El día en que Rajoy se vistió de
Calvino
Los problemas de contención del déficit público son estructurales. Y
lo que ha pasado en los últimos años es que la política fiscal ha
neutralizado la expansión monetaria.
Carlos Sánchez El Confidencial 3 Abril 2016
No es casualidad que el libro de memorias* de Ben S. Bernanke se
titule ‘El valor de actuar’. Al fin y al cabo, le tocó ser
presidente de la Reserva Federal en los momentos más dramáticos de
la economía norteamericana desde 1929. ¡Y vaya si actuó regando de
liquidez el sistema crediticio mundial!
Cuenta Bernanke en el libro su opinión personal sobre el anterior
presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, de quien recuerda, acaso de
forma malévola, que no era un economista de carrera. “Me pareció”,
sostiene, “demasiado dispuesto a aceptar el enfoque moralista de la
política macroeconómica defendida por muchos europeos del norte
[léase Alemania], y demasiado desdeñoso hacia las políticas
dirigidas a incrementar la demanda total en medio de un bache
económico profundo”.
Bernanke reconoce que él no estaba de acuerdo con el apoyo de
Trichet “a la austeridad y a las restricciones monetarias”. Y, de
hecho, como se recordará, el BCE llegó a elevar dos veces en 2011
(en marzo y junio) el precio oficial del dinero, precisamente,
cuando los países del sur (entre ellos dos economías de gran tamaño
para Europa como España e Italia) estaban con el agua al cuello.
Ni que decir tiene que ese “enfoque moral” es el que explica que
Europa haya crecido sistemáticamente menos que EEUU desde que
estalló la crisis. O, incluso, que países como España todavía no
hayan recuperado los niveles de PIB previos a la primera recesión
pese a que se ha endeudado hasta las cejas.
Bernanke lo achaca a una contradicción flagrante que todavía hoy se
observa con nitidez. Es conocido que el sucesor de Trichet, Mario
Draghi, decidió cambiar la orientación de la política monetaria pese
a las resistencias de Alemania (que esgrimió razones jurídicas que
con el tiempo se demostraron absurdas), pero esa estrategia ha
chocado contra un muro.
En palabras de Bernanke: “Todos los pasos de Mario iban en dirección
correcta, pero la política fiscal creaba vientos en contra aún más
poderosos que en EEUU, y las medidas monetarias fuertes (como una
expansión cuantitativa completa) se enfrentaban a una firme
resistencia política, con lo que la recuperación europea siguió
siendo esquiva”. Es decir, la expansión monetaria (más liquidez y
compra de bonos públicos) era neutralizada por una política fiscal
excesivamente ortodoxa que contraía la demanda agregada.
El mito de Sísifo
No es fácil hacer un análisis tan certero del mal de Europa. Y en
particular, de España, que, como en el mito de Sísifo, se ha
convertido en la metáfora del esfuerzo inútil y perpetuo. Dos datos
lo ponen de relieve. Después del esfuerzo que ha hecho en los
últimos años la sociedad española en términos de aumento de presión
fiscal y pérdida de empleo, la tasa de paro seguirá en un increíble
18,9% en 2017 (según el Banco de España), mientras que la deuda (que
ya alcanzó el 100,2% en el primer trimestre de 2015) continuará
creciendo de la mano del abultado déficit público. La deuda externa
neta, como se sabe, nada menos que 978.000 millones de euros,
continúa en niveles estratosféricos pese al racionamiento del
crédito.
Es verdad, sin embargo, que España crece más que la media Europea,
pero en aras del rigor hay que recordar que la mitad del avance del
PIB tiene que ver con 'shocks' económicos que no volverán: desplome
del petróleo, debilitamiento del euro y tipos de interés
históricamente bajos.
Se suele argumentar que esas mismas condiciones se dan en otros
países y crecen menos; pero se olvida que esas circunstancias
benefician, sobre todo, a los países más endeudados, como España, en
los que la renta disponible de las familias y de las empresas está
muy determinada por los tipos de interés, al fin y al cabo la
mayoría de la viviendas son en propiedad y el apalancamiento
empresarial es elevadísimo. Igualmente, por razones obvias, los
países más dependientes del petróleo -también como España- son los
que más se benefician del hundimiento de los precios. Un barril de
crudo cuesta hoy la tercera parte que en 2011, cuando Trichet,
influido por Alemania, decidió subir los tipos de interés para dar
un escarmiento a los países periféricos y obligarles a aplicar duras
políticas de ajuste que mermaron la recaudación.
De manera intuitiva, se suele culpar del déficit público a los
gobiernos manirrotos. Y en particular a las comunidades autónomas,
pero más allá de lo simplista de ese análisis lo curioso es la
ausencia de un debate de fondo sobre el hecho de que en casi 40 años
de democracia la economía española haya tenido sólo en tres
ejercicios -entre 2005 y 2007- superávit fiscal. Es decir, que el
sector público pudo ingresar más de lo que gastó, y para eso fue
necesaria la creación artificial de una formidable burbuja de
crédito (mientras el Banco de España miraba a la luna de Valencia)
que, cuando estalló, se llevó por delante más de tres millones de
empleos.
Lo de echar la culpa a las comunidades autónomas, ya se sabe, es un
argumento recurrente y políticamente útil y atractivo, pero alguien
de Hacienda debería explicar a los españoles que el presupuesto
total de todos los gobiernos regionales (año 2015) equivale a
166.102 millones de euros, y de esa cantidad, 128.657 millones se
destinan a cuatro partidas completamente inelásticas, y que, por lo
tanto, hay que pagar al margen de la coyuntura: sanidad, educación,
protección social y deuda pública. Claro está, salvo que se quiera
hacer una escabechina con quienes utilizan los servicios públicos
esenciales cerrando escuelas u hospitales.
Por lo tanto, el 77,4% del gasto autonómico está prácticamente
comprometido el 1 de enero de cada año, lo que quiere decir que sólo
se puede actuar sobre el 22,6% restante, lo que no excluye que haya
márgenes de ahorro. Majaderías como las embajadas sin embajadores,
televisiones públicas que recuerdan el nodo y otros gastos
superfluos en asesores o bobadas no son de recibo en un país en el
que la presión fiscal recae sobre los asalariados.
La ufana vicepresidenta
Ante esta evidencia, el Gobierno en funciones ha proclamado hasta la
saciedad las ventajas de hacer una política austera que pasa por
haber recortado de forma drástica el déficit público. La propia
vicepresidenta Sáenz de Santamaría se pavoneó este viernes por lo
conseguido. El Ejecutivo de Rajoy ha rebajado a la mitad el
desequilibrio fiscal (de los 101.265 millones en 2011 a los 56.608
millones de 2015), dijo ufana. Se le olvidó decir que casi la mitad
de esa reducción tiene que ver con el aumento de la presión fiscal,
que ha pasado del 36% del PIB en 2011 a situarse por encima del 38%
en 2015. Unos 20.000 millones de euros.
La pregunta que cabe hacer, por lo tanto, es si esa estrategia ha
sido la correcta en un país que ha cerrado 2015 con un 100% de
deuda, un desempleo equivalente al 20,9% de la población activa y un
déficit del 5,24% con ayudas financieras. O expresado en palabras de
Bernanke: si ese enfoque moral inspirado por los calvinistas del
norte ha dado resultados.
Hay quien niega la mayor y opina que, en realidad, no ha habido un
duro ajuste del gasto, como lo demuestra el hecho de que el déficit
sigue disparado. Pero se obvia que son precisamente los recortes de
difícil justificación (mientras se siguen gastando miles de millones
en trenes AVE a ninguna parte) y las políticas de devaluación
salarial los que han hecho más difícil lograr los objetivos de
déficit, toda vez que los multiplicadores fiscales (la variación del
PIB relacionada con el gasto público) han sido mucho más negativos
de lo que se presuponía, como reconoció en su día el propio FMI. El
crecimiento medio de España ha pasado de 99 puntos en 2011 (base 100
en 2010) a 99,2 puntos en 2015, lo que no parece un gran triunfo a
la vista de los resultados.
Y ello sin contar algunos problemas estructurales, comunes en las
economías avanzadas, como el envejecimiento (por la caída de la
población activa) o la productividad, que hasta 2008 se ocultó por
la vía del crédito. Las empresas crecían porque se endeudaban, no
porque fueran más rentables o competitivas.
En todo caso, problemas de fondo que, desde luego, no se han
arreglado con recortes en sectores sensibles, como la educación. En
concreto, en 7.000 millones de euros entre 2009 y 2014, como han
puesto de manifiesto la Fundación BBVA y el IVIE. "La caída del
gasto público en educación ha ocasionado “tensiones no deseables en
actividades de esta naturaleza al poner en riesgo la estabilidad
financiera del sistema educativo”, sostiene el estudio.
Es probable que sea una ‘boutade’ aquello que decía Larry Summers,
el exsecretario del Tesoro de Clinton, quien sostenía que para que
el déficit disminuyera lo más apropiado sería aumentar el gasto
público. Pero la evidencia es que Bernanke tenía razón. Es un
problema de orientación de la política económica en la que el
Gobierno español sólo ha cumplido las órdenes de Berlín.
El calvinismo fiscal es una bendición para países con una larga
tradición de equilibrio presupuestario y con instituciones
respetadas por los poderes públicos, pero es una calamidad en
términos de desempleo para naciones quebradas por el pinchazo de una
burbuja de crédito. Y ponerse estupendos aprobando leyes que no se
cumplen -como la de estabilidad presupuestaria- ante una crisis de
tamaña dimensión sólo conduce a que una década después casi todo
esté por hacer. Lo cual no es incompatible con realizar una política
presupuestaria rigurosa. Pero que sea sensata y sin tantos
prejuicios morales.
Ben S. Bernanke: El Valor de Actuar. Memoria de una crisis y sus
secuelas, Editorial Península, 2016
El despertar de la sociedad civil en España
(y su impacto en el Estado y el mercado)
A lo largo de los últimos cinco años, hemos ido viendo cómo la
sociedad civil se ha ido despertando, desperezando y estirando.
Quizás podamos hablar del 15M como origen
Elena Herrero-Beaumont El Confidencial 3 Abril 2016
Siempre se ha dicho que no teníamos sociedad civil en España. Nos lo
decíamos nosotros mismos, con ese 'quejío' de bar tan característico
español. Pero también nos lo decían los que venían de fuera. Victor
Mallet, el corresponsal del 'Financial Times' de 2008 a 2012, se
sorprendía de ver la escasa presencia e independencia de los 'think
tanks', los intelectuales y los líderes de opinión en nuestro país.
Y cuando lo ponía sobre la mesa con la, a su vez, característica
sorna del inglés intelectual que nos mira por encima, a mí me dolía,
porque era una verdad contrastada y no una verdad cualquiera. Una
verdad de la que depende un tercio de nuestro verdadero desarrollo
democrático.
Pero a lo largo de los últimos cinco años, hemos ido viendo cómo la
sociedad civil se ha ido despertando, desperezando y estirando.
Quizás podamos hablar del 15M como origen del movimiento ciudadano
en España. Un movimiento que ha tenido unos años de silencio y que
ha vuelto a la trinchera política en las pasadas elecciones
autonómicas y municipales que vieron consagrarse en alcaldesas de
Madrid y Barcelona a una jueza desligada del entorno político del
momento y a una activista social. Las diferentes iniciativas
ciudadanas del 15M fueron incluso pioneras en el mundo entero,
inspirando otros movimientos ciudadanos en Estados Unidos como
Occupy Wall Street. En esta ocasión, España lideraba al mundo
anglosajón.
