Recortes de Prensa Sábado 23 Septiembre 2023
Los blindados ucranianos rompen la línea del frente en Zaporiya
El avance con los tanques occidentales supone un paso clave en la contraofensiva mientras misiles Storm Shadow azotan el puerto de Sebastopol
AMADOR GUALLAR. Járkov. la razon. 23 Septiembre 2023
Después de meses de combates brutales en el frente Sur, los blindados de la 82ª Brigada de Asalto Aéreo de Ucrania han conseguido romper la línea final de las tres capas defensivas rusas alrededor de Verbove, según fuentes militares ucranianas. Un éxito trascendental que supone el establecimiento de una cabeza de puente para el desarrollo de la contraofensiva de Kyiv que, de facto, entra en una nueva fase de combate y termina con las críticas que, desde agosto, la tildaban de demasiado lenta, confirmando así las palabras del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valerii Zaluzhnyi, que, recientemente, aseguró que estaban «a punto de lograr un gran avance».
Imágenes geolocalizadas avaladas por el norteamericano Instituto para la Estudio de la Guerra (ISW) confirman que los vehículos blindados Stryker, juntamente con los de combate de infantería Marder y los de transporte de personal MaxxPro, han atravesado los campos de minas, las zanjas antitanques rusas y los obstáculos de dientes de dragón que forman parte de la grandilocuente defensa establecida por las tropas del Kremlin.
En estos momentos, los soldados de Volodimir Zelenski están intentando consolidar la posición situada a unos 18 km al sureste de Orikhiv. Una tarea que será ardua, pero seguramente más fluida que durante las semanas anteriores porque asegurar la brecha en las dos primeras líneas rusas significa que las tropas ucranianas han eliminado los puestos de la artillería enemigos y sus sistemas antitanques. Asimismo, el Ejército que enarbola la bandera amarilla y azul ha conseguido avanzar hasta el borde de la cercana ciudad de Novoprokopivka, según informó el Wall Street Journal citando a fuentes del ministerio de Defensa ucraniano.
No obstante, el éxito en esta parte del frente en el Óblast de Zaporiyia occidental es solo uno de los muchos pasos que el Ejército de Kyiv tiene que dar para completar la hercúlea tarea de recuperar el sur de su territorio nacional. Para ello, tendrá que derrotar a las unidades que el ejército ruso ha desplegado lateralmente en la zona, que incluyen a elementos de la 7.ª División Aerotransportada de Montaña de la Guardia (VDV) y la 76.ª División VDV de la Guardia, las cuales están atrincheradas en la zona de la ciudad de Robotyne, cuyo centro fue liberado el pasado 28 de agosto, según confirmó entonces la ex viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Malyar.
Asimismo, imágenes satelitales publicadas esta semana muestran que los soldados de Zelenski también tendrán que batallar contra la 22.ª Brigada Spetsnaz (Fuerzas Especiales) de la Guardia operando al oeste de Verbove, la cual está atrincherada a unos 18 km al sureste de Orikhiv, cosa que «sugiere que la comandancia rusa ha transferido tácticamente elementos de la 22.ª Brigada para apoyar a los elementos del VDV ya observados defendiendo la zona», según el ISW.
En otras partes del frente, el portavoz del Estado Mayor General ucraniano, Andriy Kovalyov, informó de diversos avances en el área de Melitopol, también situada en la línea de contacto de Zaporiya, donde «las fuerzas de defensa están infligiendo pérdidas al enemigo, agotando las fuerzas de invasión rusas y obligándolas a retirarse de sus posiciones», según dijo en la televisión estatal. Además, las tropas de choque de Kyiv «continúan atacando las posiciones enemigas al sur de Bajmut», y añadió que en este frente han repelido con éxito los ataques en la zona al noreste de Hryhorivka. «El enemigo también intentó recuperar el terreno perdido alrededor de Andriyivka, Maryinka y Krasnohorivka, pero no tuvo éxito», explicó.
Cabe destacar que, en dirección a Bajmut, las tropas ucranianas han conseguido retener el control de fuego sobre la carretera Bajmut-Gorlivka, cosa que supone un grave revés para la logística del ejército ruso. «En la franja del grupo de tropas del Este continúan los intensos combates. Puedo decir que la lucha es dinámica, pero los tipos de operaciones son diferentes: si en la dirección Kupyansk-Lymansk estamos defendiendo, tratando de contener al enemigo, entonces en Bajmut tenemos éxito y continuamos expulsándolos», indicó el jefe del servicio de prensa del Grupo de Fuerzas del Este, Ilya Yevlash.
