Informe sobre España
El error intelectual de Lagarde
DAVID DE BEDOYA www.gaceta.es 12 Agosto 2013
EL FMI y la CE piden una bajada de sueldos a los trabajadores pero
los expertos no comparten esta idea.
Un nuevo informe sobre España ha sido publicado por el FMl, un nuevo
informe que demuestra que el organismo no tiene ninguna utilidad.
Antes de desarrollar el argumento dejemos, previamente, las
conclusiones: pedir una bajada de salarios del 10% demuestra un
profundo desconocimiento de la teoría económica, demuestra una
arrogancia inusitada a nivel metodológico – fruto de la
imposibilidad de saber qué nivel de salario es el necesario para
absorber el pleno empleo – y, en última instancia, supone un grave
ataque para la libertad de toda la sociedad.
Empecemos por este último argumento, el de la libertad. Lagarde y
después desde su poltrona burocrática Rehn, exigen al Gobierno que
reduzca los salarios. No se limitan a exigir una reducción del
salario mínimo interprofesional, sino que solicitan que el Gobierno
– vía agentes sociales – reduzca el salario pactado en convenio
colectivo se reduzca.
Los salarios deben irse ajustando poco a poco, nunca en bloque,
hasta que el desempleo se vaya absorbiendo
Esto supone graves distorsiones para la acción humana desarrollada
en sociedad. Imaginemos que es el Gobierno quien, a golpe de Ley en
una demostración del positivismo que nos subyuga, reduce los
salarios de todos los trabajadores. Tal reducción no sería, en
ningún momento, consultada ni pactada ni aceptada por las personas
que van a verse afectadas, empresas y trabajadores. Por un lado,
pensemos en empresarios que no quieren reducir los sueldos más
porque temen una espiral deflacionista que hunda la demanda y, por
otro, porque me cuesta mucho imaginar a un trabajador pidiéndole a
su patrón que le reduzca el valor futuro descontado de su producción
– el salario – de manera voluntaria.
Pero ahora imaginemos que esta bajada salarial no se hace a golpe de
Decreto, sino que se hace vía pacto entre los agentes sociales. No
vayan a pensar que el sindicato de la empresa de 35 trabajadores va
a pactar con el capitalista que la sufraga, sino que cuales firmes
generales Toxo, Méndez, Rosell y Báñez se reunirían en Moncloa bajo
la atenta mirada de Montoro y, utilizando un Estatuto de los
Trabajadores que como “sindicatos mayoritarios” y patronal
mayoritaria les confiere poder absoluto sobre la política económica
de este país bajarían de golpe y porrazo todos los salarios. En
definitiva, no se atisbaría cambio alguno con la circunstancia
anterior en cuanto a ataque a la libertad de cada uno se refiere, si
acaso todo un poco más enmascarado.
Efectos dañinos
Dejando de lado este problema liberticida esta el problema de bajar
todos los salarios. Algunos economistas, como Krugman, piensan que
este tipo de medidas pueden funcionar e incluso aseveran que es una
medida muy demandada por los austríacos. Recientemente, en un
artículo de crítica a Henry Hazlitt, Krugman aseguraba que la medida
de bajar los salarios no absorbe el desempleo y causa más problemas
de los que soluciona. Una crítica a Hazlitt que lo único que prueba,
si es que prueba algo, es que Krugman critica sin leer a Hazlitt.
Como muchos de los lectores sabrán, una de las obras más conocidas
de Hazlitt es “Economics in one lesson”. El problema de esta obra es
que tiene un espíritu excesivamente generalista y no entra en
profundidad a analizar los postulados que ofrece. Un ejemplo de ello
sería el siguiente. Hazlitt comenta que la intervención de un precio
por parte del gobierno para elevarlo conlleva una serie de efectos
dañinos que no se deben desconocer.
Y, poniendo como ejemplo las materias primas, llega a la conclusión
que la fijación de un precio superior conlleva escasez ergo la misma
escasez producirá un aumento del salario mínimo. Es esto lo que
argumenta durante el capítulo diecisiete de esta obra, donde llega a
asegurar Hazlitt: “Lo primero que ocurre cuando, por ejemplo, se
promulga una ley en virtud de la cual no se pagará a nadie menos de
treinta dólares por una semana laboral de cuarenta y ocho horas, es
que nadie cuyo trabajo no sea valorado en esa cifra por un
empresario volverá a encontrar empleo”.
Hazlitt comenta que la intervención de un precio por parte del
gobierno para elevarlo conlleva una serie de efectos dañinos
Cualquiera que acudiera, por tanto, a este libro del estadounidense
pensaría que la escuela austríaca defiende como único método de
absorción de un desempleo en una crisis deflacionaria la bajada
salarial. De hecho, Rothbard también defendió en algún artículo
tesis similar manteniendo que la ley del salario mínimo era la ley
del “desempleo obligatorio”. Empero, esto no es sólo falso por el
hecho de que la escuela austríaca no defienda una metodología tan
cientificista paradigma más bien de la escuela clásica si no que es,
a su vez, falso puesto que una verdadera lectura de lo que Hezlitt
escribió desmiente esto. Veamos lo que una de las mejores plumas
austríacas decía: Por lo que parece, Keynes se ha empeñado en negar
lo que se había convertido en el más sólido principio económico
durante los últimos dos siglos – esto es, que si el precio de una
materia prima o un servicio estaba muy elevado (por encima del
precio de equilibrio) algunas de estas materias primas o servicios
no llegarían a venderse. Esto es cierto para el queso, para los
huevos, para el algodón, los Cadillac o el trabajo. Cuando el nivel
salarial legal está muy elevado habrá desempleo. Reducir miles de
niveles salariales a su punto de equilibrio puede que no fuera
suficiente para restaurar el pleno empleo (puesto que pueden existir
otros desequilibrios que no estarían siendo considerados) pero será
un paso absolutamente necesario.
Lo que aquí el americano nos está diciendo es que no basta con
quitar las barreras al mar, no basta con liberalizar el mercado de
trabajo para que el desempleo se reabsorba. Nos dice que pueden
existir multitud de desequilibrios que deban corregirse primero
antes de ponerse la economía a producir más y, por tanto, a generar
riqueza para toda la sociedad. Y estos desequilibrios podrán ser
tanto legales (alto nivel de asfixia tributaria, barreras de
entrada, limitaciones a la contratación…) como fruto del ciclo
económico (alta acumulación de deuda que deba ser seguida de un
proceso de ahorro para que se produzca el desapalancamiento).
