Da mucho miedo lo que le espera a España
S. McCoy El Confidencial 22 Abril 2013
Ha entrado este país en una dinámica muy peligrosa. Nos encontramos
ante la época de mayor descrédito de nuestras instituciones desde
que se reinstaurara la democracia allá por 1978. Los parlamentarios
ya no representan a un pueblo que no duda en plantarse delante de
sus casas exigiendo no se sabe qué, si intimidar lo suficiente como
para condicionar sus decisiones –como si la disciplina de partido no
fuera sagrada en nuestro hemiciclo- o tomarse la justicia por su
mano. Corre el legislativo riesgo de fragmentarse ante el rechazo
generalizado a las dos principales fuerzas políticas. Y formaciones
de nuevo cuño –como UPyD- o de rancio abolengo de hoz y martillo,
caso de Izquierda Unida, se postulan como árbitros en futuras
coaliciones de gobierno.
Pues bien, el batiburrillo formado alrededor del antiguo Partido
Comunista está empezando a asomar la patita de lo que le gustaría
que fuera España en Andalucía, región donde comparte poder público
con un PSOE cuyo secretario general baila sorprendentemente el agua
a las peculiares y peligrosas iniciativas de sus socios. De poco le
ha servido a Rubalcaba su presencia permanente en la trastienda de
la actividad gubernamental para mostrar responsabilidad y sentido
común ante tanto dislate. Se ha consagrado en los últimos días como
un hediondo oportunista, quizá porque esa sea su única tabla de
salvación para ser recordado como alguien que trató de hacer algo
más que cargarse ciento y pico años de ‘honradez’. Claro que, vistos
los candidatos que hay encima de la mesa para reemplazarle, no tiene
nada que temer. Otro vendrá, seguro, que bueno le hará. Al tiempo.
Volvamos a IU. Tras la peregrinación de sus juventudes por ese
dechado de felicidad que es Corea del Norte, las ocurrencias de sus
dirigentes no se han hecho esperar. La más febril en propuestas
estructuralmente estultas es la Consejera de Vivienda de la
comunidad andaluza. Crecida por la conversión en norma de su
propuesta de ‘expropiación temporal del uso’ de las viviendas
desocupadas, ha propugnado una quita lineal de las hipotecas en
España, fruto muchas de ellas de, en su opinión, un ‘fraude masivo’.
Como si la fe notarial consistiera en una amenaza de firma a quien
consiente voluntariamente ante vendedor y entidad financiera. De
verdad, de verdad, de verdad. Y ahí sigue esta mujer, calentando
sillón. Abróchense los cinturones, que esto no ha hecho más que
comenzar.
Lo preocupante no es que se tome como una idiotez lo que
racionalmente lo es, como ha ocurrido en este segundo caso. Lo que
de verdad da miedo es que se acepte en aras de la justicia social y
de no se sabe qué generación de actividad lo que es una confiscación
de un bien a su legítimo propietario por la cara, como son los pisos
vacíos. Por la misma regla de tres, los que dispongan de ahorros
improductivos en el banco, podrían ser objeto esa misma
contradicción in terminis que quita pero no quita, que entrega pero
no da. Total, hay gente que está pasando necesidad y así el dinero
circula. Cesión forzosa del uso de la pasta, temporalmente, a un
tercero o, mejor aún, al gobierno que seguro que saben mejor lo que
tienen que hacer con él que quien se esfuerza en ganarlo y asume
todo el riesgo de perderlo. No hay tanta diferencia entre una medida
y otra. Y como los impuestos afectan a todos y estas iniciativas
solo a los que tienen patrimonio real o financiero, miel sobre
hojuelas.
Porque, ¿para qué pensar en el apoyo a la acción privada para
conseguir los mismos fines pero con distintos medios? Agrupémonos
todos en la demagogia final. Ya saben, establecer estímulos fiscales
para el alquiler de las casas, beneficiar de este modo no solo al
usuario sino al propietario no entra en el programa. No solo eso, la
alternativa que proponen estos esquizofrénicos que comulgan, con
perdón, con los escraches desde la atalaya de su despacho, es el
pogromo. O estás conmigo o estás contra mi. Como si la propia
Andalucía no fuera el más triste ejemplo de cómo estatalizar la
economía, por la vía funcionarial, de la empresa pública o de los
subsidios, es receta segura para el desastre. En lugar de reconocer
los propios errores, reconducir el rumbo y alentar la necesaria
inversión en la región, ideas de bombero para echar del territorio a
los pocos espíritus empresariales libres que quedan.
El populismo se ha convertido en argucia que no en estrategia
electoral. No se lo crean, ellos solo velan por lo suyo. La mona se
está vistiendo de seda. Algunos, como el propio Rubalcaba, se
enganchan a esta línea de actuación desde la desesperación. Sin
embargo, huele a impostura. Como les ha ocurrido a PNV o CiU en sus
respectivas jurisdicciones, el sucedáneo enseguida es reconocido y
los electores van al original: una ERC que estaba tocada pero no
hundida hace apenas dos telediarios y Sortu, Ave Fénix que surge de
las cenizas de la ilegalización de sus almas gemelas. En esto va a
ocurrir lo mismo, el gato al agua de los votos asociados a todo el
paro juvenil, de todas las familias sin prestación, de esos
desesperados que empiezan a poblar las esquinas de esta España mía,
esta España nuestra, se lo va a llevar Izquierda Unida, las
políticas de Izquierda Unida, los disparates de Izquierda Unida.
