La gallegada de Feijoo.
Vicente A. C. M. Periodista Digital 29 Noviembre 2016
Ahora el que todos han señalado como futuro sucesor de Mariano
Rajoy, el actual Presidente de la Junta de Galicia, Alberto Núñez
Feijoo, dice respecto a Cataluña cosas del estilo de: “la Ley nunca
puede ser un obstáculo para que exista empatía y diálogo” y también
lo de que “no caben líneas rojas, sino que tiene que haber muchos
teléfonos rojos con permanente comunicación”. Y no contento con eso
reclamó “hacer más autonómico el Estado de las Autonomías y que es
un error mezclar la financiación con el debate identitario”.
Finamente cerró con un sorprendente “No es fácil de explicar que a
Cataluña no se le dé un concierto económico cuando lo tienen vascos
y navarros”. ¿Es este el nuevo talante del PP que sustituye a su
posición de anteponer la Ley, es decir, el respeto a la
Constitución, como principio de negociación? Si es así, el PP ha
dejado de ser el único referente a nivel nacional, - ya que
CIUDADANOS parece haber modificado su discurso-, que propugne una
España Unida, de ciudadanos iguales en derechos y obligaciones y
solidaria.
La Ley es lo único que obliga a todos a mantener un determinado modo
de comportamiento, porque de no existir cada uno actuaría a su libre
albedrío y la convivencia sería anárquica donde se impondría la Ley
del más fuerte. La Ley, siempre que cumpla con los principios de
justicia e imparcialidad, es el instrumento que se dan las
sociedades para gobernarse. Así que la Ley, por definición siempre
es una línea roja que no se debe traspasar. Y si la Ley no sirve,
para eso están los legisladores de las Cámaras para modificarla y
adecuarla a los cambios y exigencias de la sociedad. La empatía es
un sentimiento, y en este caso, la mía está con aquellos
conciudadanos que están padeciendo en la Comunidad autónoma de
Cataluña, la discrecionalidad y el sectarismo de un Gobierno y un
Parlamento con objetivos secesionistas. Una autonomía donde estudiar
en el idioma oficial de España, está proscrito al igual que los
símbolos identitarios de nuestra Nación, su bandera y su himno.
Sobre el diálogo creo que debe ser posible siempre que exista una
verdadera voluntad por las partes implicadas. Lo que no es admisible
es comenzar un diálogo partiendo de posiciones de amenaza y de
chantaje. Violar los derechos constitucionales de los españoles en
esa autonomía, hacer una gestión desleal desde las Instituciones con
realización de referéndums ilegales, subvención de organizaciones
que `promueven el secesionismo, desobedecer las sentencias de los
Altos Tribunales de España, aprobar resoluciones para comenzar el
proceso de secesión y una declaración unilateral de independencia,
no creo que sea una forma razonable de exigir diálogo. Lo que se
está pidiendo, y ya lo dije ayer, es una capitulación, una rendición
incondicional y una cesión a las exigencias de los secesionistas.
Diálogo sí, pero sin imposiciones.
No sé qué pretende Núñez Feijoo con reclamar más autonomía en un
país que ya tiene el Estado autonómico más descentralizado de toda
la UE, superando a países como Alemania con sus “Länders” y a
naciones como El Reino Unido con supuestas autonomías como Irlanda
del Norte y Escocia. El Estado, ha ido a lo largo de los años y a
través de diferentes Gobierno del PSOE (la mayor parte del tiempo) y
del PP, cediendo competencias a las autonomías que iban aumentando
sus exigencias en una especie de carrera por ver quién conseguía más
y, por tanto, más financiación, recursos y poder legislativo. Y como
no, siempre mirando de reojo a las comunidades “históricas” con sus
injustas prebendas de Fueros y Conciertos económicos. Una
excepcionalidad nacida con la Constitución y que era una tara
congénita culpable de la situación actual de amenaza de
fragmentación de España con la secesión de autonomías.
EL Estado debe recuperar aquellas competencias que son las que
vertebran al País como la Sanidad, la Educación y las FFyCCSE. Haber
permitido la gestión autonómica es lo que no sha llevado a que las
fuerzas nacionalistas hayan ejercido impunemente una labor de
manipulación de las generaciones de ciudadanos educados en el
sentimiento de rechazo a todo lo que fuera y significase ser
español, su historia y su aspiración de futuro. Una gestión desleal
de inculcación del odio, de la insolidaridad, de la transmisión de
ideas pervertidas como el lema de “España nos roba” y deformación de
la Historia hasta límites grotescos queriéndose adueñar de aquellos
personajes de relevancia mundial como sujetos de la etnia y cultura
diferenciadora que reivindican.
No Sr. Núñez, no se trata de contentar a quien más amenaza y ceder a
sus exigencias otorgándole las prebendas de las que otros disfrutan
por haber cedido a ese chantaje en un momento delicado de la
Transición. Lo que es fácil es explicar que lo que tiene vascos y
navarros es absolutamente injusto con el resto de españoles y que
precisamente lo que se debe avanzar es en eliminar esas prebendas
que, en definitiva, violan el derecho de igualdad entre todos los
españoles. Así que eso es lo que debería ser muy fácil para usted de
explicar por qué no se debe incidir en el error y sí exigir un
cambio en la Constitución.
Creo que si el PP prosigue por este camino se equivoca gravemente y
terminará por pagarlo en las urnas, que a este paso están más cerca
de lo que muchos pronostican o desean. Y es que estamos en un
momento de inestabilidad agravado por una falta de liderazgo claro
en partidos como el PSOE descompuesto, un PODEMOS echado al monte
del radicalismo más involucionista y un CIUDADANOS con crisis de
liderazgo y corrientes críticas, cuando no directamente
reaccionarias como su buque insignia en Cataluña.
Solo espero que en este afán del PP de convencer de su “aperturismo
dialogante” no se pase de frenada y termine por negociar algo para
lo que no está ni por asomo legitimado por las urnas ni por los
españoles que no deseamos, como ya dijimos con ETA, rendirnos. Así
que volveremos al lema de campaña del “NO EN MI NOMBRE”.
¡Que pasen un buen día!
Arrimadas se olvida de España en Cataluña
OKDIARIO 29 Noviembre 2016
El volantazo político de Inés Arrimadas puede desembocar en un
accidente con graves consecuencias para Ciudadanos. Cataluña fue la
génesis del éxito para el partido naranja —25 diputados en los
comicios autonómicos del 27 de septiembre de 2015— y Cataluña puede
convertirse en su tumba si la jerezana persevera en su ambigüedad
con los nacionalistas. El caso de esta mujer es cuanto menos
desconcertante: hace poco más de un año se convertía por derecho
propio en la principal líder de la oposición gracias a un mensaje
basado en la unidad de España y en la representación de todas
aquellas personas que se oponían al chantaje de los golpistas. Hoy
en día, sin embargo, muestra su predisposición a un referéndum
independentista y asiste a actos de marcado sesgo secesionista. Ha
pasado de ser uno de los principales activos de su formación a
propiciar un grave problema interno. Más, si cabe, cuando los
naranjas pretenden redefinir sus principios fundacionales en una
asamblea general que se celebrará el próximo mes de febrero.
Albert Rivera debe explicar con urgencia cuál es la postura concreta
de su partido en Cataluña. Si la que lo catapultó a nivel estatal
hasta convertirlo en un grupo esencial para la gobernabilidad de
España o esta nueva versión travestida de connivencia con los
independentistas. Si no quiere perder el apoyo mayoritario de sus
votantes, el presidente de la formación naranja ha de esclarecer si
el suyo es un proyecto de Estado a largo plazo en defensa de España
y de la Constitución o, por el contrario, prefiere recorrer un
camino donde su presencia en Cataluña sea a modo de reino de taifa
con el objetivo de pescar en el caladero de los ex votantes de
Convergencia. Ejemplos como el del Partido Socialista de Cataluña y
su insignificancia deberían de disuadirlo de tomar esa senda.
