Recortes de Prensa  Jueves 21 Julio 2022

La ceniza como alimento político

PEDRO DE TENA. libertad digital. 21 Julio 2022

Se atribuye al bético-romano Séneca la expresión: "La ceniza nos iguala a todos", una variante de la supuesta y aparente equiparación que produce la muerte y que tanto festejaron las danzas medievales. Con Daniel Rodríguez Herrera, hay que admitir que si hay una foto que simboliza más que ninguna otra a Pedro Sánchez es la foto de la ceniza, en vaqueros y mangas de camisa, ante las ruinas de una zona del parque natural extremeño de Monfragüe. He tardado en caer, porque uno no está para finuras, pero finalmente he comprendido que la ceniza es una imagen muy ajustada para él y los socialcomunistas y separatistas que lidera. El lema proudhoniano destruam et aedificabo, puede dar pie adecuado a esa certera instantánea.


Se trata de una banda que, además de verborrear sobre algunas ideas y propuestas, coincide en un talante muy antiguo que no ha sido modulado por las conquistas de la civilización y la cultura científica y filosófica. Como no les gusta lo que ven porque no ocupan la parte principal del cuadro, se disponen sin más a reducirlo todo a cenizas creyéndose en posesión de recetas magistrales que conformarán un nuevo "mundo feliz", sin preguntar a nadie si esa felicidad les gusta o no. Ellos saben que sí, porque son los intérpretes infalibles de la "ciencia" marxista-leninista-nacionalista, la única verdadera.


En nuestro caso inmediato, como ni a este PSOE, ni al neocomunismo bolivarcubano, ni a los separatistas vascos y catalanes ni a ETA les gustó la salida de la Dictadura, alabada en todo el mundo como ejemplo de evolución pacífica y reconciliación, se trata de dinamitar la constitución de 1978 porque representa todo lo que quisieron destruir desde 1931 a 1939. Es ETA quien llevaba razón —ya lo dictó el de Galapagar— y por eso siguió matando y matando hasta hace nada, a militares y policías, a políticos de la derecha, del centro e incluso del PSOE y a la población civil que hiciera falta. ETA, la demócrata del voto en la nuca, mató para impedir el triunfo de la mala y sucia democracia constitucional. Qué vuelta de tuerca para reducir la historia a cenizas.


Pero hacía falta un desinhibido para perpetrarlo. Procedente de la nada (aparente, porque alguien sabría el por qué y el para qué de su ascensión) empezó reduciendo a cenizas a la mitad de su partido, casi logra incinerar a casi toda la oposición, PP y Cs, no a Vox, ha convertido en polvo al Podemos de Pablo Iglesias, que le quiso gobernar, acaba de calcinar a la delfina gallega que quería sumar y quema y quema sin descanso a quienes le ayudaron a llegar al poder, desde el oscuro Ábalos a Carmen de Cabra, desde Adriana Lastra a Dolores Delgado, por razones médicas feministas. Además, vean cómo arden la situación energética nacional, los usos y costumbres morales, los hechos históricos, la crisis agrícola, la galopada inflacionista y sus efectos salariales y pensionistas, la desestabilización del Magreb o sus maniobras opacas con el gas. Ya ha arrasado la credibilidad de las instituciones como la Fiscalía General, el poder judicial que huele a cenizas, los organismos de control y regulación, desde el INE al CIS, desde el Banco de España, ojo, al Tribunal de Cuentas y los cuerpos de seguridad del Estado (ni la policía ni la Guardia Civil pueden abrasarse más). Podría, y debería, confeccionarse un memorial de cenizales achicharrados por este desalmado. Tiene un libro.


Hay gente que se alimenta de las cenizas. Lope de Vega habló de una señora que comía cenizas y sal. También Moreto, y había místicos franciscanos que animaban a comer pan con ceniza. Lástima de soneto que nos hemos perdido para un Pedro Sánchez que es un comedor de cenizas patrias. Cómo una democracia, que parecía consolidada, europea y anclada en la OTAN, ha podido permitir que un tipo de esta calaña haya llegado al gobierno, tiene que pensarse. Pero ha llegado y, como era de esperar, está reduciendo a una nación de más de 500 años de edad a montones de ceniza de los que parece se alimenta con delectación y provecho.


