El estado de los partidos
Aleix Vidal-Quadras www.gaceta.es 7 Abril 2016
En estos días de gran agitación política en torno a la formación o a
la imposibilidad de la formación de un nuevo Gobierno, la atención
de la ciudadanía se centra en las reuniones, declaraciones, idas y
venidas de unos y otros, un continuo carrusel de exigencias,
concesiones, avances y retrocesos. Los protagonistas del espectáculo
son naturalmente los jefes de los cuatro principales partidos y sus
portavoces autorizados, que monopolizan portadas y telediarios. Como
sucede siempre que reina la confusión, es un sano ejercicio
atravesar la maraña de banalidades y el ruido de insignificancias
para ir al fondo de las cosas.
Acostumbrados a sustentar opiniones y no a consolidar criterios, los
españoles olvidan que gran parte, por no decir todos, de los males
que aquejan a nuestra vida pública derivan de una arquitectura
institucional aberrante, incompatible con una auténtica democracia y
liquidadora de la libertad política. Este tinglado tan caro como
corrupto e ineficiente es el Estado de Partidos, es decir, la
estructura de legislación y de gobierno que entrega los órganos
constitucionales, el Parlamento, el Ejecutivo, los Tribunales y el
Presupuesto a unas organizaciones oligárquicas que colonizan la
sociedad y que ponen la Administración entera su servicio. España es
un caso extremo de esta patología, típica de la Europa meridional, y
que no se da en otros modelos del mundo occidental, como el suizo o
el estadounidense, o que se atempera en buena medida en países como
el Reino Unido o su espacio de herencia anglosajona.
Al igual que sucede con el Estado de las Autonomías, ese atentado
contra la racionalidad, la funcionalidad y el buen uso de los
recursos, el de Partidos parece concebido para la venalidad, la
arbitrariedad, el clientelismo y el despilfarro. Las dos grandes
revoluciones modernas, la americana y la francesa, lucharon por
abolir los privilegios de la sociedad estamental, igualar a los
hombres en derechos y deberes y acabar con la tiranía, Su objetivo
-aceptablemente conseguido por los colonos alzados contra el yugo de
la Corona británica, y fracasado en el caso de los communards
parisinos, que, tras una orgía de sangre, terminaron sometidos a un
ególatra que cubrió Europa de cadáveres- fue un gobierno
representativo que reflejase la voluntad popular y que pudiese ser
revocado si resultaba incompetente o abusivo.
Nuestro Estado de Partidos es una democracia ficticia en la que un
reducido grupo de dirigentes cooptados en la cúpula de cada
formación controlan el poder ejecutivo, el legislativo y el judicial
y nos permiten cada cuatro años elegir entre unas pocas listas de
candidatos que no conocemos y que ellos han seleccionado, no por sus
méritos, sino por su docilidad. Se trata de un montaje que
provocaría náuseas a Pericles o a Jefferson si levantasen la cabeza.
El drama es que muy poca gente es consciente en nuestra vieja y
desnortada Nación de que vivimos sometidos al capricho de una
camarilla que se autoreproduce y que elimina cualquier posibilidad
de participación efectiva de los ciudadanos en los asuntos públicos.
El colmo del horror es que la opción electoral que ha nacido
enarbolando la bandera del "empoderamiento" de la gente, Podemos,
aspira en realidad a llevar esta pesadilla a su extremo más letal,
el Estado de Partido Único.
Es lamentable que el selecto núcleo de mentes esclarecidas que
diseñó la Transición, cuyo nivel intelectual y categoría personal
estaban muy por encima de la actual clase política, se inclinara por
una Monarquía parlamentaria manejada por un puñado de organizaciones
rígidamente jerarquizadas, endogámicas y voraces, carentes de la
menor atención al interés general y que, en combinación con una
normativa electoral antitética con el principio de representación y
de respeto al mandato de los representados, ha conducido a España a
la desintegración, al saqueo del erario y al triunfo de la
mediocridad. Basta echar una mirada al volumen de la deuda pública,
a los miles de imputados por corrupción o a la ínfima calidad de
nuestra educación para advertir los nefastos efectos de la
partitocracia hedionda que padecemos.
Ahora que cunde la convicción de que el sistema del 78 está
irreversiblemente agotado y que urge una reforma profunda y
ambiciosa de nuestro ordenamiento constitucional y de los
fundamentos de nuestro entramado institucional, los profesionales de
la política del viejo régimen siguen distrayendo nuestra atención
con sus danzas para hacernos olvidar que es imprescindible cambiar
la pista de baile. Mientras no surja de las entrañas de la sociedad
un proyecto de renovación y regeneración ambicioso y de gran alcance
que nos redima de nuestra ominosa condición de votantes
intermitentes de candidaturas ortopédicas para convertirnos en
genuinos ciudadanos, seguiremos condenados al lamento resignado y a
la indignación impotente.
Déficit: el secreto de Polichinela
Manuel Muela www.vozpopuli.com 7 Abril 2016
Resultan llamativos los aspavientos y los rasgados de vestiduras
porque no se ha cumplido en 2015 el objetivo de déficit. Desde mi
punto de vista, lo sorprendente hubiera sido cumplir con dicho
objetivo, teniendo en cuenta cuál es la situación estructural de
España, con un Estado hipertrófico, difícil de administrar, y una
economía low cost como resultado del pinchazo de las burbujas
especulativas que hicieron creer a muchos que estábamos en el panel
de los ricos. Por ello, cualquier persona, aplicando su sentido
común, observaría con incredulidad las afirmaciones sobre la mejora
del déficit, acompañadas del crecimiento significativo de la deuda.
Esto último es el verdadero indicador de que a España le aguarda un
largo horizonte de incumplimientos, eso sí, procurando no llegar al
descontrol absoluto, para lo que deberían practicarse políticas de
saneamiento de gastos, empezando por la estructura del Estado, y
planteando una negociación seria con la U.E. para cambiar sus
exigencias. Ello requeriría presentar el plan de viabilidad español
de los próximos cinco años, porque seguir vendiendo humo de
cumplimientos imposibles es lo que de verdad crea desconfianza y
agrava los problemas.
Ni milagros ni proyectos realistas
En las circunstancias actuales, cuyos orígenes se remontan a mucho
tiempo atrás, no se puede pedir a los gobernantes que hagan
milagros, aunque algunos de ellos no se cansan de prometerlos en las
campañas electorales permanentes que padecemos, pero sí se les debe
exigir que se apliquen a estudiar los males que nos afligen y que
prevean cómo corregirlos, poniendo sobre la mesa un proyecto global
claro y sencillo. Por eso llama la atención que cuando hablan de la
deuda, si es que lo hacen, sólo contemplan la famosa prima de
riesgo, variable voluble y un tanto arbitraria que no depende de
nosotros, y no se fijen en cómo crecen los volúmenes de aquella que,
según las cifras oficiales, ya representa casi el 100% del PIB. A
partir de ahí se pueden sacar muchas conclusiones, pero, desde mi
punto de vista, la primera y principal es que cualquier gobierno al
que le preocupe el futuro de sus compatriotas tiene la obligación de
preparar un plan de viabilidad de esa empresa llamada España para
someterlo a nuestros acreedores y, con la ayuda necesaria de la
Unión Monetaria, aunar los deseos de cobro de los prestamistas y el
funcionamiento regular del Estado y de sus servicios públicos. Me
gustaría conocer alternativas a lo sugerido, que no sean las del
socorrido dicho de que “el que venga detrás que arree”, que es en lo
que parecen instalados muchos de nuestros responsables políticos.
El Gobierno se felicita porque la economía española evoluciona
positivamente y confía que irá a más. De hecho, ese fue su mensaje
para las elecciones del 20D y me imagino que lo será para las
previsibles de junio de este año. Sin negar las mejoras y dejándonos
de flagelar por el patinazo del déficit, convendría fijar la
atención en los problemas principales, cuya resolución requerirá
paciencia y decisión: un tejido productivo incapaz de generar empleo
suficiente y digno y unas estructuras públicas sobredimensionadas,
que succionan recursos fiscales y demandan deuda de forma
exponencial. Por su parte, la iniciativa privada, que es frágil y
escasa en España, carece de estímulos y de orientaciones para
invertir, con la dificultad añadida de la selva normativa que se
extiende a lo largo y a lo ancho del país; un marco apropiado para
la especulación, que florece cuando el poder público, además de
disperso y fragmentado, no está controlado, como acredita
sobradamente la experiencia.
Sustituir la jerga tecnocrática por la realidad que interesa
Cierto que todo lleva su tiempo, porque restaurar la higiene pública
y reforzar la educación, que son dos pilares fundamentales del
saneamiento patrio, tarda en dar sus frutos, pero tampoco hablamos
de veinte o treinta años, que han sido los precedentes de la
catástrofe actual. Al fin y al cabo, la fuerza de la nación se crece
en la adversidad, si dispone de un proyecto serio que ofrezca un
porvenir distinto al de la mera cuadratura contable de unas cifras o
estadísticas, que casi nada significan para millones de españoles.
Las encuestas del CIS han venido alertando sobre ello y las últimas
elecciones de diciembre lo han atestiguado para sorpresa de quienes
no se habían tomado la molestia de estudiar las encuestas y pulsar
la realidad del país, que es bastante más que la de Madrid,
Barcelona o Valencia. Creo que a la sociedad española no le
interesan los discursos y la jerga tecnocrática de la economía
financiera, tampoco el descubrimiento de secretos de Polichinela,
como el de la desviación del déficit, que forman parte del catecismo
del capitalismo de casino que tanto daño ha causado a los europeos
en general y que ahora se refugia en el intercambio de cromos de la
deuda soberana.
Los propagandistas y valedores de ese modelo financiero, que ha
fagocitado a las instituciones europeas, son muy suyos de seguir con
sus prédicas macroeconómicas, pero nuestros gobernantes,
provisionales o definitivos, deberían trascender de ese marco
absurdo y ponerse a trabajar sobre la realidad que es socialmente
desigual y económicamente poco vigorosa. Las cifras están ahí a
disposición del que quiera consultarlas, desde los boletines del
Banco de España hasta los informes del Instituto Nacional de
Estadística. Por eso, en este tiempo de interinidad, sería
recomendable que los que aspiran a representar y a gobernar a los
españoles rompan con los discursos tecnocráticos y cansinos que no
conducen a parte alguna y se centren en elaborar un proyecto
nacional para sacar al país del círculo vicioso de la deuda
insostenible y de las exigencias inasumibles de terceros.
El déficit y los chocolates del loro
Daniel Lacalle El Espanol 7 Abril 2016
I don't know what, they want from me, it's like the more money we
come across, the more problems we see” (Notorious B.I.G).
“No pienso recortar de mis colegios y de mis hospitales”, comentaba
Susana Díaz al anunciarse la desviación presupuestaria que ha hecho
que España incumpla el objetivo fijado. Lo curioso es que se
justifica el exceso de déficit utilizando el subterfugio de la
sanidad y la educación y el gasto en medicamentos por la hepatitis
B.
Un momento. El gasto en hepatitis C ha sido de 1.000 millones de
euros y el desajuste de 10.000. Algo no cuadra.
El coste de esta partida no puede ser una excusa para entrar en
mayores déficits. Como cualquier país, si se da un coste
extraordinario, se debe ajustar en otras partidas, no sumar y
olvidar. En Reino Unido hay 200.000 pacientes y el coste total de
financiarlo al 100% por la sanidad pública –que no es el caso-
habría sido de 7.600 millones de euros, según Pharmaceutical Journal
y la NHS. En España hay unos 24.600 pacientes que reciben 100%
tratamiento público.
Y es que, como en 2011, se acude al subterfugio de la “educación y
sanidad” para justificar la enorme cantidad de gastos innecesarios.
En Andalucía, una de las comunidades que más ha recortado en sanidad
y educación desde la crisis, el coste de la administración paralela,
que engloba a 128 empresas, y 30.000 empleados públicos, supone casi
7.000 millones al año, incluyendo presupuestos de capital y
transferencias de financiación (según los presupuestos de 2015 y
analizados por Cornelia Cinna).
El problema de dividir en muchos “chocolates del loro”. Achacan el
problema a la Seguridad Social y el Estado Central. El déficit de la
Administración Central se redujo el año pasado un 21,8% hasta 28.966
millones de euros, el 2,68% del PIB, casi un punto menos que el año
anterior e inferior al objetivo. El de la Seguridad Social es
coyuntural porque la subida de gasto en pensiones ha sido del 3% con
un aumento de las cotizaciones efectivas del 1,7%. Se soluciona
creciendo y creando empleo con mayor intensidad. Mientras tanto,
solo tres comunidades cumplen con el objetivo acordado. Y ojo, que
no es un objetivo agresivo –los länder en Alemania no tienen derecho
a déficit- sino de un 0,7% “del PIB”… es decir, que cada una gasta
entre un 12% y un 25% más de lo que ingresa.
