Unos Presupuestos desoladores
EDITORIAL Libertad Digital 1 Octubre 2013
El proyecto de ley sobre los Presupuestos Generales del Estado (PGE)
para 2014 es mucho peor de lo que ya avanzaba el boceto presentado
el pasado viernes tras el Consejo de Ministros. El ministro de
Hacienda, Cristóbal Montoro, entregó este lunes al Congreso las
cuentas públicas del próximo ejercicio, y su análisis preliminar no
puede ser más desalentador. El gasto público, lejos de reducirse,
crece de forma muy sustancial respecto a 2013, evidenciando así que
el Gobierno de Mariano Rajoy no sólo no tiene ninguna intención de
pinchar la tremenda burbuja estatal sino que, por el contrario,
pretende seguir alimentando el derroche público. Y ello a costa de
mantener una presión fiscal confiscatoria sobre empresas y familias,
que, en última instancia, acabará dañando el crecimiento potencial
del país, dificultando aún más la recuperación y la tan necesaria
creación de empleo.
Las grandes cifras de los PGE no dejan lugar a dudas. El gasto total
previsto para el próximo año ascenderá a 423.227 millones de euros,
unos 15.000 millones más que en 2013 y casi 61.000 millones más que
en 2012. En esta partida se incluyen los 68.605 millones destinados
a la amortización de deuda, con lo que el gasto real se situará en
354.622 millones, casi 9.000 millones más que el pasado año. Así
pues, el gasto subirá un 2,7% interanual, muy por encima del ritmo
de crecimiento económico que prevé el Gobierno para 2014 (0,7%). El
aumento del gasto casi multiplicará por cuatro el avance del PIB.
Esto demuestra que la manida austeridad es, simplemente, un mito.
Otro dato alarmante es el volumen de deuda neta que prevé Montoro
para el próximo año: casi 73.000 millones de euros para cubrir todas
las necesidades financieras del Estado. De ahí, precisamente, el
desbocado incremento de la deuda pública, que ya en 2014 amenaza con
rozar e incluso superar el umbral del 100% del PIB. Otra señal
inequívoca de austeridad, sin duda. El PP ha abandonado todo intento
de contención presupuestaria para arrojarse por completo a los
brazos del gasto público, confiando ciegamente en que el tímido
repunte del PIB acabe por elevar de forma sustancial la recaudación
fiscal y, de este modo, poder cumplir con el objetivo de déficit
fijado por Bruselas. Se trata de una estrategia fiscal cuanto menos
muy arriesgada y cuanto más claramente errónea y contraproducente,
tanto para la solvencia de las cuentas públicas como para el
crecimiento de la economía nacional.
Rajoy nunca tuvo la intención de reducir el sobredimensionado peso
del sector público, pero ahora demuestra que, ante el mínimo atisbo
de recuperación, su verdadero objetivo y deseo es seguir la senda de
excesos seguida en su día por José Luis Rodríguez Zapatero. Y ello
bajo el argumento de que la austeridad y los recortes son muy
impopulares y, por tanto, dañan seriamente sus posibilidades de
salir reelegido en las elecciones generales de 2015. Por desgracia,
el presidente parece no percatarse de que su popularidad sigue
cotizando a la baja, pese a no hablar aplicado serias políticas de
austeridad. Minimizó los recortes en 2012 y 2013, mientras disparaba
hasta cotas insospechadas todas las figuras tributarias, y ahora
pretende aumentar aún más el gasto, al tiempo que mantiene una
insoportable presión fiscal. Las encuestas demuestran que dicha
estrategia, consistente en eludir la tan necesaria austeridad
pública, le ha servido de muy poco, ya que la intención de voto del
PP sigue cayendo. Rajoy ha perdido una oportunidad de oro durante
sus dos primeros años de gobierno para poner en marcha el amargo
recetario económico y presupuestario que necesita España para
asentar la recuperación sobre bases sólidas. Y ahora, a mitad de
partida, se juega el resto a tan sólo una carta... La ilusión y la
esperanza de los brotes verdes.
PGE 2014
Estatolatría presupuestaria
Juan Ramón Rallo Libertad Digital 1 Octubre 2013
Lejos de resultar tranquilizador, el desglose por partidas de los
Presupuestos Generales del Estado que Montoro dio a conocer el
pasado viernes solo ha servido para agravar la preocupación por la
insostenibilidad de nuestras cuentas públicas.
Primero, el Gobierno estima que en 2014 alcanzaremos un nivel de
deuda pública equivalente al 99,8% del PIB. Tal era la cifra que el
Ejecutivo confiaba rozar en 2016: por tanto, la acumulación de deuda
pública, lejos de frenarse con ese potaje broteverdista de (falsa)
austeridad y (exigua) recuperación, continúa acelerándose. Pero
descuiden, que si las previsiones de Montoro son tan atinadas como
las de hogaño, en el próximo ejercicio desbordaremos con amplitud el
100% (ese nivel que Rajoy se comprometió a no superar jamás). No en
vano debíamos cerrar 2013 con una deuda del 91,4%, y lo haremos,
según los nuevos cálculos hacendísticos, con el 94,2%. Como ya
predijimos algunos, el déficit y la deuda se mantienen fuera de
control.
Y aquí nos topamos con el segundo y preocupante dato clave: pese a
que el pronóstico de crecimiento del PIB para 2014 es del 0,7%, el
gasto de la administración central y de la Seguridad Social se
expandirán un 2,7%; es decir, cuatro veces más rápido. Lejos de
ajustarse a la razonable política de incrementar el gasto por debajo
del aumento del PIB (no les generemos urticaria pidiéndoles recortar
los desembolsos públicos), lo multiplican a calzón quitado. No es
austeridad, sino estatolatría, la nota dominante de estos
Presupuestos.
Acaso caigamos en la trampa de pensar que el incremento del gasto se
produce como consecuencia del pago de mayores intereses. Pero no: el
coste financiero de la deuda se reduce un 5,2%. O dicho de otra
manera, si excluimos los intereses del gasto público total, éste
aumenta un 3,5%. Este año la cantinela estatista de que gastamos más
por los pérfidos gnomos de Zúrich no sirve: gastamos más porque
padecemos un Ejecutivo socialdemócrata muy parecido al de Zapatero.
De hecho, el gasto público se incrementa en casi todas las partidas:
políticas activas de empleo (+6%), desempleo (+10%), vivienda
(+4,4%), educación (+10%), agricultura (+0,7%), industria y energía
(+26%), comercio (+5%), subvenciones al transporte (+36%) e I+D
(3,4%). Las pocas rúbricas que sufren recortes (justicia, defensa,
seguridad, sanidad, cultura o infraestructuras) lo hacen de un modo
más bien testimonial.
Pero el aumento del gasto más preocupante de todos no es ninguno de
los anteriores, sino el de las pensiones. Pese a que el Ejecutivo
las ha congelado de facto (revalorización del 0,25%), los
desembolsos totales en pensiones crecen un 5%, o sea, en unos 6.000
millones de euros (aproximadamente, el monto de déficit que el
Gobierno debe reducir en 2014 con respecto a 2013). Las pensiones ya
consumen el 12,5% del PIB y casi el 30% de todo el gasto público del
Estado.
En suma: la irresponsable y chapucera reforma de las pensiones
impulsada por el Gobierno el pasado viernes no sirve de nada. Aun
cuando se congelen por muchos años las pensiones (como desde luego
programa hacer el PP), la inercia del sistema es tal que amenaza con
quebrar el sistema: a este ritmo, el fondo de reserva no durará ni
cuatro años más. Resulta del todo indispensable restablecer la
versión original del informe de los expertos, donde se contemplaba
la posibilidad de recortar nominalmente las pensiones en caso de un
desequilibrio persistente de las cuentas de la Seguridad Social como
el que desde luego padecemos ahora mismo.
Así pues, si los presupuestos de 2012 fueron los de los sablazos
fiscales y los ajustes chapuceros y los de 2013 fueron los de la
irresponsabilidad, los de 2014 podemos calificarlos como los del
broteverdismo manirroto. Reabiertos los mercados de capitales merced
a Draghi, retomamos las viejas costumbres de dilapidar el dinero de
los contribuyentes en lugar de devolvérselo.
Claro que tampoco deberíamos esperar mucho más. Este Gobierno no da
más de sí: llegó al poder clamando austeridad del sector público y
se marchará como el Gabinete que más ha incrementado los impuestos y
la deuda pública en toda nuestra historia. Plas, plas.
Presupuestos: menos déficit y más deuda
Jesús Sánchez-Quiñones El Confidencial 1 Octubre 2013
Hay argumentos suficientes para afirmar que la situación actual es
mejor que la existente hace un año: la recesión toca a su fin, la
prima de riesgo se sitúa cerca de mínimos, el déficit de 2012 se
revisa a la baja, el Tesoro consigue colocar sin problemas y a
menores tipos de los presupuestados. Pese a todo, no conviene
ignorar los problemas y riesgos que aún permanecen.
Tras cinco años de crisis, el nivel de deuda de la economía no sólo
no se ha reducido, sino que ha aumentado. El crecimiento de la deuda
de las Administraciones Públicas ha superado con creces la
disminución del stock de deuda de familias y empresas. El nivel de
deuda del Estado se ha duplicado desde finales de 2008, hasta
alcanzar 661.000 millones de euros a julio de este año. Dicho
incremento de deuda ha habido que colocarlo en el mercado entre
distintos tipos de inversores.
Los bancos han sido los principales compradores netos de deuda
pública, incrementando su saldo en 120.000 millones desde que el
Banco Central Europeo (BCE) puso en funcionamiento la 'barra libre'
de liquidez. Las entidades financieras han podido comprar deuda
pública y utilizar la misma como garantía por cuantía casi ilimitada
para obtener financiación del BCE a tipos cercanos al 1%, o incluso
inferiores. El citado mecanismo de préstamos del BCE a tipos muy
reducidos aportando como garantía bonos soberanos beneficia tanto al
Estado, que cuenta un recurrente comprador de sus nuevas emisiones,
como a los bancos, que obtienen una rentabilidad atractiva por la
diferencia entre la remuneración de la deuda pública comprada y el
coste de la financiación vía el BCE (carry trade). Además, la compra
de deuda soberana por parte de los bancos no supone ningún consumo
de capital, a diferencia de lo que ocurre cuando se concede un
préstamo a una empresa o particular.
El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2014 prevé un
déficit público del 5,8% (unos 60.000 mil millones). Dicho déficit
(exceso de gastos sobre los ingresos) habrá que financiarlo con más
deuda. El incremento del volumen de tenencia de deuda por parte de
la banca durante los últimos dos años no habría sido posible sin los
préstamos a tres años (operaciones LTRO) habilitados por el BCE a
finales de 2011 y principios de 2012. Pese al comentario de Draghi
la semana pasada anticipando la posibilidad de un nuevo LTRO a
finales de este ejercicio, no es previsible que la banca pueda
seguir incrementando su posición en deuda pública al ritmo de los
dos últimos años.
Tanto en el análisis de la calidad de activos de la banca (asset
qualiy review) que llevará a cabo el BCE a partir de este mes de
octubre como en los test de estrés que tendrán lugar el próximo año,
previsiblemente se hará hincapié en el volumen de deuda pública del
propio país en poder de los bancos. La posibilidad de aplicar una
quita teórica a la deuda soberana en las pruebas de resistencia,
aunque sea mínima, provocaría una acentuada volatilidad y gran
inestabilidad en el mercado de deuda. Otra posibilidad razonable
sería estimar una cantidad máxima de tenencia de deuda pública en
función de los recursos propios de cada entidad. Actualmente la
tenencia de deuda pública en los balances bancarios es prácticamente
equivalente a los recursos propios del conjunto del sector: 223.000
millones.
En Estados Unidos el Tesoro emite bonos y la Reserva Federal los
compra. Los estatutos del BCE no permiten una operativa de este
tipo, por considerar que supondría financiación directa a los
Estados y monetización de la deuda. En Europa los Tesoros nacionales
emiten, los bancos nacionales compran esos bonos soberanos y con los
mismos reciben financiación 'casi ilimitada' por parte del BCE. El
sistema acaba siendo muy similar al americano, pero con un
intermediario que se beneficia del carry trade.
La percepción de mejora de la economía española ha permitido que la
tenencia de deuda soberana en manos de los 'no residentes' se haya
incrementado en más de 50.000 millones desde la crisis de julio del
pasado año. Dadas las previsiones de incremento de la deuda pública
durante los próximos tres años y la dificultad de la banca para
seguir incrementando sus posiciones, cada vez dependeremos más de la
inversión extranjera para poder colocar las nuevas emisiones.
La anterior conclusión es aparentemente contradictoria con la
obtención de superávit en nuestra balanza por cuenta corriente. El
resto de compradores nacionales de deuda pública (compañías de
seguros, fondos de pensiones, fondos de inversión, empresas no
financieras, personas físicas, AAPP) no tienen la posibilidad de
acceder al BCE para conseguir financiación fácil y barata con la que
invertir en deuda pública y beneficiarse del carry trade. Salvo las
Administraciones Públicas, que se rigen por criterios no
necesariamente económicos, el resto sólo incrementará su posición en
deuda pública si el tipo de interés es suficientemente atractivo.
La economía española ha evitado el escenario apocalíptico de hace un
año, pero el incremento continuado de la deuda pública puede llegar
a convertirse en pesadilla.
Nota: Las cifras de deuda pública recogidas se refieren al concepto
“Cartera Registrada”: equivale a la cartera a vencimiento ajustada
de operaciones temporales y simultáneas.
Deuda Pública
Endeudados hasta las cejas
Guillermo Dupuy Libertad Digital 1 Octubre 2013
Dado que el déficit público ya supera en casi un punto el objetivo
de todo el año, está por ver que la deuda pública acabe este
ejercicio en el 94,2% del PIB y cierre en 2014 en el 99,8, tal y
como prevé el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del
Estado del próximo año.
Se trata, en cualquier caso, de una monumental carga que desmiente
la cacareada austeridad de un Gobierno que se ha dedicado, en
realidad, a apuntalar como sea nuestro sobredimensionado sector
público. Téngase en cuenta, además, que el Gobierno de Rajoy ya
batió en 2012 con creces todos los récords de incremento de deuda en
un año, al pasar del 69,30 al 84,20% de nuestro PIB, por lo que
menos mal que "la primera obligación de un gobernante" era, según
dijo Soraya Sáenz de Santamaria al comienzo de la legislatura, "no
gastar más de lo que ingresa", que si llega a serlo el “no reparar
en gastos” no se adónde habríamos llegado.
