Recortes de Prensa Viernes 22 Septiembre 2023


Biden anuncia un nuevo paquete de asistencia militar a Ucrania durante la visita de Zelenski

Ana Rodríguez. el confidencial. 22 Septiembre 2023


El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado este jueves un nuevo paquete de asistencia militar a las Fuerzas Armadas de Ucrania aprovechando la visita del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a la Casa Blanca, la tercera desde el estallido de la guerra.


Durante una rueda de prensa, el mandatario estadounidense ha detallado que este nuevo envío está valorado en 325 millones de dólares --cerca de 305 millones de euros-- e incluye capacidades de defensa aérea, municiones de racimo y armamento anticarro.


Por otro lado, ha confirmado que los tanques M1 Abrams llegarán a Ucrania a lo largo de la próxima semana, según un comunicado de la Casa Blanca.


Estados Unidos también enviará sistemas de defensa aérea de corto alcance como el Avenger o de mayor rango como los HAWK, además de otros sistemas híbridos que combinan interceptores occidentales y ucranianos.


El propio Zelenski ha anunciado en redes sociales que ambos países "trabajarán juntos para producir armamento y sistemas de defensa".


Las claves del momento:

Biden anuncia un nuevo paquete de asistencia militar a Ucrania durante la visita de Zelenski

Al menos 13 heridos por un ataque ruso contra la ciudad ucraniana de Kurajovo (Donbás)

Rusia asegura que interceptó dos drones ucranianos cerca de Crimea y sobre Krasnodar

Así hemos contado la jornada 575 de la guerra


Hace 11 minutos 09:31

Reino Unido apunta a "ataques de intensidad inusual" lejos de la línea de frente durante los últimos días

Los servicios de Inteligencia de Reino Unido han indicado este viernes que durante esta semana tanto Rusia como Ucrania han experimentado "ataques de una intensidad inusual" en zonas alejadas de la línea de frente, en un intento de ambos países de "golpear la profundidad estratégica del adversario".


"Durante los últimos cuatro días, tanto Rusia como Ucrania han experimentado ataques de una intensidad inusual lejos de sus líneas. Ha habido informes sobre explosiones en centros logísticos de Rusia, bases aéreas y puestos de mando en Crimea, la región de Krasnodar y cerca de Moscú", han dicho.


Hace 53 minutos 08:49

Ucrania eleva a cerca de 275.000 los combatientes rusos "liquidados" desde el inicio de la invasión

Las Fuerzas Armadas de Ucrania han elevado este viernes a cerca de 275.000 el número de combatientes rusos "liquidados" desde el inicio de la invasión, desatada en febrero de 2022 por orden del presidente de Rusia, Vladimir Putin.


El Estado Mayor del Ejército ucraniano ha señalado en un mensaje en su cuenta en la red social Facebook que "las pérdidas totales en combate del enemigo" durante las últimas 24 horas han sido unos 480 combatientes, lo que eleva a 274.950 el total desde el inicio de la guerra.


Hace 2 horas 9 minutos 07:34

Zelenski llega a Canadá procedente de Washington y es recibido por Trudeau

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha viajado este jueves a Canadá, donde se reunirá con el primer ministro del país, Justin Trudeau, y se dirigirá al Parlamento.


“Presidente Zelensi y primera dama Olena Zelenska, bienvenidos a Canadá”, ha escrito Trudeau junto a un vídeo de su recibimiento a la pareja presidencial ucraniana a los pies de la escalerilla del avión en que ha viajado esta última.


Hace 2 horas 10 minutos 07:33

Al menos 13 heridos por un ataque ruso contra la ciudad ucraniana de Kurajovo (Donbás)

Al menos 13 personas han resultado heridas tras un ataque ruso durante la madrugada del viernes contra la ciudad ucraniana de Kurajovo, en la región del Donbás.


El ataque ha alcanzado edificios residenciales, donde las autoridades han rescatado a una persona de entre los escombros, según ha declarado el alcalde de la ciudad, Roman Padun, a la radiodifusión pública ucraniana Suspilne. Como resultado del bombardeo, se ha originado un fuego en el edificio. Hasta el momento no se han notificado fallecidos.


Hace 2 horas 12 minutos 07:31

Rusia asegura que interceptó dos drones ucranianos cerca de Crimea y sobre Krasnodar

Rusia aseguró hoy que interceptó de madrugada dos drones ucranianos cerca de la costa de la anexionada península de Crimea y en la región de Krasnodar.


"Esta noche se detuvo un intento de (...) Kiev de llevar a cabo un ataque terrorista con vehículos aéreos no tripulados contra objetivos en el territorio de la Federación Rusa", señaló el Ministerio ruso de Defensa en su canal oficial de Telegram.


Indicó que los sistemas de defensa antiaérea destruyeron dos drones ucranianos sobre el mar Negro, cerca de la costa sureste de la península de Crimea y en la región de Tuapse del territorio de Krasnodar.


Rusia registra ya todos los días ataques ucranianos con drones, especialmente contra Crimea, donde en los últimos días las fuerzas de Kiev lograron destruir un puesto de mando de la Flota del Mar Negro cerca de Sebastopol y una base aérea rusa en Saki, al norte de la ciudad portuaria.


Hace 2 horas 21 minutos 07:21

Biden anuncia un nuevo paquete de asistencia militar a Ucrania durante la visita de Zelenski

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado este jueves un nuevo paquete de asistencia militar a las Fuerzas Armadas de Ucrania aprovechando la visita del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a la Casa Blanca, la tercera desde el estallido de la guerra.


Durante una rueda de prensa, el mandatario estadounidense ha detallado que este nuevo envío está valorado en 325 millones de dólares --cerca de 305 millones de euros-- e incluye capacidades de defensa aérea, municiones de racimo y armamento anticarro.


Por otro lado, ha confirmado que los tanques M1 Abrams llegarán a Ucrania a lo largo de la próxima semana, según un comunicado de la Casa Blanca.


Estados Unidos también enviará sistemas de defensa aérea de corto alcance como el Avenger o de mayor rango como los HAWK, además de otros sistemas híbridos que combinan interceptores occidentales y ucranianos.


El propio Zelenski ha anunciado en redes sociales que ambos países "trabajarán juntos para producir armamento y sistemas de defensa".


Sí, pero votaron al PSOE

FRAN CARRILLO.okdiario. 22 Septiembre 2023


Llegados a este punto, afirmamos, con la permanente duda que otorga la hipérbole, que el socialismo es la enfermedad moral de nuestro tiempo. También lo fue de su tiempo, pero el contexto de entonces permitía alegrías subversivas hoy transformadas en denuncia aburguesada por los revolucionarios de mando y sillón. Y lo es porque siempre obtiene la vacuna perfecta para el perdón espiritual y la amnistía sociológica, que es el peor de los perdones. Al socialismo no le juzga el pueblo ni la intelectualidad por lo que hace, sino por lo que no ha hecho, otorgándole un aspecto salvífico atribuible a la sinrazón de mentes abducidas por un buenismo sólo hallable en la literatura.


A diferencia del cristianismo, los apóstoles del socialismo no predican en el desierto, sino que replican sus ideas en plazas llenas de acólitos subsumidos, quienes aplauden cualquier efervescencia ilógica que salga de boca del líder, el que sea, mientras reposan debajo de él las siglas que fundamentan la tribu, o sea la secta.


Estos días, las dos personas que más y mejor asesinaron a Montesquieu, se han dado un garbeo por los medios y foros tribuneros para lamentar la muerte del Estado de derecho a manos de un súbdito ideológico de su tiempo. Felipe González y Alfonso Guerra dominaron la España ochentera con el mismo garbo personal con el que Sánchez ahora enseñorea su autocracia sin medida mientras se da golpes de demócrata sin parangón.


Reconocen, con verdad, que ahora son libres para decir lo que quieran. Sin embargo, parece que no lo son tanto para hacer lo que deben. Porque claman contra la amnistía que Sánchez regalará a Puigdemont, convirtiendo al delincuente en víctima y a la víctima en represora, y en esa denuncia, solicitan a los españoles que no permitan ese chantaje, ni consientan que la democracia sea un recuerdo en manos de su Sanchidad. Pero Felipe y Alfonso, Alfonso y Felipe, olvidan en esa admisión lo más importante: ellos, antes de protestar, votaron. Y votaron a Sánchez.


Si los socialistas de pedigrí, que antaño llenaban manifas en plazas de toros con chaquetas de pana porque querían ser como Felipe, escuchan al dúo replicar en estéreo que, a pesar de todo, siguen votando al PSOE, ¿qué no van a hacer ellos? ¿Acaso esperan que el ciudadano de izquierdas modifique su voto a futuro porque hay un señor malvado en Moncloa que quiere cargarse la Constitución, cuando ese ciudadano ve cómo los padres fundadores de la cosa son los primeros en votarlo?


Lo que a González y Guerra molesta de las intenciones de Sánchez es el derribo que hará de su obra, que ellos valoran en más estima que lo refrendado por la Transición. El régimen de libertades que quiso implantarse fue enmendado por otro régimen socialista de prebendas y asaltos institucionales que ahora con el sanchismo da otra vuelta de tuerca liberticida. Pero esa, y no otra, es la clave de bóveda de tanto socialista fetén desencantado: Sánchez es el perfecto autócrata mentiroso, el preclaro felón narcisista y el retrato perfecto del egocéntrico sin pausa. Pero es del PSOE, aunque no sea aquel PSOE. Y eso está por encima de todo. También de Alfonso y Felipe, que corren los primeros a sentenciar en la urna su militancia.


Mientras haya gente a la que le vaya bien con Sánchez, sus ocurrencias, ilegales, inmorales o innecesarias, serán validadas. Funcionarios a los que Sánchez aumenta paga y contrato, medios de comunicación a los que Sánchez equilibra los balances anuales con suculenta publicidad institucional, pensionistas a los que Sánchez incrementa su nómina hayan o no hayan cotizado lo que ahora cobran, parados sin ganas de trabajar alegrados con ayudas y subsidios, empresas vividoras del BOE y los contratos públicos, desempleados con salarios mínimos más ilusionantes que madrugar para ganarse el pan, inmigrantes con ganas de vivir el sueño socialista, que no español. Todo esto suma la media España satisfecha de que Sánchez siga en el poder. Y Sánchez lo sabe.


