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Reforma constitucional
La pintan calva
Emilio Campmany Libertad Digital 28 Agosto 2011
Esta reforma constitucional express, además de ser una propuesta
tontiloca y acelerada, es inútil porque todo lo fía a un desarrollo
legislativo con el horizonte puesto en 2020. Nadie explica por qué,
si el límite es para 2020 y sólo si para entonces se dan
determinadas circunstancias, hay que hacer la reforma en 15 días y
no se puede esperar a la próxima legislatura a darle un par de
vueltas al texto.
Y, sin embargo, una cosa buena va a tener esta reforma. Fuera
perciben el nuestro como un país federal donde la Administración
central es incapaz de disciplinar el despilfarro de los estados
federados. La reforma trata de convencer a los mercados de que eso
se ha acabado. Y para que esta percepción llegue a sus destinatarios
lo mejor sería que los partidos nacionalistas votaran en contra.
Probablemente lo harán, porque el texto está dirigido sin duda a
limitar los poderes de las comunidades autónomas. Ojalá sea así. Con
ello no sólo le habremos dado a los mercados lo que los mercados
quieren, sino que además habremos demostrado que en España es
posible reformar la Constitución sin el voto favorable de los
nacionalistas sin que pase nada. Y así se habrá sentado un
importante precedente para afrontar las muchas reformas que a
nuestro Estado convienen sin necesidad de que los dichosos
nacionalistas las tengan que bendecir.
Se dirá que el consenso de los nacionalistas es necesario porque fue
con ese consenso con el que se redactó la Constitución de 1978. Pero
no es así. No hay que olvidar que el PNV no aprobó la Constitución
de 1978 para poder seguir recogiendo las nueces del árbol que
agitaba ETA. Y hay que recordar que CiU viene ciscándose en la
Constitución casi desde que entró en vigor ya que algunos de sus
preceptos más importantes no rigen en Cataluña y porque la reforma
de su estatuto implica un cambio por la puerta de atrás de la propia
Constitución sin contar con otros españoles que no fueran los
catalanes. Que los socialistas fomentaran tal atropello no excusa a
los nacionalistas de haberlo perpetrado.
Total que, con un poco de suerte, los nacionalistas se oponen a la
reforma constitucional y demuestran que se puede hacer sin su
consentimiento y aquí no pasa nada. Lo que, con otra dosis de
suerte, convencerá a nuestros políticos nacionales de que se pueden
hacer más cosas, que son muchas las que conviene hacer, sin ese
consentimiento. Que Urkullu y Duran i Lleida sigan poniendo el grito
en el cielo, que suena a música celestial porque a PSOE y PP no les
queda otra que terminar lo que han empezado, y PNV y CiU tendrán que
subirse al carro o clamar en el desierto, que de las dos formas
quedará demostrada su inanidad. El caso es que por una vez con
Zapatero, y sin que sirva de precedente, no hay mal que por bien no
venga. Menos da una piedra.
Reforma
¿Consenso o cambalache constitucional?
Agapito Maestre Libertad Digital 28 Agosto 2011
Contrasta el alto nivel de satisfacción que reflejan las elites del
PSOE y el PP por el consenso obtenido para alcanzar el equilibrio
presupuestario con el rigor crítico, e incluso de acerado sarcasmo,
con el que se están analizando las medidas. El diálogo y el
consiguiente acuerdo alcanzado entre el PSOE y el PP fueron, al
principio, muy bien recibidos por los ciudadanos en general y por
los medios de comunicación en particular. Pero, al poco tiempo, casi
a las 48 horas, de ser conocidos los procedimientos y los contenidos
del paquete de las reformas, especialmente la referida al cambio
constitucional, se ha producido una reacción crítica virulenta no
sólo por una parte de la opinión pública reflejada en los medios de
comunicación, sino también por un buen puñado de especialistas en
cuestiones económicas y también en Derecho Constitucional.
Es como si se hubiera pasado de una actitud de entusiasmo por el
consenso entre PP y PSOE, después de no sé cuánto tiempo sin
hablarse ni mirarse el Gobierno y la Oposición, al derrotismo de
quien ya ha empezado a ver en ese acuerdo un cambalache entre las
elites políticas para engañar a los mercados y, de paso, a los
países de vanguardia de la UE. Sin militar entre las filas de los
entusiastas y, por supuesto, lejos de quienes no quieren analizar el
potencial altamente simbólico, decisivo siempre en las democracias,
que tiene este consenso para la política española, quiero creer que
es necesario pasar por una etapa intermedia de cierto desasosiego
intelectual y político.
Desasosiego intelectual, sin duda alguna, produce el procedimiento
elegido para controlar el déficit estructural del Estado y, sobre
todo, de las Autonomías a través de una reforma de la Constitución a
mata caballo y, seguramente, sin haber sido explicada con la
pedagogía suficiente a los ciudadanos; por no hablar, naturalmente,
de quienes cuestionan la legalidad de la reforma sin pasar por la
vía del referéndum. La búsqueda del equilibrio de los presupuestos a
través de una cláusula constitucional no deja de resultar un
procedimiento alambicado, por decirlo suavemente, que más parece
querer ocultar algo que dar satisfacción a una exigencia de la UE.
Desasosiego político provoca que un paquete de reformas, no entro
ahora en valorar su calado, se hayan pactado por los dos grandes
partidos en tan poco tiempo sin apenas ser explicadas ni debatidas
en la sociedad y en el Parlamento, en fin, sin política de verdad.
Es como si unos, los del PP, quisieran exagerar su alto espíritu de
consenso para el presente y el futuro; y los otros, los del PSOE,
tapar algunos agujeros importantes después de los boquetes terribles
que han hecho en la hacienda pública. En fin, el alambicado y
aparatoso procedimiento elegido para fijar un límite al déficit
estructural mueve a la sospecha y al desasosiego político e
intelectual, sobre todo si se tiene en cuenta que los acuerdos
alcanzados entre el PP y el PSOE son menos exigentes que la Ley de
Estabilidad de 2001 y la reforma de 2006.
OPINIÓN:
Equilibrio presupuestario
Suponemos que a quienes todavía dudaban de si España había sido o no
rescatada hace un par de semanas por el BCE les habrá sacado de
dudas la decisión del todavía presidente del Gobierno de acatar el
mandato del nuevo Directorio europeo –el biunvirato Merkel-Sarkozy–,
y modificar la Constitución española para incorporar a nuestra Carta
Magna el deseable principio del equilibrio presupuestario.
Fernando Navarrete y Jaime García Legaz La Razón 28 Agosto
2011
La iniciativa de Zapatero constituye un nuevo capítulo del manual de
instrucciones de política económica redactado desde Berlín y París,
como contraprestación al rescate financiero de España –heterodoxo e
inflacionario, instrumentado a través del BCE, a diferencia del
rescate ortodoxo y no inflacionario de Grecia, Irlanda y Portugal,
instrumentado a través del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera–.
La reforma constitucional impulsada por Zapatero es la prueba
irrefutable de que España es hoy un país que ha perdido su soberanía
económica y de que nuestra política económica está sometida a las
condiciones impuestas por los acreedores, igual que le ocurre a las
demás economías europeos intervenidas.
Anclar el equilibrio presupuestario en la Constitución es una buena
idea. De hecho, es una vieja idea que triunfó en la teoría económica
hace más de tres décadas –y que le valió el Nobel de economía a uno
de los padres de la escuela del «public choice», James Buchanan–. El
boom económico mundial de los noventa y hasta 2007 hizo a muchos
pensar que los problemas de insostenibilidad de la deuda pública
estaban resueltos y el debate sobre la conveniencia de incorporar a
las constituciones reglas de sostenibilidad financiera y de «déficit
cero» quedó aparcado. La crisis revivió este debate en Europa. En
España, FAES ha venido trabajando en una propuesta de estas
características durante los dos últimos años.
En el plano ideológico, la reforma constitucional es una victoria
del principio de la responsabilidad. En el plano político, es una
victoria por goleada del PP –el Gobierno de Aznar hizo causa
ideológica del equilibrio presupuestario, logró el primer superávit
presupuestario de la historia contemporánea española y aprobó la Ley
general de Estabilidad Presupuestaria y la Ley del Fondo de reserva
de la Seguridad social, y Rajoy lanzó hace un año la propuesta que
ahora hace suya Zapatero– frente al PSOE de Rubalcaba y los
sindicatos.
