Recortes de Prensa  Miércoles 18 Mayo 2022

Una deuda pública disparada

FRANCISCO MARHUENDA. la razon. 18 Mayo 2022


El elevado nivel de la deuda pública es uno de los graves problemas que tiene nuestra economía. El apoyo del Banco Central Europeo ha sido decisivo para que no suframos otra crisis de deuda soberana que, sin lugar a dudas, no podríamos asumir sin una intervención. La alegría con que se gastan los recursos públicos y se asumen compromisos, siempre me ha causado estupor. Es cierto que un gran número de economistas tiene una concepción intervencionista basada en un pernicioso estatismo heredero del comunismo, la socialdemocracia o la dictadura. Esto no afecta solo a quienes tienen una sensibilidad de izquierdas, sino a buena parte de los profesionales que acaban cayendo en el error de «más Estado» y la teoría de que el crecimiento de la economía hará que disminuya el porcentaje de la deuda sobre el PIB. Esto siempre me ha parecido un juego de trileros, porque no afronta el aspecto esencial que es la cifra total, el despilfarro y la ineficacia en la gestión pública. Muchas veces me pregunto cómo gestionan sus recursos personales esos economistas que ocupan cargos en la administración.


La realidad es que la deuda pública se ha vuelto a disparar alcanzado la elevada cifra de 1,45 billones. Es decir, los números rojos del Estado aumentaron en casi 61.000 millones durante el último año. El ratio está en un 117,7 del PIB. Me parece que es un nivel escandaloso, aunque el Gobierno vive instalado en un festival del despilfarro que es una consecuencia de su electoralismo e incompetencia. Este segundo aspecto significa una irresponsabilidad enorme, porque el sobresalto será impresionante cuando regrese la prima de riesgo a nuestras vidas. Un gobierno serio, al margen de ideologías, debería emprender las reformas estructurales que necesita la economía española y aplicar los recursos donde resulten más eficaces. Es verdad que pedir sacrificios siempre es impopular, como le sucedió a Rajoy, pero es la única salida posible para que no suframos un permanente déficit excesivo. Los malos economistas, no importa si son de izquierdas o de derechas, son los que incurren en el error de acudir al endeudamiento sin aplicar a la vez medidas de contención del gasto y, sobre todo, de favorecer el crecimiento económico. Las administraciones tienen unas estructuras muy pesadas, pero nadie hace nada para reducirlas.


ENDEUDAMIENTO DEL ESTADO

Máximo histórico de la deuda pública española: 1,45 billones, el 117,7 % del PIB

Agencias. https://rebelionenlagranja.com. 18 Mayo 2022


La deuda del conjunto de las administraciones públicas marcó un máximo histórico en marzo al alcanzar los 1.453.948 millones de euros -12.381 millones más que en febrero, un 0,85 % más-, lo que equivale al 117,7 % del PIB.

Según los datos publicados este martes por el Banco de España, la deuda pública al cierre de marzo equivalía al 117,7 % del PIB.


De acuerdo con los datos del Banco de España, desde marzo de 2021 la deuda pública se ha incrementado en 60.875 millones, un 4,4 %, y desde febrero de 2020 -el último mes antes del inicio de la pandemia de coronavirus-, en 218.010 millones, un 17,6 %.


Al cierre de marzo, la mayor parte de la deuda se concentraba en el Estado, con 1.274.332 millones, 12.068 millones más que un mes antes, lo que equivale a un repunte del 0,96 %.


Las comunidades autónomas cerraron marzo con una deuda de 309.811 millones, prácticamente igual que en febrero (8 millones más), mientras que la Seguridad Social sumó un millón para cerrar en 99.187 millones.


Las corporaciones locales registraron 22.471 millones de deuda, 261 más que en febrero.


Al cierre de marzo la mayor parte de la deuda pública se concentraba en valores representativos (1.260.693 millones), mientras que el resto se repartía en préstamos (188.240 millones) y efectivo y depósitos (5.016 millones)


Vox, el voto rebelde

CARMEN ÁLVAREZ VELA. https://gaceta.es. 18 Mayo 2022


El voto a Vox, denominado por tantos sesudos y progres analistas como el voto del tercer o cuarto gintonic, el voto cabreado, el voto radicalizado, el voto de castigo o el voto del desencanto, se ha convertido tal y como avala el paso del tiempo y la rápida implantación en todas las regiones españolas en un voto convencido, con ideas propias y distintas al voto del Partido Popular.


Las diferencias entre ambos partidos son evidentes. Vox considera fracasado el sistema autonómico, abomina de la Ley Integral de Violencia de Género y la Ley de Memoria Histórica y es el único partido que ha sacado a la palestra de nuevo el debate sobre el aborto que había sido desterrado de la política y la sociedad. El Partido Popular navega, de forma muy lícita, a favor de la corriente con su decisión de abdicar de la defensa de las ideas y de la llamada batalla cultural. No será porque no ha tenido oportunidades, pero cada uno elige su modo de estar en política y en la vida y también ha ser consciente de la responsabilidades que adquiere con su comportamiento. Por si había alguna duda al respecto, Elías Bendodo acudió presto a despejarla con su Estado plurinacional. Las nuevas promesas del PP es lo que tienen, que traen consigo sorpresas inesperadas.


