Una Administración distinta
Editorial www.gaceta.es 30 Junio 2013
No se trata simplemente de que existan tres Administraciones, lo que
es un lujo que nos va a salir insoportablemente caro.
El Gobierno ha cumplido con su compromiso de llevar a cabo una
reforma de la Administración, pero se ha quedado lamentablemente
corto en su ambición y en sus objetivos. Por más que se trate de
disimular, hay un equívoco de fondo en su planteamiento, porque no
puede resultar suficiente ninguna reforma que ignore el entramado
político que la hace necesaria, la existencia de un Estado
expansivo, megalómano, fiscalmente irresponsable, y con tendencia al
autismo y a la reduplicación de funciones. No se trata simplemente
de que existan tres Administraciones, lo que es un lujo que nos va a
salir insoportablemente caro, sino que la sabia política que las
alimenta, los partidos y sus clientelas, han estado mucho más
pendientes de sus intereses y del corto plazo que de los interese de
todos, del interés nacional a medio y largo plazo. Esa dinámica,
catalizada por una oleada de ingresos fiscales que probablemente
nunca volverá a repetirse, ha permitido que se cree una situación
que como mejor se resume es del siguiente modo: a la fecha de hoy,
las Administraciones españolas se gastan diariamente 400 millones de
euros más de lo que podrían gastar, y esta es una situación
enteramente insostenible que, de no corregirse a tiempo, hará
inevitable la quiebra financiera del Reino de España. Es de una
irresponsabilidad rayana en la locura continuar mirando a otra parte
sin afrontar directamente el cambio imprescindible en los parámetros
de funcionamiento y en los esquemas de gasto del conjunto de las
Administraciones públicas, esto es, acometer una reforma valiente
del Estado sin parapetarse tras pobres disculpas políticas que no
servirán ni para encubrir la falta de patriotismo y de ambición de
quienes se hagan responsables de una política ciegamente cobarde y
continuista.
No se trata de decir que hay que hacer recortes, sino de llevar a
cabo una reconsideración radical de los esquemas de funcionamiento
de nuestro sistema político, y esto es lo que no parece dispuesto a
hacer un Gobierno con la mayoría política necesaria para plantearlo
pero que prefiere refugiarse en la vana esperanza de que saliendo de
la crisis económica las cosas se arreglarán como por ensalmo. La
verdad es, más bien, lo contrario. La causa fundamental de nuestra
larga e insuperable crisis reside en que la sociedad española no
tiene energías suficientes como para alimentar al monstruo político
y administrativo que ha creado una clase política irresponsable pero
que ya no puede seguir durante más tiempo engañando a los españoles
con sus monsergas. Si no se afronta la reforma necesaria, la
catástrofe la hará inevitable y mucho más costosa para todos. No
basta con subir una vez más los impuestos o con suprimir, si es que
se dejan, los 17 Defensores del Pueblo o las mil invenciones
igualmente surrealistas, pero para sacar esto adelante hace falta un
valor político que, aunque no se pueda suponer, habría que exigir a
quienes nos representan y nos gobiernan: que dejen de pensar con la
óptica miope de sus cortos intereses y piensen de verdad en lo que
han de hacer para que España pueda librarse del desastre financiero
y el desprestigio internacional al que nos están llevando.
Atracón fiscal, contrabando a la vista
Fernando Díaz Villanueva www.gaceta.es 30 Junio 2013
Hay un principio que dice que tipos impositivos, recaudación e
ingresos fiscales van de la mano hasta cierto umbral
No hay dos sin uno como no hay treinta y dos sin treinta y uno. El
Gobierno Rajoy lleva ya treinta y dos subidas de impuestos
consecutivas. Hágase cargo, treinta y dos, lo pongo en letras y no
en números para que se recree leyendo la cifra y, ya de paso, para
que al triste de Julio Sánchez, plumilla de cámara de Montoro, le dé
un ataque de vergüenza ajena. Digo treinta y dos cuando bien podría
decir treinta y tres porque al nuevo arreón fiscal en el tabaco, el
alcohol y en las tasas medioambientales hay que sumarle la
eliminación de deducciones para las empresas, lo que constituye de
hecho una subida de impuestos, la trigésimo tercera de la era
pluritributaria que Rajoy inauguró a mayor gloria de “lo estatal”
hace ahora año y medio.
Este nuevo zapatillazo propinado con placer absoluto por parte del
titular de Hacienda va a proporcionar al Estado unos 4.700 millones
de euros de recaudación. Eso, claro está, según los recaudadores.
Luego habrá que ver en cuánto se queda. Hay un principio en
fiscalidad que, curiosamente, el ministro del fisco desconoce. Este
principio dice que tipos impositivos, recaudación e ingresos
fiscales van de la mano hasta cierto umbral. Este umbral es difícil
de delimitar y, una vez se sobrepasa, aunque los tipos sigan
subiendo la recaudación va inexorablemente a menos.
Esto ha pasado con varios de los nuevos impuestos inventados por ese
artista de la ruina ajena conocido en la Corte como Cristóbal y en
la Villa como Montoro y asociados. El caso del tabaco es de manual.
Hace diez años, cuando en Alemania gobernaba Gerhard Schröder, les
dio por pegar un subidón de infarto al tabaco. De la noche a la
mañana fumar en Alemania se puso imposible. El canciller necesitaba
fondos urgentemente y pensó que el mejor modo de allegárselos al
Finanzministerium era subir las labores del tabaco, un impuesto que,
además de muy jugoso, es relativamente popular porque penaliza el
vicio.
El hecho es que, hasta aquel momento, había funcionado. Era subir
los impuestos al tabaco y automáticamente empezaban a entrar marcos
a raudales en la caja registradora. Pues bien, en aquella ocasión
sucedió exactamente lo contrario. Las ventas de tabaco bajaron
drásticamente y, con ellas, la recaudación fiscal. Una mala noticia
para el ministerio de Hacienda que, sin embargo, era un titular
excepcional para el de Sanidad. El impuesto era, en definitiva,
bueno para todos. Pero no, el gozo de Schröder en un pozo. Los
alemanes seguían fumando alegremente aunque, esta vez y debido a los
impuestos, se habían pasado al tabaco de contrabando.
Por primera vez desde la posguerra se veían estraperlistas por las
calles de las ciudades alemanas. En un país donde comprar un DVD
pirata es algo simplemente impensable, los dealers de tabaco se
apoderaron de la calle. Y no sólo Berlín y Hamburgo –capital y
primer puerto del país respectivamente–, sino ciudades de provincias
como Núremberg, Maguncia o Duisburgo se llenaron de mantas
callejeras regentadas por inmigrantes en los paseos comerciales. No
ofrecían todas las marcas del tabakwaren de la esquina, pero sí las
suficientes como para hacer un roto colosal al estanquero… y a
Hacienda. El escándalo que se armó fue mayúsculo. Tan pronto como
empezaron a aparecer los primeros “camellos” de tabaco, los
periodistas dieron la voz de alarma. El Schleichhandel había vuelto
tras medio siglo de ausencia. Durante semanas se sucedieron los
reportajes en la televisión y los periódicos. Los alemanes se hacían
sólo una pregunta: ¿qué o quién era el culpable de aquel desaguisado
que tanto les ruborizaba cuando salían de compras por la
Königstrasse?
El Gobierno culpó al crimen organizado y anunció medidas policiales
para contener aquella intolerable ola que sacudía los cimientos de
la civilizada Alemania. En la calle, sin embargo, el mensaje que
caló fue otro. El contrabando era un efecto directo e indeseado de
la brutal y repentina subida de impuestos. Si el paquete de West,
marca predilecta del obrero fabril de la cuenca del Ruhr, había
pasado de costar 3 marcos a costar 6, lo normal es que una parte se
quitase de fumar, pero otra, la mayor, en lugar de quitarse lo que
buscó fue un proveedor alternativo. Y ahí es donde aparecía el
contrabandista, el socorrido schleichhändler que vendía el paquete a
4,5. Más caro que antes pero más barato que ahora. ¡Ah!, y un
detalle, los de Hacienda no veían ni un pfennig de las
transacciones.
La ley universal de las consecuencias indeseadas se puso a funcionar
con diabólica eficacia. El contrabando se adueñó de un mercado que
hasta ese momento había sido 100% legal y, para colmo, la
recaudación fiscal disminuyó. Dos por el precio de un solo impuesto.
La ceguera de los políticos sólo es superada por su infinita
soberbia, por su creencia en que mediante la ley se puede conseguir
todo. Y en parte esto es cierto, se consigue todo lo contrario.
Historias como esta podrían relatarse de mil productos y mil países.
Los del Gobierno se quejan con amargura de la economía sumergida sin
plantearse el hecho de que ellos son quienes la han sumergido, ya
sea vía impuestos o vía regulaciones absurdas. Si somos de los que
damos por bueno que el Estado disponga de recursos para
redistribuir, deberíamos pedir que los impuestos fuesen bajos,
aunque solo fuera por una cuestión puramente utilitaria. A
fiscalidad más laxa una base imponible más ancha. Elemental querido
Montoro.
Ocupan libertad
Mario Conde www.gaceta.es 30 Junio 2013
La defensa de la sociedad civil reclama el renacimiento de esos
centros asociativos libres.
Entiendo que la aglomeración de miembros de un sindicato obrero
portando banderas del Che Guevara, pidiendo prisión para los
banqueros como solución única a los problemas nacionales e
invadiendo a la fuerza propiedades privadas, es muy llamativa.
Esperpéntica, sin duda, y por eso llamativa. Se trata de la
violación, de la negación de un derecho capital como es la propiedad
privada, sobre el que se estructura un modo de relación de los
hombres con las cosas. Entendamos que el modelo social se define en
base al modo de definir dos relaciones: la del hombre con las cosas
y la del hombre con otros hombres. Pues en este segundo modo, en el
que afecta a la relación hombre/hombre, debería primar la libertad
pero sobre ella se ejercen también ocupaciones, menos llamativas,
incluso menos comprendidas, pero no por ello menos reales y dañinas.
Ante todo el propio concepto de Estado, asumiendo funciones que no
le son propias y que deberían dejarse a la iniciativa privada. Por
eso desde hace años venimos pidiendo una agenda clara del Estado,
una definición no sólo de tamaño en efectivos humanos de calidad,
sino en funciones que debe dejar en manos de la sociedad civil.
Además, el monopolio de lo público por la clase política. Los
centros de debate civil, tales como los Ateneos, las Academias han
sido ocupados y fagocitados. ¿Qué queda de su viejo esplendor?
Visitar el Ateneo de Madrid y sentir nostalgia es inevitable. Han
ocupado nuestra estructura asociativa y nos dejan como individuos
solos frente al Estado, frente al Sistema. Batalla perdida de
antemano. Si no somos capaces de entender que la defensa de la
sociedad civil reclama el renacimiento de esos centros asociativos
libres, productores de pensamientos e iniciativas, con capacidad de
expresión y comunicación, seguiremos inertes consintiendo que se
ocupe nuestro derecho a debatir con eficacia sobre los asuntos que
nos conciernen
La partitocracia ha ocupado nuestro derecho a que el Parlamento
represente la voluntad del pueblo. Se compone solo de activos de
partido obedientes sin remisión por el funcionamiento perverso de
las listas cerradas. El parlamento hoy es solo una entelequia mental
que firma decisiones que se toman fuera de él.
