Para que el bien triunfe
Rafael Bardají. https://gaceta.es/ 25 Marzo 2021
Todos sabemos que para que el mal triunfe basta con que los hombres
buenos no hagan nada. Lo que no sabemos todos es que para que el
bien triunfe, los hombres buenos deben hacer lo correcto. En la
España actual, lo correcto es combatir a la izquierda política y al
progresismo cultural. Y no nos engañemos, la izquierda política está
encarnada hoy en Podemos y en Sánchez (y sus aledaños
antiespañolistas), pero el progresismo cultural se extiende también
en un centroderecha que renunció hace tiempo a defender sus
principios y prefirió arrodillarse en un vano intento de hacerse
perdonar por la izquierda. Una izquierda, como bien sabemos,
revanchista, guerra-civilista, antidemocrática y que no tiene
intención alguna de perdonar a nadie. Si por Pablo Iglesias fuera,
España sería Corea del Norte con el clima de Venezuela.
La corrupción financiera que persigue al PP en realidad esconde una
corrupción moral mucho más grave, la de renegar, como Pedro, de sus
principios rectores. Primero con Mariano Rajoy y ahora con el nuevo
viejo Pablo Casado. Y todavía tendrá tiempo para una tercera
negación. Por eso, ante las nuevas elecciones en Madrid, esas en las
que nos estamos jugando un futuro de comunismo o libertad, lo que
los hombres buenos deben hacer es votar a VOX. Hay más que
suficientes razones, tácticas y estratégicas, para así hacerlo.
Primero la razón de peso. Es verdad que la decisión de convocar
elecciones anticipadas en Madrid para desactivar las mociones contra
Isabel Díaz Ayuso, ha tenido el efecto serafínico de sacar a
Iglesias del gobierno, que no es poco. Pero una potencial victoria
de Ayuso sobre el comunismo y el socialismo del que es socio ni
puede ni debe ocultar otra dramática realidad: la victoria del
casadismo. El líder del PP sale renacido de entre sus cenizas con
una victoria de Ayuso, presidenta a la que, paradojas de la vida
política, Génova siempre ha mirado con desdén, envidia y una ruin
falta de apoyo. Ayuso será lo que quiera decir que es, pero nadie
puede hacerse el ciego ante lo que sí sabemos que es el PP de Pablo
Casado, un partido mucho más preocupado por desembarazarse de VOX
que por luchar contra el verdadero enemigo de España, el Gobierno de
Sánchez. La victoria de una Ayuso, auténtica Juana de Arco o
Agustina de Aragón frente a la izquierda madrileña, será también la
victoria del PP del centrismo central que hoy defiende Génova, sólo
que a escala nacional. La derrota de Iglesias en Madrid tiene un
precio, la consolidación de un PP cuya única ambición es ser la
muleta del PSOE en una eterna oposición. Un PP que, como hasta ha
dicho José María Aznar, carece de proyecto. Un PP que se reconoce
mejor en el galleguismo de Feijoó que en la combativa presidenta de
Madrid. Por eso Ayuso debe ganar en Madrid, pero no con mayoría
absoluta, sino dependiendo claramente del apoyo que pueda recibir de
una formación más nítida en sus valores y más firme en la defensa de
los mismos, como es el VOX de Santiago Abascal.
Nuestra triste historia nos enseña que cuanto más amplia la mayoría
del PP, mayor la renuncia a sus promesas y mayores las tentaciones
de hacer lo contrario a lo que dice defender. El famoso voto útil
con el que aglutinaron a millones en el pasado se mostró, en
realidad, el más inútil de los votos. En Madrid, donde el sistema
electoral es prácticamente directo y proporcional, cambiar el
sentido del voto, de VOX al PP, como muchas voces piden
acaloradamente, carece de sentido. No es necesario para asegurar la
victoria de Ayuso y aunque fortaleciese a Ayuso, consolidaría a un
PP más proclive a defender las políticas socialdemócratas y de la
izquierda social que a construir una auténtica mayoría conservadora
en España. Ahí estás las Cucas Gamarras defendiendo, por ejemplo,
las manifestaciones del 8M en plena pandemia. El voto útil de un
conservador que prefiere la vida a la muerte; que no confunde opción
sexual con los lobbies LGTBI y no sé que más letras; que no teme ver
que la inmigración ilegal, es un problema económico, social, de
seguridad y, en última instancia, de identidad nacional; que no dice
una cosa en Madrid y otra en Barcelona; que defiende la acción de la
Policía y el orden en las calles; que defiende la igualdad entre
hombres y mujeres, pero critica la perversión del feminismo actual y
la condena de todos los hombres por principio; que ama a España y
que entiende que los españoles deben ser siempre lo primero y no
sentirse discriminado en su propia tierra; el voto útil del español
que cree en todo esto y muchas otras cosas, es votar a VOX. Apoyar
al PP de hoy, es inútil. Por muy fiera que sea Ayuso, el PP no es
suyo, sino el de el blandiblú que se ha instalado en Génova (y donde
se vayan a mudar) con Pablo Casado.
