PROVINCIAS VASCONGADAS ESPAÑOLAS
Antonio García Fuentes Periodista Digital 16 Abril 2015
Cuando esto escribo, acabo de ver al presidente del PNV y al jefe
del gobierno autonómico, porfiar por “la independencia del país
vasco”, lo que me recuerda el dicho popular que afirma… “no le des
un beso a un tonto… que te pedirá más”; y es que los vascos (que
siempre tuvieron muchos más privilegios que el resto de españoles y
siguen teniéndolos) no se cansan de pedir; lo que también me
recuerda que gobernando Francia el general de Gaulle y aunque allí
los vascos no reclaman mucho, terminó por espetarles… “que no
insistan que se la doy” (la independencia); más o menos y algo
cabreado, terminó por decirles; lo que acalló las peticiones.
Según tengo leído, los vascos se reparten entre Francia y España,
alguna parte dicen que también en la parte de la actual Navarra (que
sí que fue reino independiente); por tanto “el país vasco” ni existe
ni existió, ni nunca fue independiente (similar ocurre con los
catalanes); por tanto el caso es aún más peregrino, que si los
andaluces arguyéramos que somos “el país o nación andaluza”, la que
curiosamente sí que tuvo cuatro reinos (Granada, Jaén, Sevilla y
Córdoba, cuando se desmembró el califato cordobés) y los que
siguieron como tales, en los blasones de los reyes de España. Los
vascos ni llegaron a condados, que sí que lo fueron en Cataluña,
pero dependiendo de “otras coronas”. El tan moderno idioma vasco, es
el resultado de varios dialectos de sus terruños, puesto que entre
ellos, tampoco hubo “mucha paz y andaban en grescas más o menos
continuas”; pero modernamente han confeccionado un idioma con
aquellas “menestras”.
El día 20 de Abril del 2005, fue pronunciada una conferencia, en la
sede de la REAL SOCIEDAD ECONÓMICA DE AMIGOS DEL PAÍS, de la ciudad
de Jaén. La pronunció, D. Ignacio Ahumada Lara, que es, Académico de
la Lengua Española y Catedrático en la Universidad de Jaén, también
en lingüística. Este doctor en lenguas, nos afirma (más o menos) que
la “lengua vasca” no existió hasta épocas muy recientes, puesto que
lo que existían entre las tierras españolas y francesas en que viven
vascos, son... “nada menos que ocho dialectos vascuences y que entre
ellos no se entendían unos con otros”, por lo que sobre el año 1960
(“en época de Franco”), logran y partiendo del dialecto guipuzcoano
o más concretamente de San Sebastián y su zona de influencia...
establecer lo que hoy se dice es una lengua vasca. Queda pues
demostrado que el dictador Franco no se opuso a ello, como tampoco
se opuso a que algún obispo catalán (dio nombre y diócesis),
emitiese todas sus homilías, escritos y demás comunicados, en el
idioma catalán; por tanto mucho de lo que dicen hoy los políticos,
son mentiras como en casi todo lo que hablan... (De mi artículo 506
“Idioma Español, Franco y otras cosas 21-04-2005).
Esa porfía o pretexto arriba indicado, ha ocasionado muy
recientemente casi un millar de muertos asesinados, entre los que
cuentan una importante cantidad de vascos, lo que demuestra que aún
dentro “del caldo vasco”, no se mira mucho hacia donde dirigieron
sus asesinatos los que decían defender al pueblo vasco y su idioma;
ETA para más concretar la banda asesina, a la que también cierta
cantidad de vascos, parecen adorar y endiosar como algo sublime para
ellos.
Aquel artículo lo terminé escribiendo lo que sigue, que por seguir
teniendo actualidad (muy tristemente por cierto) hoy repito por si
sirve para algo.
“yo mismo y nada menos que en 1963 y estando en la Plaza de
Cataluña, de Barcelona (centro del catalanismo, a mi entender) me
sorprendió una gran pancarta, instalada en aquellos bellos jardines
y que era de tamaño gigantesco... decía así... “25 anys de pau”
(creo recordar que se incluía “en España”)... fue la época en que se
conmemoraron por orden “del caudillo”, “sus 25 años de paz” y por lo
visto la propaganda en Cataluña, se hizo en el idioma nativo, lo que
me da a pensar que igualmente ocurriera en Galicia y las tres
provincias vascongadas (“entonces nadie sabía nada de un posterior
país vasco”)... nadie vea tendencia alguna sobre ello, soy hijo de
fusilado por “los de Franco” y por descontado que aquellos “25 años
de paz”, fueron para mí y muchos millones de españoles... “años de
lucha” (tengo un libro editado: “1939/1963- 25 años de lucha en
España”... pero las verdades hay que decirlas tal y como fueron y ya
he escrito y publicado bastante, sobre la “época de Franco... “que
igualmente tuvo parte menos negra o más blanca y donde gran parte de
España prosperó como ni imaginaba”... eso sí... “sin meterse en
política”, que como todos sabemos sólo había una... “El Movimiento”;
que inexplicable, pero felizmente... “se auto suicidó”, para dar
paso a la nueva era, “que nos alumbra” (cosa que no ha ocurrido en
ningún otro país)... y en la que ahora, en la actualidad... algunos
indeseables, tratan de remover, tumbas, tripas, vísceras y demás,
sobre unos hechos ocurridos hace ya casi siete décadas. Ya veremos
donde nos conducen... “estos juegos peligrosos... que puede que se
vuelvan contra los que insensatamente los están provocando
constantemente”.
Esta extraña España, siempre en luchas internas desde tiempo
inmemorial, cosa incomprensible para el verdadero español,
consciente de la gran historia que ocupa nuestra nación, “como tal”,
en la de todo el mundo y por largos siglos... que aquí, “poderes
incomprensibles, quieren ocultar o deformar de la forma más
canallesca”.
Escribí hace mucho tiempo que España es algo así como “un queso de
muchas leches”; y el mestizaje que en los animales (¿el hombre que
somos?) enriquece la especie en sus cruzamientos (que hablen de ello
“los pastores vascos” tan famosos que son; o fijémonos lo que hoy es
USA, o incluso Brasil con sus mestizajes)… aquí no parece haber dado
resultado; lo que es un misterio más para esta insólita España; que
debido a tantas cosas, va en la cola de los países “civilizados”,
debiendo ir en cabeza junto con no muchos más.
En otro artículo (6 Julio 2002) de los muchos que he escrito “sobre
estos temas” y refiriéndome a Vicente Blasco Ibáñez escribí lo que
sigue:
“En este año se cumple el centenario de una de sus obras más
conocidas (Cañas y Barro) escrita en 1902; pero entre otras muchas
más desconocidas y no menos interesantes, escribió dos años después
(1904) una obra que tituló “El Intruso” y que la sitúa en Vizcaya y
concretamente en su cuenca minera (hierro) y la villa de Bilbao, que
ha iniciado un esplendor debido a la coyuntura del mineral y con él,
llegan los millones a espuertas. Si bien habla de la sociedad vasca,
pero lo vasco para él, es lo vizcaíno, puesto que si apenas, se
refiere a Guipúzcoa, la que curiosamente dice es considerada como
“la Andalucía del norte”; no se refiere en nada a Álava, tampoco a
nada de lo posiblemente vasco de Navarra, e ignora igualmente lo
vasco de Francia... sin embargo insiste en los ancestros y raigambre
de lo vasco como pueblo, pero al que califica de primitivo, inculto
y sometido a un cierto fanatismo religioso, de la Iglesia Católica,
que en definitiva es la dueña de conciencias y la que dicta lo que
es bueno hacer y lo que no se debe hacer por malo y que conlleva ir
al infierno.
En el relato muy pormenorizado, se habla que incluso al
recalcitrante (escaso) se le domina a través del confesionario y por
mediación de las mujeres, que como sabemos... “son las que al final
mandan en casa”.
Al pobre inmigrante que en aquella época llega de diferentes partes
de España, se le desprecia y explota al máximo, sin tener nada en
cuenta, que es “la bestia de carga”, que con su enorme esfuerzo y
muchas veces con su vida... es el que aporta la base insustituible
de la riqueza que luego se transforma en enormes fortunas, en gentes
que derrochan el dinero en lujos y ciertos entretenimientos
(apuestas) que asombran a quienes no comprenden o comprenden muy
bien... “el drama del nuevo rico y que no sabe cómo gastar su
dinero”. (Hasta aquí el texto de V.B.Ibáñez)
Y por último sepamos algo de la historia vasca que toma impulso “de
la mano de Castilla”.
"En el nombre de Dios y de la virgen bienaventurada Santa María:
Sepan por esta carta quantos la vieren y oyeren como yo Diego López
de Haro, señor de Vizcaya en uno con mio fijo Don Lope Diaz y con
placer de todos los Vizcaynos, fago en Bilvao de parte de Begoña
nuevamente población y villa qual dicen el puerto de Bilvao..../..."
Desde su fundación (castellana), a finales del siglo XIII, fue un
enclave comercial que gozó de particular importancia en la cornisa
Cantábrica gracias a los privilegios concedidos por la Corona de
Castilla que permitieron el desarrollo de una gran actividad
portuaria que se basaba principalmente en la exportación de la lana
procedente de Castilla y en menor medida del hierro extraído de las
canteras vizcaínas. A lo largo del siglo XIX y principios del XX
experimentó una fuerte industrialización que la convirtió en el
epicentro de la segunda región industrializada de España, por detrás
de Barcelona.
Recordemos igualmente que en la época de Franco, “se enterró
muchísimo dinero en las provincias vascongadas, procedente del resto
de España, e igualmente se enriqueció con la masiva emigración que
recibió de gentes sanas y fuertes que allí arribaron, del resto de
la España empobrecida y la que Franco olvidó casi totalmente.
Así es que… ¿qué más quieren los vascos… les iría mejor fuera de su
España? Lean mucho más la riquísima historia de España y escuchen
menos, mucho menos, a los demagogos “vascos y no vascos”, que
bastante sangre se ha derramado ya por culpa de tanto canalla, como
llevó a los españoles a… “escabechinas que ya debieran acabar y para
siempre” y aprendamos a ser españoles, pero de verdad… amén.