Y, mientras tanto, los salarios deben irse ajustando poco a poco,
nunca en bloque, hasta que el desempleo se vaya absorbiendo. No
queremos negar aquí que el desempleo no pueda ser causa de
desajustes de precios en otros sectores (es decir, por un proceso
deflacionario o por posiciones monopolísticas, como los estudios
estadísticos de Pigou expusieron y Keynes concibió en su Teoría
General) o, incluso, por desajustes en los tipos de interés (algo
que también mantuvo Keynes). Si bien podemos conceder tales
pleitesías sin matizar en esta ocasión (aunque deben ser matizadas)
al inglés lo que nunca podemos concederle es el hecho del ajuste en
bloque de los salarios.
Y es que, aquí, se muestran una vez más las raíces profundamente
keynesianas del FMI. Keynes sostuvo que sólo los ajustes en bloque
(en términos agregados) eran justos en términos sociales. Entendía
que era imposible llevar a cabo una reducción igualitaria para los
diferentes tipos de trabajo, que la justicia social se quebraría y
que la restricción salarial en unidades monetarias era mucho más
afín a sus políticas redistributivas que el ajuste gradual. Empero,
esto no sólo implica un enorme desconocimiento del funcionamiento de
la cataláctica social, esto implica que Keynes engaña directamente
al lector con tal aseveración. En el mercado los precios no se
ajustan en bloque, la producción no se ajusta en bloque ni los
bienes de capital se distribuyen en bloque. En la sociedad, los
salarios no se mueven en términos agregados al unísono: unos suben,
otros bajan y otros se mantienen en función del valor añadido en
términos marginales que cada trabajador brinde a su empresario, como
supo ya ver en similares términos Hazlitt, H.
Pues bien, si el FMI es inmune totalmente a traicionar la libertad
de todos los ciudadanos españoles con el método por el cual quieren
imponer la bajada salarial y demuestra, con tal petición, un gran
desconocimiento del funcionamiento del mercado laboral puesto que ni
se puede ajustar el precio todo como un bloque unívoco sin generar
grandes desequilibrios quitándose una vez más el FMI la careta
demostrando cuánto deben a Lord Keynes, la arrogancia definitiva y
el mayor error intelectual de Lagarde no reside ni en uno ni en otro
motivo. Al cabo, no es exigible en una burócrata mandataria que
conozca los entresijos de la ética libertaria fundada en la
deontología kantiana para comprender que vulnera la libertad de los
individuos vía agentes sociales. Tampoco es exigible que sepa
Lagarde dónde Keynes se equivocó sobre el empleo y el funcionamiento
del mercado (aunque teniendo el puesto que tiene debiera serlo).
Pero sí es exigible a cualquier ser humano que, por humildad,
reconozca las limitaciones de su razón. La razón no puede abarcarlo
todo, no puede captar toda la información que se genera en este
desequilibrio dinámico hermoso que es el mercado.
Al igual que comenta Mises y desarrolla después Hayek, el proceso
continuo y dinámico de la sociedad fruto de la acción humana y de la
función empresarial. Ello no sucede porque sea imposible almacenar y
tratar la información por parte de un planificador central, ello es
directamente imposible porque dicha información se crea ex novo, ex
nihilo, en la mente de cada actor económico. Y es ésta la mayor
limitación y la mayor arrogancia que tiene el FMI y tiene a su vez
la UE. La imposibilidad de conocer exactamente qué es lo que
necesita cada agente, de recabar la información precisa.
No era la confianza
Juan. J. Gutiérrez Alonso www.vozpopuli.com 12 Agosto 2013
A principios de 2012, después de alertar del agravamiento de la
situación económica y social que experimentaría nuestro país,
publicamos en este mismo espacio un breve artículo advirtiendo de la
importancia y urgencia de recomponer y restituir la confianza. Allí
sosteníamos que la confianza no se agota en los problemas derivados
de la contabilidad creativa ni en la capacidad de las grandes
compañías y entidades financieras para engañar a sus accionistas y
reguladores; tampoco en el funcionamiento de las empresas auditoras,
los organismos supervisores o los entramados público-privados que
saquean diariamente de un modo u otros nuestras contribuciones al
fisco. Nos preocupaba que el deterioro continuo de la confianza en
una sociedad hace imposible aventurar el desenlace y normalmente no
presagia nada bueno.
Más allá de datos económicos o estadísticos, así como de las
expectativas para centrifugar un gigantesco endeudamiento, seguimos
creyendo que la confianza tiene un campo de acción que excede al
meramente económico y se debe afrontar. Seguimos creyendo que de
poco o nada sirven los anuncios de brotes verdes, las llamadas al
optimismo axiológico y el enroque de las clases provisionalmente
indemnes en su percepción de la realidad, porque todos deberíamos
entender que la confianza es un estado de la sociedad que nos afecta
en nuestro conjunto, en nuestras propias relaciones y en nuestras
relaciones con las instituciones; en nuestro quehacer diario.
Por eso en aquel momento advertíamos que restituir la confianza,
entre otras cosas, exige la certeza de que Hacienda no abusa del
contribuyente, que las entidades financieras no hacen lo propio con
sus clientes, que en los municipios podemos vivir sin la sensación
de que los ayuntamientos se han convertido en voraces entes
recaudatorios o en agencias de colocación de gente y familias
afines; que los trabajadores se comprometen con su empresa y sean
conscientes de las dificultades que atravesamos todos, y viceversa.
También que los pleitos sean una posibilidad accesible para los
ciudadanos y se resuelvan con celeridad, que el nepotismo y
favoritismo se desvanece en favor del talento en todas las
instancias y niveles, y que en los medios de comunicación hay gente
que se gana la vida de manera decente y no contribuye activamente a
la autodestrucción y la vulgaridad.
Este razonamiento, que obviamente era y es ampliable a otras muchas
cuestiones, especialmente a las relacionadas con la necrosis
política, institucional y judicial que vivimos, es claramente
comprensible por cualquier persona y cualquier mandatario que deba
orientar los esfuerzos colectivos para restituir la confianza. En el
proceso, decíamos, deben tener también un papel importante aquellos
que permanecen favorecidos a pesar de la adversidad, aceptando y
comprendiendo acciones económicas que en última instancia van
dirigidas a salvarles también a ellos mismos. Exigiendo ello, claro
está, un sutil - y no siempre fácil de gestionar - escenario de
sacrificios compartidos y recíprocos en equidad y proporcionalidad.
