Así se malogró el régimen del 78
'El Estado ha quedado para el desguace'
Así explicaba el catedrático Manuel Ramírez, que colaboró en la
elaboración de la Constitución, cómo y por qué se vendrá abajo un
régimen, el del 78, que hoy "pende de débiles alfileres".
Rafael Núñez Huesca www.gaceta.es 18 Abril 2016
El 17 de abril se cumplió un año y dos meses de la muerte de uno de
los mayores conocedores de la Constitución de 1978. ?Manuel Ramírez
Jiménez fue jurista, politólogo y catedrático de Derecho Político
desde 1975. Hombre ecuánime y moderado en sus planteamientos, se
atrevió con el primer análisis científico sobre el andamiaje
jurídico-político de la II República aún en vida de Franco. Recibió
numerosos galardones, como la gran cruz de la Orden de Alfonso X el
Sabio y la gran cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort, y fue
Presidente de la Asociación Española de Ciencia Política. Su
especialidad fue la citada II República y, sobre todo, la Transición
española, un periodo que vivió y del que fue partícipe en tanto
colaboró directamente en la redacción de la Carta Magna. ?
En su libro ‘España al desnudo (1931-2007)’ el profesor Ramírez hace
un repaso del pasado reciente de España. Un repaso doloroso, porque
como dejó escrito Ortega, al que cita frecuentemente, “para un
hombre nacido entre el Bidasoa y Gibraltar es España el problema
primario, plenario y perentorio”.
Pero antes de llegar al 78 hace un somero repaso de las que para él
han sido “las ocasiones perdidas de España”. Aborda el llamado
problema de España y señala la Constitución gaditana (1812) como la
esperanza que pudo ser y no fue. Fernando VII quiso hacer “como si
no hubiesen pasado jamás tales actos, y se quitasen de en medio del
tiempo”. A lo largo de todo el siglo XIX el objetivo de los
liberales sería intentan reeditar la Pepa.
La Revolución de 1868 y la Constitución liberal de 1869 habrían
constituido, a juicio del autor, el segundo gran intento. Un ciclo
que alcanzaría hasta 1874 y que “parecía el triunfo definitivo” de
la burguesía. El proyecto también se malogró. Por la presión de los
sectores monárquicos y, sobre todo, por el cantonalismo, "ese
sentirse insolidario con un todo”. Luego, con la Restauracion, vino
lo que llama “el tinglado bipartidista”. “En los casi cincuenta años
de vigencia de la Constitución Canovista de 1876 (…) nada hubo de
ganancia”.
El 14 de abril de 1931 es “la última y más estudiada de nuestras
ocasiones perdidas”. Manuel Ramírez Jiménez es muy crítico con el
tratamiento que se dio al asunto religioso -“incomprensible
minuciosidad"- en el texto del 31. Y apunta, respecto al abordaje
del tema nacional en el articulado, lo significativo de llamar
sencillamente “regiones autónomas” a las regiones, “bien lejos del
actual aquelarre entre nacionalidades, regiones, naciones de
naciones, Estado plurinacional y demás gaitas entre las que ahora
nos movemos”.?
Y el autor se refiere, por último, también al texto del 78, en el
que él mismo participó, como ocasión perdida. Y cifra el fracaso en
“el problema del nacionalismo”. Y mientras el problema exista, dice,
“no estará acabada la Transición”.
Los errores de la Transición
Manuel Ramírez detalla una serie de supuestos que favorecieron el
consenso del 78. El primero de ellos, la certidumbre que tenía el
propio Franco sobre el final del régimen por él instaurado. De igual
modo señala la ausencia de “una fuerte ideología oficial
estructurada”, pues en realidad el régimen era un “conglomerado de
aportaciones, más o menos fidedigno, más o menos dulcificado,
venidas de Falange, del nacionalcatolicismo, del viejo carlismo y
sobre todo del pensamiento tradicional español cargado de
nacionalismo. Con el sello militar. Pero jamás hubo fascismo ni
ideología similar”. En este sentido destaca también la aparición de
una nueva derecha, que fue protagonista en la Transición y que
estuvo encarnada en los López Rodó, López Bravo, Fernández de la
Mora o el mismo Adolfo Suárez. Estos serían los encargados de
realizar el cambio, pero desde las estructuras institucionales y
legales existentes. El consabido “de la ley a la ley pasando por la
ley”.?
Los movimientos estudiantiles también habrían sido, a juicio del
autor, estímulos que llevaron a España a la democracia, así como las
movilizaciones obreras, la actitud de algunos intelectuales, los
esfuerzos de la prensa crítica, la disposición de un Rey que pronto
se erigió en “el motor del cambio”, la invasión del del turismo, el
aumento del nivel de vida y el establecimiento de una clase media
temerosa que perder lo logrado, la influencia del Concilio Vaticano
II, que supuso un revulsivo para la Iglesia española y la sociedad
en su conjunto y, en definitiva, el sacrificio de muchas demandas
iniciales por parte de todos los actores políticos. Un esfuerzo
ingente y sin embargo "malogrado" ya en el año 2008, fecha en la que
se publica el libro.
(Los padres de la Constitución. Año de 1978)
El autor se siente personalmente concernido por un fracaso cuyas
causas serían múltiples, pero entre las que destaca el sempiterno
problema regional. Así, “la evidente crisis de un sentimiento de
comunidad nacional, originada en gran parte por el tema de la
ampliación o reforma de los Estatutos de Autonomía, (…) ha llegado a
límites insospechados y harto peligrosos”. Y habla de un Estado cada
día “más débil y más diluido”. También señala Ramírez “el terrible
mal de la partitocracia”, así como el hedonismo y el consumismo,
valores corrosivos para la convivencia. Y la mal llamada Ley de
Memoria Histórica, “que nadie esperaba a estas alturas”.
Mas vuelve el autor sobre el que considera el principal problema
para denunciar incluso la errónea política seguida con el Ejército,
“sobre todo con la súbita desaparición del servicio militar (…)
habiendo desaparecido los esenciales valores del patriotismo o ‘del
servicio a la Patria’”. ?Para el politólogo la Constitución erró con
la inclusión del término nacionalidad, “que nadie sabía lo que era y
que pronto se sustituyó por algo que chocaba con los mismos
principios del texto: nación”. También en la posibilidad de ceder
competencias propias del Estado a algunas Comunidades, sin fecha y
con muy escaso reparo (art. 150,2), algo que ha ido debilitando al
Estado “escandalosamente en un trágico desguace”. Durante los
últimos años, y precisamente por haber premiado lo diferencial y no
lo común, “el país ha ido perdiendo sus notas esenciales” y se han
ido fomentando y consolidando “una serie de nacionalismos
excluyentes que hablan impunemente de nación y, en algunos casos, de
apetencia de autodeterminación” (recuérdese que el libro fue
publicado en 2008).? Unos nacionalismos que “por un lado pretenden
concesiones especiales del Estado y, por otro, y como paradoja
difícil de entender, se reclama una separación del mismo”.
Manuel Ramírez Jiménez era dolorosamente pesimista respecto del
futuro de España y llegó a preguntarse, visto el “desprecio y hasta
la negación de los símbolos nacionales”, si era inminente la
desintegración de España. “Hay que tener mucha fe en el texto de
1978 como para no aceptar que, al menos en este punto del tema
regional, su empeño ha fracasado”. ?Y concluía su libro con un
puñado de palabras que si antaño parecían revestidas de pesadumbre
hoy resultan proféticas: “no esperábamos (el pesimismo) en los
momentos de transitar a un régimen que muy posiblemente este ahora,
pocos años después, pendiente de unos débiles alfileres que pueden
caerse si el viento arrecia con fuerza”.
El oscuro secreto de la incertidumbre
política
Javier Benegas www.vozpopuli.com 18 Abril 2016
Nada más alejado de las preocupaciones y angustias del común que los
plomizos discursos que los líderes de los diferentes partidos
pronuncian casi todos los días a cuenta de sus frustradas maniobras
para una investidura imposible. Ni nada más inquietante que sus
propuestas de acuerdo, donde se les clarean las ideas No hay
política vieja o nueva, lo que hay es cálculo demoscópico para
acceder al presupuesto. En eso hace tiempo que unos y otros están
coaligados, aunque no se pongan de acuerdo en el reparto.
El presupuesto es una tarta de la que todos quieren una parte. Es
sencillo de entender. Los líderes de los partidos necesitan acceder
al presupuesto para crear, conservar y extender sus redes
clientelares; es decir, acrecentar su poder. En esto no hay
excepciones. Por más que algunas formaciones resulten temibles en lo
ideológico, antes dedicarán sus esfuerzos al pilla pilla
presupuestario que a construir el paraíso en la tierra. Al fin y al
cabo, sin soldada no hay tropa. Y sin tropa el Poder es un
intangible. No seamos ingenuos, en pleno siglo XXI nadie hace la
revolución por altruismo. La austeridad y el puritanismo de
Robespierre pertenecen a otra época. Hoy, sentar las posaderas en el
sillón y descubrir que sólo se vive una vez es todo uno, incluso
para los que se creen ungidos.
Se explica así que en el Ayuntamiento de Madrid, donde los
comunistas gobiernan, se haya decidido gastar hasta el último
céntimo del remanente del pasado ejercicio: 560 millones de euros,
9.3176 millones de pesetas. No es sólo una cuestión ideológica, sino
también la vieja estrategia política del clientelismo. De no
dilapidarse, ese dinero podría traducirse en una importante rebaja
de la presión fiscal que los madrileños soportan o, al menos, en un
mejor servicio en cosas tan básicas como la recogida de residuos
sólidos y la limpieza de las calles, por ejemplo. Pero no, es más
rentable desde el punto de vista del gobernante abrir una nueva vía
de gasto, como adquirir 200 autobuses ecológicos, porque el
medioambiente y la salud no se negocian. La contaminación está
formada por partículas en suspensión en el aire… pero también por
esa niebla que es el derroche, donde se gesta la deuda que habrán de
respirar los contribuyentes.
Dentro de la lógica del político, el remanente está para gastarse.
Nunca para aligerar las cargas de los ciudadanos. De hecho, que haya
remanente es un error impropio del profesional de la política. La
regla de oro es gastar como si no hubiera mañana, que lo recaudado
siempre sea insuficiente para así justificar presupuestos cada vez
más disparatados y los correspondientes incrementos tributarios.
Hablar de reformas fiscales como remedio para el sostenimiento del
sistema es otro engaño. A un aumento de la recaudación siempre le
sigue un incremento del gasto, nunca ahorro. Es una simple cuestión
de incentivos.
El Poder y la permanencia en el sillón es directamente proporcional
al número de estómagos agradecidos. Derramando euros en
polideportivos, autobuses, parques, jardines y todo lo que se tercie
es como se ganan lealtades y votos. Por el contrario, ahorrando el
político se vuelve antipático y hace muchos enemigos.
En un país donde la mayoría quiere ser funcionario, el gobernante
que gasta a manos llenas es un ídolo, un benefactor bendecido por
los grupos de interés y, también, por el ciudadano raso, que se cree
afortunado porque una parte muy menor de su propio dinero vuelve a
él en forma de alguna prebenda. Desde empresarios que buscan
suculentos contratos, pasando por empleados públicos que quieren
consolidar derechos, hasta quienes simplemente pasan por ahí a ver
si cae algo, todos ven en la prodigalidad del político, en su
derroche, el mejor de los augurios. Esa cultura del gasto es lo que
llaman certidumbre. Para ellos es saber que podrán seguir en su zona
de confort; para el contribuyente, la certeza de que le apretaran
las tuercas.
El hecho de que no haya Gobierno es en parte una bendición, al menos
en lo que respecta a quien sobrevive al margen o a pesar de la
política, aunque tenga sus costes. Porque lo primero que hará el
próximo Gobierno, sea cual fuere, será subir los impuestos y las
cotizaciones. Así lo llevan advirtiendo unos y otros de manera
reiterada. En eso están todos de acuerdo, incluso antes de hacer
campaña. Lo que sea necesario con tal de no meter mano a un gasto
público que es el humus donde, según ellos, se origina la vida.
Meter en vereda el gasto no se ha de traducir necesariamente en una
reducción del número de camas de los hospitales, en menos policías
en las calles o en aulas saturadas. Ésta es la recurrente falacia
del “hombre de paja”. Desconfíen de quien esgrima estos argumentos
para cortar de raíz el debate. En realidad, se trata de eliminar
todo aquello que no sea imprescindible, porque los recursos son
finitos. Ocurre que ahí, en el vasto territorio de lo superfluo es
donde están los intereses. Satisfacerlos es hacer carrera;
cuestionarlos, el camino más rápido hacia la puerta de salida.
Los ayuntamientos no existen para cambiar costumbres, educar al
ciudadano y reconstruir su pensamiento so pretexto de hacer de él un
mejor ser humano. La misión de un gobierno municipal es que los
semáforos cambien de color cuando deben, las farolas se enciendan,
la basura se recoja y las personas puedan dedicarse a sus quehaceres
porque las cosas funcionan. Para todo lo demás están las entidades
privadas, las asociaciones y las fundaciones a las que cada cual
puede sumarse libremente. Las “grandes causas” son demasiado a
menudo líneas de negocio travestidas de altruismo. Los ideólogos las
patentan para crear mercados cautivos, a mayor gloria de sí mismos,
de los suyos y de cualquier espabilado que añada el ingrediente
emocional a los más burdos negociados.
