Podemos e IU se apropian del 15-M con fines
partidistas
EDITORIAL El Mundo 15 Mayo 2016
El quinto aniversario del 15-M, que se cumple hoy, ha venido
precedido del uso partidista que Podemos e IU han hecho de este
movimiento de indignados, en beneficio de su estrategia electoral de
cara a los comicios del próximo 26 de junio. Lejos del espíritu
apartidista que caracterizó el germen del 15-M, estas dos
formaciones han decidido explotar la huella de una protesta que
simboliza la contestación frente al desgaste de la clase política.
Prueba de ello es la escenificación del pacto político alcanzado
entre Pablo Iglesias y Alberto Garzón en la Puerta del Sol,
precisamente, el emplazamiento donde tuvo lugar la acampada que dio
origen al movimiento. "Hoy es un día muy especial, histórico. Estoy
en la Puerta del Sol. En esta plaza, como en otras muchas, cambiaron
muchas cosas y nos enseñaron que las cosas pueden cambiar", proclamó
el líder de Podemos, con su habitual retórica engolada, en el vídeo
con Garzón hecho público el pasado lunes.
La apropiación del 15-M por parte de Podemos e Izquierda Unida hace
un flaco favor a un movimiento surgido del caldo de cultivo de las
organizaciones ciudadanas. El 15-M fue, en sus albores, una protesta
social y popular larvada a raíz de las consecuencias devastadoras de
la crisis económica. El enojo generado alrededor del anquilosamiento
del sistema, la corrupción política y la precariedad laboral germinó
en la acampada de Sol, que se extendió a lo largo de tres meses ante
la aquiescencia del Gobierno de Rodríguez Zapatero. El 15-M
eclosionó en Madrid, aunque luego se extendió por toda España, en la
recta final de las elecciones municipales y autonómicas de 2011.
Cinco años después, la protesta ha ido perdiendo fuelle, si bien se
ha solidificado alrededor de varios colectivos, como la Plataforma
de Afectados por la Hipoteca (PAH) y 15MpaRato.Precisamente, ambas
entidades, en un comunicado difundido el viernes, exigían a Podemos
e IU dejar de "utilizar" el 15-M en campaña, además de no adueñarse
de los "logros de la ciudadanía".
Que la izquierda trate de hegemonizar los restos del 15-M se
entiende por la apuesta política que Podemos e IU han desplegado de
cara al 26-J. El propósito de Iglesias y Errejón fue siempre el de
conformar una opción política, bajo el mantra de la transversalidad,
capaz de confluir con organizaciones políticas y sociales de
distinto signo. La alianza con IU alienta la obsesión de Podemos de
superar al PSOE, pero aleja a la formación morada del intento de
armar un conglomerado político con un perfil ideológico bajo. Y nada
de eso concuerda con el espíritu de quienes hace un lustro clamaban
en el centro de Madrid por una verdadera "democracia real" o quienes
exigían reformas de calado, alejadas de cualquier tentación
populista. El 15-M desembocó a los pocos meses de su nacimiento en
los tenderetes de Sol y en un discurso antisistema. "Mi angustia no
era por la protesta, sino por las causas sociales de la misma y las
serias dificultades que tenía como gobernante para dar respuestas a
las mismas", admitió Zapatero recientemente a nuestra revista PAPEL.
"Aquello era una pocilga muy fotogénica", subrayó Esperanza Aguirre.
Frente a la reacción del bipartidismo, Iglesias pretende ahora
aparecer ante la izquierda como el representante político de aquella
utopía revolucionaria que ancló en Sol. Pero la realidad es que,
precisamente, la consolidación de Podemos como una alternativa
política es lo que ha desactivado definitivamente el 15-M. Esto
explica tanto la pérdida de eco e influencia de sus promotores, como
la escasa participación durante los últimos años en las
manifestaciones, pese a los ajustes llevados a cabo por el Gobierno
del PP.
El desalojo del campamento en el corazón de Madrid y algunos
episodios violentos posteriores -como el incidente en el que varios
activistas impidieron la entrada de los diputados al Parlamento
catalán- contribuyeron a crear una imagen conflictiva que no se
corresponde con los propósitos de los que emanó el 15-M. Una de sus
virtudes fue la de aglutinar el enfado en la calle en asuntos
centrales como el paro o la vivienda. Además, logró introducir en la
agenda política asuntos como la corrupción, la transparencia, la
regeneración o la eliminación de los privilegios de la clase
política. La deriva del 15-M comenzó con la proclama de algunas de
las recetas caducas de la izquierda, por ejemplo, el aumento de la
fiscalidad a las rentas más elevadas. En todo caso, tanto el
carácter poliédrico de este movimiento como su galvanización social
deberían disuadir a Podemos e IU de su empeño en patrimonializar el
15-M en su favor.
La serpiente sale del huevo
Federico Jiménez Losantos Libertad Digital 15 Mayo 2016
El pasado 10 de Mayo se produjo en la política española un cambio
tan radical, una desbandada tan súbita, una crisis institucional de
un alcance que, en algunos aspectos, hacía recordar el 14 de Abril
de 1931, cuando la huida del Rey, la inhibición de los partidos
conservadores y el paso del PSOE a las turbulentas filas de la
revolución consiguió que España, que se había acostado monárquica,
se levantara republicana. Medio PSOE se ha pasado a Podemos. Y aún
no ha vuelto.
Recordemos que aquellas elecciones municipales de 1931 ratificaron
una mayoría monárquica aplastante en el conjunto de España, pero el
golpe de mano de republicanos y socialistas en las grandes ciudades,
la huída del rey, la desmoralización de la clase política
conservadora y la inhibición de Sanjurjo al frente de la Guardia
Civil, convirtieron una victoria municipal en un funeral de Estado.
Fue el fin de la monarquía parlamentaria que en medio siglo –excepto
los siete años de la dictadura de Primo de Rivera- llevó a España
del abismo sangriento de las tres guerras civiles entre liberales y
carlistas a la primacía del poder civil, a un sistema de partidos
turnantes, a la democratización del voto -caciquil, como en toda
Europa- y a ir asentando derechos como el de las mujeres a ser
elegidas y luego a elegir, que, conviene recordarlo, se empezó a
ejercer en la Dictadura de Primo.
Intelectuales y patriotas desnortados
Aquella dictadura, militar pero típicamente regeneracionista, que
cancelaba frívolamente el régimen fundado por Cánovas en 1874, se
entendía como un paréntesis para acabar con la guerra de África
–hecho conseguido con el desembarco de Alhucemas-, con la corrupción
de los partidos políticos –que abocó fatalmente a la creación del
Partido Único de la Unión Patriótica-, y un plan de grandes obras
públicas que rendía tributo a la moda socialista y fascista de la
época, pero que sin duda supuso enormes avances modernizadores por
vía estatal. Algo, por cierto, no muy distinto de lo que había
pasado en todo el XIX.
La dictadura fue una herramienta populista que, a diferencia de los
populismos actuales, encerraba una real voluntad patriótica de
mejorar la vida de la nación, puesta en cuarentena mediáticamente
tras la crisis del 98. Pero con la misma frivolidad que se decretó
el fin de la Restauración y se aceptó la dictadura de Primo se
acogió el golpe que trajo la II República. Y al frente de los tres
movimientos vemos siempre al más brillante grupo de intelectuales
que había producido España desde el Siglo de Oro. De hecho, se trata
de tres movimientos de opinión pública contra la clase política que
dirigen soberbios escritores, pero patriótica y minuciosamente
equivocados.
Empecemos por el 98. ¿Acaso Unamuno y Maeztu en el ensayo y el
periodismo de ideas, Azorín y Baroja en la novela, Valle Inclán en
el teatro, los Machado y Juan Ramón Jiménez en la poesía o Menéndez
Pidal en la ciencia no tenían un formidable talento y no les movía
un sincero amor a España? Sin duda. Pero su análisis de España, los
remedios para los males del régimen canovista, en el que habían
nacido y florecido, eran equivocados, cuando no auténticos
disparates.
