Recortes de Prensa   Jueves 28   Abril 2022

La banda de Putin

AGAPITO MAESTRE. libertad digital. 28 Abril 2022


El ejército de Putin en Ucrania ha demostrado con creces su salvajismo. Pero, sobre todo, ha dado pruebas múltiples de su ineptitud para hacer la guerra; a veces, más que un ejército, una organización militar para defender a su país, parecía una banda de criminales sin ningún tipo de escrúpulos para eliminar a la población civil. Si un ejército es el reflejo de una sociedad, entonces tendremos que mantener que la sociedad rusa dista mucho de poder ser considerada de acuerdo con los preceptos morales del mundo civilizado. En todo caso, si tuviéramos que poner algunas objeciones al modo de llevar la guerra el ejército ruso en Ucrania, he aquí las más relevantes de un observador civil, sí, de alguien que sabe poco, por no decir nada, de técnica militar.


El ejército ruso ha hecho, desde el principio de la invasión, un mal planteamiento de la operación de guerra al intentar dominar en un brevísimo periodo de tiempo un país de la envergadura de Ucrania, que contaba con un ejército superior en efectivos al contingente de las tropas agrupadas por Rusia en la frontera. En segundo lugar, plantear una batalla en más de 10 direcciones y frentes a la vez es una forma de perder efectividad, porque dispersa y diluye el potencial atacante. En tercer lugar, dejar unas tropas preparadas para la invasión pudrirse, durante más de un mes, en tiendas de campaña, con temperaturas bajo cero y sin aprovisionamiento adecuado, en la frontera con Ucrania, mientras los políticos rusos estaban chantajeando a la OTAN con una guerra, no contribuye a elevar la moral de la tropa. En cuarto lugar, los diseñadores de la guerra mostraron una total incompetencia logística por no aprovisionar debidamente a las tropas: faltó munición y combustible. Hubo carencia casi de todo, incluso la alimentación fue mala y escasa: las raciones para los soldados eran de hambre (los primeros contingentes que entraron en Ucrania tenían alimentos para sólo tres días y, al pasar esas fechas, los soldados se quedaron sin nada que llevarse a la boca…). En quinto lugar, los mandos militares crearon entre los soldados rusos una falsa imagen sobre la debilidad del ejército ucraniano, desprestigiando de esa manera la capacidad de resistencia del enemigo, que desconcertó muchísimo a las tropas invasoras nada más entrar en los primeros combates. En sexto lugar, el pésimo estado de un gran número de las máquinas de guerra (principalmente los tanques), que no pasaron jamás, durante los años en la retaguardia, una revisión técnica adecuada, ha contribuido de modo decisivo no sólo a alargar cruelmente la guerra, sino también a mostrar las debilidades de un ejército mandando por un déspota muy limitado intelectual y moralmente.


Durante estos dos meses de guerra, se han revelado cientos de aspectos puramente militares, que la mayoría de las veces nos han sido descubiertos por militares profesionales españoles y extranjeros, por parte de los dos contendientes principales. Pero quizá el más relevante debamos referirlo a la actitud del pueblo de Ucrania, especialmente su predisposición a defender su libertad, a través de las armas. Ahí reside la grandeza de su buena actuación militar, a pesar de no contar con las armas adecuadas para defenderse. Los ucranianos han dado un ejemplo al mundo de la defensa de una nación. Todos han estado en su sitio; tanto los comandantes de ese ejército como las tropas regulares, tanto la guardia nacional como los partisanos, han hecho lo debido. Y, según los especialistas, los generales ucranianos no han cometido ni un error importante en estos dos meses de una guerra en condiciones muy desiguales para su ejército. La cosa, pues, no pinta bien para Rusia. Si a la ineptitud del ejército ruso unimos el suministro masivo de armamento que, en la última semana, está recibiendo Ucrania de los países de la OTAN, entonces la desfavorable balanza en la que se encontraba el país de Zelenski puede cambiar a su favor.


Paro e inflación: balas de fogueo contra una guerra de verdad

Juan T. Delgado. vozpopuli. 28 Abril 2022

La fragilidad de la coalición de Gobierno ha impedido sacar adelante reformas contundentes durante la legislatura. Esa misma endeblez, con sus grietas galopantes, condena a Pedro Sánchez a combatir ahora con balas de fogueo la crisis derivada de una guerra de verdad. Las estadísticas publicadas este jueves por el INE -paro e inflación- son un buen reflejo de esa realidad, cada vez más insostenible.