Lo mismo cabe decir de las Comunidades Autónomas y, también, del
Gobierno. Quien quiera un mundo feliz a base de derrochar dinero
ajeno que lo obtenga de quien voluntariamente quiera dárselo. Una
cosa es servir al ciudadano y otra muy distinta vaciarle los
bolsillos y, además, tratarle de idiota dando por hecho que no sabe
qué le conviene. Resulta que el progreso no es derrochar sino ser
cada vez más eficientes. El derroche produce la peor de las
poluciones: corrupción a mansalva. Sin embargo, ésta es la
incertidumbre: los 121 días que llevamos sin saber a quién hay que
dirigirse para trincar del presupuesto.
“Lo que diga Rajoy”: Las confesiones de un
ministro
La política española está muerta. Y son los propios partidos los que
con su comportamiento excluyente impiden cambios institucionales
para acabar con la corrupción
Carlos Sánchez El Confidencial 18 Abril 2016
Hace algún tiempo, un viejo sindicalista -ya fallecido- mostraba su
estupor por el hecho de que la vieja Internacional Socialista
hubiera sido borrada del mapa. Atrás habían quedado los tiempos
heroicos en los que dirigentes como Willy Brandt, Mitterrand, Olof
Palme o Bruno Kreisky marcaban el paso de la agenda internacional.
Hoy, como se sabe, la Internacional Socialista es un vulgar fantasma
que vive atrapado por el pasado en su residencia crepuscular de
Sunset Boulevard.
Recordaba el sindicalista, con pesar, que en una ocasión se
encontraba en Alemania hablando de política con un colega. En un
momento de la conversación, el español criticaba con dureza las
reformas económicas emprendidas por el excanciller Schröder, la
famosa Agenda 2010. “Este Schröder”, le decía, “no es capaz de ver
adónde nos lleva a los socialdemócratas…"
La respuesta del alemán fue un tanto críptica: “Sí lo ve. Lo que
pasa es que es alemán".
La sorpresa del sindicalista español iba en aumento y le espetó:
“¡Pero tú, también, eres alemán...!".
Entonces, el germano le cogió de las solapas con delicadeza y le
respondió:
- "Mira, él sabe que va camino del precipicio y que se va a matar,
pero se tira. Porque es alemán…".
Alemania, es evidente, no se despeñó. Todo lo contrario. Pero es muy
probable que España lo haga si el sistema político en su conjunto no
es capaz de identificar la naturaleza de los problemas. El célebre:
"Tenemos saber lo que nos pasa" del que hablaba Ortega hace más de
un siglo.
Y lo que ha sucedido esta semana –la dimisión de Soria, la detención
de Mario Conde y del alcalde de Granada o el desmantelamiento de las
cúpulas de Manos Limpias y Ausbanc- no es más que el retrato
incómodo de un país desnortado que además carece de Gobierno, y al
que se le han vuelto a romper las costuras por el mismo sitio: por
la corrupción y la mentira política. Exactamente igual que sucedió
hace dos décadas.
Existe, sin embargo, una diferencia sustancial. Los cambios
demográficos y sociales han sido tan intensos -sobre todo tras la
crisis- que hoy la política se ve como un problema, más que como una
solución por su indigencia a la hora de dar soluciones.
Si hasta antes de la recesión, la política no formaba parte de los
problemas esenciales de los españoles, hoy la clase política en su
conjunto es el tapón que impide el progreso del país. Probablemente,
por la incapacidad del sistema de representación para identificar de
forma correcta aquellos incentivos perversos que favorecen la
corrupción (también la intelectual), y que tienen que ver, sobre
todo, con la calidad de las instituciones. Una especie de
italianización apresurada de España.
Clientelismo político
El viejo clientelismo de la política es lo que explica la ausencia
de autocrítica en los partidos, lo que lleva necesariamente a un
atrincheramiento ideológico que hace muy difícil la convivencia. Y
que se manifiesta de forma palmaria cuando una formación cualquiera
exhibe con impudicia ‘líneas rojas’, como si el voto de unos
españoles fuera mejor que el de otros españoles.
Esto no sería preocupante si el ámbito de decisión de la política se
limitara al hecho de estar en el Gobierno o en la oposición, pero
cuando ocurre que los partidos imponen, según sus intereses, todo el
entramado institucional, incluido el judicial, el resultado es
nefasto. La política, en el peor sentido de la palabra, ha
contaminado el buen funcionamiento de todas las instituciones del
Estado.
Esa visión burocrática del poder -jerarquizado hasta el absurdo-
está detrás del marasmo político. En particular en el caso del PP,
capaz de suicidarse antes que alzar la voz contra la indolencia de
su líder.
Unas horas antes de la dimisión de Soria, un ministro en funciones
comentaba en privado la incomodidad que le suponía al PP la
situación del ya exministro de Industria. Sobre todo en un periodo
preelectoral como el actual. Pero lo más sorprendente era comprobar
la falta de audacia de los dirigentes de su partido para hacer
frente a esa situación. "Lo que diga Rajoy", sostenía con
resignación, al tiempo que mostraba su desesperanza por el
comportamiento de ciertos jueces justicieros que han convertido su
oficio en un circo mediático sin que el Poder Judicial mueva un
dedo. Sin duda, porque Moncloa es hoy un páramo de ideas.
Ese ‘lo que diga Rajoy" -santo y seña desde el Congreso de Valencia-
esconde las miserias del Partido Popular. Aunque no solo del partido
conservador. La ausencia de respuestas eficaces para luchar contra
la corrupción es lo que genera, precisamente, más corrupción. Y
cuando los partidos son incapaces de pactar para formar Gobierno
buscando soluciones imaginativas, lo que se genera es un inquietante
caldo de cultivo cuya cosecha emergerá de nuevo dentro de algún
tiempo. Tal vez, como ahora, en un par de décadas. La corrupción no
cae del cielo. Se mima desde los poderes públicos bloqueando las
reformas con argumentos pueriles y con trampas de vulgar trilero. Y
la mejor demostración de ello es que cuando llegan al poder con
mayoría absoluta pisotean a la oposición en una actitud
patrimonialista del poder.
Los partidos renuncian al pacto no porque defiendan sus legítimos
intereses ideológicos, sino porque saben que un sistema político más
democrático, abierto y transparente acabaría con los privilegios de
sus dirigentes, convertidos en los nuevos mandarines de la cosa
pública. César o nada.
Si se cambia la ley electoral, favoreciendo que sean los ciudadanos
y no las direcciones de los partidos quienes elijan los cargos
públicos, las direcciones de los partidos perderán sus prebendas y
su capacidad de decisión, y por eso se ha preferido mantener el
'statu quo'. Si se profundiza en la separación de poderes, su
capacidad de influencia se verá mermada, y por eso se esgrimen
‘líneas rojas’ que en realidad son subterfugios para que todo siga
igual. Todos saben que para hacer cambios relevantes es necesario
modificar la Constitución mediante amplios consensos, pero no se
pacta, precisamente, para evitar que lleguen esas reformas.
El no pacto, en este sentido, es una consecuencia lógica del
mediocre sistema de partidos que convierte a la política en algo
excluyente y autoritario. Cuando la política es, precisamente, todo
lo contrario. O, al menos, debe serlo.
La caza
Luis Herrero Libertad Digital 18 Abril 2016
Los hocicos de los lobos siguen el rastro de la sangre. El alcalde
de Granada, detenido y puesto en libertad con cargos, le hace la
peineta a su partido y se niega a dimitir después de acusar a la
cúpula de Interior, en manos correligionarias, de ordenar su caída
en desgracia. El ministro de Industria, una especie de Trotsky en
versión platanera, desaparece de la foto de familia del leninismo
monclovita después de arruinar su reputación en el oprobioso cadalso
de la mentira. Una triste parodia del ave fénix, aquel banquero
finisecular que de madrugada le susurraba por teléfono sus proezas
sexuales al Rey mientras media España le ponía como ejemplo a
seguir, regresa a la cárcel por blanquear chapuceramente el fruto de
sus fechorías pasadas. Un ex presidente del Gobierno, acorralado por
la Agencia Tributaria, y un Óscar de Hollywood, pillado infraganti
en la ominosa playa de un paraíso fiscal, se suman a la procesión de
gigantes y cabezudos que recorre el esperpéntico callejón del gato
de la iconoclasia nacional. Y, por si fuera poco, pillan con las
manos en la masa de la burda extorsión a sus propias víctimas a los
dos justicieros que más presumían de conducir a los poderosos ante
las fauces de la Justicia. Todo esto ha ocurrido en la última
semana. Parece como si en los minutos basura de esta legislatura que
se resiste a morir se hubieran liberando los últimos humores
pestilentes de su encarnadura cadavérica.
¿A quién culpar? ¿Sólo a la idiosincrasia carpetovetónica del alma
colectiva? No. Los hocicos de los lobos siguen el rastro de la
sangre. Y basta con echarle un ojo a la prensa no domesticada para
darse cuenta de que Rajoy es el objetivo de la jauría. El tono de la
crítica ha subido en intensidad. Que su desaparición política es
condición necesaria, aunque no suficiente, para que las cosas
empiecen a cambiar ya no es sólo una demanda recurrente del
argumentario político de los partidos políticos que compiten con el
PP -de todos, sin excepción-, sino también del análisis de eso que
se ha dado en llamar la opinión publicada. Todas las cabeceras
periodísticas menos una desayunan ya carne cruda de presidente en
funciones a diario. Lo único que varía es el tamaño de la ración y
la guarnición del plato. De ahí a que los votantes de la derecha
incorporen a su dieta el mismo menú hay todavía un trecho, es
verdad, pero no tiene por qué ser necesariamente largo. Antes o
después, lo publicado y lo público son climas de opinión que tienden
a converger en los puntos fundamentales. Que Rajoy es algo más que
una calamidad, todo un obstáculo para la regeneración del ambiente
político que respiramos en esta España de humores hediondos, es sin
duda uno de ellos.
La conmiseración que inspiran las minorías atribuladas, o los
individuos que se enfrentan en soledad a la reprobación
multitudinaria, tiende a suavizar el tono de la crítica. Pero no es
eso lo que está pasando. Al revés. El castigo a Rajoy es cada vez
más duro. Y no tanto por culpa de los que critican, me parece a mí,
sino por la actitud de los propios criticados. No hay ni en el PP ni
en su líder ni si quiera el más mínimo signo de aceptación de un
sencillo mea culpa. No merece el perdón quien no pide ser perdonado.
El partido gobernante sigue a lo suyo, reclamando el derecho a
seguir mandando que les otorga, según ellos, el mero hecho de haber
conseguido la minoría mayoritaria de los escaños del Congreso. Aún
no se han percatado de que lo adjetivo nunca puede más que lo
sustantivo. Que sea la mayoritaria no significa que deje de ser una
minoría, es decir, una condición ilegítima para imponer sin más las
condiciones del Gobierno. Ni se disculpa el PP ante los electores
que decidieron retirarles la confianza el 20-D ni se examina por
dentro para tratar de ofrecer una cara distinta el 26-J. Lo primero
les llevaría a hacer la autocrítica que aún no han hecho, y lo
segundo les exigiría pedirle a su líder que rindiera las cuentas de
su fracaso.
Una cita electoral tras otra, desde las europeas hasta las generales
pasando por las andaluzas, las catalanas, las municipales y las
autonómicas, el PP ha ido perdiendo apoyos en las urnas a un ritmo
alarmante. En dos años ha logrado dilapidar casi todo el poder
territorial que tenía, y eso que lo tenía casi todo, emulando el
proceso que protagonizó el PSOE de Rodríguez Zapatero en la
legislatura anterior. La diferencia es que Zapatero tardó ocho años
en acabar con su patrimonio político y Rajoy lo ha conseguido en la
mitad de tiempo. Por lo demás, ambos líderes han sabido
ingeniárselas para perpetrar sus respectivos ejercicios de auto
exterminio político en medio del silencio sepulcral de los corderos
-diputados, concejales, alcaldes, consejeros y presidentes
autonómicos- que son conducidos al matadero. Por increíble que
parezca, los supervivientes del PP se dirigen cabizbajos y mudos al
Waterloo del centro-derecha. Y sí, en efecto: me temo que Rajoy se
cree Napoleón. Hasta ahí llega su grado de locura.
Como nadie se cree más tonto que la mayoría, las víctimas silentes
que caminan hacia el degolladero son incapaces de escuchar las voces
que, desde fuera, les advierten del peligro que les aguarda al
permitir que les siga acaudillando el mismo jefe de la manada que
les ha llevado hasta el borde del precipicio. Y si las oyen, las
desprecian. Si ellos, que son los que se juegan el pellejo, no ven a
Rajoy como la causa de su infortunio, ¿por qué deberían tener razón
aquellos que, sin jugarse nada en el envite, le cuelgan ese
sambenito? El propio Rajoy es el primer escéptico que se niega a
verse a sí mismo como la criptonita del PP. No sólo no se ve como un
problema, sino que se ve como la mejor solución. Está convencido de
que volverá a ser presidente del Gobierno y que, gracias a eso, los
suyos seguirán deambulando por los corredores del poder. De ahí que
su apuesta haya sido, desde el principio, la repetición de las
elecciones. Cree que un puñado de escaños de más, entre PP y
Ciudadanos, le garantiza la investidura.