Conseguirá decenas de escaños, prometer es gratis. Y si esta
formación se aferra a su línea actual, si no es capaz de adaptar el
discurso a su responsabilidad, será el acabose. Muchos dirán
definitivamente: ‘el último que apague la luz’ con billete solo de
ida.
En esas estamos.
Buena semana a todos.
España, 2013: hambre en Andalucía
Carlos Sánchez El Confidencial 22 Abril 2013
La geografía del hambre es dispersa. Pero no tiene nada que ver con
el capricho de los dioses. Ni, por supuesto, con un cierto
determinismo histórico. Tampoco con condicionantes geográficos,
naturales o culturales. El hambre -o la ausencia de un mínimo nivel
de bienestar general- hay que vincularlo, fundamentalmente, con el
entramado institucional de un territorio. En última instancia con la
democracia. Las sociedades mejor organizadas son, de hecho, las que
han alcanzado mayores niveles de prosperidad material.
Eso explica, por ejemplo, y como ha evidenciado el economista Carlos
Sebastián*, que en 1960, en plena descolonización, el África
subsahariana tuviera un nivel de PIB per cápita superior al de
muchas zonas del Extremo Oriente o de Asia central.
Sin duda que el precipitado y caótico proceso descolonizador tuvo
mucho que ver con el súbito empobrecimiento de la región. Cuando las
potencias europeas ocupantes abandonaron África, no se preocuparon
de dejar a la población africana ni capital humano ni equipamiento
en infraestructuras, lo que determinó su futuro inmediato. Hoy, como
se sabe, África subsahariana es la región más pobre del planeta.
No hay que irse tan lejos para encontrar un proceso de
empobrecimiento similar. Desde luego no con la misma intensidad y
desgarro humano, pero sí, igualmente, significativo que pone de
relieve la importancia de la calidad de las instituciones.
Aunque cueste creerlo, Andalucía era la región más rica de España en
1800, tanto en relación al peso de su PIB respecto del conjunto del
país (el 25,7%) como por su riqueza per cápitaAunque cueste creerlo,
y como han demostrado diferentes estudios, Andalucía era la región
más rica de España en 1800, tanto en relación al peso de su PIB
respecto del conjunto del país (el 25,7%) como por su riqueza per
cápita. De hecho, y como han sugerido algunos historiadores,
Andalucía lo tenía todo para ser la cuna de la revolución industrial
en España. Nunca lo fue.
Como sostiene el historiador Jiménez Blanco**, el desinterés de su
clase dirigente por todo lo que no fuera conservar su patrimonio
territorial, llevó a la frustración y a la decadencia, y eso explica
que al comienzo de la Transición política Andalucía representara ya
tan sólo el 12,5% del PIB de España, la mitad que dos siglos antes.
Algún tiempo antes, intelectuales como Alfonso Carlos Comín, Alfonso
Grosso y Armando López Salinas habían escrito libros seminales como
Noticia de Andalucía o Por el Río Abajo, en los que se denunciaban
las condiciones de vida de la región.
Razones políticas y económicas
El libro de Comín y otros muchos publicados durante la Transición
pueden justificar en parte que Andalucía ocupara el centro del
debate nacional. No sólo por razones políticas (el referéndum del
28-F o el hecho de que los máximos dirigentes del PSOE fueran
sevillanos), sino también económicas. La región más pobre del país
se enfrentaba a su futuro en una España democrática. Lo mejor estaba
por llegar.
Y lo cierto es que en la región se han invertido decenas de miles de
millones de euros en los últimos años. Precisamente, para vencer el
subdesarrollo y darle la vuelta a la situación. Unas veces con
ahorro interno y otras con fondos procedentes de la Unión Europea
destinados a mejorar la renta de los territorios más desfavorecidos.
Era, sin duda, una cuestión de justicia histórica recuperar el
tiempo perdido en la región más poblada del país.
Tres décadas después, el resultado no puede ser más estremecedor.
Andalucía representa hoy el 13,4% del PIB nacional, apenas un punto
más que hace 30 años, pese a que la región ha consumido buena parte
de los recursos públicos. Y aunque es verdad que sus niveles de
bienestar material han crecido de forma significativa, lo cierto es
que hoy su nivel de prosperidad no ha supuesto ningún avance
respecto del que se ha producido en otras regiones del país pese a
que los recursos con los que ha contado han sido muy superiores. O
dicho en otros términos, no ha habido ninguna mejora relativa.
Andalucía, junto a Extremadura, continúa siendo el territorio con
menor renta per cápita del país: 16.960 euros. O lo que es lo mismo,
un 25% menos que la media de España.
Andalucía lo tenía todo para convertirse en la cuna de la revolución
industrial en España. Nunca llegó a serloEste fracaso colectivo de
la región, con un Gobierno monocolor desde que Andalucía logró la
autonomía, es lo que justifica un decreto de próxima aparición
promovido por la Junta que golpea la conciencia de cualquier bien
nacido. No por lo que encierra, sino por lo que delata. Las familias
andaluzas podrán acogerse a una norma que garantiza que los niños
pobres puedan recibir tres comidas al día.
La frustración de un pueblo
Ocurre en España y ocurre en 2013, lo cual demuestra el fracaso de
una región gobernada durante décadas por una casta -nunca mejor
empleada esta expresión- que ha convertido la política en un
gigantesco teatro de la demagogia y del oportunismo. Lo curioso del
caso es que se presenta la medida como un gesto progresista de
solidaridad, cuando en realidad lo que deja entrever es la
frustración de un pueblo condenado a la beneficencia pública.