Pero la sociedad civil de un país va más allá de un movimiento
ciudadano. En Vinces hemos identificado seis categorías de
'stakeholders' con suficiente presencia y poder como para articular
las diversas demandas sociales y definir la agenda social frente a
los poderes públicos y las compañías: asociaciones de intereses
(empresariales, sindicales, de consumidores, etc.); ONG y
fundaciones; 'think tanks'; medios de comunicación y foros;
comunidades e 'influencers' digitales; y escuelas de negocio y
universidades.
De estas plataformas depende, como decíamos, un tercio de nuestro
desarrollo democrático. Los otros dos tercios les corresponden a las
empresas, al mercado y al Estado. La forma del triángulo integrado
por “Estado, empresas y mercado y sociedad Civil” determina la
calidad democrática de un país. Podríamos decir que nuestro
triángulo, el español, era como una pirámide invertida, donde el
proceso de toma de decisiones lo lideraban en la cúspide actores
públicos y algunos decisores empresariales privilegiados. Pero ese
triángulo se está invirtiendo para recuperar su forma natural.
Si algo bueno nos ha traído la crisis económica es que se mira más
cómo se gestiona el escaso dinero público. Los ciudadanos quieren
saber si ha habido corrupción en esa gestión, y los escándalos han
acelerado el descrédito ya existente de las instituciones del
Estado, de las empresas y de los mercados. Unos y otros carecen de
legitimidad social, entendida como la virtud de una institución de
ejercer su poder disfrutando al mismo tiempo de la confianza y
credibilidad de una sociedad que se ve afectada por su actividad.
El hecho de que la sociedad civil se haya erigido en actor
influyente viene muy determinado por la tecnología. La tecnología
ocupa un papel fundamental en este despertar. Gracias a la
tecnología los ciudadanos pueden acceder a mucha más información
sobre los temas que les afectan. Pueden conversar, colaborar,
conectar y actuar de una manera mucho más transversal. La tecnología
nos empodera, nos despierta, nos permite actuar.
El afianzamiento de la sociedad civil española está impulsando un
cambio en el Estado y en las compañías. En la agenda política y
regulatoria ya están temas que hasta hace dos años eran propios de
la agenda social, como el movimiento que iniciaron ONG como Intermón
Oxfam para combatir la evasión fiscal por medio de la transparencia.
El resultado de este movimiento es la demanda estatal a las
compañías de desglosar su contabilidad nacional para lograr una
imposición más equitativa.
Por su parte, las compañías y el mercado, y sin perjuicio de que su
objetivo fundamental y legítimo sea maximizar resultados en
beneficio de los accionistas e inversores, comienzan a desarrollar
un cierto liderazgo comprometido con las problemáticas sociales y
medioambientales, o incluso nacen con el objetivo último de ofrecer
soluciones a través de su propia actividad. En general, se están
viendo obligadas a cambiar de manera radical su relación con la
sociedad si quieren ser actores relacionados en un ecosistema donde
emergen problemas que hasta ahora solo los Estados y los organismos
internacionales se encargaban de afrontar. Las compañías ya no
pueden contemplar a sus consumidores como los contemplaban en los
años 80 y 90. Ahora los consumidores son ciudadanos empoderados que
se identifican con unos valores. Los propios empleados de las
empresas son ciudadanos empoderados. Las compañías por tanto, tienen
que redimensionar su relación con la sociedad. Y esto va mucho más
allá de la responsabilidad social corporativa. Estamos hablando de
dimensiones como el poder, la legitimidad y la gobernanza.
Nos quieren dejar sin futuro
Juan Laborda www.vozpopuli.com 3 Abril 2016
Se ríen de nosotros. Lo vienen haciendo siempre, de manera
sistemática. Inicialmente, es cierto, de manera sibilina. Pero la
actual crisis sistémica ha sacado a relucir lo peor de ellos, su
naturaleza psicópata. Se han comportado como sádicos e insensibles.
Ya no disimulan. Pero no me refiero sólo al gobierno. Va mucho más
allá.
Incluye también a unos medios de comunicación, aduladores y
concentrados, que ahogan al disidente, y sólo dan voz a un
pensamiento político y económico que ha fracasado, decadente. No
entienden absolutamente nada de lo que está pasando. ¿Por qué falla
la política monetaria? ¿Por qué repunta el déficit presupuestario?
¿Por qué no hay inversión productiva? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
¡Cómo para pedirles previsiones a medio y largo plazo!
Abarca también a las élites económicas patrias -en su mayoría
monopolios, oligopolios o monopsonios dependientes del BOE- que aún
no entienden a fecha de hoy que son parte corresponsable del
porvenir que van a dejar a las generaciones postreras: sombrío,
nebuloso, gélido, triste. ¿Dónde están los miles de millones de
euros que cada año han dejado de tributar las grandes empresas
patrias? Ya saben a qué me refiero: privilegios fiscales,
deducciones ineficientes, paraísos fiscales, ajustes de
consolidación sin motivación económica… ¿Dónde están los proyectos
de inversión en capital y desarrollo que les hicieran coparticipes
del bienestar de sus conciudadanos? ¡Ah claro!, han jugado al
casino: deuda, recompra de acciones, política de dividendos… ¡No hay
ninguna histéresis en el factor trabajo! Lo que sí que hay, por el
contrario, es una inmensa y profunda histéresis en el factor
capital. ¡Basta ya!
El déficit presupuestario de 2015 y la manipulación
El último espectáculo teatral, la publicación del déficit
presupuestario de las administraciones públicas. ¡Pues claro que se
iba a situar por encima del 5%! Era lo normal, por mucho que Rajoy y
los suyos lo negaran: el déficit fiscal es siempre la contrapartida
del ahorro privado. Si el sector privado quiere ahorrar por encima
de su inversión, entonces tiene que haber un déficit de las
administraciones públicas y/o un superávit en cuenta corriente. Y
además ese déficit fiscal es la razón principal que explica el
repunte de la actividad económica. Pero las falsedades y los
problemas de fondo son otros.
Lo normal es que el sector privado registre excedentes siendo
generalmente la contraparte los déficits fiscales del gobierno (en
algunos casos, como Alemania, el superávit comercial). Pero lo que
siempre acaba muy mal son aquellos episodios puntuales en los que el
sector privado ha registrado déficits significativos, generalmente
asociados a una burbuja financiera y/o inmobiliaria. Cuando colapsan
los balances de empresas, familias y bancos, empieza un proceso
intenso de desapalancamiento del sector privado, siendo su
contrapartida los crecientes déficits públicos. Si a alguien, en
este contexto, se le ocurre promocionar una devaluación salarial
para generar superávits comerciales, en realidad intensificará el
desapalancamiento privado, agudizando la crisis. Esto sucedió de
2011 a 2014. ¿Han visto ustedes algún análisis serio sobre ello en
los medios de comunicación patrios? Me temo que no. No saben, ni
entienden de identidades contables, que, por cierto, siempre se
cumplen.
Pero desde la segunda mitad de 2014 asistimos a un crecimiento
económico auto-programado por las élites. El objetivo era evitar un
resultado electoral que en su momento aún era peor para sus
intereses. Para ello, se relajó, con el consentimiento de Bruselas,
la austeridad expansiva. Pero la razón no es que realmente se
hubieran dado cuenta de la necesidad de recurrir a una expansión
fiscal en recesión de balances como única herramienta efectiva. La
recuperación económica era la contrapartida del incremento del
déficit presupuestario por razones meramente espurias, electorales.
Reforma laboral, deuda soberana, miseria
Sin embargo, el déficit presupuestario y el endeudamiento de Rajoy
esconden todavía aspectos más crueles. Por un lado, los efectos de
su reforma laboral, que de manera premeditada hundió los salarios
nominales y reales, generando además un empleo precario, temporal y
parcial. Si ello lo aderezamos con descensos en las cotizaciones a
la Seguridad Social, ya tenemos otra tormenta perfecta: un
incremento sin parangón en el déficit de la Seguridad Social. Por
otro lado, la brutal expansión de nuestra deuda soberana se debe en
gran medida a todo ese dinero destinado a financiar a terceros, a
sanear los negocios de la superclase. ¡Qué grotesca manipulación de
la política fiscal como herramienta de la lucha contra la crisis!
Por eso, el problema de fondo no es el déficit presupuestario, ni
siquiera el stock de deuda. El problema de fondo es para qué y por
qué se ha alcanzado esas cifras. Y los procedimientos utilizados
esconden un empobrecimiento generalizado de la ciudadanía -por más
que un 20% de la misma no quiera verlo-, una concentración de la
riqueza y de la renta cada día en menos manos, y un país sin futuro.
Los jóvenes son los grandes damnificados: desempleo, salarios
miserables, desesperación, marginación, exilio... Y esa es la
herencia de Rajoy, de los medios de comunicación aduladores, de las
élites económicas: un país sin futuro.
Y siguen en ello. Analicen el tratamiento que distintos medios están
haciendo del proceso de formación de gobierno en el que estamos
imbuidos. Estoy cansado de quienes hablan de responsabilidad y
“políticas serias”, en contraposición a lo que ellos denominan
populismos. Quienes así hablan, quieren mantener todo tal como está,
con el fin de continuar aplicando de manera sistemática aquellas
políticas distópicas que han favorecido de manera permanente a la
clase dominante. Y cuando la ciudadanía osa participar de manera
entusiasta en la vida pública, hablan de "populismo mal informado”.
En realidad son ellos, los de las “políticas responsables”, los
arquitectos últimos de ese castillo de naipes llamado España, a
punto de desmoronarse.
Simbad y el viejo del mar
Pedro J. Ramírez El Espanol 3 Abril 2016
"Después de mi cuarto viaje me dediqué a una vida de placeres y
diversiones y olvidé mis pasados sufrimientos. Pero mi alma me
inducía a nuevos viajes. Compré mercaderías de fácil salida y de
ganancia segura y partí hacia Basora". Así comienza el relato del
quinto de los siete viajes de Simbad el Marino, narración de origen
remoto incorporada en el siglo XVII a "Las mil y una noches".
No será difícil reconocer en estas palabras la atmósfera de la
España del dinero fácil, el gasto desbocado y los negocios
especulativos de la pasada década. Tampoco, identificar el choque
con la realidad de mayo de 2010 con el momento en que unos
pajarracos, tan monstruosos al menos como los mercados, arrojan
piedras del tamaño de aquellas primas de riesgo estratosféricas
hasta hacer zozobrar el barco de Simbad. Incluso podríamos añadir, a
costa de alterar la secuencia de la película, que el rescate
bancario fue la tabla de salvación a la que pudo aferrarse el
náufrago hasta llegar a la isla de la calma, una vez que Eolo Draghi
dispersó a las aves de presa y sustituyó los vientos adversos por
otros favorables.
Pero lo que ahora nos concierne es lo que le sucedió a Simbad en la
isla. "Llegué a un estanque donde iba a dar el agua de un manantial
y a la orilla estaba sentado un venerable anciano cubierto con un
amplio manto hecho de hojas de árbol", cuenta la bella Sherezade
tomando la voz del Marino. "Al preguntarle al anciano por su
estancia en ese sitio, me hizo unas señas que significaban: te pido
que me cargues y atravieses el arroyo, vayamos a coger frutas en la
otra orilla".