"El problema -me dijo hace un par de días un distinguido
interlocutor del partido de Rivera- es que Rajoy no se ha dado
cuenta todavía de que nunca más volverá a ser presidente del
Gobierno. Está convencido que no podremos resistir la fortísima
presión que tendremos para apoyar su candidatura a poco que mejoren
las condiciones aritméticas tras la repetición electoral. Pero se
equivoca. Nunca le apoyaremos. A él, no. Nunca. Y a Soraya, ya lo
veremos. Yo creo que tampoco. Ellos tienen la impresión de que, como
somos nuevos y aún estamos tiernos en esto de la alta política,
seremos incapaces de mantener nuestra negativa hasta el final porque
nos doblegará el ambiente. Creen que somos débiles. Bueno, pues ya
saldrán de su error".
El duelo está servido. Si Rivera aguanta el tipo, la caza de Rajoy
habrá terminado. Y, para su desgracia, con éxito.
Soraya prepara su 26 de Junio
Federico Jiménez Losantos Libertad Digital 18 Abril 2016
En sólo una semana, el sorayato ha dado pasos decisivos para lograr
su propósito: que la Vicepresidenta del Gobierno, ama de llaves del
CNI, gran protectora y protegida del Duopolio televisivo y de la
Cadena PRISA, llegue a la noche del domingo 26 de Junio en
condiciones de encabezar la Oposición, si es candidata en las
elecciones del 25, o de convertirse en jefa del grupo parlamentario
del PP tras la marcha de Rajoy y su designación como gran
sepulturera de la derecha política española que un día fue el PP.
En esta semana, el sorayato, a través del entusiasta Montoro, que
tras meses de silencio ha sido recuperado por la Vicetoda como
verdugo de sus enemigos políticos a través de la inquisición fiscal
-en sus dos ramas, la ejecutiva-policial y la filtradora-alevosa-,
ha mandado a la cárcel a Mario Conde, verdadero modelo de Soraya
como aventurero sin ideas políticas ni principios éticos pero capaz
de emplear todos los medios que no son suyos –uno los de Banesto,
otra los del Estado- en su exclusivo beneficio personal y político.
Ha degradado públicamente a José María Aznar, al que Conde no pudo
desalojar como líder político de la Derecha en su camino al Poder.
Las cuentas pendientes del sorayato con Soria
Ha destruido también –ayudada por la torpeza del propio ministro- al
miembro del Gobierno más beligerante contra ella y su imperio
mediático, el titular de Industria José Manuel Soria, que se opuso
públicamente y con la Ley en la mano a la salvación por absorción de
La Sexta por Antena3, amén de enfrentarse a Montoro en el Caso
Abengoa, por la subvención de las "energías renovables", cuyo
ruinoso argumentario exhibió Montoro en el Consejo de Ministros y
destruyó Soria exhibiendo el mismo informe con el sello de la
empresa Abengoa que le había llegado a él días atrás.
Por si el encarcelamiento de Conde, la degradación de Aznar y la
caída de Soria no habían sembrado el terror de manera
suficientemente pedagógica en el llamado G-8, el medio gobierno
–ahora menos- que se opone a la entronización de Soraya sobre los
restos políticos de Rajoy, el sorayato perpetró una versión
municipal del ratocidio con el alcalde de Granada, Torres Hurtado,
con una exhibición de fuerza al estilo cubano que fue criticada por
la propia Fiscal General del Estado, que además de ser humillada por
el despotismo político-policial sabe que cualquier día va a acabar
el Gobierno al que sirve ante el Tribunal de la Haya por vulnerar
los derechos fundamentales de los ciudadanos, con una arbitrariedad
y una brutalidad tan zafias que sin duda le costarán a España
–asorayada o no- la condena de los Tribunales Europeos.
De postre, los jefes de Ausbanc y Manos Limpias han sido enviados
directamente a la cárcel, porque en España ya no se llama a declarar
a nadie sino que se le esposa, ni se le interroga en sede judicial o
policial sino que se le encarcela en sede televisiva, previa llamada
a La Sexta, versión actual de las tricoteuses del Terror en la
Revolución Francesa, que entrechocaban felices sus agujas mientras
caían al cesto las cabezas de los guillotinados, ayer por
Robespierre, hoy por esta Fouché o La Fouchette, la favorita del
Presidente en Defunciones, la Diosa Sinrazón de una religión
antropófaga en el PP.
Lo importante, a efectos políticos, no es que Pineda, Bernal o Conde
sean culpables de infinitas ilegalidades, ni que Soria o Aznar
parezcan o sean responsables de conductas legales pero moralmente
reprensibles. Lo esencial es que cunda el pánico, sobre todo porque
el que decapita a Soria y lo insulta en público por el despacho o
negocio de su familia en Londres es el mismo que fundó Montoro y
Asociados, luego Equipo Económico, en pleno Madrid, un bufete de
tráfico de influencias cuyos gestores han sido el propio hermano de
Montoro y su Secretario de Estado en tiempos de Aznar y cofundador
del lobbyfete, el famoso Martínez Rico, que es casualmente miembro
del Consejo de Administración de Abengoa, cuya subvención por el
Gobierno fue el motivo del casual enfrentamiento de Montoro con
Soria.
El terror es más eficaz cuanto más ciego
No hablo de la filtración por Montoro de su supuesta conversación
con Aznar, monumento a la ingratitud y a la ceguera política. ¿No se
verá perjudicado el PP por la degradación de la imagen de su
fundador? ¿No ha cobrado Montoro los sobresueldos que en dinero
negro percibe la cúpula del PP desde tiempos de Aznar a hasta la
fecha? ¿De qué presume entonces el lobbyfetista? De moral, no puede,
pero de terror, sí. Presume y disfruta.
La naturaleza del terror y su eficacia residen en su arbitrariedad.
Si el PP estuviera combatiendo la corrupción, propia y ajena,
estaría preocupado el que tuviera motivos para estarlo. Pero si
delata y ataca a Aznar el mismo Montoro que ha protegido a Monedero,
si suspende al granadino Torres Hurtado el mismo partido que ha
readmitido a Ana Mato, si echa del Gobierno a Soria el mismo grupo
que protege en el Senado a Rita Barberá, si son los funcionarios de
Hacienda o los policías, en contra de la Fiscalía, los que llaman a
la televisión para detener a alguien política o socialmente
significativo al que sueltan pocas horas después, es evidente que lo
que hay en marcha es una operación de terror fiscal y policial con
objetivo político: que cualquiera del PP tenga razones para tener
miedo aunque no haya hecho nada malo, ilegal o contrario a la
organización a que pertenece. El terror realmente eficaz es el que
no tiene justificación. Por eso seguirá.
Que El País pidiera el sábado editorialmente la retirada inmediata
de Rajoy prueba que Soraya está dispuesta a jugarse el todo por el
todo para llegar a ese 26 de Junio como mandamasa indiscutible de
los restos del PP. Sólo hay una persona que podría impedirlo,
echándola del Gobierno. Pero ese ente plasmático es el primero en
saber que es tanta la corrupción de su partido que, en cualquier
momento, el detenido podría ser Mariano Rajoy. Por eso creo que el
Sorayato, ahora en fase de Terror y mañana de Imperio, aunque vaya a
proclamarse a final de Junio, ha comenzado ya a mitad de Abril.
El líder del PSOE está decepcionado
La copia de Zapatero: voluntarista, ingenuo
y sectario
Desde el equipo económico de Pedro Sánchez aseguran que anda "como
un alma en pena" por Ferraz tras no poder consumar el pacto que
desaloje al PP del poder.
César Jiménez www.gaceta.es 18 Abril 2016
“Zapatero era un dolor de cabeza, una de esas personas con las que
no se puede confrontar, que son las peores. Se reunía con nosotros
–su equipo económico- y nos preguntaba, y nosotros le decíamos:
‘presidente, hay que hacer esto, no podemos seguir por aquí…’ y él
asentía y nos daba la razón… Pero luego hacía lo contrario. Estaba
obsesionado con la imagen que proyectarían sus decisiones. ‘¿Eso
quedará progresista?’, preguntaba siempre a los asesores políticos.
Y siempre hacía caso a los del equipo político sobre los del equipo
económico”, explica a LA GACETA un miembro del equipo económico de
José Luis Rodríguez Zapatero, que se vio obligado a emigrar al Fondo
Monetario Internacional ante el manifiesto rechazo que el ex
presidente tenía para con sus recomendaciones. “No era fácil llegar
a Washington siendo un economista español, los demás te miraban con
recelo y nadie tomaba en serio tus opiniones por el mero hecho de la
política económica que llevaba tu Gobierno”, afirma. De vuelta a
España, integrado de nuevo en el PSOE, el mismo economista asegura
que “Pedro Sánchez es muy parecido a Zapatero. Todavía no tenemos
constancia firme de sus planes económicos, pero su personalidad es
muy, muy parecida”.
Cuentan desde todos los flancos del PSOE que Pedro Sánchez anda
deprimido, decepcionado y como un alma en pena por la sede de
Ferraz, porque, muy alejado de la pérfida imagen que sus rivales
políticos han tratado de colocarle, él creía firmemente en un pacto
de Gobierno transversal que desalojara a Mariano Rajoy de la
Moncloa. “Es voluntarista y, por tanto, ingenuo”, aseguran las
mismas fuentes. Incluso, desde el entorno de Susana Díaz, quien se
ha visto gratamente sorprendida por Sánchez, se apunta que el
secretario general del PSOE tiene una firme convicción democrática,
que le ha llevado a respaldar las primarias antes de las elecciones
del 26-J: “Él considera que su trayectoria en el partido ha sido
prácticamente inmaculada, y es verdad que ha sobrevivido y ha puesto
en valor al partido cuando todo el mundo nos daba por muertos, pero
no se perdona a sí mismo que al cese fulminante de Tomás Gómez, uno
de los logros de los que más presume, no le siguieran unas
primarias. Él quería a Gabilondo y éste le impuso la condición de
que no hubiera primarias, una manzana envenenada para su conciencia.
Y aceptó, empezó a dejarse jirones en el camino”.
Por este motivo, y aun a riesgo de atentar contra sus propios
intereses, Sánchez apuesta por las primarias antes de la cita
electoral de junio. “Si fuera Zapatero, diría que queda bien”,
apuntan desde el gabinete económico del PSOE. “Es una lástima,
porque su intención es buena, pero es cierto que, como Zapatero,
traen de fábrica el sectarismo contra el centro-derecha, que es
necesario para la economía del país, como ahora mismo se está
viendo”, añaden. “En cambio, con Podemos, que es el verdadero
peligro, al menos económicamente hablando, no voy a entrar a valorar
temas políticos, ha llevado la presunción de inocencia hasta el
final. Él se ha creído que Podemos venía a cambiar las cosas, a
ayudar al PSOE a echar al PP, y por eso no entiende que ahora Pablo
Iglesias no le esté dando la mano”.
Casualmente, el mayor apoyo que Pedro Sánchez está encontrando en
estos momentos es Albert Rivera. “Muchos se preguntan de dónde sale
un compromiso tan grande entre Ciudadanos y nosotros. Y es que
Rivera fue capaz de convencernos de que mirar por el bien del país y
nada más era la mejor forma de alcanzar la presidencia y de mejorar
los resultados electorales, en el caso de volver a ir a las urnas”,
explica un destacado miembro del PSM. Por ello, “donde nuestros
rivales ven un exceso de cortejo a Podemos, servilismo incluso,
Sánchez piensa que está haciendo un servicio a España. Y lo va a
seguir haciendo así, sin importarle lo que digan los medios de
comunicación”. “La cuestión es que, para él, lo correcto desde un
punto de vista ético es apartar al PP, que son 7 millones de votos y
una parte esencial de nuestra política económica. Pero esta es la
eterna batalla entre los asesores políticos y los económicos…”,
concluye el asesor económico del PSOE, quien, de momento, no piensa
volver a Washington.
Una crónica de Luis Escribano (*)
Presunta prevaricación en el Consejo de Gobierno de la Junta de
Andalucía
Andalucía: PSOE y oposición, culpables
Luis Escribano www.latribunadelpaisvasco.com 18 Abril 2016
¿Ha prevaricado el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía al
aprobar una norma a sabiendas de que no era posible jurídicamente?
¿Por qué no está en todas las portadas de los periódicos? El
Gobierno andaluz debería dimitir inmediatamente.
No puede justificarse que una norma permita una exceptuación general
para todos los Ayuntamientos en el cumplimiento de requisitos
legales para recibir una ayuda pública. Sólo podría hacerlo el
Consejero competente de forma individualizada, y justificándolo en
cada caso particular.
Con este tipo de ayudas, la bolsa de fraude está servida, y los
corruptos que viven de las ayudas públicas lo saben. La
justificación de las ayudas crea un problema que la Junta de
Andalucía no resuelve.
Lo peor de todo es que el PSOE conseguirá una vez más el voto
cautivo para mantenerse en el poder, ante la pasividad de una
oposición política que parece aplaudir la medida, una oposición tan
inútil como el mismo PSOE.