La complicada tarea, por tanto, era y sigue siendo, recomponer la
confianza a todos los niveles y no solamente en relación a los
acreedores de nuestra economía. Pero el paso del tiempo y los
movimientos que se han impulsado por nuestros gobiernos, entendidos
y analizados en sus justos términos, nos han demostrado que quienes
tenían y tienen la capacidad y obligación de avanzar en esa
dirección, en la restitución de la confianza en nuestra sociedad,
afrontando seriamente problemas políticos y económicos no resueltos,
poco o nada han hecho en realidad al respecto, encomendándose
exclusivamente a la recaudación y recapitalización de un sistema
destrozado como consecuencia de los abusos del pasado. Abusos en los
que, dicho sea de paso, tan felizmente han participado y promovido
todos ellos como bien sabe ya todo el mundo.
Nada cambiará sustancialmente
En su día, cuando escribimos por primera vez sobre la confianza,
mostramos nuestras dudas al respecto. Citando obras como El
Lazarillo de Tormes, La Celestina, La Regenta o Miau, recordando
también esa manifiesta e inquietante tendencia histórica de nuestra
nación hacia la autodestrucción, donde «las decisiones importantes
siempre se posponen» (A. Castro) y donde «los reaccionarios siempre
fueron de verdad y los liberales de pacotilla» (P. Baroja), dejamos
entrever nuestras dudas sobre la capacidad y voluntad real de
nuestros gobiernos para afrontar semejante tarea. Pasado ya un
tiempo razonable desde que escribimos aquellas líneas, no podemos
sino constatar nuestro fracaso al respecto. Nada va a cambiar
sustancialmente y como sociedad parece que hemos confiado a una
mejora económica el apaciguamiento de los importantes problemas y
frentes abiertos.
De modo consciente o inconsciente, pareciera que se ha impuesto esa
tendencia presente de algún modo en el pensamiento de Gaspar Melchor
de Jovellanos, en la que el miedo al error ha sido más fuerte que el
afán de alcanzar la verdad, evitándose así eso que llaman «cambios
bruscos». Y siéndoles franco, no parecemos estar en condiciones de
afirmar que sea la mejor alternativa, sobre todo porque el bueno de
Jovellanos depositaba gran parte de sus esperanzas en la educación
como instrumento de transformación social y no parece tampoco que
estemos precisamente en ello. Es muy posible que cuando pase un
tiempo y gracias a los esfuerzos magnánimos de la gente para salir
adelante, si la situación económica y social medio se estabiliza,
muchos justificarán lo sucedido en esa línea e incluso lo
considerarán un éxito habida cuenta las circunstancias adversas. Eso
sí, pocos reconocerán o mencionarán el reguero de víctimas de todo
tipo que nos habrán dejado en el camino ni tampoco querrán citar los
«problemas no resueltos» pendientes, que será el verdadero legado.
En definitiva, el miedo al error, atreviéndonos a contradecir a
Jovellanos, parece claro que puede desembocar también en la mera
conservación del statu quo político e institucional. En un
particular saqueo indiscriminado de la ciudadanía para financiar ese
statu quo y en el irritante retraso de medidas e iniciativas de
verdadero calado que redunden en una mejora del sistema en su
conjunto y también, claro está, de las condiciones de vida de la
gente.
Pujol se recrea en el victimismo
Editorial www.gaceta.es 12 Agosto 2013
Es como si se les activara un resorte interno. En cuanto un medio de
comunicación –en este caso LA GACETA del pasado sábado– publica algo
negativo para los paladines del nacionalismo catalán, éstos se
esconden detrás de la bandera.
Lo vienen haciendo desde siempre y, al menos hasta ahora, les ha
dado buenos frutos. El victimismo, en definitiva, funciona bien y
por eso lo emplean tan profusamente. Hay demasiados catalanes que lo
compran de un modo acrítico. Se trata de la clásica técnica
propagandística –muy empleada en las dictaduras, por cierto–, que
consiste en identificar al líder carismático y providencial con la
nación. Así, cualquier ataque, por justificado que éste sea, se
torna en ataque al cuerpo nacional, previamente santificado por la
misma clase política blindada ante el disenso interno y la crítica
externa. La familia Pujol, acosada por los escándalos, no iba a ser
menos. Se han constituido en lo más parecido a una “familia real”
dentro de Cataluña y como tal se creen intocables.
La infalibilidad casi mágica de los Pujol es de naturaleza idéntica
al de confundir catalanes con nacionalistas, otro fenómeno este que
se da con especial virulencia en Cataluña y en todas las regiones
afectadas por el mal del nacionalismo etnicista y excluyente. No
existe, pues, posibilidad de ser catalán sino se es previamente
nacionalista, del mismo modo que no cabe crítica a la casta política
nacionalista sino hay oscuras intenciones detrás. La realidad más
allá del mátrix nacionalista es, sin embargo, muy diferente. Ni
Pujol ni sus hijos son Cataluña por más que se empeñe el patriarca
en lo contrario. Cataluña tampoco está sometida a España, ni España
la quiere mal, básicamente porque es parte integral de España desde
siempre. Eso, claro, la Cataluña oficial no lo reconoce, la oficiosa
sí.
El eterno juego de Pujol
Nacionalismo catalán: treinta años
envolviéndose en la bandera
FERNANDO DÍAZ VILLANUEVA www.gaceta.es 12 Agosto 2013
Acusar de supuestos complots contra Cataluña no es cosa de ahora.
Pujol lleva tres décadas jugando esa carta cada vez que se ha visto
sitiado por los acontecimientos.
“Tenemos algunas sospechas de que existen operaciones para intentar
cargarse los símbolos de nuestro país que son referentes para las
personas y de los cuales Cataluña tiene muchos”, así de contundente
se mostraba Artur Mas, presidente de la Generalidad de Cataluña, el
pasado mes de abril tras la publicación de diversas informaciones en
la prensa que implicaban a miembros de la familia Pujol en negocios
no del todo claros. “Hay una ofensiva en marcha”, decía tras la
celebración del Consejo Nacional de CDC celebrado en San Cugat del
Vallés. Una “ofensiva” que, en palabras de Mas, iba dirigida a
“cargarse los símbolos de nuestro país que son referentes para las
personas y de los cuales Cataluña tiene muchos”. El presidente
autonómico no se refería a la bandera, al himno o a la Virgen de
Montserrat, sino al mismo Jordi Pujol, que había ocupado la
presidencia entre 1980 y 2003. A los periodistas asistentes a la
rueda de prensa no les hizo falta imaginar ni hacer suposiciones, a
renglón seguido Mas recordó a los allí presentes que “uno de esos
símbolos es Jordi Pujol”. Cargarse a Pujol era el efecto, la causa
había que buscarla en el interés que ciertos grupos tenían de
“introducir en la sociedad catalana la duda de la fuerza de esos
símbolos”.