En este sentido, el voto de Vox es un voto rebelde, pero no radicalizado. No sólo es rebelde, es también atrevido y para muchos es incluso provocador, porque en estos tiempos decir NO a determinadas cosas requiere valor y audacia. Las preguntas pertinentes que deben hacerse son: ¿quién se ha radicalizado? ¿Quién es capaz de hacer frente al cúmulo de errores en los que pretende perseverar el bipartidismo? ¿Acaso podemos ver la realidad española de la misma forma ahora que hace diez, veinte o treinta años?


Estas cuatro décadas de modelo autonómico, y más después del golpe al Estado de 2017, “han puesto de manifestación” -permítanme un homenaje al entrañable ministro de Consumo, Alberto Garzón- la existencia de redes clientelares en las distintas comunidades, la falta de cohesión nacional, los privilegios de unos ciudadanos sobre otros por razón de su lugar de nacimiento y el despilfarro brutal sin pies ni cabeza destinado en la mayoría de las ocasiones a crear pequeños miniestados. Es lógico que millones de españoles -de izquierdas y de derechas- entiendan ahora la realidad política española de una manera muy distinta a cómo lo hacían hace diez o quince años y consideren que es necesario afrontarla con soluciones adecuadas a los nuevos tiempos.


Resulta paradójico que un partido que forma parte del Gobierno del Reino de España defienda la república y el derecho a decidir de los llamados pueblos del Estado español —es decir, su desintegración— y que no se pueda opinar, por ejemplo, que el régimen autonómico ha sido un enorme fiasco sin que te señalen como fascista y peligro para la democracia. O, por ejemplo, que no aceptar el descabellado rodillo ideológico de género que no comparten ni las más clásicas feministas te convierta en un furibundo reaccionario radical.


Hace ya mucho que el voto de Vox dejó de ser un voto visceral fruto más de las emociones que de la racionalidad para ser un voto de ideas que se podrán compartir o no, faltaría más, pero que son tan legítimas como las de cualquier otro partido democrático. Y cuando digo democrático no me estoy refiriendo a los socios del Gobierno, ni siquiera al propio Gobierno que está desmantelando de forma sistemática y perfectamente diseñada el Estado de Derecho.


Lo que conviene no olvidar es que ser un partido distinto no lo hace incompatible con el necesario entendimiento con el Partido Popular para sacar a la extrema izquierda desintegradora del poder, tal y como ha demostrado. Los partidos no son un fin en sí mismos, en contra de lo que pueda parecer, sino la herramienta necesaria para hacer una sociedad y una España próspera y libre.


La derecha sin remedio pacta con Sánchez

AGAPITO MAESTRE. libertad digital. 18 Mayo 2022

Varias y diversas son las maneras de acercarse a las declaraciones de Feijóo sobre la idea de nación española. Ninguna de ellas dejaría pasar por alto su déficit de legitimidad política. Democrática. Es la hora, dicho más castizamente, de aguantar sus errores. Quizá eso les permita rectificar sus barbaridades con inteligencia política. Lean a quienes les critican, tomen notas y estudien. No sean tan sobrados. Les pierde la vanidad. Ustedes, señores del PP, con esas declaraciones han demostrado un desconocimiento absoluto de las ideas de Estado y Nación para caminar con paso erguido por la vida pública política española. La derecha sin remedio se ha vuelto a entregar a los designios del separatismo socialista, o sea a Sánchez y sus acólitos exterroristas y separatistas. Todos son iguales en sus posiciones particularistas. Solo miran por su cortijo y a España que le parta un rayo.


Algunos de mis lectores, personas buenas y de gran corazón, me dirán que, al menos, ya han rectificado. ¡Rectificación! No. No creo que haya habido un verdadero reconocimiento de su error, y menos una explicación a la altura que merecen sus votantes, simpatizantes y el resto de españoles que creen en la Nación española. Nadie que defienda una idea de nación española como tradición y proyecto puede contentarse con los balbuceos de Feijóo. No ha habido arrepentimiento ni enmienda por parte de Feijóo, sino una huida para que no lo pille el Toro de España. Cobarde. Sí. No sé qué es peor, afirmar que Cataluña es una nación o que España es una nación de naciones. Menos todavía salvará a Feijóo la apelación o llamada a la Constitución de 1978, si previamente no reconoce con argumentos e historia que el fundamento de esa Ley Fundamental es la Nación española.


Malo, pues, son todas las sombras sobre el rollo de las "nacionalidades", pero aún es más rastrero pretender zanjar la polémica con "es obvio que España es una nación". Y pasemos a otra cosa. De eso nada. Antes de pasar a otra cosa, señores del PP, lean, hablen, estudien y consulten con otros agentes políticos. Ustedes no son los únicos dueños del espacio público. Ni el PP ni el resto de partidos políticos me van a decir a mí qué es España. Protagonistas políticos somos todos los españoles. Sigan leyendo y aguanten. Lean a los clásicos defensores de la nación española desde Quevedo hasta Ortega. Hay ciento de grandes autores que les podrían ayudar a limpiar sus telarañas mentales. Sé que no lo harán. No importa. Pero es mi deber ciudadano indicarlo, porque ni Feijóo ni Sánchez ni la madre que los parió a todos ustedes me va a quitar mi nacionalidad española. La nación, España, es antes todos nosotros.


