidentemente mal, pero no se entusiasma con nada de lo que
pudiera sustituirlo. Por eso, aunque la oposición se oponga, lo
mismo da si lo hace con fiereza que si lo lleva con parsimonia, no
se generan novedades en que los ciudadanos puedan depositar sus
esperanzas.
El enorme peso de los poderes públicos hace que los españoles nos
hayamos acostumbrado a esperar casi todo de los distintos Gobiernos
y que los políticos se hayan dedicado a prometernos el oro y el
moro. Frente a esta situación en que cualquier iniciativa se
subordina a la razón política y en la que la oposición pretende que
cualquier esperanza dependa de su llegada al poder, la sociedad se
adormece, se inhibe y ello trae consigo la disminución radical de
cualquier posibilidad real de hacer que las cosas cambien de verdad
y, en consecuencia, también en política.
Lo que se puede reprochar a la oposición es precisamente su parvedad
a la hora de sembrar esperanza, su dedicación exclusiva a la crítica
y/o a la política rutinaria. Lo curioso es que la alternativa
política no hable de estas cosas por miedo a perder votos, que no
diga que sólo trabajando más, siendo más valientes, creativos y
arriesgados podremos hacer una sociedad más rica y competitiva.
Cuando la derecha se dedica a superar el populismo de la izquierda,
está cavando su propia tumba, esa cultura política predominante en
España y que nos distingue con nitidez no ya del mundo sino del
resto de Europa. Mientras el PP no se atreva a sostener que, por
ejemplo, los sindicatos se queden sin subvenciones, como sucede en
Alemania, o que los partidos vivan de las cuotas de sus afiliados,
lo que haría, por cierto, que pudiesen empezar a ser internamente
democráticos, como quiere la Constitución, los ciudadanos que lo
prefieran lo seguirán haciendo por falsas razones, por motivos
puramente negativos, y no se dignarán a creer que pueda representar
una alternativa realmente nueva y atractiva, que puedan atreverse a
arreglar la justicia o la educación, por poner ejemplos obvios. El
PP debiera saber que una victoria sin programas orientados en esa
línea será siempre una victoria pírrica, que gobernará, si es que
llega a ello, atenazado por sus adversarios y que, en mucho menos de
dos legislaturas, le estarán llamando de todo a calles llenas. A
veces se oye decir que si los políticos le dijesen la verdad a los
ciudadanos perderían completamente su apoyo, no ganarían nunca las
elecciones y que esta es precisamente la causa de la atonía de la
oposición. Me parece que esto activa una versión bastante idiota de
la estrategia de poner el carro delante de los bueyes. Claro está
que poner en pie una alternativa distinta no es sólo tarea de los
políticos, ni siquiera es tarea primordial de ellos, porque siempre
preferirán subirse a un carro en marcha que empezar a empujarlo
cuando parece inamovible.
Somos los ciudadanos los que tenemos que agitar el panorama y
empezar a crear una sociedad distinta, una nueva realidad económica
que sólo será posible con iniciativas imaginativas y atrevidas, que
a veces fracasarán pero otras muchas saldrán adelante. Los
ciudadanos tienen que darse cuenta de que, además de imposible, una
vida en la que no todo se reduzca a conseguir un salario público o a
obtener los favores de cualquier baranda, tiene que ser forzosamente
aburrida, detestable. Es obvio que los aparatos políticos han creado
la situación en que muchos esperan vivir de la sopa boba de las
Administraciones, muchos sí, pero no todos.
Los españoles no podemos permitirnos el lujo de perecer a causa de
la suma incompetencia del Gobierno y de la escasa diligencia de la
oposición. Urge que dejemos de pensar en soluciones que nos lleguen
desde arriba y que comencemos a pensar no en qué puede hacer el
Gobierno, sino en qué podemos hacer por este país tan desafortunado
y, naturalmente, por nosotros mismos, así que ¡manos a la obra!
*José Luis González Quirós es analista político.
******************* Sección "bilingüe"
***********************
Sobre Batasuna y su disfraz
Ernesto Ladrón de Guevara Minuto Digital
10 Febrero 2011
Debo avanzar que mi condición de víctima de ETA me pone en una
situación de parte más que de juez. Digo que soy víctima de ETA no
porque haya atentado contra mí, que afortunadamente no lo ha hecho
hasta ahora, sino porque ETA, y sobre todo su tinglado social y
político, me han privado de libertad durante algo más de diez años
de mi vida que es una sexta parte de mi existencia hasta ahora. Me
han robado derechos fundamentales, me han privado de muchos cafés y
“chiquitos” con mis amigos por no hacerles pasar el trago de
compartir conmigo los escoltas y el estigma. Me han impedido ir a
pasear con mi mujer por las calles más transitadas como el resto de
los ciudadanos que no han tomado posición ante ETA como lo he hecho
yo, teniendo que ir a dar una vuelta a los lugares más apartados e
intransitados. También me han impedido salir a la calle cuando me
apeteciera y me han postrado entre las paredes de mi domicilio en
ocasiones en las que, simplemente, –así de elemental- quería salir,
por no llamar a mis sombras permanentes, ya que ello supone tener la
vida totalmente programada, sin margen a la espontaneidad. No me han
dejado ir por los mismos lugares a las mismas horas para no repetir
rutinas. Me han colocado la etiqueta de persona rara a la que
asignan servicios de protección del Estado, a la que muchos
conciudadanos han mirado como si fuera un privilegiado –tiene
bemoles la cosa-, etc… He tenido múltiples dificultades para cumplir
con las obligaciones de mi trabajo con normalidad. En fin… No voy a
seguir contando las penurias que supone llevar escolta.
¿Y saben por qué me asignaron una protección? –La llama
eufemísticamente “acompañamiento”- Sencillamente porque me sumé a un
movimiento cívico allí a finales de los años noventa y luego me tocó
durante un tiempo hacer de portavoz y Secretario del mismo, y
convocaba y organizaba actos de protesta contra ETA. Me colocaron la
etiqueta de amenazado, es decir de secuestrado y privado de
libertad, para que no me matara ETA tras nuestra visita a
Estrasburgo –Parlamento e instituciones europeas-; y por denunciar
allí un neonazismo nacionalista, mientras la mayoría de los partidos
políticos nos señalaban por llevar los trapos sucios fuera de casa.
Sí, de exagerar y cosas así. Y cierto dirigente nacionalista nos
calificaba de brazo político del GAL, nada menos. Luego pasó lo que
pasó: asesinato de López de Lacalle, compañero nuestro, y
apedreamiento de la casa de Ibarrola y talado de los árboles de la
preciosa obra artística que es el Bosque de Oma, etc.
