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CASAS CUARTEL Y REMORDIMIENTOS
XLSemanal, 26 de Junio de 2011
Es curioso lo de los remordimientos. El arrastrar la culpa con el
tormento del recuerdo. Y es muy poca la gente que conozco que los
tenga de verdad. Sin embargo, todo el que vive y camina deja muertos
a la espalda. Cadáveres en la cuneta. Todo ser humano causa daños
colaterales a otros, deliberada o accidentalmente. Por azar, por
inexperiencia, por las simples y terribles reglas de la vida. Carga
con fantasmas de los que tal vez ni siquiera es consciente, pero a
los que el tiempo y la lucidez permiten identificar, tarde o
temprano. O suponer.
Sin embargo, el ser humano también es un superviviente natural.
Necesita vivir tranquilo, olvidar, no volver la vista hacia ciertas
zonas oscuras de sí mismo. Acolchar en la memoria los malos ratos,
los sufrimientos, el horror. Sólo así se explica, supongo, que
quienes sufren pérdidas familiares terribles se adapten, a veces, a
la vida normal. Que las víctimas procuren olvidar, o lo intenten.
Que incluso perdonen a sus verdugos, o sean capaces de convivir con
ellos sin recurrir al viejo expediente del ojo por ojo. Al inmenso
alivio de la venganza.
Le di unas cuantas vueltas a este asunto hace unos días, cuando se
juntaron varias cosas. Una fue la detención del cerdo carnicero al
que en otro tiempo, en los Balcanes, conocí como general Mladic. Los
canallas de ese calibre no tienen remordimientos, por supuesto; pero
uno habría esperado que sus cómplices por defecto, toda aquella
diplomacia europea y de Naciones Unidas, con nombres y apellidos
-tengo uno, español, en la punta de la lengua-, que durante tres
cochinos años le estuvo dando palmaditas en la espalda y besos en la
boca a Mladic y a sus jefes de la Gran Serbia con pretexto de
apaciguarlos, mostrase a estas alturas alguna contrición por el
infame papel que hicieron en aquello. Por las innumerables fosas
comunes con que tres años de infame pasividad, cobardía e impotencia
alfombraron la antigua Yugoslavia. Pero resulta que no. Que ahora
esos perfectos mierdas se congratulan de que al fin se haga
justicia. La que ellos no tuvieron las agallas de hacer, cuando
podían.
Otro asunto que me hizo pensar en remordimientos, o en la ausencia
de ellos, fue el vigésimo aniversario de la matanza terrorista en la
casa cuartel de la Guardia Civil, en la localidad catalana de Vic. Y
no hablo de los siempre heroicos gudaris de ETA, analfabetos hasta
para deletrear la palabra, sino de la gente respetable, o que se
dice tal. A fin de recordar a las diez víctimas, simbolizadas en
aquella foto del guardia civil ensangrentado llevando en brazos a
una niña a la que le faltaba un pie, allí se congregaron hace pocas
semanas cuatro gatos: representantes de los cuerpos policiales, y
punto; con clamorosa ausencia del consejero de Interior y del
presidente de la Generalidad. La población de Vic tampoco estuvo
presente ni se esperaba que estuviera, porque un asunto de guardias
civiles, obviamente, no iba con la honrada y laboriosa Cataluña. Ya
lo habían dejado claro los vecinos a los dos años justos del
atentado -que en su momento acogieron con lógico desagrado, pero
también con indiferente silencio-, cuando, esa vez sí, salieron a la
calle para protestar porque la nueva casa cuartel iba a construirse
cerca de una escuela. Al mismo tiempo que un imbécil apellidado
Carod Rovira, que ni sé a qué se dedica ahora ni me importa un
carajo, pero que durante algún tiempo salió mucho en la tele gracias
a unos cuantos miles de honrados y laboriosos ciudadanos catalanes
con derecho a voto -incluidos, supongo, varios de Vic-, escribía a
ETA una carta memorable y por supuesto ya olvidada: «Cuando queráis
atentar contra España, situaos previamente en el mapa».
Tienen suerte todos ésos. Los que así funcionan. Quienes lo mismo
bostezan sobre una fosa bosnia que sobre los escombros de una casa
cuartel donde fueron asesinadas diez personas. Otros no tienen tanta
suerte, pues sobrevivir no siempre es confortable. Asombraría
conocer la cantidad de espectros que arrastran algunos: cadáveres
propios y ajenos, remordimientos por aquéllos a quienes mataron o
ayudaron a matar, real o figuradamente. Por cientos de causas.
Vivían pendientes de la hora del telediario o el cierre del
periódico, miraban en otra dirección, estaban absortos caminando,
viviendo, durmiendo. Ya lo dije: sobreviviendo. Algunos, los más
afortunados, escriben novelas con eso.
O quizá artículos como éste. Otros con menos recursos o menos suerte
se limitan a estar con los ojos abiertos de noche, dando vueltas por
habitaciones a oscuras. Pagando el sucio peaje de la vida. Pero
esto, naturalmente, es lo raro. El insomnio. Basta un vistazo
alrededor para confirmar que, en materia de remordimientos, la mayor
parte de nosotros duerme a pierna suelta. Son pocos los que juegan
al ajedrez con sus fantasmas.
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Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas
más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de
la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el
tiempo como lágrimas en la lluvia.Es hora de morir
El Frankenstein español
Albert Rivera, El Mundo 26 Junio 2011
Esta semana hemos asistido a la enésima sesión de mercadeo entre el
gobierno y los nacionalistas
Esta semana hemos asistido a la enésima sesión de mercadeo entre el
gobierno y los nacionalistas, esta vez para conseguir la admisión a
trámite del decreto-
ley sobre la negociación colectiva. Zapatero consiguió in extremis
que los nacionalistas apoyasen su descafeinado proyecto a cambio de
aceptar que los
convenios colectivos autonómicos tengan prioridad sobre los
convenios estatales, fragmentando el mercado laboral español, su
interpretación y su gestión.
Como reconoció el portavoz del PNV, Erkoreka, nunca recordaba haber
conseguido tanto con una simple abstención. Y lo mismo hizo CIU que
prestó de nuevo
asistencia respiratoria a un gobierno terminal.
Este último episodio no es más que otro ejemplo de la lógica por la
que se ha desarrollado nuestro estado autonómico. España, que al
aprobarse la
Constitución era un país centralizado, debía abordar una
descentralización con el fin de prestar mejores servicios a sus
ciudadanos, acercando la toma de
decisión en asuntos regionales y locales a futuras gobiernos
autonómicos. Pero la gestión de ese desarrollo autonómico no se ha
hecho con una hoja de ruta,
con un pacto de estado para ello, delimitando claramente qué
competencias se pueden ceder a las CCAA y cuales deben ser blindadas
para el Estado, reformando
o suprimiendo estructuras administrativas conforme se va
consolidando la descentralización-un ejemplo es la supervivencia de
las diputaciones junto a las
CCAA- sino que se ha producido en realidad por un cambio de cromos
por poder entre gobiernos del PSOE o PP y los nacionalistas ,
olvidando el interés
general. Esta manera de actuar nos ha llevado a un país cada vez más
inviable en términos políticos y económicos.
Y a este comportamiento irresponsable de los partidos mayoritarios,
que prefieren pactar con los que quieren levantarnos fronteras que
con el principal
partido de la oposición, y al afán de poder de los nacionalistas,
debemos sumarle una partitocracia construida por todos ellos,
convertida en parásito de
nuestra democracia, que les ha permitido blindarse de la crítica y
el control, evitar la entrada con fuerza de nuevas formaciones con
una injusta ley
electoral, controlar de facto entre cuatro, literalmente, el poder
ejecutivo, legislativo, judicial, la justicia constitucional y en
buena medida a la
opinión pública a través de medios de comunicación públicos y de las
subvenciones y ayudas a muchos privados.
Algunos venimos defendiendo desde hace 5 años la necesidad de
abordar reformas democráticas en el sistema electoral y de partidos,
en la separación de
poderes, en la sobredimensión de las estructuras políticas y en la
lucha contra la corrupción que degrada la vida pública más si cabe.
Pero el inmovilismo de
los arquitectos del sistema, PSOE y PP, está empezando a desesperar
e indignar a muchos españoles. Las reformas son necesarias y
urgentes, y cada vez más
ciudadanos estamos de acuerdo en ello.
Con las reglas de juego que tenemos, estas profundas reformas, de
momento, dependen en buena medida de la voluntad de 2 cargos: el
secretario general del
PSOE, y el presidente del PP. Dos líderes con grandeza moral y
valentía podrían abordar buena parte de ellas. Pero mientras
tengamos lo que tenemos, este
país seguirá siendo un Frankenstein . Está por ver, si al igual que
en la novela de Mary Shelley, a este paso, el monstruo cobrará vida
propia o no, y si se
rebelará frente a la actual bajeza moral, política e intelectual de
sus creadores.