En el plano conceptual, ha triunfado la tesis de que los gastos
públicos deben financiarse con impuestos presentes, con su
consiguiente coste político, y no con el engaño financiero («ilusión
fiscal», lo denominan los hacendistas) que, en cierto modo,
representan los impuestos aplazados en forma de deuda pública. Es
evidente para cualquiera que no sea un ignorante económico que el
principio del equilibrio presupuestario no impide en modo alguno
gastar cuanto se desee en políticas sociales. Lo que ocurre es que
ahora esas políticas se tienen que financiar con impuestos en cada
ejercicio. A la izquierda española nunca le ha gustado el principio
del equilibrio presupuestario porque lo que realmente le gusta es
gastar sin límite –y sin control– y dejar sin pagar esos gastos en
forma de bolsa de deuda pública creciente, en forma de «agujero». Es
su estrategia para poder acusar a un gobierno de centro-derecha que
asuma responsabilidades de gobierno de «recortes sociales».
Como bien explicaba Juergen Donges en el Campus FAES 2010, en
Alemania, el incumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento
durante los gobiernos socialdemócratas del canciller Schroeder llevó
a Merkel a proponer y completar una reforma constitucional que
instituye de forma genuina el principio de estabilidad
presupuestaria a través de límites a la emisión de deuda pública de
carácter absoluto, claramente definidos y no sometidos a
interpretación: un porcentaje determinado del PIB es una cantidad de
euros cierta. Eso es lo que los mercados financieros desean, y lo
que Alemania esperaba de España.
Mucho nos tememos que una reforma constitucional que deje al albur
de una mayoría parlamentaria la definición del «déficit estructural»
y, por tanto, la concreción real del principio de estabilidad
presupuestaria y la consiguiente emisión de deuda pública no resulte
suficiente para alcanzar la confianza que nos exigen nuestros
acreedores y, sobre todo, no resulte efectivo para conseguir el
objetivo previsto de cerrar la hemorragia de la deuda pública.
Muchos se pueden preguntar qué diferencia real hay entre una
definición –necesaria arbitraria- de déficit estructural en una Ley
orgánica y el contenido actual de la Ley general de Estabilidad
Presupuestaria, durante cuya vigencia el gobierno socialista ha
violado sistemática y masivamente el principio de equilibrio
presupuestario, incluso en los años de crecimiento económico
(2004-2007).
La izquierda: del valor añadido al deje a
pares
Antonio Pérez Henares Periodista Digital 28 Agosto 2011
Una clave del pensamiento de izquierda consiste en la convicción
profunda de que siempre debemos algo. Tanto a escala mundial, como
nacional, como particular. Se lo debemos a África por el
colonialismo y la esclavitud, se lo debemos, mayormente nosotros, a
América por la conquista y sin forzar mucho la maquina se lo debemos
a los moros, que se decía antes de lo políticamente correcto, por
haberlos expulsado después de que ellos nos invadieran a nosotros
pero nos construyeran la Alhambra.
Para la izquierda, a la que sin duda y sobre todo en ciertos
fundamentos, no le faltan razones es un dogma que aplica a pie
juntillas y sin pararse en ninguna otra reflexión ni motivo que no
sea nuestro pecado original y primigenio. Que fuera hace quinientos
años y no tan así ni tan de blanco o negro es algo que jamás será
tomado en cuenta. Y si la mirada se remonta y se universaliza aún
más aparece la definitiva y nihilista conclusión sobre el propio
hombre en su relación con la Naturaleza. Nuestro género, nuestra
especie es maldita, es el cáncer, el asesino de la madre Tierra. El
pensamiento extremado a sus últimas consecuencias nos llevaría a no
comer porque para eso hay que acabar con la vida de otro (los
veganos no andan anda nada lejos de esto) y a que nuestra extinción
global sería la única solución posible para la supervivencia del
Planeta. Que tampoco les digo yo que les falten indicios pero
también se comprenda que me resista un poco a la salida.
Pero la parte mollar y definitoria del discurso es que en ese débito
inmemorial y hasta infinito es la izquierda quien de manera
prioritaria y preferente se coloca como acreedor y heredero de todos
los réditos devengados. Ellos han sido los aplastados, humillados,
ofendidos, vejados, masacrados, perseguidos y explotados. Y desde el
principio de los tiempos todos los avances le han sido a ellos
debidos, han sido siempre y en exclusiva el movimiento y el progreso
hacía mayores cotas de bienestar y libertad. Desde los Gracos en
Roma y mucho antes y desde siempre sus avances han sido contestados
con la feroz violencia de los opresores. Que son los eternamente
malos. Por lo que ellos son eternamente los buenos.
Parece simple y hasta simplón pero es la piedra angular de la
doctrina. Y tampoco le faltan razones. Puede que hasta le sobren.
Pero por donde flojea el argumentario es por un vértice fundamental
aún suponiendo, que es mucho suponer, reconocido el debito, que en
España es, a su juicio, aún mayor, más reciente y menos purgado y
pagado que en lugar alguno del mundo. De esa deuda histórica,
primigenia y universal ¿Quién es el beneficiario ahora? ¿A quién se
la hemos de pagar en este preciso instante?.
Su respuesta es evidente y sin pestañear: Pues a ellos claro, a la
izquierda, a la sigla. Ellos son los depositarios actuales de esa
inmensa arca que estamos obligados a llenar con nuestras sumisas
voluntades y nuestros entregados votos a la bondad y verdad
universales. Hombre y también las riquezas generales para que ellos
las dispensen de la más justa manera como corresponde a su misión
inmaculada.
No se rían. Les puede parecer burdo pero es así de sencillo y esa
idea-fuerza está impresa de una u otra manera, aunque sea resistida,
en muchos, hasta en casi todos y de ahí provine esa vergüenza cierta
y tan en la entraña española a declararse y sentirse de derechas.
Ese es el valor añadido de los unos y los amarracos de ventaja que
les llevan en los “muses” electorales.
Pero eso empieza a ser que era antes. Que esa pretensión de albaceas
de la deuda universal, nacional y personal de todos nosotros no la
sostienen los hechos y aún menos los resultados. Que el colofón es
confusión, enfrentamiento, retórica, pobreza y pro. Y que si algo
hemos constatado es que “no saben ni tenerlas” que diría un clásico.
Partieron un día con ventaja pero ahora se le ha vuelto contra ellos
mismos la jugada. El valor añadido que se suponían, y se les suponía
por parte de bastantes, se les han convertido en deje a pares.
Un particular denuncia los privilegios de
los políticos ante el Constitucional
Señala que pueden compatibilizar hasta tres pensiones y no declaran
los gastos de los viajes. Quiere que el principio de igualdad entre
los españoles sea real y efectivo.
Juan E. Pflüger. Madrid www.gaceta.es 28 Agosto 2011
Los cambios de signo político en los ayuntamientos y comunidades
autónomas están sacando a la luz los turbios manejos de la cosa
pública que se han encontrado los alcaldes entrantes –generalmente
del Partido Popular– como herencia de sus antecesores –en su mayoría
socialistas–.
Son muchas las voces de todo signo que critican lo que consideran un
trato de favor de las leyes a la clase política en cuanto a sus
derechos laborales. Hasta ahora muy pocos de ellos habían llegado
tan lejos como José Enrique Centén, un ciudadano que ha considerado
que el estatus del que disfrutan los cargos electos nacionales
vulnera el principio legal de igualdad jurídica de todos los
españoles. Por eso presentó el pasado 9 de agosto tres recursos de
amparo ante el Tribunal Constitucional denunciando esta situación.
Sus principales reclamaciones se centran en la posibilidad de los
cargos electos de poder acaparar varias pensiones, cuando el resto
de los ciudadanos no tienen esa posibilidad. También considera una
ruptura de la igualdad que el dinero que reciben como compensación
por viajes no tenga que ser declarado.
Pero no solamente carga contra los cargos públicos, también
considera que no es igualitario que determinados trabajadores
liberales puedan compatibilizar el cobro de su pensión con el
ejercicio remunerado de su profesión.
Escritos
Los tres escritos presentados ante el Constitucional tienen el sello
de registro de entrada con fecha del pasado 9 de agosto. En el
primero de ellos señala que se basa en el artículo 162 de la
Constitución, que posibilita que todo ciudadano español pueda
“interponer el recurso de amparo”. Reclama un trato de igualdad
aunque no sea “parlamentario o cargo electo respecto a la Clase
Política de todas las Instituciones Públicas” de manera que se le
permita, como a ellos, “compatibilizar dos y hasta tres tipos de
pensiones como recompensa al trabajo, acumular indemnizaciones por
cese de actividad, así como la percepción de pensiones y sueldos de
forma simultánea con los mismos años cotizados por los
parlamentarios” y no tener que trabajar durante 37 como ha ampliado
el Gobierno Zapatero para poder disfrutar de la pensión completa.