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y
http://blogs.periodistadigital.com/nomentiras.php
No es ningún juego.
Vicente A. C. M. Periodista Digital 16 Abril 2015
Hoy es uno de esos días, de los que desgraciadamente ya abundan en
estos años, en que las noticias que aparecen en los medios de
comunicación podrían ser causa suficiente para el comienzo de una
revuelta social a gran escala. Entre ellas destaco el reconocimiento
por parte del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) de
que más de 40.000 millones de euros usados para el rescate de Cajas
de Ahorros en su proceso de nacionalización, van a ser
irrecuperables, es decir se han ido por el desagüe. Un dinero que
era mucho más necesario para auxiliar por ejemplo a las PYMES
asfixiadas por la falta de liquidez de las Administraciones a la
hora de pagar por trabajos realizados. Pero no, había que salvar y
cubrir la deuda de la casta política responsable de los pufos y de
los sobresueldos supermillonarios, planes de pensiones astronómicos
y nula asunción de responsabilidades políticas y penales.
A eso añadimos el escandaloso asunto de la amnistía fiscal decretada
por Montoro en el 2012 que solo sirvió para que una escasa parte de
los delincuentes defraudadores y evasores legalizaran parte de su
patrimonio, con el caso no solo de los Pujol, sino el de Rodrigo
Rato y otros casi setecientos cuya identidad no se hace pública
amparándose en el secreto fiscal. Lo que no es ningún secreto es el
miserable trato de favor que existe con las grandes fortunas a la
hora de exigirles el mismo grado de cumplimiento y solidaridad
social que el resto de ciudadanos estamos obligados a realizar por
el férreo y exhaustivo control de nuestros ingresos y nuestro
patrimonio. El caso de este Ministro de Hacienda con los
antecedentes del trato de favor a la Infanta en el famoso caso Noós
y Aizoón, el tema de su ex bufete asesor y este asunto de la
amnistía, serían causas suficientes no solo para haber exigido su
cese inmediato, sino además su acusación formal y enjuiciamiento por
lo penal.
Como tercera noticia está la declaración del ex Presidente de la
Junta Manuel Chaves que haciendo alarde de la desfachatez que le
caracteriza ha negado que durante su gobierno se cometiese alguna
ilegalidad y asegura desconocer informes de la Intervención de la
Junta alertando de irregularidades. Y ya puestos tampoco es
responsable de la aprobación de aquella ley de la inefable Maleni
Álvarez en la que se establecían las condiciones necesarias para el
descontrol de fondos públicos, posteriormente usados de modo
discrecional en esas labores de concertación social de los falsos
ERE’s, Sindicatos, etc. Seguro que esto fue obra de conductas
individuales y no una trama perfectamente ideada y legalizada para
ese desvío de fondos tal y como afirma la juez Alaya en sus Autos.
Será por eso que dice que no se cometió ninguna ilegalidad, todo
estaba perfectamente legalizado y aprobado por el Parlamento
andaluz, en el que evidentemente los centenares de Diputados
debieron actuar “de buena fe” a la hora de aprobar esas leyes. Y
Mientras ni Díaz ni Sánchez se dan por aludidos.
Y ya como guinda de este infecto pasteleo, tenemos la astracanada de
Pablo Iglesias con el Rey de España saltándose el protocolo en su
turno en el encuentro con los Parlamentarios españoles en la primera
visita al Parlamento de la UE. Al saludarle le ha regalado la
colección completa de la serie de televisión “Juego de Tronos”, una
historia interminable de luchas por el poder entre diferentes
familias nobiliarias en un mundo medieval repleto de tópicos
sociales, héroes, villanos, dragones apocalípticos y de pasiones,
mayormente bajas. No sé si el gesto de ese sujeto va más allá de dar
la nota dentro de su característica “mis en scène” dramatizada y
gestual para aprovechar cualquier oportunidad de demostrar su
desbordante ego y ambición. Para ser anti monárquico babea por que
el Rey le conceda una audiencia que hace tiempo que ha solicitado y
que no ha sido hasta ahora atendida. Al fin y al cabo se identifica
espiritualmente con la princesa Khalesi del Juego de tronos y su
eslogan de "ganar o morir".
Así que dan ganas de mandarlo todo a ese desagüe por el que han ido
los 40.000 millones de euros y pensar que este país necesita
realmente un cambio en profundidad donde tipos como los mencionados
de existir tengan su destino en las mazmorras más lúgubres y húmedas
de esos castillos medievales que tanto gustan a Pablo Iglesias, a su
ex pareja Tania y a otros especímenes amantes de las intrigas
palaciegas y sobre todo del poder.
Derechos que no lo son
jardindehipotesis.blogspot.com.es 16 Mayo 2015
Lo que está sucediendo en Mataró a cuenta de la introducción en la
enseñanza de un 25% de docencia en castellano es preocupante, muy
preocupante. Es preocupante por lo que supone de acoso a las
familias y, en concreto a los niños; pero también lo es por la
confusión en que se ha caído -no sé si intencionadamente o no- sobre
la naturaleza de la petición de los padres.
Y es que la situación de la enseñanza en Cataluña en relación a este
tema es demencial. Se ha llegado a un punto insólito, sin parangón,
al menos en los países de nuestro entorno. Me explico:
Pese a lo que pudiera parecer, no es un derecho individual que en la
enseñanza pública un 25% de la docencia se imparta en castellano. Si
se tratara de un derecho de opción resultaría que existiría el
paralelo derecho a no recibir ese 25% de enseñanza en castellano; y
ese segundo derecho no existe (pese a lo que nos quieren hacer
creer). En realidad, no hay ningún derecho de opción, lo que sucede
es que la normativa vigente, tal como ha sido interpretada por los
tribunales, establece que necesariamente al menos un 25% de la
docencia en el sistema público de enseñanza ha de realizarse en
castellano. No se trata de una norma dirigida a las familias, sino a
la administración educativa.
En cualquier país "normal", la administración educativa habría
acatado la sentencia y establecido ese 25% de enseñanza en
castellano; y de no hacerlo la administración catalana, lo hubiera
impuesto la administración general del Estado, que tiene mecanismos
y competencias para ello.
Como no ha pasado nada de lo anterior, son las familias las que han
de pedir que la administración cumpla las decisiones judiciales. El
hecho de que sean los particulares quienes tengan que instar la
actuación administrativa lleva a confundir esta iniciativa con la
solicitud de un derecho de opción que, como digo, para nada existe.
Se trata, simplemente de que la administración establezca el sistema
de enseñanza legalmente obligado.
Carece de sentido, por tanto, equiparar el derecho de los padres que
solicitan la enseñanza bilingüe con el de aquellos que no la
quieren. Como digo, no estamos ante un derecho de opción de los
padres, sino tan solo de la exigencia individual del cumplimiento de
una obligación de la administración que tiene carácter general.
Pretender que la enseñanza bilingüe se aplique tan solo a quienes la
solicitan es absurdo. Sería equivalente a interpretar que, una vez
establecido por los tribunales que la enseñanza pública ha de
incluir necesariamente en sexto de primaria el estudio de las
principales instituciones de la Unión Europea se interpretara que
solamente los hijos de quienes habían planteado la acción ante los
tribunales estuvieran obligados a estudiar tales instituciones o,
peor aún -y es la situación en la que nos encontramos ahora- que
cada familia que quisiera que sus hijos conocieran las principales
instituciones de la Unión Europea tuvieran que instar una acción
judicial para conseguir que en su escuela se explicaran tales
instituciones; y eso pese a que ya se ha establecido de manera
definitiva, hasta por el Tribunal Supremo, que el estudio de tales
instituciones europeas ha de integrarse en el curriculum escolar.
Para completar la analogía, resultaría que los padres que no han
solicitado el estudio de tales instituciones reclamarían que sus
hijos no las estudiaran. Como digo, demencial.
Y esta situación absurda se da por la desobediencia de la
administración catalana y la falta de actuación de la administración
estatal que empuja a los ciudadanos a una lucha desigual en los
tribunales y con la administración educativa; además de al
enfrentamiento con otras familias.
Si existen las administraciones es, precisamente, para evitar
situaciones como éstas.
El país que se enredó entre normas
Jorge Galindo vozpopuli.com 16 Abril 2015
Discutía ayer con mi amigo Jorge San Miguel por qué el PP ha llevado
adelante la nueva Ley de Seguridad Ciudadana. Yo aventuraba que tal
vez formaba parte de un cálculo electoral según el cual la provisión
de más seguridad es uno de los pocos asuntos, junto al crecimiento
económico, donde pueden poner de acuerdo a los votantes moderados
que están perdiendo (véase estos gráficos) con algunas de sus bases
de derecha "dura". Para San Miguel estaba mucho menos claro. La Ley
es multifacética, en ella se esconden aspectos elaborados
expresamente contra las protestas de 2010-2013, cuando es claro que
dichas protestas han contado con más aprobación social que una
hipotética, y algo vaga, demanda por "tranquilidad" y "seguridad" de
una supuesta mayoría silenciosa. Incluso entre los votantes
moderados. Entre otras cosas, mi tocayo se refirió a la excesiva
pasión reglamentista de nuestros políticos (de cualquier color), que
intentan solucionar cualquier problema con una nueva norma. Y a
veces parece que cuanto más omnímoda, compleja, ambiciosa sea,
mejor.
