Desempleo catastrófico
Editorial ABC 6 Enero 2021
Los datos de desempleo conocidos ayer no solo demuestran que 2020
fue catastrófico para millones de familias sacudidas por la
pandemia, sino que auguran una cuesta arriba para la recuperación
mucho más empinada de lo que siempre sostuvo el Gobierno. Diciembre
cerró el peor año de la última década, con casi 725.000 parados más
y un 23 por ciento por encima del año anterior. Solo en plena
campaña navideña, cuando los contratos temporales suelen dispararse,
se produjeron 37.000 empleos menos, y a lo largo del año se
destruyeron unos 360.000, cifra equivalente a la de los creados en
2019. El total de ciudadanos en paro se sitúa en 3.888.000, un dato
alarmante al que conviene empezar a sumar los 755.613 trabajadores
incursos en expedientes de regulación temporal de empleo, porque
buena parte de ellos se transformarán inevitablemente en ERE. La
preocupación hoy ya ni siquiera es la precariedad y volatilidad de
muchos contratos, sino el sumidero en el que se ha convertido el
mercado laboral en nuestro país, que será el más golpeado de Europa
por la recesión cuando haya concluido la pandemia. Analizar estas
cifras en otros términos es hacerse trampas al solitario, porque son
los primeros indicios serios y demostrativos de que la recuperación
no seguirá precisamente la senda trazada por Pedro Sánchez, sino que
España camina hacia un abismo laboral.
Es lógico argumentar que la pandemia tiene gran parte de culpa de lo
ocurrido, pero no toda. Es absurdo eludir que España nunca ha
acometido una reforma en profundidad de un mercado laboral obsoleto
y sostenido sustancialmente sobre los servicios, el turismo, la
hostelería o el ocio. Nuestro modelo adolece de muchos defectos, y
cuando las crisis se recrudecen lo convierten en muy poco
competitivo. Hubo reformas exigentes e imprescindibles como las que
acometió Mariano Rajoy en 2012, que sirvieron para flexibilizar una
estructura caduca y ajena a la realidad de la globalización, a la
movilidad de los trabajadores, y a esa «cultura del cambio» que sí
se ha asentado en las primeras potencias económicas del planeta. Por
suerte, durante la pandemia aún permanecen en vigor los ERTE, lo que
ha permitido dar un oxígeno coyuntural a empresas y empleados. Si se
hubiese eliminado esa figura, como pretendían el PSOE y Podemos con
una derogación radical de aquella reforma laboral, el drama en
muchos hogares se habría multiplicado. No obstante, los ERTE no
pueden someter a las empresas a una rigidez forzada de modo
indefinido. Por eso es ya una prioridad atender a las exigencias de
la UE y que España redefina su modelo laboral -también el de las
pensiones- de manera urgente y sin contemplaciones.
Ahora, y tras una brusca bronca interna, el Gobierno ha decidido no
subir el salario mínimo interprofesional pese a que ese era su
compromiso. En el fondo, Sánchez sabe que acierta porque en la
creación de empleo también pesa, y mucho, el sobrecoste que deben
asumir las empresas para incrementar el salario mínimo, lo cual
desincentiva la contratación. No es solo la pandemia, sino ese
concepto falsamente «progresista» del empleo que solo contribuye a
cronificar nuestros males. Alemania cerró el año con un 5,3 por
ciento de paro. Es cierto que su estructura productiva es muy
distinta, pero también lo es que Merkel no ha puesto grilletes a su
mercado laboral, y su fórmula funciona. Por el contrario, en España
crear empleo se penaliza. Se está convirtiendo en una tarea
imposible.
Ruina en España: cierra el año con 724.000
parados más y 755.000 ERTE
https://gaceta.es 6 Enero 2021
España ha cerrado el año 2020 con 724.532 parados más. El volumen
total alcanzó al finalizar el ejercicio la cifra de 3.888.137, la
más alta desde mayo de 2016, después de registrar en el último mes
un aumento de 36.825 desempleados, también su peor dato en un mes de
diciembre desde 2009.
El propio Ministerio de Trabajo destacó en una nota que el impacto
de la pandemia en la actividad económica, particularmente con el
aumento de las medidas frente al Covid, “ha truncado la campaña
navideña”.
