El Ibex contra el populismo
Juan M. Blanco www.vozpopuli.com 17 Junio 2015
Las elecciones municipales, el traspaso de importantes alcaldías a
candidatos en la órbita de Podemos, ha suscitado la preocupación de
importantes banqueros y empresarios. Por fin, tras décadas de
adulación, de estomagante peloteo, de desmesurados halagos hacia los
dirigentes políticos, por muy zoquetes que fueran, los grandes
gestores empresariales comienzan a hablar de política en serio, a
manifestar opiniones críticas, a advertir de los peligros que
perciben en el horizonte. Ya era hora de que los empresarios del
Ibex, y algún añadido, expresaran criterios serios, o alarmas, en
lugar de lanzar absurdos panegíricos. Bienvenido sea un cambio de
actitud en beneficio de la transparencia, del debate de ideas... si
no fuera porque fueron precisamente los grandes empresarios quienes
contribuyeron, codo a codo con los políticos, a crear el caldo de
cultivo idóneo para el arraigo del ahora denostado populismo. De
aquellos polvos... estos lodos.
Lo mismo que Hugo Chávez no fue fruto de la casualidad sino
resultado de la gestión de Carlos Andrés Pérez, del sistema de
corrupción sistémica que asoló Venezuela durante décadas, la
difusión de las ideas populistas en España es consecuencia de un
Régimen de arbitrariedad, privilegios y latrocinio generalizado. De
dirigismos y paternalismos que inhibieron la responsabilidad
individual, otorgando a los dirigentes la potestad de resolver a su
criterio hasta la más mínima molestia que pudiera aquejar al
ciudadano. De poco sirve lamentar, rasgarse las vestiduras, señalar
los nubarrones en el horizonte cuando se ha favorecido, por acción u
omisión, la degradación del sistema. Las grandes figuras
empresariales no sólo deben responder ante sus accionistas: como
parte de la élite dirigente mantienen una importante responsabilidad
ante la sociedad en su conjunto.
Eliminar privilegios, no generalizarlos
La élite empresarial selló un acuerdo tácito con la clase política
para obtener favores y privilegios, contratas o legislación
favorable, a cambio de apoyos y comisiones. Contribuyeron a un
sistema cerrado, blindado a la competencia, donde el éxito
empresarial dependía mucho más de la cercanía al poder que de la
capacidad innovadora o la eficiente gestión. Halagaron públicamente,
dieron jabón por toneladas a todos los presidentes, fueran
nacionales o autonómicos. Rieron las gracias a Juan Carlos,
confundiendo el humor con la vulgaridad, favorecieron sus enjuagues,
sus disparos, esos negocios relacionados con el Golfo. Hicieron
oídos sordos ante la corrupción de la Corona, la vista gorda ante el
desmesurado expolio de los contribuyentes. Y gastaron millonadas en
paquetes publicitarios para controlar la información sensible,
generando una prensa repleta de tabúes, absorta en la autocensura,
sumisa al poder, un periodismo anclado a un partido u otro, cobarde,
dependiente de sobres o información sensible, alejado de la
objetividad. Ningún Ben Bradlee pudo surgir en semejante panorama
mediático.
Las ideas populistas se difunden con facilidad en una España harta,
hastiada de los privilegios de la clase dirigente, huérfana de
reglas claras, alejada de la igualdad ante la ley, acostumbrada a
apaños y componendas en las alturas. Donde los medios hurtan,
ocultan el debate de fondo. Los populistas prometen otorgar al
pueblo los privilegios de las élites, de la casta, extender los
"derechos" de la oligarquía a los integrantes de otros grupos, unos
sujetos que, al final, suelen coincidir con sus partidarios. Es la
argucia para continuar con el secular reparto de prebendas y cargos,
ahora en nombre del pueblo. Una estrategia que conduce a la máxima
lampedusiana: que no cambie el fondo ni la sustancia del sistema,
tan sólo los protagonistas y la retórica. La auténtica regeneración
no consiste en extender las prerrogativas a todos, en distribuir
favores a más grupos y facciones. No se trata de multiplicar los
privilegios sino de eliminarlos, de restaurar la igualdad de todos
los ciudadanos ante la ley.
Abonaron el terreno para el populismo
El populismo encuentra un entorno favorable donde los gobernantes se
atribuyeron la facultad de cuidar, guiar y proteger al ciudadano,
incluso de sí mismo, allí donde fomentaron el infantilismo de las
gentes, el miedo a la libertad. Con sus sencillas consignas, los
populistas conectan fácilmente con una población dependiente,
quejumbrosa, blanda, protestona pero muy poco crítica, inclinada a
despotricar, a gritar, pero no a buscar remedios. Echan sus raíces
en terrenos donde los políticos han diluido la responsabilidad
individual para crear masas, rebaños, no ciudadanos. En lugares
donde el discurso oficial recitó falsos derechos sin mencionar los
correspondientes deberes, donde el trato no dependía de la valía
personal, o el esfuerzo, sino del grupo al que se perteneciese.
Si su preocupación por el futuro es sincera, los grandes empresarios
no pueden limitarse a improvisar, alarmar o dar palos de ciego. Ni a
realizar declaraciones contrarias al ejemplo ofrecido. Ni a impulsar
a partidos como Ciudadanos, tan solo para repescar el voto
desencantado o indignado con los partidos convencionales. Ni a
promocionar figuras que se apuntan a un bombardeo, personajes cuyo
único objetivo es sentarse en la poltrona de ministro... aunque sea
de marina. Mucho menos a animar efímeras y torpes operaciones, como
la de Esperanza Aguirre, ampliamente secundada por la prensa amiga,
para desplazar a cualquier precio a Manuela Carmena de la alcaldía
de Madrid.
Los líderes empresariales prestarían mejor servicio a sus
conciudadanos impulsando la verdadera regeneración, apoyados en su
enorme poder mediático. Facilitando la retirada de las barreras que
limitan la competencia. Favoreciendo una prensa libre, capaz de
informar objetivamente lejos de la amenaza y la coacción de los
grandes anunciantes. Fomentando mecanismos de selección de élites
con criterios meritocráticos, lejos del amiguismo, la cuna o los
privilegios. Para andar por las ramas, marear la perdiz, quedarse en
la espuma de los problemas... mejor es callarse.
Un sistema electoral que es una farsa
Davir R.www.latribunadelpaisvasco.com 17 Junio
2015
Existen diferentes sistemas políticos en los cuales se articulan las
diferentes sociedades, y la distinción entre sistemas democráticos y
dictaduras es básica.
De las dictaduras queda por decir, escribir y hacer, pero mantienen
denominadores comunes que se reflejan en una forma de actuación que
vulnera los Derechos Humanos de la población para beneficio de unos
pocos. Siguen siendo varias en el planeta, y en todas ellas
encontramos la ausencia de sistemas electorales o sistemas viciados
de origen o manipulados o manipulables.
Pero los sistemas democráticos funcionan en base a un ordenamiento
jurídico, que está por encima de caprichos personales y condiciona
el funcionamiento de las instituciones y las relaciones entre
ciudadanos. De esos sistemas jurídicos emanan sistemas electorales
más o menos eficaces y eficientes.
Tras las elecciones del pasado día 24 de mayo se ofrece a los
votantes un lamentable escenario de pactismo postelectoral que
vulnera (como poco, parcialmente) el voto de los electores. No está
bien que se conformen mayorías de gobierno en función de intereses
partidistas o personalistas, utilizando el voto individual, secreto
e intransferible, para obtener puestos concretos de poder,
"poltronas".
Cuando los ciudadanos hemos ido a votar lo hemos hecho
individualmente y pensando en el sistema político que queremos
sostener con nuestro voto, pero no hemos decidido con nuestro voto
qué coaliciones postelectorales conformarían los partidos, entre
otras cosas porque en campaña electoral y en los programas
electorales esa variable no estaba definida (salvo raras
excepciones). Lo que ha ocurrido es lamentable y desmovilizador.
Algunos marcaron "líneas rojas" que muchos se están saltando,
creando confusión por la disparidad de criterios en función del
lugar donde se pacta.
Una parte del problema que sufrimos se resolvería con tres medidas
básicas, sencillas y baratas de aplicar, que pasan por modificar las
Leyes Electorales, empezando por la Ley Electoral General. Y me
refiero a medidas que se utilizan con éxito en países de nuestro
entorno con mucha más experiencia en el ejercicio de la democracia:
1) - Listas abiertas, para que la configuración final la realice el
elector y no el partido.
2) - Segunda vuelta, para impedir fragmentaciones que dificultan la
gobernabilidad.
3) - Eliminación del Senado y las Diputaciones, que no sirven para
nada, más que aumentar el número de "poltronas" y aforamientos. Les
aseguro que en la cámara alta un día normal de trabajo es difícil
encontrar a más de 10 señorías.
La modificación de las Leyes Electorales requiere de mayorías que se
antojan imposibles de alcanzar, pero es una cuestión falsa, porque
estamos concluyendo una legislatura con mayoría absoluta, y lo que
es más sangrante, en privado prácticamente la totalidad de los
políticos, indistintamente de su filiación, reconocen que, por
ejemplo, la segunda vuelta sería una excelente medida que
clarificaría el panorama, pero cuando esos políticos acceden a la
"poltrona" el tema se olvida, y así ha sido desde que existe esta
democracia.
¿Cómo voy a apoyar la segunda vuelta si yo voy a ser tercera o
cuarta fuerza, pero en muchos sitios voy a poder jugar a ser
"bisagra"?.
En el caso de las listas abiertas el problema es más grave, porque
ningún partido quiere perder el tremendo poder que les concede a sus
dirigentes elaborarlas, ¿Cómo voy a apoyar listas abiertas en mi
partido si podría ocurrir que a mí no me elijan? Y, además, ¿Por qué
tendría que regalar ese poder que tengo? Y la eliminación del Senado
y de las Diputaciones también es una cuestión tabú, que en privado y
con la boca pequeña, es cuestión que reconocen casi todos, pero que
implica eliminar muchas "poltronas", la "tarta" a repartir se haría
más pequeña, ¿Cómo voy a votar en contra de la eliminación del
Senado si algún día, quizá, yo pueda ser senador y vivir mejor que
un Rey?
No sé si nos engañan o nos autoengañamos, pero nuestro sistema
electoral es una farsa dentro de nuestro sistema político, y así
observamos con asombro fenómenos como el que ha ocurrido en
Pamplona, y así observaremos cosas muy extrañas en las próximas
elecciones generales.
Sería muy fácil que el legislador modificase el sistema electoral
para hacerlo más democrático y, sobre todo, más representativo, pero
no existe voluntad política, y nuestro actual sistema es un desastre
por ineficiencia democrática, por fraude al elector y por generar
vicios automáticos.
Limpiar la izquierda, limpiar la derecha
www.gaceta.es 17 Junio 2015
Si la izquierda tiene que limpiarse para volver a ser el gran
partido socialdemócrata que España necesita, el PP debe regenerarse
para no dejar huérfanos a millones de españoles que defienden la
unidad nacional, la libertad personal y la herencia cultural
cristiana.
El PSOE ha venido blasonando de que, en busca de una mayor
democracia interna, había introducido el sistema de elecciones
primarias para elegir a sus candidatos. El resultado final del
proceso es más bien lamentable: Pedro Sánchez acaba de ser
proclamado candidato único para las primarias del partido. Es decir
que finalmente la democracia interna ha terminado reducida a una
suerte de “democracia búlgara” en la que, como en los viejos
partidos comunistas, el candidato oficialista gana por el 99,9 por
cien. La trampa es muy evidente: para concurrir a las primarias es
preciso contar con unos determinados avales; esos avales son
prescritos por la dirección del partido, que así garantiza una
pre-selección de los candidatos en función de los intereses de la
propia dirección. Como en unas oposiciones amañadas. Lamentable.