Ustedes, y el resto de los políticos españoles, representan malamente a España y, por supuesto, ustedes esconden sus pobres identidades con una mera apelación, especialmente los días festivos, a la nación española. Sí, ustedes digan y rebajen la idea de nación española al mismo nivel que la gallega o la catalana, o peor, hablen de España como nación de naciones, pero cada vez que se pongan chulos con esas expresiones bastardas yo les gritaré: son ustedes infames. Matan lo que les da vida. Hoy como ayer, por desgracia, el particularismo de los partidos políticos españoles, llamados nacionales, es de la misma bajeza intelectual y política que la de los partidos políticos separatistas. Exactamente igual. Relean un poquito a Ortega.


Quien renuncia a la nación española, sépanlo con claridad, renuncia a la política normal y decente. Sí, las declaraciones del presidente y el coordinador general del PP han demostrado con creces que están lejos de poseer una idea de Estado dentro de la Nación. Exactamente eso, saber qué Estado quieren dentro de la Nación española, es lo que define a los buenos políticos. Las declaraciones de estos dirigentes del PP sobre la nación española o, mejor dicho, su carencia de idea sobre la nación española están al mismo nivel que las de Sánchez y los separatistas. No son afirmaciones de estúpidos ni de acomplejados. Son idénticas a las de los socialistas y separatistas. Tiendo a pensar que estos personajes ni son tontos de baba ni tienen problemas psicológicos, sino que simplemente son profesionales del politiqueo. Pero nadie se extrañe de sus destrabadas palabras. No son los únicos que dicen barbaridades. También en España hay miles de gentes con cabeza para sus respectivas técnicas y pericias profesionales que mantienen cosas parecidas, o peor, han entregado hace tiempo la génesis y desarrollo de la opinión pública política a los profesionales del politiqueo. No entren en polémicas estériles con ellos. Simplemente, hemos de despreciarlos, mientras nos preparamos para organizarnos en juntas o instituciones similares para defender lo que los partidos niegan: España como nación.


Las ocho nacionalidades de España

José García Domínguez. libertad digital. 18 Mayo 2022


Los ignorantes creen que el papel lo aguanta todo. Pero solo ellos lo creen. En el discurso más importante de su vida, el que pronunció hace tres meses en la televisión estatal para anunciar su decisión de invadir militarmente Ucrania, Vladímir Putin, que será un cínico y un criminal pero no un ignorante, recordó la grave irresponsabilidad en que incurrieron los fundadores de la Unión Soviética al introducir y reconocer en la Constitución de la URSS la existencia de nacionalidades dentro de territorios que históricamente habían sido siempre el Imperio Ruso.


"¿Por qué era necesario hacer regalos tan generosos, que ni siquiera habían soñado antes los nacionalistas más ardientes?", se preguntó ante las cámaras. Generosos regalos semánticos que, por cierto, en todo Occidente solo figuran recogidos de forma expresa, además de en la ley fundamental de la ya difunta Unión Soviética, en la de la no menos muerta República Federativa de Yugoslavia y, tercero y último caso, en la Constitución española de 1978. Y es que las palabras, contra lo que predican los necios, sí tienen consecuencias en la realidad. El señor Bendodo, del Partido Popular, cree que en España hay nacionalidades. Un asunto, el de las creencias personales del señor Bendodo, que no debería tener mayor relevancia. El problema es que lo que cree ahora el señor Bendodo también lo creían los redactores de la Carta Magna hace 44 años. Y eso, por el contrario, sí es trascendente.


El ministro Iceta, quien, al igual que Putin, es un cínico pero no un ignorante, inventarió en su momento las diez naciones que hay dentro de la Península Ibérica. Así, además de España y Portugal, que obvió citar, mencionó a Cataluña, Aragón, Valencia, el País Vasco, Navarra, Andalucía, Baleares, Canarias y, por supuesto, la Galicia de Feijóo. Y, sí, podemos reírnos cuanto queramos, pero Iceta se limitó a enumerar lo que consta recogido en el articulado de los estatutos de autonomía de todos esos territorios, estatutos que, conviene recordarlo, resultan ser todos ellos leyes orgánicas aprobadas por las Cortes Generales. No, el problema no es Bendodo. El problema son los ciegos que no quieren ver.


Juanma miente o se equivoca

EDITORIAL. LGI. https://gaceta.es. 18 Mayo 2022

En la década de los 90, España tenía poco más de un 2 por ciento de inmigrantes sobre el total de su población. A principios de siglo, alrededor de un 4 por ciento. En 2010, fruto de las descabelladas políticas de regularización de ilegales promovida por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, alcanzamos porcentajes europeos de cerca del 13,5 en un Estado que no estaba, ni mucho menos, preparado para ello. Desde entonces la inmigración provoca una tensión creciente y evidente con problemas de todo tipo: económicos, fronterizos, de seguridad interior, sanitarios, choques culturales, marginalidad, gasto político y un largo etcétera.


Desde 2010, el porcentaje de inmigrantes apenas ha disminuido. Seguimos en unas cifras cercanas a ese máximo provocado por el efecto llamada del desastroso Gobierno Zaoatero sin que las distintas administraciones que se han sucedido, tanto nacionales como autonómicas, hayan generado nada que no sea discursos buenistas y de elogio hipócrita de la multiculturalidad que no parece otra cosa, porque no lo es, que un ardid para tratar de ocultar la irresponsable ineptitud de nuestros gobernantes a la hora de encarar el reto de la inmigración.


