Un Gobierno de incapaces desacreditados
Amando de Miguel Libertad Digital 4 Febrero 2019
Se repite: "Los pueblos tienen los Gobiernos que se merecen". Gran
sinsorgada es esa. Resulta evidente que los españoles no nos
merecemos los gobernantes y gobernantas que disponen a placer de
nuestro dinero. "Socialismo es libertad". Otra tontería. En el mejor
de los casos el socialismo ha clamado siempre por la igualdad y la
fraternidad, orillando la libertad, una cosa más bien burguesa. Pero
la cuestión que importa no va de abstracciones. Los individuos e
individuas que nos gobiernan ni siquiera podrían pasar por
socialistas en un examen ideológico. Para empezar, proceden de
familias bien situadas, que se han enriquecido aún más con los
contactos políticos. Claro que la peor incongruencia es que no son
capaces de pergeñar un mínimo texto en correcto castellano. Tampoco
parece que hayan leído a los clásicos del socialismo o a los
clásicos sin más.
Es asombroso el contraste entre la enorme vitalidad del país en el
orden económico y deportivo (no en el cultural, artístico o
científico) y la inoperancia de los que ocupan la escala de mando de
la política. No parece más lucido el plantel de reserva que se sitúa
a la izquierda del Gobierno en espera del asalto al poder. El
marbete de su partido es "Podemos", que parece más propio de un
fármaco contra el estreñimiento. Unos y otros serán –algunos–
doctores universitarios, pero su dotación intelectual se muestra
penosa. Qué nostalgia la de los gobernantes de hace más de un siglo,
capaces como eran de escribir libros y artículos de fondo, de
pronunciar discursos sin necesidad de leerlos, de regentar cátedras
y tribunas.
No suelen hacer mal papel los profesionales españoles al tener que
competir con los de otros países avanzados. Por eso mismo da
vergüenza la representación de los que mandan en España al lado de
otros dirigentes en la escena internacional. Qué miseria la del
Gobierno español en la crisis de Venezuela, qué falta de reflejos
ante el problema de Gibraltar con ocasión del disparatado Brexit.
Hay que retroceder hasta el Congreso de Viena, tras la caída de
Napoleón Bonaparte, para registrar una similar incompetencia de los
gerifaltes españoles en la escena diplomática.
La clave del desequilibrio que digo está en que los partidos
políticos establecidos han dejado ser los buenos mecanismos de
selección del personal que en su día pretendieron ser. No extrañará
que entren en liza con éxito nuevas formaciones políticas, que
casualmente no se llaman partidos y que llegan con otro espíritu. Su
fulgurante ascenso alienta la esperanza de que el sistema político
deje de ser una cleptocracia (= gobierno de los mangantes). No
parece mucha exigencia.
Debe recordarse que, con la Constitución en la mano, el Gobierno de
España no es elegido por el pueblo. Basta con que responda al
partido que consiga una mayoría en el Congreso de los Diputados. Sin
embargo, la anómala situación actual es que ni siquiera se cumple
tan condición. Gracias a un vergonzoso cambalache, el Gobierno que
ahora tenemos no representa más que a una pequeña fracción del
Congreso. Se hizo ver que se trataba de una salida de emergencia
para convocar elecciones inmediatamente, pero el doctor Sánchez le
ha cogido gusto al palacete de la Moncloa. Encima, el flamante
presidente del Gobierno se presenta ante la ciudad y el orbe como si
fuera un jefe de Estado. Quizá sea un resto inconsciente de la
ocurrencia que tuvo Francisco Franco a comienzos de la guerra civil.
Parece un argumento de película. Más dura será la caída, por seguir
con un título del cine.
Contacte con Amando de Miguel fontenebro@msn.com
Despilfarro para hundir las cuentas
ABC 4 Febrero 2019
En España se ha convertido en una lamentable costumbre que los
Gobiernos del PSOE incrementen irresponsablemente el gasto público,
poniendo en peligro la senda de estabilidad, las exigencias de
cumplimiento de déficit de la Unión Europea y el equilibrio
financiero de nuestra democracia. Los Gobiernos socialistas -y el de
Sánchez no iba a ser una excepción- gastan a manos llenas en la
creencia de que la derecha siempre será identificada con los
recortes, y de que, como sostuvo en su día la actual vicepresidenta
del Gobierno, Carmen Calvo, el dinero público no es de nadie. Sin
embargo, la deuda pública siempre crece con el PSOE en el poder. Tal
y como hoy revela ABC, el desembolso público ascendió durante los
últimos meses de 2018, tras la moción de censura contra Mariano
Rajoy, a máximos históricos, superando incluso lo ocurrido entre
2009 y 2010, cuando Rodríguez Zapatero gastó 12.000 millones extras
en la estrambótica inversión del llamado Plan E.
En el último trimestre de 2018, las administraciones experimentaron
un consumo público de 56.676 millones de euros, el mayor en tres
meses de la serie histórica del Instituto Nacional de Estadística
desde que hace mediciones de este tipo, en 1995. Sánchez tiene más
asesores y «enchufados» que ningún otro presidente en la historia
democrática y, con él en La Moncloa, las comunidades y los
ayuntamientos están generando un consumo público muy superior al de
ninguna otra etapa de gobierno anterior. El PSOE actúa en clave
preelectoral poniendo en peligro la estabilidad de las cuentas
públicas, en un momento en que su proyecto de Presupuestos está en
el aire, y en el que ha recibido serias advertencias del Banco de
España o de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal
(Airef) por no haber presentado unas cuentas públicas creíbles.
Su propuesta de gasto no coincide con el cálculo de ingresos del
Estado, y la previsión de crecimiento económico está decayendo por
más que el Gobierno trate de maquillar la realidad. Lo bueno de los
números es que su frialdad no engaña, y lo malo del Gobierno es que
miente a sabiendas de que las cuentas no cuadran. Sánchez se ha
revelado como un despilfarrador irresponsable que pretende poner al
Estado a su servicio para repetir como presidente, aunque tenga que
castigar a la clase media con más impuestos para que puedan
cuadrarle todos sus abusos con el erario. Esa es la seña de
identidad de la izquierda: tomar la caja pública y emplearla a
capricho para demostrarse como un manirroto, haciendo creer que
ahogar al ciudadano es un capricho de la derecha. Pero nada está más
alejado de la realidad. El dinero público sí es de alguien y cuesta
un enorme esfuerzo pagar los impuestos que el PSOE siempre se saca
de la manga. España merece elecciones cuanto antes porque los
números no mienten.
La más famosa tumba venezolana
Pedro de Tena Libertad Digital 4 Febrero 2019
Venezuela no es un país de demasiadas tumbas célebres, pero tiene
algunas bien destacadas. Recuerden que hace pocos años profanaron la
de Rómulo Gallegos, se llevaron el mármol y los cuerpos del propio
Gallegos y de su esposa Teotiste. No es algo infrecuente en el país.