La recurrente herencia dejada por Zapatero se está quedando chica
comparada con el agujero que Rajoy está gestando y que ya nos
reclama más de 100 millones de euros al día sólo en pago de
intereses. Semejante carga bien puede sofocar los síntomas de
recuperación que ahora divisamos como resultado del ajuste que el
sector privado ya ha llevado a cabo; pero poco parece importarle a
un gobernante que ha terminado por manifestar que el problema de
nuestro desequilibrio presupuestario "no tiene raíces estructurales
sino tan sólo coyunturales". Con semejante diagnóstico no hay que
extrañarse de que su agenda reformista –ya bastante vaga de por sí–
se haya agotado o que haya dejado sine die la ejecución de su
promesa de bajar los impuestos.
Parece que Rajoy confía en que los brotes verdes de la recuperación
le procurarán, más pronto que tarde, una recaudación capaz de
sostener todo el improductivo tinglado estatal que padecemos. No hay
más que oír a Montoro, quitándole ahora importancia a unos niveles
de déficit y endeudamiento que le habrían hecho poner el grito en el
cielo cuando estaba en la oposición. Esa inmovilista confianza en la
futura capacidad recaudatoria de estos brotes verdes será, tal y
como también sucedió con Zapatero, la que termine por secarlos.
Ya podría Rajoy recordar lo que él mismo dijo en su discurso de
investidura: "Nunca han partido los periodos de crecimiento y mejora
del bienestar de nuestra sociedad de los déficits, del exceso de
deuda pública o de las facturas en los cajones. Todo lo contrario,
la disciplina presupuestaria ha marcado siempre los inicios de
momentos de expansión económica y progreso social". Claro que eso lo
afirmaba Rajoy cuando aun no se había desvelado como el mayor
impostor que haya presidido nunca un Gobierno de España.
A Rajoy, Montoro no le ha hablado de la
Curva de Laffer
José Oneto www.republica.com 1 Octubre 2013
El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal
Montoro, ha entregado este lunes en el Parlamento, los Presupuestos
Generales del Estado para 2014, unos Presupuestos calificados por el
propio ministro de Hacienda de “sociales”, -a pesar de la
congelación salarial que sufrirán casi tres millones de funcionarios
públicos, una subida ridícula, casi congelación, de las pensiones, y
una disminución del 47 por ciento en dependencia-, de Presupuestos
para “la recuperación económica”, a pesar del levísimo crecimiento
del 0,7 % del PIB, y, de Presupuestos para la “creación de empleo”,
algo realmente difícil, con un crecimiento tan débil y con una
fiscalidad tan elevada que no se conocía en décadas.
Es más, se anuncia casi a bombo y platillo, que no se subirán los
impuestos, cuando en realidad, ya se han subido todos, hasta el
punto que no se conoce una presión fiscal como la actual en varias
décadas. El Gobierno que había prometido que la subida del IRPF, del
impuesto de sociedades y del IBI, este último, para ayudar a los
Ayuntamientos a sostener las cuentas municipales, solo sería por un
año para combatir el déficit público de este año, lo prórroga y,
además, aplica una subida del IVA, para productos sanitarios y
servicios de notaría, introduce un nuevo impuesto medioambiental y,
establece un pago fraccionado adicional sobre el impuesto de
sociedades para grandes empresas.
Sorprende que quienes ganaron las elecciones en noviembre de 2011,
prometiendo una bajada general de impuestos porque, según la tesis
de los expertos del PP, donde mejor está el dinero es en el bolsillo
de los ciudadanos, de los contribuyentes, y no en las arcas del
Estado, y quienes aseguraron que la última subida del año pasado
solo era coyuntural, para combatir un déficit público desbocado,
hayan situado la carga tributaria española (especialmente el tipo
marginal del IRPF) en uno de las más elevadas de Europa y que solo
en 2015, un año electoral, es cuando llegará la prometida bajada de
impuestos.
Pero, a pesar de esa subida de impuestos en cadena, la realidad es
que se ha cumplido, de nuevo, lo establecido por Arthur Laffer, en
su célebre teoría sobre la famosa curva que lleva su nombre (la
llamada Curva de Laffer) de la que, no se sabe por qué, el ministro
Montoro, no ha querido informar al presidente del Gobierno Mariano
Rajoy. Eso explica que el propio Montoro haya reconocido que los
ingresos fiscales se hayan comportado peor de lo previsto, lo que
significa que si este año terminará el ejercicio, con una
recaudación menor de la prevista, calculada en más de 2.340 millones
de euros, el año que viene, con el Presupuesto voluntarista de
Montoro, el agujero de ingresos de Hacienda, a pesar de la
desproporcionada presión fiscal, puede ser histórico.
A Rajoy nadie le ha hablado de Laffer, y de su teoría de que los
ingresos fiscales están relacionados con los tipos impositivos. La
curva de Laffer muestra que el incremento de los tipos impositivos
no siempre conlleva un aumento de la recaudación fiscal. La
característica más importante de esta curva reside en que indica que
cuando el tipo impositivo es suficiente alto, si se sube aún más,
los ingresos recaudados pueden terminar disminuyendo. La disminución
de la oferta del bien reduce hasta tal punto los ingresos fiscales
que la subida del tipo impositivo no compensa la disminución de la
oferta. Este fenómeno se denomina efecto Laffer, en honor al
economista Arthur Laffer que hizo esa curva a principio de la década
de 1980.
Dicen que nadie, ni siquiera en la Oficina Económica del Gobierno,
ese poderoso organismo de control que desde el Palacio de la
Moncloa, dirige Álvaro Nadal, le dijeron a Rajoy que había que tener
cuidado con Laffer y su célebre Curva…Y que por eso, ha pasado lo
que ha pasado, y lo que se le viene encima a la Hacienda pública, a
pesar de todo el optimismo oficial.
El drama del PSOE y del PSC
Pablo Sebastián www.republica.com 1 Octubre 2013
Con la grave crisis económica y social que vivimos en España -y sin
solución a corto plazo- y los escándalos de la corrupción del PP,
Bárcenas y Gürtel, inundando los medios de comunicación, lo lógico
sería que el PSOE en todas las encuestas preelectorales estuviera
varios puntos por encima del PP. Pero ocurre que el PP baja en los
sondeos electorales pero el PSOE apenas sube un punto y está en
‘empate técnico’’con el PP. ¿Por qué? Porque Rubalcaba, al contrario
de la dimisión del líder socialista del SPD alemán, Steinbrück, no
dimitió tras su estrepitosa derrota del 20-N de 2011; porque el
primer responsable político de la corrupción de los ERE de la Junta
de Andalucía, José Antonio Griñán, es el presidente nacional del
PSOE; y porque el PSOE sigue teniendo al PSC de socio oficial en
Cataluña, a pesar de que este partido se ha posicionado a favor del
derecho de autodeterminación, lo que es inconstitucional.
Precisamente, para intentar superar y tapar la crisis de la relación
del PSC con el PSOE, Rubalcaba y su junta directiva han lanzado su
proyecto de ‘reforma federal’ de la Constitución que nadie la quiere
entre los nacionalistas independentistas, ni tampoco en el seno del
PP y de otros partidos, e incluso la desdeñan no pocos barones,
dirigentes y sobre todo votantes y militantes del PSOE. El objetivo
de la propuesta de Rubalcaba no consiste en obligar al PSC a
renunciar a la autodeterminación para regresar a la senda
constitucional, sino ofrecerle una salida federal para evitar que se
lance hacia la independencia, tras la estela de CiU y ERC.
Y ya son muchas las voces de dirigentes socialistas que abogan por
una ruptura definitiva del PSOE con el PSC, diciendo que ‘más vale
ponerse una vez rojo que ciento amarillo’, para poder fin a esa
deriva de la autodeterminación que le quita al PSOE su condición de
partido nacional español, y les hace perder votos en toda España y
especialmente en Cataluña, a través del PSC. Pero ¿por qué Rubalcaba
no rompe con el PSC? Pues porque el líder del PSOE cree que los
votos y escaños españolistas/catalanistas que ha perdido en Cataluña
el PSC en las elecciones generales del Congreso de los Diputados ya
se han marchado a Ciudadanos y difícilmente volverían en favor de
las siglas del PSOE, y menos aún si siguen de la mano del PSC.
En concreto y en las elecciones generales españolas el PSC pasó de
1.672.777 en 2008 votos a 920.323 en los comicios de 2011, lo que
supone una pérdida de mas de 750.0000 votos; y de los 25 escaños en
el Congreso de los Diputados obtenidos por el PSC en 2008, han
pasado a solo 14 escaños en 2011, perdiendo un total de 11 escaños,y
en definitiva el 45 % de su electorado.
Pero lo que a Rubalcaba -que cree que ganará las primarias del PSOE
y volverá a ser primer candidato en los comicios de 2015- le
preocupa es que una ruptura con el PSC podría dejar al PSOE con solo
media docena de escaños en el territorio catalán. Y si hoy las
encuestas apenas le dan al PSOE 100 escaños para las elecciones de
2015 esta crisis con el PSC lo dejarían por debajo de 90 escaños en
el Congreso de los Diputados, ante el ascenso de IU y de UPyD que
anuncian los sondeos electorales. Y ésta y no otra es la palanca del
trágala que el PSC le ha impuesto al PSOE con la autodeterminación y
lo que impide a Rubalcaba romper con el PSC, recuperando la
coherencia nacional de los socialistas y su plena autonomía en
Cataluña.
Territorio donde, por cierto el PSC también, como ha explicado muy
bien Joaquín Leguina en un excelente artículo (El País, 30, IX,
2013), se ha hundido el PSC desde que Pasqual Maragall con el
gobierno ‘tripartito’ abrió la vía soberanista del PSC, con la
demencial ayuda de Zapatero. Pasando el PSC de Maragall de obtener
en los comicios catalanes del año 1999 1.183.000 votos y 53
diputados autonómicos, a quedarse el PSC de Navarro en 2012 en sólo
524.000 votos y 20 diputados autonómicos. De lo que deduce Leguina
con razón que la deriva independentista del PSC y la federal de
Rubalcaba han llevado al desastre en Cataluña al PSC y al PSOE. Y a
ambos dos sin posibilidad de recuperación. De ahí el drama insoluble
de la imposible relación del PSOE con el actual PSC favorable a la
autodeterminación. Porque si siguen juntos van mal y si se separan,
piensa Rubalcaba, que irán peor los dos.
www.pablosebastian.com
¡Oh, la deuda!
Fernando Díaz Villanueva www.gaceta.es 1 Octubre 2013
La deuda no sería problema si se prohibiese que el Gobierno gastase
un céntimo más de lo que ingresa.
Anda el progrerío paisita y publiqueño excitado con el dato de que
el año que viene el Gobierno dedicará más dinero a amortizar deuda
que a los ministerios. Lógico. Llevan pidiendo como niños tontos
desde hace seis años y digo yo que los prestamistas querrán
recuperarlo alguna vez, vamos, que no dejaron todo ese pastizal al
cejas y al barbas por amor al arte. O quizá no, quizá ese ahorrador
que compró bonos del Estado hace un par de años siente cierto tipo
de deuda espiritual con esa funcionaria pitillera de consejería
autonómica, ese personaje tan nuestro que echa las mañanas entregada
al desayuno y al batallón de cigarrillos marca Nobel que le siguen.
Los de El País deben creer esto último, de ahí el escandalito de
damisela ofendida por las procacidades de un Don Juan de barrio.
A finales de 2007, cuando las cosas comenzaron a ponerse feas, el
Gobierno y todos sus amigos, que por entonces eran muchos, se
llenaban la boca con lo de las reservas y el bajo endeudamiento que
tenía el Estado. Era cierto. Las vacas gordas habían dejado la caja
llena a rebosar, tanto que aquel año de gracia hubo hasta superávit.
Zapatero no sabía por qué ingresaba más de lo que gastaba del mismo
modo que luego no supo por qué se habían invertido los términos. Se
limitaba a contar los caudales que iban entrando para, acto seguido,
pulírselos a discreción en pan, circo, ideología y quimeras
disparatadas. Daba igual, entraba tanta pasta que los 365 días del
año no fueron suficientes para gastárselo todo. En cierto modo, los
políticos de la burbuja se encontraron lo más parecido a un cofre
lleno de monedas de oro. ¿Qué hicieron con él? Gastárselo,
naturalmente, ¿qué otra cosa puede esperarse de una recua de
zangolotinos engreídos cuya única habilidad excepcional es la de
hablar 14 horas al día por el iPhone mientras se apuñalan entre
ellos?
Hoy la caja está vacía, las cajas quebradas y la deuda en máximos
históricos. Nada de lo que sorprenderse. En nuestra ingenuidad, en
nuestra mansedumbre de pueblo servil hecho a todas las tiranías,
entregamos a estas comadrejas vestidas de alpaca la capacidad de
endeudarse en nuestro nombre. ¿Haría usted eso con el vecino?,
¿permitiría que el primo aquel tan amigo de los gin-tonics y las
timbas de póquer se financiase a su costa? No, ¿verdad?, entonces,
dígame, ¿por qué acepta sin rechistar que un semoviente como
Zapatero pida dinero por ahí y le ponga a usted como garantía del
préstamo?
Porque en el fondo la crisis va de esto. El déficit, la deuda, la
prima de riesgo y todas las pesadillas macroeconómicas que nos
tienen a mal traer no serían problema alguno si se prohibiese por
ley que el Gobierno gastase un solo céntimo más del que ingresa por
la vía fiscal. En ese punto no les quedaría otra que o dejar de
gastar en el acto o subir los impuestos hasta el infinito, hasta que
la economía dejase literalmente de funcionar y se produjese el
inevitable colapso. Y eso no sería un escandalito prisaico, sino un
escandalazo que se lo llevaría todo consigo.
La indiscutible genialidad de Zapatero
Pío Moa www.gaceta.es 1 Octubre 2013
Zapatero ha realizado auténticas proezas.