Tal y como le ocurrió al pueblo español cuando Rajoy resumió en
términos equivalentes su oferta electoral de 2011, Simbad pensó que
después de tantas penalidades bien podía confiar en alguien
experimentado de apariencia respetable y lo cargó a sus espaldas. En
eso consiste el contrato con cualquier gobierno: pagamos impuestos
para sufragar su aparato administrativo y su inevitable maquinaria
política, y aceptamos los sacrificios de todo trayecto incómodo, a
cambio de la expectativa de llegar a esa "otra orilla" en la que nos
espera la recompensa de la prosperidad.
Recordemos lo que le pasó sin embargo a Simbad con aquel viejo que
tanta confianza le había inspirado. "Lo transporté a la otra orilla
del arroyo hasta el lugar indicado. Cuando quise bajarlo apretó más
sus muslos en torno a mi cuello. Haciendo un esfuerzo inmenso, quise
zafarme pero me apretó tan fuertemente que casi me estrangula. Se me
oscureció el mundo. Cuando respiré me dio dos puntapiés en el
estómago. Me indicó que anduviera por debajo de los árboles y se
puso a coger frutas y a comerlas".
¿No es esta también la crónica de nuestra decepción? Los españoles
cumplimos la parte que nos correspondía del trato, otorgando a Rajoy
un firme soporte en forma de mayoría absoluta y asumiendo las
subidas de impuestos y recortes de servicios de su política de
ajuste. En 2012 estuvimos al borde de la muerte por asfixia a causa
de la presión fiscal a la que nos sometía quien resultó ser además
un viejo borde y antipático. Para quienes le habíamos apoyado, su
actitud ante la corrupción y su pasividad ante el separatismo fueron
peores que patadas en la barriga.
Para colmo fuimos comprobando, consternados, que el aparato del
Estado -lo que Rivera llama la "burbuja política"- no estaba a las
duras pero sí a las maduras. En los años peores apenas hubo recortes
en el sector público y en cuanto la situación ha dejado de ser
límite, se ha reanudado el festín del gasto. En ninguno de los
cuatro años de Rajoy se ha cumplido el objetivo de déficit -la
desviación supera en este último el 25%- y la deuda ya está en un
alarmante 100% del PIB. ¿Cómo no sentir una mezcla de estupor y
vértigo al descubrir que la "otra orilla" se parece demasiado a
aquella de la que veníamos?
Desde hace al menos un año los españoles estamos intentando romper
el contrato de 2011 pero no encontramos la fórmula jurídica para
hacerlo. Pese al rotundo castigo electoral que el PP recibe cada vez
que acudimos a votar, Rajoy sigue sobre nuestros hombros, aferrado
implacable a nuestro cuello, con la excusa de que nadie ha logrado
formar una mayoría alternativa. La situación es tan frustrante que
podemos entender bien lo que sentía Simbad: "Llegada la noche me
obligó a tenderme con él para dormir sujeto. Jamás había sufrido
tantas humillaciones y malos tratos. No sabía de qué valerme para
deshacerme de él... Me hallaba en un deplorable estado".
La imagen de aquel terrible viejo del mar que accedía a la grupa en
un momento de debilidad de su porteador y al que luego no había
manera de quitarse de encima ha inspirado en distintos momentos
históricos tanto a los humoristas gráficos como a los escritores
políticos. Es el caso por un lado de la famosa caricatura de Lincoln
en el Illustrated Newspaper cargando a su provecto e incompetente
ministro de Marina Gideon Welles, apodado "Padre Neptuno"; y por el
otro de las crónicas de Marx en el Daily Tribune sobre la España del
bienio progresista (1854-1856), en las que utilizó el símil para
referirse al entonces jefe del Gobierno: "Espartero es uno de esos
hombres tradicionales que el pueblo acostumbra a cargarse a las
espaldas en los momentos de crisis sociales y que, como el perverso
viejo que hundía obstinadamente sus piernas en torno al cuello de
Simbad el Marino, son luego muy difíciles de quitar".
Aunque el general Espartero, líder del partido progresista y héroe
popular desde sus triunfos en la primera guerra carlista, ocupaba un
lugar muy distinto al de Rajoy en el imaginario colectivo, el mapa
político de entonces tenía sorprendentes similitudes con el de
ahora. El bipartidismo vigente desde hacía más de veinte años entre
moderados y progresistas había sido alterado por dos fenómenos
nuevos. Por un lado, la Unión Liberal que terminaría liderando
O'Donnell y que, como partido de centro, "demostró desde sus mismos
orígenes una extraordinaria capacidad para restar apoyos por la
derecha al progresismo y por la izquierda al moderantismo". Y por el
otro, el Partido Demócrata "que hacía lo propio por la izquierda
respecto al progresismo". Cualquiera diría que estas palabras fueron
escritas para enfatizar el paralelismo con la irrupción de
Ciudadanos y Podemos en la España actual; pero pertenecen a la
biografía de Isabel II de Isabel Burdiel publicada en 2010 cuando
Ciudadanos no había salido de Cataluña y Podemos ni siquiera
existía.
Según explica la misma autora el gran problema de aquel momento de
transición era "cómo desembarazarse de la tutela de Espartero". El
ennoblecido como Duque de la Victoria era el tapón que impedía una
combinación estable y así quedó reflejado en las cartas que el
embajador francés Turgot mandaba a su gobierno: "El descenso de la
popularidad de Espartero es evidente, incluso entre sus partidarios,
a pesar de mantenerle el afecto, se habla en voz baja de su
incapacidad política... La necesidad de un gobierno activo y
enérgico se hace sentir cada día más vivamente".
También en el PP se dice ahora todo eso, y mucho más, entre
susurros; y tampoco parece haber manera de quitarse de encima a este
otro fastidioso viejo del mar que es Mariano Rajoy. El presidente en
funciones sigue inmóvil subido a nuestra grupa y, lo que es peor,
atenazando, bloqueando y estrangulando a quienes buscan una salida
política distinta de la fatídica repetición electoral a la que hoy
por hoy parecemos abocados.
Los votantes del PP deberían sentirse agraviados por la estolidez de
su líder mientras los firmantes del Pacto del Abrazo resisten firmes
los cantos de sirena de Pablo Iglesias. Rajoy ni siquiera ha saltado
a la cancha donde se disputa el partido de baloncesto y hasta en el
remedo de la carrera de cuadrigas de Ben Hur, urdido por
Buenafuente, mientras Sánchez, Rivera e Iglesias se desgañitan
azuzando a sus caballos, él permanece impávido en la tribuna.
Rajoy está siendo incapaz de promover iniciativa alguna para
desbloquear la situación pero también se niega a "echarse a un
lado", como le acaba de pedir Girauta, para buscar, ya contra reloj,
una fórmula de gobierno que incluya a PP, PSOE y Ciudadanos. A
efectos prácticos es como si los 123 diputados del PP se hubieran
evaporado del tablero. Qué gran oportunidad perdida y qué dislate si
ese absentismo termina permitiendo a Podemos formar parte del
Gobierno o al menos condicionarlo, en un contexto en el que la
situación económica se deteriora a ojos vistas. Sobre todo cuando lo
que hoy nos dice el primer sondeo de EL ESPAÑOL -también en esto
rompemos moldes al externalizar sólo el trabajo de campo- es que los
únicos que mejorarían en unas nuevas elecciones serían Ciudadanos e
IU, con lo que el escenario se separaría muy poco del actual.
Simbad tuvo que matar al viejo del mar para desembarazarse de él. Lo
hizo embriagándolo primero con la fermentación de unas uvas en una
calabaza. A Rajoy por el contrario toca sacarlo de la recurrente
borrachera de egoísmo en la que vive inmerso, mediante la ducha fría
de la realidad y el interés general. Si ninguno de sus allegados es
capaz de hacerlo con la urgencia que la gravedad de la situación
requiere, no quedará más remedio que esperar de los idus de abril el
metafórico magnicidio que no nos trajeron los idus de marzo. O
convertir, en último extremo, las urnas del 26-J en un nuevo
plebiscito en su contra, para poder al fin escuchar esas palabras de
unos pescadores que sonaron como música celestial en los oídos de
Simbad: "Tu eres el primero que ha podido librarse de ese jeque sin
que te estrangulara. ¡Bendito sea Alah, que te libró de él!".
La crisis de los refugiados, una pesadilla La yijad ha venido a Europa para quedarse
Entramos en una nueva fase, dicen los expertos, en la que los
yijadistas cuentan con una 'población de apoyo' que les permite
llevar a cabo ataques más propios de una insurgencia que de
terrorismo puntual.
Carlos Esteban www.gaceta.es 3 Abril 2016
“Lo que quiere hacer el ISIS es básicamente convertir las ciudades
europeas en zonas de guerra de guerrilla”, señala el experto
americano en terrorismo y Oriente Medio Erik Stakelbek en una
entrevista concedida a Breitbart News Daily. “Ese es el plan, ese es
el objetivo. ISIS le está pidiendo a cada musulmán en Europa que se
conviertan en 'lobos solitarios', en yijads unipersonales”.
Que Europa debe ir haciéndose a la idea de que el terrorismo
islámico ha venido para quedarse y que un nuevo atentado es solo
cuestión de tiempo es algo que afirman cada vez más expertos e
insinúan, incluso, algunos políticos. Pero los gobiernos siguen
planteando la lucha contra los terroristas con acciones localizadas
contra líderes individuales, y a medida que aumenta la población
musulmana y las zonas, ciudades y barrios como Moleenbek, se
incrementa el riesgo de un cambio en el yijadismo europeo que no
sería de grado si no de naturaleza: del atentado terrorista puntual
a la guerrilla urbana.
Nuestro futuro es Israel... Pero sin la preparación y la
concienciación de Israel. Israel es una democracia de corte
occidental que vive desde su origen esa 'diversidad' y
'multiculturalidad' que se supone debemos celebrar pero que, en el
mundo real, es una receta para el conflicto, la falta de cohesión
social y la polarización. Una sociedad semimilitarizada, un muro,
medidas excepcionales de seguridad... Todo esto ha permitido a
Israel sobrevivir, pero no quedar indemne, como deja patente la ola
de apuñalamientos que vive el país.
La clave del éxito continuado de un grupo insurgente es una
población de apoyo suficientemente amplia. España tiene una triste
experiencia en este sentido tras haber sufrido el grupo terrorista
más exitoso y prolongado de Europa junto con el IRA norirlandés y
por la misma razón: un fuerte apoyo en un sector de la población
civil.
Es en lo que se está convirtiendo el terrorismo islámico a medida
que crece y se consolida la población musulmana en nuestras
sociedades, como sugiere David Kilcullen, veterano australiano y
asesor en contrainsurgencia del general norteamericano David
Petraeus durante la guerra de Iraq en una entrevista exclusiva a la
agencia de noticia AFP.
“Aún es pronto, pero creo que estamos empezando a ver el nacimiento
de un movimiento paramilitar clandestino bastante extendido en
Europa Occidental”. Ya no se trata de operativos con misiones
suicidas concretas y puntuales que envíe el llamado Califato
Islámico a nuestros países. “El modo en que se llevó a cabo el
ataque en París -con pisos francos, coches robados, almacenamiento
de armas y tipos que vuelven con éxito a la clandestinidad tras los
ataques- se parece cada vez más a la definición clásica de guerrilla
urbana".