Paradójicamente, y a tenor de los últimos actos y palabras de Inés
Arrimadas, es como si, en un cambio de acera sin sentido, Ciudadanos
hubiera sido más español cuando su nombre estaba escrito en catalán
que ahora.
Fidel, para sus amigos
FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS El Mundo 29 Noviembre 2016
Si alguien tiene alguna duda de que el peor enemigo de la libertad
en España no es la casta política sino la periodística, que guarde
lo publicado en papel y en Internet sobre la muerte del tirano
comunista Castro I, que para los amigos -por lo visto y leído,
muchísimos- es, simplemente, Fidel. Ni una víctima, ni un estudio
sobre la represión, apenas un poco de color miamense para que los
tifosos de Fidel disfruten comparando la bullanga gusanera con la
elegante pena revolucionaria, compartida, por cierto, en dos
infectos comunicados, por el Rey y Rajoy.
Nadie imagina ver en EL MUNDO la noticia de la muerte de Pinochet
titulada "Muere Augusto". Y, sin embargo, los asesinados por la
dictadura chilena, precipitada por el viaje de casi un mes de Castro
a Chile, siempre con el escolta Pinochet que le puso Allende tomando
nota de los asaltos y crímenes a las fábricas y haciendas que
visitaba, fueron en torno a 3.000; dejó el Poder tras perder un
referéndum y un Chile más próspero que antes. Castro I, sucedido por
su hermano Castro II, fusiló, según cifras oficiales, a 7.100. En
las reales, varias veces más, porque las familias prefieren olvidar
desaparecidos y suicidados en los campos de concentración de la UMAP
para homosexuales o en los miles de trastos flotantes que en estos
57 años se echaron al mar y nunca llegaron a esa Florida de la que
se ríe la progr-hez periodística. Nadie recuerda a los 17 niños del
barco 23 de Marzo que murieron cuando Castro II dio personalmente la
orden de barrerlos de la cubierta. Ni a los 25 millones de exiliados
por los 10 de la isla-cárcel. En España, supondría tener 10 millones
de exiliados.
Tampoco se recuerda a los intelectuales de cuatro generaciones -del
Diario de la Marina y Orígenes a las blogueras de hoy- humillados,
presos, exiliados o muertos por su Fidel: Baquero, Lezama, Cabrera,
Piñera, Padilla, Sarduy, Almendros, Arenas o, entre tantos, Cruz
Varela, a la que en un acto de repudio la obligaron a comerse de
rodillas sus poemas a la puerta de su casa. Las damas de blanco son
apaleadas a todas horas, pero la casta periodística lamenta la
muerte del matón, el hombre más rico de Cuba -900 millones de
dólares tenía en Suiza antes de convertir La Habana en resort
narcoguerrillerro-, y le llama, simplemente, Fidel.
Castro: el hombre que mató al Che
Fernando Paz gaceta.es 29 Noviembre 2016
Paradójicamente, fueron los norteamericanos los que echaron a Fidel
Castro en manos del comunismo. Hasta el momento en que entraron en
La Habana nadie pensaba que Castro fuese comunista. De hecho, en
enero de 1959 Kruschev creía que Castro era un agente de la CIA (eso
le había informado el KGB a partir de sus contactos cubanos).
Pero en abril de 1959, Castro había visitado Washington, y
Eisenhower había rehusado entrevistarse con él. El desprecio del
presidente estadounidense generó el odio del guerrillero cubano, que
jamás lo olvidaría.
La verdad es que Castro -Fidel- no era comunista ni lo había sido
jamás. Si llegaría a serlo o no, es harina de otro costal. De lo que
no cabe duda es que se convirtió en un comunista de conveniencia; en
muchas naciones del tercer mundo, el comunismo fue una vía de
liberación nacional y social fundamentalmente útil y eficaz frente a
la dominación colonial (europea) o neocolonial (norteamericana). Ese
carácter oportunista de Castro lo refleja de forma demoledora la
anécdota que protagonizó con Kruschev cuando, queriendo exhibir su
dominio del universo marxista, aseguró a este que su libro de
cabecera era “Diez días que conmovieron al mundo”. Un rictus gélido
congeló los rostros de la delegación moscovita: el libro de John
Reed estaba prohibido en la URSS desde hacía tres décadas (“no
muestra el papel central de Stalin en el trascurso de la revolución
soviética”, fue la razón oficial en los años treinta).
Como quiera que sea, el desprecio de Washington motivó que, en
febrero de 1960 Kruschev decidiera enviar una misión a Cuba
encabezada por Mikoyán. Comenzaron entonces los contactos en firme
entre La Habana y Moscú. La chapuza norteamericana de Bahía de
Cochinos en abril del año siguiente empujó definitivamente a Fidel
Castro a proclamar el carácter socialista de la revolución cubana.
A partir de entonces, la URSS sustituyó el mercado norteamericano
con la compra de 425.000 Tm de azúcar, que ascendería a un millón de
Tm anuales los siguientes cuatro años. Las compras de azúcar fueron
incrementándose año a año, y las condiciones del crédito brindado
por Moscú eran inmejorables. El desequilibrio comercial carecía de
importancia para La Habana por cuanto la URSS permitía las formas de
financiación más favorables para los cubanos.
Durante todo ese tiempo, Cuba gozó del estatus de nación favorecida
a los ojos de Moscú. Poniéndose, pues, en manos de los soviéticos,
es como pudo sobrevivir la revolución cubana.
Guevara
El que Castro no fuese originariamente comunista no quiere decir que
la revolución de 1959 no tuviera en parte ese carácter. En ella
destacaron algunos guerrilleros que sí eran marxista-leninistas y
que no lo ocultaban. Entre los más ideologizados se contaba un
argentino, Ernesto “Che” Guevara, que tras la victoria había
dirigido la cárcel situada junto a la mole del Castillo del Morro,
en la capital. Allí había torturado y fusilado a cientos de
prisioneros, hasta ganarse el apodo de “carnicerito de La Cabaña”.
Cada amanecer, Guevara recibía el correo remitido desde por el
Estado Mayor por Fidel Castro. Uno de los sobres contenía los
nombres de los presos que habían de ser juzgados aquella jornada.
Aunque, característicamente, se celebraban juicios y teóricamente se
podía apelar la sentencia, lo cierto es que jamás se admitió a
trámite apelación alguna. Guevara se impacientaba con estas cosas:
“No demoren las causas, esto es una revolución, no usen métodos
legales burgueses, las pruebas son secundarias…”
Originariamente, el Che había considerado a Fidel como líder de una
formación burguesa de izquierdas llamado a efectuar una revolución
de clase que desalojara a los poderes “feudales”, pero estaba
decidido a someterse a sus órdenes; a cambio, Castro le otorgaría su
confianza y le confiaría notables puestos de responsabilidad pese a
que su incompetencia resultaba extraordinaria incluso para los
estándares cubanos.
La revolución se radicalizó tras los acontecimientos de 1961-62,
como era previsible, pero Castro y Guevara fueron demasiado lejos
cuando ofrecieron a un atónito Kruschev realizar “un ataque
preventivo” sobre el territorio del gigante norteamericano, con
motivo de la crisis de los misiles en octubre de 1962. Los
soviéticos salvaron la amenaza de una tercera guerra mundial dando
de lado a los cubanos.
Castro lamentó haber dado un paso con el que se había malquistado a
Moscú, pero Guevara no disminuyó el diapasón de su radicalismo, lo
que terminó por convertirle en una molestia para Fidel. Guevara,
ausente de Cuba la mayor parte del tiempo, trató de convertirse en
una especie de embajador volante de la revolución en el mundo. Había
prodigado elogios a todos los dirigentes de los países socialistas
del mundo, desde Kim-Il-Sung, constructor de una genuina pesadilla
orwelliana en Corea del Norte, hasta el último sátrapa del poder
soviético en Europa oriental. Su entusiasmo por las tiranías
marxistas no parecía conocer límites; pero tanta efusión de
felicidad terminó por crearle problemas dentro de la propia Cuba.