Pero más famosa que todas ellas, más incluso que la del Gorila Rojo
con su boina sin cabeza, hay una tumba por excelencia, la más
tristemente insigne hasta ahora: la cárcel de máxima seguridad de
Caracas donde el régimen chavista mantiene encerrados a muchos de
sus opositores, aunque tuvieran el Premio Sájarov por sus méritos
democráticos y humanistas. Sin embargo, en el horizonte se vislumbra
una nueva tumba en Venezuela, que podría ser la celebérrima en pocos
años en todo el mundo: es la tumba del PSOE representado por Pedro
Sánchez y José Luis Rodríguez Zapatero, envenenado por una tiranía
sin que los principios democráticos hayan podido hacer nada por
salvarle la vida.
El comportamiento de Pedro Sánchez en la agonía de esta dictadura
neocomunista y bolivariana, impuesta por golpe de Estado tras golpe
de Estado desde hace veinte años, es el de alguien al que no le
importan ni su partido ni Venezuela ni ninguna otra cosa que no sea
un ego tan grande como la catedral de Burgos. ¿A qué viene dar
plazos de ocho días a un caudillaje fuera de toda ley? ¿A qué
responde el interés en que sea el propio autócrata el que organice
las elecciones en el país? ¿A qué conduce el que no se condene
abiertamente que las elecciones que acepta el monstruo sean las
generales sin acceder a las presidenciales? ¿A qué vergüenza se
somete a toda una España democrática, con presencia innegable en la
historia, la cultura y la trayectoria vital venezolana, haciendo que
toda la Unión Europea haya tenido que ser cómplice durante unos días
del silencio cobarde ante la masacre, ante la evidencia de la
crueldad de un régimen?
Podría pensarse que el narcisismo enfermizo de este cacique
socialista, capaz de imponer en Madrid a un candidato que hace diez
años alababa al Partido Popular despreciando unas primarias en las
que no cree, sería la causa primera de la agonía de este PSOE que
sigue sin hacer su transición a la democracia. Pero no. En este
caso, Sánchez, y ya veremos quiénes más, porque el papelón funeral
de José Borrell es de sonrojo y escándalo, está cubriendo el infame
comportamiento de José Luis Rodríguez Zapatero en el sostenimiento
de la dictadura venezolana. Infame él, e infames los que lo han
tolerado, también el PP de Rajoy, por ejemplo.
A lo mejor el caso es de cementerio más que de hospital democrático
donde podrían curarse este tumor endo-filo-despótico que sufre el
PSOE desde hace mucho. Hace unos días ha saltado la noticia de que
Zapatero está detrás de una empresa venezolana montada en Andorra
por la dictadura de Maduro para captar dólares. Se llama Interbanex
o Interban Exchange C. A. No lo ha denunciado cualquiera, sino el
miembro de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional de
Venezuela José Guerra. En ABC se ha mencionado la seña pero ningún
santo, salvo la empresa española Ampajesu, S. L., de 3.000 euros de
capital social e inscrita en el Registro Mercantil de Granada. Pero
nadie pregunta nada, ningún partido interroga, inquiere, revisa,
investiga. Tampoco los grupos de comunicación, con ligerísimas
excepciones, dicen nada.
A lo mejor no es del todo, o nada, cierto, pero si hay algo de
verdad en esta intermediación de Zapatero en las maniobras
financieras del régimen agonizante de Maduro –Hermann Tertsch lo
mencionó hace unos días–, la tumba más famosa de la historia de
Venezuela será la del PSOE, que acogerá en su seno al propio PSOE y
a Pedro Sánchez, flanqueados por sus cómplices. En cuanto la
democracia regrese a Venezuela, lo sabremos. Y pronto habrá
elecciones en España. Algo así sería la gota que colmase un vaso que
ya rebosa por todas partes.
Mientras tanto, ¿por qué nadie insiste en preguntar cuánto ha
cobrado, y cómo, Rodríguez Zapatero por sus años de auxilio al
gorilato? ¿Para qué están el Senado y el Congreso? Lo que no es que
sea raro, sino que además es bochornoso, es que parte del socialismo
internacional, al que pertenecía el expresidente venezolano Carlos
Andrés Pérez, por defectuoso que fuese y sea, esté amparando a los
monstruos golpistas de un país como Venezuela. Hay una fosa
esperando si alguien no aclara el crimen, porque crimen sí que hay.
Pedro está molesto
La malvada oposición no deja operar al estadista
Luis Ventoso ABC 4 Febrero 2019
Pedro está disgustado. A su rostro asoma una cierta irascibilidad.
Lo cual nos entristece a quienes lo admiramos y seguimos con
atención su labor al frente de un Gobierno de cambio y progreso para
todas y todos. A pesar de su campechanía y bonhomía natural, que
tantas simpatías le están granjeando entre españoles de toda
condición y que lo han situado al borde de la mayoría absoluta en el
CIS de Tezanos, ayer al bueno de Pedro se le veía irritado durante
la presentación de su dedazo a Pepu Hernández. Pedro está molesto y
tuvo la gentileza de subir al atril para compartir con nosotros, sus
múltiples fans, la razón de su malestar. Lo que lo tiene
decepcionado es «la oposición sin escrúpulos» de PP y Ciudadanos.
Lo que está pasando resulta intolerable en una democracia: ¡hay
oposición! Increíblemente, los mefistofélicos PP y Ciudadanos se
niegan apoyar el proyecto de presupuestos de Sánchez, a pesar de que
el Banco de España y la Autoridad Fiscal Independiente han destapado
que el presidente no votado y la señora Calviño han inflado los
ingresos y que esas cuentas son un tocomocho. Pero hay más, la
«oposición sin escrúpulos» critica que el Gobierno de España esté
sostenido por dos partidos golpistas y otro que es heredero de ETA.
No entienden que Sánchez está protegiéndonos de los separatistas
plegándose a ellos. La «oposición sin escrúpulos» es tan pejiguera
que si El Presidente pilla un helicóptero del Estado para irse a la
boda de su cuñao no les parece bien, y si se sube al Falcon para
llevar a su mujer de cumbia playera, también protestan, y hasta
pretenden saber cuánto cuesta el jolgorio.
Olvidando que Sánchez era una persona distinta antes y ahora -Celaá
y Calvo dixit- pretenden que cumpla sus promesas y cese a quienes
han utilizado pantallas fiscales para burlar a Hacienda (el ministro
cosmonauta, Calviño, Pepu). La «oposición sin escrúpulos» es tan
quisquillosa que no ve bien que TVE sea la televisión del PSOE y que
su administradora provisional -que nunca se va- haya hundido la
audiencia con tu sectarismo y poca cabeza. La «oposición sin
escrúpulos», que no tiene entrañas, incluso alertó de que la foto de
los ministros dando una bienvenida propagandística al Aquarius iba a
provocar un efecto llamada (como así fue). La «oposición sin
escrúpulos» incluso pretende que el Ejecutivo arregle la crisis del
taxi, porque no entienden que un Gobierno Instagram posa, no
trabaja. La «oposición sin escrúpulos» hasta continúa exigiendo que
el presidente no votado explique los plagios en su tesis y en el
libro sobre ella (y la serie de patrañas que encadenó para echar
balones fuera).
La «oposición sin escrúpulos» demanda que Sánchez cumpla su palabra
dada de convocar elecciones, porque son antiguos y ultras que no
asumen que hoy en España la verdad es un concepto discutido y
discutible, que diría Zapatero, y que si Sánchez dice una cosa y la
contraria no está mintiendo, sino simplemente pensando muy rápido.