Blog II: El poder y la violencia / El atentado nacionalista contra
Companys www.piomoa.es
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La genialidad de Zapatero
Oigo a menudo calificar de imbécil a Zapatero, y hasta cierto punto
coincido en la opinión; sin embargo no me parece una definición
suficiente, y menos cuando le achacan, además, ausencia de ideas. De
esto podría acusarse probablemente a Rajoy, pero de ningún modo a su
predecesor, que realmente rebosaba ocurrencias e iniciativas
variadas. Podría llamársle quizá "un tonto con ideas", como definió
Prieto a Álvarez del Vayo, si mal no recuerdo.
Pero lo más notable, lo que pone a Zapatero por encima de tantos
como él, es que ha llevado a cabo sus ocurrencias, revolucionando el
país en solo 7 años. A él podría aplicársele muy bien el designio de
Alfonso Guerra: dejar España "que no la reconozca ni la madre que la
parió". Recordemos: leyes de violencia de "género", de matrimonio
homosexual, de edad de relaciones sexuales, mayor facilidades para
el aborto o el divorcio; paridad de sexos en altos cargos políticos,
con amenaza de imponerla a las empresas; liquidación del
prácticamente non nato proyecto de reforma de la enseñanza del PP,
para empeorar todavía el anterior, con abundante cosecha de fracaso
escolar; ; declaración implícita de soberanía de Cataluña con un
nuevo estatuto, apenas votado, que deja en residual la presencia del
estado; colaboración con la ETA para sacarla del pozo y convertirla
en una potencia política, bautizada como "proceso de paz"; apoyo a
las tiranías tercermundistas disfrazada como “alianza de
civilizaciones" (no dejaba de tener inventiva, él o sus asesores,
para disfrazar cualquier bellaquería con nombres alisonantes). Y así
otras notables hazañas, con ayuda de muchos como él, chicas y chicos
cuyo nombre no vale la pena recordar. Lo único en que siguió la
política enterior fue en la economía, que ya burbujeaba con Aznar,
empeorándola con mil despilfarros hasta que la burbuja estalló en 5
millones de parados (a los que Rajoy ha añadido un millón, parece
ser).
Pero la mayor hazaña del estadista ha sido la ley de memoria
histórica, cuyo alcance no ha percibido casi ningún analista, como
tampoco el contenido y causas de su complicidad con la ETA contra el
estado de derecho y la integridad de España. Esa ley falsifica
radicalmente la historia y por su propia concepción es totalitaria,
antidemocrática. Lo cual no puede extrañar, pues está elaborada por
políticos reconodicamente corruptos, ignorantes y cómplices del
terrorismo. Por autoconsiderados herederos del Frente Popular, al
que llaman “república democrática”. Una lucida “democracia”
compuesta por stalinistas, marxistas radicales, anarquistas,
golpistas tipo Azaña o Companys y racistas del PNV. Una democracia
que intentaron imponer después de la muerte de Franco mediante la
ruptura, la cual se estrelló, por voluntad popular, contra la
evolución “de la ley a la ley”, de la legitimidad franquista a la
democrática. Aunque el proceso de transición sufriera numerosas
lacras que, no corregidas han conducido a la profunda y triple
crisis actual: nacional, democrática y económica. La ley de memoria
histórica, a la que cabría calificar sin injustica de memoria
chekista, persigue ante todo deslegitimar al franquismo. Con lo cual
deslegitima a la monarquía salida de él y a la propia democracia,
dando la razón, por ejemplo, a la ETA (beneficiaria también de esa
ley) en su negativa a aceptar la transición posfranquista. Pues
bien, Zapatero ha hecho firmar al monarca su propia deslegitimación,
¿no hay en ello un toque de auténtica genialidad? Y no solo eso: ha
logrado que Rajoy comparta la base de sus ideas y continúe la misma
vía. Nunca debemos subestimar a los imbéciles, sobre todo en
política.
Artur Mas deambula por Europa
Editorial www.gaceta.es 1 Octubre 2013
El presidente de la Generalidad de Cataluña, Artur Mas, se ha
entrevistado con los vicepresidentes de la Unión Europea Olli Rehn y
Laszlo Andor. Se supone que no han hablado de la tensión
secesionista que el catalán está provocando en España; en todo caso,
lo que puedan haber hablado de este asunto no existe oficialmente.
Lo que sí ha ocurrido como se esperaba ha sido que Mas se ha
despachado a gusto contestando a los periodistas cuantas preguntas
le han querido hacer. De hecho, toda la conferencia de prensa ha
girado en torno al separatismo.
La peor noticia es que el presidente autonómico catalán no ha
aprendido nada desde que empezó a equivocarse y a tomar decisiones
contra sus propios intereses y los de su partido. Emprendió una
carrera sin final conocido cuando convocó unas elecciones para
obtener mayoría absoluta y perdió 12 escaños en beneficio de
Esquerra Republicana, y en esta carrera sigue, como si se hubiera
creído sus propias soflamas propagandísticas.
Obstinado en ofender la inteligencia de quienes le oyen, sigue
sosteniendo que el derecho a decidir en forma de referéndum de
autodeterminación forma parte de los usos democráticos en un país
como España, cuyos habitantes decidieron votar la Constitución de
1978, por cierto en menor proporción que la registrada en Cataluña;
cree que engaña a alguien cuando no contesta a la pregunta de qué
votaría él en esa “consulta”, y sigue pensando que la Unión Europea
no podrá negar la continuidad de Cataluña en su seno tras una
imaginaria secesión, argumentando ahora que “la solución de la UE no
será expulsar a siete millones y medio de europeos”, ya que en
Cataluña “ hay un movimiento de ilusión generalizada, de mucha gente
de buen rollo, con espíritu colectivo y basado en la democracia
pura”. No; no ha aprendido nada.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dicho algo sobre este
asunto desde Kazajistán. Con su cautela habitual, ha manifestado que
espera que en Cataluña se tomen las decisiones meditadamente, y ha
añadido que espera que tengan “gestos de grandeza”. Estas pocas
palabras han demostrado que Rajoy no estaba tan equivocado cuando
callaba, porque Artur Mas no ha desaprovechado la ocasión para
iniciar otra refriega verbal en una especie de versión política de
las broncas de vecindonas: “En democracia, el gesto de grandeza más
grande es escuchar bien a la gente y dejarle votar”.
Es inútil a estas alturas que reflexione sobre el sinsentido de una
secesión tras siglos de historia común o acerca de la aventura en la
que está embarcando a sus propios paisanos. “Las cosas han ido
demasiado lejos”, dijo Mas ayer a los periodistas. Tiene razón,
aunque probablemente se quería referir a otra cosa.
Nunca se quisieron contentar
Ramón Pi www.gaceta.es 1 Octubre 2013
Los nacionalistas sólo esperaban la debilidad del Estado para
empujar hacia la secesión.
La guerra civil de 1936 fue, en realidad, varias guerras civiles
superpuestas y entrelazadas: una guerra política (república contra
monarquía), ideológica (derechas contra izquierdas), religiosa
(creyentes contra descreídos), territorial (centralistas contra
separatistas), económica (ricos contra pobres). Es una
simplificación, claro está, pues había republicanos con Franco,
católicos con los rojos, pobres con los nacionales, centralistas
entre los republicanos y fueristas en el bando de Franco.
El eje en torno al cual giró la transición del franquismo a la
democracia fue el deseo unánime de no repetir nunca más el horror de
una guerra civil. La clave de este propósito era dar la guerra del
36 por cancelada. Paso de página, inauguración de la concordia
nacional con una Constitución votada por todos. Este deseo profundo
llevó a un texto con ambigüedades, algunas contradicciones e incluso
con anomalías sistemáticas, como el desconcertante Título VII,
metido con calzador como una extraña protuberancia cuya explicación
política fue que era el peaje para que la izquierda (entonces
confesadamente marxista) aceptase la Monarquía y lo que llamaba la
“democracia burguesa”. El enfrentamiento religioso se quiso resolver
con la declaración de aconfesionalidad del Estado, y la guerra civil
“social” de ricos contra pobres había quedado cancelada ya en el
franquismo con la emergencia de unas sólidas clases medias. Pero los
fantasmas nacionalistas emergieron tras la muerte del dictador, y el
Título VIII debía ser el instrumento para conjurarlos. Repetir la
fórmula de la Constitución de 1931 (un régimen común y dos regímenes
especiales, vasco y catalán) era impracticable: había que huir de
cualquier revival que evocase la República, y evitar agravios
comparativos regionales. Las autonomías como régimen general, pero
con flexibilidad de asunción de competencias, se pensó que podrían
servir. Y el invento no ha funcionado. Al final hubo que establecer
algo muy parecido al café para todos porque el PSOE puso el agravio
comparativo encima de la mesa, primero en Galicia y luego en
Andalucía, y entonces descubrimos que los nacionalistas nunca
estuvieron dispuestos a contentarse (como predijo lúcidamente Julián
Marías), y sólo esperaban la debilidad del Estado para empujar hacia
la secesión.
Ahora parece que consideran llegado el momento. Es, desde luego, una
locura, pero muchos creen que las cosas están llegando a un punto de
difícil retorno pacífico. Mariano Rajoy ha dicho, por fin, algo al
respecto, pero he creído entender que pide grandeza en Mas, y
supongo que también en Urkullu. Me temo, sin embargo, que deberá
pensar algo más factible si quiere que salgamos con bien de ésta.
Carrascal considera que el 'Estado del Bienestar' se ha convertido
en un 'gigantesco sistema piramidal'
Luis del Val: "Martín Garitano me toca los
cojones del alma, ha pasado del Gara a cobrar del Estado por la
gracia de los amigos de ETA"
La insultante prepotencia del Diputado General de Guipuzcoa
Periodista Digital,
1 Octubre 2013
En la tertulia de 'La Mañana' de la COPE que presenta Ernesto Sáenz
de Buruaga se analizó este 1 de octubre de 2013 la difícil situación
económica de España y también la de Estados Unidos de América.
Además entre los tertulianos estaba Francisco Marhuenda, el director
de La Razón, que es de los pocos periodistas que fui crítico con el
presidente norteamericano desde el primer día. Buruaga lo tenía
claro hablando de los norteamericanos:
Buruaga- Cuando Estados Unidos estornuda, el catarro nos llega a
todos.
Pero quizá una de las reflexiones más relevantes vino de parte de
José María Carrascal, su artículo fue citado a través de Luis del
Val.
Luis del Val- El artículo que publica hoy José María Carrascal
debería ser de obligada lectura para todos los españoles mayores de
25 años. Asegura que el Estado del bienestar se ha convertido en un
gigantesco sistema piramidal, donde las prestaciones no se compensan
con las contraprestaciones, sino con los ingresos de los nuevos
cotizantes. Estafa y quiebra garantizadas.
"Me toca los cojones Martín Garitano"
A pesar de que si algo caracteriza a Luis del Val en toda su etapa
radiofónica, desde su etapa de 'retratista' en 'Hoy por Hoy' en la
SER como luego como responsable de la 'Revista de Prensa' en la COPE
Luis del Val- A mí el que me toca lo que el poeta Miguel Hernández
llamaba los cojones del alma es Martín Garitano, es el Diputado
General de Guipuzcoa por la gracia de los amigos de ETA, que se ha
enfadado muchísimo porque la Guardia Civil ha detenido a los
delincuentes que financiaban los homenajes a los asesinos. Según
recoge La Razón, Martín Garitano ha dicho "debemos movilizarnos como
pueblo y demostrar a los poderes del Estado que este no es el
camino". Hombre, ciudadano Garitano, al menos los asesinos que le
ayudaron a auparse al sillón que ocupa se jugaron la cárcel, pero
usted se movilizó del diario Gara a cobrar del Estado
La responsable de información económica del diario ABC tenía una
postura un poco más optimista respectó al 'cierre' en Estados Unidos
que había dejado suspendidos unos cuantos empleos públicos en el
país anglosajón.
Yolanda Gómez - La paralización puede venir bien porque es un
instrumento de presión para los políticos.
"Afortunadamente el sistema parlamentario de Estados Unidos no es
como el nuestro"
Aunque todos los seguidores de los entrañables tertulianos estarán
acostumbrados a oír a Marhuenda mensajes positivos respecto a como
andan las cosas (definió los presupuestos de Montoro como
excelentes), en esta ocasión sí hizo una crítica al sistema
parlamentario español, aunque lo hizo de manera encubierta, para
poder elogiar el sistema norteamericano.
Francisco Marhuenda- Afortunadamente su sistema (el norteamericanos)
no tiene nada que ver con el nuestro. En Estados Unidos cada senador
es dueño de su escaño y se debe a sus votantes. En las elecciones
defienden los intereses de sus votantes y si los respetan te siguen
votando y si no te echan.
Buruaga- A mí me da envidia eso que acabas de decir, ojalá pasara lo
mismo en España.
Francisco Marhuenda- Obama que aquí encanta, ahí es un personaje en
declive. Dentro de las filas demócratas hay más conservadores, más
progresistas y a Obama no le apoyan de la misma manera a como lo
hace aquí la izquierda.
Luis del Val- En el fondo es por la reforma sanitaria, que aquí los
republicanos no quieren.
Mensaje a los liberales que piden 'bajar los impuestos': "Eso lo
piden los sectores más a la derecha, España está lleno de listos".
Sin citarles por su nombre, Francisco Marhuenda se dirigió
expresamente a los que criticaban al Gobierno por no bajar los
impuestos.
Marhuenda- Desde sectores más a la derecha dicen "bajar las
impuestos". Yo a los que lo dicen me pregunto ¿Tú tienes la
seguridad de que no va a bajar la recaudación del Estado? hay que
pagar a los pensionistas y a los parados. España está lleno de
listos, ahora todo el mundo es economista. Es complicado.
Introducción a el Cascabel del Lunes 30 de Septiembre de 20133.
El ex portavoz del Gobierno de Aznar en estado puro en 13TV
Miguel Ángel Rodríguez, sin frenos: "El 30
por ciento de los empleados públicos sobran. Lo siento en el alma"
Isabel Durán le echó un capote: "Que España tenga más empleados
públicos que Alemania no puede tolerarse"
Periodista Digital.
