Es el gasto público, estúpido
Alejandro Inurrieta www.vozpopuli.com 7 Noviembre 2012
La realidad económica está demostrando que, ante una grave crisis
financiera que ha desembocado en una profunda recesión en una gran
parte de las economías desarrolladas, los instrumentos clásicos no
operan en la dirección adecuada.
Por un lado, los principales Bancos Centrales están inundando de
liquidez las instituciones financieras, con la esperanza que éstas
restituyan el canal del crédito y así poder recomponer la maltrecha
demanda interna de una gran mayoría de economías. Esta liquidez se
está depositando en forma de reservas en el propio BCE, en el caso
de la UE, y se está traduciendo en compras masivas de bonos al otro
lado del Atlántico. Los resultados de esta gran expansión monetaria
se pueden cuantificar y lo único que están generando es una nueva
burbuja financiera, en el caso de la bolsa americana, cuyo único
objetivo es sostener al dólar mediante lo que se denomina carry
trade de divisas. Por eso, pedir que el BCE compre masivamente bonos
no es, ni mucho menos, una solución, pues solo se está trasladando
el riesgo hacia el BCE, sin que eso asegure que el canal del crédito
se recupere.
No es tiempo de política monetaria
La política monetaria es irrelevante en estos momentos del ciclo, lo
mismo que la compra masiva de bonos. Una vez que la política
monetaria ha fracasado, toca preguntarse por qué. La respuesta es
sencilla. Cuando las economías domésticas y empresariales tienen los
balances colapsados por un exceso de deuda privada, la liquidez
adicional y el apetito de riesgo que supone un endeudamiento
adicional, resulta irrelevante, por lo que el canal de crédito se
colapsa y las empresas y las propias entidades financieras dejan de
financiarse en los mercados mayoristas. El resultado es que la
velocidad de circulación del dinero disminuye y la demanda de
crédito se contrae, agudizada en la zona euro, salvo en Alemania y
Francia, por costes de financiación elevados.
Con estas premisas, nos quedaría la política fiscal y la
presupuestaria para poder encarar la travesía de la enorme recesión
que se avecina para un buen número de países. Las opciones son
claras, en una coyuntura de sobreendeudamiento privado, que se
traduce en deuda pública por la vía de los estabilizadores
automáticos y también por la mala praxis en solucionar la crisis
financiera, sólo la política fiscal expansiva y la reestructuración
de la deuda pueden paliar y ayudar a superar el ciclo manteniendo la
actividad, el empleo y la cohesión social. Las opciones llevadas a
cabo por los dos grandes bloques económicos explican las diferencias
de crecimiento. Por un lado, la UE ha optado por deprimir el ciclo
mediante políticas fiscales contractivas, movida por la
preponderancia de políticas de oferta, de corte neoclásicas, a todas
luces erróneas y fracasadas. La Zona Euro en su conjunto está
experimentando desde abril 2011 una importante disminución en el
momentum económico, tal como recoge el indicador adelantado de la
OCDE. Todos los países clave pierden momentum, especialmente
Alemania, que registra en los últimos meses junto con Rusia e Italia
la mayor caída en variación de todos los países de la OCDE. Francia
registra descensos más suaves.
Riesgo de crisis social
Solo la política fiscal expansiva nos permitirá desapalancarnos sin
caer en una profunda recesión económica profunda y una gran crisis
social. En el otro extremo, está EE.UU. y también Reino Unido.
Estados Unidos, que registró un incremento intertrimestral
anualizado del +2,0% en el III trimestre de 2012, dentro de las
estimaciones del mercado. La razón hay que buscarla en la fuerte
contribución del consumo e inversión pública, que aportó +0,71% al
crecimiento. Dicho de otra manera, sin el gobierno la velocidad de
crucero de la economía americana se situaría alrededor del 1%. Así
mismo, el empleo continuó su expansión y en conjunto, la economía
americana encadenó 17 trimestres consecutivos de crecimiento
positivo, fruto del impacto que ha tenido la inyección de renta en
los percentiles de renta más bajos y la expansión del gasto público,
algo que también ha implementado Reino Unido, al margen de los
Juegos Olímpicos. Gracias a este mantenimiento del empleo y
crecimiento, la economía americana ha podido desapalancarse casi 20
p.p sbre PIB. en los últimos seis años, es la única manera. El
siguiente paso será la restructuración de deuda. Si el nuevo
presidente de EE.UU. no consolida la inyección de renta en los
percentiles de renta más bajos, EE.UU. podría entrar en una espiral
recesivo igual o peor a la UE. Todo esto con una déficit público del
10% del PIB y un volumen de deuda cercano al 100% del PIB.
El ejemplo norteamericano es clave para entender por qué la política
fiscal es la única opción para solventar la crisis de endeudamiento.
En suma, si no aprendemos y modificamos la política económica, parte
de la UE va a sufrir enormemente la miopía de las clases dominantes
en la UE. Atentos.
Intransigente con Madrid, pusilánime con
los nacionalistas
EDITORIAL Libertad Digital 7 Noviembre 2012
"No se puede pagar dos veces por lo mismo". Una afirmación como ésta
–hecha por los representantes socialistas hace escasos siete meses
para oponerse al anuncio de la ministra de Sanidad, Ana Mato, de
introducir el llamado copago farmacéutico– ha vuelto a ser escuchada
este martes. Sólo que ahora la ha pronunciado el presidente del
Gobierno, Mariano Rajoy, y para oponerse tajantemente a una medida
–la de reclamar un euro por receta– aplicada por su propio partido
en la Comunidad de Madrid.
Evidentemente, la necesidad de combinar un pequeño cobro fijo de un
euro por receta con el plan de la ministra de Sanidad de que el
copago vaya en función de la renta, por mucho que no sea
contradictorio en sí mismo, requerirá de ajustes y de diálogo entre
el Gobierno autonómico y el Gobierno central; diálogo al que el
presidente madrileño, Ignacio González, ya se ha mostrado totalmente
dispuesto. Pero rechazar de plano esta medida, tal y como ha hecho
Rajoy, amenazando incluso al Gobierno autonómico de Madrid con
recurrir ante el Tribunal Constitucional en caso de que no la
retire, implica algo más que el error de no ver que ambas medidas
son conciliables y de que ambas tratan de lograr un ahorro para las
arcas públicas mediante la disuasión del exceso de demanda que
conlleva todo bien aparentemente gratuito: delata la inquina de
Rajoy hacia un Gobierno autonómico de su propio partido comprometido
con la reducción del gasto y del déficit públicos, lo que contrasta
con su pusilanimidad ante Gobiernos nacionalistas que, como el
catalán, no sólo amenazan la unidad de la nación con referendos
secesionistas, sino que además se caracterizan por su ruinoso y
desbocado gasto público.
Puestos a hablar de las balanzas fiscales, a las que tan
engañosamente recurren los nacionalistas, podemos afirmar sin trampa
alguna que la Comunidad de Madrid es la que más aporta y menos
recibe de la Administración central. Para colmo, el Estado le debe
1.000 millones de euros, cuyo ingreso Rajoy retrasa sine die. Pese a
ello, la Comunidad de Madrid es una de las que más está cumpliendo
los objetivos de reducción del déficit, y sin haber solicitado un
solo euro al Fondo de Liquidez Autonómico, cuyos fondos Rajoy acaba
de aumentar de 18.000 a 30.000 millones de euros, para desgracia del
contribuyente y para que los manirrotos gobernantes autonómicos
puedan seguir gastando a calzón quitado.
Estamos convencidos de que el Gobierno de Ignacio González
renunciaría gustoso a esta impopular medida de cobrar un euro por
receta si el Gobierno de Rajoy le abonara los 1.000 millones de
euros que le adeuda.