Los socialistas antiguos como González y Guerra, hoy indignados de toda indignación, me recuerdan a aquel personaje mexicano de los setenta que llegó a nuestras televisiones con ingenuidad del que no sabía lo que decía ni se responsabilizaba nunca de lo que hacía. Ante cada despropósito y barrabasada cometida, respondía «fue sin querer queriendo». Como el voto de Felipe y Alfonso a Pedro.


Las lenguas no son una riqueza, son una maldición

ANTONIO ROBLES. libertad digital. 22 Septiembre 2023

No se me ofendan en días tan señalados. Históricos, dicen desde el Congreso. Disfruten. No les quiero amargar la coz a la maldita lengua común, sólo reflexionar en voz alta sin atenerme a ritos ni rituales. De ahí el título. Alguien sin pelos en la lengua, pero con un tiro en la rodilla a principios de los ochenta en Cataluña, sentenció: ¡Cuánta lengua para tan poco entendimiento! Pues eso. Aquí se podría acabar el artículo, pero habrá que dar razones.


Con la diversidad de las lenguas, como con tantas otras cosas en la vida, debemos convivir, pero no por eso, sacralizar. La proliferación de lenguas no aporta más comunicación, sino mayores dificultades para relacionarse.


Sólo a una mente ajena a esta superstición identitaria le puede pasar desapercibida la sutil diferencia entre lo que es un legítimo derecho a utilizar las lenguas regionales en el Congreso y su función comunicativa. No parece lógico que teniendo una lengua común dominada por todos, se simule no conocerla y se asuma la molesta traducción simultánea y su coste. Es evidente que no es la función comunicativa la que justifica tanta incomodidad, sino su función simbólica. La lengua para los nacionalistas no es un instrumento de comunicación sino de identidad. Con su utilización en el Senado no se gana en entendimiento, se marca territorio. Lo que el sistema constitucional no permite, o sea, convertir el Estado autonómico en Estado plurinacional, lo consigue de facto la traducción simultánea. Los nacionalistas han ganado todas sus batallas desde la restauración de la democracia adueñándose de las palabras, definiendo las cosas y ocupando los espacios culturales desde la escuela a los medios de comunicación (la hegemonía cultural de Gramsci).


La proliferación de lenguas no aporta más comunicación, sino mayores dificultades para relacionarse. Precisamente por eso, uno de los méritos que hoy día se valora más en el currículum es el dominio de idiomas; no porque añadan más conocimientos, sino porque ponen en comunicación conocimientos encriptados por culpa de la diversidad lingüística. Las lenguas son una barrera al intercambio de conocimientos, más que una fuente de ellos. Y en muchos casos se dedican más horas a descodificar esos códigos lingüísticos, es decir, a estudiar lenguas, que a ensanchar el conocimiento científico distinto del que ellas generan sobre sí mismas.


El que el aislamiento ancestral de las comunidades humanas haya dado lugar a lenguas diferentes no significa que su consecuencia sea beneficiosa para el entendimiento humano. Deben ser respetadas, pero no sacralizadas como si fueran especies en extinción. Precisamente cuando el hombre ha tenido oportunidad de amoldar la naturaleza a sus intereses, ha universalizado códigos. El metro es una consecuencia y el STOP otra. ¿La diversidad de cargadores de móviles nos aporta más y mejor servicio que si tuviéramos uno idéntico para todos los teléfonos? ¿El ancho de vía español diferente al europeo nos hace mejores, más felices, ricos o libres, o nos entorpece y encarece el mercado de comunicaciones? Conducir por la derecha o por la izquierda es indiferente, pero no tener universalizado el criterio genera incomodidades, y a veces riesgos. El tener los mismos significantes en matemáticas nos facilita su comprensión inmediata a todos los humanos. Un chino, un egipcio, un español y un americano poseen el mismo código matemático. En ese idioma son hablantes de la misma lengua. Como la música, es un lenguaje universal con el que podemos hacer creaciones infinitas. Todos hemos sufrido las incomodidades en países diversos por no contar con enchufes homologados universalmente. Los únicos beneficiados son los fabricantes y marcas que controlan esos mercados fragmentados. A los clientes, la conversión nos cuesta dinero e incomodidad. Y por supuesto, la falta de una lengua franca a nivel mundial nos incomunica de forma dramática a la mayoría de los humanos.


Aunque toda esta diversidad puede que esté a punto de ser sólo una incomodidad, la inteligencia artificial ya está en ello.


PD: La provocación del título no es gratuita. La conversión del Congreso en una torre de Babel impuesta por los nacionalistas, no tiene nada que ver con los derechos lingüísticos, sino con la estrategia nacionalista de acabar con la lengua común como símbolo de cohesión cultural. Y no empezó con el chantaje de Puigdemont, venían perpetrando el asalto desde 2013. Ya entonces, PSC-PSOE, ICV, EUiA e IU, presentaron en el Senado una Proposición de Ley Orgánica de Reconocimiento y Amparo de la Pluralidad Lingüística de España, cuyo portavoz en el Senado fue el expresidente de la Generalidad y socialista del PSC, José Montilla. La ambición no se quedaba en llevar la cooficialidad al Senado, sino a todas las instituciones españolas. No se admitió a trámite, pero el acoso mediático encabezado por El País, nos ha traído hasta aquí. Todo ese recorrido lo recogí en "la ley de lenguas y el manifiesto koiné" (2016).


Regreso a ese triste pasado

Jesús Banegas. vozpopuli. 22 Septiembre 2023

Pioneros continentales europeos del constitucionalismo liberal, en 1812, con nuestra constitución fechada en Cádiz el día de San José -famosa “Pepa” por ello- que legó al mundo la palabra liberal y estableció políticamente la “igualdad de todos los ciudadanos ante la ley”, andamos ahora los españoles de vuelta atrás de nuestros mejores logros históricos para regresar a pasados deleznables.


Poco duró la Pepa, apenas 25 años, para ser sustituida en 1837 por otra aún más efímera que dio paso a la de 1845, para 24 años después ser reemplazada por la de 1869 que apenas duró 7 años, seguida de la republicana de 1973. A esta le sucedió la de 1876, la más longeva que hemos disfrutado hasta ahora, relevada por la republicana de 1931, que pereció ocho años después. La actual, de 1978, la mejor de todas, al cabo de 45 años de vigencia comienza a estar seriamente acechada por sus enemigos de siempre en España: una irredenta izquierda -la de principios del siglo XX y comienzos del XXI- y sus socios, los separatistas de nuevo cuño.


Los enemigos de la España constitucional forman una aleación – indisoluble, a diferencia de una coalición- sustentada en dos principios fundacionales: la negación del sagrado principio de “la igualdad ante la ley” y la inexistencia de la nación española, la más antigua del mundo según Julián Marías. Principios que habían consagrado todas nuestras constituciones hasta ahora, incluida la fallida -por progresista- de 1931.


Viene al caso, para iluminar el presente desde una perspectiva histórica, que la fallida aventura republicana de 1931 -precedida de la dictadura de Primo de Rivera– ya surgió de una falsa interpretación del sistema democrático de entonces, una monarquía parlamentaria perfectamente alineada con las mejores europeas, debida a una estrambótica alianza: los mismos enemigos de ahora, juntos entonces con el anarquismo, las juntas militares …..y asombrosamente por los intelectuales de la época.


La sociedad española, muy mayoritariamente según acreditan las elecciones celebradas en aquel tiempo, y la monarquía parlamentaria tuvieron un comportamiento perfectamente razonable y coherente con sus equivalentes europeos. Aquella crítica, despectiva y muy ignorante visión de España, estuvo acompañada de un pensamiento político totalitario, derivado de la democracia rusoniana según la cual la volonté général todo lo podía, despreciando así la imprescindible división de poderes de la democracia liberal, el respeto de las minorías, de la ley y la libertad.


Frente a aquella simpar y esperpéntica -como cierto teatro de la época- alianza, todo lo que quedaba enfrente era la otra España: la monarquía parlamentaria, las fuerzas políticas liberales y conservadoras y los ciudadanos españoles que en las dos elecciones -tan concurridas como limpias- municipales de 1917 y parlamentarias de 1918 votaron muy mayoritariamente. Las izquierdas, el nacionalismo, sus intelectuales y militares fueron barridos de las urnas.


En las elecciones municipales de 1917 las candidaturas monárquicas obtuvieron casi 2.500 ediles por 431 de la Alianza de Izquierdas; un triunfo monárquico que más que quintuplicaba a su oposición. En las generales de 1918 al Congreso de Diputados los liberales junto a los conservadores obtuvieron el 73% de los votos y 334 escaños frente al 22,6% de los votos y 61 diputados de la Alianza de Izquierdas y los nacionalistas.


¿Cómo se llegó así a la dictadura de Primo de Rivera y luego a la fracasada experiencia de la 2ª República? Claramente contrariando en ambos casos el voto ciudadano e imponiendo -ante la blandura de la monarquía- un nuevo sistema político que lejos de resolver los problemas de entonces los acrecentó.


Ahora por fortuna, los anarquistas y los militares han desaparecido de la escena política y los intelectuales, como el Colegio Libre de Eméritos con su reciente manifiesto España, democracia menguante, no son compañeros de viaje, sino opositores, de la operación política en marcha: no la sustitución -carecen de votos para ello- sino el desmontaje de los principales fundamentos de nuestra constitución, junto con la demolición del Estado de Derecho que la sustenta.


A diferencia de 1812, España no es ahora vanguardia de la libertad para todos sometida a la ley, sino una triste y vulgar discípula de las peores prácticas política de la América hispana.