El 11 de diciembre de 1964, pronunció su célebre discurso ante la
Asamblea de Naciones Unidas en el que proclamó: “Sí, hemos fusilado,
fusilamos y seguiremos fusilando”. Volvía de una visita a China y de
entrevistarse con un Mao radicalizado y resuelto a lanzar su brutal
“Revolución Cultural” lo antes posible; la prensa cubana silenció el
viaje, pero el Che se entusiasmó con las ideas del “Gran Timonel”,
que habían causado decenas de millones de muertos. Decididamente,
prefería la compañía de los revolucionarios tercermundistas a su
despacho en el ministerio de Industria en La Habana. Fidel, para
quien las giras de Guevara se habían convertido en una absurda
molestia que alcanzaba el hartazgo, no le quería ni en el ministerio
ni de “tour”. Y menos, cultivando la amistad de los adversarios de
Moscú.
Porque estas andanzas de Guevara se producían en el marco de una
durísima pugna entre Moscú y Pekín por la dirección de la revolución
comunista mundial. A Guevara le gustaba Mao, mientras considera que
el bolchevismo soviético se había burocratizado. Además, la URSS
hacía años que había entrado en un proceso de “revisionismo” en
referencia a su pasado que, sin duda, no era del agrado del Che. La
actitud de la Unión Soviética promoviendo la “coexistencia pacífica”
entre Moscú y Washington era una manifiesta traición al mundo
socialista por parte del primero. Todo acuerdo con el capitalismo,
según Guevara –aunque la coexistencia pacífica en realidad favorecía
a la URSS pues la carrera de armamentos representaba un inmenso
lastre para Moscú - era incompatible con la revolución.
Estaba muy bien ir predicando la revolución permanente por el mundo
y apoyar a Pekín. Lo malo es que Cuba necesitaba la ayuda de los
soviéticos para sobrevivir. La maquinaria del Este, los asesores
militares, los consejeros económicos, el petróleo y un sinfín de
materias primas de las que una pequeña isla como Cuba carecía por
completo. Fidel sabía que los sueños revolucionarios habían
concluido, y que había llegado el tiempo de seguir una evolución que
consolidase el régimen y su maltrecha economía. Guevara, desde
luego, había quedado fuera de juego, en el tiempo y en el espacio.
El Che escenificó el cénit de los despropósitos en su visita a Argel
en febrero de 1965. Allí, ante una audiencia compuesta por
representantes de los países socialistas y los no-alineados, criticó
abiertamente la política de “coexistencia pacífica” soviética y por
la que, tras la deposición de Kruschev el año anterior y el ascenso
de Leónidas Brezhnev, apostaba resueltamente la Unión Soviética. De
nuevo Guevara, dejándose llevar por sus impulsos personales y por su
particular visión del futuro y de la ideología marxista, predicó la
revolución permanente censurando abiertamente la política adoptada
por la URSS y los países del Pacto de Varsovia.
Las cosas habían llegado al límite. El embajador soviético en La
Habana entregó a Castro una carta del Kremlin en la que se le
conminaba a poner freno a su compañero de armas. Naturalmente, los
deseos de Moscú eran órdenes para Fidel. Guevara ya no tenía
audiencia ni entre los soviéticos ni entre los cubanos. Su
primitivismo marxista le había llevado a una evaluación errónea de
la situación.
El clan Castro había perdido la paciencia. Tras la protesta
soviética, el Che fue convocado a La Habana. Apenas desembarcado en
el aeropuerto fue sometido a una larga reunión con los dirigentes
del Gobierno entre los que, por supuesto, se encontraban Fidel y
Raúl Castro. Éste último hacía tiempo que deseaba saldar una deuda
con el Che por cuanto el argentino había venido dejando de lado a
los viejos comunistas prosoviéticos. A esas alturas, los principales
responsables cubanos estaban impacientes por deshacerse de él. Así
que ese mismo 14 de marzo de 1965, Guevara fue despedido sin
miramientos.
Lo que aconteciera a su vuelta de Argel lo ignoramos, pues se ha
mantenido en silencio hasta el día de hoy. Tenemos una versión
bastante plausible, proporcionada por Benigno, uno de los compañeros
de Guevara: “El Che fue acusado de trotskista y de pro chino.
Regresando de Argelia sé que hubo una conversación muy fuerte entre
él y Fidel, en la que salió muy disgustado, que lo llevó a irse para
Tope de Collantes como una semana, con unos ataques de asma muy
fuertes. Lo sé por el compañero Argudín, uno de los guardaespaldas
personales de él. Argudín está en sus funciones de guardaespaldas. A
mí me lo platica porque él y yo somos compañeros de la escolta y yo
estaba ausente y él me dice: “Coño, estoy preocupado” “¿Qué pasa?”
“Oí una bronca muy fuerte entre Fifo y el Che”. Y entonces le digo
“¿Y de qué era?” Dice: “Estaban discutiendo de la política china y
estaban discutiendo de otro líder soviético”, porque él era
semianalfabeto. Entonces yo empecé a mencionarle algunos líderes. Me
dice: “No, uno que ya está muerto. Es ese que le dicen Trostky y
entonces le dijeron al Che que él era trotskista. Se lo dijo Raúl.
Raúl es el que le dice que es un trotskista, que estaba claro que
con sus ideas él era un trotskista.” Argudín me dice que el Che se
para muy violento, como con ganas de irse arriba de Raúl y le dice a
Raúl: “Eres un estúpido, un estúpido.” Dice que le repitió la
palabra estúpido tres veces y de ahí él mira para Fidel, según
Argudín, y Fidel no tiene respuesta. O sea, calla. Otorga. Y al ver
aquella actitud sale molesto, tira la puerta y se va. Y ahí, a los
pocos días, viene la decisión, así, prematuramente, de irse al
Congo…”
A Guevara se le mostró el camino de salida. Debía renunciar a todos
sus cargos en el Gobierno cubano, a su condición de ministro, a su
puesto de comandante e incluso a su ciudadanía cubana. Obediente
como siempre y sin rechistar, Guevara así lo hizo, dejando además a
Castro la posibilidad de contribuir a la redacción de la carta de
despedida que se leería públicamente en octubre de 1965 en su
nombre. El Che se había dado cuenta de que había cometido unos
cuantos errores políticos, y debía purgarlos. En consecuencia,
Castro anunció que “el comandante Guevara siempre estará allí donde
pueda ser más útil a la revolución.” O sea, lejos de Cuba, al fin.
El resto es historia. Expulsado de Cuba, marchó al Congo, primero, y
después a Bolivia. Su cuerpo murió el 9 de octubre de 1967, pero
políticamente llevaba dos años muerto. Lo habían matado Fidel y su
Realpolitik.
Desaparecida la molestia, nació el mito.
La abyección del comunismo (Holodomor)
Lo relevante para esta neopolítica sentimental, como bien vio
Orwell, no es la denuncia de las dictaduras sino defender a
“nuestras” dictaduras.
Santiago Navajas vozpopuli.com 29 Noviembre 2016
El mismo día que fallecía Fidel Castro se celebraba el Black Friday
en todos los países capitalistas, los fans de Augusto Pinochet lo
recordaban en la fecha de su nacimiento y se conmemoraba el
genocidio de Holodomor, el asesinato masivo que perpetró Stalin
contra los ucranianos que se habían negado a sus planes de
colectivizar la agricultura. La venganza del dictador comunista
contra esos “pequeños burgueses” apegados a sus tierras, “la
propiedad privada es pecado”, consistió en hacer que se murieran de
hambre. Cuatro millones de muertos en dos años. El objetivo último
era implantar en los ucranianos el “gen del miedo y la obediencia”.
Es decir, la esencia del totalitarismo y el mínimo común denominador
entre el fascismo y el comunismo.