Finalmente, no podemos dejarnos en el tintero el hecho de que el
Gobierno nacionalista de Mas introdujo hace ya tiempo el euro por
receta, sin que hasta la fecha el Gobierno de Rajoy anunciara
recurso alguno ante el Constitucional. Eso, por no hablar de los
330.000 euros que el Ejecutivo de Rajoy va a destinar a un sistema
de traducción que permita a los senadores españoles entenderse sin
tener que hablar en español.
Desengañémonos. Del Gobierno de Rajoy no se puede esperar que se
comporte como lo haría el antiguo Partido Popular.
El tarambana federal
JESÚS LAÍNZ EL DIARIO MONTAÑÉS 7 Noviembre 2012
Ante el envite separatista catalán, el socialismo español vuelve a
demostrar ese trastorno de personalidad, único en las izquierdas
europeas, consistente en sentir repugnada por la nación a la que
aspira a gobernar. Mientras que en la trinchera separatista los
matices ideológicos quedan orillados ante el superior interés
'nacional', el PSOE demuestra de nuevo su horror a que le equiparen
con otros partidos en la firme defensa de la nación española.
Por eso, y sobre todo para no perder en Cataluña el voto de la
charnegada, vuelve el PSOE a intentar equilibrismos entre España y
el separatismo. De ahí la repentina insistencia con el Estado
federal. Pero, ¿un Estado Federal no es aquel cuyas competencias
están repartidas entre un Estado central que se encarga de las
tareas comunes y unas entidades regionales que se encargan de las
relativas a su ámbito directo? ¿No es España ya un Estado federal?
Mientras que en los países racionales el federalismo es un criterio
organizativo dirigido a la unión de entidades previamente separadas
(excolonias inglesas, reinos alemanes, cantones suizos, etc.), los
izquierdistas de nuestra irracional España lo conciben como otro
paso hacia la centrifugación. Además, en el mundo hay muchos Estados
federales más centralistas que nuestro Estado autonómico.
Precisamente un catalán, Josep Pla, advirtió en 1931 sobre la
tontería federal de la izquierda española: «No hay nada tan
divertido como los federales españoles. Se llaman federales para dar
a entender tan solo que son más radicales que los republicanos y los
socialistas. En una palabra, están dispuestos a que todos sepan que
son los más terribles en cada momento. Lo cierto es que, en España,
cuando alguien ha salido algo tarambana, le basta y le sobra con
llamarse a sí mismo federal para que lo tomen por lo que no es».
Repensar el Estado o destruirlo
Tomás-Ramón Fernández Rodríguez. El Mundo 7 Noviembre 2012
(Via http://elcomentario.tv/reggio)
Repensar el Estado o destruirlo es el subtítulo -y también la
conclusión- del Informe sobre España que ha escrito con la
brillantez y el rigor en él habituales el profesor complutense
Santiago Muñoz Machado.
Somos una aplastante mayoría que crece día a día y se aproxima ya a
la unanimidad (un 93%, según el barómetro de Metroscopia del 7 de
octubre, es partidario de una reforma profunda -49%- o parcial -44%-
de la Constitución) los que creemos que ha llegado el momento de
plantearnos seriamente el problema del Estado de las Autonomías y de
su imprescindible reforma si no queremos que el Estado a secas
termine destruido o, incluso peor, podrido hasta los tuétanos.
Muñoz Machado no se ha limitado, sin embargo, a afirmarlo a priori,
a impulsos como tantos otros de una intuición estimulada por los
acontecimientos cotidianos que rozan muchas veces y en algunas
ocasiones rebasan incluso lo esperpéntico, sino que, poniendo la
razón jurídica por encima de esos impulsos, ha elaborado un análisis
profundo y preciso de la situación, partiendo de sus orígenes y
poniendo el foco en los defectos técnicos de la obra y en los
errores, abusos y desfallecimientos de sus múltiples intérpretes que
nos han traído hasta aquí.
Un análisis que ha procurado -y conseguido- «superar los oscuros
dominios del lenguaje técnico» para ser asequible a cualquier lector
culto, pero sin renunciar al rigor imprescindible si no se quiere
terminar sepultado por la avalancha de opiniones improvisadas que,
con buena fe muchas veces y sin ella otras, se nos vienen encima en
estas críticas -sí, críticas, lo subrayo- circunstancias que nos ha
tocado vivir.
Algunos de los defectos y errores que el libro analiza son
perceptibles inictooculi sin esfuerzo alguno. Es el caso de «la
multiplicación arbitraria de los organismos públicos» o, incluso, el
de la ruptura de la necesaria unidad de mercado que resulta de la
repetición mimética de normas y técnicas de intervención por las
Comunidades Autónomas, que yo denuncié hace ya unos años en estas
páginas utilizando el ejemplo de las tauroautonomías, esto es, de la
proliferación, auténticamente grotesca, de reglamentos taurinos.
Hay otros, en cambio, que no lo son tanto y que importa mucho que
sean conocidos y, por lo tanto, explicados, bien explicados, como
aquí lo son.
Importa, en efecto, saber en qué consistió el error originario, que
el autor cifra «en reproducir las soluciones de 1931 sin más
valoraciones ni enmiendas», es decir, en renunciar a regular en la
propia Constitución la deseada descentralización del poder, en
fiarlo todo al libre juego del principio dispositivo, del que podía
resultar cualquier cosa, tanto un Estado pluriforme y como tal
inmanejable, como esto que hemos dado en llamar Estado de las
Autonomías, cuyas piezas han terminado siendo 17, como podían haber
sido ocho, 14 o 21. Nadie lo decidió así de antemano, nadie lo
«inventó». Surgió por las buenas, como un subproducto de la dinámica
política de la Transición, en la que había que sacrificarlo todo al
consenso, que era, ciertamente, imprescindible para salir
pacíficamente de una larga dictadura y emprender el camino de la
democracia que los españoles del momento conocíamos sólo de
referencias porque no habíamos tenido nunca oportunidad de vivirla.
Importa también saber que los tan traídos y llevados «hechos
diferenciales» en los que abusivamente se encaraman algunos con el
propósito de llevarse la porción más grande del pastel son realmente
ilocalizables, excepción hecha, claro está, de las lenguas,
solemnemente reconocidas en el pórtico mismo de la Constitución.
Importa saber igualmente con la necesaria precisión hasta qué punto
resultan inextricables el reparto competencial entre el Estado y las
comunidades autónomas y la maraña legislativa resultante de la
actividad de 18 legisladores compulsivos, exceso éste que contrasta
llamativamente con la carencia de las técnicas necesarias para
asegurar la ejecución de la legislación estatal, que se ha hecho
visible dramáticamente con la crisis económica en la que
sin-vivimos.
E importa saber, en fin, el papel que en todo ello ha jugado el
Tribunal Constitucional con sus desfallecimientos. El autor es aquí
muy crítico pero, a mi juicio, se ha quedado corto o, dicho de otro
modo, ha sido demasiado deferente con la deferencia (la redundancia
es deliberada) que «el supremo intérprete de la Constitución» ha
mostrado no sólo con el legislador estatal, sino también y sobre
todo con las comunidades autónomas, víctima de un síndrome
autonomista que les ha llevado, no sólo a él sino a la mayoría de
los actores (y de los autores que les han coreado) de la política de
estos decenios a la identificación subconsciente de autonomía y
descentralización con progresismo en una suerte de respuesta refleja
a la precedente identificación de dictadura y centralismo.