Y el dominio de la judicatura, su politización evidente les permite
utilizar expedientes formales de ocupación abusiva de nuestra
libertad, dignidad y hacienda. Y con el control de los medios ocupan
nuestro legitimo derecho a una información veraz. Me encantaría
poder decirme a mi mismo que lo escrito contiene altas dosis de
exageración, pero en mi experiencia solo contienen fondos de verdad.
Seamos también conscientes de estas ocupaciones de nuestras vidas y
tratemos de cambiar.
El poder por el poder
Aleix Vidal-Quadras www.gaceta.es 30 Junio 2013
La reforma del CGPJ marca un hito porque afecta a la calidad
institucional de nuestra democracia.
Se supone que el Partido Popular está comprometido con la libertad
individual frente al intervencionismo, la separación de poderes
frente al totalitarismo, la unidad nacional frente a los
separatismos, la cultura del esfuerzo y el mérito frente al
hedonismo facilón, la igualdad de oportunidades frente a la igualdad
de resultados y la economía de mercado frente al estatalismo. Y se
presume también que este compromiso es firme y sin fisuras y que un
Gobierno popular con mayoría absoluta lo ejercerá con determinación.
La lista de decepciones al respecto desde que se inició la
legislatura en curso es ya larga, pero la reciente aprobación de la
reforma normativa sobre la composición y competencias del Consejo
General del Poder Judicial marca un hito especial porque afecta al
núcleo sensible de la calidad institucional de nuestra democracia.
No es un problema de derecha o de izquierda, sino de garantía de la
independencia mutua del Ejecutivo, del Legislativo y del Judicial.
El actual ministro de Justicia, al presentar el correspondiente
proyecto de ley, afirmó sin sonrojarse que se disponía a incumplir
flagrantemente su programa electoral en aras de conseguir un amplio
acuerdo parlamentario. En otras palabras, que el consenso es un
valor superior a la palabra dada a los votantes, a las propias
convicciones y a los principios fundamentales del constitucionalismo
liberal, base y esencia de la concepción de la vida pública de los
sectores sociales que apoyan al partido del Gobierno.
Pero es que tras pronunciar semejante dislate, la ley ha salido
adelante con el rechazo airado de todos los restantes grupos de la
Cámara, de la mayoría de la carrera judicial y del mismo Consejo.
Ante tal contradicción, que en cualquier sociedad madura le costaría
el puesto al titular del departamento impulsor del desaguisado, el
Gobierno ha seguido adelante con su propósito exhibiendo un
aislamiento prepotente y empecinado. La energía que no ha querido o
sabido demostrar a la hora de defender criterios serios para
conceder becas, mantener en la cárcel a terroristas vesánicos,
disciplinar fiscalmente a las Autonomías o racionalizar el mercado
laboral, le ha sobrado para deteriorar gravemente uno de los pilares
del Estado democrático, la sagrada independencia de los jueces
respecto de las influencias políticas.
Mi teoría desde hace tiempo es que la reducida cúpula que rige los
destinos del PP a partir del Congreso de Valencia se ha desvinculado
de las aspiraciones, los sentimientos, las creencias y los legítimos
intereses de sus afiliados y simpatizantes para entregarse al mero y
pragmático ejercicio del poder por el poder.
¡Muera la inteligencia!
Carlos Sánchez El Confidencial 30 Junio 2013
En 1814, José María Blanco White, uno de esos españoles ilustres que
merecen la pena, se preguntaba: “¿Cómo crecen las artes y la
civilización en los pueblos?" Y la respuesta que daba el pensador
sevillano era sugerente: "El reino de las leyes y del orden civil
debe prevalecer. De las leyes nace la seguridad; de la seguridad, la
curiosidad, y de la curiosidad, el saber".
Sólo un país ignorante no se daría cuenta de la importancia del
conocimiento, que no es únicamente un factor esencial para que
avance la productividad, sino que cumple un papel determinante en la
legitimación social de las decisiones políticas. Las leyes que no
están avaladas por el conocimiento profundo de las materias que
tratan son, en realidad, leyes huecas condenadas a morir de forma
temprana.
Como sostiene el profesor Daniel Innerarity, la vieja cuestión
acerca de las relaciones entre el saber y el poder se remonta a la
teoría platónica del filósofo-rey, pero en la edad contemporánea esa
dicotomía se ha traducido en dos figuras que representarían el tipo
de saber que debe guiar a la política. En su versión de derechas
estaría la figura del experto y en la de izquierdas, la del
intelectual. El experto encarna a la superioridad de la ciencia y
sería el abogado de la objetividad. El intelectual, por el
contrario, pretendería hacer valer una superioridad moral y, en vez
de objetividad, lo que ofrece es un saber crítico y comprometido.
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Expertos e intelectuales, sin embargo, juegan hoy un papel
irrelevante en la vida política. Los nuevos filósofos son los
cocineros que incluso hablan de tortillas deconstruidas,
convirtiendo al pobre Jacques Derrida en un vulgar pinche de cocina.
En realidad, no es ninguna novedad. Ya Nietzsche afirmaba con mucha
ironía que el único poeta y filósofo que quedaba en Alemania era
Bismarck. Nietzsche criticaba con saña el empobrecimiento cultural
de su país, mientras que Thomas Mann, años después, diría que el
Reich alemán había sido una decepción cultural: "Alemania, otrora
profesora del mundo, carecía entonces de grandeza intelectual. Era
fuerte, nada más", clamaba con pena el escritor hanseático.
Esta banalización de la cultura y del conocimiento explica que la
crisis se esté llevando por delante buena parte de los principios
que se creían asentados. Y ahora hablar de cultura -incluso de
conocimiento- es sinónimo de gasto público. Sin duda, por los
excesos cometidos en el pasado. El país asiste con los brazos
cruzados a los recortes en investigación como si se tratara de una
maldición bíblica.
Jorge Semprún, nada sospechoso de ser un agente de la Trilateral o
del Club Bilderberg, solía decir, parafraseando la célebre frase del
escritor filonazi Hanns Johst ("cuando oigo hablar de cultura, quito
el seguro de mi Browning"), que los socialistas oían hablar de
cultura y se echaban la mano a la cartera. Y en verdad, esa es la
impresión que tienen muchos ciudadanos: hablar de cultura es lo
mismo que sangrar el bolsillo de los contribuyentes. Para cierta
derecha, por el contrario, la cultura es sinónimo de gorrones que
viven de la subvención. Y hasta un sujeto como Millán-Astray lanzó
aquel célebre: "¡Muera la inteligencia!".
Alienación y cultura
Probablemente, en el fondo de esa percepción se encuentra una visión
reduccionista de la cultura entendida como mero entretenimiento. En
línea con lo que criticaban los pensadores de la Escuela de
Fráncfort, para quienes la consolidación de una industria de la
cultura de masas acabaría por convertir al ciudadano en un
consumidor pasivo incapaz de emitir un juicio cabal sobre lo que
observa. Tanto Adorno como Walter Benjamin sostenían que con la
cultura de masas la libertad quedaba reducida a elegir entre los
mismos productos pero etiquetados con distintos nombres, lo que
necesariamente conducía a la alienación. Las subvenciones no son un
fin en sí mismo, sino un medio para lograr determinados objetivos. Y
si no se sabe para qué sirve la Universidad, difícilmente se podrá
conocer la utilidad de las becas
Este es, en realidad, el fondo del problema cuando se convierte la
cultura en un mero espectáculo. Pero la cultura, en el sentido más
amplio del término, no tiene sólo que ver con subvencionar el
teatro, la música o el cine. Cultura cívica es cuando millones de
brasileños salen a la calle no sólo para protestar contra la
carestía de la vida, sino también contra la corrupción del Gobierno.
Cultura política es cuando los ciudadanos protestan porque mientras
los políticos discuten de sus cosas, distraídos en lo
insignificante, hay un montón de problemas que esperan ser
abordados. Y cultura democrática no es otra cosa que tener capacidad
real de elegir entre distintos candidatos de acuerdo a la lógica y a
la racionalidad de los programas, y no al socaire de los impulsos
primarios que desatan las falsas ideologías y los populismos. La
cultura, por lo tanto, forma parte de nuestra vida más íntima y
renunciar a ella es despojarnos de nuestra propia identidad.
Y el actual debate sobre las cuantías y los requisitos que exigirá
el Gobierno para tener derecho a una beca pone de relieve hasta qué
punto la Universidad -cátedra de las ideas y de la cultura- cumple
un papel irrelevante en la sociedad. Probablemente, porque el país
se ha acostumbrado a la ceremonia de la mediocridad permanente
propiciada por falsos igualitarismos. Se discute sobre cómo entrar a
las aulas y en qué condiciones deben hacerlo los estudiantes, asunto
sin duda capital, pero no sobre el papel que debe jugar la
Universidad en una sociedad desarrollada que mira sin inmutarse la
degradación permanente de su función social. Desconociendo, como
sostenía el informe de expertos que encargó en su día el ministro
Wert, que universidades como Berkeley, Cambridge, Stanford o el MIT
han contribuido a la creación de innumerables empresas.
El origen de Google, por ejemplo, está en un nuevo y eficaz
algoritmo de búsqueda de datos en Internet desarrollado por dos
estudiantes de doctorado en Stanford, y mucho antes el
descubrimiento del electrón por un laboratorio de la Universidad de
Cambridge puso los cimientos del desarrollo económico.
¿Para qué sirve la Universidad?
Lo relevante, por lo tanto, no es cuántas tasas hay que pagar o si
la política de becas es la acertada, sino el papel que juega la
Universidad en este momento histórico, pero este asunto no parece
llamar mucho la atención. Se sigue considerando, como sostiene en
este artículo el profesor César García, que las becas son ante todo
un subsidio mayoritariamente estatal, una cantidad de dinero que se
aporta al estudiante a fondo perdido, que permite a los más pobres
y, casi por derivación, a los mejores poder estudiar. Pero las
subvenciones no son un fin en sí mismas, sino un medio para lograr
determinados objetivos. Y si no se sabe para qué sirve la
Universidad, difícilmente se podrá conocer la utilidad de las becas.
España está ensimismada en sus propias miserias y continúa
enfrascada en pequeñas escaramuzas que no abordan los problemas de
fondo. Pero este país cuenta con 50 universidades públicas y 31
privadas repartidas en 236 campus para atender a millón y medio de
universitarios
España está ensimismada en sus propias miserias, y en lugar de poner
las luces largas para identificar el camino que debe seguir,
continúa enfrascada en pequeñas escaramuzas políticas (la
utilización de las becas con fines propagandísticos) que no abordan
los problemas de fondo. Y que tienen mucho que ver con el hecho de
que este país cuente con nada menos que 50 universidades públicas y
31 privadas repartidas en 236 campus para atender a cerca de millón
y medio de universitarios. Y en las que se imparten a menudo las
mismas disciplinas sin producir apenas valor añadido. Generando
multitud de ineficiencias y duplicidades que sólo conducen al
abatimiento general. Hablar de becas sin mencionar para qué sirven
es un auténtico despropósito.
