El tabú del gasto público
Aleix Vidal-Quadras gaceta.es 27 Octubre 2016
He asistido a un seminario organizado por un conocido diario digital
con motivo del primer aniversario de su aparición cuyo tema general
son las grandes reformas que necesita España. Sucesivas sesiones
sobre la justicia, las pensiones, la fiscalidad, la educación y los
órganos reguladores, van tratando esta semana mediante coloquios a
los que se invita a expertos la situación en cada uno de estos
ámbitos y las medidas que se deberían tomar en la legislatura que
ahora se inicia para corregir los defectos de nuestro sistema
institucional y normativo y transformar España en un país
competitivo, estable y próspero. Dado que este es un asunto sobre el
que he pensado y escrito abundantemente a lo largo de los últimos
años, he seguido con lógico interés todo lo que allí se ha tratado y
discutido.
Pues bien, en las dos horas dedicadas esta mañana a la cuestión
fiscal un representante de cada uno de los cuatro principales grupos
parlamentarios, PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos, dos de ellos
inspectores tributarios y dos economistas -no han especificado si de
profesión o sólo de titulación- han desgranado los análisis y las
propuestas de sus respectivas formaciones en relación al presupuesto
público, los impuestos, el desequilibrio entre lo recaudado y lo
gastado, las obligaciones derivadas de nuestra pertenencia a la zona
euro, la austeridad, los supuestos o reales recortes y demás puntos
propios de la convocatoria que nos reunía.
Dos horas dan para bastante y el cuarteto de oradores ha expuesto
sus puntos de vista con profusión de datos y consideraciones
técnicas sin que el componente ideológico enturbiase demasiado el
debate. Todo lo que ha salido de esas cuatro elocuentes bocas, así
como de las preguntas y las cuñas aportadas por el moderador y por
un destacado miembro de la redacción, especialista de bien ganado
renombre en periodismo económico, ha sido indudablemente interesante
y correctamente argumentado, pero nadie, absolutamente nadie, se ha
referido a lo largo de los ciento veinte minutos de rico intercambio
de pareceres a un epígrafe concreto que, habida cuenta de los
problemas que se abordaban, parecía obligado y sin duda crucial: la
naturaleza del gasto de las Administraciones, su justificación y las
posibilidades de reducirlo con el propósito de cuadrar las cuentas
del Estado. En cambio, las distintas maneras de incrementar los
ingresos vía aumento de la presión fiscal y de combate contra el
fraude y la economía sumergida sí se han examinado con aparente
delectación. Dicho de otra forma, para los cuatro intervinientes,
cualificados representantes de la ciudadanía de cuyo trabajo,
esfuerzo, creatividad e iniciativa se extraen los recursos que ellos
manejan, el único camino para solucionar el déficit y el
consiguiente endeudamiento es el aumento de lo que entra, y ni una
palabra sobre cómo disminuir lo que sale.
Ni nuestra disfuncional y costosísima estructura territorial, ni la
miríada de entes de variado pelaje y más que dudosa utilidad que
pueblan la Administración paralela, ni las infladas plantillas de
asalariados públicos no funcionarios ni la multitud de subvenciones
clientelares o electoralistas que no aportan beneficio económico o
social alguno, han merecido la atención de los cuatro diputados
presentes que, en cambio, se han extendido y recreado sobre los
posibles métodos para exprimir aún más a los sufridos
contribuyentes. El célebre consenso socialdemócrata ha campeado
sobre la sala sin resquicio de preocupación por la magnitud del
gasto que manchase el pensamiento único keynesiano.
Tan llamativa ha sido la ausencia de esta perspectiva, bautizada no
sin razón por la ciencia económica como la del buen padre de
familia, que uno de los asistentes sentado en las filas del
auditorio ha mencionado a la bicha y ha requerido a los diputados a
pronunciarse al respecto. Con evidente incomodidad, como si el
inquisitivo y anónimo hombre de la calle hubiese soltado un
exabrupto o una grosería, se ha alzado un canto renuente a la
necesidad de gastar de forma eficiente, aunque como principio
genérico y sin entrar en molestos y escabrosos detalles.
Nuestra clase política a lo ancho de todo el espectro del hemiciclo
del Congreso comparte una misma base conceptual a la hora de tratar
la grave dificultad que representa un déficit recurrente e
indomable: hay que apretar la tuerca de los ingresos y mantener
incólumes o subir los gastos. Es como si un tabú protegiese el
despilfarro hasta el punto que sólo pronunciar su nombre trajese
grandes catástrofes y castigos divinos. Sin embargo, la reacción
espontánea de los receptores de la sabiduría de los cuatro tribunos
ha sido la de un aplauso cerrado a la pregunta sobre la necesidad de
controlar el gasto, lo que demuestra una vez más que nuestra
democracia degradada a partitocracia requiere de una revisión muy
profunda de sus fundamentos si queremos evitar la ruina que nos
acecha.
Según Arcano Valores
Por qué se está gestando el riesgo a una
crisis financiera mundial
El despertar de la inflación puede pinchar la burbuja actual de los
bonos, "la mayor de la historia", según el economista jefe de
Arcano, Ignacio De la Torre,
R. J. L El Espanol 27 Octubre 2016
“Nos encontramos ante la mayor burbuja de bonos soberanos de la
historia y su corrección no sólo provocaría intensas pérdidas para
muchos inversores, entre ellos, algunos sistémicos como bancos o
aseguradoras, sino que presentará enormes consecuencias negativas en
la valoración del resto de activos como los bonos corporativos, las
bolsas y los activos reales (inmobiliario)”. Es el agorero escenario
que ha presentado Arcano, la firma financiera que primero alertó de
la recuperación económica en 2012 y que ahora se sube al carro de
quienes afirman que la actual burbuja de la deuda soberana y la
expansión sin límites de los balances de los bancos centrales puede
acabar mal.
En un informe titulado “Apocalipsis Now”, Ignacio De la Torre,
economista jefe y socio de Arcano,dibuja su escenario base. Este
experto considera que “lo más probable” es que los bancos centrales
pueden llevar a cabo el proceso de ajuste de manera gradual y con
consecuencias limitadas, “ya que todavía cuentan con un cierto
margen de maniobra”. Sin embargo, como escenario de cola emerge un
riesgo que está cobrando fuerza que desemboque en un proceso de
“histerismo colectivo” en los mercados.
“La Historia nos enseña que si suben los tipos de interés bajan los
precios de los activos y que hay más aterrizajes forzosos que suaves
y que las burbujas estallan, no se deshinchan”, concluye. Los
precios de los bonos han subido tanto que su rentabilidad -que se
mueve de manera inversa al precio- ha entrado en negativo en buena
parte del mundo desarrollado, es decir, se paga por invertir. Pero
esto está cada vez más cerca.
En este sentido, el despertar de la inflación en las principales
economías desarrolladas de la mano de un alza del petróleo, junto
con el aumento de los costes laborales y la situación de pleno
empleo de países como EEUU o Reino Unido, puede provocar un cambio
en el sesgo de la política monetaria por parte de la Fed y el Banco
Central Europe (BCE). “El mercado da por hecho que el balance de los
bancos centrales va a seguir crece a 200.000 millones al mes y esto
puede que no sea así. En el momento en el que se perciba que esto
puede que no se prolongue hay riesgo en la corrección del precio de
los activos. El riesgo de un ajuste rápido y brusco está en
aumento”, señaló Latorre en su presentación.