El análisis impecable se acompaña, como era obligado, de una
exploración de los posibles remedios a los errores, defectos y
abusos detectados a lo largo de cada uno de los capítulos. No hay
una propuesta final, ya que en las primeras páginas del libro se
afirma que la crisis constitucional en la que nos hallamos «ha
convertido la reforma en indispensable», de modo que «o la
Constitución se arregla… o puede producirse una seria debacle en un
futuro inmediato».
Consciente de la necesidad de un pacto entre los dos grandes
partidos y de la dificultad de alcanzarlo para poder realizar esa
reforma, el autor se esfuerza en apurar las posibilidades de
arreglar la organización y funcionamiento del Estado de las
Autonomías utilizando la legislación orgánica y ordinaria y no duda
en afirmar que su tesis «es que una reforma importante de la
situación establecida puede llevarse a efecto por dicha vía».
Esta actitud pragmática otorga al libro un plus porque asegura su
utilidad en escenarios muy diferentes, lo que resulta importante en
tiempos en los que la incertidumbre es la nota dominante.
Yo soy menos posibilista. Es mejor, como dice el refrán, ponerse una
vez colorado que cien amarillo. Las reformas legislativas son, en
principio, un poco más fáciles en teoría porque podría hacerlas sólo
el partido en el Gobierno, pero tendrían que ser muchas, se
dilatarían demasiado en el tiempo y tendrían enfrente a todos los
demás sin excepción alguna. A pesar del consejo ignaciano, que el
Gobierno parece seguir, creo que nunca vamos a encontrar un momento
mejor que éste para reformar a fondo la estructura del Estado, no
para liquidar el Estado de las Autonomías, porque es indiscutible
que en estos 30 años ha echado raíces, pero sí para racionalizarlo y
para poner en él el orden que le ha faltado, porque surgió
desordenadamente, creció a empellones y amenaza con venirse abajo y
sepultarnos bajo sus ruinas.
Existe una coincidencia sustancial en este sentido, que tiene
simplemente que superar el fetichismo federalista de una izquierda
poco segura de sí misma que no termina de darse cuenta de que ha
perdido la posición de privilegio que un día tuvo (el PSOE fue la
primera fuerza política en el País Vasco en las primeras elecciones
de 1977, ¿lo recuerdan?) entre otras cosas por ser o parecer más
nacionalista que los nacionalistas en lugar de hacer una política de
izquierdas con el consiguiente abandono de su clientela natural (el
ejemplo del PSC es en este punto patético).
Los federalistas, los inmovilistas y los separatistas encontrarán en
el epílogo del libro una respuesta adecuada para los fantasmas que
pueblan sus sueños. A partir de ahora ya no hay excusas para la
inacción: basta leer este libro para saber lo que hay que hacer.
Tomás-Ramón Fernández Rodríguez es catedrático de Derecho
Administrativo en la Universidad Complutense de Madrid.
Elecciones en EEUU
Adiós América
Rafael L Bardají Libertad Digital 7 Noviembre 2012
Enhorabuena a los suicidas de todos los colores y condición: Obama
ha vuelto a ganar. Para los progresistas, esos de las alineaciones
cósmicas, era lo justo y necesario; sorprendentemente, para los de
centro reformista y para el Gobierno español, también. Los primeros,
porque se identifican con un líder político que basa su gestión en
más impuestos, más gasto social y más deuda, que es lo que le pone a
la izquierda; los segundos, porque creen, erróneamente, que Obama va
a ayudar a Rajoy para superar la negativa de Merkel a flexibilizar
las ayudas a España. El cortoplacismo no les deja ver el bosque,
pues lo cierto es que Obama supone un grave riesgo para la
prosperidad y la seguridad de todos los españoles, catalanes
incluidos.
De manera inmediata, los resultados electorales, que suponen una
reválida para el presidente demócrata y refuerzan la mayoría
republicana en el Congreso, con conservadores fiscales próximos al
Tea Party, hace pensar que una salida pactada a eso que se ha
llamado el precipicio fiscal sea impensable de aquí a final de año,
cuando la Ley de Control Presupuestario entre finalmente en vigor,
con sus drásticos recortes del gasto y de los ingresos por IRPF.
Es más, aunque el Congreso llegara a un entendimiento con la Casa
Blanca al respecto, aplazando o limitando los recortes, y por tanto
su impacto en la subsidiada economía americana, todo apunta a que
Obama elegirá reducir los gastos militares para poder pagar sus
programas sociales. De mantenerse los términos actuales, esto
supondría una caída del 50% del presupuesto del Pentágono en los
próximos años. A Obama no le importa porque en su plan entra una
drástica reducción de la presencia militar americana en todo el
mundo, pero el vacío que piensa dejar sí que preocupa, y mucho, a
quienes han sido sus aliados en el Golfo y en el Pacífico, y nos
debiera preocupar también a los europeos.
Sea como fuere, si la economía americana pierde sus brotes verdes,
prisionera del déficit y la abultadísima deuda a resultas de la
imposición legal de la austeridad fiscal en el 2013, no será una
buena noticia para nadie. Y menos para quienes confiamos en que su
rápida recuperación sirva de locomotora global. Los economistas del
Servicio de Investigación del Congreso (CRS) preven que Estados
Unidos entre en recesión y que, si el problema no se resuelve
durante el primer semestre del año que viene, se degrade la
calificación de su deuda pública, con el riesgo de que los
inversores extranjeros comiencen a abandonarlo. Este escenario es
más probable con Obama como presidente que si hubiera ganado Romney,
y la idea de que un dólar débil como consecuencia de la dinámica
interna es más beneficioso para la España del euro no tiene en
cuenta el cataclismo global que significaría la crisis de la deuda
norteamericana y la caída de la confianza en el país.
En segundo lugar, Obama tiene otros cuatro años por delante para
materializar su giro estratégico en materia exterior, del Atlántico
al Pacífico. Es China, no Europa, lo que le importa, y su compromiso
con la estabilidad del mundo pasará, como ya pasa de hecho, por la
robotización de las actividades militares americanas. Esto es, por
golpear y matar sin apenas presencia humana. El plan de drones de la
Casa Blanca no tiene nada que envidiar a Terminator. Si durante su
primer mandato el más europeo de todos los presidentes americanos ha
sido también el menos interesado por Europa y el menos volcado en
alimentar las buenas relaciones con sus, hasta ahora, principales
aliados, nada hace pensar que en el segundo vaya a cambiar. Al
contrario. Cierto, en España podemos celebrar que tiene interés en
que no le fastidiemos su política económica, o, sobre todo, que el
Pentágono nos tenga en su mapa y encuentre positivo tener sus
destructores con sistemas antimisiles balísticos en la base de Rota.
Pero es poco agradable retrotraernos a la relación estratégica que
inauguró Franco con Eisenhower, allá por 1953, por mucho que ahora
las bases sean plenamente españolas. Aunque a la Armada le vaya bien
con este acuerdo, al país creo que no.
En fin, la política de "liderazgo desde detrás", ejercido con
fruición por Obama, ha logrado dejar patas arriba todo el mundo
árabe y musulmán. Las promesas de la llamada primavera árabe y el
respaldo del presidente americano a las alternativas a los
dictadores en esa zona del mundo han acabado en frustración, con una
ola de islamismo creciente desde Marruecos a Afganistán, con Libia
convertida en Estado fallido y despensa de armas para Al Qaeda en el
Magreb, Egipto en manos de los Hermanos Musulmanes, Siria sumida en
una espiral de caos y violencia y foco de salmistas y terroristas,
Líbano a punto de estallar, Jordania bajo presión, Yemen como el
país más peligroso del mundo, Bahrein ocupado por Arabia Saudí e
Irán a punto de poder fabricar su primera bomba atómica. La
inclinación natural del presidente norteamericano a apoyar a los
islamistas moderados debería ser un punto de preocupación para
España, al fin y al cabo a tan solo 14 kilómetros de un Marruecos
crecientemente inestable, con una Argelia donde cualquier cosa puede
producirse y un Mali fuera de todo control.