Precisamente, por la ausencia de políticas generadoras de puestos de
trabajo y de riqueza. La cultura de la subvención y del clientelismo
como supremo instrumento de acción política. La región que más
necesita la inversión extranjera para aligerar su ingente carga de
pisos vacíos es, paradójicamente, la que pone más barreras de
entrada.
Un auténtico fracaso colectivo que parece desconocer que la pobreza
no es sólo un fenómeno de carácter económico vinculado a la falta de
comodidades y al sufrimiento. La pobreza es también una condición
social y psicológica que convierte a los ciudadanos en súbditos.
Aunque no sólo eso. Como han puesto de manifiesto innumerables
estudios, el trabajo es el principal elemento de integración social.
La posición de cada uno en la sociedad viene dada por lo que es, no
por lo que no es. Y cuando no solamente se está parado sino que,
además, hay que recurrir a la beneficencia pública, es que la
fractura social existe. La democracia es una estafa.
Andalucía se ha metido en una espiral destructiva de la que es
incapaz de salir. Que seis de cada cien niños estén en riesgo de
exclusión social, no es más que el reconocimiento del fracaso del
partido que lleva tres décadas gobernandoLos programas burocráticos
de asistencia a los desfavorecidos, como sostenía Anthony Giddens,
el padre de la Tercera Vía, pueden contribuir a aliviar la situación
de penuria, pero también pueden reforzarla. Las personas pasan a
depender de sistemas de asistencia que les resultan ajenos y sobre
los que ejercen escaso control democrático. El subsidio estructural
aleja a quien lo recibe de la cosa pública, toda vez que percibe su
propia subsistencia como ajena a los estándares de vida cotidiana.
La pobreza es individual, el trabajo socializa.
La caridad no es un derecho subjetivo vinculado a una contribución
inicial -como es el seguro de desempleo- sino que despoja de su
esencia al ciudadano. En feliz expresión del sociólogo Ulrick Beck,
el pobre, transita por una zona gris del ir y venir que lo deja a
merced de los gobernantes.
Andalucía se ha metido en una especie de espiral destructiva de la
que es incapaz de salir. Y el hecho de que seis de cada cien niños
se encuentren en riesgo de exclusión social, es decir, de pobreza
extrema, como ha admitido la consejera Susana Díaz, no es más que el
reconocimiento del fracaso de un partido que lleva tres décadas
gobernando, y que ha hecho de la caridad, de la beneficencia, su
razón de ser.
* Carlos Sebastián. Subdesarrollo y esperanza en África. Galaxia
Gutenberg. Círculo de Lectores.
** José Ignacio Jiménez Blanco. Las raíces agrarias del crecimiento
económico andaluz y el grupo Larios. Asociación Española de Historia
Económica.
No somos bostonianos
César Vidal La Razón 22 Abril 2013
Apenas unas horas después de tener lugar los atentados de Boston
dediqué el editorial de mi programa radiofónico a la tragedia.
Concluía entonces que todos éramos bostonianos. La fórmula podía no
ser muy original, pero quería simbolizar el respaldo a las personas
que habían sufrido el zarpazo de una estrategia tan miserable y
cobarde como la de los terroristas.
Al cabo de unos días, he de reconocer con profundo pesar que en
España al menos, esa afirmación no se corresponde con la realidad.
Los bostonianos –como, en general, todos los ciudadanos
norteamericanos– no han presentado fisura alguna en su lucha contra
los terroristas. El presidente, un miembro del partido demócrata,
condenó los atentados asegurando que el castigo resultaría
ineludible para los culpables sin que la oposición republicana
saliera a la calle para injuriarle y culparle de los crímenes o
procediera a cercar las sedes demócratas al grito de «¡Asesinos!».
Los miembros del legislativo sin excepción alguna condenaron los
hechos y respaldaron el cumplimiento riguroso de la legalidad. Por
supuesto, no hubo un solo clérigo de religión alguna que expresara
comprensión hacia los asesinos o que intercediera por ellos. Ninguna
fuerza política, por minoritaria que fuera, expresó la menor
identificación siquiera con los objetivos de los asesinos. Menos aún
ha habido partidos que hayan aprovechado la sangre inocente para
forzar al Gobierno a entregarles concesiones y dinero.
Nadie, absolutamente nadie, ha intentado desdorar la acción policial
por más que los agentes de la ley hayan sido expeditivos con los
terroristas. Por lo que se refiere a éstos –que no han dudado en
derramar sangre inocente para avanzar sus objetivos– saben que, de
ser detenidos con vida, nunca contarán con medidas de gracia
especiales, jamás podrán ocupar un cargo público en el Congreso, en
el Senado o en una alcaldía y tampoco serán trasladados a una
prisión que resulte más cómoda para ellos o cercana para sus
familias. A decir verdad, los parientes se han apresurado a marcar
distancia con seres que pueden tener un apellido común, pero no la
misma moral.
No es precisamente esta conducta la que hemos visto, durante
décadas, en España cuando nos referimos a los terroristas.
Precisamente por circunstancias como ésa no debería sorprendernos
tanto la crisis profunda que sufrimos. Aparte de otros muchos
factores que no voy a negar, resulta innegable que un sistema donde
sale gratis –o incluso rentable– legitimar, comprender, respaldar o
cerrar los ojos ante el terrorismo está condenado. ¿Bostonianos,
dije? No. Desgraciadamente no somos bostonianos.