1 Octubre 2013
"Miguel Ángel Rodríguez, Trending Topic". Con esta frase Antonio
Jiménez, presentador de 'El Cascabel' de 13TV, quiso distender la
tensión que sobrevolaba el plató de Boadilla del Monte mientras se
recuperaba del susto que le habia provocado un MAR en estado puro,
que a las primeras de cambio soltó un obús contra los funcionarios a
cuenta de si era justo que se le congelasen sus sueldos:
"Voy a decir una cosa que a los empleados públicos les va a entrar
calor: no hay que congelar los sueldos de los funcionarios, hay que
bajarles un 30 por ciento de su sueldo o echar al 30 por ciento. El
30 por ciento de los empleados públicos sobran. Lo siento en el
alma. Porque los de la privada ya lo hemos hecho"
A los que sí le entraron los calores fue al resto de integrantes de
la mesa de 'El Cascabel', compuesta por Jaime González (ABC), Isabel
Durán (13TV), la abogada Montse Suárez, Mari Pau Dominguez y Ricardo
Martín.
Isabel Durán: Han echado a 350.000 empleados públicos, ¿eh?
Jaime González quiso contradecirle pero le fue imposible hilvanar
dos frases seguidas: No estoy de acuerdo. El rollito ese ...
MAR seguía desatado: "¡Cuánto cobra un redactor de tu periódico!
¿1800 euros?"
J. González: Eso era antes (entre risas)
MAR: ¡2000 euros! Y la secretaria....
Isabel Durán decidió apoyar parte del argumento de MAR:
Que España tenga más empleados públicos que Alemania
proporcionalmente me parece que no puede ser.
J. González: A los que han entrado a dedo, fuera. Los que han
hincado los codos, no. (Refiriéndose a los que han entrado por
oposición)
MAR: ¡Los socialistas quieren más funcionarios!
Durán seguía echándole un valiente capote a MAR: En las últimas
elecciones andaluzas el gobierno regional metió a dedo a 20.000 tíos
de golpe y los asimiló a funcionarios. Todos estos son enchufados.
MAR volvió a la carga tras un breve impasse mientras Ricardo Martín
pedía infructuosamente la palabra.
"Tú no sabes lo que no es poder contar con un funcionario a las 15 h
de la tarde"
J. González: Porque lo organizas mal...
El ex portavoz de Aznar no llegó a ser TT pero sí encendió airadas
pasiones:
Lo de Cataluña, hoy no toca.
Andrés Aberasturi Periodista Digital 1 Octubre 2013
MADRID, 30 (OTR/PRESS)
Estoy hasta el gorro de varios conceptos que siempre surgen en
momentos críticos de tensión y que están presentes en la verborrea
tan fácil como vacía de los que se enrocan en un buenismo hueco
porque no se atreven a comprometerse; estoy harto de la
"generosidad", de la "flexibilidad", de la "asimetría", de la
"profundización" y, si me apuran estoy harto del "diálogo", todo,
naturalmente, entrecomillado y en el contexto al que se aferran a
esas palabras quienes las esgrimen una y otra vez sin ninguna
convicción y, lo que es peor, sin ninguna explicación.
Cuando en determinadas ocasiones se oye hablar de "generosidad" en
política o economía, lo que se está anunciando es un trato desigual
en el que habrá ganadores (ganador) y perdedores y se utiliza un
concepto tan hermoso como el de la generosidad cuando habría que
hablar de cesión, de apaño, de mercadeo etc.
Otro tanto pasa con la "flexibilidad", tan necesaria en la vida
cotidiana, pero que utilizada en el discurso político lo que esconde
es que a los que más gritan vamos a darles más para ver si así se
callan, algo muy parecido a la "asimetría" que no es sino el
reconocimiento de lo evidente: no todos podemos ser iguales ni
tenemos las mismas necesidades. Pero cuando esa realidad se aplica
políticamente en la España actual, lo que viene a encubrir es que
unas autonomías van a tener más derechos que otras y van a ser
tratadas de forma distinta porque resultan más conflictivas.
Y llegamos a la "profundización". Eso se da cuando a vista de pájaro
e incluso de calle, la mayoría coincide en que en algunos sitios se
están abriendo heridas distorsionando la realidad y la propia
Historia. Como la cosa resulta tan clara, siempre hay quien propone
"profundizar" a ver si, horadando en el subsuelo de la evidencia
encontramos algo que disimule lo que no es sino la negación de los
hechos.
Y por fin el tan necesario "diálogo"; eso que en el resto del mundo
se entiende como un intercambio de ideas con el fin de llegar a un
acuerdo, aquí, no se sabe muy bien por qué, se confunde con esa
contradicción que es un permanente monólogo a dos voces en el que,
ya de entrada, los participantes anuncian que no piensan cambiar
nada o ponen unas líneas rojas tan exageradas que cualquier intento
de unos se estrella contra el muro del otro.
No entiendo cómo el problema planteado por Mas, el derrotado, puede
generar tantísima polémica, tantísima tertulia mientras se congelan
los sueldos de los funcionarios, no baja el número de parados,
aumenta hasta cifras insospechadas en un país como el nuestro la
malnutrición infantil y se cierran hospitales. Todo el conflicto
creado por el derrotado Mas, habría que zanjarlo con un "hoy no
toca" porque el estado español con Cataluña dentro, tiene demasiadas
cosas más importantes y más urgentes que resolver que los deseos de
una secesión hoy por hoy inviable. Qué vale, que ya hablaremos del
tema y nos escribiremos muchas cartas y oiremos muchas voces y
veremos muchas banderas independentista y muchos abucheos y todo
eso; pero es que hoy no toca. Hoy vamos a salir de la recesión,
aumentar el PIB, crear puestos de trabajo, no cerrar hospitales,
mejorar la educación, ayudar a los cada vez más pobres y equilibrar
aunque sea un poco la balanza de la crisis. Cuando el Estado,
Cataluña incluida, se haya estabilizado, hablamos de lo suyo. Y ya
está. Fin.
Vergonzosa complicidad de RTVE en la
difusión de las mentiras del nacionalismo al hablar de la corona
catalano-aragonesa
Pepe Giménez Olavarriaga Periodista Digital 1 Octubre 2013
http://nacionalismoaldesnudo.blogspot.com.es/
Parece que Televisión Española está empeñada en difundir las
mentiras del nacionalismo catalán. Digo esto porque recientemente la
periodista Sandra Sangermán decía lo siguiente en el Telediario:
La torre Bellesguard se levanta sobre las ruinas del palacio de
Martín el Humano, último rey de la corona catalano-aragonesa
Me parece gravísimo que la televisión pública española propague las
mentiras del nacionalismo. Es especialmente grave que lo haga la
TVE, porque su única razón de existir es la de fomentar la cultura,
de otra manera no tiene sentido que esta entidad esté perdiendo
dinero del erario público, especialmente en estos momentos de
crisis.
Pero lo que lo hace todavía más grave es que no es la primera vez
que esto sucede. A principios de 2011, sucedió lo mismo. Por aquel
entonces un ciudadano de Zaragoza, Miguel Cortés, se armó de valor y
expresó su queja ante TVE lo que frozó al editor del telediario,
Esteve Crespo, a pedir disculpas.
LLueve sobre mojado. La televisión pública española que tanto dinero
cuesta al contribuyente no puede bajo ningún concepto difundir
mentiras fácilmente comprobables sin pagar por ello un precio, por
eso te pido que difundas este artículo en las redes sociales para
forzar a Televisión Española a rectificar y a garantizar que no se
vuelve a repetir este error.
A continuación podrás ver dos vídeos. En el primero vemos la
vergonzosa crónica de Sandra Sangermán. En el segundo vemos la
valiente intervención de Miguel Cortés, el maño que logró que RTVE
rectificase.
Ese corralito llamado instituciones
Javier Benegas www.vozpopuli.com 1 Octubre 2013
Hace no mucho, la diplomacia de cierta nación africana de ochenta
millones de almas organizó en un bello edificio de Madrid un acto
cultural cuyo fin era persuadir a nuestra infantería empresarial,
esa a la que nuestra clase política pone palos en las ruedas, para
que buscara en ese remoto país las oportunidades de negocio que aquí
se le niegan. El evento, que hace no tanto habría resultado casi
desierto, fue un éxito. Y en un curioso ambiente, donde se mezclaba
la arquitectura neorrománica con lienzos de motivos étnicos, se dio
cita un nutrido grupo de empresarios surgidos de todas partes.
Llegar, trincar y marcharse
Concluida la jornada, en uno de los corrillos que suelen formarse al
final de estos encuentros, tuvo lugar un peculiar rifirrafe. Un
hombre menudo y engominado, que se resistía a ver la aventura
africana como algo más que una exótica sugerencia, se lanzó a
enumerar, quién sabe si como terapia de autoayuda, los signos de la
incipiente recuperación económica. Y en esas andaba el hombrecillo
cuando un tipo de buena planta, bien cumplidos los cincuenta y
aspecto de haber recorrido medio mundo, le interrumpió bruscamente
diciendo: “Desengáñese, España es un país para llegar, trincar y
marcharse. No un país para hacer empresa”. Bofetada dialéctica en
toda regla que, sin embargo, y a pesar de la indignación del
aludido, fue recibida por el resto como una afirmación liberadora.
Cierto es que hace falta algo más que la convicción de un modesto
empresario, por mucho mundo que haya conocido, para elevar semejante
sentencia al altar de las verdades inapelables. De hecho, podría
pensarse que sus palabras destilaban catastrofismo o que él mismo
era un fatalista. Sin embargo, aquel hombre no era tal cosa. No
puede serlo quien, lejos de rendirse a la adversidad, tiene el valor
de dejarlo todo, incluida la familia, y buscar nuevos mercados en un
lugar lejano, muy diferente y, quizá, peligroso.
Lo cierto es que aquel tipo irreverente ya había pasado hacía tiempo
por el trance de ese enfermo de depresión que, angustiado, decide
acudir al psiquiatra para contarle sus penas. Y al que el buen
doctor, tras escuchar pacientemente, le reprende diciendo: “Querido,
usted no es un enfermo de depresión, sencillamente tiene motivos más
que suficientes para estar deprimido. Acéptelo”. Así, mientras los
demás o bien se engañaban a sí mismos, como el hombrecito repeinado
y diminuto, o bien lamentaban su suerte, él, inasequible al
desaliento, preparó las maletas.
Del español con espíritu de frontera a la España nihilista
Uno de los principales inconvenientes que tiene la verdad en un
entorno donde la mentira es la norma es que, además de resultar
escandalosa o directamente subversiva, se vuelve reiterativa y cansa
a las mentes más tiernas. Sin embargo, bien merece la pena repetir
una vez más que el verdadero problema de España no es económico sino
institucional, cuestión esta que ese empresario irreductible
denunció aquel día a su manera.
Sin embargo, al otro lado del espejo, en ese mundo irracional donde
manda la farsa política, el problema institucional es
sistemáticamente ignorado. Todo se fía a la inminente salida de la
recesión que, según dicen, llegará con más intensidad de lo
previsto. Lamentablemente, por más que la coyuntura económica
mejore, la situación para el común no va a variar en demasía.
Porque, como dijo Talleyrand, «Lo que no puede ser, no puede ser y
además es imposible». Conclusión a la que, sin duda, llegarán sin
mucho esfuerzo todos aquellos para quienes Ronald Coase, Armen
Alchien, Oliver Williamson y Douglass North no sean nombres de
jugadores de la Premier League.
Las barreras de entrada a la política y la economía, que
sospechosamente ni este gobierno ni ningún otro suprimen, siguen
estando donde siempre, rodeando como una empalizada ese corralito en
el que han degenerado las instituciones, hoy por hoy dedicadas a
detraer rentas y repartirlas a conveniencia; es decir, alienar y
expoliar a unos y privilegiar y enriquecer a otros. De esta manera,
se da forma a una España nihilista, donde nos hemos quedado a medio
camino entre el “Hombre del subsuelo» de Dostoievski y el
«Ultrahombre” de Nietzsche: una sociedad paria a merced de políticos
sin principios, medios de comunicación serviles, empresarios
tramposos y banqueros sin escrúpulos.
Tenía toda la razón ese outsider, que a buen seguro hoy estará en
tierra africana. Aún falta para que la crisis del común concluya. Un
par de años, veinte o doscientos. Difícil saberlo cuando las élites,
con el Rey a la cabeza, se niegan a desmontar un entramado en el que
tan plácidamente parasitan, y que, por ley –su ley– han de costear
los sufridos españoles. 36.590 millones de euros al año sólo en
intereses nos cuesta ya este corralito institucional. Y así piensan
seguir, sin cambiar una coma. Si acaso, para prevenir cualquier
desafuero, estarían dispuestos a rizar el rizo y meterse en ese
jardín de legislar para tener dos reyes en funciones: uno titular y
otro suplente. Y como no sea que un ciclón se lleve por delante a
toda esta caterva de serviles, a sus donantes y al monarca que los
alumbró a todos ellos, no veo la manera de que España deje de ser
ese país deprimido, donde el que más y el que menos ha pensado en
hacer el equipaje.
En cualquier caso, no se engañen. De todos sigue dependiendo cambiar
las cosas, aunque cierto es que cada día que pasa tal proeza se
antoja un poco más difícil.
La insoportable condicionalidad del "si"
María Blanco www.vozpopuli.com 1 Octubre 2013
Llegados a este punto del año en que se va septiembre y llegan
octubre y el otoño de la mano, también salen a escena los
Presupuestos Generales del Estado (PGE), con sus borrones,
previsiones y promesas de vida eterna. Pero lo que se presenta como
una certeza no es sino un tal vez, sometido fastidiosamente a un si
condicional.
Las previsiones, otra vez las previsiones
La importancia de los PGE no descasa en un solo aspecto. Obviamente
es el plan del gobierno de la nación respecto a nuestro dinero, nos
cuentan en qué van a gastar los euros que, durante unos siete meses,
hemos obtenido con el sudor de nuestra frente y cada vez más
esfuerzo.
Pero, además, las previsiones en las que se basan las cuentas del
Gobierno constituyen el referente para elaborar las políticas
económicas y sociales del próximo año. A partir del dato de
crecimiento económico previsto se calcula el ingreso del Estado y,de
ahí, se destinan futuros ingresos a partidas de gasto.
Pero ¿hasta qué punto las previsiones son seguras? Es verdad que,
otros años, la diferencia entre lo previsto y lo real rozaba la
definición de ciencia ficción. En el año 2009 Rubalcaba anunció un
déficit del 2% y la cosa acabó en un 11%. Al año siguiente tampoco
acertó. Y en el 2011, según el PP, el gobierno socialista ocultó
30.000 euros de déficit. Nadie denunció semejante atropello ante los
tribunales pero se utilizó para justificar la gran mentira de Rajoy:
la subida de impuestos.