Hay quien cree, como mi amigo Agapito Maestre, que este sátrapa está incendiando a su propio partido que, asustado ante su combustión, tal vez definitiva, le obligará a convocar elecciones generales antes de fin de año. Otros creen que la ceniza nacional que está dejando por donde quiera que pisa, puede alimentar durante algún tiempo a la legión de colocados y refugiados que lo sostienen.


Si no hay reacción nacional y democrática, ya verán qué bien vamos a estar todos juntitos igualados y nutridos por la ceniza española administrada por este socialcomunista del que las urnas no pueden defendernos, hoy por hoy, después de haberle permitido jugar con su caja de cerillas.


Señor Sánchez: lo que mata es la mala gestión del bosque

MIGUEL DEL PINO. libertad digital. 21 Julio 2022

Los montes españoles necesitan ser gestionados, que no es lo mismo que estar supuestamente protegidos. Hablando de protección "hay cariños que matan".


Muchos de los bosques españoles que en estos momentos sufren devastadores incendios están teóricamente protegidos, algunos incluso con las máximas figuras legales de protección: Parques Nacionales y Reservas de la Biosfera.


Con su característica falta de comprensión para todo lo que suponga el medio rural y la población que lo sustenta, el presidente del Gobierno paseaba hace unas horas por los negros rescoldos de lo que fue una zona protegida del "monte fragoso" de los romanos, el Parque Nacional de Monfragüe, y su diagnóstico de "experto" no se ha hecho esperar: "El cambio climático mata".


Basta ya de mantras absurdos que en estos momentos de tragedia, con pérdida de vidas humanas incluidas, tienen menos soporte que nunca. Habla el presidente lego en ecología de términos ecológicos que no entiende: "nuestro ecosistema", nuestra "biodiversidad". Haga usted el favor de callarse.


Lo que mata, lo que destruye y lo que indigna es la mala gestión forestal que nuestros montes vienen soportando. Todos los estamentos implicados en la lucha contra los GIF (Grandes incendios forestales) están de acuerdo en algo: en España somos buenísimos apagando incendios, en cambio muy deficientes a la hora de prevenirlos.


No son solo medios humanos lo que falta, también sería necesario dedicar muchos más recursos económicos a la prevención, y establecer planes coordinados no solo ahora que el tiempo meteorológico extrema el peligro, sino durante la totalidad del año.


¿En qué consiste la gestión forestal?

No hay en España un solo tipo de bosque sino varios, y no todos corren el mismo peligro cuando llega una ola de calor devastadora como la que padecemos.


Algunos árboles saben defenderse mejor del fuego y sobreviven si el incendio es sofocado en sus inicios. No es lo mismo un bosque mediterráneo de encinas y alcornoques que una masa forestal de tipo atlántico con árboles de hoja ancha adaptados al clima húmedo Cada tipo de bosque necesita una gestión forestal diferente, aunque partamos de unos principios comunes para todos ellos.


Destaquemos estos factores como especialmente importantes a la hora de planificar la gestión forestal:


Limpieza del sotobosque con retirada de los restos del ramaje y control del estrato arbustivo.

Establecimiento de cortafuegos y vías de acceso para los equipos de extinción.

Existencia de balsas de agua y puntos de riego en zonas estratégicas de la masa forestal.

Mantenimiento de ganado idóneo para el ramoneo en cada tipo de sotobosque.

Control de las edificaciones humanas y de las poblaciones rurales susceptibles de ser alcanzadas por los incendios.

La falta de retirada de los restos del ramaje forestal y otros subproductos del bosque y del sotobosque están en el origen de buena parte de los factores desencadenantes de los grandes incendios de nuestros bosques. La creciente plaga del jabalí es una prueba muy visible de este desajuste, y no es el único signo sino solo uno de los muchos que podemos observar en los últimos años.


Pero no olvidemos el problema de la supuesta "protección" del bosque por parte de las diversas administraciones, que supone la prohibición de las actividades tradicionales por parte de la población rural que lleva años y generaciones conviviendo con la masa forestal y equilibrando su subsistencia con los recursos de la misma.


Declarar "espacio protegido" un ecosistema forestal e impedir sus explotaciones tradicionales supone un peligro de consecuencias imprevisibles. Durante siglos y en muy diversos ecosistemas forestales los pueblos próximos han sorteado las diversas parcelas entre los habitantes para que, de cada "suerte", nombre adjudicado a cada lote, pudieran recoger la leña y demás recursos necesarios para pasar el duro invierno. No hay mejor protección que la participación de todos los vecinos en los beneficio de "su" bosque.