Sebastopol en llamas
Aunque el gobernador de Sebastopol instalado por Rusia, Mikhail Razvozhayev, escribió ayer en sus redes sociales que el ataque con misiles por parte de Ucrania contra el Cuartel General de la Flota rusa del Mar Negro no había dejado víctimas civiles ni daños. La agencia de noticias rusa TASS confirmó un muerto y diez heridos.
Los medios especularon de que el fallecido podía tratarse del comandante Vitkor Sokolov, pero al cierre de esta edición no había confirmación oficial de su muerte.
TASS aseguró que los sistemas de defensa aérea instalados en la península derribaron «10 misiles que se dirigían a Crimea». La ciudad portuaria, la cual sirve como base principal de la flota rusa en el Mar Negro y es clave para la defensa de Crimea (anexada ilegalmente por el Kremlin tras el más que cuestionable referéndum de 2014), está sufriendo ahora el día a día que se vive en todo el territorio continental ucraniano. Poco después de las explosiones, Razvozhayev advirtió a los residentes que «se pueden producir nuevos ataques» y los instó a «no abandonar los edificios, ni ir al centro de la ciudad». Pasado el peligro inicial, el títere de Moscú reiteró a la población que no se acercarse al centro de la ciudad porque «las carreteras están cerradas y se están llevando a cabo esfuerzos especiales no especificados». Fuentes del ministerio de Defensa ucraniano indicaron a LA RAZÓN que «está intentando esconder los daños reales de este exitoso ataque».
Por otro lado, el pasado miércoles, otra embestida con drones y misiles Neptuno contra el aeródromo ruso de Saki, donde, según fuentes del Servicio de Seguridad de Ucrania se encuentran al menos 12 aviones de combate (Su-24 y Su-30), así como el sistema portátil de misiles antiaéreos Pantsir y la base de entrenamiento para operadores de vehículos aéreos no tripulados Mojaher, produjo «graves daños y al menos 30 soldados muertos», según indicó el servicio de inteligencia.
Ese mismo día, el Ejército ucraniano también atacó el 744º Centro de Comunicaciones del Comando de la Flota del Mar Negro, y consiguió destruir una parte significativa del puesto de mando cerca de Verkhnosadove (a 16 kilómetros al noreste de Sebastopol).
Asimismo, a mediados de septiembre, el funcionario de la inteligencia militar ucraniana Andriy Yusov confirmó que «un gran buque de desembarco de la clase Ropucha y un submarino de la clase Kilo fueron alcanzados». En el ataque también fueron dañadas las instalaciones de reparación naval de Sevmorzavod, según informó el jefe de la fuerza aérea de ucraniana, Mykola Oleshchuk. Aunque todavía no ha sido confirmado, seguramente los misiles empleados pertenecían al tipo de crucero Storm Shadow, producido por el Reino Unido, o de la clase SCALP, de facturación francesa, los cuales tienen un alcance de aproximadamente 240 kilómetros, el triple que los misiles que Ucrania usaba anteriormente, cosa que, una vez más, pone de manifiesto la importancia de dotar a Kyiv con armamento efectivo para repeler la agresión del Kremlin.
Zelenski y Trudeau firman un Tratado de Libre Comercio actualizado entre Ucrania y Canadá
Zelenski asegura que "debilitar la asistencia a Ucrania significa fortalecer a Rusia"
El Confidencial. 23 Septiembre 2023
Durante la visita del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, a Canadá se han firmado documentos bilaterales, en particular, el Jefe de Estado y el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, han firmado un Acuerdo de Libre Comercio actualizado entre Ucrania y Canadá.
Las claves del momento:
Zelenski y Trudeau firman un Tratado de Libre Comercio actualizado entre Ucrania y Canadá
El primer ministro de Rumanía viajará a Kiev para negociar la exportación de cereales ucranianos
Así hemos contado la jornada 576 de la guerra
Hace 24 minutos 10:02
Reino Unido apunta a un "desgaste extremo" entre los altos cargos del Ejército de Rusia
Los servicios de Inteligencia de Reino Unido han indicado este sábado que se está produciendo un "desgaste extremo" entre los altos cargos de las Fuerzas Armadas de Rusia a medida que avanza la invasión de Ucrania.
Así, han alertado de que existe un alto "nivel de rotación" en estos puestos y han puntualizado que, desde el inicio de la invasión en febrero de 2022, tres comandantes de uno de los principales regimientos "han dimitido o han sido asesinados".
Hace 1 horas 30 minutos 08:56
El primer ministro de Rumanía viajará a Kiev para negociar la exportación de cereales ucranianos
El primer ministro de Rumanía, Marcel Ciolacu, ha anunciado este viernes en la ciudad de Buzau que viajará a Kiev junto con varios ministros para finalizar las negociaciones sobre la exportación de cereales ucranianos a su país.