Ese fue el comienzo de mi esclavitud. Algún día contaré vicisitudes
que suceden a la gente que como yo llevan escolta durante un largo
periodo de tiempo. ¿Y saben quiénes son los responsables de todo
eso? Pues lo son los que ahora se presentan bajo un manto de
pacifismo barato y falso para chupar de las ubres de la hacienda
pública. Y me dirán: ¿usted no sabe perdonar? Pues miren: no. No
perdono. No me da la gana perdonar. Me han hecho demasiado daño. Y
yo soy de los menos damnificados por esta gentuza que es o ha sido
la mano política de ETA. ¿Cómo vamos a permitir que esta chusma se
presente a las elecciones? ¿Qué pasa? ¿Que ahora borrón y cuenta
nueva? ¿Y los más de 900 muertos? ¿Qué pasa con esa gente que hace
no mucho nos gritaba frente a las concentraciones cívicas “Así, así,
así hasta Madrid”, y “ETA, mátalos”? ¿Presentan un partido sin tan
siquiera pedirnos perdón por lo que han hecho, con la pretensión de
colocarse en las instituciones y luego ya veremos?
Agradezco las palabras del lehendakari, Patxi López, que ha dicho
que no van a conseguir nada, simplemente con buenas palabras sin
hechos concretos, y que son los tribunales los que ahora tienen la
palabra. Ya veremos en qué queda todo esto.
Y más aún agradezco a Basagoiti por su firmeza; por cerrar toda
posibilidad a la legalización de quienes hasta hace poco iban de la
mano de ETA, -y puede que ahora también bajo un disfraz-.
Estoy con los manifestantes del otro día en Madrid, pese a que no me
gusta el tufillo de división que se entreveía en el PP, y el
excesivo protagonismo de algunos políticos que iban entre las
víctimas y los ciudadanos, –ahora es tiempo de unión, no de
división- Era una manifestación contra ETA, contra el chivatazo del
Faisán y contra Batasuna en todas sus formas. Contemplé “on-line”
los discursos, que me emocionaron. Es una buena forma de hacer una
catarsis contra los manejos y las maniobras de los etarras que
tratan de hacerse un hueco en el abrevadero del dinero fácil
conseguido desde las instituciones, ante la perspectiva de la mengua
de recursos obtenidos por la extorsión, mal llamado “impuesto
revolucionario”.
Discrepo, no obstante, cuando se dice que “tiene que haber
vencedores y vencidos”, pues con ello se le da la razón a ETA cuando
afirmaba que lo suyo era una guerra, y no simple actuación mafiosa,
delictiva. No, a ETA no hay que vencerla. Yo no estoy en guerra
contra ETA, como tampoco lo estoy contra el potencial delincuente
que me atraca al doblar una esquina de la calle. Lo mío no es una
guerra, es una demanda al Estado para que siga ejerciendo la fuerza
de la represión del delito, de la persecución del delincuente y su
reclusión, haciendo cumplir las penas impuestas por la Justicia. ETA
ha querido siempre presentarse como grupo armado, militar, y nos ha
ganado en el terreno del uso perverso del lenguaje. Así, ahora, se
presentan, con la anuencia de los partidos democráticos, como
Izquierda Abertzale, que es como si dijéramos “patriotas de
izquierda”. Los medios de comunicación han caído en la trampa al
asumir la expresión como normal, como si fueran un grupo ideológico
y no un colectivo mafioso que opera desde la nocturnidad imponiendo
el temor en la población para lograr sus objetivos. De la misma
manera no podemos admitir que haya habido una guerra con ETA y por
tanto hayan de ser “vencidos”. No. Han de ser perseguidos, que no es
lo mismo, y han de ser marginados en el más puro ostracismo social,
para ignominia suya y estigma público perdurable.
Me produce una profunda desazón en mi espíritu que haya partidos
nacionalistas que se ponen a aplaudir a los que otrora fueran
colaboradores necesarios de ETA por aparecer con una nueva
vestimenta de oportunidad. ¿Es que son como ellos? ¿Será verdad lo
del árbol y las nueces?
Aún confío –no demasiado- en el Estado de Derecho en este país, y en
la sensatez de los partidos llamados constitucionalistas. Espero que
no caigan en tentaciones viles. Aunque sólo sea por motivaciones de
tipo electoral, confío en que impidan a esta morralla presentarse a
las elecciones.
Contaminación
Los testaferros de Batasuna se agarran a un rígido discurso
ortopédico para que no se les vea el cartón
IGNACIO CAMACHO ABC
10 Febrero 2011
EN vísperas de carnaval una densa nube sucia, un manto de smog
fotoquímico, vela estos días la transparencia velazqueña del aire de
Madrid y reviste su atmósfera con un tinte sombrío. Las partículas
de dióxido de nitrógeno envenenan los pulmones de la capital del
Estado, manchan la ropa tendida en las azoteas y dificultan la
respiración en las empinadas cuestas de la Corte; algunos ciudadanos
hipersensibles o simplemente alérgicos han empezado a salir a la
calle con mascarillas y desde las autovías periféricas se divisa la
capa de humo nocivo como una siniestra boina gris encasquetada sobre
el skylinede la ciudad. Bajo este cielo de azul engañoso que esconde
compuestos volátiles dañinos, los testaferros de Batasuna se han
presentado con los papeles de su partido postizo y un discurso de
rigidez ortopédica cuyo hermetismo esconde la voluntad de que no se
les vea el cartón. No traen capucha, ni siquiera boina, y enseñan
manos limpias a sabiendas de que como no existen radiografías de
intenciones será difícil, incluso para la justicia, escudriñarles un
alma ennegrecida por años de silencio cómplice con el terrorismo.
Los impostores han repintado escrupulosamente la fachada de su nueva
barraca política. Han borrado los síntomas perceptibles de
contaminación etarra y el Estado va a tener que hilar muy fino para
encontrar componentes tóxicos en esa trama de camuflaje. Otra
cuestión es que quiera hacerlo, porque bajo la impecable cautela
oficial se adivina en el discurso implícito del entorno socialista
una cierta complacencia con la música del nuevo baile de máscaras.
Al fin y al cabo es tiempo carnavalesco y en el juego de disfraces
siempre ha existido un obvio componente convencional de autoengaño.
Lo que oculta la identidad no es el ardid de la careta propia sino
el disimulo de la mirada ajena.
Así como al alcalde Gallardón lo acusan los ecologistas de haber
rebajado el rasero de vigilancia ambiental, la oposición sospecha
que al Gobierno le gustaría ensanchar el margen de tolerancia
antiterrorista y no vería con malos ojos que los tribunales
rechazasen indicios contaminantes en ese Sortu que se presenta con
retórica fascistoide de amaneceres dorados, aprovechando la tregua
de ETA como el smogse beneficia de la aparente bondad de los
anticiclones. El Supremo va a tener que analizar la solicitud de
registro con un medidor de partículas. Si no está bien afinado se
pueden colar sustancias cancerígenas en el organismo de la
democracia, que es ultravulnerable a cualquier grado de polución
invisible.
El ambiente capitalino está cargado por el estancamiento y la
humareda, una neblina insana que quizá puedan despejar las lluvias
de febrero. Pero nada contamina más la atmósfera madrileña que el
venenoso, fratricida, tramposo pulso de la política.