En fin, que basta de obstaculizar la labor del Gobierno. Bastaría
con que esta mezquina oposición tomase nota de cómo Pedro, maestro
de la daga florentina, trataba al viejo Mariano.
El PP pide 40 comparecencias
Carlos Cuesta y Segundo Sanz okdiario 4 Febrero 2019
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el coautor de su libro,
Carlos Ocaña, y el ex ministro de Industria, Turismo y Comercio
Miguel Sebastián, como avanzó OKDIARIO, tendrán que comparecer en el
Senado, entre otros, por el plagio del jefe del Ejecutivo en su
tesis doctoral. Los tres aparecen en el listado de 40 comparecientes
que ha registrado el PP, al que ha accedido este medio, en la
comisión de investigación sobre el 'Tesisgate'.
De esta manera, estos tres comparecientes, al igual que el resto de
los españoles que figuran en el amplio plan de trabajo de los
populares —con mayoría absoluta en la Cámara Alta—, están ahora
obligados por ley a comparecer en el Senado y a decir la verdad. La
comisión, como mínimo, durará un año.
El escrito de 21 páginas presentado por el PP incluye un total de 40
comparecencias, así como la solicitud de casi un centenar de
documentos. Aquí, el testimonio de Carlos Ocaña será fundamental
para la investigación. Su estrategia de defensa, según su versión,
se basa en que se limitó a escribir en el libro firmado con Sánchez
“parte de algunos capítulos” de la tesis. Con todo, Ocaña, apodado
Cocana, reconoce que el libro La nueva diplomacia económica española
está basado fundamentalmente en el trabajo de postgrado del
presidente, que lleva por título Innovaciones de la diplomacia
económica española: análisis del sector público (2000-2012).
Sin embargo, el trabajo en la sombra de Ocaña, hombre de la máxima
confianza de Miguel Sebastián primero en la Oficina Económica del
presidente José Luis Rodríguez Zapatero y luego en el Ministerio de
Industria, será una de las claves de la comisión. La otra, el papel
que en todo ello tuvo el propio Sebastián, ya que documentos
internos de su departamento terminaron siendo plagiados por Sánchez
en su tesis. Por ejemplo, un discurso del ministro pronunciado el 6
de junio de 2011 en un acto del ICEX o un ‘power point’ que presentó
en una conferencia en Nueva York el 16 de marzo de 2009, como
informó OKDIARIO.
El actual líder del PSOE fusiló estos documentos internos en su
tesis plasmándolos como si fueran aportaciones suyas a la
investigación universitaria, cuando en realidad no lo eran. Pese a
ello, obtuvo la calificación “apto cum laude” (máxima nota) de un
tribunal en noviembre de 2012. El PP solicita a la Comisión que se
reclamen al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio “los
dosieres internos y documentos elaborados por Carlos Ocaña durante
su tiempo” en el mismo (fue director general de mayo de 2008
diciembre de 2011) y en la OEP (mayo de 2004-abril de 2008).
El compañero Padilla
Precisamente, los miembros de aquel tribunal (Cristina Ruza
Paz-Curbera, Santiago Pérez Pérez-Camarero, Ricardo José Rejas
Muslera, Alejandro Blanco Fernández y Juan Padilla Fernández-Vega)
también tendrán que desfilar por la Comisión del Tesisgate. En este
punto, será especialmente relevante la comparecencia de Juan Padilla
Fernández-Vega, ya que no sólo coincidió con Sánchez cuando daba
clases en el departamento de Administración y Dirección de Empresas
de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas de la Universidad
Camilo José Cela (UCJC), sino que además escribieron juntos dos
papers (artículos científico) luego transcritos tal cual en la
tesis. Uno de ellos también junto a la directora de la tesis, Isabel
Cepeda, viuda del profesor Jesús Neira, quien tenía estrecha
relación con la mayoría de los evaluadores.
Se da la circunstancia de que, según los expertos economistas
consultados por OKDIARIO, el cálculo de un coeficiente aplicado al
“modelo de regresión de las exportaciones”, cuya autoría real se
atribuye a Juan Padilla, es la única aportación que contiene la
tesis de Sánchez al campo de la diplomacia económica.
Cortés Elvira y Nieves Segovia
Otros comparecientes que figuran en el plan de trabajo del PP son el
rector de la UCJC en 2012, Rafael Cortés Elvira, ex secretario de
Estado para el Deporte con el PSOE; el actual rector, Samuel
Martín-Barbero, la propietaria de esta Universidad y presidenta de
SEK, Nieves Segovia Bonet, el director de la Escuela de doctorado de
la UCJC, Francisco López Muñoz, o el director general de Política
Universitaria del Gobierno en noviembre de 2012, Jorge Sanz
González.
Igualmente, la comisión se interesará, como avanzó OKDIARIO la
pasada semana, por el proceso de convalidación de los cursos de
doctorado que Sánchez hizo en el Instituto Ortega y Gasset, adscrito
a la Universidad Complutense (pública) cinco años antes de
matricular su tesis en la UCJC (privada). De ahí que sean llamados
el director de los cursos de doctorado de la UCM, Emilio Javier
Peral Vega, y la directora general y secretaria del patronato del
centro Ortega y Gasset: Lucía Sala Silveira.
Los populares solicitan aquí una “las calificaciones obtenidas por
el doctorando”, así como una “copia del trabajo de investigación
conducente a la obtención del DEA o suficiencia investigadora” en el
Ortega y Gasset. El currículum de Sánchez dice que obtuvo el DEA en
el curso 2004/2005.
El polémico Carlos Mulas
Además, deberán comparecer una serie de profesores que asesoraban en
su día a Zapatero y que Sánchez plagió en su tesis doctoral. Entre
ellos destaca Carlos Mulas, profesor del Departamento de Economía
Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Desde mayo
de 2004 a mayo de 2005, Mulas fue subdirector de la Oficina
Económica del Presidente del Gobierno que en aquel momento dirigía
—otra vez en el epicentro— Miguel Sebastián. Mulas fue director de
la extinta Fundación IDEAS, vinculada al PSOE. Su ex mujer Irene Zoe
Alameda, alias Amy Martin, defraudó a la misma 50.000 euros en una
sonada polémica.
Otros de estos economistas que fueron copiados por Sánchez y que
constan en el listado del PP son: Francisco Javier Salinas Jiménez,
Julio Cerviño Fernández y Jaime Rivera Camino. También está el
diplomático Manuel Cacho, a quien el líder socialista y Ocaña
fusilaron una ponencia en el libro de la editorial Delta. El editor
gerente de esta firma, Fernando M. García Tomé, también irá al
Senado. El catedrático Francisco Aldecoa, autor el prefacio del
libro, y Patricia Soublechero, incluida en los agradecimientos de
esta obra, son otros de los nombres.
Por su parte, PSOE, Unidos Podemos y el Grupo Nacionalista (PDECat y
CC) tienen hasta el próximo 1 de marzo para presentar sus planes de
trabajo tras la segunda prórroga aceptada por el PP. Una decisión
criticada por Ciudadanos, que ya registró en diciembre su lista de
comparecencias con buena parte de las que ahora plantean los
populares.
