Réplica a Rallo y Lacalle sobre la
fiabilidad del PIB
Sorprende que sean dos economistas con aureola de independientes,
los señores Lacalle y Rallo, quienes hayan salido a desmentir
nuestros cálculos con cifras y argumentos que no se sostienen
Roberto Centeno El Confidencial 11 Julio 2016
El lunes pasado, un grupo de profesores y economistas
independientes, alguno vetado por Moncloa en todas las televisiones
y medios no digitales, a pesar de haber recibido el Premio de la
Asociación de Corresponsales de Prensa Extranjera en España a los
mejores artículos y análisis sobre la situación de la economía,
publicamos en estas mismas páginas los resultados de un detallado
estudio, donde se demuestra más allá de toda duda razonable que la
situación de nuestra economía es insostenible, y que desde febrero
de 2008 el Banco de España y el INE han venido manipulando la cifras
de contabilidad nacional, hasta el punto de que a día de hoy la
riqueza nacional real es un 18,7% inferior a la oficial, lo que
cambia radicalmente los parámetros esenciales de la economía, como
son el ratio de deuda sobre el PIB, el tamaño del Estado y la
presión fiscal.
Habíamos pensado, porque ya ocurrió en el pasado, que el INE (que es
el gran responsable de cuantificar los grandes agregados
macroeconómicos, ya que el Banco de España se limita a dar simples
estimaciones de crecimiento en base a tendencias, pero sin dato
alguno que las avale) contestaría aunque solo fuera por vergüenza
torera a los datos que aportábamos en el estudio. Pero tal vez
pensando en el artículo 433 bis del Código Penal, parece haber
preferido ignorarlo y no entrar en un debate que simplemente no
puede ganar. Sin embargo, nos ha sorprendido que sean dos
economistas que tienen la aureola de independientes, los señores
Lacalle y Rallo, quienes hayan asumido el salir a desmentir nuestros
cálculos con cifras y argumentos que no solo no invalidan nuestros
cálculos sino que los fortalecen.
Rallo no deflacta los índices
Empezando por Juan Ramón Rallo, ¡ni siquiera ha deflactado los
índices sectoriales de servicios!, y en los otros cálculos que hace
tampoco ha tenido en cuenta la inflación desde que empezó la crisis,
el 13,4% de junio de 2007 a junio de 2015. El tema es tan obvio que
no creo que el error sea involuntario, sino que lo ha hecho con la
clara intención de confundir a quien lo lea, ¿a quien pretende
favorecer con estonbsp;Si no se deflacta, las diferencias entre
producción y VAB (valor añadido bruto) son mucho más pequeñas y en
un gráfico pueden parecer poco importantes. Para que lo entiendan
claramente, Rallo mezcla las churras con las merinas (euros de un
año con euros de otro, como si valieran igual), lo que invalida
totalmente su argumentación.
Y respecto a sus otros 'argumentos':
1. VAB y producción no son lo mismo, afirma. ¡Pues claro que no son
lo mismo!, y así lo decimos explícitamente en nuestro análisis. El
suponer que han seguido una evolución distinta implica que haya
habido grandes aumentos en las cifras de productividad de los
factores, pero los datos disponibles del Banco de España (Central de
Balances) indican justo lo contrario, es decir, que la productividad
de los factores bajó durante la crisis. A pesar de esto, no lo hemos
tenido en cuenta en el informe, en cuyo caso la diferencia obtenida
hubiera sido aún mayor.
2. Dice que el Indicador de Actividad del Sector Servicios (IASS) no
incluye todos los servicios, solo el 50%. Es cierto que no incluye
todos, y así lo decimos también en el informe. Pero no es cierto que
solo sean el 50%. En realidad, son el 60%. En nuestros cálculos,
hemos excluido los servicios de no mercado y la sanidad y educación,
que básicamente son los no incluidos en el IASS. Esto lo decimos en
el informe. Hay que decir que ya supone un ejercicio de fe
importante pensar que el INE ha ponderado correctamente la sanidad y
la educación en el PIB, pero así lo hemos hecho en nuestro informe.
3. La ponderación de los subsectores de los servicios es distinta en
el IASS y el PIB. Esto es cierto, pero es una afirmación que llama a
engaño. Lo que ocurre es que no es exactamente la misma, pero la
diferencia no influye en los resultados de forma significativa.
Cualquiera puede entender que si el IASS no ofreciera una
instantánea fiable de los servicios, sería absolutamente inútil como
indicador. Por otra parte, su afirmación de que en el agregado hay
diferencia pero en los subsectores no la hay es ridícula e impropia
de una persona numéricamente preparada. Es como si digo que traigo
un camión con patatas, manzanas y peras que pesa 10 toneladas, pero
luego digo que por separado tengo cinco toneladas de patatas, cuatro
de peras y tres de manzanas. Finalmente, una pregunta elemental. Si
acudimos a los datos de Eurostat y replicamos nuestros cálculos para
países como Francia y Alemania, ¿qué obtenemos? El VAB y la cifra de
negocios del sector servicios tanto en Francia como en Alemania,
como en Holanda, siguen una evolución idéntica, sin detectarse la
tremenda brecha que se observa en nuestro país.
Una vez que se tienen en cuenta todas y cada una de estas
aclaraciones y precisiones, resulta obvio que nuestros cálculos no
solo no son espurios sino que refuerzan nuestra principal
conclusión: el PIB real sería en estos momentos como mínimo un 18,7%
menor de lo informado, con todo lo que ello implica para el cálculo
de otros indicadores. Por eso, hoy más que nunca, a punto de entrar
en otra espiral fiscal contractiva, son necesarias aclaraciones
precisas y concisas sobre estas graves incoherencias. Hay mucho en
juego como para cerrar los ojos ante hechos que cambian radicalmente
las perspectivas actuales y futuras de 46 millones de españoles.
Lacalle confunde los conceptos económicos básicos
Con respecto al señor Lacalle, a quien no tengo el gusto de conocer
personalmente, su afirmación de que las cifras de PIB del Gobierno
son reales, y las nuestras no, simplemente no se sostiene. Lo
primero, decir que no parece entender la financiarización, es decir,
el ascenso de la importancia del capital financiero dentro del
funcionamiento de la economía; su confusión con la contribución del
consumo e inversión pública es sencillamente hilarante, y la
manipulación del sector exterior, tremenda.
Comienza su argumentación sobre una supuesta correlación entre
riqueza financiera de las familias y PIB. Además, se atreve a dar
una cifra: 97%. En la literatura científica no existe un solo
trabajo que avale esta afirmación, que en cualquier caso es de lo
más ridícula, ya que es bien conocido que los activos financieros
han crecido mucho más rápido que el PIB desde hace décadas. Además,
bajadas pronunciadas en bolsa como la de 1987 no tienen ningún
reflejo en las cifras del PIB.
Insiste en que el gasto público ha compensado en buena medida la
caída del sector privado. Pero basta ir a los datos para comprobar
que no es así. El gasto en consumo final en 2015 fue, según la
contabilidad nacional, de 208.000 millones, mientras que en 2007
fueron 190.000 millones. Teniendo en cuenta que la inflación habida
en el periodo ha sido del 13,4%, nos damos cuenta de que el dato
deflactado es de 183.000 millones, es decir, un 3,5% menor.
Si vamos a la FBCF (formación bruta de capital fijo), nos damos
cuenta de que es ridículo suponer que pueda haber habido algún tipo
de contribución pública a sostener el PIB, ya que la licitación
oficial, la mayor partida de inversión pública, fue una vez
deflactada el 18% en 2015 respecto a las cifras de 2007. Es decir,
un 82% de caída. Esto no puede haber tenido más que una influencia
muy negativa en el PIB, justo lo contrario de lo que afirma Lacalle.
