El Gobierno consiente el atraco a la
vivienda
Diego Barceló Larran Libertad Digital 27 Enero 2021
Los socialistas de todos los partidos suelen despreciar el derecho
de propiedad como una cuestión que solo preocupa a los "ricos", a
los "insolidarios" y a los "egoístas".
El 31 de marzo de 1933, la mutua de salud de la ciudad de Berlín
decidió que dejarían de reembolsarse los costes de los tratamientos
realizados por médicos judíos. Aunque la mitad de los médicos de
Berlín en aquella época eran judíos, muchos pudieron reducir el
asunto a una "restricción de la competencia" entre médicos o pensar
que se trataba apenas de un "inconveniente". La verdad es que fue
solo el primero de más de 400 decretos y normas que limitaron todos
los aspectos de la vida de los judíos en la Alemania nazi.
La lección que nos ofrece la historia es clara: cuando se trata de
derechos fundamentales, cualquier vulneración surgida o amparada por
el gobierno debe recibir un rechazo frontal por parte de todos los
que valoren la libertad. Como mínimo, cualquier vulneración tolerada
sienta un precedente, que puede seguirse por nuevas vulneraciones.
Como máximo, cualquier vulneración puede ser parte de un plan para
avanzar contra las libertades civiles. Es estúpido recostarse en la
ingenuidad de pensar que la atrocidad nazi es algo irrepetible.
En todo caso, no es necesario llegar a esos extremos para que la
vulneración de derechos fundamentales por parte del gobierno arruine
a una sociedad completa. Lo podemos ver cada día en Venezuela, Cuba
y Corea del Norte, por ejemplo.
El gobierno acaba de publicar el Real Decreto-ley 1/2021, que entre
otras cosas exige la necesidad de "intimidación o violencia sobre
personas" para desahuciar la ocupación ilegal de una vivienda. Se
trata de una norma que facilita la "okupación", ya que las mismas
suelen producirse cuando las viviendas están vacías (por lo que no
hay intimidación o violencia sobre personas).
Quienes quieran restar importancia a esta nueva norma podrán señalar
que solo estará vigente mientras dure el estado de alarma (que acaba
el 9 de mayo). También, por ejemplo, se podrá menospreciar este
ataque al derecho de propiedad alegando que el ocupante ilegal debe
demostrar su "situación de vulnerabilidad" que le "imposibilite
encontrar una alternativa habitacional". Incluso, habrá quien asigne
a esta norma un objetivo de "solidaridad", pues intenta evitar que
alguien "se quede en la calle".
Los socialistas de todos los partidos suelen despreciar el derecho
de propiedad como una cuestión que solo preocupa a los "ricos", a
los "insolidarios" y a los "egoístas". El error no puede ser mayor:
el derecho de propiedad empieza amparando la propiedad sobre el
propio cuerpo y el fruto de nuestro trabajo. El derecho de propiedad
defiende también los salarios y los ahorros.
Que en este caso el ataque al derecho de propiedad se centre en los
"grandes tenedores" (en general, bancos y fondos de inversión) no
solo no lo hace menos grave, sino incluso más dañino para el
bienestar general: si los grandes inversores dudan de la seguridad
de su propiedad, ¿quién invertirá en España? ¿Cómo se crearán
puestos de trabajo?
Milton Friedman decía que, en el Siglo XIX, la idea era que había
que establecer un gobierno para evitar que los individuos se
pelearan entre sí, pero que en el Siglo XX la misma cambió: el
gobierno pasó a verse como una especie de padre que tiene el deber
de obligar a unos a ayudar a otros. Pedro Sánchez y Pablo Iglesias
dan un paso más: ahora, ese "gobierno-padre", no solo obliga a unos
a ayudar a otros, sino que consiente que unos atraquen a otros. En
nombre de la "justicia social", por supuesto.
Diego Barceló Larran es director de Barceló & asociados (@diebarcelo
El principio de Peter mejorado
Emilio Campmany Libertad Digital 27 Enero 2021
Habiendo alcanzado de manera palmaria su máximo nivel de ineptitud
como ministro de Sanidad, Illa es nuevamente ascendido a candidato a
presidir la Generalidad.