La crisis de los refugiados es para Kilcullen una pesadilla en este
escenario, ya que, por una parte, permite a los yijadistas infiltrar
fácilmente a sus operativos en los países de la Unión Europea y, por
otra, fomenta la aparición y fortalecimiento de partidos xenófobos y
una atmósfera crecientemente hostil a los recién llegados que podría
llevar a disturbios civiles.
“Procesan las solicitudes de unos 20.000 solicitantes de asilo al
día en Munich”, recuerda Kilkullen. “Prácticamente ninguno está
siendo examinado adecuadamente. Eso crea problemas muy importantes
para el futuro”.
Conmoción y olvido del lector políticamente
correcto
DAVID JIMÉNEZ El Mundo 3 Abril 2016
Twitter, ese espacio de debate que alguien ha descrito como una
versión moderna de las pintadas que se dejan en las puertas de los
baños públicos, se ha llenado estos días de lectores enfurecidos por
lo que consideran un agravio comparativo entre las coberturas de los
atentados de Bruselas y Pakistán. ¿Por qué tanto espacio dedicado a
los europeos y tan poco a los paquistaníes? ¿Acaso a los medios les
importan más unas vidas que otras?
El redactor jefe de internacional del portal estadounidense Vox ya
describió en noviembre la hipocresía de lectores que le plantearon
la misma pregunta en relación a los atentados de París y Beirut. Max
Fisher defendía el trabajo de la prensa y sostenía que el problema
estaba en una audiencia que se indignaba por la supuesta ausencia de
una información que ni buscaba ni le interesaba. La polémica había
empezado cuando un tuitero logró atención mundial con un mensaje en
el que, utilizando una foto de un acontecimiento que había tenido
lugar en Beirut una década antes, denunciaba el supuesto silencio de
los medios tras la masacre en un bastión de Hizbulá. Para Fisher
«era difícil no ver la ironía» en ese tuit lleno de imprecisiones
que el autor podría haber evitado si hubiera leído una información
que no sólo existía, sino que había sido publicada en cientos de
medios.
Lo ocurrido con Pakistán estos días también es representativo.
Algunos lectores me han escrito ofendidos porque no llevamos a
portada la noticia del atentado de Lahore -sí en páginas
interiores-, una queja en principio legítima. Lo sorprendente es que
no recibiéramos ese toque de atención durante la última década, en
la que Pakistán ha sido el país del mundo más golpeado por el
terrorismo junto a Irak. Una media de dos atentados diarios.
Entre 1999 y 2013 viajé a menudo por el país, informando de golpes
de Estado, terremotos y brutales matanzas terroristas. El interés
que despertaba lo que narraba desde allí solía ser inferior a las
crónicas de fútbol de segunda división. Pero éste y otros periódicos
seguimos cubriendo la zona porque creíamos que era nuestra
responsabilidad. Escribí entonces y sigo manteniendo que Pakistán
importa: el mayor riesgo para el mundo no está en la dictadura de
Corea del Norte o los ayatolás de Irán, sino en la posibilidad de
que los fundamentalistas controlen un país con armas nucleares y en
una rivalidad con La India que ya ha provocado tres guerras.
Que de repente todo el mundo se acuerde de Pakistán -un rato: la
atención duró horas- puede llevar a los mismos medios acusados de
indiferencia a pasar la pregunta a los lectores. ¿Se debe ese súbito
y pasajero interés en el país a lo mucho que importan ahora sus
víctimas? ¿O fue un reflejo por lo ocurrido en Bruselas y el temor a
que podamos sufrir lo que los paquistaníes llevan años padeciendo?
Por supuesto hay lectores que se preocupan sinceramente por lo que
pasa en países lejanos, pero sabemos que no son mayoría porque la
tecnología nos permite hoy conocer cuánta gente lee cada noticia y
por cuánto tiempo. The Guardian, que también fue cuestionado por sus
lectores tras su pobre cobertura del atentado de Lahore, mostraba
los datos el otro día y concluía que no importaba cuántas veces
cambiaran de titular o enfoque, la prioridad de sus lectores no
estaba en Pakistán.
Ocurre lo mismo con otros temas que supuestamente son los que más
movilizan a la opinión pública, sobre todo en las redes sociales, y
que los periódicos tenemos serios problemas para que sean leídos, ya
sean conflictos en África, la crisis de los refugiados o la más
cercana violencia de género, que hoy vuelve a nuestras páginas con
un gran reportaje de Pedro Simón sobre un maltratador «arrepentido».
Si cada observador ofendido por la insuficiente cobertura de uno de
estos temas se convirtiera en lector real, los periódicos tendríamos
presupuesto para abrir oficinas permanentes en las capitales de
todos los países a los que supuestamente hemos abandonado
informativamente.
Hoy sabemos mejor que nunca lo que la gente quiere leer, al menos en
Internet, y la buena noticia es que podemos desmontar el mito de que
sólo atrae lo banal. La política, la salud, la educación, la
cultura, el deporte o la ciencia también interesan. Lo que ocurre en
tu ciudad interesa más que lo que pasa en otras. Estados Unidos más
que Mali. Y Pakistán sólo cuando percibimos que lo que pasa allí nos
puede afectar. Por eso vamos a seguir informando del país, tratando
de hacer un mejor trabajo en explicar a nuestros lectores por qué
debería importarles.
Podemos no llegó para gobernar
Javier Somalo Libertad Digital 3 Abril 2016
Dice Félix de Azúa en Tiempo que Podemos no es sino "fascismo
simpático". Lejos de frivolizar sobre problema, el filósofo arremete
con dureza contra el partido de Pablo Iglesias y Ada Colau, aditivo
de la dictadura nacionalista por si le faltaban pulgas al perro.
Sin embargo, me quedo sólo con el sustantivo y con la denuncia que
hace Azúa sobre la inepcia de estos revolucionarios de pacotilla que
están empotrados en muchos ayuntamientos. Es la política de la mera
ocupación, con k; no se trata de gobernar sino de estar en el poder,
llenar ese espacio y contemplar con gozo el Principio de Arquímedes.
Como ya no necesitan acampar o levantar barricadas, inevitablemente
llegan esos ratos muertos tan propicios para la imaginación:
ceniceros portátiles –otrora para pavesas judías–, nombres de
calles, felicidad, servilletas, cosas bonitas, padrenuestros,
títeres, censura a espuertas, purgas y cuchillos largos. Todos ellos
son elementos imprescindibles para gobernar en Venezuela o en la
Cuba que dice abrirse al mundo, la misma que sigue encarcelando y
deteniendo a los suyos mientras el gobierno español le condona
deuda… como si eso favoreciera a los cubanos. Fascismo puro, siempre
barnizado, eso sí, de falsa alegría y estudiada espontaneidad.
Ninguno de ellos se veía en puestos de gestión y así se han
reconocido en numerosas ocasiones. Rita Maestre, forzó hasta la
dislocación mandibular su sonrisa y no dejó de posar, cuando Sandra
León le preguntó si podía seguir en su puesto tras haber mentido.
"Sí", contestó, y ordenó algunos papeles que tenía delante y que
jamás necesitará. Trató por todos los medios de censurar la
curiosidad de la periodista pero hubo contagio en la sala y se le
fue de las manos el control de la epidemia. Aquel asalto a la
capilla de la Universidad Complutense persigue a Rita, que en alguna
ocasión ha admitido que ella no se imaginaba que llegaría hasta
donde está. Pero como –inexplicablemente, hasta para ella– llegó,
pues las imágenes de su agit-streap la acompañaron. Rita negó y
mintió. Ante el juez se mostró más recatada: aquella juventud, el
torso desnudo, no quise ofender, cierto rubor. A ver si resulta que
eso lo explica todo: que se ha vuelto casta cuando antes presumía de
no serlo.
También Manuela Carmena defendió a los suyos como jóvenes inexpertos
que necesitan tiempo para integrarse en la política pues proceden de
la militancia callejera, de su antisemitismo particular, de su
coqueteo con el terrorismo, de sus antecedentes penales o de la nada
más profunda que brota entre la hierba primaveral de algunos campus
universitarios. De pronto se vieron bajo los focos mediáticos de la
Derecha, y allí florecieron para madurar en los platós del
oligopolio televisivo y llegar al poder, no al gobierno. Hay que
darles tiempo, sostiene Carmena, que acumula de sobra, porque han
entrado a dedo en puestos de gestión para practicar la okupación y
sólo para eso. La revolución ha resultado aburrida. Ya se les
ocurrirá algo para disimular que su función es sólo taponar. Pero ni
siquiera son simpáticos aunque todo fascismo intente parecerlo en
algún momento.
En su entrevista en Tiempo, Félix de Azúa llega a decir:
Una ciudad civilizada y europea como Barcelona tiene como alcaldesa
a Colau, una cosa de risa. Una mujer que debería estar sirviendo en
un puesto de pescado. No tiene ni idea de cómo se lleva una ciudad
ni le importa. Lo único que le importa es cambiar los nombres de las
calles.
Más allá del malestar que haya podido causar la frase del filósofo
en el gremio –no porque se sientan menospreciados sino por la mera
posibilidad de que pudiera ser cierto– conviene no perder de vista
la reacción de la aludida, que le califica de "machista" y
"clasista". Colau, la antaño afectada por hipotecas que nunca tuvo
porque jamás necesitó ve lo que, en el fondo, siente. No tienen ni
idea ni les importa, es la pura verdad. No están aquí para gobernar
pero están llegando al poder, que es todavía peor.
Campaña podemita de amedrentamiento de la
prensa
EDITORIAL Libertad Digital 3 Abril 2016
El anuncio de la presentación de una demanda contra el presidente de
Libertad Digital, realizado por la dirigente podemita Carolina
Bescansa, es el último hito, por el momento, en la campaña de
silenciamiento de la prensa libre emprendida por la formación
ultraizquierdista.
Los dirigentes de Podemos, especialmente en el Ayuntamiento de
Madrid, se han distinguido en los últimos tiempos por sus ataques a
nuestro medio, especialmente desde que destapamos las tropelías de
la alcaldesa "del cambio" y su marido. No es casualidad que el
anuncio de Bescansa se produzca justo después de que la Fiscalía
haya instado al juzgado a actuar contra su esposo por un "delito
contra los trabajadores" de su empresa dedicada al urbanismo.
Podemos surgió como un movimiento radical de extrema izquierda,
dispuesto a aglutinar el descontento popular con la clase gobernante
por la crisis económica y la corrupción. Como corresponde a su
afiliación marxista, los dirigentes de este nuevo partido ya habían
dejado suficientemente claro que su manera de ejercer el poder
político es incompatible con la existencia de una prensa libre. En
eso hacen honor a su tradición ideológica pero es que, además, sus
tratos con los regímenes totalitarios de Hispanoamérica demuestran
fehacientemente que, como dijo el líder supremo Pablo Iglesias, la
mera existencia de medios de comunicación privados es para ellos una
anormalidad política que convendría extirpar de manera definitiva.
Por eso sorprende doblemente el silencio culpable de los medios de
comunicación en esta campaña contra Libertad Digital, especialmente
de los mas cercanos a la formación ultraizquierdista. En esta falta
de crítica a un atentado contra la libertad de expresión, el pilar
fundamental de las sociedades libres, se pone de manifiesto el
sectarismo de una parte de la prensa española, por todos conocida,
cuyos responsables prefieren a mirar a otro lado cuando las víctimas
de las tropelías contra las libertades de todos pertenecen a la
competencia.