A continuación mezcla, en un ejercicio de desconocimiento palmario,
el tema de las pensiones y los salarios públicos con el PIB desde la
perspectiva de la demanda, sin darse cuenta de que esto solo se usa
cuando se mide desde la perspectiva de la renta. Como vemos, el
gasto público, lejos de compensar la caída del sector privado,
también ha contribuido al descenso del PIB.
Respecto al sector exterior, es evidente que este contribuía de
forma negativa al PIB en 2007, pero en concreto con 65.000 millones
de euros y no 99.000 millones, como informa equivocadamente Lacalle.
Esto se puede comprobar fácilmente en la web del INE, calculando la
diferencia entre exportaciones e importaciones. Podríamos conceder
que fuera un error inocente de Lacalle, pero a la vista de los
antecedentes, más bien parece un error interesado.
El dato de 2015 es de 26.000 millones de contribución positiva al
PIB, lo que una vez deflactado lleva a una diferencia de 88.000
millones de euros. Esto es una obviedad que contribuye positivamente
al PIB, pero no lo hemos reflejado en nuestro informe porque
nosotros adoptamos la perspectiva de la oferta, en que el PIB se
mide de otra forma.
Luego pasa a afirmar que la correlación entre PIB y afiliaciones es
del 99%. Esto, una vez más, se lo inventa el señor Lacalle. La única
publicación que hemos localizado que intenta una aproximación a
correlaciones entre PIB y afiliaciones es una del Ministerio de
Economía titulada 'Revisión de la metodología para el cálculo de los
indicadores sintéticos de la economía española', de febrero de 2007,
en que da una correlación de 0,88 (88%, en la particular
terminología de Lacalle). Sin embargo, hay que decir que dado el
hundimiento de los salarios en España, que reflejó recientemente el
'Financial Times', se puede entender que haga perder dicha
correlación. Es decir, más empleo para la misma producción.
Se olvida Lacalle de analizar los datos sectoriales de demanda.
Seguramente porque no le conviene. Ni otras correlaciones entre
indicadores sectoriales y PIB, como las ventas de grandes empresas,
que según la publicación citada tiene una correlación de 0,89 y no
han sido afectadas por situaciones brutales de deflación como ha
ocurrido con los salarios. Si lo hubiera hecho, hubiera visto que
han caído un 24% entre 2007 y 2015 (y que estas ventas incluyen
sector exterior). O hubiera ido a los datos de la Central de
Balances y se hubiera dado cuenta de que a las pequeñas empresas les
ha ido todavía peor que a las grandes. Pero claro, eso a Lacalle,
que vive de la casta que controla las grandes editoriales y los
grandes medios de comunicación, no le interesa.
La financiación de los partidos
Vicente Baquero Gaceta.es 11 Julio 2016
Resulta un poco sorprendente el que estemos descubriendo que los
tentáculos corruptos abarcan a la práctica totalidad de los partidos
políticos así como a múltiples instituciones del Estado, que de una
u otra forma son parte del poder, a cualquier nivel: estatal,
autonómico y municipal.
¿Es que el país entero a nivel oficial y particular es una amalgama
de pura corrupción? Si la contestación a esa pregunta fuera
afirmativa, deberíamos, sin remisión, condenar, no solo a toda la
clase política, sino a todo el país, y proceder a una
transformación, no solo del sistema político, sino de la propia
forma de actuar y el esquema de valores de la nación.
Lo cierto es que se ha llegado a ese grado generalizado de
corrupción, a través de un mecanismo directamente relacionado con la
financiación de los partidos; no es que todo funcionario público o
empresario hayan diseñado un sistema para llevarse el dinero sin
más, sino que de alguna forma era necesario proveer fondos para el
mantenimiento de las estructuras de los partidos, puesto que las
cantidades asignadas en los presupuestos, no mantienen ni de lejos,
el entramado de dichas instituciones, sobre todo cuando no están en
el poder, en cuyo caso se nutren de puestos oficiales, en muchas
ocasiones redundantes, en la administración pública. En una palabra
el mantener estas estructuras es como si duplicásemos el personal de
las administraciones públicas y si se quiere continuar con este
sistema es preciso financiarlo.
Lo que si ocurre, es que a base de “recibir contribuciones”, algunos
de estos individuos acaban quedándose con una parte de los fondos
aportados, y estas personas, individualmente corruptos, son a los
que propiamente se les puede acusar de sinvergüenzas, que contagian
y desprestigian a la profesión funcionarial política o empresarial.
De lo contrario si no hacemos la distinción, lo cual también sería
una opción legítima moralmente hablando, conociendo la naturaleza
humana, habría que condenar a todo el sistema como corrupto en sí, y
preguntarnos, sinceramente, porque se ha elegido este sistema y
hacernos colectivamente responsables por haberlo elegido
“democráticamente”; dejarnos hipócritamente de condenar a diestro y
siniestro a todo el mundo por desarrollar unas actividades que son
consustanciales al sistema.
Siempre nos cabe optar por el mal menor, que es el escogido por los
sistemas anglosajones, fundamentalmente, de permitir la existencia
de los “lobbies” que son despachos de tráfico de influencias
legales, en los que al menos se puede monitorizar más o menos
exactamente la proveniencia de los fondos y contribuciones, evitando
desviaciones por el camino, aunque los favores siempre los habrá, no
será el contubernio generalizado que existe en España, en toda ella,
no se salva ni una autonomía ni municipio ni institución, en mayor o
menor medida, todas han participado en el reparto de recursos bajo
cuerda. El sistema no podría funcionar sin sueldos, propinas,
creación de cargos, reparto de asignaciones, prebendas canonjías,
momios, chollos… ¡Qué rico es el idioma para designar tales
“oficios”!
Hay que escoger y eso en política nunca es gratis, todo tiene
consecuencias, si hemos optado por un sistema que requiere una
enorme estructura de partidos, esto tiene un coste, pero por lo
menos mantengámoslo bajo control, y visible, no fingiendo que no
existe la financiación irregular, y luego echándole la culpa a
todos, porque eso nos proporcione un engañoso sentido de moralidad
pública.
Pongámosle nombre a las cosas, castiguemos a los culpables, rápida y
contundentemente, y dejemos de tirarnos los trastos a la cabeza, hay
que ponerse a trabajar en lo que importa al país, para salir
adelante y sobrevivir, en un momento muy difícil de transición
mundial, pues el desorden y la anarquía que vienen, si no hacemos
las cosas bien, puede ser mucho peor que lo que ahora estamos
denunciando.
Rajoy y sus ministros deben ser los
sancionados
Juan Ramón Rallo Libertad Digital 11 Julio 2016
Son los miembros del Gobierno, y no los españoles, los que deberían
hacer frente a cualquier posible –y merecida– sanción por parte de
Bruselas.
El Estado español lleva incumpliendo desde 2008 el Pacto de
Estabilidad y Crecimiento (PEC), al haber rebasado persistentemente
un déficit público del 3% del PIB. Por ese motivo, desde 2009 nos
hallamos sometidos al Procedimiento de Déficit Excesivo, el cual nos
obliga a adoptar periódicamente una serie de medidas encaminadas a
reconducir el déficit hasta cumplir con el PEC. En caso de que no lo
hagamos, Bruselas puede sancionarnos con una multa de hasta el 0,2%
del PIB: algo más de 2.000 millones de euros en el contexto español.