La crisis económica y la retirada selectiva del mundo esconde un
declive mucho más profundo y amenazador para el futuro de América y
de todo el mundo libre. Nada más arrancar el primer mandato de
Obama, en enero de 2009, uno de sus asesores me dijo: "Rafael, lo
que el presidente quiere es que América sea un país normal". En el
ascensor, camino de la salida de su despacho, tuve tiempo para
replicarle:
Si lo entiendo. Entiendo que aspire a tener cinco semanas de
vacaciones pagadas en verano, más 18 o 20 días festivos
desperdigados por todo el año; a poder visitar excelentes museos en
cualquier ciudad, por grande o pequeña que sea, de París a León; a
gastarse el dinero público en programas sociales y subsidios en vez
de en seguridad... Pero si los europeos hemos podido hacer todo eso
ha sido gracias a que Estados Unidos ha pagado por ello, con el Plan
Marshall, con el estacionamiento de 300.000 soldados en suelo
europeo durante 60 años, asumiendo el coste de una estrategia y una
infraestructura nuclear y convencional, etc. ¿Quién va a pagar todo
eso ahora? ¿China, Arabia Saudí?
Obama ha logrado en sus cuatro primeros años provocar un giro
crucial, de una sociedad basada en la libertad individual, la
innovación, el riesgo personal a otra donde una mayoría espera que
Papá Estado sea el garante de sus derechos y de su bienestar. En ese
sentido, mi amigo tenía razón, Obama ha acercado América a Europa.
Lástima que las sociedades subsidiadas, como las que se parecen a la
América que quiere Obama, acaben por estallar.
Los americanos podían haber elegido ayer luchar contra el declive o
abrazarlo. Y han optado por lo segundo. Es comprensible, pues
ejercer de líder desgasta y conlleva un alto precio. Pero su voto no
puede ser motivo de alegría más que para quienes no ven más allá de
su ombligo. Obama significa menos América justo cuando lo que
necesitamos es todo lo contrario.
Del discurso de Obama a la fuga de Rajoy
Pablo Sebastián www.republica.com 7 Noviembre 2012
De la noche electoral americana, además de la clara victoria de
Barack Obama, conviene resaltar y releer -el Gobierno y la clase
política española deberían hacerlo
(http://www.republica.com/2012/11/07/discurso-de-barack-obama-para-agradecer-su-reeleccion_573325/)-
el discurso del presidente electo de Estados Unidos que es una pieza
política de primer nivel que prueba dos cosas: la categoría del
presidente y la calidad de su “estado mayor”. Además Obama lo
interpretó como un gran actor que es con lo que su alocución, o su
discurso de la victoria, le quedó redondo porque engarzó, como si de
un precioso collar de perlas se tratara, el patriotismo nacional, la
unidad del país, los problemas económicos y los cotidianos de los
ciudadanos, la democracia, la paz y el prestigio de la política.
Todo eso de lo que no se habla en España, y todo eso de lo que no
dijo nada Romney en la noche de su derrota porque como confesó el
republicano no tenía discurso para esa situación -su predecesor
frente a Obama, McCain, sí que lo tenía y excelente, por cierto.
Pero Obama si tenía discurso: el discurso de la política que es tan
necesario es en estos tiempos de crisis general en los que algunos
gobernantes y dirigentes públicos optan por huir y no dar la cara
porque tienen poco bueno que decir y porque no tienen quien les
escriba algo lucido, sentido, épico y verdadero. Y eso es lo que,
entre otras, cosas, ocurre día en el palacio de la Moncloa sobre la
crisis económica, la relación con la UE y los rescates, o sobre los
desafíos independentistas de Artur Mas.
El presidente Rajoy se conforma con su pretendida astucia de ser el
dominador de los tiempos y, de momento, solo pretende llegar a
finales de año sin tocar las teclas de los rescates de la UE para
que no le suban la factura del déficit del Estado, a ver si la
señora Merkel se apiada de España ahora que el presidente del BCE,
Mario Draghi, ha dicho a los alemanes que el rebote de la crisis
está llegando a Berlín porque todos estamos en el mismo barco del
euro y al final las vías de agua acaban inundando todos los
camarotes.
La fuga hacia delante de Rajoy es ficticia y peligrosa porque, para
evitar la mala fama política de los rescates y el fracaso que para
él significan esas peticiones de ayudas a la UE, solo consigue ganar
algo de tiempo, pero no se logra un remanso de estabilidad para la
deuda española, que crece a gran velocidad. Y además empieza a poner
en alerta a los mercados que se están cansando de todo este disimulo
y que acaban de comprobar, en las cifras de la Comisión sobre
España, que nuestro país no tiene más salida que el rescate y de ahí
la nueva subida de la prima de riesgo y el batacazo de la Bolsa del
día de ayer. Luego vuelven las turbulencias y regresa la inquietud.
Y todo ello se adorna o se complica con la ausencia flagrante del
presidente Rajoy del Parlamento y opinión pública y por la falta de
un discurso político claro, firme y en pos de la unidad nacional
donde el presidente diga de una vez hacia dónde va y a donde nos
lleva. Y si Rajoy no lo dice es porque o no sabe hacia dónde va, o
porque nos conduce a un lugar o por un sendero inconfesable que no
nos va a gustar a los ciudadanos de a pie.
Es cierto que Rajoy tiene una hoja de ruta con un solo objetivo:
recortar el déficit, y poco más, para seguir en el euro y darle a
Merkel la razón y el ejemplo de la España “seria” que cumple con la
UE. Pero ese solo camino, sin la política, sin la unidad nacional y
sin signos de crecimiento y recuperación nos lleva hacia una crisis
de inanición y agotamiento del enfermo español. Y, al final, como
está ocurriendo con la recaudación de impuestos al caer el consumo y
la actividad económica el Estado no recibe el dinero esperado y
tiene que financiarse fuera con intereses excesivos, lo que nos
retrotrae a la mala situación anterior, a mas paro y a mas recesión
por mas que se haya limpiado mucho gasto y ajustado otro tanto, lo
que conlleva el aumento de la tensión social.
Y aún se quejan los políticos de la mala fama de la clase política y
del desapego de la sociedad a esta casta profesional donde hay un
poco de todo como en botica, y donde algunos gobernantes dan la
impresión de que van al gobierno a aprender. Véase la patochada
incomprensible y de la nada que dijo ayer la vicepresidenta Sáenz de
Santamaría sobre la victoria de Obama, o los disparates de Mas o los
retruécanos de Rubalcaba, o los silencios de Rajoy. Cuando falla la
calidad de los gobernantes y dirigentes y la de sus equipos y
desaparece la cultura del diálogo, y se gobierna por decreto y sin
mediar explicación o pacto alguno, y cuando no hay ideas ni un
horizonte claro y definido, el país entra en la vía muerta de la
incertidumbre y la desesperación. Y en ella estamos a la espera de
un tiempo mejor. Obama dijo en la noche del martes a los suyos que
“lo mejor está por llegar”, mientras que en España todavía no
sabemos si ya ha pasado lo peor.
******************* Sección "bilingüe"
***********************
Las trampas de Artur Mas
Manuel Romero www.lavozlibre.com 7 Noviembre 2012
Periodista y director de La Voz Libre
Del cúmulo de iniciativas emprendidas por la Generalitat de Cataluña
y por Convergència i Unió para arropar a su presidente, Artur Mas,
destacan aquellas cuyo objetivo principal es convertirlas en
titulares con el ruido de la hojarasca que arrastra su lanzamiento.