Entre las regiones que superaron el límite del 0,7%, algunas
lograron reducir el déficit, fundamentalmente La Rioja, Castilla-La
Mancha, Andalucía, Baleares, Cantabria, Madrid y Murcia. Aragón y
Navarra, con aumentos de tres y cuatro décimas, muestran que los
gobiernos “del cambio” solo cambian para gastar más y peor,
incluyendo embajada en Bruselas. Las enormes subidas de impuestos
solo llevan a incrementar los desequilibrios.
Cataluña volvió a ser la Comunidad con mayor déficit (2,7% de su
PIB), seguida de Valencia, otro ejemplo del “cambio” que paga usted,
con un 2,51%. Cantabria que subió los impuestos diciendo que “es
menos que un café” se ha gastado el café y se ha endeudado para
pagar el zumo y las tostadas.
Pero lo fácil es decir que hay que centralizarlo todo. No.
El problema del déficit de las comunidades autónomas es diferente, y
no es porque existan modelos gubernamentales regionales. Los
ingresos crecieron con fuerza, más del 3,9%, y el primer dato
positivo en tres años, pero los gastos se dispararon al mayor ritmo
desde 2009.
Los gastos no se adecúan a los ingresos, sino que cuando suben
dichos ingresos se disparan aún más los gastos, agrandando el
déficit estructural. El gráfico cortesía de Ramón Diez Guijarro es
muy evidente. Con la pérdida de los ingresos extraordinarios que
generaba la burbuja inmobiliaria, cuantificados en 40.000 millones,
no solo no se ha reducido el gasto burocrático a la situación
pre-burbuja, sino que se ha aumentado. Los gastos siguen adecuados a
unas expectativas de ingresos que son simplemente imposibles en
diecisiete entes cuyo tejido empresarial son sobre todo pymes de las
cuales, según el FMI, más de la mitad continúan en pérdidas.
Además, el sistema del Fondo de Liquidez Autonómica se ha convertido
en algunos casos en un incentivo perverso por el cual se beneficia
el que más incumple, puesto que el estado rescata con condiciones
muy benignas. Lo ha alertado Moody´s y la Comisión Europea.
La exigencia de un acuerdo de no disponibilidad de créditos,
condiciones adicionales, penalización por incumplimiento del plazo
máximo de pago a proveedores, y solicitud de Plan Económico
Financiero y vigilancia del presupuesto de 2016 se convierten en
males menores comparado con la ventaja relativa –para algunos
gobiernos y su estructura- de perpetuar los desequilibrios.
El modelo autonómico tiene ventajas indudables, tanto en cercanía a
los ciudadanos como en fuente de promoción de las características
únicas y especiales de esa región. La fiscalidad debe estar más
cerca del ciudadano que la paga, pero no para “armonizar” subiendo
tributos en todas las comunidades solo para sostener el entramado
burocrático. El País Vasco cumple con el déficit, tiene mejor
fiscalidad y menor paro. Y sin embargo, lo que “el cambio” busca es
lo contrario, atacar con una fiscalidad confiscatoria para encima
aumentar el déficit y reducir el crecimiento potencial.
El modelo autonómico no debe ser una excusa para que siempre paguen
los mismos y cobren los de siempre, y echar la culpa al enemigo
exterior. Una cosa es la solidaridad y otra la donación. Necesita
revisarse a un modelo que atrae inversión y empresas, con
competencia fiscal y servicios de calidad, no observatorios y
administraciones paralelas. En el que cada comunidad busque crecer
como los mejores, no compararse con los peores.
¿Se imaginan una empresa donde todas las divisiones fueran
deficitarias? Exacto. Insostenible.
Es vergonzoso que los mismos que dejaron un déficit oculto de 30.000
millones digan que la mayor parte del incumplimiento de 2015 viene
de “una bajada del IRPF electoralista e insostenible del IRPF”.
Llamar electoralista a devolver parte del esfuerzo a los ciudadanos
que salvaron el país de la quiebra tras el despilfarro es un insulto
a familias y trabajadores. Viene de volver a tirar de gasto a la
mínima indicación de crecimiento.
Lo que más me preocupa de las cifras de déficit es la constatación
de lo que llevo diciendo desde hace tiempo. Las coaliciones de
perdedores solo se ponen de acuerdo en gastar y subir impuestos, y
es casi imposible garantizar la responsabilidad presupuestaria en
gobiernos en minoría. Pero nos dice más. Si queremos que el estado
de bienestar no caiga junto a los gastos de época de burbuja cuando
haya un shock de deuda, tenemos que trabajar ya, y exigir como
ciudadanos, que los gobiernos, estatal y regionales, no lo pongan en
peligro. Y está ocurriendo.
Pistola humeante
David Gistau ABC 7 Abril 2016
Colin Powell volvió a poner de moda el término «pistola humeante».
Lo recuperó del Watergate, donde la «pistola humeante», entendido el
concepto como prueba irrefutable de algo, se refería a las
conversaciones grabadas. Colin Powell nunca encontró su pistola
humeante, es decir, jamás demostró que en Irak hubiera almacenadas
las sustancias para el asesinato en masa que justificaron la
invasión. Pero nos devolvió un término tan grato al periodismo de
cita en un garaje como el de Garganta Profunda.
Javier Chicote colocó ayer sobre la mesa una pistola humeante. La
que demuestra que Podemos es el resultado del mismo proyecto
expansivo del chavismo que en Argentina parasitó el kirchnerismo
cuando a Chávez la juventud justicialista, de reminiscencias
montoneras, le llenaba estadios para que Maradona pudiera botar a su
lado. Esta revelación ubica a los jóvenes turcos del profesorado en
la panza de un caballo de Troya infiltrado en España por una
potencia extranjera (o por dos, a cuál más ignominiosa). Temo a los
profetas de La Gente incluso cuando traen regalos.
Son cosas que ya sabíamos. Pero, después de contemplarlas negro
sobre blanco en una comunicación interna a Chávez, será muy difícil
que los rapsodas podemitas sigan atribuyendo el vínculo bolivariano
a una conspiración reaccionaria de la casta para desgastar a gente
tan pura, tan bienintencionada, tan refundadora y tan de abajo. A lo
mejor hasta logramos recordar, sin que nos regañen, que fue Podemos,
y no la chismografía destructiva a su alrededor, el que asoció todo
nacimiento democrático en verdad rupturista y purgante con la
guillotina: la que, según Iglesias, manejó ETA con coraje y
sagacidad, en forma de píldoras de plomo, contra la mutación
franquista favorecida por la Transición.
Estas revelaciones no afectarán al ánimo –al contrario: lo
estimularán– de la militancia revolucionaria de Podemos que halló en
la crisis y en el rencor social un camino para salir de los patios
«okupas» e irrumpir en el corazón institucional. Pero sí debería
obligar a hacerse unas cuantas preguntas a los que se creyeron la
filfa socialdemócrata con la que se camufló Podemos para hacerse
pasar por un PSOE nuevo y «cool», purificador, escandinavo. La
paradoja de que el instrumento europeo de un anacronismo
iberoamericano lograra ser aceptado como «lo nuevo» y lo progresista
sólo es comparable al cinismo con que Pablo Iglesias se apropió
bailando del Orgullo Gay mientras aceptaba financiación de un
régimen donde los homosexuales, si se bambolean, es porque están
colgados de una cuerda. Tanta impostura táctica, y tan eficaz,
porque engañó a los que de verdad creyeron que con Podemos la
democracia pegaba un salto evolutivo y se convirtieron en portadores
¿involuntarios? de un virus totalitario cuya cepa original está en
Caracas. No lo digo yo. Lo demuestra la pistola humeante. Sigan
autoengañándose los que ansían un partido que institucionalice su
complejo de superioridad mientras vuelve fotogénica la venganza.
Los terroristas también cobran de Irán
OKDIARIO 7 Abril 2016
La financiación de Podemos es una infamia que no cesa. Después de
contarles en primicia cómo el Consejo de Ministros de Venezuela
acordó el pago de 6.700.000 dólares a Pablo Iglesias, Juan Carlos
Monedero y Jorge Verstrynge a través de la Fundación CEPS, OKDIARIO
les ofrece más detalles de un escándalo que se hace más y más
grande. Otro capítulo de la financiación irregular de los morados
donde el dinero vuelve a provenir de Irán. La dictadura teocrática
pagó 35.728 euros a Eduardo García Macías entre el 1 de enero de
2012 y el 31 de diciembre de 2015, un terrorista amigo del
secretario general de Podemos que fue condenado a cuatro años de
cárcel por enviar paquetes bomba a varios periodistas de El Mundo,
ABC y La Razón.
Esta nueva entrega del Irangate resulta especialmente llamativa y
desmonta una vez más los opacos y abyectos cimientos sobre los que
se asientan las estructuras podemitas. Además de la procedencia
espuria del dinero, resulta aterrador que Pablo Iglesias, hombre que
aspira a la Vicepresidencia de España, se rodee de individuos de
esta catadura, cuyas acciones llegaron a ser reivindicadas incluso
en el diario abertzale Gara. García Macías —hijo de un alto cargo
del sector bancario— es miembro de la productora ‘360 Global Media
SL’, encargada de explotar la señal de Hispan TV, el canal de los
ayatolás en España y que emite, entre otros, el célebre Fort Apache
de Iglesias.
Estas revelaciones tienen una gravedad añadida a las sospechas de
delitos electorales, blanqueo y financiación ilegal que la Policía
mantiene sobre la formación. Esta vez el dinero sirvió para mullir
el bolsillo de un hombre que se dedicó a coartar la libertad de
expresión y poner en peligro la integridad física de varios
periodistas a base de enviarles artefactos explosivos. Nuevos
indicios que trazan con mayor exactitud el retrato de un partido
contaminado por evidentes reminiscencias violentas tanto en los
incendiarios discursos de Iglesias en sede parlamentaria como en el
proceder, pasado o presente, de algunos de sus correligionarios y
simpatizantes, casos de Andrés Bódalo o el propio Eduardo García
Macías. Algo que deberían tener muy en cuenta tanto PSOE como
Ciudadanos de cara a la reunión a tres que tendrán con Podemos este
jueves con el objetivo de conseguir un acuerdo de Gobierno que
podría estar envenenado si aceptan al populismo más radical, opaco y
recalcitrante.
Artes e intencionalidad política del
llamado nacionalismo
Francisco Hervás Maldonado. Coronel médico en la reserva
www.latribunadelpaisvasco.com 7 Abril 2016
Realmente el nacionalismo, como heredero del espíritu tribal, ha
existido siempre. Sin embargo, adquiere una mayor relevancia en el
siglo XIX debido a tres cosas:
La vexilología, es decir: banderas inventadas o apropiadas las de
otros territorios o naciones, con los oportunos cambios para
disimular.
La lengua, que si bien es escasa en vocabulario, se potencia con un
– igualmente inventado – vocabulario de diseño.
La reclamación de independencia, unas veces restrictiva y otras
expansiva, pero siempre agresiva, en mayor o menor grado, para con
el estado en donde el territorio reclamado se ubica.
En definitiva, dicen los nacionalistas que ellos quieren ser una
nación. Ahora bien, ¿qué es una nación? Parece ser que una comunidad
histórica (ya no cuadra esto en España), una comunidad lingüística
(pché, así, así…) o una determinada cultura o raza (eso, ni
soñándolo en España). Los nacionalismos suelen ser agresivos, porque
deben eliminar las disidencias e incluso suelen pretender imponer su
voluntad al albur en determinados territorios, primen o no allí sus
sentimientos aislacionistas o directores. A veces, los nacionalismos
son socialistas, buscando una justicia e igualdad que se acoplen a
su gusto. Para ello, proponen la redistribución de la riqueza entre
los ciudadanos, pero siempre hay unos sectores más beneficiados que
otros.
Para alcanzar dicho nacionalismo, acuden al corporativismo entre el
estado, empresarios y trabajadores, de manera que la economía sea
dirigida por el estado de alguna manera, aunque ello lo camuflen de
diversos modos. El vil metal, que les gusta a ellos también. Por eso
rechazan las ideologías herederas de la Ilustración y crean sus
propios mitos (el Rh negativo, por ejemplo). Hay nacionalismos, como
el vasco, que son más endogámicos que populistas. Y otros, como el
catalán, que son mucho más populistas y expansionistas. Finalmente,
el nacionalismo gallego es más bien marxista y revolucionario.
Los nacionalismos son racistas, en mayor o menor grado. Más los
vascos y menos los gallegos y catalanes. Estos dos últimos, de
alguna manera justifican la eugenesia y puede que la eutanasia en
cierto grado. Pero lo que a los tres les cautiva son los grandes
actos de masas, las exhibiciones de poder, aunque sean falsas
(individuos pagados o engañados, haciendo número, cuantos más
mejor).