"Voy a viajar con varios ministros a Kiev, donde creo que concluiremos todas las negociaciones sobre las exportaciones en territorio rumano. En este momento, lo negociado por el ministro está muy claro y estoy firmemente convencido de que para darle más detalles", ha afirmado Ciolacu y lo ha recogido el canal de televisión Digi24.
Hace 1 horas 40 minutos 08:46
Zelenski y Trudeau firman un Tratado de Libre Comercio actualizado entre Ucrania y Canadá
Durante la visita del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, a Canadá se han firmado documentos bilaterales, en particular, el Jefe de Estado y el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, han firmado un Acuerdo de Libre Comercio actualizado entre Ucrania y Canadá.
El documento contribuirá a la creación de un nuevo clima favorable para las relaciones económicas entre los dos países, para el desarrollo del comercio de bienes y servicios, la inversión, la formación de una economía de mercado competitiva desarrollada de acuerdo con las prioridades nacionales, el desarrollo de sus principales industrias, la implementación de reformas sistémicas y la mejora del bienestar general de la población, según un comunicado publicado por la Presidencia de Ucrania.
Pedro Sánchez y el golpe silencioso
Luis Felipe Utrera-Molina. https://nacionespanola.org. 23 Septiembre 2023
Los pueblos que olvidan los errores del pasado se arriesgan a repetirlos. Es ésta una verdad incontestable que no podemos obviar a la hora de analizar la calamitosa situación política que padecemos.
El año 1936 comenzó con la disolución de las cortes y la convocatoria de elecciones generales por parte del Presidente de la República, Alcalá-Zamora que, presionado por la izquierda, se negaba a encargar la formación de gobierno al líder del partido de la derecha (CEDA), pese a que había resultado vencedor en las elecciones de 1933. Se trató de una trampa saducea que acabaría con su destitución. La misma izquierda que había presionado al Presidente para que disolviera las cámaras, presentó en primera sesión de las Cortes, firmada por Prieto, Largo Caballero, Dolores Ibárruri y catorce diputados más del Frente Popular, una proposición cuestionando la necesidad del decreto de disolución de Cortes, lo que implicaba la destitución del presidente en caso de una votación desfavorable. Como es natural, el Frente Popular ganó la votación y las Cortes destituyeron a Alcalá-Zamora, quien tildó esa maniobra de «golpe de Estado parlamentario» en sus memorias.
Con esa maniobra, absolutamente fraudulenta, el Frente Popular se aseguró al Presidencia de la República, designando a Azaña para dicha magistratura. Previamente, ya se había asegurado el poder ejecutivo y el legislativo falsificando sin disimulo y en muchos casos empleando violencia extrema, las Actas de las elecciones generales de febrero de 1936, celebradas en medio de un clima de violencia absolutamente insoportable.
Tan sólo cinco días después de celebradas las elecciones, la Diputación Permanente de las Cortes aprobaba el 21 de febrero de 1936 la amnistía de todos los condenados por los sucesos de la Revolución de octubre de 1934, a propuesta de Azaña.
Asegurados la Jefatura del Estado, el poder legislativo y el ejecutivo, el Frente Popular comenzó a actuar sin disimulo de forma autoritaria y seis días después, el 27 de febrero de 1936 declara ilegal Falange Española de las JONS y ordena el cierre de sus locales y la detención de todos sus dirigentes, alegando la utilización de la violencia. A finales de junio el Tribunal Supremo declaró lícita la Falange y absolvió a todos sus dirigentes, pero el gobierno, tras impedir por medio de la censura que se conociera el fallo de la justicia, retuvo en la cárcel contra todo derecho a millares de afiliados de la Falange, y mantuvo la clausura de sus centros.
Estos son tan sólo unos de los muchos actos arbitrarios que demuestran cómo el Frente Popular liquidó -rápidamente y sin disimulo alguno- el Estado de Derecho durante los primeros meses del año 1936, con el objetivo claro de completar un proceso revolucionario que sólo se vería obstaculizado por el levantamiento cívico-militar del 18 de julio de 1936.
Pues bien, ochenta y siete años después, asistimos atónitos a un bochornoso espectáculo de subasta de votos en el que el Partido Socialista, liderado por un político sin escrúpulos, está dispuesto a liquidar los restos del Estado de derecho con tal de conseguir una nueva investidura.
Para ello, el gobierno de Sánchez ha venido dando en los últimos cinco años, sin prisa pero sin pausa, los pasos necesarios para neutralizar cualquier obstáculo que pudiera estorbar su proyecto de perpetuarse en el poder, para lo cual no ha dudado en apoderarse de las instituciones clave para ponerlas, no al servicio de la nación, sino al servicio de su proyecto personal que incluye, por supuesto un cambio de régimen, que incluye, por supuesto, la liquidación del sistema del 78 y la instauración de una república plurinacional.