Desde el año 2013, momento en el que renegociamos por enésima vez
con Bruselas el itinerario de reducción del déficit público, el
Gobierno de Mariano Rajoy ha incumplido año tras año los compromisos
pactados con la Unión Europea: en 2013 cerramos con un déficit del
6,6% del PIB, frente al 6,5% acordado; en 2014, con uno del 5,9,
cuando nos habíamos comprometido al 5,8; en 2015, con uno del 5,1%,
frente al 4,2%; y en 2016 se espera (con sumo optimismo) que
terminemos en el 3,9%, frente al 2,8% prometido.
Peor todavía es que prácticamente toda la minoración del déficit
experimentada entre 2013 y 2015 ha tenido un carácter cíclico:
gracias al crecimiento económico, los ingresos han aumentado y
ciertos gastos –como la prestación de desempleo– se han reducido de
manera automática. El Gobierno no ha tenido nada que hacer al
respecto: sólo sentarse y capitalizar el crecimiento. No así con la
parte del déficit que sí tiene un carácter estructural, esto es,
aquel que se mantiene inalterado con independencia de la fase de la
coyuntura en la que nos encontremos. Bruselas nos impuso disminuir
ese déficit estructural en el equivalente a 2,7 puntos del PIB
durante el período 2013-2015, pero el Ejecutivo del PP apenas lo ha
bajado en dos décimas. Es más, en el electoral año 2015, el déficit
estructural se incrementó en siete décimas debido a la rebaja
tributaria y al aumento de otros gastos. Por consiguiente, el PP no
sólo no hizo nada desde 2013 para reducir el desequilibrio
permanente de nuestras cuentas públicas, sino que en 2015 incluso
deshizo parte del camino andado por razones electoralistas.
Todo lo cual ha llevado a la Comisión Europea a plantearse
seriamente sancionar al Estado español por déficit excesivo: en tal
caso, como decíamos, la multa podría llegar a superar los 2.000
millones de euros y recaería sobre las espaldas del conjunto de los
contribuyentes. Pero, ¿por qué deberían ser los contribuyentes, y no
los miembros del Gobierno, a título individual, los que sufraguen
semejante castigo? Al cabo, nos encontramos ante un incumplimiento
deliberado del objetivo de déficit de 2015 por parte del Ejecutivo
del PP con el único objetivo de incrementar sus opciones de reválida
electoral: fueron los miembros del Consejo de Ministros –acaso con
la complicidad de todos los diputados del PP– los que aprobaron los
presupuestos de 2015, que contenían una reducción del IRPF y otros
aumentos de gasto que iban a hacer imposible respetar los
compromisos de déficit de ese año. Son ellos los responsables y son
ellos quienes deberían hacer frente a la sanción con sus
patrimonios.
Sin ir más lejos, el artículo 236.1 de la Ley de Sociedades de
Capital establece que "los administradores [de una empresa]
responderán frente a la sociedad, frente a los socios y frente a los
acreedores sociales del daño que causen por actos u omisiones
contrarios a la ley o a los estatutos o por los realizados
incumpliendo los deberes inherentes al desempeño del cargo, siempre
y cuando haya intervenido dolo o culpa". Es decir, que cuando las
actuaciones dolosas o negligentes de los administradores de una
compañía les generan un perjuicio económico a la sociedad, a sus
socios o a sus acreedores, éstos deberán reparar tales daños con su
patrimonio.
¿Por qué motivo deberíamos aplicar un doble rasero normativo a los
administradores del Estado? Son ellos los que dolosamente han
decidido saltarse el Protocolo de Déficit Excesivo para maximizar
sus opciones de permanecer en el poder. Son ellos, y no los
españoles, los que deberían hacer frente a cualquier posible –y
merecida– sanción por parte de Bruselas.
Las bromas de Rajoy
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS El Mundo 11 Julio 2016
Dice Mariano Rajoy que "unas terceras elecciones serían una broma de
mal gusto". O sea, que las segundas han sido un alarde de buen
gusto, lo que pasa es que no lo hemos sabido apreciar. Cuando,
después de un mes de repetir que tenía derecho a intentar la
formación de Gobierno, se negó por dos veces a ir a la investidura,
Rajoy ofreció a los españoles un detalle de esa clase que le sobra,
un toque de la distinción que atesora. Cuando arcabuceó sin piedad a
Pedro Sánchez en su fallida intentona de cumplir el encargo del Rey,
el de Rajoy fue un gesto eminentemente altruista. Los centristas no
podían ir con los socialistas, pero los conservadores sí podían
votar con los comunistas, así que cuando votó con Pablo Iglesias no
a un Gobierno PSOE-C's, volvimos a votar gracias a la generosidad de
Rajoy.
Porque este hombre no piensa nunca en sí mismo, sino en los demás,
nunca en su clan de amigos sino en España, por eso se ha sacrificado
casi medio año al frente de un Gobierno incapaz de gobernar, a
merced de las cloacas de Interior. Sí, este registrador registrado,
este espía espiado, este Mortadelo de la Agencia de Díaz Filemón, ha
tenido el gesto de arrastrar su buen nombre por el fango para tener
ocupado el Palacio de La Moncloa, no vayan a pensar en Rabat que hay
vacío de Poder y ocupen de nuevo Perejil.
Es extraño que un hombre de tan refinadísima cultura, jurisperito en
el Marca y doctor Sudoris Causa por la universidad de Galibier, nos
pueda llevar a las urnas por tercera vez en menos de un año, sin
gobernar ni dejar que otros gobiernen, aunque, eso sí, haya
mantenido encendida la lucecita de La Moncloa para evitar que se
vaya a pique la nave del Estado. Y más extraño aún me parece que,
tras decir eso tan campanudo de que volver a votar sería una broma
de mal pésimo gusto, él sólo se haya rebajado a recibir mañana a los
únicos de los que depende que haya Gobierno, Rivera y Sánchez, tras
pasar de Felipe VI sin venir a cuento y después de tontear con todos
los partidos, incluidos los que, como ERC, jamás serían parte de un
Gobierno de España. Y mientras no haya Gobierno, seguiremos votando.
A mí no me molesta votar las veces que haga falta, porque mientras
votamos no nos suben los impuestos. Lo que me parece de mal gusto es
que Mariano nos eche la culpa a todos de lo que sólo ha decidido él.
Íñigo Henríquez de Luna:
‘Lo que quiere hacer Carmena con Madrid
pone los pelos de punta’
El PP advierte de que la alcaldesa utiliza las ‘carmenadas’ para
tratar de edulcorar la realidad que está detrás del auténtico
proyecto político de Ahora Madrid.
Rosalina Moreno Gaceta.es 8 Julio 2016
'Bautizar' Madrid como la ciudad del abrazo; poner a los niños a
recoger colillas y a que saquen a sus padres una tarjeta roja si las
tiran al suelo; la cabalgada de Reyes étnica y poco navideña, con
Reinas Magas; el día sin bañador en las piscinas municipales, los
'soviets' de barrio para vigilar y juzgar las infracciones
vecinales... Íñigo Henríquez de Luna, portavoz adjunto del PP en el
Ayuntamiento de Madrid, recuerda que “la lista de carmenadas, como
ya se conocen ‘popularmente’ en Madrid a las ocurrencias de la
alcaldesa de la capital, es interminable", pero advierte de que la
podemita Manuela Carmena "utiliza todo este tipo de ocurrencias,
también de forma muy inteligente, para edulcorar la realidad que
está detrás de su proyecto político”.