En su opinión, el bono a 10 años, considerado el activo libre de
riesgo y la referencia para valorar otros activos, “es uno de los
activos con más riesgo del mundo su enorme sobre valoración, y por
ende burbuja”, que ha provocado el trasvase de dicha burbuja hacia
los bonos corporativos, las bolsas y activos reales. “En este
sentido, si pincha la valoración del mal llamado bono libre de
riesgo nos podemos encontrar con una crisis financiera sin
precedentes”, dijo el economista en defensa de las tesis del
informe.
Según De la Torre, en cuanto se empiecen a ver caídas significativas
en los precios de los bonos, "volveremos a tener que mirar el
balance de los bancos y de la aseguradoras, que son sistémicos". La
alternativa a este escenario es que los bancos centrales neutralicen
los efectos adversos de la retirada de estímulos y que los gobiernos
comiencen a implementar políticas fiscales enfocadas al crecimiento
económico.
No obstante, De la Torre identifica tres eventos próximos que pueden
hacer descarrilar la burbuja de la deuda. Primero, las elecciones de
EEUU con una hipotética victoria de Donald Trump. En segundo lugar,
el referéndum en Italia que puede desembocar en una crisis del
Gobierno Renzi. Tercero, la próxima reunión de diciembre sobre
política monetaria de la Fed en EEUU, en la que los gobernadores que
preside Janet Yellen puede comenzar a exhibir un tono más duro sobre
tipos.
“Creo que pasaremos de un mundo adicto a la política monetaria a uno
que necesitara más soluciones desde la política fiscal y la
estructural no escenario que producirá una menor demanda y una mayor
oferta de bonos soberanos lo que hará caer su precio algo que puede
provocar una tormenta en el resto del precio de los activos el
riesgo”, explicó este experto, coautor del informa junto al resto de
analistas de Arcano.
¿Qué alternativas observa De la Torre ante un escenario tan cenizo?
“Hay que identificar activos que no están en burbuja. Por ejemplo,
el inmobiliario en España, aunque si todo el mundo hace eso iremos a
una burbuja. También se puede invertir en países que peor lo han
hecho durante la recuperación económica. Y lo tercero es hacer cash
(dinero en efectivo)”, pronostica. La alternativa que
tradicionalmente aparece como activo refugio, el oro, es otra de las
alternativas, aunque su precio actual puede estar sobrevalorado.
“¿Cuál es su precio correcto? Adam Smith distinguía entre precio
económico y financiero (coste y expectativas). Antes o después ambos
retornan al mismo punto. El coste marginal de producir oro es 900
dólares la onza (y cotiza en 1.300)”.
¿Hacia un apocalipsis financiero?
La inflación de activos provocada por los bancos centrales no sólo
ha prostituido la valoración fundamental de los bonos soberanos,
sino que ha ido trasvasándose al resto de activos
Ignacio de la Torre El Confidencial 27 Octubre 2016
“No luches contra un banco central”. Este axioma permanece inmanente
en la mente de mucho inversor. Se basa en una hipótesis: la
capacidad de un banco central para crear dinero es infinita, en
tanto que los fondos gestionados por un inversor son finitos, por lo
tanto si realizas una apuesta contraria al banco central tienes
todas las de perder.
Bajo esta premisa, los inversores han aceptado como normales precios
de activos que son a todas luces desorbitados. Así, Bulgaria se
financia a 10 años al 1,8%, prácticamente igual que los EEUU, y
Argentina, protagonista de la que fue la mayor quiebra soberana de
la historia, hoy se financia al 5%... Como hemos ido elaborando en
esta columna, la inflación de activos provocada por los bancos
centrales no sólo ha prostituido la valoración fundamental de los
bonos soberanos, sino que ha ido trasvasándose al resto de activos:
crédito, bolsa y en muchos países, activos inmobiliarios. Los bancos
centrales han expandido sus balances desde los seis billones
(españoles) de dólares de antes de la crisis a los actuales casi
dieciocho billones. Al expandir el balance se compran activos, de
ahí la enorme inflación de precios. La fiesta aún no se ha acabado.
Cada mes se siguen inyectando unos 200.000 millones de dólares
adicionales.
Si en el pasado el oficio de invertir se basaba en encontrar
disonancias entre el precio de un activo y su valor fundamental, hoy
se centra mucho más en intentar intuir lo que van a hacer los bancos
centrales. Sin embargo, esta última es una materia de competencia de
las ciencias sociales, y me pregunto la cualificación de muchos de
nosotros para pronosticar con arreglo a tan difusas y sociales
luces. Hagamos un intento.
El axioma que encabeza este artículo, y en el que en mi opinión se
basan muchos “fundamentales” de la actual valoración, se fundamenta
en una premisa cuestionable: la capacidad de los bancos centrales
para crear dinero hasta el infinito. Yo creo que esta capacidad se
está agotando. Los banqueros centrales realizan política monetaria
como oficiales no electos, algo en general benigno para una
economía. Pero dicho poder se basa en un mandato otorgado por los
ciudadanos, que lo confieren a cambio de confiar en que los
banqueros centrales cumplan tres objetivos (a veces difícilmente
compatibles): a) generar crecimiento y reducir el desempleo, b)
conseguir estabilidad en precios de consumo (el 2% es el objetivo
oficioso) y c) evitar la inestabilidad financiera, que puede generar
una futura crisis.
Para conseguir el primer objetivo, desde la crisis los bancos han
triplicado sus balances, pero ahora toca afrontar las consecuencias:
ha subido dramáticamente el riesgo de inflación de consumo, y el
riesgo de inestabilidad financiera. Si en el pasado todos éramos
conscientes de los riesgos que dicha política conllevaba en la
adulteración de los precios de los activos, hoy cabe considerar si
hemos alcanzado el punto de inflexión a raíz de los recientes datos.
En EEUU, que opera a pleno empleo, los salarios suben ya al 2,6%, lo
que se filtra en forma de inflación subyacente, que en ciertas
variantes supera el objetivo de la FED. En Europa, la subyacente se
ha situado en niveles del 0,7-0,8%, y a medida que se reduzca el
desempleo los salarios subirán, lo que alimentará más riesgo de
inflación. A medida que el crédito se acelere (fenómeno que ya
sucede en EEUU y poco a poco en Europa), el dinero acelerará la
inflación, como muy bien saben en Argentina. La subida del petróleo
añadirá leña al fuego al hacer subir la inflación general hacia la
subyacente los próximos meses.
A su vez, el riesgo de inestabilidad financiera está servido. La
deuda corporativa en los EEUU está en máximos, lo que podría ser el
germen de una nueva crisis si la economía entrara en recesión. En
Europa, los tipos ultra-reducidos están gestando una nueva crisis de
crédito a medida que se vierten préstamos a precios insostenibles
hacia proyectos con riesgos considerables.
Por otro lado, los bancos no están consiguiendo el objetivo
primigenio de la política laxa: reducir el nivel de ahorro y subir
el volumen de inversión. Ante este fracaso parcial ¿merece la pena
mantener la política actual con los enormes riesgos que conlleva? Yo
creo que no, y otros ciudadanos parecen opinar algo parecido, como
se refleja en la sostenida reducción del nivel de apoyo popular que
mantienen los bancos centrales durante la última década.
En este contexto, las posibilidades de que veamos un giro en la
política monetaria los próximos meses es muy alto. Posiblemente
vayamos a más empleo de la política fiscal, nos parezca mejor o
peor. En cualquier caso, este giro supondrá menor demanda de bonos y
mayor oferta, lo que hará caer su precio. La caída del precio de los
bonos provocará caída en el resto de los precios de los activos. Si
dicha corrección ocurre en poco tiempo, tendremos una crisis
financiera de enorme intensidad. El escenario base es que los bancos
tendrán capacidad para graduar su intervención verbal de forma que
la corrección sea dilatada en el tiempo. Sin embargo, el riesgo de
cola, o sea un cambio más súbito de la política monetaria por los
factores expuestos en este artículo, que redunde en una corrección
abrupta en los precios de los activos, sube cada día.