Los angeles batasunos y los crédulos
fervorosos
Antonio Pérez Henares Periodista Digital
10 Febrero 2011
Los más alborozados partidarios de la legalización de la nueva marca
de ETA-HB (espero que este extremo, al menos, no lo nieguen), son
hoy aquellos mismos que en la estela de Zapatero apostaron
ciegamente por el proceso de Paz y a los que ni siquiera bombas y
asesinatos convencieron de su error. Es más muchos lo perciben como
una segunda parte y derivada de aquella primera, que consideran un
éxito. Lejos de comprender que ha sido siempre la acción policial,
la determinación política, el peso de la justicia, la presión
internacional, el aislamiento social y la asfixia económica los que
llevan al terrorismo a su situación agónica, en laque de nuevo se
encuentran,siguen diciendo que fue aquel indigno proceso, un balón
más de oxígeno para ETA en otro memoneto terminal, es el que ha
alumbrado este nuevo y definitivo.
Pero lo que deja perplejo es el alborozo incontenible, el trágala
inmediato con el nuevo disfraz, la complacencia con los pasos y las
estrategias etarras. Y la inquina y descalificación terrible contra
todo aquel que pone en duda ya no solo intenciones sino que señala
la burda trampa y el evidente hecho de que son parte de la
estrategia ETA (resulta estremecedor que alguien crea otra cosa tras
las diseñadas puestas en escena conjuntas) y que el objetivo
prioritario, esencial y a la que se dirige todo el entramado es a no
perder lo ultimo que les queda: el dinero y el poder municipal.
Escuchando y viendo a algunos diríase que los acrisolados demócratas
y adalides de la paz son esas camadas, tanto la de los mayores que
sale un día, como la de los cachorros que sacan al siguiente, de
bien adoctrinados voceros (el mismo guión y hasta una idéntica frase
clonada) y que los que tenemos déficit democrático y somos enemigos
de la paz quienes denunciamos el montaje. No digamos la pérfida
oposición del PP a quienes y ahí se incluye a todos sus millones de
votantes se les suponen tachas no democraticas y manchones fachas
por doquier. La simpatía, comprensión, sonrisa y hasta cercanía
sentimental de esos fervorosos crédulos ,a la hora de hablar de
neonato Portu, de esos ángeles batasunos, se transforman en agresivo
ademán, ira nada contenida, descalificación personal y hasta
expresión de desprecio y odio cuando se dirigen a quien se opone a
esa inmediata recepción , con credenciales blancas, con entrada
hasta la cocina, de quienes han protagonizado 40 años de terror y
asesinatos. .
ETA quiere seguir en los ayuntamientos, ese es el inequívoco
objetivo, porque tiene la agónica necesidad de estarlo. Por eso sus
pasos. Esta al borde de la derrota. Pero ha de ser derrotada. No
recompensada. Ha de disolverse, entregar las armas y pagar por sus
crímenes. No puede bajo ningún concepto que mientras ellos sigan
existiendo, con las pistolas guardadas pero con las pistolas y sin
mención alguna de disolverse y entregarse, en un abrir y cerrar de
ojos y papeles, esten con la papeleta y en los ayuntamientos. Ellos
tienen prisa. La democracia ninguna y ha de tomar todas las
precauciones. Tiene derecho y para eso está la Justicia Es algo que
todos parecíamos tener claro. Pero está claro que no. Que unos,
aquellos, no. Solo se replegaron.
Y ahora en la ofensiva, mas allá, mucho más allá que el Gobierno,
más prudente y escamado, protagonizan e instauran una nueva oleada
de desaforada carrera por el atajo con el que suponen que acaba ETA.
Su integración, nunca su derrota. Que es legitimo, aunque en
absoluto lo comparto, pensar tal cosa. Pero lo que es intolerable es
que a quienes diferimos- alegrándonos eso también de que forzados
por las circunstancias los etarras y sus cómplices den los pasos que
están dando como única salida que les queda- y señalamos la trampa y
el peligro, se nos insulte y descalifique, se nos trate como
enemigos odiosos y se nos atribuyan infames intenciones. Que uno ha
tenido que aguantar , como aguantó ,que un día le dijeran en el
debate de Madrid Opina” que “se alegraría de que ETA volviera a
matar” , (he sido siempre muy pudoroso en hablar de que fui uno de
los 13 periodistas en la lista del Comando Madrid) que es lo que me
dijo Maria Antonia Iglesias (cosa que luego negó haber dicho pero
que es perfectamente audible en la cinta) o los epítetos de José
Maria Calleja (condenado por cierto por la Justicia por atribuir
intenciones de ese jaez a Isabel Sansebastián) el miércoles en “Al
rojo vivo” de la Sexta por haber defendido lo que aquí defiendo y
haberle reprochado como algo infamante que descalifique a quienes
nos oponemos a este enjuague como enemigos de la paz y que nos
alegraremos si todo este proceso que el supone irreversible se
desbarata. O sea, en el paso anterior de atribuir una atrocidad al
pensamiento marcada según ellos por una directriz política. Vamos
que sus enemigos parecemos cada vez más nosotros y cada vez menos
esos ángeles batasunos, sin “padre” ni “madre”, sin sexo etarra, en
los que tan fervorosamente creen.
Deseo fervientemente el fin de ETA, entre otras cosas para regresar
tranquilo al Durango donde pase mi niñez y pirmera juventud, que
siento parte de mi.Quiero que se acabe ETA, que acabemos con ETA.
Cuanto antes. Pero sin atajos, ni contrapartidas. Con su rendición a
los demócratas. No tomándonos el pelo como de nuevo pretenden hacer
ahora. Si quieren ser legales, jugar en el juego democrático, que
demuestren que lo son ahora, que bien han demostrado que antes no lo
eran . Que esperen. Que la Justicia se tome el tiempo necesario, que
para decisión de tal trascendencia no hay prisa ni debe haberla.
Confío en nuestro Estado de Derecho y en nuestros Tribunales. Lo
digo de corazón. Y me gustaría, me gustaría más que nada, creer en
mi Gobierno. Pero aquí, dado el pasado bien reciente, no puedo dejar
de tener todas las dudas.
¿Adónde nos conduce la nueva 'nacional'?
Se confunde el Gobierno de López si piensa que la falta de
reacciones altisonantes y estridentes significa que se está
aceptando su política lingüística educativa
ARANTZA AURREKOETXEA El Correo
10 Febrero 2011
PARLAMENTARIA DE EAJ-PNV
En mayo de 2009 se trazó en Euskadi una nueva 'nacional', que no
está resultando gratuita a la sociedad vasca. Su objetivo está cada
vez más claro, desandar lo andado y, en el mejor de los casos,
frenar o ralentizar los avances producidos en los ámbitos cultural,
lingüístico y educativo. Sus autores muestran su satisfacción
públicamente, porque el tráfico transcurre sin ruido, tranquilo;
libre de los estruendos de la época anterior. Y me pregunto ¿no será
que no hay ruido porque se han callado quienes lo provocaban?