Vayamos por partes. Al Ejecutivo le costó un esfuerzo ingente sacar adelante el plan de choque contra los efectos de la guerra, orientado básicamente a atajar la escalada del IPC. La razón del retraso hay que buscarla en la obligación de hacer malabarismos para mantener la coalición. Esos juegos malabares son los mismos que ha tenido que hacer Sánchez para lograr apoyos parlamentarios suficientes, tragándose el chantaje permanente de sus socios.


Finalmente, del Parlamento saldrá, por los pelos, un paquete de medidas que incluye exigencias de Unidas Podemos (no tocar los impuestos y apostar por las ayudas directas) y desdeña lo que proponía el PP de Alberto Núñez Feijóo (bajadas fiscales a las rentas más castigadas). El resultado es un plan descafeinado, cojo porque aún no recoge los topes en el precio del gas, pactados con Bruselas con un mes de retraso y con importantes cesiones respecto a las aspiraciones iniciales (lo ha contado en Vozpópuli Alberto Sanz).


Empezamos ya a conocer los efectos. Según ha desvelado el INE, el Gobierno sólo ha logrado hasta ahora una rebaja mínima de la inflación. El Índice de Precios al Consumo retrocedió en abril hasta el 8,4% (frente al 9,8%). Es cierto que se aleja de la barrera simbólica del 10%, pero se mantiene en niveles insoportables para millones de hogares y sigue añadiendo enorme presión a la negociación salarial. Pese a los descuentos aplicados a los carburantes y la limitación de las subidas al alquiler, en marzo había ya 35 provincias que soportaban ya una inflación de dos dígitos (lo publicó aquí Beatriz Triguero).


Lo único que puede frenar, de verdad, la inflación a estas alturas es el final de la guerra en Ucrania. Y eso es algo que depende del Kremlin, no de Moncloa. A Sánchez, por tanto, sólo le queda encomendarse a que Vladimir Putin tire la toalla. Y asumir que vivirá en los próximos meses en un estado de ‘deja vu’ permanente. Queda por negociar el segundo tramo de la reforma de las pensiones (el más complicado) y la reforma fiscal.


El presidente está condenado a hallar de nuevo equilibrios poco menos que imposibles: dentro del Gobierno, en el Parlamento y con los agentes sociales. Los logró a duras penas con la reforma laboral, gracias al pacto entre patronal y sindicatos (alabado por unos y criticado por otros); y, sobre todo, a la metedura de pata histórica del diputado popular Alberto Casero.


Por ahora, las nuevas reglas del mercado de trabajo no han influido en la mejora del empleo. De nuevo según el INE, entre enero y marzo se destruyeron 100.000 empleos en España. El primero trimestre no suele ser halagüeño, por el fin de la temporada navideña. Sin embargo, hay quien esperaba un efecto rebote, por el retroceso definitivo de la pandemia.


Falta confianza entre los empresarios y los fondos Europeos no fluyen. Ambas razones han conducido a un incremento del paro (70.200 personas) que duele en el seno del Gobierno. Sobre todo, a la ministra del ramo, Yolanda Díaz. Desde su ministerio se venía ya vendiendo la piel del oso, antes incluso de conocer la Encuesta de Población Activa (EPA). "No solo hemos recuperado todo el tejido productivo y hemos recuperado todo el empleo previo a la pandemia, sino que lo hemos mejorado", aseguraba hace unos días el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey.


Los empresarios no ven alicientes aún para invertir con más decisión, con la guerra de por medio; y, por tanto, para contratar con menos miramientos. Y la reforma laboral, por ahora, ha contribuido básicamente a blanquear como indefinidos fijos contratos que llevaban el sello de temporal. La semana en que Nadia Calviño modificará, al fin, el cuadro macroeconómico concluye con la primera subida del paro tras cinco trimestre consecutivos a la baja. No hay mucho más que añadir, por mucho que Sánchez se empeñe en afirmar que la botella está más llena que vacía.



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Chantajean a España, no a Sánchez

JOSÉ GARCÍA DOMÍNGUEZ. libertad digital. 28 Abril 2022


El objetivo permanente de Esquerra es hacer el mayor daño posible a España, no al PSOE.