Los europeístas de la generación siguiente, la de 1914 –los Ortega,
Marañón, Pérez de Ayala, Azaña-, estaban dispuestos a corregir los
errores líricos y las improvisaciones de los del 98. Basta ver los
ensayos "¡Todavía el 98!" y el dedicado a Ganivet en "Plumas y
palabras", de Azaña (ambos, en mi Antología de Ensayos en Alianza
Editorial, 1983). Pero su proyecto político reformista, encarnado en
la Liga de Educación Política y luego en el Partido Reformista de
Melquíades Álvarez, fracasó y nuestros talentos se aburrieron
enseguida. Así que pasaron de apoyar a Primo en 1923 a querer
vengarse del Rey -como los políticos corruptos que echó la
Dictadura- con la Asociación al servicio de la República improvisada
en 1931, a remolque de la deserción de la clase política pero
fingiendo que la encabezaba, y que nunca explicó qué república era
la que querían implantar, ni cómo, ni con qué constitución; fue un
elegante alarde de vanidad retórica que sólo sirvió para legitimar
el desastre de 1931, infinitamente más grave que el de 1898.
De 'El Sol' a La Sexta pasando por 'El País'
Convendría que los historiadores que se han adentrado en cada uno de
esos momentos del siglo XX español investigaran en conjunto y sin
prejuicios –que no tienen sentido, nadie duda de la relativa buena
fe de sus actores- esos tres momentos o movimientos de la opinión
pública española -1898, 1914, 1931- que se forjan en los medios de
comunicación, entonces esencialmente la prensa, ya en manos de la
izquierda masónica o socialista. Probablemente será la única forma
de entender cómo casi un siglo después un movimiento sin base social
relevante pero con una poderosa presencia en los medios
audiovisuales está a punto de llevar a España a lo que ya en
distintos momentos del siglo XX -1917, 1931, 1934, 1936, 1939-
fracasó de forma ruinosa y sangrienta: la implantación de una
república socialista. Hay que averiguar cómo de El Sol de Ortega a
La Sexta de Ferreras, pasando por El País de Cebrián, hemos acabado,
sin comerlo ni beberlo y sin que lo haya pedido nadie, al borde
mismo de una revolución comunista.
Porque esa es la serpiente que el viernes salió del enorme huevo
incubado por PRISA en tiempos de González, por Roures en los de ZP y
por los dos imperios, amén del ahora separatista de Godó, en estos
tiempos de Rajoy y Soraya. Este viernes apareció o, mejor, se
concretó, un movimiento político de signo totalitario comunista que
con las siglas de Unidos Podemos está en condiciones de ganar las
elecciones dentro de mes y medio. O, como poco, de abrir un período
revolucionario, aliado a todos los partidos separatistas, que
derroque el ya menguado a acoquinado régimen constitucional del 76.
¿Y para qué? Pues para embarcarnos en una era de turbulencias
económicas, políticas, institucionales y sociales que pueden suponer
la quiebra del Estado y dar jaque mate a la Nación. A aquella
"Constitución Histórica" de la que se reclamaban herederos patriotas
ilustrados como Jovellanos y sus herederos naturales, los liberales
de Cádiz que en 1812, cercados por Napoleón y –reconozcámoslo-
cegados por el sectarismo, dieron a luz nuestra primera
Constitución, suerte de recibo de libertades que la Nación, en uso
de su soberanía, extendía a todos los ciudadanos.
La lombriz se hizo serpiente en el PP
El huevo de la serpiente ha sido calentado cuando era lombriz por
los medios de comunicación controlados por el PP. Su fin era
rastreramente partidista: desgastar al PSOE y frenar a Ciudadanos,
partidos que nacen por la crisis económica y los escándalos de
corrupción política. Pero ni España es un país de convicciones
comunistas –ninguno en la UE tiene tantas casas en propiedad-, ni la
población aspira mayoritariamente a otra cosa que a un régimen en el
que un Gobierno decente garantice la vida, la propiedad y la
libertad de todos los españoles, sin excepción y sin discriminación.
Sólo la vileza partidista y el maquiavelismo empresarial de los
multimedia que el PP mantiene y la extrema izquierda dirige explica
esta situación en que una sociedad amodorrada, acostumbrada a la
mentira desde el 11M, contempla cómo la llevan al matadero sin saber
muy bien qué hacer ni a quién votar.
Pero la cáscara del huevo ya se ha roto. Pronto las encuestas darán
noticia de la excelente salud de la serpiente. Y veremos correr
veloces en auxilio de la tiranía los que han hecho fortuna hablando
de la Democracia. Es lógico que en una semana en la que hemos visto
cómo Cebrián y García Ferreras eran elogiados por el Rey y
agasajados por sus multimillonarias empresas, fámulas del Gobierno,
mientras Fernando Múgica, el descubridor de la gran mentira del 11M,
moría casi olvidado, víctima del cáncer de la verdad, veamos también
cómo se yergue la serpiente gigantesca de la tiranía. Es la primera
vez que, asistido por camaleones, nace un ofidio de un percebe y una
nécora. pero ese ser contra natura sólo puede traernos desgracias.
Las grandes promesas.
Vicente A. C. M. Periodista Digital 15 Mayo 2016
Los políticos son gentes muy dadas a los grandes gestos y mucho más
a las grandes promesas. Prometer no cuesta dinero ni esfuerzo
alguno, pero cumplir las promesas es bien diferente. Sin embargo, la
ventaja de prometer y no cumplir es que muy pocas veces tiene
consecuencias. Adolfo Suárez, el principal protagonista de la
transición, prometió muchas cosas a los españoles y la principal es
verdad que casi la cumplió, la de llevar a la sociedad española
desde un régimen dictatorial hacia una democracia. Lo malo es que
esta ha resultado fallida, desigual e imperfecta, ya que no se
cumplen las tres reglasfundamentales de: Igualdad, Libertad y
Justicia. La mayoría de las veces es que se cumpla la máxima de
"grandes promesas, grandes mentiras".
Ayer Pedro Sánchez se atrevió a parafrasear a Adolfo Suárez
mencionando en su discurso de entronación como el candidato del PSOE
a las elecciones generales del 26J tres promesas bajo el célebre
formato de "puedo prometer y prometo" decencia, diálogo y
dedicación. Hace falta tener valor para apelar a la decencia cuando
allí se encontraba la máxima representante de la JUnta de Andalucía
que mentiene sin rubor a un Consejero investigado por corrupción y
se ha esforzado en torpedear la labor de la jueza Mercedes Alaya.
Porque hace falta desfachatez para prometer diálogo cuando se ha
mantenido y se mantiene un "NO" rotundo a sentarse con el PP sin
importarle que sea la fuerza más votada, y sin respetar al candidato
legitimado por el voto de más de siete millones de españoles. Porque
finalmente esa dedicación ha quedado demostrada como esteril y
errática con un final de absoluto fracaso.
Adolfo Suárez prometió algo que sabía que era dificil de conseguir.
De hecho solo logró n acuerdo e mínimos con excesivas concesiones y
flecos sueltos que, a la postre, se han evidenciado como
responsables de la acual situación de flata de unidad, solidaridad e
igualdad entre las diferentes regiones y autonomías de España. Y eso
que él sí que podía prometer por contar nada menos que con el apoyo
del entonces Jefe del Estado, heredero electo del dictador Francisco
Franco y coronado Rey por las Cortes Generales. Y aún así, no lo
tuvo nada fácil y solo se logró cerrar en falso y posponer la
resolución de los problemas a las nuevas generaciones.
La realidad es que se ha impuesto la indecencia en forma de
corrupción generalizada en todos los estamentos de la sociedad de la
que los políticos son una parte fundamental por contar con el poder
y los medios. Se ha impuesto la fuerza, la coacción y la prepotencia
sobre el diálogo pervirtiendo esa palabra hasta hacerla
irreconocible. Los famosos "cordones sanitarios", una forma indigna
de referirse al aislamiento del oponente político como medio de
forzar la renuncia a sus propuestas. Una actitud miserable basada en
un revanchismo irracional como justificación de la ambición personal
y partidista para expulsar al otro del poder y ocupar su lugar.
Nadie puede dudar de que se van a esforzar en su misión y tendrán
una dedicación exclusiva. Lo que nadie garantiza son los resultados,
Solo son promesas y "buenas intenciones" o malas, según desde donde
se mire. El caso es que los ciudadanos no podremos aducir
desconocimiento del pasado por muy bonito e ideal que se nos prometa
un futuro que ninguno de ellos puede asegurar cumplir. Mucho menos
con la rotundidad con la que Pedro Sánchez tuvo la osadía de hacer
ayer en un momento de "subidón" como candidato electo.
¡ Que pasen un buen día!