Justin Trudeau, el primer ministro de Canadá, uno de los pocos
países que reconocen oficialmente el genocidio ucraniano (la Rusia
de Putin lo niega porque, argumenta, es un “invento de Occidente”),
en un tuit recordaba a las víctimas de Holodomor, sin mencionar al
comunismo, pero en otro tuit llamaba a Fidel Castro “revolucionario
legendario”, aplaudiendo sus “significativas mejoras en la educación
y el bienestar”, por lo que todos “reconocen su tremenda dedicación
y amor por la gente cubana”. No pensaba así el no menos legendario
poeta Reinaldo Arenas que, en el documental Conducta impropia de
Nestor Almendros sobre la represión castrista, denunciaba las
cárceles políticas en las que los comunistas torturaban y asesinaban
a disidentes políticos y/o “desviados sexuales”. Cuando más tarde se
suicidó, Arenas escribió que sólo había un culpable de su muerte:
Fidel Castro. La que sí ha vivido hasta nuestros días “las
significativas mejoras en la educación y el bienestar” de los
cubanos en tiempos de la tiranía de los Castro es Yoani Sánchez que
en una serie de tuits retrataba la miseria del campo de
concentración que es la isla para los cubanos que no han logrado
huir a Miami
#Cuba Su legado: un país en ruina, una nación donde los jóvenes no
quieren vivir#LaMuerteDeFidelCastro
#Cuba Durante mi infancia y adolescencia Fidel Castro decidió desde
lo que comí, hasta el contenido de mis libros escolares…
El caso de Trudeau es revelador de cómo ciertos izquierdistas siguen
apegados empáticamente a sus mitos y de lo difícil que es en
política que la razón venza a las emociones. En su comunicado de
elogio al dictador, o el “héroe” según otros líderes intelectuales
de la izquierda y Premios Nobel de la Paz como Adolfo Pérez Esquivel
o Kailash Satyarthi, Trudeau se refería a la amistad de su padre con
el dictador al que llamaba “amigo”. Se atribuye a Aristóteles que
“amicus plato sed magis amica veritas” (“amigo soy de Platón pero
más de la verdad”). Pero, sin embargo, la querencia a las emociones
cálidas suele ser preferida a la atracción hacia las frías
abstracciones y la pasión por la evidencia empírica. A más corazón,
menos cerebro (aunque no ocurre que a menor cerebro, menos corazón,
sino todo lo contrario). Ese sesgo emocional hacia los sentimientos
que configuran nuestra identidad, de los patrióticos a los
deportivos pasando por los religiosos o los políticos, es el más
formidable freno al reconocimiento de la verdad.
Esto no es nuevo. George Orwell escribió en la década de los 30 que
La mayor parte de la élite intelectual inglesa se opone Hitler, pero
sólo a cambio de apoyar a Stalin. La mayoría de ellos apoyan métodos
dictatoriales, policías secretas y la sistemática falsificación de
la Historia siempre que beneficie “a los nuestros
Mientras, en la senda de Trudeau, caían en la ignominia desde Barack
Obama a Jill Stein, la candidata a la Casa Blanca del Partido Verde
(“Fidel Castro era un símbolo de la lucha por la justicia a la
sombra del imperio. Presente!”)cada vez más claro el clima cultural
que ha propiciado la victoria de alguien de la catadura de Donald
Trump), de gente como Juncker en Europa (“Con la muerte de Fidel
Castro, el mundo ha perdido un hombre que fue un héroe para muchos”)
y Bachelet en América del Sur (“Mis condolencias al Presidente Raúl
Castro por la muerte de Fidel, un líder por la dignidad y la
justicia social en Cuba y América Latina”). Sólo liberales como
Cecilia Malmström, comisaria de comercio de la UE, mantenía la
cabeza clara y la voluntad firme
Fidel Castro era un dictador que reprimió a su pueblo durante 50
años. Lo extraño es escuchar tantos reconocimientos en los medios
hoy
Cada vez más la “política de la identidad”, para la que lo que
importa son los sentimientos de pertenencia, sustituye a la
“política de la ilustración”, en la que lo decisivo son las
conceptos y los valores. Lo relevante para esta neopolítica
sentimental, como bien vio Orwell, no es la denuncia de las
dictaduras sino defender a “nuestras” dictaduras. No razonar con
lógica y basándose en datos sino racionalizar los sentimientos,
blindando las emociones. Acercar la política no al terreno de la
ciencia empírica y la filosofía crítica sino al de la religión
dogmática y el deporte de masas. Los mismos que claman contra la
“post verdad” llaman a Castro, “Fidel”, con complicidad de secuaces.
En lugar de “tirano”, “héroe”. Y se refieren a las víctimas como
“gusanos”. Es muy triste no ser facha o progre. Sin un dictador al
que admirar como un héroe. Y, al mismo tiempo, con la sensación de
que su paraíso sería tu infierno. No lo llames comunismo, llámalo
Holodomor.
Sumisión progresista: proteger el Islam y denigrar el cristianismo
Giulio Meotti latribunadelpaisvasco.com 29 Noviembre 2016
Artículo Via Gatestone Institute
El mayor portal de compras del mundo, Amazon, vende muchos disfraces
de Halloween. Una de las novedades de este año ha sido el "Burka
Sexy", la típica prenda oscurantista que los talibanes y el Estado
Islámico imponen a las mujeres. Pero el burka sexy, que Amazon UK
vendía a 18,99 libras, no ha durado mucho.
El gigante de las compras de Jeff Bezos retiró el artículo de la web
después de que Amazon se viera inundada con acusaciones de
"racismo", "islamofobia", de comercializar una prenda islámica con
la cara de una modelo blanca y utilizar "una prenda religiosa con
fines comerciales". "Sois repugnantes, mi cultura no es vuestro
disfraz", escribieron muchos usuarios de confesión islámica. Otros
emplearon un tono un poco menos encantador: "Seáis quienes seáis,
deberíais temer a Alá. Esto no es una broma".
Un portavoz de Amazon respondió de inmediato: "Todos los vendedores
de Marketplace deben seguir nuestras directrices de venta, y se
tomarán medidas para quienes no lo hagan, entre ellas la posible
cancelación de su cuenta. El producto en cuestión ya no está
disponible".
Así que una parodia de Halloween del símbolo global de la opresión
contra la mujer ha sido censurado. Como el velo islámico contradice
los valores occidentales de la libertad, la igualdad y la dignidad
humana de manera tan absoluta, la mentalidad progresista relativista
defiende con lealtad estos velos islámicos, al igual que el burkini.
Pero aquí también hay una doble vara de medir. ¿Qué pasa con el
disfraz de Halloween de "Monja Sexy" que se burla de la Iglesia
Católica? A pesar de las protestas de muchos clientes católicos, la
"Monja Sexy" sigue a la venta en Amazon. ¿No es eso una forma de
"cristianofobia"? Además, una monja es una personalidad religiosa,
mientras que el burka es una prenda.
Veamos el caso de “The Guardian”, el periódico británico más famoso
de la izquierda progresista. Cuando la banda Pussy Riot actuó con su
supuestamente ofensivo show de tres minutos en la Catedral de Cristo
Salvador de Moscú, por el cual dos de sus tres componentes fueron
encarceladas por negarse a repudiar el texto (la tercera se disculpó
para evitar la cárcel), el periódico las defendió diciendo que
hacían "pura poesía protesta". Cuando la asociación política Pegida
convocó protestas contra la islamización de Alemania, el mismo
periódico la condenó diciendo que era "un vampiro que tenemos que
matar". También surgió la misma doble moral durante la batalla para
construir una mezquita cerca de la Zona Cero, cuando los medios
progresistas se pusieron del lado de la comunidad musulmana.
En enero de 2006, el humorista gráfico más famoso de Noruega, Finn
Graff, declaró que se estaba autocensurando en lo relativo a Mahoma.
Graff jamás había tenido ningún problema para hacer bromas sobre los
cristianos, a los que dibujaba con camisas pardas y esvásticas.
Graff también era el autor de una serie de polémicas viñetas contra
Israel: en una de ellas mostraba al primer ministro israelí Menachem
Begin como el comandante de un campo de concentración nazi.
Lo mismo ocurrió con el cineasta germano-estadounidense Roland
Emmerich, director de muchas películas del género catástrofes.