Y así, año tras año, muchos bosques han sido explotados de manera racional y, como hoy dirían los teóricos "sostenible". Son los propios beneficiarios quienes llevan a cabo la protección de los recursos, que se vuelven odiosos ante sus ojos cuando los supuestos expertos, casi siempre "urbanitas", les prohíben acceder a ellos.


Son ya muchos los ejemplos de supuestas figuras de protección que han fracasado estrepitosamente cuando se ha actuado por decreto sin contar con la simpatía de la población que ha venido sosteniendo durante generaciones los árboles de cuyos recursos han vivido sin esquilmarlos.


Por supuesto la gestión forestal no puede depender solo de los conocimientos empíricos del habitante del medio rural; hace falta orientación científica y planificación cuidadosa, pero con un mínimo de prohibiciones para conseguir que quienes realmente sostienen el ecosistema no se conviertan en sus más encarnizados enemigos.


Todo lo que venimos exponiendo resulta especialmente delicado cuando determinados ecosistemas forestales alcanzan figuras de protección máxima, como las de Parque Natural o Nacional. Claro que en este caso hay que acotar zonas de protección estricta, pero algunas de ellas, como las situadas en parte de la periferia, resultan especialmente propicias para el fomento de las visitas de amantes de la naturaleza, o para el desarrollo del turismo rural. Siempre, claro está, que la riqueza creada recaiga sobre los habitantes del medio privilegiado por la madre naturaleza.


Digamos finalmente que un bosque no es un parque público y su gestión no tiene nada que ver con las campañas de limpieza que periódicamente organizan bienintencionados urbanitas. La limpieza forestal puede y debe generar infinidad de puestos de trabajo mediante la capacitación de agentes forestales, sobre todo si viven en la proximidad del entorno colaborando así en evitar el despoblamiento.


Señor Presidente: considere que sus paseos por la tierra calcinada hablando del "cambio climático" resultan ofensivos para los damnificados habitantes del medio. ¿No escucha los improperios y abucheos de que es objeto por su parte por mucho que su séquito pretenda ocultárselos?


Los peores errores 'ecologistas' que favorecen los incendios: "Ni hacen, ni te dejan hacer"

Marta Arce. libertad digital. 21 Julio 2022


Pastores, ganaderos, cazadores y agentes forestales comentan las fatales consecuencias de una nefasta gestión medioambiental.


Los incendios se apagan en invierno. Es la frase más repetida durante estos días por gran parte del colectivo rural y los agentes forestales que ven con impotencia cómo una nefasta gestión medioambiental de los Parques Nacionales y otros espacios naturales protegidos han favorecido que los incendios que devoran media España sean prácticamente incontrolables.


Pastores, ganaderos, agentes forestales y cazadores coinciden en que el ecologismo mal entendido por parte de los que gestionan las políticas medioambientales desde los despachos ha dado al traste con la cultura campesina que lleva siglos cuidando de los campos y los montes en los pueblos. La ambición política de mantener una naturaleza prístina e intocable se ha convertido en la ausencia de gestión humana de los bosques, fulminando de ese modo los métodos de prevención tradicionales. Las consecuencias, como se ha demostrado, han sido fatales para la biodiversidad española, además de la pérdida de vidas humanas.


Dificultades burocráticas para el pastoreo

Ángeles Santos es ganadera de extensivo de ovejas churras en Zamora, en un Parque Natural cercano a la sierra de La Culebra, donde los incendios provocaron la muerte de un trabajador del operativo de extinción de la Junta de Castilla y León y de un ganadero. Santos, que también es responsable de ganadería extensiva de COAG, ha denunciado en Libertad Digital las trabas burocráticas a las que se enfrentan los pastores para desempeñar una labor de limpieza esencial en la prevención de incendios.


Las ovejas en pastoreo pueden consumir de 2 a 3 kg de pasto, matorral y especies leñosas. "Es la prevención más barata y pueden entrar en zonas de difícil acceso", señala. Además, la presencia del ganado en el monte tiene muchos beneficios ambientales: "Favorece la biodiversidad, contribuye a la dispersión de semillas, mejora la estructura del suelo y reduce la erosión y la desertización".