Es verdad que tampoco podíamos esperar otra cosa de todos aquellos políticos y partidos que desde la Transición se han negado a abordar el enorme problema del invierno demográfico que ha dejado a la población española envejecida y al borde —por su cercanía temporal— de una crisis de proporciones bíblicas en el sistema de pensiones. Agárrense.


Ayer, lunes, la Fundación Disenso, bajo la presidencia de Santiago Abascal, la dirección de Jorge Martín Frías y con la presencia de la candidatta de Vox a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Macarena Olona, presentó en Almería el informe Mitos y realidades sobre la inmigración en España. Un informe riguroso, serio y trabajado sobre el impacto en la sociedad, incluido en los propios inmigrantes, de un fenómeno complejo con zonas morales en sombra y que provoca una alarma creciente en nuestra vida diaria gracias a la pasividad de nuestra clase gobernante.


La presentación del informe contó con la información sesgada de la mayoría de los medios de comunicación —nada nuevo bajo el sol— y la izquierda volvió a etiquetar a la formación de Abascal con las mentiras ya tradicionales —racista, xenófobo, supremacista, etc.— que no son más que lágrimas en la lluvia y que, como dicen los mexcanos, le hacen a Vox lo que el viento a Juárez. Es decir, nada. Pero la sorpresa saltó desde las filas del autodenominado centroderecha —plurinacional súbito y andalucista-galleguista moderado reciente—, cuando el candidato del PP a la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, reaccionó a la presentación del informe de la Fundación Disenso asegurando que la inmigración no debe estar presente en la campaña electoral porque «no es una inquietud real de los ciudadanos».


El señor Moreno miente o se equivoca. Como sólo se equivocaría si fuera un desinformado, preferimos, y a buen seguro sus votantes también, que sea sólo una mentira. Una más de un político de la casta del establishment. Si total…


La inmigración sí es una de las grandes inquietudes de los españoles y también de los inmigrantes legales e integrados que viven en barrios cada vez más inseguros. Hay muchas más inquietudes, por supuesto, pero casi todas tienen una relación estrecha con la inmigración, que es causa y efecto de buena parte de lo que está mal en Europa, en España y en todas las regiones españolas con especial énfasis en Andalucía como frontera sur peninsular.


Hace mal el Partido Popular en seguir escondiendo la cabeza bajo la tierra con ese recurso al discurso buenista y kumbayá para esquivar el debate sobre inmigración que Vox no esquiva. Y sobre todo hace mal el partido de Feijóo porque nadie se cree que un líder del PP con poco más de dos dedos de frente pueda pensar otra cosa muy distinta a las conclusiones del informe de la Fundación Disenso. Pensar una cosa, como suele hacer el PP, y decir otra, como siempre hace el PP, está feo. Se llama hipocresía y se castiga con la decadencia.


Si no nos creen, pregúntenles a los franceses qué han hecho con las cenizas de su centroderecha moderado que convirtió la hipocresía, el multiculturalismo y el buenismo en el que no creían, en el motor de su acción política.


Sólo es un aviso.


******************* Sección "bilingüe" ***********************

El PP plurinacional… sí, pero no

LIBERAL ENFURRUÑADA. Okdiario. 18 Mayo 2022


Ayer, Elías Bendodo, recientemente nombrado por Feijóo coordinador general del Partido Popular y más conocido como portavoz y consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía de Juanma Moreno, hizo unas declaraciones a El Mundo en las que vino a afirmar que él cree que «efectivamente, España es un Estado plurinacional» y que el PP tiene que lograr volver a conectar con la sociedad catalana articulando «un proyecto de centroderecha que defienda un catalanismo integrador». Ante la que se le vino encima, por la tarde rectificó y se desdijo leyendo ante las cámaras, para no volver a «confundirse», unas declaraciones contrarias a las que había hecho para el periodista que lo entrevistó.


Estas palabras de Bendodo se alinean con lo dicho hace unos días por el presidente de su partido, Alberto Núñez Feijóo, en la reunión anual de los empresarios del Círculo de Economía de Barcelona, a los que el líder del PP habló hasta en tres ocasiones de la nacionalidad catalana: «Una nacionalidad histórica como Galicia, Cataluña o Euskadi, dialoga, acuerda, discrepa con el Gobierno central, no con el Estado», afirmó el gallego. Y estuvo comedido. Hace unos años, en otra reunión con los mismos empresarios catalanes celebrada el 10 de noviembre de 2014, Feijóo les dijo que tanto Cataluña como Galicia son una «nación sin Estado».


En Galicia, el nuevo líder del PP nacional ha impuesto a los niños una escolarización forzosa en tres idiomas, gallego, español e inglés; lleva cuatro años promoviendo desde la Junta de Galicia 21 días seguidos en los que alumnos y profesores se comprometen a no hablar español en las 24 horas del día; y sistemáticamente ha discriminado el uso del español en la administración pública gallega llegando a votar, junto al PSOE y los separatistas, que en las ordenanzas del ayuntamiento de El Ferrol se establezca que «el gallego, como lengua propia de Galicia, es el idioma oficial del Ayuntamiento de Ferrol» y firmando el manifiesto del grupo violento ultra independentista A Mesa pola Normalización Lingüística, que afirma que «la lengua gallega une Galiza y nos da existencia como nación».