Parce razonable pensar, por lo tanto, que antes de discutir sobre la
cuantía de las becas, el país reflexione sobre qué tipo de
Universidad necesita. Si centros masificados convertidos en una
inmensa guardería de alumnos y profesores (mal pagados y
desmotivados) o si opta por una universidad de excelencia -que no es
lo mismo que una universidad de élites- destinada a romper las
fronteras del conocimiento. Y el hecho de que ninguna Universidad
española esté entre las 200 mejores del mundo refleja que este no es
el camino.
Con razón, Ramón y Cajal recuerda en sus memorias que los senadores
romanos, cuando los bárbaros estaban a la puerta de Roma, seguían
discutiendo sobre quién había creado la luz. No son los únicos.
Un canto a la libertad ¿Quién es el
opresor?
Vicente A. C. M. Periodista Digital 30 Junio 2013
Estos nacionalistas catalanistas se sienten cada vez más fuertes,
sobre todo porque hay un Gobierno débil, acomplejado e incapaz de
imponer la Ley. Ayer el estadio del Club de Fútbol Barcelona, volvió
a ser la sede y el altavoz propagandístico del aquelarre
secesionista catalán, con multitud de banderas anti
constitucionales,la que llaman "la estelada" por esa estrella que
luce junto a las barras de la Corona del Reino de Aragón. Dicen los
organizadores del evento, que "nadie puede prohibir un referéndum
democrático",obviando la propia Constitución que da legitimidad a la
existencia de las autonomías y que solo reconoce la soberanía del
pueblo español.
No se hartan de pedir "libertad" e "independencia", arrogándose una
representatividad del sentimiento de sus conciudadanos que no les
pertenece, del mismo modo que los sindicatos UGT y CCOO se adjudican
la representatividad de los millones de trabajadores. Aducen el
derecho a la libre determinación de los pueblos, dando por hecho la
falsedad de que existe un "pueblo catalán" diferenciado del resto
del pueblo español. Hasta ahí llega su aberración intelectual y su
falacia demagógica. No existe tal pueblo catalán, sino españoles que
tienen unas características peculiares de lengua y tradiciones
culturales, como cualquiera de otros pueblos que componen nuestra
España.
Como siempre pasa en este tipo de actos, no faltan aquellos
personajillos que se las dan de "progres" y defensores de lo
patético. Los hay incluso que, tras una larga trayectoria
profesional, no han dudado en convertirse a ese nacionalismo
secesionista, destilando un odio y una visceralidad que mantuvieron
bien oculta y disimulada hasta este momento. Antes se les llamaba
"chaqueteros", ahora yo les llamo simplemente miserables. Porque lo
que ha llevado a este irracional comportamiento no solo es por la
labor de zapa y de lavado de cerebro de años de adoctrinamiento,
sino también por la complicidad de unos partidos políticos PSOE y
PP, que han vendido su acceso al poder por el apoyo bastardo de
formaciones nacionalistas separatistas.
Lo de ayer en el Camp Nou, fue un canto a una libertad reclamada
cuando el único opresor es el mismo nacionalismo separatista. El
F.C. Barcelona como entidad deportiva y adeptos en toda España, no
merece haber pasado a ser el máximo exponente de ese nacionalismo
ultra secesionista y anti español. El Barça puede que sea más que un
Club, pero deberá pensar en las consecuencias de haber mezclado
durante años política y deporte. Lo siento por los jugadores
profesionales obligados a la disyuntiva de defender la camiseta azul
grana o la camiseta de la selección española cuando son convocados.
Hagamos el referéndum y que opinen todos los españoles, pero no
limitemos la pregunta a algo tan local, sino planteemos asuntos de
interés nacional como es la propia forma del Estado que queremos,
Monarquía o república Federal o Confederal o regional, o sobre el
mismo sistema electoral y las subvenciones a Partidos, patronal y
Sindicatos, o sobre la optimización y reunificación de las FFyCCSE,
etc. Como diría Rubalcaba, "ahora no estamos en eso". Pues entonces,
acabemos de una vez con esta farsa. Parece que Artur Mas va a pedir
formalmente por carta al Presidente del Gobierno Rajoy, el permiso
para celebrar el referéndum. ¿Alguien duda de cual será la
respuesta?
La verdad, es ya "muy cansino" la matraca secesionista. Más vale
ponerse una vez rojo, que cien colorado. Solo pido a Rajoy que
cumpla con su juramento de la Constitución. Con eso ya sería más que
suficiente para acabar de una vez esta historia interminable.
La despreciable ideología del PP
Avelino Vallina Periodista Digital 30 Junio 2013
El PP, además de no saber atajar la crisis, de hacer cargar el peso
de la misma sobre la diezmada, y en franco peligro de extinción,
clase media, está demostrando que bajo su capa de moderna formación
de centro-derecha se encontraba agazapada la ideología de la rancia
y antigua derecha española apenas contaminada por los nuevos aires
del siglo XXI.
Como ejemplo puede servir la poca dedicación a explicar su políticas
a un electorado al que Rajoy se limita a pedir esfuerzo, sacrificio
y fe, mucha fe, para confiar en los resultados de esas políticas.
Pero ni siquiera se molesta en tratar de convencernos de que en un
futuro nos beneficiaremos de ellas, limitándose a repetir
machaconamente que el camino emprendido es el bueno, sin decir para
quien, aunque ya vamos sospechando que esas bondades no las
disfrutaremos los que las estamos pagando.
Están construyendo la recuperación, dicen, pero no dicen que lo
hacen sobre los escombros de un incipiente estado del bienestar que
ya nunca se construirá.
La privatización de la sanidad en la Comunidad Autónoma de Madrid es
un buen ejemplo: poner los medios que hemos pagado los españoles en
manos privadas para que obtengan beneficios.
¿Es necesario hacer más eficiente la sanidad pública? Desde luego.
¿Se puede mejorar? Por supuesto.
¿Es la privatización el único camino? En absoluto.
No es mucho pedir a nuestros gestores públicos que sepan gestionar
las empresas y servicios públicos con eficiencia y sin sacrificar
parte de las partidas destinadas a los mismos para engordar las
cuentas corrientes de empresas privadas.
Otros dos ejemplos de la despreciable política que está aplicando el
PP son las reformas iniciadas por Gallardón y Wert.
El ministro de justicia ha matizado la expresión “todos somos
iguales ante la ley” con la coletilla “siempre que te lo puedas
pagar”.
La implantación de unas tasas judiciales desproporcionadas tiene
como único objetivo disuadir a las personas de acudir a los
tribunales para hacer valer sus derechos.
Gallardón no ha optado por salvaguardar la separación de poderes,
por el contrario, y en contra de todo lo prometido hasta llegar al
gobierno, ha procurado que esa separación sea todavía menor. Tampoco
ha emprendido una reforma de la justicia para modernizar sus medios
y situarla en el siglo XXI, mejorando la informatización, dotándola
de más medios materiales y personales. No. Se ha limitado a
disminuir la litigiosidad a costa de la renuncia a la tutela
judicial de aquellos que no se la puedan pagar.
Y, por fin, Wert, demostrando con su política de becas que la
igualdad de oportunidades se reserva también para aquellos que
tengan suficientes recursos económicos. No procura, como dice,
potenciar el esfuerzo, la capacidad y el mérito, sino que desea
utilizar éstos para discriminar a los de menor poder adquisitivo.
No estoy de acuerdo, en absoluto, en igualar por abajo. No creo que
se deban “regalar” las becas sin exigir unos rendimientos
académicos, pero me parece despreciable que se exija a los becarios
lo que está lejos de exigirse a los que no lo son, sobre todo si
tenemos en cuenta que, de hecho, todos los alumnos de las
universidades públicas están becados, puesto que las matrícula
apenas cubren el diez por ciento del coste real de los estudios.
Por más vueltas que le doy, no puedo entender las pretensiones de
Wert (que ahora parece haber abandonado ante la oposición de los
rectores) más que desde la creencia de que los pobres sólo pueden
tener derecho a la enseñanza universitaria si son capaces de
realizar un esfuerzo titánico. En otro caso, deben resignarse a
permanecer entre sus iguales, porque la universidad debe estar
reservadas a quienes se lo puedan pagar, en cuyo caso las notas
medias dejan de tener trascendencia.
Los ejemplos expuestos creo que reflejan claramente cómo unos más
que mediocres políticos, que no han sido capaces de plantear una
mínima reforma de la estructura económica de nuestro país, que no
han tenido la vergüenza de afrontar las reformas necesarias para que
nuestras estructuras políticas no consuman la ingente cantidad de
recursos que se están restando de programas de I+D+i, de inversiones
productivas, de mejoras de las infraestructuras y servicios
públicos; que no han sabido, en definitiva, hacer aquello para lo
que se les ha elegido, se dedican a repartirse prebendas y
privilegios, cuando no sobresueldos que, lícitos o no, son
absolutamente inmorales, mientras se ceban con las clases medias y
bajas de este país que son las que pagan el pan y el circo.
La Trama Barcenas financiación ilegal
Partido Popular
Juan Vicente Santacreu Periodista Digital 30 Junio 2013
Si te gusta, divúlgalo tú en las Redes porque los Medios de
Comunicación no lo harán
En Enero de 2013 escribí en Estrella Digital este artículo “La puta
del 5º y el butanero”. Era un artículo en clave de humor donde
denunciaba la cantidad de millones que maneja el PP sin que nadie,
absolutamente nadie se planteara de donde sale tanta pasta.
Como nadie me da respuestas convincentes, aquí os dejo mi hipótesis,
que como se demuestre, tendremos fiesta para largo.
En este artículo explico cómo y la forma que ha utilizado Bárcenas
para “amasar” tanto dinero. Lo puedes ver en >> “La Trama de
Barcenas y la financiación ilegal del PP”
La Trama de Bárcenas -
Mucho se ha oído y escrito últimamente sobre Bárcenas y sobre la
cantidad de millones de euros que ha amasado –nunca mejor dicho- en
el extranjero, entre 15 y 45 millones de euros, que sepamos. Y por
si acaso la cifra te parece pequeña, te diré que estamos hablando de
7.470.000.000 Pesetas.
http://www.masaborreguera.com/denuncias/la-trama-barcenas-pp.html
Muchas son las incógnitas y nadie encuentra explicación, pues bien,
si te interesa conocer otra versión de los hechos, puedes ver mi
último artículo >> La Trama de Barcenas.
No sé si es correcta la hipótesis, pero desde luego explica todas
las lagunas que ha dejado al descubierto esta historia y a lo mejor,
sólo digo a lo mejor, algún medio de comunicación o algún juez le
entra un ataque de rebeldía libertaria y sigue el rastro de la
trama.
Si esta hipótesis se llega a probar un día, estaríamos hablando del
mayor delito económico de toda la historia de España y creo que
Barcenas sería el menos culpable de toda la trama.
El Artículo donde explico cómo ha conseguido el PP y Bárcenas tantos
millones lo puedes ver en >> “La Trama de Bárcenas”
Así lo pienso y así lo digo.
Juan Vte. Santacreu – Periodista Digital
La Trama Barcenas PP Partido Popular
http://www.masaborreguera.com Juan Vte. Santacreu 30 Junio 2013
Comparte este artículo porque el poder está en tus manos
Nota del autor- Quiero aclarar que todo lo que relato en este
artículo es pura hipótesis de trabajo para dar respuesta a todas las
dudas que surgen con el mal llamado Caso Bárcenas, que como más
adelante detallaré, no se trata de un "caso", se trata de una
"trama" bien organizada, presuntamente para financiar de forma
ilegal el PP. Todo lo que indico en este artículo es presuntamente
presunto.