También indicó que el número de personas en ERTE -suspensión
temporal de empleo financiada por el Estado- se situó en 755.000 a
31 de diciembre.
Así, la cifra de personas en ERTE se mantiene desde principios de
septiembre a pesar de las mayores restricciones para afrontar la
segunda ola de la pandemia, según la Seguridad Social.
El líder de VOX, Santiago Abascal, ha manifestado que “ni toda la
propaganda del mundo es capaz de tapar la ruina y la pobreza que
provocan”. “Lo dijimos y lo repetimos hoy: si Sánchez quiere salud y
prosperidad para los españoles, lo único que puede hacer es irse.
Con Sánchez e Iglesias no hay futuro”.
No es la pandemia todo lo que desluce
Agustín García okdiario 6 Enero 2021
Que no le engañen, ni es oro todo lo que reluce ni es la pandemia
todo lo que desluce. Y es que, ante cualquier dato adverso que pueda
hacernos dudar de las bondades del sanchismo, es fácil apresurarse a
echar la culpa al maldito Covid.
El último ejemplo lo tenemos con los datos de empleo publicados: ya
rozamos los 4 millones de parados sin incluir trabajadores en
suspensión de empleo o ERTE (peor dato desde 2009). Y también hemos
terminado 2020 con 360.000 afiliados menos a la Seguridad Social
(mayor caída anual desde 2012).
¿Cómo no echar la culpa a la pandemia? ¡Qué mala suerte tiene este
Gobierno! Podrían decirnos. Pero ¡no! La mala suerte es tener el
peor Gobierno en el peor momento; si el coronavirus no acaba con la
economía, el Gobierno se encargará de ello.
Si, más allá de lamentarnos con el trágico momento, miramos al resto
del mundo, con el que compartimos pandemia pero no Gobierno, veremos
(con datos de octubre OCDE) que los españoles, con Sánchez de
capitán, somos unos campeones, pero del desastre:
Tenemos el mayor desempleo de toda la OCDE (16,2%).
Y el mayor incremento anual (2,2%) tras Lituania (que, por contra,
tiene bastante mejor tasa de desempleo).
Somos, tristemente, líderes en desempleo juvenil, con una alarmante
tasa del 40,4%.
También ganamos en la brecha de desempleo entre hombres y mujeres
(casi 4 puntos).
Y ya, si además de mujer eres joven, puedes estar entre su 42% de
desempleadas, nuevo récord mundial del Gobierno más feminista de la
historia.
Así que, cuando el aparato de propaganda monclovita, sus extensiones
sindicales, su teles subvencionadas o su cuñao le digan que todo es
culpa de la pandemia, pregúnteles por qué España es el país que más
rápido destruye empleo y al que más le cuesta crearlo.
Pregúnteles si no tienen nada que ver las subidas del salario mínimo
por encima de la productividad (que tanto perjudican a los jóvenes),
el despilfarro de gasto público que requiere un endeudamiento
histórico y un tapón fiscal, la populista y desincentivadora renta
mínima, las trabas fiscales y regulatorias a pymes y autónomos, la
rigidez en el mercado de trabajo, las barreras al sector privado
(especialmente los dedicados a la prestación de servicios públicos),
etc, etc… Todo eso sí lo hace el Gobierno, no la pandemia.
Pero lo fácil es echar la culpa al Covid y que siga la fiesta. Una
fiesta, eso sí, que paga el BCE con el dinero de nuestros nietos.
¿Hasta cuándo?
El cacao totalitario de Podemos: «República
plurinacional» y «democratización radical»
OKDIARIO 6 Enero 2021
La fundación de Podemos ha mostrado el verdadero rostro de la
formación morada: por un lado, aboga por la nacionalización de los
salarios y el control estatal de la industria -o sea, lo que viene
siendo el comunismo puro y duro de toda la vida- y por otro reclama
una “República plurinacional a todos lo niveles», lo que significa
dar a alas al independentismo, amén de romper de cuajo el régimen
del 78. Asegura la fundación de Juan Carlos Monedero que «no es
necesario desarrollar ninguna tecnología radical para entender las
limitaciones de la forma de gobierno de la monarquía”, concepto este
-el de gobierno de la monarquía- que Monedero tendrá que explicar,
porque no hay quien se aclare.