De hecho, aunque lo nieguen, las actitudes xenófobas, hostiles e
intolerantes son una constante en su comportamiento. Es decir, que
se alimentan de odio, en mayor o menor grado, un odio que trata de
imponer el miedo en la sociedad, de manera que su agresividad solo
se mengua cuando se impone su voluntad. Aldous Huxley, a propósito
del miedo, tiene una frase que debemos considerar algo más que
magnífica. Yo diría que genial. Huxley dice que “el amor ahuyenta el
miedo y, recíprocamente, el miedo ahuyenta el amor”. Evidentemente,
los nacionalistas no son partidarios del amor, sino del odio. Pero
Huxley va más allá y continúa: “Y no sólo al amor el miedo expulsa;
también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y
verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo
llega a expulsar del hombre la humanidad misma”. Ciertamente,
algunos nacionalistas, como los etarras, se parecen a los animales
mucho más que a las personas. Poca diferencia con los terroristas
del Daesh, que también se han inventado un Estado y un territorio a
base de destrucción y sangre. Séneca, hace dos mil años, ya decía
que “quien desprecia su vida es dueño de la tuya”. Afortunadamente a
esos extremos no llegan nuestros nacionalistas, pero si los
terroristas islámicos.
Lord Acton decía en 1862 que los nacionalismos no persiguen ni la
libertad ni la prosperidad, las cuales son sacrificadas para hacer
de la nación el molde y medida del estado, estando marcado su curso
por la ruina material y moral. Es verdad que las divisiones siempre
conducen a la pobreza, pues la tribu posee muchos menos recursos que
la sociedad de agrupamiento. En 1960, Kedourie considera el
nacionalismos como una de las doctrinas más perniciosas para la
humanidad, pues en vez de paz, prosperidad y libertad, trae consigo
nuevos conflictos, exacerbando las tensiones y dando lugar a un
sinfín de catástrofes para un sinnúmero de inocentes de toda
política (Kedourie E, 1960. Nationalism. London: Hutchinson, p 138).
Allport decía que el nacionalismo era el causante de guerras
(Allport, 1927. The Psychology of Nationalism: The Nationalistic
Fallacy as a Cause of War. Harper’s Monthly, August, 291-301).
Pero incluso recientemente, Kosterman y Feshbach (1989) siguen
defendiendo esa lectura negativa del nacionalismo. Mediante análisis
factorial obtienen un grupo de ítems que correlacionan negativamente
con el internacionalismo y las libertades civiles, pero
positivamente con los sentimientos de superioridad nacional. Piensan
que el nacionalismo refleja una percepción de superioridad nacional
y una orientación hacia la dominación nacional (Kosterman R,
Feshbach S, 1989. Toward a Measure of Patriotic and Nationalistic
Attitudes. Political Psychology, 10: 257-274). Y Beramendi, en 1994,
afirma que el nacionalismo es una forma política hueca en si misma,
que tiene que llenarse de contenidos procedentes de fuera del
nacionalismo.
Por tanto, el nacionalismo parte de una gran mentira, pero no es eso
lo peor, sino la forma de expresión que adopte. Es decir: su
contenido ideológico. Hay formas más agresivas y otras más
defensivas. Las hay conservadoras o progresistas, xenófobas o
tolerantes, etc. Podríamos decir que, sin ser ningún nacionalismos
bueno, hay nacionalismos con los que se puede convivir y otros con
los que no.
¿Cómo son los nacionalismos en España? Bien, los hay más o menos
agresivos, pero en este momento, ninguno es fiable.
En primer lugar, el nacionalismo vasco, si bien se dividió en su día
en violentos y no violentos, hoy en día está redefiniéndose y no
sabemos por dónde va a tirar. Sin embargo, por más que se empeñen,
el País Vasco es más español que Castilla. De hecho, el castellano
empezó en los monasterios del País Vasco y en Navarra. Vizcaya y
Álava son claramente españolas, como casi toda Navarra y una buena
parte de Guipúzcoa. Pueblos como Loyola, patria de San Ignacio,
tienen mucho más que ver en la historia común de España que en la
del País Vasco, por más que se empeñen en decir lo contrario. La
ikurriña es una copia fantaseada de la “Union Jack”, la bandera del
Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte. El idioma es
complejo, con un vocabulario claramente insuficiente y sin difusión
internacional ni tampoco interés en aprenderlo nadie de fuera. Las
empresas internacionales no son nada partidarias del nacionalismo y,
finalmente, no hay recursos suficientes para poder autoabastecerse.
Por tanto, pese a quien pese, no se le ve gran futuro al
nacionalismo vasco.
El nacionalismo catalán ha dado un giro de 180 grados y se ha vuelto
populista y expansionista. Se inventaron la bandera con la estrella,
cogiendo la bandera de Aragón y añadiéndole una estrella cubana o de
Puerto Rico, pues la independencia de ambos países les supuso un
serio quebranto económico a los emprendedores catalanes. Pero tras
un periodo de cleptocracia apabullante, ha surgido una muchedumbre
oclócrata indignada que solo quiere apoderarse de todo y destruir
más y mejor. Se trata de un populismo expansionista. Quieren
Valencia, la Baleares, medio Aragón y no se van a parar ahí. Después
querrán Castilla, La Mancha, Andalucía e incluso Portugal, si les
dejan. En definitiva, son partidarios de una nueva reconquista y de
fijar la capital de Iberia (jamás le llamarían España) en Barcelona.
Sin embargo, como eso es un disparate, está condenado al fracaso. Se
acabarán arruinando y nos salpicará a todos. Lo peor no es eso; lo
peor es que en el ínterin puede haber enfrentamientos y leña. Pero
como tenemos un Presidente partidario del Yoga o estreñido (por
aquello del no obrar), los majaderos oclócratas están crecidos. Es
un problema evidente de cultura, fundamentalmente, no otra cosa.
Finalmente los nacionalistas gallegos son los más brutos de todos,
pues se trata de marxistas revolucionarios y anarquistas, pocos pero
muy violentos. Tampoco llegarán a nada, pues si quieres ver a un
revolucionario serenarse, no hay más que darle cuatro perras. Es
decir, que no tienen grandes ideas.
En fin, que poco a poco vemos que el mundo está sufriendo un gran
cambio: somos muchos y hay que convivir y compartir. Porque la otra
solución, la de los nacionalistas, es hincharnos a palos unos con
otros y el que gane, se queda con todo. ¡Estos de la tribu… qué
borricos que son!
LA SANSILVESTRADA EN KÖLN
¿Qué significó la violencia contra las
mujeres en las ciudades alemanas?
Mikel Azurmendi www.latribunadelpaisvasco.com 7 Abril 2016
Día de San Silvestre, Fin de Año 2015 en numerosas ciudades
alemanas: bandas de jóvenes inmigrantes magrebíes pero mezclados
también con sirios e iraquíes en espera de la obtención de refugio
político hostigaron en las calles y asaltaron a mujeres
arrancándoles el vestido, manoseándolas, insultándolas y hasta
persiguiéndolas. Por supuesto que por doquier en Alemania se dieron
de inmediato pequeñas manifestaciones de cuño anti-musulmán en
muchas ciudades y villas. Y aparecieron bien pronto opiniones en
contra de recibir más refugiados e inmigrantes. Nada más normal;
como cuando violan a un niño en una aldea, a una joven en un
descampado o asesinan a un ser inocente en un barrio y de inmediato
se exceden los vecinos en manifestar su cólera. Esta vez la cólera
podía aparecer en muchos manifestantes con el tinte racista, eso es
verdad. Pero para contrarrestarlo existe alguna medicina
democrática: la primera de todas es investigar los hechos hasta dar
con la verdad, y luego llevar a los tribunales al delincuente. Al
mes ya había en los tribunales alemanes 800 denuncias por parte de
mujeres, la mayoría por agresión sexual.
En Europa se mantuvo durante cierto tiempo muy viva la polémica en
torno al significado que tuvieron aquellos patéticos acontecimientos
y se vertieron muchas opiniones en público, y se discrepaba siempre
de manera cortés hasta que, en un momento dado, se estableció la
línea roja de lo políticamente correcto. Entonces, se acabó el
debate. El chiflido de final de debate lo dio en Francia la
izquierda, pontificando qué era lo “correcto” y lanzando una orden
de anatema contra un periodista argelino en el peor de los estilos
reaccionarios del propio islamismo. En Alemania, lo dio el feminismo
de izquierda tratando de derechona y fascista a la rama del
feminismo de siempre. El periódico de masas alemán Bild había
publicado, transcurrida una semana de aquellos hechos, un informe
del Ministerio de Interior que asimilaba las agresiones sexuales a
un “modus operandi conocido en los países árabes”. Se refería a
cierto tipo de hostigamiento colectivo sexual aparecido en Egipto
años atrás, llamado taharosh gamea. Así, en octubre de 2006, al
final del ramadán en una calle de El Cairo, pero también durante la
revolución de 2011 en la plaza Tahrir, mujeres, manifestantes
egipcias y algunas periodistas occidentales fueron agredidas por
bandas de jóvenes. Egipto es un país donde el 99´3% de las mujeres
declara haber sido víctimas de algún hostigamiento sexual; eso lo
dice un estudio de 2013 realizado por ONU-MUJER pero no existen hoy
por hoy estudios similares en ningún otro país de cultura musulmana.
Un gran número de feministas alemanas, como Alice Schwartzer (73
años), que militan desde la primera hora acaudillando la lucha
contra la pornografía (razón por la cual se oponen a Los Verdes),
contra la prostitución y contra el velo musulmán ya se habían
opuesto a la politización del islam desde la revolución de los
ayatolah de Irán por tener “como principal enemigo la emancipación
de la mujer”. Ahora, en la sansilvestrada consideraron muy
problemática la llegada de refugiados sirio-irakíes porque “cada vez
en mayor número nos llegan hombres impregnados de esa cultura (del
islam) y que, además, son víctimas de guerras civiles, nos crean un
problema que no podemos ignorar”. Enfrentándose a estas feministas,
algunas otras -entre quienes figuraba la ministra socialista
encargada de la familia, Manuela Schwesig- lanzaron un manifiesto
condenando no sólo la violencia sexual sino también el racismo, la
xenofobia y la posición anti-árabe de sus propias compañeras
acusándolas de haber sido utilizadas por los populistas de derecha.
El manifiesto emergió desde la activista Anne Wizorek (35 años) para
poner distancia entre las jóvenes de izquierda y las antiguas, a las
que tildan de hacer el juego a la derecha. Éstas del manifiesto de
izquierdas no están ya contra el velo musulmán por lo que tachan a
sus compañeras de neocolonialismo; ni están a favor de la laicidad
que prevalece en Francia “como si fuese dogma”. Se desmarcan
asimismo de la creencia de que nuestra cultura disponga “de valores
universales” cayendo en el relativismo de creer que, a partir de la
experiencia nazi en Alemania, “ya no se puede imponer nuestra
cultura” a quienes vengan a nosotros. Alguna de estas jóvenes, como
la rapera Reyhan, llega a sostener que “el velo es un signo de
emancipación” de la mujer musulmana.
Lo menos que se puede decir de este debate es que no ha servido para
educar a la ciudadanía en el respeto de nuestros valores de
humanidad y acogida de refugiados sino que sólo ha servido para
radicalizarla ciegamente en contra de las posiciones relativistas y
entreguistas del multiculturalismo, tal como han sentenciado las
recientes elecciones alemanas.