Voy a intentar ser muy breve en mi exposición para no aburrir a sus
señorías.
- Hechos: A Bárcenas se le acusa de robar o de llevarse millones de
euros al extranjero.
¿Cómo es posible que un solo hombre haya robado tantos millones de
Génova sin que nadie lo notara? Quizás si te digo la cifra en
pesetas entiendas mejor el alcance, estamos hablando de
7.470.000.000 Pesetas.
Primero que nada te planteo esta cuestión, ¿sabes qué es la
información privilegiada? Es la información económica que algunos
individuos tienen con antelación a los hechos, y si se aprovechan de
ella pueden –y de hecho lo hacen- pegar un pelotazo y ganar millones
de euros invirtiendo a corto.
Me viene a la memoria Villalonga y toda la pirámide de directivos
con sus stocks options de Terra. Fue una estafa piramidal, los
directivos sabían que Terra era un fantasma de humo y por tanto sólo
tuvieron que vender sus acciones de 300 Pts. cuando alcanzaron
24.000 Pts. Hay muchísimos casos anónimos que pasan desapercibidos,
otros no tanto. Recuerdo un ciudadano muy conocido, y como no viene
al caso omito su nombre, que después de invertir en Bolsa en una
pequeña empresa mediocre, se revalorizó tanto que se hizo
millonario. Ganó tanto dinero que terminó presidiendo un Banco. ¿Fue
tan sólo suerte o recibió información privilegiada? Algunos apuntan
que recibió información por parte de Don Juan de Borbón –padre del
Rey-.
La Casa Real, los políticos y muchos ciudadanos tienen acceso
puntual y circunstancial a ese tipo de informaciones privilegiadas.
Hace tan sólo unas semanas, y quizás lo recuerdes, las acciones de
Bankia pasaron en pocas horas de valer unos céntimos a cotizarse por
unos euros. La subida fue muy efímera pero alguien sabía que eso iba
ha ocurrir y algunos, o muchos, ganaron millones en tan sólo unas
horas.
La Trama Barcenas PP Partido Popular
- Hipótesis – Si yo fuera el jefe del PP, y habiendo explorado todas
las posibilidades para conseguir el dinero a capazos que necesita la
máquina devoradora de mi partido, optaría por la solución más
inteligente al alcance de mi mano.
Siendo yo el jefe de Génova y teniendo todo tipo de información
privilegiada, nada más sencillo que nombrar a un testaferro de
confianza para que sacara clandestinamente de España todos los
millones que recauda el Partido de donaciones. Una vez puesto el
capital en paraísos fiscales sólo tendría que crear unas Sociedades
de inversión privadas para poder hacer incursiones en Bolsa en
ciertas acciones de empresas españolas de las que yo, o cualquier
miembro de la trama, dispusiera de información caliente aventajada.
El final es sencillo, esas plusvalías millonarias volverían
clandestinamente a España sin pagar impuestos y como sería dinero
negro, servirían para pagar todo lo que no se puede justificar. Y
aquí es donde salen a relucir los famosos "sobres", entre otras
cosas. Lo sé, como jefe de mi Partido estaría permitiendo la fuga de
capitales y también estaría trayendo a España dinero negro sin
declarar. Pero no pasa nada, si en un momento determinado se llena
la hucha de dinero negro, sólo tendría que declarar una amnistía
fiscal y el dinero negro de mi partido pasaría a ser legal.
Quizás ahora puedas entender por qué en el minuto uno del destape de
la trama, nadie denunció a nadie, ni Bárcenas a Rajoy, ni Rajoy a
Bárcenas. Por supuesto ni Soraya, ni María Dolores de Cospedal ni
nadie ha puesto una demanda. Quizás también entiendas por qué las
cifras del capital de Bárcenas oscilan entre los 15 y 45 millones
dependiendo las fechas. Era un dinero que no paraba quieto ni un
minuto.
Si yo fuera el jefe de Génova, con toda esta red habría conseguido
el mayor entramado de ingeniería económica para financiar
ilegalmente la hambrienta y devoradora maquinaria de mi Partido. Es
muy conocido que los Partidos han intentado todo tipo de
financiaciones ilegales, pero debes reconocer que nadie lo hizo tan
bien como yo. Claro, como yo lo hubiera hecho si fuera Presidente
del PP.
Si eres del PP, tranquilo, que no cunda el pánico, la cúpula de tu
Partido ni se va a resentir ni a resquebrajar, en España La Justicia
está comprada y los periodistas vendidos, tan sólo buscarán una
cabeza de turco. Así que Bárcenas, creo que lo tienes muy "jodido".
En todos los casos de ilegalidades políticas descubiertas se ha
buscado siempre un chivo expiatorio a quien cargarle el "marrón"
para permitir que se vaya de "rositas" el Faraon. ¿Por qué será que
Bárcenas me está recordando a Rafael Vera?.
Con todo esto no quiero insinuar que Bárcenas haya robado algo o se
haya hecho un "apartadito", pero… El Lazarillo de Tormes, aunque se
escribió hace muchos años, sigue inspirando mucho a los políticos.
Toda esta elucubración no puede ser real, porque si ello fuera así,
estaríamos hablando del mayor delito económico de toda la historia
de España, y si estuviéramos hablando de una empresa privada, los
responsables no pisarían la calle en 20 años.
Todo esto es lo que pienso de La Trama Barcenas y presuntamente así
lo digo.
Juan Vte. Santacreu
La vergonzosa rendición del ministro de
Wert
EDITORIAL Libertad Digital 30 Junio 2013
Al contrario que los socialistas, los políticos del PP sólo fallan
cuando rectifican, una sentencia cuya validez se ha puesto de
manifiesto en el proyecto de reforma de la Justicia abortado por
Gallardón y, más recientemente, con la retirada de la propuesta de
Ignacio de Wert en orden a endurecer las condiciones para obtener
una beca para estudios superiores. Como el propio ministro señaló
acertadamente cuando se refirió a este apartado concreto de su
proyecto de reforma educativa, las becas no son un derecho universal
que la administración debe satisfacer, sino un incentivo al que los
estudiantes deben responder con "un rendimiento aceptable".
Como era de esperar, la izquierda en pleno ha salido en tromba para
oponerse a una medida que amenaza el igualitarismo esterilizante que
ha llevado a la educación pública española al furgón de cola de los
países civilizados, razón de más para que el ministro se hubiera
mostrado especialmente firme en su convicción primigenia de que sólo
el esfuerzo y el mérito pueden revertir una situación tan
bochornosa. Sin embargo, hasta el partido del gobierno se ha
pronunciado en contra de esta juiciosa medida del ministro de Wert,
con el fin de no desentonar en un asunto clave como lo es la gestión
de la educación pública, entregada sin condiciones a la izquierda
con el resultado lamentable que todos conocemos.
En contra del discurso predominante, que pretende igualar a todos
los alumnos sean cuales sean sus condiciones de partida, un régimen
exigente de ayudas al estudio es la única manera de que estudiantes
menos favorecidas puedan acceder a la promoción social que sus
condiciones económicas le impiden, pues los que pertenecen a
familias con recursos siempre van a poder optar a un amplio abanico
de posibilidades que les pondrán al final de su vida académica en
situación ventajosa. Es más, teniendo en cuenta que los estudios
superiores ya están subvencionados en su mayor parte, en realidad es
una injusticia flagrante que esa pequeña porción del gasto educativo
que resta se subvencione sin atender a criterios de mérito y
capacidad, de forma que las familias con menos recursos van a seguir
financiando los estudios superiores de los descendientes de esas
otras que pueden permitirse una aportación mayor para garantizarles
una educación especializada.
La actitud de Ignacio de Wert, dando marcha atrás en su proyecto de
implantar un régimen de ayudas más exigente en beneficio de los
estudiantes con menos recursos, ha sido una de las mayores
decepciones del ejecutivo de Mariano Rajoy a la que hay que sumar
otras como su rendición vergonzosa al nacionalismo periférico en
materia lingüística. En esta tesitura, el ministro de Educación debe
plantearse si vale la pena seguir vegetando en un puesto para el que
se requiere un coraje político del que carece a la luz de sus
últimas actuaciones. Si Ignacio de Wert es incapaz de llevar a cabo
su proyecto de reforma, lo mejor que puede hacer es dejar su puesto
a otro capaz de asumir el coste político y personal al que él parece
haber renunciado.
Es "insostenible"
Hans-Herman Hoppe: "Veremos el colapso del
Estado del Bienestar como vimos el del comunismo"
El filósofo Hans-Herman Hoppe afirma que los indignados son "meros
izquierdistas que no tienen ni idea de economía".
DIEGO SÁNCHEZ DE LA CRUZ Libertad Digital 30 Junio 2013
Siempre polémico y provocador, el filósofo Hans-Herman Hoppe ha
visitado España para promocionar el libro Economía y Ética de la
Propiedad Privada, disponible en versión física y electrónica y
publicado por la Editorial Innisfree. Hoppe visitó la Fundación
Rafael del Pino para impartir una conferencia y hablar en exclusiva
con Libre Mercado sobre diversos asuntos.
Pregunta: Discutiendo sobre la política monetaria de EEUU, usted ha
dicho que la mejor manera de debatir con economistas como Paul
Krugman es hablar con ellos como si fueran niños pequeños.
Respuesta: ¿Cómo se puede decir que imprimiendo dinero se conseguirá
que una sociedad sea más rica? Si esto fuese cierto, ¿no podríamos
acabar con la pobreza de la noche a la mañana? ¡Cualquier país del
Tercer Mundo podría imprimir el dinero necesario para dar a cada
recién nacido un montón de dinero y así acabar con la miseria! El
debate es tan absurdo que quizá hablando con estos economistas como
si fuesen niños podemos llegar a alguna parte. Lo que hay que
entender es que imprimiendo dinero no abrimos más fábricas ni
producimos más bienes.
Hablando de política monetaria, usted también ha advertido de que la
discrecionalidad de los bancos centrales daña el emprendimiento.
Si tenemos un dinero respaldado por el oro o la plata podemos
anticipar en gran medida el panorama monetario al que nos
enfrentaremos de un año para otro. Sin embargo, si el dinero es
fiduciario y un banco central como la Reserva Federal puede duplicar
la masa monetaria en menos de un año, entonces las actividades del
sector privado se vuelven mucho más complejas.
Ese daño al emprendimiento contrasta con el beneficio obtenido por
empresas financieras, que en un sistema monetario como el actual
tienen un rol privilegiado y pueden enriquecerse mientras el resto
del sector privado vive en la incertidumbre.
Háblenos de Economía y Ética de la Propiedad Privada, que acaba de
salir publicado en la Editorial Innisfree.
El libro es una colección de artículos en la que enarbolo esta
defensa desde dos puntos de vista. La primera parte hace una defensa
utilitaria de la propiedad privada, explicando por qué esta
institución genera mejores incentivos para la creación de riqueza y
la mejora de la productividad. Esto contrasta con la propiedad
pública, que plantea el conflicto continuo entre las personas, ya
que cada uno tendrá una idea diferente de lo que debe hacerse con
ella.