Vacuas, sin consistencia, acompañadas de toda la retórica formal del
nacionalismo de grandes palabras pervertidas para la propaganda más
goebbeliana, tienen como propósito presentar una realidad ficticia,
cuyo destino es dejar constancia en los anales de la Historia,
confiados de que nadie los juzgará por estafa ideológica,
argumentativa o informativa. Quien con lo simple es capaz de armar
una mentira, no se contendrá en alcanzar la quimera prostituyendo
todo un proceso.
Los titulares que ahora mismo conforman la portada de LA VOZ LIBRE
expresan ejemplos del decorado de cartón piedra que los
nacionalistas catalanes han construido en las tres últimas décadas
sin preocupación de ser desenmascarados.
Pasen y vean el mundo virtual del que surge ese relativismo al
servicio de la perversión más abyecta que configura un estado de
cosas inexistente.
Titular 1: Montan un Cataluña-España de críquet con menores
paquistaníes y lo llaman partido internacional
A primera hora de la mañana descubríamos que la página web de la
Plataforma pro Selecciones Deportivas Catalanas, un ente creado por,
para y con dinero de la Generalitat de Cataluña, difundía como hito
histórico en las redes sociales que una veintena de menores
paquistaníes, indios y bangladesíes, residentes en Cataluña y en la
Comunidad Valenciana, familiares y amigos entre sí, habían celebrado
un encuentro de críquet, que la Plataforma nacionalista había
convertido en partido internacional ‘Cataluña-España’, con
sobreimpresión de rótulo y banderas en el vídeo que habría de dar
testimonio del acontecimiento en Internet.
La falsedad no es una anécdota. Tiene como fin justificar las
subvenciones millonarias que emplean para conseguir montar
encuentros internacionales de este tipo (a ser posible contra
España), y atestiguar luego en foros y organismos internacionales
que Cataluña arrastra una larga experiencia de presencia mundial
como selección.
Titular 2: ERC dice que los catalanes seguirían en la UE porque
'mantendrían la nacionalidad española'
En la carrera por relevos que CiU está cubriendo con Esquerra
Republicana de Cataluña, envolver el paquete secesionista con papel
azul y estrellas se ha convertido en una obsesión tan angustiosa que
los nacionalistas evacuan propuestas. Oriol Junqueras puede emitir
tal cantidad al día, que es imposible seguirle informativamente. A
la vez, emplea argumentos basados en verdades, medias verdades y
mentiras, de forma que aparezcan como un torbellino en el que no se
distingue el verdadero ideario de su formación:si marxista-leninista
o fascio-facinerosa al servicio del capital. Que un republicano
nacionalista contemple que para lograr su objetivo ha de asegurar
que Cataluña no sea expulsada de la Unión Europea en el momento de
la secesión, entra dentro de la lógica. Pero que para mantenerse en
la UE sostenga que los catalanes (ya independientes), sigan
manteniendo la ‘ciudadanía española’ (pasaporte), podría calificarse
de estrafalario, cuando no humorístico, sino fuera porque este
individuo de ERC compite con PP y PSC para convertirse en la segunda
fuerza política en las próximas elecciones.
Titular 3: Homs no desvela el precio de la habitación de Artur Mas
en Moscú
Francesc Homs, el portavoz de la Generalitat de Cataluña, el hombre
que despacha no menos de cinco veces al día con Artur Mas, es capaz
de desmentir una información, acusar a un medio (ABC) de falsedad y
alardear mostrando el documento con el que justifica sus
afirmaciones… sin mostrar un solo dato que supuestamente aparece en
ese documento. Convenientemente coordinado con el periodista que
debía preguntarle si era cierto que la habitación de Artur Mas y su
mujer en Moscú había costado 1.600 euros, extrajo la fotocopia de la
factura detrás del atril de portavoz, la mostró en público, soltó
por su boca que ABC mentía, la volvió a guardar y nadie preguntó
‘¿entonces cuánto ha costado?’. Su predicción de que no habría nadie
que le interpelara le valió la foto con la factura en la mano, como
extraordinaria demostración de transparencia, sin la explicación del
contenido de la misma.
Titular 4: CiU difunde un 'manifiesto progresista' de apoyo a Artur
Mas sin ninguna firma
A última hora de la noche, la agencia Europa Press cumplió con lo
que ya es un hábito en estas últimas semanas: difundir las notas
oficialistas de la Generalitat sin cambiarle una sola coma,
manteniendo toda la terminología nacionalista que mana desde el
despacho de Francesc Homs. He visto todo tipo de manifiestos y al
menos contaban con un par de firmantes. Sin embargo, CiU ha
descubierto el manifiesto-panfleto, es decir, el que se lanza a ver
qué cae. Se redacta en el Palau de la Generalitat, se envía a la
agencia de información afín y se espera. Y aunque no se produzcan
los apoyos, siempre se dispondrá del titular: ‘Personalidades
"progresistas" arropan a Mas y le piden liderar la ruta al Estado
propio’. Así se fabrica un manifiesto para contrarrestar el efecto
de los otros escritos que han surgido -auténticos y espontáneos- en
estos últimos días.
Yo no sé si Artur Mas y compañía al menos han tenido la ocasión de
verse un par de capítulos de ‘El Ala Oeste de la Casa Blanca’.
Incluso en la ficción, durante un par de semanas, Aaron Sorkin, el
guionista, se empapaba del contexto real en el que debía
desarrollarse la escena.
En la película de Artur Mas es al revés: primero hace el gag y luego
rebusca la contextualización. Un pobre guión para un público tan
entregado.
Precisamente Francesc Homs dijo hace dos meses que "el león [España]
tiene toda la fuerza y la potencia, la gacela [Cataluña] tiene la
agilidad de quien se sabe mover con habilidad y audacia para
esquivar al león".
Por mucho que el nacionalismo alardee de pericia, las mañas del
tramposo no tienen largo recorrido y casi siempre se vuelven contra
su inductor. Tiempo al tiempo.
PS: Titular de hoy: Artur Mas amenaza con convertir la consulta
secesionista en unas elecciones
El momento de la razón
Francesc de Carreras La Vanguardia 7 Noviembre 2012
Catedrático de Derecho Constitucional de la UAB
El nacionalismo, para afirmarse, necesita crear un enemigo a quien
echar las propias culpas. Esta es una de sus principales
características. Hasta ahora el nacionalismo catalán sólo ha
considerado como enemigo a España. Sin embargo, en los últimos
tiempos, tras el 11 de septiembre pasado, la actitud política del
Govern de la Generalitat parece estar creando nuevos y poderosos
enemigos.
La verdad es que CiU trasmite la sensación de que el nuevo escenario
independentista se ha improvisado: habían organizado la
manifestación del 11-S para apoyar el pacto fiscal pero resultó que
apoyaron la independencia. ¿Qué hacer? ¿Intentar contener el ímpetu
de la calle o encabezarlo?
Escogieron la segunda vía: montarse en la ola populista, no dar
opciones a Rajoy y convocar elecciones. Pero sólo hasta ahí
llegaron: para los demás pasos todo parece indicar que no tenían
ninguna hoja de ruta y por eso improvisan.
Quizás si las elecciones se hubieran celebrado a la semana siguiente
de la manifestación hubieran tenido el éxito asegurado. Las
emociones mandaban y los ciudadanos eran aún poco conscientes de la
trascendencia y las implicaciones de la independencia. Pero con el
tiempo el debate está cambiando: de los sentimientos estamos pasando
a las razones, de la ilusión a los datos de la realidad, de la cruda
realidad. Porque, en efecto, la realidad, como se está viendo, es
muy cruda y la única respuesta de los independentistas es negarla.