Presupuestos
El coste de los asesores de Gobierno e
instituciones alcanzará la cifra récord de 50 millones en 2019
Francisco Núñez Okdiario 4 Febrero 2019
El Gobierno del PSOE ha acentuado la contratación de asesores hasta
registrar un nuevo récord. Según la letra pequeña de los
Presupuestos Generales del Estado, los ministerios y algunas
instituciones han elevado en más del 10% el número de contratados a
dedo respecto a los que tenía el Ejecutivo anterior. Así, Sánchez
acumula 950 personas de confianza frente a los 860 de Rajoy y los
700 que había antes de la crisis económica. Hay ahora un 36% más de
asesores que en 2006. A esta cifra, hay que sumar los asesores de,
por ejemplo, el Tribunal Constitucional (12) y las Cortes (399 entre
Congreso y Senado).
El número total que sale es de 1.361 frente a los 1.271 de hace un
año. Su coste, excluyendo las cotizaciones sociales, se acerca a los
50 millones de euros, la mitad del gasto público destinado a la
protección de la familia y la atención a la pobreza infantil. El
aumento del gasto sobre 2018 crece también un 10% (en casi 5
millones más) y sube un 35% respecto al inicio de la crisis. En esta
estadística no figuran los asesores técnicos contratados por las
empresas públicas y los diversos organismos del Estado.
El número de cargos de confianza aumentó en los primeros años de
recesión cuando los partidos incorporaron a las administraciones a
personas de su entorno con dificultades laborales. La cifra se
redujo levemente partir de la segunda recesión en 2011 para subir en
el inicio de la salida de la crisis. Pero la subida de 2019 (10,5%)
supera con creces el ritmo de años anteriores.
Según Ley de la Función Pública, el nombramiento del personal de
confianza o eventual es de libre designación por parte de los altos
cargos y cesa cuando sale del puesto quien les ha contratado. Se
trata del equipo personal que traen del exterior de la
administración los ministros y los altos cargos. Esta modalidad de
contratación pública procede de una ley de Franco de 1964. Se creó
para asesorar a los departamentos del Estado. Por decreto, se
diferenció en 1977 entre el personal de confianza con titulación
adecuada y los que no la tenían. En 1984 el Gobierno del PSOE hizo
tabla rasa y extendió la norma al conjunto de las administraciones
públicas donde se produce una enorme inflación de estos puestos para
personas fichadas incluso como técnicos o para cargos de especial
responsabilidad.
Gasto extra para el contribuyente
Estos empleos no están reservados a funcionarios de carrera, lo que
denota un gasto añadido para el contribuyente y un cierto grado de
desconfianza hacia quienes han ganado su plaza mediante una
oposición o concurso según su competencia profesional y méritos. Por
tanto, su contratación no está sujeta a convocatoria alguna ni a
méritos. Estos puestos suelen ocuparse de la asistencia personal de
altos cargos, políticos, comunicación, asesoría técnica o de la
jefatura de los gabinetes. También se contrata a personas que se
encargan de la elaboración de discursos, chóferes o incluso
administrativos y contables.
No se les pide un nivel de formación elevado, ya que, por ejemplo,
sólo la mitad de los asesores contratados por el actual Gobierno
tiene una titulación superior; un tercio, dice poseer una titulación
de grado medio; y un 17% señala tener graduado de escolaridad o
certificado de escolaridad. No se conocen sus emolumentos, ni
siquiera se publican sus nombres o sus méritos profesionales y
académicos. El Portal de la Transparencia publicó datos de 2012 y
2013, con una media salarial superior a los 50.000 euros anuales,
pero, tras una protesta generalizada de dichos asesores, no se ha
vuelto a facilitar la información.
Presidencia gasta 10,7 millones
Por departamentos, Presidencia del Gobierno es quien más asesores
tiene (342), con un coste de 10,7 millones, frente a los 459 que
tenía este ministerio hace un año, con un gasto cercano a los 15
millones. Pero, los datos no son homogéneos ya que, en 2010, con
Rajoy, Presidencia tenía incorporado al departamento de la Función
Pública, que ahora figura en el ministerio de Política Territorial.
En todo caso, el Programa presupuestario del presidente del Gobierno
permite la comparación entre ambos ejecutivos. Así, Sánchez tiene
asignados directamente 269 asesores frente a los 249 de Rajoy. La
diferencia es de 20 personas de confianza más, un 8%. Lo más curioso
es que casi un tercio de los efectivos totales de La Moncloa son
estos asesores externos de Sánchez. Es decir, hay 382 funcionarios
de carrera (y 236 laborales fijos) frente a esas 269 personas
nombradas a dedo. Por formación, también es destacable que sólo un
tercio de esos asesores tienen titulación superior, mientras que el
41% sólo tiene graduado escolar o certificado de escolaridad y el
resto (26%) dice poseer titulación de bachiller o grado medio.
En número, le sigue el nuevo Ministerio de Política Territorial y
Función Pública con 168 asesores contratados y un coste de casi 6,4
millones. Es decir, el departamento más administrativo y que se
ocupa de los funcionarios es uno de los que más personal de
confianza ha contratado. Por su parte, el Ministerio de Transición
Ecológica llega a los 55 mientras que Exteriores, Economía, Trabajo,
Industria y Defensa superan la veintena. Por ejemplo, Defensa tiene
presupuestados 23 asesores frente a los 16 de 2018 con un coste de
un millón de euros frente a los 674.000 euros de hace un año. Es
decir, su gasto en nombramientos a dedo ha crecido un 50%.
Por instituciones, el Congreso acumula 337 eventuales, incluyendo
los asignados a las comisiones y órganos de la Cámara, con un coste
de 12 millones a cargo de los contribuyentes y no de las
subvenciones que el Estado otorga a los partidos. Lo que significa
que cada diputado en media cuenta con un asesor. Por su parte, el
senado alcanza los 62.
También ha aumentado el número y el presupuesto de los altos cargos
ministeriales. Excluyendo a los diputados (350) y los senadores
(266), Rajoy tenía en 2018 en la Administración 455 y Sánchez llega
a 485, casi un 7% más. Su coste supera los 44 millones (82 millones
con los diputados y senadores) frente a los 41 millones en 2018
(72,2 millones con los representantes políticos).
Sí al Estado autonómico
Isabel Díaz Ayuso ABC 4 Febrero 2019
Pretender la destrucción de las autonomías es insensato, y consiste
más un eslogan para gritar en algunos mítines que una medida
política reflexionada.
A nadie se le ocurriría suprimir el sistema de gobierno alemán.
El altísimo nivel de desarrollo uniforme de todos los pueblos de
España se ha logrado gracias a las decisiones tomadas por las
administraciones más cercanas al ciudadano que han sido y son los
ayuntamientos, las diputaciones, los parlamentos y los gobiernos
autonómicos.
Es un hecho que la España de 2019 no tiene mucho que ver con la
España de hace 40 años, y que nuestro sistema autonómico ha sido, en
buena parte, la base para haber disfrutado del mayor tiempo de paz y
prosperidad compartida en España de toda nuestra historia.
Solo por poner un ejemplo, España ha conseguido multiplicar por
quince su renta «per capita» en estos cuarenta años. Otros países,
mucho más ricos y poderosos que el nuestro, como Estados Unidos o
Reino Unido, han necesitado más de cien años de su historia para
conseguirlo. Por mucho que a algunos les pese, eso ha sido, entre
otras cosas, gracias al sistema autonómico.