Sin embargo, los ganaderos como Santos se enfrentan a múltiples obstáculos burocráticos para poder llevar su ganado al monte: "Hay problemas administrativos. La cultura campesina se ha dejado de lado y parece que solo vale lo que dicen las administraciones, obviando el saber de todo el tiempo que llevamos cuidando de los campos y los montes en los pueblos", señala Santos. "Hay una burocracia muy alta. Te exigen una carga ganadera y desde la PAC te indican un mínimo y desde Espacios Naturales piden otro que no coincide. Hay problemas para acceder a los pastos y obtener los permisos necesarios para que te dejen trabajar como se ha hecho toda la vida", lamenta.


Las podas o las quemas controladas en invierno en las zonas de difícil acceso también se han vuelto sumamente complejas de solicitar. "Mis vecinos de la sierra de la Culebra llevaban tiempo advirtiendo de que la zona necesitaba limpieza, porque los fuegos se apagan en invierno. Aquello no estaba nada limpio por las múltiples trabas de administración y una mala gestión. Además, son un poco como el perro del hortelano, ni te dejan hacer a ti, ni hacen ellos. Da mucha impotencia, sobre todo viendo los resultados".


Agentes forestales: pocos y mal pagados

La Asociación Española de Agentes Forestales y Medioambientales explica que "el gran grueso de agentes forestales depende de cada Comunidad Autónoma" y en líneas generales no hay suficientes.


"En Madrid, Cataluña o La Rioja, por ejemplo, se está haciendo una apuesta decidida por la protección y conservación de la naturaleza", señalan. "Sin embargo, por ejemplo, en otras como Extremadura o Castilla y León, la administración no solo no dota las plazas necesarias, sino que abandona a sus agentes dándoles un trato totalmente inaceptable, no apoyando sus funciones y competencias, negándoles herramientas básicas de trabajo y manteniendo una oposición beligerante con cualquier avance y especialización de los mismos. En este sentido, se puede destacar que no se trata de una cuestión de color político, sino de mayor o menor sensibilidad medioambiental del gobernante de turno y de su personal técnico".


Señor Sánchez: lo que mata es la mala gestión del bosque

Miguel del Pino. libertad digital. 21 Julio 2022

Los agentes forestales y medioambientales son personal funcionario al servicio de la administración pública con carácter de agente de la autoridad y que ejercen funciones de policía administrativa y judicial genérica en el ámbito de la protección medioambiental y de los montes. Sin embargo, su salario se sitúa en la categoría C1. "Llevamos años esperando a que el gobierno actual cumpla su promesa de aprobar un marco normativo básico que regule nuestras funciones y que nos ampare y potencie como colectivos en la defensa de la naturaleza y la lucha contra los incendios forestales. A día de hoy, el gobierno sigue sin cumplir y no se ha tramitado ni aprobado esta ley tan necesaria para el colectivo y para la defensa de nuestro patrimonio natural", denuncian.


Cazadores: primera línea de vigilancia de incendios

El sector cinegético, amenazado por la futura ley de bienestar animal que impulsa el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 de Ione Belarra, es clave en la lucha contra los incendios forestales, según desvela el Informe de Impacto Socioeconómico de la caza en España, elaborado por la consultora Deloitte para la Fundación Artemisan, que explica que el sector invierte cada año 54 millones de euros en mantenimiento y adecuación de accesos, pantanos, podas, mejora del monte, cortafuegos y cortaderos, entre otros.


El presidente de la Real Federación Española de Caza, Manuel Gallardo, asegura que el papel de la caza en la lucha contra el fuego va mucho más allá de esa inversión, y se concentra especialmente en la prevención: "Los guardas de los cotos de caza son los primeros avistadores de un incendio y la rapidez en la extinción es definitiva para evitar que el fuego se propague". De hecho, no es una casualidad que las grandes zonas de caza mayor (Sierra Morena, Montes de Toledo, Serranía de Cádiz…) sean históricamente espacios con pocos incendios forestales.


Sin embargo, "la conservación mal entendida da al traste con la conservación". Por ese motivo, Gallardo alerta de las fatales consecuencias de la iniciativa del ministerio de Belarra en ese intento de ir contra la actividad cinegética. "La caza y la conservación van unidas. No es posible la conservación sin la gestión cinegética. La caza es imprescindible para la salud de la biodiversidad en nuestro entorno. Espero que la ley de bienestar animal no vea la luz", insiste.


"¿Por qué se producen estos mega incendios? Porque hay mucho combustible debido a las medidas que dificultan la adopción de soluciones. Y la sociedad empieza a cansarse del ecologismo mal entendido".


¿Se puede coger leña del bosque?