El apocalipsis ha sido profetizado con escaso éxito por muchas
culturas a lo largo de los siglos. Afortunadamente se han
equivocado.
Ojalá yerre yo en las conclusiones de esta columna.
Deben pensar en España más que en ellos
mismos
OKDIARIO 27 Octubre 2016
Ahora que el consenso se ha convertido en una obligación contextual,
PP, PSOE y Ciudadanos tienen la oportunidad histórica de demostrar
que España y los españoles están por encima de sus ambiciones
partidistas. Las tres grandes fuerzas constitucionales, garantes de
la democracia en nuestro país, deben hacer de la necesidad virtud y
afrontar con unión y sentido de Estado asuntos tan importes como el
empleo —motor de nuestra economía— la educación, el déficit o la
deuda pública. No habrá futuro para la nación si las tres
formaciones no adoptan un nuevo campo semántico protagonizado por
verbos como ‘pactar’, ‘negociar’ o ‘acordar’. Todo ello, por
supuesto, articulado por la primera persona del plural: nosotros. De
otra manera, la actividad parlamentaria de la nueva legislatura será
una constante carrera de obstáculos que, lejos de llevar a ninguna
parte, condenará nuestro futuro y dará al traste con los esfuerzos y
avances de los cuatro últimos años. Un periodo en el que hemos
pasado de la ruina en el mercado laboral a crear 500.000 nuevos
puestos de trabajo sólo en 2016, 1,6 millones desde 2013.
Mariano Rajoy es plenamente consciente de ello y por eso ha marcado
la dinámica a seguir a través de la concisión discursiva: “Cualquier
decisión que tome tendrá que ser fruto del acuerdo y la
negociación”. El reto es pasar del bloqueo político al Estado de lo
posible. Un país que termine de reconstruirse sobre la modélica
reforma laboral, fórmula magistral para seguir capitaneando el
crecimiento económico en la Unión Europea. PP, PSOE y Ciudadanos
deben centrarse también en proteger la unidad territorial y
garantizar los mecanismos legales contra aquéllos que traten de
romperla —independentismo catalán— o que intenten destruir la
convivencia pacífica —los cachorros de ETA—. A sabiendas de la
fragilidad de su mandato, Rajoy ha renunciado de un modo hábil a
cualquier referencia programática para centrarse en persuadir a sus
futuros socios: “Espero que todos adquieran el mismo compromiso”.
Una actitud clave para que nuestro futuro no se quede varado en
tierra de nadie.
La gran patraña
Ignacio Camacho ABC 27 Octubre 2016
Como todos los artificios de la propaganda, el plan extremista de
cercar el Congreso se basa en una gran mentira, en una clamorosa
falacia. Ni el PSOE va a votar a Mariano Rajoy ni le hace un favor
permitiendo la investidura. Lo que de verdad convendría al
presidente es un nuevo revolcón que abocase a nuevas elecciones y le
pusiera en bandeja una victoria cercana a la mayoría. En cambio va a
verse obligado a encabezar un Gobierno débil, cercado por la
oposición, expuesto a toda clase de derrotas y acosado en la calle
por la izquierda radical. Al marianismo le espera un calvario que
representa la mejor opción posible para los socialistas, necesitados
de ganar tiempo con el que reconstruir su fractura interna y evitar
el seguro varapalo en un regreso a las urnas. Todo esto lo saben,
por supuesto, los dirigentes de Podemos que auspician y convocan la
movilización y, lo que es mucho peor, lo saben también sus
partidarios dispuestos a secundarla. Es decir, que la protesta se
basa en un embuste que no sólo no se creen quienes lo inventan, sino
tampoco quienes lo aceptan. Se trata de un monumental ejercicio de
cinismo político según el más puro manual leninista. La patraña
consentida al servicio de una estrategia de deslegitimación
democrática.
Ojalá fuese cierto lo que dicen: que PP, Ciudadanos y PSOE
conformasen un bloque de consenso constitucional para implantar
reformas que fortalezcan al sistema frente al ataque combinado de
populistas y soberanistas. Sucede que no es así, sino que vamos a
una legislatura precaria, incierta, conflictiva, ingobernable, en la
que las alianzas contra la derecha serán mucho más frecuentes que
los pactos de Estado. Un desolladero para Rajoy y probablemente un
tiempo estéril para España, aunque al fin y al cabo resultado de la
expresión de la soberanía parlamentaria. Ese escenario inestable
ofrece a Podemos la oportunidad de rentabilizar su importante cuota
de representación, pero Iglesias ha preferido darle una desdeñosa
patada al tablero porque la disposición inicial de las piezas no le
resulta lo bastante favorable. El recurso a la agitación callejera,
origen de su identidad política, cataliza la frustración ante el
fracaso del asalto al poder por la puerta de atrás que estaba a
punto de abrirle Pedro Sánchez.
Sin embargo, hay en la convocatoria algo más inquietante que una
rabieta sobreactuada. La impugnación de la legitimidad
representativa, ya presente en el germen del 15-M, contiene
elementos de golpismo revolucionario típicos de la tradición
bolivariana. Un partido que propone cercar el Parlamento, aunque
forme parte de él, y que tilda de mafia a todos sus adversarios es
un partido que no cree en la democracia. Quizá resulte positivo que
descubra tan pronto sus verdaderas cartas. La ruptura como programa,
la mentira como herramienta, el escrache como arma. Se acabaron los
disfraces: fuera máscaras.
FIDE
Democracia, nación y referéndum sobre la
independencia en Cataluña
Juan Martínez Calvo El Confidencial 27 Octubre 2016
Son muy minoritarias las opiniones que, entre los defensores de la
unidad de España y nuestra Constitución, apoyan la oportunidad o
utilidad de realizar en Cataluña un referéndum sobre la
autodeterminación de Cataluña legal (el previsto en el artículo 92
de la Constitución española no lo permite hoy, pero nada impediría
una reforma constitucional que lo regulara), convocado por el
Gobierno de España y con carácter vinculante. Los pocos que lo
defienden, además, suelen unir sus argumentos a favor del referéndum
de autodeterminación a ideas críticas sobre la unidad de la nación
española.
La que aquí se expone es una de esas opiniones todavía minoritarias
que defienden que, para reforzar la nación española, celebrar un
referéndum sobre la independencia de Cataluña para que los catalanes
expresen su opinión es una alternativa óptima.
Es más, ante las actuales circunstancias de crisis de la nación
española, el referéndum sobre la independencia en Cataluña puede ser
un instrumento necesario, puede que inevitable, para reforzar la
nación española.
En primer lugar, debemos considerar el argumento del puro
pragmatismo y la experiencia comparada. Si en países como Canadá o
Reino Unido han tenido que celebrar referéndums sobre la
independencia de Québec o Escocia, me parece poco realista pensar
que en España las cosas puedan ser muy diferentes si hay una mayoría
en el Parlamento catalán que lo pide perseverantemente con un apoyo
de la ciudadanía muy relevante. En nuestros días, cualquier
argumento de legitimación política debe ser democrático. Defender a
largo plazo la unidad de la nación española sin esa legitimación va
a ser difícil. Valga esto para dejar claro que no solo nos sitúa en
una posición difícil celebrar el referéndum (que desde luego tendrá
muchos riesgos), sino que también no celebrarlo implica asumir
muchos riesgos.