Armas nucleares y yihadismo, la peor
pesadilla mundial
EDITORIAL El Mundo 3 Abril 2016
El final de la Guerra Fría permitió durante algún tiempo soñar con
la idea de un mundo sin armas nucleares. Duró poco el espejismo y
pronto se demostró que la caída del Telón de Acero y el deshielo
entre Occidente y el Este no traerían consigo ni la paz mundial ni
vacunaría a nuevas naciones emergentes contra la carrera
armamentística. Aun así, hace apenas ocho años, cuando un líder
todavía bisoño, Barack Obama, estaba a punto de alcanzar la Casa
Blanca, enarbolaba la bandera de la desnuclearización. Al poco, se
lo recompensarían con el Nobel de la Paz. Hoy ninguna de las
potencias del concierto internacional se toma en serio la idea de
acabar con las armas nucleares. Su obsesión es bien distinta: la de
evitar por todos los medios que tecnología atómica o materiales
radiactivos caigan en manos de los nuevos enemigos 'número uno' del
planeta: las redes yihadistas, en especial, el Estado Islámico y Al
Qaeda.
La Cumbre para la Seguridad Nuclear de Washington, con presencia de
mandatarios de 50 países, ha servido para compartir información y
hacer que el problema escale puestos en la agenda global. Pero poco
más. Al final ha sido otra oportunidad perdida para sondear fórmulas
que eviten que este material altamente mortífero pueda caer en manos
de actores no estatales, mucho más difíciles de controlar que
regímenes como el de Corea del Norte o el iraní, las mayores bestias
negras durante décadas en este asunto.
La razón principal que abocaba a la Cumbre patrocinada por Obama al
fracaso ha sido el boicot de Putin. EEUU y Rusia suman más del 90%
del arsenal nuclear mundial. Y nada se puede avanzar en esta
cuestión sin el consenso de ambos países. Los antiguos enemigos
irreconciliables se siguen observando hoy con recelo, pero son
conscientes de que en una nueva era multilateral siguen ejerciendo
roles de gendarmes internacionales y necesitan colaboración mutua.
Sin embargo, el Kremlin no quiere que EEUU marque las reglas y exige
todo el protagonismo para el Organismo Internacional de Energía
Nuclear (OIEA), dependiente de la ONU, porque éste no controla a las
potencias atómicas y se limita a monitorizar a los países que no
disponen de esta tecnología. Dicho de otro modo, Rusia sigue
manteniendo una actitud propia de la Guerra Fría y se niega a que
nadie meta las narices en sus arsenales.
Pero el ritmo vertiginoso de los acontecimientos deja al descubierto
los riesgos reales a los que se enfrenta la humanidad. Hoy ha
disminuido mucho la preocupación por la posibilidad de ataques
nucleares interestatales, pese a que Pyongyang ya tiene capacidad
para instalar bombas atómicas en miniatura en misiles, un avance que
desestabiliza toda la región de Asia Pacífico. Pero se han disparado
las alarmas por la amenaza del yihadismo. Inquieta que el IS, Al
Qaeda o cualquiera de sus filiales se apropien de tecnología nuclear
y sustancias radiactivas, que a buen seguro usarían, por ejemplo,
para hacer explotar bombas sucias que sembrarían el caos tanto por
su alta capacidad mortífera instantánea como por los efectos
duraderos de esos ataques que dejarían zonas dañadas por agentes
cancerígenos durante décadas.
Los expertos alertan que el IS tiene capacidad para fabricar 'bombas
sucias'. Y la guerra en Irak y Siria, entre otras terribles
consecuencias, permite a los yihadistas estar demasiado cerca de
instalaciones con uranio del régimen de Asad. Tanto o más
preocupante es la desestabilización de Pakistán -no lo olvidemos,
uno de los ocho países que reconocen la posesión del arma nuclear- y
la penetración creciente de la insurgencia talibán. Son ejemplos de
que es imprescindible la actuación urgente de la comunidad
internacional para evitar que material de destrucción masiva caiga
en manos de los terroristas. Por lo pronto, en el mundo hay
toneladas de residuos atómicos situados en instalaciones poco
seguras. Muchos de los países presentes en Washington se han
comprometido a remediarlo en sus respectivos territorios.
En todo caso, si algo vuelve a demostrar esta amenaza es que el
yihadismo es hoy el mayor desafío mundial, que sólo puede ser
enfrentado con estrategias multilaterales. Washington y Moscú están
obligados a asumirlo.
Las infinitas dimensiones de la corrupción
del PSOE en Andalucía
Andalucía, la “Cosa Nostra”
Luis Escribano (*) www.latribunadelpaisvasco.com 3 Abril 2016
En el presente artículo les mostraré un ejemplo más que demuestra
las dimensiones infinitas del continuo espacio-tiempo de la
corrupción del PSOE en Andalucía. No creo que esto les sorprenda
mucho, pues el resultado siempre es el mismo: cuando se profundiza
un poco en la gestión de cualquier órgano o ente de la Junta de
Andalucía, aparece el típico olor a putrefacción que amarga a
cualquiera su existencia.
Tras escuchar las recientes intervenciones de los exdirectivos de la
fundación pública FAFFE en la Comisión de Investigación sobre las
subvenciones otorgadas por la Junta de Andalucía en materia de
Formación Profesional para el Empleo, se ha podido comprobar no sólo
la inutilidad de dicha Comisión ante la patente obstrucción de los
declarantes y del Gobierno andaluz, que no ha remitido a tiempo la
documentación solicitada para efectuar las necesarias preguntas
sobre la misma, sino también la perversidad de un sistema político
que permite que dos diputados, ambos del Grupo parlamentario del
PSOE, se dediquen a apoyar a los declarantes y defender las
actuaciones de un Gobierno (poder ejecutivo) que se supone deben
controlar. Sus nombres –para el olvido- son María Luisa Bustinduy
Barrero, de profesión funcionaria, y Rodrigo Sánchez Haro, de
profesión abogado, según consta en la web del Parlamento.
Si los miembros del Grupo parlamentario de Ciudadanos tuvieran un
mínimo de vergüenza y respeto por la ciudadanía andaluza, habrían
roto inmediatamente las relaciones con el PSOE, y si contaran con
los apoyos necesarios de diputados del PP, Podemos e IU, tendrían
que haber planteado una moción de censura contra la Presidenta de la
Junta, Susana Díaz, ante el bochornoso espectáculo que se está
desarrollando en el Parlamento y en el Gobierno andaluz. En política
no puede aceptarse todo; mirar hacia otro lado y tragarse
aberraciones tan descomunales dice mucho de esos nueve diputados, y
especialmente lo digo por los que creen que el fin justifica los
medios, aunque estos sean notoriamente obscenos.
A continuación mostraré acciones y omisiones de la Junta de
Andalucía que demuestran la intencionalidad en debilitar, saltarse o
eliminar los filtros y controles existentes para la adecuada
concesión y justificación de subvenciones. En este caso, el SAE
(Servicio Andaluz de Empleo) y la Consejería de Empleo son los
protagonistas, junto a la Dirección General de Fondos Europeos.
La Consejería de Empleo, mediante la Orden de 26 de febrero de 2004,
desarrolló los primeros programas destinados al fomento de
actividades en el ámbito de los nuevos yacimientos de empleo en
Andalucía. Posteriormente, la Orden de 6 de abril de 2009, suscrita
por el Consejero Antonio Fernández, aprobó las bases reguladoras del
programa para impulsar proyectos promovidos por las Corporaciones
Locales en el marco de los Nuevos Yacimientos de Empleo (BOJA
15/04/2009).
Las ayudas establecidas en la citada Orden de 2009 se cofinanciaron
con créditos del Fondo Social Europeo (Programa Operativo 2007-2013
de Andalucía), por lo que debían cumplir con el régimen jurídico
establecido por el artículo 6 de la Ley 38/2003, General de
Subvenciones.
Los beneficiarios de las ayudas eran Corporaciones Locales
andaluzas, y debían contar con capacidad suficiente y acreditar
disponer de instalaciones adecuadas para desarrollar las acciones
contempladas en el programa, que iban destinados a la creación de
empleo (artículo 4.1). De hecho, el colectivo destinatario final
eran personas inscritas como demandantes de empleo en las oficinas
del SAE.
Esta Orden de 2009, a mi juicio, incurre en varias ilegalidades
graves, como veremos a continuación.
Primera irregularidad: Según su artículo 30.1, las ayudas concedidas
debían publicarse en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía de
conformidad con lo establecido en el artículo 18 de la Ley 38/2003,
de 17 de noviembre. En este caso ha ocurrido lo mismo que se detectó
en el caso EDU, en el presunto fraude de los fondos para formación
de trabajadores en Andalucía, que fue investigado por la UDEF de la
Policía: no se ha publicado en el BOJA, por ejemplo, la Resolución
de 8 de septiembre de 2009, suscrita por el Consejero de Empleo en
calidad de Presidente del SAE, Antonio Fernández, a propuesta de la
Directora General de Autónomos, Igualdad y Fomento del Empleo del
SAE, María Dolores Luna Fernández, por la que se otorgaron dichas
ayudas en 2009. La citada Resolución ni siquiera ordena su
publicación en BOJA, que era una obligación.
Por cierto, algunas de las ayudas concedidas mediante esta
Resolución de 2009 han sido verificadas en 2012 por la Dirección
General de Fondos Europeos de la Consejería de Hacienda, a través de
una empresa privada contratada para ello, como comentaré al final
del artículo. ¿Fue correcta la verificación? La empresa cobró más de
9 millones de euros para tareas de verificación, y estaba presidida
por un conocido ex cargo público.
Segunda irregularidad: Si los beneficiarios de las ayudas eran las
Corporaciones Locales (Ayuntamientos como Linares, Montoro y Sevilla
recibieron dichas ayudas en la convocatoria de 2009), la Orden de
2009 debía haber previsto para su justificación lo previsto en el
artículo 21 del Reglamento de Subvenciones de la Junta de Andalucía
aprobado por Decreto 282/2010: “Las subvenciones a las corporaciones
locales se justificarán mediante un certificado de la intervención
de la entidad correspondiente, acreditativo del empleo de las
cantidades a la finalidad para las que fueron concedidas”.
Incumpliendo este precepto, la Orden se inventa otra forma de
justificar, de manera que ya no interviene el funcionario
interventor, que es quien debe certificar el documento
justificativo. Una manera más de evitar el control por funcionario
público.
Tercera irregularidad: la Orden, además, induce a otra ilegalidad, y
muy grave desde mi punto de vista. Obliga a la corporación local que
recibe la subvención de la Junta a aprobar unas bases reguladoras
para conceder subvenciones -con la subvención recibida- a las
personas destinatarias finales, e induce a dichas corporaciones a
incurrir en inconstitucionalidad, dado que los municipios no tiene
competencias normativas en materia de empleo, y no puede establecer
ningún tipo de requisitos para otorgar ayudas, ni siquiera los
establecidos por la Consejería de Empleo en la Orden de 2009, dado
que la Comunidad andaluza tampoco tiene esa competencia, dado que la
competencia para regular las ayudas en materia de empleo es estatal
y con carácter de exclusiva. Esto ya lo he denunciado en varios
artículos, y la última vez en este diario “Investigación de la
formación para el empleo”. Esperemos que en la Comisión de
Investigación del Parlamento, algún diputado pregunte sobre esta
cuestión de las competencias, pues en materia de los cursos de
formación para el empleo ocurre exactamente lo mismo.