Es éste un tema recurrente en nuestras conversaciones. Obsérvese la
de veces que el debate en torno a un tema concreto, llamémoslo X, se
estructura como si fuese una cuestión de defender o atacar “el
derecho a X”, afirmar o desmentir que “X es un derecho”. El último
ejemplo es el del aborto, otro tema en el que resulta difícil
entender el empeño de este gobierno desde un punto de vista
meramente político. Otro ejemplo relevante es la forma en que
intentamos poner prohibición sobre prohibición para terminar con la
corrupción en España, cuando parece obvio que la actividad corrupta
ya es ilegal de partida, y lo que necesitamos es eliminar tanto los
incentivos como la oportunidad de que surja. Algo parecido puede
decirse de la regulación laboral: la prolija oferta de contratos
para cualquier relación laboral recién iniciada que disfraza la
distinción entre estables y precarios de una supuesta funcionalidad
de “fijos” y “temporales” según la naturaleza del puesto laboral que
nadie cumple.
Esta prevalencia del derecho como eje del debate es, por tanto, un
factor empobrecedor de nuestro debate público: afecta a la elección
de temas a afrontar, a la manera en que los afrontamos y a cómo los
resolvemos, introduciendo una distorsión de la que nos debemos
librar.
La norma es un instrumento fundamental en democracia, pero es antes
“instrumento” que “fundamental”. Necesitamos la ley porque es la
manera en la cual codificamos las decisiones que la sociedad toma a
través del mecanismo de la democracia representativa. Éstas tienen
siempre una doble vertiente: funcional y distributiva. Cualquier
nueva política viene a intentar resolver un problema (función) y a
crear un nuevo statu quo según el cual unos ganan tanto y otros
pierden cuanto, o ganan menos (distribución). La norma codifica esta
solución-distribución. Pero por sí misma no significa nada. Todo es
economía y política, sobre todo la ley.
Quizás la abundancia de personas formadas en Derecho tenga algo que
ver con esta situación. Tal vez se relacione más con la incestuosa
relación que existe en España entre cuadros medios y asesores de los
partidos y el cuerpo funcionarial, eminentemente sesgado hacia la
norma y el reglamentismo. Lo mismo puede decirse de sindicatos e
incluso de la patronal. Las figuras del “político funcionario” y del
“funcionario político” nos son muy familiares a todos: no hay más
que mirar a la Jefatura del Gobierno misma. La mayoría de élites
electas o asesores de confianza hilvanan una carrera paralela en el
partido y en las Administraciones, de manera que cuando alguien
viene a la esfera política desde el ámbito privado incluso nos
sorprendemos (Cristina Garmendia, Manuel Pizarro). En cualquier
caso, es probable que haya un componente muy importante de herencia
recibida: los nuevos “hacedores de leyes” han de adaptarse a un
entorno que ya de por sí es reglamentista, a un debate que lleva
décadas girando en torno a los derechos en lugar de hablar de
intereses e incentivos. En cualquier caso, la cruda realidad es que
hay dos perfiles necesarios, imprescindibles que quedan demasiado
apartados del hacer legislador.
El primero es el experto. Hay un déficit de conocimiento técnico (no
legal, no de la reglamentación existente, sino sobre el tema
legislado en concreto) en el proceso legislativo español, sobre todo
cuando se nos compara con el norte de Europa. Sí, por descontado que
hay consultas, que se discute con ellos, incluso se les escucha,
pero muy pocas veces se encargan del proceso de cabo a rabo. Parece
lógico, sin embargo, que sea un experto en economía laboral
(entiéndase economista con conocimientos tanto teóricos como
empíricos, no un conocedor del derecho laboral) quien se encargue de
elaborar programas para acabar con el paro juvenil.
Pero no podemos esperar que los expertos resuelvan todos nuestros
problemas, simplemente porque todos ellos tienen una dimensión
irresoluble. Decía antes que cualquier política tiene no solo un
aspecto funcional, que lógicamente corresponde al técnico, sino
también (y sobre todo) un componente (re)distributivo. Cualquier
medida sobre el paro juvenil, por seguir con el ejemplo, va a sacar
fondos de algún bolsillo, quien puede pensar que es más o menos
justo que se dediquen tales recursos a resolver el desempleo. Así
que el paso anterior al técnico, este sí fundamental, es la
articulación del conflicto a través de colectivos con sus intereses
claros, explícitos y organizados. Algunos lo llaman sociedad civil.
Otros, lobby ciudadano. Da igual. Lo importante es que los
individuos sean conscientes de que pueden, de que deben ponerse de
acuerdo en ciertas demandas acordes con sus intereses, de que van a
tener que luchar y trabajar por ellas, y que todo ello ha de hacerse
tanto dentro como fuera de los partidos para evitar la captura por
parte de éstos. Hoy, España tiene una de las tasas más bajas de
asociacionismo en Occidente. Solo ciertos temas despiertan el
activismo específico y la dedición de personas entregadas que no se
pierden en una dispersión de demandas maximalistas. Necesitamos
muchas más: a la derecha, a la izquierda y en el centro del
espectro.
El papel del experto legal debería ser articular el acuerdo
resultante, integrar las perspectivas expertas acordes con el mismo,
y darle forma de norma clara, concisa y coherente. En forma de
secuencia: los grupos de interés organizados expresan sus demandas,
los partidos median en las mismas, los técnicos ponen medios para
los fines políticamente determinados, y el ámbito legal lo pone todo
en prosa consonante con la normativa existente. Entiéndase este
proceso como una caricatura de una realidad que se tornaría, como
todas las realidades, llena de aristas y nudos. Pero es una
caricatura útil, en cualquier caso. Porque nos ayuda a entender que,
a diferencia de lo que opinaba Winston Churchill, necesitamos entrar
mucho más a fondo en la manera en que se hacen las leyes.
Paradójicamente, para poner al Derecho en su sitio.
Disiento del FMI. Estamos ante un nuevo
juego Ponzi
Juan Laborda vozpopuli.com 16 Abril 2015
Resulta estremecedor leer las últimas previsiones del Fondo
Monetario Internacional relativas al crecimiento económico global.
Por mucho que se reconozca un crecimiento desigual, se tratan de
expectativas meramente adaptativas, cuyo diagnóstico de partida es
completamente erróneo. Lo que ellos atribuyen a “shocks globales”,
en realidad es intrínseco al sistema, consecuencia de las soluciones
que propusieron. Los ciclos económicos son endógenos. Aún no han
entendido nada de lo sucedido. Estamos ante una profunda recesión de
balances. La economía mundial se está adentrando en un nuevo
territorio que activará en los siguientes trimestres una crisis de
deuda y de solvencia global.
Lo más llamativo, sin embargo, es que dentro del informe de
primavera de este año, World Economic Outlook? Uneven Growth. Short
and Long Term Factors, concretamente en el capítulo 4, hay un
artículo interesantísimo sobre un tema que ya hemos tratado aquí.
Nos referimos a la ausencia a nivel global de inversión privada.
Bajo el título Private Investment: What is Holdup? se analiza por
qué la inversión fija privada en las economías avanzadas apenas se
ha recuperado tras la fortísima contracción en plena crisis
sistémica. Y la conclusión no puede ser más postkeynesiana. La razón
de la ausencia de inversión productiva es la debilidad generalizada
de la actividad económica.
Por mucho que mejoren los beneficios empresariales la inversión
productiva no despega por falta de demanda. Elemental, principio de
demanda efectiva, la ecuación de Cambridge, puro análisis de Michal
Kalecki y Nicholas Kaldor. Hace ya trimestres que avisábamos de
ello. ¿Saben ustedes una de las propuestas recogidas en dicho
artículo? Pues sí, un amplio programa de infraestructuras públicas
que sirva de arrastre a la inversión privada, lo que se denomina en
palabras técnicas, “crowding in”, tal como proponían entre otros
Yanis Varoufakis, Stuart Holland, y James Kenneth Galbraight en A
Modest Proposal for Resolving the Euro Crisis. Version 4.0.
¡El principio de demanda efectiva, estúpidos!
Las políticas propuestas por la ortodoxia tenían como objetivo
último atraer inversiones, pensando que mejorarían la
competitividad, reactivarían el ciclo económico. Sin embargo, la
deflación salarial, el desplome de los costes financieros, y la
flexibilidad laboral extrema, no han sido capaces de atraer
inversiones. Se “olvidaron” del principio de demanda efectiva.
¡La producción se ajusta a la demanda! La economía es dirigida por
la demanda y no por las restricciones que dependen de la oferta y de
las dotaciones existentes. Los factores del lado de la oferta no
constituyen una restricción ni siquiera a largo plazo. El principio
de demanda efectiva se aplica en todas las escalas temporales dado
que la inversión determina causalmente el ahorro. Existen infinidad
de equilibrios de largo plazo que dependen de las restricciones
impuestas por la demanda y las instituciones. Los factores de oferta
se ajustan.
A la hora de analizar la evolución del crecimiento económico, en
definitiva, es mucho más importante el efecto renta, según el cual
la evolución de la actividad económica se explica mejor por las
fluctuaciones de los ingresos y los cambios técnicos, que el efecto
sustitución, que considera que el crecimiento económico se determina
por la evolución de los precios y costes relativos de una economía.
Crisis de deuda y de solvencia
Desde este blog siempre hemos hecho hincapié en que lo más urgente
para una reactivación económica en el largo plazo pasaba por una
reordenación y reducción del tamaño del sistema bancario mundial,
que además conllevara una disminución de la deuda privada y pública
existente, y donde los acreedores sufrieran la correspondiente
quita. Sin embargo, no se ha hecho nada en este sentido.
Y todo lo que han propuesto no ha generado renta, solo burbujas
financieras alimentadas por más deuda. Mientras que la economía
mundial se enfrenta a un problema de solvencia vinculado a una
acumulación excesiva de deuda, los bancos centrales del mundo están
llevando a cabo políticas diseñadas para un problema de liquidez.
Las élites dominantes hace ya muchos años que se quitaron cínica y
descaradamente la careta. Tratan simplemente de ganar tiempo, que
esto no colapse, que no les estalle a ellos. No dudan en llevarnos
de burbuja en burbuja, de inflación de activos en inflación de
activos, pero, y ahí está el quid de la cuestión, protegiendo su
riqueza. Todo lo que ellos llaman reformas estructurales no son más
que instrumentos destinados a continuar alimentando la mayor
concentración de poder económico, político y mediático de los
últimos cuarenta años.