La pasada semana hubo una noticia importante, cuyo trasfondo ha
pasado desapercibido, y que les revelaré en este artículo. Les
demostraré de qué manera tan burda, el PSOE andaluz consigue el
silencio de todos los partidos políticos para aprobar normas con
preceptos inconstitucionales, así como para seguir inundando de
dinero público su granero de votos, tanto en zonas rurales como en
el sector empresarial y otros. Y todo ello lo hace aprovechándose
del desempleo existente en Andalucía, que el mismo PSOE alienta y
mantiene con sus acciones y omisiones con las políticas que
implementa, y que casualmente –o causalmente- acaban alimentando el
circuito de la corrupción. Si no se actúa con rectitud, todo acaba
torciéndose.
Desde hace años, el PSOE ha modificado su estrategia de aprobar los
planes de empleo mediante Decretos del Consejo de Gobierno y Órdenes
del Consejero competente. Esto creaba un problema al Gobierno: las
normas reglamentarias tienen que adecuarse en todo caso a las leyes
y normas de superior rango, y cualquier persona afectada (física o
jurídica) podía acudir a los tribunales de justicia para anular
determinados artículos contrarios al ordenamiento jurídico, lo cual
no parece interesar a los Gobiernos del PSOE.
Para evitarlo, el Gobierno andaluz aprueba dichos planes mediante
una norma de rango legal, el Decreto-Ley, que sólo puede utilizarse
si se justifica la extraordinaria y urgente necesidad de su objeto.
En una crisis económica, es obvio que no se solucionan los problemas
de un año para otro, y que resulta conveniente una actuación con
vista a varios años –planificación-, previendo los instrumentos
necesarios: un Plan al inicio, las Leyes anuales de Presupuesto y su
desarrollo cada año mediante Decretos del Consejo de Gobierno y
Órdenes de las Consejerías competentes.
Si un gobierno acude al Decreto-Ley año tras año para la misma
finalidad, no es posible justificar la extraordinaria y urgente
necesidad año tras año, pues obviamente el problema, el objeto de la
norma, se mantiene en el tiempo, como es previsible en cualquier
crisis económica.
Entonces, ¿cuáles podrías ser los motivos por los que el Gobierno
andaluz acude al Decreto-Ley cada año? Les expondré algunos de
ellos, para que juzguen ustedes:
1) El Decreto-Ley, al tener rango legal, sólo puede ser recurrido
por motivos de inconstitucionalidad. Sólo están legitimados para
presentar el recurso de inconstitucionalidad el Presidente del
Gobierno, el Defensor del Pueblo, cincuenta Diputados y cincuenta
Senadores. Los ciudadanos ni los grupos parlamentarios del
Parlamento andaluz pueden hacerlo, aunque haya artículos en el
Decreto-Ley que incumplan la legalidad ordinaria y perjudique a los
ciudadanos.
2) Las Leyes, Decretos y Órdenes necesitan para su aprobación seguir
un procedimiento. En ese procedimiento son preceptivos numerosos
informes, que en el caso del Decreto-Ley, no son necesarios, al
tramitarse de forma urgente. Por ello, con la vía del Decreto-Ley se
evita la posibilidad de que determinados órganos, funcionarios y
entidades puedan sugerir modificaciones o incluso informar de
preceptos contrarios a Derecho.
Esto lo digo por propia experiencia: desde que expuse ilegalidades
en varios informes que he emitido sobre normas andaluzas, incluido
Decretos-Leyes, no he vuelto a recibir ninguna petición más de
informes sobre nuevas normas que ha ido aprobando el Consejo de
Gobierno. Así funciona la Junta de Andalucía: si un funcionario
expone en sus informes determinadas ilegalidades, no se cuenta con
él en adelante siempre que sea posible, o se adoptan medidas más
drásticas.
Y si habiendo denunciado en la Fiscalía Superior del TSJA y el
Defensor del Pueblo ilegalidades con los mismos fundamentos, sin
resultado alguno salvo el archivo de las denuncias, poca salida me
queda salvo la denuncia pública. Esto constituye una de las tantas
pruebas que he ido recopilando durante años sobre el ineficaz
funcionamiento de las instituciones públicas, especialmente las de
control. Esta ineficacia es lo mejor que puede ocurrir para que la
corrupción se instituya definitiva y permanentemente en nuestro
sistema político-administrativo.
3) Al tener que convalidarse el Decreto-Ley en el Parlamento de
Andalucía, desde el momento en que obtenga el voto favorable de los
demás grupos parlamentarios, aunque el Decreto-Ley salga “rana”,
todos callarán, al haber sido “pringados” por el PSOE vía votación
favorable para su convalidación en el Parlamento.
La trampa es obvia, y suelen caer en ella. Y esto no resulta
difícil, dado el bajo nivel en preparación y formación de nuestros
parlamentarios, así como el deber de pleitesía al jefe del partido
de turno, y les guste o no a los diputados, votan siempre lo que les
ordenen (si no, no vuelve a aparecer en las listas electorales ni se
promociona en el partido). Suele ocurrir cuando los partidos pactan
entre ellos para sus propios intereses: si tú me apoyas hoy para
algo que me interesa, mañana haré lo propio con lo que a ti te
interese, aunque no sea para el bien de la ciudadanía.
Si eligiéramos a nuestros diputados con un régimen electoral
diferente al actual, sin las interferencias de los partidos
políticos, difícilmente podrían efectuarse esos contubernios y
trapicheos. Cuando tienen que votar 109 diputados en el Parlamento
andaluz o 350 diputados en el Congreso, es más complejo conseguir el
apoyo de los diputados, si cada uno se debe directamente a sus
votantes y no al partido que elabora las listas, que llegar a un
pacto entre dos o tres partidos. ¿Entienden ustedes por qué los
partidos políticos se oponen a ese cambio del régimen electoral?
Porque favorece a los partidos, no a los ciudadanos. De esa manera
los partidos políticos consiguen su clientela social: o pasa por
ellos, o no hay nada que rascar. Es sumamente perverso.
No es difícil conseguir la convalidación de los decretos-leyes en el
Parlamento andaluz. El PSOE es especialista en usar el “chantaje
político”. Reviste sus decretos-leyes de objetivos bienaventurados,
loables, imposibles de rechazar, buscando la debilidad del
contrario: ayudar a los desempleados, evitar desigualdades, apoyar a
los jóvenes y mayores, usar las políticas activas de empleo como
mejor inversión, mejorar el desarrollo local, dinamizar el mercado
de trabajo, fortalecer una cultura empresarial, apoyar a los
trabajadores autónomos, ayudas a personas en riesgo de exclusión
social, etcétera.
Ante estos objetivos, y ante el miedo que tienen todos los partidos
de la oposición a que el PSOE utilice demagógicamente el voto
contrario a estos Decretos-Leyes por no apoyar a los necesitados,
desempleados y a las víctimas de las malas políticas del resto de
partidos –nunca de ellos-, casi todos acaban apoyándolo, aunque la
norma incurra en inconstitucionalidad. Como me dijo cierto alto
cargo del PSOE, se trata de “hacer política”, aunque para ello haya
que “bordear la norma”, que es como suelen denominar a su
incumplimiento.
Esto lleva ocurriendo años, y ha vuelto a ocurrir con la Ley 2/2015,
de 29 de diciembre, que procede de la tramitación urgente como
proyecto de Ley del Decreto-Ley 2/2015, de 3 de marzo, de medidas
urgentes para favorecer la inserción laboral, la estabilidad en el
empleo, el retorno del talento y el fomento del trabajo autónomo,
así como con el Decreto-Ley 1/2016, que pretendía modificar la Ley
2/2015 y otros Decretos-Leyes.
La noticia a la que me refería al comienzo del artículo es la
derogación aprobada por el Parlamento andaluz el pasado 6 de abril,
del Decreto Ley 1/2016, de 15 de marzo, por el que se modifican la
Ley 2/2015, de 29 de diciembre, de medidas urgentes para favorecer
la inserción laboral, la estabilidad en el empleo, el retorno del
talento y el fomento del trabajo autónomo; el Decreto-Ley 6/2014, de
29 de abril, por el que se aprueba el Programa EMPLE@JOVEN y la
INICIATIVA @MPRENDE+ y el Decreto Ley 9/2014, de 15 de julio, por el
que se aprueba el Programa EMPLE@30+, aprobado por el Consejo de
Gobierno
Este Decreto-Ley 1/2016 tenía, entre otros objetivos aberrantes, los
siguientes: exceptuar de forma general el cumplimiento de
determinadas obligaciones de los beneficiarios de las subvenciones
cuando se trate de Ayuntamientos, y por otro lado, atribuir a
personal laboral de la antigua fundación pública FAFFE y otros
laborales potestades administrativas que por Ley no pueden ejercer.
Pero lo más llamativo es que el informe jurídico sobre el expediente
de aprobación del Decreto-Ley, realizado por el letrado del Gabinete
Jurídico de la Junta de Andalucía, concluía que “En definitiva, en
los términos expuestos, no se considera acreditada la concurrencia
de una situación de extraordinaria y urgente necesidad que
justifique la aprobación de este Decreto-Ley”.
Esto último es gravísimo: ¿ha prevaricado el Consejo de Gobierno de
la Junta de Andalucía por haber aprobado la norma a sabiendas de que
no era posible jurídicamente? Si es así, el Gobierno debería dimitir
inmediatamente. ¿Cómo es posible que los medios de comunicación
silencien esta noticia? ¿Y la oposición política? ¿Qué está
ocurriendo en Andalucía? ¿Cuántos grupos sociales viven de las
acciones y omisiones del PSOE andaluz?
Yo no comulgo para nada con las ideas que defiende el partido
político de Podemos, pero eso no es óbice para que aplauda dos de
los varios motivos que expuso en su intervención el diputado del
grupo parlamentario de Podemos, el Sr. Romero Sánchez, para rechazar
el Decreto-Ley, en el debate que se sostuvo en el Parlamento (si
tienen interés en leerlo, les dejo con el enlace: DSPA de 6 de abril
de 2016).
El primer motivo, en la misma línea de lo que he expuesto, indicaba
que convertir en regla general las excepciones al cumplimiento de la
Ley llevan al fraude; dijo literalmente que “la dinámica de volver a
crear exceptuaciones o exoneraciones de manera general, que, como la
práctica ha demostrado, y hemos visto todos aquellos que estamos en
la comisión de investigación, lo único que produce es una puerta
abierta al fraude”, y que “tenemos que ser garantes de que, al mismo
tiempo, se pague a la Seguridad Social, se pague a Hacienda, se
cumpla con las deudas”. Asimismo, añadió que “esto no se soluciona
con este decreto, esto se soluciona con una mejora de la
financiación”.
El Sr. Sánchez Romero tiene toda la razón. Por un lado, no puede
justificarse una exceptuación de forma general en el cumplimiento de
requisitos legales a todos los Ayuntamientos en una materia como el
empleo, porque cada caso habrá que estudiarlo. El empleo no es un
servicio esencial y obligatorio que deban prestar los municipios a
sus vecinos a través de los Ayuntamientos. La norma actual prevé que
una vez analizado cada caso, el Consejero competente en la materia
puede exceptuar de dicho cumplimiento si queda justificado en el
expediente particular.
Parece más bien que el Decreto-Ley intenta evitar que cada caso se
analice individualmente, por si el problema de un Ayuntamiento
radica en la nefasta gestión de políticos que suelen pertenecer a
los mismos partidos en su mayoría, de forma que sea el Parlamento el
que salve ese escollo y no el Consejero mediante una resolución
administrativa con la que podría incurrir en prevaricación (como
presuntamente ha ocurrido en la formación para el empleo), y así no
conste en los expedientes dichas resoluciones. Así podrán evitar los
Consejeros sus posibles responsabilidades penales, con la ayuda de
los diputados de los demás partidos políticos.
En materia de subvenciones, los Ayuntamientos beneficiarios están al
mismo nivel que cualquier ciudadano, asociación o empresa
beneficiaria en cuanto a la exigencia del cumplimiento de los
requisitos, como reiteradamente ha repetido el Tribunal Supremo. No
puede ser lo mismo exceptuar a un Ayuntamiento que incumple
reiteradamente los pagos a la Seguridad Social o a Hacienda, aun
disponiendo de fondos, que aquél que no tiene siquiera fondos por
motivos ajenos al mismo. Y el Gobierno andaluz pretende meterlos a
todos en el mismo saco, con la bendición de los grupos
parlamentarios de la oposición.
Por otro lado, en vez de solucionar el problema de la financiación
de los Ayuntamientos vía fondos incondicionados, el PSOE intenta
resolver el problema que plantea subvencionarlos con fondos
condicionados con la exceptuación de una obligación legal. Lo que no
puede hacer el PSOE en Andalucía es congelar la PATRICA
(participación en los tributos de la Comunidad Autónoma) durante
cuatro años - desde el año 2013-, que son fondos incondicionados que
reciben los Ayuntamientos y que pueden destinar a lo que realmente
necesitan (pagar deudas, hacer obras, contratar mediante ofertas de
empleo público, etc.), y en vez de eso utiliza ese dinero para fines
partidistas condicionando su uso con multitud de planes vistosos que
vende públicamente para su provecho particular, especialmente fines
electorales.
Y para colmo sin resultados positivos para Andalucía, pues ya me
dirán ustedes que riqueza crea contratar a desempleados para la
“realización de proyectos de cooperación social y comunitaria” por
los Ayuntamientos. De hecho, la Ley 2/2015 menciona realizar “obras
y servicios”. ¿Se trata de otro “plan E”, de tener ocupada a las
personas desempleadas mientras duren las obras o los servicios?