De Sánchez se pueden decir muchas cosas, menos que es tonto. Lo primero que hizo cuando llegó al poder es retomar la legislación sobre “memoria histórica” que había quedado intacta tras el gobierno de Rajoy y cuya finalidad última es la deslegitimación definitiva de la monarquía parlamentaria de 1978 y la reconexión histórica en términos de legitimidad, con la Segunda República o, mejor dicho, con el Frente Popular.
Para ello, lo primero era la representación simbólica de la “derrota” histórica de Franco mediante la profanación de su sepultura. Para ello, no dudó en utilizar la vía del Real Decreto Ley prevista en el artículo 86 de la Constitución para casos de extrema y urgente necesidad, creando una verdadera ley de caso único -absolutamente inconstitucional- que debería repugnar a cualquier jurista, pero ante la que pocos, muy pocos, alzaron su voz, por miedo a ser tachados de franquistas. Para ello, contó con la inestimable colaboración de la jerarquía eclesiástica -sin la cual jamás habría podido acceder a una Basílica pontificia en base al principio de inviolabilidad de los lugares de culto consagrado en los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979- y, posteriormente, del Tribunal Supremo, cuya Sala Tercera bendijo por unanimidad un escandaloso ataque al derecho a la intimidad de una familia al negarle el derecho (concedido en el propio Real Decreto Ley) a inhumar los restos de su abuelo de acuerdo con su propia voluntad. Aberración jurídica que fue finalmente consagrada también por el Tribunal Constitucional.
Nadie le tosió entonces al gobierno por retorcer la legalidad de forma tan grosera por miedo a ser tachado de “franquista”. No eran capaces en su cortedad de darse cuenta de que el objetivo no era Franco, sino uno mucho mayor: la demostración de que nada iba a detener sus planes. Recuerdo cómo el abogado del Partido popular me llamó el día en el que iba a presentar el recurso de inconstitucionalidad contra el Real Decreto Ley, para decirme que había recibido instrucciones terminantes de Génova 13 de no presentarlo.
Viendo Sánchez que aquello había sido coser y cantar, decidió dar un paso más, poniendo al frente de la Fiscalía General del Estado a la que hasta el día anterior había sido Ministra de Justicia, Dolores Delgado, de claro sesgo izquierdista y, por si no era suficiente, pareja sentimental del exjuez prevaricador Baltasar Garzón, el chusco adalid 2.0 de la teoría marxista del uso alternativo del derecho que solicitó la partida de defunción de Franco y grabó las conversaciones entre abogados y sus clientes. Lo que no había osado -por decoro democrático- hacer ningún Presidente del Gobierno, Sánchez lo hace con enorme descaro dejando claro a toda España “de quién depende la fiscalía”.
Neutralizada la Fiscalía y convertida en felpudo del gobierno, Sánchez decidió dar un paso más y controlar el Tribunal Constitucional. Para ello no tuvo empacho en colocar como magistrado del Tribunal Constitucional -que es el que, a la postre debe resolver sobre la legalidad de las leyes y actos del gobierno- a quien había sido, en la misma legislatura, su ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, y a la exdirectora general del Ministerio de la Presidencia, Laura Díez.
Previamente Sánchez había convertido el CIS, tras nombrar a Tezanos, miembro de la ejecutiva socialista, en un poderoso instrumento de propaganda al servicio del gobierno con más asesores de la historia, pervirtiendo así la función social de dicho instituto público.
Para lograr su permanencia en la Moncloa, no ha dudado Sánchez en ceder a todos los chantajes de los partidos separatistas y filoterroristas, desdiciéndose una y otra vez de todos sus compromisos y manifestaciones anteriores. El mismo Presidente que declaró que los sucesos del 1 de octubre de 2017 constituyeron un delito de rebelión y se comprometió a elevar las penas, acabó por indultar a los condenados por el Tribunal Supremo, eliminar el delito por el que habían sido condenados y abaratar el delito de malversación, todo ello siguiendo las exigencias de los partidos separatistas para brindarle su apoyo parlamentario.
Y el mismo Presidente que se comprometió ante la Nación a traer a Puigdemont ante la Justicia se apresta a aprobar una ley de amnistía al dictado de los partidos separatistas, con el objeto de que el expolio y la rebelión que se produjo en Cataluña en 2017 queden finalmente impunes, poniendo de rodillas a toda la Nación y a la Corona, con el único objetivo de seguir pernoctando en la Moncloa.