En una entrevista en TV3 emitida el 21 de marzo de 1996, unas semanas después de unas elecciones generales en las que José María Aznar había sido el más votado, pero sin alcanzar una mayoría absoluta para la que necesitaba los votos de los nacionalistas catalanes y vascos, el que fuera primer presidente del Gobierno de España del PP dijo que, la lengua catalana «no solamente la leo desde hace muchos años, la entiendo y además, cuando estoy en círculos reducidos, no muy amplios, la hablo también». Cinco días antes de las elecciones autonómicas catalanas de 2021, Pablo Casado aceptó conceder una entrevista a uno de los más notables altavoces del secesionismo catalán, la emisora pro golpista Rac1, consintió conque el entrevistador le hiciera las preguntas en catalán y soltó perlas como que las imágenes de la policía reprimiendo el golpe del 1 de octubre de 2017, «debieron haberse evitado».


Dos pasitos adelante y un pasito para atrás es el juego que el Partido Popular lleva años haciendo con unos nacionalistas de los que siempre aspira a conseguir los votos que le faltan para gobernar. España es un Estado plurinacional, sí, pero no, no vaya a ser que les llamen fachas. El PP pretende conseguir así el voto de unos nacionalistas moderados que sólo existen en su imaginación, mientras, por el camino, va perdiendo los votos de todos aquellos que piensan que, como dice nuestra Carta Magna en su segundo artículo: «La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles». Así ha sido y así seguirá siendo España, por los siglos de los siglos.


 Sánchez, cómplice del separatismo en su plan de acoso al español

El Tribunal Superior de Cataluña da 15 días al Govern para aplicar la sentencia del 25% de castellano

OKDIARIO. 18 Mayo 2022


Dice el Gobierno de Pedro Sánchez que tiene «confianza plena» en que se cumpla la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que obliga a la Generalitat de Cataluña a impartir un 25% de las clases en castellano, pero la intención de los separatistas socios del Gobierno socialcomunista -y ya han dado sobradas muestras de ello- es no cumplirla bajo ningún concepto. Hace una semana, el TSJC dio un ultimátum a la Generalitat para que cumpla con esta sentencia, instándole a que «en el plazo máximo de 15 días, dicte las instrucciones y establezca las garantías de control de las mismas que procedan a los efectos de que en el sistema educativo de Cataluña todos los alumnos reciban de forma efectiva e inmediata la enseñanza mediante la utilización vehicular normal de las dos lenguas oficiales en los porcentajes que se determinen, que no podrán ser inferiores al 25% en uno y otro caso».


El Gobierno de Sánchez tiene la obligación de que la Alta Inspección del Estado supervise el cumplimiento de la resolución judicial, pero el Ejecutivo ya ha anunciado que no entrará en las aulas para inspeccionar los más de 5.400 centros catalanes. Esto es, la Alta Inspección del Estado se convertirá en Nula Inspección del Estado, porque es metafísicamente imposible que se pueda inspeccionar sin poder inspeccionar. Lo del Gobierno de Sánchez es de traca y, en realidad, su papel es el de colaborador necesario en el delito de desobediencia a las resoluciones judiciales del Ejecutivo catalán.


El Gobierno reivindica que «son las respectivas Administraciones educativas autonómicas las que, en el ejercicio de sus competencias y de acuerdo con sus respectivos estatutos de autonomía, establecen el equilibrio entre el derecho a recibir enseñanza en la lengua oficial del Estado y «el alcance» de su régimen de cooficialidad en la enseñanza».


Dicho de otro modo: que no va a hacer nada para obligar a que se cumpla la ley. Es más, está utilizando a la Abogacía del Estado para evitar la ejecución forzosa de la sentencia, alegando que la Generalitat ha puesto en marcha medidas para ejecutarla de forma voluntaria, algo que es una falsedad en toda regla.


Sánchez fía la enseñanza en español a su «confianza plena» en que lo hagan los separatistas

LUZ SELA. la razon. 18 Mayo 2022


El Gobierno catalán sigue desafiando a la Justicia para liquidar el español en las aulas. A las maniobras de la Generalitat separatista -que este martes ha recurrido la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que le obliga a impartir un 25% de las clases en castellano- se suma la inacción por parte del Gobierno central, que nunca ha actuado de manera contundente para obligar al independentismo a cumplir con el mandato judicial. En un reciente documento oficial trasladado al Congreso de los Diputados, y al que ha tenido acceso OKDIARIO, el Ejecutivo se remite incluso a su «confianza plena» en que la sentencia del TSJC «se cumplirá, porque no puede ser de otra forma» y se escuda en que «el departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña dará una respuesta positiva y actuará con responsabilidad». Hasta ahora, el Gobierno independentista se ha negado a cumplir con la sentencia que le obliga a impartir un mínimo del 25% de las clases en español en los centros educativos de Cataluña.


Hace una semana, el TSJC dio un ultimátum a la Generalitat para que cumpla con esta sentencia, instándole a que «en el plazo máximo de 15 días, dicte las instrucciones y establezca las garantías de control de las mismas que procedan a los efectos de que en el sistema educativo de Cataluña todos los alumnos reciban de forma efectiva e inmediata la enseñanza mediante la utilización vehicular normal de las dos lenguas oficiales en los porcentajes que se determinen, que no podrán ser inferiores al 25% en uno y otro caso».