El PP no tiene nada parecido: desde hace años ha venido funcionando
como una pirámide –con faraón incluido- donde la democracia interna
consiste en aplaudir al jefe. En el PP, la dirección nombra a los
responsables locales y éstos actúan después como compromisarios que
eligen a la dirección. Los congresos locales sirven casi
exclusivamente para aclamar a los candidatos designados desde
arriba. El sistema ha permitido construir un partido muy sólido,
pero, inevitablemente, ha terminado generando oligarquías cerradas
sobre sí mismas que, al cabo, se han divorciado de la militancia y
de los votantes, por no hablar de la corrupción, que aparece siempre
que alguien pasa demasiado tiempo en el poder.
Al día siguiente de las elecciones municipales y autonómicas, este
periódico propuso que el Partido Popular debía abrir un proceso de
renovación a fondo sobre la base de elecciones primarias locales que
condujeran a un congreso extraordinario y a la renovación completa
de sus cargos directivos. ¿Por qué? Porque la causa del declive del
PP no está en que haya perdido el voto de la izquierda, sino en que
su propio electorado le ha dado la espalda. Nunca ha sido menos
popular que el PP que ahora, con Rajoy y Soraya, con una cúpula que,
encaramada en su soberbia, ha aplicado una política alejadísima de
lo que realmente quieren y piensan sus bases. El PP se está
descomponiendo desde arriba. Por eso debe reconstruirse desde la
base.
Este martes Cristina Cifuentes proponía un proceso de primarias,
regional primero y nacional después, y Esperanza Aguirre pedía un
congreso extraordinario. Cada cual se mueve, sin duda, por sus
propios intereses, pero eso es exactamente lo que hay que hacer. No
tiene sentido que el partido más votado de España, con el mejor
balance histórico de gestión, con los mejores cuadros y el mayor
número de afiliados, se asfixie a sí mismo por alejarse de sus
votantes, traicionar su propio expediente, contradecir sus propios
principios y encastillarse en el cortoplacismo de una pequeña
oligarquía que no se reconoce en las siglas del PP.
Si la izquierda tiene que limpiarse para volver a ser el gran
partido socialdemócrata que España necesita, el PP debe regenerarse
para no dejar huérfanos a millones de españoles que defienden la
unidad nacional, la libertad personal y la herencia cultural
cristiana. No bastan retoques cosméticos. Lo que el PP necesita es
una profunda regeneración.
Disiento, querida Gaceta
Carlos Esteban www.gaceta.es 17 Junio 2015
Esto es la izquierda, este esperpento.
Pueden no tenerlas todas consigo y aceptar un ritmo más lento.
Puede haber un grupo que, con el nombre de izquierda, se apoltrone,
transija, se venda, chalanee.
Pero la izquierda es esto que vemos, esta es su cara verdadera, esta
es su última estación, y todo lo que venga antes ha preparado este
momento.
La Gaceta, donde está usted leyendo esto, publica hoy un editorial
-'Limpiar la izquierda, limpiar la derecha'- cuyos argumentos y
lenguaje beben de una mitología que no puedo ya creer, una leyenda
que ha hecho las veces de historia oficial de nuestra transición
pero que, ay, ha sido solo una mentira piadosa para tenernos
tranquilos y orgullosos.
"Si la izquierda tiene que limpiarse para volver a ser el gran
partido socialdemócrata que España necesita -explica La Gaceta-, el
PP debe regenerarse para no dejar huérfanos a millones de españoles
que defienden la unidad nacional, la libertad personal y la herencia
cultural cristiana". Y sigue con una serie de consejos, todos de
sentido común, para hacer al PP más receptivo a sus bases y mejor
reflejo de la visión del mundo que tienen presuntamente sus
votantes.
Me parece recetarle una aspirina a un enfermo de cáncer en fase
terminal. La economía no se entiende solo desde la economía ni la
política puede hacer mucho sin la cultura, y mucho me temo que hemos
llegado demasiado lejos como para que unos cuantos ajustes en la
maquinaria vayan a cambiar sustancialmente las cosas.
No ha existido esa Edad de Oro a la que se refiere la leyenda. Sí,
hemos vivido paz, libertad y prosperidad, pero el camino en el que
estamos ya se había trazado y no hemos llegado aquí por error. El
esquema de una izquierda que ha decidido desde el primer día dejar
España que no la reconozca "ni la madre que la parió" (Alfonso
Guerra dixit) y ha ido radicalizando la sociedad paso a paso y una
derecha que se ha limitado a arreglar los números y ratificar la
ingeniería social de la izquierda nos acompaña desde el primer día.
El PP tanto como el PSOE han presidido impávidos ante la masacre
diaria del aborto. El PP tanto como el PSOE han avanzado en la
disolución de la familia y la fragmentación social. El PP tanto como
el PSOE han permitido la redefinición de la realidad y el fomento
del rencor en la educación. El PP tanto como el PSOE ha hecho la
vista gorda ante el cultivo paciente del nacionalismo separador
durante generaciones y ambos se han alzado de hombros ante mil y un
desafíos legales de los independentistas.
La diferencia es que el PSOE ha hecho todo eso con entusiasmo y el
PP, con cierta vergüenza y bastante cinismo. Por aquello de la
heterogénesis de los fines, es la derecha oficial y no la izquierda
la que parece convencida de que la economía es lo único que cuenta y
lo demás es superestructura, y en su arrogancia despliega másters y
oposiciones ganadas como prueba de que ellos son los más listos y
los únicos que pueden manejar la maquinaria. Al servicio de la
izquierda, naturalmente.
El País piensa o finge pensar en esto como mi periódico y abre con
la noticia de que 'Alfonso Alonso emerge como la figura del cambio
en el PP', porque lo importante sigue siendo el intercambio de
cromos y el juego de la silla. De segundo, 'Carmena inicia su
mandato con polémica y rectificaciones', un perfecto ejemplo de lo
que los anglófonos llaman 'understatement'. En la foto de primera,
Varufakis aparece sentado en el suelo del Parlamento griego,
visiblemente cansado. 'Grecia atribuye al FMI "responsabilidad
criminal" en las última horas para negociar un acuerdo. Sí, se
puede, ¿verdad, "mi amigo Alexis"?
También se apunta a la tesis de La Gaceta, solo que con la
untuosidad oleaginosa propia del cortesano, ABC, que saca en su
portada a Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes bajo el titular:
'Aguirre inicia con su salida la renovación en el Partido Popular'.
Me imagino al decano de la prensa anunciando en el París
revolucionario que 'Su Majestad Luis XVI inicia con su decapitación
la renovación de Francia'.
La misma noticia y foto parecida abren El Mundo de David Jiménez:
'Aguirre deja el PP lanzando un último desafío a Rajoy'. Me fijo en
una noticia de la derecha: 'Las diputaciones emplean a 60.000
personas, 7.000 más que BBVA y Santander juntos'. A lo mejor eso
explica algo, digo.
Y vuelta a la foto, con variaciones, abriendo La Razón: 'Rajoy
cierra el ajuste de Gobierno y mantendrá a Santamaría de portavoz',
porque en una España en la que hordas de imberbes supurando rabia
heredada ocupan el poder en las principales capitales no es tan
importante como el minué ridículo de los cargos
¿Retrocede el PSOE al radicalismo de 1934?
Lucio A. Muñoz www.gaceta.es 17 Junio 2015
El escritor e historiador Pío Moa, a través de su libro, titulado
“1934: Comienza la Guerra Civil. El PSOE y Ezquerra emprenden la
contienda”, culpa a estos dos partidos de comenzar la Guerra Civil
española.
Y la tesis en la que se basa tal acusación la fundamenta el autor en
virtud del contenido de los archivos de Largo Caballero, que se
encuentran en la Fundación Pablo Iglesias.
En este sentido, Moa aporta pruebas tanto gráficas como documentales
en esta obra y las mismas certifican el papel desestabilizador,
subversivo, revolucionario y contrario a la democracia que desempeñó
el PSOE desde 1933 hasta 1936.
Concretamente, la facción más relevante y radical del PSOE (en
contra de la opinión de Besteiro) trazó en 1933 un “plan
guerracivilista”, al objeto de intentar instaurar una “dictadura del
proletariado” en España, todo ello, por mediación de una revolución
al estilo soviético.
Tanto es así, que este proyecto totalitario comenzó en octubre de
1934 con una insurrección armada, a modo de huelga general
revolucionaria de los trabajadores, denominada “Revolución de
Asturias”. (Aunque el objetivo, que estuvo enfocado en reproducir
este movimiento obrero y belicista en todas las regiones de España,
no se cumplió porque el mismo solo tuvo arraigo en Asturias).
Y la parte complementaria y sincrónica del mencionado complot
fraticida consistió en el intento de fragmentar España, segregando
Cataluña. Recordemos al respecto que el 6 de octubre de 1934, Lluís
Companys (líder de Ezquerra Republicana de Cataluña y Presidente de
la Generalidad en la Segunda República) proclamó en Barcelona,
aunque de forma fallida, el Estado Catalán.
En definitiva y según el referido libro (cuyo prólogo, firmado por
el prestigioso historiador Stanley G. Payne, ratifica lo expuesto en
el mismo), el PSOE y Ezquerra planificaron y organizaron la Guerra
Civil española en virtud de estos dos acontecimientos iniciales.
Actualmente, el PSOE no desea hacer un examen de conciencia y, por
consiguiente, prefiere continuar siendo fiel a su radical historia,
tanto en cuanto en pleno Siglo XXI este partido ha vuelto a su
versión más sectaria y extremista, asociándose con Podemos y sus
filiales para gobernar conjuntamente importantísimas autonomías y
ayuntamientos (Madrid, Barcelona y Valencia entre ellos).
Si bien es cierto, y también es de justicia resaltar tal extremo,
que existen contradictorios posicionamientos internos en el PSOE, de
hecho, una corriente relevante del partido socialista no es
favorable a constituir un nuevo frente popular en comandita con
Podemos.
No obstante, la realidad se impone y el proyecto de Podemos (de
perfil tiránico y neo comunista, y además financiado por el
narco-estado asesino de Maduro) ya está en funcionamiento a nivel
gubernamental e institucional. Por obra y gracia del PSOE.
Y no olvidemos que el mismo está configurado fundamentalmente en
función de tres áreas clave: la primera está relacionada con el
aspecto económico, que girará en torno a la creación de una ruinosa
banca pública (aunque, de momento, esta medida está aparcada) para
poder “financiar” al partido y a sus dirigentes, con el peligro de
reproducir el “modelo político de anti gestión” de las antiguas y
quebradas cajas de ahorros. Mientras, paralelamente, freirán a
impuestos a los ciudadanos.
La segunda consiste en controlar segmentadamente, y vía censura, a
los medios de comunicación (y al entorno de las redes sociales) con
el fin de adoctrinar a la población en la medida de lo posible.
Y la tercera se basa en utilizar, ideológicamente y con maestría, la
mentira, que según Lenin, uno de los referentes de los podemitas, es
el instrumento político más efectivo tanto para asaltar como para
conservar el poder.
Por tanto, la sociedad civil española debe despertar de una vez de
su letargo y estar más alerta que nunca al objeto de luchar contra
este maquiavélico plan de Podemos, cuyo principal propósito es
perpetuar un régimen comunista (si el poder económico les deja).