Aunque pudiera parecer anacrónico, viene al caso recordar a Herbert Spencer, que hacia 1884, escribía lo siguiente:


“La gran superstición política del pasado fue el derecho divino de los reyes. La gran superstición política del presente es el derecho divino de los parlamentos”.

“El verdadero liberalismo luchó en el pasado contra la suposición del poder absoluto de los reyes, en la actualidad debe luchar contra la admisión de una ilimitada autoridad parlamentaria”


El catedrático de la universidad de Columbia y ensayista político, Mark Lilla, en su libro El regreso liberal: más allá de la política de la identidad (2017), defiende la vigencia de la “ciudadanía en tanto concepto central de la política democrática que une a todos los miembros de una sociedad política a lo largo del tiempo, al margen de sus características individuales. Se trata de “abandonar la retórica de la diferencia, para apelar a lo que compartimos: nuestra condición de ciudadanos”·


Por su parte, la profesora de la universidad de Copenhague, Marlene Wind, defiende los valores liberales en su ensayo La tribalización de Europa (2019), poniendo como ejemplo que “Cataluña tiene el dudoso honor de ser el único lugar en el mundo occidental donde la mayoría de la población no tiene siquiera la opción de matricular a sus hijos en escuelas que enseñen su lengua materna”. Añade que los nazis se valieron “del poder parlamentario ilimitado….sin contrapesos constitucionales”, por lo que después de su derrota “se instauró un tribunal constitucional” -que inspiró el actual español- con el grave inconveniente aquí de su descarada y extrema politización “que entra en grave conflicto con los principios de la democracia liberal”.


Frente a los sempiternos principios de la democracia liberal que nos recuerdan desde hace siglos -entre muchísimos otros filósofos políticos- Spencer, Lilla, Wind, etc, la aleación gobernante, carente de valentía política para reformar o incluso sustituir la actual constitución por otra de acuerdo con la reglas vigentes, ha elegido la puerta de atrás para pervertirla.


El principal problema nacional

El regreso, tanto institucional como económico a nuestro peor pasado, que están postulando los autodenominados progresistas, se ha convertido tras las últimas elecciones en el principal problema nacional


Frente al persistente desprecio de la ley, junto con la desigualdad ante la misma que practican los socialistas y sus aliados secesionistas, mediante pírricas mayorías parlamentarias e interpretaciones políticas anticonstitucionales de un tribunal hecho a su medida y carente de la legitimidad de su independencia -por la descarada militancia política de sus miembros-, la sociedad civil española -incluido el mudo mundo empresarial- debe alzar su voz para reivindicar un inmediato regreso al orden civilizado liberal que habíamos conquistado y la aleación “frankesteiniana” nos está arrebatando.


El Fiscal y el Gobierno

JOSÉ MANUEL MAZA MURIEL. libertad digital. 22 Septiembre 2023

Durante los últimos días, mucho se ha escrito sobre la imposibilidad constitucional, o sea legal, de aprobar una ley orgánica de amnistía (o como se denomine) con la finalidad pretendida por los golpistas y que parece haber sido aceptada por los socialistas. Por tanto, nada tengo que añadir sobre la cuestión cuando autores tan ilustres como los profesores Aragón y Gimbernat o el señor Gómez de Liaño han analizado exhaustivamente esta cuestión. Sin embargo, tras escuchar al presidente del Gobierno en funciones durante la rueda de prensa previa a su intervención ante la Asamblea General de Naciones Unidas, algo se removió en mis entrañas. La frase en cuestión, que el señor Sánchez dijo literalmente, fue la siguiente: "cuando el presidente del Gobierno era Mariano Rajoy y yo era líder de la oposición y el fiscal general de entonces, el ya fallecido señor Maza, abrió la puerta a todas estas causas judiciales a través de la Audiencia Nacional, yo trasladé mi malestar al señor Rajoy. Lo hice por dos motivos: el primero, porque no habíamos sido consultados (…) y, en segundo lugar, porque habíamos trasladado a la vía judicial un conflicto que tenía una raíz política".


La frase transcrita es deplorable desde cualquier posición mínimamente democrática, pero si la pronuncia el presidente del Gobierno y, a la sazón, presidente de turno de la Unión Europea, la gravedad de lo dicho es total. Según el presidente en funciones, el Fiscal General del Estado (por tanto, cualquier fiscal español) debe pedir permiso al Ejecutivo sobre la procedencia o no de hacer su trabajo, dejando sin efecto el mandato constitucional, y del resto de normas que lo desarrollan, en relación con el Ministerio Público. Por obvio que resulte, no es menos importante afirmar que el Ministerio Fiscal debe actuar con sometimiento exclusivo a los principios de legalidad e imparcialidad (art. 124 de la Constitución). Sin embargo, el presidente del Gobierno aboga abiertamente por acabar con esta regulación (propia de cualquier democracia seria) para sustituirla por el sometimiento de la actuación de los fiscales a un nuevo principio que podríamos denominar "de oportunidad política". Esto equivaldría, ni más ni menos, a la liquidación definitiva del Estado de Derecho, que engloba los derechos fundamentales de los ciudadanos, la separación de poderes y, en fin, nuestro marco de convivencia más elemental.


Los acontecimientos ocurridos en Cataluña en 2017 fueron de una gravedad extrema pero el Derecho en general, y el penal como su última ratio, actuaron para restablecer la normalidad democrática. En ese momento, los partidos mayoritarios, con los matices que les son propios, aceptaron ese normal proceder. Desgraciadamente, ahora se da un salto cuantitativo y cualitativo, por cuanto que nuestros gobernantes asumen sin ambages las tesis de los golpistas. Por tanto, como se ha repetido en numerosas ocasiones, el Poder Judicial debe actuar, de nuevo, como dique de contención ante las embestidas totalitarias. Además, no debemos olvidar la obligación de la Unión Europea en la defensa de las instituciones democráticas. Tal y como ha ocurrido en otros países ante mermas o quiebras del Estado de Derecho, la Comisión tiene el deber de actuar y, en su caso, sancionar.


Durante los casi cuarenta y cinco años de democracia, nuestro país ha repelido diversos ataques que pretendían acabar con el sistema de derechos y libertades que instauró la Constitución del 78. Ahora vivimos uno nuevo y, con la supervivencia de nuestra democracia en jaque, vuelve a ser imprescindible reaccionar cívicamente para defender la igualdad entre españoles.


Don de lenguas

Juan Antonio Freije Gayo. Diariosigloxxi. 22 Septiembre 2023


No poseemos los humanos, de momento, el bíblico “don de lenguas”, si bien la inteligencia artificial está a punto, si no la ha conseguido ya, de proporcionarnos uno tipo prótesis, artificio que convertiría el aprendizaje de lenguas en cuestión de placer y no de necesidad. Sin embargo, aún pugnamos por el idioma, tal vez por aquello del 'Volksgeist', ese espíritu del pueblo, encarnado en la lengua, y tan caro a todos los nacionalismos. Hegel fue el padre de la criatura, que se plasmó en la nueva religión de la nación exacerbada y trasformada en un nuevo universal para encuadrar a los individuos independientemente de su voluntad.


Eric Hobsbawm, historiador británico y, a pesar de ello, marxista, identificó el nacionalismo como ideología instrumentalizada por una oligarquía valiéndose de la ignorancia del pueblo para someterlo a la dictadura del sentimiento. Llegó a aseverar que “las lenguas nacionales son casi siempre conceptos artificiales y de vez en cuando, como el hebreo moderno, virtualmente inventadas”. Así pues, un marxista persistente, como fue el autor de la sentencia, receló bastante del nacionalismo como vehículo de ingeniería social e impulsor, en tiempos modernos, del monolingüismo por las bravas.


El lenguaje es instrumento privilegiado de edificación de identidades e indispensable, de momento, para construir naciones. Estas no existen desde la noche de los tiempos, sino que son constructos políticos. De ahí que quienes se hallan en la circunstancia de erigir una no puedan admitir otra lengua que la propia. En la España de hoy, el poder político otorgado a los nacionalistas en sus ámbitos administrativos les ha permitido ir articulando poco a poco su nación (no se trataba solo de dinero o transferencias, como pensaron los dirigentes de la España común que necesitaron de ellos), y en ese proceso la lengua común no resulta admisible.


Explica ello el esperpento de los pinganillos, sainete surrealista y zafio para resaltar la inexistencia del idioma franco que todos hablamos. Viene a la memoria el recuerdo de los aspectos esperpénticos de la Primera República, compendiados en la afirmación, probablemente apócrifa, del primero de sus presidentes, Figueras, antes de exiliarse en Francia dejando su puesto, y que venía a decir algo así como “estoy hasta los cojones de todos nosotros”. Se refería Don Estanislao, en el caso de que la frase hubiera sido pronunciada, o pensada, a toda la cadena de absurdos encadenados desde la proclamación del nuevo régimen, con él mismo al frente, y que continuarían tras su renuncia, verbigracia el cantonalismo, cuyos pormenores y anécdotas darían por si solos para todo un ensayo. El caso es que el “Spain is different” puede nutrirse no sólo de los talantes, ya clásicos, relacionados con el exotismo. Está asimismo el surrealismo recurrente que aparece y desaparece. Lo de lo pinganillos, sin ir más lejos.


El país de los idiotas

Carlos Martínez Gorriarán. vozpopuli. 22 Septiembre 2023

En Ucrania hay una guerra sangrienta y larga en la que España está implicada como miembro de la UE y la OTAN. Los regímenes del Sahel, nuestro patio trasero, que España apoya con tropas que complementaban a las francesas caen en la órbita de Rusia (y de China, el gran padrino) como fichas de dominó. La globalización y su economía están en crisis, pero no hay recambio. Los fenómenos climáticos extremos se suceden con frecuencia y violencia alarmantes. Las mareas inmigratorias ilegales se suceden y van a más. Arabia Saudí se queda con Telefónica por cuatro perras (para ellos) con probable complicidad sanchista.