Los ‘populares’ consideran “el día sin bañador o el día con bañador
opcional otra nueva salida de la regidora, que de alguna manera
demuestra la poca entidad que tiene este equipo de Gobierno y su
poca seriedad al hacer este tipo de planteamientos”, pero subrayan
que “lo que no puede hacer esta iniciativa es ocultar o edulcorar
como la sacarina el auténtico proyecto político que está detrás de
Ahora Madrid y de la señora Carmena y de Podemos, y que ya por fin
nos lo han enseñado con este demencial proyecto de gobernanza
comunitaria para la seguridad, la convivencia y la justicia en el
barrio de Embajadores-Lavapiés, que es un absoluto delirio”.
“Ya nos enseña sus cartas realmente de lo que quiere hacer con la
ciudad de Madrid: desarrollar un proyecto de ingeniería política,
inspirado en el comunismo postmoderno, a imagen y semejanza de los
Círculos Bolivarianos, los consejos de la Revolución Cubana, los
soviets soviéticos…”, añade.
Henriquez de Luna descata que Ahora Madrid “en primer lugar, quiere
deslegitimizar nuestras instituciones representativas y políticas, y
con la excusa del empoderamiento de la ciudadanía, de la gente, y de
esa idea de que como las instituciones no funcionan y no representan
hay que ir a un modelo de autogestión desde el barrio, a través de
asambleas vecinales, nos crean un nuevo entramado institucional,
alternativo, y sustitutivo del que tenemos ahora mismo”.
Además, critica que “no lo hacen a las claras reformando las
ordenanzas, las normas, las leyes o instando a que se hagan, porque
el Ayuntamiento no tiene capacidad para modificar las leyes, sino de
tapadillo, metiéndonoslo a través de un plan de gobernanza
comunitaria en el barrio de Lavapiés, con la excusa de la seguridad
ciudadana, de la policía de proximidad, para colocarnos un nuevo
entramado institucional que es enormemente peligroso”.
Recuerda que en el plan de Carmena hay consejos ciudadanos, con
círculos de custodia vecinal, que es una cosa que te pone los pelos
de punta, con jurados populares que impartirán justicia en los
barrios, y unos gestores de barrio, porque al final el control hay
que tenerlo en todo momento asegurado a través de una suerte de
comisarios políticos que, por supuesto, va a designar el gobierno
municipal, asegurándose el control de todo este entramado”.
Hace hincapié en que el Ayuntamiento se ha sacado de la manga esta
iniciativa “para controlar a los ciudadanos”. A su juicio, “ése es
el verdadero objetivo: tener los tentáculos del control político
absolutamente metidos hasta el último rincón de nuestras calles, de
nuestras plazas, y de nuestros barrios”. “En el fondo son enemigos
de la libertad y les aterra que los ciudadanos sean libres y tomen
sus propias decisiones, por lo que crean ese control”, apostilla.
Asimismo, indica que este plan también “destila una filosofía
política que viene a poner en el mismo plano de igualdad al
delincuente, que ellos llaman infractor, con la víctima, que
califican de afectado”.
“En Lavapiés, cuando hay ocupaciones, de las que ahora este gobierno
habla de buenas y malas, resulta que cuando un vecino sufre los
problemas de un edificio ocupado colindante, sus molestias, los
problemas de insalubridad y de plagas, que están ocurriendo y que
todo el mundo conoce, parece que hay que sentar en una mesa, por un
lado, a los ocupas y, por otro, a los sufridores vecinos que están
ya padeciendo la lacra de la ocupación, o al propietario del piso e
intentar llegar a un acuerdo o transacción a través de estos jurados
vecinales”, especifica.
El PP de Madrid subraya que “en un Estado democrático y en un Estado
de Derecho las normas no se transaccionan, sino que se aplican y se
hacen cumplir”, y que precisamente la convivencia o la garantía de
la convivencia está en el cumplimiento de las normas, y no en la
negociación y en la transacción, porque entonces las normas se
convierten en papel mojado”.
Considera que en esta iniciativa del Consistorio “hay una justicia
popular que genera una gran inseguridad jurídica y una total falta
de derechos a los propios ciudadanos”. Al PP esto le parece
“gravísimo” y hace un llamamiento a que “se haga un esfuerzo
pedagógico porque a veces se toma a broma esto de las carmenadas, y
de las ocurrencias, pero esto tiene una enorme gravedad y hay que
tomarlo muy en serio”.
Por otro lado, dice que Carmena “lo que no puede hacer una vez más
es quitarse de encima el problema y trasladárselo a los concejales,
como que esto no va con ella”. “Es una idea que surge en su cabeza y
de su concejal de seguridad, Javier Barbero, que es una persona de
su máxima confianza”, recalca el portavoz del PP, que considera
“absolutamente impresentable que se intente subvertir el orden
político e institucional que tenemos en Madrid, demencial y
antidemocrático”.
Por otro lado, se ha pronunciado sobre la autorización de la
alcaldesa del día sin bañador en las piscinas municipales, del que
el presidente de la Asociación Española de Naturismo, Ismael
Rodrigo, ha dicho en que también se celebraba bajo el gobierno del
PP.
Al respecto, ha informado de que “en una piscina en La Elipa, dentro
de un gran conjunto de piscinas, que estaba aislada, se permitía que
quien quisiera hacer nudismo allí pudiera hacerlo” y que eso era
algo que sabía todo el mundo y era algo excepcional que se permitía
en una piscina determinada. Además, cuenta que en otro polideportivo
un día al año durante unas horas y con previo aviso a los usuarios
se permitió”, pero que “esto no tiene nada que ver con generalizar
en todas las piscinas municipales el día sin bañador”.
“Lo que hace Ahora Madrid es querernos meter con calzador al resto
de ciudadanos que no compartimos esa visión o esa forma de ir a la
piscina”, subraya.
El PP manifiesta que “la democracia se fundamenta en el respeto a
las minorías”, pero que “lo que no puede ser es que a la mayoría se
le impongan los criterios de la minoría, que es lo que ha querido
hacer Carmena” y es algo “impresentable”.
Resalta que “la inmensa mayoría de los ciudadanos no son nudistas ni
les gusta el nudismo, que es muy respetable que haya algunos que lo
son, pero que se haga sin menoscabo de lo que quiere la inmensa
mayoría”.
La importancia de la educación
Ernesto Ladrón de Guevara latribunadelpaisvasco 11 Julio 2016
En el libro de Jerome Bruner cuyo título coincide con el de este
artículo, desde su indiscutible autoridad en materia de los procesos
de desarrollo humano y como científico de la educación, se dice lo
siguiente: “Lo más específico del ser humano es el hecho de que su
desarrollo como individuo depende de la historia de su especie, pero
no de la historia que se refleja en los genes y los cromosomas, sino
más bien de aquella que se refleja en una cultura que es exterior a
su organismo y más amplia que lo que puede abarcar la competencia de
un solo ser humano. Forzosamente, entonces, el desarrollo de la
mente siempre es desarrollo asistido desde el exterior. Y como toda
cultura, sobre todo las altamente desarrolladas, trasciende los
límites de la competencia individual, los límites del desarrollo
individual pueden superar, por definición, lo que cualquier persona
pueda haber logrado hasta ese momento. Porque los límites del
desarrollo dependen del modo en que una cultura contribuya a que el
individuo utilice el potencial intelectual que posea”
El problema es qué pasa cuando esa cultura colectiva se degrada,
cuando ese hilo conductor intergeneracional se rompe, o se produce
una quiebra artificial con nuestro pasado común; o cuando por causa
de que el sistema educativo pierda su papel insustituible de
transmisión de esa cultura, ese legado se interrumpe y se pasa a una
situación de salto en el vacío, una inmensa laguna de ignorancia
cognitiva justificada por la falacia de que ese conocimiento
estructural no es necesario. Aunque los epistemólogos nos den
sobradas pruebas de que sin un amueblamiento intelectual de partida
es imposible ramificar el resto bagaje de conocimiento, sin el cual
el desarrollo cognitivo queda en enaguas.