Y en función de lo anterior, el centro derecha-derecha español,
espacio político huérfano de representación en la actualidad y
conformado por cientos de miles de ciudadanos decentes pero a los
que la corrupción del PP de Rajoy (convertido en una burda copia del
PSOE de Zapatero) ha dejado noqueados, debe movilizarse cuanto
antes. Por ende, el PP debe reinventarse para defender sus valores
tradicionales o, por el contrario, el centro derecha-derecha español
debe refugiarse en otras siglas.
Que no son promesa electorales, solo
"sugerencias" (Carmena)
Mario Conde www.gaceta.es 17 Junio 2015
La “adaptabilidad al medio” del que hacen gala ciertos políticos, no
todos, desde luego, pero en una alícuota nada despreciable, se
extiende a zonas inevitables del lenguaje. Resulta que Rajoy, cuando
ganó las elecciones hace ahora unos cuantos años, enfatizó en una
serie de promesas electorales a las que consideró piezas capitales
de su política e instrumentos inevitables e imprescindibles para
conseguir el progreso económico y social de la sociedad que dejó
Zapatero. Una y otra vez escucharon los que quisieron oír las
reiteradas recetas convertidas, como digo, en pilares del
resurgimiento.
Pero el tiempo, ese que todo lo sanciona, demostró dos cosas. La
primera, que esas promesas fueron reiteradamente incumplidas. La
segunda, que en lugar del resurgir económico y social, el verdadero
logro consistió en incrementar de modo exponencial las tasas de
paro, pobreza y descontento social, demoliendo de paso a la clase
media. Comprendo que a algunos, quizás muchos, les moleste este
aserto pero basta con asomarse a cualquier rincón de la geografía
española para darse cuenta de que ni se trata de demagogia ni de
intención de dañar al PP ni a su presidente. Sencillamente es esa
terrible dictadura del hecho. Bien es verdad que ciertos número
macroeconómicos están mejorando algo en la actualidad y que la
economía crece. Pero ¿llega ese crecimiento a todas las capas
sociales? Me parece que no.
Rajoy lo justificó,-me refiero a su incumplimiento— con diversas
apelaciones, unas veces al desastre dejado por Zapatero —que conocía
bien antes de llegar a la Presidencia— otras a las imposiciones del
UE —las menos— y las más a la inevitabilidad de eso que llaman una
política ortodoxa. Bien: excusas hay muchas. Incumplimientos,
también.
Todos pensábamos que con la llegada de los “emergentes” el
comportamiento político podría ser distinto. A la vista está que en
una primera fase hemos pasado, como se diría en términos de lucha
libre, de una pelea entre dos a otra entre cuatro, pero conservando
las mismas reglas de juego.
¿Tendrían la decencia política los emergentes que acusaron a la
“casta” de faltar a sus promesas electorales, de ser ellos
coherentes con las que llevan en sus programas? Ya sospechábamos que
no, pero un pequeño rincón para la duda anidaba en el alma
colectiva. Hoy, la juez Carmena, alcaldesa de Madrid, resulta que ya
no va a crear un banco público municipal. Lo prometió como
instrumento “para reforzar la autonomía financiera municipal y “como
herramienta de financiación de proyectos sociales y de empresas y
cooperativas que fomenten la economía productiva”. Ni mas ni menos….
Pues nada. Que no. Que no lo crea. ¿Y eso? He aquí las maravillas
del lenguaje: nos asegura que eso no eran promesas electorales.
¿Entonces qué eran? Estas es la respuesta de Carmena: “un conjunto
de sugerencias“.
Al principio me hizo gracia al leerlo. Ahora simplemente constato
que son todos iguales en lo esencial. Se diferencian en los
vocablos, en el lenguaje. Al menos esto de sugerencias no deja de
ser creativo, al tiempo que, de no ser trágico, resultaría
divertido. Y mientras tanto, Ciudadanos sanciona a los que osan
tener criterio propio y no seguir las órdenes del partido en materia
de voto…Es que no acaban de entender los elegidos de Ciudadanos que
deben ser meros seguidores de la voluntad del jefe…
El liberalismo en la encrucijada
La libertad está hoy en franco retroceso, denostada por opciones
colectivistas que aprovechan la terrible crisis que nos atenaza para
trasladar a la gente populismos trasnochados
Juan Manuel López-Zafra El Confidencial 17 Junio 2015
Lo que nos une es más grande. Y más valioso.
Daniel Lacalle
No han sido unos buenos resultados electorales para quienes deseamos
devolver al individuo aquello que le ha caracterizado desde su
primera evolución: la capacidad de decidir y ser dueño de su
destino. Las opciones electorales no eran muchas, y la
materialización del voto lo ha confirmado. La libertad está hoy en
franco retroceso, denostada por opciones colectivistas que
aprovechan la terrible crisis que nos atenaza para trasladar a la
gente populismos trasnochados que creíamos invalidados por la
historia, aunque presentes en muchos países sudamericanos.
Sin duda, el conocimiento trasladado a los alumnos de los éxitos del
socialismo tiene mucho que ver. En el libro de Ciencias Sociales de
4º de la ESO de una muy conocida editorial, la URSS lideraba un
bloque de países del Este con economías planificadas y democracias
populares, como contraposición a las democracias liberales y su
libre mercado. Cuando le pedí explicaciones a la editorial acerca
del empleo sin matices del sintagma “democracia popular”, me
contestaron que se trataba de la denominación oficial y que no iban
a entrar en cuestiones políticas: “El término democracia popular se
otorgó a los regímenes políticos surgidos en la Europa del Este tras
la Segunda Guerra Mundial”. Pura asepsia. Es muy posible entonces
que la propia editorial calificase al régimen del general Franco
como democracia orgánica. No acudí a comprobarlo.
Ayudan también por supuesto los medios de comunicación de masas que
trasladan constantemente una imagen errónea del liberalismo y de su
aplicación económica, el capitalismo, la doctrina que más ha hecho
por el progreso humano, la reducción de la pobreza y la democracia
en la historia de la humanidad. No quiero decir con ello que no
existan fallos. Por supuesto, como ocurre con la democracia, “la
peor forma de gobierno, excepto por todas las otras”, como señaló
Churchill. Pero de todos los sistemas económicos probados hasta la
fecha, el capitalismo es el menos dañino para el individuo, la
sociedad y el entorno.
En este país no se concibe un periodista, un artista o un
intelectual con trascendencia pública que declare su apoyo al
capitalismo sin matices, sin tapujos y sin ser condenado al
ostracismo. Todo lo más es escucharle ceder, cabizbajo, “bueno, no
sé, no hay nada mejor, pero tiene fallos y ahí es donde debe
intervenir el Estado”. El Estado como redentor del pecado (del)
capital. El Estado, que no es otra cosa más que la concreción de la
voluntad popular en unas instituciones dominadas por hombres y
mujeres que se arrogan con soberbia la capacidad de saber qué es lo
que debe corregirse y qué es lo que no. Quizá el nuevo concejal de
Hacienda de Madrid, D. Carlos Sánchez Mato, lo ha recogido mejor que
nadie en los últimos tiempos: “Los ahorros de la sociedad no deben
estar en manos privadas ni gestionados por ellas”. Los ahorros de la
sociedad como entelequia, pues la sociedad no ahorra, si acaso sus
componentes; vamos, que si por el Sr. concejal fuera sus ahorros
serían expropiados porque Ud. ni sabe ni debe gestionarlos; él,
ellos, en cambio, saben lo que todos nosotros necesitamos.
Pero no es la diferencia individuo/Estado la que nos ha traído aquí.
Ni tampoco la identificación de culpables. Lo que pretendo es
simplemente encontrar respuestas a una pregunta que me hago desde
tiempo: ¿debe el liberalismo seguir en el gueto de la pureza
ideológica, cual Partido Comunista de los Pueblos de España (versión
ANCAP auténtica) como guardián de la esencia revolucionaria, o por
el contrario debe atravesar líneas para, sin renunciar a lo que
supone la esencia de la libertad, alcanzar algún cierto grado de
poder y desde ahí transformar de forma efectiva los pilares actuales
de la sociedad?
Como ocurre siempre en los procesos mentales de transformación
(porque esa y no otra es la cuestión) es muy complicado vencer las
resistencias. El 28º Congreso del PSOE, en mayo del 79, rechazó
abandonar el marxismo, propuesta de su entonces joven secretario
general, que decidió dimitir. Sólo cuatro meses después, en
septiembre, el mismo partido renunciaba al marxismo como ideología y
abrazaba la línea socialdemócrata europea, reeligiendo a Felipe
González como Secretario General. Tres años después, el 28 de
octubre, el PSOE lograba la mayoría absoluta en las elecciones
generales. El marxismo está lejos de alcanzarse en España, pero tan
alejado como la sociedad que propugnamos los liberales.
Podemos decir que el PSOE se ablandó al abandonar la tradición
marxista; de este proceso histórico de renuncia a la ortodoxia bien
sabe el PC Español, creado como escisión del PSOE y su Federación de
Juventudes Socialistas tras el congreso extraordinario de 1919 y
fusionarse más tarde con el PCOE a raíz de la Tercera Internacional
en 1921 y fundar así el PCE.
Algo parecido (salvando las distancias) parece estar sucediendo en
el Partido Popular, que ha abandonado (no sabemos si de forma
definitiva) los postulados fundamentales del liberalismo económico
en pos de otros, dicen que más centrados, claramente
socialdemócratas. No ayuda, obviamente, la acusación constante de
muchos tachando de neoliberal al gobierno que más ha hecho, junto
con los de Rodríguez Zapatero, por el progreso del estado, en contra
del individuo, desde la reinstauración de la democracia. Ahí están
las cifras de deuda pública.
¿Es la situación reversible? ¿Pueden los españoles volver a
disponer, en alguna medida, de mayor libertad individual y
económica? ¿Podremos llegar a disfrutar de las ventajas reales del
capitalismo, no del mantenimiento de medios de producción en régimen
de propiedad privada funcionando bajo forma de oligopolios o de
graciosas concesiones administrativas?
“España es socialista, y eso no lo vamos a cambiar” me aseguraba el
otro día un buen amigo y uno de los referentes del liberalismo
español. Volvemos a la resistencia al cambio, esta vez la de los
españoles. Toda sociedad acaba aceptando que hay “otros” de los que
tirar, que habrá siempre “ricos” a quienes detraer parte de su
riqueza para entregársela a quienes no tienen. El problema es que la
única forma que ha descubierto el gobierno, este y cualquiera, de
mantener esa presión es ampliando la base social de los ricos (es
decir, rebajando el umbral de forma progresiva para atrapar a la
mayor parte posible) y ampliando el marco temporal. Recuerden el
recargo temporal de solidaridad del ministro Montoro cuando el
presidente Rajoy, tan solo 11 días después de tomar posesión,
anunciaba la primera renuncia a sus principios (si es que existían),
a su programa y a sus votantes. Por cierto, ningún otro ministro de
Hacienda ha ordenado tantas subidas de impuestos como el Dr. Montoro
en el mayor saqueo de las clases medias que se recuerda. Sólo en el
primer año de gobierno fueron 27 las subidas; en total exceden ya
las 50, “Las cincuenta sombras de Brey” como acertadamente las
denomina un buen amigo. “Lo de subir impuestos se me da fatal”
declaraba D. Cristóbal cuando ya había fulminado todos los récords y
las clases medias agonizantes le dábamos las gracias por tanto
esfuerzo denodado en su lucha interna.