La fundación de Podemos ha elaborado una serie de recetas económicas
que, en caso de aplicarse, conducirían a España a la ruina. Cómo
estarán las cabezas de los insignes pensadores podemitas que
reclaman «organismos para la regulación algorítmica que ayuden a las
instituciones a lidiar con las nuevas formas de implementar normas
colectivas, fomentando la aplicación de los valores y principios
democráticos que los algoritmos puedan tener (pues no deben por qué
tenerlos) sobre los derechos individuales y colectivos. Estas
agencias de control algorítmico, entre otras funciones,
desarrollarían tareas de monitorización sobre el racismo, sexismo o
clasismo presentes en sistemas automatizados de toma de decisiones».
Es difícil seguirles el hilo, pero lo que propugnan son mecanismos
para lograr emanciparse del capitalismo.
La receta podemita «en el plano de los medios de comunicación» aboga
por la creación de «un Fondo de Innovación para el desarrollo de
softwares no orientados a la comercialización del contenido, sino a
mejorar las capacidades de investigación de los periódicos» al
objeto de «descentralizar el poder de las grandes corporaciones
mediáticas, en su mayoría apoyadas por empresas con intereses
políticos determinados, y reimaginar los medios de comunicación».
Fastuoso.
En suma: Podemos busca herramientas tecnológicas para liberarse del
yugo del capitalismo y lograr la «democratización radical» de la
sociedad dentro de un sistema de «República plurinacional». Que Dios
nos coja confesados.
******************* Sección "bilingüe" ***********************
Incompetencia democrática
Emilio Campmany Libertad Digital 6 Enero 2021
Dice la extrema izquierda que España no es una democracia porque su
régimen es descendiente del de Franco. El separatismo catalán añade
que no puede ser democrático un régimen que no deja que Cataluña se
independice del resto. A la ETA le parece poco democrático que los
asesinos que mataron por la patria vasca sigan en la cárcel. A todos
ellos les inquieta igualmente que el jefe del Estado no sea elegido
democráticamente. Tampoco gusta que los jueces lo sean por oposición
y no sean elegidos democráticamente por las Cortes, sede de la
soberanía nacional.
También se queja la izquierda de la falta de igualdad en España. Que
haya ricos y pobres denota una intolerable desigualdad. Que no se
permita a quienes no tienen casa ocupar las que estén deshabitadas
es un atentado a la deseable igualdad. Los separatistas catalanes
protestan constantemente a causa de los privilegios de los que goza
Madrid, que hace impunemente dumping fiscal, recibe inversiones
extranjeras, sus equipos de fútbol se ven favorecidos por los
árbitros y es un nudo de comunicaciones como no hay otro. Todo lo
cual genera una insoportable desigualdad en beneficio de Madrid. La
ETA se lamenta igualmente de que no estén en la cárcel, como lo
están los etarras asesinos, los policías que los persiguieron con
ahínco cuando mataban. Es un caso más de desigualdad inaceptable.
Sin embargo, están equivocados. España es una auténtica y genuina
democracia donde no hay mayor valor que la igualdad entre todos sus
ciudadanos. Es un descubrimiento que, entre tantas cosas que se le
pueden reprochar, hay que agradecer a la pandemia. La gestión de la
misma ha sido igual de incompetente en todos sitios, como debe de
ser en una verdadera democracia digna de tal nombre. Todos los
españoles, sin excepción por razón de credo, sexo o territorio,
hemos padecido el mismo grado de estulticia en la administración de
la epidemia sin que nadie se haya visto privilegiado por algún
acierto de algún político. Todos han sido de un modo muy democrático
igual de torpes e incapaces. Es verdad que en algún momento concreto
pareció que alguno podía no ser tan inepto como los otros, pero al
final, llegada la hora de la verdad y tener que afrontar la desde
hace tiempo previsible necesidad de vacunarnos, todos han sido
extraordinariamente inútiles en grado encomiablemente similar.
Las vacunas esperan en todos sitios a ser empleadas y la parsimonia
y dejadez con las que se están distribuyendo son las mismas en
cualquier parte. La solidaridad que los políticos demuestran los
unos con los otros en la impericia es un ejemplo de igualdad. No hay
democracia avanzada en el mundo que pueda mostrar una identidad tan
ajustada en la nulidad de sus políticos. Aquí no hay excepciones ni
diferencias, como tiene que ser en un Estado social y democrático de
derecho. Todos sus políticos son absolutamente incompetentes. Y
todos saben hacer lo mismo, muy poco, pero que es siempre igual,
confinarnos y encerrarnos. Es verdad que unos obligan a cerrar a las
seis y otro a las ocho, pero no son más que diferencias de matiz. Si
uno observa con atención, es siempre igual. ¿Puede una sociedad ser
más democrática e igualitaria que la nuestra? Por mucho que se
busque, nadie hallará ninguna que lo sea más.