Bajo las órdenes del presidente del Gobierno y de la ministra de Defensa, el CNI hizo lo que tenía que hacer. Sí, lo que tenía que hacer. Pues la misión encomendada al CNI por nuestro ordenamiento jurídico se establece en la ley que regula el funcionamiento de esa agencia estatal, en cuyo articulado se puede acusar recibo de que su cometido expreso consiste en "facilitar al Gobierno informaciones, análisis, estudios o propuestas que permitan prevenir y evitar cualquier peligro, amenaza o agresión contra la independencia o integridad territorial de España". Y corre por ahí una sentencia firme del Tribunal Supremo donde parece quedar fuera de toda duda que los cuadros dirigentes de los dos partidos que gobiernan la Generalitat constituyeron antes, durante y después el 1 de octubre de 2017 una muy seria amenaza para la integridad territorial de España.


Así las cosas, los sediciosos objeto en su día de muy oportuna pesquisa por parte del CNI pretenden ahora chantajear al Gobierno de España, que no a la persona de Pedro Sánchez, tratando de cobrarse la cabeza de Margarita Robles, la ministra responsable del CNI que cumplió con su deber. Una maniobra, la de Esquerra, ante la que el Partido Popular debería abstenerse de correr el riesgo de incurrir en cualquier tipo de connivencia pasiva. El objetivo permanente de Esquerra es hacer el mayor daño posible a España, no al PSOE. Y eso es algo que Feijóo debería tener muy presente a la hora de fijar el sentido del voto de su grupo en la votación del jueves en el Congreso.


Y no porque resulte inaceptable coincidir con Esquerra y el resto de los enemigos de España en la evaluación de tal o cual norma jurídica sometida a escrutinio en las Cortes. Fue políticamente legítima, por ejemplo, la confluencia contingente que se dio entre fuerzas radicalmente opuestas cuando la votación de la reforma laboral, votación que solo gracias a un tonto con balcones a la calle del PP no concluyó en derrota del Ejecutivo. Pero ahora la circunstancia resulta muy distinta. El PP estaba contra el contenido de la reforma laboral, y votó en consecuencia. No es el caso hoy del decreto en cuestión. Se llama sentido de Estado.


Todo lo que Sánchez ha dado a Bildu: presos de ETA, euskera en Navarra o secretos oficiales

La coalición 'abertzale' que lidera Otegi es un socio más del Gobierno de PSOE y Podemos. Han pactado cesiones en público pero en algunos temas parece haber una agenda oculta con los bildutarras

ALBERTO LARDIÉS. vozpopuli. 28 Abril 2022

Desde que Pedro Sánchez es presidente del Gobierno de PSOE y Podemos, las cosas han cambiado mucho para EH Bildu. La formación abertzale que comanda Arnaldo Otegi dejó de estar prácticamente aislada en el Congreso de los Diputados y se convirtió en un socio más del Ejecutivo que, sin ir más lejos, acaba de resultar decisivo para la aprobación del decreto para luchar contra la crisis derivada de la guerra de Ucrania. Durante lo que va de legislatura las cesiones que han conseguido arañar los bildutarras son varias, la mayoría conocidas y otras no publicitadas pero sí evidentes.


Entre las cuestiones públicas que el Ejecutivo de Sánchez ya ha cedido a Bildu destaca el reciente y polémico movimiento gubernamental para dar acceso a la formación abertzale a los secretos oficiales del Estado. Una clarísima contrapartida para contentar a los bildutarras tras el escándalo del espionaje a políticos independentistas utilizando el célebre sistema de escuchas ilegales Pegasus.


Tradicionalmente los partidos secesionistas no accedían a esta información sensible, pero un cambio en el Parlamento lo permitirá a partir de ahora. Algo que ha granjeado las fuertes críticas del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, para quien esto resulta "inaceptable" porque solo se ha hecho para "dar oxígeno a un Gobierno convaleciente". Pero las críticas de los populares no han hecho mella en el Ejecutivo, que sigue acordando cosas con los bildutarras. Por aprobar el decreto, vendrán más cesiones negociadas, como admite Bildu.