Volvamos a la cuestión. ¿Cuáles son los principios básicos del
liberalismo? Parece claro que estos son la no violencia, la libertad
individual y la propiedad privada; el imperio de la ley, garante de
los anteriores; y un gobierno limitado a las funciones básicas de
administración de justicia y organización de la defensa, si optamos
por un sistema de convivencia basado en el liderazgo de un órgano
supra individual. De estos tres bloques emanan todos los demás
principios que, según su grado, dan lugar a las distintas corrientes
que, como en todas las facetas ideológicas, articulan el
pensamiento.
La cuestión es recordar que esas tres, y no otras, se encuentran en
la base de todas las corrientes. Eso es lo que une a los liberales,
más allá de matices que distinguen a unos de otros. Así pues, ¿no
sería interesante construir desde esos mínimos, en vez de plantear
un programa de máximos que en ningún caso la sociedad está
dispuesta, hoy, a aceptar?
¿Es posible apoyar un programa que NO abogue por la abolición del
salario mínimo? ¿Que no pida la restauración del patrón oro, la
despenalización de las drogas o el desmantelamiento de la Seguridad
Social?
Personalmente, mi postura es clara. Sin embargo, creo que el
posibilismo, como acertadamente lo definió un buen amigo, debiera
ser la norma. La pregunta que yo me hago es sencilla: ¿cómo quiero
que sea la sociedad en la que vivan mis hijas dentro de veinte o
treinta años?
- ¿Con el equivalente de las actuales clases medias (que serán
considerados como ricos por entonces) pagando un tipo medio del 50%
para sostener los ingresos del mega estado, o pagando todos mucho
menos que hoy a pesar de sostener un sistema de sanidad pública que
puede financiarse de formas alternativas?
- ¿Manteniendo un sistema de pensiones que, para no quebrar, no
alcanzará para entonces el salario mínimo actual o transitando hacia
el cambio a uno de capitalización, pura o mixta, como ya tuvo España
hace 100 años hasta que Franco y la Falange impusieron el sistema de
reparto, hoy tan apreciado por la izquierda?
- ¿Aceptando intromisiones permanentes en nuestra intimidad, con
vigilantes de la ORA fotografiando las matrículas de nuestros coches
y saber así por dónde nos estamos moviendo durante años, siempre
“por nuestra seguridad”, o manteniendo nuestra privacidad por encima
del Gran Hermano estatal?
Hay que abandonar la trinchera. Muchos estamos convencidos de que el
mensaje liberal es el único capaz de mantener un equilibrio entre la
vida en sociedad que muchos aceptamos y buscamos y la libertad
individual, sin más cesiones que las estrictamente necesarias para
esa convivencia. No podemos pretender que todo el mundo acepte lo
que creemos correcto. El tiempo es fundamental. Aplazar ciertos
aspectos para consolidar otros es imprescindible. El tiempo es este.
Y, como dijo Gandalf, “sólo tú puedes decidir qué hacer con el
tiempo que se te ha dado". Adelante.
¡Llegan los rojos! Del Madrid de Tierno al
de Manuela
Las figuras incontestables de Tierno y Carmena como regidores de la
Villa suponen un aire limpio y fresco, solo reservado a las figuras
que llevan la honorabilidad y la decencia como bandera
José Joaquín Flechoso Sierra El Confidencial 17 Junio
2015
La UCD había vuelto a ganar, en este caso las Elecciones
Constituyentes celebradas en marzo de 1979, procedía a democratizar
los ayuntamientos de toda España, que aún tenían a sus alcaldes
designados directamente por el Ejecutivo. Eran las primeras
elecciones municipales de la democracia y se celebrarían el 3 de
abril del mismo año. Las encuestas daban una posición favorable a la
UCD para ganar la alcaldía de Madrid. Figuraba como cabeza de cartel
el notario José Luis Álvarez, hasta entonces alcalde por designación
del gobierno de Suárez desde 1978, el cual dimite a principios de
1979 para presentarse como candidato a las elecciones.
El Partido Socialista Popular de Enrique Tierno Galván había
finalizado su integración en el PSOE de Felipe González en mayo de
1978, acuciado por las deudas de la campaña de las primeras
elecciones democráticas celebradas en 1977. Tierno se presentaba
como cabeza de lista a la alcaldía de Madrid, en lo que se entendió
en aquellos momentos por muchos analistas políticos como una forma
de apartarlo de posibles luchas internas en el PSOE, donde su línea
ideológica claramente marxista, e incluso su defensa de un claro
acercamiento hacia el PCE como forma de convergencia de las fuerzas
de izquierda, creaban una cierta inquietud entre destacados miembros
de la ejecutiva socialista en un momento tan complejo para la
política española como eran aquellos tiempos de reciente
restauración de la democracia.
Felipe González había hecho expresa renuncia del marxismo y la
figura y personalidad del viejo profesor creaba cierta incomodidad
al joven líder sevillano, que intentaba neutralizar cualquier
posicionamiento ideológico de Tierno Galván, contrario al abandono
de las políticas más de izquierdas, lo cual hacía temer a la
dirección del PSOE la creación de una corriente crítica dentro del
propio partido. Un claro ejemplo de dejar a Tierno condenado a la
marginación política en el PSOE fue que Felipe González y Alfonso
Guerra vetaron su participación en la redacción de la Constitución
de 1978.
Aunque el PSOE no fue el partido más votado, obtuvo 25 concejales,
los mismos que la UCD, pero una coalición con el PCE (9 concejales)
le dio la alcaldía. Su popularidad como alcalde fue enorme y fue
reelegido en 1983 con mayoría absoluta. Pero recordemos cómo fue la
victoria de la izquierda en aquel 1979.
Cuando las encuestas se empezaban a decantar por un empate entre UCD
y PSOE, nadie dudaba de que el apoyo del PCE a los socialistas, y
especialmente a una figura como Tierno, fuera sinónimo de victoria
segura. En aquella época no existían ni redes sociales, ni WhastApp,
porque no había teléfonos móviles, que hacen tan fácil la
comunicación inmediata. Existía un boca a boca maravilloso, que daba
más cobertura que la red wifi más potente jamás imaginada. La gente
se echaba a la calle esa misma noche del 3 de abril y corrió un
grito como la pólvora: “A tomar la Plaza de la Villa”, algo así como
si de la toma de la Bastilla se tratase, pero de una forma
totalmente pacifica.
Pero aquellas masas que salieron a la calle con banderas del PSOE y
sobre todo las del PCE con la hoz y el martillo, debieron poner los
pelos de punta al entonces Gobernador Civil de Madrid, Juan José
Rosón, aquel hombre de camisa azul, exsecretario general del SEU,
compañero y amigo de Adolfo Suárez, que luego lo nombró Ministro del
Interior. Rosón tuvo la ocurrencia de sacar a la Policía a la calle
e incluso ordenar varias cargas policiales que entre otras personas
se llevaron por los suelos a un joven Javier Solana, miembro de la
Comisión Ejecutiva del PSOE, al cual golpearon, al igual que a Ramón
Tamames, número uno a la alcaldía por el PCE en esas mismas
elecciones, al que se le consideraba “un rojo peligroso”, este mismo
que días después sería Primer Teniente de Alcalde, del mismísimo
Ayuntamiento de Madrid.
Aquellas horas convulsas en las que reinaba la confusión por la
victoria democrática de la izquierda y las personas más
reaccionarias hacían discursos apocalípticos sobre la desgracia que
se cernía sobre los madrileños con la llegada de los rojos al poder,
encontramos paralelismos con lo dicho por la victoria de Manuela
Carmena, ya alcaldesa de Madrid, en base a los discursos
incendiarios de Esperanza Aguirre y de otros muchos dirigentes del
PP, incluido el propio Rajoy. Pero los paralelismos no acaban aquí.
Las figuras incontestables de Tierno y Carmena como regidores de la
Villa suponen un aire limpio y fresco, solo reservado a las figuras
que llevan la honorabilidad y la decencia como bandera. Un
reconocido y prestigioso profesor universitario como era el caso de
Tierno y una abogada laboralista que acabó como jueza de intachable
trayectoria y prestigio se aderezan con un pasado como luchadores y
defensores de la democracia, en tiempos donde esto era harto difícil
y, por ende, contrario al régimen de Franco.
Tierno hablaba de usted a todo el mundo, cuidaba su léxico con
esmero e imprimió un tono amable en las relaciones con los
ciudadanos. Sus bandos eran un dechado de ingenio y enriquecimiento
literario para deleite de lectores de todas las ideologías. Su
aspecto de hombre elegante con sus impecables trajes de chaqueta
cruzada hacían aún más sorprendente su manera de dirigirse a jóvenes
de todas las edades con un lenguaje tan cercano, lo cual hacia que
todos estos adorasen al viejo profesor, convirtiéndose en un
personaje reconocido en todos los ámbitos sociales.
Manuela quiere que la hablen de tú y ella misma hace uso de ese
trato constantemente con el fin de dar un mensaje de cercanía, tan
necesario hoy en día. Su aspecto de abuela con el pelo rizado y un
cierto aire de mujer contemporánea aunque sea una septuagenaria,
invocan las misma simpatías que Tierno en su momento, donde la edad
no es hándicap para invocar cercanía, precisamente en los mismos
colectivos de jóvenes, gentes de la cultura, movimientos ciudadanos
y todos aquellos colectivos que defienden legítimos intereses
reivindicativos, ven en Manuela esa persona en la que creen que sus
demandas no caen en saco roto, por el simple motivo de que respiran
honestidad y ante todo, son personas respetables.
La 'movida madrileña' llegó a identificarse con la figura misma del
Viejo Profesor y su particular populismo conectaba tanto con la
juventud como con la tercera edad, algo que está ocurriendo con
Carmena, donde su rostro aparece como un icono del pop art que el
mismísimo Andy Warhol retrataría.
Con Tierno volvieron los patos al Manzanares y con Carmena los
perros tendrán carta de ciudadanía y gozarán de salvoconducto para
acompañarnos a donde antes les vetaban el acceso.
El viejo y la abuela, que parece el título de una novela de Ernest
Hemingway, es tan solo el prólogo de una historia cuyos episodios
más sorprendentes y también más entrañables estoy seguro que volveré
a vivir.
Hoy al contrario de aquel 3 de abril de 1979, en la que los policías
obedecían órdenes de unos dirigentes sobrepasados por un miedo
infundado, Madrid recibe a su alcaldesa con una verbena en Las
Vistillas, en pleno corazón del Madrid de La Paloma, sin tener que
correr delante de nadie, salvo para conseguir un lugar preferente
cerca del escenario vistillero. Hoy las declaraciones cavernarias
vertidas por algún medio de comunicación, complementadas con
inconfundibles voces genovesas, preconizaban en vez del casticismo
madrileño de esta tarde, música bolivariana, aderezada con ritmos
moscovitas, interpretados por el jefe del soviet de La Latina.
Se abre una nueva etapa donde otra vez una persona de prestigio nos
representa y nos hará sentir el orgullo perdido de ser madrileños.
Rebeldes sin causa: ¿a qué están jugando
peligrosamente los griegos?
En ese particular 'juego' de a ver quién es el que el más aguanta,
todos son perdedores. Esperemos que finalmente se evite. Pero la
cosa, al menos para los griegos, pinta regular, regular...
S. McCoy El Confidencial 17 Junio 2015
Les tengo que confesar que hace tiempo que decidí desistir de seguir
el día a día del culebrón griego.
Ya previmos en febrero, cuando se firmó el acuerdo inicial entre los
helenos y el Eurogrupo, que había bastantes posibilidades de que la
presión de los votantes de Syriza sobre Tsipras y los suyos llevaran
las negociaciones sobre el plan de rescate definitivo a la casilla
de salida.