El diario “El País” sin línea editorial
Marcello www.republica.com 22 Abril 2013
A juego con el desconcierto general del fin del Régimen español, que
nadie quiere reconocer y cuyos poderes ahora en desbandada pretenden
recomponer inútilmente, el diario El País atraviesa una profunda
crisis de viabilidad empresarial, calidad periodística e identidad.
Preso de su altísimo endeudamiento (3.000 millones €) y como
consecuencia de sus complicidades y compromisos con el Régimen de la
transición que tantos beneficios y proporcionaron al Grupo PRISA
(editor de El País), sobre todo en los tiempos de Jesús Polanco y
gracias a su connivencia con los poderes fácticos y políticos del
país y especialmente con los gobiernos socialistas de Felipe
González y José Luís Rodríguez Zapatero, aunque este último no les
diera la exclusiva de sus favores, por su relación con La Sexta TV y
el diario El Mundo.
Resulta llamativo que el ‘amo’ de El País, Juan Luís Cebrián –que
con la misma soltura que se auto nombró Académico se arrogó la
herencia de Polanco en aras de un presunto ‘pacto de sangre’ no
escrito con el fallecido editor- y su director Javier Moreno anden
dando conferencias dentro y fuera de España sobre como arreglar la
crisis económica mundial, europea y española, cuando ellos no sabido
arreglar la suya y han hundido a PRISA en un ataque se soberbia
audiovisual y ahora viven de la ‘caridad’ política, del Gobierno del
PP y del IBEX 35, en franca competencia desleal.
Y además sorprende que los jefes de El País, desde tan importante
atalaya de poder, hayan sido incapaces de adivinar la deriva fatal y
el fin del fallido Régimen de la transición. El que sin duda tuvo
sus momentos de gloria, pero cuyos cimientos democráticos eran tan
débiles que, llegado el tiempo convulso de las vacas flacas, han
quedado rotos, a la intemperie y a riesgo de un derrumbe general. Lo
que desde El País intentan evitar con parches para la ‘regeneración’
en vez de medidas para la reforma, y a la vez en un intento
desesperado por tapar los grandes escándalos nacionales.
La actitud de PRISA y El País ante la crisis catalana o escándalos
de la Banca, el PSOE o la Monarquía (si se atreven con el PP),
recuerda los tiempos del amparo y vista gorda de este diario con los
escándalos de Felipe González en los GAL y la corrupción del
felipismo que sin duda fue superior a la de Gürtel, porque a las
Filesa, Malesa y Time Export del PSOE –condenadas- hubo que sumar
los casos institucionales como los del Ministerio de Interior
(Barrionuevo y Vera), Defensa (Serra), Banco de España (Rubio),
Guardia Civil (Roldán), el BOE, la Cruz Roja, la Expo 92, etc. Y la
larga mano puesta en la Justicia donde crearon los indecentes
eximentes para la no ‘estigmatización’ de los gobernantes, para
salvar a González del caso GAL.
Cosas del pasado, sin duda, pero que engarzan con los orígenes del
diario El País, en un principio independiente –con grandes momentos
de gloria como cuando el golpe de Estado del 23-F-hasta que se
subió, al olor del poder, a la partitocracia española nacida de los
pactos de la transición como el único acuerdo posibilista para la
reconciliación nacional, que sacrificó la ruptura democrática con el
Régimen de Franco, de donde venían Polanco y Cebrián. De ahí que la
reconversión de ambos al ámbito de las libertades y llamado
democrático, pero en realidad partitocrático, tenía su sentido como
su entronque oportunista con el felipismo con ayuda de los ex
comunistas conversos (Pradera, Semprún y otros como Benet,
‘intelectuales de la OTAN y la Bodeguiya’) los que exhibían sin
pudor sus cicatrices de antiguos ‘rojos’ para tapar las corrupciones
y carencias democráticas de esos años de opulencia felipista. Los
que permitieron la adoración del becerro de oro de la transición,
que luego resultó ser un tótem recubierto de purpurina (y preñado de
corrupción), un hibrido entre el ideal democrático y la dictadura
anterior.
Transición que a buen seguro cumplió una función importante en los
pasados años para la recuperación de la libertades y la nueva
convivencia en paz, pero que había dejado pendiente, la reforma
hacia la plena Democracia o la ruptura controlada con el Régimen
anterior, cosa que no hizo Felipe González ni José María Aznar, y
que el inefable Zapatero no solo no lo llevó a cabo sino que para
colmo, y en vez de avanzar hacia la democracia, se dedicó a abrir
las heridas y los horrores de la Guerra Civil.
Una reforma democrática que nunca propuso ni abanderó El País
mientras controlaba la hegemonía cultural y cortejaba los poderes
fácticos de la nación, entre los que figuró como uno más. Y claro a
quienes nunca han entendido o les ha convenido la Democracia –un
lugar donde los ciudadanos eligen directamente a todos su
gobernantes y representantes, con un sistema electoral abierto y
representativo, poderes del Estado separados, y controles de esos
poderes, etc- pues ahora no están en condiciones de ofrecer una
alternativa democrática al moribundo Régimen de la transición, como
sería la obligación del primer diario español que, además, se arroga
posiciones progresistas.
Como siempre los de PRISA vuelven a la permanente cuestión de Estado
que todo lo tapa para justificar sus connivencias con el moribundo
régimen de poder en vigor. Y se colocan junto a los poderes fácticos
económicos y financieros (su tabla de salvación empresarial) e
incluso junto al Gobierno de Rajoy en políticas económicas y
financieras, mientras hacen guiños a una izquierda autodestruida en
el PSOE de Rubalcaba, porque son su clientela, y por ello atacan a
Bárcenas y Gürtel, con pasión y con razón, pero no ven la viga los
ERE de Andalucía, la Casa Real (donde ha estallado en Corinna y
Urdangarin el ‘borboneo’ que durante tantos años fue tapado y
consentido, por los Gobiernos y también por ellos) o los abusos y
los delincuentes de la banca que son sus principales acreedores, e
incluso en el demencial desafío catalán al que no hacen frente como
debieran, para salvar así la imposible relación del PSOE con el PSC
(otro muñeco roto de la transición).