Pero esta 'nacional' no conecta, ni vertebra, y abandona las vías
del consenso político y de la cohesión social construidas en los
últimos treinta años. En educación existen varios y buenos ejemplos
que ilustran esta imagen, como son los modelos lingüísticos y la
campaña de prematriculación 2011-2012.
«Este Gobierno ha dejado atrás la guerra de los modelos», decía
Patxi López a sus altos cargos el mes pasado, en referencia a los
modelos lingüísticos vigentes. Con estas palabras se refería a unos
modelos que son fruto de unos grandes acuerdos alcanzados por la
mayoría política de este país en el período 1982-1993, en torno a la
Ley de Normalización del uso del euskera y a la Ley de la Escuela
Pública Vasca. No se puede entender, por tanto, que esta frase haya
salido de la boca de un lehendakari, a quien le correspondería
defender el sistema de modelos, que socialmente han avalado miles de
familias. Estas, año tras año, han podido elegir libremente y
decantarse por los modelos que enseñan en euskera, sobre todo, por
el modelo D, el que mejor garantiza la consecución del objetivo
establecido para la finalización de la Enseñanza Secundaria
Obligatoria, esto es, una capacitación real de comprensión y
expresión, oral y escrita, en euskera y castellano.
En cambio, nos habla de la guerra superada porque lo que nos quiere
vender es su paz, de la mano de un marco de educación trilingüe sin
las condiciones necesarias para garantizar que se vaya a producir un
avance real en los niveles de conocimiento y de uso del euskera,
porque a la par de la necesaria flexibilidad para que cada centro
elabore su propio proyecto lingüístico, deben figuran los niveles
que habrá de alcanzar la mayoría del alumnado, y no figuran. Así,
nos presentan una 'nacional' moderna, con varios carriles - lo que
está muy bien-, pero ¿adónde nos conducen?
Asimismo la prematriculación del curso 2011-2012 llega por segundo
año consecutivo condicionada por su socio de Gobierno, ávido
partidario de impulsar el modelo A, que constantemente le exige
garantizar la libertad de elección conjunta de modelo y centro, y
además le obliga a introducir en el Presupuesto de 2011 una partida
de 200.000 euros para realizar una campaña especial, a fin de
informar a las familias de que ahora pueden elegir en libertad. La
reacción del Gobierno no se ha hecho esperar, y, una vez más, ha
resultado intencionadamente ambigua y confusa, porque al otro lado
tiene a los centros, con unos proyectos lingüísticos que han ido
evolucionando en razón de su autonomía y de la voluntad de las
familias que forman parte de su comunidad escolar.
En consecuencia, el Gobierno ha realizado unas comunicaciones
contradictorias. En primer lugar afirma categóricamente que si la
escuela recibe un mínimo de solicitudes, deberá abrir un aula para
dicho modelo. A continuación dice que en los casos en que se
solicite en primer lugar un modelo no ofertado en el centro, la
Delegación de Educación estudiará la posibilidad de formar grupo en
dicho modelo y nivel en el propio centro o en la zona.
Tampoco la carta enviada a las familias por el Departamento de
Educación se ajusta a los términos de la normativa vigente cuando
pone el acento en un modelo A, con euskera e inglés como
asignaturas, y no hace lo propio con los modelos B y D. Se reclama,
sin embargo, la atención de las familias hacia los centros que están
incorporando el trilingüismo de forma decidida de acuerdo con las
líneas del Departamento, y se olvidan citar el carácter experimental
del proyecto trilingüe al que se refieren, así como la existencia de
proyectos plurilingües en otros muchos centros. Con todo, parece ser
que, entre las muchas llamadas de atención y advertencias de la
carta, se les ha olvidado introducir una que diga que los escolares
han de conseguir una capacitación real y suficiente, en nuestras dos
lenguas oficiales, a fin de que puedan utilizar el euskera y
castellano en sus relaciones habituales.
Se confunde el Gobierno de López si piensa que la falta de
reacciones altisonantes y estridentes significa que se está
aceptando política y socialmente su política lingüística educativa.
Si en el nuevo marco no se concretan los niveles de euskera,
castellano e inglés (o francés) para cada etapa educativa, si no se
comprueban las condiciones y los recursos necesarios para que la
mayoría del alumnado sea capaz de alcanzar unos niveles homologables
al marco europeo de las lenguas, este Gobierno podrá trazar una
nueva 'nacional', pero sin que responda ésta a los intereses y a la
voluntad mayoritaria de las familias vascas.
Ni esta sociedad ni las familias vascas se han dejado llevar hasta
ahora por la confrontación estruendosa ejercida por quienes ahora
nos venden libertad, y confiamos en que tampoco se van a dejar
influir esta vez por inacabados e indefinidos marcos trilingües, ni
por confusas y torticeras campañas de prematriculación como esta
última. Precisamente porque confío en la sociedad vasca, he
preferido esperar al final de la prematriculación para escribir este
artículo. Por cierto, ¿los de la nueva 'nacional' confían en la
sociedad para la que tienen que gobernar? Porque si no confían, es
normal que esta tampoco confíe en ellos.
Sortu, el cambio sin ilusión ni condena
Pilar Velasco Estrella Digital
10 Febrero 2011
Según el último barómetro de enero, sólo el 0,1% de los españoles
creen que el terrorismo de ETA es el principal problema de este
país, en número, unas 40.000 personas, menos de la población de
cualquier capital vasca. Sólo al 1,4 por ciento le afecta
personalmente, un porcentaje que aumentaría si la casualidad de los
encuestados hubiera recaído sobre familias o amigos de los más de
800 asesinatos de la banda, o en los amenazados dentro y fuera de
Euskadi. El CIS, por tanto, ignora a Sortu. Los ciudadanos, también.
En las cuarenta preguntas de la encuesta sociológica no se percibe
la necesidad ni la preocupación de que la izquierda abertzale esté
en las próximas elecciones como sinónimo de una mejora democrática
en España.
En el estado de ánimo colectivo, la posible normalización política
en el País Vasco, a pesar de ser histórica, no ilusiona. Sortearán
el filtro de los tribunales, pero llegan tarde para reivindicar el
nacimiento de un proyecto de cara a la opinión pública. El paso que
en muchas épocas se ha esperado como un milagro político, llega a
destiempo. Es decir, hay desencanto y a su vez hay novedades: Sortu
da más pasos de los que muchos, dentro y fuera del arco abertzale,
se esperaban.
La decisión es judicial pero el proceso es político. La formación
pos Batasuna rechaza, sin precedentes, “absolutamente y sin ambages
la violencia”, y se ajusta escrupulosamente (ni más, ni menos) a la
Ley de Partidos. Pero no sólo eso. Si buscamos el lado positivo en
la hoja de ruta de la izquierda abertzale desde su última
ilegalización a los estatutos de Sortu, es la primera vez que el
grupo político se impone al militar, echándole un pulso en un
proceso interno de unos ocho meses de debates y asambleas que ha
derivado en la redacción del documento recién depositado en
Interior. Como comenta una socióloga conocedora del entorno, en un
momento en que la dirección de ETA ha cambiado varias veces en un
año, cuando según las últimas informaciones policiales la banda está
más débil que nunca y al mando de dos mujeres y un hombre de unos
treinta años, el documento se avaló en asambleas con un ochenta por
ciento de consenso”. Los últimos boletines semanales de la Izquierda
Abertzale dejan entrever que la línea política ha podido incluso
frente al colectivo de presos, los más duros y quienes más
resistencia han puesto.
