¡Bendita resistencia!
Francisco Rubiales Periodista Digital 10 Octubre 2013
La España que saldrá de la crisis no se parecerá mucho a la vieja
España próspera y feliz de hace una década. Nada volverá a ser igual
porque los gobiernos españoles no podrán seguir gastando y
endeudándose sin responsabilidad. Los ciudadanos no sólo serán mas
pobres, sino que también serán mas tristes y habrán perdido muchos
de sus derechos y conquistas históricas. Ya no serán ciudadanos
libres, sino gente sometida a un poder ávido de privilegios,
implacable en el dominio y con un terrible déficit ético y de
decencia.
Las elites dominantes están cambiando el mundo y sustituyendo la
sociedad libre, educada, plural, pensante y poblada de ciudadanos
por otra donde sólo existan poderosos y borregos torpes, pobres y
acobardados. Los ciudadanos que luchan por impedir esa crimen son
los héroes de nuestro tiempo. Hay que sumarse a la lucha porque la
libertad y la decencia están retrocediendo y perdiendo la guerra del
futuro.
Resistir y hacer frente a la injusticia no es una opción sino un
deber para todo ciudadano decente. España es, básicamente, un país
sin justicia, desequilibrado y gobernado por partidos políticos poco
fiables que han demostrado su incapacidad. Hay datos muy sólidos que
demuestran el fracaso de los políticos españoles: Cataluña y Euskadi
quieren ser independientes y la mayoría de los ciudadanos reflejan
en las encuestas que no se fían de la clase política, a la que
rechazan desde una abrumadora mayoría. Los políticos, mientras
tanto, ni siquiera toman nota del rechazo popular y de su
desprestigio internacional, ignorando que sin el apoyo de los
administrados, en democracia, sólo queda la opresión. Ellos siguen
firmes en lo suyo, que es construir un mundo peor y el disfrute
corrupto y antidemocrático de los privilegios y del poder.
No existe en el mundo político actual nada más digno y democrático
que resistir ante el poder y luchar para evitar que gente sin
escrúpulos construya un mundo nuevo, dividido en elites
privilegiados y masas esclavizadas. Los que resisten ante el poder
inicuo que liquida derechos ciudadanos y aspira a crear un mundo
claramente dividido entre privilegiados y borregos torpes, asustados
y empobrecidos son la última esperanza de una civilización amenazada
de muerte por clases dirigentes sin grandeza ni solvencia ética, que
han perdido la generosidad y solo piensan ya en su propio provecho.
El mayor logro de las decadentes y deterioradas democracias actuales
es que han hecho creer a los ciudadanos que viven en libertad y que
son ellos los que deciden, cuando la realidad es justo lo contrario.
La influencia real del ciudadano en las democracias degradadas que
se han impuesto en países como España es comparable a la que posee
en un sistema totalitario. La única diferencia es que en España, los
ciudadanos se creen libres e importantes, cuando en realidad no
cuentan y son borregos sometidos, que ni siquiera perciben que están
siendo manipulados, esquilmados y saqueados.
La manipulación del ciudadano es la obra de arte en las falsas
democracias. Los explotados se creen los dueños del sistema y
consideran decisivo su poder de votar en las urnas, cuando
únicamente pueden elegir a los que ya previamente han sido elegidos
y colocados en las listas por las élites todopoderosas de los
partidos políticos. Los que están siendo saqueados y despojados de
derechos, libertades y prosperidad creen que han elegido a sus
representantes, pero los que se sientan en los parlamentos y
gobiernos sólo representan a los partidos que les han elegido, sin
ni siquiera mantener contacto alguno con sus representados, a los
que ignoran y someten sin piedad.
La realidad cruda es que a los ciudadanos se les está arrebatando la
capacidad crítica, la información veraz, la libertad y la capacidad
de rebelarse. Las nuevas tecnologías están siendo utilizadas por el
Estado para mentir, manipular, someter y anestesiar a los
ciudadanos, que ni siquiera perciben que están siendo despojados de
sus conquistas y derechos históricos. Las democracia eran, al nacer,
estados de opinión en los que el ciudadano contaba y ejercía como
soberano, pero ahora son estados de dominio en los que el ciudadano
ha quedado anulado y tan confundido que ni siquiera sabe que ya es
un despojo sin poder, sin participación en los procesos de toma de
decisiones y sin control de su propia vida.
La gran paradoja de nuestro mundo es que mientras se proclaman como
nunca las libertades y derechos del ser humano, éste nunca ha estado
tan sometido y manipulado. Abrumado por impuestos que quintuplican
los famosos "diezmos" medievales, sometidos a una ley que no es
igual para todos e ilícitamente dominado por las castas y clanes que
controlan todos los recursos y poderes del Estado, sobre todo por
las élites de los partidos políticos y sus aliados financieros, el
ciudadano del siglo XXI se cree soberano, pero sólo es una piltrafa.
Los poderosos dicen que le sirven, pero en realidad son casi
esclavos de gente revestida de privilegios, poderes especiales y
hasta fueros comparables a los que disfrutaban en el antiguo régimen
la nobleza, el clero y los altos oficiales del Ejército.
Toda esa gran estafa queda perfectamente ocultada y escondida por la
propaganda, la mentira y la confusión que fabrican los políticos con
la ayuda de los medios de comunicación sometidos al poder.
La nueva sociedad, dominada por el conformismo, la insolidaridad y
el sálvese quien pueda, se va instalando cada día con mas fuerza,
sin que nadie resista a la decadencia salvo los pocos que han optado
por la vigilancia al poder, la crítica y la resistencia activa, un
pequeño ejército de demócratas acosado por el poder, abandonado por
sus congéneres sometidos y tan mermado que constituye un pequeño
grupo humano de héroes en claro peligro de extinción.
Voto en Blanco
España, abocada a la anarquía
Alberto Roldán El Confidencial 10 Octubre 2013
Hace unos días, en el transcurso de una comida con un compañero, en
un intento frustrado por diseccionar la dramática situación de la
ciudadanía española, me di cuenta de que sin los tintes dramáticos,
espero, que se le presupone a una anarquía, el mundo está cada vez
más cerca de sumirse en algo muy parecido.
La cuestión es que reflexionábamos en voz alta sobre el impacto del
gasto público a raíz de la reciente publicación de los Presupuestos
Generales del Estado, sobre los que ya di mi impresión personal la
semana anterior ("Los presupuestos de Napoleón Bonaparte"), y la
consecuente respuesta de los ciudadanos ante el secuestro que supone
que más de la mitad del gasto estatal se destine al mal llamado
“gasto social”.
Las conclusiones a las que llegábamos tenían un común denominador,
el monstruoso tamaño de las Administraciones de medio mundo es la
causa directa de la crisis de deuda y déficit. La otra mitad de la
humanidad acabará llegando tarde o temprano a la misma situación, y,
si no, tiempo al tiempo.
Por ordenar un poco el hilo, para que exista gasto público tiene que
haber ingreso, aunque desde el invento de la deuda ya no hace falta
ni eso. En cualquier caso, el ingreso se establece sobre una base de
previsión de crecimiento. En ausencia de inversión, lo que nos dice
el Estado es que el crecimiento se basará en la aportación exterior
y en una recuperación del consumo, componente en el que más dudas
surgen.
En las economías maduras, el consumo aporta alrededor de dos
terceras partes del crecimiento. Resulta obvio que trasladando a
2014 un patrón actual de empleo como el actual asentado en la
destrucción neta y la precariedad y con una deflación salarial más
que evidente, pese a que Montoro diga que lo que realmente existe es
una desaceleración, el consumo seguirá mostrando la misma debilidad
que la observada hasta ahora y su ajuste hay que mirarlo sobre la
base de un ciclo mínimo de una década.
Eso significa que el motor de la economía no existe y que, por
tanto, en ausencia de un crecimiento robusto, el gasto seguirá
secuestrado por aquellas partidas que son de cobertura pública, y
que como mencionaba anteriormente, suman algo más de la mitad del
gasto presupuestado. Pero ¿y el resto?
El resto del gasto es lo que sustenta esa Administración obesa que
se llama Estado. Los españoles, queramos o no, tenemos que sufragar
con impuestos gastos que objetivamente no se deberían dar. Las
subvenciones, los subsidios, las ayudas,... son muchos los agujeros
de esta barca que hace agua, pero sin duda las partidas de educación
y sanidad son posiblemente las más delicadas, pues mencionarlas
siempre enerva al pópulo, lo cual ocurre porque no existe libertad.
El triunvirato de la polémica lo completarían las pensiones, pero
como la movilización de sus perceptores es más complicada, no
generan el mismo debate salvo que sea tiempo electoral.
Cuando uno enferma no lo hace porque libremente quiere adoptar ese
estado. Eso que es una obviedad choca con algo que debería ser
recíproco, es decir, que la única libertad que debería tener un
enfermo es la de poder elegir su centro, su doctor e incluso las
opciones de tratamiento dentro de las alternativas posibles. Lo
fácil para rebatir esa idea es irse a un caso extremo antes que
adoptar el medio, que es el más común. Es como asociar siempre un
parte de daños de un automóvil a un siniestro total siendo el mismo
el menos habitual de una aseguradora.
La libertad de elección de los ciudadanos debería estar en la
creación de centros especializados, convencionales, de cercanía,
etc., y no en la titularidad de los mismos. Pero, sobre todo, en la
libertad de disposición de los recursos líquidos, que en su mayor
parte son los salarios, sobre los que ya de partida se confisca una
gran parte vía cotizaciones sociales y retenciones, que nunca se
recuperan en su totalidad.
No, la sanidad pública no es gratuita. Por favor, que la gente se lo
grabe en la cabeza y deje de corear la pancarta. El doctor, el
cirujano o el celador trabajarían igual en otra empresa cuyo
servicio debería ser igual, pero su sostenibilidad mayor, si se
reformulara el concepto de austeridad y control frente a dispendio y
gasto descontrolado. El coste actual entre ambos servicios ofrece un
gap enorme porque lo público ofrece una competencia que siempre es
desleal. Si desapareciese de la escena el gestor estatal, los costes
se ajustarían en proporciones sorprendentes, de forma que la
capacidad de pago se vería incrementada por el hecho de que,
paralelamente, los ciudadanos deberían percibir sus rentas íntegras
y sin confiscación alguna.
Con la enseñanza pasa algo parecido. Dicen que existe libertad de
elección de centro. Si eso es así, lo cual es rebatible, ¿por qué
cuando se tienen recursos nadie elige determinados centros? Ah,
porque están destinados a los que no tienen recursos, es decir, son
marginales. Entonces no hay libertad de elección, sino una elección
condicionada a unos medios, que repito ya han sido de alguna manera
recortados y confiscados para que el Estado tome decisiones con las
que en la mayoría de los casos no estamos de acuerdo.
Es curioso preguntarle a un implicado, pero las veces que lo he
hecho siempre me doy cuenta del error de su discurso. La cuestión no
es si debería haber más sanidad o enseñanza pública, sino mejor de
ambas. Y aquí se les cae el debate.
Por eso las huelgas no se hacen en beneficio de los ciudadanos, se
hacen en beneficio de los propios trabajadores que temen por sus
empleos, por sus condiciones y por sus beneficios personales, que
son los que otorga ese pésimo gestor que es el Estado. Es legítimo
porque es un derecho, pero por eso mismo no deberían confundir el
verdadero mensaje ni hacer lo propio con la masa social.
El debate es largo porque el papel del Estado es largamente
cuestionable. No es el tutor de los ciudadanos. No es el que debe
tomar las decisiones, ni guiarlas, ni sesgarlas, que es lo que
ocurre en la actualidad. En muchos ámbitos, ni siquiera debería ser
complemento de nada. Complemento de qué. Tiene sentido que los
poderes públicos gestionen aeropuertos, hospitales, empresas,
centros de salud, colegios… Por favor, ¡no tiene ninguno!
Desde un punto de vista estrictamente etimológico, la anarquía se
entiende como una ausencia de poder público. Efectivamente, porque
la labor pública debería centrarse en la administración de aquellos
recursos limitados o escasos, al margen de los cuales debería tener
una intervención residual.