Con lo que la línea informativa y la editorial del diario El País
–muy bajo en la calidad de analistas, tras la fuga o la desaparición
de muchos fundadores- no existe y deja mucho que desear. Y se
muestra incapaz, como debiera, de liderar el debate de la reforma
democrática en la que nunca creyeron los postfranquistas Polanco y
Cebrián. Como tampoco se atreven a exigir una limpia general de la
corrupción, caiga quien caiga, en pos de la ejemplaridad tan
necesaria en estos tiempos de alta convulsión social del país. Por
ello los lectores de El País se van poco a poco, como huyen los
ciudadanos de la clase política, y se refugian en las redes sociales
y otros medios de Internet. Lo que no impide que este rotativo sea
todavía el primero de España y una influyente máquina, pero desde
luego ni sombra de lo que fue cuando los editores de antaño
controlaban la información en beneficio y a pachas con el poder,
cosa que ya no pueden hacer porque se les escapa por las ventanas de
Internet. Como se les está escapando a El País el gran debate de la
reforma democrática e institucional de España que, mal que les pese,
llegará con cambios importantes como tarde o temprano se comprobará.
Alarma Roja
El déficit público de España no puede
esperar más
ANA MÍGUEZ www.gaceta.es 22 Abril 2013
El Gobierno perfila otro Plan de Reformas. Amén de lo que diga
Bruselas, esto es lo que hará el equipo de Rajoy.
Se ha encendido la alarma roja en uno de los indicadores más
importantes de la economía. El control del déficit público ya no
puede esperar más. El país precisa un estricto programa de políticas
estructurales y lo necesita de manera inmediata.
El futuro del sistema de pensiones, cómo generar empleo, el crédito,
las pymes y la energía, con su eterno debate del déficit de tarifa,
serán los principales puntos de la segunda ronda reformista del
equipo de Rajoy, que va a poner en marcha en breve. Para ello está
previsto que el Gobierno dilapide un total de 45.000 millones para,
según su opinión, mejorar la situación financiera de las empresas
españolas, sobre todo las pequeñas y las medianas.
El Gobierno pondrá en marcha la ampliación de las líneas del
Instituto de Crédito Oficial (ICO) para aportar a este programa
22.000 millones este año, junto a los créditos de unos 10.000
millones para las pymes que movilizarán las entidades bancarias
saneadas.
Además, todo parece indicar que el Gobierno instrumentará nuevos
sistemas de garantía de avales de la Compañía Española de
Reafianzamiento (Cersa) y de la Compañía Española de Seguros de
Crédito a la Exportación (Cesce), para movilizar 1.700 millones más
de crédito a las empresas.
Para elevar la financiación no bancaria, el Ejecutivo pondrá en
marcha diversas medidas, entre las que destacan, por ejemplo, la
potenciación del capital riesgo, con un impacto de 2.000 millones de
euros; la creación de un fondo de titulización para pymes con 3.000
millones, o el impulso del Mercado Alternativo Bursátil (MAB).
A partir del año 2014, ya no se tendrá que ingresar el IVA de las
facturas no cobradas. Rajoy avanzó un régimen especial en el IVA que
evitará que se tenga que ingresar el impuesto cuando no se haya
cobrado la factura correspondiente. Este régimen, que entrará en
vigor en enero de 2014, se aplicará a trabajadores autónomos y pymes
que tengan un volumen de negocios inferior a los dos millones de
euros al año.
Inversiones en I+D+i
Para favorecer fiscalmente la innovación empresarial, Rajoy anunció
una reforma del incentivo por inversiones en I+D+i, incluso si los
beneficios son insuficientes para alcanzar la cuota o cuando se
produzcan pérdidas.
Los hombres de Rajoy trabajan en la creación de una autoridad fiscal
para vigilar el cumplimiento de los objetivos de déficit y en la
constitución de un gran regulador bajo el nombre de Comisión
Nacional de Mercados y Competencia.
Una exigencia de Bruselas cuando prestó a España el crédito a la
banca. Una autoridad casi independiente, ya que los miembros de esa
autoridad serán nombrados por el Gobierno o por el propio ministro
de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. La
autoridad fiscal, una exigencia de Bruselas, será casi
independiente, ya que sus miembros serán nombrados por el Gobierno.
De la misma manera, el Ejecutivo también tiene previsto aprobar
definitivamente la ley de unidad de mercado y la de transparencia,
así como plantear la ley de emprendedores y seguir avanzando en el
seno del Pacto de Toledo para poder definir el factor de
sostenibilidad del sistema de pensiones, entre otras medidas.
******************* Sección "bilingüe"
***********************
La actividad productiva y las ventas se
desploman
Roberto Centeno El Confidencial 22 Abril 2013
Como era perfectamente previsible, y en contra de las indignantes
fantasías de Rajoy, que ni dice una verdad ni da una a derechas, la
marcha de la economía en el primer trimestre ha sido manifiestamente
negativa. Un indicador tan representativo del crecimiento y del
empleo como la utilización de la capacidad productiva se ha
desplomado hasta el 68,9% desde el 74,1% en el cuarto trimestre de
2012, la cifra más baja desde que este indicador comenzó a medirse
hace 50 años, lo que significa lisa y llanamente más paro y menos
inversión. Y como la respuesta de Rajoy, cuya capacidad mental
ofrece ya serias dudas, está siendo más impuestos, más recortes de
pensiones y salarios, y más deuda, el resultado no puede ser otro
que una nueva aceleración de la recesión.