Ello se comprueba claramente en dos ámbitos: en la relación con
Europa y en la posición económica de Catalunya como Estado soberano.
Hace tan sólo tres semanas, sostener que una Catalunya independiente
implicaba inevitablemente su exclusión de la Unión Europea era
considerada una opinión tendenciosa, parcial y españolista. Aunque
sólo había que leer los tratados comunitarios, la doctrina de los
juristas, los precedentes (la Comisión Prodi en 2004, Durão Barroso
el pasado agosto) para quedar convencido que era cierta. Tres
semanas después creo que nadie pone esto en duda: independencia
significa exclusión de Europa. Sin embargo, tanto el president Mas
como los tertulianos habituales, siguen negándolo sin alegar razón
alguna, impávido el rostro.
Pero además de las razones jurídicas, de gran peso en la Unión, por
algo en Luxemburgo hay un Tribunal que garantiza el cumplimiento de
los tratados, tampoco las razones políticas abonan que se facilite
la independencia de Catalunya. ¿A quién le puede interesar? Desde
luego no a los estados con minorías nacionalistas (Italia, Francia,
Gran Bretaña, Rumanía, Hungría…), ya que una petición de
independencia puede provocar una cascada de otras peticiones. Les
interesa menos aún a los federalistas, a los partidarios de aumentar
los poderes de la Unión. Si ya consideran, con razón, que 27 estados
fragmentan excesivamente el espacio europeo, una escisión interna, y
las que puedan venir, añadiría ingobernabilidad en las instituciones
comunitarias.
En este sentido, es incompatible ser europeísta, querer fortalecer
las estructuras políticas de la UE, con pretender fracturar los
estados que la componen. Un especialista en derecho comunitario tan
prestigioso como Joseph Weiler, en un memorable artículo (ABC,
3/XI/2012), ha sostenido que la independencia de Catalunya “va
diametralmente en contra del sentido histórico de la integración
europea”. Y añadía: “¿Por qué habría de resultar de interés incluir
en la Unión a una comunidad política como sería una Catalunya
independiente, basada en un ethos nacionalista tan regresivo y
pasado de moda que aparentemente no puede con la disciplina de la
lealtad y solidaridad que uno esperaría que tuviera hacia sus
conciudadanos en España. (…) Al buscar la separación, Catalunya
estaría traicionando los mismos ideales de solidaridad e integración
humana sobre los que se fundamenta Europa”.
El mismo rechazo se produce en los ámbitos económicos
internacionales. La simplista teoría de las balanzas fiscales, es
decir, que el ahorro generado por el cese de las transferencias a la
hacienda española es la solución a los problemas económicos de
Catalunya, ya no se tiene en pie. Lo que ahora valoran los analistas
en la hipótesis de la independencia son sus consecuencias sobre la
inversión, los costes de la transición, el reparto de activos y
pasivos o el gran aumento de la deuda pública catalana. Y la
conclusión general es que la independencia sería desastrosa sobre
todo para Catalunya y también para España. Los informes hasta ahora
conocidos de muy reputados bancos de inversión (Union des Banques
Suisses, JP Morgan, Nomura, Royal Bank of Scotland) son demoledores.
Tanto es así que expresan su incredulidad respecto a la
independencia dados los graves perjuicios que causaría a quien la
promueve.
Hasta ahora el enemigo era España. ¿Habrá que declarar también como
enemigos a la Unión Europea y a la banca internacional?
Recapacitemos serenamente: los sentimientos son muy respetables pero
es el momento de dar un espacio a la razón, a la buena información,
a escuchar todas las opiniones. Y una vez valorado todo, decidamos.
Leer más:
http://www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20121107/54354911497/el-momento-de-la-razon-francesc-de-carreras.html#ixzz2CJ4hZ6Qx
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Antología del disparate: "la Casa Real
Catalana" y otras memeces nacionalistas
Francisco Rubiales Periodista Digital 7 Noviembre 2012
Hablan de una "Casa Real Catalana" y afirman que Colón era catalán
Si quiere reirse de las memeces, mentiras y paranoias del
nacionalismo catalán y de los efectos nocivos que la incultura y el
adoctrinamiento han causado a la población y al tejido social, pulse
AQUI y flipe leyendo cosas sobre la Casa Real Catalana, el origen
catalán de Cristobal Colón y otras imbecilidades de alcurnia.
Para los que no accedan al enlace, hemos seleccionado dos párrafos
de la página de turismo enlazada que demuestran la estulticia
nacionalista y el profundo drama creado por el nacionalismo inculto,
cateto y excluyente en el noble pueblo de Cataluña:
"Sólo la constante voluntad de aniquilar la memoria histórica
catalana por parte de los españoles explica la tergiversación de la
nacionalidad de Cristóbal Colón haciendo creer que era Genovés.
Hemos preparado dos rutas, el imperio catalán en el Mediterráneo, y
el descubrimiento catalán de América"
Si quiere seguir "disfrutando" del psiquiátrico nacionalista
catalán, pulse AQUÍ y contemple como los nacionalistas descerebrados
de ERC afirman que "los catalanes, cuando sean independientes,
seguirán dentro de la Unión Europea porque conservarán la
nacionalidad española". Demencial. Los locos han tomado el poder en
Cataluña. Nueva falsificación. Juro que se me vino a la cabeza hace
semanas que Artur Mas podría recurrir a esta argucia legal para
convertir unas elecciones en un referéndum. Debe estar muy
desesperado para que sólo se le ocurran mis pesadillas.
http://www.cataloniatours.cat/es/reialesa.htm
http://www.lavozlibre.com/noticias/ampliar/664401/erc-dice-que-los-catalanes-seguirian-en-la-ue-porque-mantendrian-la-nacionalidad-espanola
El euskera, idioma distinguido.
Para el euskera no vale cualquiera.
Pío Moa www.gaceta.es 7 Noviembre 2012
Parece que la carta de Jaume Ripollet i Bohigas ha levantado ronchas
en algunos, según la réplica que me envía mi atenta corresponsal de
Reus:
“Hace tiempo que dejé de contestar a estos maketos, porque está
claro, un maketo es un maketo, ya lo aclaró nuestro gran Maestro
Sabin, y ¿qué se puede esperar de un maketo? Lo digo sobre todo por
los catalufos esos tan engreídos, como el tal Jaume Nosekehostias i
Nosékerrollos, que ya ha hecho que se me inflen los cojones y me
obligue a darle la respuesta que se merece.
Pues en su carta al tal Bofarull carolingio ese de la Pompeu Fabra
(¡qué risa!) dice el tal Jaume que en Grecia les dijo a unos baskos
que pedirían al guía explicaciones en euskera, y que los baskos se
le rieron en la jeta, y termina el tío: “Me di cuenta de que hay
todavía mucho vasco absurdo y atrasado, desde luego están más
atrasados que nosotros, lamentablemente: mucho tiro y mucha bomba,
pero luego, nada”. Mire usted, tontolaba, claro que, si nosotros
querríamos, el euskera se convertía en la lengua internacional,
porque es la lengua más perfecta, lo cual es bien sabido y aceptado
por todos los especialistas hoy día. Pero resulta, entérese usted
bien, que el euskera no es un idioma para que lo hable cualquiera
así como así, es el idioma más antiguo del mundo, probablemente ya
lo hablaba Noé, eso lo han demostrado varios científicos del PNV, y,
como comprenderéis, no vamos a andar divulgándolo de cualquier
manera como un idioma más. Hablar euskera no lo habla el que kiere,
sino el ke puede, y sin haber nacido en Euskadi… pues difícil va a
ser. Incluso mutxos de nosotros mismos lo hablamos poco y en
okasiones especiales, precisamente para no desgastarlo, porque es
como una joya, que no hay por ké andar exhibiéndola por ahí a trotxe
y motxe. “Si los maketos aprendieran el Euzkera, tendríamos que
abandonar éste” ya lo dijo el Gran Arana. Se entiende, ¿verdad? No
es como el catalán, que aparte de que no lo habla casi nadie, es que
se ve enseguida que es como un dialecto del español, de tanto como
se parecen, con un toque de franchute. Y le voy a decir una cosa a
esos karolingios: traten de aprender euskera y ya verán como no lo
consiguen ¿Y por qué? ¡Ah…! Contéstense ustedes mismos.