Igual que señalamos allá por comienzos de abril cómo era fundamental
separar el grano de la paja si no queríamos que su salida del euro
se convirtiera en una profecía autocumplida, que es lo que lleva
camino de ser.
Sin embargo, la publicación por parte de Gideon Rachman el pasado
lunes en Financial Times de un buen resumen de qué es lo que puede
estar pasando por la mente de los griegos y, por extensión, por la
de los alemanes, me ha llevado a engancharme de nuevo a la cuestión
que más agita a los mercados financieros en los últimos días.
Pues bien, para el analista del rotativo británico, hay cuatro
hipótesis principales:
1. los griegos van de farol y aún piensan que pueden ganar la
partida, toda vez que creen que la Unión Europea, por proyecto,
prestigio y coste económico, no permitirá que la moneda única se
resquebraje.
2. los griegos van de farol y solo ahora, cuando han comprendido la
verdadera dimensión y complejidad de la política comunitaria, se dan
cuenta de que se han pasado de frenada. Una toma de conciencia que
llegaría demasiado tarde.
3. los griegos son rehenes de sus servidumbres locales. Como
señalamos en el primero de los artículos antes enlazados en relación
con las promesas que Syriza hizo durante su campaña para llegar al
poder, “la condición mesiánica es lo que tiene. Que, o te animan, o
te laminan”. Y pensar que se puede poner alegremente fin a la
austeridad desde la condición de severo deudor es muy aventurado.
4. en el fondo Grecia lo que quiere es salir del euro, hacer una
quita de la deuda que mantiene con los organismos internacionales y
lanzar una nueva divisa que le permita recuperar la competitividad
perdida. Se trataría de huir del 'neoliberalismo imperante' en la
Europa ‘core’. Algo que chocaría con la posición mayoritaria a favor
de la permanencia que revelan las encuestas entre su población.
Probablemente, señala Rachman, teniendo en cuenta la multiplicidad
de formaciones que conforman el partido gobernante heleno, su
realidad actual es un batiburrillo de esas cuatro alternativas: algo
de posición de fuerza, un poco de error de cálculo, cuarto y mitad
de presión del electorado y miajita de despecho de la parte más
extrema de la amalgama.
Estoy de acuerdo: utopía, inexperiencia, compromisos y hartazgo
pesan en el ánimo de Tsipras y Varoufakis a partes iguales.
Mal asunto.
Este cuarteto de opciones encuentra su oportuno reflejo en las
potenciales intenciones de Bruselas y Berlín: van de farol a la
espera de que Grecia capitule; iban de farol y se han dado cuenta
que los griegos sí contemplan una potencial ruptura; no pueden ceder
ni un milímetro ante sus respectivos electorados, hartos que el
dinero de sus impuestos vaya a los griegos; o, sencillamente, están
convencidos de que un Grexit no sería tan traumático.
Siendo así, “las incertidumbres a un lado de la mesa de negociación
no hacen sino alimentar las del otro” hasta el punto de darse la
gatopardesca situación de que ambos esperan que uno mueva pieza y
pasan los dias sin que nada cambie.
Concluye el autor que la situación le recuerda mucho a esa escena de
Rebeldes sin causa, la película que consagró a James Dean como icono
de una generación, en la que dos coches corren a toda velocidad
hacia un precipicio con motivo de una apuesta de la que saldrá
ganador el conductor que más apure la frenada, que mejor temple los
nervios y aguante hasta el último momento.
Aun a riesgo se ser, aun a estas alturas de su estreno, un spoiler,
al final uno de los dos vehículos cae finalmente ladera abajo
llevándose consigo la vida de su ocupante.
Una metáfora, sin duda, de lo más acertado.
Sin embargo, olvida el articulista del Financial Times una cosa: que
en ese particular 'juego' de a ver quien es el que el más aguanta,
todos son perdedores. Unos mueren en el empeño, otros ahogados en la
culpa de lo que pudo no ser y fue por pura inconsciencia.
De hecho, esa es la tragedia que acompañará cualquier desenlace
maximalista.
Esperemos que finalmente se evite. Pero la cosa, al menos para los
griegos con su fuga masiva de capitales, pinta regular, regular..
Las ideícas de Manuela Carmena.
Vicente A. C. M. Periodista Digital 17 Junio 2015
No cabe duda de que Manuela Carmena viene con otros aires e ideas.
LO malo es que se trata de “ideícas” trasnochadas y bastante tópicas
por no calificarlas de sexistas. La última de ellas ha sido la de
dejar caer como si nada el indudable ahorro en la limpieza de
centros de educación públicos como colegios e Institutos, labor que
ahora está siendo ejecutada mediante contrato con empresas privadas
especializadas. El ahorro consistiría en sustituir a dichas empresas
por una especie de cooperativas formadas por las propias madres de
los niños escolarizados. Así, además de ganarse un salario, estarían
realizando una labor social y justo cerca de sus casas en el lugar
donde sus hijos son educados.
No deja de ser pura y simple demagogia pensar que esas madres en
primer lugar formen esas cooperativas de limpieza en las que además
de contratarse como limpiadoras, sean capaces de financiar
almacenes, transporte, equipos y material de limpieza industrial y
todo lo que conlleva un servicio que debe contar con una serie de
requisitos de seguridad, sociales, etc. Es decir, piensa esta
septuagenaria mujer que eso de las cooperativas es una especie de
ONG con funciones sociales. Porque además el trabajo de esa
cooperativa debería dar algo de beneficio para amortizar las
inversiones y pagar los préstamos bancarios que estoy seguro que les
serían concedidos a través del nuevo “banco público” que también
estos de PODEMOS quieren crear como si no hubiera habido bastante
con el ejemplo de gestión escandalosa y mangoneo consentido de las
Cajas de Ahorros.
Y es que aquí, como siempre, cada bandurria que aparece por el
consistorio quiere dejar una impronta de su paso mediante
ocurrencias pintorescas que a ellos les deben parecer genialidades.
Tal es el caso de la vuelta atrás de otra de esas propuestas de
Manuela Carmena y su equipo de ideólogos del 15M cuando han
comprobado que el Ayuntamiento de Madrid de su antecesora Ana
Botella ya disponía de un sistema de comedores de ayuda a los niños
más necesitados difícilmente superable sin incurrir en gastos
inasumibles. Y es lo que tiene haber estado durante meses y semanas
criticando sin haber contrastado la información con lo existente.
Bastaba con haberlo solicitado, pero claro, entonces no se habría
podido rellenar la campaña de acusar al PP de ser antisocial e
insensible con los problemas de los ciudadanos.
La verdad es que estoy harto de que esta ultra izquierda quiera
buscarle tres pies al gato y se empeñe en improvisar soluciones sin
el menor criterio objetivo ni estudio de viabilidad y ahorro real.
Todo ello con tal de poder demostrar que la demonizada
externalización de servicios públicos realizada por el PP puede ser
sustituida por otras alternativas más imaginativas, como la de crear
cooperativas de mujeres de limpieza, el batallón de las chachas.
Supongo que en esas cooperativas no debería haber problemas en que
optaran al puesto de limpiador o de coordinador de equipos de
limpieza algún hombre, padre de esos niños escolarizados que
estuviera en el paro y sin ingresos. Eso sí que sería cumplir una
labor social.
Sería mejor que antes de decir lo primero que se le ocurra a ella o
a cualquiera de sus colaboradores o asesores, Manuela Carmena se lo
pensase dos veces. Ya se sabe lo que dijo uno de los geniales
hermanos Marx, “Chico”: Es mejor permanecer callados y parecer tonto
que hablar y despejar todas las dudas”.
Ussía acusa a Rivera de "robar", "estafar"
y de "desvergüenza consumada"
Aguirre se vuelve a ir otra vez, bueno no se va, se va del PP pero
sigue de concejala. O eso dijo ayer.
Pilar Díez Libertad Digital 17 Junio 2015
"Aguirre deja el PP lanzando un último desafío a Rajoy", dice El
Mundo. "Aguirre lo deja retando a Rajoy". La evidente mala intención
de los titulares de Jaime G. Treceños, muy al estilo de El País,
chocan con el tono del editorial, que aconseja a Rajoy que aproveche
"la oportunidad que le brindan estos movimientos para encarar la
regeneración". Aguirre "es una de las dirigentes más sólidas del PP.
Representa, además un pilar del sustrato ideológico liberal y
conservador con el que los populares han ahormado su discurso de las
últimas décadas. Rajoy debería facilitar la convocatoria de un
congreso, como defiende Aguirre, de refundación y bajo el lema un
'militante un voto'". "No puede dilatar por más tiempo la renovación
del PP". A ver si se aclaran en el nuevo El Mundo y no vuelven
tarumbas a los lectores con tanta contradicción entre titulares y
editoriales.
Federico Jiménez Losantos, que tiene calado a Rajoy, dice que el
"único programa de Rajoy al final de la legislatura es el mismo del
principio: sobrevivir a un partido cuya ruina ha provocado y sin
dimitir, como se hace en las democracias (…) Sólo hay una forma de
que la derrota de Rajoy no acarree la destrucción del PP: empezar ya
a preparar el post rajoyismo, que es lo que hizo ayer Aguirre
convocando un congreso regional para que el PP se renueve por
completo, desde la base y democráticamente. Eso, o morir con Rajoy".
El País exhibe línea directa con Moncloa. "Alfonso Alonso emerge
como la figura del cambio en el PP". El editorial va en línea con el
legendario odio de este periódico a Esperanza Aguirre. "La inquietud
que agita la vida interna del PP se tradujo ayer en la enésima
iniciativa de Aguirre para marcar el paso a Rajoy, precisamente
cuando el presidente se disponía a efectuar cambios", vaya por Dios,
qué casualidad. Mira que Rajoy "intentaba anunciar las novedades sin
debates previos", a dedazo como a él le gusta hacer las cosas y "no
ha podido evitar la interposición de Aguirre", siempre en medio
enredando. Dice El País que la renuncia de Aguirre a presidir el PP
se la podía haber ahorrado porque "es evidente que Rajoy ya no
cuenta con una mujer que, después de más de decenios de actividad
política, actúa de forma autónoma". Esperemos que con esta defensa a
ultranza del dedo de Rajoy, este periódico no se atreverá nunca a
pedir primarias en el PP.
ABC dice que "Aguirre inicia con su salida la renovación en el PP".
"Rajoy pactó de forma amable pero contundente la marcha de la
presidenta del PP de Madrid". Vamos, que de congreso y primarias ni
hablar del peluquín. Bieito Rubido dedica el enésimo editorial de la
temporada a suplicarle renovación a Rajoy, que es "inaplazable e
inexcusable". Que muy bien que quiera "controlar los tiempos", pero
que no se demore demasiado, que hay que ponerla en marcha "cuanto
antes", por favor, por favor. "A estas alturas, sería impensable que
Rajoy no fuera consciente de que el tiempo del tacticismo ha pasado
y de que ha llegado la hora de actuar con audacia y convicción".
Vamos, Mariano, tú puedes, ánimo.
David Gistau se lo pasa pipa con el espectáculo de luz y color que
hay montado en el Ayuntamiento de Madrid. Carmena "parece una abuela
que tuviera que sacar de comisaría al nieto punki. Todos los días",
dice a cuento de las piezas que lleva en su lista. "Pero lo peor es
que ni siquiera tiene fuerza personal para purgarlos, para destilar
un equipo de gobierno compuesto únicamente por gente decente. Lo
cual potencia la sensación de que Carmena no fue sino un coartada
estética con la que simular los espolones extremistas" de la
pandilla. "La falta de escrúpulos de Snchz para venderse a
cualquiera a cambio de Moncloa, explican el viaje del PSOE hasta un
eje hostil a todos los logros fundacionales en los años setenta de
los cuales el otro PSOE fue un constructor imprescindible". El caso
es que no se sabe qué les ha dado a estos chicos que "ahora quieren
favorecer el advenimiento de la horda del odio". Dios nos pille
confesados.