El hecho de que los impulsores de Sortu no tuvieran otra salida no
implica que no la hayan tomado. De hecho, han buscado apoyos
internacionales, en el ámbito del derecho y líderes del Sinn Féin,
dentro del transcurso democrático interno para acatar el margen
legal y las exigencias democráticas. Así lo han reivindicado en la
rueda de prensa. Primero en inglés, después en castellano. Insisten
en que no son continuidad de nadie y que sus estatutos son
garantistas. En cuanto a pedir la disolución de ETA o la entrega de
armas, no han dicho nada.
Es lógico que políticos, juristas y ciudadanos se pregunten, con
legítimas sospechas, si forman parte del entramado etarra; o si la
jugada está enfocada en participar en los comicios de mayo. Lo
segundo parece lógico, ¿para qué si no harían un partido? Sobre lo
primera, la ley contempla ilegalizar la nueva marca de Batasuna,
antes o después de las urnas, una garantía para que futuros
concejales no se blinden en sus escaños incumpliendo la Ley de
Partidos.
En la pelea por los votos, los partidos no tienen claro cómo
influiría en las elecciones vacas. Las anteriores ilegalizaciones
han supuesto un movimiento de votos a favor de formaciones como
Aralar. El Psoe cree que el PP utilizaría la legalización para
arremeter contra el Gobierno; y los populares no aceptan que
participe en las elecciones sin que ETA haya desaparecido; para el
PNV, en el otro extremo, su incorporación supone la normalización de
la política. El semáforo seguirá en rojo hasta que hablen los
tribunales. Si dan el visto bueno, habrá meses de recelos, de
semáforo en ámbar, con más o menos credibilidad y entusiasmo, la luz
verde pretende abrir el camino hacia la desaparición definitiva de
la violencia. Los pasos están claros, sólo tienen que cumplirse con
la ley y la sensibilidad que merecen quienes la han sufrido.
Aunque la mona se vista de seda…
Regina Otaola Libertad Digital
10 Febrero 2011
Ya saben cómo sigue el refrán: "mona se queda". Aunque los
terroristas se disfracen de demócratas, terroristas se quedan y
aunque Eguiguren se disfrace de... presidente de los socialistas
vascos se queda.
He leído el extracto de los estatutos de esa cosa llamada Sortu en
cuyo capítulo preliminar los batasunos ya se retratan
fehacientemente. Es que no pueden disimular lo que son y no han
dejado de ser por mucho que se empeñen algunos.
En ese capítulo se recoge lo siguiente:
"Mostramos nuestra voluntad y deseo de contribuir con el resto de
agentes políticos, sociales y sindicales a:
* La definitiva y total desaparición de cualquier clase de
violencia, en particular, la de la organización ETA.
* La superación de las consecuencias de toda violencia y terrorismo,
en pos de la paz, justicia y reconciliación de la sociedad vasca.
* Al reconocimiento y reparación de todas las víctimas originadas de
las múltiples violencias que han tenido presencia en nuestro
pueblo..."
Todos estamos al cabo de la calle de lo que para los batasunos
significa "toda violencia" porque así nos lo han hecho saber
infinidad de veces. No es otra cosa que el ejercicio de su deber por
parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
De forma que si estos Estatutos se dan por buenos, se estará
diciendo que la Fuerzas y Cuerpos en lugar de luchar por derrotar el
terror lo que han hecho es ejercer la violencia. Que aquellos
terroristas que han muerto por enfrentamientos con la legalidad, son
víctimas de la violencia ejercida por esos mismos Cuerpos y Fuerzas
y que además se les debe un reconocimiento y reparación por parte de
los demócratas. Con lo cual, se estará reconociendo que en España no
ha imperado el Estado de Derecho y se estará dando la razón a los
terroristas cuando exigen siempre una verdadera democracia en este
país, que consiste en que ellos puedan hacer lo que quieran,
amenazas y asesinatos incluidos, pero que las Fuerzas del orden no
intervengan para nada.
Esta tomadura de pelo es la que tanto gusta al presidente de los
socialistas vascos. Eufórico está el hombre porque gracias a
ETA-Batasuna desde el lunes hay paz en esta tierra. Y además
aprovecha esta coyuntura para retrotraerse a la Transición y afirmar
que dejó algunas heridas abiertas que ahora se pueden cerrar. Me
pregunto a qué se refiere con esa afirmación después de 30 años en
los que quién más ha (des)gobernado ha sido su partido. Heridas
abiertas son las que dejarán él y todos los que den por buena la
nueva marca del terror que quieren dar carpetazo a más de 800
asesinados y miles de heridos y mutilados.
En definitiva, un día de estos me voy a tragar una mosca porque no
acierto a cerrar la boca del asombro, asombro que me producen tanto
los terroristas disfrazados de angelitos como el Eguiguren que a los
asesinados los denomina "ausentes". Lo que les digo, una vergüenza
para una Nación que se precie de verdad.
El federalismo del PSOE
Desde la época de la transición, el PSOE siempre ha sido partidario
de un Estado federal
Francesc de Carreras www.lavanguardia.es 10 Febrero 2011
Catedrático de Derecho Constitucional de la UB
Durante el último fin de semana de enero pasado, hace menos de
quince días, el PSOE celebró en Zaragoza una convención sobre
política autonómica para fijar su programa ante las elecciones que
se celebrarán el próximo mayo. El núcleo central de lo allí aprobado
está contenido en el documento denominado Lo que hay que hacer
(tranquilos: sólo el título recuerda a Lenin), un texto del más
grande interés y que apenas ha sido objeto de atención, ni por parte
de los políticos –incluidos los socialistas– ni por parte de los
medios de comunicación.
Desde la época de la transición, el PSOE siempre ha sido partidario
de un Estado federal. Lo explica muy bien el libro de Luis Fajardo
en el que se hace un detallado repaso a la posición de los
socialistas en esta materia durante los últimos 30 años (Luis
Fajardo, ¿Hacia otro modelo de Estado? Los socialistas y el Estado
autonómico, Thomson Reuters, Madrid, 2009). Por tanto, no es nuevo
que sus propuestas autonómicas vayan en este sentido, aunque sí es
significativo hacerlo ahora, tras la desorientación ocasionada por
las reformas estatutarias que siguieron al Estatut de Catalunya. El
documento aprobado en Zaragoza supone, pues, una importante
rectificación: volvemos a las posiciones de hace diez años.