Y lo de los tiros y las bombas, se lo van a meter ustedes por donde
les kepa, que los baskos como debe ser, los baskos nacionalistas, a
esos me refiero, ya sé que hay algunos malos baskos que no merecen
el título y que, lo decía muy bien nuestro Maestro “merecen ser
arrastrados desde la cumbre del Gorbea hasta las peñas del
Matxitxako”, pues los baskos de verdad somos de natural pacífico, y
si se quiere, humanista y científico, por lo menos como ustedes y
más, excepto que nos toquen mutxo los kojones, porque entonces nos
defendemos, claro está. Ustedes los katalufos saben bastante de eso,
porque ¿no se dicen ustedes carolingios? Pues los carolingios, según
tengo entendido, eran francos, y bien para el pelo les dimos en
Roncesvalles, así que espero que no les queden ganas a ustedes de
volver a las andadas, ya saben lo que les espera si se pasan y se
ponen demasiado tontos.
Pero ké hostias, ahora que lo pienso, ¡qué coño van a tener ustedes
nada que ver con los francos, los carolingios y toda esa gente! Los
francos se parecían más a los baskos, kiero decir, eran altos,
rubios y guapos, y ustedes, bueno, yo es que me partía de risa cada
vez que veía al Jordi Pujol ese, o al Carod, el Maragall y toda esa
banda, con pinta de cacereños, tíos setas alimentados con tocino y
bellotas. ¿Pues anda que no viven ustedes de ilusiones, como los
tontos de los kojones! Si ya lo decía nuestro Maestro de los
maketos, y recuerden que ustedes es lo que son, les guste o no les
guste: “más que hombres parecen simios poco menos bestias que el
gorila; no busquéis en sus rostros la expresión de la inteligencia
humana ni de virtud alguna: su mirada sólo revela idiotismo y
brutalidad”. Me doy cuenta de que es lamentable, pero es la
realidad, y la realidad hay que conocerla y afrontarla, ké se le va
a hacer. Fíjense en cambio en nuestro Arana, calificado con justicia
en la prensa baska de “Bello Apolo euzkeldún con la hermosura
corporal del crinado numen lírico, prototipo de la belleza viril”.
Pues hay estas diferencias, señores carolingios de pega, ¿Que les
fastidian? Pues les repito, ¡qué le vamos a hacer! Y no traten de
impresionarnos con sus sabidurías de Sócrates, Homero Julio César y
todos esos, porque no lo konsegirán, ¡a nosotros con esas murgas!
Y vuelvo a citarles al Maestro: “No es razonable la alianza de los
catalanes y los bizkaínos; pues no son semejantes los sujetos
Bizkaya y Cataluña, ni se parecen en su desgracia; ni tienen un
enemigo común; ni son las mismas sus aspiraciones. Equiparar nuestro
derecho a constituir nación aparte con el derecho que le sirviera de
base al nacionalismo catalán, sería rebajar el nuestro. Nunca
discutiremos si las regiones españolas como Cataluña tienen o no
derecho al regionalismo que defienden, porque nos preocupan muy
poco, nada por mejor decir, los asuntos internos de España”. No
quiero parecer descortés ni herir sus sentimientos, pero más vale
que se vayan enterando de unas cuantas verdades y dejen de vivir de
ilusiones, señores “karolingios”.
Iñaki Eguaraz Hernandorena, sin otro título que el de Buen Basko.
Cataluña
La Generalidad reparte 1,5 millones en
publicidad institucional a ‘El Periódico’, ‘La Vanguardia’, ‘El Punt
Avui’ y ‘Ara’
Una resolución, firmada un día antes del anuncio del adelanto
electoral, establece las ayudas que recibirán los diarios catalanes
que no tengan la sede central fuera de la Comunidad. En total, 1,5
millones de euros.
Redacción www.vozbcn.com 7 Noviembre 2012
El proyecto nacionalista puesto en marcha por CiU hace ya más de
tres décadas siempre ha tenido muy clara la necesidad de contar con
la afinidad de los principales medios de comunicación de Cataluña.
Para ello, no ha dudado en regar a la prensa con una continua lluvia
de subvenciones desde las instituciones públicas que ha controlado.
En los últimos años, estas contribuciones procedentes de las arcas
de la Generalidad se han multiplicado hasta niveles difícilmente
justificables en una democracia occidental. Además, las ayudas se
otorgan a través de múltiples mecanismos, entre los que destacan, no
solo las subvenciones directas, sino también la publicidad
institucional, una suerte de subvención encubierta.
Un día antes de convocar las elecciones autonómicas
El pasado 24 de septiembre, un día antes de que el presidente de la
Generalidad, Artur Mas, anunciase el adelanto de las elecciones
autonómicas, el portavoz de la Generalidad y secretario general de
la Presidencia autonómica, Francesc Homs, firmó la adjudicación de
un contrato a Media Planning para la inserción de publicidad
institucional en cuatro diarios de Cataluña hasta final de año por
un valor de 1.510.000 euros (1.827.100 euros, IVA incluido).
Los afortunados han sido La Vanguardia, El Periódico, El Punt Avui y
Ara. Y el argumento utilizado para descartar al resto de diarios que
se distribuyen en la Comunidad -varios de ellos con más lectores que
algunos de los elegidos- es que estos cuatro son ‘los principales
diarios generalistas catalanes con más difusión en Cataluña y que
cubren todo el territorio’, según reza la resolución PR 2012 997.
Precios acordados para la contratación de publicidad institucional
de la Generalidad en ‘La Vanguardia’, ‘El Periódico’, ‘El Punt Avui’
y ‘Ara’ (gráfico: Generalidad).
Programación aproximada de las inserciones contratadas (gráfico:
Generalidad).
Además, establece un primer reparto (de 1,3 millones de euros) para
diversas campañas concretas, en las que le asigna 535.961 euros a La
Vanguardia; 466.466,75 euros a El Periódico; 160.725,75 a El Punt
Avui; y 82.271,60 euros al diario Ara.
Ayudas multimillonarias a la prensa afín
Las cifras de las subvenciones a los medios de comunicación en
Cataluña son tan cuantiosas y proceden de tantas instancias
(consejerías autonómicas, diputaciones provinciales, ayuntamientos,
etc.) que son difícilmente cuantificables en su totalidad.
Hace solo dos semanas, también con las elecciones autonómicas ya
convocadas, el departamento de Presidencia de la Generalidad amplió
en 660.000 euros una dotación para subvenciones a la prensa escrita
en catalán que había sido aprobada en junio pasado. Entonces, Mas
repartió 9,5 millones de euros entre todo tipo de medios de
comunicación.