En segundo lugar, la evolución de la vida política en Cataluña en
los últimos 40 años nos pone de manifiesto claramente que, en el
'status quo', el tiempo juega a favor de quienes quieren declarar
independiente Cataluña. Había muchos menos catalanes
independentistas hace 38 años que ahora, y me cuesta pensar que, con
la situación actual, dentro de 10 años no vaya a haber más. Con la
mayoría de los instrumentos de ejercicio del control social y, sobre
todo entre ellos, la educación en manos de los defensores del
proyecto independentista, y sin una voluntad y estrategia claras y
efectivas para contrarrestar esa acción de conformación de una
mayoría independentista que tienen las élites de catalanes que la
defienden, el tiempo no juega a favor de los que queremos que España
siga unida.
Pero en todo caso, todo esto no deja de ser instrumental —como no
celebrar el referéndum también—. La pregunta es más bien para qué,
con qué objetivos y de qué manera.
Es asombroso en el debate actual de la cuestión catalana la ausencia
de reflexión y definición de objetivos sobre cómo queremos los
españoles continuar siéndolo, cómo queremos que sea Cataluña en el
futuro y qué debemos hacer para conseguirlo. El qué debe ser
Cataluña en el futuro no es solo una cuestión de los catalanes, y si
todos los españoles renunciamos a definirlo, perderemos a Cataluña
como parte de España a largo plazo con seguridad. La táctica
partidista de los partidos españoles —en general, muy cortoplacista—
condiciona todas las opiniones, y no queremos ver ya que cerca de la
mitad de catalanes no quieren seguir siendo españoles, como decía,
muchos más que en 1978.
La estrategia de otorgar más autonomía a Cataluña y dejar a los
catalanes independentistas toda la iniciativa en crear la identidad
nacional de la población (estrategia base de nuestro vigente acuerdo
constitucional material) ha fracasado como vía para integrar a
Cataluña en España. Esa mayor autonomía en ningún momento ha
generado procesos de mayor afección al proyecto nacional español.
Mayor autonomía o federalismo, como se quiere plantear ahora, no es
sino más de lo mismo y nos abocará a la independencia de Cataluña
antes o después.
Las naciones no nacen ni se justifican por la historia común, ni hay
razones históricas que sustenten indefinidamente la unidad de las
mismas. Por supuesto, tampoco ningún supuesto agravio histórico,
inventado o real, justifica un procedimiento de independencia ahora.
Las naciones se fundamentan en un proyecto compartido a futuro. Y
ese proyecto no nace por generación espontánea, sino que es una
construcción racional de las élites políticas, económicas y
culturales de la nación que quiere crearse o mantenerse. Por eso,
las naciones —como ha explicado recientemente Álvarez Junco— no son
sino una 'invención'. Pues bien, o hacemos un esfuerzo para seguir
inventando la española integrando Cataluña, y ponemos en marcha los
instrumentos de construcción de la misma (lo que no ha ocurrido los
últimos 40 años), o la nación española tal y como hoy la conocemos
desaparecerá más pronto que tarde. Me puedo, por supuesto, imaginar
cosas peores, pero que a nadie le quepa duda de que ese proceso, si
se produce, y hay grave riesgo de que ocurra, va a ser muy
traumático para todos.
¿Y entonces por qué un referéndum sobre la independencia? El
referéndum es necesario porque el nivel de desintegración
territorial que el vigente sistema político y constitucional ha
generado es tal que España, más allá de que Cataluña se independice
o no, tiene un modelo territorial que es insostenible (por supuesto,
no solo en relación con Cataluña) y hace de España, por su falta de
integración, un Estado ineficiente para conseguir el progreso social
y económico.
Es necesario centralizar de manera notable el Estado, reformar el
sistema autonómico profundamente y generar un nuevo modelo
constitucional que, en asuntos como la educación, el sistema fiscal,
la simplificación institucional o en general el sistema de
distribución territorial, permita cambiar profundamente el Estado.
No se trata solo de aclarar la distribución competencial regulada de
forma inmanejable en los artículos 148 y 149 de la Constitución, se
trata de reforzar las competencias e instituciones del Estado.
Para ello es necesario modificar la Constitución (en general, todo
el Título VIII, pero específicamente los citados artículos 148 y
149), limitando las competencias de las comunidades autónomas, y
hacer eso no es posible sin una consulta democrática que incluya
otras alternativas y, en concreto, la posibilidad de que las
regiones cuyos parlamentos electos, a la vista de la reforma
centralizadora, propongan una consulta sobre la independencia la
voten.
Mi propuesta es la de acometer, en primer lugar y antes de ningún
referéndum, una reforma de la Constitución profunda que centralice
el Estado, otorgue los instrumentos constitucionales al Estado
central que permita el refuerzo de la nación, y con todo ello
acordemos socialmente un proyecto común de nación. Por supuesto,
esta reforma exige su trámite por el extraordinariamente rígido
procedimiento del art. 168 de la Constitución, pero realmente el
calado de la misma y la necesidad de legitimación del resultado
aconsejan dicho trámite.
Por tanto, en esta reforma de la Constitución, debe incluirse
también la posibilidad de un referéndum de independencia con
determinadas cautelas como la imposibilidad de repetirse en un
periodo largo de tiempo. Junto con ello, y antes de que se celebre,
deberá aprobarse una ley orgánica que regule con detalle el proceso
de independencia. Esto último es clave: el día después en relación
con la deuda pública, las infraestructuras, la nacionalidad, los
tratados internacionales, las relaciones fronterizas… debe estar
definido unilateralmente por el Estado español antes del hipotético
referéndum.
Solo entonces podrá celebrarse, y así un voto en favor de la unidad
de la nación será una legitimación democrática de un nuevo proyecto
de nación española. Este tipo de referéndum es la única alternativa
clara para reforzar la nación española a largo plazo. El resto de
estrategias son versiones de la 'del avestruz', seguro que
desastrosas para la nación española y para el progreso de todos
nosotros, los españoles (catalanes o no). Por supuesto, no es seguro
que en el referéndum gane la opción del mantenimiento de la unidad
de la nación española pero, al menos, todavía hay posibilidades de
ello si se gestiona adecuadamente.
Combatiendo mitos ideológicos
Neoliberalismo intenta persuadirnos de que el mercado es
el estado natural del hombre y que cualquier otra forma de
organización social y política es artificial.
Juan Laborda vozpopuli.com 27 Octubre 2016
Uno de los graves problemas que tiene la economía como ciencia
social en el momento actual es que está repleta de mitología y de un
lenguaje perverso que ha calado en la ciudadanía. En nuestro país,
por ejemplo, los grandes medios de comunicación ocultan la
existencia de alternativas económicas ampliamente respaldadas por la
evidencia empírica, pero cuyas conclusiones van en contra de los
intereses de sus acreedores. Uno de esos chascarrillos generalizado
entre ciertos economistas es que el ahorro determina el ingreso. A
nivel individual sí, a nivel agregado jamás. Ya lo hemos comentado
hasta la saciedad. Y si a eso le unimos que el principio de demanda
efectiva es dominante, invalidamos todo un discurso vacio alrededor
de las famosas “reformas estructurales”. Es pura ideología, la
neoliberal. Por eso tienen tanto pánico a la Teoría Monetaria
Moderna. Invalida su discurso vacío.