Rajoy, por su parte, ha hecho verdaderos juegos malabares (descontar
lo que se le ha inyectado a la banca, pedir un plazo mayor para
cumplir con Europa...) para que cuadren las cuentas, al menos sobre
el papel.
Porque ese es el verdadero drama. El juego consiste en hacer que
cuadre sobre el papel y después ya veremos cómo hacemos. Si un
arquitecto hace eso no hay casa que se sostenga sobre sus pilares en
este país. Pero todo tiene su lógica, y la de las previsiones que se
estiran y se encogen es clara: han de permitir un gasto
políticamente correcto. Tan políticamente correcto como para que los
españoles traguen algún sapo, como la congelación de salarios de
funcionarios o el tema de pensiones.
La importancia del apellido presupuestario
Mientras el Gobierno presenta su encaje de bolillos ante el
Congreso, la prensa destaca las primeras impresiones respecto a los
presupuestos siguiendo los pasos del propio gobierno quien ya ha
llamado a los del 2014 "los presupuestos de la recuperación". Se
trata de un guiño al optimismo tras los "presupuestos de la
austeridad" de presente 2013. Cualquier observador que conozca el
significado de las palabras sabe que un aumento del 9% del gasto
público no es austeridad, lo que lleva a plantearse si también el
significado de "recuperación" está adulterado.
Una ojeada a los periódicos permite distinguir entre quienes viven
en permanente genuflexión de los que lo hacen con un hacha en la
mano. La realidad es que si damos por buenas las previsiones, si se
recauda lo previsto, si no hay sorpresas europeas, si no sucede un
imprevisto, si... y si... tal vez se cumpla lo que el Gobierno ya
celebra con champán. Pero ¡qué incómodo resulta siempre el sí
condicional! ¡Qué inquietante es la duda cuando son miles de
millones de euros de los españoles lo que está en juego! Obviamente
el Gobierno juega la carta de la profecía autocumplida: se transmite
una sensación de optimismo y se espera que la gente, protagonistas
de la acción económica, opere con optimismo y eso dé buenos
resultados. Débil estrategia.
El mismo día que Montoro sonríe bajo una leve llovizna y entrega los
trastos a Jesús Posada, la abeja reina del FMI, Christine Lagarde,
en nombre de la delegación de la "troika", avisa de la situación de
riesgo que aún padecemos y pide mucho ojo al Gobierno porque no está
el ancla perfectamente enganchada en el fondo. Nuestra economía
sigue siendo frágil. Queda fatal decirlo. De nuevo estos aguafiestas
vienen a contarnos que el gasto aumenta y que la deuda está alta.
Pero lo cierto es que estos aguafiestas nos abrieron una línea de
crédito para rescatar la banca, Draghi pronunció las palabras
mágicas ("... lo que sea necesario...") para que nuestra prima de
riesgo recuperara valores confiables, y solamente apuntan lo que
varios analistas españoles llevan mucho tiempo señalando: nuestra
deuda ha trepado hasta casi el 100% del PIB. Y con nuestra
estructura económica y el nivel de paro que tenemos es insostenible.
De aquí a diciembre nos toca un mes de análisis presupuestario,
debates económicos y, como siempre, peticiones del oyente reclamando
más gasto en lo suyo. Más gasto. Recordando a los geniales
Chunguitos, es como decir: "Dame veneno que quiero morir".
Cataluña y la psicología de la vergüenza
Jesús Patiño www.lavozlibre.com 1 Octubre 2013
Abogado y miembro del Consejo Político de UPyD
Boris Cyrulnik, en su libro 'Morirse de vergüenza, El miedo a la
mirada del otro', explica con brillantez cómo nos libramos de la
vergüenza. En ocasiones nos sometemos a los imperativos del grupo a
fin de volvernos anormalmente normales (¿Les suena la “normalización
lingüística”?), un clon cultural, para ser aceptado, de tal forma
que la vergüenza no se notará, será borrada. Se puede ir más allá
incluso, pasando la sumisión a ser un valor moral, dejándose
arrastrar por una fuerza sobrehumana, trascendente, que glorifica a
los que así son elegidos.
No encuentro mejor ejemplo de esta teoría que el que puede
encontrarse desde hace tiempo en Cataluña. Ahí está la proliferación
de declaraciones soberanistas, cadenas humanas, manifestaciones o
exhibiciones masivas de esteladas.
Dice Cyrulnik que "la solidaridad será grande para quienes se
someten a la ley del grupo". La Cataluña independiente que
vislumbran, a diferencia de cualquier otro país europeo, no tendría
que hacer recortes. Eso sí, el imponer un relato para todos exige
como contrapartida al individuo una amputación de la personalidad y
un empobrecimiento de su pensamiento. Si es necesario, se falsifica
la realidad para facilitar el proyecto del jefe, que es quien tiene
la capacidad de temporizar cuándo Cataluña siente más o menos afecto
por España y vaticinar el momento en el que está preparada para la
secesión.
¿Por qué quedarse al margen pudiendo alcanzar la felicidad junto a
los demás? Es aquí precisamente donde este tratado sobre la
vergüenza alcanza especial importancia, en el análisis de esa
felicidad, la que denomina "felicidad de los loros". A ella se llega
a través del psitacismo, que viene a ser recitar lo que se oye, sin
reflexionar. Los loros nunca tienen vergüenza. A las sociedades
totalitarias les encanta esto, y por el contrario les horroriza la
libertad íntima que escapa a su control.
Creo sinceramente que muchos catalanes se morirían de vergüenza con
lo que está ocurriendo, si se les diera la oportunidad de hacerlo.
No la tienen desde luego en los medios de comunicación catalanes ni
la mayoría de asociaciones, sindicatos o colegios profesionales,
incapaces de unirse contra la corrupción de sus élites políticas
como lo hacen por el derecho a decidir y el Estado propio. No la
tienen tampoco en los grandes (de tamaño) partidos políticos de
ámbito estatal.
PP y PSOE acumulan propuestas para “encajar Cataluña en España”, o
“contra el aislamiento de Cataluña”, que en definitiva no es otra
cosa que buscar que suba el nivel de “afecto” a cambio no solo de
que desde el Estado se siga financiando la independencia, sino de
que se aumente la subvención.
Cataluña y España no me sugieren la imagen de un puzle a la que le
falta una pieza o sobra una que no encaja. Más bien es la de un vano
de la democracia en la que el Estado no reivindica a sus ciudadanos,
por omisión y en contraposición a la hiperactividad de la 'Vía
Catalana' de Artur Mas y sus socios de gobierno. Como si fueran
apátridas, no hay ejercicio alguno de reconocerlos como nacionales,
facilitándoles el conocimiento de sus derechos para ejercerlos, las
ventajas de la democracia española frente a la ruptura, la
posibilidad si quiera de la reflexión frente a “la felicidad de los
loros”.
******************* Sección "bilingüe"
***********************
Terrorismo
Premio a 'Egin', victoria de ETA
Cayetano González Libertad Digital 1 Octubre 2013
No sé si a los Zapatero, Rubalcaba, Rajoy y Fernández Díaz de turno
que sostienen que ETA ha sido derrotada por el Estado de Derecho les
habrá hecho reflexionar sobre la verdad y solidez de esa aseveración
el premio que la Diputación Foral de Guipuzcoa, gobernada por
EH-Bildu, otorgó la semana pasada a Egin, el periódico que fue
portavoz y correa de transmisión de ETA prácticamente desde su
nacimiento, el 29 de setiembre de 1977, hasta su cierre, por orden
del juez Garzón, el 15 de julio de 1998, por ser "un instrumento del
entramado delictivo de ETA-KAS".
El diputado general de Guipúzcoa, Martín Garitano, que antes de
ocupar ese cargo institucional fue empleado de Egin -y de Gara-,
donde llegó a ser redactor jefe, resaltó en el acto de la entrega de
la preceptiva placa de oro que los trabajadores de ese periódico son
"parte de nuestra Historia, ya que su mérito es haber luchado por la
libertad con un esfuerzo que superó todos los obstáculos, los
boicots, la incomprensión y el cierre". Este es un claro ejemplo de
que el relato de lo sucedido en el País Vasco durante los últimos
cincuenta años lo están escribiendo los verdugos y no las víctimas.
Porque no hace falta se un perfecto conocedor de la realidad vasca
para saber el importante papel que desempeñó Egin durante muchos
años como brazo informativo y algo más de ETA. Por si alguien no lo
tiene claro, valga como botón de muestra lo que dice textualmente la
sentencia de la Audiencia Nacional del 19 de diciembre de 2007 sobre
la estructura financiera de ETA, y que tiene su base en el famoso
sumario 18/98, que había iniciado casi diez años antes el juez
Garzón:
Aprovechando que todos los miembros del Consejo de Administración de
Orain S. A., editora de Egin, eran miembros de KAS, ETA llegó a
apoderarse del periódico y de su grupo editorial, hasta el punto de
convertirlo en un cuarto frente, el mediático o informativo,
complemento idóneo de los demás frentes, y todos subordinados a las
decisiones del comité ejecutivo de ETA.
Esa subordinación llegó hasta el extremo -como demuestra el
fundamento 49 de la citada sentencia- de que el director y la
subdirectora de Egin fueron nombrados directamente por ETA, tras una
reunión que los días 21, 22 y 23 de febrero de 1992 mantuvieron en
un hotel de Bidart Xabier María Salutregui y Teresa Toda con el
responsable en aquel entonces del aparato político de ETA, José Luis
Álvarez Santacristina (Txelis), reunión a la que también asistió el
consejero delegado de Orain, Ramón Uranga. A los cuarenta días de
esa reunión, Salutregui y Toda fueron nombrados director y
subdirectora. Como se ve, una forma de actuar normal y natural en
una empresa informativa…
Egin se encargaba de mantener bien engrasada la maquinaria de
relación ideológica, propagandística y sentimental entre ETA y sus
militantes con los votantes y simpatizantes de las diferentes siglas
políticas que a lo largo de su historia ha tenido la banda
terrorista. En algunos casos, la labor de Egin también estuvo
destinada a señalar y marcar a ETA los potenciales objetivos,
proporcionando información al respecto, como llegó a reconocer la
propia banda terrorista en documentos internos incautados y que
fueron incorporados al sumario 18/98.
Personalmente, nunca se me olvidará el titular de portada de Egin
del 2 de julio de 1997, al día siguiente de la liberación, por parte
de la Guardia Civil, del funcionario de prisiones José Antonio
Ortega Lara, que estuvo 532 días secuestrado por ETA en un agujero
de una nave industrial situada a las afueras de Mondragón. "Ortega
Lara vuelve a la cárcel", fue la forma vil y miserable con la que el
periódico de ETA decidió informar de la liberación.
Por eso, el hecho de que, transcurridos quince años desde que la
Justicia decidiera cerrar Egin, una institución como la Diputación
Foral de Guipúzcoa, gobernada por Bildu, haya decidido premiar al
periódico que era el portavoz de ETA sólo pone de manifiesto lo
crecido que está y se siente ese sórdido mundo que siempre ha estado
al lado, cuando no ha formado parte, de la banda terrorista.
Lo de menos es que un extrabajador de Egin que ahora es diputado
general de Guipúzcoa por Bildu premie a su antigua empresa. Lo de
más es que esto pueda suceder sin que el Gobierno aplique los
instrumentos que tiene en su mano para evitar algo que para el común
de los mortales es lisa y llanamente apología del terrorismo, una
afrenta a las víctimas del terrorismo y un falseamiento de la verdad
histórica que debe acompañar al final que tantos proclaman de ETA.
Y, ¡por favor!, que desde el PP y el PSOE no sigan con el mantra de
que la banda terrorista ha sido derrotada. ¿A quién pretenden
engañar?
¿Engañan Rajoy y Mas?
Joan Tapia El Confidencial 1 Octubre 2013
Que los gobernantes sean poco transparentes es algo que no sólo
ocurre en España. Y la financiación irregular de los partidos es -en
distintos grados- un problema de muchas democracias. Que Mariano
Rajoy esté asediado por Bárcenas, o que Artur Mas tuviera que
comparecer en el Parlament por las supuestas relaciones entre Fèlix
Millet y CDC, o el ya remoto caso Filesa del PSOE, son asuntos que
dañan la confianza en el sistema político. Pero cuando Rajoy y Mas
vienen a disculparse diciendo que, en todo caso, los tesoreros de
sus partidos actuaban con total libertad y sin ningún control, están
deslizándose por un terreno muy resbaladizo. ¿Qué le pasaría al
presidente de una compañía que dijera que el director financiero
tiene poderes ilimitados? Esto ya es algo inédito. Aunque siempre
tenemos a Berlusconi para consolarnos.
Sin embargo, deteriora todavía más la confianza en el sistema que
los máximos gobernantes falten a la verdad respecto a la relación o
encaje de Cataluña en España, lo que compromete no sólo la
estabilidad, sino el futuro del Estado. Es algo que está pasando
ahora y para lo que la expresión “faltar a la verdad” es demasiado
suave. Rajoy insiste en que está dispuesto al diálogo, pero siempre
respetando las normas constitucionales y legales. No es así. En
Cataluña ha habido dos inmensas manifestaciones independentistas dos
años seguidos, hay una mayoría de 104 diputados (sobre 135) que está
a favor del derecho a decidir de los catalanes, algo que ciertamente
no es sencillo porque sólo en el caso de Quebec y en Escocia (el
próximo año) se ha aceptado un referéndum sobre la posible
separación de un territorio de un estado democrático. Y el
presidente de Cataluña, elegido democráticamente y con una mayoría
detrás, dice estar decidido a convocar una consulta para el próximo
año. Es una crisis política de primera magnitud y no es coherente
proclamar disposición al diálogo y al mismo tiempo enviar al
Congreso una nueva ley de educación que liquida la inmersión
lingüística, en vigor en Cataluña desde hace muchos años y que tiene
gran apoyo social.