Destaca el caso del grupo Godó. La empresa editora de La Vanguardia
ha recibido más de nueve millones de euros en ayudas a fondo perdido
durante el último año, ya sean para ampliar su planta de impresión
para editar el diario en catalán, en subvenciones directas, en
publicidad institucional, o a través de suscripciones de las
consejerías y otros entes autonómicos y municipales. Una cifra que
el propio Homs calificó de “razonable”.
En esta ocasión, los cuatro diarios elegidos para las inserciones
publicitarias institucionales de la Generalidad, casualmente, no
sobresalen por su crítica al proceso secesionista planteado por el
presidente autonómico en las últimas semanas.
POLÉMICA LINGÜÍSTICA
Olano pide no comprar juguetes en Carrefour
«hasta que respete el euskera»
El exdiputado general de Gipuzkoa por el PNV se quejó en Twitter de
que el catálogo de la empresa solo tuviera dos páginas bilingües
EL CORREO
7 Noviembre 2012
El exdiputado general de Gipuzkoa por el PNV Markel Olano expresó
ayer a través de su cuenta en Twitter su queja por la escasa
información en euskera del catálogo de juguetes navideños de una
gran superficie comercial y pidió que no se compren estos artículos
hasta que la compañía «respete» la lengua vasca.
En concreto, el antiguo dirigente jeltzale explicá en las redes
sociales: «Folleto de Carrefour sobre regalos navideños recibido en
casa. 148 páginas y solo 2 bilingües». A continuación, Olano inserta
un nuevo mensaje. «Conclusión: no compres los juguetes navideños en
Carrefour hasta que respeten el euskera», solicita.
Los textos implican la rápida respuesta de un usuario de esta red
social, en la que pregunta al exresponsable foral guipuzcoano si
está pidiendo el boicó al centro comercial. «Parece que te apuntas a
la política linguística de la Diputación», le indica el
interlocutor, en supuesta alusión a la decisión de la institución
provincial de no contratar proyectos con empresas que no acrediten
disponer de técnicos con titulación en euskera. Olano perdió el
bastón de mando de la Diputación en las elecciones de 2011, en que
fue reemplazado por el candidato de EH Bildu Martin Garitano.
El exdiputado, que en el GBB y en el Euskadi buru bartzar se ocupó
del área de euskera y cultura del partido jeltzale, aclara
finalmente que «no he utilizado la palabra boicó» y que su postura
es que «los ciudadanos deben adecuar sus costumbres a la hora de
comprar al euskera».
en un vídeo Protagonizado por Toni Cantó
UPyD se burla del victimismo de
nacionalistas e independentistas
Concurre a las elecciones catalanas bajo el lema "Contra la
independencia", ya que ve en la propuesta soberanista de Mas "menos
libertad, menos democracia y menos justicia"
EP | Madrid www.republica.com 7 Noviembre 2012
Unión, Progreso y Democracia (UPyD) ha lanzado este miércoles, en
vísperas del inicio de la campaña para las elecciones catalanas del
próximo día 25, un vídeo en el que, al más estilo Monty Python, se
burla del victimismo de los nacionalistas e indepentistas que
integran el que denominan Frente de Liberación de Cataluña. En la
cinta, en la que uno de los papeles protagonistas lo encarna el
diputado de UPyD por Valencia, Toni Cantó, y en la que aparecen
algunos otros miembros de la formación magenta, se recrea una
reunión clandestina de la citada agrupación.
En algo más de tres minutos, los dirigentes de ese pintoresco
”Frente de Liberación de Cataluña’ comienzan a denunciar que a los
catalanes se les ha “desangrado”, se les ha “quitado” todo lo que
tenían. “¡España nos roba!”, exclaman al unísono.
“El Estado español nos ha estado expoliando durante generaciones
–continúan– y, a cambio, ¿qué hemos conseguido formando parte de
España?”. Y es a raíz de ese interrogante cuando los asistentes a
esta reunión comienzan a reconocer que, gracias a España, Cataluña
ha conseguido celebrar los Juegos Olímpicos, ampliar el aeropuerto
del Prat o “tener la suerte” de hablar dos lenguas o formar parte de
la UE.
Y empiezan a darse cuenta, no sin estupefacción, de ‘otros
beneficios’ que trae consigo formar parte de España, como que otras
comunidades compren a Cataluña fuet, pizza, cava o productos
textiles, la remodelación del Puerto de Barcelona, el AVE, la
reconstrucción del Liceo o la Liga. “¡La Liga! ¡La Liga! Eso sí lo
vamos a echar de menos”, reconocen todos los congregados.
Para tratar de compensar, los protagonistas del vídeo se quejan de
la corrupción de España. “De eso ya teníamos aquí –reconoce otro–:
el caso Palau, el Pretoria, el 3 por ciento…”.
Junto a este ‘corto’ en clave “irónico” y “en clave de humor”, según
lo ha calificado la líder de UPyD, Rosa Díez, la formación magenta
comenzará a emitir otro más ‘clásico’ a partir del jueves, en cuanto
empiece la campaña electoral.
En este segundo vídeo, además de la propia Rosa Díez y su diputado
Toni Cantó, aparecen el candidato de UPyD a la Generalitat de
Cataluña, Ramón de Veciana, y su ‘número dos’, Teresa Giménez
Barbat, así como el actor y cantante catalán Ignasi Vidal y el
también actor y dramaturgo Albert Boadella, que también ha
colaborado en la campaña de Ciutadans.
En el spot, UPyD pone en valor la importancia de ser catalán,
español y europeo: “Soy catalán y quiero seguir siendo español”,
dice De Veciana y “Ser española significa ser ciudadana de la Unión
Europea”, añade Giménez Barbat, pero además carga contra el “envite”
lanzado por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, por la
independencia. “Contra la independencia”, es el lema del partido en
Cataluña y con él concluye UPyD su vídeo de campaña.
La Generalitat niega el arraigo a un
inmigrante por no hablar catalán
Pese a llevar siete años en España y cinco en Cataluña
www.lavozlibre.com 7 Noviembre 2012
Madrid.- Es marroquí, tiene 30 años, está casado con una joven
magrebí con la que espera un hijo, lleva siete años viviendo en
España -los cinco últimos en Cataluña- y desde hace tres años
trabaja en una ciudad de la provincia de Gerona como vigilante para
una administración. Este joven, que, por miedo, prefiere mantener su
nombre en secreto, podría perderlo todo al no poder regularizar su
residencia en Cataluña por la xenofobia lingüística de la
Generalitat.
Y es que este marroquí pidió el arraigo social, pero el gobierno
catalán, que tiene las competencias para tramitar este tipo de
informes -aunque el Gobierno tiene la última palabra-, se la ha
denegado. ¿La razón?: según consta en su expediente “por no haber
quedado acreditada suficientemente su integración social en tanto
que no dispone de los conocimientos lingüísticos mínimos suficientes
en lengua catalana”. Entiende y lee el catalán, pero no lo habla ni
lo escribe, según publica este miércoles el diario ‘ABC’.
La Generalitat -que se delega en los ayuntamientos- elabora los
informes para acreditar el grado de integración y acceder al arraigo
social o a la renovación de la residencia temporal. Y entre los
requisitos para validar dichos informes está el conocimiento del
castellano y del catalán.
“Intentan desviar a algunos inmigrantes al resto de España con el
pretexto del catalán”, denuncia el abogado del joven, que se
arriesga a perder su trabajo, ya que su empresa ha sido multada tras
una inspección por emplear a un ‘ilegal’. Lo llamativo del caso es
que este inmigrante ya tenía regularizada su situación. Fue hasta
2011, cuando no le renovaron la residencia tras ser condenado a una
multa que se conmutó a trabajos para la comunidad. Ahora, la
Generalitat niega el arraigo de alguien que ya estaba arraigado por
no hablar catalán.
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