Si tienen ocasión de leer el artículo 16 de la Orden de 2009, verán
que las propuestas de bases reguladoras que fueran a aprobar las
corporaciones locales para conceder las ayudas debían ser aceptadas
expresamente por la Dirección General de Fomento e Igualdad en el
Empleo. ¿Fueron aceptadas dichas bases, aún incurriendo
presumiblemente en inconstitucionalidad?
Cuarta irregularidad: Es un cúmulo de despropósitos, y la pregunta
obligada es… ¿nadie lo advirtió? La responsabilidad de los
funcionarios –si es que lo eran, dada la inmensa cantidad de
laborales que trabajaban en el SAE- que han participado en la
elaboración de la Orden con sus informes (Dirección General de
Fomento e Igualdad en el Empleo; Servicio de Legislación de la
Secretaría General Técnica; Letrado del Gabinete Jurídico;
Intervención General, etc.) es evidente, y la de las autoridades, si
fueron advertidas en algún informe, también.
Quinta irregularidad: el personal que se empleara para asesoramiento
al colectivo destinatario debía cumplir unos requisitos, que se
establecían en la Orden de 2009.
En el artículo 5 de la citada Orden de 2009, denominado “Personal
Técnico”, se establecía lo siguiente: “El personal técnico encargado
de asesorar a las personas destinatarias de este programa deberá
contar con una experiencia mínima de 2 años en el desarrollo de
programas similares. Esta experiencia deberá ser acreditada en la
forma y plazo que la resolución de concesión establezca. Además de
lo anterior, el 50% del personal técnico debe estar compuesto por
mujeres, y al menos una persona deberá contar con conocimientos y
formación específica en materia de igualdad en el empleo.”
Si observan ustedes, sólo se exige en la Orden que la resolución
establezca la forma y plazo para acreditar la experiencia mínima de
2 años en el desarrollo de programas similares, que lo podía haber
regulado la misma Orden, pero nada se dice para acreditar los otros
requisitos: 50% que sea mujer, y una de las personas debe contar con
conocimientos y formación específica en materia de igualdad en el
empleo.
En la convocatoria para el año 2009, las ayudas fueron concedidas
mediante Resolución de 8 de Septiembre de 2009, del Consejero de
Empleo, en calidad de Presidente del SAE (Antonio Fernández), a
propuesta de la Directora General de Autónomos, Igualdad y Fomento
del Empleo del SAE, María Dolores Luna Fernández. En dicha
Resolución debía aparecer, según decía la Orden reguladora, la forma
y plazo para acreditar la experiencia mínima de 2 años en el
desarrollo de programas similares.
Efectivamente, en el apartado octavo de la resolución, se dice que
en el plazo de un mes a contar desde la notificación de la
resolución (que no se publicó en el BOJA), la entidad beneficiaria
debe presentar en la Dirección General de Autónomos, Igualdad y
Fomento del Empleo del SAE, una declaración responsable de haber
observado, en el proceso de selección y contratación del personal
técnico encargado de asesorar a las personas destinatarias del
programa, los requisitos y condiciones previstos para los mismos ene
l artículo 5 de la Orden. Cualquier funcionario que trabaja con la
gestión de subvenciones sabe que una declaración responsable no
acredita nada. En las corporaciones locales sólo podría certificar
dicho cumplimiento los Secretarios o Secretarios-Interventores. Por
tanto, queda en evidencia que la Resolución que suscribe el
Consejero de Empleo como Presidente del SAE incumple lo establecido
en la Orden de 2009 que aprobó dicho Consejero, y que ha podido dar
pie al típico enchufismo que se practica en muchos Ayuntamientos.
Por último nos queda por denunciar la actuación de la Dirección
General de Fondos Europeos (DGFE). La Orden de 23 de julio de 2008,
aprobada por el entonces Consejero de Economía y Hacienda y
Vicepresidente de la Junta, José Antonio Griñán, establece las
normas para la gestión y coordinación de las intervenciones
cofinanciadas con Fondos Europeos en el ámbito de la Comunidad
Autónoma de Andalucía para el período de programación 2007-2013.
Según el apartado 2 de su artículo 37, para las labores de
verificación la DGFE podrá, en su caso, contar con el apoyo externo
necesario. Es decir, con esta norma se posibilita la sustracción del
control por funcionarios públicos de la adecuación del procedimiento
de concesión de las ayudas a la normativa aplicable, una potestad
administrativa que no puede estar ni siquiera en manos de personal
laboral de la Administración de la Junta de Andalucía, y que Griñán
permitió poner en manos de personal laboral contratado de una
empresa privada. Y es que el ex Presidente Griñán tiene a sus
espaldas demasiados puntos oscuros como para ir montando circos en
los Tribunales de Justicia.
Y eso ha estado haciendo dicha Dirección General: más de 10 millones
de euros se ha gastado en contratar empresas privadas para verificar
la aplicación de dichos fondos europeos. Una de esas empresas,
Red2Red Consultores, fue contratada por casi 9,5 millones de euros
para verificar la utilización de los fondos europeos es (BOE
21/04/2009). La adjudicación se realizó siendo Director General de
Fondos Europeos Antonio Valverde Ramos.
La citada empresa tiene como Presidente a Juan García Moreno, que ha
sido Subdirector General del INEM, Director General de FORCEM y
asesor en materia sociolaboral en el Gabinete de Presidencia del
Gobierno, según constaba en su página web.
Este es su curriculum, obtenido en las redes sociales: Economista y
funcionario de carrera, actualmente en excedencia, destaca su
anterior actividad como Consultor en Localización de Inversiones
Industriales y en Ordenación y Desarrollo Territorial y,
posteriormente y a lo largo de diez años, como Responsable a nivel
estatal de los Servicios Públicos de Empleo (Red de Oficinas del
Instituto Nacional de Empleo/ INEM) y Responsable Nacional de la
gestión del Plan Nacional de Formación e Inserción Profesional (Plan
FIP). Desde este último puesto, ejerció de Miembro Titular por
España del Comité del Fondo Social Europeo, así como de otros
Comités y Grupos de Expertos a nivel internacional. Cabe reseñar,
igualmente, su actividad como primer Director General del Sistema
Nacional de Formación dentro de las Empresas (Fundación para la
Formación Continua/FORCEM), en su fase de puesta en marcha y
consolidación. Finalmente, cabe destacar de su actividad al servicio
de la Función Pública su papel de Coordinador de diversos programas
de cooperación internacional en América Latina y Asesor en materia
sociolaboral del Gabinete del Presidente del Gobierno. Desde 1995
viene trabajando en la iniciativa privada, primero como socio
fundador y Director General de Enred Consultores, y en esta última
etapa, desde julio de 2000, también como Administrador Único de la
empresa Red2Red Consultores, de la que es asimismo socio fundador al
tiempo que Consejero Delegado de la empresa dedicada a la
Consultoría en Responsabilidad Social Corporativa Responsables, S.L.
No se puede dudar que desconozca la materia de empleo. ¿Cómo es
posible que esa empresa, con los millones de euros que ha costado su
contratación, no haya detectado nada irregular en las ayudas
concedidas con fondos europeos en la Orden de 2009 y, como denuncié
en anteriores artículos, para la formación en materia de empleo?
¿Nadie le pedirá explicaciones y, en caso de confirmarse las
irregularidades, exigirle una indemnización? ¿No prevé el contrato
una cláusula de responsabilidad por incumplimiento en su labor de
verificación? ¡¡Si ni siquiera ha sido publicada en BOJA la
resolución de concesión de las ayudas!! ¿Ni este incumplimiento ha
sido constatado en la verificación?
Según la información obtenida de distintas fuentes, la verificación
por parte de esa empresa Red2Red de expedientes relativos a las
ayudas concedidas mediante dicha Resolución de 2009 del SAE, se
realizaban mediante el uso de unas “check list” elaboradas por la
propia empresa, y con el visto bueno de la DGFE, de forma que no se
entraba a fondo en la adecuación de los expedientes a la normativa
aplicable. Para colmo, a fin de no utilizar funcionarios de carrera
en las verificaciones, la DGFE utilizó personal interino –sin
experiencia- que puso increíblemente a las órdenes del personal de
la empresa Red2Red. Según las informaciones obtenidas, la Jefa de
Servicio de Verificación y Control de la DGFE, Mª Isabel Vicente
Pérez, dio instrucciones a los interinos para que se incorporaran a
los equipos de trabajo de la empresa Red2Red, de manera que con ella
sólo hablara un coordinador de la empresa, que a su vez coordinaba a
los distintos jefes de cada equipo de verificación a los que se
incorporaba cada interino. Uno de los interinos reveló como
intentaban engañarle con argucias para que firmasen actas
manifestando que todo estaba correcto. Y lo más grave: los interinos
tenían que grabar su trabajo en una base de datos de la empresa
verificadora Red2Red. El mundo al revés: quienes realmente podían
emitir informes con presunción de veracidad –los interinos- estaban
al servicio de laborales de una empresa privada que estaba
ejerciendo potestades administrativas, y para colmo los interinos
tenían que utilizar recursos privados de la empresa contratada.
Por cierto, los empleados de Red2Red Consultores participaron en
varios cursos de formación (pagados con el contrato de la Junta),
mientras que los interinos no tuvieron oportunidad de realizar
cursos relativos a los fondos europeos, dado que según les decían,
sólo iban a estar dos años trabajando para la DGFE. Juzguen ustedes
mismos.
Por último, les dejo con la imagen de la carta que parece ser envió
en 2012 la DGFE al Director Gerente del SAE, Pedro Eugenio Gracia
Victoria (según aparece en la misma, dirigida por Patricia Eguilior
Arranz, Directora General de Fondos Europeos y Planificación),
anunciando la visita de los verificadores de la empresa Red2Red para
analizar determinados expedientes. Entre las personas de contacto de
dicha carta figuran la citada Jefa de Servicio, y personal externo a
la Junta, Jorge Macua Camacho, como Coordinador de la empresa
Red2Red.
Si esto ha ocurrido con algunas de las ayudas europeas que se
sometían a “verificación” –en palabras de algunos interinos, las
“check list” eran demasiado “lights”-, ahora se entiende que la UE
haya bloqueado las ayudas del FSE a la Junta de Andalucía.
Cosas de Andalucía, la Cosa Nostra.
(*) Artículo publicado inicialmente en "El Demócrata Liberal"
Un juez demuestra que la Justicia es un cachondeo
Un magistrado de la Audiencia Provincial de Sevilla,
Francisco Gutiérrez, explica en una tesis doctoral
por qué el sistema judicial es tan lento e
ineficiente
Javier Caraballo El Confidencial 3 Abril
2016
Es un hecho comúnmente aceptado en España que la
Justicia no funciona. “La Justicia es un
cachondeo”, se repite desde que lo dijo, por
primera vez, el que entonces era alcalde de Jerez,
Pedro Pacheco, quien ahora, por cierto, está en la
cárcel. Lo que ocurre es que si la Justicia en España es
un cachondeo no es por las razones que esgrimía Pacheco,
que sólo tenían que ver con los reveses judiciales que
se llevó el alcalde jerezano cuando se empeñó en
derribar un chalé que tenía
Bertín Osborne en la ciudad, una de esas ‘medidas
ejemplarizantes’ a las que recurren los políticos muchas
veces para afirmar su autoridad o imponer una política.