Distinto es que algunos hayan abusado de él. Eso es cierto, y bien
van a pagar en breve algunos de ellos por las tropelías cometidas.
España es un país libre y plenamente democrático. Sin complejo
alguno. Y en el uso de la Libertad asumimos que defiendan sus
postulados incluso aquellos que quieren destruir España. Esta es
nuestra grandeza.
Y si los nacionalismos han subido su apuesta, no miremos a las
instituciones como las culpables, sino a los errores de quienes
pensaron que la integración de los nacionalismos se conseguiría sin
esfuerzo o a los políticos concretos que ha hecho dejadez de sus
funciones o han abusado de ellas.
Estoy de acuerdo con que los constitucionalistas pensaron, no sin
cierta inocencia, que las autonomías acabarían integrando a los
nacionalismos y dejarlos sin discurso, no solo en País Vasco y
Cataluña. Muy cierto es que no se ha conseguido. Pero no es culpa
del estado autonómico.
Los nacionalismos crecen también en países que no tienen estructura
autonómica. Digo como Vargas Llosa: «El nacionalismo y el racismo
son las dos caras de la misma moneda», y eso no se combate
suprimiendo los parlamentos y gobiernos regionales.
Yo creo en España y creo que el «concepto España» tiene que estar
más presente en el concierto autonómico. Pero la España del Siglo
XXI concebida con un gobierno central que anule las autonomías es
impensable, incomprensible e inviable.
Si el «concepto España» ha desaparecido en algunas regiones, es
obligado enmendar los errores. Y el Gobierno tiene instrumentos en
su mano para hacerlo. Por ejemplo, creo que la coordinación de la
enseñanza debe ser mejor. El Gobierno puede y debe garantizar que se
estudien de forma común para toda España las asignaturas de
Historia, Geografía y Lengua, por ejemplo, aunque la competencia la
desarrollen las Comunidades Autónomas, pero bajo la estricta
supervisión de la Administración Central y con absoluta lealtad
institucional.
Se puede y debe garantizar el uso del español en todo el territorio
nacional sin fronteras ni limitación alguna, con independencia de
que las lenguas cooficiales puedan ser también usadas en sus propios
territorios, pero nunca con exclusión de la única lengua común y
universal de nuestra nación: el español.
Y, por último, está el mayor error de las administraciones
autonómicas: el despilfarro, la contratación de demasiados empleados
para pagar favores y la creación de administraciones paralelas que
sirven para sacar del control debido el dinero público. Pero ese
desacierto no es un mal del sistema autonómico, una vez más, es un
problema de malos políticos que utilizan las instituciones para usos
personales o partidistas.
Yo creo en la España liberal, la que pide menos administración y más
ciudadanos; menos organismos públicos y menos impuestos; más
Libertad y más España.
Madrid es un buen ejemplo de ello: las políticas liberales del
Partido Popular durante los últimos veintidós años han hecho de
Madrid un modelo de éxito. Antes de que el Partido Popular gobernara
en la Comunidad de Madrid, Madrid era la cuarta región de España.
Hoy, somos los primeros.
Es la comunidad autónoma en la que mejor Sanidad se ofrece; la que
permite elegir médico, hospital, colegio, transporte o abrir
nuestros negocios cuando queramos... Eso también lo ha conseguido el
estado autonómico en manos de políticos serios, liberales y
conservadores. Otras autonomías no han seguido ese camino de
Libertad y no pueden presentar el mismo balance.
Creo en España. Creo en la España de las autonomías. La misma que
nos ha sacado de la autarquía y nos ha convertido en una de las
naciones más abiertas y prósperas del mundo. Uno de los lugares
donde es mayor la esperanza de vida. El destino elegido por millones
de personas de todo el mundo para vivir su jubilación. País señalado
por todos con el mayor índice de felicidad.
Creo en España. No se puede gobernar Madrid sin querer a España. Y
creo que la España de hoy y de futuro se construye eliminando
barreras entre regiones, pero con la seguridad de que las regiones
existen.
Insensateces autonómicas
Nota del Editor 4 Febrero 2019
Para entrar a estas alturas de la historia a defender el tinglado
autonómico hay que estar muy desesperado. Pretender atacar a quienes
defendemos la obligada racionalidad y consecuentemente eficacia del
estado porque el tinglado autonómico ha resultado y es un disparate
para conseguir que los despistados no voten a quienes defienden
España es una idiotez que sobrepasa la insensatez.
¡Hijos de mala madre!
Vicente A. C. M. Periodista Digital 4 Febrero 2019
LA "MADRE PATRIA" SE HA TRANSFORMADO POR EL SECTARISMO DE PEDRO
SÁNCHEZ EN UNA MALA MADRE QUE RENIEGA DE SU MATERNIDAD Y ABANDONA AL
VÁSTAGO A UNA MUERTE SEGURA.
Casi nunca escribo de política internacional y me circunscribo al
tema patrio. Pero es precisamente esa palabra en femenino, Patria,
la que me lleva a dedicar unas reflexiones sobre el tema dramático
que afecta a Venezuela y a los venezolanos (paso de reiterar “y las
venezolanas" en una moda inclusiva papanatas y ridícula). Siempre se
ha hablado del papel fundamental de España en la colonización del
recién descubierto continente americano y su innegable influencia
cultural, labor evangelizadora del cristianismo, incluyendo la
lengua española como elemento de nexo común entre los diferentes
territorios, a excepción de aquellas partes que otras potencias
europeas de la época colonizaron. Desde luego que España hubo de
sufrir durante siglos la ignominia de ser acusada de tropelías con
los nativos y otras atrocidades por culpa de una mal intencionada
campaña de propaganda de descrédito, propalando bulos en lo que se
conoce como “leyenda negra”. Algo similar a lo que sucedió en los
Países Bajos en relación a los Tercios españoles y el Duque de Alba.
Los más afamados historiadores reconocen que no se puede hablar de
ninguna forma de “genocidio”, sino de “etnocidios” concretos, usando
alianzas con otras etnias u opositores, como sucedió en el caso de
Méjico para destronar al tirano Moctezuma. Solo los enemigos de
España aceptan sin pudor alguno la teoría del genocidio, obviando
que, de ser así, la inmensa mayoría de los pueblos autóctonos
habrían desaparecido y no permanecerían ni sus costumbres ni sus
lenguas, cosas que no suceden de ninguna manera. Por otro lado, si
se caracterizó por algo la colonización de ese amplio territorio por
los españoles, ha sido por su integración con los pueblos donde el
porcentaje de mestizaje es altamente significativo. Una realidad que
contrasta con la actitud de los ingleses o franceses en sus zonas de
colonización, como por ejemplo en lo que hoy son los USA y Canadá,
donde prácticamente los pueblos indígenas fueron exterminados y
obligados a recluirse en reservas.