¿Esto es lo máximo que alcanza la “intelectualidad” del PSOE para
crear riqueza en Andalucía? Resulta lamentable. Lo peor de todo es
que seguirán consiguiendo el voto cautivo para mantenerse en el
poder, ante la pasividad de una oposición política que parece
aplaudir la medida, una oposición tan inútil como el mismo PSOE.
Y ojo al problema que plantea financiar contratos por los
Ayuntamientos, así como por otras entidades, porque crea un problema
grave en las justificaciones: la Junta no dispone de los medios
necesarios para comprobar si los documentos justificativos que se
presentan por dichas entidades beneficiarias (contratos, nóminas,
etc.) para justificar el empleo de estas ayudas, se presentan
igualmente para justificar otras ayudas públicas que otorgue el
Estado y la Comunidad andaluza. Y aunque se hicieran controles
posteriores por la Intervención, no sería posible detectarlo, dado
que no hay conexiones entre las diferentes Consejerías, ni entre
éstas y el Estado. La bolsa de fraude está servida, y los corruptos
que viven de las ayudas públicas lo saben.
El día que la Comunidad deje de subvencionar tanto y a tantos,
reduzca su Administración paralela y baje los impuestos, entre otras
medidas, descubriremos en Andalucía lo que es crear riqueza,
disminuyendo la corrupción.
Y el segundo motivo esgrimido por el diputado Sánchez Romero, que ha
sido la tónica de todos los grupos parlamentarios –menos el PSOE-,
es que no se puede con un Decreto-Ley solucionar el caos existente
en el SAE (Servicio Andaluz de Empleo), cimentado únicamente por los
gobiernos del PSOE durante años.
En un artículo próximo explicaré con detalle como el PSOE ha llevado
interesadamente al caos la organización del SAE y de otros entes, y
les demostraré por qué tenía tanto interés en crear urgentemente las
agencias empresariales para incorporar en ellas al personal que fue
contratado al margen de los principios de publicidad, igualdad,
mérito y capacidad en distintas fundaciones, consorcios, empresas
públicas y sociedades mercantiles. Desde aquí advierto a la
ciudadanía y a la oposición política en el Parlamento que la
intención de crear una nueva agencia empresarial para introducir al
personal del ente “Andalucía Emprende- Fundación Pública Andaluza”
es otra argucia del PSOE en su política de crear más caos dentro de
la Administración. Ya conocen el dicho popular: “a río revuelto,
ganancia de pescadores”.
A continuación les detallaré como el Gobierno andaluz consigue, una
vez más, que el árbol no deje ver el bosque en materia de empleo.
El PSOE, ante su continuo fracaso en materia de creación de riqueza
y empleo, ha inventado otra estrategia para luchar contra el
desempleo en Andalucía: la Agenda por el Empleo. Esta estrategia,
aprobada por el Gobierno andaluz el 22 de julio de 2014, ha sido
fruto del “diálogo social con los agentes económicos y sociales más
representativos de Andalucía” (así le llaman al reparto de la
tarta): CEA, UGT-A y CCOO-A. Una vez más, todos a participar de la
comilona pagada por los demás.
El Gobierno andaluz puso en marcha distintas medidas, plasmadas en
el Decreto-ley 6/2014, por el que se aprueba el Programa Emple@Joven
y la Iniciativa @mprende+, en el Decreto-ley 9/2014, por el que se
aprueba el Programa Emple@30+, así como en el Decreto-ley 2/2015, de
medidas urgentes para favorecer la inserción laboral, la estabilidad
en el empleo, el retorno del talento y el fomento del trabajo
autónomo.
Todos los grupos parlamentarios han dado por válido jurídicamente
estas normas, sin que ninguno haya expresado, ni en el Parlamento ni
públicamente, lo que llevo denunciando en numerosos artículos, con
fundamentación jurídica avalada por el Tribunal Constitucional: la
Comunidad Autónoma de Andalucía no tiene competencias para regular
condiciones y requisitos de los beneficiarios de posibles ayudas en
materia de empleo. Es una competencia exclusiva del Estado. Si lo
hace –y en las normas indicadas lo hace-, vulnera la Constitución
española. Y la UE debería saberlo, a no ser que esté mirando para
otra parte por motivos interesados.
No voy a extenderme más en esta materia, pues para ello pueden leer
lo que escribí en el artículo “Investigación de la formación para el
empleo”. Insisto: la Comunidad andaluza sí puede emplear fondos
propios para fomentar el empleo, y utilizar para la gestión de esos
fondos sus órganos administrativos, pero en ningún caso puede
regular condiciones ni requisitos para otorgar ayudas. Para eso
están las normas del Estado. Y respecto a los Ayuntamientos, más
grave es el asunto, pues sólo podrían ejercer las competencias de
ejecución en materia de empleo si se las delegara la Comunidad
Autónoma o el Estado, y siempre que cumpliera determinados
requisitos legales.
Ni el PSOE ni el PP dicen algo al respecto en Andalucía, quizá
porque mientras estuvieron en el gobierno de la nación, no han
recurrido dichas normas, salvo en pocos casos. Y no quieren remover
el asunto, no vayan a salir salpicados en el caso de los ERE y de la
formación para el empleo, como les expliqué en anteriores artículos.
Respecto a IU, como fue socia del PSOE en Andalucía en la anterior
legislatura, y permitió esas aberraciones, igualmente calla y traga
lo que le echen. Pero lo que no puede entenderse es que Podemos y
Ciudadanos pasen por lo mismo, dado que hasta ahora no han estado en
ningún gobierno, ni en el de la nación ni en el andaluz. Y en este
caso, es Ciudadanos quien tiene la sartén por el mango, pues sólo su
apoyo mantiene al PSOE vivo en Andalucía. Si permite al PSOE esa
ilegalidad manifiesta, será cómplice una vez más.
En política no cabe sólo vivir de lo público, promocionarse en el
partido de turno por si puede pillar algo mejor, pavonearse ante
todos, ser el protagonista de las numerosas entrevistas realizadas
por medios de comunicación en las que callan los sapos que el
partido de turno les hace tragar, a fin de no resultar incómodo en
el partido o agrupación que está en manos del jefe de turno. Exige
responsabilidad, decir lo que verdaderamente piensa en beneficio de
la ciudadanía, trabajar por el bien de todos, marginando intereses
partidistas y particulares, y, por supuesto, actuar dentro de la
Ley, porque si esto también falla, si el Estado de Derecho no se
respeta, acabaremos viviendo en una jungla ingobernable.
Cosas de Andalucía, la Cosa Nostra.
NOTA: Artículo publicado inicialmente en “El Demócrata Liberal”
En Valencia, todo en catalán
Vicente Torres Periodista Digital 18 Abril 2016
Aunque los elementos estos le llaman 'valenciano', con el fin de
confundir al personal. La valenciana adquirió la categoría de lengua
siglos antes que la catalana, e incluso tiene su Siglo de Oro.
Estarán satisfechos Pujol, Aznar y Zaplana, por este orden, de lo
que ha dado de sí el invento de la nefasta Academia Valenciana de la
Lengua, que tanto dinero nos cuesta a los valencianos. Hay que darle
una mención especial a Camps, que la incluyó en un nuevo Estatuto
que no pedía nadie. Camps es uno de esos individuos nacidos para ser
genios que luego resulta que no lo son. Acaban haciendo relojes de
madera que funcionan.
El nacionalismo es una virus que se contagia por vía aérea y causa
grandes estropicios en los individuos afectados. Se pueden detectar
individuos contagiados en todos los partidos, e incluso partidos tan
ajenos al nacionalismo como es UPyD caen en la trampa de dejar el
asunto de la lengua en manos de los lingüistas, lo que significa que
se cede ante la presión de los catalanistas. Ya se sabe que quien no
sea catalanista es insultado, se le etiqueta como ignorante, se le
margina, se le condena al ostracismo. Hay profesores nacidos en la
Valencia castellana que catalanizan su nombre para ser aceptados. La
tribu no perdona a los disidentes.
El PP se ha dejado colonizar por el catalanismo, el PSOE lo está
desde hace mucho, y eso significa que la locura avanza de modo
implacable. Hay animales, porque no se les puede llamar de otra
forma, que dicen que en Valencia se cometió genocidio lingüístico
con el catalán.
Ahora se pretende erradicar el español por la brava, porque dicen
que se impuso por la brava, lo cual es otra animalada. No les
importa mentir, ni comportarse como Stalinitos. Y siempre tienen la
palabra democracia en la boca.
Reconocido investigador de la historia de España
Pío Moa abandona su trabajo como
historiador
www.gaceta.es 18 Abril 2016
El historiador Pío Moa, colaborador habitual de La Gaceta, ha
anunciado en la última entrada del blog que publica en este medio
que va a poner fin a su trabajo como historiador. Lo hará con un
libro de próxima aparición que se titulará La guerra civil y la
democracia en España, donde explicará los distintos puntos de vista
que dan a la democracia derecha e izquierda.
Cuando terminé mi investigación sobre cómo se originó la guerra
civil en octubre del 34, me di cuenta de tres cosas. La primera, que
las versiones de la guerra sostenidas comúnmente sobre la guerra
civil, no solo por la izquierda, sino también por gran parte de la
derecha, son falsas. No falsas en tal o cual aspecto, sino falsas de
raíz. Un ejemplo: sostener, como se hace habitualmente, que la
democracia la representaban una amalgama de stalinistas, marxistas
revolucionarios, anarquistas, golpistas como Azaña y racistas
separatistas es en sí mismo un disparate total. Y ese disparate
fundamental solo puede generar distorsiones e interpretaciones
absurdas. Otro ejemplo: se dice que que las izquierdas representaban
el progreso y los intereses de los trabajadores y las derechas
representaban los privilegios de una oligarquía oscurantista y
explotadora. El hecho real es que cuando gobernó la izquierda, la
miseria de la gente aumentó, junto con mil violencias y desórdenes,
mientras que bajo gobiernos de derecha iba ocurriendo lo contrario.
Además, todos aquellos partidos tan interesados en la prosperidad y
el progreso de los trabajadores se atacaban entre sí, incluso
asesinándose. De aquellos progresistas diría el propio Azaña que
solo eran capaces de una “política tabernaria, incompetente, de
amigachos, de codicia y botín sin ninguna idea alta”.
En segundo lugar me di cuenta de que las réplicas a aquellos
enfoques disparatados eran muy débiles. Eran débiles porque quienes
replicaban eran muchos menos y estaban peor situados en la
universidad y los medios que los progres. Y eran débiles también
porque, aunque señalaban muchos hechos y datos que desmentían la
versión progre, no los encuadraban en una visión general de la
guerra y de los intereses que se jugaban en ella. Y estaban siempre
a medio camino y a la defensiva.
Además, la denigración del franquismo se ha hecho tan abusiva en
estos años que casi nadie osa defender con argumentosla verdad sobre
aquel régimen. Aunque se critique a la izquierda y los separatistas,
parece que hay que dejar claro siempre que los otros eran peores.
Pero la realidad es que si hubo un peligro de revolución
totalitaria, y lo hubo, fueron los nacionales y nadie más quienes
salvaron al país de ella. Y que si hubo un peligro de disgregación o
balcanización de España, fueron también los nacionales quienes lo
evitaron. Y hubo ese peligro, porque tanto la insurrección del 34
como el Frente Popular fueron una alianza de las izquierdas y los
separatismos. Y si hubo un peligro de exterminio de la cultura
cristiana, como evidentemente lo hubo, fueron los seguidores de
Franco quienes lo impidieron. Así que lo que se jugaba en la guerra
no era una democracia en la que ya nadie creía, sino la subsistencia
de la propia España y de la cultura cristiana.
En tercer lugar me di cuenta de que estos enfoque disparatados no
eran agua pasada sino que inspiraban la política actual tanto de la
izquierda como de la derecha. La izquierda falseaba la historia y la
derecha quería privar de su historia real a los españoles arguyendo
que “había que mirar al futuro”, y por tanto a la hora de la verdad
seguía al PSOE y compañía. Por poner dos casos entre muchos: la ETA
ha gozado de una colaboración amplísima salvo el período de Aznar y
aun entonces con fallos. ¿Por qué? Porque la ETA se había opuesto al
franquismo y reune los dos aspectos del Frente Popular: es
separatista y revolucionaria. Por tanto sus crímenes estaban más o
menos justificados y había que darles una salida política, es decir,
convertir el asesinato en una forma de hacer política. Esa
colaboración de los gobiernos con la ETA ha hundido prácticamente el
estado de derecho. Otro ejemplo: ¿ por qué los separatismos han sido
apoyados y financiados por los gobiernos de derecha y de izquierda?
Porque habían luchado contra los nacionales en la guerra civil, y
por tanto eran progresistas, mientras que oponerse a ellos y
defender a España resultaba “franquista” o “facha”. Y todavía
seguimos en ello. Podríamos seguir con la llamada memoria histórica
y tantos asuntos más. La falsificación del pasado enferma el
presente, enferma la democracia.
Por consiguiente, clarificar la historia real es una necesidad y una
obligación para quien sienta un mínimo compromiso con su propio país
y con su propia sociedad. Porque solo esa clarificación puede dar
lugar hoy a políticas sanas que alejen el peligro de repetir lo peor
de nuestro pasado.