Y podríamos seguir páginas y páginas así. ¿Pero cuáles son las noticias que absorben a la opinión pública en España? Pues la selección nacional de fútbol femenino y el caso Rubiales, el Congreso de Babel y el chantaje de Puigdemont que ya ha pagado Sánchez para no abandonar la Moncloa: amnistía, autodeterminación y 450.000 millones € en concepto de “deuda histórica” de España con Cataluña (querido lector, si usted no es catalán, vasco ni navarro, le saldrá a cosa de 12.600 €, más de lo que cobran al año muchos empleados cualificados).


No creo que existan muchos países occidentales donde el abismo entre realidad y agenda política y comunicacional sea tan ancho y profundo. ¿Qué nos ha pasado? Sencilla y trágicamente, que nos hemos convertido en un país de idiotas. Me explico: no todos los españoles somos idiotas, ni mucho menos, pero solo los idiotas tienen acceso fácil a las castas dirigentes de las diferentes esferas, tarea muy difícil para todos los demás porque los idiotas están sindicados para impedirlo. En fin, que los idiotas nos han expropiado el país.


¿A qué clase de idiotas me refiero? Al concepto clásico griego de idiotés, que ha dado nuestro idiota de origen latino. El idiotés griego era el ciudadano antipolítico que despreciaba la ciudadanía, rechazaba participar en los asuntos públicos que le concernían, y se dedicaba a intereses puramente egoístas. Es fácil intuir por qué esa categoría antipolítica se extendió después en las lenguas cultas a la calificación del bobo, del imbécil, del necio: el idiotés no quería darse cuenta de que los asuntos públicos le afectaban directamente, le gustara o no; se comportaba como un irresponsable y despreciaba la valiosa libertad del ciudadano vedada a mujeres, extranjeros (metecos) y esclavos. Lo que los griegos y romanos no previeron era que fuera precisamente esta clase de sujeto, el idiota antipolítico, el que acabara apoderándose de países como España.


El idiota metido en política no pretende, desde luego, ocuparse de los asuntos públicos ni hacerse responsable de nada. Claro que no. En histórica inversión, el idiota contemporáneo se mete en harina para culminar su proyecto ancestral: cargarse lo público para privatizarlo, acabar con los valores de libertad e igualdad, liquidar toda noción de interés general.


Nuestros idiotas domésticos aprueban cambiar el reglamento del Congreso para convertirlo en academia de idiomas sin debatirlo y votarlo, imponiendo una política de hechos consumados a lo Alicia en el País de las Maravillas que avanza hacia la dictadura. Un sistema donde, como ordena la Reina de Corazones, primero se ejecuta la sentencia y después se discute el caso. Los idiotas consiguen que, en vez de discutirse esa agresión a la democracia, se hable de cosas banales como el coste de los pinganillos, y que las banalidades sepulten el debate sustancial: que liquidar la lengua común implica liquidar la comunidad política, esa que los idiotas detestan porque estorba sus tropelías privativas.


Idiotas profesionales son los separatistas empeñados en destruir la comunidad democrática para imponer dictaduras de boina enroscada que ahuyentan a su propia población inteligente. Idiotas contumaces son los que culpan de todo al capitalismo mientras quieren reproducir e imponernos las pesadillas distópicas de Cuba, Venezuela o Argentina. Idiotas miserables son los que persiguen las hormonas masculinas juveniles mientras justifican la persecución a las mujeres en Irán y liberan violadores en España para proteger la libertad sexual de sus pupilas. Idiotas apaciguadores son los burócratas de corazón que entran a discutir detalles aceptando el atropello y eludiendo siempre el fondo, carentes de discurso y objetivos, convirtiendo necesariamente todos los éxitos en derrotas y todas las oportunidades en pifias; abundan en la derecha mal llamada liberal, en realidad conformista y oportunista.


A los que no son idiotas, o al menos no con dedicación completa y exclusiva, esta situación les abruma y hunde en la melancolía. ¿Qué puede hacerse en un país donde la conversación pública principal huye como de la peste de los verdaderos problemas y chapotea en enredos inventados y sentimentales, en las retorcidas estupideces propias de idiotas? ¿Cuándo y cómo los idiotas se hicieron con el control, echando a las personas responsables, honradas y conscientes? ¿Cómo lograron imponer su agenda, lenguaje y marco mental como únicos posibles? No es la primera vez que pasa, pero los precedentes son inquietantes: la derrota de Constantinopla a manos de los turcos mientras los teólogos debatían cuantos ángeles cabían en la punta de un alfiler; la España iliberal de Fernando VII y del Frente Popular de 1936 abalanzándose a la guerra civil; la caída mortal de Italia, Japón y Alemania en el fascismo militarista y totalitario…


Crisis constitucional

Sin embargo, hay una ventaja en esta degradación tan alienada que parece irreal, más parecida a una pesadilla en la que luchamos con una viscosa medusa gigante con rostro de Sánchez que a la política de una sociedad avanzada: empezaremos a reaccionar cuando no se pueda caer más bajo. El probable desmoronamiento del sistema embestido por la extrema idiotez del sanchismo abrirá una crisis constitucional tan profunda que exigirá una reforma también profunda, a prueba de idiotés ladrones de lo público en la medida de lo posible. Una versión mejorada de la Constitución del 78 con el Título VIII cambiado de arriba abajo, sin privilegios políticos ni fiscales y con división de poderes y contrapesos reforzados, hostil -en vez de favorable- al corrupto capitalismo de amiguetes, a la ineptocracia y al separatismo. Que sirva al menos para un par de generaciones, hasta que la próxima conjura de los necios, que nunca descansan, obligue a reconsiderarla.


Los rufianes han ganado otra batalla: España, en la UCI

Rubén Arranz. vozpopuli. 22 Septiembre 2023

Viajo estos días por Indonesia -irresistible en la estación seca- e invierto mis días en la observación calmada de los paisajes de Java, donde interminables carreteras cruzan ciudades abarrotadas de vida, como Yogyakarta, y atraviesan arrozales, maizales o palmerales mientras muestran un horizonte donde volcanes como el Merapi humean y recuerdan que un cinturón de fuego puede alterar la paz en cualquier momento con un rugido, un temblor y un escupitajo de magma.


Moverse entre las islas de este país permite apreciar el variopinto carácter de sus habitantes. Los altavoces de las mezquitas de Java llaman al rezo a las 5 de la mañana por primera vez para una población que, en su inmensa mayoría, es moderada. En Sumatra Occidental impera la sharía, mientras que en Bali conviven las mezquitas con los templos budistas y los hunduistas. El pasado viernes, en el centro de Denpasar -capital de Bali-, se celebraba un ritual de cremación de cadáveres. Allí me explicaron que es todo un privilegio para las familias el poder participar en la ceremonia, por la que pagan 100 millones de rupias -unos 6.000 euros- para poder purificar a su difunto. En este país joven conviven credos, razas e idiomas, como en tantos otros puntos del planeta. Aquí existen hasta 700 lenguas o dialectos. Algunos se hablan en islas tan remotas que ni siquiera tienen un denominador común con ninguna otra. Sólo el Estado como entidad administradora.


Explico a una persona local la problemática que existe en España con respecto a las lenguas oficiales y suelta una carcajada. Después, reflexiona sobre la variedad de ecosistemas, culturas y gentes de este país. No hay nada como tomar distancia de los debates patrios para apreciar mejor su irracionalidad. “Os pasa igual que en Malasia”, añade, mientras explica que en Indonesia, pese a la multiplicidad de idiomas, el único oficial es el bahasa. Es el que se emplea en los debates parlamentarios, en la Administración, en los colegios, en las liturgias, en los dentistas y en las panaderías. Después -continúa-, cada familia habla en privado como quiere, pero en público es una señal de normalidad el comunicarse en el único código oficial. Es decir, en la lengua de las relaciones públicas, los negocios y la diplomacia interna. Para todo lo demás, sirve el inglés, muy extendido entre los jóvenes con formación.


Existe cierta confusión con respecto al concepto de “variedad”. Los más cándidos y maledicentes suelen transmitir que este término es sinónimo de riqueza, cuando no siempre es así. Porque la multiplicidad de elementos y de causas puede conducir también al desorden, al caos o al absurdo. Un Estado que trata de potenciar los rasgos comunes frente a los elementos disgregadores no cae en un comportamiento autoritario, sino que simplemente hace uso de su autoridad (de su legitimidad a fin de cuentas) para tratar de cohesionar su territorio y homogeneizar a su ciudadanía.


Eso no significa que sea irrespetuoso con el patrimonio cultural de cada una de sus regiones y localidades. No creo que ningún país que no haya descendido al nivel de la persecución interna o la paranoia totalitaria atente contra su propia riqueza para favorecer a una facción interna (y adivinen quiénes han creado un muñeco que apercibe a quienes hablan español en el patio del colegio). Sin embargo, un país debe defender sus símbolos comunes, los códigos que entiende su población y, en definitiva, sus elementos definitorios. Los que están amparados por el interés general y garantizan el mejor funcionamiento de sus servicios públicos. De lo contrario, se debilitará. Se estará disparando en el corazón y dando pie a que sus enemigos internos y externos se lo repartan por trozos.


El siniestro filibusterismo político que se practica en España desde hace décadas ha provocado que se imponga la idea de que el empleo del español en el ámbito público -como la lengua del administrador- supone una discriminación para el resto de los idiomas del país. Se acostumbra a citar países con una situación política tan disfuncional como Bélgica, cuya historia en nada se asemeja a la española. Pero eso no importa. Cualquier ejemplo, por peregrino que sea, es válido para estas facciones políticas que buscan la balcanización de España con exiguos porcentajes del voto total, pero con el enorme apoyo social que otorga una izquierda que comparte su argumentario porque ahora toca. Porque lo dicta Moncloa, lo reproducen sus terminales mediáticas y lo comparten sus votantes.