Un ejemplo, el suelo. Es escaso, es limitado y no es reproducible.
En ese caso, tiene sentido que exista un orden en el uso para evitar
que, por ejemplo, se construya en una zona protegida de alto valor
ecológico o simplemente que el más fuerte se apropie del mismo con
un fin distinto del que se le presupone. En zonas urbanas, tiene
sentido que se ordene y se dé garantía sobre el terreno disponible.
A partir de ahí, cada uno debería ser libre de hacer con ese derecho
adquirido lo que le viniera en gana, sin entrar por supuesto en
conflictos morales o éticos de primer orden. Al fin y al cabo, eso
es lo que todos repetimos que hacemos en nuestra propia casa.
Y esa debería de ser la función social de un Estado. No habría gasto
social, al menos desproporcionado, porque existirían unas figuras
ocupadas de proporcionar ese gasto en competencia de precio y
servicio. Se produciría un encuentro natural entre los agentes, de
forma que la oferta y la demanda encontrarían equilibrios racionales
siempre bajo la tutela de un concepto de justicia que igualmente
debería ser independiente, cosa que también es cuestionable.
¿De dónde sale mi idea de anarquía? Muy sencillo. Llegará un momento
en el que los ciudadanos, los de cualquier país, hartos de pagar
impuestos, de ver cómo su esfuerzo físico e intelectual se aplica en
proporción mayor a mercados competitivos con escasa reciprocidad
desde la centralización, sentirán la necesidad de dejar de
contribuir a engordar la estructuras desfasadas y desproporcionadas.
Querrán dejar de sentirse ahogados por gestores que nunca deberían
haberlo sido. Desearán hacer un uso libre de sus recursos y
empezarán a plantearse que el muy elevado grado de regulación, de
imposición, de fiscalidad, en definitiva, la persecución a la que se
ven sometidos, no es soportable y dejarán de cumplir sus compromisos
como vía de escape hacia una verdadera libertad.
Una estafa llamada nacionalismo
Juan Gonzalo Ospina Serrano www.gaceta.es 10 Octubre 2013
El nacionalismo favorece al que quiere ser amo y señor de sus leyes
El nacionalismo en el siglo XXI no existe. Usar la palabra
nacionalismo en la era de la comunicación es un atentado contra la
inteligencia humana. ¿Nacionalismo? Cuando son BCE, el FMI o la UE,
entre otros, quienes deciden cuándo subir o bajar los impuestos,
cuándo jubilarse, qué hacer con los fondos de pensiones cuando un
país se arruina como pasó en Chipre… ¿Nacionalismo? En una UE en la
que sus directrices son las que delinean el espectro político y
jurídico en más de 25 países. No puedo dejar de preguntarme por qué
al político catalán le interesa tanto vender el supuesto
nacionalismo, cuando el nacionalismo en el siglo XXI es simplemente
aire, una herramienta para dominar más fácilmente al pueblo.
El nacionalismo no ofrece una solución política a los problemas del
crimen, la inseguridad, la financiación, la educación, la
inmigración, los hospitales o las infraestructuras, simplemente
constituye un eslogan para controlar al más débil. ¿Acaso a la clase
política catalana le importan estos problemas?. No. Ellos venden
sueños, tienen cuentas en Suiza como las del Sr. Pujol, se
enriquecen con el pueblo catalán, sus hijos acuden a colegios
privados y bilingües, el único fin que para ellos tiene el
nacionalismo es ser más Estado, aglutinar más poder y controlar
leyes y tribunales para ser todavía más amos y señores de su propio
destino.
¿Dónde quedará el débil, el que tiene menos recursos o el que quiere
igualdad de condiciones? La respuesta es clara: sumido en la
esclavitud. Quedará supeditado a una tiranía de poder que no podrá
romper. Estará obligado a quedarse y vivir en Cataluña, ya que solo
hablará catalán. Además, en caso de enfrentarse a algún problema
jurídico, me cuestiono qué justicia le asistirá con unos tribunales
elegidos por los políticos. No estamos ante un problema de
identidad, de comunidad o de amor por lo propio, sino ante un
problema de poder, de demagogia por controlar al más débil, quien,
sumido en su sueño de supuesta libertad, se adentra en una era de
miseria que no se puede ni imaginar.
El problema de Cataluña y España no es la financiación; no es la
Policía, que ya controlan; no son los impuestos (que ya ostentan
bajo su control y que son los más altos de España); no es un
problema de Sanidad (pues ya la gestionan); no es un problema de ser
más independientes de España, sino de poder tener rienda suelta para
dominar y mandar en su propio territorio.
Me duele el corazón si pienso en aquel catalán que desconoce el fin
de tanta mareada nacionalista que, analizada retrospectivamente,
sólo conduce al fracaso a un pueblo que realmente sí se merece más
libertad. Aquel catalán con menos posibilidades para viajar y que su
gueto no será más que
Cataluña por culpa de unos políticos que sólo miran por su propio
ombligo, obligado a trabajar para enriquecer a una casta que se
aprovechará subiendo los impuestos, creando leyes y controlando los
tribunales. Me entristece observar cómo el sectarismo se apiada de
todo un pueblo, ¿Derecho a decidir?, decidir el qué. Cataluña ya
gestiona, controla y administra todo, es una autonomía cuya deuda
pública asciende a 50.000 millones de euros: de ser un estado
independiente, ya tendría que haber sido intervenido, porque la
casta política catalana (que no la de Madrid) se ha gastado el
dinero de todos los catalanes en su engendración de una irrealidad
social: televisiones públicas, embajadas coloniales, gastos de
representación. ¿Le ha explicado el político catalán a sus
ciudadanos quién es el que paga el capricho soberanista? Pues los de
siempre, los ciudadanos.
De vivir en Cataluña no saldría a manifestarme por la independencia
en la Diada, sino para exigirle a los políticos catalanes
responsabilidades por el despilfarro de mi dinero, por el aumento de
la delincuencia en un 5,3%, por las más de 22 multinacionales que
han salido de Cataluña, por el aumento del paro, por el aumento de
los impuestos y por haber introducido nuevamente en el mapa fiscal
catalán el injusto impuesto de sucesiones. ¿Tengo que pagar por el
patrimonio de mis padres cuando ya han tributado por ello durante
toda su vida? Menudo robo, porque nadie sensato más allá de Albert
Rivera dice las cosas como son. El nacionalismo es una estafa.
No termino de comprender cuál es el problema de pertenecer a España,
con la autonomía que ya tiene Cataluña. Porque en ello se ha
empeñado un político mediocre, decidido a fomentar y atemorizar con
odio y fisuras, cuando además se puede afirmar que la soberanía
nacional en el siglo XXI no existe, pues si no, ¿para que se creó la
UE? Para crear un marco de Justicia y Libertad, que garantizara el
progreso social, y no para que una casta como ocurre en Cataluña se
enriquezca a costa de sus ciudadanos.
Como abogado quiero una Unión Europea más fuerte y con unos
tribunales más garantistas que tutelen por encima de nuestra
“politizada Justicia”, controlada ya por el político español. Me
repugna que algunas grandes injusticias sólo se hayan podido
esclarecer en juicios celebrados en Europa, porque quiero y defiendo
unos tribunales más independientes como baluarte de nuestra
libertad. ¿Cómo va a ser libre el ciudadano catalán inmerso en un
proceso judicial contra un grupo de poder de la Generalitat, si su
juez catalán es elegido por aquellos a quienes va a enjuiciar? ¿Cómo
se va a juzgar por un delito a un político si éste ha sido
investigado por una Policía que depende de la Generalitat?. El
nacionalismo no favorece a nadie sino a aquél que quiere ser amo y
señor de sus leyes, aquel que será cabeza de ratón en lugar de una
cola de león.
El nacionalismo en el siglo XXI no existe más allá del egoísmo de un
político que a través de una falacia intenta construir una realidad.
La separación nunca trae prosperidad a un pueblo, la ignorancia sólo
nos hace más vulnerables ante aquellos que controlan el poder, la
política y el dinero. Preocupémonos de sumar y no de restar: “Soóo
un pueblo virtuoso es capaz de vivir en libertad. A medida que las
naciones se hacen corruptas y viciosas, aumenta su necesidad de
amos”, afirmó Benjamin Franklin.
*Juan Gonzalo Ospina Serrano es presidente de Jóvenes Abogados de
Madrid.
El fascismo nuestro de cada día
JOSEBA ARREGI, EL CORREO 10 Octubre 2013
Es curioso: en un país cuyo Gobierno tiene a gala mostrarse en
contra de casi todos los proyectos, sean de ley o de otra
naturaleza, que provienen del Gobierno central, mostrando así su
poder político dentro de los límites de la Constitución española, ha
vuelto a tomar cuerpo una costumbre que no había desaparecido nunca,
la de llamar fascistas a los que se oponen a los proyectos
nacionalistas radicales totalitarios.
En un país que no ha estado alejado de la tradición del fascio, a no
ser que queramos purgar de nuestra historia a quienes hablaron de
construir en el País Vasco –Euskal Herria en euskera– la Roma de los
Pirineos, como Pedro Mourlane Michelena, un país que ha dado a
Sánchez Mazas, al músico Tellería que compuso el ‘Cara al Sol’, a
numerosos ministros de Franco y que ha visto surgir en su seno a un
movimiento totalitario, violento y terrorista como ETA, los que han
sido acompañantes voluntarios y legitimadores de este movimiento
tildan de fascistas a quienes les critican y se oponen a sus
proyectos.
En un país en el que el diputado general de Gipuzkoa pide la
exclusión de los que apoyan al PP y al PSE, sus compañeros de
partido llaman a otros fascistas. En un país en el que el Parlamento
vasco llegó a aprobar un proyecto de reforma del Estatuto que
implicaba, en fraude de ley, una reforma de la Constitución española
sin ninguna legitimidad para ello, un proyecto que se basaba en
distinguir entre ciudadanos y nacionales de verdad, en un país en el
que cualquier líder nacionalista se permite decir que los vascos son
trabajadores y los españoles vagos como las cigarras, los
nacionalistas radicales se permiten llamar a los que no son
nacionalistas fascistas.
En un país en el que algunos proclaman la imposición por ley del
euskera como obligatorio para todos y en todas las circunstancias
llaman a otros fascistas. En un país en el que se proclama desde
algunas instituciones públicas y desde algunos partidos el
incumplimiento de la ley, en el que se afirma que los sentimientos
están por encima de la ley y del derecho, en el que se afirma que
sólo los vascos de verdad tienen sitio, se llama fascista a quien no
comulga con todo ello.
En un país en el que los herederos de una ETA que aboga por contar
con el PP pero sólo una vez excluida de la decisión de
autodeterminarse de la sociedad vasca, que afirma en sus textos
fundacionales que la cuestión de la forma de gobierno –democrática o
no– queda para después de conquistar, por la fuerza, la
independencia llaman fascistas a los demás.
En un país que ha sufrido la amenaza, el miedo, la extorsión, el
exilio, el asesinato de los que no piensan como los nacionalistas
radicales de izquierda por parte del núcleo integrador de esa
izquierda nacionalista, ETA, los que han sufrido todo ello son
llamados fascistas. En un país que ha perdido en buena parte la
capacidad de preguntarse dónde ha estado y qué ha hecho durante
tanto tiempo en el que ETA y sus acompañantes han campado a sus
anchas en su seno, estos mismos se permiten llamar fascistas a los
que no comparten sus ideas y los critican.
En un país en el que se ha querido implantar, en nombre de la
autodeterminación y la territorialidad –dos conceptos que bien poco
tienen que ver con los derechos y las libertades fundamentales de
los ciudadanos– un control social, cultural, lingüístico y político
cerrado, se llama fascista a quienes se resisten a ese proyecto
totalitario.
El psiquiatra y psicoanalista Erik H. Erikson enseñaba a diferenciar
totalidad de conjunto. La totalidad surge cuando una parte es
elevada a la categoría de todo, mientras que el conjunto surge del
esfuerzo por integrar a todos los que lo componen. La totalidad
excluye, el conjunto trata de incluir. La democracia algo tiene que
ver con la idea de que no basta la hominización, si a ésta no le
sigue, a lo largo de la historia de la humanidad, la humanización
solamente posible por medio del esfuerzo por incluir a los
diferentes, a los excluidos, a los débiles, a los descolgados.