Según el conocido principio de Peter, todo individuo situado en una
estructura jerárquica es sistemáticamente ascendido hasta alcanzar
su máximo nivel de incompetencia. Naturalmente, según el mismo
principio, alcanzado el puesto en el que el individuo se demuestra
del todo incompetente, el ascenso se detiene. Sin embargo, en este
Gobierno de manifiestos ineptos, el principio se ve ostensiblemente
mejorado porque la incompetencia acreditada no frena el ascenso. Lo
demuestra desde luego el propio Illa, que, habiendo alcanzado de
manera palmaria su máximo nivel de ineptitud como ministro de
Sanidad, es nuevamente ascendido a candidato a presidir el Gobierno
de Cataluña en consideración a la buena imagen alcanzada gracias a
su gestión de la pandemia (sic.). Explican los que saben que la
tranquila apariencia de Illa en la televisión le ha hecho acreedor
de las simpatías de muchos votantes. Sabemos que la mayoría de los
españoles se informan exclusivamente por medio de la caja tonta. Lo
que no sabíamos es que esa mayoría veía los telediarios con el
volumen quitado, pues, si hubieran escuchado cómo el ministro de
Sanidad menospreciaba las pocas medidas realmente eficaces contra el
virus o politiqueaba con la comunidad de Madrid a cuenta de la
pandemia, su imagen no debería haber mejorado, sino empeorado.
Siendo el caso de Illa el que mejor prueba que el principio de Peter
mejora cuando se aplica al Gobierno, está por otro lado el ejemplo
de Carolina Darias, un caso flagrante de incompetencia silente que,
de cumplirse el principio, habría sido simplemente mantenida en el
ministerio de su digna dirección. Pero como en el actual Gobierno la
torpeza no detiene el ascenso sino que, al contrario, lo dispara, ha
sido ascendida. El caso tiene especial delito si se tiene en cuenta
que el único mérito que puede alegar Darias para hacerse cargo de la
cartera de Sanidad es el de haberse infectado en la manifestación
del 8 de marzo, a la que acudió desoyendo los consejos de lo que el
mismo Gobierno llama “autoridades sanitarias internacionales”.
Por si no bastara esa prueba de lo que podríamos llamar principio de
Peter mejorado, ahí tenemos el caso de Miquel Iceta, cabeza visible
de la debacle del PSOE en Cataluña, pertinaz perdedor de elecciones,
ascendido a ministro de Administraciones Públicas para darle ocasión
de contribuir aún más, si cabe, al resquebrajamiento de la cohesión
nacional.
Es una lástima que esta mejora que el principio de Peter experimenta
cuando es aplicado al Gobierno no pueda tener su definitiva
demostración en Pedro Sánchez, que gracias a Dios no puede ser
ascendido a nada porque ya ocupa el máximo cargo al que pueda
aspirar cualquier político, el de presidente del Gobierno. Claro que
eso será mientras seamos una Monarquía constitucional. Si Iglesias
se sale con la suya y España se convierte en una república, el
principio de Peter mejorado garantiza sin posibilidad de error que
Sánchez será su primer presidente. Y que corra el escalafón.
El arma secreta de Illa en Cataluña:
vacunas por votos
OKDIARIO 27 Enero 2021
El candidato del PSC a las elecciones catalanas, Salvador Illa, se
ha ido del Ministerio de Sanidad repartiendo vacunas a mayor gloria
de Salvador Illa. Esto es, como «arma electoral» le ha otorgado a
Cataluña un 12,36% más de dosis que a los madrileños en términos
ponderados por población. Como informa OKDIARIO, el último informe
de entrega recoge las vacunas adjudicadas el pasado miércoles 20 de
enero. Y ese día, el número de vacunas puestas a disposición de los
catalanes fue de 31.200 frente a las 24.375 otorgadas la Comunidad
de Madrid. Los catalanes recibieron ese día 4.123,7 dosis por millón
de habitantes, y los madrileños un total de 3.669,8 vacunas medidas
en los mismos términos.