El segundo recurso de amparo, que complementa al anterior, señala la
diferencia de trato que concede la Ley del IRPF a los Cargos
Públicos electos. Según Centén, las cantidades que los políticos
cobran “por gastos, viajes y desplazamientos” están exentas de
tributación, mientras que las del resto de los trabajadores
españoles por cuenta ajena deben ser declaradas. Para ello, señala
que la legislación española, basándose en el artículo 31 de la
Constitución establece: “Todos contribuirán al sostenimiento de los
gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un
sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y
progresividad que, en ningún caso, tendrán alcance confiscatorio”.
Finalmente, en un tercer recurso de amparo, completa sus alegatos
reflejando otras diferencias establecidas entre diversos
profesionales liberales –abogados, médicos, arquitectos,
aparejadores, etc...– a los que se permite que compatibilicen el
ejercicio libre de la profesión con el cobro de la pensión pública
sufragada por la Seguridad Social. Una situación que no se ha
modificado, como se esperaba, tras la publicación en el Boletín
Oficial del Estado, del pasado 25 de mayo, de la Disposición 9138
sobre régimen de incompatibilidad de la percepción de la pensión de
la pensión de jubilación del sistema de la Seguridad Social con la
actividad desarrollada por cuenta propia por los profesionales
colegiados.
Estos mismos escritos han sido remitidos, de igual manera, al
Defensor del Pueblo. Centén ha señalado a LA GACETA que decidió
presentarlos de forma independiente, y no en un solo documento, para
evitar que el TC pueda archivarlos de forma conjunta.
La interposición de un recurso de amparo es un derecho que asiste a
todos los españoles. Su presentación ante el TC es libre y, para
ello, no hace falta abogado ni procurador. Pese a lo que común mente
se suele pensar, el TC inadmite o desestima un número muy pequeño de
los recursos presentados. En el pasado ejercicio se presentaron
8.191 recursos de amparo por particulares. De estos, solamente se
rechazaron 64. Un dato que alienta a pensar que los tres presentados
por José Enrique Centén tienen visos de ser atendidos.
EL ISLAM ES LA RELIGIÓN QUE MÁS SE PRACTICA EN FRANCIA
“Gracias a vuestras leyes democráticas, os
invadiremos. Gracias a nuestras leyes religiosas, os dominaremos”
Minuto Digital 28 Agosto 2011
El arzobispo emérito de Smirne, Giuseppe Germano Bernardini, narra
la conversación que tuvo con un líder islámico: “Gracias a vuestras
leyes democráticas, os invadiremos. Gracias a nuestras leyes
religiosas, os dominaremos”.
El Hudson Institute publica un informe en el que asegura que el
Islam es la religión que más se practica en Francia. En el país galo
se construyen más y con más frecuencia mezquitas islámicas que
iglesias católicas, y hay más practicantes musulmanes que católicos.
Actualmente, están en construcción alrededor de 150 nuevas mezquitas
en Francia, que acoge a la mayor comunidad islámica de Europa. Los
proyectos se encuentran en diferentes estadios de ejecución, según
Mohamed Moussaoui, presidente del Consejo Musulmán francés, que
proporcionó estos datos en una entrevista con la Radio Rtl el 2 de
agosto pasado.
La cantidad total de mezquitas en Francia ya se ha duplicado,
superando las dos mil en los últimos diez años, según una
investigación titulada: Construir mezquitas: El gobierno del islam
en Francia y en Holanda. El líder islámico francés más conocido,
Dalil Boubakeur, rector de la Gran Mezquita de París, recientemente
hipotetizaba que, para satisfacer la creciente demanda, la cantidad
total de mezquitas deberá duplicarse hasta llegar a cuatro mil.
Por el contrario, la Iglesia católica ha construido en Francia sólo
veinte nuevas iglesias en los últimos diez años, y ha cerrado
formalmente más de sesenta, muchas de las cuales podrían convertirse
en mezquitas, según una investigación llevada a cabo por el
periódico católico francés La Croix.
Si bien el 64% de la población francesa (41,6 millones de personas
sobre 65 millones de habitantes) se define católica, sólo el 4,5 %
(aproximadamente 1.900.000 personas) es católica practicante, según
el Instituto Francés de la Opinión Pública (IFOP).
Siempre en el campo de las comparaciones, el 75% (4,5 millones) de
los alrededor de 6 millones de musulmanes norteafricanos y
subsaharianos en Francia se identifica como “creyente”, y el 41%
(aproximadamente 2,5 millones) sostiene ser “practicante”, según un
informe sobre el islam en Francia publicado por el IFOP el 1 de
agosto pasado. La investigación afirma que más del 70% de los
musulmanes franceses dice cumplir con el Ramadán en el 2011.
Reuniendo estos elementos, estos datos proporcionan una evidencia
empírica de la tesis según la cual el islam se encuentra en vías de
superar al catolicismo como religión dominante en Francia. Desde el
momento en que los números crecen, los musulmanes en Francia se
están volviendo más audaces que antes. Un caso a modo de ejemplo:
grupos musulmanes en Francia están pidiendo a la Iglesia católica el
permiso para utilizar sus iglesias vacías como instrumento para
resolver los problemas de tránsito provocados por los miles de
musulmanes que rezan en las calles.
En un comunicado del 11 de marzo pasado, dirigido a la Iglesia de
Francia, la Federación Nacional de la Gran Mezquita de París, el
Consejo de Musulmanes Democráticos de Francia y un grupo islámico
llamado Collectif Banlieues Respect pidieron a la Iglesia católica,
con espíritu de solidaridad interreligiosa, que permitiera que las
iglesias vacías fueran utilizadas por los musulmanes para la oración
del viernes, de modo que “no se vean obligados a rezar en la calle”
o “sean tenidos como rehenes por los políticos”.
Cada viernes, miles de musulmanes en París y en otras ciudades
francesas bloquean calles y aceras (y, como consecuencia, bloquean
el comercio local y dejan atrapados a los residentes no islámicos en
las casas y en las oficinas) para ubicar a los fieles que no logran
entrar en la mezquita para la oración del viernes.
Algunas mezquitas han comenzado a transmitir sermones y cantos de
Allahu Akbar en las calles. Estos inconvenientes han provocado ira y
reacciones contrarias, pero a pesar de muchas quejas oficiales, las
autoridades no han intervenido hasta ahora, por temor a generar
incidentes. La cuestión de las oraciones callejeras alcanzó el lugar
de prioridad de la agenda política francesa cuando, en diciembre del
2010, Marine Le Pen, la nueva líder carismática del Frente Nacional,
las denunció como “una ocupación sin soldados ni tanques de guerra”.
Durante una reunión en la ciudad de Lyon, Le Pen comparó las
oraciones islámicas callejeras con la ocupación nazi. Dijo: “Para
aquellos que aman hablar tanto de la Segunda Guerra Mundial, podemos
también hablar de este problema [las oraciones islámicas
callejeras], porque se trata de una ocupación de territorio. Es una
ocupación de secciones de territorio, de distritos en los cuales la
ley religiosa entra en vigor. Es una ocupación. Naturalmente, no hay
tanques de guerra ni soldados, pero no por eso deja de ser una
ocupación que pesa fuertemente sobre los residentes”.
La cuestión de las oraciones islámicas callejeras, publica La
Stampa, —y la cuestión más amplia del rol del islam en la sociedad
francesa— se ha convertido en un problema de primer orden, en vista
de las elecciones presidenciales del 2012. Según un sondeo del IFOP,
el 40% de los franceses está de acuerdo con Le Pen en el hecho de
que las oraciones callejeras parecen una ocupación. Otro sondeo
publicado por Le Parisien demuestra que los votantes ven a Le Pen,
que sostiene que Francia ha sido invadida por los musulmanes y
traicionada por sus élites, como la mejor candidata para enfrentarse
al problema de la inmigración musulmana.
El presidente francés Nicolas Sarkozy, cuya popularidad era en julio
del 25% —la cifra más baja registrada para un presidente saliente un
año antes de las elecciones presidenciales—, parece, según
TNS-Sofres, decidido a no dejarse superar por Le Pen en esta
batalla. Recientemente, declaró que las oraciones callejeras son
“inaceptables”, y que las calles no pueden convertirse en “una
extensión de la mezquita”. Y advirtió que este fenómeno puede minar
la tradición laica de Francia de separación entre Estado y religión.
El ministro del Interior, Claude Guéant, dijo a los musulmanes de
París, el 8 de agosto, que en lugar de orar en las calles pueden
utilizar un cuartel en desuso. “El orar en las calles no es algo
aceptable, debe terminar”.