El TSCJ reclamaba también a la Alta Inspección Educativa «a efectos de verificar el cumplimiento de la parte dispositiva de la sentencia dictada en estas actuaciones en el conjunto del sistema educativo de Cataluña, informando al tribunal de la actividad desplegada y de la situación constatada a la finalización del plazo de ejecución señalado».


Sin entrar en colegios

Desde el Gobierno se aseguró que la Alta Inspección del Estado actuaría para «supervisar» el cumplimiento de la resolución judicial, pero sin entrar en los colegios, como avanzó OKDIARIO.



Según fuentes del Ministerio de Educación, la Alta Inspección actuará «dentro de sus competencias», pero sin inspeccionar los más de 5.400 centros catalanes para vigilar que, efectivamente, la sentencia se cumple.


En su respuesta al Congreso, el Gobierno reivindica que «son las respectivas Administraciones educativas autonómicas las que, en el ejercicio de sus competencias y de acuerdo con sus respectivos Estatutos de Autonomía, establecen el equilibrio entre el derecho a recibir enseñanza en la lengua oficial del Estado y “el alcance” de su régimen de cooficialidad en la enseñanza».


La semana pasada, la Abogacía del Estado reclamó al TSJC que evitase la ejecución forzosa de la sentencia, alegando que la Generalitat ha puesto en marcha medidas para ejecutarla de forma voluntaria. Una de las medidas a las que se remite, en concreto, es una proposición de modificación de la ley de Política Lingüística, con apoyo del PSC, que permitirá blindar la enseñanza del catalán al consagrarlo como «lengua vehicular» mientras que el español sólo será «empleado en los términos que fijen los proyectos lingüísticos de cada centro».


EDUCACIÓN

Aumenta en Baleares el número de familias que exige al menos el 25% de la enseñanza en español: ya son 135

M. A. FONT. Okdiario. 18 Mayo 2022


Aumenta el número de padres que exigen a los directores de los centros docentes que sus hijos reciban como mínimo el 25% de las clases en español y al menos en una asignatura troncal, o de carácter análogo. A fecha de hoy ya han presentado la solicitud formalmente 135 familias mientras más de 300 se han interesado por la campaña que realizan Sociedad Civil Balear y la asociación de profesores Plis para facilitar a los padres la tramitación de esta exigencia.


Las 135 solicitudes se encuentran en diferentes fases de tramitación. Según explica Tomeu Verga, presidente de Sociedad Civil Balear, el primer paso que deben cumplimietar los padres es presentar formalmente una petición al director instituto o colegio para que sus hijos reciban al menos el 25% de las clases en español, tal como marcan las diversas sentencias judiciales del Tribunal Supremo, el Constitucional y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.


Una parte de las 135 solicitudes se encuentran ahora en esta fase pero otras muchas ya están en la fase dos aunque los promotores de la iniciativa no han concretado cuántas son.


En todos los casos que se conocen, los directores de los centros docentes han rechazado la petición de los padres alegando que aplican el modelo educativo aprobado por la Conselleria de Educación y que se basa en la inmersión lingüística en catalán.


Una vez cuentan con la negativa del director del centro docente, los padres pueden presentar un recurso ante la Conselleria de Educación y esto es lo que ahora están haciendo las familias que ya han cumplimientado sin éxito la primera fase. El recurso lo presentan con la ayuda de la asociación de profesores Plis y de Sociedad Civil Balear.


La tercera fase viene cuando la Conselleria de Educación deniega la petición de los padres y consiste en presentar un contencioso en los Tribunales de Justicia.


Debido a la lentitud de la Conselleria de Educación en contestar la petición de los padres, todavía no hay ninguna familia que ya haya acudido a la vía del contencioso.


La asociación de profesores Plis y Sociedad Civil Balear iniciaron en febrero la campaña a las puertas de los colegios con el objetivo de informar a los padres del deber que tienen los centros escolares de impartir en castellano al menos el 25% del horario lectivo. En la campaña también se ofrece a las familias asesoramiento para reclamar y exigir formalmente a los directores la aplicación del ordenamiento jurídico.


Cabe recordar que la Ley de Educación de Baleares impulsada por el Govern de izquierdas que preside la socialista Francina Armengol no contempla el español como lengua vehicular de la enseñanza en las Islas.


Plis y Sociedad Civil Balear han podido comprobar que casi todos los padres que, durante la campaña a las puertas de los colegios han recibido los folletos informativos repartidos por voluntarios, mostraban su rechazo a la inmersión lingüística obligatoria en catalán y su apoyo claro a la presencia del castellano también como lengua vehicular, pues entendían que el catalán se aprende y promociona también con una enseñanza bilingüe.


Las dos entidades constitucionalistas recuerdan que la enseñanza monolingüe en comunidades autónomas con dos lenguas oficiales es ilegal, pues el modelo lingüístico contemplado en las leyes y normativa estatales y autonómicas, y sancionado por la doctrina y jurisprudencia del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo, es de conjunción lingüística.


Como ha quedado patente este martes en el Parlament, el Govern de Armengol no va a introducir ninguna modificación en su modelo educativo y proseguirá con la inmersión en catalán a pesar de las sentencias judiciales que le obligan a ofrecer al menos el 25% de las horas lectivas en español.