Recientemente ha saltado a la prensa el hecho sorprendente de que
una OPE para cubrir plazas de profesores en el sistema educativo
vasco ha dejado en el camino a gran parte de sus aspirantes por no
llegar al mínimo exigido en Lengua y Matemáticas, quedando, incluso,
plazas desiertas. ¿Qué ha sucedido en el sistema educativo no
universitario, y por ende en el propio universitario para que se den
tan bajos estándares de competencia en el conocimiento?
La respuesta nos la da un referencial artículo en El Correo del 8 de
julio del profesor emérito de la UPV, doctor Manuel J. Tello, que
nos da las claves con una claridad que es de agradecer. Para los que
no hayan leído el artículo reseño los párrafos fundamentales:
“A principios de junio se celebraron las pruebas de acceso a la
Universidad. Este año han sido noticia debido a que el examen de
matemáticas generó una moderada protesta. Para entenderla se
necesita una información previa. Por una orden (política) no
escrita, el número de aprobados debe llegar, por lo menos, al 95%.
Así ocurre año tras año. Para ello se requieren dos actuaciones. En
la primera se orienta a los profesores de bachillerato sobre el
contenido del examen para que los alumnos lo memoricen por
repetición. Así, en el examen reproducen lo memorizado aunque muchos
no lo entiendan. La otra actuación es la de los profesores que
corrigen las pruebas. Su "manga ancha" debe permitir llegar a ese
95% de aprobados. En el caso que nos ocupa la protesta no se produjo
por la dificultad del examen. Se debió a que, con antelación, no se
había presentado a los profesores”
“Lo ocurrido es fruto del bajo nivel al que ha llegado el sistema
educativo. En este punto es interesante preguntarnos, con algo más
de detalle, sobre los conocimientos de este 95% de aprobados. Para
responder se utilizará la figura que acompaña a este artículo.
Reproduce, sin retoques, el examen de un alumno que está entre el
primero y el segundo curso de una carrera científico-tecnológica (no
se asusten, no hay que resolver el problema). El alumno debía
calcular las aceleraciones de los tres bloques. Claramente no sabe
resolver un problema elemental. Pero en la respuesta hay algo grave,
gravísimo. Las dos últimas líneas demuestran que no sabe nada de
matemáticas elementales. Absolutamente nada. El sistema educativo
permite que lleguen a la universidad este tipo de alumnos que, al
carecer de criterio, son peligrosos para ciertos trabajos, ya que
pueden hacer, indistintamente, una cosa o la contraria. Por ejemplo,
cerrar en vez de abrir el gotero de suero a un enfermo”
“La situación a la que se ha llegado, como ocurre con la justicia,
es una consecuencia de la injerencia de los políticos. En los
niveles no universitarios se han cargado el prestigio de la
enseñanza pública. Suprimieron el sistema de selección de
profesorado en base al conocimiento (recuerden lo que era un
catedrático de instituto), prácticamente obligaron a los profesores
a dar aprobados generales y les quitaron su autoridad, eliminaron
del diccionario la palabra esfuerzo para los estudiantes… Con esta
actuación, en este caso de la izquierda, han hecho felices a los
padres con alto poder adquisitivo. En el pasado, los conocimientos
adquiridos en la enseñanza secundaria estaban sujetos al control de
pruebas parciales. Los que llegaban al final eran los que habían
demostrado capacidad y esfuerzo. Aquellos que no cumplían estos
requisitos no llegaban a la universidad aunque, utilizando un dicho
popular, fueran "hijos de papá". Ahora, con el aprobado general,
esos hijos de papá aprueban y, por la influencia de sus padres, les
quitan los puestos de trabajo a los humildes que, siendo capaces,
carecen de padrino para encontrar trabajo. ¡Justicia social! Es
evidente que no es un problema para tratar en pocas líneas”
Tengo que hacer un verdadero esfuerzo de voluntad para no reproducir
todo el artículo pues no tiene nada desperdiciable. Es un ejercicio
brillante de análisis basado en la frustración de un profesor –y no
es el único- que ve cómo se degrada hasta el infinito el sistema de
conocimiento -que es la base para lograr lo que hoy llaman los
pedantes, perdón los pedagogos, competencias-.
Con la feroz defensa de la igualdad por encima de la calidad en el
sistema educativo por la izquierda se ha destruido la segunda sin
lograr la primera. Pues como bien dice el Dr. Tello las capas
humildes de la población son las más perjudicadas, ya que sus
oportunidades para competir con los que tienen abiertas las puertas
del acceso al trabajo por su posición privilegiada quedan anuladas
por carecer de los instrumentos para alcanzar la excelencia
científica, técnica o del mero saber cultural más elemental,
ingrediente inexcusable para poder aprender y adquirir la
metacognición. Con lo cual, la izquierda con la inestimable ayuda
interesada del nacionalismo es la responsable de la destrucción de
la educación como fenómeno de perfeccionamiento del ser humano,
vaciando de contenido, objeto y finalidad a la epistemología del
hecho educacional.
¿Y por qué se ha degradado hasta lo inconcebible el sistema
educativo?
En primer lugar porque se desprecia el conocimiento bajo la falacia
de que éste se adquiere en Internet, como si navegar por la red de
redes no llevaría como condición el saber qué se busca, el
discriminar lo importante de lo secundario, y el contextualizar los
contenidos sin banalizarlos. Así como llegar a las capas profundas
del pensamiento superando la mera epidermis del saber en el mejor de
los casos.
En segundo lugar porque se ha despreciado el esfuerzo, como
mecanismo fundamental para la propia existencia humana, para lograr
objetivos, para establecer un proyecto vital, para aprender mismo,
pues para aprender se necesita un acto de voluntad y una
intencionalidad, una demora de la recompensa y por tanto de la
satisfacción por el deber cumplido y por el simple hecho de adquirir
un saber, y un propósito en el logro.
En tercer lugar porque se ha destruido la autoridad del profesor,
autoridad que nace de su prestigio como persona sabia, ejemplar y
admirable, trivializando el propio espacio educativo. Ya no se va a
la escuela a aprender sino a ser aparcado para no dar problemas a la
familia ni a la sociedad.
En cuarto lugar y como efecto de las anteriores, porque se ha
destruido el concepto de disciplina, que siempre es impuesta para
que la maduración lleve al acto voluntario de ejercerla con lo que
se convierte en autodisciplina; y las aulas son un ámbito donde
reina el ruido, la falta de la atención y, en consecuencia, la
ausencia de aprendizaje profundo, bien establecido, eficiente.
Con estos ingredientes, ¿qué hemos de esperar? La incompetencia
llega al propio foro universitario donde los alumnos llegan con una
preparación pésima y desde cuyo templo sagrado del conocimiento que
debiera ser se egresan titulados con una calidad científica y de
preparación claramente cuestionables. Y si no, veamos el hecho de
que ninguna de las muchísimas universidades españolas está en el
ranking de las mejores del mundo.
No es verdad que la juventud actual sea la mejor preparada. Nos
engañan. Y nos insultan a la inteligencia quienes precisamente
preparan ese escenario para una división social en la que unos pocos
adquieren la excelencia –los que tienen medios familiares para
hacerlo en universidades extranjeras- y otros, los parias, se ven
abocados al paro, a la insolvencia y a la frustración, el mejor
caldo de cultivo para que aparezcan movimientos antisistema y
podemitas.
El ISIS y la muy larga guerra contra el
terrorismo
Max Boot Libertad Digital 11 Julio 2016
No demos por muerto aún al ISIS. Tiene potencial para causar
estragos en los próximos años.