No se trata de defender la inmersión, sino de constatar que cuando
parte de Cataluña planta reivindicaciones independentistas no es el
momento para intentar forzar el cambio de un punto esencial de la
realidad catalana. Algo que incluso no tocó ni el mismo Aznar cuando
tuvo mayoría absoluta. Rajoy falta a la verdad cuando asegura tener
una actitud dialogante mientras deja que el ministro Wert encrespe
los ánimos. ¿Por qué? Cuesta entender qué ventajas tiene para
España. Cuando se dice querer dialogar con Cataluña y al mismo
tiempo se da vía libre al ministro Wert, se pierde mucha -por no
decir casi toda- la credibilidad. Lo mismo que cuando se dice estar
abierto a una mejor financiación para Cataluña mientras el ministro
Montoro recorta drásticamente la inversión pública en la comunidad
en los presupuestos del 2014. Josep Bargalló, de ERC y primer
consejero de Pasqual Maragall en el primer tripartito se preguntaba
ayer quién fabrica más independentistas, si Wert o Montoro.
Rajoy dice estar dispuesto al diálogo dentro de la ley pero encrespa
los ánimos al intentar liquidar realidades catalanas que han estado
en vigor mucho tiempo. Por su parte, Mas oculta que una Cataluña
independiente tendría problemas graves para una incardinación normal
en Europa
Y Artur Mas actúa según un patrón similar. El pasado miércoles abrió
el debate de política general del parlamento catalán proclamando que
Cataluña siente afecto por España pero ya no se fía del Estado
español. Minutos después se refería al respeto que la cultura
catalana despierta en el mundo y citaba el gran éxito de la
exposición de Dalí en el centro Pompidou de París, pero ocultaba que
la muestra se trasladó luego al Reina Sofía de Madrid, donde ha
tenido también una gran acogida. El president Mas ama a España y
desconfía del Estado español, pero ignora -u oculta- que algo que
considera positivo que haya pasado en París ha sucedido también en
Madrid y precisamente gracias al Estado español. ¡Qué rápidamente se
esfuma la credibilidad de algo que quiere ser una gran frase!
Por no hablar de los problemas de incardinación en Europa que se le
plantearían a una Cataluña independiente. Artur Mas lo ha venido
ocultando, aunque ante las puntualizaciones de distintos comisarios
ha tenido que ir admitiendo algún problema “provisional”, pero
añadiendo que Cataluña siempre estaría en el euro, olvidando que una
cosa es utilizar el euro como moneda (lo hacen Andorra o Montenegro)
y otra muy distinta formar parte del sistema del euro y participar
en el BCE. El domingo, Francesc Granell, que curiosamente fue el
primer director general de exportación de Pujol y el primer jefe de
Artur Mas en la Generalitat, y que luego fue director general de la
Comisión durante más de 20 años y participó en las negociaciones de
adhesión de Finlandia, le desmentía con rotundidad en una entrevista
en El País. Y Mas no ha logrado ser recibido por Durao Barroso en
sus últimos viajes a Bruselas, mientras que Duran i Lleida se reúne
con el presidente de la Comisión con bastante regularidad.
Está claro que, ante la grave crisis entre España y Cataluña,
Mariano Rajoy y Artur Mas están faltando repetidamente a la verdad.
Si Mas es independentista se puede llegar a entender por aquello de
que el fin justifica los medios, aunque el engaño en asuntos
esenciales no acaba beneficiando nunca a ningún político. Pero si
Rajoy quiere evitar un grave conflicto entre Cataluña y el Estado
-abonado por sus campañas contra el Estatut cuando estaba en la
oposición- no se entiende que tolere que sus ministros encrespen los
ánimos.
El otro día en Barcelona, Alain Minc, un brillante intelectual
francés que fue amigo y asesor de Nicolas Sarkozy decía que añoraba
el realismo de Felipe González y Jordi Pujol y que temía que Rajoy y
Mas fueran incapaces de evitar un grave choque de trenes. Es así,
aunque como he escrito en anteriores Confidencias, creo que intentan
retrasarlo hasta después de las elecciones generales del 2015. Algo
es algo. Pero retrasar el choque de trenes mientras se calienta cada
día al personal puede ser una pretensión suicida.
Apoyo social a la inmersión lingüística
Nota del Editor 1 Octubre 2013
Defender la conculcación de los derechos humanos y constitucionales
de los español hablantes que tienen la desgracia de estar sometidos
a estos intoxicadores, en base a que tiene gran apoyo social
desde hace muchos años, es de una irracionalidad aplastante.
La inmersión lingüística ejecutada en las regiones donde dicen que
tienen una lengua regional propia y el español es por tanto lengua
impropia, es una aberración moral, social, económica y cualquier
persona con un poco de sentido crítico, una tizna de principios
éticos y un poquito de respeto a los derechos humanos y
constitucionales debería defender la derogación de todas estas leyes
totalitarias que estan consiguiendo hundir España partiéndola además
en mil pedazos.
A estos "defensores" de la inmersión, de la normalización de los
español hablantes por tanto según ellos, anormales, hay quien les
califica de pederastas lingüísticos. Si de verdad estan preocupados
por su lengua regional, tienen dos opciones, y ninguna de las dos
pasa por intoxicar y conculcar los derechos de los demás: guardarla
en una cajita o inyectársela a sus propios hijos, pero nunca a los
hijos de los demás.
Arropar a etarras
FLORENCIO DOMÍNGUEZ EL CORREO 1 Octubre 2013
Los actos de recibimiento y bienvenida a los etarras que salen de
las cárceles se han celebrado durante muchos años en el País Vasco
sin que nadie interviniera para impedirlos. Sólo en los últimos
años, cuando la sensibilidad hacia las víctimas se ha hecho más
fuerte, se ha modificado el comportamiento de las instituciones que
han estado más vigilantes para impedir homenajes a terroristas que
resultan vejatorios para sus víctimas. Esa mayor vigilancia del
Estado llevó ya a las Gestoras pro Amnistía a buscar fórmulas con
las que eludir la responsabilidad penal sin renunciar a ensalzar a
los etarras.
Esas convocatorias constituyen actos de reafirmación de la moral del
terrorista individual y del colectivo al que pertenece, y simbolizan
el apoyo del entorno político con las acciones de cada etarra y de
la propia banda. Es una forma de arropar a los etarras que tiene la
izquierda abertzale, de agradecerle los servicios prestados a la
casa. «Las pintadas que hicieron para mi ongi etorri (bienvenida)
todavía pueden verse por cualquier sitio, esto quiere decir que nos
respetan mucho», escribía un etarra que ya había cumplido condena en
una misiva incautada tras la detención de ‘Mikel Antza’.
Organizar más de un centenar de actos de homenaje a los terroristas
durante el último año y medio es una de las acusaciones que se
formulan contra la organización Herrira cuyos dirigentes fueron
detenidos ayer por orden de la Audiencia Nacional. La izquierda
abertzale invoca el nuevo tiempo político abierto tras el anuncio de
la violencia de ETA para criticar los arrestos, pero no se plantea
que en esa nueva época se tengan que poner fin a los actos de
homenaje a quienes han sido los protagonistas directos del
terrorismo.
Hay un tiempo nuevo, dicen, pero siguen las mismas prácticas del
pasado en las filas de la izquierda abertzale. A fin de cuentas el
pensamiento de la la izquierda radical con representación
institucional no es muy diferente del que expresaba ETA en su
comunicado del pasado viernes cuando justificaba su trayectoria
terrorista y se negaba abiertamente a realizar la menor autocrítica
por su pasado. Unos y otros están orgullosos de ese pasado y cada
uno lo proclama a su manera, ya sea a través de comunicados, ya sea
a través de homenajes.
El rechazo expresado por ETA en ese mismo comunicado al «suelo
ético» aprobado por el Parlamento vasco no es una mera disquisición
filosófica, sino que tiene importantes consecuencias prácticas. Por
un lado, marca límites al juego político de EH Bildu que tiene ahora
mucho más difícil aceptar los principios éticos básicos aprobados
por el resto de partidos. Por otra parte, estimula la tarea de las
organizaciones que se dedican a jalear a los miembros de ETA, pero
sólo a aquellos que se hayan mantenido fieles a la ortodoxia de la
organización terrorista. Como Herrira, por ejemplo.
Cataluña
África empieza en los Pirineos...
orientales
Pablo Planas Libertad Digital 1 Octubre 2013
Por más que se escudriñe en la política catalana, que es como un
subgénero gore, no hay una sola señal que no remita al lado friki de
la vida. Entre el correo remitido a Moncloa desde Barcelona consta
el voluminoso documento elaborado por el Consejo Asesor para la
Transición Nacional (CATN, en adelante) sobre las posibilidades
legales de llevar a cabo un referéndum ilegal sobre la secesión de
Cataluña. Hasta cinco vías han detectado los consejeros áulicos de
Artur Mas para conseguir ese propósito. Y todas de un inmaculado
sometimiento a las leyes vigentes, se jactan en la Generalidad.
Cuesta imaginar cómo puede ser legal aquello que es en sustancia
ilegal, incluso si se lee la Constitución de derecha a izquierda.
Claro que, en manos de un equipo de juristas de CiU y ERC, un
alunizaje para saquear el Palau de la Música (lo de Millet) puede
quedar reducido a un simple problema de estacionamiento indebido.
Lo singular del documento es, en realidad, el concienzudo estudio
que contiene sobre las técnicas de elaboración de preguntas para
referéndums secesionistas, lo que más que comenzar una casa por el
tejado es como montar un castillo de naipes en un túnel del viento,
pero en funcionamiento. O como exhibir un as en la manga antes
siquiera de comenzar la partida
Los abanderados del soberanismo esparcen aquí y allá la especie de
que en Europa se observa con detenimiento y en algunos casos hasta
con simpatía lo que ocurre en Cataluña. Será en privado, tan en
privado como ha sido recibido Mas en las oficinas comunitarias. Sin
embargo, los referentes internacionales del nacionalismo catalán
superan, y de largo, el margen europeo. Analizados por los miembros
del CATN, los referéndums llevados a cabo en los últimos decenios en
todo el mundo, han llegado a la conclusión de que donde mejor se lo
montaron fue en Eritrea y Sudán del Sur, y esto no es ninguna broma.
En el Quebec, por contra, todo se hizo mal. Más bien les salió mal a
los secesionistas, pero los estudiosos del CANT afirman que la
pregunta era demasiado sofisticada. ¿Qué como era la pregunta? Esta:
"¿Está de acuerdo en que el Quebec debería ser independiente después
de hacer una propuesta formal al Canadá para una nueva asociación
económica y política dentro de los términos de la ley?". Alambicada
sí es, pero no tanto como para pensar que supera la comprensión
gramatical de los nativos quebechuás.
En cualquier caso, Quebec ya no mola y lo que se sostiene en esos
papeles enviados a Madrid es que la pregunta, cuanto más simple,
mejor, como en el caso sudanés, en cuya papeleta sólo aparecían dos
opciones: "unidad" o "secesión". También les seduce el tipo de
pregunta a la eritrea, que fue, según los dichos asesores, algo así
como: "¿Desea que Eritrea sea un país independiente y soberano?".
Aun a riesgo de caer en una posición atlantista, eurocentrista,
colonialista y prepotente, no se puede afirmar (en serio) que Sudán
del Sur y Eritrea puedan ser ejemplos a seguir para sociedades
democráticas con ciudadanos provistos de pasaportes Schengen. Ni por
mucho que Mas sueñe cada noche con Martin Luther King se entiende
que Asmara o Yuba, capitales de Eritrea y Sudán del Sur,
respectivamente, sean focos de atracción intelectual más sugerentes
y acreditados para sus asesores que Londres, París, Berlín o la
ciencia política clásica, pero las cosas cambian. Los deportes
rurales vascos, por ejemplo, tienen más predicamento ahora mismo en
Barcelona que en la propia Rentería.
Tal como están las cosas por aquí, en la capital catalana, a los
nacionalistas les preocupan más sus propios errores que las
equívocas respuestas del Estado a sus múltiples desafíos. Aunque
cueste creer fuera de Cataluña, Duran i Lleida es considerado un
quintacolumnista y un botifler; en el mejor de los casos un tibio
enganchado al Palace de Madrid. Cuando la política y la vida se
entienden como una secuela de Uno de los nuestros, el filme de
Scorsese, suceden esas cosas. Otro notable nuevo disidente es
Francesc Granell, a la sazón director general honorario de la
Comisión Europea, cuyo caso resulta doblemente significativo al ser
poseedor de una Cruz de Sant Jordi (también Peret, por otra parte) y
tratarse del primer jefe que tuvo un bisoño Artur Mas en las
dependencias de la Generalidad. A Granell se debe una comparación
que ya ha hecho fortuna: "Una Cataluña independiente sería como
Somalilandia, un Estado fallido". A un tiro de piedra, por cierto,
de Eritrea y Sudán del Sur. Al final va a ser verdad que África
empieza en los Pirineos... orientales.
La batalla de las Islas Baleares
Javier Orrico Periodista Digital 1 Octubre 2013
Si Bauzá cede, adéu Espanya. Lo que nos jugamos en las Baleares es
el principio del fin de la inmersión lingüística, es decir, del
proyecto de expulsión del español de la vida pública de los llamados
Países Catalanes. Y, con ello, del paso siguiente a la independencia
de Cataluña: la incorporación de las Islas Baleares a la Catalunya
Gran, al nuevo estado mediterráneo. No hay nacionalismo que no
provenga de la nostalgia. Ese es siempre el componente que lo liga
al fascismo que alimenta: la grandeza perdida. Sólo que si en el
fascismo original la grandeza de Roma no se podía negar, en el caso
del catalanismo es un sueño, una nación inventada como dueña de un
pequeño imperio medieval que en todo el mediterráneo se conoce como
aragonés.
Pero aquella expansión comenzó por las Baleares. Las islas son el
emblema de ese pasado glorioso. No importa que hayan pasado
ochocientos años. La nostalgia fascista es siempre, paradójicamente,
una negación de la Historia. El afán de regresar al paraíso detenido
en el que fueron poderosos y grandes y felices, antes de que la
sangre castellana enturbiara su perfección imaginada. La inmersión y
la enseñanza eran las armas de la recatalanización, de la
preparación para la empresa mayor, para el ‘anschluss’. Empezando
por exterminar las variantes dialectales isleñas, la lengua
verdadera de sus habitantes, sacrificadas en el altar de la unidad
de la lengua que ha impuesto en todo el Principado, en las Islas y
también en el reino de Valencia, la variante barceloní, con algunas
gotas folklóricas para hacer más tragable la imposición. Y la
mentira en la que viven y obligan a vivir.