La aprobación de una ley de amnistía en los términos planteados implicaría pisotear los pilares básicos de nuestra constitución y del Estado de derecho. No sólo quebraría gravemente el principio de legalidad, sino también el principio de igualdad ante la ley y el de separación de poderes, hurtando al poder judicial la competencia para enjuiciar los delitos cometidos y declarando la impunidad de los mismos. Para los legos en derecho, tales principios impiden que, por ejemplo, el Congreso pueda aprobar por mayoría una ley que legalice la esclavitud o la eliminación física de ancianos. Si no existe el principio de legalidad, la democracia desaparece para convertirse en la tiranía de la mayoría.
Los separatistas ya han conseguido que el Congreso se convierta en una ridícula torre de Babel, que el gobierno se arrastre por Europa para que se reconozca la oficialidad del catalán y el próximo paso será, además de la condonación de la deuda millonaria, el reconocimiento de Cataluña, Vascongadas y Galicia como naciones, el reconocimiento del derecho de autodeterminación de dichas regiones y, finalmente, la convocatoria de un referéndum sobre la Monarquía, tras una campaña feroz para desacreditarla.
En definitiva, Sánchez está a un solo paso de acabar definitivamente con los restos del Estado de derecho en España y lograr un cambio de régimen, mientras tiene entretenido al personal en las televisiones con el cuestionado beso de dos personajes atrabiliarios.
Sánchez ha declarado que quiere pasar a la historia por reivindicar «el vínculo luminoso con nuestro mejor pasado», refiriéndose a la II República o, mejor dicho, al Frente Popular. Que el referente histórico que el mitómano presidente quiera reivindicar sea el del Gobierno que pisoteó la legalidad vigente y nos llevó a una guerra civil es algo que debe hacernos temblar por el futuro de nuestra gran nación, porque ya se ha encargado él de eliminar cualquier obstáculo a sus intenciones.
Lo que el Frente Popular quiso hacer en cuatro meses, Sánchez lleva haciéndolo de forma sistemática, pero con sordina, durante los últimos cinco años, aplicando notables dosis de anestesia al pueblo para que no se entere de nada.
Sólo queda por ver cuál el papel que jugará el Rey, símbolo de la unidad y permanencia del Estado cuya función constitucional es arbitrar y moderar el funcionamiento de las instituciones, ante un ataque feroz como el que se anuncia contra la línea de flotación del Estado.
Lamento no ser optimista, pero ya he visto demasiadas cosas que me han helado la sangre como español y como jurista y han acabado con los restos que me quedaban de ingenuidad. Si Dios no lo remedia, nos acercamos a pasos agigantados, conducidos por un sectario sin escrúpulos al frente de una masa ignorante y aborregada, a la destrucción final de la nación más antigua del mundo.
Luis Felipe Utrera-Molina. Abogado
Atacar a España gratis
EDITORIAL. gaceta. 23
Septiembre 2023
Sumar presentó este viernes su primera proposición de ley en el Congreso de los Diputados. Y no se trata de ninguna propuesta para mejorar los salarios de los cada vez más precarios trabajadores españoles, de ningún incentivo que pueda ayudar a frenar la despoblación y baja natalidad que sufre nuestro país, ni siquiera de ninguna norma que contribuya a paliar los graves problemas de salud mental que cada vez sufren más europeos, y que en teoría era una de las principales demandas de algunos de los partidos que integran la coalición de Yolanda Díaz. En Sumar no están preocupados por nuestro poco halagüeño presente, sino por despenalizar las injurias a la Corona, las ofensas a los sentimientos religiosos y los ultrajes a los símbolos nacionales cuanto antes.
En nombre de la confluencia de la ministra de Empleo en funciones, compareció en rueda de prensa Enrique Santiago. Uno de los personajes más siniestros, sino el que más, de todos cuantos han formado parte de los gobiernos españoles en democracia. Santiago, líder histórico de Izquierda Unida, muy cercano en su día a Pablo Iglesias y actualmente a Díaz, fue el negociador de las FARC, el terrible grupo terrorista colombiano responsable de más de 260.000 asesinatos y 45.000 desaparecidos a lo largo de su negra historia de más de medio siglo. Tenía todo el sentido que fuera Santiago el encargado de presentar ante los medios de comunicación tal despropósito, pues suya es la afirmación de que si fuera necesario actuar como Lenin en el asalto al Palacio de Invierno con el Rey Felipe VI en Zarzuela, no dudaría en hacerlo.
En el fondo —y en la superficie— lo que busca Sumar es seguir dando pasos en el camino iniciado por Pedro Sánchez, concediendo a los separatistas su capricho de atacar el español hablando en sus idiomas regionales en el Congreso. Ya que serían básicamente los afines a la izquierda radical y los independentistas, los únicos beneficiados por el hecho de que se pudiera injuriar a la Corona, a los símbolos nacionales, y por tanto, a todos los españoles.