Mas ha sido el último en llegar a un tipo de victimismo rayano con
la conspiranoia que le es muy querido al nacionalismo catalán cada
vez que alguno de sus líderes se han sentido asediado por la ley o
por la prensa. Es una constante desde hace un siglo, cuando los
primeros regionalistas de la Mancomunidad intentaban tapar sus
vergüenzas acusando a Madrid de operaciones sucias. En tiempos de la
República se mantuvo la tendencia. Presidentes como Lluís Companys
se refugiaban con bastante frecuencia en la señera y en
demostraciones populares transidas de victimismo nacionalistas
cuando las cosas no salían como él quería.
Más recientemente, ya en el plena década de los ochenta, el caso de
Banca Catalana, debidamente ocultado por la historiografía oficial
del nacionalismo, mostró de qué material estaba hecho el nuevo
régimen implantado por Convergencia y Unión. Pujol recuperó la vieja
tradición de interpretar los ataques a su persona como embestidas
contra Cataluña y la puso al día. Él, que desde la dirección de la
entidad había tratado infructuosamente de crear una banca.
Florencio PujolEl entonces todopoderoso presidente de una
Generalidad recién reinstaurada se envolvió en la señera y sacó a
miles de personas a la calle para presionar al Gobierno. Se salió
con la suya, Banca Catalana, que fue intervenida por el Banco de
España en noviembre de 1982, terminó en manos del Banco de Vizcaya.
Pujol, antiguo vicepresidente de la entidad e hijo del fundador
Florencio Pujol, fue incluido en la querella que presentó la
Fiscalía General del Estado.
La Audiencia de Barcelona votó en contra de procesar a Pujol por
apropiación indebida, falsedad en documento público y mercantil y
maquinación para alterar el precio de las cosas. El asunto concluyó
con un esperado sobreseimiento en el que se reconocía que se pudo
llevar a cabo “una gestión imprudente e incluso desastrosa”.
¿Hay que bajar los sueldos?
josé garcía domínguez ABC Cataluña 12 Agosto 2013
Sería inútil que se redujesen los salarios si los precios no los
siguieran por el mismo camino. Porque no son los salarios sino los
precios quienes determinan la competitividad internacional de una
economía
Es sabido que la memoria de los mercados financieros internacionales
resulta más o menos similar a la de un gato. De ahí su insólita
capacidad para repetir los mismos errores catastróficos cada diez o
quince años. Por su parte, la de los tecnócratas que rigen la
economía mundial no va mucho más allá que la de los peces del mar,
que como es fama no excede de los tres segundos ni en el mejor de
los casos. Así las cosas, nadie debería llamarse a asombro ante la
propuesta del FMI para que los salarios de los españoles sufran una
mutilación del diez por ciento. Sugerencia de lo más tibio y
moderado si se compara con la similar del muy laureado progresista
Paul Krugman. Recuérdese que el economista de cabecera del PSOE
postula con entusiasmo un tajo mucho mayor para nuestras nóminas, en
concreto del veinte por ciento.
La idea, por lo demás, se antoja sencilla. Una reducción de los
salarios, sostienen uno y otros, se traduciría en el súbito aumento
de la competitividad exterior de las empresas españolas.
Razonamiento que suena bien en su pedestre simpleza, aunque que no
por ello tendría que resultar acertado. Y de hecho no lo es. Decía
el difunto Fernández Ordóñez que en España siempre hay que recordar
lo obvio. Y lo obvio es que sería inútil que se redujesen los
salarios si los precios no los siguieran por el mismo camino. Porque
no son los salarios sino los precios quienes determinan la
competitividad internacional de una economía. Mas apelemos a una
memoria de escala humana, ésa que desconocen tanto Krugman como Oli
Rehn y la señora Christine Lagarde. Pues resulta que los costes
laborales unitarios en términos reales (descontado la inflación) ya
bajaron en España antes de la Gran Recesión de 2007. Y el resultado
fue que los precios… siguieron subiendo. No hace falta ser un gran
experto, cualquiera lo puede comprobar. Cualquiera, incluso los
sabios amnésicos del FMI.
Rajoy se pone en evidencia
EDITORIAL Libertad Digital 12 Agosto 2013
El presidente del Partido Popular y del Gobierno, Mariano Rajoy, ha
vuelto a quedar en evidencia en el caso Bárcenas: el extesorero del
PP seguía cobrando altísimos sueldos del partido en mayo de 2012,
cuando en teoría ya estaba completamente desvinculado del mismo.
"Señorías, cuando yo fui elegido presidente del Gobierno el señor
Bárcenas no estaba en el partido", afirmó Rajoy en el Senado el
pasado día 1. "Desde hace cuatro años el señor Bárcenas ya no es
tesorero del Partido Popular, y (…) desde hace más de tres no
ostenta ninguna representación política", puede leerse en la versión
escrita de su discurso que preparó Presidencia del Gobierno. Pues
bien, a pesar de eso, y según revela hoy lunes el diario El Mundo,
en 2010 y 2011 Luis Bárcenas encabezó el ránking de nóminas del
Partido Popular, por delante del propio Rajoy.
"Lo necesitábamos", decían aliviados aquel jueves en el PP, luego de
la intervención de su líder. Pero en Libertad Digital ya advertimos
de que, por muy brillante que hubiera sido en términos de retórica
parlamentaria, fue un discurso vacuo o escapista, pues lo cierto es
que el presidente del Gobierno dejó sin contestar las preguntas
fundamentales. Preguntas que no se van a esfumar, le digan lo que le
digan sus consejeros áulicos. Sino que van a cobrar fuerza,
multiplicarse y hacerse cada vez más impertinentes y peligrosas. Un
ejemplo: ¿a santo de qué ganó Bárcenas en 2010 y 2011 más que el
propio Rajoy?
No deja de causar estupefacción la estrategia del PP, de callar para
después cerrar el asunto en falso, es decir, ponerse de nuevo en
manos o a tiro de su extesorero. El desgaste, del partido y del
Gobierno, va a ser tremendo.
¿Es éste el célebre manejo extraordinario de los tiempos de Rajoy?
Ni dos semanas le ha dado de respiro su discurso del pasado día 1,
que se le puede volver en contra como un formidable bumerán. En
forma de "fin de la cita".