En Francia, esta pista feminista del debate quedó explícita merced a
una interpretación que subrayaba la cultura como factor esencial de
aquellos hechos. Así, para Mona Eltahawy, escritora feminista
egipcia-americana cuya infancia transcurrió a Arabia Saudí, el
hostigamiento sexual ejercido por bandas de jóvenes sería puro
reflejo del machismo. Según ella, es el fondo machista de las
sociedades árabo-musulmanas lo que el islamismo ha convertido en
“odio de la mujer” (1). Para el antropólogo Farhad Khosrokhavar,
director del Centro de análisis e intervención sociológica de Paris
y gran especialista del Irán, “los jóvenes inmigrantes no comprenden
los códigos sexuales del consentimiento que rigen en nuestras
sociedades”. También él sostenía que en las sociedades musulmanas el
islamismo está justificando el derecho a increpar y solicitar a las
mujeres que parezcan “modernas” y crea un clima gregario de
dificultar a las mujeres que van solas al trabajo o cogen el bus (2)
Rompió otra lanza más en esta misma dirección el escritor argelino
Kamel Daoud (Premio Goncourt de primera novela), periodista del
Quotidien d´Oran quien, por su libertad de decir las cosas, sufre
una fatwa islamista en su contra. Trataba él de hacer una defensa
del inmigrante que no es ningún salvaje pese a que viene de tierras
en las que “la relación a la mujer, tan fundamental para la
modernidad de Occidente, le es incomprensible durante mucho
tiempo... y por temor comienza a negociarla... pero basta una
nadería, una vuelta de lo gregario o un fracaso afectivo para que
vuelva a lo de siempre”. Y concluía que “no basta con ofrecerle
papeles y un hogar colectivo al inmigrante. Hay que ofrecerle asilo
para su cuerpo pero también convencer a su alma a que cambie... Él
viene de ese vasto universo árabo-musulmán, doloroso y horrible, de
la miseria sexual, la relación enfermiza con la mujer, con el cuerpo
y el deseo. Acoger al inmigrante no es curarlo” (3). Tras un duro
análisis del deseo, K. Daoud aseguraba que el inmigrante “ve
Occidente a través del cuerpo de la mujer: la libertad de la mujer
es avistada a través de la categoría religiosa de consentimiento
licencioso o virtud. El cuerpo de la mujer se ve no como el lugar
mismo de la libertad, esencial valor en Occidente, sino como una
decadencia: se quiere reducirlo a la posesión o al crimen de
´velarlo`”. E insistía en que el asilo no es un mero asunto de
papeles sino de que acepten el contrato social vigente entre
nosotros, nuestros valores. También un sociólogo que ha combatido
sin ambages esa idea de que no existen culturas ni hechos
culturales, Hugues Lagrange, atribuyó los hechos ocurridos en fin de
año en Alemania “a la confrontación de hombres jóvenes de cultura
patriarcal (radicalizada por las corrientes islamistas) con una
Europa que sólo admite más simetría entre sexos y un espacio público
abierto a todos posibilitado por la frágil interiorización del
control de uno mismo”.
Frente a este tipo de opinión ubicaron la suya con virulencia otros
pensadores condenando a quien no pensara como ellos. Así François
Burgat, universitario y director de investigaciones sobre el mundo
árabe y musulmán (Iremam) tachó de “culturalista” ese modo de pensar
porque trata a los inmigrantes como delincuentes sexuales y al
conjunto de los musulmanes como sexistas incapaces de integrarse en
nuestras sociedades europeas. Y en descargo de los inmigrantes que
delinquieron en las ciudades alemanas, sostenía que actos muy
similares “se han observado a menudo a través del ancho mundo”. O
sea sostenía que esos comportamientos sexuales de hostigamiento, que
la impunidad del anonimato parecería estimular, se dan por doquier
en ambientes masculinizados como el ejército, los deportistas,
estudiantes, etc. ¿Hostigamiento sexual? Lo hay en todos los
lugares, vino a decir el profesor disculpando a los inmigrantes que
se extralimitaron en Alemania. Incluso señalaba la fiesta de la
cerveza en Baviera donde últimamente se habrían dado agresiones
sexuales y quejas por parte de organizaciones en defensa de la
mujer. Otro sociólogo, Eric Fassin, dio un paso más y tachó de
islamófobo a ese supuesto campo “culturalista” porque reduce el
islam a una cultura eternamente fija de desprecio a la mujer. Para
él habría que investigar más en los efectos del alcohol sobre
aquellos jóvenes inmigrantes en Alemania. El politólogo especialista
en el islam Olivier Roy prefería hablar de una amplísima “cultura
mediterránea” muy propensa a la misoginia y a comportamientos
machistas. O sea, su ventilador lo ponía en marcha sobre el extenso
hábitat mediterráneo, tanto cristiano como musulmán, convirtiéndolo
en propenso a hacer lo que aquellas bandas de inmigrantes. Y en lo
que atañe a éstos de fin de año en Alemania, el politólogo prefería
sospechar que la causa fueron sus difíciles condiciones de vida, sin
derecho a trabajar en tanto aguardan la carta de refugiado,
macerándose en solitario y llevando una vida de frustración sexual.
Sin embargo, en un corto intervalo de tiempo, veinte profesores, con
nombre y apellido árabe en su mayor parte, se echaron a degüello
sobre Kamel Daoud y en un manifiesto cobarde lo acusaron de
islamófobo y de vehicular clichés periclitados. Ellos no analizaban
los hechos ocurridos en Alemania sino solamente el artículo del
periodista argelino mostrando únicamente ideas, preestablecidas
evidentemente. Daban tres pruebas de la infamia de Daoud: 1) haber
reducido en su texto un espacio de más de mil millones de habitantes
en una entidad homogénea, definida únicamente por la religión (el
mundo de Allah); 2) haber psicologizado la violencia como
proveniente de gente (musulmana) desviacionista sexual; 3) haber
caído en la irreductible alteridad del otro, índice de un
paternalismo colonial que juzga superiores a nuestros valores y
dictamina lo que le conviene al pobre inmigrante: darle asilo al
cuerpo pero también al alma. En este punto último el manifiesto
mostraba realmente su idea de absoluto relativismo ético ante la
integración social de los inmigrantes, a quienes no se podría
“imponer” nuestros valores ni tan siquiera el del respeto a la mujer
(4).
Estos profesores de la izquierda francesa se vengaban así de un
pensador como Daoud que, cuando los atentados de CharlyHebdo en
París, había fustigado sin contemplaciones no sólo a los terroristas
de la yihad sino las razones religiosas por las que asesinaban, o
sea, el islam mismo. En una conversación con el semanario "Nouvel
Observateur" (14.01.2015) había asegurado que:
<<Ya no basta con condenar (hechos como los de Charlie Hebdo) sino
que hay que plantearse qué es lo que representamos. La élite
musulmana debe ponerse a pensar en voz alta. Si dice que los
terroristas no representan el islam, entonces debe de tener la
valentía de decir qué islam encarna esa élite. No se podrá erradicar
el islamismo sin reformar el islam y esto corresponde a los
musulmanes. Hay que hacer una revolución dentro del islam,
comenzando por reconocer que el ligamen de los musulmanes al islam
es un ligamen enfermo>>
En aquella entrevista K. Daoud rechazaba así la teoría determinista
de la sociología francesa de izquierdas como explicación del
yihadismo de algunos musulmanes franceses: “El pobre quiere llegar a
ser rico, no yihadista... Además, la violencia islamista no ha
surgido en Francia, existe por doquier”.
“¿Estamos en guerra, según usted?”, le preguntaron también y
respondía que sí, “que todos estamos en guerra. Cuando se trata de
vida o muerte, cuando estamos en la defensa de nuestras libertades
fundamentales, estamos en una especie de guerra, se admita así o no.
Nuestra turbación proviene de que, en teoría, la guerra es de un
país contra otro. Pero los yihadistas tienen otra cartografía
mental, no se encuentran bajo la problemática del Estado-nación sino
que viven en el imaginario que rechaza lo presente. El yihadismo no
posee nacionalidad”.
Ante el vengativo linchamiento por parte de una veintena de
profesores izquierdistas de vientre satisfecho viviendo en la Europa
de las libertades democráticas, el librepensador laico K.Daoud -que
vive en Argelia con una fatwa islamista contra su persona- publicó
una carta donde reivindicaba su libertad para observar la realidad y
decirla como quisiera pero, reclamando para sí su amor a la tierra y
a su gente y rechazando el veredicto de fusilamiento por
islamofobia. “Nous vivons désormais une époque de sommations. Si on
n´est pas d´un côté, on est de l´autre” escribía diagnosticando con
exactitud el mal que nos corroe: las trincheras y la orden de
fusilamiento a quien no sea de izquierdas. Daoud avisaba de que
seguiría siendo libre y escribiendo en libertad, aunque para ello
dejaba para siempre el periodismo. Su carta estaba escrita como
respuesta a la carta de su amigo americano, Adam Shatz, quien daba
su asentimiento a los izquierdistas pero trataba de disculpar a
Daoud (5).
En España apenas se ha atrevido nadie a ahondar en aquella violencia
ejercida sobre las mujeres alemanas en la noche de San Silvestre. Es
tal el pánico a que le llamen a uno islamófobo que la precaución de
no indagar en las cosas relacionadas con los inmigrantes musulmanes
campa por sus respetos. Y no te digo nada si esas cosas de
musulmanes tienen algo que ver con la mujer... Porque sea cual fuere
la circunstancia que nos sacuda, la ideología del antirracismo ya lo
deja definido de entrada: si el violador o el ladrón es un alemán,
un inglés o un laosiano no habrá problemas en identificarles
públicamente al darse la noticia de su delito, pero si se trata de
un musulmán se silencia su identidad. Ejemplo reciente de noticia
sesgada por esa ideología: en Almonte, una madre ataba a su hijo con
cadenas y lo mantenía encadenado en casa todo el día al irse ella a
trabajar. Y la prensa abundó en lo horrible del hecho hasta que un
periodista indiscreto pero algo mosqueado le preguntó al alcalde por
la nacionalidad de la madre. A trancas y a barrancas el alcalde dio
a entender que se trataba de una familia magrebí. Era esto lo que no
convenía decirse.
La pregunta que surge es qué fomenta más el racismo anti-islam, si
decir la verdad o manipularla ocultándola o disimulándola. ¿Por qué
lo prudente es no abrir debates entre la ciudadanía sobre racismo y
sobre cuáles de nuestros valores son absolutamente necesarios para
convivir?
(1) En su libro Pañuelos e hímenes (2015, Belfond) había asegurado
que “La cultura de la pureza convierte a las mujeres y chicas en
responsables de su propia seguridad frente a la violencia masculina
y a la `tentación´ que puedan sentir los hombres ante ellas (...)
Ellos nos odian porque nos necesitan, porque nos temen y porque
comprenden hasta qué punto es preciso controlarnos para impedirnos
salir de lo permitido...”
(2) Traía él a colación la realidad real del film Las mujeres del
autobús 678 del cineasta egipcio Mohamed Diab (2011). Su posición y
algunas otras las extracto del artículo “Cologne, question sur un
cauchemar” de Frédéric Joignot, en Le Monde (sábado 6 febrero, 2016)
(3) El artículo del que estoy extractando su posición apareció
primero en italiano, en La Repubblica y, después, en otros idiomas.
Mi lectura proviene de Le Monde (viernes 5 febrero 2016), artículo
que fue titulado “Cologne, lieu de fantasmes”
(4) Este manifiesto con el nombre y apellido de sus respectivos
firmantes lo publicó Le Monde (viernes 12 febrero)
(5) Ver ambas cartas en Le Monde (21-22 febrero 2016)
Análisis histórico
Terroristas y suicidas
Fernando José Vaquero Oroquieta www.latribunadelpaisvasco.com 7
Abril 2016
El creciente número de atentados terroristas perpetrados por
criminales suicidas en los últimos años, sin ir más lejos, los de
Bruselas y Lahore (siendo asesinados decenas de mujeres y niños
cristianos) a lo largo de estas últimas jornadas, viene causando en
Occidente horror, incomprensión… y desconcierto. Pero, además de
esas lógicas sensaciones, genera otro efecto fundamental: una mayor
extensión del terror entre sus potenciales víctimas. Un indicio de
que tan criminal como perversa táctica funciona… y muy bien.
Desde los inicios de esta triste historia del terrorismo moderno, se
han sucedido no pocos activistas dispuestos a morir matando;
vendiendo caras sus vidas. Incluso, muchos de ellos eran conscientes
del enorme riesgo que acarreaba su decisión. De alguna manera,
concurría en ellos un cierto altruismo que les arrastraba a
«entregar» su propia vida como acto de «expiación» por el mal
causado. Así, algunos testimonios muy significativos, por ejemplo
los procedentes de los nihilistas rusos de Narodnaya Volya (Voluntad
del Pueblo), apuntan en esa dirección.
Pero el fenómeno actual de los terroristas suicidas es muy distinto
al de aquellos rusos del XIX.
El terrorista-bomba es consciente de su inmediata muerte, concebida
como medio para causar el mayor daño y terror posibles entre sus
enemigos. El terrorista suicida se transforma en una «técnica» más
sencilla que otras, pues no es necesario planificar su huida; no en
vano, el intento de huida del escenario de un atentado implica, en
muchas ocasiones, una altísima posibilidad de caer en manos de sus
enemigos, o de perecer incluso. Pero, además, mediante esta
modalidad se despliega otra muy estimada función entre los
estrategas del terror: la magnificación del atentado. Efectivamente,
para la inmensa mayoría de los mortales, un terrorista suicida rompe
«esquemas», aterroriza más si cabe, pues pertenece a esa rara y
ajena tipología de personas entregadas, dispuestas a dar la vida por
la supuesta justicia de su causa.
En Líbano, muchos hombres, y algunas mujeres, de diversos grupos
terroristas ligados fundamentalmente a los grupos radicales chiíes
(Amal Islámico e Hizbulá), se inmolaron, en los años 80 y 90 del
pasado siglo, en acciones suicidas contra falangistas cristianos,
paracaidistas franceses, milicianos del colaboracionista Ejército
del Sur del Líbano, marines norteamericanos y, sobre todo, soldados
israelíes. Pero también se les sumaron algunos militantes de
partidos laicos; caso del Partido Sirio Social-Nacionalista,
particularmente fuerte entre la comunidad greco-ortodoxa libanesa.