Hay un tema básico en todo esto, y es la cuestión de la democracia.
Aunque la democracia es una forma de gobierno históricamente
reciente, se la considera la única legítima en la actualidad. Por
consiguiente, la izquierda y los separatistas han jugado esa baza, a
pesar de que ellos siempre fueron los enemigos más dañinos de la
democracia. Se apoyan en que el franquismo tampoco fue democrático,
pero hay una gran diferencia. Franco, al llegar la república, era
partidario de una democratización en orden, pero después de la
experiencia republicana, él, como casi toda la derecha, concluyó que
la democracia en España solo servía para abrir paso a la revolución
y la disgregación del país y que los intereses de partido, sin
ningún valor por encima de ellos, disgrega a la sociedad. Por ello
pensó en lo que llamaban democracia orgánica. Ahora no voy a
extenderme sobre esto, pero sí señalar que la palabra democracia es
empleada en sentidos muy distintos por unos partidos y otros. Y que
en España, la derecha nunca ha tenido y sigue sin tener un
pensamiento democrático, mientras que la izquierda siempre ha
tendido al totalitarismo. Estas cuestiones las trato en un libro
próximo, La guerra civil y la democracia en España. Este va a ser mi
último libro sobre estos asuntos.
Así que mi labor historiográfica puede describirse como un intento
de clarificar el pasado reciente, desde la gran crisis moral del 98,
la guerra perdida contra Usa, sin la cual no se explican los sucesos
posteriores, la república y la guerra misma. He dedicado la mayor
parte de mi labor a investigar todo esto y el franquismo. Al
franquismo le he dedicado dos libros: Años de hierro y Los mitos del
franquismo. Y he extendido la la labor a la historia general de
España, que viene siendo no menos falsificada, y he publicado Nueva
historia de España.
Con una breve introducción a la historia de Europa, tan desconocida
en un país tan ultraeuropeísta e hispanófobo como el nuestro, espero
terminar este año mi trabajo como historiador.
Giovanni Sartori: "Los musulmanes no solo
no se han integrado; son los más rebeldes, los más extranjeros”
Karina Sainz Borgo www.vozpopuli.com 18 Abril 2016
Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales (2005), acaba de
publicar 'La carrera hacia ninguna parte'. 'Diez lecciones sobre
nuestra sociedad en peligro', una especie de manual de
supervivencia.
Se define como liberal moderado, aunque ya sus juicios sobre el
Islam de templados tienen más bien poco. Se trata del politólogo
italiano Giovanni Sartori (Florencia, 1924), considerado por la
crítica como uno de los máximos expertos en ciencia política. Premio
Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales (2005), entrega ahora a
sus lectores La carrera hacia ninguna parte. Diez lecciones sobre
nuestra sociedad en peligro, una especie de manual de supervivencia
que se suma a su amplísima obra, en la que destacan Homo videns, La
democracia en treinta lecciones y Qué es la democracia. Costará, y
mucho, a los lectores, reponerse de un brote de pesimismo y
desengaño en el discurso de los máximos pensadores. Como si la
demolición europea se constatara en cada idea que se precipita en su
pesimismo; los trozos de un edificio que se cae a pedazos.
Publicado por el sello Taurus, el nuevo libro de Sartori presenta
una serie de preguntas en torno a diez temas determinantes de la
actualidad: la crisis de la política, los borrosos límites entre la
libertad y la dictadura, el choque cultural y de civilizaciones
entre el islam y el cristianismo, la “guerra contra el terror”, el
sistema electoral perfecto, la ola de inmigración y el derecho a la
ciudadanía, así como la delicada cuestión de cuándo la vida
biológica se convierte en verdaderamente humana. Carrera hacia
ningún lugar recoge las desengañadas palabras de un pensador en
quienes muchos identifican al gran sabio de la cultura política,
quien señala en esta entrega el lento declive al que Europa parece
abocada, justamente por no haber sabido salvaguardar los valores
fundamentales de una sociedad realmente liberal-democrática. Lo
dicho, un manual de reflexión pero también un libro de instrucciones
que acompañe el harakiri a La Europea.
En estas páginas, Sartori decide ser el aguafiestas, y no le importa
en lo más mínimo. En las palabras introductorias, asegura que este
“cuadernillo” aparece “inspirado” por su “atávico espíritu de
contradicción”. Algo de ello hay en su afirmación, porque intenta
cumplirla cabalmente, folio a folio. Publicado en Italia en junio de
2015, a las puertas del Ferro agosto, Sartori aseguró que no le
importaba fracasar en ventas si con ello podía demostrar que los
libros serios no están proscritos para el verano. Que incluso con
calor se puede pensar.
No queda títere con cabeza en el libro de Sartori, quien atiza por
igual al fanatismo islámico como a quienes intentan frenar su
avance. Entiende el mundo actual como una guerra inédita que
califica como: terrorista, global, tecnológica y religiosa. Al
respecto, sobre el laicismo y el enfrentamiento religioso, asegura:
“Durante cerca de un milenio el cristianismo y el islam se
enfrentaron y combatieron así, como dos religiones. Pero desde el
siglo XVII, la res publica christiana se fue disolviendo y
secularizando gradualmente, mientras que el islamismo siguió siendo
una civilización teocrática”.
Pero al igual que atiza al Islam, lo hace con Europa. Asoma cuán
ridículo considera el intento de algunos países europeos de
construir muros para defenderse de los inmigrantes a la vez que
critica la política de crecimiento de la UE, incapaz de proponer una
política sobre inmigración coherente para sus propias dimensiones.
Tampoco se trata de un baño con manguera, hay distinciones y
matices: "La Unión Europea que hoy consta de 28 Estados está
obviamente pasando por un mal momento, aunque es importante
distinguir entre los países de Europa del Norte y los demás. Los
primeros han sido acogedores e incluso un poco ilusos, dentro de lo
posible; pero ahora están saturados y hasta decepcionados. La gran
sorpresa ha sido que los musulmanes de tercera generación no solo no
se han integrado, sino que son los más rebeldes, los más
extranjeros".
Giovanni Sartori, nacido en Florencia (Italia), es una de las
personalidades de mayor prestigio internacional en el ámbito del
Derecho Constitucional y el estudio de la democracia representativa
y las transformaciones en las sociedades abiertas, según FAES. Su
trayectoria ha sido merecedora de distintos reconocimientos como el
Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales, la medalla al
mérito cultural y educativo del presidente de la República italiana,
el Comendador de la Orden de la Cruz del Sur, que otorga el
presidente de Brasil, y la Gran Cruz de la Orden de Bernardo
O'Higgins, entre otros.
Iran financia al terrorismo Palestino con
dinero 'descongelado" por el Acuerdo con los "5+1".
Shimshon Zamir Periodista Digital 18 Abril 2016
El politólogo israelí Ely Karmon, investigador del Instituto
Internacional para la Lucha contra el Terrorismo (TIC, por sus
siglas en inglés), analizó en un artículo publicado en The Times of
Israel, el apoyo del régimen iraní al terrorismo Palestino.
El autor narra que el embajador iraní en el Líbano, Mohammad Fateh
Ali, prometió recientemente que Irán otorgaría USD 7.000 a las
familias de los terroristas Palestinos que participaran en la actual
ola de ataques individuales contra objetivos israelíes. Pero eso no
es todo: el régimen también dará, a modo de indemnización, USD
30.000 a las familias de los terroristas cuya casa haya sido
destruida por Israel.
Karmon recordó un discurso del Ayatollah Alí Khamenei en julio de
2014, el el cual defendió los ataques con misiles del grupo
terrorista Hamas. “Hoy, el asunto principal para el mundo del islam
y quizá para toda la Humanidad es Gaza. Un perro rabioso y un lobo
depredador (Israel y EEUU) atacan seres humanos inocentes. La
Humanidad debería reaccionar a esto como corresponde”, dijo el líder
religioso en un discurso en Teherán.
Alí Khamenei dio la orden hacia el final de la operación “Protective
Edge” de Israel en Gaza, cuando se dio cuenta que sería difícil
rearmar ( por intermedio de la Peninsula de Sinai) a la aislada
Hamas y decidió echar su suerte con los Palestinos en Cisjordania,
con la esperanza de que el contrabando de cohetes no sofisticados de
corto alcance pondría en peligro el interior de Israel.
“La manera obvia de Irán para proporcionar apoyo militar a los
Palestinos en Cisjordania es a través de una infraestructura
terrorista con base en Jordania y también con la participación de
Hezbollah“, reflexiona Karmon.
Luego, el politólogo recordó una serie de atentados terroristas
contra objetivos de Estados Unidos e Israel, muchos de ellos
llevados a cabo con explosivos de fabricación casera. Varios de esos
blancos eran soldados estadounidenses que ayudaban a Jordania a
defenderse de posibles agresiones de Siria.
Sin embargo, esta alianza entre Irán, el terrorismo Palestino y
Hezbollah no es nueva. “Ya entre los años 2000 y 2005, Irán y
Hezbollah estaban muy involucrados en el intento de avivar las
llamas de la violencia“, denunció el investigador en su artículo.
En noviembre de 2001, Jordania detuvo a tres terroristas de
Hezbollah que intentaron contrabandear cohetes desde Siria a
Cisjordania.
En enero de 2002, la marina israelí se apoderó de la nave Karine-A,
que llevaba 50 toneladas de armas, incluyendo cohetes de corto
alcance, misiles antitanque y potentes explosivos. El barco estaba
cargado de armas por parte de los Iraníes y Hezbollah.
El intento de contrabando violó los acuerdos entre la Autoridad
Palestina -entonces bajo el liderazgo de Yasser Arafat- e Israel; y
produjo una grave crisis.
Una prueba más de la alianza terrorista contra objetivos israelíes,
cuenta Karmon, está en el hecho de que cuando Israel tuvo éxito en
la reducción de la ola de atentados suicidas, los miembros de las
Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, el ala militar de Fatah,
revelaron que Hezbollah estaba ofreciendo dinero por los ataques
dirigidos contra Israel en 2005.
“Se recibieron pagos de hasta USD 9.000 enviados por Hezbollah a
Cisjordania para los ataques contra Israel durante los últimos
cuatro años. Se sabía que el dinero procedía de la inteligencia
iraní y la Guardia Revolucionaria“, detalló.
Curiosamente, durante el mismo período, el dictador Saddam Hussein
("enemigo" de Iran, pero "amigo" en lo relacionado a Israel S.Z.)
también alentó los ataques suicidas contra civiles en Cisjordania.
Irak había establecido un régimen de pago diferenciado en el que las
familias de los involucrados en operativos suicidas recibieron una
suma considerablemente mayor de USD 25.000, mientras que otras
familias que han sufrido una muerte recibieron USD 10.000. Irak
proporcionó estos fondos a través del Frente de Liberación Árabe.
Por último, Karmon dice que el apoyo del régimen iraní al terrorismo
es algo que debe preocupar a la comunidad mundial en su conjunto, no
sólo a Israel.
P.D. Hasta aqui lo "sabido": 1. Iran fomenta (por razones Iranies de
"liderazgo" Musulman y no porque piensen realmente que puedan
"destruir a Israel") el terrorismo contra Israel.
2. Los "5 + 1" firman un Acuerdo con Iran.
3. Segun ese Acuerdo, los "5 + 1" descongelan dinero Irani y se lo
otorgan a Iran.
4. Iran tiene mas dinero para fomentar el Terrorismo contra Israel.
******************* Sección "bilingüe"
***********************
Otegi: el 14-M empezó todo
El terrorista confirmó tajante que todo
comenzó el 14 de marzo de 2004 con la victoria electoral de
Zapatero.
Pablo Molina Libertad Digital 18 Abril 2016
Dos momentos que fijan de manera muy precisa el listón moral del
programa Salvados anoche en La Sexta. Uno: Otegi dice que comenzó a
entender el dolor de los familiares de las víctimas de la ETA
cuando, estando en la cárcel, le dijeron que llamara a su casa
porque su madre estaba muy enferma. Ahí comprendió lo que debieron
sentir los familiares de las víctimas de los etarras, cuando les
avisaban de que a un ser querido le habían descerrajado un tiro en
la nuca o lo habían reventado con un coche bomba. Dos: Évole
justifica su interés en hablar de los asesinados por la banda
terrorista porque todavía quedan víctimas del franquismo enterradas
en las cunetas.
Son dos momentos destacables de Salvados, pero lo cierto es que la
entrevista de Évole a Otegi estuvo llena de ellos. Imposible no
traer a colación la "reflexión" de Otegi (el programa fue una serie
interminable de "reflexiones" del hombre de paz de ZP) cuando ETA
asesinó a Miguel Ángel Blanco. El líder batasuno estaba en la playa
con la familia tan ricamente porque, según explicó a Jordi, no sabía
que los etarras lo iban a matar. Otegi era, pues, la única persona
en España que no estaba al corriente de las intenciones de la banda
terrorista. Por eso cuando el concejal de Ermua "apareció muerto"
(sic), la noticia le pilló así como un poco de sopetón.
Pero lo que a Évole le interesaba anoche no era tomar partido por
las víctimas, sino obtener de manera lo más aséptica posible una
"reflexión personal" del entrevistado acerca de sus sentimientos.