Euskera, amianto, desahucios... por Presupuestos

No obstante, la citada decisión para calmar a Bildu por sus críticas al espionaje o las contrapartidas por aprobar el decreto de este jueves no son, ni mucho menos, el primer acuerdo relevante entre el Gobierno y la formación de Otegi. El pasado noviembre el Ejecutivo de PSOE y Podemos negoció con Bildu una serie de contrapartidas a cambio del apoyo de los abertzales a los Presupuestos Generales del Estado. Unas contrapartidas que se hicieron públicas y entre las que se destacó sobremanera en los medios que los bildutarras arrancaron al Gobierno la emisión en Navarra de EITB3, el canal en euskera para niños.


Entre lo pactado por los dos socios también destacaba que el Gobierno entregó a Bildu la enmienda más costosa de las aceptadas para las cuentas públicas: 25 millones de euros para las víctimas del amianto. Asimismo, el acuerdo incluía el compromiso gubernamental para que la suspensión de desahucios y el aplazamiento del pago del alquiler a personas vulnerables fueran permanentes.


De todos los acuerdos entre el Gobierno de Sánchez y Bildu, el más polémico tiene que ver con el acercamiento de los presos de ETA a las cárceles del País Vasco y Navarra. Los socios no admiten que exista un pacto pero es obvio el cambio que se ha producido en la política penitenciaria del Ejecutivo

El acuerdo presentado en su día por la líder bildutarra en el Congreso, Mertxe Aizpurua, incluía asimismo una serie de partidas menores: 500.000 euros para digitalización y gestión inteligente de medios audiovisuales en vasco; la dotación de 6 millones para el proyecto cultural de la fábrica Luzuriaga en Pasajes Ancho; y 500.000 euros para redactar proyecto para construcción variante NA-4000 a su paso por Lesaca, para sacar el tráfico rodado del centro de la localidad.


Los presos de ETA, al País Vasco

De todos los acuerdos entre el Gobierno de Sánchez y Bildu, el más polémico es el más opaco. Porque tiene que ver con el acercamiento de los presos de ETA a las cárceles del País Vasco y Navarra. Curiosamente ninguno de los dos socios admite que exista un pacto en este sentido pero es obvio el cambio que se ha producido en la política penitenciaria del Ejecutivo para con los reclusos etarras.


Asimismo es obvio que desde hace años Otegi y los suyos tienen este tema como su prioridad. Y no solo por el famoso mensaje del líder de Bildu en una reunión cerrada con militantes de la coalición, celebrada en octubre de 2021, donde hablaba claramente de ello, sino porque al menos desde un año antes esa exigencia ya era evidente, como en aquel entonces publicó Vozpópuli.


El citado acto de Otegi con bildutarras de carné, precisamente el mismo día en que lanzó públicamente un mensaje a las víctimas de ETA, sirvió, por tanto, para que quedase clara una prioridad que estaba cantada: "Si para que salgan los 200 presos hay que votar los Presupuestos, los votaremos". Lo que está claro es que ese plan de "presupuestos por presos" es anterior a esas palabras. La realidad es que desde que Sánchez gobierna la dispersión de reclusos etarras se ha terminado. Así lo dicen todas las cifras publicadas. Algo que las principales asociaciones de víctimas de ETA denuncian como una cesión encubierta del Gobierno a Bildu.


Como ya se ha dicho, el Gobierno niega por activa y por pasiva que el final de la dispersión responda a un acuerdo oculto con Bildu. Sin embargo, en febrero de este mismo año saltaba el escándalo -ahora olvidado- acerca de las relaciones ocultas entre el entorno de los reclusos de ETA y el propio Ministerio del Interior. Los mensajes conocidos entonces apuntaban a que, en efecto, tal y como denuncian las asociaciones de damnificados, existe una agenda oculta en esta materia entre el Gobierno y la izquierda abertzale.


Más allá del complejo asunto de los reclusos y más allá de tanto los acuerdos conocidos como los que estén por venir, lo cierto es que la relación entre el Gobierno de Sánchez y Bildu ya quedó consolidada mucho tiempo atrás. Concretamente en mayo de 2020, cuando presentaron por sorpresa un acuerdo para la derogación íntegra de la reforma laboral.


En síntesis, cada vez parece más claro que, como en su día afirmó el entonces vicepresidente, Pablo Iglesias, Bildu forma parte de la dirección del Estado.


De condenada por ensalzar a ETA a integrante de la Comisión de Secretos Oficiales

OKDIARIO. 28 Abril 2022


Preso del chantaje de golpistas y proetarras, Pedro Sánchez ha cometido la ignominia de meter a Bildu y ERC en la Comisión de Secretos Oficiales, donde el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) presenta a los diputados información reservada que afecta a la seguridad del Estado. Se da la terrible paradoja que en representación de Bildu estará su portavoz, Mertxe Aizpurua, que fue condenada por apología del terrorismo y que como editorialista de Egin señalaba los objetivos de la organización terrorista ETA.