Memoria de Guernica

Jaime Ignacio Del Burgo. vozpopuli. 18 Mayo 2022

El 85 aniversario del bombardeo de Guernica por la aviación italo-germana el 26 de abril de 1937 ha servido para apuntalar la versión, ya impuesta por el Gobierno sobre la guerra civil, en plena coincidencia con la propia memoria histórica o democrática manipulada del Gobierno vasco. El Gobierno de España difundió el pasado 26 de abril una declaración institucional y un tuit de Pedro Sánchez –firmado como “representante de la España gubernamental”– en el que se considera que el bombardeo fue uno de los hechos más cruentos de la Guerra Civil”. El ministro de la Memoria Democrática, Félix Bolaños, puso colofón a este mensaje dirigido al PNV y Bildu, comparando la crueldad de Putin en Ucrania con la destrucción de Guernica. El reconocimiento por Sánchez de la destrucción de la histórica villa vizcaína fue calificado por el lendakari Urkullu como “un paso positivo, uno más de los que en el futuro tengamos que seguir dando para construir una memoria basada en la verdad. Hoy sigue habiendo mentira sobre lo que fue la guerra de 1936 y el bombardeo de Guernica y lo que fue el sufrimiento padecido por el pueblo vasco junto a otros pueblos del Estado”. Asumir desde el Estado la versión impuesta por el Gobierno vasco fue la enésima concesión al PNV y sobre todo a Bildu.


La Ucrania de Euskal Herria

Urkullu aplaudió inmediatamente al Gobierno y nos invitó a todos “a construir una memoria basada en la verdad”. No estaría de más que el lendakari convocara, si quiere conocer toda la verdad, a Carlos Olazabal, autor de un documentado e impresionante libro titulado “4 de enero de 1937, ¿el Guernica del PNV?” y de una trilogía titulada “Pactos y Traiciones” (2009) centrada en el papel del nacionalismo durante la guerra civil. La memoria basada en la verdad no se construye, basta con dejar hablar libremente a la historia, sin filtros sectarios y falsificaciones. Y en la versión “oficial” hay clamorosas omisiones. Se silencia, por ejemplo, que milicias del Frente Popular (socialistas, comunistas y anarquistas) la noche del 4 de enero de 1937 asaltaron las cárceles bilbaínas y asesinaron a 239 presos de “derechas”, sin que el consejero de Interior, Telesforo Monzón (PNV), moviera ni un dedo.


La división del PNV en la guerra civil

La otra gran mentira es transmitir la idea de que la de 1936 fue una guerra en la que el pueblo vasco resistió heroicamente hasta la extenuación al ataque desde el exterior de españoles golpistas con el apoyo del fascista Mussolini y del nazi Hitler, uno de los grandes genocidas del siglo XX, tan solo superado por el comunista ruso Stalin, tan venerado por Putin y por los socios comunistas del Gobierno sanchista. Lo cierto es que incluso el propio PNV se partió en dos durante la guerra civil. En Álava y Navarra triunfó el alzamiento desde el primer día y tanto el ABB alavés como el NBB del PNV se sumaron a la sublevación. Además, hubo numerosos guipuzcoanos y vizcaínos en las filas nacionales.


Un mermado Euskadi Buru Batzar (órgano supremo del PNV), pues tan sólo contó con vizcaínos y guipuzcoanos, decidió mantenerse fiel a la II República, pero inició lo que desde la aprobación del Estatuto vasco de 1979 es habitual en la relación de los nacionalistas con el Gobierno de España: negociar la contrapartida.


El precio de la lealtad republicana

En este caso, el precio de la lealtad a la República fue desatascar el proyecto de Estatuto del País Vasco, cuya tramitación parlamentaria había quedado suspendida por las vacaciones parlamentarias de julio y agosto. El 1 de octubre de 1936, ya en plena guerra civil, aunque con la ausencia de los diputados de los grupos de “las derechas”, las Cortes aprobaron la conversión de Alava, Guipúzcoa y Vizcaya en una “región autónoma” que adoptaba la denominación de “País Vasco”. La promulgación y publicación de la Ley fue ordenada por el presidente de la República, Manuel Azaña, el día 6 de octubre. Obsérvese que el PNV acepta un Estatuto que no contiene mención alguna a Navarra. Dadas las circunstancias, se preveía la formación de un Gobierno provisional, cuyo presidente sería elegido por los concejales de los Ayuntamientos vascos (en aquellos momentos prácticamente vizcaínos). Socialistas y nacionalistas convinieron en elegir primer lendakari al diputado José Antonio Aguirre, presidente nacional del PNV, mientras el nacionalista navarro Manuel de Irujo, diputado por Guipúzcoa, sería nombrado ministro sin cartera del Gobierno presidido por Francisco Largo Caballero y del que Prieto era ministro de Defensa. Aguirre fue elegido el 7 de octubre y ese mismo día “humillado ante Dios, en pie sobre la tierra vasca” juró su cargo bajo el Arbol de Guernica.