En efecto, poco queda de aquel vago e impreciso discurso de
Rodríguez Zapatero sobre la España plural en el que el presidente se
complicaba la vida desviándose por la senda metafísica de las
identidades colectivas de los pueblos de España. Lo que hay que
hacer, por el contrario, adopta un tono eminentemente práctico y un
lenguaje de izquierdas en el que, básicamente, lo que preocupa es
que el coste del Estado de las autonomías no perjudique al Estado
social. No se olvide que las principales políticas públicas que
desarrollan derechos sociales (educación, sanidad y servicios
sociales) son competencia de las comunidades autónomas.
Así pues, el núcleo central del documento presta especial atención a
la igualdad entre personas y a la solidaridad entre comunidades e,
implícitamente, considera que el modelo territorial de Estado no
debe estar vertebrado en torno a la identidad de los pueblos, sino
en torno a los valores de igualdad y solidaridad. Un giro notable y,
probablemente, un cambio del mismo concepto de Estado autonómico: de
la idea de Estado plurinacional, basado en identidades colectivas,
se pasa a un Estado federal, basado en la igual libertad de las
personas.
El federalismo es una técnica para dividir los poderes del Estado y,
de este modo, hacer que su acción sea más eficiente, más eficaz y
más controlable. El federalismo se justifica en la idea de
democracia y tiene poco que ver con la identidad, aunque mucho con
la diversidad. No encuentra su origen en la idea de nación propia
del romanticismo y del historicismo alemán o del positivismo
francés, sino en la idea liberal racionalista de separación de
poderes según la interpretaron los padres fundadores de Estados
Unidos. Después, esta idea se ha ido desarrollando en la práctica de
los estados federales –en especial Estados Unidos y Alemania– hasta
el día de hoy.
Según cifras del año 2009, España encabeza los estados de la UE con
mayor gasto público descentralizado territorialmente. Por tanto, la
autonomía de nuestras nacionalidades y regiones se ha desarrollado
mucho y muy rápidamente. Sin embargo, estamos retrasados en los
otros dos elementos federales básicos: la participación de las
comunidades autónomas en el Estado y la colaboración, cooperación y
coordinación entre Estado y comunidades, así como de estas entre sí.
Ambos retrasos ocasionan dos tipos de problemas: primero, falta de
legitimidad de ciertas decisiones estatales que afectan a las
comunidades autónomas (caso reciente, la airada reacción de algunas
comunidades al acuerdo Zapatero- Mas sobre la autorización estatal
para que la Generalitat emita deuda pública); segundo, duplicidad de
las mismas funciones, gastos inútiles, cargos injustificados,
burocratización e ineficiencia de las administraciones, tanto la
estatal como las autonómicas y locales.
Es a la vista de tal situación que el documento aprobado por el PSOE
propone una serie de medidas concretas que, basándose en los valores
de cooperación, concertación y lealtad constitucional, alcancen el
objetivo de que todas las administraciones públicas funcionen con
una mayor austeridad, simplifiquen trámites, no impongan barreras
arbitrarias a la unidad de mercado y logren una mayor cohesión
social mediante unos mejores, más eficientes y eficaces, servicios
sociales. Asimismo, para que todo ello sea posible, son necesarias
ciertas reformas institucionales: desde la tan esperada del Senado
hasta la revitalización de la Conferencia de Presidentes Autonómicos
y la nueva propuesta de Conferencia de Gobiernos.
Este es, pues, el federalismo del PSOE: sobre el papel el giro está
dado. Ahora falta nada menos que poner en práctica esta nueva
política que ya ensayó en su etapa de ministro Jordi Sevilla.
Además, si son capaces de mirarse limpiamente a la cara, también el
PP estaría de acuerdo con estos planteamientos.
Cree que no vale condenar a ETA para entrar en las instituciones sin
rechazar su «historia del terror»
La AVT exige al Gobierno que «no pase la
pelota» de Sortu a los tribunales
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha exigido al
Gobierno que "no pase la pelota" a los tribunales sobre Sortu, el
nuevo partido de la izquierda abertzale presentado esta semana, y le
ha reclamado que dé "una respuesta contundente" a su intento de
concurrir a las elecciones municipales del próximo mes de marzo.
Madrid - Ep La Razón
10 Febrero 2011
En rueda de prensa con motivo del 30 aniversario de la AVT, su
presidenta, Ángeles Pedraza, ha insistido en que se trata de "los
mismos perros con distinto collar", algo que a su juicio demuestra
que uno de sus impulsores de la formación sea Rufi Etxebarria, un
"antiguo conocido" de Batasuna.
"ETA es lo mismo que Batasuna, y no queremos que ETA esté en las
instituciones -ha reiterado Pedraza-. Ellos nunca van a condenar y
nosotros no vamos a aceptar. Es sólo un mareo más, una vuelta de
tuerca más".
Por ello, aunque ha anunciado que la AVT ha pedido una reunión al
fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido; ha defendido que
el asunto no debe llegar "de carambola" a los tribunales, ya que el
Gobierno y el Ministerio del Interior son los encargados de redactar
los informes policiales que demuestren la vinculación de Sortu con
la organización terrorista.
"Que no pasen la pelota a los tribunales, que no nos mareen", ha
reclamado la presidenta del colectivo de víctimas al Ejecutivo, al
que a la vez ha exigido una "respuesta contundente". A su juicio, la
historia ha demostrado que este tipo de formaciones pueden ser
ilegalizadas cuando existe "voluntad política" y se dejan pasar
también por motivos políticos, como "demuestra" la presencia de
Acción Nacionalista Vasca (ANV) en ayuntamientos vascos y navarros.
Según ha anunciado, las asociaciones y colectivos de víctimas están
unidas para poner en marcha todas juntas una campaña de
movilizaciones con apoyo de la sociedad si el Ejecutivo no da esta
"respuesta contundente" que le reclaman.
No perderá el tiempo leyendo sus estatutos
Además, ha desvelado que para ella no hay "ningún paso en positivo"
del nuevo partido en sus estatutos, los que según ha avanzado no se
ha leído ni piensa hacerlo porque no está dispuesta a "perder el
tiempo" con asuntos que no benefician a las víctimas del terrorismo.
Una de las fundadoras de la AVT hace 30 años, Ana María
Vidal-Abarca, se ha mostrado también contundente sobre las
intenciones de Sortu y ha avanzado que "cambian de táctica cuando
les conviene" pero persiguen el mismo objetivo de entrar en las
instituciones para conseguir dinero para la banda.
"Matan cuando les conviene y no matan cuando no les conviene", ha
lamentado la viuda del militar de Caballería Jesús Velasco Zuazola,
asesinado por ETA el 10 de enero de 1980 cuando mandaba el Cuerpo de
Miñones de la Diputación Foral de Alava.
Sin embargo, Vidal-Abarca ha recordado que las víctimas siempre han
dado "un ejemplo de civismo" y por ello, si finalmente Sortu es
legalizado, aceptarán la decisión y seguirán trabajando "con la ley
en la mano" para "solucionar tantas injusticias que se han dado a lo
largo de la historia".