Las elecciones en Madrid, en esta ocasión, van mucho más allá de
Madrid. Nos jugamos un futuro de España. Que no es el que quiere un
Pablo Iglesias en decadencia, sino el de ese magma socialista y
socialdemócrata que ha sido y es el bipartidismo del PSOE y PP. Si
lo que de verdad quiere es salvar a España de los designios de la
izquierda, hoy gracias al empeño y el esfuerzo de unos cuantos tiene
una alternativa. Esa alternativa no se llama Casado, sino Santiago
Abascal. El PP de Ayuso no existe, VOX, sí. Haga lo correcto y
triunfará el bien.
La "locura" de Vox o la insensatez del PP
EDITORIAL Libertad Digital 25 Marzo 2021
A menos de un mes de que comience la campaña de las elecciones
autonómicas madrileñas, ni un solo sondeo pronostica que el PP vaya
a conseguir mayoría absoluta. De hecho, lo que todos dicen es que
Isabel Díaz Ayuso no podrá renovar la Presidencia sin el respaldo de
Vox. Ante este panorama, el PP debe crear un clima de cordialidad,
acercamiento y colaboración con Vox, tal y como, de hecho, viene
haciendo Isabel Díaz Ayuso; no sólo por razones de puro interés
político sino por los principios y valores liberal-conservadores que
comparten.
Pero por lo visto, en Génova prefieren mantener las distancias y
seguir adelante por la suicida senda abierta por Pablo Casado con su
ominoso ataque a Santiago Abascal en la moción de censura contra el
peor Gobierno de la España democrática, en la que los populares
votaron lo mismo que el PSOE y Podemos. La pauta ya la dejó clara el
secretario general del PP, Teodoro García Egea, hace unos días,
cuando vetó la presencia de Vox en un nuevo Gobierno de Ayuso. Este
miércoles, la insensatez de los capitostes populares les ha llevado
a proclamar la estupidez de que sería una “locura” que Vox pidiese
formar parte del Gobierno madrileño.
Aquí la única “locura” es la de un PP que ningunea a una formación
con la que, por razones tanto ideológicas como estratégicas, está
condenado a entenderse. La de quienes en el PP interiorizan y hacen
suya la repulsiva imagen que la izquierda da de un partido, el de
Santiago Abascal, de impecable trayectoria en defensa del orden
constitucional. La de quienes, en fin, consideraron un acto de
responsabilidad que el PP formara Gobierno de coalición con Cs y
ahora dicen lo que dicen de Vox y sus locuras.
Tendrán que ser Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio quienes, a la
luz de los resultados electorales, decidan si el necesario clima de
entendimiento entre sus partidos se plasma en acuerdos de apoyo
externo por parte de Vox o en una coalición de gobierno. Lo que no
es de recibo es que la dirección nacional del PP incurra en vetos
preventivos con intromisiones estúpidas e inoportunas.
La insensatez de que hacen gala quienes en el PP ningunean a un Vox
al que querrían aplicar un cordón sanitario es aún más criticable en
el ámbito nacional. Y es que, aun cuando Vox no estuviese en
disposición de dar el sorpasso al PP, frente a lo que ya pronostica
alguna encuesta, parece claro que la formación de Abascal ha llegado
para quedarse, y sin ella será imposible que Casado o cualquier otro
representante del PP pueda alcanzar algún día la presidencia del
Gobierno.
Firmar es defenderse
EDITORIALhttps://gaceta.es
25 Marzo 2021
Resulta extraño en España que un partido político decida salir del
cortoplacismo electoralista y apueste todo a un proyecto
transnacional de combate cultural contra el comunismo, disfrazado de
Socialismo del Siglo XXI, que es el enemigo objetivo de la libertad
en todas las naciones iberoamericanas, incluida, por supuesto,
España.
Extraño, insistimos, pero por extraordinario, valiente. Esa es la
apuesta de VOX a través de su centro de pensamiento, la Fundación
Disenso, que miró mucho más lejos pero a la vez mucho más cerca al
presentar un gran documento, la Carta de Madrid, en defensa de la
libertad y el progreso real de las naciones iberoamericanas como
antecedente de lo que un día, si virus chinos y estados de excepción
encubiertos, será la gran cita de todas las fuerzas libres de la
Iberosfera: el Foro de Madrid.