Albert Rivera, presidente de Ciudadanos (C's).
Intereconomía, con España
www.gaceta.es 26 Junio 2011
Estamos inmersos en un gran proceso de ‘argentinización’ de España.
La Puerta del Sol acogió el 21 de mayo a miles de personas que se
daban cita allí movidas por un creciente sentimiento de malestar,
fruto de una calamitosa situación económica y política.
Gentes de buena fe de todo tipo y condición social, padres y madres
de familia con sus hijos, ancianos, jóvenes universitarios,
trabajadores de todas las edades, daban testimonio público del
distanciamiento entre la ciudadanía y su clase política. Las
movilizaciones, transmitidas casi al minuto por la TV de
Intereconomía, captaron la simpatía de millones de personas, que
veían reflejada en ellas la indignación ante la realidad de un paro
demoledor, un empobrecimiento galopante y un más que alarmante
deterioro institucional y político.
El 22 de mayo se produce en España un hecho completamente novedoso
en nuestra historia política reciente, la derecha conquista más
poder municipal y autonómico del que nunca había tenido. El giro del
pueblo español hacia posiciones conservadoras es una evidencia
empírica.
Las causas de este cambio también parecen obvias: siete años de un
Gobierno radical, inepto e irresponsable, siete años de un Gobierno
de extrema izquierda.
Mientras esto ocurría en la mayoría de la sociedad española, que
además incrementaba su participación en las elecciones, el mal
llamado movimiento de los indignados se decantaba en un sumatorio de
grupúsculos adscritos a la izquierda radical, a los movimientos
ocupas o anarquistas. Es decir, mientras la sociedad en su conjunto
viraba a la derecha, los indignados se radicalizaban en la
izquierda.
La manifestación del domingo pasado en Neptuno pone el epitafio a lo
que pudo ser un movimiento social que incluyera a una gran parte de
nuestra sociedad y que, sin embargo, decidió expulsarla, expulsar su
bandera, expulsar sus auténticas reclamaciones y expulsar la
reivindicación de sus víctimas. Simplemente no era posible tratar de
liderar la legítima y justa indignación social sin hacer una sola
crítica a los máximos responsables de la situación: el Gobierno de
Rodríguez y Rubalcaba, y de eso rápidamente se dio cuenta la mayor
parte de la sociedad y comenzó a abandonarles.
El 21 de mayo pasaron cosas, es verdad, algo se movió y se movilizó
en el corazón de nuestra sociedad. También el Gobierno llegó al
clímax de su incapacidad permitiendo unas acampadas prohibidas
expresamente por una Junta Electoral Central avalada por el Tribunal
Supremo. Y el día 22 los españoles dijeron ¡basta!
Pero aquellos anhelos, aquellas frustraciones, permanecen vivos. La
democracia del siglo XXI está obligada a reinventarse. Nadie concibe
hoy que si una potente formación previa es indispensable para
liderar cualquier organización empresarial, financiera o social, no
sea igualmente exigible para formar parte del Gobierno de un país.
La participación en los asuntos públicos, la utilitas colectiva de
Ulpiano, no va a poder canalizarse exclusivamente en votaciones
cerradas a partidos burocratizados e impermeables constituidos en
verdaderas castas. Las nuevas tecnologías van a facilitar e impulsar
nuevas y más constantes y eficaces formas de participación y control
del gobierno de lo público.
Se ha puesto de relieve como nunca la asignatura pendiente de un
modelo formativo y educativo, anclado en el conocimiento verdadero
de la naturaleza del hombre y las auténticas formas de colmar sus
ansias de felicidad y de trascendencia.
Obligados, como estamos los seres humanos, a vivir en sociedad, a
vivir juntos, tendremos que dotarnos de sistemas políticos y
jurídicos que garanticen el libre ejercicio de los derechos
fundamentales, que tutelen y protejan de forma efectiva los derechos
de los más indefensos, que fomenten la pluralidad respetando la
diversidad.
La seguridad jurídica, reducida a cenizas en los últimos años, tiene
que ser mascarón de proa de una recuperación económica que, por otra
parte, sólo será posible con el sacrificio de todos. A estas alturas
ya sabemos que nadie nos va a regalar nada y que lo que nosotros no
hagamos nadie lo hará por nosotros.
Las palabras innovación, emprendedor, flexibilidad, exportación,
desburocratización y calidad van a ser de uso habitual y los
padrinos seguros para la salida de esta crisis económica.
Resulta dramático comprobar como el ruido ambiental de estas semanas
y una buena dosis de egoísmo han sido capaces de asimilar, casi sin
resistencia, el cambio de estatus otorgado por este miserable
Gobierno a los asesinos de ETA. La radical injusticia cometida con
quienes durante todos estos años han dado sus horas, sus días y sus
vidas defendiendo nuestra integridad y nuestra unidad como país
coloca a España en tal situa-ción de indignidad que difícilmente
puede expresarse con palabras.
Pensar que unas personas designadas como miembros del Tribunal
Constitucional han sido capaces de perpetrar tal infamia, instigados
por un Gobierno inicuo, hiela la sangre de cualquier hombre de bien.
El futuro sólo puede ser ya uno: volver al imperio de la ley,
cumplir y hacer cumplir las leyes. Dura lex sed lex, debe ser
referencia inexcusable de la acción del próximo Gobierno, y a cada
uno lo suyo. Y para eso contar con hombres y mujeres preparados,
serios, capaces y con vocación de servicio a los demás. Quien no
cumpla las leyes, todas las leyes, no podrá fundar su poder sobre
ellas.
La corrupción en todos los ámbitos está completamente desbocada. El
proceso de argentinización es ya ingrediente en los guisos de las
Administraciones Públicas o las grandes empresas. La transparencia y
el endurecimiento de la ley son estratégicos en la solución de este
gravísimo problema. Las alfombras han de levantarse y los corruptos
deben ser relevados o será difícil confiar en que en adelante las
maneras de administrar van a cambiar.
El día 22 los españoles dijeron ¡basta!, lo hicieron en toda España
a la vez, lo hicieron en Barcelona y en Madrid, en Bilbao y en
Valencia, o sea, en toda España. Se manifestaron el 21 en toda
España y dieron sus votos a otra forma de entender al hombre y a la
sociedad en cada rincón de nuestra patria, expresaron su unidad y
votaron por su unidad. Eso es exactamente lo que los españoles están
manifestando y reclamando al mismo tiempo, conscientes de que la
división nos empobrece y nos debilita, y además genera un lío
ingobernable.
La tarea que tenemos por delante es extraordinaria. El diálogo
sosegado y respetuoso capaz de reconocer un igual en el otro y
abierto a la superación de las discrepancias, el trabajo constante y
sacrificado, la creatividad en la búsqueda de puntos de encuentro
entre posiciones e intereses dispares y la transparencia en la
administración de los caudales públicos son las columnas
imprescindibles para la edificación de un nuevo hogar para todos los
españoles.
El Grupo Intereconomía forma parte de este nuevo camino abierto a la
reconstrucción y regeneración de España, y con toda sencillez y sin
mirar atrás vamos a recorrerlo junto a nuestros lectores, oyentes y
espectadores.
Lo que hay que hacer con urgencia con una
economía a punto de colapsar
Carmelo López-Arias www.elsemanaldigital.com 26 Junio 2011
Las aportaciones coordinadas por Juan Velarde suponen el mayor
esfuerzo colectivo de circulación de ideas realizado hasta ahora
para evitar el desastre y sentar las bases de un futuro mejor.
La economía española, España misma como entidad macroeconómica –no
digamos bajo otros conceptos-, vive un fin de ciclo. Nos cuesta
asumir que, en el peor de los casos (pero esta vez el peor de los
casos no es el más improbable) estamos al borde de la suspensión de
pagos. La única virtud de la nefasta gestión de José Luis Rodríguez
Zapatero, causa principal de que estemos bordeando el abismo, es que
nos ha dado de bruces con los agujeros y carencias de nuestra
estructura productiva, las cuales, eso es verdad, le precedían.
Si alguien es capaz de abarcar intelectualmente la dimensión
histórica de esta situación, y de interpretarla, es Juan Velarde. Y
en el frontispicio del trabajo colectivo que ha coordinado para
ello, no duda en preguntarse si, tras la gran transformación de
nuestra economía en el periodo 1959-2007, no estaremos a punto de
volver a una etapa de "decadencia" como la que nos hizo languidecer
desde el siglo XVII hasta el Plan de Estabilización de Alberto
Ullastres. Así de trágico es el momento.
Bajo estos parámetros, treinta y tres profesores de la Universidad
española abordan treinta y un aspectos distintos de una única
realidad, para diseccionarla y sugerir las medidas concretas que
pueden revertir el drama y sentar las bases de un futuro más en
consonancia con ese medio siglo de vigor que con los tres siglos y
medio de atonía.
Unidad y divergencias
Son abordajes de especialistas de una notable unidad doctrinal con
algunas diferencias de enfoque, pero donde lo más llamativo es la
distancia entre lo que la situación exige y lo que el Gobierno hace.