Diario de Verano: Bárcenas no estaba en el
PP... pero cobraba un pastón
Federico Jiménez Losantos Libertad Digital 12 Agosto 2013
Lo dijimos al empezar este diario agosteño, tras el espejismo del
supuesto éxito de Rajoy en el debate sobre Bárcenas y el cacareo
consiguiente:
"Rajoy ha exagerado tanto su inocencia, se ha echado tantas flores,
ha afectado tanta ignorancia, ha fingido, en fin, tantísimo al
hablar de la financiación ilegal del PP y de la nómina inmoral de
sus jefes, que muchas de esas frases campanudas le serán pronto de
amargo recuerdo. Al tiempo."
Nueve días ha tardado la realidad en darnos la razón. Hace unas
horas, El Mundo ha demostrado que Rajoy mintió al Parlamento cuando
dijo que al empezar su etapa presidencial, Bárcenas ya no estaba en
el partido. Esto es lo que dijo exactamente Rajoy:
"Señorías, cuando yo fui elegido Presidente del Gobierno el señor
Bárcenas no estaba en el partido, no era el tesorero ni tenía
representación política"
Pues bien, no sólo estaba en el Partido sino que lo hacía de la
forma más gratificante y gratificada que quepa imaginar: cobrando
18.000 euros mensuales, que al año se iban a un cuarto de millón, y
exclusivamente por estar en el PP, ya que no cumplía función alguna.
El contrato deja también a Cospedal en posición harto desairada,
porque no sabemos si estaba al tanto de lo del sueldo, pero se le
fue de las manos la metáfora de la "indemnización en diferido". Es
la primera vez en la historia laboral española que al despedir e
indemnizar a alguien se le afilia a la Seguridad Social, como hizo
el PP con Bárcenas y ha demostrado El Mundo.
La Brigada del Aplauso puede decir que Bárcenas no estaba en el
partido cuando cobraba de él, porque había devuelto el carné. Pero
esto es como si devuelves la tarjeta de El Corte Inglés pero Isidoro
te contrata por 18.000 euros al mes. ¿Cuándo está uno más dentro de
una empresa o asociación, cuando se saca la tarjeta o cuando lo
contratan y lo afilian a la Seguridad Social?
Vamos, que Rajoy mintió. Y no sólo una vez. Esta es, sencillamente,
la primera en que le han cogido. Y de qué manera.
Andalucía
Y no pasa nada
Pedro de Tena Libertad Digital 12 Agosto 2013
UGT y CCOO se han convertido en entidades amenazadoras. Se les tiene
miedo, no respeto. Sobre todo porque pueden, dicen, si quieren,
arruinar una legislatura política, una empresa, un juzgado, un
despacho o una institución con la simple decisión de organizar una
huelga o acosar mediante diversos métodos al objetivo señalado.
Dadas las informaciones concernientes a UGT, que comenzó publicando
Libertad Digital y que sigue desvelando ahora El Mundo, UGT de
Andalucía ha simulado, falseado y trucado gastos organizativos de
carácter sindical y los ha presentado ante la Junta de Andalucía
como justificantes de subvenciones para la formación de parados. Ya
se va calculando en torno al 10 por ciento el montante global de las
subvenciones que han sido desviadas de sus destinatarios, los
parados andaluces, un 35 por ciento del total nacional, para amasar
la ingente y oscura caja de los dineros de UGT. ¿Y qué pasa? Pues
nada.
Habría que preguntarle al fiscal jefe del Tribunal Superior de
Justicia de Andalucía, señor don Jesús García Calderón, qué más
necesita para abrir una investigación de oficio sobre lo que, en mi
opinión y coloquialmente, es un saqueo organizado por una cúpula
sindical sin escrúpulos de los dineros públicos destinados a
subvenciones para los andaluces más pobres y necesitados. Desde los
gastos de organización de los congresos ordinarios a los gastos en
propaganda en las elecciones sindicales, pasando por los gastos en
anuncios radiofónicos de huelgas o la publicación de manifiestos en
periódicos nacionales, todos ellos han sido camuflados como
elementos subvencionables y, lo que es tan vergonzoso, con el
consentimiento de las empresas proveedoras ,que eran obligadas a
alterar sus facturas para aportar conceptos que nada tenían que ver
con los trabajos realizados. Hay pruebas documentales de todo ello.
Yo tengo bastantes y las he publicado. A su disposición, señor
fiscal, las tiene.
Es que estamos hablando de poco dinero, dicen algunos. ¿Poco dinero?
Sólo una breve mirada a un documento clave, el expediente
administrativo del Programa Forman XXII, en el que se trata de
justificar el gasto de ocho millones de euros de dinero público
durante el año 2010, revela que el robo asciende a casi el 10 por
ciento del total de los fondos de formación usados por UGT de
Andalucía. Pero, tal y como se ha demostrado en los libros sobre La
tela de araña andaluza (Hilos de un régimen y El poder de un
régimen), los ingresos de UGT por subvenciones a la formación
ascienden a centenares de millones de euros a lo largo de los años.
Nadie sabe lo que ha percibido de Junta y ayuntamientos desde 1979,
aunque el detalle de que incluso ha recibido dineros de los
ayuntamientos en concepto de "gastos piadosos" (que así es como
llamaba a las procesiones del 1 de mayo) constituye un indicio del
cachondeo general y del compadreo sindical con los consistorios y
diputaciones gobernados por la izquierda.
De 2005 a 2009, UGT recibió más de 120 millones de euros en
subvenciones. Si desde entonces hasta ahora ha percibido anualmente
lo mismo, estamos ante casi 250 millones de subvenciones públicas en
8 años. Desde 1979, es más que probable que se hayan superado los
1.000 millones en subvenciones (sin incluir otros ingresos de UGT),
la mayor parte consignadas como subvenciones a la formación de
parados. Calculando una sustracción del 10 por ciento, estaríamos
ante un escándalo de decenas de millones de euros, muchos más de los
que UGT ha percibido por su vergonzosa participación en la trama de
los ERE.
Pero ¿pasa algo? Nada. Para un sector de la prensa, sólo existen
Rajoy y Bárcenas, que no tratan de dinero público. Para el otro,
nada de meterse con los sindicatos. A lo mejor tengo suerte, lee
estas líneas el fiscal general del Estado y me explica qué hay que
hacer para que los ladrones, al menos, dejen de ir a la oficina. Una
pista: artículo 308 del vigente Código Penal.
Buscando pruebas en unos vagones de tren
Luis del Pino Libertad Digital 12 Agosto 2013
Vagón por vagón, removiendo cada metro del amasijo de cables y
hierros retorcidos en los que quedó convertido el Alvia S/730, la
policía científica buscó este martes durante horas el teléfono
corporativo por el que el maquinista hablaba 11 segundos antes de
descarrilar...