Así que se celebró esta semana un simbólico pleno en el Congreso de los Diputados en el que algunos portavoces se expresaron en lenguas periféricas, que nada tienen de malo, pero que no son la mayoritaria. La que hablan más de 500 millones de ciudadanos en el mundo. La única que es oficial en todo el territorio nacional y la única que debería ser indispensable en lo público, tanto para dar un discurso en la Carrera de San Jerónimo como para pasar consulta en Vic o en Azpeitia. El resto es esperpéntico. Supone agravar la disfuncionalidad del Estado y potenciar los grupos excluyentes, las fronteras artificiales y los privilegios de una clase política nacionalista cuya única pretensión es extraer de sus territorios cualquier elemento que recuerde a España para imponer su proyecto patriótico al Estatal. Conviene tener en cuenta este factor porque quienes reclaman mayor respeto a la diversidad de los pueblos españoles son los más excluyentes con todo lo que tenga aspecto de “mesetario”, extremeño o andaluz. A esos no los quieren en sus territorios con los mismos derechos que los nativos. ¿Hace falta revisar los textos publicados por Quim Torra?


Debería reflexionar esa izquierda social lobotomizada sobre este asunto y sobre las consecuencias que tocará pagar en la vida diaria si se acentúa la brecha entre las regiones españolas como consecuencia del desinterés del Gobierno de España por utilizar su autoridad para defender el uso de los elementos comunes en todo el territorio nacional. El ejemplo del Parlamento resulta dramático en este sentido. Si ni siquiera el Estado está en condiciones de defender el empleo del español en la sede de la soberanía nacional, ¿qué ocurrirá en los colegios, los centros de salud o las ventanillas públicas en las provincias de Gerona o Guipúzcoa?


Un país que mire por su futuro y aspire a imponer lo razonable dentro de sus fronteras nunca debería comportarse con tal actitud sediciosa. Los gobernantes que consienten estas lacras para conseguir votos parlamentarios están cometiendo una negligencia que roza la traición. Y eso no se lo merecen los españoles que pagan diligentemente sus impuestos y sólo aspiran a tener vidas tranquilas.


Las naciones desaparecen

Eguiar Lizundia. vozpopuli. 22 Septiembre 2023

Los ejemplos abundan. Como creaciones de los hombres, las naciones no están destinadas a permanecer sine die. Es de hecho una proeza que la nación española no sea una reliquia histórica. Un rápido repaso a la historia de Europa da prueba de ello.


Sea desde una visión esencialista o liberal, el pueblo español con conciencia de sí existe desde hace como mínimo doscientos años. No vamos a entrar aquí a debatir si lo mismo podría decirse de los nacionalismos o naciones periféricas. Ese es un debate historiográfico ajeno a esta columna. Tampoco pretende ser este un artículo regido por el preciosismo semántico; la aproximación aquí es más humilde y donde dice “nación” bien podría decir “país”.


Pero retomemos. Independientemente de su longevidad, ninguna nación es una inevitabilidad histórica. Ni en su emergencia ni en su declive y última desaparición. En esto último coinciden incluso los románticos históricos y los nacionalistas étnicos, siempre temerosos de la pérdida de las esencias, la contaminación y el ocaso.


Ni la voluntad de ser, con esas reminiscencias totalitarias, ni el plebiscito cotidiano, ni siquiera el patriotismo constitucional. Si algo ha demostrado el caso español es que una nación (o país, recuerden) puede subsistir razonablemente en un estado de total abulia. Con una ciudadanía desapegada de su bandera, bajo el chantaje permanente de minorías centrípetas, con los derechos de sus conciudadanos conculcados en varias regiones de forma sistemática. Como una fibromialgia, la afectación es constante y debilitante, pero el riesgo no es existencial. Es más, a veces te permite cogerte una necesaria baja del trabajo que los nacionalistas de todo pelaje siempre quieren que hagas.


¿Pero qué pasa cuando del estado de abatimiento se pasa a conductas autodestructivas? Los acontecimientos de las últimas semanas, esa catarata de anomalías que hemos vivido en menos de un mes, obligan a plantearse la pregunta.


Primero fue la transformación de un éxito deportivo que debería ser motivo de celebración en una polémica neurótica, motivada políticamente. En un país con un mínimo de autoestima, el escándalo del beso no habría eclipsado el momento de merecida alegría colectiva que fue la hazaña de las jugadoras de la selección de fútbol. No puede haber nación sin la celebración de los triunfos. Menos en la potencia mundial de la fiesta.


Luego está el harakiri de la negociación de la investidura. Se ha escrito ya todo lo que tenía que decirse. Los pinganillos buscan el desencuentro, proyectar la idea de que el español no es la lengua común y que España es por tanto un tinglado artificial, convirtiendo el Congreso en Bélgica, el único país homologable que también está cogido con pinzas…para que sea más fácil desmantelarlo. Y la amnistía - o como acabe llamándose - no es otra cosa que la legalización de la secesión unilateral por la puerta de atrás, una promesa de que a la próxima intentona de golpe de Estado no habrá respuesta. Es decir, la renuncia del Gobierno de España a hacer efectiva la soberanía nacional. Desmembración por incomparecencia de la nación representada por sus instituciones.


Sin aspavientos, la extinción de España como país tal cual ha figurado en los mapas durante los últimos quinientos años es una posibilidad real. Lo cual no tiene por qué ser un drama, al fin y al cabo se trata de una decisión democrática, quizá la última de calado que tome el pueblo español según lo entendemos hoy. No está escrito en ningún lado que España deba existir por los siglos de los siglos y los votantes de PSOE y Sumar parecen tener prisa por apagar las luces. Pero ahora que se exalta de forma acrítica y con la reflexividad de un papagayo la riqueza cultural que representan las lenguas cooficiales, convendría considerar si la España que ha funcionado razonablemente bien durante los últimos cuarenta años es algo a preservar. Por si acaso a alguien le dé por echarla de menos luego.


ID SÍ APOYA A VOX

El grupo del PP rechaza el debate en la UE sobre la situación del Estado de Derecho en España propuesto por VOX

MARINA RUIZ. BRUSELAS. gaceta. 22 Septiembre 2023


La mayoría de los grupos del Parlamento Europeo han rechazado esta semana en la Comisión de Libertades Civiles un debate sobre la situación del Estado de Derecho en España el marco de las negociaciones para una eventual amnistía a los golpistas separatistas catalanes.


Sólo el grupo de Identidad y Democracia ha apoyado la propuesta de VOX, incluido en el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR). Los grupos que se han opuesto sí votaron, en cambio, a favor de realizar este debate sobre Polonia y Hungría.


El Partido Popular Europeo (PPE) ha mostrado una vez más su sumisión al Partido Socialista y ha votado en contra alegando que, por el momento, no se ha aprobado ninguna ley de amnistía. El eurodiputado de Países Bajos Jeroen Lenaers, en representación del Grupo del Partido Popular Europeo votó en contra del debate. El PP español siguió al grupo en la decisión.


De momento las autoridades europeas guardan silencio ante la posible amnistía al separatismo, una decisión imprescindible para que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, siga en La Moncloa.


Cabe señalar que en 2019 Rumanía también estaba al frente de la Presidencia rotatoria del Consejo de la UE —como ahora España— y quiso aprobar una ley que pretendía amnistiar a dirigentes políticos. El que era entonces presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, mostró el rechazo de la UE al proceso porque era «un paso atrás en el Estado de Derecho».


El vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans, también fue enfático en su rechazo, advirtiendo que la Comisión utilizaría todos los recursos disponibles para impedir su implementación. El principal beneficiado de la amnistía, que finalmente no se llevó a cabo tras el rechazo mayoritario en un referéndum, era el líder del Partido Socialdemócrata (PSD) Liviu Dragnea



Colegios catalanes trasladan los pinganillos a las tutorías escolares con los padres que hablen en español

Carlos Cuesta. libertad digital. 22 Septiembre 2023


Mientras los partidos separatistas festejan la entrada de las lenguas regionales en el Congreso de los Diputados, los padres catalanes se enfrentan al uso de traductores incluso en las tutorías escolares de los colegios de sus hijos. Y todo por pretender usar la lengua oficial de toda España. Y por querer que sus hijos estudien en español.


Alumnos de colegios catalanes han empezado a recibir mensajes como el siguiente. Entre otras áreas, en la dependiente del Consorcio de Educación de Barcelona: "El curso pasado pediste a la escuela que todas las comunicaciones que recibieras en relación a tus hijos/as fueran en catalán y en castellano. Teniendo en cuenta esta petición, las entrevistas individuales con los tutores y tutoras de tus hijos/as también las tendremos que ir traduciendo". Y advierte: "En caso de no querer que sea así, necesitaríamos que firmaras esta renuncia".


El comunicado da por hecho que la lengua principal es el catalán y, por lo tanto, la advertencia recae sobre quienes reclamen traducción. Que, evidentemente, quedarán reflejados en un listado.


Se trata del enésimo ejemplo de los distintos mecanismos de marcado por querer hablar en la lengua oficial de toda España. Es más, en este caso, por querer poder hablar, no ya el niño, sino hasta el padre o la madre, en sus reuniones con los tutores para poder saber cómo avanzan escolarmente los menores o si tienen problemas.


Y todo ello surge mientras se asegura, por parte del PSOE y de los separatistas y comunistas, que los diputados tienen que tener derecho a comunicarse en el Congreso de los Diputados -sede de la representación democrática nacional- siempre en su lengua de exclusiva oficialidad autonómica. Pero lo reclaman para sus diputados, pero no para los menores o padres en sus relaciones escolares.


Lo cierto es que no hay ni un colegio público en Cataluña con formación en castellano. Hay infinidad de sentencias incumplidas en materia de apoyo lingüístico a la libertad de elección del español en Cataluña. No cesa la lluvia de millones públicos para el apoyo al catalán en los medios de comunicación. Pero, en medio de todo ello, Gabriel Rufián este mismo año aseguró en sede parlamentaria que se apoya poco al catalán y que, por lo tanto, toda discriminación a la libertad y al uso del español está justificada. Y, por supuesto, su solución ha sido, en reiteradas ocasiones, reclamar más dinero público para imponer el catalán.