Legitimar el asesinato
En este contexto, Pedraza ha reconocido que tras más de cinco
décadas de violencia terrorista, viven con el temor de que "estando
a punto de ganar, vayamos a perder". "Vivimos con desasosiego la
posibilidad de que los políticos nos fallen y se lancen a anunciar
un final del terrorismo con prisas; algo que sólo beneficiaría a los
terroristas que tienen que cumplir sus penas, y que deben cumplirlas
íntegramente, por todo el dolor y sufrimiento causado durante más de
cincuenta años", ha confesado.
Por ello, ha advertido de que la AVT "no va a ceder ni un milímetro"
en ninguna de sus reivindicaciones hasta conseguir un final "justo"
para las víctimas en el que haya "vencedores y vencidos" y "jamás un
empate macabro en el que haya que aceptar un grado de impunidad
histórica, política y penal a cambio de paz".
Según ha advertido, el retorno del entorno etarra a las
instituciones políticas "legitimaría la senda del asesinato". "No
basta una condena a la violencia de ETA para que vuelvan a las
instituciones -ha advertido-. La condena debe abarcar a ese proyecto
político contrario al sistema democrático y toda la historia de
terror de ETA".
Actos del 30 aniversario
Para conmemorar el 30 aniversario desde el nacimiento de la AVT
-impulsada por Ana María Vidal-Abarca, Sonsoles Alvarez de Toledo e
Isabel O'Shea-, la asociación ha preparado un amplio abanico de
actos que desarrollará a lo largo de este año y que se centrarán en
explicar su labor durante estas tres décadas y trasladar a la
sociedad la importancia de las reivindicaciones que todavía están
pendientes.
Estos actos se centrarán en cinco ejes principales que comienzan con
un manifiesto que será enviado al presidente del Gobierno, José Luis
Rodríguez Zapatero; los tres vicepresidentes del Ejecutivo, Alfredo
Pérez Rubalcaba, Elena Salgado y Manuel Chaves; los presidentes del
Congreso y el Senado, José Bono y Javier Rojo; el presidente del
Tribunal Supremo y del CGPJ, Carlos Dívar; la Defensora del Pueblo,
María Luisa Cava de Llano; el presidente del Tribunal
Constitucional, Pascual Sala; y el presidente de la Audiencia
Nacional, Ángel Juanes.
El resto de las acciones giran en torno al documental 'No he de
callar....', un congreso internacional de víctimas del terrorismo
que se celebrará en Madrid el próximo junio, la exposición '30 años
con las víctimas...' y la entrega de los premios 'Verdad, Memoria,
Dignidad y Justicia'.
El portavoz de Sortu aprobó con notable a
una etarra presa en Francia
El portavoz de Sortu, el profesor de Periodismo de la Universidad
del País Vaco (UPV), Iñaki Zabaleta, aprobó con 'notable' a la
etarra Elena Beloqui, mientras esta se encontraba en prisión en
Francia, un país con el que la UPV, según fuentes universitarias, no
tenía ningún tipo de convenio para poder impartir clases a
distancia, ni tampoco en las prisiones galas.
Madrid - Ep La Razón
10 Febrero 2011
El acta que firma el catedrático de la UPV Iñaki Zabaleta
corresponde a la asignatura de tecnología de la comunicación,
impartida en euskera, y está recogido dentro del informe que realizó
la Guardia Civil en septiembre de 2005, en el que se denuncian
irregularidades en relación con los alumnos presos (por pertenencia
a ETA), y en algunos casos, huidos de la Justicia, informaron a
Europa Press en fuentes de la lucha antiterrorista.
A raíz de este informe, la Fiscalía abrió diligencias y se sigue un
procedimiento en el Juzgado de Instrucción de Getxo número 3, donde
se están investigando las irregularidades que aún no han prescrito
en relación con los alumnos de la UPV que estaban presos.
El acta que firma el profesor Iñaki Zabaleta corresponde a la
asignatura de Tecnología de la Comunicación de tercero de
Periodismo, de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Información.
La nota que otorga a la alumna Elena Beloqui es de un notable en la
convocatoria de junio de 1989.
En aquel momento, Beloqui se encontraba en una prisión francesa, ya
que había sido detenida el 11 de enero de ese mismo año, después de
haber cursado el resto de la carrera estando huida de la Justicia.
Según el citado informe de la Guardia Civil, durante los tres
pirmeros años de carrera, de 1985 a 1988, no sólo se encontraba
huida sino que estaba integrada en la "Oficina" política del
"aparato político" de ETA, cuya labor consistía en la confección de
los comunicados de la banda reivindicando atentados que firmaba como
"Ziordia"; así como desempeñando funciones de coordinadora entre el
KHK con KAS. Sin embargo, durante esa época aprobó todas las
asignaturas con notas excelentes.
Incluso parte del curso 1988/1989, que es el que corresponde al acta
de la asignatura que firma el ahora portavoz de Sortu, también
estuvo huida, ya que fue detenida en enero de 1989. Sin embargo,
antes de ser detenida, según el informe de la Guardia Civil, ya
consta en la Universidad en el grupo de alumnos con el código "P"
(presos), tal y como aparece en su ficha del curso 88/89.
Pero ni siquiera consta en su expediente cuál fue su sistema de
acceso a la universidad a la hora de hacer la matrícula, ni tampoco
consta una dirección de contacto para que la UPV pudiera mantener
una correspondencia con ella. Además, la UPV tampoco contaba con un
convenio que pudiera facilitar el contacto con los alumnos presos
para que, una vez que fue arrestada e ingresó en prisión, pudiera
continuar sus estudios.
De hecho, este fue un dato muy polémico cuando salieron a la luz las
irregularidades en los expedientes académicos de los presos de ETA,
ya que los propios profesores de la UPV se mostraron extrañados de
que los presos de ETA en Francia siguieran estudios de carácter
presencial en la UPV.
Entre las conclusiones del citado informe de la Guardia Civil, se
señala que "estas actas son firmadas por profesores afines a la
izquierda abertzale o a ETA" e incluso, se precisa, "podría haber
algún acta firmada por profesores amenazados por ETA".
El expediente correspondiente a Elena Beloqui no es uno de los que
forman parte de esta investigación del Juzgado de Getxo, ya que la
fiscalía, en su denuncia, consideró que, "aún pudiendo acreditarse
ciertas falsedades", estas habrían quedado prescritas, ya que el
último acta corresponde a 1991. Elena Beloqui fue condenada en
España a 13 años por su implicación en el aparato internacional de
ETA, Xaki, aunque fue puesta en libertad en 2008 para seguir un
proceso de fecundidad in vitro.
¿Adónde nos conduce la nueva 'nacional'?