Abandonó un proyecto para borrar de la faz de la tierra –en la gran
pantalla– el lugar más sagrado del islam por temor a provocar una
fetua (dictamen religioso) pidiendo su muerte. Para su película
2012, Emmerich quería demoler la Kaaba, la emblemática estructura
con forma de cubo que se encuentra en la Gran Mezquita de La Meca.
"Puedes dejar que los símbolos cristianos se caigan a pedazos, pero
si lo haces con un símbolo árabe, tendrás... una fetua", dijo
Emmerich. Al menos fue honesto.
Tras la masacre de la mayoría del personal de la revista satírica
francesa Charlie Hebdo, todos los periódicos, televisiones y
agencias de fotografía del progresismo occidental, empezando por los
"tres grandes" (MSNBC, CNN y AP) compitieron por ver quién
justificaba más su vergonzosa decisión de censurar la portada de
Charlie Hebdo en la que el profeta Mahoma dice "todo está
perdonado". La CNN dijo que podía ofender "las sensibilidades del
público musulmán". Un año después, cuando Charlie Hebdo publicó una
nueva portada donde aparecía un "Dios asesino" judeocristiano en vez
del profeta islámico, la CNN sí la mostró.
En 2015, la BBC describió la portada de Charlie Hebdo, pero no la
mostró, decisión que la cadena británica no mantuvo un año después,
cuando Charlie Hebdo publicó la nueva portada anticristiana. La
misma doble moral mostró el periódico británico conservador Daily
Telegraph, que omitió la portada con la caricatura de Mahoma, pero
publicó una con un Dios abrahámico.
Associated Press también censuró en 2015 las viñetas islámicas de
Charlie Hebdo. ¿Por qué motivo? Eran "deliberadamente provocadoras".
En 2016, la agencia no tuvo ningún problema en mostrar la nueva
portada, en la que no aparecía Mahoma, sino el Dios judeocristiano.
Esta doble moral de la élite progresista también ha aparecido en el
New York Times, que por "respeto" a la fe musulmana censuró las
viñetas de Charlie Hebdo, para después decidir, con absoluta falta
de respeto, que la Vieja Dama Gris podía y debía publicar la obra
Eggs Benedict, de Nikki Johnson, expuesta en el Museo de Arte de
Milwaukee, que consiste en un retrato del papa Benedicto XVI
compuesto con condones de colores.
El "califa" del Estado Islámico, Abu Bakr Al Bagdadí, ridiculizado
por Charlie Hebdo, provocó la autocensura por su "discurso del
odio", mientras que la obra de Chris Ofili, The Holy Virgin Mary,
donde la madre de Jesús aparece cubierta de heces e imágenes de
genitales, fue defendida por el New York Times en aras de la
"libertad de expresión". ¿Significa esto que algunas religiones son
más iguales que otras?
Si un imán protesta con violencia por algo, la élite progresista
respaldará la falsa acusación de "islamofobia". Si una protesta
pacífica la lidera un sacerdote católico, esa misma élite siempre la
rechazará en nombre de la "libertad de expresión".
Olvidémonos del "Sexy Burka". Para la noche de Halloween, solo hay
la "Mona Sexy", mientras que el "califa" Bagdadí puede violar a sus
esclavas sexuales yazidíes y cristianas con impunidad.
******************* Sección "bilingüe"
***********************
El pícaro Don Cebrián
Pío Moa gaceta.es 29 Noviembre 2016
Los “listos”, como Cebrián, eran más bien unos sinvergüenzas
manipuladores.
A los antifranquistas, sobre todo si son jóvenes, les digo: “Fijaos
bien en quienes os informan sobre el franquismo. Antifranquistas
aquí son desde De Juana Chaos hasta Rajoy o Soraya, pasando por
Urkullu, hasta hace poco Carrillo, el héroe de Paracuellos y su
admiradora María Antonia Iglesias, Pujol, los de los EREs falsos,
Mas, Josu Ternera, Pedro J, Gabilondo el de los calzoncillos
suicidas, Bibiana Aido, Dienteputo, Arzallus, Ansón, Margallo,
Bolinaga, Carmen Chacó, Cebrián... ¿No os extraña que terroristas,
comunistas, separatistas, izquierda y derecha y corruptos en
general, coincidan? ¿Os merecen mucho crédito estos personajes?”.
Normalmente se quedan sin saber qué decir, así que les aconsejo, con
éxito muy variable, que lean o al menos hojeen Los mitos del
franquismo.
Pues bien. Cebrián ha publicado en su periódico El País un adelanto
de sus memorias con el título, de un sensacionalismo tontorrón,
“¡Marietta, Marietta!”, centrado en el secuestro de Oriol en 1976-7
y donde me alude reiteradamente. Da la impresión de ser una venganza
por el capítulo que dedico a él y a Ansón en el mencionado libro,
exponiendo cómo han falseado la historia reciente y manipulado la
conciencia de millones de personas. Así que lo primero es entender
la calidad moral e intelectual del periodista antes de atender a sus
palabras.
La carrera de Cebrián viene a ser la inversa de la mía. Él procede
de una destacada familia falangista, lo que le fue muy útil para
trepar en el franquismo hasta alcanzar cargos políticos muy
importantes con Arias Navarro. La verdad es que debiera estar muy
agradecido a aquel régimen. Yo, en cambio, luché contra él en la
clandestinidad, incluso arriesgando la vida. Desde la transición,
Cebrián, como tantos otros, se descubrió de pronto un antifranquista
furibundo, y después de traicionar a Fraga, convirtió El País en una
oficina dispensadora de carnés de demócrata. Una hazaña maestra de
picaresca. Por mi parte, después de bastantes años de investigación
y reflexión, ejercicios recomendables aunque poco practicados,
llegué a la conclusión de que “los buenos”, por decirlo en términos
simples, eran los nacionales y no el Frente Popular, y menos aún los
antifranquistas de después de Franco. Esto volvió a costarme la
marginalidad y la hostilidad, a veces peligrosa, de quienes habían
logrado crear tal ambiente antifranquista, desde la ETA al PP, desde
Egin a El País oABC.
Cambiar de opinión es normal y aquí casi todo el mundo lo ha hecho,
pero las personas públicas debieran explicar por qué, y Cebrián
nunca explicó nada. Más bien ha falseado su autobiografía, un
verdadero deporte de tantos políticos y periodistas desde la
transición.
Bien, entre las cosas que cabe decir de este “maestro de
periodistas” están estas: él fue uno de los principales impulsores
de la colaboración con la ETA dándole una “salida política”, es
decir, considerando el asesinato como una forma de hacer política.
Asimismo amparó la maniobra de Zapatero de rescatar a la ETA de la
ruina a que la había llevado la política de Aznar, que por primera
vez aplicaba el estado de derecho a la banda terrorista. Fue el
principal causante del desmoronamiento de la unidad PP-PSOE contra
ETA y PNV en Vascongadas. Llamaba “sindicato del crimen” a los
periodistas honestos que destapaban la enorme corrupción del PSOE
con Felipe González. Su periódico siempre fue amparo y cobertura de
los separatismos y de la falsificación de la república, la guerra
civil y el franquismo (este “demócrata” me negó el derecho de
réplica a unos ataque de Tusell con motivo de mi libro Los mitos del
franquismo.) No sigo, porque creo suficiente lo expuesto para
entender al personaje como representante de la tradicional picaresca
española, en su caso más bien antiespañola.
Pero estas personas pueden decir también algunas verdades. ¿Las dice
en su escrito en El País? Él pretende que el GRAPO era un montaje
policial. ¡Y se llama periodista! Esa historieta fue inventada en la
transición, he explicado muhas veces cómo y por qué, y muchos la
creyeron o quisieron creerla, especialmente los socialistas. Pero he
aquí que cuando estos llegaron al poder, en 1982, encontraron a su
disposición los archivos policiales, que estudiaron a fondo.