El neoliberalismo es un proyecto político que considera que el
mercado es el mecanismo de procesamiento de información y asignación
de recursos superior. Frente a la abundante evidencia histórica y
antropológica en contra, intenta persuadirnos de que el mercado es
el estado natural del hombre y que cualquier otra forma de
organización social y política es artificial. Pero su fracaso está
siendo estrepitoso. El desempleo, la ausencia de inversión
productiva, la deflación salarial, la inflación de activos, el
endeudamiento global, las desigualdades, el descenso productividad
del trabajo y del capital, la caída de los PIB potenciales, la
delicada situación del sistema bancario y el apalancamiento masivo
de los bancos sistémicos, son sus consecuencias, profundamente
interrelacionadas.
El gasto agregado crea ingresos agregados
El gasto agregado crea ingresos agregados, y no al revés. El gasto
no se va a haber constreñido por los ingresos ya que hogares,
empresas o estados pueden gastar más de lo que ingresan: cualquiera
de los tres sectores puede incurrir en déficits ya que por lo menos
uno de los otros sectores tendrá superávit. Sin embargo no es
posible a nivel agregado que el gasto sea diferente a los ingresos
ya que la suma de los balances sectoriales tiene que ser igual a
cero. A nivel agregado, por lo tanto, la causalidad entre ingresos y
gastos se produce a la inversa que a nivel individual y al revés de
las tonterías pregonadas por ciertas escuelas netamente
conservadoras.
Es vital entender que los déficits de un sector generan los
superávits de otro de manera que cuando un sector incurra en déficit
por lo menos uno de los otros tiene que tener superávit. Dado que la
causa inicial del déficit presupuestario es el deseo de gastar más
de lo que se ingresa, la causalidad va desde los déficits hacia los
superávits y desde la deuda al patrimonio financiero neto.
Esta visión de las relaciones causales entre gasto agregado e
ingresos agregados, y del principio dominante de la demanda efectiva
versus las restricciones de ofertas se completa con la visión del
dinero según la Teoría Monetaria Moderna. Desde el punto de vista de
la teoría del dinero y la banca el cacao de las escuelas neoclásicas
es épico. Desconocen que son los préstamos los que generan los
depósitos, y no al revés. Y su visión del multiplicador monetario
produce sonrojo.
El papel del dinero y el principio de demanda efectiva
En los manuales de texto macroeconómicos que se enseñan las
universidades españolas, que todavía no se han reciclado, a pesar de
la profunda evidencia en contra –véase este video divulgativo del
Banco de Inglaterra-, se trata la oferta monetaria como exógena.
Bajo este paradigma, las reservas crean depósitos, los tipos de
interés son consecuencia de las leyes del mercado, el tipo de
interés de referencia lo guían los mercados, y el racionamiento de
crédito es consecuencia de la existencia de información asimétrica.
Pero esta explicación, asumida e interiorizada por la mayoría de los
economistas, es falsa. En primer lugar, la oferta de dinero es
endógena, es decir, no puede ser fijada de manera arbitraria por los
Bancos Centrales, de ahí el fracaso más absoluto de la actual
política monetaria global. La oferta de dinero en realidad viene
determinada por la demanda de créditos y las preferencias del
público. Por lo tanto, los créditos producen depósitos, y no al
revés. Surge de esta interpretación la primera causalidad invertida
del dinero: para que los bancos abran cuentas y concedan créditos no
hace falta que primero tengan depósitos.
Como corolario, la creación de moneda crediticia no requiere que los
bancos privados dispongan de reservas excedentarias. Los bancos
crean créditos y depósitos, y a continuación se encargan de
conseguir los billetes emitidos por el banco central, y demandados
por los clientes, así como las reservas obligatorias exigidas por
las leyes. De aquí surge la segunda relación de causalidad
invertida: el dinero legal, o base monetaria, entendido como la suma
de efectivo más reservas obligatorias, es una variable endógena que
no puede ser fijada arbitrariamente por los bancos centrales.
Si juntamos ambas causalidades invertidas, se obtiene una
implicación contraria a la visión convencional: el dinero legal o
base monetaria se relaciona con los créditos realizados y el dinero
bancario a través de un divisor del crédito. Por lo tanto el dinero
bancario no es un múltiplo de la cantidad de dinero de curso legal o
base monetaria. Al revés, la base monetaria es un cociente de la
cantidad de dinero bancario.
Aunque parezca una obviedad, los modelos económicos deben tener en
cuenta que los contratos están pactados en unidades monetarias, que
las empresas tienen deudas y que las familias poseen activos. Las
deudas constituyen una característica ineludible de las economías
monetarias de producción, y la mayor o menor propensión de las
familias a conservar o renunciar a los activos menos líquidos pueden
provocar una crisis económica -hipótesis de inestabilidad financiera
de Hyman Minsky-.
El motor de la economía es el gasto en inversión decidido con
independencia de las decisiones de ahorro. En realidad es la
inversión que deciden las empresas lo que determina la cantidad de
ahorro. Para invertir no hace falta ahorro previo o depósitos
preexistentes. La Ley de Say en una economía monetaria es falsa.
Bajo este análisis el principio de demanda efectiva es dominante. El
principio de demanda efectiva nos dice que la producción se ajusta a
la demanda. La economía es dirigida por la demanda y no por las
restricciones que dependen de la oferta y de las dotaciones
existentes. Los factores del lado de la oferta no constituyen una
restricción ni siquiera a largo plazo. Pero ahí los tienen, erre que
erre distrayendo al personal.
Bluf podemita
Cristina Seguí okdiario 27 Octubre 2016
Es una gran verdad que la abnegación revolucionaria de los líderes
del marxismo suele ser de naturaleza ciertamente disoluta. Podemita.
Diletante. Incluso infantil. Como un gatillazo frustrante. El “¿ya
está?” acusador de la fémina tras las promesas de noche tórrida de
un mascachapas ciclado con pinta de George Clooney. Una mezcla entre
donna gorda, fofa y doctrinaria y un General Vlasov implacable cuyas
exigencias es mejor pasear sobre los hombros partisanos de los
demás. Garzón, Iglesias, Bescansa y Montero responden a ese cachondo
ideal. ¿Qué queda de aquellos torsos homéricos de la época de ‘Rodea
el Congreso 2014’? Demonios, de aquellos prototipos erotizantes,
fibrados y forracarpetas de la causa para el alumnado de la Complu
sólo quedan diputados de morfología de bombilla vintage. Aquella
españolía media, pequeñita y fondona propia del Landismo de los 70.
Del galope sedicioso de Floridablanca, Zorrilla y Cedaceros al
“pasaremos a saludar con simpatía” de Iglesias. Oigan, la protesta
no sé cómo irá, pero a mí, con este segundo escrache a la sede de la
soberanía nacional me ocurre como con el Californication de los Red
Hot: con semejante pérdida de músculo no creo que salga otro igual.
Ahora estoy confundida. Veo siestas de rastas podemitas en Business
Class. A la insurrección desmotivada bostezando bajo el mostacho
morenito de Espinar. Veo las manitas de Eduardo Maura forjando
pelotillas de polución nasal en lugar de sublevación y desde la
comodidad del escaño. Aquel espíritu de lucha que antes brillaba en
las crines desprolijas y salvajes de Montero y Maestre ahora está
deslucido. Fosco en cortas melenitas de Cleopatra tacañona.
Esculpidas y evocando a aquellas oligarcas germanas y pesadísimas de
la puñetera amenaza transnacional. En definitiva, que la turgencia
antisistema de estos chicos está demostrando ser un bluf por su
sumisión voluntaria al capitalismo en su única modalidad sonrojante:
la del subsidio sine die, que es el que construye a este tipo de
marxista ideal. Vamos, el forrado con el sudor proletario de los
demás.