¿Qué se siente en esos momentos? Esa fue la pregunta más repetida,
como si los conflictos interiores de Otegi tuvieran alguna
relevancia en la valoración de una banda terrorista que ha asesinado
a casi mil compatriotas y mutilado a muchos más.
Desde esa perspectiva perfectamente equidistante, no puede extrañar
que reflexiones otegianas como llamar refugiados a los asesinos
huidos de la Justicia, o exigir a los españoles que pidamos también
perdón a los etarras después del esfuerzo que ellos han hecho (dejar
de asesinar), no susciten otra reflexión de fuste por parte del
presentador.
Ahora bien, el trabajo de Évole tuvo al menos un aspecto de gran
utilidad para comprender las claves políticas de la historia
reciente de España. Y es que Otegi dio la razón a los que sostienen
que los atentados del 11 de marzo de 2004 dieron inicio a un cambio
de rumbo irreversible, en cuyo desarrollo han ido encajando los
sucesivos acontecimientos políticos como las piezas de un puzle
previamente diseñado. El líder nacionalista confirmó tajante que
todo comenzó el 14 de marzo de 2004 con la victoria electoral de
Zapatero, y que esa fue también la convicción de su interlocutor por
aquellas fechas, el presidente del PSOE vasco Jesús Eguiguren. Así
pues no acusen de conspiranoicos a los que sostienen que el 14-M
hubo un cambio de régimen; pídanle explicaciones a Otegi, y de paso
también a Évole, que dio por bueno el argumento sin rechistar.
La entrevista de Jordi Évole a Otegi, la segunda que le regala,
provocará una fuerte polémica entre una parte de la audiencia, pero
en un par de días se olvidará. En última instancia, un programa como
el de anoche es para La Sexta tan solo un ejemplo más de su hecho
diferencial. Además, la cadena está ahora en temas mucho más
importantes como la responsabilidad del PP, el partido que la salvó
de la ruina al autorizar la fusión con A3, en los llamados papeles
de Panamá. Ese programa de Salvados también será, con toda
seguridad, espectacular.
Arnaldo Otegi, el etarra que justificó el
asesinato de varios periodistas, seduce a los grandes medios
La prensa española, subyugada por el totalitarismo de
extrema izquierda
www.latribunadelpaisvasco.com 18 Abril 2016
En su informe anual publicado en el mes de mayo de 2010, Reporteros
Sin Fronteras (RSF) acusaba a la banda terrorista ETA de actuar como
un "predador" de la libertad de prensa y de convertir "en blancos" a
los periodistas a través de "amenazas apenas veladas que lleva
emitiendo desde su nacimiento”. En aquel texto, la organización
terrorista figuraba dentro de una lista de “represores
internacionales de la libertad de prensa” y RSF recordaba que ETA,
además de haber asesinado a varios periodistas, mantenía amenazados
a decenas de profesionales “que siguen obligados a trabajar con
protección”.
En su trabajo, RSF recordaba especialmente el caso del primer
periodista asesinado a manos de la banda terrorista ETA, el director
de la "Hoja del Lunes" de Bilbao, José María Portell, muerto a tiros
el 28 de junio de 1978 en Portugalete. Portell fue la primera
víctima de la campaña etarra contra los medios de comunicación que
prosiguió, entre otros muchos ataques, con el atentado fallido que
perpetró el “comando Nafarroa” contra el director del "Diario de
Navarra", José Javier Uranga, en 1980; el asesinato en Andoain del
columnista de "El Mundo" José Luis López de Lacalle y el paquete
bomba que dejó gravemente herido en manos y cara a Gorka Landaburu
en mayo de 2001.
Hoy, algo más de cinco años después de aquel comunicado de
Reporteros Sin Fronteras, centenares de periodistas españoles, tan
ignorantes como ideológicamente sectarios, babean, tal y como puede
observarse en la imagen que acompaña a este texto, ante cada palabra
escupida por quien, en 2010, era una de las piezas fundamentales del
dúo ETA-Batasuna: Arnaldo Otegi.
¿Cómo ha llegado la prensa española, y una gran mayoría de los
periodistas españoles, a alcanzar semejante grado de fanatismo, de
estulticia intelectual y de analfabetismo político?
Ciertamente, la vileza, la miseria moral, la zafiedad y la
ignorancia se han apropiado de las parrillas televisivas y de las
redacciones de la mayor parte de los periódicos, donde la
excelencia, la independencia, la cultura, las convicciones, el
respeto y todos los valores tradicionales son denigrados y
ridiculizados de forma implacable y sin tregua. Y en los grandes
medios, especialmente en las principales cadenas de televisión, se
ha impuesto una subcultura política totalitaria e intransigente,
marcadamente de extrema izquierda, que tiene sus orígenes en el
pasado más sectario de José Luis Rodríguez Zapatero.
Fue el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero quien, por activa y por
pasiva, alentó y comenzó a dar forma a la izquierda española del
presente, especialmente en los ámbitos educativos, culturales y
comunicativos. Una izquierda desinteresada de la defensa del sistema
democrático, desinteresada de la salvaguarda de los valores
fundamentales que conforman la esencia de la civilización occidental
y que una y otra vez desprecia los principales modelos éticos sobre
los que se levantan nuestras sociedades.
Y esto ha tenido una clara consecuencia en el mundo de la política y
de los medios de comunicación: el desprestigio grotesco y
generalizado de los valores éticos más elementales y el culto a las
transgresiones más idiotas han servido para ofrecer recompensas
permanentes a los peores entre los más marginales y para premiar a
quienes una y otra vez destacan por su profundo desprecio y agresión
a los más elementales cánones de la cultura y la civilidad.
Es por esto, por ejemplo, que para ser un destacado miembro de la
élite política o mediática generada por la extrema izquierda, los
proetarras y los nacionalistas, es suficiente con haber gritado
“¡Gora, ETA! en alguna ocasión, con haber orinado alguna vez en la
calle, con haber hecho striptease en una iglesia, con haberse
emborrachado en una esquina o con haber quemado en alguna ocasión un
coche policial. O con haber entrevistado en alguna ocasión a Arnaldo
Otegi.
Tal y como explica Hermann Tertsch en su libro “Días de Ira”, esta
situación “resulta devastadora para la democracia, especialmente en
los tres centros de creación de opinión que son los medios, los
colegios y la universidad. Nadie habría permitido centros de
adoctrinamiento nazi o de delincuencia o terrorismo en ninguno de
ellos. Afortunadamente. Pero tenemos en ellos, en permanente
actividad, a esos activistas del odio que proliferan sin control y
que producen ciudadanos convencidos de que la democracia
representativa es un sistema irreparablemente corrupto y caduco del
pasado y que ellos tienen la solución del futuro. Y lo que ofrecen
es lo que las bandas extremistas luchaban por imponer en los años
treinta. Que haya profesores, presentadores de televisión,
periodistas y tertulianos que realizan una apología sistemática de
Lenin y Stalin, criminales responsables de millones de muertes, es
algo tan disparatado y monstruoso, que no puede pasar en ninguna
democracia europea que se respete. Pasa en España y sabemos que pasa
mucho. No hay en Europa nada semejante porque no se toleraría”.
"Lo de Otegui fue un recital de falacias
del hombre de la paz"
Santiago González, Periodista Digital 18 Abril 2016
Arnaldo Otegi ya había grabado su entrevista en Salvados cuando
arrancó su manifestación en Bilbao junto a otros ex presos de la
banda terrorista. Por eso producía cierta perplejidad ver esta
mañana su foto junto a Zabarte Arregi, el carnicero que no se ha
arrepentido de ninguno de los 17 asesinatos por los que fue
condenado. "Yo no he asesinado, he ejecutado", reivindicó ante
Ángeles Escrivá, un respeto, soy verdugo.
Aunque Jordi Évole no se puede librar de ese colegueo que es marca
de la casa, estuvo más contenido que en la entrevista de 2009:
"Arnaldo Otegi, tío, qué fuerte. Es la primera vez que saludo a un
líder de la izquierda abertzale, tío", dijo entonces y aunque ahora
mantuvo el tuteo, no fue tan efusivo, quizá porque ya era la segunda
vez y se había roto el efecto novedad. Lo cierto es que el
periodista ejerció de tal y le planteó las preguntas necesarias.
Quizá no todas las repreguntas, pero lo enfrentó con los testimonios
contundentes y las preguntas de las hijas de José Luis López de
Lacalle y Fernando Buesa; cuándo debió dejarlo ETA le planteó esta
última, que le recordó que al disolverse ETA p-m, banda en la que
militaba, él se pasó a ETA militar para seguir con la lucha
terrorista.
Fue un recital de falacias del hombre de la paz, que se mostró
insuficiente ante su hemeroteca. Se agarró a la llamada de aviso
hecha por ETA para sostener que en Hipercor no pretendía matar,
obviando el hecho acreditado en sentencia de la AN de que al
explosivo le habían añadido bidones de gasolina para añadir más
fuego, destrucción y muerte a la explosión. Según él, la Policía y
la Guardia Civil hacen lo posible para impedir el desarme de ETA. La
cosa tuvo aspectos grotescos cuando Évole le recordó el secuestro
por el que fue condenado. "Yo lo negué. Era un directivo de
Michelin. Creo que se llamaba Luis Abaitua Gomeza", dijo. Su víctima
se llamaba Luis Abaitua Palacios. Luis Ignacio Abaitua Gomeza, era
un colega suyo, miembro del comando Txikia, uno de los asesinos de
Carrero Blanco.
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Rivera y Puigdemont. La foto de la
vergüenza
Santiago Abascal Libertad Digital 18 Abril 2016
Yo estuve allí. Fue el 23 de octubre de 2013, en el teatro Goya, en
Madrid. Mi amigo Albert Rivera presentaba su Movimiento Ciudadano,
lo que terminó siendo el germen de la expansión de Ciutadans fuera
de Cataluña. El inicio de la conversión de Ciutadans en Ciudadanos.
Decidí aceptar la amable invitación de Albert porque siempre admiré
la determinación, coraje y valentía con la que Ciutadans había
plantado cara al separatismo. De hecho, antes de que el actual
presidente de Ciudadanos fuese un personaje público relevante y
cuando los medios del establishment sometían a Ciutadans a un
bloqueo similar al que hoy someten a VOX, desde DENAES pusimos todo
lo que estaba en nuestra mano para hacer llegar su mensaje fuera de
Cataluña
Albert Rivera y yo, y nuestros respectivos partidos, tenemos ideas
diferentes en algunas cosas esenciales. Ciudadanos es un partido que
bebe de las fuentes de la socialdemocracia y del "progresismo" .
VOX, en cambio, es un partido nacional que quiere acoger a
conservadores, liberales, cristianodemócratas y patriotas. Pero
estas diferencias ideológicas no nos impedían estar de acuerdo en lo
más importante: la unidad de la nación española y la defensa del
orden constitucional frente a los que quieren quebrar nuestro modelo
de convivencia.
He compartido tertulia muchas veces con Rivera. Y le he escuchado
decir cosas muy sensatas. "Antes que reformar la Constitución,
deberíamos hacer que se cumpla la que tenemos". "No se pueden hacer
reformas para contentar a los que nunca van a estar contentos". “La
única forma de solucionar el problema es derrotar a los
nacionalistas en las urnas”.
Por eso me he llevado una enorme decepción personal y política
cuando este pasado viernes he visto en la prensa la reunión entre
Rivera y el traidor mayor del reino, el presidente secesionista
Carles Puigdemont. Una reunión que, según el propio Rivera, se
desarrolló en un ambiente cordial, y en la que han constatado
discrepancias, pero también espacios de acuerdo, en especial en lo
relativo a la financiación. Y no contento con esto, Rivera ha
instado a Puigdemont a sentarse a la mesa de la reforma
constitucional para encontrar "puntos de encuentro".
De poco ha servido la invitación: al poco tiempo de acabar, Neus
Monté, la portavoz de la Generalitat, compareció en los medios para
decir que desde el catalanismo ya se han intentado propuestas de
reforma de España y "ninguna de ellas ha sido tenida en cuenta ni
escuchada", por lo que Puigdemont sigue en estos momentos el
"mandato claro y explícito del 27S a favor de la independencia."
Está claro. Puigdemont es un golpista. Lidera un gobierno que se ha
alzado en rebeldía y manifiesta públicamente que no acata la
Constitución. Esto es algo muy grave. Algo que no pasa en Europa
Occidental desde los años 30.
¿A qué viene sentarse con él? ¿Qué busca Albert Rivera? ¿Acaso los
votos del catalanismo? ¿Acaso apoyos parlamentarios de los
secesionistas para formar gobierno?
Albert Rivera está haciendo exactamente lo mismo que criticó al PP y
al PSOE. Han bastado 40 escaños en unas elecciones generales para
que cambie completamente el discurso de firmeza con el separatismo y
adopte el apaciguamiento suicida del PP y del PSOE.
No hay que sentarse con los golpistas, ni hacerse fotos, ni dialogar
con ellos. Tampoco hay que buscar puntos de encuentro, ni invitarles
a sumarse a una supuesta reforma de la constitución.
La situación en Cataluña se empezará a resolver cuando vuelvan a
regir el Estado de Derecho y se cumplan la Constitución y las Leyes.
Y cuando los políticos comprueben en sus propias carnes que
incumplir la Ley tiene consecuencias. Tenemos los instrumentos
legales necesarios para ello. Sólo nos hacen falta gobernantes con
patriotismo y determinación.