[Extrajeron] restos humanos, objetos personales de los pasajeros y
otros elementos que introdujeron en bolsas plásticas para su
análisis y cotejo... Desde primera hora de la mañana hasta mediada
la tarde, un equipo especial de la policía científica, el Grupo
Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT) buceó entre los trozos
desmembrados del ferrocarril que las grúas fueron retirando de la
vía de Angrois para depositarlos a la intemperie en un recinto
vallado junto una nave de transportes pesados en A Escravitude
(Padrón), a unos 20 kilómetros de Santiago.
Uniformados con monos blancos de plástico, guantes, botas y casco de
protección, los agentes del GOIT emplearon sierras radiales e
incluso una especie de azada para abrirse paso entre las chapas
metálicas del tren. Dos perros adiestrados de la unidad canina se
fueron alternando en la búsqueda de fragmentos humanos, según
fuentes de la investigación, entre los vagones deshechos. Recogieron
efectos personales de los pasajeros y otros elementos que tendrán
que procesar.
Estos párrafos están extraídos de una crónica que el periódico El
País publicaba el pasado martes, catorce días después del accidente
de Santiago.
Como pueden ver ustedes, son muchas las cosas que se deducen de esa
crónica:
- 14 días después del accidente, los vagones de tren se conservaban
protegidos en un recinto vallado.
- 14 días después del accidente, la Policía seguía cribando los
restos de esos vagones, en busca de cualquier tipo de prueba y, en
particular, del teléfono móvil y la tableta del maquinista.
- 14 días después del accidente, esa labor de rastreo se realizaba
con las adecuadas medidas de protección y embolsando cada resto
encontrado, para su posterior procesamiento.
No hay nada raro en ello. Todo lo contrario. En el sumario judicial
se han personado ya las correspondientes instancias oficiales, las
correspondientes empresas, numerosas familias de las víctimas y las
aseguradoras. Y la Ley de Enjuiciamiento Criminal obliga a conservar
las pruebas a disposición de todas esas partes personadas. Y la
obligación de la Policía es recopilar y analizar con el debido
cuidado esas pruebas, para tratar de determinar qué fue lo que pasó,
así como las responsabilidades correspondientes.
Lo mismo sucedió en el accidente de metro de Valencia: el tren
siniestrado se conservó durante dos años, precintado y custodiado,
hasta que el juzgado autorizó su desguace, después de realizar todas
las pruebas oportunas, incluidas las periciales que solicitaron las
partes personadas.
Por el contrario, en el 11-M los vagones se comenzaron a desguazar
48 horas después del atentado, no se adjuntaron al sumario ni
siquiera las actas de recogida de muestras en los trenes, y
numerosos efectos hallados en los trenes fueron destruidos en una
trituradora industrial situada a las afueras de Madrid o incinerados
en el vertedero de Valdemingómez.
¿Por qué en todos los casos de accidentes ferroviarios se conservan
los trenes para que las partes personadas puedan realizar cuantas
pruebas estimen oportunas, y en el 11-M no?
¿Por qué en todos los casos de accidentes ferroviarios la Policía
criba y perita los restos durante todo el tiempo necesario y en el
11-M no?
¿Por qué en todos los casos de accidentes ferroviarios se mantienen
los restos de los trenes custodiados y a disposición judicial y en
el 11-M no?
¿Por qué en todos los casos de accidentes ferroviarios se recopilan
con exquisito cuidado las pruebas encontradas en los trenes, y en el
11-M no?
¿Por qué el atentado del 11-M es la única gran catástrofe
ferroviaria en la que había que desguazar los trenes a toda prisa y
destruir todo lo encontrado en ellos?
No se molesten en responderme: son preguntas retóricas. En el 11-M
hubo que destruir los escenarios de los crímenes y todas las pruebas
directas del caso porque, si no, hubiera sido imposible crear una
red de pruebas falsas con las que culpar a una falsa trama islamista
de aquel golpe de estado que cambió la Historia de España y que nos
ha llevado al punto de postración y ruina en que hoy nos
encontramos.
Si planteo las preguntas no es porque necesiten respuesta, sino
simplemente porque, al menos, habrá que dejar constancia de que
somos conscientes del engaño.
El 'Wall Street Journal' avisa: Hollywood
ya ha sido tomado por los latinos
Hollywood está aprendiendo español a marchas forzadas desde que los
valores y la cultura de la comunidad latina están calando con fuerza
en unas producciones cinematográficas con gran parte de sus diálogos
en español y sin subtítulos.
Sociedad VOZPOPULI.com 12 Agosto 2013
El cine y el tirón que aportan algunos de nuestros actores más
reconocidos en Hollywood, entre los que no se puede dejar de incluir
a la oscarizada pareja formada por Penélope Cruz y Javier Bardem o
al malagueño Antonio Banderas, están "obligando" a que el paraíso
cinematográfico "se ponga las pilas" con el español, según informaba
ayer la edición on line de 'Wall Street Journal', nada menos que en
su apertura.
El propio Pedro Almodóvar fue homenajeado el año pasado por la
Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood
después de que le galardonaran con un Oscar a la Mejor Película
Extranjera por el filme Todo sobre mi madre y Hable con ella, en la
categoría de Mejor Guión Original.
En los últimos años, los hispanos se han convertido en buenos
clientes para Hollywood. Tanto es así, que algunas compañías
cinematográficas optan por filmes en los que los diálogos son en
español y sin subtítulos en inglés, según el periódico
estadounidense.
Se trata de un hecho que no extraña si se tiene en cuenta que este
colectivo representa el 25 por ciento de las entradas de cine
vendidas en Estados Unidos en 2012. Además, el espectador latino vio
una media de 10 películas al año frente a las 6 de blancos,
afroamericanos y asiáticos-americanos.
Dice el 'WSJ' que la base de 'fans' latinos está empezando a cambiar
la forma en la que Hollywood gasta su dinero, desde labores de
producción y marketing hasta la renovación de cines. Y parece que no
les falta razón cuando "Fast & Furious 6" se estrenó liderando la
taquilla con 117 millones de dólares, de los que un 33 por ciento
procedieron de bolsillos hispanos.
Los estudios se vienen gastando una media del 5% de su presupuesto
para marketing en cintas cuyo idioma sea el español, por encima del
1% de hace una década. Y es que Hollywood está empezando a reconocer
el valor de la publicidad que aportan algunos de los actores más
populares en la comunidad latina.