Alberto Garzón ya ha empezado a soliviantar a la tropa que se
encargará de abjurar no sólo de la democracia representativa que
ampara a Rajoy, sino también de la misma que hace lo propio con IU y
Podemos: “Si aspiramos a conquistar el poder sólo mediante las
elecciones estamos condenados al fracaso”. Emulando a Fuerza Nueva
cuando acudía a reventar mítines al comienzo de la democracia,
aunque al contrario que los fachas de izquierdas, hay que reconocer
que al menos Blas Piñar acudía a dar la cara. Lo de “estos” es
distinto, porque la lucha no es lucha cuando se delega. Es agitación
por encargo. Cobardía de una nueva élite hortera, débil, caduca.
Matonismo de manual.
Aunque he de reconocer que, a pesar de los tintes fascistas del
enunciado, lo dicho por Garzón también me pareció una confesión
lastimera y me llenó de honda ternura. En sus palabras había un
trasfondo de claro perdedor en romántica actitud de bajada de
pantalones. Y la pena que me produjo sublimó todo lo demás, incluida
mi indignación. Después de todo, Garzón es esa amiga fea y sosa de
la que siempre se acompaña una niña mona —Iglesias en el caso que
nos ocupa— para salir a ligar sin la presión de la competencia. ¿Qué
quieren que les diga? Debe de ser muy jodido.
El declinar de Europa
VICENTE LOZANO El Mundo 27 Octubre 2016
Cojan un globo terráqueo y mírenlo por Europa. Ahí está, entre
América y Asia. Ahora, gírenlo unos grados a la derecha y paren a la
altura de India, China y Siberia. Observen dónde y cómo queda
Europa: una pequeña península en el Noroeste... Es la forma en la
que el mundo empieza a ver al Viejo -Viejo- Continente. Y esto es
así por méritos propios. Me recordaba David Ortega, catedrático de
Derecho Constitucional y ex portavoz de UPyD en el Ayuntamiento de
Madrid, que la UE ha pasado en sólo 11 años del máximo clímax
integrador a las dudas crecientes sobre ese proceso. Fue en enero de
2005 cuando se intentó aprobar una Constitución Europea -ratificada
por los españoles con un 81% de los votos-. No se logró y, desde
entonces, la UE ha marchado hacia atrás, hasta el Brexit... por
ahora.
Este fenazo en la unión se traduce en una pérdida de influencia de
Europa en el mundo. El fiasco de Valonia en el acuerdo de libre
comercio entre la UE y Canadá (CETA) es el ejemplo más reciente. Un
Parlamento que representa a tres millones y medio de belgas ha
tumbado un pacto que interesaba a unos 550 millones de europeos y
canadienses. Seguimos negociando el TTIP con Estados Unidos, pero
visto lo visto, ¿qué futuro tiene la UE en la época de la
globalización si sacar adelante este tipo de acuerdos va a depender
de un parlamento regional? No me refiero aquí a los términos
concretos de esos acuerdos, aunque en general los considero
favorables para los intereses de los ciudadanos, sino a la forma de
negociarlos. Y lo que está claro es que si no llegan esos pactos, la
UE -sus empresas- tendrá más difícil ser protagonista del proceso de
globalización que está causando la mayor caída de los índices de
pobreza del mundo en la Historia.
No es baladí que entre las 100 mayores empresas del mundo por valor
en Bolsa sólo haya 14 de la UE -más siete del Reino Unido-, y
bajando, por 56 estadounidenses y12 asiáticas, y subiendo. O que
entre las 10 primeras se encuentren siete de EEUU y tres chinas. Y
si hablamos de compañías de la nueva economía, las de la UE brillan
por su ausencia. No hay googles, ni apples, ni facebooks en el
Continente. Un ejemplo de aquí. Los dos grandes clientes en España
de Correos en los envíos de paquetería -en el comercio electrónico-,
con gran diferencia sobre los demás, son la norteamericana Amazon y
la china Ali Baba.
Esto no es de ahora. Se ha ido gestando desde tiempo atrás. Lo que
ocurre es que la crisis económica, y sus consecuencias en la vida
política, han sacado a la superficie lo que antes se encontraba
oculto: cuando todo fluía a velocidad de crucero, ha sido fácil
seguir la corriente. Cuando los Gobiernos nacionales han tenido que
coger los remos para navegar, hemos comprobado que no había
coordinación.
En el ámbito de la política, el ejemplo palpable es el de los
refugiados. Mientras la inmigración no causaba problemas, los países
receptores han ido aceptando las llegadas de personas de terceros
países. Cuando se ha hecho imprescindible aplicar una política de
acogida común, cada Gobierno ha tirado por su lado y el resultado es
la tragedia que vemos a diario: cientos de miles de refugiados en
las fronteras de la UE, miles de ellos que mueren al intentar
superarlas, y Europa es incapaz de dar una respuesta coordinada a
esa catástrofe.
La recesión económica abrió las costuras de la UE de Norte a Sur. La
crisis política lo está haciendo de Este a Oeste. Y comprobamos que
los organismos comunitarios no están en disposición de atajar la
deriva de los gobiernos. En ese caldo de cultivo crecen los
movimientos populistas antiunión. El globo terráqueo gira.
@vicentelozano
Sexo, dinero y hordas podemitas
Los mentores de Podemos asaltando el Parlamento en Caracas son el
mejor argumento para un PSOE constitucional
Hermann Tertsch ABC 27 Octubre 2016
Ya sabemos todos que en España se habla en debate público de lo que
quiera la izquierda. La izquierda en general y la extrema izquierda
en particular. Y es así por una exótica comunidad de intereses de
propietarios de televisiones con pocos escrúpulos y la cúpula del
Gobierno del Partido Popular, además de una hegemonía mediática
izquierdista siempre promovida y financiada por la izquierda por
lógica, y por la derecha por cobardía. Esto pasa con la corrupción,
a diario y de forma obscena. Porque parece haberse asumido que robar
para la izquierda es una forma algo irregular y poco burocrática de
redistribuir. Mientras que la derecha roba por pura codicia para el
Jaguar, el Rolex y el esquí en helicóptero. Ahí mismo está esa
grotesca pirueta intelectual por la que los presidentes José Antonio
Griñán y Manuel Chaves son unos señores honradísimos que jamás se
han beneficiado personalmente con un par de miles de millones
robados. Cuando ese dinero robado es lo que les permitió comprar y
secuestrar voluntades durante décadas, convertirse en reyezuelos con
mando incontestable y hacer de Andalucía su cortijo socialista de
subdesarrollo, ignorancia y dependencia. Con poder y fortuna para
hundir en la miseria y aupar a la opulencia a enemigos, amigos,
familiares y compañeros. A ver si eso no es beneficiarse
personalmente.
La doble vara es también escandalosa con las supuestas afrentas
morales. Un alcalde del PP que dice que una señora tiene las tetas
gordas sufre un acoso infernal, él y su familia. Si uno de Izquierda
Unida dice que una señora, incluso la misma, tiene las tetas gordas,
igual de gordas, se comenta un día, se sonríe y a otra cosa.
Imaginen que un dirigente del PP hubiera dicho que sueña con darle
una paliza hasta hacer sangrar a una presentadora de televisión.
Pues el caudillo de Podemos lo dijo y aún esperamos a que sus
jaurías feministas de ultraizquierda nos cuenten si les parece mal
hacer sangrar a una mujer para la mejor excitación sexual de su
líder o directamente comprenden el placer de Pablo Iglesias.