Durante los primeros meses desde su presentación en sociedad, la
Fundación Disenso ha recogido la adhesión a la Carta de Madrid de
buena parte de lo mejor del pensamiento, la política, la universidad
y el periodismo de ambas orillas del Atlántico. Desde visiones
diferentes y plurales, todos los firmantes han detectado cuál es la
amenaza común y qué es lo importante en la contienda contra un
enemigo tan poderoso como el Socialismo del Siglo XXI y sus redes de
acción como el Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla. Los
principios de la Carta de Madrid, por delante: defensa del Estado de
Derecho, del imperio de la ley, de la separación real de poderes, de
la libertad de expresión amenazada por las élites globalistas y, por
supuesto, defensa cerrada de la propiedad privada, que es la mejor
defensa de la familia.
Hasta hoy, 120 personalidades de toda la Iberosfera, con poder de
influencia real, han firmado la Carta de Madrid. Ahora, con el
impulso de esos líderes, la Fundación Disenso ha decidido abrir la
firma a los 700 millones de personas que comparten un vínculo tan
esencial como la Hispanidad hoy secuestrada y empobrecida por
regímenes totalitarios de inspiración comunista que cuentan con la
colaboración esencial de los que creen que se puede moderar a los
liberticidas.
Con esta decisión de abrir la Carta de Madrid a todas las personas
que comparten una visión común de defensa de la libertad, la
Fundación Disenso de VOX da un enorme salto que le convierte en el
centro de pensamiento de referencia en las Américas. Desde La Gaceta
de la Iberosfera no podemos sino celebrar esta decisión y animar a
todos nuestros lectores a que comprometan su firma y su buen nombre
en defensa de la Libertad, la Justicia, los Derechos Humanos y la
Democracia. La democracia de verdad, no la que es invocada a diario
por los que, sin duda alguna, son sus máximos enemigos.
Parafraseando a Ramiro de Maeztu, que definió con maestría la
necesidad de proteger la Hispanidad, firmar la Carta de Madrid es
defenderse.
https://gaceta.es/editorial/firmar-es-defenderse-20210325-1500/
No lo dude y firme.
Un ‘pin parental’ oportuno para detener a
los ‘perroflautas’
Miguel Ángel Belloso. okdiario 25 Marzo 2021
Producto del conciliábulo político, el PP seguirá gobernando en
Murcia, a Dios gracias, con los votos de tres parlamentarios
díscolos de Vox expulsados del partido que sin embargo conservan
algunas de sus ideas grandes y útiles. Una de ellas es la del famoso
‘pin parental’, de nombre desafortunado, pero de propósito
elogiable. Porque está concebido para defender el derecho de los
padres a la educación de los hijos. Aunque muchos no acaben de
entenderlo, la escuela debe dedicarse exclusivamente a la
instrucción, a enseñar con la mayor eficacia y decoro posible las
materias que forman parte del plan académico.
La educación es otra cosa. Esta es una facultad indelegable de los
padres, que naturalmente conservan la soberanía completa al
respecto, y que deben de tener la posibilidad ejecutiva de veto -más
aún dados los tiempos que vivimos- sobre las charlas y los llamados
talleres que se imparten en horario escolar por colectivos diversos
de la izquierda anti sistema con el propósito inmarcesible de
inyectar a los niños en vena el lenguaje inclusivo, la ideología de
género, el ecologismo radical acientífico, la libertad de elección
del sexo, las prácticas afectivas y carnales más desaconsejables en
la adolescencia en formación, y como resumen, todo la mierda que una
persona normalmente constituida suele aborrecer.
Por desgracia, el sistema educativo ha sido siempre monopolio de la
izquierda y con ello hemos tragado hasta la fecha. Hasta que
apareció Vox y dijo hasta aquí hemos llegado, y se ocupó de defender
e incluso de establecer las cautelas correspondientes. Vino a decir:
en las escuelas y los colegios se tienen que impartir las
asignaturas de siempre, y todas las charlas y talleres espurios en
horario escolar a cargo de colectivos desquiciados y amamantados por
el dinero público deben desaparecer de un plumazo. No lo ha
conseguido, pero en ello está, por eso lucha, y por eso admiro a
este gran partido.
Como vivimos en una época disparatada y anormal, Vox ha decretado
que se ha acabado con el tiempo de las cesiones al adversario y de
contemporizar con la inmoralidad reinante, con la trayectoria
inveterada de sumisión ante el pensamiento convencional y
políticamente correcto. Los padres deben retener la hegemonía
completa sobre la educación de sus hijos y tener la capacidad de
impedir que los ‘perroflautas’ desastrados contaminen su cerebro.