ERC ha recogido de forma oficial esta queja. Y lo ha hecho por medio del Grupo Parlamentario Republicano y el Congreso de los Diputados. Allí se ha registrado, por ejemplo, una muy reciente proposición no de ley sobre "el fomento de la literatura y lectura en lenguas oficiales distintas del castellano". Y el texto en cuestión viene a reconocer que no se lee en lenguas autonómicas, pese a que hay libros disponibles en todas las lenguas. Y pese a que ya se editan libros con apoyo público en esas lenguas regionales. "Cataluña es", dice ERC, "un país con un potente sector editorial".


Y Rufián pide más medios para seguir discriminando al español.


******************* Sección "bilingüe" ***********************


El tres per cent de la ‘deuda histórica’

LIBERAL ENFURRUÑADA. Okdiario. 22 Septiembre 2023


El partido del prófugo Carles Puigdemont, en plena negociación para la investidura de Pedro Sánchez, ha registrado un informe en el Parlamento de Cataluña en el que exige al Estado el pago de una supuesta deuda histórica de 450.000 millones de euros. El cálculo es el resultado de valorar «los incumplimientos y las políticas llevadas a cabo por el Estado español» durante las últimas décadas en relación con Cataluña, y alcanza esta cifra sumando 50.900 millones en déficit de infraestructuras, 375.000 millones en partidas sociales y 30.000 millones en pensiones en los últimos 40 años «de infrafinanciación».


Reclaman dotar a Cataluña de una especie de régimen foral similar al vasco y al navarro, para que cuenten con su propia Hacienda, recauden todos los impuestos, se queden con ese dinero y den al Estado una cantidad anual en pago por los servicios que la Administración central les presta. Esos 450.000 millones de euros serían la diferencia entre los impuestos pagados por los contribuyentes catalanes y la inversión y las transferencias de recursos realizada por el Estado a Cataluña, según sus supuestas cuentas.


La cifra es tan elevada que cuesta trabajo comprenderla, así que vamos a compararla con otras magnitudes para hacernos una idea. Puigdemont exige el pago del doble del Producto Interior Bruto (PIB) de Cataluña, que es la segunda economía de España, después de Madrid. Esto significa que quiere que se le pague el valor de todos los bienes y servicios que se producen en Cataluña durante dos años. En relación al PIB total de España, el prófugo catalán exige la tercera parte del valor de todos los bienes y servicios producidos durante un año en todo el país. Desde otro punto de vista, el chantaje se eleva al gasto en pensiones de toda España durante más de 3 años.


Con el dinero que está reclamando Puigdemont, si Sánchez quiere ser investido se podrían construir más de 32.000 kilómetros de AVE, que son más de 73 veces el interminable tren de alta velocidad de Extremadura. El total de la deuda pública de España aumentaría en más de una tercera parte, con lo que el Estado pasaría a deber dos billones de euros, lo que supone más de 1,5 veces el PIB de toda España. Para los que todavía se manejan en la antigua moneda, 450.000 millones de euros son más de 75 billones de pesetas, con b de barbaridad. La faraónica Exposición Universal de Sevilla de 1992 tenía un presupuesto de 1.104 millones de euros que acabaron convertidos en 5.600 millones de euros, convoluto incluido. Pues bien, Junts está reclamando una cifra que daría para levantar 80 Expo como la de Sevilla. Tan sólo el típico tres per cent, que es ese mínimo 3% de comisiones que el socialista Pasqual Maragall acusó de cobrar al convergente Artur Mas de todas las obras de la Generalidad, se elevaría a 13.500 millones de euros, que no está mal para la jubilación de Puigdemont.


Es difícil averiguar las intenciones de un demente y tanto Puigdemont como Sánchez han dado sobradas muestras de resultar absolutamente impredecibles. No obstante, la disparatada cifra de 450.000 millones de euros apunta a la posibilidad de que Junts haya querido poner sobre la mesa una barrera infranqueable hasta para alguien con tan pocos límites como nuestro presidente del Gobierno en funciones. En realidad, a Puigdemont le debe importar muy poco que la investidura la saque adelante el PSOE o el Partido Popular, esa no es la liga en la que él juega. Su único interés está en las elecciones al Parlamento de Cataluña, que es donde compite contra ERC. Es posible que incluso le resulte más apetecible un Gobierno central del PP con VOX para, de nuevo, volver a movilizar a su electorado a la contra y sacarlos a la calle.


La antigua Convergencia y Unión era un partido conservador que lo mismo podía pactar con la izquierda que con la derecha. Pero Junts per Catalunya ya no es eso, ahora no tiene una ideología que encaje dentro del eje izquierda-derecha, sino que se ha quedado con los más ultras de entre los independentistas catalanes. No tienen sitio dentro de ningún Gobierno progresista, como dice ser el del PSOE y Sumar, y les importa muy poco que el electorado de izquierdas le pueda echar a ellos la culpa de una repetición electoral. Al contrario, les serviría para presumir de no ser colaboracionistas con el Estado, sino de haber contribuido a su desestabilización, diferenciándose así de los de ERC en su pugna por la primacía del secesionismo y por manejar los millones del presupuesto de la Generalidad, 3% incluido.


Así que si Sánchez, además de las anticonstitucionales amnistía y autodeterminación, también se tragara esta barbaridad de deuda histórica, no sería de extrañar que Puigdemont pusiera sobre la mesa otra nueva exigencia aún más disparatada que las anteriores, que cualquiera sabe si también se la aceptaría Sánchez o pensaría que le resulta más barato ir a unas nuevas elecciones, presumiendo encima de, al final, haberse negado a aceptar los chantajes de Puigdemont. Éste es un juego entre tramposos en el que sólo está claro que los que vamos a perder seremos los demócratas.


La socialista Chivite ampara la bastarda utilización proetarra de niños

OKDIARIO. 22 Septiembre 2023


Nada más repulsivo que la bastarda campaña organizada por grupos proetarras coincidiendo con los encierros infantiles del denominado San Fermín Chiquito una fiesta muy popular en Pamplona que los grupos de apoyo a los terroristas presos pretenden utilizar, con el consentimiento de la socialista presidenta de Navarra, María Chivite, para hacer apología de ETA.


A la misma hora en la que se celebrará el encierro infantil y una verbena para niños, los grupos proetarras se concentrarán con pancartas pidiendo el «fin de las medidas de excepción» para los terroristas de ETA que aún cumplen condena. Y, como muestra de la absoluta impunidad con la que se mueve la plataforma Sare, convocante de la protesta, los carteles anunciantes del aquelarre proetarra remiten directamente a la fiesta del San Fermín infantil. «Presos, prófugos y deportados, ¡a casa!», reza el lema de la concentración, que llevará a una de las plazas más céntricas -y en ese momento, presumiblemente abarrotada de menores- una pancarta de grandes dimensiones en apoyo de los presos.


La utilización de niños no es algo nuevo, pues no en vano Sare y Etxerat, las dos principales plataformas que defienden los intereses de los presos etarras, han recurrido recientemente a menores para que porten la pancarta que exige la puesta en libertad de los terroristas. Ya lo hicieron el pasado domingo, durante una manifestación que tuvo lugar en Durango (Vizcaya), cuando críos menores de diez años fueron los encargados de encabezar la manifestación en una obscena instrumentalización de los menores sin que nadie hiciera nada por impedirlo. Lo que revela ya no sólo el grado de degradación moral de los responsables públicos, sino su absoluto desprecio a la integridad y la dignidad más elementales.


El misterio del ‘míster’

Enrique García-Máiquez. gacedta. 22 Septiembre 2023


Un partido político tiene bastante de equipo de fútbol. En mis tiempos juveniles, se decía que a los españoles, por independientes y orgullosos, se nos daban mejor los deportes individuales que los colectivos. Se citaba a Santana y a Severiano. Luego, los éxitos en todo tipo de deportes hicieron que aquella idea anarquistoide dejase de repetirse. Pero aquí nos valdrá como metáfora política distinta.


En un deporte en equipo uno no puede jugar por libre. Ni ponerse en la zona del campo que más le apetezca ni establecer él mismo la táctica. Puedes pensar que serías un magnífico delantero centro, estar firmemente convencido de que a tu equipo le haces falta rematando los córneres, pero si te colocan de defensa central con orden de no pasar del medio campo, te plantas en tu zona, o si te dejan en el banquillo, animas desde ahí…. Si te gusta decidir sobre la marcha, cosa que yo comprendo especialmente bien, hazte tenista y ya subes a la red o te quedas en el fondo o haces una dejada, según lo veas. Durante mucho tiempo yo no entendía que los equipos en apuros despidieran al entrenador en vez de a los jugadores que no corrían. Pero luego he visto que quien da las órdenes es quien tiene la responsabilidad, incluso de la apatía o del nerviosismo de un extremo izquierdo


Por lo tanto, no voy a meterme con Borja Sémper. Le dediqué un tuit de dos palabras, y me temo que me pasé de locuacidad. El problema del Partido Popular es de dirección. Obsérvese como Sémper, que no es tan inocente como parece, ha dejado caer, como quien no quiere la cosa, que la dirección del partido sabía que él soltaría sus frases en euskera. Lo deja caer para que nosotros recojamos que no ha desobedecido al míster. El discurso de Gamarra también estaría amarrado por la dirección política del PP, aunque acababa de negarse al uso de las lenguas un ratillo antes de la salida euskérika de Borja. Y se supone que Ayuso, que corriendo por la banda derecha está siendo la más incisiva contra el uso de las lenguas regionales en el Congreso, también forma parte del equipo. El problema, por tanto, no es lo jugadores, sino de la dirección, que no los coordina bien.