Todo esto serían meros ejemplos del encanallamiento y la vileza
general de las televisiones, si no tuviera una vertiente política
tan tóxica que es una causa principal del deterioro de la
convivencia y de las instituciones. Las dos televisiones políticas
de ese increíble y vergonzoso duopolio estaban volcadas en hacer
campaña contra la gestora socialista y agitar en favor del voto del
"No" en desacato de la decisión del Comité Federal. Les urge romper
el PSOE. Para impedir su retorno al constitucionalismo. Los
frentepopulistas, que el 26 de junio a las 20.00 horas se creían en
La Moncloa, han fracasado en todo desde entonces. No les queda sino
la pataleta. Y hacer planes para sembrar la violencia en las calles.
Para lo que contarán como siempre con la ayuda inestimable y
gratuita de dichas televisiones. Con dichas cadenas todo el día
llenas de podemitas y de los periodistas omnipresentes, nadie,
absolutamente nadie, ha sacado a colación muy pertinente el acto más
escandaloso y brutal que en el escenario político internacional se
ha producido estos días: el asalto al Parlamento venezolano por las
turbas del régimen de Maduro, patrono y financiador de la dirección
de Podemos. La noticia de que el Parlamento de Venezuela ha sido
ocupado y violentado por las hordas del hampa que obedece a los
mentores de Podemos habría ayudado mucho a explicar por qué el PSOE
debe recuperar la hegemonía de la izquierda dentro de la
Constitución y no entrar en alianza con grupos totalitarios
dirigidos por agentes de un régimen delincuente. Que intenta en
España como allí usar la violencia contra la ley. Pero el duopolio
habla de lo que quiere. Y sus respectivas cadenas podemitas, siempre
de lo mismo.
Destacado poeta, también fue uno de los fundadores de UPyD
Fallece Vidal de Nicolás, expresidente del
Foro de Ermua
www.latribunadelpaisvasco.com 27 Octubre 2016
El primer presidente del Foro de Ermua, Vidal de Nicolás, ha
fallecido hoy a los 94 años, según ha informado a EFE el máximo
responsable de UPyD, Gorka Maneiro.
Vidal de Nicolás fue uno de los fundadores del Foro de Ermua, junto
a políticos e intelectuales vascos contrarios al terrorismo de ETA y
al nacionalismo connivente con los asesinos, como el pintor Agustín
Ibarrola, el filósofo Fernando Savater y destacados dirigentes del
PSE-EE y del PP de esa época. Años después también fue uno de los
fundadores del partido Unión Progreso y Democracia (UPyD), junto con
otros integrantes del Foro de Ermua y de Basta ya.
******************* Sección "bilingüe"
***********************
El PSC y las SA de Podemos
Pablo Planas Libertad Digital 27 Octubre 2016
El PSC no es una sucursal del PSOE en Cataluña, sino un satélite del
nacionalismo en Ferraz, un organismo parasitario al servicio del
derecho a decidir, de los privilegios territoriales y del hecho
diferencial. El PSC es en sí mismo un problema que se presenta como
solución de sus propios desaguisados (Estatut y tripartitos), un
accesorio inútil del que el PSOE haría bien en desprenderse, habida
cuenta de que sus hermanos de Cataluña, el partido federado con sus
propias normas y ritos, no es más que un lastre y una máquina de
perder votos en su casa y en el resto de España, y además aboga por
un referéndum sobre el futuro de España sólo para catalanes.
Hace ya mucho tiempo que el PSC se desligó del PSOE, cuya marca sólo
airea en las elecciones municipales del cinturón rojo de Barcelona y
en las generales, en las que era la primera fuerza de Cataluña hasta
la irrupción de las plataformas podemitas, que acentúan un discurso
social para ocultar que son como la CUP, radicales antisistema e
independentistas furibundos, pero con la diferencia de que su radio
de acción no se limita a los Països Catalans.
Así pues, el problema del PSOE en Cataluña no es el PSC. Es el
síndrome del miembro ausente o la falta de un referente que sostenga
sus mismos postulados y haga frente al separatismo sin complejos. En
las últimas fechas han surgido dos iniciativas tendentes a reagrupar
los votos y la militancia desencantada del PSC. Antonio Robles,
exdiputado de Ciudadanos, ha presentado el Centro Izquierda
Nacional, mientras que Julio Villacorta, exdirigente socialista y de
UPyD, articula lo que pretende ser el PSOE auténtico en Cataluña.
Harían bien los barones y la baronesa Díaz en atender esas
iniciativas, que tal vez les sirvan para reintroducirse como especie
política a partir de la orilla oriental del Ebro.
En caso contrario, el PSOE está condenado a la irrelevancia en
Cataluña y a depender de unos dirigentes que han hecho de la
traición una herramienta y sólo buscan el reconocimiento del
catalanismo, la palmada en la espalda de Carles Puigdemont, la venia
de Carme Forcadell y el amparo de Ada Colau, que les ha dado unos
cuantos cargos en el Ayuntamiento de Barcelona para que no molesten.
El caso de la capital de Cataluña expresa a las claras el deterioro
y degeneración del PSC. Barcelona era su bastión hasta que Jaume
Collboni, amigo de Iceta y exdirigente de la UGT (el sindicato del
que provienen Neus Munté, portavoz de Mas y Puigdemont, y cientos de
altos cargos que se declaran separatistas), se quedó con cuatro
concejales, incluido él, sobre un total de 41. Y en vez de dimitir
se ofreció a Colau para lo que fuera menester. Igual que Iceta en el
Parlament con Junts pel Sí. Lo raro es que Meritxell Batet, la
cabeza visible del grupo del PSC en Madrid, no haya anunciado aún su
solidaridad con las SA de Podemos y su cerco al Congreso. En
Barcelona ya van de la mano.
El silencio que más duele
FERNANDO LÁZARO El Mundo 27 Octubre 2016
Desde luego a muchos ha sorprendido la decisión de la Audiencia
Nacional, siguiendo la ruta fijada por su Fiscalía, de considerar
delitos de terrorismo la "cacería" a los guardias civiles y sus
mujeres en Alsasua (Navarra). A otros tantos -que no son
precisamente de la izquierda abertzale- les ha molestado. No quieren
ya "ruido" con el asunto etarra. Desde el minuto uno hubo voces
(reconocidas y no) hablando de "hechos aislados", evitando referirse
al terrorismo y alejándolo del concepto de kale borroka -aquello de
los "chicos de la gasolina", como los bautizó un ex líder
nacionalista de ingrato recuerdo-. Pero la Audiencia ve terror
mientras esta cacería se convirtió en una manifestación contra la
Guardia Civil. Y resulta que a cuatro representativas víctimas del
terrorismo se les dejó solas -triste soledad- y los "nuevos
demócratas" las calificaban de "fascistas"... Se ha ganado la
batalla de la pistola. Pero aún queda pendiente la batalla de la
calle (el duro silencio de los demócratas es el que más duele) y la
de la memoria. Mucho camino por recorrer.
Tampoco quiere garantizar el bilingüismo
El PSC, a favor del adoctrinamiento
político en los colegios
El Parlament tumba, con los votos de los socialistas, de JxSI, CSQP
y la CUP, una iniciativa del PPC que instaba al Govern a garantizar
la neutralidad e imparcialidad política en todos los centros
escolares de Cataluña sostenidos con fondos públicos. Sólo C's apoya
a los 'populares'.