Algunas declaraciones de líderes musulmanes no parecen destinadas a
adormecer las preocupaciones de los franceses (y no sólo de los
franceses). El primer ministro turco, Tayyp Erdogan, por ejemplo,
dio a entender que la construcción de las mezquitas y la inmigración
forman parte de una estrategia de islamización de Europa. Y repitió
públicamente las palabras de una poesía turca, escrita en 1912, por
el poeta nacionalista turco Ziya Gökalp: “Las mezquitas son nuestros
cuarteles, los alminares, nuestras bayonetas, y los fieles, nuestros
soldados”.
******************* Sección "bilingüe"
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Pánico constitucional
Martín Prieto La Razón 28 Agosto 2011
Faltaban pocas semanas para que Abraham Lincoln fuera tiroteado en
el palco de un teatro, y el brillante general Robert E. Lee ya se
había rendido a la Unión en «Appomatox». Los vencedores de la guerra
de Secesión eran tan puntillosos con lo que podía gastar el Gobierno
que introdujeron una nueva enmienda en la Constitución concediéndole
al presidente la prerrogativa de aumentar el déficit en
circunstancias de salvación nacional. De lo que se trataba no era de
sortear una prima de riesgo, sino de reconstruir el sur, exhausto
tras la guerra, y arrasado por las cabalgadas de tierra quemada del
general Sherman.
A don Jacinto Benavente, dramaturgo y premio Nobel,
olvidado hasta por el colectivo gay, le reprochaban que en sus
representaciones se dijeran frases repetidas, a lo que adujo: «La
primera es para que la oigan, la segunda para que la escuchen y la
tercera para que la entiendan».
Ocurre lo mismo con el recordatorio
de que la estadounidense es la decana de las constituciones escritas
por lo mucho que ha sido enmendada adaptándose a cada generación.
Esto hay que repetirlo ad nauseamun porque la clase política
española tiene a la Constitución de1978 por encofrada e inmutable,
tan inalterable como lo eran aquellos principios fundamentales del
Movimiento, hoy roídos por el polvo. Con dengues de doncella, la
tocamos una vez para cumplir con los acuerdos de Maastricht, y,
quitándole una coma, logramos que pudieran votar en nuestras
municipales los ciudadanos de la Unión Europea. Aquella cirugía
sobre la nada, y sin referéndum, la tuvimos por gran hazaña. Y es
que la Constitución del 78 se edificó sobre el miedo. El post
franquismo era una incógnita, el Ejercito; lógicamente franquista,
ETA; el infierno empujando un golpe militar, la economía en
postración. Los padres constitucionales y quienes iban casando las
piezas como Alfonso Guerra y Fernando Abril-Martorell no estaban
impedidos por la euforia y la confianza, sino por el temor y los
malos augurios que propiciaron un texto innecesariamente largo,
reglamentista y con un artículo 168 que hace de cancerbero para el
que ose enmendar lo intocable. Luego la Carta Magna no se cumple,
como hace la autonomía catalana, pero no pasa nada y todo da igual
mientras exista ese Tribunal Constitucional que decide sumisamente
si se trata de un roto o un descosido.
La algarabía sobre la inclusión en la Constitución de unas líneas
limitando el déficit denota el deterioro al que nos ha llevado el
PSOE de Zapatero. Hace un año se negaban a constitucionalizar el
déficit y tanto él como Rubalcaba y Salgado hacían befa y bufa de
Mariano Rajoy, que proponía cosa tan razonable. La teoría
benaventina de las tres insistencias: primero el «fascista» de José
María Aznar fue quien estableció por ley el déficit cero, derogadá
por Zapatero en cuanto pisó el Palacio de La Moncloa. Rajoy propuso
lo mismo, pero constitucionalizándolo y se rieron. Finalmente
tuvieron que entenderlo cuando Angela Merkel los ha sacado de su
sopor de un grito. No estamos en condiciones de no hacerlo, pero
llevarlo a cabo a tres meses de unas elecciones anticipadas es
prueba fehaciente de que éstos socialistas no saben gobernarse ni a
sí mismos. Son como aquellos médicos decimonónicos que no curaban
del todo a sus pacientes para no perder clientela.
Aún a tiempo de descuento se puede hacer este añadido constitucional
porque el PP está de acuerdo consigo mismo y completa una mayoría
suficiente. Pero en el seno socialista los hay que no aceptan este
límite que se nos impone sin misericordia por haber estado ocho años
tocando la flauta, y desde IU se pide un referéndum. Lo del
referéndum está muy bien, y en los cantones suizos se convocan hasta
para cambiar un semáforo. Siempre es una profundización democrática,
incluso para asuntos más sustanciales que la economía democrática de
una nación, pero supondría un final hilarante para el término de una
legislatura llena de tropiezos: en 90 días, mudanza constitucional,
referéndum y elecciones generales anticipadas. No hay quién da más.
La Constitución ha envejecido mucho a base de no tocarla y
reverenciarla como un tótem, a todos les produce pánico escénico,
revolver sus tripas, especialmente el título octavo referido al
Estado de las autonomías. Sí, hay gobiernos autonómicos que no
toleran los límites del gasto y mucho menos aceptarán que otros
interpreten sus leyes lingüísticas. Menos mal que no hemos
transferido Defensa, costará Dios y ayuda volver a centralizar la
Educación y la Sanidad, que nunca debieron entregarse a unos reinos
de taifas. Además, la Constitución vigente no es buena, ni desde el
punto de vista sintáctico, como se quejaba Camilo José Cela, que
para no herir sensibilidades de doncella llamamos «castellano» al
español, y en América no entienden nada. Cosas de
constitucionalistas que en la segunda que tuvimos, « La Pepa» de
1812, que establecía: «El amor a la patria es una de las principales
obligaciones de todos los españoles, y asimismo el ser justos y
benéficos».
Grave deriva proetarra
El Editorial La Razón 28 Agosto 2011
La deriva alarmante para el País Vasco que arrancó con la
legalización de Bildu y el copo de un notable poder institucional de
la marca proetarra fue interpretada por una parte no menor de la
clase política, incluido el Gobierno y los socialistas, como una
oportunidad para avanzar hacia el final del terrorismo. Era una
lectura interesada y sesgada que no compartimos en momento alguno.
Más bien al contrario, hemos defendido que los acontecimientos de
los últimos meses han servido a un proceso tutelado por la banda
terrorista que sólo podía interpretarse como una victoria de ETA y
en consecuencia como un revés grave en la lucha por la libertad.
En estas semanas, especialmente en los días de fiesta grande en las
capitales vascas, se ha percibido con claridad la intención del
Gobierno vasco y de los partidos nacionalistas de alimentar un clima
de opinión particularmente tendencioso, en el que se ha incidido en
la tranquilidad y la normalidad en las calles en contraste con la
mayoría de veranos especialmente convulsos, reivindicativos y
violentos. Obviamente, se ponía así en valor la presencia de Bildu
en la vida política vasca y su influencia en este aparente proceso
de normalización. La insistencia en ese mensaje, aderezado ayer con
manifestaciones desde el Gobierno vasco sobre que las víctimas no
ven con preocupación la presencia de Bildu en las instituciones,
responde a una planificación y una intencionalidad que sólo podemos
lamentar.
El País Vasco no está en calma ni está mejor con los proetarras en
las instituciones. En este verano, especialmente en la última
semana, como ha denunciado en solitario LA RAZÓN, han sucedido
hechos gravísimos como que la Ertzaintza permitiera un almuerzo de
homenaje a los terroristas prohibido por la Audiencia Nacional y que
luego la Consejería de Interior mintiera y negara que se jaleara a
ETA en ese almuerzo como así sucedió y este periódico pudo comprobar
in situ. O que los batasunos se manifestaran en Bilbao con gritos a
favor de los presos de ETA sin que nadie hiciera nada al respecto.
Existe una sensación de impunidad fundamentada. La democracia ha
retrocedido. Es un hecho incuestionable. Hoy, los gritos y los
carteles de respaldo a la banda son realidades no castigadas y se ha
impuesto una actitud contemplativa con flagrantes actos de
enaltecimiento del terrorismo. En este contexto, la respuesta del
Gobierno ha sido otro elemento para la inquietud. El ministro Ramón
Jáuregui confirmó hace unos días que el Ejecutivo no actuará para
ilegalizar Bildu ni sacar a sus representantes de las instituciones,
como prevé la Ley Electoral. Ni siquiera después de que el diputado
general de Guipúzcoa lamentara sólo los atentados de ETA en Cataluña
o de que los representantes de la coalición no condenaran los
crímenes de la banda ni pidieran su desaparición.
El Estado de Derecho no puede renunciar a la derrota del terrorismo
ni a imponer su superioridad moral. No puede admitir un final sin
vencedores ni vencidos. Si este Gobierno no actúa, será el siguiente
el que deba hacer justicia.