La peor herencia del franquismo radica en habernos hecho creer que
bastaba estar en contra de la dictadura para ser automáticamente
demócratas. Un demócrata se define por lo que defiende, no por
aquello contra lo que lucha, o dice luchar, o simplemente no
compartir, y muchas veces solamente a posteriori. Mucho
antifranquista era dictador por aquello en lo que creía y defendía.
Mucho antifranquista tenía muy poco de demócrata. Y esto vale aún
más para los antifranquistas póstumos, no porque ellos hayan muerto,
sino porque son antifranquistas tiempo después de la desaparición de
Franco, de la dictadura y de su régimen. Pero siguen siendo
totalitarios. Hay ideas de Euskadi o de Euskal Heria que son
totalitarias. El uso del nombre no sana el pecado del contenido que
se le da.
Democracia vivida tiene que ver no con grandísimos principios, con
palabras redondas y rotundas, con promesas de totalidad, sino con la
limitación, con el sometimiento de la voluntad soberana al imperio
del derecho, con el convencimiento de que no hay verdad definitiva,
de que en el espacio público, ése que se constituye al margen de la
privacidad de la casa, del hogar, del solar y de términos parecidos
que son prepolíticos y, por consiguiente, predemocráticos, no se
dirimen las cuestiones últimas de fe, sino siempre cuestiones
limitadas, de acuerdo con la limitación de la libertad a las reglas
y procesos que regulan la convivencia de los diferentes.
Quienes están recurriendo estos días a llamar fascistas a miembros
del PP están ejecutando lo mismo que proclaman con otras palabras:
su exclusión de la comunidad política vasca, están ejecutando un
proyecto totalitario, están actuando en fascista escudándose en
lanzar ese término a sus oponentes. Serán legales, y por las gracias
que les hacen muchos han llegado a creer que son democráticamente
legítimos, pero se encuentran radicalmente alejados de lo que es la
democracia vivida.
El mundo según Montoro
Primo González www.republica.com
Tener un ministro de Hacienda que ignora a estas alturas que a la
mayoría de los españoles se les ha bajado el sueldo en los últimos
años es algo que sólo puede pasar impunemente en una democracia de
escasa calidad y deficiente gestión económica. Muestra, antes que
nada, la soberana ignorancia que tiene (o simula tener) el ministro
Hacienda de lo que sucede en la calle, a los ciudadanos de a pié, a
los contribuyentes que a cada paso han de ingresar tributos de todo
tipo para mantener en pié este Estado en semiruina.
Montoro nos ha amenazado con la pizarra electrónica, en la que según
él quedarían patentes sus argumentos salariales, contrarios a los
que dicta el sentido común y las vivencias de la inmensa mayoría de
los españoles. Montoro se ha enzarzado en una polémica absurda en la
que le ha ganado por la mano nada menos que el líder de Izquierda
Unida, una persona que ha demostrado a lo largo de su corta
trayectoria política que posee escasas luces para entender los más
elementales argumentarios de la cosa económica.
Por el contrario, Montoro (Doctor en Economía además de catedrático
de Hacienda Pública por la Universidad de Cantabria, dos veces
ministro) tiene en sus manos las estadísticas de la Agencia
Tributaria, que cuenta con el banco de datos reales (no meramente
declarativos, como tienen otras dependencias del Gobierno) más
completo y pormenorizado de cuantos existen en el sector público
español (si acaso, en este sentido, con la excepción de los dos
territorios forales, País Vasco y Navarra), más que suficiente para
saber cuánto cobran los españoles, uno por uno y colectivamente,
antes y después de impuestos.
También tiene cerca la base de datos del Instituto Nacional de
Estadística, cuyas encuestas trimestrales de salarios vienen
destilando cifras que no dejan margen para la duda sobre el
paulatino, sistemático y constante empobrecimiento salarial de los
españoles, en términos nominales y en términos reales (es decir, una
vez recortados los emolumentos con la inflación). Tiene también muy
a mano ese otro gran banco de datos que es el Ministerio de Empleo,
del que depende la Seguridad Social, dos monstruos de la estadística
en donde se almacenen los datos de las fuerzas vivas del país, sus
salarios y sus cotizaciones sociales.
Es difícil y quizás improcedente o estéril bucear en la mente del
titular de Hacienda para tratar de indagar las razones por las que
intenta hacernos creer a los españoles, en sede parlamentaria, que
la crisis no ha pasado factura a nuestros ingresos salariales.
Precisamente lo que se daba por bueno y eficaz en la política del
Gobierno (incluso Rajoy ha llegado a esgrimirlo como punto de
gloria) era que España había logrado, gracias a las medidas
adoptadas por este Gobierno, poner un punto de realismo a los
disparatados aumentos salariales del pasado, cuando España crecía
(de forma ficticia, en parte gracias al crédito y a la nebulosa
inmobiliaria), unos aumentos que nos habían dejado fuera de la
competencia internacional porque llegó a ser más caro producir en
España que en países mucho más avanzados que el nuestro.
La contención salarial ha sido precisamente un éxito de la labor del
Gobierno. Hubiera sido mejor que con la contención salarial hubiera
coexistido un mejor reparto del trabajo y por lo tanto un mayor
nivel de empleo, de manera que no tendríamos a estas alturas la
insoportable tasa de paro que nos agobia y hasta avergüenza.
Las cuatro verdades del barquero que
alguien debe decirle a Montoro
Valentín Carrera www.elsemanaldigital.com10 Octubre 2013
¡Qué buen guionista de películas de humor y terror se está perdiendo
el cine español! Ha inventado los sueldos que suben hacia el abismo
y los recortes que mejoran nuestro poder adquisitivo.
Montoro es un ministro de cine negro, pero que muy negro.
Aún no me he repuesto del impacto emocional que me ha producido ver
a Montoro en el Congreso con las tetas al aire, su striptease mental
es alucinante, asomarse a su escote intelectual produce el vértigo
del vacío y de la nada. Lo normal, es ministro. Ha inventado la luna
que crece menguando, los sueldos que suben hacia el abismo, los
recortes que mejoran nuestro poder adquisitivo. Insulta a los
trabajadores, a los pensionistas, a sus propios funcionarios, a las
viudas y parados, a los tres millones de pobres que acaba de poner
Cáritas encima de la mesa del Consejo de Ministros y se queda tan
ancho, con su sonrisa de bugsbunny. Lo normal, es ministro.
No contento con el destrozo, entra a saco en el cine: el problema
son las subvenciones, tan miserables y ridículas que es imposible
que lleguen a la categoría de problema. Venga, señor Montoro,
hablemos de la calidad, pero empecemos por la suya y la de sus
declaraciones y habladurías, hablemos de la calidad de sus
compañeros de gabinete, de la calidad de sus políticas, esas que
arrastran la marca España por el fango. Hablemos de la calidad
olímpica de sus alcaldes y diputados, de la calidad de la CNMV, por
ejemplo, o de las subvencionadas FAES, y de todas las mamandurrias
que amamantan las ubres de su Ministerio.
Verá, don Montoro, bastaría con que el cine español, gallego,
catalán, vasco, pudieran competir en igualdad de condiciones con el
cine americano, para poder pesarlos en la misma balanza. Haga de una
vez su trabajo y deje que los cineastas hagan el suyo, pero no a la
pata coja y con un brazo atado a la espalda, y en los ojos la venda
del IVA inculto, su maldito 21%, ¿el más alto de Europa?
Venga, señor Montoro, fuera de una vez todas las subvenciones, pero
empecemos por las suyas, ¿o es que usted no está plurisubvencionado?
Quisiera yo verle compitiendo a la pata coja con el ministro de
economía de USA, y llegando a fin de mes, como muchos actores,
guionistas y directores con los 307€ con que sobreviven tres
millones de ciudadanos a los que usted acaba de subir el sueldo
hacia abajo, proclamando la economía inversa, o perversa. ¡Qué buen
guionista de películas de humor y terror se está perdiendo el cine
español! ¡Qué lástima de un desnudo suyo, a lo nadiusko, en "Vente
pa España, Pepe"!
La economía de España se desangra por la hemorragia del cine y usted
y el ministro del ramo, Wert, hacen torniquetes en la yugular y, con
lo que ahorran, suben los sueldos disparados de los más humildes.
Son ustedes ministros de cine negro, pero que muy negro.
Post data: Esta carta ha sido subvencionada por la Infanta Cristina
con la tarjeta Visa oro de Aizoon, IVA incluido.
En España nunca pasa nada
Marcello www.republica.com10 Octubre 2013
Si parodiamos el lenguaje críptico de Rajoy podríamos decir que: ‘a
pesar de lo mucho que pasa, en España nunca pasa nada’. Y esta vez
no le faltaría razón, porque el tal Picardo, falso premier de
Gibraltar ha calificado a España de país terrorista en la ONU y no
pasa nada, como tampoco pasó nada cuando el gobierno de Artur Mas
secundó una manifestación de la Diada catalana en la que una
pancarta principal decía ‘España nos roba’. O Cuando Mas dice que
habrá consulta o referéndum ilegal en Cataluña ‘sí o sí, mientras
Rajoy se fuma un puro en el palacio de la Moncloa.
No pasa nada en ninguna parte y por nada. Ni siquiera dentro del
PSOE donde la nueva presidenta de Andalucía, Susana Díaz, no para de
darle en los morros a Rubalcaba. Ayer lo volvió a hacer diciendo a
Rajoy que la corrupción no puede ser arma arrojadiza entre los
partidos políticos, mientras Rubalcaba pide al presidente del
Gobierno que dimita por el caso Bárcenas.
Esta Susana ya había dicho a Pere Navarro en sus narices que lo del
‘derecho a decidir es una trampa que hay que desmontar’ y el jefe
del PSC catalán, disimulando y como el que oye llover. O sea tampoco
pasa nada en el PSC ni tampoco en el PSOE, a pesar que Rubalcaba
tiene un índice de rechazo ciudadano del ¡85 %!, y ahí está el tío
tan campante viendo como se hunde su partido en las encuestas y el
PSC en Cataluña. Y pensará ‘ande yo caliente -en el cargo- y ríase
la gente’.
En IU tampoco pasa nada. Ayer y apropósito del último desafío del
monazo Picardo de Gibraltar, Gaspar Llamazares dijo que ese problema
no tiene importancia y lo resumía con la imagen de ‘dos gorilas
peleándose en el interior de una jaula’, poniendo a España al mismo
nivel de Gibraltar, y reduciéndolo todo a una reyerta callejera,
como la que él mantiene con Cayo Lara en IU. Por supuesto a
Llamazares no le importa hacerse fotos con los diputados de Amaiur,
los amigos políticos de ETA, para con esa imagen rechazar la reforma
de la Educación del PP, en lugar de hacerse fotos por separado. De
la misma manera que el PSC y ICV propusieron no hace mucho que
Arnaldo Otegui les diera lecciones desde la cárcel sobre el ‘derecho
a decidir’ a esa cosa o comisión que se piensa creer en el
parlamento catalán, donde al igual que ocurre en el Congreso de
Madrid los diputados de CDC y de Unió andan a la greña, sin que pase
nada de nada y se rompa CiU de una vez. Y por supuesto no pasa nada
en UGT a pesar de que a sus colegas andaluces los han pillado con
las manos en la cesta de los langostinos y a costa del erario
público, como si la devolución del dinero estafado a la Junta de
Andalucía anulara el delito.
Bueno y en esto del no pasa nada, nadie queda a resguardo por
ejemplo en la Conferencia Episcopal española después de que el Papa
Francisco haya echado por tierra todos sus discursos super
integristas sobre el aborto, los homosexuales, el matrimonio gay o
los anticonceptivos. Rouco Varela y su portavoz Camino no han
reconocido su error y se encaminan hacia su retirada sin decir ni
pío y a la espera que el Papa nombre cardenales en Barcelona y
Madrid. Por no pasar no pasa nada ni siquiera en el Real Madrid tras
el lío de Mourinho, de Casillas y de Bale que de momento sigue cojo
a pesar de los cien millones que costó. O sea que no pasa nada por
nada del mundo en este país.