Pero no sólo es la actividad productiva. Las ventas de las grandes
superficies han caído un 8,1%, frente a una media del 6% en 2012. Ha
sido el peor trimestre desde que comenzó la crisis, hasta el punto
que el mítico Corte Inglés, cuyas ventas no cesan de caer, tiene
serias dificultades de financiación ante la magnitud de su deuda y
de sus impagados, un fiel reflejo de la situación económica general.
Y al lado de esto, Montoro, que literalmente ha enloquecido, en
lugar de intervenir las comunidades autónomas quebradas como había
prometido, les envió 60.000 millones de nuestro dinero en 2012 y va
a inyectarles 23.000 millones más. Y para que sigan despilfarrando
multiplica por tres el límite de déficit, de Valencia y Cataluña en
particular, cuyo plan de ajuste es muy sencillo: pedirle más dinero
a Madrid.
El Rey y Rajoy están recorriendo los últimos tramos del camino cuya
meta es la aniquilación de España como entidad geográfica,
histórica, cultural y política, ante la impasibilidad absoluta de
toda la clase dirigente
Adicionalmente, como acaba de denunciar la conocida economista de
Harvard Carmen Reinhart, la mujer del momento, en una reciente
entrevista a Der Spiegel, resulta inaudito que “la deuda senior de
la banca española -la contraída con los bancos alemanes, franceses y
holandeses que financiaron la burbuja sin molestarse en analizar
nada- no haya sufrido quita alguna, a pesar de que los activos que
la garantizaban se han hundido y se siguen hundiendo”. “El cierre de
los bancos era la única respuesta lógica”, añade. En lugar de ello,
estos miserables que nos gobiernan, los anteriores y los actuales,
han hecho recaer esta deuda sobre los contribuyentes: un robo de
dimensiones históricas.
Con una deuda del 400% del PIB el sistema financiero es insolvente
Pero este incremento imparable de deuda financiado por el BCE lleva
inevitablemente a algo que he venido denunciando por activa y por
pasiva: la insolvencia del sistema financiero como conjunto. Han
arruinado a los pequeños ahorradores con la estafa de las
preferentes, mientras que han renunciado a pedir responsabilidades a
los culpables de la quiebra, como consecuencia de la mayor y más
vergonzosa connivencia entre políticos, reguladores y banqueros
corruptos de la historia financiera española. Y ahora están en
camino de arruinar también a los tenedores de depósitos, pues según
la nueva filosofía del Eurogrupo, si un banco quiebra es legítimo
que sus depositantes y sus bonistas asuman las pérdidas, pero eso
si, después de pagada la deuda senior.
El rescate bancario ha costado hasta ahora 275.000 millones de
euros: inyecciones directas de capital, 60.000; avales, 135.000;
esquema de protección de activos, 30.000, y Sareb, 50.000, con la
posibilidad de llegar a 100.000, o el 26% del PIB. Pero además
ocurren tres cosas, a cada cual peor. Primera: la deuda total
española, pública y privada, supera el 400% del PIB, una cantidad
que jamás será devuelta, y en consecuencia el sistema financiero
español como conjunto, que es el acreedor principal, es insolvente.
Segunda: la parte más insolvente del sistema es la que ha recibido
el grueso del rescate, ergo la mayor parte, un 17% del PIB, no se
recuperará, la cifra más alta del mundo. Tercera: el crédito a la
economía real, a pesar del multimillonario rescate, experimentó en
2012 la mayor caída en 60 años, y en 2013 el crédito a la economía
productiva sigue cayendo en picado.
La economía en el primer trimestre 2013
Aunque todavía faltan datos, los que conocemos dibujan un panorama
inequívoco: la recesión se acentúa y nos acercamos peligrosamente a
la deflación. Aparte de lo explicado al principio, el índice de
producción industrial de febrero fue peor de lo previsto y peor que
el de enero. Si lo comparamos con el mismo mes del año anterior es
para cortarse las venas: un 6,5% inferior. El indicador de clima
industrial de bienes de inversión –el 30% del PIB– acentuó su ritmo
de descenso interanual en 1,3 puntos en el primer trimestre de 2013
respecto al cuarto de 2012, hasta el -15,4%. El índice de producción
en la industria de la construcción registró en enero una tasa
interanual del -1%, casi seis puntos inferior a la de diciembre.
Las economías familiares ante el expolio masivo de las
Administraciones y los monopolios están exhaustas. La tasa de ahorro
se ha hundido al 8,1% el mínimo de todos los tiempos y muy por
debajo de la media de la UE
Las exportaciones están disminuyendo significativamente. En 2012, a
pesar del triunfalismo del Gobierno, sólo crecieron un 1,7% en
términos reales, pero los últimos datos muestran una contracción del
3%. La disponibilidad de bienes de consumo y de bienes de equipo
acentúa su caída y, lo que es realmente gravísimo, la financiación
al sector privado deflactada cae un 9,4% frente al 7,4% del último
trimestre de 2012. Por otro lado, el coste laboral por trabajador
retrocedió el 3,2% anual en el cuarto trimestre de 2012, o más de 6%
en términos reales. En línea con este panorama recesivo, en los dos
primeros meses del año el déficit del Estado sería un 14,9% superior
al del mismo periodo del año anterior y la deuda neta en enero y
febrero se incrementó en 29.000 millones de euros, la cifra más alta
conocida.