Quien está bajo sospecha no es el Rey: son
Sánchez, su Gobierno y sus socios
ESdiario 6 Enero 2021
Mientras el Gobierno esté conformado o intervenido por Podemos, ERC
y Bildu; la Jefatura del Estado seguirá siendo un objetivo
prioritario que el presidente mismo ha alimentado.
Pedro Sánchez parece haber renunciado a impulsar una Ley de la
Corona que nunca hizo falta y añadía tensión contra la Jefatura del
Estado, y por tanto sobre la Constitución, en plena campaña contra
ella de todos sus socios de Gobierno, con Podemos desatado y ERC y
Bildu, entre otros, frotándose las manos.
Al presidente parece haberle pasado con el Rey lo mismo que con el
Poder Judicial: no le frena el convencimiento de que sus planes son
equivocados, sino el descubrimiento de que no puede imponerlos por
las limitaciones constitucionales de un poder, el suyo, que tiene
líneas rojas: más que no querer, todo indica que no ha podido.
No obstante, el desmentido a sus planes no puede venir de una
filtración a un periódico cercano y debe ser oficial y venir
acompañada de una explicación detallada. Porque fue el propio
presidente quien dio pábulo a una reforma restrictiva de la Corona,
en su comparecencia de balance de fin de año. Y fue su
vicepresidenta Carmen Calvo quien, 48 horas antes, la anunció
también en TVE.
La Corona está perfectamente definida en el Título II de la
Constitución. Fue refrendada por el voto directo de más del 90% de
los españoles, en el referéndum de la Constitución celebrado en
1978. Y goza de un respaldo que no tiene ni Sánchez ni ningún líder
político, sumidos en un desprestigio infinitamente mayor.
Quien está bajo sospecha no es Zarzuela, sino Moncloa, que acumula
resoluciones en contra e imputados en su entorno
Finalmente, la Transparencia de Zarzuela es bastante mayor que la de
Moncloa: es Sánchez, y no Felipe VI, quien tiene resoluciones en
contra de la Audiencia Nacional y del Consejo de Transparencia por
su opacidad, bien en asuntos públicos tan graves como la gestión de
la pandemia, bien en cuestiones privadas como el uso caprichoso del
Falcon.
Y es Sánchez, y no el Rey, quien acumula en su entorno partidos y
dirigentes imputados y condenados: desde Podemos y Pablo Iglesias
hasta Otegi y Bildu o Junqueras y ERC tienen tras de sí un
currículum penal incompatible con el ejercicio de cualquier
responsabilidad pública. No digamos ya desde dentro del Gobierno o
condicionando desde fuera hasta los Presupuestos del Estado.
Operación RJCI: por qué Sánchez permite el vapuleo constante de La
Zarzuela
Querer reformar la Corona en plena campaña en su contra, tras haber
intentado limitar al máximo la actividad de Felipe VI y haber
provocado el “exilio” inhumano de don Juan Carlos, inocente mientras
no se demuestre lo contrario y digno de un respeto que le han
hurtado; equivale a ponerla bajo sospecha y avala los planes más
siniestros de sus aliados, que ven en la Monarquía un obstáculo
insalvable.
Más que renunciar a un despropósito, que nunca debió iniciar en un
contexto de acoso a la Jefatura del Estado con su consentimiento por
acción u omisión, Sánchez parece haberlo pospuesto. Y esa sensación
no se disipará mientras gobierne intervenido por personajes y
formaciones que no ocultan su objetivo contra la institución y
contra España.
Matrix: la realidad paralela de Moncloa se
desploma vía hechos consumados
Fernando de Rosa esdiario 6 Enero 2021
La mayoría silenciosa de este país, poco a poco, va reaccionando y
las últimas encuestas ya ponen de manifiesto que el 67% de los
españoles desaprueba la política de Sánchez.