Demasiado tienen ya con la televisión ordinaria, con las redes
sociales de cualquier signo y con lo que ven en la calle. La familia
debe seguir siendo el muro de contención. La salvaguarda ante el
desastre. La garantía de la sucesión de la especie lo más inmaculada
posible.
Vox es un partido que nació defendiendo el ‘pin parental’, que
consiste básicamente en que los padres tengan que autorizar
expresamente las actividades complementarias que se programan en los
centros educativos en horario escolar y que suelen estar a cargo de
los enemigos de la civilización occidental, en la que viven y de
cuya falta obscena de principios se aprovechan. Estos son
básicamente los colectivos feministas recalcitrantes, el grupo de
los LGTBI y demás ralea, todo el excremento contemporáneo, que tiene
una voluntad granítica y una determinación a prueba de bomba para
sembrar el mal y hacer acólitos dispuestos a la destrucción de todo
lo bueno que hay por el mundo. Se suelen dedicar a la perversión,
como ha ocurrido en Navarra, gobernada por socialistas desquiciados
en compañía de filoterroristas, donde se proponen persuadir a los
niños del placer de juegos eróticos novedosos y de prácticas
sexuales depravadas.
La señora Ayuso, por la que saben que tengo tanto aprecio, y que
espero que siga siendo la presidenta de la Comunidad de Madrid, se
ha venido oponiendo hasta la fecha al ‘pin parental’, aunque
realmente fue la primera en practicarlo, impidiendo que la ministra
de Igualdad, Irene Montero -la pareja del vil Iglesias- fuera a un
colegio a impartir su detritus. Pero esto es lo que sucede
habitualmente en la escuela: una conjunción astral para desplegar el
desvarío y la confusión sobre la mente limpia y desprejuiciada de
nuestros hijos. La señora Ayuso ha venido defendiendo hasta la fecha
que no hay, que no tiene noticia de que haya adoctrinamiento en las
aulas en Madrid, pero claro que lo hay. A diario. Cada maestro o
profesor tiene su particular ideología de la que impregna a sus
alumnos. Esto me parece natural siempre que no rebase lo inmoral,
que es no dedicarse a su labor principal, que es la instrucción, que
es enseñar su asignatura, la ciencia, las humanidades, lo que toque.
Ayuso también dijo que no constan quejas de los padres sobre el
eventual adoctrinamiento en Madrid. Me lo creo. En Cataluña ha
habido pocas y ya conocemos el vertedero en que se ha convertido
aquella comunidad desde los tiempos de la inmersión de Pujol,
después de décadas de inocular veneno nacionalista en los niños, que
son los que hoy incendian las calles. Probablemente, como en
Cataluña, no hay quejas de adoctrinamiento en Madrid, pero ya se
sabe lo que son los padres contemporáneos. Bastante tienen con sacar
adelante su trabajo y con que sus hijos estén en el colegio
entretenidos durante las horas correspondientes sin que les den la
murga, ni los aboquen a dilema ético alguno.
Adoctrinamiento ha habido siempre y por doquier, con la agravante de
que el del momento está para más inri subvencionado con dinero
público, auspiciado y consentido para que no te llamen ‘facha’, para
quedar bien, para ser centrista, para pasar por moderado, o sea para
practicar la felación oportuna al socialismo ‘sanchista’ en los
tiempos que corren. ¿En qué creen que consistirá la nueva asignatura
de principios éticos y morales instaurada por la ley Celaá, esta
ministra que vino a decir que los hijos no son de los padres sino
del Estado, como una Lenin rediviva?
Hace tiempo que en el Reino Unido está instalado de facto el ‘pin
parental’. No se llama de esta manera. Con este nombre tan
mejorable. Pero allí, en las escuelas se imparten asignaturas, se
enseña ciencia o humanidades, se cultiva el programa académico
debidamente aprobado. El resto, es decir, todo lo relacionado, por
ejemplo, con la educación sexual, forma parte de un programa
voluntario que las familias pueden ahorrarse, y harán muy bien, dada
la incontinencia general de quienes suelen impartir estas malas
enseñanzas extra, que se comportan como sectas dispuestas a captar
sin escrúpulos adeptos sobre la base de la insistencia
monetariamente recompensada.
El mal llamado y bienvenido ‘pin parental’ no es ninguna imposición.
Es una herramienta legal más para que la ejerzan voluntariamente
aquellos padres que no han caído irremisiblemente en el
adoctrinamiento, para sacudirlos de la molicie en la que están
instalados, y para que los que aun conserven la fuerza suficiente
para detener la educación impropia en la escuela tengan el vehículo
legal adecuado para impedir que sus hijos sean conducidos por el mal
camino en términos de valores éticos, sociales, cívicos y sexuales.