Los expertos desmontan el programa
económico de Podemos
Antonio Maqueda okdiario 15 Mayo 2016
Los cálculos del plan económico de Podemos tienen un talón de
Aquiles: el sector exterior.
El cerebro económico de Podemos, Nacho Álvarez, reconoció ante un
foro de economistas que su programa tendría problemas de
implementación a corto plazo. Cuando fue interrogado por el efecto
que tendría sobre la balanza exterior aumentar el gasto público en
casi 100.000 millones, Álvarez admitió que en un primer momento eso
podría suponer una dificultad.
En una reunión organizada por el think tank Fedea, Álvarez desgranó
las principales líneas de su política económica. Allí explicó que
pretendía elevar los desembolsos del Estado en unos 96.000 millones,
y que eso se financiaría de sobra con un incremento de la
recaudación por una cantidad equivalente gracias a las subidas de
impuestos y el crecimiento del PIB que generaría el gasto público.
Se financiaría tan de sobra que hasta se bajaría el déficit.
Sin embargo, en esas cuentas de Podemos la ratio de gasto sobre PIB
quedaría estabilizada en el 43%, justo el mismo porcentaje que se
registra en la actualidad. Es decir, para que la ratio siga igual el
PIB debería crecer al mismo ritmo que el gasto. Lo que a su vez
implica que para poder sostener semejante gasto la economía tendría
que crecer a tasas anuales cercanas al 5%, algo que se antoja
prácticamente imposible en un contexto de bajos crecimientos y alta
preocupación por fenómenos como el estancamiento secular o la
japonización.
“Los economistas de Podemos han determinado cuánto quieren gastar en
los próximos años y a partir de ahí han torturado los números para
que les dé cómo financiarlo y cumplir con el déficit. Ellos
argumentan que con ese aumento del gasto se disparará la demanda y,
por lo tanto, el crecimiento del PIB y los ingresos tributarios. Sin
embargo, las cifras no cuadran. La economía española tiene una alta
propensión a importar. Si te pusieses a repartir sobres con dinero,
los españoles los emplearíamos en adquirir coches alemanes, teles
coreanas o iphones americanos. Sin haber mejorado sustancialmente
nuestra competitividad, esa inyección de pasta además elevaría los
precios y nos convertiría de nuevo en un país caro. Como
consecuencia, las inyecciones de dinero se destinarían a comprar
todavía más productos foráneos en una suerte de espiral negativa que
empeoraría cada vez más nuestra balanza comercial lastrando el PIB.
Precisamente esta pega se le apuntó a Álvarez, a lo que respondió
que efectivamente podría suponer un problema a corto plazo”, explica
uno de los economistas que participaron en la reunión.
O lo que es lo mismo, el plan económico de Podemos no contempla las
consecuencias de una economía abierta en la que los estímulos pueden
acabar beneficiando a otras economías. En Alemania ya tienen muy
estudiado que cada vez que engordan el gasto público éste termina
normalmente en manos de productores chinos y estadounidenses.
“No hay que irse muy lejos para tener un ejemplo de que estas
políticas no funcionan. El Plan E supuso una muestra clara de lo
inútil que pueden resultar las políticas de estímulo público en una
economía global. Sus cálculos tan sólo servirían en una autarquía,
cuyo empobrecimiento tristemente ya conocemos”, comentan varios
economistas. Es más, el Plan E también puso de manifiesto la
tremenda dificultad de desplegar políticas de gasto de forma
eficiente. A juicio de los expertos, se antoja casi imposible
engordar los desembolsos del Estado en casi 100.000 millones en
cuatro años sin incurrir en graves ineficiencias y programas de
gasto mal diseñados. Amén de que el gasto ocurriría al instante,
pero en cambio el efecto multiplicador se produciría con un retardo,
lo que conlleva un aumento inicial del déficit todavía mayor.
Por lo general, cualquier economista ve factible llevar los ingresos
hasta el 41% del PIB desde el 38,3% registrado en estos momentos. Se
puede alcanzar esas cotas a razón de un incremento anual de la
recaudación de 0,6 ó 0,7 puntos anuales conseguidos por la mejora
natural del ciclo. Sin embargo, eso implica que la economía crece
todos los años y que se profundiza en las reformas. En el mejor de
los casos, durante una legislatura se podrían obtener unos 30.000
millones más de ingresos siempre que el PIB avanzase a tasas del 2%
ó el 3%. Pero nunca se podrían ingresar unos 96.000 millones tal y
como promete Podemos. Para ello, como ya hemos señalado, hace falta
que la economía crezca por lo menos un 5% anual. Y el hecho de
elevar la presión fiscal con tal conseguirlo probablemente causaría
una severa contracción de la actividad.
Para colmo, pretenden lograr semejantes niveles de recaudación sin
subir el IVA, el impuesto que en España tiene más recorrido en
comparación con sus pares europeos. Por no hablar de que subir los
tributos a las rentas superiores a 60.000 euros apenas tiene efecto
recaudatorio porque la mayor parte de los ingresos declarados se
concentran por debajo. Y porque las rentas altas suelen tener una
mayor capacidad para escapar del fisco.
Los guarismos de Podemos tampoco tienen en cuenta el impacto que
tendría sobre la evolución del PIB las alzas fiscales o deshacer las
reformas laborales de 2011 y 2012, sostienen varios analistas
consultados. Medidas como subir mucho el salario mínimo o suprimir
las reformas laborales introducirían rigidez en la contratación,
desincentivarían la creación de empleo y, por lo tanto, ocasionarían
un menor crecimiento y menores ingresos.
Por último, las propuestas de Podemos e IU aspiran a eliminar la
reforma de las pensiones, lo que provocaría un brutal incremento del
gasto en la mayor partida del Estado.
El mayor fraude electoral de la democracia
La repetición de elecciones es un fraude constitucional. Solo está
prevista en sistemas de doble vuelta, que no es el caso de España.
El 26-J se ha convertido en un plebiscito
Carlos Sánchez El Confidencial 15 Mayo 2016
Norberto Bobbio, el filósofo italiano, se preguntaba en ocasiones
sobre el significado de la abstención política. Y llegó a una
conclusión. También en forma de pregunta. “Si todos actuaran como
yo, ¿cuáles serán las consecuencias? ¿Acaso no sería el fin de la
forma de gobierno cuya superioridad sobre todas las demás radica en
que está fundada en el consenso, periódicamente declarado, de los
ciudadanos?”.
El argumento es impecable. No se entiende la democracia sin
participación ciudadana. Y, de hecho, en muchos países el voto es
obligatorio. Pero Bobbio, cuando hacía su análisis, no podía
imaginar que en una democracia consolidada, como la española, las
principales fuerzas políticas no fueran capaces de llegar a un
acuerdo para formar Gobierno. Un suceso verdaderamente
extraordinario en la Europa contemporánea.
Muchos autores han llegado a la conclusión de que votar es
irracional. Cuando alguien deposita su papeleta en una urna es
consciente de que su acción es irrelevante en términos
cuantitativos, toda vez que su influencia sobre el resultado final
es insignificante. Pero lo hace. Incluso, asumiendo los 'costes'
intangibles del voto, como puede ser el tiempo que debe dedicar un
ciudadano a informarse sobre las distintas ofertas electorales o el
coste de oportunidad que puede suponer esperar una cola hasta
depositar la papeleta en lugar de realizar otra actividad.
Las razones de esta irracionalidad son obvias. Detrás de este
comportamiento se esconde el hecho de que un ciudadano se siente
concernido por lo que sucede a su alrededor. Tiene sentido de
pertenencia a una comunidad o a un grupo ideológico, lo cual explica
que, en el caso español, algo más de las dos terceras partes de los
electores acudan frecuentemente a la urnas conscientes de la
irrelevancia de su papeleta respecto del escrutinio total. Esta es
la esencia de la democracia.
Ahora bien, ¿qué sucede cuando los partidos no se ponen de acuerdo y
hay que repetir las elecciones? Pues ni más ni menos que se
condiciona el voto de forma determinante y hasta torticera.
La ‘repetición’ de elecciones, aunque técnicamente no pueden
considerarse nuevos comicios, es la esencia de los sistemas
electorales que prevén una segunda vuelta. El elector deposita una
primera papeleta, pero sabe que su elección final puede variar en
función de los resultados de la primera consulta. Ese argumento
desaparece en los sistemas electorales que no prevén esa segunda
oportunidad. Es más, el legislador, en el caso español, podría haber
planteado en su día un sistema electoral de segunda vuelta, pero no
lo hizo por las razones que fueran.