Estamos ante un caso sin precedentes en ninguna democracia: los lobos al cuidado de las ovejas. La amenaza de separatistas y herederos políticos de ETA a raíz del supuesto caso de espionaje Pegasus ha dado resultado y Sánchez ha claudicado. Es difícil de entender que un presidente del Gobierno ceda y permita que los declarados enemigos de España puedan tener acceso a informaciones relevantes que afectan a la seguridad nacional, pero para Sánchez la dignidad es un concepto relativo.


Mertxe Aizpurua fue directora del diario proetarra Gara entre 1999 y 2004, pero antes, cuando era directora de la revista Punto y Hora de Euskal Herria, fue condenada en 1984 por la Audiencia Nacional a un año de prisión, con suspensión de profesión durante el mismo tiempo, como autora de un delito de apología del terrorismo. Y es que en un editorial titulado «Por los gudaris (soldados vascos) de ayer y de hoy» se exaltaba a ETA. Después, cuando pasó a trabajar en Egin, diario batasuno clausurado por la Audiencia Nacional, señalaba en sus páginas los objetivos de la banda terrorista. Esta es la persona que Sánchez ha autorizado a formar parte de una comisión donde se informa de materias reservadas en relación a la seguridad del Estado. Dentro, Aizpurua podrá acceder a información relativa a la lucha del Estado contra ETA y conocer con detalle quiénes participaron, por ejemplo, en la investigación policial que terminó con su condena a un año de cárcel. El mundo al revés y la indignidad en su máxima expresión.


Chaleco antibalas para el PSOE

JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ FORNET. Okdiario. 28 Abril 2022


Pedro Sánchez ha visitado la capital de Ucrania y se ha entrevistado con su presidente. Fue acompañado por el séquito habitual y su jefe de gabinete, que llevaba un chaleco de protección con rótulo de Policía Nacional. No es coherente que ningún político use chaleco de protección policial cuando miles de policías de seguridad ciudadana no disponen del mismo. Los políticos rebasan los límites del sentido común y usan todos los recursos del Estado como si fueran propios.


En ese viaje, Pedro Sánchez anunció que policías españoles irían a Ucrania para investigar si se han cometido crímenes de guerra y de lesa humanidad. La politizada policía española obedece órdenes políticas del gobierno de coalición con Podemos, los “amigos” de Putin, pudiendo ocurrir como con las balas de la presunta amenaza a Iglesias recibidas por correo en Interior, que el servicio de seguridad del Ministerio (Guardia Civil) las entregó a Iglesias para uso electoral partidista. El Gobierno envía policías a Ucrania para investigar crímenes de guerra mientras en Europa se opone a considerar de lesa humanidad, que no prescriban, crímenes de ETA sin autor conocido, protegiendo así la impunidad de los asesinos. Al no poder evitar la aprobación por falta de apoyos, en el último momento votaron a favor de la resolución en el parlamento europeo, que además de investigar los crímenes pendientes como de “lesa humanidad” se oponía a los homenajes a terroristas cuando salen de prisión; el PSOE votó a favor en Europa y el mismo día en el Senado español votaba lo contrario: no prohibir homenajes a terroristas. Quisieron enmascarar su catadura moral y se hicieron una fotografía para la historia.


El 15 de mayo de 1980, tras prestar servicio de noche, desayunaban en un bar en San Sebastián tres policías nacionales. Tres terroristas y cinco disparos los incluyeron en los 379 crímenes de ETA todavía sin esclarecer que el PSOE quiere que no se investiguen. Allí murió José Manuel Rodríguez Fontana, 24 años, almeriense del barrio de Pescadería, con planes de boda para agosto y mi amigo en la academia policial de Badajoz. El Gobierno, su presidente, los políticos indignos son moralmente cómplices de los asesinos.