"Las pensiones no bajarán nunca más"
Manuel Muela www.vozpopuli.com10 Octubre 2013
Es el eslogan que ha puesto en marcha el Gobierno, a través de la
ministra de Trabajo, como parte de la campaña de propaganda para
aminorar los daños electorales de la política practicada, cuyos
frutos beneficiosos son una entelequia para la mayoría de la
población. La levedad intelectual y la hipérbole rayana en la
falsedad de la promesa son una prueba más del poco aprecio que se
siente por la gente y de la escasa capacidad para dar la vuelta al
tren del destino a la pobreza en el que viaja un país mal gobernado
y administrado, preso de unas elites castizas que lo han mantenido
en la indigencia educativa y civil y que, no contentas con eso,
pretenden succionar las rentas de los débiles para continuar a lomos
de un sistema imposible. La campaña publicitaria del nunca más se
convierte en una caricatura de la definición de los Principios del
Movimiento, permanentes e inalterables, aunque algo de verdad había
en aquella expresión de la Ley fundamental franquista, sobre todo en
lo relativo al mantenimiento de la dictadura de lo políticamente
correcto, que impide cualquier atisbo de cambio en España. Pero el
descreimiento es tan hondo y las necesidades, tan acuciantes que el
cántaro de la impostura, de tanto ir a la fuente, se romperá. Deseo
que lo sea en beneficio de los españoles.
Los pensionistas cubren las carencias asistenciales del Estado
Los millones de pensionistas españoles, muchos de los cuales están
supliendo al Estado en el esfuerzo por mantener a las familias
dañadas por la quiebra económica, no sólo no ven reconocida su
labor, que les ha convertido en la primera ONG del país, sino que
sienten cada vez más cerca la llamarada destructiva que se irradia
desde el poder. Con las excusas más variadas, la demografía o los
fallos del sistema público de pensiones, se opta por lo fácil, que
es la congelación pura y dura, por más que se encubra con
sofisticaciones argumentales sobre el IPC y la recuperación
económica, sin tomarse la molestia de analizar la estructura del
gasto público y valorar la aportación fiscal de los jubilados y su
importancia en el sostenimiento de la labor asistencial que, de otra
manera, correspondería a los poderes públicos. En la medida en que
no se hace así, se están fortaleciendo los cimientos de la pobreza
sin obtener a cambio más que un porcentaje poco significativo del
volumen de intereses de la deuda. Un ejemplo añadido a la política
del día a día que impera en todos los órdenes de la vida española:
pan para hoy y hambre para mañana.
Aunque sorprenda y disguste, no era posible esperar otra cosa desde
que en mayo de 2010 se inició en España un estado de excepción
financiera, cuyo único objetivo, no se olvide, es garantizar el pago
de las ingentes deudas contraídas por nuestro país durante los años
de la expansión crediticia. La deuda pública y privada equivale a
dos veces y media nuestro PIB, y creciendo: hagan cuentas.
Endeudamiento mal utilizado, que tiene responsables públicos y
privados, y que no podrá ser atendido por un tejido productivo
desarbolado y una sociedad pauperizada, pero esa no parece ser la
preocupación de los que están afanados en cuadrar contablemente,
aunque sea a capón, este ejercicio y el próximo, como mucho. Lo que
venga después, no está en la agenda, como se dice ahora. Pero sí
sabemos lo que viene después: ahí tenemos los ejemplos de Grecia y
Portugal, que nos precedieron en la sinrazón de los rescates y sus
políticas depredadoras. Curiosamente, en las vísperas de un ciclo
nuevo de las instituciones europeas, se levantan voces abjurando de
dichas políticas y poniendo de manifiesto su fracaso, del que parece
que no hay responsables. Una vez más, la derrota es huérfana y los
damnificados son abundantes y débiles.
El abandono del discurso liberal y socialdemócrata
Desde la perspectiva española, resulta difícil de entender por qué
no se ha puesto énfasis en comprobar los efectos de los recortes en
otros países, para evitar caer aquí en su postración actual. Me
refiero a análisis provenientes de los sectores liberales o
socialdemócratas, ya que entre los economistas y politólogos de
inspiración marxista sí se han producido. En realidad, estamos
asistiendo a un fenómeno de dejación, que provoca la deserción
electoral de las opciones de centro y de centroizquierda en el
conjunto de los países afectados por esas políticas que parecen no
tener padres. Además de Grecia y Portugal, Italia y Francia vuelven
la vista a opciones distintas a las de lo políticamente correcto y
es previsible que el asunto adquiera fuerza en la medida en la que
las sociedades se vayan sintiendo más desasistidas. Los actuales
dirigentes españoles, del poder y de las oposiciones, están
trabajando con ahínco para que florezcan corrientes de ruptura con
este sistema. De momento, aquí hemos sido originales y la ruptura se
concentra alrededor de los que abogan por la independencia
territorial, basándose en los estragos causados en sus regiones por
la crisis.
Creo que éste “nunca mais” de la bajada de las pensiones es una
propaganda apresurada, cuya pretensión es salir al paso de la
desafección electoral con argumentos muy pobres y cuyo verdadero
objetivo es obtener reducciones del gasto público, donde resulta
fácil obtenerlas, sin considerar los efectos perniciosos en el medio
y largo plazo sobre la sociedad española. Ello supone que el índice
de asuntos a tratar en el proyecto de reconstrucción nacional sigue
creciendo en la medida en la que los que están al cargo ignoran que
ese debería ser el objetivo fundamental para salir del marasmo.
Cataluña
Alicia, rendida al paisaje
Antonio Robles Libertad Digital 10 Octubre 2013
Alicia repite el mismo error en que cayeron predecesores suyos en el
PPC como Jorge Fernández Díaz, Trias de Bes, Alberto Fernández Díaz
o Josep Piqué: el de querer pasar inadvertida en el paisaje. En este
caso, cediendo a la propaganda nacionalista que durante décadas
viene afirmando que Cataluña es saqueada por el Estado. Con palabras
suaves, pero profundamente clasista: Cataluña debe limitar en el
tiempo la solidaridad con el resto de España y ha de recibir del
Estado al menos la cantidad suficiente para que siga en el mismo
lugar del ranking autonómico. Es decir, el reaccionario principio de
ordinalidad.
Comete así dos traiciones: una, al principio constitucional de
cualquier Estado moderno de lograr que todos sus ciudadanos sean
iguales en derechos y obligaciones en cualquier lugar de su
territorio; con la segunda, legitima toda la base argumental del
nacionalismo, sobre la que éste pretende conseguir la independencia:
el expolio fiscal.
Vamos por partes. Un Estado social y democrático de Derecho como es
el español solo puede garantizar la igualdad de derechos y
oportunidades a sus ciudadanos en la medida en que distribuya con
afán nivelador la recaudación fiscal. Mal podrían salir de la
indigencia los hijos de familias de escasos recursos si estos no
tuvieran las mismas oportunidades educativas que los de familias con
recursos. Y tal cosa solo se puede conseguir si las familias de
mayores rentas aportan más que las menos pudientes. Por eso, no
parece justo que las familias acomodadas exijan la misma inversión
en sus hijos que lo que aportan fiscalmente. Si así fuera, unas
familias disfrutarían de colegios extraordinarios y otras, las más
humildes, no tendrían garantizado el derecho a la educación. ¿Cómo
exigir por parte de estos padres que ocupen el mismo lugar en el
ranking de aportaciones y en el de percepciones? Este y no otro
sería el principio de ordinalidad que exige el nacionalismo y que
ahora apoya Alicia Sánchez Camacho, si en lugar de aplicarlo a los
territorios lo aplicáramos a las familias. Una carga de profundidad
contra la progresividad fiscal.
Vuelvo a los objetivos del Estado social y democrático de Derecho.
¿Cómo puede lograr éste sus objetivos si no pone los presupuestos
generales al servicio del desarrollo equilibrado del país? Sólo así
las regiones menos desarrolladas pueden mejorar y, como resultado,
sus ciudadanos acercarse a la renta per cápita de los territorios
más desarrollados. No se trata de empobrecer a unos para enriquecer
a otros, sino de vertebrar el país para que todos puedan aspirar a
un trabajo productivo y una vida digna. Si tal cosa se consiguiese,
Cataluña no se habría de obsesionar por reclamar ventajas, pues su
balanza comercial respecto a regiones hoy menos desarrolladas
tendría mayores oportunidades aún que las que tiene hoy, pues la
capacidad de intercambiar bienes y servicios con éstas sería mayor.
Sé por experiencia vital que es difícil en Cataluña mantener el tipo
y no dejarse envolver por la presión nacionalista, pero Alicia
Sánchez Camacho debería saber algo tan elemental como lo siguiente:
el principio de ordinalidad es incompatible con el desarrollo
equilibrado de un país, pues ¿cómo solucionar tal egoísmo
territorial cuando el Estado haya de invertir grandes presupuestos
en infraestructuras extraordinarias, como por ejemplo el corredor
del Mediterráneo o el túnel de Gibraltar? Es tan seguro que los
territorios afectados se verían beneficiados en el ranking como que
tales obras beneficiarían a todo el país.
Es probable, aunque no seguro, que la causa clasista de la
reconversión al catalanismo insolidario de Alicia tenga motivos más
espurios aún, pero eso será tela de otro artículo.
Mas no sabe parar el independentismo
Isidro Carpio www.cronicaglobal.com 10 Octubre 2013
Hace unos días asistimos en el Parlamento autonómico, una vez más, a
un debate que solo interesa a los separatistas, pues las cuestiones
sociales, las que interesan a los ciudadanos son utilizadas como
barniz para esconder los verdaderos intereses de los secesionistas.
Sirven para no tomar medidas concretas que palien el cuasi estado de
necesidad para muchos ciudadanos. Es por ello que cansados de
políticas estériles, acaban odiando a los políticos.
No sé yo si este era el objetivo pretendido y así una vez más pescar
en río revuelto. De lo que no se dan cuenta es que el desprestigio
es para los parlanchines del monodiscurso, que en lugar de intentar
convencer al contrario, se dedican a insultarlo tildándolos de
perdonavidas e ignorantes, para inmediatamente suplicarles que se
sienten a hablar, eso sí, únicamente y exclusivamente de su libro,
como diría Paco Umbral. Un libro que se titula tesis de cómo evadir
las responsabilidades sobre corrupción y desgobierno u hoja de ruta
para la independencia.
En ese libro, donde se plasman las enseñanzas perversas del profesor
Jaime López Hernández, creador del concepto del "derecho a decidir"
o del eslogan "España nos roba", está la hoja de ruta para conseguir
la movilización de los previamente adiestrados en las escuelas de
Cataluña, hoy bajo la pretensión de la inmersión lingüística.
Todavía no logro entender ¿qué necesidad tiene un personaje como
este, con tan ilustres apellidos, que destilan linaje, ponerse al
servicio de un puñado de iluminados?
El tema se le ha ido de las manos. El Gobierno esta sometido al
imperio de la ley, algo que el presidente de la Generalidad debería
recordar
Creo que nuestro amigo, profesor de Ciencia Política, debería haber
asesorado al presidente de la Generalidad, Artur Mas, antes del
debate de hace unos días y decirle que no es correcto emplear la
expresión "Cataluña siente afecto por España, pero no confía en el
Estado español", ya que esa retórica frase incrimina en la
desconfianza al propio presidente autonómico, pues él mismo es
Estado, y en segundo lugar, aunque Mas acierta errando, es cierto
que Cataluña tiene un gran afecto a España, porque forma parte de
ella misma.
Al presidente autonómico no le hubieran venido nada mal unas
nociones sobre lo que significa el Estado de derecho o lo que
significa el imperio de la ley, más acorde con su pretenciosa
falacia de llevar a Cataluña a un paraíso inexistente y convertirse
en emperador de Cataluña. Si hubiera sido instruido, nos hubiera
librado a todos los catalanes de ser la comidilla política por estar
desubicado del mundo moderno. Tendría que haber empezado por acatar
las resoluciones de los tribunales de esa España de la que dice
profesar afecto y no situarse fuera del Estado de derecho. Así mismo
debería dejar de engañar a los catalanes y decirles de una vez, tal
y como ha hecho su colega de coalición, que esto de la independencia
es un sueño, una ilusión, una quimera, antes de que se convierta en
una pesadilla.