Lo que no podía prever es que el filibusterismo político condujera a
una situación como la actual, en la que los resultados del 20-D
condicionan de forma determinante lo que ocurrirá el 26-J. Lo cual
vicia de origen el resultado de las próximas elecciones. Máxime
cuando los cuatro principales candidatos serán los mismos, lo que
pone de relieve una ausencia total de responsabilidades políticas
por parte de quienes han conducido al país a esta situación. Ese
consenso periódico del que hablaba Bobbio, y que es la clave de la
democracia.
Un fraude de ley
Se trata de un auténtico fraude al espíritu del constituyente. En
democracia, no hay ninguna razón que pueda justificar que desde los
poderes públicos -en este caso los partidos con representación
parlamentaria- se oriente el voto en una dirección u otra mediante
una segunda vuelta no prevista por el ordenamiento legal. Algo que,
probablemente, aliente la abstención, un viejo instrumento de los
regímenes autoritarios para fomentar la apatía política. Cuando un
partido fomenta la abstención para vencer por aplicación mecánica
del sistema electoral, en realidad, lo que está haciendo es
fragmentar la soberanía nacional para que sean unos pocos quienes
decidan por todos.
La no participación en un proceso electoral -sin contar medidas más
irreverentes y hostiles como emborronar la papeleta o utilizarla
como un panfleto político contra el sistema- se articula a través de
la abstención, que puede ser activa (cuando el elector deposita en
la urna su sobre sin incluir un candidato) o pasiva (cuando ni
siquiera acude a su colegio electoral).
Estas dos formas de abstención, sostenía Bobbio, son funestas para
la democracia. Pero lo cierto es que su importancia no es
irrelevante. Todo lo contrario. En las últimas elecciones,
36.511.848 ciudadanos estaban llamados a las urnas. Sin embargo,
participaron 25.438.532 ciudadanos, lo que significa que el 30,4%
decidió no acudir por todo tipo de razones, algunas de ellas
meramente técnicas que no pueden achacarse a motivaciones políticas.
La cifra de electores, sin embargo, incluye 188.133 papeletas en
blanco. Es decir, ciudadanos que no se decidieron por ninguna
opción, pese a lo cual influyeron sin quererlo en el resultado final
de los comicios favoreciendo a los partidos mayoritarios, ya que la
asignación de escaños se realiza sobre el número de electores sin
excluir a quienes no respaldan a ningún partido.
Sumando los votos nulos y en blanco, 415.351 electores no quisieron
influir en favor de alguna de las candidaturas presentadas, lo que
unido a los 11.073.316 que no acudieron a votar, da como como
resultado una 'no participación' de 11.488.667 electores. Es decir,
casi uno de cada tres ciudadanos declinó la invitación a votar pese
a que la elección de los representantes políticos se suele
identificar con un deber político y hasta moral.
Parece evidente que tamaño número de abstencionistas puede
explicarse por un comportamiento racional del elector. En unos
casos, porque ninguna de las candidaturas satisface sus expectativa
o, en otros, simple y llanamente, porque la apatía es inevitable en
sociedades complejas como las actuales. Otro número significativo
también lo pudo hacer porque considera que su vida no va a cambiar
nada gobierne quien gobierne.
Para qué sirven los gobiernos
El todavía presidente Obama, con una extraordinaria sagacidad a la
hora de identificar los problemas de los ciudadanos, se dirigió,
precisamente, a los abstencionistas en su primer discurso de
investidura en enero de 2009. “Lo que no entienden los escépticos es
que el terreno que pisan ha cambiado, que las manidas discusiones
políticas que nos han consumido durante tanto tiempo ya no sirven.
La pregunta que nos hacemos hoy no es si nuestro gobierno interviene
demasiado o demasiado poco, sino si sirve de algo: si ayuda a las
familias a encontrar trabajo con un sueldo decente, a disponer de
una sanidad que puedan pagar o a una jubilación digna”.
Parece evidente que esos son argumentos muy sólidos para justificar
el voto. Pero no ocurre lo mismo en España, donde el tacticismo
electoral -no hay razones para pensar que los mismos partidos que no
se ponen de acuerdo para reducir los gastos electorales lo hagan
para formar un Gobierno estable- se ha impuesto a los problemas de
fondo.
El fraude es todavía mayor si la nueva convocatoria se hace a partir
de un análisis previo que provoca necesariamente un sesgo en el
resultado final. La propensión a la abstención política es mayor en
unos colectivos que en otros. No es homogénea, y, por lo tanto, los
partidos que tienen electores de mayor edad (los menos
abstencionistas) tienen un incentivo para convocar unas nuevas
elecciones, como así ha sucedido. Por el contrario, como revelan las
encuestas del CIS, la propensión al voto de los más jóvenes es
menor, lo cual influye, de una forma que puede llegar a ser
determinante, en el resultado de una segunda vuelta.
Este condicionamiento político por razones tácticas -que debería ser
extraño en una democracia- se manifiesta de forma palmaria en las
distintas estrategias electorales.
Lo que se pide el 26-J -salvo en el caso de Ciudadanos- no es el
voto para que gane una determinada opción, sino que el objetivo
declarado es derrotar al adversario político para que no gobierne,
lo cual convierte los procesos electorales en una pantomima.
Rajoy ganó por mayoría absoluta en 2011 con un argumento supremo:
había que echar de La Moncloa al sucesor político de una calamidad
llamada Zapatero, y ahora, paradojas de la historia, es Pablo
Iglesias quien quiere ser hegemónico en la izquierda con un único
argumento: hay que expulsar a Rajoy a cualquier precio. También el
propio Rajoy ha orientado ya su campaña en una sola dirección: hay
que impedir que los ‘neocomunistas bolivarianos’ -Unidos Podemos-
alcancen el poder.
¿Tiene esto algo que ver con la democracia? ¿Con el consenso
político del que hablaba Bobbio? O simplemente se vende como
elecciones lo que en realidad no es más que un plebiscito.
Exactamente igual al que planteó Artur Mas en las últimas elecciones
catalanas -independencia sí o independencia no- y que todos los
partidos constitucionalistas consideraron un fraude.
El 'postureo' político cuesta ya 150.000
empleos
La economía española ha dejado de generar 8.000 millones y decenas
de miles de puestos de trabajo
BBVA: la incertidumbre detraerá ocho décimas de
crecimiento hasta 2017
CARLOS SEGOVIA Madrid El Mundo 15 Mayo 2016
En una ironía propia de la mitología griega, el llamado Pacto de los
Botellines entre Pablo Iglesias yAlberto Garzón para acabar con la
austeridad se produjo en la misma tarde que el ministro de Finanzas
de Grecia,Euclides Tsakalotos, ofrecía en Bruselas a la desesperada
un llamado "mecanismo de contingencia". Se trata de un procedimiento
derecortes automáticos del gasto queAlexis Tsipras acepta ante la
Troika por si él mismo se desvía en el control del déficit. El héroe
heleno de Iglesias y Garzón en la Eurozona se pone un lanzallamas
contra sí mismo con tal de pasar un nuevo examen en Bruselas y
obtener liquidez vital.
También en esa misma tarde del lunes, el Servicio de Estudios del
BBVA -uno de los más importantes del país tras el del Banco de
España- ultimaba su nuevo informe con una conclusión: la
incertidumbre política desde el 20-D tiene ya un coste tangible:
ocho décimas menos de crecimiento para la economía española entre
éste y el próximo año. La traducción es que cada ronda de consultas
fallida convocada por el Rey en estos estériles meses ha costado más
de 2.600 millones y 50.000 empleos. Cruzando los datos que maneja el
servicio de estudios del BBVA, ocho décimas son 8.000 millones menos
de Producto Interior Bruto que se generará en estos dos años clave
para salir de la crisis y equivalen a hasta 150.000 empleos que no
se crearán sólo por el efecto de la falta de acuerdos para gobernar.
Si la incertidumbre se prolonga "o no se disipa favorablemente" -si
llega Syriza al poder en España- será aún peor, según los
economistas del banco.
El Ministerio de Economía no dio gran credibilidad a esta estimación
y los líderes políticos, pese a que hablan a todas horas de todos
los temas, no comentaron este impacto económico de su incompetencia.