Y nos sobran componendas, frases grandilocuentes y marketing
político. Máxime cuando lo único legalmente correcto y políticamente
sensato sería suspender la autonomía de Cataluña, procesar a los
golpistas y disolver los partidos facciosos autores del golpe.
El mundo de Arnaldo
Rafael Latorre El Espanol 18 Abril 2016
Una de los tareas más instructivas de mi vida como periodista fue la
cobertura de la recta final de la campaña del Partido Comunista de
las Tierras Vascas, mascarada de Batasuna en las elecciones
autonómicas de 2005.
Para evitar la ilegalización el PCTV prescindió en sus actos de toda
la parafernalia abertzale, en los mitines ni siquiera había
ikurriñas y por supuesto ningún dirigente de Batasuna apoyó la
campaña. El amateurismo de aquella gente del PCTV produjo escenas
desternillantes. Como cuando el jefe de prensa envió al tartamudo de
la lista para que fuera entrevistado por las radios. El ambiente
oscilaba entre lo intimidatorio y lo cómico. Lo habitual del
ecosistema abertzale.
La noche electoral cayeron las caretas y Arnaldo Otegi entró
triunfal en el pabellón de La Casilla de Bilbao para celebrar los 9
escaños conseguidos. Cantó el Eusko Gudariak con el puño en alto y
todos lo grabamos. En la tropa de periodistas Otegi infundía
respeto, incluso algo parecido a la fascinación. Yo era muy joven,
esa es mi coartada, pero otros más talluditos también le veían como
una especie de genio maléfico. Le creíamos astuto, una mente
compleja, con inteligencia táctica, nada que ver con aquel submundo
de mallas y palestinas. Hasta que le escuchamos con algo más de
atención, yo al menos, y descubrimos, al menos yo, que sólo era un
botarate, primera acepción. Su discurso no está más elaborado que el
de cualquier pueblerino orgulloso.
El mal tiene un glamour indiscutible. Supongo que el cine ha tenido
su parte de culpa en que nos imaginemos a los psicópatas dibujando
en su celda il duomo de Florencia. Aunque solo sea para romper ese
hechizo, está muy bien que Jordi Évole pusiera a Arnaldo Otegi
frente a las cámaras. Es un ejercicio pedagógico.
Cuánto talento han derrochado los savateres y azurmendis -el plural
es puro optimismo, ni que hubiera tantos- en tratar de convencer a
una parte considerable de sus vecinos de algo tan elemental como que
el fin no justifica los medios. Hasta esta formulación perversa, mil
veces repetida cuando hablamos de ETA, que ennoblece los fines, está
condicionada por la violencia. Como si fuera deseable un futuro
construido sobre los dos vigas maestras del programa batasuno: el
tradicionalismo racista de Sabino Arana y el socialismo a la
albanesa. Todavía hoy la violencia etarra oscurece el debate sobre
los fines de la izquierda abertzale. Ya es hora de que conozcamos a
Otegi.
Otegi contra Otegi
Consuelo Ordoñez El Espanol 18 Abril 2016
Arnaldo Otegi se presentó en televisión como Arnaldo Otegi. Ni más
ni menos. La marea de halagos que muchos de sus acólitos esperaban
tras la entrevista que el ex de Batasuna, el ex de ETA, concedió al
periodista Jordi Évole no llegará. No llegará porque en democracia
no hay ningún problema en que alguien, en el ejercicio de sus
derechos civiles, aparezca en televisión y diga lo que quiera y lo
que sienta. Ese el mayor problema al que se enfrentan hoy Otegi y
toda la izquierda aberztale: el espejo. Por eso, porque Otegi habló
alto y claro, no llegará el blanqueamiento de la figura de alguien
capaz de irse a la playa aun a sabiendas de que Miguel Ángel Blanco
ya sentía el frio hierro de la pistola que finalmente acabó con su
vida.
Esa fue una de las revelaciones que Arnaldo Otegi hizo este domingo
en televisión. Por lo demás, se dejó ver como lo que es: una persona
carente de escrúpulos capaz de asegurar que no condena el terrorismo
porque nunca lo ha hecho antes, capaz de llamar “refugiados” a
miembros de ETA que huyeron de España para no pagar por brutales
crímenes, capaz de decir que le dolió Hipercor porque allí murió
“gente trabajadora”.
No seré yo quien le diga a Arnaldo Otegi que quien no condena el
terrorismo es una bomba de relojería para la prevención de la
radicalización entre las nuevas generaciones. No le diré yo a un
pistolero verbal que refugiados son quienes huyen del terrorismo y
quienes huyeron del terrorismo que él alentó. No le recordaré a un
trilero cutre que, sólo en el País Vasco, el terrorismo asesinó a
561 civiles.
No haré nada de lo anterior porque el propio Otegi dejó al
descubierto la macabra verdad que se esconde tras eslóganes manidos
que intentan presentarle como un hombre de paz. Con respecto a esto,
un apunte para quienes aún quieran ensalzarlo como tal: ¿es la paz
la ausencia de terrorismo o la presencia de Justicia y de dignidad?
Quienes escojan la última opción estarán protegiendo a las nuevas
generaciones de planteamientos antidemocráticos, sectarios y
adoctrinadores. Quienes se decanten por la primera opción hacen bien
en ensalzar a Otegi en nombre de la paz.
*Consuelo Ordoñez es presidenta de COVITE y hermana de Gregorio
Ordóñez, parlamentario vasco del Partido Popular asesinado por ETA
en 1995.
El mapa del integrismo en España: Cataluña,
Madrid y Murcia, las zonas más calientes
De puertas para adentro, la península Ibérica es por ahora un
remanso de paz con una excepción: Cataluña. "Es ahí donde la calma
reinante puede acabar en tempestad"
Á. Villarino, Á. Martínez; Datos: A. Blanco. El Confidencial 18
Abril 2016.
La comunidad musulmana española no es una de las más radicalizadas
de Europa y el integrismo se concentra fundamentalmente en la costa
mediterránea, sobre todo en Cataluña. A esta conclusión se llega
leyendo 'La España de Alá', el último libro de Ignacio Cembrero, el
periodista español que mejor conoce el norte de África.
El autor se apoya en un mapa elaborado con datos del Ministerio del
Interior que permiten identificar el "riesgo de radicalización" de
cada provincia española en base a un algoritmo que tiene en cuenta
no solo información pública (número de inmigrantes y mezquitas,
nacionalidades, edades, detenciones practicadas, datos
socioeconómicos, incidentes islamófobos...), sino también otros
detalles registrados por los servicios de inteligencia (valoración
del sermón del imán, corrientes islámicas del lugar, informes...).
"El resultado", subraya Cembrero, "guarda una cierta relación con la
distribución de la población musulmana por la geografía española,
pero no coincide plenamente".
Barcelona, Madrid y Murcia (por este orden) presentan un riesgo más
elevado. Al otro lado de la balanza, las menos problemáticas se
concentran en Castilla y León y Galicia. Sorprenden provincias como
Castellón o Granada, donde apenas aparecen indicios de
radicalización, a pesar de tener comunidades musulmanas importantes.
El 15,8 por ciento de los detenidos en España como sospechosos de
pertenecer a algún grupo yihadista fueron mujeres de entre 15 y 29
años
Cembrero cruza decenas de datos oficiales con opiniones de expertos
para completar su retrato robot del fundamentalismo en España.
Recuerda que de cada cinco personas procesadas, sospechosas de
pertenecer a grupos yihadistas, solo una acaba siendo condenada. Y
del total, el 45% de los que se sientan en el baquillo tiene
pasaporte español; y el 15,8% son mujeres de entre 15 y 29 años.
Aporta otra estadística sorprendente: el 14,5% son "conversos",
procedentes casi siempre de familias españolas o latinoamericas que
se convirtieron al islam en los últimos años. Cita como ejemplo el
caso de Antonio Sáez, un expeluquero de Sabadell que era el presunto
jefe de una célula de 11 personas.
"Además de una religión, el islam es también para algunos jóvenes
conversos una ideología antiglobalización, antiimperialista, y por
eso suscita vocaciones en un mundo donde las doctrinas de extrema
izquierda están de capa caída", indica el libro, en cuyas páginas
también se subraya que en España no existen por ahora los problemas
que hay en países como Francia o Bélgica, porque la mayoría de los
musulmanes son inmigrantes de primera generación, ilusionados con un
proyecto de vida. Son las segundas y terceras generaciones las más
proclives a dejarse seducir por el fanatismo.
Cataluña, como Bélgica
Cembrero define Cataluña como el "punto negro del yihadismo". "De
puertas para adentro, la península Ibérica es por ahora un remanso
de paz con una excepción: Cataluña. Es ahí donde la calma reinante
puede acabar en tempestad", dice. El autor cita documentos del
Departamento de Estado estadounidense y recoge opiniones de gente
como el analista Fernando Reinares para llegar a la conclusión de
que Cataluña es un centro clave de la actividad islamista en Europa,
hasta el punto de que Washington planeó crear un centro de
inteligencia especializado en su consulado en Barcelona.
Además, desde que en 2013 se iniciaron las operaciones
antiterroristas para desmantelar las redes de apoyo al yihadismo,
con conexiones en Siria e Irak, el 35,3% de los presuntos implicados
fueron detenidos en Cataluña. Según la Europol, "Barcelona es la
ciudad española que más riesgo corre de padecer un gran atentado,
seguida de la provincia de Cádiz (a causa de la base
hispanoestadounidense de Rota), Madrid y Valencia".
Cataluña es el lugar de Europa, junto a Bélgica, donde más activo es
el salafismo, una de las corrientes más rigoristas del islam.
Existen al menos medio centenar de oratorios vinculados a una
corriente que no necesariamente es sinónimo de "radicalismo
violento, pero sí que puede ser problemático desde el punto de vista
de la integración", explica Javier Jordán, profesor de Ciencia
Política en la Universidad de Granada e investigador del Instituto
Español de Estudios Estratégicos.
Aunque, en principio, el salafismo reformista rechaza el uso de la
violencia, sí predica un islam de absoluta ruptura cultural con la
Europa 'impía'. Promueve la separación total entre musulmanes y no
musulmanes y la creación de una identidad religiosa transnacional,
lo que implica una negativa a asimilar la cultura occidental que le
rodea. Para sus seguidores, el salafismo ofrece un sistema que
regula la conducta en cualquier contexto, ya sea en una calle de
Riad o en una universidad española.
Citando a Reinares, Cembrero establece otro paralelismo entre
Cataluña y Bélgica: son dos territorios en los que los inmigrantes
se topan con identidades sociales que las diferentes corrientes
nacionalistas consideran contrapuestas. A los musulmanes que echan
raíces o crecen allí "no se les ofrece una identidad nacional clara.
Si muchos belgas no saben lo que son [flamencos, valones,
bruselenses], ¿cómo lo va a tener claro un joven extranjero?". Es
probable, añade, que los musulmanes de Cataluña "padezcan el mismo
problema, pero las consecuencias no son comparables", ya que, por
ejemplo, "son mucho menos numerosos los que se han alistado a grupos
terroristas". Un último problema que identifica Cembrero es la falta
de colaboración entre los Mossos d'Esquadra y el Cuerpo Nacional de
Policía (CNP).
Existen opiniones variadas al respecto. "Cataluña", comenta Jordan,
"es la comunidad autónoma con más número de detenciones (ver mapa),
y el porqué es la pregunta del millón. En dichas operaciones
antiterroristas, hay escasa relación con los oratorios salafistas
que comentaba anteriormente, por lo que esa variable no parece
determinante. Podría deberse a una cuestión geográfica [buena
comunicación con el resto de Europa] y a la relación de unas redes
[yihadistas] con otras [es decir, operaciones policiales sobre redes
que se regeneran], además de a la alta concentración de comunidades
islámicas comparado con el resto de España".
Al igual que en el resto de Europa, donde el islam tradicional ha
perdido la batalla contra corrientes más rigoristas en el proceso de
creación de un islam europeo, el salafismo está creciendo en España.
Su principal zona de influencia se sitúa en la costa de Cataluña,
concretamente en las comarcas del Penedés y el Maresme, en las que
el discurso de imanes salafistas ha logrado implantarse entre
jóvenes desempleados -marroquíes y aquellos procedentes de países
subsaharianos, principalmente- y captar la atención de inmigrantes
recién llegados. Dichos imanes cuentan con un importante apoyo por
parte de Arabia Saudí, que, por ejemplo, cada año concede becas a
jóvenes europeos para estudiar en la Universidad Oumm al Qora, en
Medina.
Los primeros pasos en España de la doctrina salafí se remontan a
1992, cuando un grupo de jeques saudíes fueron invitados a dar una
serie de conferencias en Cataluña. "Los primeros oratorios de
inspiración salafí se abrieron en distintas poblaciones de
Tarragona. En 1998 se creó la Comunidad Islámica Pastoral de
Tarragona, en El Vendrell, en la que se federaron distintos lugares
de culto salafí de la región. En mayo de 2004 había unos 15 lugares
de culto salafíes en Cataluña, principalmente en Tarragona. Ocho
años después, su número había aumentado considerablemente, hasta
situarse entre 25 y 30", escriben Frank Peter y Rafael Ortega en su
libro 'Los movimientos islámicos transnacionales y la emergencia de
un islam europeo'.
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