Pero la realidad es muy dura. Los bancos mundiales se enfrentan a
billones de euros, dólares, o la moneda que deseen, de deudas
incobrables fuera de balance que eventualmente deben ser
finiquitadas o resueltas, es decir, dadas de baja, lo cual lleva
lastrando el crecimiento económico desde hace muchos años. Estas
deudas son de todo tipo, desde los préstamos de los bancos alemanes
a Grecia, hasta los préstamos con garantía hipotecaria en los
Estados Unidos, o la deuda en dólares de empresas emergentes.
El sistema financiero mundial ya no posee capacidad productiva
alguna para generar suficientes ingresos que permitan mantener los
valores actuales de los activos. Los mercados financieros globales
se encuentran sobrevalorados, sobrecomprados, el optimismo de los
inversores es irracional. Cuando aumente la aversión al riesgo este
nuevo esquema Ponzi estallará. ¿Y saben que dirá el FMI? Lo de
siempre, un nuevo "shocks exógeno" nos adentra en una fase recesiva.
Ustedes como yo sabemos que no es así, y que ¡todo lo que va a
suceder es endógeno al funcionamiento del sistema!
Partidos políticos de usar y tirar
Manuel Muela vozpopuli.com 16 Abril 2015
El mercado de los partidos políticos está viviendo una ebullición
desconocida en España, parecida a la vivida antes de las primeras
elecciones de junio de 1977. En aquel tiempo era la sopa de letras,
ahora no lo es tanto, pero si tiene en común con aquello el interés
por buscar aires nuevos bien para salir de la dictadura entonces o
bien para quebrar el bipartidismo ahora. Un bipartidismo que, aunque
imperfecto, surgió de la sopa de letras y que aspira a continuar,
con un alcance más limitado, en compañía de las ofertas nuevas que
nacen con mucho apresuramiento y con menos fundamento. Ambas
circunstancias no son contradictorias, son hijas de una sociedad
poco interesada por la política y por el asociacionismo que, por
causa de los males sobrevenidos, parece decidida a apoyar a los que
ofrezcan un horizonte distinto, sin entrar en más profundidades. Se
normalizaría así la ley de la oferta y la demanda que en la política
española ha estado dominada tres décadas por el monopolio de la
oferta. En principio, hay que contemplarlo como algo positivo para
el desarrollo democrático y civil, siempre que no estemos ante
diseños puramente mediáticos que terminen siendo fagocitados por el
establishment tradicional que dispone de poder y resortes en
abundancia. Por ello, convendría que el leve aroma del usar y tirar
que se respira ahora, no se convierta en pocos meses en la fragancia
definitiva de la política nacional.
Los partidos viejos anclados en su estatus privilegiado
Los partidos políticos han gozado en España de una protección
especial que se remonta al primer decreto electoral de 1977, luego
convertido en ley en 1985, que estableció las famosas listas
cerradas y bloqueadas y dio un plus de autoridad a las cúpulas
partidarias. Como contraprestación a ello, los preceptos
constitucionales exigían el funcionamiento democrático de tales
organizaciones. Se trataba así de fortalecer el desarrollo de los
partidos, después de la larga sequía asociativa y civil del régimen
del general Franco. En realidad, todo se presentó y reguló con aires
de provisionalidad hasta que la mayoría de edad democrática hiciera
posible afrontar cambios en pro de la libertad de elección, bastante
limitada para los electores y cómoda para los dirigentes de los
partidos. Pero el tiempo ha confirmado una vez más de que lo
provisional suele ser duradero, sobre todo en países como el nuestro
en el que las cuestiones electorales siempre han estado sometidas a
la tensión entre el miedo a la libertad y a la devoción caudillista,
que impregnan los comportamientos sociales.
Con altibajos, y sabiendo de dónde veníamos, los españoles nos
fuimos acomodando a convivir con un sistema representativo que no
adoptaba iniciativas para actualizarse porque, salvo opiniones
minoritarias, nadie las exigía. Durante décadas, los dueños de los
partidos parlamentarios no han tenido necesidad de salir de la
confortable provisionalidad establecida en los lejanos años 70 y,
paso a paso, las máquinas partidarias se iban haciendo pesadas y
endogámicas: las transformaciones sociales y económicas permitían
observar la política con cierta distancia y paulatinamente las
nuevas generaciones, que tenían otros afanes y oportunidades
vitales, se fueron desentendiendo de las militancias de antaño. Los
partidos envejecieron no sólo en edad, sino en la percepción que la
sociedad iba teniendo de ellos, pero sus dirigentes continuaban
disfrutando con vida y dulzura del poder público gracias a una
alternancia casi mecánica.
Cirineos para sostener los armazones viejos como alternativa al
cambio
Cuando una organización o empresa se acostumbra al dolce far niente
pierde reflejos para enfrentar los problemas cuando estos se
presentan de forma abrupta y dramática. Desde mi punto de vista, eso
es lo que ha sucedido con los viejos partidos españoles: de repente,
han quedado al descubierto sus carencias, sin mencionar las
corrupciones, y la endeblez de las organizaciones, faltas de savia
nueva tanto física como ideológica. Aparte de constatar su desnudez
y su temor a perder poder y privilegios, no se aprecian iniciativas
encaminadas a recuperar el terreno aparentemente perdido. Asumen que
van a adelgazar y confían en que, en el seno de una sociedad
irritada y desnortada, aparezcan cirineos que les ayuden a evitar la
ruina de sus marcas. Marcas que han perdido el aprecio de muchos
consumidores.
Deprisa y corriendo, porque las elecciones aprietan, hay que
promocionar nuevos reclamos electorales con capacidad para prender
en la sociedad española que, al parecer, ha decidido cargar las
responsabilidades del drama español en aquellos que han contado con
su confianza casi ilimitada y que aun así no han evitado los males
que nos afligen. Se fabrican marcas nuevas y se intenta destruir
otras, caso de UPyD, organizando una especie de catarsis improvisada
en los medios de comunicación, que son los instrumentos más a la
mano, con la idea de que, después del humo y de la cohetería, el
escarmiento sea limitado.
Uno de los peligros de la improvisación es que el producto final no
aguante la fatiga de los materiales que, en el caso de España, se
hará notar en cuanto pasen los espectáculos electorales, porque
nuestros problemas políticos y económicos son perfectamente
conocidos y están en la sala de espera. Por eso, aquellos que
consigan elaborar los proyectos adecuados pasarán la prueba, los que
no, engrosarán la nómina del usar y tirar, en perjuicio de ellos y
de quienes les hayan dado su confianza. Sería otra ocasión perdida
para que España deje de estar atenazada por la incertidumbre
política y la desigualdad social. Ojalá en los meses que quedan se
pase de la diversión mediática a la seriedad de los proyectos y de
las ideas.
Se presentan como defensores de la familia
El programa del PP: 'Votad lo que yo os
diga, tragad lo que yo haga'
Eurico Campano gaceta.es 16 Abril 2015
Es llamativo que el PP siga insistiendo en su programa electoral en
la defensa de la familia, tras mantener -salvo el mínimo supuesto de
las menores entre 16 y 18 años- la ley del aborto de Zapatero tal
cual estaba.
Parece increíble pero así es. El PP sigue presentándose de cara a
estos comicios municipales y autonómicos como el gran adalid en la
defensa de la familia y de la infancia. A pesar del cierre de filas
casi unánime -a excepción de cinco diputados y tres senadores- en el
empeño de mantener casi intacta la 'Ley Aído'.
Apoyo a la maternidad... eso dicen
Así por ejemplo, en uno de los apartados de este programa puede
leerse: 'Reforzaremos las políticas de apoyo a la maternidad y las
medidas de conciliación en el ámbito del hogar, en beneficio de la
igualdad real entre mujeres y hombres. Velaremos para que ninguna
mujer sea objeto de perjuicio o discriminación laboral por motivo de
su embarazo o maternidad, tanto en su empleo actual como en la
solicitud de nuevo empleo'.
Sigamos leyendo y cerrando más el foco de lo que parece una gran
contradicción entre los anuncios programáticos del PP y la posterior
comprobación de su ejecutoria política. Dicen los 'populares' que se
comprometen a 'poner en marcha medidas que permitan apoyar a las
familias numerosas, monoparentales, en riesgo de exclusión social,
con personas dependientes, personas con discapacidad o que padecen
violencia familiar. Facilitaremos a las familias acogedoras el
acceso a la condición de familias numerosas'. Suena bien... sobre el
papel. Mejor hubiera estado si tan firme compromiso se hubiera
extendido en la práctica, insistimos, a la protección del no nacido.
Manifiesta eso sí el PP una gran 'preocupación social' -no está de
más- en las duras situaciones de exclusión que ha provocado la
crisis. Sobre todo entre los más débiles, los niños: 'Consolidaremos
los programas destinados a la erradicación de la pobreza infantil
con especial incidencia en las familias que se encuentran en
situación de privación material severa'.
Mejorar la educación
Esto es un clásico; se repite en todos los programas, elección tras
elección: ya se anunció en las europeas de hace once meses y se
vuelve a ello: 'Potenciaremos las materias instrumentales y los
idiomas. Reforzaremos las enseñanzas artísticas y musicales en el
marco de lo establecido por la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad
de la Educación'. No estaría de más un mayor énfasis, ya que se pone
el acento 'en los idiomas', en obligar a la Generalidad de Cataluña
a cumplir la ley; esto es, a respetar el español en aquella
comunidad y a garantizar que los padres puedan escolarizar a sus
hijos en la lengua que deseen y, por supuesto, en la oficial del
Estado.
Sanidad: ¿dejará la Seguridad Social de financiar abortos?
'Desarrollaremos la plena implantación de estrategias de salud,
poniendo especial énfasis en la atención a patologías prevalentes
como las cardiológicas, oncológicas, neurológicas o diabetes, entre
otras. Reforzaremos los programas de atención a salud mental y a
enfermedades raras, dada su importancia creciente en el orden
sanitario y social'. Todo esto está muy bien pero a muchos les
gustaría encontrar un compromiso decidido por parte de un partido
conservador y de veta netamente cristiana de dejar de posibilitar
que parte del dinero que todos los españoles abonan anualmente en
impuestos sirva para pagar abortos.