En Palestina empezaron a practicar esta forma de terrorismo -que los
islamistas radicales denominan «martirio voluntario», no en vano el
Islam condena el suicidio- los hombres de Hamas y de la Yihad
Islámica; para imitarles después algunos laicos de las Brigadas de
los Mártires de Al Aqsa, nacidas en el entorno del partido Al Fatah.
Y, finalmente, algunas mujeres también optaron por el «martirio»,
aproximándose a los objetivos elegidos, caso de controles militares,
más si cabe que sus compañeros varones. Por ejemplo, mujeres
«veladas» supuestamente embarazadas.
Algunos investigadores han intentado explicar este comportamiento
recurriendo a diversas explicaciones: así –un tópico que circuló
abundantemente sin apenas base científica, pero sí con mucha fortuna
mediática- lo protagonizarían personas coaccionadas de alguna
manera; acaso enfermos mentales; o sometidos a un profundo «lavado
de cerebro».
Sin embargo, los numerosos vídeos que grabaron -en el marco de
rituales impactantes, especialmente populares en redes sociales- de
afirmación y propaganda horas antes de su muerte, parecen descartar
claramente las dos primeras explicaciones. Por lo que respecta a la
tercera, está claro que se trata de profundos creyentes. Si actuaron
movidos fundamentalmente por desesperación, para favorecer
económicamente a su familia superviviente, o por su ciega creencia
en una vida más allá de la muerte, incluso por una incalculable
combinación personal de todas ellas, nadie puede asegurarlo en
ningún caso. Pero hay otra circunstancia que ilumina, en algún modo,
la cuestión, aunque nos cueste comprenderla en Occidente. Los
dirigentes palestinos de Hamas, aunque adoptan medidas importantes
de seguridad, no huyen de los lugares abiertos, ni de las
manifestaciones masivas, ni de ruedas de prensa y rezos colectivos,
ni de los despachos oficiales que ocupan: son conscientes de que
ellos mismos -quienes han impulsado a otros a la muerte (ellos
afirman que se limitan a «autorizarles»)- también corren riesgos
mortales, en coherencia con sus creencias y tácticas. Y es que los
militares israelíes tienen mucha experiencia en saber «tratarlos»...
Encontramos terroristas suicidas en otros contextos. Es el caso de
las «viudas negras chechenas», inmoladas en ataques suicidas contra
objetivos rusos dentro y fuera de Chechenia. Aquí puede rastrearse
un impulso evidente: la desesperación y el ánimo de venganza; no
siendo ajenas, probablemente, las creencias islámicas de estas
mujeres.
Otros numerosos y letales atentados suicidas los vienen
protagonizando terroristas islámicos en Afganistán, Pakistán, India,
Irak, Siria, Gran Bretaña y Estados Unidos. Y, en España, los
autores del 11–M también murieron, conforme una tesis «oficial» que
no ha sabido colmar diversas «lagunas», suicidándose.
Por último mencionaremos otro espacio donde los terroristas suicidas
han sumado, seguramente, el mayor número de atentados suicidas: Sri
Lanka, de la mano de los ya brutalmente exterminados Tigres Tamiles,
en mayo de 2009; habiendo perpetrando varios cientos de ataques
suicidas durante muchos años, siendo protagonizados su cuarta parte
por mujeres. Pero no olvidemos un aspecto interesante: se trataba de
una organización laica no confesional, si bien la inmensa mayoría de
tamiles son hinduistas, frente a los cingaleses budistas. En este
contexto, el factor Islam era irrelevante, pues.
Algunas investigaciones relevantes profundizaron, hace ya bastantes
años, en las motivaciones de los terroristas suicidas; es el caso de
unos interesantes informes de la agencia de noticias ZENIT de 23 de
julio de 2005.
Así, Jon Etlster, profesor en la Universidad de Columbia, aseguraba
en un capítulo del libro Making sense of suicide missions, dirigido
por Diego Gambetta (Oxford University Press, 2005), que los
terroristas suicidas no se mueven por patologías psicológicas, sino
que responden a estímulos racionales. Algunos factores psicológicos
pueden contribuir en su decisión: la presión del grupo, el deseo de
ser bien considerado, el sentimiento de inferioridad y el
resentimiento. Diego Gambetta, por su parte, consideraba que no es
fácil encontrar elementos comunes, dada la diversidad de expresiones
y protagonistas. Es fundamental la existencia de una organización.
No obstante, aunque practiquen el terrorismo kamikaze, no es la
táctica fundamental de ninguna organización. Otro dato de interés es
que únicamente el 34,6% de los ataques suicidas perpetrados desde
1981 a septiembre de 2003 lo fueron de inspiración islámica
(recordemos que la organización que de manera masiva perpetró esta
modalidad terrorista fue la laica de los Tigres Tamiles); siendo
ésta la única inspiración religiosa de este tipo de acciones. No
obstante, desde 2003, la incidencia de esta modalidad de terrorismo
de vocación islamista se ha multiplicado hasta nuestros días.
Jessica Stern, por su parte, también analiza este tipo de terrorismo
en su libro Terror in the name of God (Ecco/HarperCollins, Nueva
York, 2003). Entrevistando a terroristas y extremistas de diversas
organizaciones de matriz religiosa, descubrió que los terroristas
consideran que con sus actuaciones contribuyen a purificar el mundo
y a perfeccionarse a sí mismos. También identifica algunos factores
de riesgo: los avances de la comunicación, especialmente Internet;
los campos de refugiados y los llamados Estados fallidos; la
incapacidad de los gobiernos para salvaguardar los derechos humanos
y proporcionar servicios básicos; la explotación de los pobres,
mediante la compensación económica a las familias de los suicidas;
la humillación sufrida, supuestamente, por obra de Occidente; la
existencia de gobiernos corruptos en Oriente Próximo que permiten la
pervivencia de organizaciones extremistas; el resentimiento hacia
Estados Unidos e Israel; y la adopción de medidas de seguridad muy
estrictas contra el terrorismo, de modo que se buscan objetivos más
vulnerables. Deberemos añadir nosotros, otros motivos evidentes hoy:
la catastrófica intervención occidental en Próximo Oriente en un
intento de extensión de la democracia al estilo europeo, provocando
el caos y la guerra en Siria, Irak, Libia; y el fracaso de las
políticas multiculturales de integración entre los musulmanes de
«segunda generación» residentes en Europa.
Hoy día, debemos insistir en la orientación islamista, casi con
exclusividad, de esta modalidad tan perniciosa de terrorismo; así su
empleo sistemático por Al Qaeda, Estado Islámico y sus filiales
regionales y locales. Algunas excepciones a esta tendencia
universal, acaso protagonizadas por extremistas de izquierda, se han
perpetrado a lo largo de los últimos meses de 2015 y principios de
2016 en Turquía: sus autores habrían sido terroristas kurdos de
diversas organizaciones-pantalla del PKK, viejos militantes de la
mítica Dev Sol o de la más actual DHKP-C (todas ellas de de matriz
marxista-leninista). No obstante, dada la opacidad de estas
organizaciones y su nada infrecuente infiltración por parte de
servicios estatales turcos de información y otros especiales, no es
posible emitir un juicio totalmente concluyente acerca de su segura
autoría e inspiración.
Las respuestas que han encontrado los atentados terroristas suicidas
de inspiración islamista en Europa, que han provocado desde la total
paralización de la vida cotidiana de la capital política de la Unión
Europea, hasta un cambio electoral radical en España en su día,
únicamente alentarán a otros potenciales terroristas.
Los sensibleros abrazos colectivos; los ridículos “actos de
resistencia” en cafés próximos a los lugares de los atentados (acaso
también por puro morbo) días después de los mismos en París; la
ausencia de una respuesta militar contundente; la ambigüedad de no
pocas comunidades musulmanas establecidas en Europea; el miedo
reverencial a ofender a las mismas por parte de las autoridades
nacionales y europeas; y la facilidad con que terroristas y
delincuentes del más variado pelaje pueden adquirir explosivos y
armas de guerra en el continente y aledaños, trasladándolos con
total impunidad a través del mismo; todo ello indica que seguiremos
sufriendo en Europa este tipo de atentados. Preparémonos, al menos
moralmente, para ello. Y no olvidemos que un simple cuchillo
cerámico en manos de un terrorista puede ser extraordinariamente
letal para una ciudadanía acobardada, desmovilizada y privada de
consignas adecuadas para afrontar con voluntad de resistencia y
victoria una guerra asimétrica de este tipo.
La persona humana concebida como bomba imprevisible, letal y
terrorífica; en suma. Una expresión radical de la deshumanización
que arrastran las ideologías del terrorismo… incluso entre sus
mismos seguidores y en nombre de Alá; y gracias también al desarme
moral de toda una colectividad en declive.
Imposición lingüística en las aulas
El drama de una madre que osó a pedir que
sus hijos fueran escolarizados en español en Cataluña
Ana Moreno relata en el Parlamento Europeo la pesadilla que ella y
su familia han vivido a partir de que la justicia les diera la razón
Redacción www.lavozlibre.com 7 Abril 2016
Barcelona.- Se llama Ana Moreno y ha vivido un auténtico calvario
solo por pedir un derecho constitucional: que sus hijos sean
escolarizados en castellano, lengua cooficial en Cataluña, comunidad
en la que reside. Desde ese momento, tanto ella como su familia han
sido víctimas de un linchamiento que ha provocado que tenga que dar
un giro radical a su vida, tal y como ha relatado, entre lágrimas,
en el Parlamento Europeo.
Ana acudió a los tribunales el año pasado para pedir más clases en
español para sus hijos, de 4 y 6 años, escolarizados en el Colegio
Gaspar de Portolà de Balaguer, en Lérida, y la justicia le reconoció
el derecho a recibir un 25% de clases en esa lengua. Este fallo
judicial se convirtió en el principio de su pesadilla.
CiU, ERC y la CUP, junto a los profesores del centro y la AMPA
organizaron una manifestación a las puertas del colegio con el
argumento de que una familia pretendía erradicar el catalán de la
escuela y que por culpa de su petición se tendría que introducir el
español en al menos una asignatura.
Tras darse publicidad a su caso en los medios de comunicación,
comenzó el asedio a esta familia. Los padres no pararon de recibir
insultos en las redes sociales y el negocio que regentaban, un
establecimiento con restaurante para celebrar fiestas infantiles,
fue señalado y se llamó al boicot contra él, lo que supuso que
tuvieran que cerrarlo a las pocas semanas.
Los niños fueron marcados por el resto de los padres, alguno de los
cuales llegó a recomendar a sus hijos que no se relacionaran con
ellos ni jugaran juntos en el patio. “Es muy duro oír como un niño
de 5 años dice que ya no puede ser amiga de tu hija por ser quien
es”, dice.
Según explica, el acoso institucional y político que han sufrido la
ha obligado a trasladar a sus hijos a un colegio situado a 30
kilómetros de Balaguer, la ciudad en la que residen. “Yo me he
quedado sin negocio y mis hijos tienen que hacer una hora de
trayecto por la mañana o por la tarde para ir al colegio”, asegura
esta madre, que ya ha renunciado a este derecho. “Me he olvidado del
catalán. Mis hijos necesitan una infancia feliz, no que tenga que
tengan que estar visitando psicólogos el resto de su vida”, señala.
Las Comunidades Autónomas están
descontroladas
Alvaro Anchuelo Republica.com
7 Abril 2016

Los datos sobre el déficit de las administraciones públicas
españolas, recientemente conocidos, son muy preocupantes. El año
pasado tuvieron un agujero en sus cuentas públicas de nada menos que
55.700 millones, lo que equivale al 5.16% del PIB. Ello pese a que
la economía creció un saludable 3.2% y los costes financieros de la
deuda fueron menores gracias a las políticas de apoyo del BCE.
Nuestro país, que ya tiene una deuda pública neta equivalente al
100% del PIB, incumple así (un año más) sus compromisos con los
socios europeos.
La parte esencial de ese incumplimiento se debe a las Comunidades
Autónomas, que han tenido en conjunto un déficit del 1.66% del PIB,
más del doble de su objetivo del 0.7%. Solo 3 de las 17 Comunidades
han cumplido. Cataluña (¿cómo no?) lidera el incumplimiento, con un
déficit del 2.7%. Ni los mayores recursos del año pasado, ni la
financiación privilegiada del FLA, han impedido las desviaciones.