En el banco aseguran que basan su cálculo en un índice
estadounidense en el que tienen en cuenta diversos indicadores
internos de la economía española y el hecho irrefutable del impacto
que han tenido en España situaciones pasadas de incertidumbre. El
servicio de estudios del BBVA ha mostrado a lo largo de las últimas
décadas independencia de criterio y en esta ocasión se ha atrevido a
cuantificar el coste del postureo político.
No deja de ser una estimación, pero es de sentido común que
múltiples decisiones de empresas y familias dependen de la confianza
que tengan en el país, en quien lo gobierne y el coste de su
financiación. El Tesoro colocó el pasado miércoles bonos ¡a 50 años!
por valor de 3.000 millones de euros con un tipo de interés del
3,45%. Para la agencia Bloomberg "el hecho de que España venda bonos
a ultra largo plazo en un año en que no tiene aún gobierno muestra
el poder que tienen las medidas del Banco Central Europeo para
apoyar los mercados de deuda". Sin el doping del BCE ¿dónde estaría
hoy la prima de riesgo con un Mariano Rajoy recibiendo chapapote de,
entre otros, el PP valenciano y unPedro Sánchez secundario en el
botellín y sin expectativas de botellón? Incluso con el respaldo del
BCE, los inversores prefieren bonos a 10 años alemanes a un 0,15% de
interés que los griegos al 9%. Nada es seguro en la Eurozona.
El ex ministro griego Yannis Varufakis sostiene una teoría
conspiratoria por la cual, el alemán Wolfgang Schäuble y presuntos
acólitos comoLuis de Guindos están frenando un necesario alivio para
la deuda griega pese a las "medidas humillantes" aceptadas por
Tsipras para que Iglesias y Garzón no tengan esa baza en la campaña
electoral. La realidad es que habrá un acuerdo político favorable a
Tsipras en este mes, porque Schäuble no se puede permitir ni un sólo
conflicto más en estas semanas por la temida salida de Reino Unido
de la UE. El alemán está dispuesto a un gesto de relajación de la
deuda griega, la cuarta en esta crisis, y dar una nueva patada hacia
adelante a la bomba de relojería griega con tal de que no estalle
ahora.
En lo que sí acierta Varufakis es que el cada vez más tétrico
Gobierno de Tsipras es un jarro de agua fría a las posibilidades
electorales de Podemos e Izquierda Unida, aunque Pablo Echenique ha
declarado en Espejo Público que "las economías de Grecia y España
son muy diferentes". Va quedando en la maldita hemeroteca de Podemos
aquella proclama de Pablo Iglesias de 2014: "Empezaremos el cambio
en Grecia. Vamos Alexis!".
Mientras tanto, el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC),
formado por la quincena de empresarios más importantes del país,
decidirá después de las elecciones del 26-J si se disuelve o
continúa como gran foro de poder del Ibex, según el resultado. Si
incluso esta influyente organización que aún preside César Alierta
vive incertidumbre qué no será con la economía en general. Pero
nada, no hay prisa, sigue el caro postureo
Los profesionales
David R. www.latribunadelpaisvasco.com 15 Mayo 2016
Por desgracia, en nuestro país, hemos asistido a un lamentable
espectáculo los últimos meses, y los principales actores han sido
profesionales de la política, profesionales que actúan preocupados
por la obtención de la poltrona y por la cantidad de ellas, como si
de un festín se tratase, y que van acompañados de una caterva de
periodistas y tertulianos que también son profesionales del asunto a
dirimir. Obviamente, la poltrona aporta poder y dinero de manera
indisoluble.
Los programas de partido no se tienen en cuenta porque son mentira
y, si es menester, se modifican sobre la marcha más rápido que lo
que tarda en caer una gota de agua. En esto Podemos es campeón, que
si es necesario mañana nos contará que la Tierra no es redonda. Los
pactos se realizan sobre la marcha en función del reparto de poder y
de dinero y siempre se hacen a posteriori, devaluando el voto de tal
manera que consigue el cabreo del votante. Da igual.
No es cierto que el próximo día 26 de julio los ciudadanos estemos
convocados a una segunda vuelta, por la sencilla razón de que ese
modelo electoral no existe en España, modelo que sí está implantado
en Francia para elecciones presidenciales y que, en éste caso, nos
hubiese ahorrado muchos meses de bloqueo legislativo y muchos
millones de euros. No consigo entender la razón por la que muchos
profesionales utilizan esa terminología, salvo que den por hecho que
los ciudadanos somos tontos.
Sí es cierto que el día 26 de junio van a cambiar algunas cosas:
- La absorción de Izquierda Unida por parte de Podemos es su
certificado de defunción, y su líder, Alberto Garzón, curiosamente
el mejor valorado de todos los líderes, pasará a la historia del
comunismo español como la persona que liquidó el partido, como muy
acertadamente ha avisado una y mil veces Gaspar Llamazares, y
también pasará a la historia como el sujeto que llevó a los
comunistas a un terreno ignoto, porque calificar a Podemos como un
partido de izquierdas requiere un esfuerzo de imaginación
extraordinario, de hecho, cuesta calificarlo como partido, aunque
esté inscrito en el registro de partidos como tal. Por cierto,
pregunta al Alberto Garzón: ¿cómo ha quedado en el marco de los
acuerdos secretos el vital asunto de la deuda de Izquierda Unida
contraída con sus acreedores?, porque si de una empresa se tratase,
hace tiempo que estaría liquidada. Izquierda Unida está desde hace
mucho tiempo en quiebra, da la sensación de que pasa desapercibida
una cuestión principal y es que Izquierda Unida no podía financiar
otra campaña electoral. Más mentiras.
- El PSOE entrará en la "madre de todas las crisis" si no consigue
mejorar el peor resultado de su historia electoral reciente (20 de
diciembre de 2015). La crisis será de tal calibre que no solamente
Pedro Sánchez será fulminado, también toda su cuadrilla. La
posibilidad de fractura es significativa teniendo en cuenta que el
PSOE es una estructura federal y por eso su máximo órgano de poder
se llama Comité Federal; pero el inicio de un camino hacia la
autodestrucción es algo que vislumbro desde hace mucho tiempo,
porque es evidente que el PSOE ya no existe, lo que existen son
diferentes elementos que aglutinados conforman ese grupo político,
es una farsa y nadie parece querer reconocerlo, porque los "barones"
reinan baronías y ya han entrado en modo "sálvese quien pueda". Son
profesionales.
- Bruselas está expectante y no va a tolerar que se active la
posibilidad de que se tengan que celebrar unas terceras elecciones
(matemática y constitucionalmente, posible). Bruselas no nos pide
que cumplamos el compromiso de déficit, sencillamente, nos lo va a
exigir, y si no tenemos un Gobierno mínimamente estable, el
cumplimiento de esos compromisos ya adquiridos será absolutamente
imposible, y aunque seamos la cuarta potencia económica de la Unión,
ésta unión tiene otros 27 miembros que nos observan con sorpresa y
preocupación, y que llegado el momento dirán: basta de tonterías,
intervención. Imaginen un Gobierno de Podemos que dice claro y alto
que va a disparar el déficit y la deuda, Bruselas no lo admitirá. De
la misma manera que no ha admitido las barbaridades de la izquierda
griega.
- Volvemos al bipartidismo, y en esta ocasión, la polarización
vuelve a ser derecha-izquierda, PP-Podemos; el PSOE es convidado de
piedra, por eso el mesiánico Pablo Iglesias dice que el "sorpaso"
tiene que ser al PP, y por eso este peligroso personaje ya no le
pide la vicepresidencia a Pedro Sánchez: se la ofrece.
Si al previsible aumento de la abstención (hartazgo y calendario) le
aplicamos la desigual distribución territorial de escaños y la
implacable ley d`Hont, creo que se producirá una solución al
problema, y si no es así, el drama se convertirá rápidamente en
tragedia.
En el PSOE deberían ir con mucho cuidado, porque su muerte está en
el horizonte. Izquierda Unida ya está muerta, y llamo la atención a
los votantes del próximo día 26 que practiquen el "voto protesta",
como si de un deporte se tratase, porque está demasiado en juego. Lo
del "voto protesta" es una tontería descomunal y un acto de
irresponsabilidad, entre otras razones porque es el principal factor
con el que juegan los profesionales de las poltronas.