Son algunos ejemplos. Podríamos seguir espigando muchos más pero
sería una pasión inútil. Muchos votantes populares han comprobado ya
con tristeza que, al igual que la izquierda es campeona en la
práctica del 'haced lo que yo os diga pero no lo que yo haga', en
estos últimos tres años, en el PP, se ha institucionalizado la
práctica del 'votad lo que yo os diga y tragad lo que yo haga'.
Arriola se va, el arriolismo se queda
Editorial gaceta.es 16 Abril 2015
El arriolismo consiste en adaptar el discurso a la sensibilidad
social. Es decir, dejar que la sensibilidad social la cree la
izquierda.
Que Pedro Arriola anuncie su jubilación es una excelente noticia.
Este caballero ha sido un caso único en la política mundial: un
estratega de izquierdas que ha hecho la política de la derecha.
Pocas cosas explican mejor el sorprendente hecho de que España sea
un país sin derecha digna de tal nombre. Desde que se convirtió en
arúspice de José María Aznar -porque con él empezó todo-, el PP ha
empleado una táctica que podemos definir así: "Para ganar y
conservar el poder, hay que adaptarse a la sensibilidad social.
Ergo, renuncia a todo aquello que te aleje de la sensibilidad social
mayoritaria y yo te daré, oh, presidente, el poder y la gloria".
Brillante, ¿verdad?
Pero hay un inconveniente: eso que se llama "sensibilidad social",
¿qué es? El discurso dominante. ¿Y quién marca en España el discurso
dominante desde hace más de treinta años, quién dicta lo bueno y lo
malo, la verdad histórica y la mentira, lo legítimo y lo ilegítimo,
lo "progresista" y lo "reaccionario"? ¿Quién controla la mayoría de
las universidades, la formación de los periodistas, las productoras
de televisión? La izquierda. Resultado: para la derecha, adaptarse a
la sensibilidad social significa plegarse a las consignas que el
adversario dicta. De manera que sí, tal vez obtengas el poder, pero
ese poder sólo te servirá para hacer lo que el adversario quiere. El
reciente y vergonzoso episodio de la ley del aborto es un perfecto
ejemplo. Y hay mil más.
Arriola se va, y esa es la buena noticia, pero el arriolismo se
queda, y esa es la mala. Porque esa mentalidad de claudicación ante
la "verdad oficial" que dicta la izquierda sigue profundamente
instalada en el PP. La derecha política española ha renunciado a ser
ella quien proponga a la sociedad sus valores, sus principios. Se
limita a postularse como un gestor fiable para una sociedad creada
desde los modelos de la izquierda. Así nos va. Y así le irá al PP,
porque, al final, ¿quién va a confiar en alguien que no confía en sí
mismo?
Milenarismo secesionista
josé rosiñol ABC Cataluña 16 Abril 2015
El relato nacionalista –dogmático per se-, puesto en forma de acción
y programa político, genera una especie de escaleta con la que
mantener vivo el ánimo secesionismo
Los catalanes vivimos sometidos a una narración política en la que
cada poco tiempo tenemos algún acontecimiento (real o ficticio) que
es tachado de “histórico”. Naturalmente, este empacho historicista
solo se mantiene gracias a la maquinaria de propaganda y
manipulación en forma de onerosos medios de comunicación públicos y
otros bien subvencionados medios privados, pero su sentido no es
otro que mantener tensionados a todos aquellos que –inocentemente-
se han creído un relato que no solo no es posible, sino que es
cualquier cosa menos deseable.
La estructura teleológica que subyace a esta especie de vodevil
político hace necesario inventar hitos y metas con los que
concentrar la atención del público objetivo secesionista. Vemos que
ello no únicamente se logra con tergiversaciones históricas, con la
invención de chivos expiatorios, victimismo de toda índole y con
insuflar un espíritu revanchista contra una afrenta inexistente, no;
estamos obligados a sufrir una pautada lógica de episodios más o
menos cercanos en el tiempo sobre los que proyectar esa “ilusión”
diseñada para engañar a una parte de la población.
El relato nacionalista –dogmático per se-, puesto en forma de acción
y programa político, genera una especie de escaleta con la que
mantener vivo el ánimo secesionismo. Si nos damos cuenta, cada
cierto nos venden el momento, se acerca el feliz desenlace, nos
hacen creer (bueno, les hacen creer) que el advenimiento está cerca,
lo tenemos en la punta de los dedos, que esa fatalidad histórica,
esa necesidad atemporal denominada nación (catalana) cumplirá su
destino: segregarse del resto de España y dividir Cataluña entre
buenos y malos catalanes.
Esta tendencia al milenarismo es una faceta más de la irracionalidad
dogmática que padece el nacionalismo, donde habría que ver
ciudadanos y libertades, ellos ven “espíritus de los pueblos” y
“derechos de las naciones”; donde tendríamos que defender las
lenguas como vehículo de entendimiento, ellos se aferran a un
esencialismo más que peligroso y antidemocrático. Parece que para
los defensores del milenarismo secesionista, por encima de los
derechos y libertades individuales, están los proyectos
colectivizadores y totalizantes.
José Rosiñol es vicepresidente segundo de Sociedad Civil Catalana
De Pipino el Breve a Pepinos forever
oti rodríguez marchante ABC Cataluña 16 Abril 2015
Es indudable que Cataluña es ahora mismo el mayor yacimiento del
mundo para el rastreo de hechos diferenciales
Ahora que sabemos, por Artur Mas, que las auténticas raíces
catalanas son carolingias, es más fácil analizar la situación
política presente, que cobra un auténtico sentido histórico y social
tras el descubrimiento del argonauta del proceso catalán. Aquel
pulso de hace más de un milenio entre la realidad visigoda, la
presencia pujante del emirato cordobés y la expansión hacia el sur
del imperio carolingio es casi un calco, milenio mediante, de la
riqueza intelectual y política de la Cataluña actual, en la que el
argonauta se declara hijo de Carlomagno, o sea, nieto de Pipino el
Breve, pero también aliado de Abderraman I, aunque sólo sea a través
de la fundación convergente Nous Catalans y de sus reuniones
(denunciadas por Albert Rivera) con Noureddine Ziadine, que no es un
célebre ex jugador del Real Madrid, sino un líder islámico expulsado
de España por sus ideas salafistas.
La última revelación del Artur Mas carolingio, que cortó en seco el
bostezo de los líderes europeos en la reunión de Barcelona, le ha
añadido una rama más a su complejo árbol genealógico (o
imaginológico), ése que lo emparentaba con Ghandi, con Mandela, con
Martin Luther King…, y ahora se pone en la foto con Carlomagno,
dejando, como ya se sospechaba, al mismísimo Zelig en un papel
parecido al del pequeño Nicolás.
Es indudable que Cataluña es ahora mismo el mayor yacimiento del
mundo para el rastreo de hechos diferenciales, y sin ir más lejos,
ayer mismo el Parlament encontró una nueva comarca perdida en el
devenir de los siglos catalanes, la del Moianès, hasta ahora oculta
entre la del Bages y el Vallès Oriental. La cosa no ha sido fácil,
pues hasta ahora estaba perfectamente camuflada, en plan camaleón,
con el entorno. Pero, la pericia de los políticos ha conseguido
arrebatarle al polvo de los siglos esa idiosincrasia, esa
singularidad que hacía realmente necesaria la (re)partición.
¿A quién se parece Artur Mas?... Pues a Carlomagno, claro está. ¿Y a
quién se parece uno de Moià?... Pues a otro de Moià. Y ya habrá
tiempo de seguir escarbando en el polvo y encontrar en él nuevos
hechos diferenciales y signos de una culturalidad singular y propia,
porque la vecina del tercero guisa con mucho ajo y baja a tirar la
basura en bata. ¿desde cuándo es eso propio del Moianès?... O sea,
de Pipino el breve a Pepinos forever.
Cataluña
De Perpiñán a las mezquitas
Pablo Planas Libertad Digital 16 Abril 2015
A los nacionalistas catalanes les ha sobrevenido un ataque de
espiritualidad que por primera vez en la historia nada tiene que ver
con la Virgen de Monserrat. Todos a una han salido en defensa del
islam, de un islam que dicen que es pacífico y dialogante, como el
propio nacionalismo; un islam integrador y constructivo. Y ahí van,
haciendo la pelota y pidiendo el voto contra España a cualquiera que
porte chilaba. El apostolado consiste en convertir a los imanes en
indepes antes que en demócratas, lo que entre otras muchas cosas
implicaría reconocer a las mujeres los mismos derechos de los
hombres o impedir la salvajada de recomendar que no se escolarice a
las niñas.
Una vez conseguida la independencia todo cambiará, afirman. Ataremos
los perros con longanizas de cordero y puede que hasta los clérigos
salafistas se vuelvan menos toscos y dejen de prescribir la
violencia de los varones contra sus esposas en el caso de que el
cuscús no esté en su punto. Mientras tanto, los prebostes del
proceso separatista prometen el oro al moro, convertir las plazas de
toros en mezquitas y certificados de arraigo con cuatro horas de
clases de catalán.
El nacionalismo es friendly con los hermanos musulmanes a cambio del
voto, lo que visto desde la perspectiva del regateo es un chollo
para los nous catalans: todos los derechos y ninguna obligación,
salvo rendir pleitesía a su imán y a los líderes de sus comunidades,
que son quienes hablan, dialogan, debaten y pactan con los altos
cargos de la Generalidad, los funcionarios de asuntos religiosos
(hay una dirección general autonómica al efecto), el secretario de
emigración de CDC, el ínclito Colom, y con los líderes de ERC.