Lo sucedido no debería sorprender a nadie y tiene raíces mucho
más profundas que las alegrías electoralistas del 2015. El sistema
autonómico no se ha diseñado en España de forma racional, teniendo
en mente un modelo final eficiente, sino a golpe de improvisación y
conveniencia política cortoplacista. En ocasiones, se han cedido
competencias estatales de forma permanente, solo para ganar alguna
votación coyuntural en el Congreso.
El resultado ha sido el que cabía esperar: confusión de competencias
entre los distintos niveles de gobierno, duplicidades, gastos
superfluos, descoordinación (entre las CCAA y de ellas con el
Estado), incluso falta de datos e información.
Esos defectos de diseño de la descentralización han tenido mucho
que ver con la crisis económica. Las CCAA han estado en el origen de
numerosos problemas: hundimiento y saqueo de las Cajas de Ahorro
(con sus secuelas de emisiones de preferentes y salidas a Bolsa),
impago y ocultamiento masivo de facturas a los proveedores,
despilfarro en el gasto (aeropuertos en medio de la nada sin
aviones…) y múltiples casos de corrupción.
En consecuencia, la propia crisis hacía tan oportuno como necesario
rediseñar el modelo, corrigiendo los principales defectos que la
experiencia había puesto de manifiesto. No se ha hecho así, puede
incluso que se haya empeorado. Es cierto que, sobre el papel, se han
tomado medidas que van en la dirección adecuada, como la Ley de
Estabilidad Presupuestaria, la Ley de Unidad de mercado o el
afloramiento de las facturas a proveedores. No obstante, en conjunto
lo que se ha hecho ha sido rescatar desde la Administración Central
(sería mejor llamarla la Administración Común) universalmente a
todas las CCAA de todos los problemas que han generado, sin apenas
condiciones ni exigencias de responsabilidades, utilizando para ello
unos recursos ingentes.
Al proceder así, se ha eliminado un principio esencial de los
gobiernos descentralizados, que se aplica incluso en los países
federales, como Estados Unidos: el principio de no rescate, según el
cual cada administración debe responder de sus propias deudas. Así,
el gobierno federal estadounidense no tiene porqué intervenir si un
Estado o ciudad quiebran. En caso contrario, se incentivan los
comportamientos irresponsables: ¿por qué no gastar, tener déficit,
endeudarme, si en último término otros van a responder por mí y
sacarme del apuro? Los perdedores en ese tipo de dinámica terminan
siendo los que se comportan responsablemente. Esa es la lógica
perversa cuyos resultados vemos ahora manifestarse, pero que ya
subyacía a programas como el FLA, que favorecen y recompensan a los
más incumplidores.
No estaba escrito que tuviese que ser así. El rescate habría
exigido el acompañamiento de condiciones estrictas, como ha hecho la
Unión Europea cuando ha rescatado a países soberanos. Además, la Ley
de Estabilidad Presupuestaria, aunque no del todo bien diseñada (le
faltan mecanismos preventivos) tiene un potencial de aplicación que
no se ha utilizado, lo que han señalado tanto la AIReF como la
Comisión europea. Solo ahora el Gobierno, en funciones tras una
Legislatura con mayoría absoluta, ha tomado algunas medidas in
extremis.
La situación es aún más preocupante porque los principales partidos
políticos tienen propuestas de futuro que, en conjunto, tienden a
avanzar hacia una mayor descentralización “a la carta”, a la vez que
formulan numerosas iniciativas de gasto sin una financiación clara.
Todo parece fiarse a que la UE aplace, una vez más, el cumplimiento
de los objetivos de déficit (cosa harto improbable).
Las consecuencias de todo esto todavía no se han manifestado de
forma más dramática porque la prima de riesgo de nuestra deuda
pública se beneficia del “dopaje” proporcionado por las compras del
BCE, que la mantienen artificialmente baja. Sin embargo, convendría
no olvidar que esa ayuda se basa en un pacto implícito: el BCE
proporciona tiempo, a cambio de que los países con problemas vayan
reduciendo el déficit y realizando reformas. Si éstos no cumplen su
parte del trato, el BCE puede dejar de cumplir la suya, con efectos
que hace poco mostró el caso de Grecia.
Lo peor es que todo lo referente a las Comunidades Autónomas se
ha sacralizado de forma tal, que cualquier crítico se arriesga a ser
calificado automáticamente de ultraderechista que añora el
franquismo. Los dirigentes autonómicos utilizan particularmente bien
el viejo truco de envolverse en las respectivas banderas como escudo
frente a las críticas. Esto empobrece mucho el debate político en
España, pues tiende a dejar fuera de él una parte esencial de los
asuntos públicos. Personalmente, soy partidario de una amplia
descentralización y de las Comunidades Autónomas; por eso quiero que
funcionen bien. Desgraciadamente, a día de hoy los motivos para
criticarlas, tanto desde una perspectiva socialdemócrata (véanse las
diferencias en las Rentas Mínimas de Inserción entre Comunidades)
como liberal (obstáculos a la iniciativa empresarial, barreras a la
movilidad de las personas o diferentes oportunidades en el acceso a
los empleos públicos) abundan y no parece que vayan a disminuir.
******************* Sección "bilingüe"
***********************
La lógica alianza entre los 'batasunos'
vascos y los catalanes
EDITORIAL Libertad Digital 7 Abril 2016
La noticia de que la CUP ha propuesto al terrorista recientemente
excarcelado, y secretario general de Sortu, Arnaldo Otegi un "frente
común" para quebrar desde las instituciones la unidad y el
ordenamiento jurídico de España será motivo de lógica preocupación
para muchos, pero no debería sorprender a nadie.
Desde que el Tribunal Constitucional, con la condescendencia de la
acomodaticia y apaciguadora clase política, dejó en papel mojado la
Ley de Partidos y amparó las ilegalizadas formaciones con que ETA
había pretendido burlar la ilegalización de Batasuna –Bildu y
Sortu–, estaba cantado que los proetarras iban a aprovechar la
oportunidad de utilizar la representación parlamentaria y el dinero
del contribuyente para conseguir aquello por lo que la banda
terrorista ha asesinado a casi un millar de españoles, que no es
otra cosa que la ruptura de España.
En este sentido, tiene toda la lógica del mundo que quienes siempre
hicieron suyos los objetivos políticos de Terra Lliure y de ETA
–organizaciones criminales a las que nunca han condenado– busquen
confluencias en pro de sus objetivos comunes. Las alianzas entre los
separatistas vascos y los catalanes se remontan, por otra parte, a
antes de la última guerra civil, y en tiempos más recientes cabe
recordar el acuerdo alcanzado entre la Esquerra Republicana de
Carod-Rovira y la propia ETA para que la banda terrorista
nacionalista vasca dejara de matar en Cataluña.
No hay más que echar un vistazo al documento que la dirección de la
CUP aprobará en su próxima asamblea para conocer sus planes para
destruir el Estado de Derecho y para comprender que, al igual que
Sortu con la denominada Euskal Herria", no se contentan con la
secesión de Cataluña sino que van a por los denominados Països
Catalans, en el que están incluidos la Comunidad Valenciana, Islas
Baleares y territorio francés.
Por otra parte, y a pesar de las reiteradas desobediencias al
Tribunal Constitucional por parte de los gobernantes secesionistas
catalanes, tampoco debe extrañar que el ala más radical del
secesionismo catalán exija a Junts pel Sí que el ilegal proceso de
ruptura se desarrolle de forma todavía más expresa y acelerada.
Aunque la impunidad y la financiación, indirecta pero decisiva, que
el Estado viene silenciadamente brindando al proceso secesionista
catalán podría dar fundamento a esa mayor celeridad que los
batasunos catalanes reclaman de cara a culminar la ruptura en enero
de 2017, conviene tener presente que el Parlamento autonómico
catalán ya ha constituido este miércoles la primera de las tres
ponencias conjuntas para redactar la ilegales "leyes de desconexión
del Estado", la de la Seguridad Social, en la que sólo participan
Junts pel Sí y la CUP.
A todo lo anterior hay que sumar la irrupción de Podemos, que, si
bien dice no ser partidario de la secesión de ninguna comunidad
autónoma, es el partido más poderoso de cuantos quieren fraccionar
la soberanía nacional en pro de no menos ilegales referéndums de
autodeterminación.
Ante este desolador panorama, más valdría dirigir la indignación
contra aquellos que han renunciado a defender, intelectual,
política, judicial y financieramente, la unidad de España y su
articulación como Estado de Derecho. Los separatistas no hacen más
que aprovechar la oportunidad que aquellos les brindan.
“Caso De Miguel”, “Caso Noticias”, Bilbao Air…
Así es la corrupción que envuelve al PNV
Equipo de Investigación de La Tribuna del País Vasco 7 Abril 2016
Mil días lleva el lehendakari nacionalista Iñigo Urkullu al frente
del Gobierno vasco y, al parecer, las principales acciones de su
Ejecutivo a lo largo de este tiempo pueden resumirse en un pequeño
documento de “Power Point” y en un pequeño vídeo propagandístico,
tal y como los que él mismo ha presentado rodeado por una guardia
pretoriana de varios centenares de cargos públicos nombrados a dedo.
Y no le falta razón al presidente vasco. Realmente, la legislatura
de Íñigo Urkullu puede resumirse en apenas un puñado de titulares:
más recursos destinados para la imposición del euskera a los
ciudadanos vascos, más recursos dirigidos a la fabricación de una
falsaria memoria histórica que dibuja un pasado en el que “todos”
los ciudadanos de Euskadi fuimos responsables de un terrorismo
difuso de ETA cuyas víctimas se diluyen en un mar de victimizaciones
que se extiende hasta la Guerra Civil y más allá y, sobre todo, más
recursos para extender las redes del poder nacionalista a todos los
rincones del entramado institucional autonómico.
Este último empeño, que persigue mantener la gigantesca maquinaria
de poder ideológico y político que es el PNV con el apoyo de los
recursos públicos, supone, como no podía ser de otra manera, la
aparición de no pocos escándalos políticos, económicos y
empresariales que afectan al núcleo duro del mundo nacionalista
vasco.
Uno de los más sonados de estos escándalos es el que se conoce como
el “caso Noticias”, en el que están implicados varios altos cargos
del Gobierno de Iñigo Urkullu. Éstos, presuntamente, habrían pagado
al Grupo Noticias, propietario, entre otros, de “Noticias de
Guipúzcoa”, “Deia” y “Onda Vasca” y afín al mundo nacionalista
vasco, una cantidad cercana a los 250.000 euros por publicar
noticias políticamente favorables al PNV. Entre éstas, informaciones
contrarias a la “Ley Wert”. Recientemente, el director de Servicios
del Departamento de Educación, Cultura y Política Lingüística del
Gobierno vasco, José Manuel Bujanda, se ha sumado a la lista de
investigados (antes, “imputados”) judicialmente por este caso. La
jueza responsable de la investigación, María Eneida Arbaizar, acusa
a Bujanda de “unos hechos constitutivos aparentemente de los delitos
de prevaricación, malversación de caudales públicos y fraude en la
contratación”.
Bujanda se une así al ex director de Comunicación de Urkullu, Iñaki
Bernardo, y a los también directores de servicios de los
departamentos de Administración Pública y Justicia, y Empleo y
Políticas Sociales, Juan María Zubeldia e Iñaki Arrizabalaga,
respectivamente, que también están investigados por esta causa.
Alfredo de Miguel
Por otro lado, el conocido como “caso De Miguel”, una trama de cobro
de comisiones ilegales dirigida presuntamente por el ex número dos
del PNV alavés Alfredo de Miguel, se dilucidará próximamente en un
juicio. La Fiscalía de Álava pide 54 años y 9 meses de cárcel para
de Miguel, a quien acusa de una decena de delitos, entre ellos,
cohecho, asociación ilícita, blanqueo de capitales y tráfico de
influencias. Además, el fiscal jefe de Álava, Josu Izaguirre, ha
solicitado la apertura de juicio contra un total de 26 personas,
entre ellas, Aitor Tellería y Koldo Ochandiano, también ex miembros
del PNV alavés.
El juez Roberto Ramos culminó en su momento la instrucción del “caso
De Miguel”, el mayor sumario por presunta corrupción instruido en el
País Vasco hasta la fecha, afirmando que había quedado
"indiciariamente acreditada" la existencia de "una trama organizada"
en torno a Alfredo De Miguel para obtener irregularmente contratos y
adjudicaciones de diferentes administraciones y de entes públicos
gobernados por el PNV. Ahora, la Fiscalía ha insistido en esa idea y
asegura que De Miguel ideó en una fecha "indeterminada", pero
anterior a 2005, la creación de un entramado societario y personal
organizado en torno a sí mismo para "obtener un ilícito beneficio
económico destinado a su enriquecimiento personal y de terceras
personas". El fiscal jefe de Álava dice que para ello se aprovechó
de las "responsabilidades políticas y/o administrativas" que tenía
por su pertenencia al PNV y que contó con la "ayuda o colaboración
personal o societaria de otros acusados", "algunos de los cuales
también tenían responsabilidades políticas”.