Se confunde el Gobierno de López si piensa que la falta de
reacciones altisonantes y estridentes significa que se está
aceptando su política lingüística educativa
ARANTZA AURREKOETXEA El Correo
10 Febrero 2011
PARLAMENTARIA DE EAJ-PNV
En mayo de 2009 se trazó en Euskadi una nueva 'nacional', que no
está resultando gratuita a la sociedad vasca. Su objetivo está cada
vez más claro, desandar lo andado y, en el mejor de los casos,
frenar o ralentizar los avances producidos en los ámbitos cultural,
lingüístico y educativo. Sus autores muestran su satisfacción
públicamente, porque el tráfico transcurre sin ruido, tranquilo;
libre de los estruendos de la época anterior. Y me pregunto ¿no será
que no hay ruido porque se han callado quienes lo provocaban?
Pero esta 'nacional' no conecta, ni vertebra, y abandona las vías
del consenso político y de la cohesión social construidas en los
últimos treinta años. En educación existen varios y buenos ejemplos
que ilustran esta imagen, como son los modelos lingüísticos y la
campaña de prematriculación 2011-2012.
«Este Gobierno ha dejado atrás la guerra de los modelos», decía
Patxi López a sus altos cargos el mes pasado, en referencia a los
modelos lingüísticos vigentes. Con estas palabras se refería a unos
modelos que son fruto de unos grandes acuerdos alcanzados por la
mayoría política de este país en el período 1982-1993, en torno a la
Ley de Normalización del uso del euskera y a la Ley de la Escuela
Pública Vasca. No se puede entender, por tanto, que esta frase haya
salido de la boca de un lehendakari, a quien le correspondería
defender el sistema de modelos, que socialmente han avalado miles de
familias. Estas, año tras año, han podido elegir libremente y
decantarse por los modelos que enseñan en euskera, sobre todo, por
el modelo D, el que mejor garantiza la consecución del objetivo
establecido para la finalización de la Enseñanza Secundaria
Obligatoria, esto es, una capacitación real de comprensión y
expresión, oral y escrita, en euskera y castellano.
En cambio, nos habla de la guerra superada porque lo que nos quiere
vender es su paz, de la mano de un marco de educación trilingüe sin
las condiciones necesarias para garantizar que se vaya a producir un
avance real en los niveles de conocimiento y de uso del euskera,
porque a la par de la necesaria flexibilidad para que cada centro
elabore su propio proyecto lingüístico, deben figuran los niveles
que habrá de alcanzar la mayoría del alumnado, y no figuran. Así,
nos presentan una 'nacional' moderna, con varios carriles - lo que
está muy bien-, pero ¿adónde nos conducen?
Asimismo la prematriculación del curso 2011-2012 llega por segundo
año consecutivo condicionada por su socio de Gobierno, ávido
partidario de impulsar el modelo A, que constantemente le exige
garantizar la libertad de elección conjunta de modelo y centro, y
además le obliga a introducir en el Presupuesto de 2011 una partida
de 200.000 euros para realizar una campaña especial, a fin de
informar a las familias de que ahora pueden elegir en libertad. La
reacción del Gobierno no se ha hecho esperar, y, una vez más, ha
resultado intencionadamente ambigua y confusa, porque al otro lado
tiene a los centros, con unos proyectos lingüísticos que han ido
evolucionando en razón de su autonomía y de la voluntad de las
familias que forman parte de su comunidad escolar.
En consecuencia, el Gobierno ha realizado unas comunicaciones
contradictorias. En primer lugar afirma categóricamente que si la
escuela recibe un mínimo de solicitudes, deberá abrir un aula para
dicho modelo. A continuación dice que en los casos en que se
solicite en primer lugar un modelo no ofertado en el centro, la
Delegación de Educación estudiará la posibilidad de formar grupo en
dicho modelo y nivel en el propio centro o en la zona.
Tampoco la carta enviada a las familias por el Departamento de
Educación se ajusta a los términos de la normativa vigente cuando
pone el acento en un modelo A, con euskera e inglés como
asignaturas, y no hace lo propio con los modelos B y D. Se reclama,
sin embargo, la atención de las familias hacia los centros que están
incorporando el trilingüismo de forma decidida de acuerdo con las
líneas del Departamento, y se olvidan citar el carácter experimental
del proyecto trilingüe al que se refieren, así como la existencia de
proyectos plurilingües en otros muchos centros. Con todo, parece ser
que, entre las muchas llamadas de atención y advertencias de la
carta, se les ha olvidado introducir una que diga que los escolares
han de conseguir una capacitación real y suficiente, en nuestras dos
lenguas oficiales, a fin de que puedan utilizar el euskera y
castellano en sus relaciones habituales.
Se confunde el Gobierno de López si piensa que la falta de
reacciones altisonantes y estridentes significa que se está
aceptando política y socialmente su política lingüística educativa.
Si en el nuevo marco no se concretan los niveles de euskera,
castellano e inglés (o francés) para cada etapa educativa, si no se
comprueban las condiciones y los recursos necesarios para que la
mayoría del alumnado sea capaz de alcanzar unos niveles homologables
al marco europeo de las lenguas, este Gobierno podrá trazar una
nueva 'nacional', pero sin que responda ésta a los intereses y a la
voluntad mayoritaria de las familias vascas.
Ni esta sociedad ni las familias vascas se han dejado llevar hasta
ahora por la confrontación estruendosa ejercida por quienes ahora
nos venden libertad, y confiamos en que tampoco se van a dejar
influir esta vez por inacabados e indefinidos marcos trilingües, ni
por confusas y torticeras campañas de prematriculación como esta
última. Precisamente porque confío en la sociedad vasca, he
preferido esperar al final de la prematriculación para escribir este
artículo. Por cierto, ¿los de la nueva 'nacional' confían en la
sociedad para la que tienen que gobernar? Porque si no confían, es
normal que esta tampoco confíe en ellos.
La hidra de las cien cabezas
Nota del Editor
10 Febrero 2011
Esto de que les preocupe el conocimiento de la lengua regional por
parte de los demás, es harto sospechoso. Si estuvieran preocupados
de verdad por la calidad de los estudios de los demás, tendrían que
preocuparse de tantas cosas que ni Dios es capaz.
Lo subyacente esa aquí lo importante, no les preocupa que a los
niños se les inocule la lengua regional para satisfacer sus propias
conveniencias políticas, lo dan por bueno, con tal de asegurar su
posición. La pregunta de siempre es bien simple: ¿Porqué le tienen
tanto miedo y odio a que la gente pueda elegir libremente un sistema
educativo enteramente en lengua española, sin imposición de lengua
regional alguna ? Los que defendemos el derecho constitucional del
deber de conocer el idoma español y no deber de conocer lengua
regional alguna estamos hartos de que unos desalmados impongan e
inoculen las lenguas regionales para seguir viviendo del cuento.
Nosotros no nos metemos con quienen quieren estudiar en u otro
idioma, sea regional o universal, siempre que ello no sea a nuestra
costa, tanto pecuniaria como de oportunidades o exclusiones.
Sin el idioma regional se evaporaría su mundo basado en excluir y
forzar a los demás a atender a sus injustificadas e irracionales
necesidades de contar con una población a la que inocular su idioma
regional para que perdure unos años más, y disponer de una materia
prima social deformada con sus bastardos ideales..
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