Porque, a fin de cuentas, aunque las medidas necesarias son
económicas, "las reformas son, ante todo, procesos políticos", como
señala Antonio Argandoña, y de hecho casi todos nuestros males
estructurales tienen un origen político: véanse por ejemplo la
dependencia energética del exterior que lamentan Fernando Bécker o
Guillermo Velarde, y para la que, desde luego, proponen prolongar la
vida de las centrales nucleares existentes, en vez de su supresión;
o la baja productividad y competitividad de nuestra economía en un
contexto de globalización, que señalan Francisco Cabrillo ("en una
economía global no es posible mantener de forma indefinida
actividades que no sean competitivas a escala internacional") o José
Molero, quien denuncia "el papel secundario de nuestra economía en
la internacionalización de la innovación".
José Barea aborda el siempre incómodo asunto del Estado de
Bienestar, que se encuentra "más amenazado por algunos de sus amigos
más fervorosos, que pugnan por reglas que tienden a minar su base
económica" (aboga por una Seguridad Social basada en la
capitalización y no en el reparto), a las que añadir tragedias como
la demográfica que aborda Rafael Puyol.
Se insiste en principios que son ya lugar común (reducción del
déficit, incluso con limitación legal, o de la deuda pública), pero
que en 2007 y 2008 Zapatero vulneró tran gravemente como para
situarnos dos años después al borde del mismo drama al que se
enfrenta Giorgios Papandreu.
Como la reforma laboral, omnipresente en el debate nacional desde
hace años pero que será vacía mientras lo no se cambie a fondo (y no
de forma cosmética, como se ha hecho ahora) según los criterios que
apuntan Joaquín Lorences y César Rodríguez, Íñigo Sagardoy (que
insiste en el contrato único como solución a una maraña inabarcable
de posibilidades legales) y otros colaboradores del volumen.
Podríamos citar también las aportaciones de Juan Iranzo sobre el
sistema financiero o la necesaria reforma del sistema educativo o de
Jaime Lamo de Espinosa sobre la situación agraria, o cualesquiera
otras de las que conforman un imprescindible conjunto de análisis de
tan compacta fundamentación científica como agradable reacción,
lectura obligada para quien quiera hacerse una idea de justo lo que
el título anuncia, con un añadido en letra pequeña: "Con urgencia".
Justo lo que no entiende Zapatero... o lo entiende y le resbala.
Estado de la Economía de la Nación
J. R. Pin ARBOLEDAS La Razón 26 Junio 2011
El Gobierno llega al debate con la prima de riesgo disparada y una
reforma laboral fallida que deja cinco millones de parados
Esta semana el Congreso de los Diputados celebra el Debate sobre el
Estado de la Nación. Si hay algo sobre lo que debatir a estas
alturas es sobre el «Estado de la Economía de la Nación». La cifra
de cinco millones de parados es cada vez más creíble. Es probable
que se alcance en el cuarto trimestre, cuando finalicen los
contratos temporales que, este verano, darán un respiro al empleo
gracias al turismo por la explosión social del Magreb. Por eso, el
barómetro del CIS de mayo indica que el 78% de los encuestados
califican la situación económica de España de mala o muy mala, el
74% dicen que seguirá igual o peor y el 84% fijan el desempleo como
su principal preocupación.
Junto a ello, el diferencial de interés de la deuda soberana
española respecto al bono alemán supera los 250 puntos básicos. La
carga de la deuda soberana exigirá más esfuerzos para controlar el
déficit público, a reducir del 9,2% del PIB en 2010 al 6% que piden
las instituciones internacionales para 2011 ¿Cómo hacerlo en plena
crisis? El descalabro en las finanzas públicas ha llevado a España a
una «Acreedocracia» (gobierno de los acreedores) donde las políticas
de reforma económica las dictan los intereses de inversores
internacionales que financian al Estado español. Sus voceros son el
FMI o el BCE y el diferencial de la deuda soberana. La causa: no
haber sabido sostener el gasto público. Quede claro: los malvados no
son los voceros. Ellos son los «pepitos grillos» y no se puede echar
la culpa al mensajero.
Además, el sector financiero de las cajas de ahorro estalló por la
morosidad de sus inversiones inmobiliarias. El Banco de España tardó
en reaccionar y su reconversión en bancos para capitalizarse en
bolsa se produce en circunstancias de gran incertidumbre.
Ante estos tres problemas, el Gobierno ha realizado intentos de
reforma laboral, fiscal y financiera, presionado por la
«Acreedocracia». En el campo laboral, aprobó hace un año una ley
cuyos últimos coletazos han sido los Decretos-Leyes sobre la
Negociación Colectiva del viernes 17. En finanzas públicas lo más
significativo fue el aumento del IVA y el intento de reducción del
gasto. Del sector financiero quedan las fusiones de las cajas, los
malogrados SIP, los test de stress y la posterior reconversión en
bancos.
Las medidas laborales no han tenido aún reflejo en el empleo; los
intentos de reducir el déficit han dado algún resultado, pero siguen
en el alero por la debilidad del consumo interno y la falta de
disciplina de las autonomías y los gobiernos locales. Sobre las
cajas planea la incertidumbre que sólo el tiempo despejará. Así que,
si de algo tiene que hablar el Congreso esta semana, es de empleo y
finanzas públicas y privadas.
Lo demás es accesorio. El debate sobre la igualdad, la memoria
histórica o la muerte digna, ejes de la política gubernamental,
sonaría a música, no precisamente celestial, ante las miles de
familias españolas con todos sus miembros en paro, los que han
acabado la prestación por paro y el subsidio posterior, los
desempleados de larga duración, los desahuciados al no poder hacer
frente a la hipoteca, los empresarios que ven cómo sube la
morosidad, incluyendo la del sector público; los jóvenes sin
esperanza profesional, los inversores internacionales y sus voceros
preocupados por sus dineros, etc. Si el Parlamento no quiere
defraudar a sus ciudadanos, si quiere reducir la desconfianza de los
inversores, si no quiere aumentar la «indignación» (manifestada o
resignada), debería ofrecer esperanza y soluciones económicas.
Es dudoso que la situación política permita un debate más económico
que político, más racional que emotivo, más consensual que agresivo.
GOBIERNO y OPOSICIÓN (así, con mayúsculas) se encuentran ante un
dilema: tener un debate constructivo, en búsqueda de consensos y
soluciones económicas, o realizar una «trinca política», donde el
Gobierno alardea de «sacrificarse» por el bien común, mientras la
oposición le muestra los malos resultados de su gestión.
De momento, unos y otros están encastillados. El Ejecutivo y su
partido, el PSOE, buscando cómo salir del pozo mediático-electoral
en que está. La oposición mayoritaria esperando que ese pozo se haga
más profundo ¡¡Resignación!! La economía manda, pero la política no
siempre obedece. Circunstancia nada rara en nuestro entorno. En
situaciones mucho más graves, como la griega, tampoco parece posible
el consenso. Allí la oposición se resiste a apoyar a un gobierno
presionado por la «Acreedocracia». Los portugueses y los irlandeses
lo solucionaron adelantando elecciones ¿Qué elegimos?
J. R. Pin Arboledas
Profesor del IESE. Titular de la Cátedra de Gobierno y Liderazgo en
la Administración Pública.
Soluciones economicistas o soluciones
Nota del Editor
26 Junio 2011
Muchos de los economistas que escriben, opinan, sobre los problemas
de España y su posibles soluciones, se fijan sólo en los datos
económicos, puestos ahí por vaya Vd a saber quién, y no se dedican a
ver el sistema con todas sus entradas, salidas y relaciones, y sin
mirar la necesidad de cada una de ellas.
Está claro que el primer problema de España es la lengua española,
barrida junto con el mercado libre por las lenguas regionales, lo
mismo que la educación, sanidad, jurisprudencia, seguridad, libre
establecimiento y todo lo que se ocurra para mejorar.
El segundo problema son las autonomías y siquieren saber más, pueden
consultar el boletín de AGLI del año pasado.
Próximos pasos
Alfonso USSÍA La Razón 26 Junio 2011
Ya se han dado los primeros. Atención a los próximos. El inicial fue
la retirada de la Bandera de España del salón de recepciones del
Ayuntamiento de San Sebastián. El segundo, la desaparición del
retrato del Rey del Salón de Plenos. El tercero ya está en marcha.
Izaguirre, el alcalde de Bildu, desea desmontar el monumento a la
Reina María Cristina en su rotonda de Ondarreta y sustituirlo por un
monolito con los nombres de todos los asesinos etarras fallecidos.
Otro más será borrar los nombres de las calles de los Infantes y
bautizarlas posteriormente con identidades de criminales. El Palacio
Real pasará a denominarse Palacio Popular. El Teatro Victoria
Eugenia, Teatro del Payaso Porrotx. El Hotel María Cristina, por ser
propiedad particular, seguirá recordando a la Reina más donostiarra.