La principal, la de que la nueva disposición del Gobierno balear
intenta acabar con la lengua catalana. Lo único que garantiza es un
tercio de las materias en español. ¡Un tercio! Un tercio para cada
lengua, catalán, español, inglés. Están en la calle para defender la
tiranía catalanista de la que han vivido hasta ahora, porque las
universidades en las que se forman son fábricas de nacionalistas. Lo
único que está intentando Bauzá es que los niños de las Islas
aprendan también el registro culto de una lengua, el español, que es
ya la materna de muchos de ellos, y que hoy los niños baleares sólo
aprenden de la horrible televisión. Pero, claro, eso sería ligarlos
también a España. Y, con ello, impedir la futura anexión. El
‘anschluss’. Y de eso es de lo que se trata. De que nadie en Austria
se oponga a la entrada del Führer.
Aspiraciones regionales
Ferran Toutain www.cronicaglobal.com 1 Octubre 2013
¿Cómo puede controlarse el rebaño si no es por medio de sus
emociones?
¿Dónde se ha visto nunca una masa lógica?
William Faulkner
En un artículo publicado en El Mundo el pasado mes de julio con el
título El olvidado Salvador Espriu, el escritor madrileño Luis
Antonio de Villena hablaba de su relación personal con la obra del
autor de La pell de brau; de lo que significó esta obra en toda
España durante la década de los 60 y de la escandalosa manipulación
de que es objeto en este año del centenario del poeta. "Esto era
Espriu -afirma De Villena-: un hombre culto, sobrio, moderado. Muy
lejos de la Cataluña radical de hoy". Y me parece que los adjetivos
con los que define la personalidad de Espriu ofrecen un magnífico
punto de contraste para describir con exactitud el indudable declive
de la sociedad catalana: la cultura, la sobriedad y la moderación
son tres cualidades esenciales que la Cataluña de hoy -la Cataluña
de los políticos que dirigen las masas con la fuerza de la
propaganda, y la de las masas que les siguen a ciegas pensando que
las ideas que promueven a gritos han brotado de sus conciencias- ni
practica, ni ambiciona, ni conoce. No es extraño que sea así en un
tiempo en el que la voluntad del pueblo -el protagonismo de las
masas adiestradas- se presenta como el tuétano de la democracia.
La lengua catalana no parece que despierte el más mínimo interés ni
de los apóstoles de la nación libre ni del pueblo que le agita las
esteladas
Entendida en el sentido clásico de cultivo del espíritu, la cultura
no ha ejercido nunca, ni aquí ni en parte alguna, una fuerza de
atracción capaz de mitigar el embate de las emociones populares y el
delirio deportivo, pero había por lo menos una retórica oficial que
se empeñaba en hacer creer lo contrario. En la Cataluña de las
últimas décadas los esfuerzos oficiales se han dirigido de manera
preferente a la promoción de la gresca y el folclore como
instrumentos privilegiados del autoelogio grupal -rivalizando así
con la literatura que, salvo muy notables excepciones, ya lleva
tiempo aplicándose a objetivos similares-. El orgullo por el propio
folclore siempre ha sido una característica regional en el sentido
más localista de la palabra, y no deja, pues, de resultar algo
chocante que, cuanto más nacionales nos quieren hacer los políticos
gobernantes y el voluntariado social que les desbroza el camino, más
intensa sea la pasión folclórica. Tenemos un ejemplo muy notorio en
el extraño fenómeno de los castellers, que en un periodo de unos
veinte o treinta años, y gracias a una intensa operación de
subvenciones y propaganda, ha pasado de ser una curiosa peculiaridad
del Campo de Tarragona a ser una de las más conspicuas tradiciones
de la Nación catalana. Y no una cualquiera, sino una que aspira a
dar lecciones morales a todo el orbe planetario: un pueblo que, a
fuerza de construir torres humanas, muestra hasta dónde puede llegar
el esfuerzo colectivo, l'esprit de corps, ha de constituir un
ejemplo de primer orden para el resto de la humanidad. De hecho, la
conversión del folclore y del deporte en paradigmas morales -piensen
en lo que se ha llegado a decir de la sardana; piensen en lo que se
ha llegado a decir de los valores del entrenador Guardiola- es una
de las características más prominentes del populismo catalanista. El
individuo que se ha dejado dominar por esa retórica se pasea por el
mundo con el convencimiento de que para practicar las virtudes
cívicas no hay más que hacer vida catalana. Un día de Reyes -si me
permiten que lo ilustre con una anécdota personal- bajé a la
pastelería de la esquina a comprar el tradicional rosco de la
festividad. Me encuentro con un conocido que me saluda sonriente y
me dice con aires de plena satisfacción: "Veo que usted también
compra el tortell. Esta voluntad de mantener las propias tradiciones
demuestra el sentido cívico de los catalanes".
Al mismo tiempo que los dirigentes nacionales fomentaban el autismo
moral mediante la sacralización de los costumbres tradicionales, el
folclore y el deporte, renunciaban a hacer de la lengua catalana un
auténtico instrumento de cultura. Es evidente que, para los
nacionalistas, la lengua no es más que un aglutinador de
conciencias, como el folclore y el deporte, o un instrumento para
atizar falsas confrontaciones, como el expolio fiscal y la
jaculatoria de 1714. Treinta años después de la inmersión
lingüística y de la explosión mediática la prensa, la radio y la
televisión en catalán, la lengua se encuentra en el estado más
lastimoso de toda su historia. Y no hablo solo del desconocimiento
profundo del catalán que muestran los escolares; también me refiero
a los textos que emite la administración, a la inconcebible
redacción del último Estatuto, a una parte muy importante de las
obras literarias que se publican. Decididamente, la lengua catalana
no parece que despierte el más mínimo interés ni de los apóstoles de
la nación libre ni del pueblo que le agita las esteladas.
Aunque parezca una contradicción in terminis hubo una época en la
que el catalanismo no aspiraba a la moral de identidad, sino a la
moral de perfección. La primera es objeto del nacionalismo; la
segunda, de la cultura. Luis Antonio de Villena, en el mismo
artículo sobre Espriu que he citado al comienzo de estas líneas, se
refiere a Carles Riba como "el mejor poeta catalán de todo el siglo
XX". Cualquier persona que conozca a fondo la literatura catalana y
conozca también la tradición poética europea no puede dejar de
reconocer que la aseveración de De Villena no es exagerada, y aún
podríamos añadir que la obra de Riba -su obra poética, pero también
su obra crítica y sus traducciones de los clásicos griegos y de los
poetas modernos- no solo destaca por encima de la de los otros
poetas catalanes del XX, sino que también ocupa un lugar importante
en la tradición europea. La generación intelectual de Riba entiende
que la primera obligación del catalanismo es el cultivo de las artes
y del pensamiento en un grado de excelencia, la elevación moral y
cultural de la sociedad catalana. Puede compartirse o no el proyecto
político del Noucentisme, que es un movimiento de clara proyección
nacionalista, pero su profunda ambición humanística le había de
conducir por fuerza al universalismo, porque también es un
movimiento regeneracionista, inequívocamente contrario al
radicalismo y la vulgaridad que impregnan hasta la náusea el rostro
actual del nacionalismo.
Muchos de los libros de Riba -cuya poesía no se presta para nada a
la consigna- ya llevan muchos años descatalogados.
nacionalismo vasco
Aberri y Jagi-Jagi. El nacionalismo vasco
radical hasta la Guerra Civil
Gaizka Fernández Soldevilla. Minuto Digital 1 Octubre 2013
Después de la moderada, la extremista ha sido la segunda corriente
en número e influencia de la cultura política del nacionalismo
vasco. Y, no hay que olvidarlo, la inicial: el primer abertzale
radical fue el propio Sabino Arana (hasta 1898). El
ultranacionalismo ha estado históricamente representado por un buen
número de grupos distintos: la tendencia extremista del PNV, desde
1898 hasta nuestros días, Aberrien los años 1920, los Jagi-Jagi
(Arriba-Arriba) durante la II República, el colectivo Ekin (Hacer)
en la década de los 50, luego ETA y, desde el tardofranquismo, los
partidos que han girado en torno a su órbita (la «izquierda
abertzale»), amén de algunas pequeñas y fugaces formaciones como
ESB, Euskal Sozialista Biltzarrea (Partido Socialista Vasco).
Radical es un adjetivo que significa «extremista», pero que, por
otra parte, etimológicamente nos remite a las raíces. En el caso del
nacionalismo vasco radical considero que las dos dimensiones de la
palabra son perfectamente adecuadas. Por una parte, es la versión
más exaltada e intransigente del abertzalismo y, como tal, defiende
el independentismo a ultranza, sin ambigüedades. Por otra parte,
trata de regresar a los orígenes de dicha ideología, es decir, a la
del fundador del PNV. En palabras de José María Lorenzo, historiador
vinculado a la «izquierda abertzale», «es cierto que no todos los
nacionalismos vascos son aranistas, pero también lo es que cualquier
independentismo tiene su raíces ancladas en Sabino».
La progresiva moderación del PNV, así como su posibilismo
autonomista y sus acercamientos a distintos partidos no
nacionalistas provocaron que su facción más radical se escindiera en
dos ocasiones durante el primer tercio del siglo XX. Ambas
disidencias compartieron una serie de características comunes. En
primer lugar, eran grupos ultranacionalistas ortodoxos, defensores
de la pureza doctrinal del aranismo: acusaban a la dirección
jeltzale de haber abandonado los dogmas de su fundador. En segundo
lugar, las dos rupturas estuvieron lideradas por Elías Gallastegi
(Gudari) y apoyadas por Luis Arana, del que el primero había sido
secretario. En tercer lugar, nunca llegaron a amenazar seriamente la
primacía del partido, que retuvo a la mayoría de la militancia
jeltzale. En cuarto lugar, la base territorial de ambas escisiones
se redujo básicamente a Vizcaya, siendo muy débiles en el resto del
País Vasco.
La primera ruptura se produjo tras el retroceso electoral y el
fracaso de la campaña autonomista de CNV, Comunión Nacionalista
Vasca, que había crispado a la tendencia más radical del
nacionalismo. Una polémica periodística provocó que la dirección de
Comunión expulsara a buena parte de sus juventudes, abanderadas
porGudari, que decidieron crear una nueva formación, el PNV
(1921-1930), también conocida como Aberri por la cabecera de su
órgano de expresión. En 1922 se les unió una pequeña escisión
anterior dirigida por Luis Arana, quien fue nombrado presidente del
nuevo partido. Gudari y Arana compartían su ideología nacionalista
ortodoxa: tradicionalismo, independentismo a ultranza, rechazo a
cualquier colaboración con los vascos no nacionalistas,
antiespañolismo, integrismo, puritanismo moral y antimaketismo. No
obstante, Aberri introdujo dos importantes novedades en el
nacionalismo vasco. Por un lado, el grupo, muy influido por el
movimiento republicano irlandés, creó organizaciones sectoriales
(juvenil, de mujeres, etc.), con lo que se conformó como un
partido-comunidad, que durante la II República daría paso a la
«comunidad nacionalista vasca». Por otro lado, pactó una fugaz
entente con los otros nacionalismos periféricos de España (Triple
Alianza, 1923). La trayectoria histórica de la formación de Gudari
fue truncada por el golpe militar del general Primo de Rivera, que
prohibió su actividad, y la reunificación en 1930 con CNV.
Algunos de los antiguos aberrianos -Gudari, Manuel de la Sota Aburto
(Txanka), Lezo de Urreztieta, etc.- participaron en la segunda
disidencia de la tendencia radical del nacionalismo en 1934: los
Jagi-Jagi, que tomaron el nombre de su periódico. En este caso se
trató de un grupo mucho más pequeño que Aberri, formado por la
Federación de Mendigoxales (montañeros) de Vizcaya. Aunque
probablemente lo hubieran hecho de no estallar la Guerra Civil, los
Jagi-Jagi no llegaron a formar un nuevo partido. En realidad, se
asemejaban más a una organización paramilitar, fenómeno generalizado
durante la II República (los requetés carlistas, las escuadras de
Falange, los escamots de ERC, los grupos de autodefensa del PSOE y
de ANV, etc.). Ya en unJagi-Jagi de 1932, se podía leer: «Te lo voy
a decir en secreto, mendigoxale: tú no eres un deportista. Óyelo
bien: tú eres un soldado de la Patria». Según José María Tápiz,
mientras estuvieron bajo la órbita del PNV, los mendigoxales se
dedicaron principalmente a la propaganda, pero también actuaron como
el «servicio de orden» del partido en las concentraciones y en las
elecciones. En estas últimas ocasiones era el propio PNV el que les
proporcionaba las armas. Por otra parte, muchos de ellos iban
habitualmente armados (su dirección así se lo había ordenado
públicamente en 1932), realizaban ejercicios de tiro y
protagonizaron enfrentamientos violentos con grupos de otras
tendencias políticas, especialmente con los izquierdistas. Por
último, los mendigoxales mantuvieron relaciones fluidas con las
facciones más extremistas de otros movimientos nacionalistas, como
el catalán. A decir de Anna Sallés y Enric Ucelay da Cal la Sûreté
francesa creía que el grupo de Gallastegi había entrado en contacto
con el partido de Hitler en diciembre de 1931. En ese sentido, Xosé
Manoel Núñez Seixas ha analizado un memorándum que el catalanismo
más radical envió en 1936 a los nacionalsocialistas ofreciéndose
para una alianza internacional. En dicho texto se afirmaba que los
Jagi-Jagis, que supuestamente se ponían al servicio de la Alemania
nazi, contaban con una organización paramilitar preparada para
empezar una insurrección armada. No hubo respuesta oficial.
Conocedores de su debilidad y con una visión de la democracia
parlamentaria meramente instrumental, no pensaron en sustituir al
PNV, como había intentado Aberri, sino que defendieron
infructuosamente la firma de un frente abertzale entre los partidos
nacionalistas para las elecciones generales de 1933 y 1936. Los
diputados elegidos en dicha candidatura serían los legítimos
representantes de toda la nación vasca e irían a las Cortes única y
exclusivamente para exigir la independencia de Euskadi. El PNV y ANV
se negaron siquiera a discutir la propuesta. A pesar de ese fiasco,
a partir de entonces los sectores más extremistas del nacionalismo
vasco han retomado intermitentemente el proyecto frentista.