El ‘pin parental’ es una apuesta más por el ejercicio de la libertad
que el socialismo de toda la vida se propone secuestrar
indefectiblemente.
Sánchez: el tiro por la culata
Carlos Dávila. okdiario 25 Marzo 2021
Si para algo han servido los bochornosos episodios de Madrid, Murcia
y Castilla y León son para que el país enero haya comprobado que los
artificieros de la Moncloa no son tan listos como han venido
apareciendo. Hasta ahora, los glosadores de Pedro Sánchez venían
asegurando algo al parecer incontrovertible: la enorme habilidad del
individuo mencionado y de su equipo, al frente del cual naturalmente
el gurucillo Redondo, para urdir maniobras con vocación de triunfo
final. Desde aquella trapisonda doméstica en la Sánchez perdió pero
terminó doblegando a sus propios conmilitones del partido, a su
gloriosa moción de censura contra Rajoy que finalizó
sorprendentemente con los huesos de éste fuera de La Moncloa, y
terminando con su asociación abyecta con el comunismo radical, todo
parecía salirle bien al ocupante de la Presidencia, y no importa que
la ocupación se pueda escribir con “k”. Todo hasta ahora mismo.
Cronológicamente, todo empezó cuando con su asalto a Cataluña
enviando allí como candidato al peor ministro de Sanidad del mundo
mundial, se quedara en agua de borraja, de manera que es muy
sencillo que este mismo viernes la peor piara separatista del
antiguo Principado se haga con la Generalidad, y lo haga dejando al
depauperado e inane Illa con la miel en los labios. Una gobernación
que le atribuía, sin expresar la mínima duda, el Centro de
Investigaciones Socialistas (antes Sociológicas) del simpar Tezanos.
Tras el fiasco, Sánchez y Redondo dictaminaron balón a seguir, y en
ese mismo momento planearon una operación para desalojar de los
gobiernos regionales al Partido Popular. Necesitaban un cómplice
para esa malsana operación y lo encontraron sin problema alguno,
antes bien con entusiasmo, en la agónica líder de Ciudadanos, Inés
Arrimadas, una política cuyas decisiones se cuentan por fracasos.
Ésta no se sabe por qué (quizá tampoco lo sepa ella) se compinchó
con La Moncloa porque allí en. reuniones secretas de las que se va
sabiendo casi todo, le convencieron de que iba a conquistar el Edén.
“Madrid, Murcia y Castilla y León van a ser nuestros”. Era un abrazo
de oso que Arrimadas, en su torpe desenvolvimiento, se creyó a pies
juntillas.
Ahora se ha quedado sin pan y sin tajadas. Han deshilachado los
restos de Ciudadanos hasta postrarlos en la indigencia política, se
han jugado su práctica desaparición en la Comunidad de Madrid, y su
aparatoso liderazgo de primeras nupcias está ya sumido en la
inexistencia. ¡Vaya pan para estas tortas! Ahora sus presuntos
cómplices de La Moncloa le están poniendo los cuernos y están
filtrando que “lo que ha pasado es que Arrimadas no controla su
partido”. Cínicos: a Sánchez y Redondo la señora Arrimadas les ha
traído exactamente por una higa. Le utilizaron solamente para arrear
un estacazo al PP, y sobre todo, a Isabel Díaz Ayuso quien, según
dictan informadores muy cercanos al presidente del Gobierno: “Hace
vomitar a Sánchez cada vez que le hablan de ella”.
Arrimadas se va y Sánchez se queda. Permanece pero al precio de
comprobar que su sabiduría, trufada de embelecos electorales, se ha
pegado un morrazo en las tres regiones citadas, un fracaso para
contarlo en las crónicas. Ahora, cada vez que Redondo, un mercenario
detestable, salga a prever lo que va a ocurrir en el país porque él
y su gente ya lo han pergeñado así, la mayoría de los españoles les
van a hacer un pedorreta sonora que se va a escuchar hasta en el más
recóndito pueblo de nuestra España. Nunca fueron creíbles: ahora son
unos trileros de la profecía a los que ya casi nadie (menos aún en
el PSOE donde se les odia) les tiene el mínimo aprecio profesional.
Lo malo es que, según se dice popularmente: “Cuando se comete un
error, se comete hasta el final”. ¿Qué significa ello? Pues que los
perdedores de este envite seguirán, erre que erre, imaginando
ardides para acabar con los enemigos, que así consideran ellos a a
sus rivales políticos. Ya escribimos en una anterior crónica que son
capaces de todo, porque no son gente de aceptar una derrota, como en
el himno del Real Madrid y “dar la mano”. Es tal su capacidad para
inventar una maléfica respuesta, que las mentes más dignas de este
país no aciertan a adivinar por dónde van a tirar éstos perdularios.