Qué Ramadán hemos tenido. Orlando: 49 muertos. Estambul: 44 muertos.
Daca: 22 muertos. Bagdad: 220 muertos. Varios lugares de Arabia
Saudí: 7 muertos.
Todos estos atentados han estado relacionados con el Estado
Islámico, aunque ha variado su grado de implicación. El terrorista
de Orlando fue al parecer radicalizado a distancia, mientras que se
cree que los terroristas de Estambul eran una célula del ISIS
procedente de Siria. Salvo en Orlando, en todos estos atentados ha
participado más de un atacante. El aterrador grado de coordinación y
disciplina ha hecho que algunos hablen de "manadas de lobos" y no de
"lobos solitarios".
En todos los casos, excepto en Daca y Orlando, la mayoría de los
muertos han resultado ser correligionarios musulmanes. Se dijo que
en Daca los terroristas sólo habían matado a los rehenes que no
pudieron recitar versos del Corán. En cambio, en el atentado de
Bagdad –el peor de todos y el peor que haya ocurrido allí jamás–,
todas las víctimas eran musulmanas, que estaban celebrando su
liberación nocturna de las restricciones del Ramadán.
Entre los analistas ha sido común decir que estos ataques se
cometieron en respuesta a las pérdidas territoriales sufridas
recientemente por el ISIS. Se dice que la organización terrorista ha
perdido el 47 % de su territorio en Irak y el 20 % en Siria. Los
analistas (y algunos funcionarios del Gobierno de EEUU) sugieren
que, en consecuencia, el ISIS está tratando de mantener su
relevancia ampliando las operaciones fuera del núcleo de su
califato. Podría ser. O podría ser también que el ISIS ha estado
todo el tiempo planeando una campaña de atentados en el extranjero,
al margen de que perdiese territorio o no. No sabemos lo suficiente
como para ofrecer una respuesta definitiva.
Lo cierto sigue siendo que, incluso en sus actuales condiciones de
debilidad, el ISIS es la organización terrorista más poderosa del
planeta, y posiblemente incluso la más fuerte de la historia. Las
autoridades de EEUU calculan que sus ingresos petroleros se han
reducido a la mitad, pero aún así sigue generando 150 millones de
dólares al año.
En cuanto a sus recursos humanos, el New York Times informó de lo
siguiente:
Las filas del Estado Islámico en Irak y Siria se han reducido a
entre 18.000 y 22.000 combatientes, desde un pico de unos 33.000 el
año pasado, según las autoridades estadounidenses. Pero hay
movilizados unos 20.000 militantes bajo la bandera del Estado
Islámico en al menos ocho organizaciones afiliadas en Libia, Egipto,
Afganistán, Pakistán y Nigeria, entre otros. Al Qaeda, en
comparación, tuvo su pico en 2.000 combatientes.
En resumen: no demos por muerto aún al ISIS. Tiene potencial para
causar estragos en los próximos años, en cualquier forma que adopte.
Es obvio que sería enormemente ventajoso destruir su control físico
del territorio en Irak y Siria, que es lo que posibilita su enorme
flujo de ingresos (que provienen de los impuestos a las personas
bajo su dominio y de sus chanchullos criminales, y de la producción
de petróleo) y lo que le proporciona un espacio para entrenar y
adoctrinar a sus reclutas, así como el aura triunfal que tanto ha
contribuido a su atractivo para potenciales terroristas de todo el
mundo.
Pero aunque destruir el califato reducirá sin duda la amenaza del
ISIS, es probable que no la elimine. Como Al Qaeda, de la que una
vez fue filial, el ISIS demuestra una desoladora capacidad para
adaptarse a las adversidades: ya vimos cómo pudo resucitar tras las
derrotas que sufrió en Irak en 2007 y 2008, cuando allí era conocido
como Al Qaeda.
El hecho de que el presidente Obama haya ralentizado la campaña
contra el ISIS –han transcurrido dos años desde que se restableció
el califato– ha dado tiempo a la organización de Bagdadi para montar
una red terrorista mundial que no será fácil eliminar. La continuada
capacidad del ISIS para perpetrar o inspirar ataques terroristas en
todo el mundo hace que la afirmación del presidente de que ha sido
"contenida" resulte ridícula. Sí, casi: ha quedado suelto en el
mundo un patógeno letal que no va a ser fácil erradicar.
Si hay algo positivo en la ofensiva mundial del ISIS es que podría
unir a más países aún en la lucha contra él. En concreto, Turquía
tiene la capacidad de causar un considerable daño al ISIS si la
situación se agrava lo suficiente. El año pasado, el Gobierno turco
ya tomó medidas contra el ISIS, lo que probablemente provocó el
atentado en el aeropuerto de Estambul y los ataques previos.
Esperemos que ahora Turquía redoble sus esfuerzos.
Pero aun en el caso de que la amenaza del ISIS acabara reduciéndose,
hay otras organizaciones terroristas, como Al Qaeda, que aguardan
entre bastidores. De hecho, los mayores beneficiarios de la campaña
contra el ISIS en Irak y Siria podrían ser otras organizaciones
terroristas suníes y chiíes ansiosas por llenar el vacío. La única
manera de evitarlo es fomentar que haya Gobiernos funcionales en
Siria e Irak que puedan controlar su propio territorio, pero hay
escasas esperanzas de lograrlo en un futuro cercano. Sigue siendo
guerra larguísima, y no se ve ninguna luz al final del túnel.
© Revista El Medio - Commentary
Obliga a las empresas a contratar empleados
que hablen en catalán
www.latribunadelpaisvasco.com 11 Julio 2016
El gobierno socialista de Baleares impone el uso del catalán en las
relaciones privadas de los ciudadanos
El gobierno balear, presidido por la socialista Francina Armengol,
ha aprobado el plan que impone el catalán en la esfera privada de
las personas.
La iniciativa legal recomienda hablar en catalán a quien no lo
habla, incluso si no lo entiende, y aprueba una ley que impondrá el
uso del catalán en las empresas privadas: obligará a contratar
empleados que hablen en catalán, y las licencias de actividad
dependerán de ello y afectará a restaurantes, tiendas, peluquerías,
bancos o clínicas. Todas estas empresas, obligatoriamente, deberán
rotular en catalán bajo amenaza de sanción.
Entre otras medidas también aprobará una línea de subvenciones para
que, incluso, los juegos infantiles sean en catalán.
El presidente de la Fundación Círculo Balear (FNCB), Jorge Campos,
advierte de la "anticonstitucionalidad de las medidas y recuerda que
el PSOE recupera el plan que en la legislatura de 2007 contaba con
más de 2.000 medidas para imponer el catalán en todos los ámbitos de
la sociedad. El plan está diseñado por la entidad separatista
pancatalanista Obra Cultural Balear (OCB) con el visto bueno de la
Universidad balear".
Para Campos, "Armengol es una ultra que actúa al dictado de los
extremistas. Pretende que casos como el acoso al empleado de
Balearia por no entender catalán tengan respaldo legal".
******************* Sección "bilingüe"
***********************
Lo que escribí entonces: "No habrá más
olvido"
Raúl González Zorrilla. Director. latribunadelpaisvasco
11 Julio 2016
Tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco por la banda terrorista
ETA, publiqué este artículo en un periódico regional. Han pasado 19
años.
Según van quedando atrás los días de las imágenes hermosas, al mismo
tiempo que la indignación y la rabia abren el camino al pozo oscuro
del dolor y de la angustia, y justo en el mismo momento en el que la
familia, la novia y los amigos de Miguel Ángel Blanco tienen que
comenzar a hacer frente al frío de la ausencia sin fin, se abre en
el corazón del País Vasco un espacio para la espera y la reflexión
que, en esta ocasión, de ninguna manera podrá ser ocupado por los
olvidos interesados, las amnesias majaderas o las negligencias
irresponsables.