La insoportable levedad de Bildu (3)
Opinión www.gaceta.es 28 Agosto 2011
Estamos ante hechos consumados que constatan que Bildu es una correa
de transmisión de ETA. ¿Si Sortu no es ETA, por qué tanto interés de
la banda para que el Gobierno lo legalice?
En La insoportable levedad del ser el escritor checo Milan Kundera
utiliza como trasfondo de la novela un país sometido a la dictadura
comunista. En ese escenario analiza el comportamiento que deben
asumir los ciudadanos frente a la opresión de los regímenes
totalitarios. El protagonista, un cirujano con una excelente
posición profesional y social, ve cómo su vida da un giro hacia el
abismo tras atreverse a criticar el sistema opresor de la República
Checa de los sesenta en un artículo publicado en una revista. Son
aquellos años de la guerra fría y el telón de acero, en los que el
aparato de Moscú ha exportado a sus países satélites la delación, la
censura y la represión para cercenar la libertad de los ciudadanos.
No sólo la libertad de expresión sino también la libertad de
pensamiento.
Kundera pretende hacer una contraposición entre la levedad –la
inconstancia, el miedo y la ligereza que les impide denunciar la
opresión comunista– y el peso, la fuerza que conduce a los seres
libres a la contestación y la protesta. El camino que deben tomar
los hombres ante la opresión y la tiranía. La única respuesta ante
un sistema represor y totalitario.
Si hacemos una transposición con la España actual, con la Euskadi de
la segunda década del siglo XXI, está claro que hablamos de la
posición que deben adoptar los españoles con respecto al sistema
político que pretende aplicar Bildu a los vascos y, por extensión, a
todos los españoles: el chantaje, la exclusión social del adversario
político, el enaltecimiento de los presos etarras, el desprecio a
las víctimas de ETA, el desprecio al Estado de derecho, la docilidad
frente a la banda terrorista. El programa que pretenden desarrollar
desde las instituciones los correveidiles de ETA nos lleva a una
peligrosa confrontación ciudadana. Mientras tanto, el Gobierno y la
Fiscalía General miran para otro lado dejando un carril bus a Martín
Garitano para que siga circulando con su verborrea proetarra. Ahora
ya no se trata de suposiciones y presunciones, como esgrimió el
Constitucional para santificar su legalización, estamos ante hechos
consumados que constatan que Bildu es una correa de transmisión de
la banda terrorista. Al menos, hasta que el TC legalice a su
precuela Sortu. Porque me imagino que quedarán pocos ilusos que
sigan creyendo que Sortu, Bildu y ETA son proyectos diferentes. Me
cuesta creer que queden políticos o magistrados que duden de que
Sortu y Bildu son los herederos de Batasuna y que se muevan según
las directrices de los Erkizia, Permach, Otegui o Usabiaga de turno.
Si queda alguien que levante la mano y se dedique a otra actividad
menos a la política o a la judicatura. Y eso también afecta a los
miembros del Gobierno. Desde Ferraz, en Madrid, o Alameda de
Rekalde, en Bilbao, las respectivas sedes del PSOE y PSE, sus
dirigentes pueden optar con la mirada puesta en las elecciones por
la levedad o por el peso con respecto a Sortu-Bildu-ETA, pero desde
La Moncloa todo cambia.
El Gobierno de Zapatero gobierna para todos los españoles y debe
responder ante todos ellos. Debe asumir un código ético no escrito
que le obliga a dejar fuera de la contienda electoral el asunto del
terrorismo. Pero Zapatero y el candidato Pérez Rubalcaba –ministro
del Interior hasta hace cuatro días– ya han dejado entrever por boca
–por tinta– de El País que eso no va a ser así. Salta a la vista que
están dispuesto a agotar hasta la última bocanada de aire, cueste lo
que cueste al Estado de derecho, para que ETA se suba al escenario
de la prestidigitación y realice algún movimiento de trilero que les
beneficie en sus estrategias electoralistas. “Nada por aquí, nada
por allá”... ¡Eureka! Ahí tienen: nuevo comunicado para que los
agit-prop de Ferraz y La Moncloa lo difundan para hacernos ver una
vez más que ETA está dispuesta a deponer las armas. Ya me lo decía
Luis Roldán, ETA siempre aplicando la teoría del salchichón:
conseguirá sus postulados, trocito a trocito, como cuando se rebana
el embutido.
En una información que publicaba el lunes pasado El País se afirmaba
que ETA condicionaba su final a la legalización de Sortu y a una
serie de medidas que beneficiara a sus presos. Ya el verbo
“condicionar” le toca a uno los bemoles. ¿Está ETA en la condición
de imponer algo al Estado? ¿No les han aclarado los emisarios de
Zapatero a los terroristas que ese camino no lleva a ninguna parte?
La misma noticia adelantaba que era poco probable que ETA llegara a
un acuerdo con el Ejecutivo antes del 20-N. O sea, que están
negociando. Consideran ustedes serio que un Gobierno democrático y
el partido que los sustenta, a los que se les ha apagado la luz y
todas las encuestas –incluidas las suyas–, anticipen que se exponen
a un descalabro electoral, tengan la osadía y la desfachatez de
negociar con una banda terrorista cualquier tipo de
contraprestaciones porque, según sus cálculos, les beneficia en su
carrera electoral. De juzgado de guardia. Una cosa es llegar a
acuerdos con CiU, el PNV o los nacionalistas canarios y otra muy
distinta es pactar con una banda terrorista asuntos que,
supuestamente, van a tener que gestionar otro gobierno que, además,
presenta otro signo político. Lo lamentable es que quien ahora
negocia es Rubalcaba. El Gobierno podrá alegar que UCD ya lo hizo
con los polimilis en 1981 cuando también se le pronosticaba un
batacazo en las urnas, pero la diferencia estriba en que los
centristas sólo acordaron el abandono definitivo de las armas de ETA
PM sin ningún tipo de imposición.
Todo este asunto huele a podrido y se mueve dentro de una dinámica
del embrollo y mentira. Díganme ustedes y, cómo no, el Tribunal
Constitucional: ¿si Sortu no tiene nada que ver con ETA, por qué
tanto interés de la banda terrorista para que el Gobierno legalice a
la coalición abertzale? Y díganme ustedes: si Sortu nada tiene que
ver con ETA, por qué el Gobierno negocia su legalización con los
terroristas como moneda de cambio. Y díganme ustedes: si el
Gobierno, como tantas veces se le ha inflado los mofletes, no tiene
la última palabra sobre el TC, cómo acuerda ahora con ETA su
legalización a cambio de otro comunicado electoralista. Un verdadero
disparate, más propio de una historieta de Jaimito que de algo tan
serio como es la lucha antiterrorista. Y lo más grave de todo
gravita sobre las promesas de Zapatero a ETA. ¿Se imaginan ustedes
cómo puede reaccionar la banda terrorista cuando Rajoy, si así lo
deciden las urnas, se siente en La Moncloa a finales de año y decida
romper los contactos con la banda? No quiero ni pensarlo por mucho
que Rubalcaba insista que ETA está desactivada. Analistas políticos
e historiadores saben que lo peor de los grupos terroristas son los
últimos estertores. Por muy acorralado que se sienta nunca se pierde
la operatividad de asestar un duro golpe. A diferencia de los
yihadistas, sabemos que ETA no dispone de militantes dispuestos a
inmolarse pero, durante los últimos años, ha tenido tiempo para
organizar planes asesinos para los que no necesita muchos medios.
De la información del diario de Prisa sobre los contactos entre ETA
y el Gobierno, siempre muy bien informado por medio de José Enrique
Serrano, Rubalcaba y el propio Zapatero, nos enteramos de que la
banda no descarta de cara al 20-N “formar un grupo propio” para que
sus representantes participen en las Cortes defendiendo “un programa
político centrado en la reivindicación del derecho a la
autodeterminación” que condicione la política nacional. Desconozco
en qué fuentes han bebido los profesionales de El País pero, en
menos de dos meses –el 4 de noviembre comienza la campaña
electoral–, ETA sólo tiene tiempo para insistir en la pantomima de
Sortu/Bildu u otra franquicia batasuna que pueda sacarse de la
manga. Y dudo que al propio Rubalcaba le interese otra opción cuando
ya han pactado la implantación de Sortu/Bildu. De nuevo estamos ante
la mentira y la maquinación política. Si tienen agallas que
escenifiquen el acuerdo con una ETA que se resiste a deponer las
armas, informen de ese pacto a los españoles y se presenten sin
caretas ante las urnas. Una vez más, estamos ante la levedad o ante
el peso. La levedad de la impostura y el peso de la verdad. La
ligereza ante la impunidad con la que se desenvuelve Bildu o la
firmeza ante las provocaciones de Martín Garitano. Argumentos para
otro libro de Kundera y la opresión del totalitarismo de la
coalición abertzale.