Tradicionalmente, las poblaciones rurales se encargaban de la limpieza de las zonas cercanas a los montes con la recogida de leña de árboles muertos para el autoconsumo. Sin embargo, en su ambición por eliminar la acción humana de la gestión medioambiental, la legislación actual es sumamente estricta y compleja a ese respecto, derivando incluso en situaciones surrealistas como la que nos hemos encontrado al plantear esta simple pregunta: ¿Se puede recoger la madera de un árbol muerto en un monte que no sea privado?


Tras una búsqueda infructuosa en las páginas web del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y las diferentes consejerías autonómicas de Medio Ambiente, procedemos a llamar directamente a los teléfonos de "atención ciudadana".


Una operaria de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, que no parece tenerlo muy claro, nos sugiere que preguntemos directamente al propietario del terreno (ayuntamientos, comunidad autónoma o el Estado). Y nos pide, eso sí, que nos llevemos el árbol entero de una pieza porque, debido al riesgo de incendio, no se puede utilizar ningún medio, ni siquiera un hacha, para partir la madera. Cuando le comentamos que se trata de un nogal de diez metros de alto, nos sugiere que preguntemos a los agentes forestales, aunque no nos facilita ningún teléfono de contacto.


Con la pelota en el tejado de los agentes forestales, en la Comunidad de Madrid sí nos pasan directamente con un agente que asegura que por su parte no hay ningún problema en retirar la madera muerta de un bosque, siempre y cuando sea público y no utilicemos ningún tipo de maquinaria para evitar "chispazos". De hecho, nos comenta que a ellos les "viene muy bien" que limpiemos el monte. Sin embargo, nos advierte de que la Guardia Civil puede pedirnos una autorización del ayuntamiento, porque el consentimiento verbal de los agentes no sirve en este caso. También señala que seguramente nos denieguen esa autorización, por lo que su recomendación final es que vayamos en invierno y para cargar la madera rápidamente antes de que nos pille la Guardia Civil.


De este modo, resulta prácticamente imposible que los vecinos de los pueblos puedan colaborar en la labores de limpieza recogiendo las ramas caídas o los árboles muertos para el autoconsumo de leña de la forma responsable en la que han venido haciéndolo tradicionalmente.


El fabuloso negocio antimigratorio

Gonzalo Fanjul Suárez. Cristina Fuentes Lara. El Confidencial. 21 Julio 2022

La penúltima tragedia de Melilla sigue un conocido juego de acción-reacción. Intento de acceso, respuesta policial con una violencia desproporcionada, tierra sobre los muertos y la actuación de las autoridades. De fondo, ruido de caja. Un entramado complejo de organizaciones públicas y privadas saca tajada de la obsesión patológica de los Estados europeos por frenar la llegada de personas migrantes. Levantan vallas, vigilan los movimientos de la gente, gestionan centros de estancia temporal o financian a los gobiernos que detendrán los flujos en origen y tránsito. Es la industria del control migratorio (ICM), uno de los fenómenos menos conocidos y más trascendentes de nuestra política de fronteras.


Nada en la sucesión de acontecimientos de estas semanas es excepcional. Lo que estamos viendo es un paso más en el proceso de verticalización de las fronteras de la UE, que comenzó hace más de dos décadas en el Consejo Europeo de Tampere (1999) y que ha caminado siempre en la misma dirección. Si bien se ha intensificado ferozmente desde la mal llamada 'crisis de los refugiados' en 2015. Todo está justificado cuando se trata de blindar nuestros lindes: el Mediterráneo como un moridero mucho más allá de las cifras oficiales, una peligrosa relación de dependencia con regímenes autocráticos que no respetan los derechos humanos, una construcción narrativa orwelliana, un Estado de derecho tanteando sus propios límites.


Mientras la frontera sur es reducida a un escenario de guerra donde se adopta una narrativa bélica —“asalto”, “ataque”, “violencia justificada”, “amenaza híbrida”—, la realidad migratoria camina por otros derroteros. El 95% de quienes llegan a Europa lo hacen como trabajadores, de forma regular y a través de los aeropuertos. Nuestro sistema de puerta semicerrada castiga al futuro empleado tanto como a sus empleadores, que se enfrentan a una carestía histórica de mano de obra. El mercado impone su lógica inapelable y cerca de medio millón de personas viven hoy como migrantes sin papeles en nuestro país. Solo uno de cada 10 procede de África. Todos tendrán que ser regularizados, porque lo contrario es un disparo en el pie.