Agotados de esperar el fin de la barbarie, la gran mayoría de los
ciudadanos de este país ya hemos perdido la inocencia y sabemos, con
la experiencia suprema que proporciona lo muchas veces padecido, que
dentro de unas pocas semanas los políticos más patrioteros, las
instituciones más reticentes a aceptar lo evidente y los voceros de
las terceras vías más condescendientes, volverán a caer en la cómoda
tentación de propugnar negociaciones, diálogos y conversaciones
secretas con los atemorizados mafiosos del tiro en la nuca. Que
nadie lo dude: no se habrán secado las lágrimas derramadas por el
joven concejal del PP cuando ya habrá quien reincida en la perversa
equiparación de víctimas y agresores y en la reubicación de los
depauperados sentimientos nacionales de unos pocos por encima de los
más básicos principios democráticos de todos.
Así las cosas, todos aquellos responsables públicos que todavía
pudieran sentirse demasiado fascinados por los lazos de cercanía que
les unen a los fascistas, han de saber que, a partir del pasado 12
de julio de 1997, todo ha cambiado en este país cansado de soportar
lo intolerable y agotado de convivir con la maldad supurando en sus
entrañas. Todos aquellos que todavía experimenten la atracción de la
ambigüedad frente al terror, harían bien en recordar que, por
enésima vez en nuestra reciente historia, millones de personas han
tenido que echarse literalmente a la calle para marcar cuáles son
los límites de la ignominia, para señalar dónde se encuentran las
fronteras de lo inadmisible y para indicar qué es lo que se debe
hacer para que todos en esta tierra dejemos de ser, de una vez por
todas, ciudadanos de tercera sin derecho a la libertad, la justicia,
la paz o, simplemente, a la palabra.
El pueblo, después de años de mordazas y de miedo, ha hablado, ha
cantado, ha gritado y ha lanzado clarísimas consignas a sus
dirigentes. Y lo la he hecho con la rotundidad y la fuerza de
quienes llevan mucho tiempo tragándose la congoja, aguantándose las
ganas y controlándose las respuestas. Que nadie olvide las
peticiones de la calle, que nadie desatienda las exigencias de los
hombres y mujeres anónimos y que nadie postergue lo ineludible pues,
desgraciadamente, habrá más penas, pero nunca, nunca más, volverá a
haber más olvidos. Y los motivos son claros. Aproximadamente, en el
mismo año en el que Miguel Ángel Blanco nació, surgió en este país
la cosa que mata. ¿Alguien puede pensar todavía que esta tierra está
dispuesta a soportar que, dentro de treinta años, los mismos
desalmados, más viejos, más decrépitos y más corrompidos, ejecuten a
algunos de los hijos que ahora mismo están viendo su primera luz en
Euskadi y que entonces también serán jóvenes inocentes con treinta
años de edad?
Demostrado el respeto popular a las instituciones, habiendo quedado
patente que la violencia solamente la utilizan los mismos cobardes
de siempre y después de recibir los mayores beneplácitos que la
fuerza popular puede dispensar a sus representantes públicos, todos
aquéllos que hoy disfrutan de alguna responsabilidad política, en el
Gobierno central, en el vasco, en las diputaciones o en los
ayuntamientos, deberán estar a la altura de lo que millones de
personas, abrazadas en una única voz, han pedido: unidad política e
inquebrantable frente al terrorismo, eficacia policial, firmeza
judicial y, sobre todo, defensa firme de las garantías democráticas
para casi dos millones y medio de vascos que, a los cuarenta años de
dictadura, han de añadir otras tres décadas padecidas de terror,
silencio y miedo.
En estos momentos, y salvo honrosas excepciones, todos nuestros
dirigentes tienen nuestro respeto y su futuro político condicionado
a muy corto plazo. Si las circunstancias fueran otras, si los
liderazgos políticos no fueran tan necesarios frente al horror sin
nombre, si este fuera un país en el que las libertades personales no
se encontraran al borde de la quiebra final y si la sociedad vasca
pudiera permitirse en la actualidad el triste lujo de una crisis
política, este sería el momento más adecuado para hablar de
dimisiones colectivas, de expulsiones radicales y de nuevas
elecciones autonómicas. También sería la hora adecuada y precisa
para que las formaciones nacionalistas se replantearan la renovación
de sus máximos dirigentes: de tanto intimar con el monstruo que
destruye y devora, muchos de ellos han llegado, por ignorancia o por
vileza, a acostumbrarse en demasía a su aliento fétido y a sus
barbaridades de primera, de segunda y de tercera categoría.
Todos los países occidentales, en su larga marcha a lo largo de los
siglos, han vivido horas especiales, días extraños, jornadas
memorables y momentos mágicos, en los que una voz global y unánime
parece tomar las riendas de los acontecimientos. Son pequeños
instantes históricos, cargados de símbolos, rebosantes de
solidaridad y plagados de minutos imperecederos, en los que las
instituciones, los ejércitos, las fuerzas de seguridad y todos los
ciudadanos se unen en un breve abrazo a múltiples bandas para
reabrir el futuro, para hacer nítido el porvenir y para poner en
marcha una época nueva y distinta para toda una sociedad. Este
milagro sociológico, esta implosión de las conciencias, es lo que se
ha producido estos días en el País Vasco con el apoyo incansable de
todas las comunidades españolas. Evidentemente, tampoco habrá olvido
ni perdón político para quienes por incapacidad, por incompetencia o
por intolerancia, desaprovechen tanta energía acumulada con mucho
dolor, con abundante entrega y con una infinita capacidad pacífica y
estrictamente democrática.
Los ciudadanos han estado ahí, firmes frente al fascismo y la
brutalidad, pacíficos en la tensión, extremadamente comprensivos
ante las provocaciones de los enajenados morales que todavía
perviven en nuestro país y sumamente dóciles, como no podía ser de
otra manera, ante las lógicas peticiones de calma, de sensatez y de
paz. ¿Quién será el primero que, tirando la primera piedra de la
vergüenza y de la depravación, llamando al diálogo con los asesinos,
coloque nuevamente a cientos de miles de personas de buena voluntad
más allá de los límites de la libertad y de la dignidad?
Vuelta a las andadas
Francesc Moreno Cronica Global 11 Julio 2016
Son incorregibles. En unos momentos en que el centro
derecha-nacionalista obtiene los peores resultados de su historia,
mientras sus votantes se alejan del independentismo asustados por la
radicalización izquierdista del procés y que los referendos vistos
como panacea democrática entran en crisis tras el Brexit, el PSC
rescata la "vía canadiense" y el PP parece dispuesto a permitir que
el nuevo Partido Demócrata Catalán tenga grupo parlamentario propio.
En cuanto al PSC, pensé, iluso de mí, que tras las escisiones de los
'nacionalistas' su línea política recuperaría algo de coherencia.
Pues no. Rescatar ahora la "vía canadiense" es incomprensible
Yo entiendo que el PP se acerque al PNV. No me parece nada extraño
que busque su apoyo en la investidura a cambio de acercar presos. Al
fín y al cabo, el nacionalismo vasco aceptó el fracaso del plan
Ibarretxe y ha actuado con lealtad, sin perjuicio de su programa de
máximos. Nada de eso ocurre en Cataluña. La "hoja de ruta" no ha
sido abandonada, al menos formalmente, aunque nadie sepa a ciencia
cierta en qué momento procesal nos encontramos. Pasamos de la DUI al
RUI sin solución de continuidad, y viceversa. En estas condiciones
no es de recibo pacto alguno con quien no renuncie expresamente a
vías unilaterales, pasen o no por un nuevo butifarréndum, o con
quien hace ostentación de desobedecer las leyes y las sentencias de
los tribunales.