Hacer el agosto
Alfonso Merlos La Razón 28 Agosto 2011
Son ya muchos años. Seamos claros. Cuando se apunta que ciudadanos
próximos a la izquierda «abertzale» se manifiestan contra las
imposiciones españolas se está señalando en realidad que los
limpiabotas de ETA toman las calles. Vuelven a hacerlo. Para
berrear, para brindar o para darse un homenaje gastronómico siempre
como tributo a unos asesinos que están en prisión por sus matanzas y
sus letales amenazas. Es una película muy vieja pero, lo más grave,
es que este verano, con motivo de las fiestas de Bilbao, se está
volviendo a rodar ilegalmente ante la indiferencia y la estulticia
de un irreconocible Estado de derecho.
Con autos de la Audiencia Nacional o sin ellos, es escalofriante la
impunidad desde la que operan día tras día grupos de facinerosos que
reproducen en sus tétricas pancartas y en sus sucios discursos,
letra a letra y palabra a palabra, las proclamas que la banda
terrorista difunde en sus comunicados. Ya se sabe: la estrategia
policial torturadora, la política penitenciara criminal… y demás
morralla en forma de propaganda que vomitan con todas las
facilidades y comodidades los colegas de Garitano con tanta alegría
como los de Ternera, porque al final son todos socios que navegan en
el mismo barco, el del totalitarismo.
Pero, ¿esto es democracia? ¿Esto es normalización? Sin ninguna duda,
no. Al contrario. Es la constatación de un fracaso de las
instituciones judiciales para combatir el entramado social de apoyo
a ETA/Bildu. Y es la escenificación de la falta de voluntad de
políticos como Rubalcaba para comprender, primero, que la causa del
terrorismo es su propio éxito; y segundo, que todo el terreno que
los terroristas pueden ganar es simplemente aquel que los demócratas
les dejamos libre.
No tenemos derecho
Daniel Portero La Razón 28 Agosto 2011
Y las víctimas del terrorismo, que hemos sufrido en nuestras carnes
el asesinato, la persecución y la mutilación, tendremos un día
también que aplaudir a los proetarras ¡Por favor! No hay derecho a
la hipocresía de este país que nos quiere vender el falso buenismo
de Bildu. Ahora resulta que los familiares de los sangrientos
asesinos etarras tienen derecho a ensalzar las matanzas perpetradas
por sus hijos y nosotros, los hijos y padres de asesinados, no
tenemos derecho a denunciar las vergonzosas actuaciones de las
víboras asesinas y sus familiares.
No tenemos derecho a que el
Ayuntamiento de Bilbao aplique la ley y prohíba a dos comparsas
exaltadoras de ETA –«Kaskagorri» y «Txori barrote»– campar a sus
anchas por Bilbao haciendo homenajes a favor de los asesinos.
Tampoco las víctimas tenemos derecho a que la Ertzaintza aplique la
ley y disperse a los que exaltan a ETA aunque la Audiencia Nacional
se lo haya comunicado. H
oy tienen más derechos los etarras y sus
familiares que los propios asesinados y los que somos sus hijos o
padres. Si esto es lo que quieren los gobiernos de España, que sepan
que siempre habrá alguno de los nuestros para poner palos en las
ruedas para que los vencedores seamos nosotros y no los terroristas.
ETA, ¿rendición o disolución pactada?
Hay indicios que avalan la sospecha de que las negociaciones nunca
se interrumpieron.
Jaime Ignacio del Burgo www.gaceta.es 28 Agosto 2011
ETA lleva dos años sin asesinar a nadie. Todo bien nacido debe
alegrarse por ello. El Gobierno espera además que, de un momento a
otro, la banda terrorista anuncie el fin de su actividad criminal de
forma definitiva e irreversible. Una decisión, proclaman los voceros
gubernamentales, que estaría provocada por el permanente acoso de
las fuerzas de seguridad, que habría llevado a los dirigentes
etarras al convencimiento de que jamás conseguirán derrotar al
Estado para conseguir la independencia de su imaginaria Euskal
Herria. Nos dicen finalmente que ETA se encuentra en una total
soledad política, ante la rebelión de su entramado político –e
incluso del colectivo de presos– que ha resuelto apostar por la vía
democrática, como lo demuestra el éxito de su vuelta a las
instituciones a través de Bildu.
Sin lugar a dudas, el desistimiento de ETA sería la gran noticia que
espera la inmensa mayoría de los ciudadanos españoles, después de
tantos años de sufrimiento provocado por la furia criminal de la
banda. Ahora bien, ¿se tratará en verdad de una rendición
incondicional o estaremos ante una disolución pactada fruto de un
nuevo (¿?) proceso de negociación?
El problema reside en que la credibilidad del Gobierno está
seriamente en entredicho. Tanto el presidente Zapatero como su
ministro Rubalcaba faltaron a la verdad en sus comparecencias en el
Congreso. Uno de los engaños más clamorosos fue haber negado una y
otra vez que la cuestión de Navarra estuviera en la mesa de las
negociaciones. Leí no hace mucho que el candidato Rubalcaba era un
gran amigo de nuestra tierra, porque los socialistas se sentían muy
cómodos con el Amejoramiento del Fuero, siempre que fuera el marco
de convivencia elegido por los navarros, lo cual es tanto como no
decir nada. Pero el autor del panegírico omitió que Rubalcaba,
encargado por el presidente del Gobierno de pilotar el llamado
proceso de paz, había autorizado a Jesús Eguiguren a formalizar un
borrador de acuerdo en el que se reconocía la existencia de Euskal
Herria. Una realidad integrada por siete territorios –Navarra
incluida– que sin formar hoy por hoy una unidad política, presentan
vínculos históricos, culturales, sociales y económicos comunes. Para
dar respuesta a la exigencia de la territorialidad, el acuerdo
preveía la creación de un órgano institucional permanente
vasco-navarro, dotado de una Asamblea Parlamentaria y de un Consejo
Ejecutivo, integrados por representantes de sus instituciones
legislativas y de Gobierno. Asimismo, se procedería a la creación,
en el marco de la legislación comunitaria, de una eurorregión de la
que participarían Aquitania, Euskadi y Navarra, de forma que Euskal
Herria alcanzaría una proyección europea.
Se dirá que este acuerdo secreto, suscrito en Loyola por el PSN
(Eguiguren), PNV (Imaz) y Batasuna (Otegui) el 31 de octubre de
2006, no fue ratificado por el Gobierno, pero la razón estuvo en la
intransigencia de ETA al exigir que el órgano permanente tuviera
como tarea prioritaria la redacción de un proyecto de Estatuto
vasco-navarro, que sería sometido a refrendo de los territorios
afectados, lo que vulneraba de forma radical la Constitución.
Eguiguren reconoció más tarde la existencia del pacto de Loyola y
afirmó que de las negociaciones fracasadas lo único que serviría
como punto de partida, en el caso de que el proceso volviera a
reanudarse, sería el acuerdo de 31 de octubre de 2006.
Lo ocurrido desde que ETA anunció su último alto el fuego no parece
reforzar la idea de que la banda esté a punto de levantar bandera
blanca. Desde que en diciembre de 2010 el PNV perdonó la vida
política a Zapatero al comprometerse a apoyarle hasta el fin de la
legislatura, no han dejado de conocerse nuevos indicios que avalan
la sospecha de que las negociaciones con ETA nunca quedaron
interrumpidas. El alto el fuego de ETA, al igual que el de 2006,
sería el primer acto del guión preestablecido, cuya contrapartida
sería la legalización de Bildu para concluir en la de Sortu. Por
otra parte, la entrega de Guipúzcoa a la coalición abertzale al
negarse a pactar una solución alternativa con el PSE y el PP en la
Diputación General de Guipúzcoa y el Ayuntamiento de San Sebastián
tendría por objeto demostrar a ETA que puede contar con una futura
plataforma de negociación política nada menos que a nivel
institucional. Si a esto se añade la reaparición de los mediadores
internacionales, la selectiva detención de terroristas, la
excarcelación de presos etarras y su traslado a las cárceles del
País Vasco, la tolerancia con la campaña de exaltación de los
militantes de la banda terrorista y la sumisión del Fiscal General
del Estado al Gobierno, que se niega a emprender acciones legales
contra la presencia de los proetarras en las instituciones, a pesar
de que rechazan una y otra vez a condenar a ETA, es otro indicio de
que algo se ha gestado entre bastidores. Da la impresión de que el
Gobierno ha renunciado a derrotar a ETA para lograr una paz sin
vencedores ni vencidos.