El caso es que fueron casi cuatro siglos de colonización, que
terminaron con un movimiento generalizado de independencia de los
diferentes territorios, priemro con forma de virreinatos y más
tarde, administrativamente divididos en provincias en la primera
Constitución española de 1812 de Cádiz. La historia nos dice que el
movimiento republicano que surgió en Francia fue lo que inspiró a
los dirigentes de las colonias que se sentían coartados por el
centralismo del parlamentarismo monárquico, surgiendo líderes
“libertadores” como José de San Martín o Simón Bolivar, que supieron
aprovechar la debilidad de España tras la invasión de las tropas de
Napoleón Bonaparte. Finalmente, las cortes de España renunciaron a
los derechos de España en todos los países independizados una vez
muerto Fernando VII. Una situación que tuvo su prolongación con la
pérdida de las últimas colonias a finales del siglo XIX, incluyendo
Filipinas y sobre todo,la perla del caribe, Cuba. Una situación
pareja a la que tuvieron otras potencias como Inglaterra, con la
independencia de los Estados americanos que hoy conforman los USA.
Una situación que fue en auge durante el siglo XX en la que el
Imperio Británico perdió la mayoría de sus colonias. Pero tuvieron
la genialidad de mantener lazos comerciales y políticos formando la
Comonwealth of Nations.
Esta estrategia no fue emprendida por España con sus antiguas
colonias, manteniendo una relación casi protocolaria y con tópicos
como el del día de la Hispanidad y lo de "la Madre Patria". Aún
resuenan las palabras del Rey D. Juan Carlos al dictador Hugo Chávez
cuando le dijo aquél "¿Por qué no te callas? en la XVII Cumbre
Iberoamericana de Jefes de Estado. No existe una política común y
eso se traduce en tratamientos diversos a los países en función de
sus situaciones políticas circunstanciales y los intereses
económicos bilaterales existentes, en los que España suele actuar
como generoso mecenas condonando deudas. Porque la situación es
altamente variable y conflictiva según el tipo de Gobierno de cada
país, desde rotundas dictaduras de raíz ultracomunista (también se
llaman bolivarianas) como las actuales de Cuba, Nicaragua, Bolivia o
Venezuela; o dictaduras militares como las sufridas en alguna época
por Chile con Pinochet, o por Argentina con una Junta militar. El
caso es que no existe algo similar a esa Commonwealth, sino solo una
especie de mini ONU en una OEA (Organización de Estados Americanos
con 35 miembros que incluyen a todos los Estados americanos salvo
Cuba que fue expulsada y la Guayana Francesa. Entre las decisiones
políticas la más reciente fue la aprobación de la declaración de
rechazo a las elecciones presidenciales realizadas por el Gobierno
chavista de Nicolás Maduro en las que salió reelegido. Sin embargo,
no ha habido consenso para reconocer a Juan Guaidó como el
presidente interino legitimado para devolver la legalidad mediante
elecciones democráticas. Solo 16 países de la OEA le han reconocido.
Una situación que por desgracia se repite en una UE incapaz de
consensuar una postura común y que ha quedado limitada a una simple
declaración del Parlamento de la UE en una resolución que fue
aprobada por 439 votos a favor, 104 en contra y 88 abstenciones. La
resolución reconocía a Juan Guaidó según lo siguiente:
“Reconoce a Juan Guaidó como presidente interino legítimo de la
República Bolivariana de Venezuela, de conformidad con la
Constitución Venezolana y con arreglo a lo establecido en su
artículo 233, y apoya plenamente su hoja de ruta.
……..
Condena enérgicamente la represión feroz y la violencia, que han
causado asesinatos y heridos; manifiesta su solidaridad con el
pueblo de Venezuela y expresa sus sinceras condolencias a los
familiares y amigos de las víctimas; insta a las autoridades
venezolanas de facto a que pongan fin a todas las violaciones de los
derechos humanos, a que exijan responsabilidades a sus autores y a
que velen por que se respeten plenamente todas las libertades
fundamentales y todos los derechos humanos.
………
Reitera su pleno apoyo a la Asamblea Nacional, que es el único
órgano democrático legítimo de Venezuela, y cuyas competencias deben
restablecerse y respetarse, incluidas las prerrogativas y la
seguridad de sus miembros.”
Y ¿Cuál fue la posición de nuestro impresentable Presidente de
Gobierno? Pues sumarse tarde mal y nunca a la iniciativa de Francia,
Reino Unido y Alemania dando un ultimátum a Nicolás Maduro de 8 días
para convocar elecciones (se supone que presidenciales y con
garantías) o en caso contrario, reconocerían a Juan Guaidó como
legitimo Presidente de Venezuela. Una posición que no tuvo el apoyo
de muchos otros países como Italia o Austria. Y la verdad es que lo
que no se puede es reconocerle a Nicolás Maduro ni siquiera la
potestad de convocar elecciones, ya que, en primer lugar habría que
obligarle a desmontar ese tinglado de la Asamblea paralela a la
elegida en el 2015, reconocida por los Altos Tribunales venezolanos
que vergonzosamente se posicionaron a favor del dictador y de su
régimen. Al igual que la cúpula militar, relacionada con la
corrupción por el narcotráfico, que es el sostén de un régimen
dictatorial ilegítimo. Lo que había que haberle exigido al dictador
es que aceptase la oferta de Guaidó y aceptase la salida honrosa que
se le ofrecía, tal y como finalmente se produjo en Perú con la
puesta en libertad de Fujimori mediante un indulto.
Esta madrugada a las 24:00 h se cumple el ultimátum, ¿Cuáles van a
ser las medidas que se adopten si Maduro, como ya ha adelantado, no
acepta el ultimátum? Aunque es cierto que cínicamente ofrecía a la
oposición la celebración de unas elecciones legislativas, pero nunca
unas presidenciales y mostraba su fortaleza arropado por la cúpula
militar y unos miles de fieles que se manifestaban en paralelo
mientras lo hacía la oposición a escasos kilómetros en Caracas. Este
dictador no se va a ir motu proprio y la única solución solo puede
venir por plantearle una amenaza real como ya ha hecho un alto cargo
de la Administración de los USA al decirle que puede acabar en
Guantánamo. Los dictadores no entienden otro lenguaje que el mismo
que ellos practican, la fuerza y la represión.
Ha sido una vergüenza el que Pedro Sánchez, como Presidente del
Gobierno de España, no haya promovido una resolución parlamentaria
en el Congreso donde se retratasen todos los partidos, que como bien
sabemos, algunos como PNV, los golpistas y PODEMOS, no apoyan a la
oposición que representa en la Asamblea legítima del 2015 al pueblo
venezolano antes del golpe de Estado que dio Maduro. Su inicial
actitud remisa a tomar la iniciativa le ha dejado como lo que es, un
pelele de PODEMOS y de sus socios de Gobierno. Y alguien así, por
esta y otras muchas razones, no puede seguir ni un minuto más en su
cargo. Así que mantengo mi exigencia de:
¡¡¡GOBIERNO OKUPA DIMISIÓN!!! ¡¡ELECCIONES GENERALES YA!!
¡Que pasen si pueden y su conciencia se lo permite un buen día!
¿Ha abandonado España la UE por Venezuela?
Federico Jiménez Losantos Libertad Digital 4 Febrero 2019
Estamos ante la evidencia de una traición a los compromisos europeos
de España y en favor de una banda de comisionistas a las órdenes de
unos asesinos.