Ni plantea con una visión de juego los choques. Ya pasó con la estrategia de las generales y ahora con el rifirrafe de las lenguas. Los bomberos se pisan las mangueras o, por no salirnos de la metáfora deportiva, unos se regatean a sí mismos y otros entran por la espalda a los de su propio partido. Marcan golazos en propia puerta. Esto favorece palpablemente a Pedro Sánchez. Después de la jornada plurilingüística en la sede de nuestra soberanía nacional, la opinión pública, que tenía muy difícil entender las cesiones de Sánchez, ha virado el foco y lo ha puesto sobre Sémper, incluyendo mi excesivo tuit de dos palabras, perdón. Cuando se haga la minuciosa historia del sanchismo, se verá que la estrategia del PP venía siempre a quitar la atención sobre los desmanes socialistas. En las campañas municipales, no, que estuvo sobre Bildu, y vaya si se notó en el resultado; luego María Guardiola y el inefable Sémper pidieron foco para ellos y contra Vox, y así salió la cosa.


Pero no debemos fijarnos en los jugadores. Hay un problema de planteamiento, de táctica, de estrategia. Incluso de preparación psíquica para enfrentarse al PSOE state of mind. Algo falla más allá de las cosas de Borja.


Miriam Nogueras no hablará castellano

TERESA GIMÉNEZ BARBAT. Okdiario. 22 Septiembre 2023


La portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, dice que no hablará castellano en el Hemiciclo ni en el «patio». Y a mí me parece bien. Yo, de hecho, le pondría algún artilugio que le diera una descarga cada vez que pronunciara algo en «español». No hablo de un calambrazo, claro. Aunque es tentador imaginarla fingiendo hablar en vascalán con Ortúzar en un aparte y delatarse con todos los pelos de la cabeza como si viniera una tormenta eléctrica. Dios, sí. Déjenme que me detenga aunque sea unos segundos.


Ya está. Ya se me ha pasado. Más bien pienso en una especie de soplido, como el que detiene la huida de la escapista bulldog de un amigo mío. No le hace ningún daño, pero se le quitan las ganas por un rato. Naturalmente, eso sólo, no. Sería un trasto telemático que enviaría una señal y a Nogueras también la multarían. Ya saben: la letra con multas entra, que a la tercera vez el soplido quizá ya se la soplaría del todo. Que parece ella muy fresca.


Sí. Un aparato que controlase que, cada vez que uno de los amigos antiespañoles de Sánchez osara proferir la menor palabra en la odiosa lengua, le sustrajeran aunque fueran 100 eurillos de la sustanciosa nómina que cobran por amargarnos la vida. En el Hemiciclo, en el «patio» y en todas partes, en España y el extranjero. ¿Cuántos son estos pirados? ¿Veinticinco? ¿Treinta? O más, porque podríamos añadir ahí a todos los del PSOE y Sumar que tengan como lengua materna el catalán, el vasco o el gallego. Por imbéciles. Con tanta gente, a muchos se les escaparía el castellano ahora sí y luego también. Sería una pasta que podría ayudar a sufragar este caro tinglado de la interpretación entre hablantes de la misma lengua. Si metemos ahí a Borja Sémper o no, ya lo discutiremos. Que alguien le pregunte a Cayetana.


Porque hay un sainete detrás de otro. El ministro Albares, por ejemplo. Se fue el hombre a defender la idea de que el catalán sea lengua oficial en Europa. Sólo el catalán. Le pareció que meter el pack de tres que le exigían era demasiado cachondeo. Naturalmente, el PNV se ha quejado. Hasta diría que se ha quejado un poco demasiado. ¿Estarán buscando alguna excusa para soltar amarras con Sánchez? Si fuera por mí, las puertas giratorias en el Ibex las iban a encontrar en Alaska. ¿Se dan cuenta de lo que hacen? Siempre fueron señoritos de moral distraída, que suena decimonónico como ellos. Se ponían finos de nueces. Pero el fugado en el maletero tiene ya otro registro. A ver qué cara se les pone cuando se hable catalán en Bruselas y nos regalen esos 450.000 millones de euros que parece que es la cifra del deute histórico que ustedes nos adeudan.


En esto hemos vuelto a la casilla de salida, como un Juego de la Oca en bucle. El agravio fiscal ha sido siempre el eje vertebrador del establishment nacionalista en Cataluña. Once años después del «no» de Rajoy a Artur Mas, vuelven a agitar la bandera del «España nos roba». Y algo de eso debe de haber. Si no, no habrían votado PSOE tantos españoles. Y van a repetir, dice Tezanos, siempre de fiar. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado su primera encuesta sobre intención de voto después de las elecciones del 23-J. A tenor de los datos, el PSOE ¡de Pedro Sánchez!, ganaría las elecciones con casi dos puntos de ventaja sobre el PP.


Si esto es lo que quieren, adelante. Pero el castellano es nuestro. Digo muy en serio que se les debería prohibir hablarlo o que les cobren por el uso. En el taxi, en Mercadona o en el Corte Inglés.


Inda: «De locos, en EEUU el español es la segunda lengua más hablada y aquí la pisoteamos en el Congreso»

okdiario. 22 Septiembre 2023


Eduardo Inda ha hecho un experimento con el que quiere demostrar el poco sentido que tiene, por encima de otras consideraciones, la aprobación del uso de las lenguas cooficiales en el Congreso, el llamado Babel, de modo que se complica sobremanera la comunicación. El director de OKDIARIO ha recurrido a la inteligencia artificial para presentarse ante los lectores de este periódico hablando primero en gallego y después en catalán. ¿Cuál es el resultado? Los lectores que dominen dichos idiomas podrán entenderle perfectamente, pero, evidentemente, no será el caso del resto de los españoles.


«Usar auriculares en el Congreso es un auténtico despropósito, porque las lenguas están para comunicarse, no para incomunicarse», expone Eduardo Inda en gallego. Y explica a continuación que «esto es obviamente un montaje de inteligencia artificial, porque yo no sé hablar ni gallego ni catalán, pese a que la segunda de estas lenguas la dominaban mis bisabuelos y mi abuela materna».


A continuación, expone su argumento en español, «el idioma que hablamos los 46 millones de españoles». Recalca que «nos va a costar un millón de euros la broma de recurrir a pinganillos hablando español todos los diputados porque a los catetos nacionalistas les ha dado por humillar nuevamente al constitucionalismo, a España, y por encima de todo, al sentido común».


Señala Eduardo Inda que «resulta surrealista que Miriam Nogueras y Gabriel Rufián tengan que recurrir a ese español que tanto odian para entender un discurso de cualquiera de los diputados etarras en el Congreso». «Ya está bien de que, encima de tratarnos a los españoles como a putas y a putos, tengamos que poner la cama», clama. Recuerda que «gozamos de dominar el idioma de Cervantes, de García Márquez, de Rulfo, de Borges, de Vargas Llosa, de Cela, es el segundo idioma más utilizado ¡en los Estados Unidos de América!, en la nación más importante del mundo. Y aquí nos dedicamos a pisotearlo: ¿se puede ser más tontos?».


Partido único

EMILIO CAMPMANY. libertad digital. 22 Septiembre 2023


Cuando Felipe González llegó al poder a finales de 1982, inmediatamente se vio que su voluntad era la de instaurar en España un régimen de cuasi partido único inspirado más en la Venezuela de Carlos Andrés Pérez que en el México de José López-Portillo. Para que no cupiera duda del alcance del propósito, a los pocos meses de ganar las elecciones, González incautó ilegalmente Rumasa y luego, para despejar las que quedaran, fundó el GAL. Desde 1982, la transformación de España ha venido casi exclusivamente de la mano del PSOE. A la vista están los resultados.


Es cierto que el PP ha ostentado el poder durante dos largos períodos. En uno, Aznar intentó una revolución diplomática alineando a España con el bloque atlántico, algo que Zapatero liquidó de golpe al poco de llegar al poder atentado terrorista mediante. Y Rajoy se limitó a ser albacea del legado socialista para que éste llegara íntegro al momento en que lo recibiera otro socialista cuando el PSOE volviera al poder. Dicho de otro modo, el PP es irrelevante y cuando alcanza el poder tan sólo sirve, en el mejor de los casos, para retrasar lo que el PSOE tenga pensado hacer con España.


Que nuestro régimen es hoy de partido único lo prueba además la irrelevancia misma del PP. Nada de lo que diga Feijóo, no digamos Borja Sémper, en euskera o en castellano, o Bendodo o Cuca Gamarra, tiene ninguna importancia. Y eso que el gallego es el actual candidato a la investidura. Tan sólo tiene relevancia lo que digan los socialistas. Por supuesto, importa lo que declare Pedro Sánchez. Pero también lo que manifiesten los socialistas que, sin ostentar cargo alguno, lo critican. Las declaraciones de Leguina o Redondo Terreros, socialistas los dos, interesan más que las de nadie del PP. Lo que quieran manifestar González o Guerra importa mucho más que lo que diga Aznar y no digamos Rajoy. Y lo que señale de la Quadra Salcedo o Enrique Barón llama más la atención que nada que observe pongamos por caso Javier Arenas. Hasta lo que diga el cenutrio de Santos Cerdán tiene más trascendencia que las declaraciones de cualquier dirigente del PP.


Tanto es así que los únicos que pueden salvarnos de despeñarnos por el barranco al que nos conduce Pedro Sánchez son por supuesto socialistas. La última esperanza no es otra que la de un tamayazo, dado por socialistas decentes, si es que queda alguno. Lo único seguro es que, sea lo que sea lo que al final nos pase, será un socialista el responsable. Como siempre desde hace cuarenta años.


LOS DE ABASCAL VOLVIERON A ABANDONAR EL PLENO AL VULNERARSE LA LEGALIDAD

Del «Borja, sé fuerte» de la izquierda a las críticas de VOX al nuevo «sainete separatista»

MARÍA DURÁN. gaceta. 22 Septiembre 2023


VOX y el PP se han quedado solos de nuevo en defensa del español. El Gobierno en funciones y sus socios separatistas han aprobado este jueves la reforma del Reglamento del Congreso de los Diputados que regulariza el uso de las lenguas cooficiales tanto en los debates como en las iniciativas parlamentarias. La modificación exigida por los socios de Pedro Sánchez para apoyar tanto la elección de Francina Armengol como presidenta de la Cámara Baja, como para negociar la investidura de Pedro Sánchez, ha salido adelante con 180 votos a favor, por encima de la mayoría absoluta.