El próximo sábado 28 de mayo, a las 12 horas
Los legionarios llaman a todos los
ciudadanos a manifestarse en Barcelona en apoyo de las Fuerzas de
Seguridad y de las Fuerzas Armadas
www.latribunadelpaisvasco.com 15 Mayo 2016
La Hermandad de la Legión de Barcelona ha convocado para el próximo
28 de mayo, a las 12 del mediodía, una gran manifestación en la
Plaza Urquinaona de la capital catalana para que todos los
ciudadanos que lo deseen puedan mostrar públicamente su apoyo a las
Fuerzas de Seguridad y a las Fuerzas Armadas de España.
La convocatoria, que se está transmitiendo especialmente a través de
las redes sociales, explica que el acto se impulsa como consecuencia
“de los acontecimientos que se están desarrollando en España, con
partidos políticos que desprecian a nuestras Fuerzas de Seguridad y
Fuerzas Armadas, que desprestigian nuestra bandera, que abuchean a
nuestro himno y que quieren incumplir la Constitución”.
El llamamiento también apela a mostrar un apoyo explícito a la
Hermandad de Caballeros Legionarios de Barcelona, “que está
continuamente atacada y desprestigiada por representar a España en
Cataluña”.
******************* Sección "bilingüe"
***********************
El Gran Hermano eran dos
Pedro J. Ramírez El Espanol 15 Mayo 2016
No se pierdan El Debate, la divertida obra de Toni Cantó que se
exhibe en los Teatros del Canal y luego irá de gira por diversas
ciudades. Con el argumento de las negociaciones para celebrar un
cara a cara electoral, desvela toda la sordidez y el cinismo de la
vieja política... y el viejo periodismo. Cocinero primero y ahora
fraile, Cantó sabe lo que hace, desde el punto de vista escénico, y
de lo que habla, al abordar los cambalaches entre supuestos
adversarios.
Todas las miserias del bipartidismo salen a escena hilvanadas por
una trama que, sin dar ningún nombre, imagina a Zapatero repitiendo
como candidato en 2011 y a Rubalcaba forcejeando con Arriola para
fijar las reglas de su duelo televisivo con Rajoy. El resultado es
tan amoral y rastrero que, si la situación política fuera otra, el
espectador decente saldría del teatro musitando que menudo
estercolero hemos dejado atrás. El problema es que, una vez abortada
la primavera de Madrid y a la vista de los primeros compases de la
nueva campaña electoral, lo que saltan son las alarmas de que
tengamos más de lo mismo pero a lo bestia.
El turnismo entre el viejo PSOE felipista y el PP insípido de Rajoy
era en efecto una farsa basada en el secuestro de los derechos de
participación de los ciudadanos por dos cupulocracias sin ideas ni
ideales. Mientras los políticos se repartían el poder, sus adláteres
replicaban la España del pelotazo, los maletines y la evasión fiscal
entre las ruinas de la crisis, pero al menos nadie jugaba con la
convivencia.
Siguiendo las huellas de los audaces magos de la "beautiful people",
los fabricantes de duros a cuatro pesetas de Gescartera o los
magnates del ladrillo sin cimientos, ahí emergió entre la bruma de
un origen oscuro, seductor y misterioso como un personaje de
Fitzgerald, el gran Zandi junto a su piscina de oro. En el verano de
2013 me propuso comprar El Mundo con dinero de Qatar para compensar
la influencia mediática del capital judío y seguro que me hubiera
regalado un buen puñado de acciones de Star Petroleum, a nada que me
hubiera implicado en el proyecto. Afortunadamente uno no sirve para
según qué cosas y no soy yo quien tiene pendientes incómodas
explicaciones ante la opinión pública.
Ese mejunje ahora destapado entre el aventurero de los pozos
petroleros en Sudán del Sur, un Cebrián salvado de la quiebra -pero
no de la avaricia- por Soraya, un Felipe González dispuesto a
promocionar la causa ante las autoridades mineras del Chad y un
Alberto Cortina que no perdona ningún charco, es la mejor estampa de
una España putrefacta en la que la falta de ejemplaridad de las
élites era una invitación constante a la revuelta ciudadana. En
medio de los escándalos que afectaban a todos los estamentos del
poder, hoy hace cinco años sonó el primer aviso y quedó claro
durante la pasada legislatura que el esquema bipartidista vigente
durante cuatro décadas no servía ya para encauzar el descontento
social.
Fue entonces cuando, según explica el que fuera Secretario de
Formación del PP Guillermo Gortazar, "asesores del presidente del
Gobierno propusieron impulsar, en los medios de comunicación, una
alternativa de izquierdas, con la finalidad de dividir al electorado
del PSOE y mantener al PP como primera fuerza". Esto no significa
que Podemos sea una criatura más monclovita que venezolana o iraní.
Pero sí que su despegue habría sido mucho más lento si no hubiera
sido impulsado desde las rampas televisivas controladas por el
Gobierno.
El sentido profundo de la operación queda muy claro cuando Montaigne
habla "de los malos medios empleados para buen fin" y explica como
"Licurgo, el legislador más virtuoso y perfecto que jamás existiera,
inventó un injusto procedimiento para formar a su pueblo en la
templanza: emborrachar a los ilotas, que eran sus siervos, para que,
viéndolos así perdidos y anegados en el vino, los espartanos tomasen
horror al desbordamiento de este vicio".
Rajoy no tiene los méritos de Licurgo, pero las horas de cuota de
pantalla producen entre los profesores de universidad con fantasías
revolucionarias y complejo de macho alfa efectos mucho más
embriagadores que los de ninguna bebida fermentada. Y el espectáculo
de la borrachera política podemita está bien a la vista en forma de
propuestas y conductas que conmocionan a la España conservadora e
incluso a la racionalista.
Gortazar sostiene que la operación ha sido hasta la fecha "un éxito
rotundo", pues ha permitido al PP seguir en el poder -aunque sea
como gobierno en funciones- pese a su descomunal pérdida de votos. A
la vista del sondeo que publica hoy EL ESPAÑOL, yo añadiría que lo
mejor para los trujimanes y lo peor para sus víctimas está por
llegar, pues la polarización de la campaña puede ser muy rentable
para el doctor Frankenstein pero muy peligrosa para los transeuntes,
a nada que se le escape el monstruo.
Todo responde a la dinámica descrita por Umberto Eco en su ensayo
"Construir al enemigo" porque "tener un enemigo es importante no
sólo para definir nuestra identidad, sino también para procurarnos
un obstáculo con respecto al cual medir nuestro sistema de valores".
Si pocos habían reparado hace tres años en Pablo Iglesias, Rajoy
necesitaba que los focos se posaran sobre él. ¿De qué servirían los
bomberos indolentes, repantingados sobre el sudoku del día en su
precinto, si de vez en cuando no hubiera incendios de apariencia
pavorosa? "Cuando el enemigo no existe, es preciso construirlo".
Exhibiendo su gran erudición histórica, Eco explica que la
construcción del enemigo es la construcción de su alteridad en base
a sus rasgos físicos, sus comportamientos y sus presuntas
intenciones. El enemigo tiene que causar repulsión, tiene que oler
mal y parecer peligroso, muy peligroso. ¿Cómo no reconocer que el PP
ha encontrado un filón en Podemos, sus confluencias, sus socios
electorales y sus compañeros de viaje?
Por si la coleta de Pablo Iglesias, las rastas del diputado canario,
el síndrome de "Highlander" de Errejón, la teta de Bescansa
amamantando en el escaño, las autofuribundias de Monedero, el
comunismo retro de Alberto Garzón, el pasado etarra de los amigos de
Bildu o el morreo en la boca con Domenech no proporcionaran
suficiente materia prima, aquí tenemos las propuestas de fornicar en
transportes públicos y alcanzar la maternidad al modo tribal de Anna
Gabriel. ¿Hay quién dé más?
La primera vez que alguien de derechas dijo que los de Podemos olían
mal, estaba haciendo una broma de pésimo gusto. Ahora son ya muchos
los que notan en su pituitaria el tufo de que se acercan. Una
percepción equivalente a las arcadas que los podemitas, estimulados
por las arengas de sus jefes, sienten ante la gente de orden.
Sólo falta que Errejón y Rafa Hernando -esa sería la escena cumbre
de la versión actualizada de la obra de Toni Cantó- lleguen a un
acuerdo para organizar la ceremonia orwelliana de los Dos Minutos
del Odio de forma recíproca y simultánea, allí donde se encuentren
sus líderes, durante todos los días de la campaña. Recuérdese que
era en el transcurso de ese ritual, concebido como "un éxtasis de
miedo y venganza", cuando en 1984 se proyectaba la imagen de rasgos
simiescos de Emmanuel Goldstein, enemigo por antonomasia del Gran
Hermano.