Y la Real Sociedad de San Sebastián será recompensada si elimina su
título de Real y sustituye la corona de su escudo por una serpiente
enroscada en un hacha.
No crean que escribo sostenido por la figuración. Todo se andará.
De momento se ha incumplido gravemente la Ley, y aunque Zapatero y
Rubalcaba han anunciado medidas para obligar al Ayuntamiento de San
Sebastián a que sea cumplida a rajatabla, a los de Bildu les ha dado
un ataque de risa. Y a buenas horas, mangas verdes. El señor
presidente del Tribunal Constitucional, uno de los avalistas del
grupo proetarra, dice ahora que se puede ilegalizar a Bildu si
incumple con las leyes. Podría haberlo pensado antes. Desconozco el
procedimiento a seguir para retirar el retrato del Rey y la Bandera
de España de los espacios oficiales e institucionales. O no hay
procedimiento por ser obligada su exposición o habrá que votar. Lo
que no vale es que un alcalde, por capricho, lo decida y se acepte.
No tiene «Bildu» concejales suficientes. Cuenta, eso sí, con el
apoyo de los grandes hacedores de la traición y la componenda, los
actualmente aterrorizados representantes del PNV, que serán las
primeras víctimas de Bildu y su política. Advertidos quedan.
Un Estado de Derecho obliga al cumplimiento de las leyes. Si no lo
hace, el Estado no existe. Y si es necesaria la fuerza, se usa de la
fuerza y de todos los resortes y recursos legales. Si el Gobierno
permite la violación y el incumplimiento de las leyes, ¿actuaría del
mismo modo si se crea un movimiento de objetores tributarios? ¿Se
figuran a cien mil contribuyentes decididos a no pagar impuestos en
tanto y en cuanto se permita el incumplimiento de la Ley? Las leyes
y las normas para todos. Las obligaciones y los deberes para todos.
Los derechos para todos también. No pueden darse excepciones ni
permisividades cobardes. Y si hay que custodiar con «ertzainas» la
Bandera de España y el retrato del Rey, se hace y santas pascuas.
Los miedos al cajón y la Ley cumplida.
De no reaccionar, vamos hacia el desmoronamiento, la división, el
enfrentamiento y la violencia. Pudiera ser un proyecto del Gobierno,
pero no me atrevo a creerlo. El Gobierno y la Justicia, de
inmediato, tienen que actuar contra la chulería de quienes se pasan
las leyes por donde más holguras ofrecen. San Sebastián es una
ciudad española. Al menos lo es por ahora. Y en una ciudad española
se cumplen las leyes españolas. Y en el Ayuntamiento de esa ciudad
española tiene que presidir su salón de recepciones y su fachada
principal la Bandera de España. Y en su Salón de Plenos tiene que
estar presente el Rey. Cambien las leyes o háganlas cumplir. Sin
tardanza.
******************* Sección "bilingüe"
***********************
Cuestión de dignidad
Editorial www.gaceta.es 26 Junio 2011
Ni siquiera valía para muchos decir que la sentencia era ajustada a
Derecho.
Muchos españoles se ha indignado con el espectáculo de Bildu
asumiendo el control de un trozo de España tan significativamente
emblemático como es Guipúzcoa. La sentencia del Tribunal
Constitucional que lo permitió, a pesar de que sus dirigentes se
negaban a condenar los asesinatos de más de mil inocentes, provocó
un rechazo multitudinario, aun a pesar de los esfuerzos de algunos
grupos mediáticos para justificarla.
Porque ni siquiera valía para muchos decir que la sentencia era
ajustada a Derecho. Demasiadas dudas al respecto y una reflexión
final: no hay Derecho capaz de justificar la presencia institucional
de quienes manifiestan semejante desprecio por la vida humana.
Sucedió lo previsible: las primeras manifestaciones de quienes ahora
ocupan puestos de responsabilidad en el Estado y manejan cifras
gigantescas de recursos dinerarios aportados por los españoles
igualan asesinos y asesinados, dibujan un escenario de conflicto
político allí donde en verdad habita el terror y siembran la especie
del pacto con el terror por encima de la Ley. Muchos españoles ni
siquiera creen lo que está sucediendo. Presiento que los miembros
del Tribunal Constitucional que aprobaron semejante sentencia tienen
por delante momentos duros en sus conciencias, al comprobar sobre el
terreno las consecuencias empíricas de su decisión.
Erkoreka ha dicho que nunca una abstención ha sido tan rentable. Con
esa frase sería suficiente para reclamar lo que llevo más de 16 años
pidiendo: una modificación de la legislación electoral para evitar
el mercadeo de votos nacionalistas. Es inconcebible que se
instrumentalice el voto hasta tales extremos. No hace tanto tiempo
que el PNV amenazaba al Gobierno con negarle el pan y la sal si no
conseguía que el Constitucional aprobara a Bildu. Objetivo cumplido.
Ahora con su actuación les ha permitido llegar a las instituciones.
Esto es lo que hay, pero sencillamente no puede segur siendo por más
tiempo si queremos preservar no ya coherencia, sino dignidad.
El abismo vasco
El Editorial La Razón 26 Junio 2011
El País Vasco, y especialmente Guipúzcoa, sufre un proceso de
batasunización imparable. Desde el aval a Bildu de los seis
magistrados del Tribunal Constitucional –cinco propuestos por el
PSOE– hasta el presente han pasado sólo unas semanas, pero han
resultado suficientes para que se hayan erradicado los progresos de
los últimos años de gobierno constitucionalista, los espacios de
libertad recuperados hayan resultado laminados y se haya
materializado un retorno al pasado más negro.
La realidad es que ETA está más presente que nunca en el territorio
y que su poder institucional y económico es inmensamente mayor al
que tuvo jamás. El clima totalitario y de abierto desafío a la
legalidad es creciente. A la retirada ilegal de la bandera nacional
y del cuadro del Rey en el Ayuntamiento de San Sebastián se han
añadido los homenajes públicos a los terroristas en localidades como
Hernani. El portavoz de la coalición proetarra reclamó ayer la
reducción de la presencia de la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de
Policía y el Ejército en el País Vasco porque «la mayoría social
vasca no se siente identificada» con ellos y urgió a su repliegue de
forma progresiva. Obviamente ese supuesto no sucederá, y tal vez se
debería abrir una reflexión sobre la conveniencia de revisar al alza
el actual despliegue.
La situación más negativa del proceso no es que Bildu desarrolle el
discurso más ortodoxo de la banda ETA –que se mueve en ejes
similares a los de la Alternativa KAS– porque, más allá de que
nacionalistas y socialistas vendieron las bondades y el cambio de
esta gente, Bildu siempre ha sido ETA y obra como tal. No, lo más
grave es que los representantes del Estado de Derecho no cumplan con
su deber y la opinión pública tenga la sensación de que se han
bajado los brazos. No nos podemos confundir, la banda llegará hasta
donde la democracia le deje, pero parece que el Gobierno no quiere
ser consciente de ello. Ayer mismo el ministro Blanco dijo que se
hará cumplir la Ley, pero no dijo más y eso es muy poco cuando la
democracia se juega tantas cosas.
El País Vasco se asoma al abismo también en lo económico. El
proyecto de Bildu, que es el de ETA, amenaza la prosperidad y el
futuro de una comunidad pujante. De las primeras palabras de los
responsables en la Diputación de Guipúzcoa o en San Sebastián se
deduce una apuesta por una economía cerrada, «estatalizadora»,
intervencionista y a favor de una inminente subida de impuestos. Su
veto a las grandes infraestructuras de comunicación como el AVE o
las autopistas sólo puede enmarcarse en su concepción particularista
del desarrollo y en su tradicional ideario marxista-leninista. Bajo
este esquema es incomprensible la afabilidad de algunos empresarios
con la nueva situación.
La democracia no puede retroceder en el País Vasco. Y la idea de
España, tampoco. Hay que aprender de los errores y tres décadas de
cesiones tuvieron consecuencias nefastas. Como otras veces, ETA se
ha aprovechado de una coyuntura favorable por el cambio de ciclo, la
debilidad institucional y el tacticismo errado de algunos. El País
Vasco también necesita un Gobierno fuerte en Madrid, que utilice la
Ley para hacer Justicia.
Victorias Zapatero
¿Para qué necesita ETA seguir asesinando si quienes piensan y
sienten como ella llegan al frente de las instituciones vascas?
JOSÉ MARÍA CARRASCAL ABC 26 Junio 2011
¿De qué ha servido tener a ETA contra las cuerdas, detener a sus
cúpulas, ilegalizar Batasuna, si permitimos que quienes no condenan
sus crímenes y ponen como ejemplo de democracia y heroísmo a los
etarras encarcelados (por cierto ¿no es eso apología del
terrorismo?) se hayan hecho legalmente con el control de Guipúzcoa y
proyectan su larga sombra sobre el resto del País Vasco? Estos son
los triunfos del duo Zapatero-Rubalcaba, que de victoria en
victoria, nos llevan a la derrota final.