La diferencia es notable y la decisión insólita, porque la
diferencia en favor del territorio que aspira a gobernar el
exministro se incrementa notablemente en relación con la anterior
partida, correspondiente al 13 y 14 de enero. En esas fechas se
adjudicaron ya vacunas de Pfizer y de Moderna -de ahí la doble
fecha-. En total, se entregaron 59.475 dosis de Pfizer con destino a
la población catalana y otras 5.800 de Moderna. Resultado: 8.627,4
por millón para Cataluña. En el caso madrileño, las cifras fueron
menores: se destinaron 48.750 dosis de Pfizer y 4.700 de Moderna
para la población de la Comunidad de Madrid. Resultado: 8.047,2 por
millón de habitantes. Un 7,20% a favor de Cataluña. Es decir, entre
partida y partida, la diferencia se agranda, por lo que sólo cabe
decir que de aquí a las elecciones catalanas la brecha se seguirá
ampliando. Vacunas por votos.
Ahora se entiende todo: el Ministerio de Sanidad comunicó la semana
pasada a la Comunidad de Madrid que tan sólo recibiría la mitad de
las dosis de la vacuna que estaba previsto entregarle. De las 90.000
dosis que ya esperaba el sistema sanitario madrileño, tan sólo
llegarían en torno a 45.000. La mitad. El resto, según le comunicó
el departamento de Illa a Madrid, serían derivadas a otras
comunidades que no previeron posibles cortes de suministros y se han
quedado sin reservas para inocular la segunda dosis. O sea,
Cataluña.
Las cifras no engañan: la estrategia de campaña de Illa consiste,
básicamente, en birlarle vacunas a Madrid para dárselas a Cataluña
al objeto de utilizar las dosis como infalible baza electoral.
Juzguen ustedes.
La incompetente Darias y el impresentable
Iceta, al Gobierno de la Vergüenza
EDITORIAL Libertad Digital 27 Enero 2021
No parece que una persona como Carolina Darias, cuyo paso por la
Subdelegación del Gobierno en Las Palmas se vio manchado por sus
encontronazos con la Guardia Civil y una clamorosa inobservancia de
la Ley de Riesgos Laborales, sea la persona más idónea para
sustituir a Salvador Illa en el Ministerio de Sanidad. Tampoco es
que la avale, precisamente, su más reciente trayectoria como
ministra de Administraciones Públicas, donde ha sido corresponsable
de la incompetencia y descoordinación entre Administraciones a la
hora de abordar la pandemia del coronavirus.
Sea como fuere, no le será difícil hacer mejor papel que Illa,
ministro nefasto que deja el cargo sin arrepentirse de nada y
dejando al país sin las vacunas prometidas, con el mayor número de
fallecidos por covid de toda la UE y con el personal sanitario más
infectado del mundo.
Mucho más criticable es, de hecho, el nombramiento de Miquel Iceta
como ministro de Política Territorial, nombramiento que parecería un
premio de consolación por la candidatura de Illa a la Generalidad.
Desde luego, poco se puede esperar de un personaje como el
exhibicionista y enredador Iceta, pionero en la defensa socialista
de los indultos a los golpistas del 1-O, así como partidario del
falso derecho de autodeterminación y de la no menos disparatada
consideración de España como un “Estado plurinacional de ocho o
nueve naciones”. Eso, por no recordar su pasado apoyo a la
corrupción del PSOE en torno al caso Filesa.
El nombramiento de Iceta será del agrado de los aliados separatistas
del Gobierno social-comunista, pero constituye una pésima noticia
para la vertebración y la coordinación territorial de la Nación, más
aun en unos momentos en los que se están registrando las peores
cifras de fallecimientos por coronavirus desde la primera ola de la
pandemia.
Está visto, sin embargo, que Sánchez maneja las carteras
ministeriales como si fuesen premios de consolación que repartir
entre amigos, poco importa si su perfil es el menos indicado para
encarar una crisis territorial y sanitaria de la envergadura que
padece España. Y es que, como bien señala Ayuso, parecería que
Sánchez “ni siente ni padece lo que está pasando” en nuestro país.
Sobre la dependencia del Poder Judicial
María Ariza https://rebelionenlagranja.com 27 Enero 2021
Lo de la dependencia del poder judicial no es nuevo. El poder
judicial está atado y condicionado por los demás poderes desde el
gobierno de Felipe González, y España convivía con ello hasta que
Unidas Podemos quiso dar un paso más hacia esa dependencia.
La intención de la reforma que proponían las fuerzas del Ejecutivo
era clara: maniatar a la justicia, controlarla definitivamente y dar
un golpe de estado contra la separación de poderes para
concentrarlos todos en sus manos.