Juan María Atutxa
Recientemente, el PP ha instado a la Fiscalía del País Vasco a abrir
una investigación de oficio sobre la adjudicación de 200 contratos
públicos por un importe superior a 65 millones de euros que se han
concedido en los últimos años a empresas relacionadas con la familia
del exconsejero de Interior y expresidente del Parlamento vasco por
el PNV, Juan María Atutxa.
En concreto, el Partido Popular denuncia que distintas
administraciones públicas han adjudicado contratos por importe de 40
millones de euros a las constructoras Ekin y Eraiketak, en las que,
según los datos aportados por el secretario general del PP de
Vizcaya, Javier Ruiz, han figurado como administradores en distintas
etapas dos hermanos y dos sobrinos de Atutxa.
A estas adjudicaciones hay que añadir las recibidas por valor de 25
millones de euros por la consultora Ingeplan Consulting, en la que
figura como presidente uno de los hijos de Juan María Atutxa y otro
como secretario y consejero, mientras que hasta 2013 estaba también
registrado como apoderado solidario el actual presidente del Puerto
de Bilbao, también hijo del exconsejero vasco, Asier Atutxa.
El tercero de los casos denunciados hace referencia a las
adjudicaciones de contratos por tres millones de euros a la empresa
de arquitectura Arkigest e IAZ, que, según ha indicado el PP, tiene
como administrador único a uno de los hijos de Atutxa y contó como
apoderado hasta 2013 con el presidente del Puerto.
"El grueso" de estas adjudicaciones al entorno empresarial del ex
consejero peneuvista, Juan María Atuxa, se realizó en distintas
etapas, desde los años noventa del pasado siglo, por parte del
Gobierno vasco, la Diputación foral de Vizcaya, diversos
ayuntamientos y consorcios, fundamentalmente gobernados por el PNV.
José Antonio Ardanza
La oposición también ha denunciado la concesión por parte de la
Diputación Foral de Vizcaya y del Gobierno vasco, ambos organismos
en manos del PNV, de ayudas públicas por importe de más de dos
millones de euros a una empresa que acumulaba pérdidas por valor de
casi 600.000 euros y que estaba presidida por el ex lehendakari
nacionalista, José Antonio Ardanza. La empresa en cuestión, Idoki
Technologies S.L., se dedicaba al diseño, la producción y la
comercialización de productos para el autocuidado de la salud,
principalmente productos de cosmética naturales.
Esta empresa, además, ha recibido a lo largo de los años ayudas
públicas por parte de la Diputación Foral de Vizcaya por un importe
aproximado de 354.378 euros, y por parte del Gobierno vasco de 1,46
millones de euros. Además, se da la circunstancia de que Seed
Capital, sociedad de capital riesgo participada en un 51% por la
Diputación vizcaína, compró en 2010 un 23,37% de las acciones de la
empresa y en el año 2011 concedió un préstamo participativo por un
plazo de siete años y dos de carencia por importe de 150.000 euros.
Entre los órganos sociales de esta mercantil figura como presidente
y consejero el exlehendakari José Antonio Ardanza, como
administradora, secretaria y consejera su hija Nagore Ardanza, y
también como consejero Seed Capital.
Ayudas públicas para empresas de cargos del PNV
Jon Gangoiti
La empresa Alaiki, que en los últimos años ha recibido
adjudicaciones de las instituciones nacionalistas vascas por un
valor superior a los cinco millones de euros, mantiene en sus cargos
directivos a diferentes cargos electos del PNV en Vizcaya. Entre
éstos, destacan algunos como el miembro de la ejecutiva del PNV de
Vizcaya, Gotzon Bilbao, y Arkaitz Uribe, hermano del alcalde de
Galdácano, y el alcalde de Basauri, Andoni Busquets.
Bilbao Air: 600.000 euros en restaurantes y viajes
Hace unos días, se discutía en el Parlamento de Vitoria los gastos
de la sociedad pública Bilbao Air, impulsada por el PNV para,
presuntamente, promocionar el aeropuerto de Bilbao, y que cuenta con
un único empleado: su director general, el antiguo europarlamentario
nacionalista Jon Gangoiti.
Bilbao Air ha tenido diversos “problemas” con las tarjetas bancarias
que ha utilizado Gangoiti desde 2001, tanto que la oposición ha
pedido la “disolución urgente” de la compañía. En los años que lleva
en funcionamiento, la empresa y su único empleado ha dilapidado
600.000 euros en restaurantes de lujo, hoteles, viajes y regalos.
Koiné es el síntoma de la neurosis
nacionalista
Roberto Giménez Gracia Cronica Global 7 Abril 2016
En Cataluña, y también en Euskadi, hay muchas personas que no han
superado lo que podríamos calificar como ‘neurosis política’, una
enfermedad heredada del franquismo.
Muchos que tienen menos de 50 años no lo han padecido personalmente
(eran niños cuando Franco murió), pero se les ha transmitido, vía
familiar o de lecturas, porque este caso de ‘neurosis política’ es
una sombra tan alargada como los cipreses del cementerio. En
l’Empordàlos cipreses no sólo están en los camposantos. Sirva como
metáfora del paisaje infantil de Carles Puigdemont.
A los separatas, como a los batasunis, el concepto de España, no
sólo su palabra, les produce ese gen de ‘neurosis política’.
Como a las palabras, las escobas y las escopetas las carga el
diablo; distinta cosa es lo que uno dice a lo que interpreta el
lector; debo aclarar la frase de neurosis política, que no es la
patología mental de la que habla la Real Academia de la Lengua, sino
la interpretación del psicoanalista Sigmund Freud sobre la historia,
la mitología o la moral nacional. Eso que los neurólogos, a
principio de la década de los 70, localizaron en la segunda capa del
cerebro, la paleo mamífera: el registro de las emociones. Ese mundo
ignoto en el que bucean los psicólogos para intentar aflorar a la
superficie, a través de la palabra, en el diván de su consulta. Esa
especialidad a la que tan aficionado es Woody Allen.
El franquismo, a parte de ser una dictadura cruel para los
perdedores de la guerra, y dura para los desafectos hijos al
Régimen, fue extremadamente torpe con la prohibición del uso del
catalán en la escuela y limitarla al ámbito familiar y/o privado.
Nunca en el oficial.
He utilizado el adjetivo ‘torpe’ calibrando la palabra porque como
decía Josep Pla: a la hora de escribir hay que apuntar y disparar,
poniendo el adjetivo adecuado.
***
El 26 de enero de 1939, cuando los nacionales entraron en Barcelona,
había un camión cargado de propaganda falangista escrita y editada
en Burgos por el grupo de intelectuales catalanes encabezados por
Dionisio Ridruejo, director del Servicio Nacional de Propaganda,
confeccionado por al llamado grupo catalán de Burgos, fundadores del
prestigioso semanario Destino: Eugeni d’Ors, Ignacio Agustí, Javier
de Salas, Juan Ramón Masoliver... Ese cargamento de propaganda nunca
se repartió porque fue requisado por la autoridad militar, el
general Eliseo Álvarez Arenas, jefe del servicio de ocupación, como
tan torpemente se llamaba el nuevo servicio.
En lugar de esa propaganda, las paredes de Barcelona, y toda
Cataluña, se embadurnaron con un soez e irrespetuoso, aunque
hablaran de Usted: "Hable Usted la lengua del Imperio".
Los pasquines estaban sin firma, lo que demuestra hasta que punto
tenían complejo de culpabilidad sus promotores que no podía estar
lejos del general que había confiscado el camión del grupo de
Burgos.
Nada que ver la represión de los 40 a la de los 70, década que
inauguré con 12 años (Lo concreto porque lo viví. Que no me vengan
con otras gaitas). Durante esos treinta años, la represión a la
lengua se suavizó, pero fue en ese tiempo cuando anidó la neurosis
política nacionalista de la que más de cuarenta años después de la
muerte de Franco los separatas aún están convalecientes.
Es una neurosis no superada que tal día como hoy, hace siete días,
afloró el Grup Koiné cuando presentó en el Paraninfo de la
Universitat de Barcelona una enmienda a la totalidad de la táctica
de ERC de convencer a los castellanohablantes (como bien se sabe,
alrededor del 60% de los catalanes tiene la 'otra' lengua como
materna), de las ventajas, también para ellos, del sueño de la
República catalana.
Leyendo la declaración parece estar escrita la tarde del 20 de
noviembre de 1975, en el que se ha hecho una elipsis (tal y como la
define la Real Academia: omisión intencionada del discurso para
suscitar determinados efectos), porque me da grima tener que
recordar a estas alturas que el franquismo en Barcelona duró treinta
y seis años, dos meses más que en Madrid, pero tres años menos que
en Burgos.
Por eso deploro que esta neurosis no está superada. Koiné es el
síntoma de una patología política que para nada depende de la
inteligencia de las personas, ya que está registrada en la segunda
capa cerebral: la paleo mamífera.
Cataluña, ante el desafío secesionista
SCC exige al Gobierno y al TC que actúen
ante el 'golpe de Estado' en Cataluña
La entidad afirma que la moción independentista de Junts pel Sí y
CUP "ha de tener consecuencias políticas"
www.lavozlibre.com 7 Abril 2016
Barcelona.- Societat Civil Catalana condena de forma enérgica la
tramitación en el Parlamento de Cataluña de la propuesta de moción
presentada por la CUP y apoyada por Junts pel Sí en relación al
proceso de secesión bajo el eufemismo de “momento histórico
excepcional”.
"La moción abre el camino a que el Gobierno y el TC requieran
preceptivamente a los autoridades e instituciones catalanas volver a
la normalidad democrática en Cataluña.
Esta moción no es más que la reiteración de la resolución de 9 de
noviembre de 2015, anulada por el Tribunal Constitucional (TC), y
que instaba al Gobierno de la Generalitat de Cataluña a que,
actuando fuera del marco legal y desobedeciendo a la justicia, se
alcanzase lo que los separatistas denominan 'desconexión' de
Cataluña". Esta reiteración supone una clara vulneración de la
sentencia del TC de 2 de diciembre del 2015", señalan desde la
entidad.
"La moción profundiza en la situación de excepcionalidad que vivimos
los catalanes frente a unas instituciones autonómicas que han
abandonado su obligación de neutralidad y actúan como administración
de un Estado soberano no existente. Una actitud de deslealtad y
deliberada desobediencia como la que sufrimos ha de tener
consecuencias políticas, que deberían traducirse en la unidad de los
demócratas y en el rechazo explícito y contundente a quienes
utilizan las instituciones para dar un golpe de Estado", añaden.
Societat Civil Catalana afirma que "los demócratas no solamente
disponemos de la fuerza que da la unidad, sino de los mecanismos
jurídicos y constitucionales para poner fin a esta anómala
situación". "La actuación de la Generalitat no solamente perjudica a
los catalanes, que nos vemos privados de nuestro gobierno autonómico
y nos encontramos sometidos a instituciones que explícitamente
rechazan la única legalidad existente, sino que, además, afecta
negativamente a los intereses generales de España", explican.
Así, concluyen que "este perjuicio objetivo, que no puede resultar
indiferente a los actores políticos y las instituciones españolas,
exige que se produzca ya el requerimiento preceptivo a las
autoridades e instituciones con el fin de reconducir la situación en
Cataluña a la normalidad democrática".
Cataluña, ante el desafío secesionista
Josep Ramon Bosch: 'Soy un traidor a la
patria, un vil fascista que defiende la unidad de España'
El expresidente de Societat Civil Catalana denuncia con ironía en un
artículo el pensamiento único separatista que impera en Cataluña
www.lavozlibre.com 7 Abril 2016
Barcelona.- Josep Ramon Bosch, historiador y expresidente de
Societat Civil Catalana, escribe un artículo en 'Revista Digital
Catalunya Central' en el que, definiéndose como un "traidor a la
patria", denuncia con ironía el pensamiento único separatista que
impera en Cataluña y el linchamiento que ha sufrido como máximo
responsable de la entidad que defiende la permanencia de Cataluña en
España.