Junqueras, por ejemplo, presume de católico, quiere ser diácono,
sale de procesión con la Cofradía del Cristo de la Salud y Nuestra
Señora de la Soledad en Compañía de la Buena Gente y difunde las
fotos en las redes sociales para que se aprecie su devoción. La
cofradía es de origen andaluz, como la mayoría de las existentes en
Cataluña. De lo que no ha hablado nada Junqueras es de otra foto,
publicada por El Mundo, en la que queda retratado en el rezo de los
viernes de una mezquita en la que no se predica la teología de la
liberación, ni la confraternización con los infieles ni el perdón de
los judíos.
Tal vez tanto diálogo interreligioso y multicultural esconda el
trenzado de una Alianza de Civilizaciones, algo así como un pacto o
una tregua entre Cataluña y el islam. No sería la primera vez ni el
primero de ERC que viaja a Perpiñán.
Entender las lenguas, entender España
Rafael Arenas GarcíaCronica Global 16 Abril 2015
No hay nada tan malo que no tenga algo bueno.
El proceso secesionista que está conduciendo a Cataluña y al
conjunto de España al borde del abismo ha creado el marco oportuno
para que se susciten debates que interesan, que han de ser abordados
y resueltos; debates que tienen que mucho que ver con lo que es
España y las formas en que nos relacionamos los españoles. El tema
de la lengua y de las lenguas es uno de ellos, y en los últimos
meses estamos asistiendo a un interesante intercambio de opiniones
sobre cómo debe abordarse una cuestión que es nuclear para la
convivencia y un elemento muy relevante en la construcción de un
país en el que podamos sentirnos cómodos.
Ya advierto que no pretendo dialogar sobre esto con quienes
explícita o implícitamente pretenden la secesión de Cataluña (lo que
sería extensible al País Vasco o a cualquier otro territorio). Los
recientes acontecimientos han demostrado lo que, por otra parte, era
racionalmente evidente: no puede pactarse un marco de convivencia
con quienes pretenden tan solo romper la comunidad política. Estos
se han autoexcluido del diálogo permanente que va conformando las
naciones. Quienes optan por la ruptura tan solo pretenden derrotar a
quienes se les oponen y ninguna concesión les parecerá suficiente
hasta no conseguir el objetivo final. Otra de las cosas buenas del
proceso es que esto también está quedando claro, lo que contribuirá
a que el debate político pueda ganar algo de racionalidad.
Quede claro, por tanto, que lo que diga a continuación ningún
propósito tiene de contentar a los separatistas. Evidentemente, no
niego que pueda pactarse con ellos una ordenanza de tráfico o unos
presupuestos, pues siguen siendo actores políticos con
representación en las instituciones; pero no me parece oportuno
convertirlos en interlocutores respecto a los temas auténticamente
nucleares de la sociedad; y no confiaría en ningún partido que no
siguiera esta misma pauta. Y desde luego, los temas de los que
quiero tratar son esenciales en la configuración de la comunidad
política.
Me centraré aquí en el tema de la lengua y lenguas españolas, uno de
los debates más interesantes que se han abierto en los últimos meses
en Cataluña.
El punto de partida, y en él creo que todos estamos de acuerdo, es
que algo ha de cambiar. Afortunadamente va calando la idea de que el
sistema de inmersión no es “un modelo de éxito que garantiza la paz
social”, tal como rezaba el eslogan que se ha difundido durante
décadas y que prácticamente agotaba el argumentario de las bondades
del sistema; sino un instrumento de construcción nacional que no
beneficia el aprendizaje de los alumnos, en ciertos aspectos les
limita y que tan solo favorece a quienes pretenden transmitir a las
futuras generaciones la imagen de Cataluña que satisface a los
nacionalistas. La inmersión y la exclusión del castellano,
considerada como una lengua extranjera (lo que también es apreciable
en los medios de comunicación y en las instituciones autonómicas y
locales) es un ejercicio de ingeniería social que pretende amputar
en Cataluña una parte importante de su historia, de su tradición y
de su realidad presente.
Es pues, necesario, que algo sustancial cambie en la política
lingüística; y ese algo se traduce en un planteamiento tan sencillo
como convertir en oficial lo que es real: el castellano es una
lengua catalana, la que tienen como materna más de la mitad de los
catalanes, y lengua común en muchos ámbitos y territorios. Negar
esto es un ejercicio de voluntarismo que fuerza a la sociedad, al
sistema educativo y hasta a la economía.
Dicho esto ¿es suficiente? Yo creo que no. El debate sobre la
posición de la lengua no está desconectado de un planteamiento más
profundo sobre la articulación de España, un planteamiento
equivocado y perverso que, sin embargo, es el actualmente vigente.
¿Cuál es ese planteamiento? Bien, digámoslo claro: que Cataluña (y
también el País Vasco) son “menos España” que otras regiones. Esta
idea va acompañada de una particular forma de articular las
relaciones entre los distintos territorios españoles, en la que se
dota de preferencia precisamente a aquéllos partidos y movimientos
que tanto en Cataluña como en el País Vasco representan este
planteamiento. Es decir, desde “Madrid” (y Madrid no es solamente
Madrid) se entiende que España es un país en el que existen
realidades diferenciadas que han de ser tratadas como si su
integración en España no fuera completa y que, por tanto, han de
establecerse pactos con las minorías a fin de mantener un difícil
equilibrio entre el centro y la periferia. Al mismo tiempo, se
rechaza que quienes en Cataluña y el País Vasco defienden una plena
integración en España representen verdaderamente a esos territorios.
Ejemplo sangrante de esto es que en el Congreso se tolere que se
designe como “Grupo Catalán” al de Convergencia y Unión, como si
ellos fueran quienes auténticamente representan a todos los
catalanes. De la misma forma, la admisión (también en “Madrid”) de
la oposición entre Cataluña y España, como si fueran realidades
diferentes; y la permanente llamada a la búsqueda de la articulación
de Cataluña, como si se tratara de un cuerpo extraño, inciden en
esta idea.
Esta perspectiva explica que en un momento dado se acordara que la
educación fuera transferida en su práctica totalidad a las
Comunidades Autónomas, pese a que seguramente se era consciente de
que esa transferencia supondría la utilización del poderos mecanismo
que es la escuela para profundizar en la diferenciación entre
Cataluña (y probablemente el País Vasco) y el resto de España. La
política de inmersión fue así tolerada, tanto por el PP como por el
PSOE porque en el fondo encajaba en su planteamiento de acuerdo con
el cual la auténtica España es Madrid, Extremadura, Castilla o
Aragón; pero no Cataluña.
La gestión del proceso secesionista que se ha hecho hasta ahora
confirma este planteamiento: se admite sin grandes problemas que
Artur Mas desarrolle una política exterior propia y los mecanismos
que se utilizan frente a ésta son los que se emplean en los
conflictos diplomáticos con Estados soberanos: negociación con
terceros Estados, llamadas de embajadores, presiones para forzar el
aislamiento, etc. No se asume plenamente que el problema que plantea
el secesionismo es un problema interno, no internacional (todavía).
Esta situación absurda es posible, sin embargo, porque no se ha
interiorizado que tanto Cataluña como el País Vasco son España en la
misma medida en que lo es Madrid o Andalucía. No más, pero tampoco
un milímetro menos.
Estoy seguro de que en esto que acabo de decir algunos de los que
comparten conmigo mi radical oposición a la secesión de Cataluña
discreparán. Quizás no lo reconozcan expresamente, pero les pediría
que examinaran la forma en que valoran el debate político y
consideran unas y otras propuestas y sinceramente asumen lo que
acabo de decir, que Cataluña no es menos España que cualquier otra
parte del país. O dicho de otra manera, que Cataluña es tan
importante para entender España como lo puede ser Burgos o Sevilla.
Evidentemente, esta consideración sobre los territorios ha de
extenderse a las personas; esto es, ¿se asume realmente que los
catalanes, vascos o gallegos son tan españoles como pueden serlo los
andaluces o madrileños? Y es aquí donde llegamos al tema del idioma
con el que empezaba.
Uno de los elementos que generalmente caracterizan a las personas es
el idioma que utilizan, que les es familiar, con el que se
identifican. La lengua materna no es una anécdota, y existen muchos
españoles que tienen como lengua materna una que no es el
castellano. Cuatro o cinco millones de españoles tienen como primera
lengua el catalán. ¿Asumimos que esos cuatro o cinco millones de
españoles lo son en la misma medida que aquellos que tienen como
primera lengua el castellano? La respuesta políticamente correcta es
que sí, que lo asumimos; pero ¿realmente consideramos que su lengua,
aquella con la que se identifican, es también una lengua española,
una lengua que ha de ser percibida como propia por las instituciones
del Estado que nos debería representar a todos por igual?
Esta es, a mi entender, la clave del problema. Es evidente que en
España contamos con una lengua común, que es el castellano (al que
yo prefiero llamar español, tal como sucede en todo el mundo); pero
esta lengua común coexiste con otras que son tan españolas como el
castellano (quienes no estén de acuerdo en este punto no compartirán
mi punto de vista, lo asumo; se trata tan solo de clarificar el
debate). Es contradictorio que estas otras lenguas españolas sean
consideradas como patrimonio tan solo de ciertas comunidades
autónomas; este planteamiento (que es el vigente) solamente es
coherente con una visión de España en la que, como decía antes, nos
limitamos a mantener un cierto equilibrio entre la España nuclear y
aquellos otros territorios que son “menos España”. Esa es la
situación que hemos padecido durante las últimas décadas (en
realidad durante el último siglo) y que nos ha conducido a la
situación actual.
¿Queremos cambiar esta situación? Hagámoslo. Tenemos una oportunidad
histórica para reflexionar y construir un país fuerte, rico,
orgulloso de su diversidad y en el que, como digo, todos los que
creemos en el proyecto común que encarna nos sentiremos cómodos.
Para ello debemos dotar de reconocimiento institucional a todas las
lenguas española, reconocimiento no en sus respectivas comunidades
autónomas, sino en el Estado que nos une a todos.
España es diversa, estemos orgullosos de ello y hagamos que todos
los españoles lo estén.