Ya va recogiendo velas, pero no es suficiente, antes era: "Haremos
la consulta por encima de tribunales y constituciones"; ahora
empieza a ser: "Queremos hablar con el Gobierno de nuestro libro y
hacer una consulta legal", cuando todos sabemos que sencillamente es
una petición imposible.
El tema se le ha ido de las manos. El Gobierno esta sometido al
imperio de la ley, algo que el presidente de la Generalidad, su
gobierno y correligionarios de esta partida separatista, debería
recordar. Creo que la gran mayoría de los españoles estaríamos de
acuerdo en que ha llegado la hora de modificar nuestra Constitución,
nos ha servido para mantener la convivencia pacifica durante 35
años, pero se ha ido quedando obsoleta, y es hora de adaptarla a la
realidad social y política de España.
Supongo que los separatistas se resistirán a este cambio, esos que
nos han llevado a este callejón sin salida. Posiblemente, la razón
salta a la vista. Si la Constitución se reforma de tal manera que
acabe con el bipartidismo, con la ventaja de los nacionalistas que
les da la ley electoral, sobre los partidos de ámbito nacional,
activa mecanismos para la regeneración política y decide que se
acabaron los privilegios territoriales terminado con las
duplicidades de las administraciones, se terminaron las
reivindicaciones de daños y perjuicios de cuya voracidad entienden
mucho las CCAA, especialmente Cataluña. Igual, al final, nos
convertimos en un Estado federal.
Wert vence: sí a su Ley
El Congreso aprueba la LOMCE gracias a la mayoría absoluta del PP.
El resto de grupos parlamentarios han votado en contra: "La Ley nace
muerta"
Madrid. Estrella Digital 10 Octubre 2013
El Pleno del Congreso ha dado luz verde este jueves, con el apoyo en
solitario del PP, al dictamen del proyecto de Ley Orgánica para la
Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), que será remitido al Senado.
La norma ha contado con el rechazo de PSOE, CiU, la Izquierda Plural
(IU-ICV-CHA), UPyD, PNV, Amaiur, ERC, BNG, Coalición Canaria,
Compromís, Geroa Bai y la abstención de Foro de Asturias y UPN.
El Gobierno espera que la aprobación definitiva de la LOMCE tenga
lugar a finales de noviembre o comienzos de diciembre, de nuevo en
el Congreso de los Diputados, para poner en marcha las primeras
medidas a partir del curso que viene, 2014-2015.
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, que
ha participado en el debate del texto normativo en el Pleno, y ha
asistido a la votación del mismo, ha manifestado su deseo de que la
LOMCE "sume más apoyos" en el Senado, donde espera que haya una
disposición al diálogo "constructiva".
Wert ha negado que el Gobierno quiera con la LOMCE acabar con la
escuela pública, eliminar competencias de las comunidades autónomas,
atacar el principios de igualdad de oportunidades o de querer acabar
con las lenguas propias de las comunidades autónomas, tal y como le
han reprochado los grupos de la oposición. En este sentido, ha
asegurado que se trata de la primera normativa que otorga a las
lenguas cooficiales el mismo tratamiento que el castellano.
La mayoría de los portavoces de los grupos parlamentarios han
advertido al ministro de que la ley "nace muerta" y le han
reprochado "falta de diálogo" con las fuerzas políticas y la
comunidad educativa, una parte de ella representada en la tribuna de
invitados con las reivindicativas 'camisetas verdes' en defensa de
la escuela pública. Al término del debate, varios diputados se han
fotografiado con representantes de esta organización a las puertas
de la Cámara baja.
PSOE, PNV, CiU, Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), Coalición Canaria,
Amaiur, ERC, BNG y Geroa Bai han renovado su compromiso este jueves
de derogar la ley cuando cambie la mayoría parlamentaria, mediante
la lectura de un texto consensuado con el que han denunciado que el
proyecto no ha incluido "cambios sustanciales", pese a las once
enmiendas a la totalidad y 770 parciales.
Evaluaciones nacionales a final de cada etapa
La LOMCE supone la modificación de la actual LOE, aprobada por el
Gobierno socialista en 2006. Entre las novedades de la nueva
normativa, destaca la introducción de evaluaciones nacionales al
final de cada etapa, diseñadas por el Gobierno. Además, las
asignaturas estarán agrupadas en tres bloques: troncales,
específicas y de libre configuración. El horario y currículo de las
primeras lo definirá el Ejecutivo, mientras que las comunidades
autónomas se encargarán de las específicas.
Adiós a Educación para la Ciudadanía
La polémica asignatura de Educación para la Ciudadanía y los
Derechos Humanos se elimina del currículo y se crea Valores, una
alternativa a la materia de Religión, que también será calificada.
Además, blinda los conciertos a los centros de educación
diferenciada y propone una mayor autonomía de los centros, cuyos
directores tendrán que ser acreditados.
770 enmiendas
Al texto del Gobierno se presentaron un total de 770 enmiendas
parciales y dictamen de la normativa se incluyeron en fase de
ponencia las 42 presentadas por el Grupo Popular, así como otras 13
propuestas de Foro de Asturias, BNG y UPN, a las que se suman 21
pactadas con UPyD, UPN, Foro de Asturias, ERC y Coalición Canaria en
la última Comisión de Educación.
De las enmiendas aceptadas por los 'populares' destacan dos de UPyD.
La primera de ellas, refuerza en el articulado del proyecto el
carácter vehicular del castellano en la enseñanza de todo el Estado,
que ha provocado el rechazo de los grupos nacionalistas; y la
segunda dota al profesorado de la condición de autoridad pública.
Entrará en vigor el próximo curso
El PP aprueba la 'Ley Wert' con la
oposición del resto de grupos
EFE www.gaceta.es 10 Octubre 2013
Los partidos de la oposición han ratificado su compromiso de
derogarla en cuanto cambie el Gobierno. La reforma educativa entrará
en vigor previsiblemente el próximo curso.
El pleno del Congreso ha aprobado hoy, exclusivamente con la mayoría
del PP, la reforma educativa, que ha sumado el rechazo generalizado
de la oposición al considerarla privatizadora, adoctrinadora e
invasora de competencias autonómicas, por ejemplo, en las lenguas
cooficiales.
La reforma presentada por el ministro de Educación, José Ignacio
Wert, y aplaudida desde la bancada popular, ha salido adelante con
182 votos favorables, 137 en contra y dos abstenciones -Foro
Asturias y UPN-.
Los partidos de la oposición que la han rechazado, excepto UPyD, han
ratificado su compromiso de derogarla en cuanto cambie el Gobierno
para elaborar una nueva que cuente con el máximo consenso.
Este ha sido el último paso por el Congreso del proyecto de Ley
Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) antes de ser
enviado al Senado y, la que será la séptima reforma educativa de la
democracia, entrará previsiblemente en vigor el próximo curso.
En el debate previo a las votaciones, Wert ha destacado la necesidad
de cambiar el actual modelo educativo porque provoca una alta tasa
de abandono escolar temprano y ocasiona al sistema que cada
repetidor de la educación obligatoria incremente el coste en una
media próxima a los 7.000 euros.
Dado que el 40 % de los alumnos ha repetido al menos una vez a los
15 años, el coste global puede ascender a 24.000 millones de euros,
ha explicado.
La oposición, en contra
La oposición ha achacado que la Lomce se ha hecho sin "consenso",
pero Wert ha comentado que no se debe a la "la falta de voluntad de
diálogo" de su departamento y que espera que en el trámite del
Senado "haya una disposición al diálogo más constructiva".
Frente a las críticas de las formaciones nacionalistas sobre el
modelo lingüístico que fija la Lomce, Wert ha asegurado que esta
norma es la primera que reconoce el modelo de "inmersión
lingüística" y deja sentadas las condiciones de oferta escolar en
castellano conforme al bloque constitucional.
En cuanto a las evaluaciones externas y homogéneas que introduce la
reforma al final de cada etapa, ha dicho que no son "reválidas",
sino pruebas orientadas a detectar las dificultades de aprendizaje
precozmente y comprobar si se han adquirido las competencias
necesarias para pasar de ciclo.
El ministro ha recordado el estudio reciente de la OCDE en que los
adultos españoles se sitúan a la cola en comprensión lectora y
matemáticas, y ha citado al subdirector de Educación de dicho
organismo, Andras Schleicher, para concluir que se ha producido un
"estancamiento" de la adquisición de competencias tras el avance de
la universalización de la enseñanza básica.
El diputado socialista Mario Bedera ha replicado que el mismo
experto aseguró en 2007 que las medidas de la Ley Orgánica de
Educación (LOE), en vigor desde 2006, coinciden con las mejores del
mundo.
El pleno ha votado también contra la mayor parte de las más de 700
enmiendas parciales presentadas a la Lomce, y ha ratificado el
dictamen de la Comisión de Educación, donde se incorporaron las 42
introducidas por el PP y una treintena más pactadas.
Frente común contra la Ley del PP
Tras el debate, la oposición -con la presencia del líder del PSOE,
Alfredo Pérez Rubalcaba- se ha reunido frente al Congreso con
representantes de la Plataforma Estatal por la Escuela Pública para
hacerse una foto conjunta y ratificar su compromiso de derogar la
Lomce.
La Lomce, según la oposición, nace "muerta", y tanto ERC como Amaiur
han advertido de que no se aplicará en Cataluña ni el País Vasco.
"Será un zombi que se arrastrará torpemente hasta que el PP pierda
la mayoría absoluta", ha señalado el diputado de Compromís, Joan
Baldoví.
Carlos Martínez Gorriarán, de UPyD, ha resaltado que su formación
está en contra de la globalidad de la Lomce, pero se ha felicitado
por que se hayan aceptado algunas enmiendas como la que establece
que el castellano sea lengua vehicular de la enseñanza en todo el
país o que los directores y profesores se consideren autoridad
pública.
En la tribuna de invitados de la Cámara baja han estado
representantes de la comunidad educativa, muchos de ellos vestidos
con la camiseta verde a favor de la escuela pública, que también han
exhibido los diputados de Izquierda Plural.
El gran timo de los sindicatos
Kiko Méndez-Monasterio www.gaceta.es 10 Octubre 2013
CC OO y UGT han cambiado lo vertical por lo piramidal, como las
estafas, en su poder tenebroso.
En la portada de hoy están los cuatro gatos de los que hablaba
Chaves, que resultaron cuatrocientos, y todavía no sé si el director
va a publicar esta columna o necesitará también el espacio para
publicar la larga lista de imputados, que parece el muro de los
soldados muertos en Vietnam, pero en versión infame. El latrocinio
que ha perpetrado la izquierda andaluza no tiene precedente cercano,
y hay que remontarse al oro de Moscú para contemplar otro saqueo
parecido. Ahora entendemos ese empeño sindical en mantener sus
cuentas opacas hasta las tinieblas, claro, si a su lado Bárcenas es
uno de esos golfillos que pintaba Charles Dickens, aspirando sólo a
robar pañuelos y peniques. Cualquier negocio mefítico –de Filesa a
Gürtel– parece un timo de barriada comparado con las megaestructuras
sindicales.
En pleno zapaterismo, cuando LA GACETA publicó las vacaciones en el
mar de Toxo, el sindicalista se ofendió con formas de un preboste
del régimen. “¿A ti qué te importa?”, le espetó al periodista que le
preguntaba por su afición a los cruceros por el Báltico, más
concretamente por quién se los pagaba. Dejando aparte las
consideraciones estéticas que planean sobre quienes se fotografían
con el fondo de la escalera del Titanic, todavía entonces era
necesario explicarle al jerarca que sí que importa el pagador de su
solaz.