Por su interés, reproducimos íntegramente el artículo:
"Soy un traidor a la patria. Soy lo que los separatistas llaman un
“botifler”, un quintacolumnista y renegado, soy un vil fascista que
defiende la unidad de España y un criminal racista señalado
impúdicamente desde los medios gubernamentales como culpable de lesa
traición a la patria por asistir a un imaginado homenaje a Franco
(según fotografías fantasmagóricas editadas por los talibanes); he
sido protagonista de artículos insultantes por traidor a la patria
escritas por columnistas del régimen por un supuesto “like” en una
página web inexistente; me han acusado de escribir un libro nazi
ideado por calenturientos separatistas; he sido señalado como
colaboracionista y traidor a la patria por escribir inventadas
alabanzas de franquistas y editar vídeos fascistas; recibí una
querella por traidor a la patria acusado de hipotéticos insultos a
Toni Albà y de amenazas desde un inventado perfil falso, (de momento
la juez ha decidido archivar las amenazas); he sido objeto de graves
calumnias por traidor a la patria y mi hija fue agredida al grito de
“tu padre es un fascista”; como soy un traidor a la patria, mi
residencia habitual ha recibido visitas de los ultras separatistas
(en forma de pintura, petardos y simpáticos escritos); hicieron una
sesión monográfica en “Parlamento de Cataluña” para reprobar un
premio europeo recibido y fui calificado por un locuaz diputado
comunista, como un peligro para la democracia y traidor a la patria;
he sufrido escarnios públicos en mi ciudad natal con concentraciones
de “demócratas” acosando mi entorno personal por ser un traidor a la
patria; un supuesto periodista (que no tiene ni el bachillerato) se
prodiga por el principado insultándome y calificándome como un ser
malvado, franquista y traidor a la patria; he sido objeto de
insultos muy graves por ser un traidor a la patria, desde TV3 por un
elemento a sueldo del régimen, desde un programa que se dedica a
hacer alabanzas a asesinos de “Terra Lliure” -este es el nivel-; he
recibido decenas de correos electrónicos amenazándome por traidor a
la patria, he sido objeto de llamadas anónimas vejatorias -mi
teléfono personal y el de mis padres ha sido publicado en muchos
medios separatistas- por traidor a la patria; en mi empresa han sido
cientos las llamadas y mensajes pidiendo mi despido por ir en contra
de la libertad de los catalanes y por traidor a la patria; mi
familia ha recibido recomendaciones de todo tipo para que nos
marchemos de Cataluña y dejamos de perjudicar al “pruces” por ser un
traidor a la patria; en fin todo muy pacífico, divertido, popular,
democrático, espontáneo y sobre todo catalanísimo al tiempo que
lleno de entusiasmo patrio.
Soy un traidor a la patria y estoy orgulloso. Recientemente se ha
publicado un libro que se llama “Perlas catalanes. Tres siglos de
colaboracionistas”, donde se citan a 70 catalanes, y entre los que
tengo “honor” de ser nombrado. Todos ellos presentados como unos
demonios obscenos, capaces de las mayores fechorías contra la
libertad de Cataluña, causantes de la opresión de los catalanes y de
ser unos traidores a la patria. Entre los personajes citados
destacan figuras como Josep Pla, Juan Antonio Samaranch, Cambó,
Porcioles, Boadella, Félix de Azúa, Rosa Regàs, Carme Chacón, Miquel
Roca o Duran; por poner sólo algunos ejemplos. Es cierto que se han
olvidado de Salvador Dalí, de Pere Anton Veciana (fundador de los
Mossos), del padre de Luis Llach, de la tía de Lluis Llach, los
abuelos de Lluis Llach, de Lluís Llach de joven, de J.Mª Gironella,
los primos del Xirinacs, de la familia del consejero Comin, de
Mossèn Cinto Verdaguer, del abuelo de Ernest Urtasun, del poeta
Viada, de la familia de Pere Aragonés, de Isidre Gomà, de Goicoechea
, de Pere Gual, del ministro López Rodó, de José Robrenyo, de Mary
Santpere, Valentí Castanys o incluso se han descuidado de la familia
franquista del presidente Puigdemont. La lista sería larguísima,
pues como todos sabemos hay muchos más catalanes que son traidores a
la patria que patriotas.
Soy un traidor a la patria. Un traidor a la patria del racismo
lingüístico y de los manifiestos de Koiné, soy un traidor a la
patria de los amigos de ETA y Terra Lliure, soy un traidor a la
patria de los que excluyen por motivos ideológicos y supremacistas,
son un traidor a la patria de la CUP y JxS que desean la ruina de
Cataluña y de España, soy un traidor a la patria separatista que
sale en TV3, soy un traidor a la patria del “pruces” que generará
frustración y odio.
Lo reconozco. Soy un traidor a la patria, ¿y tú?"
'La hija del txakurra': un ex guardia civil
relata el drama de las víctimas de ETA
El ex guardia civil José Alfonso Romero cuenta la parte más personal
y humana de las víctimas de ETA en 14 relatos llenos de experiencias
en primera persona
Paola Fernández. San Sebastián El Confidencial 7 Abril 2016
En 14 relatos sobre la violencia que ejercía ETA, José Alfonso
Romero quiere poner en valor la parte más personal de las víctimas.
Este ex guardia civil estuvo destinado en San Sebastián durante los
años más duros de la banda armada, cuando los asesinatos eran casi
diarios y la sociedad les marginaba en todos los aspectos. Después
de más de 30 años, ha decidido rendir homenaje a todas esas personas
que conoció y con las que compartió sufrimiento a través del libro
'La hija del txakurra'.
Pregunta. ¿Por qué comenzó a escribir este libro?
Respuesta. Yo estuve destinado en San Sebastián como guardia civil.
Todo lo que vives allí te marca. También en un momento entendí que
debía hacer algo, porque me preocupaba que se empezaba a
desdramatizar a ignorar la parte humana de las víctimas. En general,
del civil, del guardia civil o del policía, de todos. Se reducía al
uniforme o a aspectos exteriores, pero no se hablaba del verdadero
drama que un asesinato lleva detrás. Ahí es donde nace la idea de
hacer algo que ponga en valor la visión humana indiscutible, que a
veces parece un poco ingenuo, pero es así.
P. El primer relato, que se puede descargar gratuitamente, se llama
‘Once años después de morir’, y cuenta el asesinato de un ex guardia
civil contado por su mujer. ¿Su idea era contar ese sufrimiento de
mano de los familiares?
R. Lo que en el fondo quiero es hacer un homenaje y, sobre todo, que
se visualice la brutalidad de todas estas acciones. He escrito los
relatos con elementos de lo que ocurría, no es que invente nada sino
que con esos elementos creas una serie de relatos que efectivamente
no se ciñen a lo que pasó realmente. Porque si hablas de una persona
en concreto, reduces mucho el espectro para que una persona
visualice y causas también un dolor añadido a la persona. Quiero que
la gente se vea más reflejada en el dolor de una viuda, por ejemplo,
que a lo mejor en el hecho en sí de que han asesinado a su marido.
Por otro lado, la sociedad también tiene una idea más general de que
muchas más personas vivieron esa situación.
Es muy curioso ese primer relato con el que empieza el libro, que
trata de ese agente que en su momento acompañaba a José Ángel
Pardines, el primer Guardia Civil que mató ETA, y después a los 11
años, cuando ya estaba retirado, lo asesinan. Es algo simbólico,
empiezo con él por el simbolismo de cómo se cierra el círculo.
P. En el título, ‘La hija del txakurra’, puede que muchos no
entiendan el término despectivo para denominar a los cuerpos y
fuerzas de seguridad del Estado... pero para otros es un término muy
fuerte.
R. Sí, efectivamente. De hecho, igual a personas cercanas que lo han
sufrido les puede echar para atrás un poco el título. Cuando
intentas ir a esa parte, es decir, a lo humano, entiendo que es
importante poner esos elementos. En este sentido, el título lo cojo
del segundo relato del libro, que habla de la situación de los
niños. En el libro digo que los niños eran la parte más inocente de
toda esta situación, y realmente llegó un momento en que toda esa
deriva que se produce con la violencia les iba a afectar. Había un
rechazo en las escuelas porque la presión era muy alta y la gente
quería congraciarse con ellos.
La idea de este relato viene de cuando yo estaba de servicio en la
puerta de la Comandancia en Guipúzcoa, y pasaba por delante un
autobús con niños que iban al colegio. Nosotros teníamos prohibido
montarnos, lo que se me quedó muy grabado. Con todo esto del
autobús, hilo este relato: cuando matan al padre de una de esas
niñas, uno de los profesores dice: “Por fin se ha quedado huérfana
la hija del 'txakurra”.
P. ¿Qué es lo que pretende realmente reflejar con este libro?
R. Lo que quiero es contar la parte que no se ha contado. Es decir,
las víctimas han sido siempre como un catálogo, como números. La
cuestión era hablar de esas personas que tienen ilusiones, una
novia, una mujer a la que dejan viuda, una familia detrás de ese
latigazo que es una huella indeleble. El que muere muere, pero los
demás deben vivir con ese drama. La Historia se va a dirigir a
contar los acontecimientos importantes, como la lucha contra el
terrorismo, pero yo quiero hablar de la gente. Intento a través de
la literatura reflejar cómo sufrimos. Realmente no se habla del
drama que vivíamos dentro, éramos personas, eso no está en ningún
informe de la Guardia Civil. Intentar conciliar esa vida con la
violencia, el rechazo social. Hablo de nuestros miedos, de nuestra
desesperanza, porque éramos muy jóvenes. La edad media eran 25 años.
P. En la presentación del libro, habla de una sociedad acomplejada
en los años ochenta. ¿A qué se refiere?
La sociedad española estaba acomplejada por la dictadura y siempre
lo estuvo respecto a ETA. De hecho, le fue bien porque se entendió
en un principio como la respuesta a la dictadura y se le fue dando
un valor que no tenía. Era un grupo que, para bien o para mal, tenía
una idea muy clara respecto a la independencia que tanto reclamaba.
Lo demás le importaba tres pitos. El primer complejo está en el
propio Estado porque no aplicó los principios del derecho. Hubo un
momento en que hizo dejación y ahí quedábamos nosotros en tierra de
nadie. Había un atentado y se rasgaban las vestiduras, pero al día
siguiente ya se volvía a hablar de conflicto. Ya no te digo nada del
Gobierno vasco que, por ejemplo, decía que era una brutalidad y al
día siguiente les llamaba 'soldados vascos'. Esto era desalentador.
Creo que el complejo era general, pero en el País Vasco había miedo.
ETA metafóricamente era el Estado, tenían más poder que los demás.
Nosotros podíamos representar porque éramos los que aparecíamos
armados, pero la parte represiva realmente la ejercía ETA.
Congraciarse con ETA era una seguridad. Tú podías hacer muchas
estupideces de estas que se hacían, porque muchas veces allí las
personas hacían cosas que no se deberían consentir, pero las hacían
porque estaban rotos, había gente que estaba mal. Gente que llevaba
cinco años allí sometida a esa presión y estaba rota. Nunca se dijo,
porque por parte del Estado interesaba que fuéramos siempre de
granito y que no te corrompieras. En la sociedad vasca había miedo y
era lógico. Hablar con nosotros podía ser causa de que te mataran.
Simplemente eso.
P. ¿Cómo era la vida de un guardia civil en San Sebastián en aquella
época?
R. La vida era totalmente irregular. Yo llegué allí en el año 1979 y
estuve hasta mediados de los años ochenta. Una situación anómala,
perversa en todos los aspectos, y no te aportaba nada. Era una
situación de violencia. En la calle era un rechazo continuo, la
sensación que tenías era de que la gente te odiaba. Estabas
sirviendo a una sociedad que no tenía sentido. Por la calle tenías
que ir con mucha precaución.
P. ¿Qué le dejó esta experiencia?
R. A mí me rompieron el sistema nervioso, a partir de ahí me fui,
pero he estado siempre mal. Anímicamente te rompes porque no lo
acabas de superar. Vas pensando que alguien te puede matar. Yo era
una persona que no había tenido nunca ningún problema y llegué allí
con 19 años. Y llega un momento en que te das cuenta de que es
imposible defenderse. Entender y aceptar que si te quieren matar, lo
van a hacer es muy duro.
P. ¿Cree que ha habido un cambio de actitud de las instituciones con
el paso de los años?
R. La soledad que vivían las víctimas era general y es verdad que
eso fue cambiando. Lo que sigo viendo es que hay que intentar sacar
a las víctimas del contexto político. Porque la política todo lo
justifica, es decir, en función de cada uno y de sus intereses. Yo
creo que se debe contar la historia y el dolor, porque eso es
incontestable. El dolor rige para todos, no es algo opinable.
Algunas directivas de asociaciones se han posicionado y eso ha
causado mucho dolor a las víctimas.
P. Ha escrito otros libros, pero supongo que este será el más
especial.
R. Lo que he querido en este es hablar de la persona, no decir un
número o 'txakurra', y sacarlo de esa sospecha. Imagínate un civil:
si no era porque había sido alcalde franquista, era porque había
sido de la UCD, y si no, llegaba un momento en que se decía “algo
habrá hecho”. Y no lo decía ETA, lo decía la sociedad. Eso es
terrible. Cuando pasaron los años empecé a entender que había la
necesidad de hacer un gesto, al margen de que yo fuera guardia
civil. Dejar claro que somos personas. Ahora lo considero un
homenaje a todas esas personas que conocí.
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