Lo cierto es que antes de que todo esto tuviera lugar, el derrotismo
se había apoderado del mundo abertzale, mientras que hoy se
encuentra exultante y sus provocaciones aumentan sin cesar. Así que
cuando se produzca –si se produce– el ansiado comunicado de ETA
habrá que leer la letra pequeña para saber si estamos ante una
rendición incondicional o ante un nuevo pronunciamiento en el que la
banda exprese su intención de disolverse siempre que se acepte la
creación de una mesa de agentes políticos para negociar un nuevo
marco para Euskal Herria, con inclusión del reconocimiento del
derecho a decidir. De ahí que a nadie se le escape que las
elecciones generales vuelven a tener para nosotros una importancia
capital.
*Jaime Ignacio del Burgo es académico de la Real Academia de la
Historia y ex presidente del Gobierno de Navarra.
Desde la cofa
La dignidad de Cataluña
José Carlos Rodríguez Libertad Digital 28 Agosto 2011
Ha muerto Heribert Barrera. El lector no avisado debe saber que
Barrera fue consejero de la Generalidad de Cataluña durante la
Guerra Civil y que fue el primer presidente del Parlamento catalán
tras la instauración de la democracia en la Transición. Entre una y
otra ocupación media una notable carrera de científico y profesor.
Si estos datos le dejan frío al lector, oiga las palabras que se han
volcado sobre su reciente cadáver. Jordi Pujol ha dicho que "merece
el agradecimiento y el recuerdo entrañable del pueblo de Cataluña"
pues "fue un defensor de los derechos y de la dignidad de Cataluña".
Claro, esto ya es otra cosa. Es, en concreto, la dignidad de
Cataluña, nada menos. El también muy honorable Artur Mas también ha
destacado su coherencia y lo ha propuesto como ejemplo para la
juventud. Un millón y medio de peregrinos de la JMJ, al fin y al
cabo, pueden estar equivocados sobre qué ejemplo deben seguir.
Reagrupament lamenta que con él se ha perdido "un patriota de alta
calidad intelectual y humana".
Todo lo cual crea ciertas expectativas. ¿Quién será este héroe de la
política catalana? Pues el poseedor de estas palabras: "las oleadas
migratorias son un plan para descatalanizar Cataluña". A él le
gustaría "una Cataluña como la de la República". Es decir, ¿una
Cataluña democrática?, no, "sin inmigrantes". Pues "es más
importante salvar Cataluña que la democracia", con sus incómodas y
cabe pensar que anticatalanas salvaguardas de los derechos
individuales. Como el de emigrar o educar en español. Pero su
pensamiento, para desmentir su apellido, carece de fronteras y llega
a cruzar el continente: "En América los negros tienen un coeficiente
intelectual inferior a los blancos", lo cual agitado en la coctelera
de su pensamiento con que "se debería esterilizar a los débiles
mentales de origen genético" produce vértigo. Es normal, dada la
altura de la calidad intelectual y humana de Barrera. En ese esquema
de valores entra como un guante (me los pongo para colocar aquí la
cita), esta declaración: "Me merece más respeto un asesino de ETA
que un delincuente común, puesto que el etarra mata por convicciones
nobles, no por dinero". Es la "política sin eufemismos" que ha
alabado otro dirigente catalanista.
Sin duda fue "fiel a sus principios, honesto, íntegro y nada
demagógico", como ha dicho el propio Pujol. ¿Qué Cataluña oficial es
esta que encumbra a un racista xenófobo partidario de la eugenesia?
La que encarna, cabe pensar, la dignidad de Cataluña.
José Carlos Rodríguez es periodista y miembro del Instituto Juan de
Mariana
Neofalantes
¿Acaso es posible evitar la ironía cuando observamos a una persona
censurándose a sí misma?
ANDRÉS FREIRE ABC Galicia 28 Agosto 2011
HA pasado prácticamente inadvertida, para sorpresa mía, la reciente
encuesta de la Xunta que anunciaba el aumento del uso del gallego
entre la juventud. Habida cuenta del esfuerzo público para que esto
se consiga, habida cuenta del sacrificio en término de presupuestos,
libertades y derechos que la sociedad gallega ofrenda diariamente al
altar de la lengua, sorprende que estos datos no se hayan recibido
con mayor fanfarria. Probablemente, el galleguismo ha interiorizado
tanto la cultura de la queja, la protesta y el lamento que ha
olvidado cómo alegrarse.
Estos datos confirman algo que mis oídos sospechaban: cada vez
escuchaba a más gente joven intentando hablar en gallego. A manera
de hipótesis, creo que el movimiento contra la imposición
lingüística es parcialmente responsable de ello. Muchos defensores
de la mal llamada normalización consideraban que el resurgir del
gallego estaba garantizado gracias al sistema educativo y la
propaganda. Cuando constataron que existía una oposición hasta
entonces silenciosa, cuando cayeron en la cuenta de que no todo era
cuestión de tiempo sino también de posicionamiento personal, se
dijeron que ellos también tenían que intentar hablar gallego. A fin
de cuentas, les habían explicado en el colegio que tenían una patria
y una lengua perseguidas; los neofalantes, gentes anhelantes de
tribu y tierra, con un toque de credulidad y sumisión en sus almas,
decidieron al fin «comprometerse».
De este modo, uno pasea por las calles y se sorprende escuchando a
estos neofalantes de ciudad hablando una lengua que llamamos, con
más generosidad que exactitud, gallego. Un escéptico como yo no
puede menos que sonreírse al escucharles, esforzándose en su
neo-gallego con fonética del castellano, sintaxis del castellano,
expresiones y giros del castellano y unas cuantas palabras
diferenciadas. ¿Acaso es posible evitar la ironía cuando observamos
a una persona censurándose a sí misma, vigilándose para que de su
lengua no surja espontáneo el castellano familiar? Algunos
neofalantes hay, lo reconozco, que han conseguido dominar un gallego
bonito que gusta oír, pero siguen siendo exigua minoría.
Uno siempre ha sido tolerante con las locuras humanas. Todos tenemos
las nuestras. Por tanto, siempre he mirado con cierta ternura a
quienes aceptan mutilar sus capacidades expresivas por fidelidad a
los mitos nacionalistas. Vivimos en un mundo libre, para que cada
uno adopte su albedrío allí donde le pete, siempre y cuando, claro,
la libertad de los demás sea respetada.
Por eso, mientras el compromiso con el uso del gallego sea personal,
brotado de su propia voluntad, no puedo dejar de aplaudirlo. Si me
tienen en contra es solo por una cosa: porque suelen ser los mismos
que pretenden dictarme, a mí y a toda la sociedad gallega, en qué
lengua es normal que hablemos.
Apuntes veraniegos (y 4)
XAVIER PERICAY ABC Cataluña 28 Agosto 2011
1. LA sensación es de derribo. Poco a poco el Gobierno de la
Generalitat va laminando el Estado del Bienestar. Durante todo el
verano la comidilla de la prensa socialdemócrata catalana ha sido la
Renta Mínima de Inserción, o sea, los 420 euros mensuales que han
recibido hasta la fecha 34.000 ciudadanos para no caer, se supone,
en la mayor de las indigencias. Al parecer, muchos de esos 34.000
estaban lejos de merecer la ayuda. ¡Si hasta la cobraba el imán de
Lérida! Por no hablar de los miles de marroquíes que ni siquiera
residían en Cataluña. Aun así, el proceso de limpieza de la lista de
beneficiarios no está siendo todo lo ágil y efectivo que sería de
desear, por lo que no poca gente con derecho a recibir la prestación
todavía espera la del mes en curso. Claro que, para chapuzas, la
perpetrada por Sanidad en Viladecavalls, donde el cierre veraniego
del único ambulatorio existente ha llevado a tres médicos, cuatro
enfermeras y cuatro auxiliares a atender gratuitamente, en los
pasillos y salas de espera del centro clausurado, a los enfermos que
no pueden desplazarse al ambulatorio más cercano, situado a 40
minutos de la localidad. ¡Pobre Cataluña! Tanto soñar con un Estado
propio, y el día que este llegue, si llega, lo que ya no habrá es
bienestar.
2. Al ex presidente Pujol le preocupa sobremanera que PP y PSOE
acuerden reformar la Constitución para garantizar la estabilidad
presupuestaria. A su juicio, todo pacto entre los dos grandes
partidos nacionales es malo para Cataluña. A eso se le llama hablar
claro. Porque, teniendo en cuenta lo que significa para Pujol
Cataluña, no hay duda que todo pacto de este tipo ha de ser bueno
para España —incluyendo en ella, claro, lo que no sig<CW10>nifica
para Pujol Cataluña—. El ex presidente también ha dicho que prevé un
choque de trenes entre Cataluña y España, y que los catalanes deben
estar preparados. ¡Y pensar que en Madrid todavía hay quien le
considera un hombre de Estado!