Si un sistema tan sumamente cruel y disfuncional se mantiene a flote, es solo porque alguien está ganando con ello. Existe una industria del control migratorio que no es otra cosa que el resultado natural de este proceso. La ‘cara B’ de las mafias que trafican con personas. La investigación Fronteras SA, de porCausa y El Confidencial —que analiza 2.795 contratos públicos por una cantidad cercana a los 1.000 millones de euros—, solo llega a rascar la superficie de este fabuloso y opaco negocio. Un ejército de empresas, ONG y agencias públicas de cooperación puestas al servicio de una profecía autocumplida. La migración como amenaza o como tragedia. E incluso, a veces, como ambas.


Hay futuro en el 'business' de las fronteras. El carrusel de altos cargos que transitan entre la política y los consejos de administración de estas empresas es una garantía de continuidad. Europa engrasa los engranajes de la industria con 12.800 millones de euros para los próximos seis años. Las diferencias ideológicas no son un obstáculo, porque no hay distinción reconocible entre partidos progresistas y conservadores. Tal vez la extrema derecha grite más alto y con una narrativa más agresiva, pero es difícil pensar que pudiesen llegar mucho más lejos de lo que han llegado el ministro Marlaska y sus antecesores socialistas y populares. La alternativa migratoria de los socialdemócratas europeos consiste en alternar los palos con la instrumentalización obscena de la ayuda al desarrollo. Cuando ellos dicen “ayudarles a no emigrar”, un ejército de comisionistas se frota las manos en Turquía, Marruecos, Libia, el Sahel o África Occidental.


Esto es lo que sabemos, pero las preguntas no contestadas de nuestra investigación son casi tan interesantes como las que sí hemos conseguido contestar. ¿Cuál es la verdadera escala económica y geográfica de esta industria? ¿Cuánto invierte este entramado en garantizar que las cosas siguen siendo como son? ¿Hasta dónde serían capaces de llegar para que sus clientes estén satisfechos y mantengan abierto el flujo de financiación? Nuestro modelo migratorio vulnera cada una de estas obligaciones, y lo hace espoleado por una industria que gana fortunas gracias a ello


Y la pregunta más importante de todas: ¿quién declarará que el emperador está desnudo? Cualquier otra política pública que combinase los intolerables niveles de crueldad, coste e ineficiencia que hemos visto en este ámbito hubiese sido despedazada por la oposición y buena parte de los medios de comunicación. Con las migraciones, sin embargo, se ha impuesto una camisa de fuerza narrativa a medio camino entre la omertá y el desinterés. ¿Qué habría ocurrido si en vez de 23 chavales sudaneses los aplastados hubiesen sido 23 jóvenes españoles en un concierto? ¿Cuántas horas de reproches parlamentarios y de tertulias radiofónicas habría tenido que aguantar? ¿Cuánto tiempo habría tardado en dimitir la autoridad pública responsable?


Esta es la realidad: la movilidad humana es un fenómeno natural y atávico que responde a incentivos racionales y predecibles. Los Estados de acogida están obligados por las normas internacionales que ellos mismos ayudaron a consolidar, pero también por un sentido básico de la decencia y el interés propio. Nuestro modelo migratorio vulnera cada una de estas obligaciones, y lo hace espoleado por una industria que gana fortunas gracias a ello. Todos deberíamos estar interesados en conocer los entresijos de este negocio y asegurar que sus acciones están sujetas al imperio de la ley y del interés común.


*Gonzalo Fanjul Suárez (@GonzaloFanju) es director de investigaciones de la Fundación porCausa.

*Cristina Fuentes Lara (@C_FuentesLara) es coordinadora de investigaciones de la Fundación porCausa y profesora en la Universidad Rey Juan Carlos.


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Pedro Sánchez es una mezcla letal de indigencia intelectual y sectarismo

OKDIARIO. 21 Julio 2022


Es difícil saber qué pesa más en este Gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez: si el odio ideológico que destila o la ignorancia que exhibe a borbotones. En la ley de Memoria Democrática aparecen los títulos y grandezas del Reino que el Ejecutivo ha pactado con sus socios separatistas y proetarras suprimir. Es una relación amplia que viene a confirmar que este Gobierno ha logrado la fusión perfecta entre la indigencia intelectual y la sed de venganza, un cóctel perverso que retrata perfectamente a Pedro Sánchez.