La Razón dice que "Rajoy cierra el ajuste de Gobierno y mantendrá a
Santamaría de portavoz". Y que de primarias ni hablar, que el amo ya
ha posado su dedito. "El presidente quiere que Cifuentes sustituya a
Aguirre tras la generales. No autorizará la petición de realizar un
congreso regional antes de las elecciones". ¿No comprenderá nunca
este hombre la cantidad de votos que pierde cada vez que exhibe esas
maneras despóticas? Marhuenda no desaprovecha la ocasión para
criticar a Aguirre. "Una vez más Esperanza Aguirre ha propinado un
bofetón a Génova". Lo del congreso "contradice las directrices de
Mariano Rajoy", dice en El Submarino con tanta reverencia que casi
se rompe la columna vertebral.
El editorial habla del desbarajuste en Madrid y dice que "en todo
este esperpento, que nada bueno augura para la ciudad de Madrid,
hay, desde luego, otros responsables, como el socialista Antonio
Miguel Carmona, sin cuya inexplicable actuación nada de esto hubiera
sido posible. Habrá que dar cuentas en las urnas".
Y Ussía tiene un cabreo supino con Ciudadanos por hacer grupito con
Podemos y el PSOE para quitarle el Parlamento de Murcia al PP. "El
apoyo a Susana Díaz entra dentro de la normalidad democrática a la
mayoría" pero lo de Murcia clama al cielo. "La estafa que ha
consumado Ciudadanos en Murcia es, sencillamente, deleznable. No es
de recibo (...) Ciudadanos está obligado a respetar a los votantes
que han confiado en la aparente frescura y limpieza del partido de
Rivera. Regenerar no es robar a un partido democrático lo que le
pertenece para compartir el botín con los menos votados. Una
vergüenza, o mejor aún, una desvergüenza consumada". Jo, Rivera,
hijo, tienes al personal quemado. A ver si va a ser verdad que ha
buscado a los candidatos por las tabernas.
El pasado siempre vuelve
NICOLÁS REDONDO TERREROS El Mundo 17 Junio 2015
Los resultados de las elecciones del 24 de mayo permiten plantear
las principales cuestiones de la política española que venían
postergándose por el juego exclusivo de dos fuerzas nacionales
monopolísticas y dos fuerzas nacionalistas igualmente predominantes
en sus respectivas comunidades y con una influencia, por otro lado,
determinante en la escena política nacional. La política de pactos
que se ha configurado en los ayuntamientos y en la mayoría de las
Comunidades Autónomas inspira preguntas y cuestiones más allá de lo
puramente aparente. ¿No son posibles acuerdos por los cuales el PP
pueda gobernar con los votos de los socialistas en ningún momento y
bajo ninguna circunstancia? Lo contrario, el gobierno de los
socialistas con el apoyo de los populares ya se ha dado, por lo
tanto es posible. ¿Sigue siendo el PSOE la fuerza política más
dinámica de la izquierda? ¿Se puede hablar, sin matices, de una
única izquierda? ¿Por qué en España domina lo particular, la
ideología de cada partido, sobre lo común, el sistema
constitucional?
España es un país en el que nunca se termina de olvidar el pasado.
La memoria, tan intensa como de corto alcance, sustituye,
paradójicamente, a un conocimiento mínimo de la Historia, que
alumbra sin cegar. Después de 37 años de democracia y 40 de
dictadura volvemos continuamente a la Guerra Civil. Toda la política
española está dominada por la simbología y los sentimentalismos,
pasados por las necesarias dosis de nostalgia, de aquellos años
tumultuosos. En la vida pública, eximo al ámbito académico en el que
unos pocos salvan a todos, la visión del pasado es monolítica y
vívida -sin críticas ni grietas-, en los comportamientos y apuestas
ideológicas que desangraron España. Para numerosos integrantes de la
izquierda el PP es el heredero del franquismo; son «los otros» y
están obligados a «purgar sus responsabilidades eternamente». Y esto
es así no sólo para dirigentes advenedizos, sobrevenidos o sin
cabeza; dirigentes de la Transición también pasan, sin sonrojarse,
de alabar los logros de aquel periodo en cenas homenaje o en fiestas
de aniversario, a justificar políticas de claro contenido
excluyente, o, las más de las veces, a hacer mutis por el foro y
callar para no molestar a su clientela. Esta división se ha
convertido en la forma de que prevalezca una memoria colectiva más
épica y más honrosa que el verdadero pasado de quienes la invocan o
el de sus familias. Siguen manteniendo imaginariamente vivo al
dictador, para ganarle siempre que sea necesario, en un intento
paranoico de olvidar que por desgracia murió en la cama; y que no lo
hiciera pacíficamente no se debió a las fuerzas sociales ni a los
sectores más dinámicos de la izquierda, sino a una familia
intrigante que alargó desesperadamente su agonía con la voluntad de
evitar lo inevitable.
Pero no se me oculta que también ha habido un minucioso e
irresponsable cálculo político: hacer del PP el heredero de Franco y
el responsable de la guerra civil le saca fuera del círculo virtuoso
de los pactos políticos y todo lo que se haga contra ellos, contra
los otros, no necesita explicación. El problema se plantea hoy,
cuando el PSOE no lidera este círculo virtuoso y artificial, y lo
que aislaba a la derecha, en un juego de escaso peligro, hoy
esclaviza a los socialistas. Después de 30 años, el Partido
Socialista ve cómo está en las manos de un partido emergente,
dinámico, con unos dirigentes que creen ser instrumentos de la
providencia, la llamen divina o la sepan terrenal e ideológica, y no
se encuentra con fuerzas ni legitimación para pactar con «los
otros». En fin, en estos momentos el PSOE se encuentra prisionero de
su círculo virtuoso, elaborado con vergüenzas personales y cálculo
político hace tiempo.
Por su parte, la derecha o, seamos menos confusos, una parte de
ella, no evita exhibir las estantiguas de la Guerra civil para,
utilizando el miedo a que se repita uno de los episodios más tristes
de nuestra Historia, aglutinar a su electorado. El recuerdo de
desmanes, de crímenes, de desorden, de ausencia de seguridad y el
comportamiento totalitario y estalinista del PCE durante la II
República, que en gran parte ha pasado al olvido gracias a la larga
y dura lucha contra el franquismo, siempre han sido un eficaz
instrumento para aglutinar el rebaño. Parecen satisfechos
representando una España inmarcesible, pura y granítica; desde donde
todo lo que no sea amoldable a su idea canónica de España supone su
fin, su quiebra. De esta forma, aunque muchos luchamos porque la
apuesta política del 78 supusiera el triunfo de la tercera España,
seguimos prisioneros de las dinámicas políticas del treinta y seis;
por suerte, sin la violencia de aquellos aciagos años.
Por desgracia, el momento de hacer posible en España lo que en otros
países se desarrolla con normalidad, ha llegado con un PP sin
capacidad de maniobra, torturado por los casos de corrupción e
indeciso ante la encrucijada política que los nuevos tiempos
presentan a todos los partidos políticos en Europa, y con un Partido
Socialista a la defensiva, debilitado y perplejo ante el empuje de
otras expresiones en la izquierda, y sabiendo que han perdido la
posición monopolística en su ámbito ideológico. Momento confuso que
les lleva a ambos a enrocarse en vez de a abrirse, a sobrevivir en
vez de refundarse, a seguir haciendo lo que han hecho hasta ahora en
vez de cambiar.
Por el contrario, yo pienso, como bien saben los que han seguido mis
artículos y mi trayectoria política, que los pactos con la derecha
en ocasiones son inevitables y pueden ser entendidos por la mayoría
de nuestros conciudadanos, que no viven con pasión la trifulca
ideológica, ni sueñan ni se despiertan pensando en la República y en
la Guerra civil; ni se lamentan ni gritan, con estridencia
meridional, porque no fuéramos capaces -¡tantos como dicen que
éramos!- de evitar que Franco muriera en su cama.
Por desgracia, como ha sucedido tantas veces en la Historia, la
sociedad aprende antes y mejor que sus dirigentes. El
fortalecimiento de los denominadores comunes en los que se basa
nuestra convivencia, algunos retos que nadie puede emprender con
fuerza suficiente por separado, la estabilidad política en algunos
momentos, no siempre, y en algunas instituciones, no en todas, hacen
necesaria la complicidad institucional del centro derecha y del
centro izquierda. Influidos por ese presente pretérito, sigue
dominando lo que nos caracteriza ideológicamente a lo que nos
debería unir: el convencimiento de pertenecer a una nación de
ciudadanos, con nuestros conflictos y nuestros intereses, con
nuestras pasiones y sentimientos, frecuentemente enfrentados; pero
con reglas y normas, cauces e instituciones comunes, capaces de
equilibrar pacíficamente esa abigarrada pluralidad. Dicho de otra
forma, seguimos sin tener una idea cabal de lo común, no creemos en
la idea de nación como lo hacen en los países de nuestro entorno.
Por el contrario, reservamos la idea de patriotismo a las siglas
partidarias y los dirigentes de los partidos nos consideran menos
como ciudadanos que como simpatizantes.
En ese ambiente pleno de sectarismo, en el que siempre nos dirigimos
a los nuestros, prevalece el yo sobre el nosotros, lo nuestro sobre
lo de todos, el partido sobre la nación. Por eso es más fácil el
pacto ideológico que el pacto nacional, la interpretación partidaria
de los intereses generales que una consensuada y negociada por los
diferentes. Y por todo ello, hoy por hoy el pacto entre el PSOE y el
PP, es imposible.
Nicolás Redondo Terreros es presidente de la Fundación para la
Libertad y miembro del Consejo Editorial de EL MUNDO.
******************* Sección "bilingüe"
***********************
Las tres patrañas de Sánchez tras pactar con la izquierda
radical
Benjamín López www.elsemanaldigital.com 17 Junio
2015
El sectarismo con el que gobiernen los podemitas, la radicalidad con
la que se comporten y la inestabilidad que surja de esos gobiernos
tendrán un padre, Pablo Iglesias, y un padrino, él.
"Somos un partido abierto al acuerdo y al diálogo que ahora mismo
ocupa la centralidad y garantiza la estabilidad", ha dicho Pedro
Sánchez en Sevilla, sin inmutarse, sin ponerse colorado y sin miedo
alguno a que le crezca la nariz.
Porque, vamos a analizar la frase, es complicado mentir tanto en
sólo 18 palabras. Un partido "abierto al acuerdo y al diálogo" dice
el líder del PSOE, el mismo que acaba de reeditar una nueva versión
del "cordón sanitario" en torno al PP y que lleva semanas predicando
eso de que nunca pactarían con populares ni con Bildu.
En todo caso, el Partido Socialista está abierto al diálogo con
partidos radicales, no con el que más respaldo social tiene en
España que no es otro más que el PP. A ese, Pedro Sánchez le cierra
el paso. Un partido que "ahora mismo ocupa la centralidad", añade el
secretario general de los socialistas que acaba de dar su voto a
Podemos en Madrid, en Zaragoza, en Cádiz, en Ferrol y en un largo
etcétera de municipios.
Si hacemos caso a Pedro Sánchez la centralidad consiste en alcanzar
acuerdos con radicales para echar al PP. Una nueva definición del
término que debería incluir el Diccionario de la Real Academia. Y un
partido que "garantiza la estabilidad", concluye Sánchez.