Convertidos en ministerios permanentes –e incontrolables– CC OO y
UGT han cambiado lo vertical por lo piramidal –como las estafas–,
hasta convertirse en el poder más tenebroso de la democracia. A
nadie rinden cuentas del dinero que reciben de todas las
administraciones que soporta el contribuyente: del municipio, de la
provincia, de la autonomía, del estado y de Europa. Y menos que a
nadie a los trabajadores, a los que han chuleado durante décadas,
enriqueciéndose ellos mientras el paro cabalgaba como la peste,
arrasándolo todo.
Este despotismo sin ilustrar –izquierda de jamón de bellota y love
boat– ha mantenido sus privilegios durante décadas porque
participaba del monopolio de la violencia, porque sólo con levantar
la pancarta de guerra se terminaba la paz social. Los gobiernos de
todos los signos pagaban las subvenciones con el mismo entusiasmo
con el que los camioneros pagaban a Jimmy Hoffa. Han sido la guardia
de corps del régimen, bien alimentados, como esos animales
gordinflones y rosados que lideraban la rebelión en la granja de
Orwell. Son establishment sin necesidad de corbata. Incluso parece
que fomentan ese indisimulado aspecto de haragán, que es la nueva
versión de las chaquetas blancas.
La inexistente marea nacionalista
en Cataluña
Luis del Pino
Libertad Digital10 Octubre 2013
Personalmente, uno de los mitos que más me sorprende es ese
mantra, tantas veces repetido, de que la sociedad catalana está
experimentando una imparable marea nacionalista en los últimos años.
¿Qué hay de cierto en semejante afirmación, que tanta gente da por
buena?
Acudamos a los resultados de las elecciones autonómicas de los
últimos 30 años para comprobarlo.
La siguiente gráfica muestra la evolución en el número de escaños
obtenidos en el parlamento catalán por las fuerzas nacionalistas
(CIU, ERC, CUP, SI), por las fuerzas constitucionalistas (PP, Cs y
CDS) y por los que han jugado siempre a nadar y guardar la ropa, sin
llegar a decantarse claramente por un bando o por otro (PSC, ICV).

Y esta otra gráfica muestra la evolución en porcentaje de voto, a
lo largo del mismo periodo de tiempo:

¿Dónde está esa supuesta marea nacionalista? Pues solo en la
imaginación de algunos. Los nacionalistas están hoy lejos de los
máximos históricos conseguidos hace veinte años. Ni el
adoctrinamiento, ni la propaganda, ni el control de los medios de
comunicación, han servido para convertir en hegemónico el
nacionalismo; para lo único que han servido es para empobrecer a los
catalanes y limitar sus libertades.
La única marea creciente que se está experimentando en Cataluña
es, justamente, la de los constitucionalistas, que tienen hoy el
triple de votos y cuatro veces más escaños que hace veinte años.
Todo el ruido y la furia contenidos en ese órdago que ha lanzado
el nacionalismo catalán para tapar la corrupción, los recortes y el
despilfarro, no ha servido en absoluto para impulsar el
nacionalismo. Tan solo ha servido para polarizar a la sociedad y
para que los partidos que han jugado a no ser ni chicha, ni limoná
(traicionando de ese modo, por cierto, sus ideas de izquierda) se
desplomen y vean cómo sus votos son absorbidos por quiénes sí están
dispuestos a decir, alto y claro, que la Constitución es la única
garantía de libertad que los españoles (y en particular los
catalanes) tenemos.
******************* Sección "bilingüe"
***********************
Rajoy y la ‘doctrina Parot’
Román Cendoya www.gaceta.es 10 Octubre 2013
La nueva política del PP donde hay nacionalismos es vestirse de
folclóricos para mimetizarse.
El PNV, el partido político de “Dios y las leyes viejas”, ha
asegurado: “La derogación de la doctrina Parot sería un paso gigante
para la paz”. Al PNV le parece importantísimo para la paz que los
violadores y asesinos de las niñas de Alcásser queden en libertad.
Porque esos, los de Alcásser, en nada son diferentes a los demás
delincuentes a los que se les ha aplicado esa doctrina judicial. Así
es el PNV. Siempre con los terroristas. Nunca tiene ninguna duda.
Todo lo que pueda ayudarles, ahí está. Y si se benefician de sus
políticas violadores o pederastas no importa. Todo vale por Euskadi.
Con este PNV es con el que el PP arrastrándose, porque no es
necesario para nada en el Parlamento Vasco, ha firmado un acuerdo
presupuestario. La nueva política del PP donde hay nacionalismos
–País Vasco y Cataluña– es vestirse de folclóricos para mimetizarse
con el paisaje.
El Gobierno de Mariano Rajoy tiene todo un papelón ante sí. Quizás,
no me extrañaría nada, Rajoy esté deseando que el Tribunal de
Estrasburgo falle en contra de la doctrina Parot y así ceder al
chantaje de los terroristas, cumplir con la hoja de ruta de
Rodríguez Zapatero y excarcelar a asesinos en masa. Sin necesidad de
instancias internacionales ya dejó en libertad a Bolinaga que sigue
por las calles de Euskadi paseando tranquilamente, vivito y
coleando. ¿En caso de que la doctrina Parot, establecida en los
tiempos que gobernaba el PP, sea rechazada por Estrasburgo, el
Gobierno Rajoy va a acatarla y aplicarla? ¿Tienen preparada la
batería de medidas oportunas para retrasar la aplicación de la
misma? ¿Está dispuesto el Gobierno a no acatar la sentencia? ¿Dónde
queda la soberanía nacional? Hay que recordar que la doctrina Parot
no es la aplicación de una ley con carácter retroactivo sino que es
la aplicación de una interpretación de una ley. Faltaría más que un
Estado no pueda tener esa capacidad.
Los buenistas dicen que cómo no va a acatarse la sentencia y que
para eso hemos firmado acuerdos internacionales. ¿Cuántos son los
países que no han acatado ni aplicado las resoluciones de las
Naciones Unidas?
El sistema judicial español ya es suficientemente generoso al
establecer un tiempo máximo de cumplimiento de condenas. ¿Por qué
alguien que está condenado por múltiples asesinatos a cuatrocientos,
cuatro mil o los años que sean va a cumplir un máximo de treinta
años? Este sistema tan generoso con los delincuentes convierte el
asesinato en una especie de oferta de hipermercado de la muerte. Es
una invitación al “mate doce por el precio de dos” o algo tan
sugerente como “a partir del segundo asesinato el resto se los
regala el Estado”.
Quedamos a la espera de la sentencia y de la actitud de Rajoy.
Cataluña
Un deber de solidaridad
Eduardo Goligorsky Libertad Digital 10 Octubre 2013
Los ciudadanos españoles, incluidos los catalanes que comparten esta
condición, tienen un perentorio deber de solidaridad con los cientos
de miles –no millones– de compatriotas que, seducidos por un puñado
de demagogos, se dejaron arrastrar a la aventura secesionista. No es
hora de abrumar con recriminaciones a las víctimas del engaño, que
ya bastante castigo tienen después de haber comprobado que los
falsos mesías se burlaron de ellos al describirles como la soñada
Ítaca lo que no era más que una ínsula Barataria aislada del mundo
circundante. La cruda realidad les ha revelado que esos falsos
mesías tenían plena conciencia de que sus promesas estaban viciadas
de nulidad desde el vamos, y que si insistían en reclutar prosélitos
para la empresa imposible era porque sentían un cruel desprecio por
lo que para ellos no era más que la plebe obediente.
Pescadores de almas cándidas
Solidaridad y compasión es lo que debemos tributar a esos
conciudadanos que cayeron en las redes de la campaña masiva de
lavado de cerebro organizada desde la cúpula del poder local. Es
difícil evadirse de los engranajes de las máquinas totalitarias de
propaganda, hábilmente gobernadas por expertos en las técnicas de
seducción. Sobre todo cuando estos expertos son creyentes
incondicionales o escribas bien remunerados. Que de todo hay en la
viña del secesionismo. Lo único cierto es que a la hora del
desengaño debemos ser indulgentes y solidarios con quienes salen de
la trampa, y debemos ayudarlos a reincorporase a la sociedad normal.
Zygmunt Bauman explica los entresijos de este proceso de captación
de inocentes (LV, 8/9):
El poder es ejercido por medio de la seducción, de la tentación. Y
es simplemente menos costoso. Y más aceptable. Implica la
cooperación del sujeto. Si le coaccionas no puedes contar con su
cooperación, pero si le seduces está listo para darte sus servicios.
Volvemos a algo que Étienne de la Boétie, según Montaigne, presentó
como la servidumbre voluntaria: estamos dispuestos a complacer,
queremos ser seducidos, tentados. Es lo que intentan hacer los
gobiernos inteligentes: atraer a la gente a la sumisión.
La única objeción que cabe hacer a este análisis es que, en nuestro
caso, no se trata de un gobierno inteligente sino de una camarilla
endogámica, para la cual los candidatos a la sumisión sólo componen
un rebaño vulnerable, de quita y pon en el marco de sus planes
autoritarios.
En su última pirueta dialéctica, la de la tercera vía, el
secesionista simpático Josep Antoni Duran Lleida, fogueado en estos
tejemanejes, no se priva de exhibir el cebo favorito de los
pescadores de almas cándidas (LV, 23/9):
Soy consciente de que hoy estamos descaradamente en una
confrontación de sentimientos (…) Los sentimientos son muy
importantes. No sólo no se pueden ignorar, sino que los tienes que
tener muy presentes.
A continuación, el previsor líder de Unió, reacio a dejarse barrer
por el desbarajuste que han montado sus socios, toma distancia de
estos ensayando lo que en alguien menos sinuoso que él se podría
interpretar como una reconciliación con la racionalidad:
El futuro de Catalunya no se puede decidir por el éxito de una o
cien manifestaciones, sino por la fuerza de las urnas y los votos.
(…) Nunca criticaré los sentimientos de la ciudadanía, pero me
desesperan -para no calificarlo de otra manera- los políticos que no
saben hacer nada más que alimentarlos primero y aprovecharse
después.
Con muchas deudas
Volvamos al deber de solidaridad que tenemos con aquellos
compatriotas que se dejaron gobernar por los sentimientos y se
sumaron a las columnas del hombre-masa. La inopia en que los ha
dejado sumidos la espantada de los falsos mesías tiene puntos en
común con la desazón que padecen las víctimas de la crisis bancaria.
Muchos clientes de los bancos creyeron en la palabra de sus asesores
de toda la vida, e invirtieron en preferentes o contrataron
hipotecas basura. Los perdió la confianza. Gobernantes, políticos y
medios de comunicación alimentaron esa confianza, que se apoderó de
gran parte de la sociedad.
Ahora hemos asistido, y todavía estamos asistiendo, a un fenómeno
muy parecido: todo el aparato del poder local y todos los medios de
comunicación afines a dicho poder se han confabulado para sacralizar
la opción secesionista y para convertir a quienes no la comparten en
parias.
En el caso de la independencia, como en el de las transacciones
bancarias, también hay un detalle que los responsables de la
operación ocultan a los profanos: la letra pequeña. Letra pequeña
que, en el caso de la independencia, no lo es tanto. Más bien es una
cláusula escrita con mayúsculas que debería estar a la vista de
todos. Pero que los secesionistas cínicos ocultan o tergiversan sin
ningún pudor. El artículo 49 del Tratado de la Unión Europea
estipula que todo nuevo Estado deberá iniciar desde cero los
trámites para ingresar en la UE, y que por tanto una Cataluña
independiente quedaría sola como un hongo. Sin España, sin UE, sin
OTAN, sin ONU. Sin euro. Pero con fronteras, con muchas fronteras. Y
con muchas deudas que no se cancelarán con la dación en pago. Josep
Ramoneda acaba de escribir (El País Semanal, 8/10) que para él "la
línea roja es ocultar la verdad para no desmoralizar a los
nuestros". ¿Confesará ahora estas verdades o seguirá ocultándolas y
yéndose por la tangente aunque ello lo convierta en cómplice de los
suyos en el desmantelamiento de Cataluña?
Esta realidad es la que ha provocado la espantada de la cúpula
secesionista y la que dejará huérfanos a sus seguidores.