Guerra de cifras después del bombardeo

En la histórica Villa de Guernica, donde juraban los fueros los señores de Vizcaya y reyes de Castilla, los carlistas solían obtener el cuarenta por ciento de los votos. Fueron requetés vizcaínos del Tercio de Nuestra Señora de Begoña, entre ellos varios vecinos de Guernica, los que entraron en ella el 28 de mayo, dos días después de su devastación. Al ver la magnitud de la tragedia, expresaron su indignación a sus mandos militares y montaron guardia día y noche junto al Arbol venerado para evitar que lo destruyera un grupo de falangistas. He aquí otra demostración más de la fractura de la sociedad vasca.


El 5 de mayo, el lendakari Aguirre cifró en 1.645 las personas muertas en el bombardeo, alimentando así la reacción internacional. Pero su gobierno no pudo contar a los muertos pues como ya he dicho las tropas de Mola entraron en la Guernica dos días después. Con la llegada de la democracia, historiadores guerniqueses decidieron emprender por su cuenta una exhaustiva investigación. Certificaron documentalmente el número de fallecidos fue 120. Suponen 112 muertos menos que los asesinados el 4 de enero anterior en Bilbao. Véase la Revista del consistorio guerniqués “Aldaba”. Gernika-Lumoko Aldikaria, nº 86, 1997.


Está demostrado que el ataque diseñado por los italianos incluía varios cuarteles militares, tres fábricas de armas, las vías del ferrocarril Bilbao-Guernica y el puente de Rentería, que era el único paso por el que necesariamente debían cruzar las tropas nacionales en su avance hacia la margen derecha del Nervión en Bilbao. Ninguno de los objetivos fue dañado. Pero las bombas incendiaron el casco antiguo donde la mayoría de las casas eran de madera y muchas fachadas se derrumbaron ofreciendo una imagen dantesca.


Al recuerdo mítico del bombardeo, universalmente conocido, contribuyó decisivamente el famoso cuadro “Guernica” pintado por Picasso, por el que el artista percibió del Gobierno republicano 200.000 francos. Peor suerte tuvo otro bombardeo padecido por la histórica ciudad cordobesa de Cabra el 7 de noviembre de 1938, donde


Otros episodios cruentos

Hubo respuesta aérea de represalia contra Pamplona. Indalecio Prieto, ministro de Defensa, ordenó atacar Pamplona. El 25 de mayo de 1937 un bombardero republicano, quizá de origen soviético, causó la muerte de once personas civiles, entre ellas cuatro mujeres y dos niños. Nadie recuerda su memoria. Por otra parte, los profesionales del rastreo en busca de fosas comunes en España no han sentido el menor interés en localizar los restos de la mayoría de los 150 curas, frailes y monjas navarros asesinados en territorio republicano. Lo mismo ocurre con los más de 8.000 clérigos y monjas asesinados por las milicias de izquierda. El propio ministro del gobierno del Frente Popular, Manuel de Irujo, en enero de 1937 denunció al consejo de ministros la sañuda persecución de la Iglesia con miles de muertos y el incendio y saqueo de casi todos los templos. Ni Azaña, presidente de la República, ni Largo Caballero (el Lenin español, como le llamaban los suyos), ni Prieto, los dos últimos con sendas estatuas en el Paseo de la Castellana de Madrid, se dieron por enterados.


La gran traición de Aguirre

El PNV alardea hoy de que el pueblo vasco ofreció una resistencia heroica frente a los “fascistas”. Nada más lejos de la verdad. Cuando cayó Bilbao el 20 de junio de 1937, el Gobierno vasco se refugió en Santander y el lendakari Aguirre ordenó negociar la rendición, en secreto y con la mediación del Vaticano, con Mussolini, que tenía tropas en el litoral cantábrico. Pretenden hacer creer que esta traición, que violaba la lealtad que ante las Cortes había expresado Aguirre, fue obra de Juan Ajuriaguerra que concertó el pacto de rendición con los mandos italianos. El 25 de agosto de 1937, en Santoña 20.000 gudaris entregaron las armas, arrastrando a la rendición a 20.000 milicianos vascos y asturianos. Fue una gran traición a la República. Pero una cosa era luchar por Euzkadi y otra batallar “en el extranjero” con los exterminadores de la Iglesia, aceptando así las reprimendas que en el Vaticano recibió el sacerdote nacionalista Onaindía, a quien se considera pieza clave en la negociación de la rendición con el conde Ciano, ministro de Exteriores y yerno de Mussolini. El día anterior a la rendición Aguirre y Telesforo Mozón huyeron a Francia en un avión republicano. (El nacionalista Monzón reapareció en la Transición promoviendo de la coalición Herri Batasuna., brazo político de ETA). Sólo resistieron los socialistas y comunistas asturianos. Pero la resistencia fue inútil pues el Principado fue ocupado rápidamente y el 21 de septiembre las tropas nacionales controlaban todo el Norte, desde Finisterre hasta Fuenterrabía. (Ajuriaguerra


La memoria democrática no puede centrase únicamente en los crímenes del bando nacional, si no quiere lastrar la convivencia. No se puede borrar de la historia todo lo ocurrido al menos desde octubre de 1934, cuando el PSOE y la UGT se sublevaron contra la República “burguesa” para implantar la dictadura del proletariado. En 1942, Prieto confesaría su gran culpa por haber promovido junto a Largo Caballero una Revolución tan cruenta. El golpe de Estado contra la República, con miles de muertos, fue un factor determinante de la guerra civil. Por eso, el arrepentimiento del líder supuestamente moderado del PSOE histórico llegó demasiado tarde


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