No mucho más airoso ha salido el PNV. ¿Sigue diciendo Arzalluz
aquello de «otros sacuden el árbol y nosotros cogemos las nueces»?
Más bien parece lo contrario: que ellos prepararon el aterrizaje de
Bildu en las instituciones creyendo que el Tribunal Constitucional
lo impediría, pero don Pascual Sala y sus colegas «progresistas» le
permitió alzarse con buena parte del voto abertzale. A fin de
cuentas, ¿para qué elegir la copia si puede elegirse el original?
Y el bueno de don Ramón Jáuregui celebrando la investidura del un ex
redactor jefe de Egin al frente de Guipúzcoa como «la posibilidad de
que signifique la llegada definitiva del final de la violencia.» Que
Dios le conserve la vista. Han empezado retirando el retrato del
Rey, quieren retirar al ejército y a la policía, seguirán los
"españoles" y terminarán retirando a los vascos que se sientan
españoles. Porque eso del nacionalismo identitario ya sabemos qué
es: pureza racial y limpieza étnica. Esperemos que el señor Jáuregui
tenga piso en Madrid o en una de las urbanizaciones del
Mediterráneo, como tantos vascos que quieren vivir sin el ojo del
gran hermano encima.
Pues, en efecto, esto significa el «final de la violencia» en
Euskadi. ¿Para qué necesita Eta seguir asesinando si quienes piensan
y sienten como ella llegan al frente de las instituciones vascas? Le
basta ordenar. Y el que no obedezca, fuera o a la cárcel. Es lo que
mi amigo Ángel Alcalá, especialista en la Inquisición, llama «la
violencia inmanente», la violencia difusa en el ambiente, que obliga
a comportarse de una determinada manera por simple coacción. Tampoco
necesita Eta extorsionar a los empresarios vascos, con los suyos
manejando 840 millones de euros anuales en la Diputación
guipuzcoana, a los que se añaden los de los muchos ayuntamientos que
controlan. Ni deben temer los concejales del PP y PSV en dichos
ayuntamientos quedarse sin escoltas en los plenos. ¿Qué puede
pasarles si lo que se decida en ellos habrá aparecido ya en el
editorial de Gara? Tanto es así que, en adelante, a las «victorias
pírricas», esas que conducen a la derrota, habrá que llamarlas
«victorias Zapatero». O Alfredo. O don Pascual. Tanto da.
La historia interminable
Ángela VALLVEY La Razón 26 Junio 2011
Durante medio siglo, Eta ha horrorizado a España con su barbarie.
Cuando creíamos que, asfixiada por el brazo de la ley, se estaba
disolviendo en la nada, la más alta estancia judicial del Estado le
hizo el boca a boca y, a estas alturas, la suya parece de nuevo una
historia interminable plagada de «éxitos». El último, con todos los
créditos que otorgan los cientos de miles de votos recibidos. El
paraíso socialista etarra en las tierras vascas está en construcción
tras la toma del poder institucional por los batasunos, avalados por
las urnas. Es evidente que Eta está ganando la partida; quien niegue
la evidencia miente o se engaña a sí mismo.
Es sabido que el terror se dirige siempre hacia dos objetivos: el
Estado, al que intenta derrotar, y el comportamiento político de los
ciudadanos que votan y forman parte de la sociedad y el propio
Estado. En los años del franquismo, los de Eta se arrogaron el papel
de luchadores antifranquistas por la libertad. El asesinato de
Carrero Blanco les reportó la simpatía de algunos que luego se
vieron obligados a condenar la bestialidad de la banda durante los
llamados «años de plomo», ya en la Transición, cuando España
enterraba –abochornada, abatida y confusa– a sus muertos, que caían
por docenas (hombres, mujeres, niños… total, daba igual). Esos
muertos, víctimas del tiro por la espalda al estilo cobarde de Eta,
eran los mártires sacrificiales que España ofrecía en el altar de su
«vergüenza histórica» por su pasado franquista.
Pero llegó un momento en el que tanta sangre fue difícil de esconder
y justificar. Los tiempos cambiaban. ¿No había muerto Franco hacía
tiempo, al fin y al cabo…? Eta veía cómo la sociedad, cuyos anhelos
políticos trataba de subyugar con sus razones de serpiente, se
alejaba de sus presupuestos «socialistas», incapaz de sobrellevar
las náuseas que el olor de la sangre le provocaba. El brazo
político, que en su momento pareció «absurdo hoy por irrealizable»
(documento fundacional de Eta, 1959), comenzó a ser más necesario
que nunca. «La execración de toda dictadura» (Ídem) también sobraba,
dado que la única dictadura real que España ha conocido desde que
murió Franco hasta la fecha ha sido la de sus balas en la nuca, sus
secuestros, extorsiones y bombas lapa.
Durante décadas, han perfeccionado el arte de la política, de sus
partidos políticos, con más o menos fortuna, disminuyendo el número
de atentados sangrientos –que, al ser emitidos por la tele en la
sobremesa, repugnan a la buena gente que podría votarles llegado el
caso–. Han mejorado las técnicas de «kale borroka», conectando
ideológicamente a sus jóvenes «activistas» callejeros con otros
movimientos que son productos típicos de la era de la globalización,
lo que les ha permitido tener a «su gente» influyendo por ahí, por
España... Y, con los interlocutores políticos adecuados en el
Gobierno, han logrado la legalidad. Ahora están alojados en el
corazón del Estado. Veremos cuánto tarda ese corazón en sufrir el
primer infarto.
Metamorfosis
Tras la entrega de Guipúzcoa a la izquierda abertzale, el Gobierno
de Rodríguez evita cantar la palinodia
JON JUARISTI ABC 26 Junio 2011
A muchos les ha parecido signo de mal agüero la presencia de
dirigentes de Batasuna entre los invitados a la toma de posesión del
Diputado General de Guipúzcoa. Más ominoso se me antoja que Martín
Garitano luzca el mismo arreglo capilar que acostumbra ostentar
Txapote en sus comparecencias judiciales: breve mosca y patillas
largas. Quizá sea una casualidad, pero hay hipótesis más económicas,
como que compartan barbero o sigan ambos una misma consigna emanada
de ya saben dónde. Veo complicada la conjetura del fígaro en el caso
del alegre terrorista (y digo alegre porque el Tribunal Supremo le
acaba de la notificar que no pasará entre rejas más de treinta años,
aunque Txapotese huele que serán menos si Martín Garitano hace bien
aquello para lo que le han puesto donde está). Quedan la casualidad
y la consigna, juzguen ustedes.
La breve mosca —pomponcillo cano bajo el labio inferior— envía un
mensaje. La izquierda abertzale siempre ha sido un estilo semiótico.
En otro tiempo, testas rapadas y trencillas en lontananza bastaban
para desalojar los autobuses urbanos. Eran mensajes no verbales que
se descodificaban con facilidad en los bulevares de la sin par
Donostia, antaño capital de España en los estíos monárquicos (y
franquistas) y Meca hoy del separatismo vasco, a cuyo alcalde actual
de Bildu no le quemarán el mobiliario urbano porque la kale-borroka
ha alcanzado sus objetivos, que es una forma de decir que ETA los ha
alcanzado. Por lo menos, en la medida suficiente para que la mosca
del diputado General de Guipúzcoa y la de Txapote, de paso, puedan
ser leídas como una promesa de paz a la manera del tinglado
terrorista, o sea, que si se facilita democrática y pacíficamente el
cumplimiento del programa de ETA, no hará falta que nadie, ni ETA ni
el Estado, recurra a la violencia. Es una tautología estúpida,
evidentemente, pero las tautologías estúpidas pasan por juicios
sintéticos ante los que se han empeñado en sostener que algo estaba
cambiando en la izquierda abertzale.
Lo curioso es que ésta no ha pretendido engañar a nadie. Martín
Garitano, por ejemplo, no ha condenado a ETA, limitándose a observar
que la violencia desaparecerá en la medida en que se satisfagan
democrática y pacíficamente las demandas del pueblo vasco según la
banda las define, vale decir socialismo e independencia, aunque
concede que el proceso sea gradual. Comencemos por solucionar el
asunto de los presos, ha dicho en su primer discurso como diputado
General de Guipúzcoa. Y ha añadido, en silencio, el mensaje de su
breve mosca: el anuncio tácito de la metamorfosis de ETA, de
serpiente a mosca cojonera, que no desaparecerá, porque la Historia
la ha puesto sobre la Ciudad como al tábano sobre el caballo, para
ir arreando. El presidente Rodríguez nos consuela recordándonos que
Bilduno tiene la mayoría absoluta. Su ministro de la Presidencia
advierte, de un modo impersonal, que habrá que estar atento a lo que
pase. En fin, podría haber sido peor, vienen a decirnos, y así,
pasito a pasito y con la teoría del mal menor tan cara a don Alfredo
Pérez Rubalcaba, se va liquidando la democracia española, que ya es
en Guipúzcoa un cadáver sobre el que se abate un enjambre de moscas
hambrientas.