Las economías familiares, ante el expolio masivo de las
Administraciones y los monopolios, están exhaustas. La tasa de
ahorro se ha hundido al 8,1%, el mínimo de todos los tiempos y muy
por debajo de la media de la UE. Vamos directamente a la pobreza. El
PIB del trimestre, estimado a través de su correlación con el
consumo de electricidad y sobre todo con el gasóleo de automoción,
ha caído un 1%, un 4% en tasa trimestral anualizada. Y da igual lo
que nos mientan el BdE y el INE porque esas correlaciones son
indiscutibles.
Finalmente, la tasa de inflación se redujo cuatro décimas en marzo
hasta el 2,4%, algo que algunos optimistas u obligados a serlo
presentan como un dato positivo. Nada más lejos. La inflación
subyacente o inflación básica, que sirve como indicador adelantado
del rumbo que tomarán los precios a medio plazo, se mantuvo en el
2,3%, casi el doble de la de marzo de 2012 y dos décimas por encima
de la de diciembre de 2012. Lo que ello indica no es otra cosa que
el hundimiento de la demanda interna y el riesgo cada vez mayor de
una deflación, algo que, de materializarse, sería el peor de los
escenarios económicos posibles.
Pero Rajoy y sus secuaces no sólo se limitan a arruinar a los
españoles para varias generaciones: están destruyendo España a
escondidas, todo un compendio de la vileza y la insania. El ministro
de Exteriores, un indigno que se bajó los pantalones ante Maduro con
el asombro de EEUU y la UE, comete la infamia de reunirse en secreto
con el conseller de la Generalitat Homs para tratar de la creación
de un cuerpo diplomático que represente a Cataluña en el exterior
con nuestro dinero, mientras cierran las embajadas de España por
falta de medios y tienen tirados por los pasillos a muchos de
nuestros mejores diplomáticos. Peor aún, Homs ya está preparando que
a partir del verano empresas, particulares y ayuntamientos catalanes
paguen los tributos al Ejecutivo autonómico y no al Estado, lo que
de permitirse sería una deslealtad institucional equivalente a
traición. La cobardía de la Casa Real y de Rajoy están conduciendo a
la aniquilación de todo sentimiento nacional en España.
Entre la intervención de las Fuerzas Armadas, obligadas
constitucionalmente a la defensa de la unidad de nuestra única
patria, España, y la vil rendición de las instituciones políticas
incluida la Corona ante el desafío separatista de cuatro arribistas
tan corruptos como indocumentados, se abre el camino de la valentía
civil, incluso de la rebelión ciudadana, con arreglo a la
Constitución y las leyes, como camino de salvación distinto del
último recurso. El Rey y Rajoy están recorriendo los últimos tramos
del camino, cuya meta es la aniquilación de España como entidad
geográfica, histórica, cultural y política, ante la impasibilidad
absoluta de toda la clase dirigente. Como dice mi maestro Antonio
García Trevijano, “apartar a estos indeseables políticos, incluido
el Rey, de la esfera del poder estatal ya no es sólo una obligación
política de todo ciudadano, sino deber moral que incumbe a toda
conciencia honesta”.
Cuidado con Euskadi
Pablo Mosquera La Voz 22 Abril 2013
Malas noticias desde Euskadi. El proceso para la desaparición de ETA
no solo está interrumpido, sino que hay signos y síntomas
preocupantes.
Las delegaciones, más o menos encubiertas, que seguían la hoja de
ruta marcada por los mediadores internacionales, con sede en
Noruega, entre los que se encontraba Josu Ternera -el general-, han
sido expulsadas.
Vuelven conatos y más, de kale borroka, en Basauri, Lequeitio y
Guecho. Cuestión que había sido abandonada por compromiso de la
izquierda abertzale y de la propia ETA.
Tras los actos de recibimiento y despedida del jefe de ETA, Thierry,
ambas partes del conflicto se han desafiado. Los radicales,
justificando lo injustificable, aludiendo a las víctimas como
asesinatos políticos. Caso de una sesión parlamentaria en la que la
portavoz de Sortu califica como tal el asesinato de Fernando Buesa.
Otro tanto podemos decir de la Delegación del Gobierno en Euskadi.
Su titular, hombre de no muchas luces -Carlos Urquijo-, ha impulsado
la actuación de la Fiscalía para investigar diferentes actuaciones
de cargos electos de la izquierda abertzale, incluso ha prohibido y
amenazado con medidas disciplinarias a la Universidad Pública Vasca,
por permitir una conferencia que lleva por título «Presos políticos
y resolución de conflictos».
Desde la vuelta del PNV al Gobierno vasco, su lendakari ha
manifestado a Rajoy que ilegalizar Sortu constituiría un preocupante
salto atrás. Al mismo tiempo -incoherencia-, le comunicó al
presidente del Gobierno de España que es intención del Gobierno
vasco suprimir las escoltas, a finales de mayo, a los altos cargos
políticos cuya seguridad corresponde al departamento de Interior del
Gobierno que preside Urkullu.
Esta última comunicación no ha sido aceptada, pero tiene tintes de
fórmula perversa para que los cargos políticos socialistas y
populares que son protegidos, ante el cambio en su seguridad,
presionen a quien corresponda para que el proceso del fin de ETA se
acelere.