En la segunda parte del libro hago una defensa ética de la propiedad
privada, justificándola frente a la injustificable propiedad
pública. La propiedad privada es el fundamento de la vida humana.
Necesitamos tener propiedad sobre nosotros mismos para poder debatir
sobre éste y cualquier otro tema, y eso demuestra que hasta quien
intenta justificar la propiedad pública está, en realidad, cayendo
en una contradicción, pues su propia argumentación la hará desde la
propiedad privada que tiene sobre sí mismo.
En su conferencia en la Fundación Rafael del Pino habló de otro tema
recurrente en su trabajo: los incentivos de la democracia y de las
antiguas monarquías. Desde la óptica económica, usted defiende que
el primer sistema es peor aún que el segundo.
Empezaré definiendo el Estado como una institución que tiene máximo
poder de decisión y gestiona un territorio de forma monopólica. Las
monarquías y la democracia son formas de gestionar ese Estado. Ambas
son instituciones peligrosas y, por lo tanto, no hablo de encontrar
una buena solución sino de encontrar la menos mala. En ese sentido,
detecto una cierta superioridad de las antiguas monarquías en la
medida en que el Rey considera el Estado como su propiedad privada.
Esto le llevará a pensar más en el largo plazo y a intentar
preservar el valor de su capital, de ese Estado que, en cierta
medida, es suyo.
En la democracia, el cuidado de esa propiedad por parte de un
gobierno es de una legislatura, quizá dos o tres, pero no hablamos
de una propiedad que permanece en las manos de los gestores durante
toda la vida. Por eso, mientras que el monarca tiende a conservar su
capital, el gobernante en democracia se orienta a consumir ese
capital mientras ostenta el poder.
Hay otra ventaja de la antigua monarquía sobre la democracia, y es
que en el primero de estos dos sistemas se llega al poder "por
accidente", pero en el segundo se llega mediante la competencia
electoral. La competencia en sí es un mecanismo de eficiencia, no es
buena ni mala en sí misma. Si se compite para producir bienes y
servicios, esa eficiencia es buena, pero si se compite por hacer
algo malo, esa eficiencia es peligrosa. En la democracia, la
competencia por el poder de fijar impuestos y de ordenar leyes
consigue que lleguen al poder quienes son más eficientes haciendo
algo que, en esencia, es malo.
¿Mantiene su teoría en el caso de Medio Oriente?
Si comparamos países de Medio Oriente entre sí, vemos que Jordania o
Marruecos son más civilizados que Egipto, Libia, Siria y esos
lugares en los que se cambió la vieja monarquía por formas
diferentes de autoritarismo.
Lleva algunos años viviendo en Turquía. ¿Qué opina de lo ocurrido en
los últimos tiempos?
La principal razón por la que vivo allí es que es el país de mi
esposa. Dicho esto, he visto con mis propios ojos que el país ha
tenido un crecimiento económico notable, muy por encima de Europa.
No obstante, desde las últimas elecciones, el presidente Erdogan se
ha empezado a comportar de forma cada vez más intolerante y
polémica.
La mecha se prendió con la pretensión de construir un centro
comercial en un parque, pero también hay descontento por leyes como
las que limitan la venta de alcohol, por el intento de prohibir el
pintalabios entre las azafatas de aerolíneas, etc. Todo se ha
acumulado y ha terminado llevando a mucha gente a la calle. Las
protestas no nacieron de la oposición política, de hecho, la
oposición es aún peor que el partido de Erdogan… Por si no fuese
suficiente, el Gobierno se excedió reprimiendo las protestas, lo que
generó más descontento. La actuación de Erdogan ha sido estúpida,
porque todo se podría haber evitado actuando con un poco más de
moderación y tacto.
¿Qué opina de los indignados? Este tipo de protestas, ocurridas en
España con el movimiento 15-M o en EEUU con la plataforma Ocupa Wall
Street, ha cuestionado el sistema capitalista que usted defiende.
Son protestas de ignorantes económicos que no entienden que esos
escándalos financieros que tanto les disgustan tienen todo que ver
con el socialismo monetario en el que vivimos. Sus críticas deberían
ser contra el estatalismo, contra el intervencionismo, no contra el
capitalismo, pero mucha gente en estas protestas son meros
izquierdistas que no tienen el más mínimo entendimiento de la
economía.
Por último, quisiera preguntarle por el futuro de Europa...
A día de hoy, como los alemanes hacen alguna que otra cosa bien,
esto les permite tener la capacidad de rescatar a países como
España. El problema es que esto hace que España siga cometiendo
estupideces económicas. En cualquier caso, la montaña de deuda que
es el Estado del Bienestar es insostenible, por lo que veremos su
colapso, como vimos el del comunismo hace apenas veinte años.
Pueden comprar Economía y Ética de la Propiedad Privada"(Editorial
Innisfree) en versión física y electrónica.
Stanley G. Payne: ¿Fue la insurrección
socialista de 1934 el primer acto de la Guerra Civil española?
http://juanjulioalfaya.blogspot.com.es 30 Junio 2013
Julián Besteiro, marginado por ser demócrata en 1934
Paradójicamente, fue Julián Besteiro (profesor de filosofía y
principal estudioso del marxismo entre los socialistas) quien con
más franqueza se opuso a la revolución violenta. Besteiro, que
también lideraba la Comisión Ejecutiva de la UGT, advirtió que
España no era Rusia, que una revolución en España habría de ser
violenta en extremo, siendo probable que fracasase, y que la
«dictadura del proletariado» que invocaban los revolucionarios
resultaba un concepto anticuado.
Stanley George Payne
DURANTE el primer bienio republicano, los socialistas constituyeron
la mayor fuerza dentro de la izquierda moderada. Aunque nunca
modificaron su doctrina marxista ni renunciaron de manera oficial a
la revolución a favor de la democracia, en la práctica seguían una
política de facto de reformismo democrático que parecía asumir que
la democracia parlamentaria conduciría al socialismo, postura a la
que el propio Friedrich Engels se había acercado mucho a finales del
siglo XIX.
La actitud de gran parte de la cúpula y las bases socialistas
comenzó a cambiar en el verano de 1933, algo en lo que tuvieron
mucho que ver tanto la brusca conclusión del primer gobierno de
Azaña (que incrementó la tensión en las relaciones con los
republicanos de izquierdas), como la idea de que el reformismo
republicano estaba dando sus últimos coletazos. El discurso que
Largo Caballero pronunció en la escuela de verano de las Juventudes
Socialistas en agosto de 1933, en el que afirmaba la necesidad
esencial de recurrir a la revolución violenta, se considera el
primer indicio de un posible cambio de política. La presión que los
republicanos centristas (y algunos de izquierda) ejercieron aquel
verano sobre los socialistas para que abandonasen el Gobierno
estimuló esta reorientación. Sin embargo, el factor crucial fue, en
esencia, el resultado de las elecciones de 1933, que demostró que la
izquierda no era capaz de controlar el Gobierno republicano mediante
métodos democráticos y parlamentarios. Para los socialistas la
cuestión principal no era la democracia parlamentaria o la
revolución per se, sino una simple cuestión de poder.
Tras la disolución final del gobierno de Azaña se originó en el
movimiento socialista una poderosa corriente de rechazo hacia
cualquier colaboración posterior con los políticos «burgueses»,
incluso con los republicanos de izquierda, una tendencia que se vio
alentada aún más por acontecimientos extranjeros, como el
sometimiento de uno de los más fuertes partidos socialistas europeos
por parte del autoritario Gobierno Dollfuss en Austria, al que
siguió la fallida insurrección socialista de febrero de 1934.
Este giro hacia la violencia se puso de manifiesto durante el otoño
de 1933, cuando los socialistas se lanzaron a una serie de ataques
letales a los derechistas durante la campaña electoral. Su principal
objetivo durante los siguientes meses fueron los miembros de la
nueva organización fascista Falange Española. Paradójicamente, fue
Julián Besteiro (profesor de filosofía y principal estudioso del
marxismo entre los socialistas) quien con más franqueza se opuso a
la revolución violenta. Besteiro, que también lideraba la Comisión
Ejecutiva de la UGT, advirtió que España no era Rusia, que una
revolución en España habría de ser violenta en extremo, siendo
probable que fracasase, y que la «dictadura del proletariado» que
invocaban los revolucionarios resultaba un concepto anticuado.
Sin embargo, en enero de 1934 Largo Caballero, líder de los
revolucionarios, sustituyó a Besteiro al frente de la UGT, que,
junto a las juventudes Socialistas, constituiría de ahí en adelante
la base del radicalismo socialista. Se creó un Comité Revolucionario
y se preparó un programa reclamando la nacionalización de la tierra
(aunque no de la industria) y la disolución de todas las órdenes
religiosas, así como del Ejército y la Guardia Civil, y exigiendo
que unas nuevas Cortes, elegidas democráticamente, ratificasen todos
estos cambios una vez que los revolucionarios se hubiesen hecho con
el poder. Este último punto ponía de manifiesto la naturaleza
contradictoria de su política, ya que no podía esperarse que un
verdadero Parlamento democrático ratificase la toma del poder por
parte de los socialistas.
Tal y como se afirmaba en las instrucciones del Comité, la
insurrección debía tener «todos los caracteres de una guerra civil»
y su éxito dependería de «la extensión que alcance y la violencia
con que se produzca», aunque no existe indicio de ningún plan para
ejecuciones políticas. El mapa de Madrid se organizó en barrios, en
los que se señalaron los puntos clave, y se redactaron listas de
personas a las que había que arrestar. El Comité Revolucionario
planeaba servirse de millares de milicianos, con la complicidad de
ciertos guardias de asalto y guardias civiles, cuyos uniformes
serían utilizados por algunos de los insurrectos. Empleó un manual
escrito por el mariscal Tujachevski y otros oficiales del Ejército
Rojo bajo el seudónimo de «A. Neuberg» y titulado La insurrección
armada, publicado en español y en otros idiomas en 1932 como parte
de la ofensiva revolucionaria del «Tercer Periodo» de la Komintern.
En 1933 y 1934, la actividad huelguística alcanzó cifras hasta
entonces desconocidas, aunque los socialistas todavía dudaban si
desencadenar su insurrección; al final decidieron utilizarla en
parte como un mecanismo de defensa para evitar que la CEDA entrase a
formar parte del Gobierno republicano, algo a lo que, sin duda,
tenía todo el derecho. Mientras tanto, en 1934, los socialistas se
unieron a la revolucionaria Alianza Obrera, una coalición imprecisa
de todos los partidos obreros de izquierda, salvo la CNT, llegando a
ser su principal fuerza política.
El rígido control en el acceso al Gobierno republicano ejercido por
el presidente Alcalá-Zamora (que también desconfiaba de la CEDA) les
sirvió de acicate. Aunque hizo caso omiso a todas las peticiones de
cancelación de los resultados electorales de 1933, Alcalá-Zamora
también se negó a respetar la composición del nuevo Parlamento,
insistiendo en nombrar un Gobierno minoritario de radicales
centristas al que, al principio, apoyarían con sus votos los líderes
de la CEDA.