Pero lo curioso son los hechos que siguen sucediéndose que confirman
la dependencia de este poder, así como las intenciones oscuras de
una reforma que se plantea como “solución a un bloqueo”.
Dos titulares, dos novedades. ¿Qué está pasando?
Europa vuelve a advertir al Ejecutivo
Por un lado, que los organismos internacionales vienen avisando al
Ejecutivo del problema de la reforma del CGPJ que tratan de
impulsar. lo hizo el GRECO, lo hizo la Comisión de Venecia y también
la Unión Europea. Y esta última lo ha vuelto a hacer.
Vera Jourová, Vicepresidente de la Comisión Europea y comisaria de
Transparencia, esto es, mano derecha de Úrsula Von Der Leyen, ha
advertido al Ejecutivo de que la mitad de los jueces del CGPJ
deberían ser elegidos por jueces -precisamente lo que propone VOX-,
y de que se está vigilando de cerca la situación española.
Y lo ha hecho de manera rotunda: cualquier futura reforma de la Ley
Orgánica del Poder Judicial deberá asegurar que, al menos, la mitad
de los miembros del CGPJ sean elegidos por jueces.
Y es que esta reforma para maniatar a la justicia tiene su razón de
ser, y se ve en actuaciones como la de la Fiscalía superior de
Madrid.
La Fiscalía del Gobierno y Podemos
La Fiscalía Superior de Madrid ha dado marcha atrás en su intención
de analizar a fondo los chats internos de Podemos, para aclarar si
hubo filtraciones por parte del fiscal Ignacio Stampa sobre el caso
Tándem.
Hace tan solo una semana, la Fiscalía pidió al exabogado de Podemos,
José Manuel Calvente, una copia de todos los chats internos. Pero,
sorprendentemente, el ministerio ha cambiado de opinión.
Tal y como relata Vozpopuli, la Fiscalía ha enviado hoy una carta a
Calvente para anular el requerimiento, que a pesar de que se exigió
con la mayor brevedad posible, ahora quedará congelado.
Está claro de quién depende la Fiscalía, ya lo avisó Pedro Sánchez.
Pero el montaje institucional del Ejecutivo podría caerse a trozos,
si Europa sigue vigilando de cerca.
******************* Sección "bilingüe" ***********************
Salvador Illa, un lobo con piel de cordero
que deja un desastre y provocará otro
Abandonar Sanidad en el peor momento de la pandemia, tras una
gestión nefasta de la que no se arrepiente, retrata la naturaleza
del candidato del PSC y de su promotor, Pedro Sánchez.
Editorial ESdiario
27 Enero 2021
Que un ministro de Sanidad abandone sus funciones en el peor momento
del peor problema imaginable en su área, contradice ya de entrada la
pretendida seriedad de Salvador Illa, a quien debe juzgarse por lo
que hace y no por lo que dice.
Y desde esa premisa, poco bueno puede decirse ni de su gestión ni de
su marcha. La primera ha estado marcada por un compendio de errores,
negligencias y falsedades bien sencillas de resumir con datos
incontestables: España sufrió la pandemia en marzo como nadie, por
la escandalosa imprevisión de un Gobierno advertido de lo que venía;
y vuelve a hacerlo en enero, con la peor tasa de incidencia de los
países grandes de Europa.
Todo ello trufado por un inaceptable ocultismo, que incluye la
negación de la cifra real de muertos; la acumulación de demandas
judiciales; los sistemáticos varapalos del Consejo de Transparencia;
las compras de material sanitario tardías y fallidas o, entre tantos
otros escándalos, la inexistencia de un Comité de Expertos al que se
apelaba incluso para imponer una merma de las libertades básicas con
el estado de alarma.
Illa ha dedicado más tiempo a ocultar su nefasta gestión que a
mejorarla. Y va a Cataluña a lo mismo
Que con esa lamentable trayectoria Salvador Illa se marche y además
sostenga que no se arrepiente "de nada", retrata al personaje real
que se cobija bajo un disfraz sobrevalorado de político moderado que
tal vez lo sea de palabra, pero no desde luego por su proceder:
radical en la ineficacia y contundente en la trampa para maquillar
la realidad.