El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo este jueves
que "desde hace meses" España está organizando un "Grupo de
Contacto" para eternizar la hambruna, las masacres y la huida de más
de cuatro millones de personas del infierno en que los chavistas han
convertido Venezuela. A eso se dedica Zapatero desde hace años: a
prolongar hasta eternizarse la tiranía chavista. Para blindar ese
Infierno cuenta con el Papa, Putin, los ayatolás, Xi y Erdogan, su
socio en la Alianza de Civilizaciones contra Occidente.
De lo que Borrell no se daba cuenta es de que estaba confesando que
España abandonó "hace meses" la política común de la Unión Europea y
viene traicionando a sus 27 socios en la política con Iberoamérica,
no en calidad de invitado sino como cabecilla y organizador de una
diplomacia paralela al servicio del narco-comunismo y en contra de
los venezolanos. Vamos, que el ministro de Exteriores de Sánchez es
el infame Zapatero.
Zapatero y Sánchez, al Tribunal Penal Internacional
La Audiencia Nacional tramitó hace cinco años la denuncia contra
Chávez, Maduro y sus colaboradores por crímenes contra la humanidad,
causa que trasladó al Tribunal Penal de La Haya, que condenó a
Milosevic y a Karadzcic por la "limpieza étnica" en los Balcanes. Si
Maduro sigue, por propia voluntad o por chantaje de Cabello y los
narcogenerales, al frente de esa "limpieza" criminal y liberticida,
acabará en el banquillo y en la cárcel. Y a su lado deberían estar
los que, desde Europa, han colaborado en perpetuar esa infame
tiranía. El primero de ellos, Rodríguez Zapatero. Y si Sánchez,
traicionando a la UE, está sirviendo esa misma causa, con él.
Es un momento especialmente favorable para que cualquier tribunal
nacional acepte la denuncia contra las figuras más destacadas del
chavismo y la remita a La Haya, donde más tarde o más temprano,
serán juzgadas y condenadas. Creo que esa presión personal e
intransferible puede ser muy eficaz como herramienta disuasoria para
los que creen poder seguir como verdugos por tiempo indefinido,
masacrando impunemente venezolanos. Cuanto más dure su gobierno
asesino, más dura será la condena final.
Ah, y si estos payasos sanguinarios creen que escapando a Cuba o a
cualquier otro país comunista se salvarán, les convendría recordar a
Ramón Mercader, el asesino de Trotski, envenenado con el polonio que
teñía el oro del reloj que le dieron como obsequio por su silencio
de treinta años. Tras un año espantoso en Cuba, con sus huesos
deshaciéndose al sol, hoy yace bajo el hielo junto a Kim Philby, en
el cementerio de Héroes de la Unión Soviética. Los padrinos de hoy
serán los que eliminarán mañana a los chavistas. Los entregarán a
Occidente a cambio de cualquier cosa. O los liquidarán como a Ramón
Mercader, por si tienen la tentación de hablar.
Por eso, creo que hay que empezar a presentar denuncias contra los
que de forma abierta o encubierta y contra la opinión de toda la
oposición al régimen chavista, actúan como sicarios diplomáticos de
la dictadura. El papel de Zapatero es público y notorio, miserable
hasta la vileza, pero la misma suerte deben correr los que,
emboscados en una supuesta mediación internacional, protegen a los
criminales de Caracas, cobrando por ello. Y si lo hacen, como
Sánchez y Borrell, por razones inconfesables, al banquillo también.
Nada desasosiega más, a la hora familiar del desayuno, que leer que
ya han puesto fecha a su juicio como "cómplice de crímenes contra la
Humanidad". O temer que puedes leerlo ese día. U otro. Y así, años y
años.
El Grupo de guanxi
Milosevic o Karadzic eran fanáticos asesinos. Los chavistas de hoy
son asesinos corruptos. Aquellos mataban por racismo. Estos, por el
dinero del narcotráfico y por disfrutar de ese Poder sin límites que
les hace ricos. Pero la motivación no importa a la hora de juzgar un
asesinato de masas. Lo esencial son los muertos. Y ya son 340.000
los muertos que acumula en su cuenta el régimen de Chávez y Maduro,
Diosdado Cabello… y Zapatero. La complicidad con el régimen chavista
del expresidente del Gobierno de España es tan escandalosamente
notoria que no cabe achacarla a simpatía más o menos absurda, sino a
actuación concertada por el propio régimen. Ahí es donde se ha
pillado los dedos. Y también ahí es donde a Falconetti, Borrelletti
y demás payasos de la política les alcanza la responsabilidad.
En chino, al 'contacto' político que te permite ganar dinero se le
llama guanxi. En la tiranía de Xi Jinping, en realidad desde la de
Deng Xiaoping, hay dos clases de chinos: los que tienen guanxi y los
que no tienen guanxi. Unos pueden tener el respeto de sus hijos por
su honradez. Otros pueden mandarlos a estudiar a Harvard, a
Manchester o a Madrid, según el guanxi. Lo mismo pasa en el
chavismo. Y no es casualidad que sus padrinos hayan tomado el nombre
revelado por Borrell de "Grupo de Contacto".
Pero, ¿con quién contactan los miembros de ese Grupo? ¿Cuál es su
guanxi? En rigor, es el guanxi, o sea, el contacto chavista, el que
los contacta a ellos y les da instrucciones. A cambio, pueden
acceder a una parte del petróleo, el oro o las cuentas corrientes
suizas que, con todo lo que están robando febrilmente, abren en los
paraísos fiscales. Pero ninguno es lo que era. Ahora mismo,
cualquier contable que está transfiriendo a una narcocuenta el
dinero que les falta a los venezolanos para lo más elemental, comida
y medicinas, está apuntando el número de cuenta o memorizando la
puerta trasera para burlar el código encriptado y acceder al botín
oculto. Si lo guardan en cualquier dictadura, lo normal es que se lo
queden allí. Si lo guardan en una granadina, lo normal es que, a la
caída del régimen, o antes, caiga todo el tinglado de apoyo
internacional que aún sostiene al chavismo.
Presión, presión y más presión
La oposición española, es decir, los tres partidos que, dentro del
Parlamento -PP, Cs- o fuera de él -Vox- han reconocido a Guaidó y
han exigido a Falconetti que haga lo mismo, tienen una gran ocasión
de poner contra las cuerdas al Gobierno que, tal vez hoy, quiera
escaquearse de su responsabilidad dilatoria asumiendo como propio el
reconocimiento de toda la UE al presidente legítimo de Venezuela. Lo
dicho o confesado por Borrell es de tal gravedad -nada menos que
haber obrado a espaldas de la UE en favor de Maduro, cuando sostenía
públicamente que esperaba al pronunciamiento conjunto europeo para
no hacer "seguidismo"-, que obliga a explicarse al ministro
parlanchín y al viajero saltimbanqui. Estamos ante la evidencia de
una traición a los compromisos europeos de España y en favor de una
banda de comisionistas, a las órdenes de unos asesinos, que han
creado el Grupo de Guanxi para entorpecer la liberación de
Venezuela.