Mientras tanto, entre abril y julio de 1934, Azaña y otros líderes
republicanos de izquierda se aventuraron en una serie de turbias
maniobras, insistiendo en la «hiperlegitimidad» de un Gobierno
izquierdista aunque éste no había sido el resultado de los recientes
comicios. Con ello pretendían alentar, si no obligar, al presidente
Alcalá-Zamora a que nombrase una nueva coalición minoritaria de
gobierno procedente de la izquierda moderada (pese a su carencia de
votos), que convocaría unas nuevas elecciones lo antes posible.
Si Alcalá-Zamora se negaba, la alternativa sería forzar la mano del
presidente con una suerte de «pronunciamiento civil». Lo que Azaña
parecía tener en mente a finales de junio era una entente entre los
republicanos de izquierda, Esquerra Catalana y los socialistas, con
la que formar un Gobierno alternativo de la izquierda moderada en
Barcelona, el cual, apoyado por una huelga socialista, general y
pacífica, convencería al presidente de que se les debía permitir
asumir el poder. El primero de julio, Azaña proclamó que «Cataluña
es el único poder republicano que hay en pie en la Península» (una
afirmación totalmente absurda y alejada de la realidad) para
continuar diciendo que la situación en que se hallaba el país era
idéntica a la que había existido antes del colapso de la Monarquía
(otra afirmación ridícula) e invocar el pronunciamiento militar
republicano de 1930 declarando que «unas gotas de sangre generosa
regaron el suelo de la República y la República fructificó. Antes
que la República convertida en sayones del fascismo o del
monarquismo… preferimos cualquier catástrofe, aunque nos toque
perder»[2]. Aunque esto pudiera sonar a llamamiento a la guerra
civil, se trataba con toda probabilidad de una de las hipérboles
típicas de Azaña refiriéndose a un «pronunciamiento civil», algo
imposible de llevar a la práctica porque los socialistas se negaron
a tomar parte en el mismo.
Si Alcalá-Zamora impedía que la izquierda moderada formase un
Gobierno extraparlamentario, ésta esperaba que, como mínimo,
continuara obstaculizando la participación de la CEDA en el
Gobierno. Sin embargo, cuando antes de la reapertura de las Cortes,
el 1 de octubre, Gil Robles anunció que su partido exigiría, cuando
menos, algunos puestos en un Gobierno de coalición mayoritario, el
presidente de la República sólo podría haberse negado pagando el
precio de unas nuevas elecciones, algo absolutamente injustificado.
Así, la entrada de tres cedistas en un Gobierno de coalición de
centro-derecha, dominado por Alejandro Lerroux y los radicales, se
convirtió en la excusa para que, el 4 de octubre, se pusiera en
marcha la insurrección de la Alianza Obrera y Esquerra Catalana. El
argumento esgrimido por la izquierda era que tanto Mussolini como
Hitler también habían alcanzado el poder de forma legal, contando
con una pequeña representación en un Gobierno de coalición.
Semejante base lógica dependía de la consideración de la CEDA como
«fascista», pese a que el nuevo partido católico había observado la
legalidad con todo cuidado y, al contrario que los socialistas,
había evitado cualquier acto violento o acción directa. De hecho,
como señaló Besteiro, el PSOE presentaba en ese momento más rasgos
propios de una organización fascista que la CEDA. Los insurrectos
también asumieron que abandonar el Gobierno parlamentario era en
interés de España —o al menos de la izquierda— pese a que tal
proposición resultaba muy dudosa.
A pesar de que el levantamiento se intentó al menos en quince
provincias, sólo alcanzó el éxito en Asturias, donde los
revolucionarios se hicieron con el control de la cuenca minera y de
gran parte de Oviedo. Desde el Protectorado de Marruecos y otros
lugares se enviaron a la zona destacamentos del ejército, lo que dio
pie a más de dos semanas de combates antes de que la revuelta
quedara finalmente sofocada. Los revolucionarios perpetraron
atrocidades a gran escala, acabando con la vida de 40 sacerdotes y
civiles derechistas, generalizando la destrucción y los incendios
provocados y saqueando al menos quince millones de pesetas de los
bancos, la mayor parte de los cuales nunca se recuperó. Por su
parte, los militares encargados de poner fin a la insurrección
llevaron a cabo entre 19 y 50 ejecuciones sumarias. En conjunto,
murieron unas 1.500 personas, revolucionarios en su mayor parte, se
arrestó a alrededor de 15.000 y, durante las primeras semanas que
siguieron a la revuelta, se produjeron casos de maltrato a
prisioneros que incluyeron palizas y torturas.
Los efectos de la insurrección de octubre resultaron ser mucho más
intensos y traumáticos que los de las anteriores sublevaciones
anarquistas o los de la Sanjurjada, ya que, en Asturias, los
revolucionarios se hicieron con el control de la mayor parte de la
provincia, necesitándose una verdadera campaña militar para
derrotarlos. La polarización política se intensificó más que nunca y
muchos historiadores se han referido a ella como «el preludio de» o
«la primera batalla» de la Guerra Civil. Gabriel Jackson escribiría
unos treinta años más tarde: «De hecho, cada forma de fanatismo que
iba a caracterizar a la Guerra Civil estuvo presente durante la
revolución de octubre y sus secuelas; la revolución utópica echada a
perder por el esporádico terror rojo; la sistemática y sangrienta
represión de las “fuerzas del orden”, la confusión y desmoralización
de la izquierda moderada; la fanática venganza por parte de la
derecha».
Sus efectos traumáticos son indudables, pero ¿en realidad fue la
revolución de octubre el comienzo de la Guerra Civil? Mientras la
planeaban, los socialistas la reconocieron como una forma de guerra
civil, pero acabó en una derrota total, mientras que la República
quedó intacta. Desde luego, la insurrección fue el preludio de una
verdadera guerra civil, pero careció de la fuerza necesaria para
hacer estallar el gran conflicto. Incrementó en gran medida la
polarización, pero siguió existiendo una posibilidad de sobreponerse
a ella. No era inevitable que se produjera otra insurrección (de
izquierdas o de derechas), pero para evitarla hubiera sido necesario
que los líderes políticos del país aprovecharan las oportunidades
que todavía les quedaban, lo que dependía de cómo las fuerzas
centristas y de la derecha y la izquierda moderadas hicieran uso de
ellas durante los dos años siguientes. La intensidad y alcance de la
insurrección fueron advertencias, pero no el inevitable origen de la
Guerra Civil.
40 PREGUNTAS FUNDAMENTALES SOBRE LA GUERRA CIVIL
STANLEY G. PAYNE
LA ESFERA DE LOS LIBROS, 2006
ISBN 9788497345736
- See more at:
http://juanjulioalfaya.blogspot.com.es/2013/06/stanley-g-payne-fue-la-insurreccion.html#sthash.8LVCvVpt.dpuf
Otro torpedo a la solución
de la banca
Daniel Lacalle El Confidencial 30 Junio
2013
“The rules enshrined in countless pages behind the
Basel Capital Accords did not prevent the crisis… In
effect, faith in markets has given way to faith in
regulation” - David T Llewellyn“Vamos a ser los
más sanos del cementerio", decía un banquero tras
escuchar las conclusiones del acuerdo europeo de esta
semana.
Cuento en un capítulo de Nosotros los Mercados
que, en medio de la crisis financiera, un banquero
francés me comentó lo siguiente: "Al Estado no se le
estudia un crédito, se le concede". Por eso no es
extraño que, acostumbrados a no sufrir nunca la falta de
crédito y disponer siempre de recursos financieros, gran
parte de nuestros políticos europeos simplemente no
entiendan que la banca no puede soplar y sorber a la
vez. Es decir, reducir deuda –recapitalizarse- y
dar crédito a diestro y siniestro mientras, por
supuesto, les atiborran de deuda soberana.
Sin embargo, eso es exactamente lo que se le pide
al sector financiero. Soplar y sorber.
Esta semana, otra resolución. Unos cientos de páginas
más de reglas.
El proceso de cambios regulatorios constantes no
fortalece los balances del sector financiero, sino que
los debilita. Porque se torpedea el proceso de
desinversiones, se introduce incertidumbre, que espanta
a la demanda, y se sigue erosionando valor ahondando en
la recesión.
Sí, la crisis financiera europea no es una crisis de
"poca regulación" ni de sectores privados –un 50% de las
entidades financieras europeas eran semi-estatales o
controladas por políticos en 2006-. Miles de páginas de
regulación publicadas cada año desde la creación de la
Unión Europea y la Asociación Bancaria Europea (EBA).
Es una crisis de un modelo económico bancarizado
-320% del PIB de la Eurozona- muy intervenido.
Excesiva, compleja y burocrática regulación que ha
prolongado la agonía del sector durante muchos años, en
vez de facilitar las condiciones de mercado para las
ampliaciones de capital y ventas de activos necesarios.
A pesar de la regulación más detallada y compleja de
la OCDE, entre 2008 y 2011 Europa gastó 4,5 billones (un
37% del PIB de la Unión Europea) en ayudas a
instituciones financieras, una gran parte de ellas –las
cajas, por ejemplo- públicas y muy supervisadas.
Más regulación no lo va a solucionar.
Es lo que se llama "el problema endógeno" -"endogeneity
problem"- (lean el excelente análisis Regulation
of European Banks and Business Models del Centre for
European Policy Studies). Y es precisamente ese
exceso de intervención lo que impide una solución rápida
y quirúrgica a las dificultades del sector financiero.
La regulación debe ser efectiva y sencilla.
Otra patada hacia delante… El acuerdo del
Eurogrupo.
La resolución del Eurogrupo esta semana es otro
ejemplo de dicho problema endógeno. Se ha vendido como
un éxito, que recupera la solución Chipre que
comentaba yo aquí en
El precio de la estupidez para la resolución
de problemas de capitalización de la banca.
"El triunfo del rescate interno", me decía un
analista. No, no lo veo así. Porque no cierra las
puertas a la intervención de los estados unilateralmente
y además no permite que la banca se adelante y cree sus
propios mecanismos de defensa.
Es un acuerdo que debilita, pero no elimina, la
necesidad de rescates o de dinero del contribuyente.
¿Por qué?
- Al llevar a cabo constantes revisiones
regulatorias –ya van más de veinte en seis años- y
crear incertidumbre, el Eurogrupo no ayuda,
porque los bancos no pueden llevar a cabo la limpieza de
sus balances lo suficientemente rápido.
- Esa zancadilla sin mala intención –nunca la
tienen- ocurre a la vez que los estados se endeudan más,
tirando del balance de la propia banca, que llega a
acumular hasta el 45% de la deuda soberana de cada país.
Por ello, el "circulo vicioso" –palabras del BCE, no
mías- de riesgo financiero-soberano se dispara.
- Los precios de los activos y de la cartera de
créditos se deterioran a la vez que la situación
económica empeora por las constantes subidas de
impuestos y reducciones de renta disponible, creando un
efecto nada sorprendente. La represión financiera
empeora la mora en el sector financiero.
- Para evitar ese deterioro, se introducen nuevos
tomos de cientos de páginas de regulación que vuelven a
retrasar cualquier solución de mercado para la banca.
Hace ya más de seis años que la banca europea tenía
que haber reducido su endeudamiento agresivamente. Según
BNP, no llega al 30%.
Nuestro ministro, Luis De Guindos, tenía razón al
buscar a toda costa que se protegiesen los depósitos de
más de 100.000 euros y se evitasen declaraciones
maximalistas de solución Chipre. Porque sabe que
primero hay que atraer inversión, compradores y
depósitos para que la banca pueda aumentar su
capitalización y desapalancarse. Hacer lo contrario,
poner encima de la mesa el palo antes que la zanahoria,
lleva a nuevos shocks.