R. Moreno gaceta.es 27 Octubre 2016
El PSC, junto a JxSI, CSQP y la CUP, ha tumbado este martes una
propuesta de resolución del PPC que pedía a la Generalitat tomar
urgentemente las medidas necesarias para garantizar la neutralidad e
imparcialidad política en todos los centros escolares de Cataluña
sostenidos con fondos públicos. Además, proponía aplicar medidas
correctoras y disciplinarias en los centros educativos que hayan
permitido la presencia de propaganda política en sus instalaciones,
pero el único partido que ha apoyado al PP catalán ha sido
Ciudadanos.
Durante el debate y la votación de esta iniciativa, que se ha
tratado en la Comisión de Educación, la diputada popular María José
García Cuevas ha denunciado que “en determinados colegios se permite
la colocación de carteles explícitamente políticos en las
instalaciones escolares, que publicitan posicionamientos claramente
partidistas”.
Y ha hecho hincapié en la gravedad de que el centro permita
propaganda política o de actos políticos en sus instalaciones, “pues
se está influyendo en los menores, induciéndolos a aceptar como más
legítimas las opciones políticas publicitadas”.
La popular subrayado que el adoctrinamiento de menores en los
centros educativos “es un hecho lamentable, que nos hace retroceder
en calidad democrática, un comportamiento propio de regímenes
totalitarios, que debemos rechazar y evitar”, y ha abogado por
“garantizar de forma urgente a los ciudadanos que pueden enviar a
sus hijos al colegio público tranquilos de que nadie los va a
utilizar para aspiraciones políticas personales, ni los va a engañar
generándoles una sensación de agravio y confrontación en relación a
las instituciones y reglas de nuestro Estado de Derecho”.
“Instituciones y reglas que, además, compartimos con las sociedades
avanzadas de nuestro entorno, y que se basan en la primacía de la
legalidad y de los derechos individuales, y en el respeto por los
tribunales y las decisiones judiciales”, ha sentenciado.
Otros posicionamientos polémicos del PSOE
Cabe recordar que gracias al PSC, el pasado mayo, poco después de
entrar en el Gobierno de la podemita Ada Colau, el Parlament también
rechazó una propuesta del PPC para que los funcionarios hablen en
castellano, y que en julio la Cámara volvió a tumbar con los votos
de los socialistas catalanes otra iniciativa de los populares que
instaba al Govern a garantizar el bilingüismo en el sistema público
escolar y a cumplir las sentencias del Supremo.
Asimismo, ha posibilitado que Gerona retire la medalla de la ciudad
al Rey, y que se vete la presencia de la Legión en la Semana Santa
en Barcelona.
A esto se suma también que la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet
(Barcelona), la socialista Núria Parlon, está a favor de romper la
soberanía nacional y de que el PSOE ha votado contra la unidad de
España en Baleares, donde un ‘pancatalanista radical’ gobernará
Palma gracias a su apoyo.
Y no es todo. Según ha alertado recientemente Jorge Campos,
presidente de Círculo Balear, en Palma hay una instrucción que
impone el catalán como requisito obligatorio para los proveedores de
servicios que quieran contratar con este Consistorio, en manos del
socialista José Hila. La plataforma constitucionalista ha instado a
la Abogacía del Estado a denunciar al Ayuntamiento.
También quería imponer el catalán a las empresas privadas la
presidenta de Baleares, la socialista Francina Armengol, que
gobierna con los nacionalistas de Més y el apoyo externo de Podemos,
pero ante la polémica suscitada se vio obligada a recular el pasado
julio. No obstante, mantiene un 'apartheid' lingüístico, según viene
denunciando Círculo Balear. "Un calvario", que su presidente, Jorge
Campos, le hizo saber al Rey el pasado agosto, en la recepción que
el Monarca ofreció a una representación de la sociedad civil balear,
en el Palacio de la Almudaina.
Campos le trasladó la "vulneración de derechos y de la legalidad
vigente", que supone la "imposibilidad de estudiar en español en los
centros educativos públicos de Baleares", así como en el resto de
comunidades autónomas con lenguas cooficiales.
Cabe recordar que el presidente de Círculo Balear es, además,
promotor de Castellanohablantes, una entidad, que engloba a 12
plataformas, que se presentó en sociedad el pasado junio y fue
gestada por la necesidad de dar una solución nacional a un problema
nacional: más de 16 millones de españoles sufre una discriminación
lingüística si su lengua es la oficial del Estado.
POLÉMICA EN CATALUÑA
Carrefour se apunta al lenguaje de los
separatistas
La cadena de supermercados francesa afirma que compra diariamente
"en 57 lonjas del l'Estat espanyol" en una publicidad aparecida en
Cataluña y que ha encendido las iras de muchos de sus clientes
Carlos Lospitao Estrella Digital 27 Octubre 2016
“Comprem diàriament per a tu en 57 llotges de l’Estat espanyol”. O
lo que es lo mismo, “Compramos diariamente para ti en 57 lonjas del
Estado español”. Este es el anuncio que ha aparecido en varias
publicidades de Carrefour, en Cataluña. Si el lector se acoge a la
literalidad de la frase interpretaría que la cadena francesa de
supermercados insinúa que las lonjas, y por lo tanto el pescado que
adquiere, son adquiridas a la Administración Pública Española. Por
su parte, Carrefour, ante la polémica suscitada fuera de Cataluña
reconoce que se trata de un “lamentable error” y afirma que lo
“subsanarán en futuros folletos”.
Carrefour corre peligro de perder muchos de sus clientes en España.
Una simple frase y su traducción han comenzado a cambiar la visión
que muchos usuarios tenían sobre la cadena. La publicación
corporativa en la que se define a España como “L’Estat espanyol”
sólo se ha podido ver en Cataluña, pero en la sociedad digital en la
que vivimos es muy difícil ocultar un “lamentable error”, como
define Carrefour a la expresión empleada, al resto de ciudadanos.
Así, una imagen de la cuña publicitaria ha comenzado a correr como
la pólvora en las redes sociales. Los comentarios de indignación ya
se agolpan en la cuenta oficial de la cadena de supermercados que,
en principio y ante el revuelo mediático causado, alegó que estaba
redactado en catalán y que cumplían la ley, según un usuario que se
dirigió a ellos a través de su página web.
Estrella Digital se puso en contacto con el departamento de prensa
de la compañía francesa para aclarar si el folleto era real o había
sido trucado con algún programa informático. En un primer momento,
Carrefour hizo caso omiso a la petición de este diario de conocer su
versión. Tras una segunda consulta, fuentes de la compañía afirmaron
estar “extrañados” porque su política lingüística es “muy sensible”
con estos temas. Al final, reconocieron los hechos como un
“lamentable error” y confirmaron que será subsanado en los próximos
folletos publicitarios.
La expresión “L’Estat espanyol” es utilizada por los separatistas
para referirse a España. En el pasado, fue la fórmula empleada por
el régimen franquista para dar nombre a España en tratados
internacionales y otros documentos. Hoy es correcto es referirse al
Estado Español para hablar de las instituciones y organismos de
Gobierno y Administración del Reino de España, por lo que la frase
empleada por Carrefour en su anuncio sólo sería válida si las 57
lonjas con las que trata la compañía francesa fueran públicas.
El revuelo por el lenguaje separatista se produce sólo unos meses
después de que Carrefour comprará 36 hipermercados a Eroski, del
grupo Mondragón. Por último, aclarar que Carrefour no ha concretado
en qué plazo de tiempo subsanará su error, tampoco la cantidad de
publicidades que han sido distribuidas con esta desacertada frase,
ni los soportes utilizados para ello.
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