Desde luego van a plantear una campaña guerracivilista en Madrid
donde el portavoz y promotor no va a ser este Gabilondo, cogido por
los pelos, que se presenta como “serio” y formal”. No; ellos van a
dejar que su todavía vicepresidente, Pablo Iglesias, rearme a toda
la ralea que tiene por objetivo convertir a España en una sucursal
de Maduro. Van contar con la diarrea retórica de Iglesias para
intentar la provocación a Ayuso. Esta es la estrategia. Ya hay
anunciados dos debates donde se ha programado un duelo en el barro
con Ayuso para que ésta pierda los nervios y vaya más allá aún del
“comunismo o libertad”. Así están las cosas.
Ignominia y bajeza moral socialista
OKDIARIO 25 Marzo 2021
El grado de sectarismo de algunos dirigentes socialistas no tiene
límites. Resulta de una bajeza moral sin límites, todo un atentado a
la dignidad de las víctimas del terrorismo, que el Ayuntamiento del
Alcorcón (PSOE) haya retirado del Centro Familiar Polivalente y de
Mayores Gregorio Ordóñez la fotografía del político asesinado por la
banda terrorista ETA el 23 de enero de 1995. La imagen del concejal
del PP asesinado ha desaparecido del lugar donde fue colocada en
2015, cuando el centro fue inaugurado por el anterior alcalde. El
pasado diciembre, la Comunidad cedió el centro al consistorio para
abrir un Centro de Apoyo y Encuentro Familiar. Lo primero que hizo
el Ayuntamiento fue vaciar su interior y retirar la imagen de
Ordoñez, aunque el rótulo con su nombre continúa presidiendo la
entrada del lugar y también sigue colgada la placa conmemorativa en
la que la ciudad de Alcorcón dedica el espacio al político ‘popular’
asesinado.
La pregunta, visto el sectarismo sin límites del PSOE, es hasta
cuándo el rótulo y la placa seguirán ahí. Los precedentes no invitan
al optimismo, porque el PSOE ha empezado por retirar lo más
sencillo: la imagen del que fuera concejal del PP en el Ayuntamiento
de San Sebastián, abatido de un cobarde tiro en la nuca mientras
almorzaba en un bar donostiarra. Alcorcón rindió tributo a Ordóñez
por su ejemplo de dignidad y compromiso democrático. Pues bien, el
PSOE ha dado ahora ejemplo de indignidad y de la más elemental falta
de respeto al compromiso democrático de unidad en apoyo a las
víctimas del terrorismo.
Se hace muy duro de entender que un partido como el PSOE, que tiene
una larga lista de políticos asesinados por ETA, no sea capaz de
comprender que hay cuestiones que no son discutibles. La figura de
Ordóñez, como la de tantos socialistas a los que ETA segó sus vidas
por defender la democracia, merecía un mejor trato. Lástima que el
sectarismo de la izquierda pese más que la defensa de la dignidad de
las víctimas del terrorismo.
Los tentáculos de Soros en la Unión Europea
y sus presupuestos: el informe Khus
María Ariza. https://rebelionenlagranja.com 25 Marzo 2021
Derechos humanos, minorías… esos son los temas del día. Con un matiz
que tiene nombre y apellidos: George Soros. Y es que hemos
descubierto la crónica Soros de un eurodiputado bastante curioso:
Joachim Khus.
Khus, miembro del partido de alternativa para Alemania, AFD por sus
siglas en alemán, forma parte del grupo político de Bruselas
Identidad y Democracia, liderado por Marine Le Pen. Su línea
conservadora y su interés por defender al viejo continente lo han
llevado a analizar los presupuestos europeos de 2019 en un informe
emitido recientemente.
El informe fue publicado por una organización no gubernamental
llamada Centro Europeo para el Derecho y la Justicia, que ya en
otras ocasiones ha saltado a la palestra por publicar informaciones
sobre los tentáculos de George Soros y su fundación Open Society.
De hecho, hace un año publicaba otro de gran interés: ONGs y los
Jueces del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, donde se revelaba
la relación Soros – jueces del alto tribunal de amparo
constitucional europeo y la influencia de Soros en las sentencias
del mismo.
El informe de Khus va un paso más allá y se centra en la
financiación de ONGs de Soros por parte de la Unión Europea, a
través del estudio del presupuesto de 2019.
Cámara de eco, el bucle de retroalimentación de las «quangos»
El propio informe explica en su sumario que: “La comisión de la UE
financia una amplia gama de organizaciones no gubernamentales que
son casi exclusivamente de izquierda, y presionan a los gobiernos de
los estados miembros y a la propia UE para promover su agenda
política y obtener más fondos”.