Una de las series cinematográficas más inquietantes, desde mi punto
de vista, es la saga de “Matrix”. En dichas películas la Humanidad
vive atrapada en una simulación digital creada para mantener sus
mentes en un mundo irreal, y sinceramente, creo que España es la
nueva “Matrix” donde los españoles estamos siendo protagonistas de
los intentos de simulación de la realidad fabricada desde la
Moncloa.
Nada se hace o se dice por este Gobierno sin que pase por la máquina
de simulación y engaño, desde el pacto Iglesias-Sánchez a los dos
días de celebrarse las elecciones de noviembre de 2019, hasta el
nombramiento del Ministro de Sanidad como candidato a las elecciones
catalanas.
Existe una tendencia en este Gobierno a crear una realidad paralela
con la que intentan convencernos de que lo que vemos no es real. Así
nos han intentado convencer que los presupuestos son los más
sociales de la democracia, cuando la realidad es que van a subir el
IVA de las bebidas azucaradas que bebemos todos los ciudadanos,
aunque nos quieran convencer de que estas bebidas refrescantes
únicamente la beben los ricos.
El pulso de Iglesias a Sánchez resquebraja al Gobierno: así hierve
ya Moncloa
También pegan un hachazo a los planes de pensiones con los que las
clases medias de este país intentamos complementar las mismas. Entra
en vigor el impuesto a la matriculación con lo que subirá una media
de 800€ el precio de los vehículos. Se sube un 8% el impuesto sobre
las primas de los seguros afectando a las pólizas tanto
automovilísticas, de hogar o de responsabilidad civil, entre otros,
que afectan a millones de españoles.
Igualmente, este Gobierno se ha inventado un comité de expertos para
autoevaluar su gestión para llegar a la conclusión de que “cumplen
con los ciudadanos”, descubriéndose a los pocos días, que el informe
fue elaborado desde la misma Moncloa por personas escogidas por Iván
Redondo, creados en la misma fábrica que aquellos que asesoraban en
materia de sanidad.
Evidentemente en dicho informe no se habla de los casi 80.000
fallecidos, de los cuatro millones de parados, los 750.000
trabajadores en ERTE y del millón de autónomos abandonados a su
suerte. Lo importante fue, de nuevo, la realidad virtual estilo
“Matrix” y el autobombo gubernamental.
La fábrica-Matrix sigue en plena producción y el siguiente producto
que van a promocionar es al ministro-candidato Illa, al que quieren
blanquear como la solución para la integración de Cataluña
La política de realidad virtual es sobre todo vergonzosa cuando nos
intentan convencer que Bildu es un partido de Estado al apoyar los
presupuestos, mientras que los actos de apoyo a ETA en el País Vasco
han aumentado un 57% desde que se formalizó el pacto.
Igualmente se han concedido beneficios penitenciarios a 103 presos
de ETA durante 2020, mientras que el Ministro Marlaska calla, y se
ensaña humillando a policías y guardias civiles abonando a estos
servidores públicos la cantidad de 17€ por prestar servicio el día
de fin de año o Navidad.
La fábrica-Matrix sigue en plena producción y el siguiente producto
que van a promocionar es al ministro-candidato Illa, verdadero
producto estrella, al que quieren blanquear como la solución para la
integración de Cataluña, cuando todos sabemos que pactarán con ERC
como hacen a nivel nacional, pero intentarán por todos los medios
engañar a los votantes constitucionalistas para afianzar con sus
votos la política de pactos “Frankenstein”.
Mienten y crispan
La mayoría silenciosa de este país, poco a poco, va reaccionando y
las últimas encuestas ya ponen de manifiesto que el 67% de los
españoles desaprueba la política de Sánchez, hasta el diario “el
País” ha reconocido en una encuesta publicada en sus páginas el día
22 de diciembre pasado, que el político que más miente es Pedro
Sánchez y el que más crispa es Pablo Iglesias, pero la realidad
distorsionada que nos crean desde la Moncloa va en dirección
contraria responsabilizando a la oposición.
Sin duda lo que olvidan desde la Moncloa es que la letra de la
canción que suena al final de la película “Matrix” repite las
frases: “Del engaño llévame a la verdad y de la oscuridad guíame a
la luz (…)”, que vaya tomando nota “el fabricante de mentiras
monclovita”.
Recortes de Prensa Página
Inicial
|