Entrevista a Albert Boadella: 'No nos tiran
cócteles molotov, pero nos han convertido en muertos civiles en
Cataluña'
Els Joglars celebra sus 50 años como compañía recuperando 'El
Nacional' que se representará del 1 de septiembre al 13 de noviembre
en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid.
Raquel Quílez. Madrid www.elmundo.es 28 Agosto 2011
50 años de teatro a la espalda y Albert Boadella sigue haciendo
sangre. El fundador de Els Joglars, la compañía privada más longeva
del panorama patrio, aprovecha su último montaje -una reedición de
'El Nacional' que estrenó en 1993- para arremeter contra sus
fantasmas. En este caso, el catalanismo, que les ha convertido en
"muertos civiles en Cataluña", y las grandes estructuras teatrales
que se mantienen con dinero público. Y lo dice él, que ostenta el
cargo de director artístico de los Teatros del Canal de la Comunidad
de Madrid.
Boadella (Barcelona, 1943) sigue en plena forma. Desde que su
compañía empezase a hacer de las suyas en 1961, sus críticas al
poder le han valido "un consejo de guerra, cárcel, intentos de
atentando -'un día nos desmontaron las ruedas del coche para que nos
matásemos-, exilio y ahora, el autoexilio en Cataluña".
Contrapartidas que, asegura, siguen sufriendo por no aceptar ciertos
cánones.
"Cuando podíamos haber sido la gran compañía oficial catalana,
decidimos ponernos en oposición a esta idea y ser muy críticos con
el nacionalismo. Y cuando hemos visto que la generación progre había
entrado en terrenos muy sectarios y creía tener la verdad sobre
todo, no hemos dudado en cuestionarlo, yendo contra una parte muy
importante de nuestro público. ¡Y claro que sufrimos las
consecuencias! No son físicas, como antes, pero sí otras muy graves.
Por ejemplo, a nivel mediático, en Cataluña se ha producido una
erosión constante hacia el trabajo de Els Joglars. El catalán, que
era un mercado muy importante para nosotros, ahora no existe y las
consecuencias económicas para nuestra subsistencia han sido muy
duras. Así que no nos tiran cócteles molotov, pero nos han
convertido en muertos civiles en nuestra propia tierra. No les
interesamos porque no hacemos teatro en catalán. No nos quieren. Nos
han considerados traidores a la causa", afirma.
–¿Habéis sentido muchas veces que estabais al límite, que Els
Joglars no seguiría?
–"Ha habido momentos muy duros, a nivel político y económico. La
crisis actual nos ha afectado mucho. Las giras son cada vez más
complicadas, los ayuntamientos no pagan... Además, hemos tenido
siempre niveles muy bajos de ayuda pública -las subvenciones, del
Ministerio de Cultura en concepto de giras, sólo suponen el 7% del
presupuesto de la compañía- porque no la hemos exigido y porque las
administraciones no estaban dispuestos a dárnosla. Nos miran con
distancia porque no somos gente de fiar porque les podemos salir por
un sitio insospechado".
Críticas a los teatros públicos
Tan insospechado como que critiquen los teatros públicos cuando él
mismo es director artístico de uno, el del Canal, de la Comunidad de
Madrid. Y es que 'El Nacional, la obra musical que Joglars ha
elegido para conmemorar su 50 aniversario, ataca a las grandes
estructuras teatrales que "atentan contra la poesía del teatro".
"Los grandes teatros como el Real son de difícil mantenimiento en
las circunstancias actuales. Son estructuras demasiado grandes",
dice Boadella.
–¿Cómo se va a tomar esto Esperanza Aguirre, presidenta de la
Comunidad y su jefa en Canal?
–"En mi sueldo no va incluida la libertad de expresión. Esperanza
Aguirre sabía lo que yo valoro la libertad de expresión cuando me
contrató, y si no le gustase, no lo habría hecho. Esto es una
crítica a los grandes teatros de ópera que se comen el 90% de los
presupuestos escénicos, una crítica a los teatros públicos, pero una
cosa no quita la otra. Sería masoquista si yo fuese director del
Real, pero en el caso del Canal se puede compaginar bien porque es
un teatro con presupuesto bajo, muy austero. Es un ejemplo de teatro
público, con las obras que gustan al contribuyente, que es el que
paga la programación. Y yo, que he sufrido el sectarismo en los
teatros públicos españoles, que nos han vetado muchas veces, he
intentado hacer un teatro distinto".
En este 50 aniversario, Boadella reconoce que a veces añora el
pasado: "En el 61 la gente iba al teatro como el que iba a misa. Uno
a veces siente nostalgia de ese público tan apasionado y tan
feligrés, que venía a verte buscando un mensaje transgresor que le
alimentaba espiritualmente durante un mes". Y reconoce que los años
van pesando: "Para una forma de dirigir como la mía, es muy cansado.
Ensayo bien por las mañanas y mal por las tardes, antes aguantaba 10
ó 12 horas sin darme cuenta y ya no. En la forma en que yo trabajo
estoy ya en una cuenta atrás". Cuenta atrás en la que, parece, no
pierden fuerza las críticas.
'El Nacional', mezcla de teatro y ópera, cuenta la historia de Don
José, el anciano acomodador del que fue Teatro Nacional de Ópera,
hoy en estado de ruina debido a la crisis, que asume la misión de
resucitar y renovar el arte lírico entre los restos del coliseo.
Para ello, y ayudado por la mujer de la limpieza, adiestra un grupo
de indigentes para representar Rigoletto. Del 1 de septiembre al 13
de noviembre en el Nuevo Teatro Alcalá.
Heribert Barrera: por la boca muere el pez
nacionalista y racista
Toda su vida la dedicó a ultrajar a la nación española y al ser
humano
www.lavozlibre.com 28 Agosto 2011
Madrid.- La muerte de Heribert Barrera, líder histórico de Esquerra
Republicana de Cataluya (ERC) ha generado una oledada de
declaraciones de elogios provenientes de los nacionalistas de las
distintas formaciones de esa y de otras regiones. También de los
socialistas. Sin embargo, ninguno hace referencia al marcado perfil
ultra del individuo fallecido, cuya vida la dedicó a ofender y
ultrajar a la nación española, a sus ciudadanos y al ser humano,
condicionando el trato al origen de nacimiento.
Estas son algunas de las declaraciones realizadas por Heribert
Barrera a lo largo de su vida y recopiladas por el blog común
Heterodoxias.es, de Juan Carlos Girauta, Cristina Losada y José
García Domínguez:
“A Amèrica els negres tenen un Coeficient Intel•lectual inferior als
blancs” (En América los negros tienen un coeficiente intelectual
inferior a los blancos).
“S’hauria d’esterilitzar als dèbils mentals d’origen genètic” (Se
debería esterilizar a los débiles mentales de origen genético).
“Es més important salvar Catalunya que la democràcia” (Es más
importante salvar Cataluña que la democracia).
“La immigració es la principal amenaça de Catalunya, varem
aconseguir superar les onades d’andalusos, però ara el català està
en perill. A mi m’agradaria una Catalunya com la de la República:
sense immigrants” (La inmigración es la principal amenaza de
Cataluña, conseguimos superar la oleada de andaluces, pero ahora el
catalán está en peligro. A mí me gustaría una Cataluña como la de la
República: sin inmigrantes).
“Ningú em convencerà que és millor una Rambla amb gent mestissa que
una on tan sols hi passegi gent de la raça blanca” (Nadie me
convencerá que es mejor una Rambla con gente mestiza que una donde
tan sólo pasee gente de la raza blanca).
“Quan Haider diu que hi ha masses immigrants, no és racista, diu la
veritat” (Cuando Haider [líder ultraderechista auastriaco
fallecido]dice que hay masas inmigrantes, no es racista, dice la
verdad).
“No estic en contra de la pena de mort: s’hauria d’obrir aquest
debat” (No estoy en contra de la pena de muerte: se tendría que
abrir este debate).
“Em mereix més respecte un assassí d’ETA que un delinqüent comú, ja
que l’etarra mata per conviccions nobles, no per diners” (Me merece
más respeto un asesino de ETA que un delincuente común, puesto que
el etarra mata por convicciones nobles, no por dinero).
“Les onades migratòries son un pla per descatalanitzar Catalunya”
(Las oleadas migratorias son un plan para descatalanizar Cataluña).
“La solució per l’atur es expulsar els immigrants que ens roben el
treball” (La solución al paro es expulsar a los inmigrantes que nos
roban el trabajo).
“Jo no sóc racista ni xenòfob” (Yo no soy racista ni xenófobo).
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