Súbitamente, los gemelos Artur Mas y Oriol Junqueras proclaman su
afecto por España, esa misma España que un descerebrado e
innombrable conseller de Cultura (¡de Cultura!) de la Generalitat
calificó de "anomalía histórica" sin que lo destituyesen de manera
fulminante; esa misma España que según decretará un próximo cónclave
oficial de regimentados agitadores maniqueístas estuvo "300 años
contra Cataluña"; esa misma España que difaman los lenguaraces del
intrigante Diplocat financiados por todos los españoles.
Los cabecillas del secesionismo corren en círculos como pollos
decapitados sin saber dónde meter los contradictorios proyectos con
que hipnotizaron a la minoría del 36,5 % del censo que votó el
Estatut y que más tarde se congregó en manifestaciones que siguieron
representando a la "minoría más activa y organizada" (Francesc-Marc
Álvaro dixit, LV, 6/5).
Su propio veneno
Para enredar mejor a los incautos, los secesionistas no vacilan en
disfrazar a esta minoría de mayoría. Políticos y escribas del
régimen machacan a la opinión pública en discursos, artículos
periodísticos y tertulias con el latiguillo de la mayoría, sobre
todo en relación con el Estatut del 36,5% y con las manifestaciones
a las que atribuyen un hacinamiento contranatura. Movidos por la
soberbia, pretenden hablar, además, en nombre de Cataluña, como si
el territorio les hubiera otorgado un poder notarial brotado del
suelo, o en nombre de los catalanes, como si todos los individuos se
hubieran fusionado en un hombre-masa parlante. Harto de abusos,
Francesc de Carreras protestó (LV, 17/8):
El señor [Jordi] Pujol no tiene ningún derecho, y eso sí que va
contra toda lógica, a hablar en nombre de Catalunya, es decir, de
todos los catalanes. Por favor, hable en su nombre, señor Pujol, y
deje de hablar en el mío.
Antonio Robles le propina el mismo varapalo a Artur Mas: "No en
nombre de Cataluña" (Libertad Digital, 26/9). E incluso un
nacionalista con arranques de ecuanimidad, Antoni Puigverd, se
pronuncia "Contra la sinécdoque", o sea el uso de una parte de algo
para representar el todo (LV, 13/9) y advierte:
Esta es, en efecto, la tentación del soberanismo: identificar el
país entero con la gente de la Vía. Fue un éxito, pero las encuestas
y las elecciones ofrecen otros datos: todavía es altísimo, sin ir
más lejos, el porcentaje de catalanes con doble sentimiento de
pertenencia.
Los falsos mesías del secesionismo se dieron el lujo de hacer saltar
por los aires la tradicional cohesión de la sociedad catalana:
fomentaron choques entre familiares, amigos, vecinos, empresarios,
trabajadores, sacerdotes, feligreses, intelectuales, maestros,
discípulos. Se jactaron de haber enfrentado a Pere Navarro con su
padre. Intentan ensanchar distancias entre los españoles residentes
en Cataluña y los parientes que dejaron en otras comarcas. Practican
la ingeniería social típica de los regímenes totalitarios cuando
adoctrinan a los niños sin respetar la opinión de los padres.
Ahora están probando una ración de su propio veneno. El veneno del
enfrentamiento cainita. La certidumbre de que el choque no se
producirá con el tren español sino contra la frontera de la Unión
Europea, y de que una Cataluña independiente deberá comprar el euro
en las casas de cambio, los ha metido en un callejón sin salida
donde afloran todas sus rivalidades y sus desmesurados apetitos de
poder. Los que hasta ahora eran sus crédulos seguidores se han
quedado sin brújula. Es la hora de cicatrizar heridas, olvidar
agravios y restablecer vínculos. Es la hora de la solidaridad entre
conciudadanos y compatriotas. Los que quedarán fuera, disfrutando de
su dorado retiro en alguna Ítaca ampurdanesa o caribeña, serán los
caducos sembradores de odios y discordias. Nadie los echará de
menos.
¿Quienes son los pirómanos en Cataluña?
Vicente A. C. M. Periodista Digital10 Octubre 2013
Alguien que ha reconocido que si está en política por más de tres
décadas es porque fuera de ella no tendría cómo subsistir,en sus
palabras "¿de qué iba entonces a vivir?", solo puede merecer un
calificativo: el de parásito de la sociedad. Porque los políticos se
han convertido de supuestos servidores de la sociedad a servirse de
la sociedad para su interés personal. Y lo peor es que además de las
prebendas, chollos diversos como disfrutar de coches oficiales,
dietas, etc., se han dotado de inmunidad como diputados con el
aforamiento. Un estatus inaceptable que debe ser eliminado.
Es por eso que cuando alguien así perteneciente a un partido
minoritario como Unió, se mueve en la ambigüedad farisáica y se
dedica a mentir sobre la realidad de España y el desafío
secesionista del nacionalismo catalán, hay que ponerle en su sitio y
desnudarle ante la opinión pública. Porque resulta que el Sr. Durán
y Lérida, aragonés de origen transformado en nacionalista catalán,
se está dedicando a mentir descaradamente en la sede de la ONU,
calificando al Gobierno de España de pirómano, cuando el responsable
del incendio no es otra sino la Generalitat y los dos partidos
políticos que sustentan a su Gobierno, CiU y ERC. Artur Mas y Oriol
Junqueras como máximos incendiarios e instigadores de la ruptura de
la sociedad en Cataluña y la ruptura de España.
El Sr. Durán y Lérida ya no puede engañar a nadie, aunque las
encuestas aún le aupen al primer puesto en la valoración de los
políticos. La verdad es que sus mesuradas formas de plantear los
temas pueden inducir a la falsa percepción de estar ante un
"estadista", cuando no es más que una acitud farisáica de un
discurso camaleónico en función del foro donde se pronuncie. Sus
últimas declaraciones en la sede de la ONU, confirman esta forma
desleal de proceder. Y este sujeto es lo que se ha calificado como
representante del nacionalismo catalán "moderado". Lo cierto es que
su violencia verbal al denigrar al Gobierno de España, es todo menos
moderada.
Pero la triste realidad es que todos los Gobiernos que han habido en
España han querido "templar gaitas" con ese nacionalismo catalán
insaciable en sus demandas y con una férrea determinación en su
camino hacia la independencia. Su insatisfacción solo es superada
por la política de inducción del odio hacia España y la asfixia de
cualquier manifestación que no coincida con sus postulados
soberanistas. Décadas de manipulación de la enseñanza y de la
llamada "inmersión lingüística" por la que el idioma común, el
español, ha intentado equipararse a cualquier otro idioma extranjero
como el inglés o el alemán. Una dictadura que ha sido respondida
tímida y cobardemente por esos Gobiernos de España, permitiendo un
Estatuto inconstitucional y la violacion de los derechos de los
españoles catalanes que se sienten indefensos y abandonados.
Es por eso que ahora el próximo sábado 12 de octubre, existe la
oportunidad de que esa parte importante de la sociedad catalana
demuestre que no está acobardada por el fascismo excluyente del
nacionalismo catalán secesionista. No hay que dejarse amedrentar por
los perros rabiosos del ultranacionalismo y exigir que las fuerzas y
Cuerpos de Seguridad, es decir los Mossos, impidan el enfrentamiento
provocado por esos intransigentes y fascistas. La libertad se gana
en la calle y no debemos permitir que se coarte de ninguna forma y
mucho menos con la amenaza violenta de unos energúmenos radicales y
anti democráticos. Si quieres ser libre acude y manifiestate.
Día de la Hispanidad
El 12 de octubre en la plaza de Cataluña
Cristina Losada Libertad Digital 10 Octubre 2013
El año pasado un grupo de catalanes desconocidos para el gran
público, ciudadanos anónimos, como se suele decir, aunque tengan
nombres y apellidos, decidió convocar el 12 de octubre, día de la
fiesta nacional y día de la Hispanidad, una concentración en la
plaza de Cataluña de Barcelona. El lema gráfico que eligieron era un
corazón, mitad cuatribarrado, mitad rojigualdo, en origen la misma
bandera, que no querían partir ni querían que se lo partieran. La
iniciativa tuvo una acogida espectacular. Más aún si se tomaba en
cuenta el poco tiempo de preparación, la bisoñez en tales lides de
los organizadores y la escasez de dos medios capitales para el éxito
de un acto público: los medios materiales y los medios de
comunicación.
Lo esencial y lo interesante del 12-O no era, sin embargo, el
aspecto cuantitativo, como tampoco lo es este año, en que repiten
fiesta en el mismo sitio a la misma hora. El 12-O no se hace para
medir fuerzas. No está en la competición infantil por ver quién hace
la manifestación más gorda. No entra en la representación de la
falacia del "choque de trenes". Sólo el nacionalismo necesita y por
ello prepara larga y cuidadosamente esa clase de demostraciones, que
utiliza como patente de corso para exigir que se aparten sin
miramientos, como si fueran vulgares escollos, los procedimientos
regulares –legales– de la democracia. Estaría buena que el ciudadano
de un Estado democrático tuviera que pelear en la calle el
mantenimiento de sus elementos fundacionales.
El sentido de la concentración en la plaza de Cataluña que habrá
este sábado no es siquiera político, en la medida en que lo político
implica refriega y batalla. Por eso yerran los que lo ven como una
contramanifestación, como una salida de los partidarios de seguir en
España frente a la salida de los partidarios de separarse, y se
ponen los manguitos del contable para hacer el recuento. Son actos
de naturaleza distinta. Y no menos por el hecho de que las Diadas y
cadenas separatistas son movilizaciones, nunca mejor dicho,
orquestadas con el concurso del poder más cercano e influyente. O
por el hecho de que en Cataluña se haya instalado una ideología
oficial que aboca a la marginalidad civil, al silencio, en el mejor
de los casos, al que no sea nacionalista en algún grado de la escala
de Richter.
El 12-O tiene un valor añadido visto desde el resto de España, y sus
organizadores lo han resaltado con acierto en su convocatoria: "No
todos los catalanes somos independentistas: si bien esta afirmación
no debería ser necesaria, vivimos en tiempos que la situación
obliga". La política de confrontación de Mas no sólo está generando
una fractura en la sociedad catalana. Está provocando también que,
frente al "queremos irnos", aparezca el "queremos echarlos". El acto
del 12-O es un gesto para recordar lo que se pierde de vista tantas
veces en la turbia espiral de las pasiones, es decir, lo obvio:
Cataluña es España.
El proceso soberanista catalán se ha
convertido en el modelo admirado por el nacionalismo vasco radical.
Florencio Domínguez. La Vanguardia 10 Octubre 2013
" Mientras el PNV observa con
cautela y distancia lo que ocurre en Cataluña, la antigua Batasuna
lo sigue entusiasmada y con envidia no disimulada. Apenas celebrada
la cadena humana del Once de Septiembre bautizada como Via Catalana,
la izquierda abertzale ha introducido en su lenguaje el concepto de
la vía vasca por puro mimetismo.
En otra época, eran los nacionalistas radicales de Cataluña los que
buscaban su inspiración en el País Vasco, en Batasuna y en sus
organizaciones afines, y les ofrecían su solidaridad, su apoyo
político y hasta respaldo electoral. Ahora se ha invertido el
modelo. Los que antes iban de profesores de independentismo son
ahora alumnos. Hasta ETA dirige su atención hacia lo que esta
ocurriendo en Cataluña. En un boletín enviado a sus presos el pasado
mes de julio, la banda terrorista escribía: "Los pasos que se prevén
para llevar a cabo un referéndum por el soberanismo en una parte de
los territorios catalanes han agitado de forma importante la
situación en los últimos meses. El debate que se ha generado, además
del escándalo que ha provocado en España, tiene también influencia
directa en Europa y en Euskal Herria". Este documento etarra
establecía como una línea de trabajo de la izquierda abertzale dar
prioridad a las alianzas en Escocia, Flandes y Cataluña.
Tres son los factores que resultan particularmente atractivos para
ETA y los partidos de la izquierda abertzale. En primer lugar, la
actitud de desafío del nacionalismo catalán frente al Estado, la
amenaza de actuar por las bravas, sin ajustarse al marco
constitucional. El segundo factor que les interesa es la actuación
conjunta del nacionalismo, tanto del que representa al centro
derecha, como el que aglutina a la izquierda. En tercer lugar, el
conflicto catalán supone para ETA, Sortu y demás siglas la
existencia de un problema que debilita al Estado, lo que ofrece
posibilidades de abrir otro conflicto en el País Vasco aprovechando
la debilidad de las instituciones constitucionales.