******************* Sección "bilingüe"
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El caso Bolinaga como síntoma: el etarra
libre, la forense de baja
Alberto Pérez Giménez El Confidencial 12 Agosto 2013
El doloroso caso del etarra Iosu Uribetxeverría ‘Bolinaga’ -332 días
en libertad después de que un juez decidiera obviar dos informes de
la forense de la Audiencia Nacional en los que aseguraba que no
estaba terminal y que podía ser tratado en la cárcel, como desveló
este diario hace un año- es sintomático de cómo se desarrollan los
acontecimientos en una España donde se premia al políticamente
correcto, a quien se comporta al dictado del viento que sopla en
cada momento y se castiga al que osa dejarse guiar única y
exclusivamente por el principio de la honestidad y la
profesionalidad.
Hace prácticamente un año, El Confidencial desvelaba el informe de
la forense de la Audiencia Nacional Carmen Baena en el que se
descartaba que Bolinaga tuviera un 90% de posibilidades de morir en
los meses siguientes, como aseguraban los médicos del hospital
Donosti, que reclamaban su puesta en libertad inmediata por la
metástasis del cáncer que sufría el etarra que mantuvo en
cautiverio, además de ser cómplice en el asesinato de varias
personas, al funcionario José Ortega Lara.
La forense Baena cometió el pecado de desafiar a los jueces y
fiscales políticamente correctos, al Ministerio del Interior y a los
medios que entendían, hace un año, que entorpecer la libertad del
etarra Bolinaga era “ir contra los tiempos”, poner “palos en el
proceso”, etc., etc. Baena, simplemente, presentó varios estudios
médicos que demostraban que el cáncer de Bolinaga ni siquiera se
había comenzado a tratar con quimio y radio, y que podía estancarse.
También, que el tratamiento de su enfermedad era compatible con su
estancia en prisión.
El Colegio de Médicos de Madrid emitió hace un par de meses el
resultado de la ‘investigación’ y archivaba la denuncia que se había
presentado contra la forense: su informe era impecable médicamente y
Bolinaga podía haber sido tratado en la cárcel… La respuesta fue
inmediata: el juez de Vigilancia Penitenciaria recriminaba a la
forense su informe; otro colega le solicitó uno nuevo, aplazando sus
vacaciones y con una urgencia que le obligó a pasar toda una noche
en vela para poder entregarlo en los plazos que le exigía; un medio
de comunicación publicó una supuesta negligencia de la forense con
un documento que luego se demostró falso; fue denunciada ante el
Colegio de Médicos de Madrid por su informe por parte de los
círculos próximos al etarra; las presiones en el trabajo se hicieron
más que evidentes… Baena se mantuvo firme, el nuevo informe no
difirió del anterior: Bolinaga no estaba terminal. Pero el juez
decidió: Bolinaga pasaría a disfrutar de la libertad en Mondragón
porque, según los médicos del Donosti y la opinión de los jueces,
tenía más de un 90% de posibilidades de morir en los próximos tres
meses…
333 días después de la salida de prisión de Bolinaga, el etarra ha
ganado peso, el cáncer -según el último informe de la Audiencia
conocido hace poco más de 48 horas- se ha estabilizado y no ha
crecido, el juez solicita un nuevo reconocimiento a fondo e
independiente y el Gobierno, al igual que los actuales forenses de
la Audiencia, asegura que Bolinaga no debe volver a prisión y no
pedirá su encarcelamiento…
¿Y Carmen Baena, la forense? Según ha sabido este diario, ha pasado
la mayor parte de este año de baja por las presiones y sucesos
inexplicables en su propio lugar de trabajo que están siendo
investigados. Eso sí, el Colegio de Médicos de Madrid emitió hace un
par de meses el resultado de la investigación y archivaba la
denuncia que se había presentado contra ella: su informe era
impecable médicamente y Bolinaga podía haber sido tratado en la
cárcel… si no se impusieran los criterios políticos. No es de
extrañar que otro etarra encarcelado haya solicitado su traslado
desde una cárcel de León para ser tratado por los médicos del
hospital Donosti.
Hace un año, en este mismo periódico se escribió que todo el caso
Bolinaga era una historia que apestaba a “un guión escrito de
antemano”. Un año después, nada parece haber cambiado. El etarra
sigue en la calle, no quiere ser reconocido por la Audiencia, y la
forense incómoda se mantiene de baja y se debe conformar, de
momento, con el discreto apoyo de las víctimas del terrorismo, que
claman en el desierto solicitando el reingreso del etarra en
prisión, y con tener la conciencia muy tranquila. Lo que en esta
España de hoy, y con la que está cayendo, no es poco.
Cataluña
El acoso al disidente se convierte en una
práctica habitual en Cataluña
Pintadas insultantes, agresiones a militantes, rotura de cristales y
amenazas de muerte forman parte del día a día de las formaciones no
nacionalistas en Cataluña. A modo de protesta, el PSC de Vilasar de
Dalt decide no borrar unas pintadas en su sede que les tildan de
‘nazis’.
Andreu Caballero www.vozbcn.com 12 Agosto 2013
En los últimos tiempos, y de forma paralela a la subida de tono del
discurso independentista, se han intensificado los ataques a las
sedes y a los militantes de los partidos no nacionalistas en
Cataluña, hasta convertirse en una práctica habitual.
Ante esta realidad, el PSC de Vilasar de Dalt (Barcelona) ha
decidido no borrar las pintadas que los radicales le dedicaron a
principios de junio pasado.
Dos meses después, una estelada y la palabra ‘nazis’ siguen en la
fachada de la sede de la agrupación local como muestra de una
situación de acoso al disidente que cada vez es más frecuente, a
pesar de que medios y partidos nacionalistas tratan de minimizar y
de restar importancia a estos hechos.
Rechazo a izar la bandera de España
No es la primera vez que el local del PSC de Vilasar de Dalt es
objetivo de los ataques de los violentos. Esta es la tercera
agresión en los últimos meses, incluyendo la rotura de los cristales
de la sede.
De nada les ha servido la posición favorable a celebrar un referendo
secesionista, ni el apoyo a la decisión del alcalde, Xavier Godàs
Pérez (de Esquerres, partido coaligado a ICV con quien el PSC
gobierna el Ayuntamiento), de rechazar cumplir la Ley de Banderas
negándose a izar la enseña nacional (todavía sigue incumpliéndose la
ley).
Sorpresa en el PSC
La primera secretaria del PSC en el municipio, Maria Àngels Bosch,
ha reconocido que en esta ocasión ni siquiera han presentado una
denuncia ante los Mossos d’Esquadra por considerar que “no sirve de
mucho”.