Mancillar el escudo
Martín Garitano. Cuándo: 23 de junio de 2011. Dónde: en las Juntas
Generales de Guipúzcoa. Por qué: Martín Garitano, nuevo diputado
general de Guipúzcoa, porta medalla y pin con el número de preso de
Arnaldo Otegi en el pleno de su investidura
Luis DEL VAL La Razón 26 Junio 2011
Un poco más abajo del tercer botón de la camisa podemos ver el
actual escudo de Guipúzcoa, reformado por las Juntas Generales en
1979, rectificando el que adoptaron las Juntas Generales de
Hermandad en 1466. Aquellos vascos de 1466 incluyeron en el escudo
diez cañones, atrapados en la batalla de Velate a un conjunto de
tropas formadas por gascones franceses, lansquenetes alemanes y
navarros, cañones que habían servido para atacar a Pamplona. Durante
más de medio milenio, exactamente durante 533 años, ése fue el
escudo de Guipúzcoa, pero el moderno –hablar de moderno en heráldica
parece tan fuera de lugar como referirse a las «novedades» de la
tradición– es el que legalmente simboliza el territorio, y el que
ostenta, como signo de su cargo, el nuevo Diputado General, don
Martín Garitano, ex subdirector del diario Gara.
Un poco más arriba, en la solapa izquierda, ocupando el lugar del
ojal, encontramos lo que parece otro escudo, pero no es tal, sino un
largo número. ¿Habrá tenido el nuevo Diputado General de Guipúzcoa
el detalle afectuoso de ponerse en la solapa el número de alguna de
las más de ochocientas tumbas que se abrieron y cerraron por los
asesinatos de ETA? No. El número que ostenta es el número de un
preso, Arnaldo Otegi, huido a Francia en 1977, acusado de haber
asaltado el Gobierno militar de San Sebastián, robos de vehículos a
mano armada, explosión de una gasolinera y liberación de un preso de
ETA que estaba internado en un hospital. Fue absuelto del secuestro
de Javier Rupérez, pero, luego, fue condenado por el secuestro del
empresario Luis Abaitua, director de la fábrica Michelin de Vitoria.
Estuvo secuestrado diez días. La víctima declaró que le habían
tratado bien, pero en esos diez días perdió seis kilos de peso.
Garitano ya ha dicho en muchas ocasiones que no condena la violencia
del pasado de ETA porque él mira al futuro. Y quiere la paz, claro.
Un País Vasco en el que haya paz. Y que no haya violencia, y que
todo se olvide. Quiere decir adiós al pasado, sin mirarle a la cara.
Pero el pasado existe. Y construir la paz sobre la sangre inocente
de más de 800 seres humanos, sobre el miedo y la incomodidad de
250.000 vascos que se tuvieron que marchar de la tierra que les vio
nacer por la actuación de pistoleros como Otegi; sobre los mutilados
tras las explosiones; sobre hijos, padres, madres, esposas y maridos
que, de repente, un día se enteraron de que la vida de su ser más
querido había sido segada para que el País Vasco fuera libre, no es
sencillo. El propio Garitano, en su despedida del diario Gara, dice
en su párrafo final: «¡Ay, ama qué difícil es despedirse!». Y es
cierto. Para las amas, para las madres, es muy difícil despedirse
tan sangrienta y bruscamente del hijo que ha salido de sus entrañas.
Y no olvidan, Garitano, no olvidan, porque una madre no se despide
nunca.
Y cuando ve cómo el escudo de su Guipúzcoa se mancilla con el número
de preso de un pistolero, que está en la cárcel por homenajear a dos
sicarios a los que les reventó el explosivo con el que iban a matar
a otros hijos de otras madres, a esas amas, Garitano, a esas madres,
se les estremece el corazón, sienten una punzada de angustia y
desconsuelo, no sólo por el recuerdo del hijo asesinado, sino por la
chulería, por la fanfarronada exhibicionista del nuevo diputado
general de Guipúzcoa. No sólo tienen amas los diputados generales.
Hay muchas amas, muchas madres, que al ver deshonrada la dignidad
del cargo con esa torpe exaltación de los pistoleros que han matado
a sus hijos, habrán podido comprobar, duramente, que lo difícil no
es despedirse de un periódico: lo difícil es vivir en Guipúzcoa con
un Diputado General que deshonra el escudo de su tierra y ultraja a
sus muertos.
Los miserables.
Vicente A. C. M. Periodista Digital 26 Junio 2011
El PSE ha llegado al mayor grado de bajeza moral, si es que alguna
vez la ha tenido, con las declaraciones de su presidente al que me
cuesta llamarle señor Patxi López. En relación al debate mantenido
con el PP sobre el cómo BILDU ha llegado a ostentar el poder en la
Comunidad de El País Vasco, López ha manifestado que el culpable ha
sido el PP por haber criticado y denunciado el que BILDU era
BATASUNA, es decir, ETA. El mismo perro con diferente collar o como
dijo el Sr. Basagoiti, en este caso lobo disfrazado de cordero.
Hace falta ser cínico y miserable para haber hecho esas
manifestaciones sin el menor pudor y con la desfachatez de quien no
parece temer a las hemerotecas. Un PSE que ha sido especialmente
activo para que BILDU fuera legalizada. Un PSE que ha defendido la
negociación con los representantes de ETA y que públicamente ha
mostrado su apoyo en reuniones, mientras se seguían produciendo
atentados, ETA se reagrupa y se rearmaba y la kale borroka seguía
dueña de las calles. Un Lehendakari que lo es, gracias al apoyo
institucional del PP, que dadas las circunstancias es ahora
totalmente inapropiado.
El PSE no quiere responsabilizarse de su fracaso y creyó que
apostando por ETA, convencería a estos para que se integrara en el
sistema democrático. A la vista está su error. Las actuaciones de
los representantes de BILDU no dejan lugar a dudas sobre sus
intenciones, que son las de siempre. Pero es que además, lo que sí
ha quedado del todo clara ha sido la postura cómplice del PNV,
siempre dispuesto a recoger las nueces del árbol que ETA mueve. Su
abstención ha permitido el que BILDU logre el poder en la Junta de
Guipúzcoa y la vara de mando en San Sebastián.
Pero aún así, el culpable de que se haya llegado a esta vergonzosa
situación sigue siendo el Sr. Zapatero, el Sr. Rubalcaba y sus
jueces en el Tribunal Constitucional. La sentencia de legalización,
contraria a derecho y al mínimo decoro profesional, ha dejado a este
Tribunal sentenciado ante la opinión de los ciudadanos como impulsor
de la rendición del Estado al terrorismo de ETA. Una sentencia
ilegal que ya empieza a causar situaciones de bochorno, escándalo y
de chulería por parte de los de BILDU, envalentonados por la falta
de firmeza del Estado y su incapacidad para hacer cumplir la Ley.
López no se merece seguir siendo el Lehendakari de la Comunidad de
El País Vasco. López ha demostrado su verdadera cara. Es ahora
cuando el PP debe tener la dignidad de no seguir apoyando a quien
desde su elección ha preferido establecer "puentes" con las fuerzas
separatistas y terroristas, despreciando el apoyo que el PP le ha
brindado sin contraprestaciones, salvo la de defender la
Constitución y a las víctimas del terrorismo y que no pactase con
los etarras. Es claro que el PSE y López han mentido y además
cobardemente culpan a otros de sus propios errores. López merece ser
dejado caer y que se adelanten las elecciones autonómicas y que cada
quien obtenga la cosecha de lo que ha sembrado.
El batasuno Etxeberria y Urizar, líder de EA
Bildu reclama ya las tesis de la Alternativa KAS de ETA y cuestiona
la presencia de las Fuerzas de Seguridad
La coalición prosigue con su desafío a la Ley tras la retirada del
retrato del Rey. Martín Garitano apuesta por organizar un referéndum
y cree que lo apoyarían un sector del PSE y el PNV.
M. G. Madrid www.gaceta.es 26 Junio 2011
Suma y sigue. El desafío institucional y legal de los herederos del
brazo político de ETA aumenta y ayer, un día después de retirar el
retrato del Rey Juan Carlos del Salón de Plenos del Ayuntamiento de
San Sebastián, los proetarras abogaron por “ir relativizando y
disminuyendo” la presencia de la Policía Nacional, Guardia Civil y
el Ejército en el País Vasco. Por su parte, el recién elegido
diputado general de Guipúzcoa, Martín Garitano, declaraba en una
entrevista en el Diario Vasco que están “dispuestos” a convocar
refrendos de independencia: “No estamos hablando de hacer una
caricatura de referéndum, sino algo serio”, apostillaba (uno
municipal próximamente o uno autonómico en dos años tras los
comicios, en el que no descarta el apoyo del “PNV o con parte del
PSE” ).