En materia terrorista, el PSOE siempre tuvo visión de Estado cuando el PP gobernaba. Zapatero suscribió el Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo del año 2000 apoyando al Gobierno de Aznar en su intento de acabar con ETA. Cuando Aznar y sus ministros hablaban de ETA como Movimiento Vasco de Liberación, decían que no habría vencedores ni vencidos, que serían generosos mientras excarcelaban decenas de presos con muchos años de condena, todos callaron: periodistas, políticos, familiares de víctimas, sindicatos policiales… Después, sin que Zapatero hiciera nada de lo anterior, algunos “callados” dijeron que chapoteaba en la sangre de las víctimas. Existe hemeroteca y un libro recogerá ese comportamiento indigno de políticos, periodistas y familiares.


En 2018, Sánchez dijo que España era una nación de naciones; sólo quien ignora la historia de España en los dos últimos siglos puede decir eso; si además considera ejemplar a Largo Caballero, que pretendió derribar la República para imponer una dictadura comunista idéntica a la de la URSS el problema es grave. Ha pactado con Bildu, indultado golpistas, gobierna en coalición con el comunismo bolchevique, protege a terroristas criminales de ETA cuya identidad se desconoce y como Rubicón, plantea el acceso a secretos de Estado de independentistas y filoterroristas, que quieren destruir el Estado. ¿Tiene algún límite ético, por interés general o por defensa de la nación? Sánchez está escribiendo las páginas más sucias de la historia del PSOE.


Una navaja barbera para el chimpancé

CARLOS DÁVILA. Okdiario. 28 Abril 2022


¿Se imaginan lo que sería este primate armado con una navaja de las que utilizaban nuestros barberos antiguos? ¿Qué no haría este homínido con el puñal en sus manos? Pues eso: oficializar la presencia de los filoterroristas (algunos condenados directamente por terrorismo) y furiosos independentistas barreneros de España, es exactamente lo dicho; ofrecer a estos sujetos enemigos de nuestro orden constitucional, la posibilidad de embridar información de primera mano sobre los grandes secretos de Estado. Incluso difundirla.


Los grandes y también los más pequeños que forman habitualmente la actividad habitual de nuestros espías, o sea, del Centro Nacional de Inteligencia. Queda más fino, más delicado, llamarles “agentes” pero son lo que han sido siempre, espías que cuidan -o deberían cuidar- de nuestra Seguridad interior y exterior, que a veces se confunden o entrecruzan las dos. Ahora mismo, la promesa que, ya se sabe, ha formulado Bolaños a la Generalidad es nada más y nada menos que un informe nítido, amplísimo, de todo lo que hace el CNI, y no sólo el CNI, porque los independentistas ya están impartiendo la especie de que también las clásicas cloacas, Policía y Guardia Civil, se han puesto las botas fisgando en los teléfonos de personajes tan abyectos como Puigdemont, Madí, Vendrell o demás ralea.


Lo dicho: una navaja para consumo de algunos que ya han sido declarados delincuentes o prófugos de la Justicia. Ahora, Batet, la fiel acólita del sátrapa Sánchez ha completado el compromiso de Bolaños, el recadero del aún presidente, después de violentar la ley, cambiarla con una cacicada brutal anterior porque sus diputados propios y asociados no le daban: hacían falta doscientas diez firmas, y Batet llamando incluso a rebato a sus conmilitones de la peor especie, no sumaba esta cantidad. Pero, claro, hete aquí que si algo han aprendido estos desaprensivos de personajes de nuestra historia como Romanones, es que hecha la ley, hecha la trampa, o todavía más: “Dame el Reglamento y tú te quedas con la Ley”. Algo que llevado a la práctica actual y, tal como ya se ha dicho, significa que la presidente del Congreso, la dócil esclava de Sánchez, encargó a sus leales una reforma a toda prisa para que se pueda convocar la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso y allí, en ese foro formado a la remanguillé, la jefa de nuestros espías en el CNI, militante socialista, puede ponerse bonita y expansiva ante filoterroristas y segregacionistas por lo que estos saldrán de la sala sabiendo todo lo que el Estado hace con orden o sin orden judicial previa.