Los diputados de VOX han vuelto a abandonar el Hemiciclo como ya hicieran el pasado martes, cuando se han producido las intervenciones de otros parlamentarios en lenguas autonómicas, vulnerando de nuevo la legalidad ya que la Propuesta no se había votado todavía. Las enmiendas a la totalidad del Proyecto presentadas por los dos partidos de la oposición han sido rechazadas por la izquierda y los separatistas, que sí han aprobado una enmienda presentada por el PNV. Ha sido unos minutos después de las doce del mediodía cuando se ha votado y aprobado la reforma definitiva.


Nada más terminar la sesión, el presidente de VOX, Santiago Abascal, ha reprochado al PP que no haya apoyado su enmienda contra el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso y ha acusado a Alberto Núñez Feijoo de «no darse cuenta del desafío» que plantea la continuidad del Gobierno de Pedro Sánchez. «No hay equidistancia posible entre los golpistas y la unidad de España», ha concluido muy rotundo el líder de VOX.


Por su parte, la portavoz del partido ha afirmado, en declaraciones a LA GACETA, que «de nuevo hemos asistido a un sainete», en relación a la vulneración del reglamento, y ha vuelto a exigir al Partido Popular «que se aclare», al permitir el martes que Borja Sémper utilizara en la tribuna de oradores, donde este jueves en cambio se ha mostrado muy rotundo contra la división que genera el proyecto de Sánchez y sus socios. «Están inmersos en todo un mar de incoherencias que no nos permiten augurar qué va a hacer finalmente el PP. Tienen en su mano que en el Senado los españoles no sientan el bochorno que van a sentir cada vez que vean un debate en el Congreso», ha dicho.


Precisamente, el líder de la oposición ha anunciado este jueves que su partido no descarta recurrir ante el Tribunal Constitucional el uso de las lenguas cooficiales antes de la entrada en vigor de la reforma del Reglamento aprobada en el Congreso a tal fin y que estudiará si hay un posible incumplimiento de la Ley de contratos del Estado. «No hay nadie que pueda dar por aprobada una ley antes de su entrada en vigor», ha subrayado Feijoo en rueda de prensa tras la votación de este mediodía.


Aunque hace un año el PSOE rechazó tramitar otra iniciativa para el uso de lenguas cooficiales en el Congreso, en el debate de este jueves el diputado del PSC Marc Lamuá ha insistido en que esta reforma es «más necesaria que nunca» porque «la derecha» ha convertido las lenguas de España en una herramienta de confrontación» y «ruido». «Unos, por intolerancia, y los demás, por victimizarse», ha apuntado. Por contra, ha dicho, el PSOE está actuando con «responsabilidad».


Por Sumar ha subido a la tribuna Águeda Micó, de Compromís, quien ha ido pasando del valenciano al castellano y ha cargado contra la bancada de la derecha: «España es plural y diversa y nunca será lo que ellos quieren que sea», ha recalcado, antes del «Borja, sé fuerte» que ha dedicado a Sémper tras las críticas en su propio partido por haber usado el euskera en el primer debate.


La investidura de Feijoo que tendrá lugar la próxima semana también ha sido uno de los asuntos del día entre las preguntas de los periodistas. A juicio de Santiago Abascal, el debate que tendrá lugar la próxima semana y no tiene visos de prosperar sí ha de servir para «visibilizar el ataque a la nación y a la convivencia». «No tiene otro sentido», cree el líder de VOX.


LOS POPULARES TIENEN MAYORÍA PARA HACERLO

Sémper avanza que el PP rechazará la propuesta de VOX para eliminar los traductores y los pinganillos en el Senado

LGI. 22 Septiembre 2023


El portavoz del PP y vicesecretario de Cultura y Sociedad Abierta del partido, Borja Sémper, ha avanzado que su formación rechazará la petición de VOX para eliminar los pinganillos y los traductores en el Senado —donde los populares cuentan con mayoría— y que, según afirmó Santiago Abascal, «al menos haya una Cámara en España en la que todos los españoles puedan entenderse».


«En el Senado se reformó el Reglamento para permitir que, en supuestos tasados (…), las lenguas oficiales autonómicas tuvieran un papel, y es razonable que sea así», ha dicho Sémper en el Pleno que ha aprobado el uso del catalán, el gallego y el euskera en el Congreso. Así, ha adelantado que su partido rechazará la propuesta registrada por VOX.


El propio Santiago Abascal anunció esta semana que su formación iba a presentar en el Senado una iniciativa para terminar con las traducciones, los pinganillos y «todo el sistema de división de los españoles» en la Cámara alta. «Esa mayoría golpista es una minoría en el Senado», agregó.


Este jueves, el Partido Popular se ha abstenido en la enmienda de VOX que reclamaba que los diputados estén obligados a utilizar el español «en el ejercicio de su actividad parlamentaria, tanto en sus intervenciones orales como en los escritos que presenten en el Congreso».


No diga «Lluís Companys», diga «Olímpico»

SERGIO FIDALGO. okdiario. 22 Septiembre 2023


En muchas de las crónicas de la prensa nacional sobre los partidos que el Fútbol Club Barcelona juega en su actual estadio provisional en la montaña de Montjuïc se usa la denominación oficial que impuso el separatismo y sus compañeros de viaje, el «Estadio Olímpico Lluís Companys», lo que es un grave error, porque es normalizar una situación anómala. Que el responsable de la muerte de más de ocho mil personas durante la salvaje represión en la retaguardia catalana durante la Guerra Civil sea objeto de tal homenaje es una barbaridad. Porque Companys, como presidente de la Generalitat, fue cómplice de las matanzas que afectaron, sobre todo, a sacerdotes y a catalanes católicos.


Cada vez que un periodista deportivo menciona al Estadio Olímpico o Estadio de Montjuic como el «Lluís Companys» está contribuyendo a ensalzar la memoria de uno de los personajes más siniestros de la política española. Que el dictador Francisco Franco lo fusilara no redime las barbaridades que este dirigente de Esquerra Republicana permitió durante su mandato como presidente de la Generalitat. De ahí que es mejor utilizar cualquier eufemismo o expresión alternativa a la de «Lluís Companys» para evitar ser cómplice de la glorificación que el separatismo y sus compañeros de viaje han levantado alrededor de uno de los artífices de matanzas siniestras durante la Guerra Civil.


Es terrible contemplar como la actual Ley de Memoria Democrática ensalza a personajes que merecerían una revisión histórica a fondo, porque muchos de ellos no pasarían ni un examen superficial sobre respeto a los Derechos Humanos. La izquierda es muy pertinaz a la hora de denunciar los crímenes y barbaridades perpetradas por el bando franquista, pero olvida, cuando no maquilla, todas las que hicieron los «suyos». Para intentar mantener el poder al precio que sea, desde el Gobierno Zapatero hasta nuestros días, el PSOE y sus aliados se han dedicado a deslegitimar a media España, la que no les vota. Y así no hay concordia posible, ya que están intentando acabar con los consensos pactados durante la Transición. Desde el siniestro pacto del Tinell, que buscaba apartar al centro-derecha de la gobernabilidad de las instituciones, a la coalición Frankenstein, el guerracivilismo de la izquierda le ha llevado a blanquear y engordar a partidos tan siniestros como los herederos de ETA o los hispanófobos de ERC.


Los que escribimos sobre fútbol no podemos evitar que el PSOE pacte con lo peor de la política española y que intente reescribir la Historia de España al gusto de los radicales más fanáticos que odian a los que votan al centro-derecha. Pero sí podemos tener el pequeño gesto de evitar homenajear a uno de los personajes más siniestros de la Guerra Civil. Si los separatistas y sus compañeros de viaje han impuesto el nombre de «Lluís Companys» al estadio que representó la concordia entre todos los españoles al ser el emblema de los Juegos Olímpicos de Barcelona’92, podemos negarnos a usar esta denominación. Porque cada «en el partido del Barça disputado en el Lluís Companys» contribuye a reivindicar el guerracivilismo que PSOE, Sumar, ERC, Bildu, PNV, Junts y el resto de fanatismos localistas nos quieren imponer. No les sigamos el juego.


María Chivite es una marioneta en manos de Bildu y se le nota. Si como política no se conmueve ante la ignominiosa estrategia proetarra de manipulación infantil, que al menos lo haga como madre.


EL TEXTO HA SALIDO ADELANTE CON LOS VOTOS DE LA IZQUIERDA Y DEL SEPARATISMO

El presidente de la Xunta avala que los diputados del PP en el Congreso hablen en gallego: «La medida está en vigor. Están en su derecho»

LGI. Gaceta. 22 Septiembre 2023


El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha avalado que los parlamentarios y parlamentarias del PP que así lo deseen puedan utilizar el gallego en el Congreso de los Diputados. «La medida está en vigor, si los gallegos deciden utilizarla están en su derecho, también los del PP, y yo no vería absolutamente ninguna cuestión», ha aseverado el también el jefe de filas de los populares gallegos.


Así lo ha trasladado en la comparecencia ante los medios posterior a la reunión semanal de su Ejecutivo, donde ha sido preguntado por el paso dado este jueves en la Cámara baja, cuyo pleno ha aprobado la reforma de su Reglamento que regulariza el uso de las lenguas cooficiales tanto en los debates como en las iniciativas parlamentarias y lo ha hecho con el voto en contra del PP, VOX y UPN.


El resto del hemiciclo ha respaldado el texto, que ha salido adelante con 180 votos, cuatro por encima de la mayoría absoluta que requería y con el sí por error de la diputada por Orense Rosa Quintana. Rueda ha manifestado su convicción de que el voto de la exconsejera fue «involuntario y un error».


«Estoy seguro de que quería votar otra cosa de lo que votó», ha añadido, en una comparecencia en la que ha afirmado que no tendría inconveniente en que los diputados populares que lo consideren oportuno utilicen el gallego en la Cámara baja. A su modo de ver, no es una cuestión que, aprobada la medida, tenga que «monopolizar» el BNG. «Ya le gustaría», ha apostillado.


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