La
Justicia española es un cachondeo, y así lo asume
todo el mundo porque no funciona correctamente, no por
criterios de oportunidad política dependiendo de si las
sentencias convienen o no a los intereses de un partido
político. La Justicia es un cachondeo porque es
lenta e ineficiente, y eso es lo que acaba de
demostrar quien mejor la puede conocer por dentro,
un magistrado de la Audiencia Provincial de
Sevilla, Francisco Gutiérrez, en una tesis
doctoral que, sin duda alguna, supone el mejor ensayo
sobre el funcionamiento de la Justicia en España.
Tanto es así que uno de los hallazgos de esta tesis
doctoral es algo tan elemental como que en
España no existen estadísticas fiables sobre la
realidad de la Justicia, con lo que cualquier medida
política, cualquier remedio que se quiera aplicar a los
males de la Justicia, siempre nacerán viciados de
origen. Según el magistrado sevillano, las
estadísticas del Ministerio de Justicia y del Consejo
General del Poder Judicial (CGPJ) no coinciden.
Son más fiables las del CGPJ que las del Ministerio de
Justicia, que las maquilla. Ocurrió en una ocasión,
incluso, que el ‘error’ del Ministerio de Justicia fue
tan grosero que incluyó en la nómina de jueces a los
secretarios judiciales, con lo que en España salían
20 jueces por cada 100.000 habitantes. Dos años
después, cuando el Gobierno español volvió a enviar la
estadística judicial al Consejo de Europa, corrigieron
el error y la proporción quedó en 10 jueces por
cada 100.000 habitantes.
No debe ser ajeno a este despropósito el
modelo de Estado en España y la
parcelación de la Justicia, como otras ramas
del gobierno, entre varias administraciones e
instituciones que se reparten sus competencias. “La
dirección de los medios materiales y personales están
distribuidas entre el Ministerio de Justicia del
Gobierno de España, el Consejo General del Poder
Judicial, las Comunidades Autónomas y, de forma
residual, en la Fiscalía General del Estado”. Esta
dispersión puede ser fundamental para llegar a la
primera conclusión sorprendente de la tesis doctoral del
magistrado Francisco Gutiérrez: la Justicia no
funciona mal en España porque se invierta poco; de
hecho, cuando más se ha invertido, peor ha ido.
“La creación
entre 2004 y 2013 de las plazas de jueces y fiscales en
las CC.AA no obedeció a criterios objetivos relacionados
con la carga de trabajo”
Después de analizar las estadísticas sobre el
funcionamiento de la Justicia en España durante diez
años, tanto en inversión como en funcionamiento y desde
2003 hasta 2014, el magistrado Francisco Gutiérrez llega
a esta conclusión: “No se advierte relación causa-efecto
entre la inversión económica y el funcionamiento de la
Administración de Justicia en España. Los años en que su
funcionamiento fue más deficiente, 2008-2010, coincidió
con aquellos en los que se invirtió más dinero en el
sistema judicial”. Cuando se presentó un avance de la
tesis del magistrado sevillano en el último Congreso del
Foro Judicial Independiente, al que pertenece
Francisco Gutiérrez, el presidente de esta asociación
judicial, Conrado Gallardo, destacó que, con este
trabajo, se demuestra que “el problema es que se
ha gastado en objetivos equivocados: Se ha
gastado mucho agua para apagar el fuego pero se ha
apuntado la manguera donde no estaba el fuego”.
El problema, en definitiva, se llama otra vez
despilfarro, que unido al reparto de competencias con
criterios dispares de inversión explica la desquiciante
conclusión de antes, que se haya llegado al extremo de
que el mayor gasto se traducía en mayor ineficacia. Una
circunstancia a tener muy en cuenta cuando de lo que se
está hablando es de una inversión anual en la
Administración de Justicia en toda España que
en 2004 ascendió a 2.241.890.676 de euros y en el año
2013 a 3.571.556.993 de euros, un incremento nada
despreciable en esa década del 59,31%.
En porcentaje de PIB nacional, el presupuesto en
Justicia representaba el 0,27% en 2004 y el 0,35% en
2013.
Tabla
del gasto en la Administración de Justicia de la
tesis de Gutiérrez López
¿Por qué, entonces, se gasta tan mal ese dinero en la
Justicia? Ya se decía antes que, a juicio de la tesis,
una de las causas es la disparidad de criterios a la
hora tanto de organizar la administración de
Justicia como de realizar las inversiones, sobre todo
cuando se compara lo que ocurre en las comunidades
autónomas. En esta tesis doctoral se llega a la
conclusión, incluso, de que “la creación entre
2004 y 2013 de las plazas de jueces y fiscales en las
comunidades autónomas no obedeció a criterios objetivos
relacionados con la carga de trabajo”. ¿A qué
criterios obedeció entonces? ¿A criterios de interés
político?
Lo que queda fuera de toda duda, a tenor de los datos
que se incluyen, es que lo que no ha conseguido la
inversión en Justicia en España es disminuir ni
la litigiosidad, que es mayor que en la media
europea, ni, en consecuencia, el número de
asuntos que recae sobre cada uno de los que
componen el sistema judicial. En el caso de los jueces,
en 2004 cada juez resolvió 1.806 asuntos y 1.703 en
2013, con un pico de 1.892 en 2009. Estas cantidades de
asuntos resueltos por cada juez se superan aún en
algunas comunidades autónomas, como Valencia (2.266),
Andalucía (2.264), Madrid (2.223) y Murcia (2.088) . El
magistrado sevillano Francisco Gutiérrez López concluye
con la evidencia de que “existe una intensa correlación
entre la eficacia del sistema judicial y la planta
judicial, que es insuficiente para afrontar la carga de
trabajo que soportan los juzgados y tribunales
españoles, como constata que el 76,36% de los
órganos judiciales de España superan el 100% de la
entrada de asuntos fijada por el
Consejo General del Poder Judicial”.
“La comparación
con Europa permite alcanzar conclusiones como que los
países ricos gastan menos en Justicia, tienen menos
jueces y menos litigios"
¿La Justicia es un cachondeo? El funcionamiento de la
Justicia en España es un cachondeo porque la
disparidad de criterios, la ausencia de objetivos
comunes, el
colapso persistente y el deterioro generalizado
provoca la insatisfacción de todos, de quienes
la administran desde los juzgados, de quienes la sufren
como trabajadores, y de quienes la padecen como
ciudadanos. Y en esta tesis del magistrado Francisco
Gutiérrez, quizá el primer gran ‘libro blanco’ de la
Justicia en España, se plasma esa caótica realidad,
gráfico a gráfico, que abarca mucho más allá de la
propia Justicia. “La comparación con Europa permite
alcanzar conclusiones muy curiosas, como que los
países ricos gastan menos en Justicia, tienen menos
jueces y menos litigios. Eso es sociología o
modelo de país: un Estado bien organizado necesita menos
Justicia. En España, en sentido contrario, se usa la
Justicia como remedio ante el fracaso generalizado de la
administración y la sociedad. Esa sería la conclusión
final”.
La unidad de España en manos de Pedro
EDUARDO INDA okdiario 3 Abril 2016
Dicen, y creo que no andan descaminados, que Pedro Sánchez está
dispuesto a todo con tal de ser el séptimo presidente de la
democracia. Hay quien echando mano de ese machismo discursivo tan en
boga advierte incluso de que “es capaz de vender a su madre” con tal
de llegar a Moncloa. Tengo tan claro lo primero, obviamente no lo
segundo, como que en solitario sería un buen presidente del Gobierno
echando mano de esas fórmulas socialdemócratas trufadas de
liberalismo que no nos fueron tan mal en la era felipista. Pero sin
mayoría que le ampare, estando como está a 86 diputados de los 176
(ahí es nada), el secretario general del PSOE tiene más peligro que
Dumbo en una cacharrería o que Gargantúa y Pantagruel mano a mano en
una fábrica de pasteles. Intentar un triple salto mortal con
tirabuzón es muy loable cuando tienes un suelo que te acoja al final
de la pirueta. Ejecutarlo a sabiendas de que no sabes dónde vas a
caer es de un desahogo supino o propio de alguien con tendencias
suicidas.
Aquí todo el mundo piensa que con pactar con Podemos y meter en el
saco a los dos diputados del bueno de Alberto Garzón, el demente
político madrileño será presidente (lo de “demente” lo digo porque
jugó en el Estudiantes que es como hacerlo en el Liverpool si eres
futbolista). En fin, que es poco menos que coser y cantar. Que le
das a Pablo los Audis blindados, un porrón de escoltas para fardar,
los despachazos, el fisco, los tanques, las porras, las cárceles,
Sitel y la caja tonta más lista que vieron los tiempos y ya está.
Los que no van ni ven más allá debieron suspender matemáticas en la
escuela o son unos auténticos tontos a las tres. Porque, de momento
y hasta que Podemos cambie los libros de texto, la suma de Pedro,
Pablo y Alberto da 161 según mi calculadora y los manuales de
estudio vigentes. O 162 si cuelan a la diputada de Coalición
Canaria, Ana Oramas. Y la de Mariano y Albert, que votarían “no” sí
o sí, es 163. Con lo cual precisarían del voto afirmativo de uno de
los siguientes grupos independentistas: bien el PNV (seis escaños),
bien ERC (nueve actas), bien Democràcia i Llibertat (la corrupta
Convergència de toda la vida con ocho), bien la agrupación de ese
“hombre de paz” que tan cachondo le pone a Pablo, Arnaldo Otegi, que
cuenta con dos. Eso para superar el listón de los 163 del
centroderecha. Pero, además de todo eso, otra condición sine qua non
sería que los demás enemigos de España se abstuvieran. De lo
contrario, física y metafísicamente es imposible que “el guapo”,
como maliciosamente a la par que envidiosamente le llaman sus
rivales dentro del PSOE, cumpla su sueño de vivir en un Palacio.
Ni siquiera cuela, como viene defendiendo ansiosamente César Luena
con la mente puesta en ser algo en la vida, eso de que el PNV es
“autonomista y no independentista”. Esto es lo mismo que hace
Podemos cuando asegura que no les financia Venezuela ni Irán:
tomarnos por tontolabas. El partido fundado en 1895 por el tipo más
racista y antiespañol de la historia, Sabino Arana, dejó bien claro
en enero que quieren “una nación vasca pactada con España”. No hace
ni siete días que su presidente, Andoni Ortuzar, no se anduvo por
las ramas, ni con rodeos, ni desde luego con circunloquios. Fue
directo al grano en su discurso en el Aberri Eguna: “Euskadi es
nuestra única patria, queremos ser libres”. Conclusión: o yo estoy
loco o los que nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino son
unos cínicos de tomo y lomo.
El enigma es irresoluble. ¿Por qué? Tampoco hace falta disponer de
un coeficiente intelectual de 170 para colegirlo: el Comité Federal
socialista de enero sentenció que Pedro Sánchez no podrá ser aupado
a la Presidencia del Gobierno con “el apoyo activo o pasivo de los
que sólo quieren romper España”. Eso significa no sólo que está
prohibido aceptar el “sí” del PNV sino también la abstención de los
mismos urkullus, de las huestes de Mas, de los Junqueras boys y de
los proetarras. Aquí la interpretación no es libre porque el
presidente de la comunidad de vecinos de Ferraz 70 es esclavo de la
determinación del máximo órgano entre congresos del Partido
Socialista. Lo demás sería hacer unas trampas tan gordas, más aún
que las que ha hecho esta semana para echar de la carrera a Susana,
que el partido del Pablo Iglesias bueno saltaría por los aires.