Reconocimiento institucional a todas las
lenguas españolas
Nota del Editor 16 Abril 2015
Es absoloutamente innecesario dotar de reconocimiento institucional
a todas las lenguas españolas, porque ya lo ha hecho la institución
responsable, la Academia Española de la Lengua, integrada en la
Asociación de Academias de la Lengua Español (www.asale.org),
constituida por
Academia Colombiana de la Lengua
Academia Ecuatoriana de la Lengua
Academia Mexicana de la Lengua
Academia Salvadoreña de la Lengua
Academia Venezolana de la Lengua
cademia Chilena de la Lengua
Academia Peruana de la Lengua
Academia Guatemalteca de la Lengua
Academia Costarricense de la Lengua
Academia Filipina de la Lengua Española
Academia Panameña de la Lengua
Academia Cubana de la Lengua
Academia Paraguaya de la Lengua Española
Academia Boliviana de la Lengua
Academia Dominicana de la Lengua
Academia Nicaragüense de la Lengua
Academia Argentina de Letras
Academia Nacional de Letras de Uruguay
Academia Hondureña de la Lengua
Academia Puertorriqueña de la Lengua Española
Academia Norteamericana de la Lengua Española.
En España hay gentes que hablan otras lenguas, tanto regionales como
extranjeras, pero ninguna es lengua española. Entre las lenguas
regionales hay que destacar las lenguas sintéticas, creadas
artificialmente por y para que muchos individuos de competencias
intelectuales escasas y de demostrados malos principios y sin
respeto alguno a los derechos de los demás puedan vivir del cuento y
sigan zancadilleando a quienes despojan de su dinero y derechos.
Las rarezas del pacto nuclear
FLORENTINO PORTERO El Mundo 16 Abril 2015
Las diplomacias estadounidense e iraní trabajan intensamente para
lograr un acuerdo, en el que casi nadie cree, sobre el uso iraní de
la energía nuclear. Los miembros del Capitolio, demócratas o
republicanos, tratan por todos los medios de forzar su intervención,
para evitar una claudicación en toda regla con graves consecuencias
para el prestigio norteamericano y para la estabilidad en la región.
Saudíes e israelíes, antiguos aliados de referencia, presionan para
detener una iniciativa que consideran agravará la de por sí difícil
situación regional. Los europeos aceptan el papel de comparsas,
convencidos de que nada tienen que aportar y que de lo que se trata
es de ganar tiempo.
El presidente Obama hizo suya la que venía siendo posición oficial
norteamericana, respaldada por republicanos y demócratas. Se daría
tiempo a la diplomacia para forjar un acuerdo por el que Irán, que
había violado sus compromisos internacionales en esta materia,
volvería libremente al redil de los miembros responsables,
renunciado al uso de la energía nuclear para fines militares y
aceptando los controles e inspecciones que se consideraran
necesarios. En el caso de que no se lograran estos objetivos,
Estados Unidos se reservaba el derecho al uso de la fuerza para
acabar con las instalaciones dedicadas a este fin. Obama nunca
consideró atacar militarmente a Irán, pero mantuvo el discurso para
así mantener la cohesión en y con el Legislativo y para disuadir a
los dirigentes iraníes de seguir por ese camino. Era un 'bluff' y
como tal fue considerado por el Gobierno de Teherán, que con buen
criterio llegó a la conclusión de que la Presidencia de Obama
suponía una ventana de oportunidad que no se podía dejar pasar.
Durante estos años, la diplomacia norteamericana ha ido cediendo
posiciones hasta llegar al punto del ridículo en el que actualmente
se encuentra. Los iraníes entendieron que si Obama no estaba
dispuesto a abrir un tercer frente en Oriente Próximo, cuando de
prisa y corriendo trataba de cerrar los ya abiertos, se vería en la
obligación de ceder, tratando de vender de la mejor manera el
acuerdo que le impusieran. Tenían razón. Así ha sido. De ahí la
reacción de los legisladores, en especial de muchos demócratas que
tienen que presentarse a la reelección tras los fiascos del programa
de salud pública, de la precipitada salida de Irak, cuyos resultados
están a la vista, y con la próxima salida de Afganistán, que
probablemente supondrá una nueva derrota.
A la lógica de la diplomacia presidencial se suman nuevas
circunstancias que ayudan a entender el cómo y el porqué de este
cambio tan importante en la política exterior norteamericana. Los
precios de los hidrocarburos están muy bajos, como resultado de una
sobreoferta energética. Dejando a un lado que este o ese país estén
aumentando la producción lo determinante es que se han consolidado
nuevas formas de generación energética y que Estados Unidos puede,
llegado el caso, vivir de sus propios recursos. En este contexto,
¿por qué seguir apoyando a estados como Arabia Saudí o Qatar,
dictaduras que invierten ingentes cantidades de dinero en
promocionar formas fundamentalistas y antioccidentales de entender y
vivir el islam? Si el islamismo y su deriva violenta, el yihadismo,
se han convertido en una amenaza para Estados Unidos, ¿por qué
apoyar a los que han alimentado durante décadas su crecimiento?
Es comprensible que la Administración Obama quiera limitar su nivel
de compromiso en la región, al tiempo que reduce su exposición por
apoyar a estados que son una amenaza en sí mismos. En esta lógica,
tendría sentido que retirara el cuartel general de su flota de
Bahrein, en el corazón del Golfo Pérsico. Lo que es discutible es la
aceptación de un Irán dotado de armas nucleares, porque ello
supondría un grave desequilibrio estratégico en la región, que
llevará a los estados árabes a buscar medios de contención que
difícilmente podrán ser gestionados mediante el viejo juego de las
balanzas de poder.
Irán ha demostrado una gran entereza soportando sanciones de todo
tipo durante décadas, con las consiguientes consecuencias sobre la
calidad de vida de su población. El tiempo ha demostrado que tenían
razón, que estaban en condiciones de provocar un cambio estratégico
que les colocara en la posición de pivote regional.
La precipitada salida de las tropas norteamericanas de Irak facilitó
que los partidos chiíes desplazaran del poder a los suníes, tratando
de imponer un régimen de control permanente. Los derrotados llamaron
en su auxilio al Estado Islámico que, apoyado por estados del Golfo,
avanzó con decisión destrozando al ejército de Irak y llegando a las
puertas de Bagdad. A sus fieles radicales sumó oficiales de academia
y tropas suníes, dispuestos a colaborar para combatir al "mal
mayor", la hegemonía chií. Irán asumió entonces el liderazgo,
desplazando a la región al comandante en jefe de la Fuerza al-Qud de
la Guardia Revolucionaria, el general Suleimani, responsable de la
unidad dedicada a actividades fuera de territorio nacional.
Suleimani dio forma a una columna compuesta por sus propias tropas,
milicias árabe-chiíes y restos del ejército iraquí, que se desplazó
hasta Tikrit, el enclave más avanzado del Estado Islámico, donde se
han producido durísimos combates de artillería, con el apoyo aéreo
norteamericano. ¡Estados Unidos dando cobertura a una fuerza iraní
en su conquista de Irak! Mientras tanto, en Teherán se discutía
públicamente la conveniencia de unir ambos países dando forma a un
nuevo califato, cuya capital podría estar en Bagdad.
Irán no sólo ha logrado mantener en pie al régimen chií de la
familia Asad, sino que cuenta con el apoyo militar occidental para
bombardear las posiciones de sus enemigos. De nuevo Estados Unidos
trabaja para Irán, Hizbulá o el régimen de Asad combatiendo a sus
enemigos suníes, que no son peores que ellos.
En Líbano se mantiene la calma tensa, con operaciones esporádicas de
milicias suníes contra Hizbulá por su papel en la Guerra Civil
siria. En cualquier momento la situación se puede agravar, a pesar
del esfuerzo de casi todos por mantener el status quo. El resultado
está a la vista, Irán está consolidando, con la colaboración de
Estados Unidos, su hegemonía sobre el Creciente Fértil, del Golfo
Pérsico hasta el Mediterráneo Oriental, a costa de la influencia
árabe.
Arabia Saudí ha pasado a la defensiva. Al Qaeda o Estado Islámico,
fruto de su financiación del extremismo, critican a la Casa de Saud
por corrupción e hipocresía, exigiendo su desaparición. Estas
organizaciones se han hecho fuertes en Libia y en el Sahel y tratan
de desestabilizar la región para dar paso a un Califato que
demasiados ambicionan. Por el norte, Irán cierra el paso a Arabia
Saudí y por el sur está alimentando un conflicto civil en el que la
minoría zaidi, de rito chií y reanimada espiritualmente por la
familia Al-Houthi, ha derrotado a las fuerzas gubernamentales. Esta
situación ha provocado la movilización de una Fuerza Árabe, con
iniciativa egipcia y supuesto liderazgo saudí, para debilitar
primero a los insurgentes y penetrar después en el territorio. El
hipotético fracaso saudí podría tener gravísimas consecuencias para
su estabilidad en el poder.
En este contexto, ¿es el presidente Obama plenamente consciente de
los riesgos regionales que su aceptación de hecho del arma nuclear
iraní y su apoyo a la expansión persa hacia el Mediterráneo
implican? ¿Estamos ante una estrategia dirigida a preservar los
intereses norteamericanos caiga quien caiga o frente a un presidente
preso de sus contradicciones? Lo único seguro es que una etapa de la
historia del Norte de África y del Oriente Medio está dando paso a
otra, caracterizada por el auge del islamismo, el cuestionamiento de
las fronteras establecidas tras el fin del califato otomano y un
violento pulso entre persas y árabes por el control regional.
Florentino Portero es profesor de Historia Contemporánea y analista
de política internacional.
******************* Sección "bilingüe"
***********************
El PP pasa de justificar a negar sus
incumplimientos
EDITORIAL Libertad Digital 16 Abril 2015
Ante la imparable pérdida de respaldo electoral que está sufriendo
tanto en los sondeos como en las últimas consultas electorales, la
dirección nacional del PP ha decidido modificar el relato sobre el
cumplimiento de su programa electoral: a partir de ahora ya no va a
justificar el incumplimiento de sus promesas con la mala herencia
recibida del anterior Gobierno socialista, sino que, directamente,
va a negar directamente el incumplimiento.