La oposición ya ha mostrado su negativa a permitir que dejen de considerarse como tales estos delitos. La portavoz de VOX, Pepa Millán, afirmaba nada más conocer la propuesta que desde Sumar que «buscan fomentar el odio entre españoles, homenajear a quienes mataban y atentar contra todo lo que nos une». Algo que, afortunadamente, muchos millones de compatriotas que se colocan en este asunto detrás del partido de Santiago Abascal, no están dispuestos a permitir.
Esta legislatura es un fraude
No incluir en el programa electoral del PSOE la amnistía o instaurar la norma de las lenguas cooficiales sin cumplirse los trámites reglamentarios correspondientes son dos claros ejemplos.
Eugenio Narbaiza. esdiario. 23 Septiembre 2023
Acaba de comenzar una nueva etapa política en España, después de la celebración de las elecciones generales el pasado 23 de julio. En este comienzo y desde el primer minuto de la constitución de las Cortes Generales, los españoles hemos visto con estupor que los diputados han jurado su escaño de cualquier manera, llevando a cabo un fraude de procedimiento al no seguir la fórmula establecida por el Congreso en el que debe jurar o prometerse el acatamiento a la Constitución.
A esto, hay que añadirle que por decisión propia y sin seguir los términos establecidos, la Presidenta del Congreso ha autorizado la utilización de los idiomas cooficiales pertenecientes a las Comunidades Autónomas, por decisión propia, sin pasar por los trámites reglamentarios, atendiendo a los intereses de un partido, sin inmutarse como si no existieran cauces democráticos ni esperar a los informes al respecto de los letrados de la Cámara.
Por otro lado, todo parece indicar que, si fracasa la sesión de investidura que va a intentar el candidato a la Presidencia del Gobierno designado por el Rey, el siguiente partido más votado va a presentar su candidatura a la Presidencia del Gobierno con unas propuestas distintas a las expresadas en la campaña electoral ante los españoles. Esto que supone vulnerar el contrato político que la sociedad ha aceptado con su voto en las urnas, como el camino que esa formación va a seguir en los 4 años de legislatura.
En su programa de gobierno, no figuraba ni la amnistía, ni un referéndum de autodeterminación, ni una quita de la deuda de una comunidad autónoma, ni tan siquiera la posibilidad de que se establezca un nuevo modo de financiación autonómica acordado por todos y que no genere Autonomías de primera o de segunda, lo que en sí mismo es un fraude hacia los españoles. Y es que lo que deberían ser conceptos marcados por la Constitución se vulneran sin ton ni son, por el mero hecho de conseguir el gobernar una Nación, desde la conveniencia, sin hacer caso de las leyes y los preceptos que la sustentan, como si esas normas aprobadas por los españoles fueran papel mojado y que el voto emitido en 1978 a una Constitución no existiera.
¿Alguien se imagina y puede suceder que la institución que salvaguarda la democracia y la Constitución en España como normas fundamentales del Estado, se negara a firmar estos decretos aprobados por las Cortes, dado que su obligación es preservar las leyes y normas constitucionales? Se originaria un conflicto institucional de consecuencias inimaginables porque chocaría la defensa de la Constitución, que por otra parte tiene unos claros mecanismos para ser modificada, con una mayoría política en las Cortes que comete fraude en los términos que puede presentar ante los españoles sus planes de gobierno.
Por último, la oposición tampoco se libra de ayudar a este fraude, porque si realmente quiere defender la Constitución, el español como lengua vehicular, no es entendible que un diputado pintoresco acepte este fraude del sistema hablando en vasco desde la tribuna del Congreso. ¿Entra en el juego de los que quieren o han cometido un fraude?
Nos gobiernan sus traumas
EDITORIAL. gaceta. 23 Septiembre 2023
El Congreso de los Diputados aprobó este jueves la modificación del Reglamento que permitirá utilizar a partir de ahora lenguas regionales en la Cámara Baja. Especialmente sonado fue el momento en que la portavoz de VOX, Pepa Millán, le preguntaba al diputado de la Chunta Jorge Pueyo por la represión que afirma haber sufrido. Se refería Millán a unas palabras del aragonés de hace unos días en las que aseguró haber sido reprimido en el colegio al ser obligado a hablar en Español. Ambos nacieron en 1995, por lo que la diputada del partido de Abascal le preguntó extrañada a Pueyo de qué represión hablaba.
En el fondo hacía referencia la representante de VOX a dos asuntos mucho más complejos y, sobre todo, mucho más preocupantes. Por un lado, la inclusión en las instituciones de personas jóvenes, inexpertas e inmaduras que, en lugar de aportar una visión menos contaminada, se toman sus cargos y responsabilidades como juegos en los que tratar de imponer a los demás su visión del mundo, marcada en incontables ocasiones por sus traumas.