Los más destacados referentes ideológicos de los mendigoxales,
Gudari y Luis Arana, consideraron que la Guerra Civil era un
problema entre «españoles», por lo que las fuerzas nacionalistas
vascas debían declararse «neutrales». A pesar de todo, tras cierto
debate interno, los Jagi-Jagiformaron dos batallones que lucharon en
el bando republicano, aunque con vistas a aprovechar la contienda
para organizar una intentona independentista. Cuando las tropas
franquistas tomaron Bilbao, los mendigoxales consideraron acabada su
guerra y se rindieron.
Los Jagi-Jagi, como antes había hecho Aberri, se autoerigieron en
guardianes de la ortodoxia aranista. La verdad revelada por el
profeta no podía modificarse. Así, Gudari advertía, tras la
reproducción de uno de los artículos más racistas de Sabino Arana,
que «desfigurar tan alto pensamiento es traicionarlo (…). Si
sembramos, medrosos, pensamientos raquíticos y turbios, el fruto ha
de ser turbio y raquítico también». Otra muestra significativa de la
devoción hacia el fundador del PNV se puede encontrar en un texto de
Pedro de Basaldua: «Los vascos hablan Sabino, escriben Sabino,
piensan en Sabino y sueñan con él hasta el extremo que sería
ridículo si no mereciera tal admiración». Por supuesto, la narrativa
aranista fue asumida en su totalidad. TrifónEchebarría (Etarte),
director de Jagi-Jagi, resumía el supuesto enfrentamiento secular
entre la nación española y la nación vasca como una «lucha de razas
(…). La lucha de siempre se ha convertido hoy en odio de razas, y
quien de esta lucha desiste, por muy grandes que sean las razones,
es un traidor a la patria». Contra estos «traidores», se anunciaba
en un artículo anterior, había declarada una «franca guerra (…).
Batamos en todos los rincones de nuestros pueblos, montes y valles
de la patria al hermano traidor, capaz de vender su libertad y la
nuestra por un plato de lentejas». Este odio, primero dirigido a los
«vascos maketizados» (los no nacionalistas), se extendió, tras su
negativa a formar un frente abertzale en 1936, a los «españolistas»
líderes del PNV y de ANV.
Por otra parte, los Jagi-Jagi heredaron el «anticapitalismo» del
primer Sabino Arana, lo que no hay que identificar con una posición
de izquierdas (nada más opuesto a la «lucha de clases» que la «lucha
de razas»), sino con la asunción de la doctrina social de la Iglesia
Católica. En palabras de Etarte, «se nos ha achacado como de
enemigos del capital, gran error; no odiamos al capital, no; lo que
odiamos es el capitalismo, es decir, el abuso o mal uso del capital,
y este odio al capitalismo, lo tenemos refrendado en las encíclicas
de los Papas». Lezo de Urreztieta lo expresaba así: «éramos
partidarios de una organización social avanzada, como la marcada por
el sindicalismo de Utrech, avanzada pero siempre vasca y cristiana.
No estábamos en la izquierda, pero se trataba de mantenernos en
posiciones honestas».
Para movilizar a sus bases los artículos de Jagi-Jagi apelaban
directamente a las emociones y, más concretamente, al «odio
purificador», «sobrehumano», al «enemigo moral y material de nuestra
patria, que vemos reflejado en cada uno de esa raza que nos domina y
nos hiere». Como catalizador para provocar ese odio se recurrió a la
mística del sufrimiento heroico: la glorificación de la figura de
los presos y los mártires mendigoxales(un discurso victimista y
maniqueo que encontraba el necesario enemigo en «el pistolerismo
rojo»). Ya en el primer número de Jagi-Jagi Manuel de la Sota asumía
que «solamente conseguiremos la libertad de nuestra Patria con
nuestro sacrificio y nuestro sufrimiento, y que cuanto mayores sean
estos, más rápidamente llegará aquélla». En el siguiente boletín se
advertía al mendigoxale que «la cumbre que tú persigues [la
independencia de Euzkadi] (…) sabes que termina en una Cruz». Los
presos ocuparon un lugar destacado en las páginas de Jagi-Jagi hasta
tal punto que Sota propuso la formación de una asociación elitista a
la que «pertenecerían exclusivamente, todos aquellos que han tenido
la honra de pisar la cárcel por causas patrióticas». Tampoco faltó
la construcción de mártires seculares. Ya en octubre de 1932
apareció el primer «cuadro de honor» de «Nuestros muertos», a los
que había que tener «grabados en la mente». Se pedía poner «una
oración en tus labios por las almas de los que dieron sus vidas sin
vacilar en holocausto de la Patria desgraciada y no vaciles en
imitarles si llega el momento (…). De la tierra regada por la sangre
de sus hijos brotará en un día no lejano, el fruto sazonado que la
alimente». Presos y mártires mendigoxales, a través de su
sacrificio, se convertían en símbolos de la causa nacionalista
radical y en ejemplos que el resto de la militancia había de seguir.
En cierto sentido Aberri y los jagi-jagis pueden ser considerados
los precedentes históricos de ETA y la «izquierda abertzale».
Incluso algunos líderes ultranacionalistas de los años 20 y 30 del
siglo XX actuaron como puente con la banda, en la que sus
descendientes han llegado a militar (siendo el caso más conocido el
de la saga de los Gallaestegi). No obstante, entre unos y otros hay
sustanciales diferencias estratégicas (el terrorismo) y doctrinales
(el racismo y el integrismo de los primeros o el autoproclamado
socialismo de los segundos) que no conviene pasar por alto. Además,
hubo un hecho crucial que separó a la generación de los mendigoxales
de la de los etarras: la Guerra Civil (1936-1939).
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España / Lucha contra ETA
Un papel de los presos descubrió la
conexión de Herrira con ETA
La Guardia Civil detiene a 18 miembros y halla 30.000 euros en las
sedes
Tras la disolución de Askatasuna, la organización asumió sus
funciones
J. M. Zuloaga , Efe. Madrid. La Razón
1 Octubre 2013
Un comunicado y dos documentos internos del Colectivo de Presos
Vascos (EPPK, por sus siglas en euskera) de ETA demuestran, según
han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto, que la
organización Herrira, cuya cúpula directiva fue desarticulada ayer
por la Guardia Civil en la «operación Caravana», es continuadora de
las Gestoras pro Amnistía y Askatasuna (ambas ilegalizadas por la
Justicia) y, por lo tanto, dependiente de la banda. De hecho, desde
su presentación publica, en febrero del año pasado, ha celebrado, al
menos, 112 «Ongis Etorri» a favor de los presos de ETA condenados
por delito de terrorismo, o que eran presos preventivos. En el
registro de las sedes han sido encontrados 30.000 euros.
En manos de ETA
En un comunicado emitido el 2 de junio de 2012, el EPPK delegaba
públicamente en ETA para que negociara con el Gobierno «los pasos y
acuerdos para nuestro excarcelamiento». Tras la disolución de
Askatasuna, Herrira asumió sus funciones y liderazgo. En el boletín
interno del EPPK, el «Ekia», de octubre de 2011, se anunciaba «la
próxima creación de una nueva organización, al objeto de eludir la
situación de ilegalidad de Askatasuna». En el número 20 de la citada
publicación, correspondiente a junio de 2013, los presos identifican
expresamente a Herrira como la sustituta de Askatasuna: «La
herramienta que hay que impulsar para el desarrollo de la línea
favorable a la repatriación de los presos vascos y refugiados
políticos es Herrira», señalaban.
Según fuentes antiterroristas consultadas por LA RAZÓN, desde que
anunció el supuesto «cese definitivo», ETA, con el objetivo de
mantener unida a su militancia, se reservó en exclusiva «el control
de sus presos y la dirección de la estructura de dinamización de los
mismos en el exterior de las cárceles». Herrira es, a este respecto,
el instrumento más importante.
Los investigadores de la Guardia Civil han conseguido determinar que
la banda mantiene el mismo «sub aparato» para el asunto de los
presos, con la diferencia de que el representante de Askatasuna ha
sido sustituido por uno de Herrira.
Las citadas fuentes subrayan que Herrira, «creada e impulsada por
ETA» tras la ilegalización de Askatasuna, ha asumido públicamente
las funciones y objetivos ordenados que la banda encomendaba a la
citada organización, entre los que se encuentran la realización
sistemática y continuada de actos de enaltecimiento a la banda y sus
pistoleros con el fin de mantener unido al EPPK.
De hecho, ETA, que no se ha disuelto, mantiene sus estructuras, y ha
potenciado su «Aparato Político» con el fin de tener controlado el
asunto de los presos en todo momento, además del de las armas y
explosivos, que esconde en «zulos» situados preferentemente en
Francia, aunque no se puede descartar que alguno se encuentre en
España.
Las citadas fuentes recuerdan que, tras el supuesto «cese
definitivo», la banda, en los distintos comunicados que ha emitido,
se ha arrogado en exclusiva la defensa y el control de los intereses
de sus integrantes que se encuentran en prisión o huidos de la
acción de la Justicia ya que sería la banda los que los
representaría en una hipotética negociación con España y de Francia.
«Frente de Cárceles»
A este respecto, Herrira, cuyos representantes asisten a las
reuniones del «Frente de Cárceles», ha jugado un papel fundamental.
Aunque desde su presentación ha tratado de aparentar ser una
organización nueva, sin vínculos con Askatasuna y ETA, lo cierto es
que, según las citadas fuentes la sucesión de actividades «resulta
publica y evidente». Se ha detectado que ha asumido de modo
«integral y público los objetivos, estructura, funciones, método y
procedimientos de financiación, iconografía y entramado comunicativo
de Gestoras Pro Amnistía / Askatasuna, desarrollando dinámicas que
históricamente desempeñaban dichas organizaciones» (...) lo que
representa una sucesión operativa».
La «operación Caravana» se desarrolló cuando estaba reunida en
Hernani la «dirección nacional» de Herrira y se ha saldado con 18
detenidos, el registro de cuatro de sedes y el cierre de 32 perfiles
en Twitter, 125 perfiles en Facebook y 38 páginas web, además del
bloqueo de las cuentas bancarias utilizadas por Herrira.
Del total de detenidos, diez fueron arrestados en la sede, y el
resto lo han sido en otros lugares y en la vía pública: cinco en
Guipúzcoa, uno en Vizcaya, uno en Navarra y uno en Álava.
Según la asociación Covite
El Gobierno vasco, al lado de 'quienes
honran el tiro en la nuca'
EFE www.gaceta.es 1 Octubre 2013
Tilda de "mala noticia" la detención de 18 miembros de Herrira,
calificado por la Guardia Civil como un 'téntaculo de ETA'.
La organización de víctimas del terrorismo en el País Vasco, Covite,
ha criticado que "el Gobierno Vasco se coloque del lado de quienes
honran el tiro en la nuca" al tildar de "mala noticia" el arresto de
18 miembros del colectivo de apoyo a los presos de ETA, Herrira.
La Guardia Civil detuvo ayer en diversos puntos del País Vasco y
Navarra a dieciocho dirigentes de esta organización, a quienes
imputa delitos de integración en ETA, enaltecimiento y financiación
del terrorismo.
El Gobierno Vasco consideró ayer este hecho una "mala noticia" y su
portavoz, Josu Erkoreka, demandó a los "poderes del Estado"
actuaciones "acordes con los tiempos" que tengan las "miras puestas
en la paz" y que en conjunto conformen "una nueva política de
Estado" para avanzar en la pacificación.
En una nota hecha pública este martes, Covite ha opinado que esta
postura del Ejecutivo autonómico constituye "un ataque a la dignidad
de los damnificados" por el terrorismo, al tiempo que recuerda que
"la izquierda abertzale radical sigue honrando el tiro en la nuca,
como viene haciéndolo desde que ETA rompió a matar por primera vez".
El colectivo de víctimas aclara que durante años ha asumido "que la
izquierda abertzale radical vitoree a presos de ETA cuando estos
salen de prisión a modo de agradecimiento por los servicios
prestados a la organización terrorista".
"Lo que no obstante ha sorprendido a Covite es que desde el Gobierno
Vasco se quiera dar cobertura y apoyo público a quienes humillan a
las víctimas presentando etarras como libertadores del pueblo
vasco", concluye.
UPyD pide la ilegalización de Herrira
El parlamentario vasco y portavoz de UPyD en el País Vasco, Gorka
Maneiro, ha pedido la ilegalización de Herrira "por ser un
instrumento para exaltar el terrorismo y pretender legitimar la
historia de ETA".
Maneiro, en un comunicado, se ha referido a la operación de ayer
contra la asociación de apoyo a los presos de ETA, una actuación que
ha considerado "razonable, lógica y normal".
A su juicio, la actuación de la Guardia Civil es "positiva y
necesaria y un paso indispensable para lograr la derrota definitiva
de ETA", porque Herrira ha "venido homenajeando durante los últimos
meses a presos de ETA por ser presos de ETA, es decir, ha puesto en
valor y ha pretendido legitimar sus acciones criminales".
"Herrira ha insultado a las víctimas del terrorismo y a la sociedad
democrática", ha dicho Maneiro quien ha insistido en que "el paso
siguiente" al de ayer "debería ser su ilegalización, precisamente
porque su dirección ha venido promoviendo homenajes a presos de ETA
durante toda su trayectoria".
Sigue el despilfarro
La Generalitat paga un millón de euros a
editoras en catalán y occitano
GACETA.es
1 Octubre 2013
"La dotación máxima se podrá ampliar en función de la disponibilidad
presupuestaria", señala el Ejecutivo catalán.
La Generalitat continúa con el despilfarro pese a los rescates
autonómicos que ha tenido que pedir en los últimos años. Si no basta
sólo con la inmersión lingüística en catalán o las subvenciones a
los medios de comunicación catalanes, el Gobierno de Artur Mas
pagará un millón de euros a las editoras de libros en catalán y
occitano, "ayudas" que también incluyen el "fomento de la lectura
pública en catalán y en occitano para el año 2013".
Según publica este martes el Diario Oficial de la Generalitat, se
han aprobado las bases que deben regir este programa de ayudas a la
producción editorial en catalán y occitano.
"La dotación máxima se podrá ampliar en función de la disponibilidad
presupuestaria", señala la Generalitat, pese a tener una prórroga
presupuestaria y pese a que se tienen que recortar 1.200 millones de
euros para alcanzar el objetivo de déficit para este 2013.
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