Barrionuevo, ministro del Interior, lo explicó: Algún listo
dictaminó que el GRAPO de alguna manera estaba influido por la
Policía. Desde que se formularon por primera vez estas absurdas e
infundadas teorías se había avanzado considerablemente, con
información plenamente contrastada, sobre los orígenes, desarrollo,
composición y fines de los GRAPO (…) Sus documentos, sus testimonios
en los procesos, sus acciones y sus declaraciones eran públicas y
estaban a disposición de todo el que quisiera comprobarlas. Pero
daba igual. Los listos habían emitido su dictamen y no lo
modificaron.
Los “listos”, como Cebrián, eran más bien unos sinvergüenzas
manipuladores. Los mismos que algo después exigieron que se
destruyeran los archivos de la BPS (policía secreta del franquismo)
Lo exigían en nombre de la democracia, a saber qué entendían por
tal. Debieran estar orgullosos de aparecer en dichos archivos como
perseguidos por Franco, pero al parecer ello les daba más bien
angustia que orgullo, no fuera a demostrarse que tantos de ellos
habían sido confidentes de la policía o traidores. Y los destruyeron
según tengo entendido, unos archivos de tanto interés histórico: las
biografías de muchos antifranquistas debían de correr peligro ante
los documentos.
Afirma Cebrián que cuando los mensajes reivindicando el secuestro de
Oriol, dos periodistas de El País que habían estudiado conmigo en la
Escuela de Periodismo reconocieron mi voz. Es posible, claro. Lo
imposible es que conocieran mi domicilio y el de mi “novia”, como
cuenta Cebrián que le aseguraron. Para entonces yo llevaba varios
años de clandestinidad y había cambiado de domicilio una buena media
docena de veces desde la época en que estudiaba periodismo, y mi
compañera era otra que la de entonces. En fin, chorradas
cebrianescas.
Y para concluir, suelta esta puñalada de pícaro: Andando el tiempo
la mayoría de los que perpetraron el crimen fueron abatidos a tiros
por las fuerzas del orden, pero Pío Moa, acusado también de
participar en el asesinato de un policía nacional el 1 de octubre de
1975, fue condenado por su papel en el secuestro a un solo año de
cárcel que no tuvo que cumplir. Hoy se dedica a dar lecciones de
moralidad y de historia en cuantas tribunas de la extrema derecha
encuentra amparo. ¿Alguien ha impartido más lecciones que este buen
hombre? Nuestro proetarra olvida tres cosas: que el asesinato del
policía, que he detallado en De un tiempo y de un país y en Los
crímenes de la guerra civil, tuvo lugar como represalia por las
últimas ejecuciones del franquismo, las cuales, según los cebrianes
de turno, fueron horribles asesinatos. Los crímenes de la ETA, en
cambio, eran por lo común festejados por los antifranquistas de
entonces y lo han seguido siendo después, hasta brindaban por ellos,
por lo que no ha de extrañar su insistencia en que la democracia se
degradase con la “salida política”. Así que aquella acción de 1975
debiera ser también festejada. Es decir, si Cebrián fuera
consecuente debería considerarme un héroe, cosa que no me hace
ninguna gracia, pero como es un pícaro, finge indignación.
En segundo lugar, aquella acción, así como el secuestro de Oriol,
fueron amnistiados en la transición. A lo mejor él está en contra, a
estas alturas.
En tercer lugar es tan bobo que contradice toda su teoría sobre los
servicios secretos afirmando, de nuevo en falso, que casi todos los
implicados en el secuestro de Oriol fueron abatidos a tiros por la
policía. Y, en cuarto lugar, yo fui expulsado de aquel partido un
año y medio después y seguí viviendo en la clandestinidad unos cinco
o seis años más, hasta acogerme a las medidas de reinserción de
Rosón, por lo que la condena fue de un año (dos en libertad
provisional).
En realidad, todo eso está recogido con detalle en mis memorias De
un tiempo y de un país, y en diversos artículos, para quien quiera
enterarse. Es obvio que Cebrián lo sabe, pero como buen falsario,
piensa que muy poca gente los leerá, mientras que a él le lee mucha
más gente. Aunque su crédito merme a cada paso.
Como pícaro, Cebrián no tiene siquiera la excusa de haber pasado
hambre. Muy al contrario, tanto en el franquismo como después supo
vivir siempre en la opulencia. Parece que la cosa no depende del
dinero.
El País Vasco no quiere seguir el modelo del «proceso» catalán
Editorial La Razon 29 Noviembre 2016
Suele olvidarse con demasiada ligereza el papel que el Partido
Popular ha tenido en la política vasca en los últimos años. Sin
duda, tener el desagradable honor de haber sido uno de los objetivos
principales de ETA le ha dado un protagonismo del que, visto lo
visto, puede sentirse muy orgulloso. Los socialistas vascos también
formaron parte, por méritos propios, de este macabro ranking. Los
populares, además, hicieron una aportación de gran importancia,
diríamos que clave: gracias a su apoyo, en 2009 el Partido
Socialista de Euskadi (PSE) llegó al Gobierno de Vitoria y llevó a
Patxi López a Ajuria Enea.
Se rompía, por primera vez, la hegemonía
nacionalista a favor de las fuerzas constitucionalistas, algo que el
credo sabiniano consideraba incompatible con la vida, pero no había
otra manera de romper el inhumano cerco al que las fuerzas
abertzales y su brazo armado sometieron a PSE y PP. A pesar de este
sacrificio, los populares no recibieron el apoyo del electorado,
como las últimas elecciones volvieron a ratificar, pero cumplieron
el objetivo de que, por primera vez, en Ajuria Enea se dejaba de
emplear la gramática identitaria y era posible construir un País
Vasco abierto y tolerante.
El reciente acuerdo de gobierno entre PNV
y PSE ha vuelto a recuperar el léxico clásico del nacionalismo, como
si en el País Vasco sólo hubiese vida política bajo la aceptación de
dogmas como «nación» o «soberanía». Y, lo más significativo desde el
punto de vista político, el anuncio de un nuevo Estatuto,
precisamente una comunidad que dispone de un régimen foral económico
propio y de un autogobierno con competencias más amplias que algunos
estados en el mundo. Por la experiencia adquirida con el «proceso»
catalán, sabemos que introducir en el centro del debate aspectos
identitarios, como constituirse en nación en los textos legales,
abre la puerta a los que verdaderamente quieren romper con el resto
de España. La realidad, como tantas veces, no siempre se ajusta a
los deseos de los líderes políticos. En una encuesta que publicamos
hoy, el 53,8% considera que el País Vasco no es una nación, frente
al 43% que sí lo cree.
La ambigüedad del PNV permite las
elucubraciones sobre la «nación cultural» o la nación como un sujeto
político en el que reside la soberanía constituyente. Es inquietante
que los socialistas acepten de nuevo esta retórica y no defiendan un
único proyecto para el conjunto de España, máxime cuando, por
ejemplo, la independencia ha sido, al menos hasta ahora, una demanda
tan sólo de los partidos abertzales y de los satélites políticos de
los etarras. El mismo sondeo recoge que el 71,7% quiere que el País
Vasco siga formando parte de España, frente al 24,3% que se muestra
a favor de la ruptura. Sin embargo, un 60,7% apoya la celebración de
un referéndum para decidir la relación entre la comunidad vasca y el
Estado. Sobre esta cuestión, la opción mayoritaria apuesta por
reforzar la autonomía (41%), seguido de aquellos que desean mantener
el actual Estatuto (30,8%) y la independencia (24,5%). Aunque el
rechazo a seguir los pasos del «proceso» catalán es claro (62,5%
está en contra, frente al 23,2%), que el PSE participe en estos
momentos de un proyecto de reforma del Estatuto de Guernica nos
recuerda inevitablemente el camino que siguieron los socialistas en
Cataluña. En definitiva, la vía tomada por el PSE de reforzar los
«derechos vascos» nada tiene que ver con su histórica propuesta de
un federalismo igualitario.