Oxford confirma que España vuelve a ser récord de contagios entre
los grandes
Además, su relevo retrata también a su máximo promotor, un
presidente que antepone su agenda política a la hecatombe sanitaria
y económica y convierte las adversidades, por graves que sean, en
una oportunidad para imponer más fácilmente y con menos escrúpulos
sus objetivos.
Porque Illa va a intentar aplicar en Barcelona la misma alianza
vigente en Madrid, con un intercambio de favores entre Moncloa y la
Generalitat que aleja la moderación, el diálogo transversal y los
pactos de Estado del centro de la vida política española. Y
profundiza en la división social y en la dependencia de Sánchez de
esa coalición que, de manera voluntaria, ha sellado con Podemos y el
separatismo desde 2018.
El Gobierno se olvida de la pandemia
Editorial larazon 27 Enero 2021
Podría llegar a entenderse que el cese del ministro de Sanidad,
Salvador Illa, se produjese para dar el impulso, capacidad de
gestión y liderazgo para coordinar a las comunidades autónomas que
la nueva ola del coronavirus necesita, pero que se haga por meros
cálculos electoralistas tras haber fabricado a un candidato
aprovechando sus sobrexposición mediática para competir por la
presidencia de la Generalitat, da muestra de la concepción política
de Pedro Sánchez. A partir de ahí, todo es posible. Que le sustituya
Carolina Darias es irrelevante, aunque no así que sea Miquel Iceta,
líder de los socialistas catalanes, el que actualizó la España
federal con ocho naciones, quien se haga cargo del ministerio de
Política Territorial y, a la postre, de ser el referente para los
independentistas y los indultos a los acusados por sedición, tema
que muñe con fruición Pablo Iglesias. Estamos ante una crisis de
Gobierno que nada tiene que ver con la pandemia e, incluso, que
quiere retirar el foco de ella. Es una estrategia que La Moncloa
está desarrollando desde el principio del coronavirus. Cuando Illa
fue nombrado ministro de Sanidad, todavía no se había declarado la
pandemia, a pesar de que días antes de la toma de posesión, el 13 de
enero de 2020, la OMS anunció que había recibido de China las
secuencias genéticas del nuevo coronavirus. Pero la misión de Illa
no era controlar esta pandemia y poner los medios para que no
llegase a España, sino hacerse cargo de un departamento sin apenas
competencias, lo que le permitiría coordinar, en tanto que ministro
representante de los socialistas catalanes, las negociaciones en
aquella «mesa de diálogo» con los partidos independentistas, que el
tiempo ha envejecido: el indulto a los secesionistas del 1-O es un
hecho. Era evidente que no era la persona indicada para estar al
frente de Sanidad, pese a su talante moderado y dialogante, pero
Sánchez encontró el «relato» que le haría superar esta crisis: cómo
evitar el desgaste para el Gobierno. De esta manera, el perfil de
Illa fue útil para derivar toda la responsabilidad de su
departamento hacia las comunidades autónomas, y especialmente a la
Comunidad de Madrid: la bochornosa campaña contra el Hospital Isabel
Zendal ha sido el mejor ejemplo.
En definitiva, cuando el Gobierno estaba preparando esta
irresponsable estrategia, Illa ya sabía que su objetivo era dar
forma a su perfil de candidato para la Generalitat. Desde ese punto
de vista, es lógico que no haya tenido que dar cuenta en sede
parlamentaria de su gestión porque en estricta formalidad
democrática era obligada su comparecencia. Illa llega a Cataluña
como única opción con posibilidades del constitucionalismo, aunque
tiene el riesgo de haberse fraguado en una crisis sanitaria que,
pese al empeño de Moncloa, no es exitosa. Una crisis de Gobierno que
no fortalece la lucha contra la pandemia.
El desgobierno, el destructor de España, el
bárbaro que arrasa España
Nota del Editor 27 Enero 2021
En España no hay gobierno, hay un desgobierno que está
destruyéndola, y los bárbaros que la están arrasando están dirigidos
por el dr cum fraude.