Los manejos criminales, las ideas depravadas, la mera existencia de
Goldstein, legitimaba el intrusivo poder paternal del Gran Hermano
sobre los esclavizados habitantes de Eurasia. Como bien explica el
vídeo más estaférmico de Rajoy, cuando lo que nos amenaza es "un
disolvente de todo lo bueno que tenemos" y están en riesgo "nuestra
unidad, nuestra democracia constitucional, nuestro progreso
económico", alguien debe protegernos.
Tampoco sería mala idea incluir en la dramaturgia de El Debate un
amistoso encuentro final entre los émulos de Emmanuel Goldstein,
coleta en ristre, y el Gran Hermano con su barba rala encanecida.
Pero es significativo que ni el uno ni el otro aparezcan nunca en la
novela de Orwell fuera de la telepantalla, lo que ha llevado a dudar
de su propia existencia. La solución al enigma aparece en una de las
Cliff's Notes que sirven de guía a los estudiantes de literatura en
Estados Unidos: "En tanto que representan estructuras totalitarias
de poder, Goldstein y el Gran Hermano son en esencia la misma
persona". No existen ellos sino su antagonismo.
Al término de la representación de El Debate del pasado martes en
los Teatros del Canal tuvo lugar un coloquio con el autor y los
actores al que se incorporó, con su cordialidad de siempre, Albert
Rivera. La coordinadora de Libres e Iguales Cayetana Alvárez de
Toledo, también presente, le preguntó "cómo se combate al populismo"
y el líder de Ciudadanos respondió que "actuando sobre sus causas".
Es decir, rompiendo, mediante las reformas, el nudo gordiano urdido
desde los dos extremos para reemplazar la farsa del bipartidismo por
la farsa del caínismo. Algo más fácil de decir que de hacer. Algo
con lo que sin duda estará de acuerdo Margarita Robles, lo mejor que
le ha pasado al PSOE en mucho tiempo.
Eso mismo decían en Venezuela
EDUARDO INDA okdiario 15 Mayo 2016
Una de las más vomitivas características del vomitivo régimen creado
por Benito Mussolini era la eliminación física o civil del
adversario, del que no piensa igual, del disidente, del diferente.
Tres cuartos de lo mismo sucedió con Hitler o con Stalin. El que se
negaba a decir “sí, buana” al duce, al führer, al camarada en jefe,
al conducator o al caudillo acababa irremediablemente muerto a los
pies de un paredón o molido a tiros por la policía política en un
callejón cualquiera. Hoy día las cosas han cambiado no a mejor pero
sí a levísimamente mejor. La culpa de que ahora el despotismo lo
tenga más difícil la tienen Internet en genérico y las redes
sociales en específico. Esas mismas redes sociales son las que
encendieron la mecha de la inconclusa primavera árabe tras quemarse
a lo bonzo un vendedor ambulante en Ciudad de Túnez al que la
policía molía a mordidas… y a palos cuando no podía pagarlas porque
la recaudación no le daba para más. Ese símbolo de la protesta
frente a la injusticia que es Mohamed Bouazizi, un paupérrimo
vendedor de frutas, dio involuntariamente el primer empujón a la
caída en serie, cual efecto dominó, de las principales satrapías del
Norte de África. Primero cayó la ficha de Ben Alí, el intocable
dictador tunecino, un cleptómano elefantiásico. Luego le tocó el
turno a la de Mubarak, el faraón del siglo XXI, y más tarde se oyó
el “¡clac!” a la del hijo de Satanás de Gadafi, al que el destino
quiso que le sobreviniera la parca en el mismo lugar que a las
ratas: un colector. Al Assad no terminó igual porque se presentó en
Siria ese primo de Zumosol que es Vladimir Putin. El de la gloriosa
frase: “Perdonar a los terroristas es cosa de Dios, llevarlos ante
él es cosa mía”. Sadam también se fue al carajo pero ésa es otra
historia.
Seguramente por eso en Venezuela no asesinan a más ciudadanos o más
líderes de la oposición democrática. Porque en la actualidad está
todo globalizado y porque con un smartphone las atrocidades se
conocen planetariamente no en horas, tampoco en minutos, sino más
bien en cuestión de segundos. Y eso que la dictadura de Nicolás
Maduro ha matado a unas 100 personas en las calles de la República
Bolivariana en los dos últimos años. A los héroes opositores no los
asesinan por el qué dirá la comunidad internacional pero sí los
torturan y los encarcelan. Hay 77 entre rejas, empezando por el
hombre que seguramente liderará la transición a la democracia, ese
Solzhenitsyn sudamericano que es Leopoldo López (Voluntad Popular).
Tarea que tendrá que acometer, tikitaka, de la mano del presidente
de la Asamblea Nacional de Venezuela, Henry Ramos (Acción Popular),
al que cabe calificar como el Sájarov de nuestro tiempo. Ambos, por
cierto, miembros de la Internacional Socialista y, por consiguiente,
representantes de partidos hermanos de un PSOE del que se echa en
falta algo más de coraje a la hora de defender a sus
correligionarios encarcelados.
En España es impensable no sólo que se asesine a alguien por sus
ideas sino también que lo encarcelen. En estos momentos porque hace
no tanto, 6 años, el movimiento etarra (en el que incluyo a Batasuna
y demás denominaciones) te pegaba un tiro en la nuca si militabas en
el PP, en el PSOE o si cometías el delito de ser empresario. El
escenario de la irracionalidad humana no es, por tanto, algo que
quepa desterrar ad aeternum. Todo lo contrario: el ser humano lleva
dentro un ángel y un diablo y la función de una sociedad democrática
y de un Estado de Derecho es encauzarlo al lado del bien.
El standby de esa ETA de la que tan bien hablan personajes como, por
ejemplo, el sin vergüenza fiscal de Juan Carlos Monedero, ha
finiquitado la muerte física por discrepancias políticas pero no la
civil. La muerte civil continúa siendo el arma con la que los malos
intentan quitar de en medio a los que defendemos el bien, la verdad
o, si lo prefieren, nuestra verdad. Una práctica que no es exclusiva
made in Podemos. La han practicado desde los más chupópteros
empresarios hasta los más viles políticos en 40 años de democracia.
Si bien es cierto que el nivel de matonismo y ensañamiento que están
exhibiendo los coletudos son desconocidos por estos pagos.
Algo de eso sabe un servidor por cuanto en Baleares se destapó una
auténtica cacería al hombre contra él por publicar las mangancias
que dieron con los huesos de Maria Antònia Munar en la trena y con
algunas de las que pusieron negro sobre blanco el patrimonio de un
político, Jaume Matas, que tenía un patrimonio inmobiliario de 7
millones de euros ganando 3.000 y pico euros netos al mes. Ya de
vuelta en Madrid volví a no casarme con nadie y a destapar todo lo
que llegaba debidamente contrastado a mis manos: Urdangarin, los
sobresueldos en B de Génova 13, el caso Pujol, Ignacio González,
Granados, el caso Neymar y un tan largo como mal oliente etcétera.
Lo pasamos mal pero salimos adelante porque, al final, como en las
películas, el bien siempre triunfa. Eso sí: cuesta un huevo.
Destapar la corrupción de Podemos y denunciar su totalitarismo me
está costando cien mil y un insultos de cien mil y un hijos de perra
y diez mil amenazas de diez mil hijos de Satanás. Pero me importan
un pepino. Franklin Delano Roosevelt, el hombre que junto a
Churchill devolvió la libertad a Europa, lo expresó a las mil
maravillas: “Sólo hay que tener miedo al miedo mismo”. Respeto
tantísimo a quienes, desesperados de una catarata de ajustes y
corruptelas, confían su papeleta electoral a Podemos como detesto a
sus mentirosos y charlatanes gerifaltes. Se nos ha apretado tanto y
se ha practicado con tanta desvergüenza el tra-ca-tra que muchos
españoles han confiado en el primero que pasaba por allí para que le
dé la vuelta a la tortilla. Pero son tan golfos como los anteriores
y, desde luego, un millón de veces más cínicos.