La estabilidad de muchos gobiernos fruto de pactos a 3 y 4 bandas es
más que dudosa. No es imposible pero sí altamente improbable, más
aún cuando a la vuelta de la esquina hay unas elecciones generales
cuya campaña convertirá necesariamente en enemigos a los partidos
que gobiernan juntos y que compiten por un mismo segmento del
electorado.
Además, conocemos muchos ejemplos de gobiernos de coalición del PSOE
con fuerzas radicales y nacionalistas (en Cataluña y en Galicia) que
terminaron como el rosario de la aurora. Tal y como quedó ratificado
el sábado pasado, el PSOE ha virado a la izquierda radical. Ha
regalado poder a su principal enemigo político que, sin duda, es
Podemos y se ha apoyado en él para no caer al suelo tras los peores
resultados en unas elecciones municipales y autonómicas.
El Partido Socialista va a ser responsable de lo que ocurra en esos
ayuntamientos gobernados por radicales. De hecho ya es responsable
de haber aupado en Madrid a Manuela Carmena y a sus impresentables
concejales, capaces de decir cosas que a cualquier otro político de
cualquier otro partido le costarían la cabeza en cinco minutos.
Pedro Sánchez es responsable de que gobierne un tipo como Guillermo
Zapata, concejal de Carmena, que ha dicho -entre otras barbaridades-
cosas como esta: "Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas
de Alcasser para que no vaya Irene Villa a por repuestos". O como
esta: "¿Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el
cenicero".
El PSOE también tiene mucho que ver en dejar llegar al poder a un
sujeto como Pablo Soto, también de Podemos en el Ayuntamiento de
Madrid, que es capaz de decir que "no puedo aseguraros que por
torturar y matar a Gallardón se vaya a cambiar toda esta historia,
pero por probar no perdemos nada".
Y los socialistas deben apechugar también con un concejal de Ahora
Madrid como Jorge García Castaño que afirmaba en su día:
"Compañeras, creo que ha llegado el día de empalar a Toni Cantó".
Si este es el cambio que ha propiciado el PSOE, lo pagará caro en
las urnas. Porque es necesario recalcar que cosas así están
sucediendo sólo porque los socialistas lo han fomentado y permitido.
El poder por el poder y echar al PP a cualquier precio no son
estrategias demasiado democráticas.
De momento, diga lo que diga Pedro Sánchez, el PSOE no es un partido
"abierto al diálogo" ni "ocupa la centralidad" ni "garantiza la
estabilidad". Más bien todo lo contrario. Así que el sectarismo con
el que gobiernen los "podemitas", la radicalidad con la que se
comporten y la inestabilidad que surja de esos gobiernos tendrán un
padre, Pablo Iglesias, y un padrino, Pedro Sánchez. A ambos habrá
que pedirles cuentas.
Madrid, de corte a Carmena
Javier Torres www.gaceta.es 17 Junio 2015
Seguro que es una exageración escribir que son días para desempolvar
“Madrid, de corte a checa”, pero ya en la primera página de la
célebre obra de Agustín de Foxá se advierte una pitada al himno
nacional: “Llegaba entonces Jiménez de Asúa con El Sol debajo del
brazo. Intervino con voz apilada:
-Buenas tardes, señores.
Comentaba satisfecho la silba a la Marcha Real en La Zarzuela, en
presencia de la infanta Isabel, adormilada en su platea granate. Don
Ramón se metió con ella: Y la cotorra verde y gualda,/ relateando en
su papel,/ luce una falda de esmeralda/ que fue de la infanta
Isabel”.
Estremece la exactitud y la velocidad con la que se repite la
historia, porque unas páginas más adelante Foxá dejó escrito que con
la II República llegaron los feos al poder y a las calles.
Contemplamos estos días con estupor la toma de posesión de alcaldes
en las dos ciudades más importantes de España, Madrid y Barcelona,
en la que el buen gusto en las formas y la vestimenta de los ediles
ha brillado por su ausencia. Tan feo ha sido todo que hasta los
concejales de Ciudadanos tuvieron que soportar insultos y amenazas a
la salida del ayuntamiento de Madrid como un anticipo de lo que les
espera.
Tampoco se le escapó al conde y diplomático que a pesar de la que
estaba cayendo en España, todos los diputados compadreaban en la
barra del Congreso entre cervezas y bocadillos de jamón como si en
la calle sus cachorros no se liaran a plomazos casi a diario. “Se
trataban todos con el afecto de los actores después la función”,
escribió Foxá. ¿Acaso hoy los diputados del PP vasco no comparten
baile y chacolí con los de Bildu?
Pero no todo se está cumpliendo al milímetro, al menos de momento.
Porque en la segunda página de la novela se antoja la reacción a los
al himno. “El próximo jueves van los de la Juventud Monárquica a
gallinero para pegar a los que silben”. Hoy casi no hay reacción y
la que hay es tan ridícula que consiste en devolver los pitos a un
futbolista.
La novela de Agustín de Foxá no es lo único que hoy parece de
rabiosa actualidad, pues hasta el torero de la época, Juan Belmonte,
debió olerse algo malo en los años treinta para dejar una predicción
tan precisa como uno de sus muletazos. “Al final los socialistas
acabarán prohibiendo los toros”. Hace cinco años el socialista
cordobés Montilla le daba el rejonazo de muerte a la Fiesta en
Cataluña confirmando a Belmonte desde su tendido de sombra en el
Parlamento catalán.
Tres son las partes en las que Foxá dividió su novela: Flores de
lis, himno de Riego y la hoz y el martillo. La primera ya es un
hecho, la segunda está en la agenda política de las nuevas mareas y
la tercera es el epílogo que nadie quiere volver a escribir aunque
sea a cambio de la balcanización de España. Y como toda revolución
necesita quien le escriba, ya son legión los periodistas que
empiezan a justificar la violencia verbal con argumentos tan
peregrinos como el de no sacar las cosas de contexto o que el humor
no tiene límites.
Hay una escena en la segunda parte de “El Padrino” en la que Michael
Corleone contempla desde su coche una revuelta violenta en las
calles de La Habana. Su reflexión no tardaría en hacerse realidad.
“Los soldados luchan por dinero; los revolucionarios siguen sus
ideales, por eso pueden ganar”. En Madrid, de corte a checa Agustín
de Foxá advierte también de la ineptitud de la derecha oficial,
ajena a lo que ocurre en la calle y segura de que un cargo en la
administración aplacaría a la bestia.
¡Ay, Karmena, ay Karmena!
Rafael Núñez Huesca www.gaceta.es 17 Junio 2015
La saturación de imágenes trágicas, crudas o violentas acaba por
insensibilizar al espectador, que desarrolla una suerte de
tolerancia a la brutalidad. Darwin. Nada nuevo.
Algo parecido ha ocurrido con el neochavismo y sus hombres. A fuer
de verlos sentados con Ana Rosa pensamos que se habían domesticado.
Que, en el fondo, compartíamos un mismo sistema legal y moral.
Alguien que ocupa la jornada de reflexión en echar una pachanga con
amigos no puede ser mal tipo.
Ahora, claro, todo es estupor. Y ya no son tan guays. Cuando el uno
habla de cargarse ministros y la otra asalta capillas en pelotas,
entonces la cosa cambia. Resulta que cuando se empiezan a quitar las
caretas son feos de cojones. El tal Zapata, máximo representante
cultural de la capital durante 24 ignominiosas horas, ha resultado
ser lo que su aspecto anunciaba: un perturbado. Un fanático
antisemita, aficionado a reírse a cuenta de una víctima de ETA y una
niña asesinada. Su probable sustituta se describe a sí misma como
feminazi, marxista-leninista y se refiere a la policía como
“mercenarios de mierda” y drogadictos. Y amenaza: “algún día
pagaréis caro todo esto”. Otro camarada del consistorio defiende
–defendía, dirá él- lo que llama “lucha armada”, esto es,
desintegrar a un señor con un coche bomba. El otro quería “empalar”
a no sé quién y la otra nosequé del 36. Pareciera que Karmena
hubiera hecho el casting en un psiquiátrico.
La periodista Ana Pastor constató el clima de violencia latente
cuando consultó el móvil después de entrevistar a Manuela Karmena:
“Con mensajes como este dan ganas de dejar de hacer entrevistas, la
verdad”. Fue el domingo, después de El Objetivo. Alguien molesto con
la entrevista la quería “dentro de una fosa”.
Begoña Villacís, estrenó el cargo entre insultos y amenazas.
Reconoció que nunca antes había visto tan de cerca "la violencia
totalitaria":
“Tenían banderas republicanas. Son personas que no aceptan la
democracia, no aceptan el hecho de que yo esté ahí. No solo no lo
aceptan sino que me odian. La sensación fue muy desagradable y es
probable que se convierta en una rutina”
Lo mismo les ocurrió a los concejales populares. Y episodios
similares se sucedieron en diferentes ciudades de España. O del
Estado, como se dice ahora. En Pamplona, por ejemplo, donde
simpatizantes de la llamada izquierda abertzale, ahora a los mandos
del Ayuntamiento, amenazaron a los concejales de UPN, ganadores de
las elecciones.
Hubo disturbios en Badalona entre independentistas, ahora en el
poder, y populares, desalojados del consistorio pese a haber doblado
en representación al segundo más votado. Durante la constitución del
Ayuntamiento de Barcelona se dieron vivas a Terra Lliure y
concejales de la CUP mostraron carteles en los que se pedía libertad
para Arnaldo Otegi. Uno de ellos, recién llegado de un capítulo de
Sons of Anarchy, lucía la palabra ODIO tatuada en los dedos. Y una
frase a modo de guía moral en el brazo: “La rabia puede más que la
desesperanza”. El angelito cuenta con antecedentes legales por haber
destrozado una cámara de TV3 “con un objeto contundente”.
Y un poco al Oeste, en Zaragoza, el nuevo alcalde dedicó el primer
acto a lo urgente: la Guerra Civil. Su arenga concluyó como muchas
arengas de los años 30:
“¡Honor y gloria a los republicanos!, ¡Viva la República!"
La nueva política.
POR LOS MALOS MODOS DE ALGUNOS DE SUS MIEMBROS
Francisco José Alcaraz llama energúmenos a
Ahora Madrid
Rosalina Moreno www.gaceta.es 17 Junio 2015
El presidente de Voces contra el Terrorismo considera a Rajoy "un
válido candidato para la izquierda". "Para la derecha del PP de
Aznar o de la primera legislatura de su mandato, no. Ha dejado de
ser un referente”, sentencia.
Con este grito de rabia Francisco José Alcaraz, presidente de la
asociación Voces contra el Terrorismo (VcT), se ha pronunciado sobre
el caso del podemita Guillermo Zapata, quien en 2011 dedicó unos
intolerables mensajes contra las víctimas del terrorismo, Marta del
Castillo y se burló de los judíos.
Alcaraz denuncia en GACETA.ES “la doble moral que hay en España".
Destaca que “toda la izquierda que está defendiendo a Zapata, todos
esos medios de comunicación”, se lanzaron contra él “a cuchillo” y
fueron a sentarlo en la Audiencia Nacional “por denunciar un pacto
con asesinos”.
Por el contrario, critica que “humillar a las víctimas del
terrorismo, que está tipificado como un delito en el Código Penal no
solamente no tiene repercusión alguna, sino que además se premia con
un cargo público, con un sueldo, que pagamos todos los españoles”.
“Las víctimas del terrorismo estamos pagando a quienes nos
humillan”, afirma una y otra vez sin dar crédito.