Una oportunidad perdida
Editorial ABC 27 Enero 2021
Sánchez no ha acometido una crisis de gobierno, sino un relevo en el
que han primado los intereses electorales del PSOE sobre la lucha
contra la pandemia. Y con Iceta en el Ejecutivo, el separatismo
puede estar más tranquilo aún
Salvador Illa dejó ayer de ser el titular del Ministerio de Sanidad,
del que se despidió con una frase que lo dice todo sobre el grado de
frivolidad con el que ha gestionado la pandemia: «Me siento un
servidor público y siempre estaré donde pueda ser más útil». El
silogismo retrata la filosofía de este Gobierno, y el oportunismo
electoralista se impone sobre la lucha contra una enfermedad que ha
causado en España casi 80.000 muertes y más de dos millones de
contagios. Si Illa y Pedro Sánchez consideran que el hasta ahora
ministro va a ser «más útil» como candidato a la Generalitat que
culminando su tarea, es objetivamente porque ambos dan más
relevancia a una contienda electoral que a la tragedia del virus.
Estéticamente, la excusa es un insulto a los fallecidos y los
enfermos, pero el relevo no deja de tener cierta lógica, porque
parece indudable que Illa será mucho «más útil» en cualquier otro
destino que al frente de Sanidad.
Su sustituta será la hasta ahora ministra de Política Territorial,
Carolina Darias, a quien procede desear más suerte, más acierto y
más éxito que el logrado por Illa, porque no es cierto que la
pandemia esté «bien encarrilada». Pero sobre todo, Darias tiene ante
sí la obligación de cambiar radicalmente la manera en que Sanidad ha
enfocado la lucha contra el virus, su forma de dirigirse a la
sociedad y, en especial, el reto de dejar de mentir, que es la seña
de identidad de este Gobierno.
Los relevos en el Ejecutivo son mínimos porque Darias será
sustituida por Miquel Iceta, a quien Sánchez consuela con Política
Territorial después de apearle de la pugna por la Generalitat. Iceta
se había convertido en un candidato sin pulso, y en un líder en
declive incapaz de ilusionar al electorado del PSC, sin opciones de
ganar las elecciones catalanas. Más aún, Sánchez nunca pensó en
Iceta como ministro -de lo contrario lo habría nombrado mucho
antes-, y ya quiso apartarlo del PSC designándolo presidente del
Senado, maniobra que frustró ERC. No obstante, y pese a haber
conducido al PSC a los resultados electorales más pobres de su
historia, su peso político es indudable: tendrá en su mano la
relación con las autonomías, es ferviente partidario del indulto
para los presos separatistas, siempre apeló a una «tercera vía»
federalista como solución para Cataluña, avala el término «nación»
para esa comunidad, es favorable a un referéndum legal por el
«derecho a decidir», y se opuso frontalmente a la aplicación del 155
para Cataluña porque su alma soberanista siempre se impuso a la
constitucionalista.
Estos dos relevos demuestran que la «mini-crisis» de Gobierno es
solo una oportunidad perdida para España. Los equilibrios internos y
el chantaje político de Podemos, de quien Sánchez es forzosamente
dependiente y gregario, le han impedido relevar a ministros
inoperantes como Manuel Castells, Alberto Garzón o Irene Montero.
Tampoco entre los ministros socialistas hay muchos con capacidad
creíble de impulso. Se trata de un gabinete roto en mil pedazos
-tantos como egos- e inmerso en profundas luchas intestinas que ya
ni se molestan en ocultar. La renovación debió ser mucho más amplia
porque el gabinete es ineficaz. Y desde una perspectiva puramente
gestual, Sánchez debió suprimir algunas carteras innecesarias y
aparentar al menos que es solidario con la contención del gasto
público en un momento de ahogo económico creciente. Illa ha sido un
ministro pésimo, Iceta no es un fichaje, sino una solución efectista
a un problema electoral, y Darias tiene una cosa a su favor: es
francamente difícil que lo haga peor que Illa.
El dr cum fraude sigue pagando la
destrucción de España con nuestro dinero
Nota del Editor 27 Enero 2021.
En España no hay una crisis de gobierno, hay un grupo de malvados
dirigidos por el dr cum fraude que la están destrozando y hasta que
no consigamos deshacernos de tales miserables traidores no habrá
esperanza.
El temporal Illa se desplaza a Cataluña
Un ministro nefasto y sectario que engaña con las formas y maquilla
una gestión desastrosa no puede ser solución ni para Cataluña ni
para España.