A tal fin, Genova ha elaborado un informe, que será repartido en los
próximos días a portavoces y candidatos del partido, según el cual
el Gobierno ya habría cumplido más del 90% de su programa.
No es de extrañar que semejante estrategia cause escepcticismo entre
los propios miembros del PP, pues se trata de un burdo intento de
manipulación propagandística, probablemente contraproducente. No
otra cosa es reducir las promesas y compromisos electorales a las
vagas y poco comprometedoras medidas que se plasmaron en el programa
electoral del PP. Aun teniendo estas últimas como único referente de
los compromisos populares, cualquiera puede constatar que el
Gobierno no ha cumplido la inmensa mayoría.
¿Quiere hacer creer Génova que el compromiso de "poner en orden las
cuentas públicas" lo ha cumplido un Gobierno que ha incumplido todos
sus objetivos anuales de reducción del déficit y que ha incrementado
la deuda pública a un ritmo aun mayor que en los peores tiempos de
Zapatero? ¿Puede señalar Génova reforma alguna en el mercado
energético que convierta en cumplida su promesa de una "energía de
calidad para impulsar la economía"? ¿El hecho de que el nivel de
desempleo sea todavía similar al que dejó Zapatero es, acaso, prueba
de que se ha alcanzado el compromiso de lograr un "empleo seguro y
flexible para todos"?
Es cierto que, al final de la legislatura, el Gobierno ha bajado un
poco unos pocos impuestos; pero no tanto como los subió al llegar al
poder, por lo que hay que denunciar el neto incumplimiento de su
promesa de "mantener y en su caso reducir" la presión fiscal.
¿Puede el PP aportar un solo informe que pruebe que España ha
mejorado "la calidad de la enseñanza", o que haya logrado tener
"universidades de excelencia", tal y como prometía en su programa
electoral? ¿Puede aportar el Gobierno de Rajoy un solo dato que
pruebe la mejoría del "bienestar de nuestros mayores"? ¿Y qué decir
del clamoroso incumplimiento de las decenas de medidas incluidas en
el epígrafe destinado a lograr que "la Administración sea motor del
cambio"? ¿Dónde esta la "transparencia" y la "austeridad" de una
Administración pública absolutamente sobredimensionada, que sigue
acaparando más de la mitad de la renta nacional? ¿Dónde está el
cumplimiento de todas las medidas destinadas a lograr que "las
autonomías se comprometan con el interés general"? ¿Donde están las
"sanciones" prometidas contra los gobernantes autonómicos que no
cumplieran los objetivos de estabilidad presupuestaria? ¿Acaso se ha
cumplido el programa electoral del PP en lo relacionado con el
mantenimiento de traductores de lenguas regionales en el Senado, o
en la consumación de la dispersión del archivo de Salamanca? La pila
de millones que el Fondo de Liquidez Autonómica ha destinado durante
todos estos años a una Administración regional como la catalana,
embarcada en un carísimo e ilegal proceso de construcción nacional,
¿es acaso la muestra del cumplimiento de las medidas destinadas a
lograr "el compromiso de las autonomías con el interés general"? ¿Lo
es acaso la ausencia de trasvases entre la España seca y la España
húmeda? El hecho de que las claras y taxativas promesas de Rajoy
respecto de los trasvases no fueran plasmadas en su literalidad en
el programa electoral de su partido, ¿impide hablar de
incumplimiento?
El hecho de que el PP no plasmara todas sus promesas en su programa
electoral no impide denunciar su incumplimiento. Tampoco impide
recordar que sí se comprometía, más modestamente, a "delimitar con
precisión las competencias de las distintas Administraciones para
evitar duplicidades del gasto", y que cuatro años después esa
"delimitación" de competencias y esa "erradicación de duplicidades"
siguen brillando por su ausencia.
El PP también se comprometió a lograr la "completa desaparición" de
ETA "sin impunidad" y mediante el "reconocimiento y la reparación
del daño causado". ¿Es acaso muestra de cumplimiento la masiva
excarcelación de etarras bajo el Gobierno de Rajoy? ¿Lo es el caso
de los etarras fugados, o el de los muchos crímenes que no han sido
enjuiciados? ¿Lo es la presencia de los proetarras en las
instituciones?
El anuncio por el que el entonces recién nombrado ministro de
Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, se comprometía a cambiar el
politizado sistema de designación de miembros del Consejo del Poder
Judicial pudo concitar la esperanza de que el Gobierno iba a cumplir
su vago compromiso de "fortalecer la independencia" de la
Administración de Justicia. Sin embargo, es público y notorio que
ese encomiable anuncio fue inmediatamente metido en el cajón del
olvido, sin que el ministro tuviera la decencia de presentar su
dimisión por tal motivo. ¿Dónde está el cumplimiento de todas las
medidas contempladas en el programa electoral destinadas a lograr la
"regeneración política e institucional", o a obtener una "justicia
ágil y previsible", o a reforzar "el prestigio del Tribunal
Constitucional"?
Considerar que la traición del PP a su ideario y a su programa
electoral se reduce a la cuestión del aborto es un insulto a la
inteligencia de los españoles sólo superado por la pretensión del PP
de hacerlos creer que ha cumplido sus compromisos en defensa de la
vida humana en su fase embrionaria y fetal.
Siempre fue delirante que los propagandistas del PP utilizaran la
"mala herencia recibida" como excusa para el incumplimiento del
programa electoral popular y la adopción de una política continuista
respecto a la llevada a cabo por el anterior Gobierno socialista.
Negar ahora ese incumplimiento electoral sólo va a servir de
recordatorio de hasta qué punto ésta ha sido la tercera legislatura
del zapaterato.
Las centrales independentistas ELA y LAB recibirán la
mayor parte de este dinero
El Gobierno vasco regala 1.100.000 euros a los sindicatos para que
desarrollen sus actividades
www.latribunadelpaisvasco.com 16 Abril 2015
El Gobierno nacionalista vasco acaba de anunciar el lanzamiento de
un programa de subvenciones a las centrales sindicales presentes en
la comunidad autónoma que repartirá entre estas organizaciones un
total de 1.100.000 euros. (Consultar documento al final de esta
información)
La orden del Ejecutivo de Vitoria que otorga este importante
montante económico, destinado a financiar las actividades sindicales
y el mantenimiento de estas organizaciones, se acompaña, además, de
una larga introducción literaria que, por un lado, trata de
justificar la necesidad de este dispendio público, y que, por otra
parte, intenta conjugar este regalo monetario con una pretendida
“independencia sindical”.
1.100.000 euros para los sindicatos vascos
En este sentido, la Consejería de Empleo explica que “las políticas
públicas de subvención económica de las organizaciones sindicales y
patronales plantean el problema fundamental de su compatibilidad con
el deber de no injerencia de los poderes públicos en la libre
organización de las y los trabajadores y las y los empresarios. En
particular, desde la óptica de las organizaciones sindicales dicha
política puede incurrir en la violación de la libertad sindical en
sus dos vertientes, individual y colectiva: en un plano individual
puede afectar a la libertad sindical por constituirse en una vía de
presión para favorecer la afiliación de las y los trabajadores a
determinados sindicatos y, en un plano colectivo puede incidir en la
libertad sindical, si esta supone el establecimiento de
discriminaciones entre sindicatos y una interferencia en el libre
desarrollo de la actividad sindical”.
Para salvar esta cuestión, el propio Gobierno vasco se responde a sí
mismo y señala que “la libertad sindical, que garantiza a los
sindicatos un área de libertad y sin intervención de las
Administraciones Públicas, no prohíbe, sin embargo, aquellas
acciones públicas que, sin restringir la autonomía del sindicato,
pretendan promocionar el hecho sindical o incrementar su fuerza”.
Tomando como referencia anteriores ediciones de esta convocatoria de
ayudas, las centrales sindicales mayoritarias en el País Vasco, ELA
(próxima al PNV) y LAB (en la órbita de la autodenominada izquierda
abertzale), recibirán algo más del 60% del montante económico de
estas subvenciones.
Demagogia electoralista. “Navarra en Euzkadi”
José Javier Solabre Periodista Digital 16 Abril 2015
Que son los reyes de la demagogia oportunista, no nos lleva a engaño
a nadie, no por recién llegados su estrategia oportunista cada vez
es reflejo de eso mismo “demagogia“ en la wikipedia se define como
“Demagogia (del griego d?µ?? -demos-, pueblo y ??e?? -agein-,
dirigir) es una estrategia utilizada para conseguir el poder
político. Consiste en apelar a prejuicios, emociones, miedos y
esperanzas del público para ganar apoyo popular, frecuentemente
mediante el uso de la retórica y la propaganda.
Fue Aristóteles quien individualizó y definió por primera vez la
demagogia, definiéndola como la “forma corrupta o degenerada de la
Democracia”
Aristóteles sostenía que cuando en los gobiernos populares la ley es
subordinada al capricho de los muchos, definidos por él como los
"pobres", surgen los demagogos que halagan a los ciudadanos, dan
máxima importancia a sus sentimientos y orientan la acción política
en función de los mismos.
Aristóteles define por lo tanto, al demagogo como “adulador del
pueblo” En el espacio político actual ha irrumpido un grupo de
demagogos que prometen aquello que no van a poder cumplir, y por
supuesto hay que considerar se sería mejor o no que aun prometiendo
que podrán cumplir, no tan siquiera los intenten.
Irrumpir, aterrizar, asaltar la sociedad navarra, con temas de
Navarra y Euzkadi, “está fuera de lugar”, esto señores parecen no
conocer nada de esta comunidad, lanzar estas declaraciones a pocos
días de campaña electora, es como decía Aristóteles forma corrupta o
degenerada de la Democracia, podemos o no podemos, pero con Navarra
no se juega.
Recortes
de Prensa Página
Inicial
|