Respecto a que Zapata solo haya renunciado a ser edil de Cultura,
pero siga en su asiento en el Consistorio, dice que “esperar algo de
decencia de este concejal era esperar mucho, porque alguien que
escribe esos tuits muestra lo que piensa y siente”.
Considera que “una vez que no dimite las responsabilidades políticas
recaen sobre quien lo ha aupado y lo sigue manteniendo en el poder:
Carmena y Carmona”. A ambos pide también la destitución inmediata
del edil de participación Ciudadana y Transparencia en Madrid, Pablo
Soto, que en esa misma red social difundió declaraciones que
presuntamente incitaban a la violencia.
Sobre la nueva alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, el presidente
de VcT señala que “de alguien que habla sobre los derechos de los
terroristas, como los del GRAPO o los que por razones humanitarias
excarcela a asesinos, obviamente no esperaba nada”. Ahora bien,
indica que “de un partido que ahora levanta la bandera de estar con
las víctimas del terrorismo, como es el PSOE, es deleznable que
mantenga en el poder a esta panda de energúmenos”.
Considera al PSOE “responsable cómplice” de éstos hechos y que “cada
día que Zapata y Soto estén en el cargo, el responsable se llama
Carmona y, obviamente, también Pedro Sánchez, que mantienen un pacto
con quien humilla a las víctimas del terrorismo”.
Sanchez y Carmona, sin legitimidad moral
Les advierte de que de aquí en adelante “no tienen legitimidad
moral” para estar en un acto de víctimas del terrorismo ni de hacer
comentarios sobre ellas. “Quienes permiten esta humillación no puede
elogiarlas ni homenajearlas ”, añade.
Por su parte, Voces contra el Terrorismo ha instado a la Fiscalía
General del Estado a actúe de oficio contra Guillermo Zapata por
entender que “se ve claramente un delito de humillación a las
víctimas del terrorismo”.
Recuerda que hechos como éstos ya se han denunciado anteriormente y
han sentado en el banquillo a sus perpetradores. A su juicio,
ocurrió porque quienes cometían esos delitos no eran conocidos, pero
que “al tratarse de un concejal y de Madrid y de la rama de
Podemos”, mucho se teme que “hay una doble vara de medir por parte
de la Justicia”.
A este respecto, lamenta “el silencio de muchos” que en su
responsabilidad y obligación de haber denunciado no lo han hecho y
no han puesto una querella en la Audiencia Nacional, aparte de
actuar de oficio. Hace hincapié en que el Gobierno tendría que haber
instado a la Fiscalía para actuar de oficio.
Explica que si su asociación tuviera fondos, Zapata se hubiera
enfrentado desde el minuto cero a una querella en la Audiencia
Nacional, pero que como no son subvencionados y tampoco la gente les
ayuda, no tienen dinero para tener abogados y poder actuar.
Las consecuencias del pacto PSOE-ETA
Por otra parte, sobre el escenario político que ha dejado el 24-M
como, por ejemplo, en Navarra, donde Bildu ha conquistado 40
alcaldías, afirma que “estamos sufriendo las consecuencias de lo que
se inició en el 2000, con el pacto entre la izquierda y la izquierda
radical, entre el PSOE y ETA”.
Indica que el fin de este acuerdo era “guerra civilista y
revanchista, de querer destruir a la derecha en España y los
principios y valores que la sostienen, y finalmente lo han
conseguido”. “No porque firmaran ese pacto, sino porque lo ha
mantenido Rajoy”, remacha.
Asimismo, acusa al presidente del PP de destruir ayuntamientos y
comunidades y sacrificar el poder nacional con una estrategia del
miedo, y no atreverse a adelantar las generales, lo que, a su
juicio, hubiera permitido un panorama muchísimo más halagüeño”.
Preguntado sobre éste tuit afirma que sufre una muerte civil.
Asegura que a la asociación que preside le han cerrado el 99,9 por
ciento de las puertas y excluido socialmente en todos los sentidos,
pasando desde el Ministerio del Interior, a los medios de
comunicación, o al encuentro con el Monarca Felipe VI celebrado
apenas dos días después de acceder al trono, al que Voces contra el
Terrorismo no fue invitado.
Alcaraz denuncia que quien pone a Rajoy en la diana como el
responsable de la ruptura del proceso “a ese se le declara la muerte
civil”. Respecto a si lo considera un candidato válido para el PP,
expresa: “Es un válido candidato para la izquierda. Para la derecha
del PP de Aznar o de la primera legislatura de su mandato, no. Ha
dejado de ser un referente”.
Víctima de la intolerancia lingüística
'Me sentí humillado delante de mi hija; la situación es asfixiante'
Rafael Núñez Huesca www.gaceta.es 17 Junio 2015
Gustavo, argentino de nacimiento y con un 65% de discapacidad
psíquica, solicitó información en español en el colegio de su hija;
se la negaron y le invitaron a marcharse: “Han conseguido que me
sienta un extranjero”.
Gustavo Álvarez Painceiras conserva el acento porteño y su amor por
Boca Juniors. Aterrizó, hace años, en aquella España de las
Olimpiadas y la Expo de Sevilla. Hacía el camino inverso al de sus
abuelos casi setenta años antes. Se instaló en Galicia, donde vivió
varios años; después se trasladaría a Madrid para acabar
instalándose, ya con su esposa, en Reus, Tarragona. Allí fueron
papás. Desde hace un par de años han empezado a padecer los
problemas de tantas familias hispanoparlantes en Cataluña.
Gustavo es epiléptico y tiene un 65% de discapacidad psíquica
reconocida. Padece graves problemas de concentración y pérdidas de
memoria. Llegó a ser intervenido de una lobectomia en 1995, aunque
sin apenas resultados. El diagnóstico médico señala “una alteración
en el aprendizaje verbal, en la memoria inmediata y en la memoria
verbal diferida (…) además de una alteración en la velocidad de
procesamiento y en la fluencia verbal en clave semántica”.
El pasado jueves 28 de mayo Gustavo acudió, junto con su esposa y su
hija, a la reunión del APA del centro Joan Rebull, colegio donde
matricularon a la pequeña. Los encargados de informar a los padres,
tres profesores de actividades extraescolares, dieron comienzo a la
sesión informativa en catalán. Unos minutos antes, la esposa de
Gustavo les había pedido que lo hicieran en castellano, dado que su
marido, de origen argentino, no comprendía el catalán. No tuvo
éxito. Beatriz solicitó de nuevo, ya públicamente, que se usara la
lengua castellana, única que conocía su marido, que además padecía
un grado importante de discapacidad. Apenas despegaron la mirada de
los papeles, y una vez concluido el parlamento de Beatriz, escuchado
en escrupuloso silencio, prosiguieron con el orden del día. En
catalán.
Gustavo se sintió “despreciado y humillado delante de mi propia
hija”. Esta vez fue él el que se levantó para intentarlo una vez
más. Recibió una respuesta, escueta, en catalán, que no comprendió.
En ese momento, ya recogiendo para marcharse, se dirigió por última
vez a la mujer que dirigía la reunión:
“Si usted me respondió es porque entendió lo que le dije, con lo
cual sabe usted hablar español, de modo que si no lo habla no es
porque no puede sino porque no quiere. En mi caso, si no hablo
catalán no es porque no quiero, sino porque no puedo”.
Un razonamiento que, en palabras del propio Gustavo, sólo consiguió
arrancar “una media sonrisa burlona” de su interlocutora, y una
consideración, casi un consejo: “Si no le gusta puede marcharse”.
Había ocho o diez padres. Nadie intervino, nadie intercedió. Sólo
silencio. Y el desplante.
Jesús Sanz, portavoz de Convivencia Cívica Catalana, asegura que no
se trata de una situación puntual. Incidentes como el de Reus se
producen “mucho más a menudo de los que se cree”. Apunta, sin
embargo, que la inmensa mayoría de padres prefieren no hacerlos
públicos para evitar una más que probable estigmatización.
Agustín Fernández consiguió hace dos semanas que los jueces le
dieran la razón: sus hijos podrían estudiar en castellano (un 25% de
las clases) en la Escola Pia Santa Anna de Mataró. La reacción no se
hizo esperar: profesores, vecinos, miembros del AMPA y concejales de
CiU, ERC, ICV y la CUP convocaron una concentración de repulsa en la
puerta del colegio hacia el fallo judicial y hacia el padre que lo
provocó. El acto, convocado por Som Escola (entidad controlada por
Òmnium Cultural), contó con la simbología independentista habitual,
los lemas conocidos –La llengua no es toca!- y concluyó al grito de
“¡Independència!”. Un auto de fe in absentia. Un aviso a navegantes.
Gustavo se refiere a la situación como “asfixiante”, ya no sólo
desde el punto de vista lingüístico: “En la escuela cuelgan multitud
de carteles de contenido político. Aparecen ya en la misma puerta de
entrada. Y se trata de un colegio, ¡son sólo niños!”. Desde el
inicio del llamado procés todo se ha recrudecido, la vida se ha
hecho un poco más incómoda. Al menos para los que no participan del
dogma orgánico oficial.
Gustavo, por su enfermedad, es asiduo del servicio sanitario. De
cada informe, analítica o diagnóstico ha de buscar él mismo la
traducción. Hasta la fecha no ha conseguido recibir un solo texto en
castellano, “me dicen que el programa informático está en catalán y
no es posible facilitar documentos en otro idioma”. La situación se
repite con todas las administraciones, sean comisarias, guarderías o
centros de salud. “Han conseguido que me sienta totalmente
extranjero”, se lamenta.
El colegio de su hija, sito en la Avinguda Onze de Setembre,
advierte que “la lengua vehicular y de aprendizaje es el catalán”,
pero no sólo; también será la lengua “de todos los actos académicos,
administrativos y culturales”. El llamado “Proyecto Lingüístico” del
colegio Joan Rebull establece que el centro “se dirigirá al alumno y
a las familias castellanoparlantes y recién llegadas siempre en
catalán (también el personal no docente)”; la biblioteca escolar
contiene únicamente libros en catalán y en inglés.
“En el centro se valora la diversidad lingüística y cultural,
especialmente en el aula de acogida de nuevos alumnos, pero no se
realizan actividades (…) que fomenten un intercambio entre lenguas”.
Gustavo reconoce sentirse desamparado, impotente ante una situación
que no se explica y que le cuesta creer esté ocurriendo en España.
Sólo Convivencia Cívica Catalana se ha interesado por él. Le duele
estar perdiéndose “momentos irrepetibles de la infancia” de su hija
y espera que “la administración central haga algo”.
Ya barajan la posibilidad de abandonar Cataluña.
Cataluña, ante el desafío secesionista
La Generalitat abre nuevas 'embajadas'
mientras los farmacéuticos no cobran
El PP acusa al Gobierno catalán de "malgastar el dinero público de
los catalanes" con cuestiones de innecesarias y de dudosa legalidad
Europa Press www.lavozlibre.com 17 Junio 2015
Barcelona.- El PP ha criticado que la Generalitat haya decidido
abrir tres nuevas delegaciones en el extranjero -en Portugal, Ciudad
del Vaticano y Marruecos- mientras "las farmacias siguen sin cobrar"
lo que les adeuda el Ejecutivo catalán.
En rueda de prensa desde de la Cámara catalana, el portavoz popular,
Enric Millo, ha acusado a la Generalitat de "malgastar el dinero
público de los catalanes" con cuestiones de innecesarias y de dudosa
legalidad, en alusión a las delegaciones.
También ha cargado contra el plan contra la pobreza anunciado por el
Govern este martes, ya que lo considera mera propaganda ante las
elecciones convocadas de cara el 27 de septiembre: "Es cínico
utilizar las personas que más sufren como elemento de propaganda".
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