Tres ejemplos, aunque hay muchos más. Vayamos por partes: el ducado de Primo de Rivera, con Grandeza de España. José Antonio Primo de Rivera fue fusilado el 20 de noviembre de 1936 por un «Comité del Orden Público» republicano -lo del Orden Público no deja de ser un eufemismo o una ironía del destino- Lo ejecutan y, encima, la Memoria Democrática de Sánchez se cisca en la memoria verdadera. Lo mismo cabe decir del ducado de Calvo Sotelo, con Grandeza de España. José Calvo Sotelo fue asesinado por militantes del PSOE. Sí, del PSOE. Del mismo PSOE de Pedro Sánchez. Y ese asesinato se produjo en vísperas de la sublevación de Franco. O sea, antes. Se conoce que como su asesinato desembocó en una guerra civil, la víctima es culpable y sus verdugos, héroes.


El colmo del sectarismo se refleja en la supresión del condado de la Cierva, que fue otorgado en 1954 en honor de Juan de la Cierva y Codorniú, inventor del autogiro y fallecido en accidente aéreo en 1937. Se conoce que Juan de la Cierva fue culpable de morirse un año después del comienzo de la guerra, única razón para que Pedro Sánchez despoje del título a sus herederos. Son tres ejemplos que sirven para ilustrar la estulticia e indignidad de un Gobierno que nos quiere imponer su Memoria Democrática falseando vilmente la historia. Ignorantes en grado máximo, su analfabetismo cursa parejo a su sectarismo. Y como muestra, tres botones, aunque hay muchos más.


Tyrannosaurus rex dr cum fraude hispano destructor

Nota del Editor. 21 Julio 2022


Está cientificamente demostrado el dr cum fraude es una mezcla letal de indigencia intelectual y sectarismo, pero en España hay tantos con los mismos atributos que ya hemos llegado al punto de saturación. El problema es que el dr cum fraude pertenece además a los tyrannosaurus rex dr cum fraude hispano destructor, con premio extraordinario por los resultados infligidos a España, cada vez mas menguada, y por su tenacidad en seguir hasta el exterminio total.


La vida al baño María

MIQUEL GIMÉNEZ. gaceta. 21 Julio 2022


Es una metáfora excelente de lo que no debería ser la política que me regaló el otro día Cayetana Álvarez de Toledo. Tiene toda la razón. Los políticos deben quemarse en el fuego de las ideas aun a riesgo de morir abrasados, pero no hay otra forma útil si lo que se quiere es inflamar los ya de por sí gélidos electores. Pasión, pasión y más pasión, eso sí, al servicio de la racionalidad, de lo reflexionado, de la cultura, del sentido común, de la defensa de la libertad, de la justicia social. Pero pasión, indiscutiblemente.


¿A nadie le extraña que el PP no se muestre más beligerante ante un Sánchez que desea todo el poder para su soviet particular?


Por desgracia tenemos muchos políticos que hacen cara de estar al baño María tan ricamente. Son lo que en mi tierra denominamos peixos bullits, pescados hervidos, insípidos, sin gracia, sin ningún tipo de encanto ni interés. Los que pretendidamente dicen ser de izquierdas, en cambio, son partidarios de la pirotecnia discursiva, de las hogueras para quemar herejes fascistas y del fuego purificador del Koljós, esas granjas colectivas instituidas por Lenin que robaban las tierras a sus legítimos propietarios para luego quedárselas el estado mediante la triquiñuela de fingir que era el campesinado quien las poseía. Un burdo brasero ideológico para crédulos fanáticos que lo único que hacía era cambiar la propiedad de manos de unos a otros. Siempre sucede lo mismo, es el sempiterno fuego que anima a la izquierda a quedarse lo que no es suyo más o menos a la brava; antes, vía milicianos que llegaban a tu casa a robar y, además, se llevaban a unos cuantos para asesinarlos; ahora, de momento, vía impuestos y más impuestos que no te permiten ni respirar porque el estado, camaradas, lo quiere todo.


Mientras tanto, la derecha convencional sigue cómodamente sentada en su agua tibia, sin mover sus gloriosos culos ante lo que está pasando en España, que no es ni más ni menos que la creación de una brecha insalvable entre los unos y los otros con sanción gubernamental. ¿A nadie le extraña que el PP no se muestre más beligerante ante un Sánchez que desea todo el poder para su soviet particular? ¿Ha de estar Feijóo todo el día pidiendo perdón, a ver si así capta votantes socialistas?