¿Y dónde derivan todas esas ONG? En la Open Society, la fundación
del magnate George Soros. Open Society ha creado una red mundial de
ONG que promueven una agenda de izquierdas: aborto, LGTBI, fronteras
abiertas, lucha contra la incitación al odio y su mal llamada
extrema derecha… Todo ello bajo la bandera de los derechos humanos.
De ahí el nombre del informe: “Cámara de eco, el bucle de
retroalimentación de las quangos”. Y es que el autor sostiene que
existen organizaciones que lejos de ser ‘no gubernamentales’, se han
convertido en organismos cuasi – gubernamentales (quangos) que están
imponiendo a los estados sus propias agendas políticas.
98 millones de euros a proyectos de izquierda
La oficina de Kush ha identificado 98 millones de euros de
financiación para proyectos de izquierda por parte de la Unión solo
en el año 2019.
Además por ejemplo, más de un millón de euros del presupuesto fueron
a parar a ONG vinculadas al Islam radical, como la Hermandad
musulmana, que apoya un programa de islamización en Europa y tiene
estrechos vínculos con terroristas yihadistas, y otros 10 millones
fueron a ayudas a China, irán y Venezuela, todos ellos, regímenes
todos ellos dictatoriales que constantemente vulneran los derechos
humanos.
Así, el ponente denuncia que estos presupuestos discriminan a los
conservadores, también al contribuyente conservador, y violan las
obligaciones de la Unión de neutralidad política. Nada más lejos de
la realidad cotidiana de la civilización occidental.
******************* Sección "bilingüe" ***********************
El caballo de Troya de las lenguas
cooficiales
Xavier Pericay. vozpopuli.es 25 Marzo 2021
Incluso allí donde nunca se ha hablado el bable o el aragonés se
presupondrá que un día, por remoto que sea, igual llegó a hablarse.
Y, si no, tanto da
Hubo un tiempo, pongamos que hablo de los albores de la Transición,
en que el problema de los nacionalismos en España decidió tratarse
por la vía de la expansión y no de la contención. En aquel entonces
no existían más que dos frentes abiertos: Cataluña y el País Vasco.
Galicia, el tercero en discordia, no presentaba ni de lejos las
credenciales disruptivas de los otros dos. Pues bien, la UCD de
Adolfo Suárez, clara vencedora de las primeras elecciones
legislativas de nuestra democracia y, por tanto, partido encargado
de la gobernanza en aquella legislatura constituyente, decidió que
la mejor forma de abordar el asunto no era aislándolo y contentando
a sus promotores con concesiones más o menos razonables, sino
instituyendo lo que se vino en llamar, gracias a la vena creativa
del ministro adjunto para las Regiones, el andaluz Manuel Clavero
Arévalo, el “café para todos”.
Como es natural, no todas las tazas podían ser iguales. Las había
grandes, pequeñas y medianas. Las grandes correspondían a las tres
comunidades autónomas que alegaban poseer derechos históricos, o
sea, Cataluña, el País Vasco y Galicia –o poseer más derechos que el
resto, porque en esta materia quién más, quién menos, todas decían
tener–. Esos derechos se concretaban entonces en la reclamación de
un trato preferente por haber dispuesto durante la Segunda República
de un Estatuto de Autonomía –el de Galicia, aprobado en referéndum
en vísperas de la guerra civil, ni siquiera llegó a entrar en
vigor–. Luego venían las tazas medianas, generalmente rellenas con
unos argumentos donde primaba la existencia y la utilización en la
comunidad de marras de una lengua regional distinta del castellano.
Y en último término las tacitas, que no atesoraban, las pobres, otra
particularidad idiomática que el uso secular del castellano –por lo
demás, lengua oficial del Estado y común de todos los españoles–.
Sólo Andalucía no encajaba en esta clasificación de base
lingüística, pero el socialismo, hegemónico en esta parte de España,
forzó la celebración de un referéndum para que la Comunidad
accediera a la autonomía por la misma vía que las de la taza grande.
Y se salió con la suya.
Un sonoro fracaso
Esa fórmula del café para todos, que escondía un remedo de
federalismo asimétrico y cuyo objetivo era consolidar el naciente
Estado de las Autonomías, constituyó, ahora se ve, un sonoro
fracaso. Ni aplacó las ansias separatistas de los nacionalismos
vasco y catalán, ni consagró tampoco lo que se pretendía como un
mero proceso de descentralización administrativa. Lo dicho: no
contuvo, sino que expandió. Porque, poco a poco, las demás
autonomías, y en especial las de la taza mediana, aspiraron a
acaparar el máximo de competencias –que no tardaron en calificar,
por cierto, de derechos, fueran o no históricos–. Ya entrado el
presente siglo, la reforma del Estatuto catalán, coincidente con el
acceso al poder de José Luis Rodríguez Zapatero, provocó una réplica
emuladora en otras muchas comunidades –el resto de las de taza
grande y las medianas–, que aquí nadie quería ser menos. Y así hasta
hoy.