FINANZAS AUTONÓMICAS
Las CCAA necesitarán un nuevo rescate de 30.000 millones en 2017
CARLOS SEGOVIA. LUIS ÁNGEL SANZ. El Mundo 29 Noviembre 2016
Las comunidades autónomas necesitarán que el fondo estatal de
rescate les preste de nuevo 30.000 millones en 2017 para poder
cubrir sus necesidades de financiación. Así lo pronostica la agencia
Moody's en un informe sobre las regiones españolas. Sólo la
Generalitat de Cataluña necesitará cerca de otros 7.000 millones de
euros del llamado Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).
La agencia de calificación de solvencia considera que la Comunidad
Valenciana necesitará otros 6.000 millones del FLA y, la Junta de
Andalucía, más de 4.000 millones en 2017. Hacienda cifra en 172.374
millones de euros la ayuda financiera del Gobierno central desde
2012 en forma de préstamos blandos, de los cuales 53.307 millones
han sido para Cataluña; 36.777 para la Comunidad Valenciana y 27.682
para Andalucía
La necesidad de rescate estatal para las comunidades que, como la
Comunidad Valenciana, sigue en bono basura es un factor importante
en la negociación contrarreloj que ha iniciado el Gobierno con el
PSOE para aprobar este viernes el techo de gasto, la senda de
déficit de las distintas administraciones y el nuevo cuadro
macroeconómico para su remisión a Bruselas. Según fuentes del
Ministerio de Hacienda, sin acuerdo para la aprobación del techo de
gasto y el objetivo de déficit, que será suavizado, no es posible
legalmente activar el FLA para las nuevas necesidades de
financiación de las comunidades. Por tanto, los barones tienen un
fuerte incentivo para facilitar los planes del Gobierno del PP en
este terreno.
El PSOE está dispuesto a permitir la aprobación del techo de gasto
que negocie Cristóbal Montoro con las CCAA, aunque fuentes
socialistas, ven prácticamente descartado el sí y contemplan como
opción máxima, la abstención. Su objetivo es cerrar un acuerdo el
jueves para que el techo de gasto pueda después ser aprobado en el
Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), donde hay mayoría de
gobiernos socialistas, pero Montoro puede sacar adelante cualquier
acuerdo con el apoyo de una de las comunidades gobernadas por el PP.
Según fuentes gubernamentales, el Consejo de Ministros aprobará su
propuesta de techo de gasto este viernes.
El PSOE preside siete comunidades (Aragón, Andalucía, Asturias,
Baleares, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Extremadura) y
está presente en el Gobierno de otras tres: Canarias, Cantabria y
País Vasco, aunque esta comunidad no pertenece al régimen fiscal
común. Además, los socialistas quieren aprovechar su capacidad
negociadora actual, con un PP en minoría, para que el reparto del
déficit sea «más simétrico» entre el Estado y las CCAA.
El punto todavía más conflictivo es la distribución del déficit
entre el Estado, las CCAA, la Seguridad Social y los ayuntamientos.
El Gobierno mantiene el 0,5% con respecto al Producto Interior Bruto
para las comunidades, que es el previsto tras la suavización
obtenida en Bruselas, pero el PSOE reclama que se mantenga el 0,7%,
el mismo listón máximo previsto este año por los ejecutivos
autonómicos. La diferencia son más de 2.200 millones.
Un punto medio de un 0,6% podría estar bien visto por el PSOE y
asegurar, al menos, la abstención socialista para permitir que el
techo de gasto se apruebe.
El presidente de la gestora, Javier Fernández, no quiso ayer
descartar nada después de reunirse en Ferraz con los líderes de
CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y UGT, Josep Maria Álvarez. Además, el
socialista asturiano derivó cualquier decisión a la negociación que
mantiene también directamente Hacienda con los presidentes
autonómicos. Si hay pacto con los barones socialistas -que ahora
controlan el PSOE- habrá un acuerdo que permita su aprobación.
Fernández aclaró que no ha conversado con Rajoy «sobre este tema».
Fernández mantuvo que es casi imposible el acuerdo con el Gobierno
en torno a los Presupuestos, que será la siguiente ley tras la
aprobación del techo de gasto. Sin embargo, sólo permitir la
aprobación de este último podría conllevar otra crisis interna. El
ex secretario general Pedro Sánchez advirtió el sábado que el PSOE
no debe apoyar ni con su voto, ni con su abstención el techo de
gasto.
Juan Luis Cebrián: "Estoy muy preocupado por el auge del
nacionalismo... español"
Ascensión Corcuera Ruiz latribunadelpaisvasco.com 29 Noviembre 2016
Según leo en el periódico “El Universal” de Venezuela, Juan Luis
Cebrián, antiguo falangista que creció profesionalmente durante la
etapa final del franquismo, que fue primer director del diario “El
País” y que actualmente es presidente del Grupo Prisa, ha explicado
en la Feria del Libro que se celebra en Guadalajara (México) que, no
se lo pierdan y lean con atención, “está muy preocupado por el
aumento de los nacionalismos en España, y especialmente, por un
posible crecimiento del nacionalismo español”.
En su opinión, este “nacionalismo español” que él contempla con
tanto miedo a su alrededor se relaciona con “una España profunda de
los 60 y los 70 que ahí sigue y que el sistema democrático no
permite que se expanda”. En su opinión, una "confrontación de
nacionalismos en España puede ser desastroso para la convivencia y
para el futuro de la democracia”.
Curiosamente, Juan Luis Cebrián, mal periodista, pésimo ensayista
(¿alguien recuerda “El tamaño del elefante?”), horrible novelista
(¿alguien recuerda aquella infumable “La isla del viento”?) y un
empresario conocido por hacer trizas todo tipo de negocio
medianamente próspero, no se preocupa por el totalitarismo
independentista catalán, ni por el soberanismo vasco que se extiende
por Navarra a lomos de los proetarras, ni por las ínfulas
patrioteras de la extrema izquierda tarada, reaccionaria,
irracional, fanática e ignorante que representan Podemos y sus
adláteres, no.
A Cebrián lo que le preocupa mucho es el ¡nacionalismo español!, que
como todos ustedes saben es sumamente cruel, dictatorial y
expansivo. Por eso es imposible que los niños vascos, catalanes o
gallegos se eduquen en español en sus respectivas comunidades; por
eso el mapa geográfico de España es un absoluto delirio que trae a a
los navegadores GPS de cabeza por la constante manipulación que se
hace con la toponimia… española; por eso es cada vez más complicado
recordar la historia de España, vapuleada, rota, manoseada,
pervertida y convertida en un auténtico guiñapo por los
nacionalistas, los independentistas y por los intelectuales
pretendidamente de izquierdas como… Cebrián.
Sí, Juan Luis, el problema de la democracia española, de la libertad
española, de la Constitución española y de la modernidad española
es… el nacionalismo español. Basta escucharte para entender a la
perfección lo que ocurre en “El País” y en nuestro país.
#CocaColaRompeEspaña
La embotelladora de Coca Cola se alía con el separatismo y las redes
piden el boicot
Sol Daurella es una de las 39 personalidades que ha fichado la
agencia paradiplomática catalana para que ayuden a Puigdemont a
proyectar Cataluña al mundo. Otros de ellos son el futbolista Xavi
Hernández, el tenor Josep Carreras y el economista Xavier
Sala-i-Martín.
R. Moreno gaceta.es 29 Noviembre 2016
El president catalán, Carles Puigdemont, no cesa en su intento de
internacionalizar el ‘procés’, aunque hasta el momento no ha logrado
éxito alguno, sino ridiculos. Ahora al Diplocat, la agencia
‘paradiplomática’ catalana financiada por George Soros, se le ha
ocurrido crear un Consejo Consultivo para “ayudar a proyectar
Cataluña al mundo”, en pleno proceso de secesión del resto España,
que Puigdemont quiere culminar con un referéndum en septiembre de
2017.
El Consejo Consultivo está formado por 39 personalidades que, según
el Govern, colaborarán de manera desinteresada y durante cuatro
años. Entre sus miembros figuran el futbolista Xavi Hernández, Sor
Lucía Caram, la cocinera Carme Ruscalleda y Sol Daurella, presidenta
de Coca-Cola European Partners, la embotelladora del refrigerio, que
además es Cónsul Honoraria de Islandia en Barcelona. Daurella está
casada con Carles Vilarrubí, vicepresidente del Barça, y es la
tercera mujer con la mayor fortuna de España.