La eliminación de la presencia de las Fuerzas de Seguridad es una de
las clásicas reivindicaciones de los terroristas, definida en el
documento estratégico que supuso el germen de sus sucesivas máscaras
políticas, la denominada Alternativa KAS (Koordinadora Abertzale
Sozialista).
Entre tanto Bildu sigue negándose a condenar a ETA y su historia
criminal, la banda se encuentra en activo y, pese a todo, los
electos de esta coalición han llegado a equiparar el sufrimiento de
las víctimas del terrorismo con el de sus verdugos que se encuentran
en prisión (como ha hecho Garitano). Además, la alcaldesa de
Andoáin, Ane Carrere (Bildu), ha impedido a populares y socialistas
entrar al consistorio con sus escoltas, una agresión que han dicho
que reconducirán.
Con este panorama el portavoz de la coalición y secretario general
de la no hace mucho agonizante Eusko Alkartasuna, Pello Urízar,
exponía ayer que “en la apuesta de soberanía que tenemos, las
Fuerzas de Seguridad del Estado, teniendo en cuenta que Euskal
Herria es una de las zonas con más presencia policial y militar, es
una cosa que se tiene que ir relativizando y disminuyendo”.
Además, aprovechaba sus declaraciones desde Vitoria, donde tenía
lugar una asamblea de EA, para decir que “comparte” la decisión de
retirar el retrato del Rey del Ayuntamiento de San Sebastián aunque
“quizá pudiera ser un delito”. Nada, se trataría de una iniciativa
que debería ser asumida “con normalidad” y “sin crispación” porque
en otros muchos ayuntamientos vascos “el retrato del Rey no ha
estado nunca”.
Por si fuera poco, Urízar valoró la posibilidad de que la Diputación
de Guipúzcoa gobernada por Bildu elimine las aportaciones al Estado
para sufragar el coste de la Casa Real, el Ejército y el resto de
Fuerzas de Seguridad: la idea debe perfilarse “con mayor detalle”,
zanjó.
Por último, Urízar afeó al vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba
que siga “mirando al pasado” por advertir el día anterior –como José
Luis Rodríguez Zapatero– que el Gobierno hará cumplir la ley a Bildu
(“mensajes obstruccionistas y de aislamiento” que se opondrían a
“las vías democráticas y pacíficas”). Legalizada gracias a los votos
de seis magistrados del Tribunal Constitucional que contradijeron al
Tribunal Supremo y a los informes de las Fuerzas de Seguridad.
“Disolución”
La Alternativa KAS supuso el humus del que germinó Herri Batasuna.
Presentada en agosto de 1976, contenía siete puntos entre los que
figuraba la “disolución de los cuerpos represivos” además de la
amnistía o el “reconocimiento de la soberanía nacional de Euskadi”.
Dos años después ETA retocó aquellas pautas mínimas para un alto el
fuego. Cinco puntos, entre los que el tercero exponía la “expulsión
de Euskadi de la Guardia Civil, Policía Armada y Cuerpo General de
Policía”.
El primero, la actual ofensiva de ETA y sus satélites: “Amnistía
total”, los presos. El segundo consistía en la legalización de todos
los partidos, el cuarto se redactó en clave de lucha de clases
(sobre las condiciones de vida de “la clase obrera”) y el quinto,
subdividido a su vez en otros cinco puntos, se refería a la creación
del Estatuto de autonomía.
La vicesecretaria general de Organización del PP, Ana Mato, declaró
ayer desde Logroño, adonde acudió para asistir a la toma de posesión
de Pedro Sanz como presidente de La Rioja, que “los españoles
estamos indignados con las posiciones que Bildu está tomando estos
últimos días y con que el partido esté en las instituciones”.
Al respecto, insistió en que el PP “sigue considerando que Bildu
debería haber sido declarado ilegal, no debería haberse presentado a
las elecciones y, por tanto, tampoco debería estar gobernando”. Acto
seguido, lanzó un serio aviso al Ejecutivo: “Ahora le compete al
Gobierno de España tomar medidas, porque las leyes están para
cumplirse y las instituciones tienen que respetarse”.
Seguimiento
En este sentido, Mato apeló a que “Bildu tiene que cumplir las leyes
y si no lo hace, el Gobierno tiene la obligación a hacer que las
cumpla y de seguir recopilando pruebas que hagan posible que Bildu
deje de entrar en las instituciones”.
Por último, la dirigente del Partido Popular concluyó que “Bildu
está demostrando que es un partido que nunca ha creído en las
instituciones democráticas y que siempre está pensando en sus
interés”. En consecuencia, reiteró, “es necesario que el Gobierno
tome cartas en el asunto”.
También habló ayer del escándalo de Bildu desde La Coruña el
ministro de Fomento, José Blanco, quien, como el día anterior
hicieron Rubalcaba y Zapatero, declaró “con toda claridad y con toda
cordialidad” que el Gobierno socialista “obligará a que se cumpla la
ley” a Bildu ante incidentes como el de San Sebastián o la retirada
de la bandera española en Lizarza. “Las leyes están para ser
cumplidas”, sentenció.
Bildu pone en marcha en 15 días el programa
máximo de ETA
Ha puesto en marcha el programa recogido en la llamada «Alternativa
KAS» donde los terroristas exigen la salida de la Guardia Civil y la
Policía Nacional del País Vasco que la coalición planteó ayer
Madrid - J.M. Zuloaga La Razón 26 Junio 2011
Los dirigentes de Bildu no se andan con dilaciones a la hora de
cumplir las instrucciones del entramado de ETA y poner en marcha el
«programa máximo» de la banda , que, entre otras asuntos, plantea la
salida del País Vasco y Navarra de las Fuerzas de Seguridad del
Estado y de las Fuerzas Armadas, exigir la independencia y anexión
de Navarra y la amnistía para los presos.
Se trata de una exigencia que los terroristas incluyeron, en la
década de los setenta, en la llamada «Alternativa KAS» y que han
mantenido a lo largo de estos años. Por imponer esta «Alternativa»,
han sido asesinadas casi 850 personas y cometidos miles de
atentados.
Bildu actúa con prisa, como si supiera que ETA, su protector y
mentor, no tardará en abrir la boca y va a poner el listón bastante
alto a cambio de mantener la inactividad terrorista.
A un ataque frontal contra el Estado, como fue la retirada del
cuadro de Su Majestad el Rey del salón de plenos del Ayuntamiento de
San Sebastián, siguió ayer una nueva provocación. La coalición
proetarra pidió ayer la salida del País Vasco y Navarra de las
Fuerzas de Seguridad y de las Armadas (Ejércitos). Dentro del tono
se supuesta «moderación», el elegido para plantear el asunto fue el
secretario general de Eusko Alkartasuna y portavoz de la coalición,
Pello Urizar. Aseguró que «la mayoría social de Euskal Herria no se
siente identificada ni por las Fuerzas de Seguridad del Estado ni
por el Ejército». No explicó cómo ha llegado a esta conclusión, pero
propuso que «con total tranquilidad» se replieguen de forma
progresiva. «Tenemos claro que, en la apuesta de Bildu por la
soberanía nacional de Euskal Herria, la presencia de las Fuerzas de
Seguridad del Estado se tiene que ir relativizando y disminuyendo».
Por si había alguna duda, anunció nuevas exigencias para los
próximos meses. En medios antiterroristas consultados por LA RAZÓN
se subraya la facilidad con la que los portavoces de Bildu admiten
que cometen ilegalidades, como la retirada del retrato del Rey, como
si alguien les hubiera garantizado que no les va a ocurrir nada,
hagan lo que hagan. Urizar, en este sentido, rizó el rizo y advirtió
al Gobierno de que no le haga cumplir la Ley porque ello nos
llevaría a «mensajes obstruccionistas del pasado». Se trata de
aparente amenaza y, conociendo la implantación electoral de Eusko
Alkartasuna antes de integrarse en Bildu, cabe pensar que se sienten
respaldados por alguien con mucha más fuerza
El portavoz de Bildu aseguró, en plan desafínate, que no temía a
Alfredo Pérez Rubalcaba. Si «sus advertencias le sirven para quedar
bien delante de su electorado, estupendo. Pero, desde luego, a
nosotros no nos afectan».
Tras la legalización de las listas de la coalición por el Tribunal
Constitucional, el mundo independentista que se mueve en torno a
ETA, no ha dejado de dar pasos hacia un escenario que recuerda los
peores tiempos de la dictadura del terror que impuso la banda y que,
en los ultimos años, había sido combatida con gran eficacia. Es
cierto que no hay atentados pero se camina hacia un horizonte sin
libertad, según los mismos medios.
Bildu, se confirma la infamia
www.gaceta.es 26 Junio 2011
Bildu es una fuerza que está controlada íntimamente por un poder
terrorista que conoce muy bien las debilidades y cobardías de la
democracia española, y que está dispuesta a explotarlas sin el menor
recato.