Bosch se ha mostrado sorprendida de que el independentismo se
manifieste de esta forma, especialmente con un partido “de
izquierdas”. “Hubiéramos preferido que las pintadas fueran por parte
de la extrema derecha pero no ha sido así”, ha señalado.
Con la decisión de no borrar las pintadas, la agrupación local del
PSC pretende dejar “patente” este tipo de actitudes incívicas. El
primer secretario del PSC, Pere Navarro, ha calificado los hechos
como un “ataque a la democracia”.
Ataques reiterados
Hace solo dos semanas, la organización radical independentista Arran
atacó la sede del PSC en San Boi (Barcelona), acusándole de
‘españolista’. El pasado 23 de marzo, unos desconocidos realizaron
pintadas en la sede del PSC en el Ayuntamiento de Gerona en las que
tildaban a la líder local de la formación, Pia Bosch, de ‘española’,
y situaban su cara en el centro de una diana junto a una estelada.
En octubre de 2012, unos encapuchados asaltaron el local del PSC en
Ciutat Vella y dejaron como firma una estelada pintada.
En noviembre de 2011, dos días antes de las elecciones generales,
unos encapuchados destrozaron los cristales de la delegación del PSC
en el distrito barcelonés de Nou Barris, a plena luz del día,
pintaron la fachada con el lema ‘Fuego a los políticos, muerte al
Estado’, e intentaron prenderla fuego.
El PP, principal objetivo
El PP es uno de los partidos que más agresiones recibe en Cataluña.
Hace dos semanas, su sede en San Boi (Barcelona) fue atacada por la
organización radical independentista Arran. A finales del pasado mes
de junio aparecieron pintadas contra los populares en su sede de
Lérida. En mayo, unos desconocidos plasmaron amenazas y dibujaron
esteladas en la sede del partido en San Boi, incluyendo lemas en
favor de la organización terrorista ya desaparecida Terra Lliure.
Ese mismo mes, un grupo de encapuchados reventaron los cristales de
la sede del PP de Mataró y causaron serios destrozos en el interior.
En marzo pasado los ataques se produjeron de forma coordinada en una
decena de sus sedes, lo que incluyó pintadas amenazadoras en las
fachadas.
En marzo de 2012, un grupo de radicales destrozó la sede popular en
Olot. En febrero de 2012, fueron atacadas las sedes de San Cugat y
de Esplugas de Llobregat. En noviembre de 2011, unos desconocidos
atacaron simultáneamente varias sedes de Barcelona. En los últimos
años, las agresiones se han repetido en las delegaciones del
distrito de Les Corts (Barcelona), Mataró, Reus, Tarragona, Barberá
del Vallés y en la del distrito de Gracia de Barcelona, entre otras.
Agresiones a Ciudadanos y UPyD
Ciudadanos también es objetivo de los violentos. En julio, la sede
central del partido recibió varios impactos de pintura roja. Unos
días antes, una miembro del Consejo General y de las juventudes de
Ciudadanos fue agredida en Morell (Tarragona) al grito de “eres una
fascista como todos los que representan a tu partido, españolitos”.
La víctima, una joven de 20 años, recibió un puñetazo durante la
celebración de una fiesta popular en el citado municipio, después de
que el agresor la identificara como militante del partido.
La sede de Ciudadanos en Gerona ha recibido cuatro ataques desde su
inauguración en el mes de junio de 2012, el primero de ellos tuvo
lugar a las pocas horas de su apertura. El pasado 11 de abril, el
líder de la formación naranja, Albert Rivera, fue víctima de un
escrache organizado por la CUP que, aunque anulado en el último
momento, fue secundado por algunos radicales.
Por esas fechas, la persiana del comercio en el que trabaja el
responsable de comunicación de Ciudadanos en El Prat de Llobregat
(Barcelona) apareció en dos ocasiones con pintadas en las que se le
acusaba de ‘fascista’ y ‘estafador’. Y, el pasado 23 de abril, cinco
jóvenes agredieron al coordinador de Ciudadanos en Lérida y causaron
destrozos en la carpa instalada por la formación en la calle con
motivo de la festividad de San Jordi, unos hechos por los que hubo
un detenido y varios imputados.
A pesar de no tener representación en la Cámara autonómica, UPyD
tampoco se libra de las ofensivas, y no es extraño que su sede
amanezca con los cristales rotos. En la última ocasión, producida el
pasado 4 de abril, los vándalos se conformaron con romper el cartel
de la puerta.
Ataques a partidos nacionalistas
Aunque en menor grado, los partidos nacionalistas o secesionistas
también han sufrido agresiones. En junio de 2012, varias sedes de
CDC fueron atacadas simultáneamente en una acción coordinada.
En abril pasado, la organización independentista radical Arran tapió
la entrada de la sede de CDC en el barrio de Gracia de Barcelona
como ‘respuesta’ al desalojo de una finca ocupada por colectivos
antisistema. Y en octubre de 2012, el domicilio del único concejal
de ERC en Cunit (Tarragona) amaneció con esvásticas pintadas en la
puerta de su garaje.
recesión
Unicef denuncia: “La pobreza alcanza ya a
2.300.000 niños españoles”
REDACCIÓN BILBAO Minuto Digital 12 Agosto 2013
Hasta hace poco la malnutrición infantil era un problema que los
españoles contemplaban a través de la televisión como un mal lejano
propio de los países del tercer mundo. Sin embargo, el reciente
informe del Síndic de Greuges -defensor del Pueblo de Cataluña- que
cuantificaba en 50.000 los menores con malnutrición solo en esa
comunidad, desató las alarmas y puso el foco en una de las caras más
amargas y silenciadas de la crisis económica: miles de niños en la
España del siglo XXI tienen dificultades para alimentarse
suficientemente.
Según datos de Unicef en España, la pobreza alcanza ya al 27,2% de
los menores, o lo que es lo mismo, a 2,3 millones de niños. El
umbral se establece para hogares con unos ingresos inferiores a
15.500 euros en una familia con cuatro miembros.
«No hay justificación para que este país no pueda alimentar a sus
ciudadanos, especialmente a los niños», asegura Gabriel
González-Bueno, responsable de Políticas de Infancia de Unicef en
España. Este experto confirma que los servicios sociales han
detectado «un auge» de la malnutrición infantil en los últimos años.
Desde Unicef denuncian que la situación de las familias más
vulnerables se ha agravado por los recortes. «Se ha producido una
pérdida en la capacidad de protección de las familias mediante la
reducción de ayudas como las becas comedor», explica González-Bueno.
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