De ahí que la reciente iniciativa del Grupo Parlamentario Euskal
Herria Bildu en el Congreso de los Diputados consistente en pedir la
oficialidad para el bable y el aragonés –iniciativa que contó con el
apoyo de Podemos y los nacionalismos varios, y a la que se sumó
alegremente el PSOE– deba entenderse como un peldaño más en ese
proceso expansivo que dura ya más de cuatro décadas. Por supuesto,
nada hay que objetar al uso de estas lenguas. Tampoco a su enseñanza
en el sistema público, siempre y cuando se dé una demanda suficiente
que la justifique. Pero convertirlas en cooficiales significa mucho
más que eso. Significa participar del juego del nacionalismo. Para
un nacionalista hasta las piedras hablan. Incluso allí donde nunca
se ha hablado el bable o el aragonés se presupondrá que un día, por
remoto que sea, igual llegó a hablarse. Y, si no, tanto da. Al ser
cooficiales, tanto el conjunto de los ciudadanos de Asturias como de
los de Aragón tendrán derecho a usarlos en su trato con la
Administración, lo mismo en la enseñanza que fuera de ella. Y los
funcionarios deberán acreditar unos conocimientos mínimos de su
dominio para poder ejercer su labor, con lo que el derecho se irá
volviendo también obligación. Vendrán los títulos, los certificados
y, claro, las partidas presupuestarias para financiar todo esto,
entre las que no faltarán las destinadas mantener esas asociaciones
beneméritas, nacionalistas todas, que acostumbran a proceder,
andando el tiempo, como la catalana Plataforma per la Llengua,
especialista, como es sabido, en espionajes, denuncias y coacciones.
Y vendrá, en fin, más desigualdad entre los españoles, que se verán
privados en otras dos comunidades autónomas de sus legítimos
derechos como ciudadanos de una misma Nación.
Esto es lo que nos espera si se sigue dando curso a semejantes
caballos de Troya. Así pues, o reaccionamos pronto, o me temo que un
día no muy lejano asistiremos impotentes a la definitiva disolución
de este régimen de libertades en el que todavía, pese a todo,
vivimos y nos reconocemos.
Repulsivo silencio ultrafeminista
OKDIARIO 25 Marzo 2021
No sorprende, pero indigna que las asociaciones ultrafeministas
guarden un vergonzoso silencio en relación con un caso que la
izquierda trata de esconder, demostrando así su sectaria hipocresía.
La Audiencia Provincial de Valencia ha vuelto a condenar, tras
repetir el juicio, a cinco años de prisión al entonces marido de la
vicepresidenta del Gobierno Valenciano Mónica Oltra por un delito de
abuso continuado con prevalimiento de una menor tutelada por la
Generalitat. La sentencia va más allá: al Tribunal no le «pasa
desapercibido que sólo las personas ajenas al ámbito de la
Conselleria dotan de credibilidad el relato de la menor» de la que
abusó el marido de Oltra. Curiosamente, «todas las testificales del
personal del Centro de Menores y la Consellería que trataron a Maite
se la niegan».
Es decir, la Consejería niega crédito alguno a la menor. ¿Quién era
la consejera de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat
valenciana por aquellas fechas?, se preguntara el lector. Pues la
mismísima Mónica Oltra. Y qué hizo la Consejería: tratar de vender
la idea de que la menor era una niña problemática, mentirosa e
incluso violenta. La Justicia aprecia una consigna en esa Consejería
para denigrar la credibilidad de la niña que estaba siendo abusada
por el entonces marido de Oltra. Estos son los hechos.
¿Dónde están las ultrafeministas? Andan de campaña en Madrid,
haciéndole la ola a Irene Montero, ministra de Igualdad, que ha
dicho que las mujeres de Madrid corren peligro con el Gobierno de
Isabel Díaz Ayuso. Andan en eso: sembrando de mentiras el paisaje
político madrileño mientras en Valencia, ante un caso que si
afectara a un dirigente del PP o Vox provocaría un terremoto,
callan. Hay una menor víctima de abuso a la que pretenden dibujar
como una desequilibrada y mentirosa. La cobardía moral y el grado de
hipocresía de esta gente provoca repulsión. Qué asco.
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