Se han detectado movimientos en la organización criminal, que no
solo no habla de entrega de las armas, es que están incrementando su
plantilla con jóvenes procedentes del mundo radical.
Analistas de los servicios antiterroristas han avisado de un
potencial riesgo de vuelta a comportamientos pasados.
Sería muy lamentable volver a las páginas de los sucesos.
Espectacular rapapolvo del actor Manuel
Manquiña a la izquierda y al nacionalismo
http://www.outono.net/elentir 22 Abril 2013
El digital Praza Pública, afín al nacionalismo y socio gallego del
diario progre de Ignacio Escolar, ha publicado esta tarde una
interesantísima entrevista con el actor vigués Manuel Manquiña, que
en 2009 apoyó a Galicia Bilingüe en su defensa de la libertad de
idioma. A diferencia de la mayoría de los actores -muy afines al
discurso progre dominante-, en la entrevista Manquiña critica sin
rodeos a la izquierda y al nacionalismo.
“Te llaman facha porque dices las cosas que no quieren escuchar
muchos”
El citado digital ha intentado pasar factura al actor vigués por
disentir de la progresía, haciéndole esta pregunta: “Si pone su
nombre en Google, lo primero que sale en el buscador automático es:
Manuel Manquiña facha y después Manuel Manquiña Martinez el facha,
Manuel Manquiña PP y Manuel Manquiña derechas. ¿Le gusta lo que dice
Google sobre usted a primera vista?”
La respuesta de Manquiña ha sido de lo más desacomplejada: “Pues
casi voy a decir que es una honra. Si no te llaman facha en este
país, no eres nada. Si te llaman facha es porque te manifiestas,
porque dices las cosas que no quieren escuchar muchos y que tampoco
debes decir. Mira, la llamada izquierda, o la izquierda social, para
mí, no tiene respeto en absoluto. A mí, por ejemplo, estas
plataformas de acoso a los políticos del PP co…”
“No, escrache no. Acoso”
Así, con puntos suspensivos, “Praza” interrumpe la respuesa de
Manquiña. Ha cometido el “error” de saltarse la terminología progre.
El entrevistador le corrige con esta pregunta: “¿Escrache?” Pero
Manquiña vuelve a la carga sin tapujos:
“No, escrache no. Acoso. El escrache se les hacía a los políticos
argentinos que estuvieron en la dictadura militar, que torturaron y
que se libraban de la justicia. Aquí no son torturadores, son
representantes públicos votados por una mayoría. En tiempos de ZP
había desahucios, pero no había plataformas de acoso. ¡Claro, era la
izquierda! Son ellos los que tienen el comportamento fascista, de
terror, de acoso. La prenden fuego a una puerta sabiendo que hay
niños al otro lado. Procuran emplear el terror de la gente para que
modifiquen su creencia política. Van a tu casa, te persiguen y
gritan: “Aquí vive el gilipollas este que no sé qué”. Es decir,
modifican tu postura yendo a tu casa a gritar, es acoso que busca
modificar tu libertad mediante el terror. Es acoso.”
El actor gallego también le da estopa a los sindicatos a propósito
de las coacciones de los piqueteros: “Todas esas cosas que tanto le
gustan a los sindicatos: poner silicona en la puerta es “informar”.
No, mira, no estás informando. Andas acosando y bloqueando el
tráfico.” Manquiña es muy claro con los sindicatos: “Emplean el
pánico y el terror. Y cualquiera que les haga frente, ya es un
facha. Y eso, en España, no se perdona. No se perdona que
contestes.”
“Los nacionalismos son enemigos absolutos de la libertad”
Llegado a esta altura de la entrevista, yo ya estaba disfrutando
como un enano imaginándome la escena y, sobre todo, la cara del
entrevistador del digital progre-nacionalista. Pero aún faltaba lo
mejor. “Praza” pregunta a Manquiña por su apoyo al bilingüismo en
Galicia, y una vez más el actor contesta sin tapujos:
“Yo creo en la libertad de la gente por encima de la libertad de los
lugares y de las patrias. Para mí no existen las culturas
colectivas, no existe el pueblo. Un pueblo no es superior al
individuo. Creo en la potencia del individuo. Cuando se pretende
unificar el comportamiento, ¡buf! Eso es un problema muy grave en un
país. “¿En Galicia, en Galego?” Mira, ¡vete a tomar por el culo! Y
después te dirán “aquí tal cosa” y “allá otra cosa”. Y mañana, todos
a misa. Y pasado, prohibido ir a misa. ¿Y todo por qué? Porque un
grupo de zumbaos emplean un poder de presión para quererle decir a
la gente lo que tiene que hacer. Yo creo en la libertad del
individuo, no en el bilingüismo ni en el trilingüismo. Todos los
nacionalismos, lo primero que hacen es luchar contra la libertad del
individuo y homogeneizar el comportamiento de la gente. Por eso los
nacionalismos son enemigos absolutos de la libertad. Ellos hablan de
la libertad de un pueblo y de un territorio. Para mí el territorio y
el pueblo no son nada. Lo que importa es el individuo. El respeto a
los individuos es lo que debe prevalecer. El territorio no opina ni
cotiza. Pago yo.”
Podéis leer la entrevista completa, en gallego, aquí. Mi
felicitación a Manquiña por no tener pelos en la lengua y por
defender la libertad frente a los liberticidas de la izquierda y el
nacionalismo. Es un placer ver que hay voces discordantes entre los
actores españoles.
http://praza.com/cultura/4177/se-neste-pais-non-te-chaman-facha-non-es-ninguen/
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