Desde este organismo, que depende de la consejería de Raül Romeva,
indican que este consejo de “personas de reconocido prestigio
internacional” se dividirá en cinco áreas: la
institucional-diplomática; la académica-investigación; la
empresarial-económica; la cultural-social y la deportiva.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se ha reunido ya
con ellos. Les ha encargado aprovechar “su gran capacidad de
proyección hacia el exterior y la experiencia internacional” para
ayudar a la Generalitat a abrirse puertas al mundo. “Permitirá ganar
capacidad de incidencia y presentar los activos del país en la
escena internacional”, ha declarado el ‘ministro’ de Asuntos
Exteriores, Raül Romeva.
Por su parte, el director del Diplocat, Albert Royo, lo ha
desvinculado del ‘procés’, y ha afirmado a la agencia AFP que “el
objetivo es tener un grupo de personas con prestigio internacional
que ayuden a identificar oportunidades para Cataluña en economía
cultura o política, y a presentar a Cataluña como un actor
internacional serio y responsable”.
Otros miembros de este peculiar consejo son el tenor Josep Carreras,
el exministro socialista Joan Majó; el exconseller convergente
Andreu Mas-Colell; el catedrático de economía Xavier Sala-i-Martín,
quien precisamente se mofa de la marca España; la exrectora de la
Universitat Ramon Llull (URL) Esther Giménez-Salinas, y el profesor
de Princeton University Carles Boix.
A ellos se suman el músico Jordi Savall, el filósofo Josep Ramoneda,
la productora de cine Isona Passola, el exembajador de Estados
Unidos en Panamá (1978-82) y vicecónsul de los Estados Unidos en
Barcelona (1964-66) Ambler Moss, y el exembajador de México en
Estados Unidos (2007-2013) Arturo Sarukhan.
En el plano deportivo también figuran el extenista Àlex Corretja; la
corredora de montaña Núria Picas; la alpinista Araceli Segarra; el
exjugador de hockey patines Ivan Tibau y la seleccionadora de fútbol
femenino Natàlia Arroyo.
Aluvión de críticas y memes en las redes
El fichaje de Sol Daurella, la dueña de la embotelladora de
Coca-Cola, ha sido uno de los temas más comentados este fin de
semana en las redes sociales.
Además, en el digital Dolça Catalunya informan de que multitud de
ciudadanos han escrito ya al presidente de Coca-Cola, Muhtar Kent,
preguntándole si la política de su empresa es "que sus
embotelladores apoyen la ruptura y el mal rollo en un país”. Además,
el digital invita al lector a sumarse a ellos: “(No deje de hacerlo
Ud. también pulsando aquí)”.
Cuenta que también están pidiendo explicaciones a Jorge Garduño,
presidente de Coca-Cola España, preguntádole "si le gusta que su
embotellador lesione la imagen de su marca (anímese, dolço, pulsando
aquí)".
“Sí, las empresas no están solo para ganar dinero. Su misión es
contribuir al bien común, y no a disolver la convivencia, divulgar
mentiras y recortar la identidad de los catalanes, la mayoría de los
cuales no estamos dispuestos a que ninguna bebida refrescante nos
arrebate nuestra paz social”, sentencia Dolça Catalunya.
Bajo el hashtag CocaColaRompeEspaña los constitucionalistas
catalanes se han movilizado en Twitter e incluso algunos de ellos
han pedido el boicot:
EVITA DECIR "ESPAÑA" Y PREFIERE HABLAR DE ESTADO ESPAÑOL
Carrefour utiliza la jerga independentista para sus campañas en
Cataluña
Borja Jiménez okdiario 29 Noviembre 2016
Según ha podido comprobar OKDIARIO, Carrefour se refiere a España
como Estado español en sus publicaciones promocionales catalanas.
Concretamente, lo que pone en uno de sus carteles es: “Comprem
diariament per a tu a 57 llotges de l’Estat espanyol”, es decir,
“Compramos diariamente para ti a 57 lonjas del Estado español”,
refiriéndose a las lonjas de pescado en las que la compañía francesa
adquiere el producto fresco.
Tal ha sido la polémica que, tal y como ha podido saber este
digital, Carrefour ha recibido cientos de quejas y críticas ya que
creen que la firma gala quiere evitar decir “España” en Cataluña.
Sin embargo, en un claro guiño al independentismo, lo que está
haciendo la empresa de distribución no es más que enfadar al resto
del país, para contentar a los separatistas.
Un consumidor con el que hemos podido hablar ha llegado incluso a
presentar una reclamación en el departamento de Atención al Cliente
de Carrefour, que por el momento se limita a decir que cumplen “con
las normativas legales vigentes en materia de política lingüística
en cada una de las Comunidades Autónomas”.
Carrefour se somete a los independentismos
Gloria Lago, de la plataforma Castellanohablantes.es, la asociación
más grande en defensa del castellano, explica que Carrefour no sólo
se ha sometido al soberanismo catalán, también al de otras regiones
como Galicia.
Según explica Lago, Carrefour, que antes emitía sus folletos en
completo castellano, ha decidido que ahora estén traducidos al
gallego, y, lo que realmente molesta, que se ponga la traducción al
castellano con letras de menor tamaño que lo redactado en gallego,
en lo que se entiende como un “claro menosprecio al castellano”.
Respecto a lo sucedido en Cataluña, Lago critica con dureza:
“Carrefour supongo que sabrá que la expresión ‘Estado español’ se
refiere a la organización administrativa de España, y no puede
comprar pescado en la organización administrativa de España, lo
tiene que comprar en España”.
“Parte de los éxitos del nacionalismo residen en conseguir revertir
el lenguaje, que las cosas no se llamen como se llaman en realidad,
y algo muy importante, conseguir que empresas privadas se decanten
por el nacionalismo. Estas empresas se dan cuenta de que hay un
sector que se queja más fuerte, que es el nacionalista, y otro
sector más sumiso”, explica la portavoz.
En el caso de Carrefour, aunque Lago entiende que “es una empresa
privada” y que, por tanto “pueden hacer lo que quieran”, también
cree que “tienen que entender que hay muchas personas a las que les
molesta esto. Primero, porque es una estupidez, y segundo porque es
una falta de respeto y no hace falta molestar a nadie. Porque todos
sabemos lo que hay detrás de ese tipo de terminología”.
La compañía gala apuesta por Cataluña
Y lo cierto es que la firma gala ha aumentado su apuesta por la
región catalana. El pasado ejercicio, de hecho, realizó compras a
1.448 empresas catalanas por valor de 1.411 millones de euros.
En este sentido, Carrefour ha celebrado recientemente la muestra
monográfica “Productes de la nostra terra”, en la que participaron
73 empresas catalanas con 165 productos locales. Una promoción que
estuvo disponible en los hipermercados de Carrefour de Cataluña.
La inauguración de la campaña, de hecho, tuvo lugar en Carrefour
Cabrera y estuvo presidida por Antonio Díaz i Vendrell, Director
General de Alimentación, Calidad, e Industrias Agroalimentarias de
la Generalitat de Cataluña, que en redes sociales muestra
abiertamente por medio de retuits su clara intención separatista.
Carrefour trabaja, de este modo, con una amplia representación de
productos elaborados por empresas de Cataluña, que aportan a los
establecimientos de la cadena surtido local.
Apoyo a los productos catalanes
Carrefour reconoce tener entre sus señas de identidad, el ofrecer a
sus clientes un surtido amplio en el que tienen cabida tanto los
productos de grandes empresas nacionales como los productos de
pequeñas y medianas empresas de cada una de las regiones en los que
la cadena está presente.
Sin embargo, el problema viene cuando la compañía muestra su
tendencia independentista, o mejor dicho su falta de valor para
hablar de España en una región en la que, para algunos, parece estar
mal visto.
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