No son tiempos para tibiezas y la sensatez no radica en darle la razón siempre al contrario o, mucho peor, en fingir que te opones a él para luego pactar no se sabe cuantos repartos en organismos del Estado. Sánchez está soltando peso muerto –véase las dimisiones de Lastra o Dolores Delgado– y trabaja en la urdimbre de un nuevo escenario en el que bilduetarras y Esquerra sean sus socios junto con los comunistas en un nuevo Gobierno de coalición que promueva un referéndum sobre la forma de Estado. Lo ha dicho Pablo Iglesias en clave de humorada, pero hay un trasfondo muy grave. Lo saben en el Congreso los partidos socios del gobierno, lo saben los periodistas bien informados, lo sabe incluso el PP y no digamos ya VOX.


¿Hay que seguir al baño María, hay que esperar hasta que se pasen de hervidos, o hay que ponerse a trabajar en serio?


Los relatores de nuestra historia

Cristina Losada. libertad digital. 21 Julio 2022


La falta de conocimiento de nuestra historia parece condición 'sine qua non' para ser asesor de las leyes de Memoria de los Gobiernos socialistas.


El diputado Patxi López, de quien se dice que cuenta de nuevo con el favor de los dioses (o del dios), acaba de explicar por qué se pactan con EH Bildu leyes como la de Memoria. Es, dijo, "porque la derecha no quiere acordar nada con el Gobierno". Pocos lo hubieran dicho de forma más simple. Y López ya lo tiene ensayado. Hace un año dijo lo mismo a propósito de otros pactos. Cierto que no decía lo mismo cuando era presidente de la autonomía vasca con los votos del PP y UPyD. Entonces censuraba al PNV que pactase con Bildu. Pero, vaya o venga López, es significativo el intento de justificación.


Tal es el embrollo que han liado con la enmienda de Bildu, que el secretario de Estado de la Memoria Democrática, cargo en el que resuena el eco orwelliano, tuvo que aclarar el otro día que Lasa y Zabala no habían sido víctimas del franquismo. Meter la guerra sucia, hecha ya en democracia, en el mismo saco que la guerra civil y la dictadura es un gran disparate. Pero un disparate que el Gobierno ha querido cometer, fuesen cuales fuesen sus consecuencias. La primera la anunciaba Bildu: "Vamos a poner en jaque el relato de una Transición ejemplar". Y más.


No son los de Bildu, sin embargo, los únicos a los que se ha concedido el privilegio de reestructurar nuestro pasado. Las dos leyes de Memoria, una de Zapatero y ésta de Sánchez, usan como fuente de legitimidad relatos compuestos por organismos y asesores externos. El primero salió de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. Aprobado en 2006, está firmado por un socialista maltés y contó con la asesoría de tres historiadores, ninguno español. Para hacerse una idea de la calidad de su relato histórico, estas líneas: "Las élites franquistas han aceptado la transición y el retorno de la democracia a cambio de una amnistía política de hecho, que descansa en un pacto de silencio". Salvo para los autores de la pieza, es sabido que la Transición fue impulsada desde las élites políticas franquistas, a excepción de una parte residual. No es que la aceptaran; es que la dirigieron. El mito del pacto de silencio cae por sí solo.


El otro informe, el que también cita la nueva Ley, es de 2014, del relator especial de la ONU. Su autor, Pablo de Greiff, vino de misión a España unas semanas y encontró que no se había hecho suficiente en las materias de su competencia. Por ponerlas completas: la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición. Greiff, colombiano formado en Estados Unidos, ya no es relator, pero el Gobierno español contó con su asesoramiento para esta nueva versión de la Memoria. Aquel informe suyo aplica al caso español la plantilla que se ha empleado para el ajuste de cuentas con dictaduras como la argentina o chilena. La falta de conocimiento de nuestra historia y nuestra tradición política parece condición sine qua non para ser asesor de las leyes de Memoria de los Gobiernos socialistas.


En los años siguientes a la Transición, España se ponía como ejemplo en el mundo sobre cómo pasar de la dictadura a la democracia. Es paradójico que, con la dictadura y la guerra civil mucho más lejos en el tiempo, una serie de Gobiernos españoles digan que España tiene que recibir lecciones porque no lo hizo bien en la Transición. Y llamen para que nos impartan la lección a quienes poco o nada saben de nuestro país en aquella época y en otras.


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