Sería un the end como el de las películas: con mayúsculas. O sea, un
THE END en toda regla.
El Frente Popular es, por consiguiente, un imposible físico y
metafísico. Reeditar un Gobierno como el de Portela Valladares en el
36 en el que había desde socialdemócratas hasta comunistas pasando
por toda suerte de independentistas como ERC es una utopía. Salvo
que Pedro dé un golpe de Estado interno, se líe la manta a la cabeza
e intente reducir a la condición de papel mojado el diktat del
Comité Federal. Posibilidad que tampoco hay que descartar visto lo
visto. El punto de cinismo al que se ha llegado en la política
española ha hecho que la palabra dada e incluso la legalidad sean
cuestiones relativas. No descarto yo que la estrategia de Ferraz
pase a la postre por aceptar el “sí” del PNV alegando que son unos
moderados autonomistas y el “sí pero no” de los del 3% o ERC con la
coletilla esa de “yo no les he obligado a que se abstengan”. Es
decir, hacer otro trapi.
Moraleja: el concepto de España tal y como la conocemos está en
manos de Pedro Sánchez. La idea de la nación más vieja de la Europa
continental, 500 años de existencia nada más y nada menos, depende
de lo que acontezca en las próximas semanas. Si el secretario
general autoflexibiliza y transforma en naranjas o rosas las líneas
rojas antiindependentistas, la destrucción de España tardará más o
menos pero se consumará. Tendrá que pasar por el aro del Ministerio
de la Plurinacionalidad, en el que veremos al amigo entrañable de
Iglesias, Xavier Domènech, y por el del referéndum de independencia
que le exigirá Convergència para seguir trincando sin fiscales
anticorrupción que les den el coñazo mientras practican el
tra-ca-trá. En los mentideros madrileños se jura y perjura que Pedro
ha dicho ya amén a la mal llamada consulta (consulta es ir al
médico, esto es un reférendum o plebiscito). No sé si es verdad pero
parece que puede acabar siendo verdad.
Otro detalle que no es baladí: un referéndum en Cataluña es
sencillamente ilegal porque no está dentro del perímetro que
establece la Carta Magna. Y para retocar la Constitución y convertir
en viable este escenario resulta imprescindible gozar del apoyo de
tres quintos de ambas cámaras, una meta inalcanzable. Tampoco salen
las cuentas porque PP y Ciudadanos suman 163 escaños y porque, a más
a más, los de Rajoy tienen minoría de bloqueo en la Cámara Baja y
mayoría absoluta en la Alta. En cualquier caso, no creo que esto sea
tampoco un obstáculo si Sánchez se echa al monte. Siempre le quedará
la posibilidad de hacer un Zapatero: cambiar el Estatut recogiendo a
futuro el referéndum y declarando que Cataluña es una nación. No sé
yo si eso le valdría a los Puigdemont, Junqueras, Domènech, a las
mareas y cía pero no hay que descartarlo.
Por Podemos no va a quedar. Los de Iglesias son tan independentistas
como el que más. Lo es Colau, lo es Domènech, lo son las mareas y en
esa definición podríamos encajar a algunos elementos de Compromís.
Cuando Pablo, Íñigo, Bescansa o cualquiera de los líderes morados
abogan por el “derecho a decidir” lo que están defendiendo en el
fondo es la independencia. Los que están a favor de la unidad de
España jamás se plantearán un referéndum ni a la escocesa, ni a la
canadiense, ni a la checa. Si estás por que España siga siendo lo
que es no propones que se plantee siquiera la posibilidad de
trocearla. Elemental. En el País Vasco y en mi tierra, Navarra,
Podemos aboga sin rodeos por la secesión. Es más, las marcas locales
se han nutrido en buena parte de gentes que antaño militaban en la
izquierda proetarra. Y, por si fuera poco, los de Iglesias y Bildu
compartieron papeleta al Senado el 20 de diciembre. En fin, que son
casi lo mismo por no decir lo mismo.
A las estrellas, que es donde está escrito el destino, les pido que
el PSOE aleje las tentaciones frentistas que tan mal recuerdo
provocan en el imaginario y regrese a esa vocación mayoritaria que
tantas tardes de gloria le dio, más que a ninguna otra formación en
38 años de democracia. El tótum revolútum que supondría unirse a la
extrema izquierda independentista y a los secesionistas a secas
acabaría con la idea de España. La carrera iniciada por Artur Mas
cogería velocidad de crucero, los nacionalistas vascos se
preguntarían “¿y por qué nosotros no?”, los gallegos dirían “adeus”
y la izquierda valenciana se plantearía tomar las de Villadiego. Tu
poltrona, querido Pedro, no vale una nación, ni siquiera un
pueblecito de 100 habitantes. Si quieres ser presidente, juégatela
en las próximas generales, convéncenos de que eres susceptible de
nuestra confianza y si Dios te la da, que San Pedro te la bendiga. Y
aquí paz y después gloria. Mientras tanto, seguiré pensando que
Bismarck tenía razón cuando proclamó que “España es la nación más
fuerte del mundo porque lleva siglos intentando autodestruirse y
jamás lo ha conseguido”. El que no se consuela es porque no quiere.
En una concentración pROMOVIDA POR 'D’ ESPANYA I CATALANS’ Catalanes leales a España le declaran la
guerra a Puigdemont
Catalanes unionistas, insumisos ante cualquier decisión que no
respete la Constitución”, se movilizarán este domingo en Barcelona
para reafirmar la unidad nacional, denunciar las políticas
separatistas de la Cámara y el ‘Govern’, y volver a recriminar a
Rajoy que "haga dejación de funciones".
Rosalina Moreno www.gaceta.es 3 Abril 2016
Para reafirmar la unidad de España y exigir al Gobierno la derrota
del separatismo, la plataforma antiindependentista D'Espanya i
catalans ha convocado para este domingo, 3 de abril, una
concentración en Barcelona. Réplica de dos anteriores, arrancará a
las doce del mediodía en la Plaza España, en esta ocasión bajo el
lema 'Nosotros no desconectamos'.
La secundarán "catalanes leales a España" que advierten de que en el
caso de que no se cumplan las leyes, habrá desobediencia civil. Así
lo ha señalado a GACETA.ES el presidente de este movimiento cívico,
Eduardo García, que invita a secundar la movilización a quienes
estén "hartos de arbitrariedades, ilegalidades y fantasías
paranoicas”, y de la "vergonzosa actitud" de los separatistas en la
Cámara catalana que, por ejemplo, este martes ha admitido a trámite
una moción de la CUP que insta al Govern a aplicar la resolución
independentista del pasado noviembre y desobedecer al Tribunal
Constitucional.
También convoca al acto a todos aquellos que se declaren "insumisos"
ante cualquier decisión adoptada por estos que no respete la
Constitución”, y a quienes asisten con gran estupor e indignación a
que “se dan las condiciones para suspender la autonomía” y piensan
que Mariano Rajoy, en vez de parar el secesionismo, “lo alimenta”.
Así, la concentración será respaldada por otras plataformas
unionistas, como Somatemps -Estamos a tiempo-, que se gestó con el
objetivo de "redescubrir la catalanidad hispánica que rompa el
discurso maniqueo del secesionismo". Eduardo García cuenta que en su
caso, marchará con una pancarta "por la unidad de los pueblos
hispanos", y destaca que en Cataluña hay muchos hispanos que "no se
dejan engatusar, comprar o mediatizar por la Generalitat, sino que
también son leales a España y quieren que siga siendo una nación
unida".
"Este domingo se va a ver que somos muchos los catalanes en contra
del proceso, que damos la cara en defensa de la unidad nacional de
España", afirma con orgullo y dice que cada vez son más los que
rompen su silencio.
Preguntado por los últimos acontecimientos en Cataluña, con la
admisión a trámite de la moción de la CUP, el presidente del
‘Movimiento Cívico d’ Espanya i Catalans’ dice que la CUP "debería
haber sido ilegalizado ya como partido porque es absolutamente
subversivo y va a cargarse el orden constitucional de forma
abierta". Destada que los anticapitalistas son los que tienen más
prisa por acelerar el proceso sedicioso y lamenta el hecho de que el
Parlament de Cataluña haya aceptado la moción, con el respaldo de
Junts pel Sí, porque es un paso más.
El ‘Movimiento Cívico d’ Espanya i Catalans’ pide al Gobierno de
Mariano Rajoy que "no ceda en diálogos, ni en acuerdos con el
separatismo". Exige aplicar contra el independentismo "las medidas
necesarias con firmeza y fortaleza".
"Tenemos que frenarlos y luego pasar nosotros mismos a la ofensiva,
y cuando digo nosotros me refiero a todos los españoles, no
solamente a los españoles de Cataluña, sino a todos", avisa Eduardo
García, que vuelve a denunciar que los catalanes sufren "bajo la
tiranía separatista en un desamparo completo por parte de las
máximas instancias y autoridades del Estado, que han abandonado a
los que nos sentimos españoles y que permiten que los separatistas
tengan todos los instrumentos para seguir su camino hacia el
precipiciocuya plataforma también echa en falta una “reacción firme”
contra el nacionalismo del pueblo español.
Asimismo, rememora las manifestaciones multitudinarias que hubo
contra el terrorismo y le "escandaliza" que no haya habido ninguna a
esa escala en contra del separatismo en otras provincias de España.
"ETA forma parte del conglomerado separatista. Ya es hora de que se
produzca una gran movilización en contra del separatismo porque éste
no se va a frenar sólo. Hay que frenarlo primero y luego,
derrotarlo", apremia el presidente de este movimiento cívico, que se
gestó a través de las redes sociales en reacción a “la utilización
de las reivindicaciones protagonizadas por la ciudadanía en la
manifestación del 11 de septiembre de 2012, que al ser tergiversada
fue capitalizada e instrumentalizada en beneficio del nacionalismo”.
La plataforma no recibe ningún tipo de ayuda y tiene problemas para
pagar el equipo de sonido que utiliza en las concentraciones, pero
está al pie del cañón protestando contra el desafío secesionista.
A la movilización de este domingo se suma un manifiesto de
intelectuales contrarios a la independencia que también exige a
Mariano Rajoy que “salvaguarde y mantenga, por todos los medios a su
alcance, la unidad nacional”. Se lo instan en un documento que
posteriormente ha sido colgado en Change.org, donde ha conseguido a
2 de abril más de 2.800 apoyos, y que próximamente trasladarán al
presidente. Lo sucriben una treintena de personalidades de “la
cultura, la universidad, las artes y las ciencias” que se han unido
para alertar de que “la España de todos los españoles está
trágicamente amenazada por la felonía y traición de una clase
política catalana, corrupta e inmoral”.
También, la plataforma Societat Civil Catalana ha emprendido una
contraofensiva diplomática mientras el president, Carles Puigdemont,
y su 'ministro' de Exteriores, Raül Romeva, se lanzan a buscar
aliados en el extranjero.
"Con su frenético intento de internalización del delirio
secesionista se están gastando el dinero de los catalanes en algo
para lo que no tienen autonomía”, ha vuelto a denunciar esta semana
en GACETA.ES el diputado 'popular' Juan Milián, que acusa al Govern
de malversación de recursos públicos. Precisamente, “el nacionalismo
nos roba" y "basta de corrupción y de manipulación" serán otros de
los eslóganes de la concentación de este domingo.