Se ha popularizado entre la derecha en los últimos años la frase «votasteis gestos, tenéis gestos», de la economista María Blanco, que incluso llegó a publicar un libro con ese título. Está claro que muchos ciudadanos de izquierdas votaron gestos, como el de Pedro Sánchez comiéndose un plátano y sintiéndose una suerte de salvador para los ciudadanos de la isla de la Palma que habían perdido sus casas por la erupción de un volcán. Pero muchos otros, especialmente entre Podemos, votaron por sus complejos. Propios y familiares.
Así se explica, por ejemplo, la motivación de una secretaria de Estado como Ángela Rodríguez Pam, que se queja a diario en sus redes sociales de la «gordofobia», si es que eso existe —no hay noticias hasta el momento de que a le gente le den miedo los gordos— para gastar dinero público en una campaña afirmando que todo tipo de mujeres, obesas, muy delgadas o amputadas pueden ir a las playas.
Pam es la lugarteniente de Irene Montero, ministra de Igualdad y mujer de Pablo Iglesias, que durante un acto de partido llegó a taparle la boca en público. Se comprende también la obsesión de Montero por perseguir a los hombres que no buscan para cada aspecto de su vida el consentimiento de las mujeres. Lo que ya no se entiende también es que olvide castigar con penas más duras a los violadores en vez de más leves, como ha hecho.
El segundo asunto que subyace tras la concesión a los socios separatistas del Gobierno en funciones es la obsesión de los regionalistas por tratar de imponer a los demás lo suyo, lo que ellos consideran superior, mientras denuncian lo contrario: que sufren represiones históricas, ya no franquistas sino desde tiempos de los Reyes Católicos.
A este hecho gravísimo, por las consecuencias que ha supuesto en cuanto a desigualdades entre los españoles, que no han podido trabajar en algunas autonomías por desconocimiento de la lengua regional, empezamos a augurarle una posible solución en los gobiernos autonómicos del PP en los que VOX ha podido influir para rebajar las imposiciones de los caciques locales de turno. El primer y más esperanzador caso es el de Baleares, donde por exigencia del partido de Santiago Abascal, el Gobierno de Marga Prohens está dando pasos para eliminar o al menos rebajar el requisito del catalán en la función pública. La situación había llegado a ser tan preocupante en la región que muchas plazas de médicos se quedaban sin cubrir por esta absurda condición.
Ojalá algunos de nuestros representantes políticos sigan trabajando para eliminar traumas y complejos de la vida pública impuestos por la izquierda.
El español es mucho más que un idioma
María Zaldívar. gaceta. 23 Septiembre 2023
Duele ver a España enredada en una lucha despareja por la defensa de sus valores tradicionales, pero también retempla el espíritu comprobar que hay patriotas dispuestos a dar esa batalla. Recientemente el Congreso de los Diputados ha aprobado un cambio del Reglamento para autorizar el uso de tres lenguas regionales. De la mano del socialismo y el Partido Popular el idioma español ha resignado su exclusividad, que ahora comparte con el catalán, el gallego y el vasco en un plano de igualdad.
«Se reformó el Reglamento para permitir que las lenguas autonómicas tuvieran un papel y es razonable que así sea» declaró el funcionario. En la vereda opuesta, el bloque de diputados de VOX exigía mantener la lengua oficial como lengua oficial, y no en cualquier sitio sino, precisamente, en ese recinto.
“Al menos que haya una Cámara en España en la que todos los españoles puedan entenderse” fue el criterio que expuso el diputado Santiago Abascal.
Mientras tanto, el vicesecretario de Cultura y Sociedad Abierta del Partido Popular rechazó la petición de VOX para eliminar los audífonos y los traductores del Senado —dicho sea de paso, a un coste aproximado de 100 euros la hora—. Allí los populares tienen la mayoría, así que el resultado no será sorpresa. Se entiende que esta claudicación es parte de las negociaciones que lleva adelante Pedro Sánchez para conseguir los votos necesarios para obtener su investidura. El rédito para los populares no está tan claro, pero sí la coincidencia con el Psoe en la destrucción de las tradiciones.
En tiempos en los que, en casi todos los países, el tema central de la discusión pública pasa por la economía, España hace visible otras cuestiones. Porque los valores, las tradiciones nacionales, el idioma, los contenidos educativos que reciben nuestros hijos y los símbolos patrios están siendo vandalizados a través y en nombre de una forzada convivencia democrática. Hace tiempo que se izan trapos de diferentes colores y diseños que dicen representar a diversas minorías y flamean a la par del estandarte nacional, una aberración que se materializa no solamente en España.
Yascha Mounk, es un autor que hace años viene alertando sobre el peligro en el que se encuentra la libertad en Occidente e insiste en la necesidad de «luchar por nuestras convicciones»; pero si esas convicciones se reducen al equilibrio fiscal o a la situación de la balanza de pagos, no se está haciendo foco en el epicentro de la crisis.