Los absolutamente ciertos papeles del absolutamente cierto pago de
la dictadura venezolana a Pablo Iglesias en el paraíso fiscal de
Granadinas, un territorio colonizado por el chavismo, me han puesto
en el punto de mira de esta gentuza, de sus ejércitos de trolls en
las redes sociales y de esa legión de jefes de prensa que son los
periodistas filopodemitas que sólo creen (es un decir porque sirven
a unos piratas) los trinques cuando los practica el PP pero que
apelan al tan facilón como tontorrón “es mentira” cuando osas tocar
un pelo a su caudillo o a los lugartenientes.
El sábado pasado la jauría podemita saltaba sobre mí con el impulso
de un tigre y la eficacia de un gatito cuando desmonté el desmentido
del banco offshore al que se ordenó transferir los 272.325 dólares
del ala. No podían permitir que la realidad manchase a su mesías. El
hombre para el que trabajan, día tras día, en pos del asalto a los
cielos es intocable. Faltaría plus. ¡Ay del que ose tomar el nombre
de su dios en vano! Dan mayor credibilidad a la narcodictadura que
financia a su Pablo y a un banco-lavandería al que va el dinero más
sucio del planeta que a un medio de comunicación libre (OKDIARIO), a
la televisión de una periodista exiliada (la gran Patricia Poleo),
al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Henry Ramos
Allup, o a la mismísima orden de pago. “Es de primero de photoshop”,
dicen los muy tontos como todo argumento o como si fueran expertos
de la CIA o del CNI.
Iban en comandita con su caudillo que me ha vuelto a poner en la
diana, esta vez con una demanda. Tiene tan claro que la va a perder
como que con ella me va a echar en contra a los miles de exaltados
que hay sueltos por ahí. Si algún día me pasa algo, querido Pablo de
Iglesias y Rato, serás tú el responsable. Esas armas las carga el
diablo. Eres tan ignorante intelectualmente hablando como pérfido en
todos y cada uno de los pasos que das.
El segundo objetivo de una querella, que no sabemos con certeza si
se ha presentado porque la que publicaron sus propagandistas carecía
de sello, es amordazarme. Que no vuelva a pasarse por mi cabeza
siquiera la posibilidad de mentar su nombre o su apellido. Van
dados. Cómo serán las cosas que hasta piden que yo me disculpe
públicamente. Antes se helará ese infierno que algún día conocerás
que yo te pida perdón urbi et orbe. Me descongojo.
Más allá de este menda, que ya sabe defenderse solito, el drama que
hay planteado es gigantescamente mayor: que lo anormal
democráticamente hablando se considere normal y que el pensamiento
único acabe imperando por el apoyo cómplice de algunos medios, la
manipulación de las redes con esos ejércitos de robots que se tiran
encima de los discrepantes al más puro estilo matonil, ese miedo
cerval que es libérrimo y ese complejo proverbial del centroderecha
y ese caos que impera en el mucho más valiente Partido Socialista
pero que en estos momentos dedica todas sus fuerzas al cainismo.
No pocos se cuestionarán cómo va a ocurrir esto en un país
occidental, con una renta per cápita de 30.000 dólares, una
democracia asentada y que cuenta con el amparo de la Unión Europea.
Eso mismo pensaban en Venezuela hace 18 años. Y no era precisamente
un país bananero sino el más próspero y rico de Sudamérica, entre
otras cosas, gracias a sus interminables reservas de petróleo, las
mayores del mundo. Hugo Chávez y Nicolás Maduro no han regado de
pasta (muchísima más de la que se ha podido probar hasta ahora) a
Podemos porque el antipático Pablo les haga gracia, porque Íñigo les
parezca un buen chico o porque vean en ese pesetas que es Monedero a
un alumno aventajado. No. Lo hacen porque meter el virus del
totalitarismo comunista en Europa cuesta un pastizal. Sin dinero no
hay asalto a los cielos. Sin bin ladens estos tíos seguirían
estancados en ese 1% de intención de voto en el que vivían hasta que
llegó el Tío Hugo con sus petrodólares.
Cuando el miedo, la muerte civil y el matonismo se apoderan de una
sociedad el totalitarismo está más próximo de lo que sospechamos. Ya
lo decía uno de los padres del liberalismo británico, Edmund Burke:
“Para que triunfe el mal sólo hace falta que los hombres buenos no
hagan nada”. Que nadie lo olvide.
El castellano como enemigo público número 1
Roberto L. Blanco Valdés La Voz 15 Mayo 2016
Hace poco más de un mes un nutrido grupo de filólogos adscritos al
nacionalismo radical y agrupados en la denominada asociación Llengua
i República hizo público en Barcelona un manifiesto disparatado
-conocido como Manifiesto Koiné- que, baja el lema «Por un verdadero
proceso de normalización lingüística en una Cataluña Independiente»,
constituye una muestra de sectarismo lingüístico y social que
avergonzaría incluso a sus firmantes si en lugar de hablar de los
inmigrantes del resto de España en Cataluña lo hicieran de los
procedentes de cualquier otra parte del planeta.
Y es que los redactores del Manifiesto Koiné sostienen que Cataluña
ha sufrido un proceso de «bilingüización forzosa de la población»
como consecuencia de la «inmigración llegada de territorios
castellanohablantes», inmigración que habría funcionado como
elemento de colonización lingüística. Ese proceso, reforzado según
los firmantes por el régimen constitucional de 1978, que habría
permitido la continuación «de la imposición política del castellano
en Cataluña», sería el responsable de la supuestamente terrible
situación que hoy vive el catalán en Cataluña.
Hay que ser muy sectario y hasta algo más que un punto de racista
para afirmar cosas como esas. Y además, muy desvergonzado, para
proclamarlas en una comunidad donde se ha practicado la llamada
política de inmersión lingüística -como consecuencia de la cual el
castellano ha desaparecido de la vida oficial e institucional de
Cataluña y se ha convertido en la enseñanza no universitaria en una
lengua con menos presencia que el inglés- y donde se multa a diario
a los empresarios por no rotular en catalán sus comercios y
negocios.
Pero nada de esto importa para unas fuerzas políticas y sociales que
se han instalado en el delirio y la mentira institucionalizada. La
prueba es que los autores de esa supuesta Constitución que tendrá a
corto plazo una Cataluña republicana e independiente han previsto
desproveer allí al castellano del carácter de lengua oficial para
atribuírsela en exclusiva al catalán y al aranés.
¿Importa algo que según los datos de la propia Generalitat el
castellano sea hoy en Cataluña la lengua de uso habitual del 51% de
la población, por un 36% del catalán, o que, según un sondeo del CIS
de marzo de este año (número 3.108) el castellano sea la lengua
materna del 49% de la población, frente a un 43% que tiene por
lengua materna el catalán?
No, no importa nada en absoluto. Porque para el nacionalismo
catalán, como para el vasco, el gallego, el valenciano o el balear,
la presencia del castellano en los que consideran territorios de su
exclusiva propiedad resulta una anomalía a exterminar y no la lógica
y rica pluralidad de un país donde la población lleva decenios
moviéndose de un lugar a otro y donde todos los españoles somos por
ello mestizos de pura cepa, según la insuperable expresión del
profesor Félix Ovejero.
Los nacionalistas protestan airadamente cuando se les acusa de ser
enemigos de la libertad y el pluralismo. Pero en cuanto tiene la
menor ocasión demuestran serlo sin el más mínimo rubor.
Memoria histórica
Buscaban a dos republicanos fusilados… y
encontraron a 72 soldados nacionales enterrados
www.latribunadelpaisvasco.com 15 Mayo 2016
Según informa Somatemps, los trabajos de exhumación para dar con los
cuerpos de los republicanos José Valls y Luis Messeguer, dos vecinos
de Borriol (Valencia) detenidos y fusilados después de que las
tropas nacionales entraran en el pueblo, no han dado el fruto
deseado a pesar de los intentos repetidos del Grupo para la
Recuperación de la Memoria Histórica (GPRMH) de la Comunidad
Valenciana.
La excavación, que arrancó en septiembre del pasado año, ha dado con
17 cuerpos. Ninguno de ellos corresponde a las dos víctimas de la
Guerra Civil, ni son represaliados del franquismo. Por el contrario,
el grupo ha hecho dos hallazgos.
El camposanto de Borriol esconde los restos de otros ocho vecinos
que murieron en el bombardeo del 11 de junio de 1938 (un día antes
de la entrada de las tropas nacionales) y de los que nadie sabía.
Pero también, que entre las fosas cavadas en aquella época yacen los
restos de hasta 72 soldados nacionales que fueron enterrados entre
el 5 y el 17 de septiembre de ese mismo año.
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