¿Cómo -se preguntaba el cronista- puede el Estado abrirse en canal ante unos sujetos que pretenden destruir al mismo Estado? En una ocasión, un dirigente muy conspicuo de los Servicios de información me decía ya apartado de su responsabilidad: “Somos más predecibles y más inocentes de lo que creéis, pero no tengáis duda: cuando hay que hacer algo, se hace, no solemos pedir permiso a la madre superiora”. Aún divagan por ahí supuestos analistas que afirman, medio ingenuos, medio idiotas, que nuestros agentes de Información miden escrupulosamente sus actuaciones, que no hacen nada sin que se lo autorice la Justicia. Pues vamos bien si es así: o sea, que nuestros espías son sólo detectives para perseguir a maridos (o mujeres, que de todo hay, de verdad) infieles. A otro perro con ese hueso. A nuestros profesionales del CNI o de cualquier otro Servicio lo que hay que reprocharles es que no se enteren de nada, o por ser bondadosos, de realmente muy poco. ¿O es que supieron algo de lo que preparaba la Yihad islámica en los atentados monstruosos de Madrid? ¿O es que ni siquiera supieron dónde almacenaban los seguidores de Puigdemont y su cuadrilla las urnas de China fabricadas, con nuestro dinero encima, para el referéndum chapucero de Cataluña?


Ahora, para conseguir la sublime y torticera obsesión de Sánchez Castejón de seguir en el machito de La Moncloa, el Gobierno social-leninista está dispuesto a desnudarse ante su infecto público de socios sin el menor recato. Si hay que volcar la culpa del espionaje al CNI se echa y en paz, ¿o es que creen que el CNI se va a llamar a espanto y va a contestar que únicamente hace lo que le mandan? El PSOE tiene una larga y extensa bibliografía presentada sobre cómo espiar a lo suyos y a los demás. En su tiempo se hizo famosa aquella declaración del ministro del Interior, José Barrionuevo, cuando, pillado con el carrito de los helados fisgando a Alianza Popular, despachó el asunto con un recio: “La obligación de un Gobierno es enterarse de todo”. Recuérdese también la ocupación del vicepresidente Narcís Serra, cotilleando del Rey abajo todos.


Nos disponemos pues a asistir a la enésima humillación a España de los secesionistas y su cuadrilla. Todo por cuenta del Gobierno. Quien crea que los violadores catalanes del orden, por un lado, y Otegi por otro, van a quebrar el estado de bienestar que les depara su complicidad con el sanchismo es que no sabe de qué va; Bolaños se fue a Barcelona, tomó asiento en una mesa un poco más pequeña que las de Putin, y ofreció a su interlocutora, como un viajante antiguo, baratijas de toda índole, desde luego mucho dinero que, ya lo verán, se harán notar en esos Presupuestos que prepara el Gobierno y que, contra todas las luces de la razón, ya se ha anticipado que serán literalmente “expansivos”.


Eso y además, repetidas reuniones de negociación para enmerdar aún más el denominado “conflicto catalán”. Estos individuos de la Generalidad y alrededores si no han inventado los pinchazos telefónicos, poco les faltó en su tiempo. En una ocasión, Pujol, presidente a la sazón omnipotente de la Generalidad, nos confesó al Grupo Crónica: “Aquí nos enteramos de todo”. Se ocupaba del asunto Artur Mas que, a su vez, utilizaba para las misiones especiales a Madí, uno de los que ahora se dicen espiados. Él fue protagonista de aquella argucia que facilitó todo el censo electoral a los organizadores de la consulta del octubre fatal. Bien sabe de lo que habla. Sus sucesores en la Comisión de Secretos Oficiales serán esos tipos peligrosos a los que Sánchez les ha regalado una navaja de barbero. La maneja con habilidad antigua Otegi.


Si Feijóo apoya a Sánchez

PABLO PLANAS. libertad digital. 28 Abril 2022

A la mayoría de las personas sensatas y decentes les perece que pactar con separatistas y proetarras es lo peor y que no se puede caer más bajo, pero a Sánchez no.


Se sabe que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es capaz de pactar con quien sea menester para lograr y mantener el poder. Y, en un inesperado giro de guion, el inquilino de la Moncloa ha pedido ayuda al PP para aprobar en el Congreso el "Real Decreto-ley 6/2022, de 29 de marzo, por el que se adoptan medidas urgentes en el marco del Plan Nacional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania", según el texto publicado en el Boletín Oficial del Estado el pasado 30 de marzo.


Que Sánchez pida socorro a Alberto Núñez Feijóo, candidato natural a sucederle, muestra hasta qué punto está necesitado de árnica. Los separatistas catalanes y vascos sobre los que se sustenta han recurrido al chantaje por el denominado caso Pegasus, montaje separatista sobre un supuesto espionaje masivo contra el independentismo que en el hipotético caso de ser cierto merecería un aplauso generalizado.