Fernando de Rosa esdiario
27 Enero 2021
Países como España, Francia o Bélgica fijan cada temporada los
nombres por orden alfabético para bautizar las borrascas o
temporales que afecten a sus territorios. En lo que llevamos de año
hemos sufrido temporales como el de Filomena, Gaetan y Hortensia.
Estos temporales han generado graves daños, incluso Filomena logró
que media España quedara paralizada e incomunicada. Si considerables
han sido los perjuicios generados por estos temporales, más
pernicioso y preocupante es la secuela de destrozos, ineficacia, y
falta de transparencia que está ocasionando la borrasca que desde
hace ya un año sufrimos en España: “el temporal Illa”, que
curiosamente, por orden alfabético es el que sigue a Hortensia.
El Ministro de Sanidad deja atrás una nefasta gestión de la crisis
sanitaria, oscurantismo en la compra del material médico sanitario,
improvisación y bandazos en la toma de decisiones para combatir la
covid19 y en el establecimiento del plan de vacunación.
Si Filomena dejó paralizado medio país, Illa deja España al borde
del colapso sanitario y en el abismo de la mayor crisis social y
económica a la que se enfrenta nuestro país desde hace décadas.
Sánchez debería haber cesado al incompetente Illa en los primeros
meses de esta crisis, sin embargo, lo ha mantenido al frente del
Ministerio de Sanidad y ahora le premia como candidato a la
presidencia de la Generalitat catalana.
El sanchismo quiere vender a Illa como la persona que va a conseguir
que los nubarrones negros y tormentosos del independentismo catalán
vayan a disiparse y luzca de nuevo el sol. No hay que llamarse a
engaño. Sánchez con sus movimientos alimenta el apetito voraz de los
independentistas.
Illa desaconsejó el uso de mascarillas, llegó tarde al material
sanitario, y ahora no ha procurado las jeringuillas suficiente
No hay que olvidar sus pactos y concesiones en Navarra al pactar con
EH-Bildu. Y ahora pretende en Cataluña hacer lo mismo con Esquerra
Republicana. Illa por decencia democrática, debería estar en su casa
y llevarse de paso a Fernando Simón, ambos personajes se han
convertido en el símbolo de la mentira y la burla a todos los
españoles.
El temporal Illa va a acabar desplazándose a Cataluña y sus
nubarrones negros van a complicar la convivencia en dicha comunidad
autónoma. Su santo y seña es ocultar la verdad y su símbolo es la
calma antes de la tempestad, porque con sus suaves maneras va a
intentar convencer a los catalanes constitucionalistas que él es la
solución contra el independentismo, y una vez contados los votos el
14-F por la noche, hará como ya hizo Pedro Sánchez tras las
elecciones de noviembre de 2019, desdecirse de todo lo dicho y
pactar con los partidos que sostienen al PSOE en el gobierno
central. ¿O alguien puede creer que Sánchez va a arriesgar su poder
en Madrid?
El cálculo electoral de este Gobierno está poniendo en riesgo muchas
vidas, todo lo supeditan a las encuestas sin vergüenza alguna. En
febrero del año pasado no tomaron medidas para intentar salvar las
manifestaciones del 8-M, lo cual puso en riesgo a miles de personas
y ahora evitan tomar medidas más drásticas porque Illa es candidato
electoral y así salvar las elecciones el 14-F. Siempre la ideología
frente a la gestión.
Sánchez se desentiende de la pandemia para volcarse en la campaña de
Illa
Illa es el Ministro que desaconsejó el uso de mascarillas, que llegó
tarde en el acopio de material sanitario en marzo, y ahora en enero
no ha procurado las jeringuillas suficientes para una vacunación
masiva, y que ha provocado el caos en el reparto de dosis de las
vacunas.
Illa es el ministro que se ha limitado a atacar a la Comunidad de
Madrid despreciando al hospital Zendal, mientras en la Comunitat
Valenciana mira a otro lado cuando se crean barracones sanitarios
con graves deficiencias para atender a los enfermos de COVID.
Illa es el ministro que llora en su presentación como candidato
electoral y no ha derramado una lágrima por los sanitarios que
luchan desesperadamente por salvar vidas, por los casi 90.000
fallecidos o cientos de miles de enfermos. Un personaje así no
merece seguir en política, espero que los catalanes no caigan en la
trampa y tomen medidas contra la Borrasca Illa.
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