Si alguien ingenuamente pensaba que se trataba de normalizar la vida
política en el País Vasco, ya tiene motivos para desengañarse. La
infamia de Bildu no piensa limitarse al bofetón simbólico que
representa descolgar el retrato del Rey o hablar en voz alta de los
presos, sino que ha empezado, con prisa y sin ninguna pausa, a
aplicar la alternativa KAS, el programa político de ETA expresado en
toda su crudeza y por encima de cualesquiera obstáculos, haciendo
caso omiso de los derechos de los ciudadanos y de las leyes que
constituyen el marco democrático que tan fácilmente algunos jueces
del TC han puesto a sus pies. Ahora, a buenas horas, Zapatero,
Rubalcaba e incluso Pascual Sala se indignan por el comportamiento
de Bildu; incluso el presidente del TC ya habla de que Bildu puede
ser ilegalizada si no cumple la Ley de Partidos. Una total
desfachatez del presidente del tribunal que autorizó al brazo
político de ETA presentarse a las elecciones. A Bildu, como a toda
fuerza totalitaria, las leyes le provocan náusea o le dan risa; lo
único que van a tener en cuenta es su mitología nacionalista,
secesionista y radical, su empeño liberticida. Una fuerza que ha
sido capaz de asesinar a casi 900 personas y de ensalzar a los que
han cometido esos crímenes particularmente horrorosos no va a
andarse con remilgos ahora que la inaudita sentencia del
Constitucional los ha cubierto con el manto de la legalidad y les ha
otorgado una aparente legitimidad, aparente porque no tiene nada que
ver con la democracia quien no respeta en absoluto los límites del
poder y el respeto a las leyes vigentes.
Bildu no ha llegado a las instituciones para administrar
democráticamente los asuntos ordinarios que gestionan las
instituciones. Bildu es una fuerza que está controlada íntimamente
por un poder terrorista que conoce muy bien las debilidades y
cobardías de la democracia española, y que está dispuesta a
explotarlas sin el menor recato, sin temor alguno a las críticas que
su actuación pueda suscitar, sin tener en consideración ningún
supuesto impedimento, porque no entiende otro lenguaje que no sea el
de la violencia y el terror.
Bildu no va a tener ninguna cautela mientras tenga enfrente a un
Gobierno pusilánime que no se va a atrever a hacer nada para
defender el orden constitucional, para proteger a la mayoría de los
vascos de la dictadura de este grupo totalitario y al conjunto de
los españoles del secuestro de la democracia que Bildu ha podido
llevar a cabo con la paradójica ayuda de unos votos que han crecido,
como era de esperar a la vista de los antecedentes, con la insensata
ayuda de quienes han querido presentar a la “nueva Batasuna” –así la
calificaba el viernes el propio diario El País– como víctimas de una
injusta restricción.
Lo que pudiera dar de sí un personaje como Martín Garitano, redactor
jefe de Egin que fue capaz de sacar una portada con el siguiente
titular: “Ortega Lara vuelve a la cárcel”, el día siguiente a que
Ortega Lara fuera liberado tras 532 días de secuestro, era
perfectamente previsible, de manera que la fingida indignación de
quienes ahora parece que no se lo esperaban es realmente
intolerable. Los que han urdido la legalización de Bildu son
responsables de lo que están tramando, de lo que pueden llegar a
perpetrar. Hay que esperar que un Gobierno fuerte y decidido a
defender la libertad de todos sepa poner a estos aventureros
totalitarios en su sitio, fuera de unas instituciones de las que
nadie puede burlarse convirtiéndolas en parapeto para disparar mejor
sobre los ciudadanos indefensos.
Interior premia a otros 80 presos etarras
para acelerar el final de la banda asesina
El ministerio prepara las cárceles del País Vasco y Navarra con la
intención de llenarlas de terroristas. ETA exige que el Gobierno
acabe con la dispersión de sus reclusos como condición para
abandonar las armas.
Alberto Lardiés. Madrid www.gaceta.es 26 Junio 2011
El Ministerio del Interior que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba está
premiando ya a 80 presos de ETA que han sido acercados al País Vasco
o que han recibido beneficios penitenciarios. Una estrategia
destinada a “dividir” a la banda terrorista para acelerar su final,
según defiende siempre el propio Rubalcaba.
Fuentes de la lucha antiterrorista, de asociaciones de víctimas y de
varias prisiones aseguran a LA GACETA que Interior ya acondiciona
las cárceles del País Vasco y de Navarra para trasladar allí a
decenas de presos etarras en el futuro. No se puede olvidar que ETA
y todo su entorno reclaman como condición indispensable para
abandonar las armas el final de la dispersión de sus presos y su
inmediata “vuelta a casa”.
Ahora mismo, la prisión de Pamplona (Navarra) está pendiente de una
reforma que dejará espacio para al menos medio centenar de reclusos.
Igualmente, este diario adelantó en exclusiva que en la prisión
alavesa de Nanclares de Oca se está acondicionando un módulo que
sería el destino ansiado por los presos etarras con delitos de
sangre. Sabedores de que tendrán que cumplir sus condenas, al menos
quieren hacerlo cerca de su familia.
También en estas páginas se denunció la existencia de una reunión
entre Mercedes Gallizo, directora general de Instituciones
Penitenciarias, y los directores de las prisiones de Basauri
(Vizcaya) y la ya citada de Nanclares para abordar los pasos a
seguir en ese camino.
Premios y castigos
La política penitenciaria del Gobierno consiste en permitir que los
terroristas presuntamente críticos con la banda asesina obtengan
beneficios penitenciarios o traslados de reclusos a cárceles
próximas al País Vasco. Por el contrario, permanecen alejados de su
tierra y sin esperanzas de ver recortada su condena aquellos reos de
la organización terrorista que siguen las órdenes de la dirección
etarra.
Se trata, en suma, de una estrategia de premios y castigos en
función de la actitud del reo. Fuentes de Instituciones
Penitenciarias consultadas por LA GACETA aseguran que esta forma de
proceder tiene hoy más efecto que nunca entre los presos
terroristas. Cada vez son menos los que siguen las consignas que
marca el Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK, por sus siglas
en euskera). Al menos 95 reclusos de ETA y su entorno han firmado ya
las famosas cartas en las que reniegan de la organización
terrorista, piden perdón a sus víctimas y hablan de resarcirlas.
Actualmente, las cárceles conocidas como laboratorios de Interior
acogen a decenas de etarras. En Nanclares hay una veintena de
reclusos etarras, ya premiados por el mero hecho de haber sido
trasladados a una cárcel vasca. Además, casi una decena de ellos han
accedido ya a beneficios penitenciarios que incluso les permiten
salir a la calle. Sin duda, el caso más conocido es el de José Luis
Álvarez Santacristina, alias Txelis, ex jefe de la banda terrorista.
Pero también consiguen beneficios Kepa Pikabea, Iñaki Rekarte, Jorge
Uruñuela, Andoni Muñoz de Vivar, José María Fernández Pérez de
Nanclares, Andoni Alza, Fernando Luis de Astarloa y Luis María
Lizarralde. Entre todos los beneficiados, son responsables de al
menos 38 asesinatos y sus condenas suman 785 años de reclusión, de
los que sólo han cumplido 148.
Otros 10 reclusos de ETA o su entorno pernoctan en esta prisión
alavesa. Entre ellos están, por ejemplo, Idoia López Riaño, La
Tigresa, responsable de 23 asesinatos, los dirigentes etarras José
Luis Urrusolo Sistiaga y Carmen Guisasola, el asesino de Hipercor
Rafael Caride Simón o el terrorista Josu García Corporales. Esta
decena de individuos aspira ahora a obtener beneficios, como sus
nueve compañeros de postulados y de barrotes. En total, los 19
etarras de Nanclares acumulan penas por más de 4.500 años de cárcel.
Las otras prisiones a las que son trasladados los etarras, y que son
ya conocidas como laboratorios, son Villabona (Asturias), Zuera
(Zaragoza), Dueñas (Palencia) e incluso Logroño, donde ahora
pernoctan 17, 25, 9 y 5 presos etarras, respectivamente. A estos
números habría que sumar otros terroristas a los que el citado EPPK
ha expulsado de su colectivo –como Valentín Lasarte– y que, por
ello, no aparecen en los listados que elaboran las organizaciones
afines a ETA.
Jefes veteranos
De todos esos laboratorios, el más significativo es el de Zuera
(Zaragoza). Allí duermen tras los barrotes algunos de los más
veteranos ex dirigentes de ETA, como Francisco Múgica Garmendia,
Pakito, Santiago Arróspide Sarasola, Santi Potros, Juan Luis Aguirre
Lete o José Javier Zabaleta Elósegui, Baldo. Extraña y curiosamente,
el batasuno Arnaldo Otegui pasó un tiempo en esta prisión. Sin
ninguna explicación oficial.
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