Hay que evitar que España siga con el doble juego que Zapatero, con
Rajoy y Sánchez, ha impuesto a un país que debería estar a la cabeza
de la lucha por la libertad y está a la cola de la corrupción para
servir a la tiranía. Hay que exigir en el Parlamento a Sánchez que
desautorice toda actuación de Zapatero y renuncie a ese Grupo de
Guanxi contra la Oposición. Debe comprometerse a actuar de acuerdo
con la oposición al gorilato y bloquear de inmediato todo el
narco-dinero que los bolichicos, los niñatos del régimen, blanquean
desde hace tiempo comprando los pisos más caros de Madrid. Y debe
interesarse ante la Audiencia Nacional para que la denuncia ya
admitida por crímenes contra la humanidad contra Maduro y sus
secuaces, también los españoles, se active en La Haya.
El arma fundamental contra la tiranía es el sacrificio heroico de
los venezolanos. La forma más eficaz de ayudarles es presionar,
presionar y presionar, en todos los ámbitos, por todos los medios.
Hasta que caiga esa banda criminal y miserable, cuya mera existencia
ofende a la Humanidad.
Maduro en su crepúsculo
Gabriel Albiac ABC 4 Febrero 2019
No hay muchas ocasiones de asistir a algo tan saludable: un tirano
naufraga en su crepúsculo, Maduro se consume en Venezuela. Conviene,
sin embargo, medir nuestro entusiasmo. Un asesino acorralado es una
bestia peligrosa. No existe freno moral para quien se asentó sobre
escombreras de odio, de muerte y miseria. Un déspota caribeño es un
animal sagrado. Y sacrifica.
Maduro llegó al poder como heredero de un espadón, Hugo Chávez,
atrabiliario personaje que hablaba con los muertos y recibía del más
allá la asesoría de los padres de la patria. Profeta alucinado,
Chávez legislaba al dictado de aquello que, desde el otro mundo,
Simón Bolívar le iba susurrando. Y, en abracadabrante metáfora
freudiana, enarbolaba el reluciente sable del Padre mítico para
animar sus garridas soflamas populares.
Entre Dios y Bolívar hay, es cierto, algunas diferencias. Pero
idénticas son las teologías de todos cuantos aportan cielo a los
hombres: aquel que trae el paraíso, a nadie rinde cuentas aquí
abajo. Y -lo que es más grave- ante ninguna vida, ante ninguna
muerte, está obligado a detenerse. Así, Erdogan acertaba al
proclamar, hace diez días, a Maduro «su hermano» en la teocracia.
Contra infieles y liberales.
En la fauna de las bestias sagradas, Chávez halló pronto su modelo.
Fidel Castro cumplía las condiciones: profético, tanto al menos como
el libertador venezolano, instalado en la eternidad de aquel que
vive la certeza de poder ser juzgado sólo por la historia, el tirano
vitalicio de Cuba poseía, además, un complemento precioso a la
teocracia, una fuerza militar de primer orden. Y algo más importante
aún para cualquier tiranía que aspire a lo inmortal: una de las más
eficaces -por no decir la más- policías políticas del planeta. A
cambio de una alícuota transferencia de petróleo y de un amable
reparto del jugoso negocio del narcotráfico, Castro puso al servicio
de Chávez -futuro «Comandante Eterno»- sus saberes represivos. Y la
dictadura bolivariana se proclamó perenne.
¿Es heredable el carisma de un espadón golpista? Maduro no lo tenía
fácil. Casi analfabeto, carente de biografía épica, el pobre daba
risa cada vez que desbarraba a grandes voces. Pero el dinero lo
puede todo: el dinero del narcotráfico. La cúpula militar venezolana
es sorprendente: la mayor tasa de generales que haya tenido un
ejército moderno. Maduro dio con la fórmula mágica: fusión de cúpula
militar y cúpula narco. Tenía dos ventajas: a) hacía ricos a los
generales, b) agitaba ante ellos el riesgo del peor deshonor
carcelario si la dictadura caía.
Tal es hoy la encrucijada en Venezuela. El vértice militar es un
banda delictiva. Sólo si se quiebra la línea de mando en el nivel de
quienes no participaron del reparto -a partir de comandantes y
capitanes-, esa cúpula perderá su papel de brazo armado del terror
chavista. El desenlace está en el aire aún. Hay riesgo extremo.
Pero, al menos, esta vez queda un resquicio para el vuelco. Y para
que Maduro arda en su crepúsculo. Con Chávez.
******************* Sección "bilingüe"
***********************
Retrospectiva de un fracaso
Un secretario de Estado y dos ayudantes trabajando en despachos
prestados: ése fue el contingente de desembarco
Ignacio Camacho ABC 4 Febrero 2019
Aunque sólo sea por aprender del pasado, en vísperas del juicio de
la insurrección separatista parece inevitable repetir la pregunta de
si pudo existir algún modo de detener aquel conflicto dramático. La
respuesta es que sí, por más que la afirmación se bifurque según la
perspectiva del caso. La más benévola atribuye a Puigdemont la
responsabilidad final del impacto por no haber convocado elecciones
cuando en pleno choque institucional tuvo la decisión en su mano. La
menos complaciente para el Estado señala a un Gobierno de España
estupefacto, preso de la parálisis por su falta de liderazgo. Un
Gabinete pasmado que nunca creyó que el procés fuese capaz de
avanzar hasta el último paso, que dejó a los independentistas más
margen del que ellos mismos habían soñado y que incluso a la hora
ineludible del 155 lo aplicó en su mínima expresión, con un talante
encogido y timorato. A esas alturas, de todas formas, la sublevación
ya se había consumado y para que el desafío no quedase impune sólo
quedaba la Justicia como ultima ratio.
En la excelente entrevista que Sostres le hizo ayer en ABC a Roberto
Bermúdez de Castro, el hombre encargado de gestionar la intervención
de la autonomía catalana destilaba una suerte de amargo desencanto.
Por un lado, el alivio de haberse encontrado, en vez de una feroz
resistencia civil, un ambiente balsámico; por el otro el resquemor
de saber que Rajoy y su vicepresidenta habían delegado ese crucial
cometido en un simple secretario de Estado. Él y otras dos personas
instaladas en despachos prestados: ése fue el contingente de
desembarco. El enviado gubernamental concluye que no hay un artículo
155 más duro o más blando, sino más corto o más largo. Y el
marianismo optó por el de juguete, el que le causaba menos embarazo.
Pero en ese momento ya era tarde para casi todo, porque el golpe
estaba ejecutado aunque sin otro destino que el fracaso. Hubo un
punto de inflexión, en cambio, en que fue posible desactivarlo:
cuando el Parlament aprobó en septiembre las leyes de desconexión
que suponían la ruptura con la Constitución y su marco. Era el paso
previo al referéndum que el marianismo pudo impedir de haberse
conducido con el convencimiento necesario. Le faltaba consenso, sí,
pero un presidente con suficiente energía moral y audacia política
habría forzado a la oposición a dárselo. No sucedió y ya no cabe
otra que lamentar el destrozo causado. No sólo en Cataluña; todo lo
que ocurrió después en la política española, incluida la moción de
censura, tiene su origen en aquellos días de colapso.
Desde entonces sólo dos instituciones, la Corona y los tribunales,
han funcionado. La primera cumplió su papel en medio de un vacío de
poder que amenazaba caos. A los segundos les llega ahora el tiempo
de completar su trabajo. Que no es el de reparar agravios, sino el
de establecer y pasar al cobro la factura de los daños.
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