De hecho, al debilitar a una banca tocada poniendo
énfasis en los riesgos para accionistas, bonistas y
depositantes, pero sin haber promovido antes la
recapitalización y el mecanismo de colchón, se
generan aún más probabilidades de rescates con dinero
público, porque corren el riesgo de que no haya
suficiente dinero privado cuando se necesite, creando el
efecto perverso de acelerar lo que el acuerdo busca
evitar.

Los números son claros. Sin recapitalización y atraer
inversión primero, la solución a lo Chipre que
defiende el Eurogrupo simplemente es imposible. Porque
no hay suficiente dinero entre accionistas, bonistas y
depósitos mayores de 100.000 euros en caso de que un
gran banco tenga dificultades. Ni de lejos, en una banca
endeudada entre 25 y 40 veces.
El sistema bancario europeo tiene un volumen de
activos de 26 billones de euros, de los cuales Francia
es el mayor (€8,5 billones) y Alemania el segundo (€8
billones), seguido de Italia y España, con 4,1 y 3,5
billones aproximadamente.
Francia es el país donde el sector financiero ocupa
mayor peso, tanto comparado con los depósitos que lo
soportan, como en relación al PIB.
Y es el sistema bancario de Francia la razón por
la que Europa no llega a un acuerdo de solución de
mercado, no España –tercer país de Europa donde la
banca tiene mayores depósitos con respecto a sus
activos-.
¿Por qué? Porque Francia quiere estar en misa y
repicando. Mantener el control férreo y estatizado
de su sector financiero, no recapitalizarlo con
ampliaciones, fusiones o inversión extranjera, y que
además se lleve a cabo una unión bancaria en la que los
problemas se repartan. No es el único país que
quiere seguir teniendo su sector financiero "atado y
controlado" pero, además, con acceso al monedero de los
demás. Por eso es imposible la "recapitalización
directa".
La banca europea ha sido un arma esencial de los
estados para expandir artificialmente las economías más
débiles y, como el instrumento ya no les sirve
adecuadamente, hoy –sin pretenderlo- lo ponen en peligro
sin pensar en las consecuencias. Bueno, aun peor,
pensando que no va a pasar nada y que en Bruselas
"generan confianza".
La cumbre de esta semana, donde se trató el espinoso
asunto de las recapitalizaciones bancarias, ha sido un
ejemplo más de desconocimiento absoluto de los
mecanismos de riesgo a los que se enfrenta el sistema
financiero después de casi seis años de pasos en falso.
- Un desconocimiento preocupante de lo que es el
capital de un banco y lo rápidamente que se extingue si
no se dan condiciones económicas y de mercado positivas.
- Que a pesar de la crisis de Chipre y su mala
resolución, aun piensen que entre bonistas, accionistas
y grandes depósitos se cubren las pérdidas.
- Pensar que la deuda soberana no sufriría un brutal
shock cuando los bancos con problemas tengan que
vender sus carteras.

Vasos comunicantes
Lo he dicho muchas veces, el sector financiero
europeo depende peligrosamente de que la deuda estatal
sea segura. Pocos bancos de la Unión Europea
sobrevivirían a una quita en la deuda soberana de su
país, y el impacto sobre empresas y ciudadanos sería
enorme. Sin embargo, la deuda soberana no hace más que
crecer en casi todos los países miembros porque se
torpedea el crecimiento, el consumo y la inversión con
represión financiera.
Permitir el crecimiento y abrir las puertas al
capital inversor es la solución de todos estos vasos
comunicantes que confluyen en el sector financiero.
Atrayendo capital, creando un entorno inversor
favorable, con aumento de renta disponible y crecimiento
económico, la banca se recapitalizaría, sus activos
recobrarían valor, empresas y familias pagarían sus
deudas y todo el sistema reduciría su deuda.
Sin embargo, con represión financiera, regulación
depredadora e intervencionismo, podemos acordar lo que
queramos en otro comité que el agujero de la economía
y de los estados endeudados, crecerá, y con ellos el
agujero de la banca, en una espiral descendente, The
Downward Spiral recordando a Trent Reznor.
Comentaba el lunes en una conferencia que el
modelo de absorción de la banca inviable que se
está llevando a cabo en España es positivo. Un
modelo de reducción del sistema que se llevaría a cabo
más rápida y eficientemente si en Europa se preocuparan
menos de dar titulares diciendo que los contribuyentes
están salvados, porque primero no es cierto y segundo es
imposible de conseguir si seguimos creando una Europa
intervenida y sin crecimiento.
Europa necesita ser un centro de atracción de
capital, no de susto o muerte. La banca tiene
una responsabilidad incuestionable en la crisis, pero no
se puede desligar el empuje y la intervención de los
estados en esa expansión de crédito artificial y
excesivo. No lo olvidemos. Son dos caras de la misma
moneda. La solución a una década de exceso no se iba a
dar en dos años, pero tampoco perpetuemos el problema
eternamente. Buen fin de semana.
******************* Sección "bilingüe"
***********************
Enseñanza a medias
xavier pericay ABC Cataluña 30 Junio 2013
Cada vez resulta más palmario que la reforma educativa del Gobierno
del Partido Popular va a ser, en el mejor de los casos, una reforma
a medias. Basta repasar unos cuantos asuntos medulares, susceptibles
de fomentar la libertad de elección, el esfuerzo y el mérito —en
definitiva, la excelencia—, para convencerse de ello. El
Bachillerato, por ejemplo. De los tres años prometidos en el
programa electoral y en la sesión de investidura del candidato Rajoy
hemos pasado a los dos actuales. O sea, seguimos igual —eso sí, con
un cuarto de ESO propedéutico, lo mismo para futuros bachilleres que
para futuros profesionales—.
Luego, las lenguas. Es decir, el castellano y su condición de lengua
vehicular en Cataluña. La vieja promesa de fomentar un sistema
educativo bilingüe mediante una fórmula de conjunción lingüística ha
quedado finalmente en nada. O, mejor dicho, en un mal menor, en una
suerte de quiero y no puedo consistente en financiar en un centro
privado los estudios de quienes desean ser escolarizados en la
lengua común de los españoles, y en obligar después a la Generalitat
a costearlos.
Y ahora las becas. Tras anunciar una modificación en el régimen de
concesión de esas ayudas por la que iba a exigirse en adelante, para
acceder a ellas, un 6 de media en bachillerato y un 6,5 en la
universidad, el ministro ha tascado el freno. El rechazo de la
Conferencia de Rectores y de las Consejerías de Educación de no
pocas Comunidades —y entre ellas, agárrense, del propio PP— le ha
llevado a dejar ambas medias en un 5,5, o sea, apenas medio punto
por encima del requisito actual para la exención de tasas, el
aprobado pelado.
Algo es algo, se dirá —y se dirá incluso el ministro—. Sí, algo es
algo. Pero no es así como se fomentará la excelencia en nuestra
enseñanza. Si para obtener una beca basta un esfuerzo de medio punto
por encima del que se exige a cualquier otro alumno, apaga y
vámonos. Porque eso nada tiene que ver con la valoración de la
aptitud y el trabajo.
Cuanto más se afina la reforma del modelo de enseñanza, más
sensación tiene uno de que la casa, de nuevo, va a quedar sin
barrer.
GT y CCOO, tres veces traidores
Ángel Hernández Guardia www.vozbcn.com 30 Junio 2013
Todavía hay quien se sorprende al ver a UGT y CCOO de Cataluña en el
marco del Pacto Nacional por el Derecho a Separarse (decidir). La
farsa y la ocultación de la historia de España por parte del
comunismo y del socialismo en la etapa democrática no ha sido
superada, ni por sus oportunistas compañeros de viaje nacionalistas,
en el intento de destrucción del Estado social y democrático de
derecho.
Algunos veteranos militantes de CCOO argumentan, para mantenerse en
el sindicato, que este formó parte de la Asamblea de Cataluña
durante el franquismo y que uno de los cuatro puntos constitutivos
de esa organización era la recuperación del Estatuto de Autonomía,
sin reconocer que nadie planteaba el derecho a la separación y menos
el de la autodeterminación para Cataluña.
UGT y CCOO de Cataluña hace ya muchos años que no forman parte de
las confederaciones de sus sindicatos en el resto de España, desde
el mismo momento que declararon en sus estatutos que eran sindicatos
nacionales de Cataluña, contradiciendo y vulnerando los estatutos de
las organizaciones confederales de sus propios sindicatos a nivel
nacional.
Con las numerosas aportaciones de dinero público concedidas por la
Generalidad han sido puestas al servicio de la causa burguesa del
catalanismo, impensable e impresentable para organizaciones de la
clase obrera. Se pretenden organizaciones sociales pero se han
convertido en instrumentos de la oligarquía política y económica, de
control de los trabajadores, a los que han traicionado en sus
intereses y principios internacionalistas.
La segunda traición la hacen a su ideología política, comunista o
socialista, por cuanto romper el internacionalismo de la clase y
aceptar la dirección de los procesos dirigidos por el capitalismo y
la burguesía que es su clase oponente, les convierte en una
organización amarilla, sin principios y por tanto de puro y duro
poder social y económico, como lo son las mafias o los carteles.
La tercera traición la hacen al Estado social y democrático de
derecho que aseguran defender, por cuanto intentar romper, con
métodos de pronunciamiento y anticonstitucionales, las bases del
Estado del bienestar en España. Es antidemocrático y antisocial y
contrario a los intereses de los trabajadores. Véase La traición de
clase de la izquierda nacionalista en España, y su impacto sobre la
economía española, de Diego Guerrero.
Numerosos intelectuales y profesores de las propias filas del
socialismo ya han manifestado y demostrado que socialismo y
nacionalismo son incompatibles, y que la izquierda no puede
favorecer procesos nacionalistas capitalistas sin traicionar a la
clase trabajadora o sin dejar de ser organizaciones de izquierda (La
cuestión nacional, perspectiva de clase y anti imperialista).
‘Hoy en medio de la tercera crisis económica más brutal de la
historia del capitalismo bajo el imperialismo vuelve a florecer el
debate con tintes nihilistas y metafísicos, como si nada más
estuviera pasando a nuestro alrededor, como si los ataques brutales
a la capacidad de los gobiernos y naciones europeas para gestionar
la crisis y la política económica, no fueran ya una negación del
derecho de autodeterminación, de la soberanía popular, y del derecho
a decidir’, escribe Miguel A. Montes.
Pero todo esto a Josep Maria Àlvarez y Joan Carles Gallego les suena
a latín igual que a sus correligionarios del resto de España
Fernández Toxo y Méndez. Ya es hora de romper los carnets de
afiliación y de llamarles por su nombre.
Ángel Hernández Guardia es presidente de 12-O Moviment Cívic
Interminable pantomima del enfermo terminal
Editorial www.gaceta.es 30 Junio 2013
Ha transcurrido el plazo y al terrorista se le ha visto paseando,
tomando txiquitos y hasta ha engordado.