No sería la primera vez que el PP acude al rescate del Gobierno en esta legislatura. He ahí el caso Casero, el atrabiliario voto de un diputado conservador que permitió la derogación de la reforma laboral del último Ejecutivo del PP. Aquella votación coincidió con la inmolación de Casado y Teodoro. Fue un momento estelar al modo de Stefan Zweig, el punto culminante de la autodestrucción del penúltimo presidente del PP y su secretario general. Casero era el Señor Lobo de García Egea y la confluencia de tal personal explica la efímera trayectoria de ambos junto a Casado al frente del PP.


Pedir auxilio al PP debe ser para Sánchez algo así como una última opción a la desesperada. Si este jueves el Congreso rechaza el plan de Sánchez, deberán replantearse medidas ya en vigor, como la subvención estatal en la adquisición de carburantes. También afectaría al tope del gas para bajar la factura eléctrica, recién aprobado con notables retoques y notorios matices en la Unión Europea. En caso de varapalo al Gobierno por sus propios socios, la legislatura podría entrar en su fase terminal si el PP no vota con Sánchez, ya sean todos sus diputados o los Casero que hagan falta para salvar el "Plan". El año y medio que resta para la conclusión de la legislatura se va a hacer muy largo, si es que dicha legislatura se agota.


En las últimas horas se han registrado desesperadas intentonas socialistas para obtener el apoyo del "nuevo" PP. Alegan los contactos socialistas que está en juego la contención del recibo de la luz y, de rebote, el precio de los garbanzos. Claro, claro. Qué sería de la rebaja del combustible si la Esquerra de Rufián y el partido de Otegi votaran en contra del decreto ley del "Plan Nacional", advierten en el PSOE. Pero el problema está mal planteado. Para el PSOE no está en liza el precio de la gasolina, el diésel o el de la electricidad, sino la continuidad del Gobierno. De ahí que Sánchez haya llegado hasta el extremo de solicitar el concurso de la formación popular para sacar adelante sus parches.


A la mayoría de las personas sensatas y decentes les perece que pactar con separatistas y proetarras es lo peor y que no se puede caer más bajo, pero a Sánchez no. Cree, al contrario, que lo más miserable e ínfimo es recurrir al PP, formación que, a pesar de la acrisolada estupidez de sus principales dirigentes, ha tenido cierta influencia en los mejores momentos de la economía del país.


La desesperación sanchista es de tal calado que si ERC no apoya este jueves el proyecto económico del Gobierno para hacer frente a la crisis no se habrá acabado la legislatura. Sánchez va a apurar hasta el último día en la Moncloa. Opina que es su casa, que le pertenece en propiedad y no la va a dejar así como así. La intervención de los teléfonos móviles de medio centenar de separatistas, en el caso de que sea verdad, no es materia suficiente para tumbar un Gobierno. Cualquier persona dotada de un mínimo de sensibilidad nacional bendeciría ese espionaje, al mismo tiempo que no dejaría de preguntarse cómo es posible que el acceso al contenido de los móviles de los principales dirigentes golpistas no haya aportado material como para cancelar los indultos.


Se entiende que el prófugo Puigdemont quiera acabar con el Gobierno de Sánchez, pero resulta absolutamente inaudito que también quieran pasar de pantalla los indultados de ERC. Alegan en la formación de Rufián y Junqueras que Sánchez ha ido demasiado lejos. Inés Arrimadas ha recordado la propensión de los separatistas a espiar a los niños en los patios para saber si han adoptado la lengua catalana o mantienen el español (ellos dicen "castellano") en sus juegos escolares. Macarena Olona, de Vox, ha resaltado que se debería haber espiado más a los separatistas en caso de que realmente hayan sido espiados, toda vez que la vigilancia, poca o mucha, ha tenido unos resultados irrelevantes. La Generalidad dio un golpe de Estado y su presidente huyó en el maletero de un coche conducido por los Mossos d'Esquadra.


Casi cinco años después de la asonada, los condenados se pasean tranquilamente tras haber sido indultados por Sánchez, y los que se fugaron no sólo siguen en libertad sino que son eurodiputados. Y se quejan de que España es peor que Rusia, de que el Estado de Derecho es una quimera y de que "España nos espía", reedición del famoso "España nos roba". En la Rusia de Putin estarían muertos. En España, mandan. ¿No hay un punto intermedio?

 

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