[...] El ejemplo catalán, sin embargo, ha tenido un curioso efecto
en las bases de la izquierda abertzale. Muchos de sus militantes
miran admirados las movilizaciones catalanas y comparan ese
activismo independentista con la relativa tranquilidad de la
situación en Euskadi. De esa comparación salen abundantes críticas
contra los dirigentes de la izquierda abertzale a los que se acusa,
sottovoce, de no estar a la altura de los catalanes".
Policía y Guardia Civil no muerden el
anzuelo del último engaño de ETA
Juan de Dios Colmenero www.elsemanaldigital.com 10 Octubre 2013
Lo dicen ellos mismos. Conviene no olvidar su estrategia. Batasuna,
la izquierda abertzale, ha dejado de ser el brazo político de ETA.
Ahora ETA es la brazo armado de Batasuna.
La disolución de ETA ni está ni se la espera.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado lo tienen claro: "A
día de hoy no tenemos ningún indicio de que ETA vaya a anunciar su
disolución". Es lo que hay. Puede que venga "otro comunicado hablado
de abandonar armas". Puede que pongan en circulación un vídeo casero
que ya tienen, y donde se aprecia a varios encapuchados desalojando
zulos con armas. Puede que intenten escenificar el inicio de una
entrega de arsenales. Pero las informaciones de que disponen en este
momento, tanto los servicios de información de la Policía como de la
Guardia Civil, concluyen que la disolución "ni está, ni se le
espera".
En su último comunicado dejaron claro que no piensan renuciar a su
trayectoria de "lucha armada". No pueden "dejar de estar", aunque
hayan "dejado de hacer". Y esto es así, porque ETA necesita
capitalizar su pasado, para pilotar el presente y el futuro
inmediato. La actual situación sigue siendo idónea para la banda
terrorista y su entorno. Les va muy bien y no hay presión. Esta
situación es calificacada desde el entorno más radical como
"inversión de valores". Han cambiado las cosas, han cambiado los
tiempos, pero la presión debe ser la misma.
Ejemplos en el día a día los ha habido y los habrá. Se trata de
escenificar la presencia. Y ya no sólo por los permisos
penitenciarios de supuestos etarras arrepentidos, o los paseos de
Bolinaga, que ahí continúa, sino por las circunstancias, por el
clima, por el ambiente de miedo, de silencio, de chantaje, que sigue
más presente que nunca en el País Vasco. El obstaculizar a la
policía vasca, por ejemplo, como hizo en su momento la dirigente de
EH-Bildu Laura Mintegui cuando iba ser detenida una miembro de ETA.
Este fue un ejemplo claro. Lo hizo además espetándole al policía eso
de "usted no sabe con quién está hablando" avisando al miembro de la
Ertzaintza de su disposición a mover todos los resortes del poder
"tengo el móvil del consejero de Justicia, y lo puedo llamar ahora
mismo", le dijo la dirigente de Bildu al policía vasco.
Desafios al Estado, chantaje a las Instituciones, apoyos explícitos
a los terroristas desde los ayuntamientos que controla o gobierna la
izquierda abertzale. Todo eso continúa. En realidad, tal y como dice
el profesor Rogelio Alonso, "los procesos de finalización del
terrorismo que descansan en la impunidad y renucian a la Justicia no
terminan con la violencia, ésta podrá disminuir, pero el terrorismo
no desaparece".
La actual estrategia la desveló un dirigente de ETA en una carta que
escribió bajo el seudónimo
El origen de la actual situación hay que buscarlo en la legalización
de Bildu. Ha servido para contrarrestar la debilidad operativa de
ETA, fortaleciéndola en el ámbito político y social, dimensiones
estas en las que el Gobierno, que tanto publicitó los éxitos
policiales, fracasó rotundamente, como evidencia el éxito electoral
de la "izquierda abertzale". ETA está aprovechando los éxitos
obtenidos en estos frentes para contrarrestar una situación muy
desfavorable en el ámbito operativo, que también lo fue en el
terreno político hasta su reciente fortalecimiento electoral. Lo
ponía de manifiesto el testimonio de un alto dirigente de ETA que
bajo el seudónimo de Mikel Etxeberria escribía en Gara lo siguiente:
"Durante los últimos años nos han vendido la victoria política sobre
la izquierda abertzale y la derrota militar de ETA. La realidad ha
aniquilado esa falacia (...). Han fracasado porque hemos invertido
los valores de la situación, y de la presunta derrota hemos pasado a
la demostración de fuerza e iniciativa política (...). En plena
ofensiva hispano-francesa dimos vuelta al teatro de operaciones y
nos colocamos en ventaja política. Eso sí, no olvidemos que el
Estado son ellos, lo que significa que lo único que hemos hecho por
el momento es colocarnos bien para el nuevo ciclo". El mismo autor
(dirigente de ETA) sostenía: "El Estado ha perdido el control del
escenario político y también, de forma notable, su peso específico
en la sociedad vasca. Ha dejado atrás la iniciativa política y el
aliento social".
Lo dicen ellos mismos. Conviene no olvidar su estrategia. Batasuna,
la izquierda abertzale, ha dejado de ser el brazo político de ETA.
Ahora ETA es la brazo armado de Batasuna. Sigue siendo una tarea
pendiente y la verdadera razón por la que la disolución de ETA ni
está, ni se le espera.
educación
Wert se vuelve a quedar solo en la defensa
de la Lomce
DAVID VALERA | MADRID El Correo10 Octubre 2013
El Congreso aprueba la reforma educativa con el único apoyo del PP
Toda la oposición acusa al ministro de “imponer” la normativa en
contra de profesores y alumnos
Por enésima vez el Gobierno se quedó solo en el Congreso en su
defensa de la reforma educativa que ha aprobado hoy la Cámara Baja
por 182 votos a favor, 137 en contra y 2 abstenciones. La mayoría
absoluta del PP permite a la normativa iniciar su trámite en el
Senado, pero no evita camuflar la imagen de aislamiento de los
populares. Una soledad más evidente que nunca al no lograr ni
siquiera el apoyo de Foro Asturias y UPN -tradicionales aliados
parlamentarios de los populares y que en esta ocasión se
abstuvieron-. Todos los partidos de la oposición ha mostrado su
rechazo a la ley y la mayor parte ha reiterado su voluntad de que
sea derogada en cuanto cambie el signo político del Ejecutivo.
Wert, más calmado que en otras ocasiones, ha repetido el
argumentario establecido en su departamento desde que el Consejo de
Ministros diera luz verde a la Lomce el pasado 17 de mayo y que
consiste en negar todas las acusaciones. De esa forma, ha rechazado
que la normativa suponga una segregación, rompa con la igualdad de
oportunidades, desmantele la educación pública o ataque al catalán.
Todas unas críticas que ha tachado de “descalificaciones nacidas del
prejuicio”. En su opinión, la reforma solo intenta paliar el elevado
abandono escolar. “Mantener una tasa que duplica la media de los
países de la UE. Eso es un drama social y un drama económico”, ha
asegurado. El ministro también ha culpado de este abandono a la
“excesiva rigidez del sistema”, un aspecto que confía subsanar con
los nuevos itinerarios y la implantación de la Formación Profesional
Dual.
Wert ha señalado que la repetición de alumnos es “una lacra” que
crea una dificultad grave en la gestión. “Cada repetidor incrementa
el coste del sistema una media de 7.000 euros. Si a los 15 años tasa
de repetición 40% el coste global es de 24.000 millones de euros”,
ha afirmado. Por eso el ministro ha defendido las evaluaciones
externas como la mejor herramienta para detectar estos problemas.
Sobre la polémica del catalán, el titular de Educación volvió a
desmentir que en la Lomce exista una “minusvaloración” hacia las
lenguas propias. Las lenguas cooficiales tienen el mismo rango que
el castellano. “No hay ningún ataque a la inmersión lingüística”.
Por último, ha asegurado que los centros públicos ganarán en
autonomía al desprenderse del “corsé legislativo” que marcada por la
normativa actual.
"Un desatino de ley"
La oposición tampoco se movió un ápice de las críticas vertidas
desde el inicio del trámite parlamentario. El responsable de
Educación del PSOE, Mario Bedera, ha calificado de “desatino” la ley
Wert por crear problemas donde no los había y ha lamentado que el
Gobierno culpe de todos los males a las leyes aprobadas por
gobiernos socialistas. Bedera ha hecho hincapié en la falta de
consenso de la normativa y ha denunciado que la tramitación
parlamentaria ha sido un “soliloquio” y “un absoluto autismo” por no
escuchar a la comunidad educativa. “Ustedes no negocian, solo
imponen”, ha declarado e incluso se ha atrevido con un vaticinio:
“Se le recordará como el ministro que trató de acabar con la
educación pública”.
Una crítica similar a la realizada por Izquierda Plural. Su
portavoz, Caridad García, accedió a la tribuna de oradores con la
camiseta de la ‘marea verde’ para mostrar escenificar su defensa de
la educación pública. “Esta ley es un atentado contra el sistema
público y por ende un ataque a la igualdad. Es una norma que segrega
y mercantiliza la educación", ha asegurado.
Por su parte, los partidos nacionalistas han centrado sus críticas
en la polémica lingüística. El portavoz de CiU, Martí Barberá, ha
afirmado que la Lomce “envía al catalán a un tercer orden”.
“Nosotros respetamos al castellano y al catalán. Son ustedes los que
no respetan al catalán”, ha declarado y ha advertido que la reforma
rompe el modelo que ha permitido la cohesión social. Más duro en sus
reproches ha sido el portavoz de ERC, Joan Tardá, al acusar a Wert
de tratar de “finiquitar” el catalán y ha adelantado al ministro que
la normativa “no se aplicará en Cataluña”. El PNV también ha
lamentado la “visión” uniformadora del Estado que consagra la Lomce
y ha acusado al ministro de retroceder 40 años. La anécdota de la
sesión la ha protagonizado el diputado de Amaiur, que ha
escenificado el “castigo” que supone la Lomce para las lenguas
cooficiales sosteniendo con los brazos en cruz dos carpetas y que ha
suscitado el reproche del presidente del Congreso.
ha comenzado hoy en san sebastián
Covite protesta por la conferencia de Aiete
ANTONIO SANTOS El Correo 10 Octubre 2013
Laura Martín, viuda de Juan Carlos García Goena, última víctima
mortal de los GAL, hoy en San Sebastián. / Efe
El colectivo de víctimas del terrorismo del País Vasco (Covite) ha
protestado en el exterior del Palacio de Aiete por la celebración de
una conferencia de paz que, en su opinión, pretende reforzar la idea
de que en Euskadi ha habido un "conflicto protagonizado por dos
bandos" entre "un Estado opresor y un Movimiento de Liberación
Nacional que defendió los intereses del pueblo vasco".
Laura Martín, viuda de Juan Carlos García Goena, última víctima de
los GAL, ha leído una carta que el colectivo ha entregado a los
participantes. En la misiva aseguran que "las víctimas del
terrorismo hemos oído de cerca los tiros en la nuca" y que los
damnificados por la violencia no están "dispuestos a tolerar que
quienes aún defienden políticamente que nuestros seres queridos
fueron asesinados por una noble causa se presenten como pacifistas
incomprendidos en el panorama internacional".
Martín ha recordado que esta semana se cumple el aniversario del
asesinato de Juan José Pulido Pavón, al que un etarra descerrajó
cuatro tiros en el tórax y otros dos en el cuello. En este sentido,
ha invitado a los participantes en la conferencia que hoy ha
arrancado en San Sebastián a preguntar "por qué la izquierda
abertzale no cree que estuvo mal" acabar con la vida de las 800
personas que conforman la macabra lista de asesinatos de ETA. Las
copias de esta carta han sido recogidas por un representante del
Ayuntamiento, que se ha comprometido a repartirla entre los
asistentes.
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