En septiembre hará un año que Josu Uribetxebarria Bolinaga salió en
libertad condicional por padecer un cáncer terminal. En esta
situación, rezaba el informe del Hospital Donostia, “la mitad de los
pacientes fallece antes de los nueve meses”. Pues bien, ha
transcurrido el plazo y al terrorista se le ha visto paseando,
tomando txiquitos y hasta ha engordado –como se pudo constatar en
las imágenes grabadas por Intereconomía–. Se podría pensar que todo
esto no pasan de ser impresiones con escaso fundamento médico. Pero
si fuera así, Interior no hubiera pedido al Servicio de Salud vasco
un nuevo informe sobre el estado de Bolinaga para comprobar si a la
vista del mismo “se mantiene el pronóstico vital” del preso. ¿Qué
dirán ahora los médicos donostiarras que poco menos que desahuciaban
entonces al terrorista?
No le faltan razones a Interior para sospechar de que Bolinaga no
está peor que hace un año y que probablemente podría haber recibido
tratamiento entre rejas, como afirmaba una forense de la Audiencia
Nacional, apoyándose en el Colegio de Médicos de Madrid. El hecho de
solicitar el informe pone en un brete a los facultativos vascos,
pero también deja en evidencia a Instituciones Penitenciarias al
dictar la resolución que concedió el tercer grado al etarra.
El caso Bolinaga, con sus idas y venidas, los informes médicos y los
txiquitos, se ha convertido en la piedra de toque del grado de
flexibilidad del Gobierno ante el chantaje del mundo proetarra, y
también del grado de decepción de las víctimas del terrorismo.
Resulta hiriente que Valentín Lasarte, condenado por siete
asesinatos, se paseara por Lodosa con tres días de permiso.
Demuestra que “algo no funciona en el Estado de Derecho”, como
señaló Consuelo Ordóñez, hermana de Gregorio, víctima del
terrorista. Pero al menos Lasarte manifestó su arrepentimiento.
Bolinaga, en absoluto. Es más, como saben muy bien los espectadores
de Intereconomía TV y los lectores de LA GACETA, el carcelero de
Ortega Lara se reafirmó en sus fechorías, a sabiendas de que había
hecho daño: “Yo no me arrepiento, sé que causé daño, eso es una
cosa, pero arrepentirme es otra”, dijo textualmente en enero a un
periodista de Intereconomía. Y el arrepentimiento es uno de los
requisitos que establece el artículo 92 del Código Penal para la
concesión del tercer grado.
Lo cual deja regusto a impunidad y la inquietante sensación de que,
en algunos aspectos, no se ha notado en exceso el cambio de manos en
la cartera de Interior. Hasta la habitualmente comedida Ángeles
Pedraza, presidenta de la AVT, da a entender este domingo en una
entrevista en ÉPOCA que “hay cosas que han ocurrido con el Gobierno
del PP que nos hubiera gustado que no se produjeran”.
Las urgencias financieras obligan a la
Generalitat a malvender su patrimonio
alex gubern / barcelona ABC Cataluña 30 Junio 2013
El Gobierno de Artur Mas se desprende de edificios a bajo precio
para luego ocuparlos como inquilino. En 2012 pagó en alquileres 219
millones de euros
No hay peor negocio que vender con prisas, y más cuando el mercado
está deprimido. Esto es lo que está comprobando de primera mano la
Generalitat de Cataluña, administración que, agobiada por sus
urgencias financieras, se desprende a marchas forzadas de una parte
importante de su patrimonio -«malvendiendo», según señala la
oposición y fuentes del sector inmobiliario-. Sedes de consejerías,
equipamientos, edificios singulares, oficinas... un importante
«stock» acumulado a lo largo de décadas, en especial durante los
años de bonanza inmobiliaria, en la época del tripartito, y que el
nuevo Gobierno de CiU «coloca» ahora como puede. El objetivo, atajar
el déficit, reducir la deuda e inyectar liquidez a una tesorería al
límite que, sin ir más lejos, este mes ha afrontado el quebranto que
supone la paga doble de sus funcionarios.
Esta misma semana, el Gobierno catalán daba cuenta de la venta de un
lote de 13 edificios en Barcelona a la multinacional francesa AXA
por 172 millones de euros, unos inmuebles que la administración
autonómica pasará a ocupar en régimen de alquiler pagando una renta
de 16,26 millones al año más el IPC, lo que se conoce en el argot
como «sale&lease back». Para el comprador la rentabilidad es del
9,45 por ciento (amortiza la inversión en poco más de diez años),
una cifra que fuentes del sector inmobiliario consultadas por ABC
consideran no disparatada, pero sí bastante superior a la media del
mercado en la zona centro de Barcelona, que está sobre el 7%.
«Es obvio que la urgencia no ayuda a vender a un buen precio.
Colocados de manera individual y con menos prisas se hubiesen
obtenido mejores ofertas», se precisa desde una de las grandes
inmobiliarias del país.
De hecho, el lote de edificios vendido esta semana ya tuvo que ser
rebajado un 21 por ciento (el alquiler que pagará el Gobierno en
cambio sólo disminuyó un 5 por ciento) con respecto al precio con el
que se quiso vender hace un año. Entonces, en plena tormenta
financiera en la zona euro y con los inversores huyendo del país, la
Generalitat tuvo que suspender la operación porque o no había
compradores o estos exigían unas garantías adicionales desmesuradas.
«Precio discutible»
La venta del lote de 13 edificios se suma a los cuatro inmuebles que
de manera individual ya se colocaron entre 2012 y 2013, entre ellos
la sede de la consejería de Territorio y Sostenibilidad, vendida en
marzo del pasado año por 52 millones cuando el tripartito la compró
en 2010 por 60. Ocho millones de pérdida, proporcional al de otras
operaciones. En conjunto, la Generalitat ha obtenido 266 millones
desde 2012 enajenando 17 inmuebles, muy lejos de los 550 millones
que se dijo se lograrían con la venta de 37 piezas que en 2011 se
pusieron en el mercado.
Bien porque no se han podido colocar, bien por las sustanciosas
rebajas aplicadas, la cantidad obtenida es un alivio para las arcas
autonómicas, pero a distancia de lo que se esperaba obtener. «Hemos
vendido a precio de mercado», se defiende la Generalitat. «El
mercado está como está, y para grandes lotes tampoco hay tantos
compradores. El precio siempre es discutible», puntualizan en el
sector.
De hecho, la cifra de 550 millones que se fijó como objetivo en 2011
ya implicaba una importante rebaja sobre el precio pagado cuando se
compraron muchos de los inmuebles, buen número por parte del
tripartito. En esa época, en plena burbuja y en una estrategia que
entonces nadie discutió, el Gobierno catalán optó por transformar
alquileres en hipotecas, un camino que ahora, obligados por las
circunstancias, el ejecutivo de CiU está desandando: se venden los
edificios y se regresa al alquiler; «pan para hoy y hambre para
mañana», como resumen los grupos de la oposición en el Parlamento
catalán.
En este sentido, las fuentes consultadas cuestionan no tanto el
precio obtenido («se supone que el mejor dadas las circunstancias»,
precisan), como la estrategia de venta de patrimonio en sí. Javier
Güell, director de inversiones de Aguirre Newman en Barcelona,
señala que en el caso de lotes grandes resulta difícil establecer
comparaciones, más cuando en el mismo se incluyen edificios que
tienen calificación de equipamiento, y por tanto con una salida al
mercado mucho más complicada. Sea como fuere, y al margen de la
estrategia de la Generalitat, desde Aguirre Newman se valora la
circunstancia de que, a diferencia de lo que sucedía hace un año,
los grandes inversores internacionales están regresando a España.
Gasto superfluo
En cualquier caso, y frente a quienes critican la política de venta
de patrimonio -el PPC hace más hincapié en las privatizaciones de
empresas y en los recortes en gasto superfluo-, desde el Gobierno
catalán se sostiene que no hay alternativa ante la falta de
financiación y la imposibilidad de acudir a los mercados. Privatizar
empresas y traspasar inmuebles es una opción sensata «ante una
situación crítica». «El único patrimonio intocable es el cultural»,
explica el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell. A la vez,
apunta que la mayoría de los edificios vendidos estaban hipotecados,
y que aunque habrá que pagar 16 millones de euros de alquiler, en
2014 ya habrá un ahorro de ocho millones en hipotecas, a lo que se
debe sumar que no habrá que pagar IBI y mantenimiento. Vender
patrimonio es normal cuando las cosas van mal, viene a decir el
consejero.
Más allá de la discusión sobre el precio obtenido por los edificios,
o la conveniencia misma de vender, donde sí hay unanimidad es en la
exigencia a la Generalitat de un plan de eficiencia y
racionalización del espacio, que evite por ejemplo tener edificios
vacíos en propiedad mientras en otros se paga alquiler. La
Generalitat abonó solo en alquileres 219 millones en 2012, tres
menos que en 2011 y 37 menos que en 2010, un ahorro que para nada
maquilla el momento crítico por el que atraviesan sus finanzas.
Cataluña
«Mucho dinero público para la cobertra de
un concierto independentista y separatista»
s.e. / barcelona ABC Cataluña 30 Junio 2013
Ciutadans pedirá explicaciones en el Parlamento por el uso de
recursos públicos. Unas 90.000 personas asistieron al Camp Nou
«Mucho dinero público está destinado a la cobertura de un concierto
independentista, con un fuerte contenido político y para separar a
Cataluña del resto de España». El presidente de Ciutadans (C's),
Albert Rivera, criticó así el llamado «Concierto por la Libertad».
El acto reunió en el Camp Nou a unas 90.000 personas que se
divirtieron cantando por la independencia.
A juicio de Rivera, el Gobierno catalán y la Corporación Catalana de
Medios Audiovisuales (CCMA) no «están siendo justos ni neutrales», y
anunció ayer que su formación pedirá «explicaciones en sede
parlamentaria sobre el uso de recursos públicos para un concierto
partidista».
El presidente de Ciutadans lamentó que se destine «mucho dinero
público a la cobertura de un concierto independentista, con un
fuerte contenido político y para separar a Cataluña del resto de
España».
La televisión pública de Cataluña (TV3) no debería participar porque
«una cosa es la cultura, y otra muy distinta es la política». Así,
Rivera entiende que «no hace falta que el concierto lo paguemos
todos».
«Cataluña tiene un peso económico muy importante», añadió, pero «el
falso expolio o lo de que 'España nos roba' es un invento victimista
por parte de la Generalitat para justificar la mala gestión del
Govern y se acabará desmontando».
Precisamente, ABC informa hoy de que el Gobierno de Artur Mas se
está desprendiendo de edificios a bajo precio para luego ocuparlos
como inquilino con el objetivo de atajar el déficit, reducir la
deuda e inyectar liquidez a una tesorería al límite.
Mientras tanto, la Generalitat alienta conciertos que piden la
independencia. Al acto de ayer acudieron, en representación del
Gobierno, su vicepresidenta Joana Ortega y el portavoz Francesc
Homs, además de otros cinco consellers. También políticos y
dirigentes de los partidos favorables al proceso soberanista, como
el presidente de ERC, Oriol Junqueras.
En uno de los momentos señalados del acto, el mosaico ha teñido las
gradas del estadio barcelonista con los colores de la bandera
catalana mientras en el escenario el Orfeó Català y la Cobla de
Cambra de Catalunya, acompañados por el público, interpretaban «Els
Segadors», el himno oficial de Cataluña.
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