En cuanto al PSC, pensé, iluso de mí, que tras las escisiones de los
nacionalistas su línea política recuperaría algo de coherencia. Pues
no. Rescatar ahora la "vía canadiense" es incomprensible.
Seguramente la idea nació en alguna de esas reuniones para tantear
un pacto con Podemos. Incapaces de dar la más mínima batalla
ideológica, piensan que lo más cómodo es camuflarse en el paisaje
dominante y para ello nada mejor que aceptar el referéndum por la
vía canadiense.
La conclusión de todo ello es que los catalanes no independentistas
llevamos cuarenta años siendo moneda de cambio para los partidos que
gobiernan España, ignorando nuestros derechos, atribuyendo la
catalanidad a los independentistas y haciendo gala de una absoluta
falta de estrategia a medio y largo plazo. El nacionalismo, ahora
independentismo, lleva desde la transición --por hablar de esta
etapa histórica-- centrado en nacionalizar Cataluña, utilizando la
ingeniería social para hacer una Cataluña a su imagen y semejanza. Y
todo ello con la colaboración necesaria de quienes se lo permiten,
malversando nuestros votos por intereses puramente partidistas.
Ciudadanos creció en Cataluña gracias a romper esta dinámica.
Esperemos que no lo olviden.
'No hay cabida para el diálogo'
Boadella: 'Lo ocurrido en Cataluña es para
un juicio de Nüremberg'
El dramaturgo cree que el Gobierno de España tiene pocas opciones
para reconducir la situación en Cataluña, "una región que lo tiene
todo, que le falta simplemente el Ejército y la Hacienda pública".
Gaceta.es 11 Julio 2016
El cofundador de Ciudadanos y dramaturgo, Albert Boadella, ha
considerado que "lo que han hecho" los dirigentes políticos
catalanes es "para un juicio de Núremberg" y que ahora "no saben
como salir del atolladero", ni "cómo apagar esta fogata", que "les
gustaría controlar".
En declaraciones a EFE, ha reconocido que en Cataluña hay "un
sentimiento muy generalizado anti-español" y que una buena parte,
especialmente las jóvenes generaciones, considera que "España es el
enemigo común, a batir".
Tras apreciar que es "muy complicado" restituir "la trama de afectos
imprescindible para dirigir una nación en común", ha insistido en
que es "gravísimo" lo que "han promovido" los dirigentes catalanes a
través de su política, los medios y la educación.
A su juicio, desde el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol y
sus sucesores han estado implicados en "ese mundo de los delirios
secesionistas", incluida "esa especie de mirada a otra parte por
parte del PSC, que era el partido capaz de mantener un frente, una
barrera", a ese mundo secesionista.
Para Boadella, como el PSC no cumplió con su cometido, surgió
Ciudadanos. En cuanto a la situación actual, estima que esos
dirigentes "ven que se van acercando al abismo" y lo que desconoce
es "si las masas los empujarán" a él o "si ellos harán como los del
Reino Unido y desaparecerán por la tangente", lo que ha considerado
"una posibilidad".
Boadella cree que el Gobierno de España tiene pocas opciones para
reconducir la situación en Cataluña, "una región que lo tiene todo,
que le falta simplemente el Ejército y la Hacienda pública". "No hay
nada a discutir ya" ha continuado el dramaturgo, quien se ha
preguntado que si lo que quieren es más dinero y que haya "una
desigualdad en el conjunto de la nación", la respuesta debe ser "no
y no", porque "esto es una nación de libres e iguales".
Ha precisado que el Gobierno de España lo único que puede hacer es
tratar de aplicar la ley y contrarrestar esta "sarta de mentiras que
se cuentan ahí". En su opinión, "no hay cabida" para el diálogo, que
"siempre será una especie de engaño" porque "ellos seguirán en sus
trece", ya que "el nacionalismo es siempre lo mismo hasta conseguir
la secesión".
Para Boadella, no hay nacionalismo bueno o malo, porque todo es
"nefasto", si bien ha reconocido que "los países lo utilizan en
ciertos momentos para levantar los ánimos y las feromonas".
Respecto a la condena a 21 meses del jugador del Barça Leo Messi, ha
comentado que "pobre chico" y ha bromeado sobre que "cuando se está
tan aupado y se siente la gloria de esta forma, ¿qué importan los
impuestos?".
Sobre el papel del Barça en el movimiento independentista, Boadella
ha reconocido que ha tenido una influencia importante, porque ha
coincidido además con un momento de grandes triunfos del club.
La presidenta socialista de Baleares
obligará a los comercios a rotular y a atender en catalán
Alberto D. Prieto okdiario 11 Julio 2016
Con el plan de Armengol, Quimi Portet habría logrado el despido
fulminante del camarero de Baleària
El Gobierno balear pagará a los fabricantes de juguetes para que los
niños “jueguen en catalán”
El Gobierno socialista de las Islas Baleares, presidido por Francina
Armengol, ha recuperado la obsesión pancatalanista de su predecesor
Francesc Antich. Esta misma semana, el recuperado Consejo Social de
la Lengua Catalana, ha aprobado un plan quinquenal al más puro
estilo totalitario para imponer el uso de la lengua catalana en la
esfera privada de los ciudadanos.
Armengol es una de las baronesas regionales más cercanas a Pedro
Sánchez, actual secretario general del PSOE. Suyas han sido las
voces más altas y claras, junto a las del catalán Miquel Iceta,
reclamando para su secretario general la eventualidad de volver a
intentar formar Gobierno de la mano de Podemos en caso de que Rajoy
no logre su investidura: “Lo lógico es que lo intente la segunda
fuerza política” si la primera no lo logra, algo que, de hecho,
Pedro Sánchez no ha descartado nunca.
El llamado Plan de Política Lingüística 2016-2021 no es otra cosa
que 136 medidas para forzar a empresas y a particulares a utilizar
el catalán bajo coacción administrativa.
Así, los puntos contemplados en el documento adoptado el pasado 7 de
julio van desde recomendar hablar en catalán a quien no lo habla,
incluso si no lo entiende, hasta aprobar una ley que impondrá el uso
del catalán en las empresas privadas: Esta normativa obligará a
contratar empleados que hablen en catalán en los establecimientos de
atención al público vulnerando la libertad de empresa, ya que las
licencias de actividad dependerán de ello.
La imposición afectará a restaurantes, tiendas de venta al público,
peluquerías, bancos o clínicas. Todos estos establecimientos deberán
rotular obligatoriamente en catalán, bajo amenaza de sanción.
Pero hay más. Siguiendo los pasos de los gobiernos más obsesionados
con el catanlanismo lingüístico que ha habido en Cataluña, la
iniciativa auspiciada por Armengol prevé subvenciones a escuelas y
empresas en función de su grado de cumplimiento de un requisito: que
los juegos entre los alumnos sean también en catalán.
No sorprende que la política de Armengol sea favorable al
independentismo pancatalanista, pues ella misma ha reconocido
orgullosa que militó en asociaciones independentistas en su
juventud. De hecho, su padre, el ex alcalde de Inca Jaume Armengol,
reconocía en un reportaje publicado por el suplemento del diario
independentista ‘Ara’ que Francina “siempre ha estado en el ala
nacionalista y más izquierdista del PSOE. Ella es muy de aquí [de
Mallorca] pero también se siente muy catalana, porque lo ha vivido
así”.
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