Entre la revolución tecnológica y las nuevas formas de comunicación, que horizontalizaron la participación social en el debate público, más la aparición de nuevos profetas, las sociedades se sumergieron en la fantasía de creer que estaban en un proceso de recuperación del poder. Los movimientos populistas y globalistas que, en sus orígenes parecen opuestos pero que coinciden en los objetivos de control de las sociedades, se asientan en otro engendro moderno: la posverdad, que no es otra cosa que el uso estratégico de la confusión.
Globalismo y populismo han obtenido grandes avances para sus proyectos en poco tiempo: poner en duda el virtuosismo de la nacionalidad, el idioma, las fronteras, el sistema democrático y las instituciones republicanas. Unos en nombre del poder supranacional y las ventajas de la sociedad global, otros envueltos en el discurso anti política, ambos avanzan en sus conquistas.
Recientemente, en España han logrado construir una división más porque cuatro idiomas no es mejor que uno; es otro motivo de enfrentamiento, así como los ataques insultantes a la política no configuran un progreso hacia la sanación del sistema, sino que alimentan la famosa fórmula de los dictadores de “ellos contra nosotros”. Ambos construyen muros entre connacionales.
Estamos transcurriendo una época rara donde megamillonarios, por lo general excéntricos, cobran protagonismo en la actividad política y, simultáneamente, en áreas del conocimiento realmente novedosas. Ellos alientan la utilización de sofisticados programas de inteligencia artificial que son aplicados a los procesos y campañas electorales, lo que abre un panorama absolutamente revolucionario con ribetes impredecibles y cuyas influencias y consecuencias no se decodifican con índices de producto bruto interno ni con bajas de impuestos.
Estamos frente a sucesos inéditos; por un lado, la interpelación a la democracia liberal como la ejercía Occidente desde el fin de la Guerra Fría, con sus defectos pero con una innegable ampliación de derechos y un vigoroso ordenamiento institucional, sumada a proyectos globalistas con sueños de poderes transnacionales y debilitamiento de las soberanías, todo coronado en los albores de una era de absoluta sofisticación tecnológica. Este nuevo modelo que intenta reemplazar nuestro estilo de vida solo se equilibra, se detiene o se compensa con una clase dirigente impregnada de valores éticos porque es el marco humanístico de la civilización lo que está en juego.
Hay una necesidad imperiosa de líderes que sepan responder con solvencia a las exigencias que estas transformaciones imponen. No es la popularidad, no es el alto perfil sino el coraje de estar a la altura de los acontecimientos para tomar las decisiones que es preciso tomar, sin más especulaciones que ir tras el bien y la verdad. Esos desafíos no son para cualquiera. Es una instancia en la que cabe recordar las enseñanzas de Santo Tomás, «Hay tres cosas en la vida: lo que deseas, lo que pasa y lo que debes hacer, y no siempre están alineadas». Llegó la hora de encontrar más hombres dispuestos a hacer lo que se debe.
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Rebelión cívica contra Sánchez
EDITORIAL. libertad digital. 23 Septiembre 2023
Es el momento de salir a la calle en señal de protesta e indignación, el momento de tomar las plazas, para defender España y todo lo que representa.
España atraviesa un momento crítico y es hora de que los españoles se levanten y salgan a la calle a protestar y manifestarse en contra de Sánchez y sus aliados con el fin de proteger la Constitución, la unidad del país y la democracia.
La situación es de máxima gravedad. La vergonzosa negociación que ha emprendido el líder del PSOE para revalidar su mandato al frente de la Moncloa con los enemigos de España y del orden constitucional, liderados por el golpista y prófugo de la Justicia Carles Puigdemont, supone un antes y un después en la reciente historia democrática de España, un punto de inflexión que marcará el devenir de los próximo años y que, sin duda, supone una amenaza de primer orden para la estabilidad política y social del país.
Si algo ha demostrado Sánchez durante su carrera política es que no tiene palabra, ni vergüenza, ni honor, pero tampoco escrúpulos para aceptar todo lo que sea necesario con tal de permanecer en el poder. Las exigencias de los separatistas catalanes de Junts para investirle de nuevo presidente son ilegales y, por tanto, no se pueden aceptar, diga lo que digan el Gobierno en funciones y sus socios independentistas y de extrema izquierda.
La amnistía no tiene encaje en la Carta Magna. La Constitución lo prohíbe de forma clara e incuestionable. Y, sin embargo, es una línea roja que el PSOE, una vez más, está dispuesto a cruzar por puro interés personal y partidista, en contra de los intereses del conjunto de los españoles. Su mera negociación supone una flagrante vulneración de la ley y del estado de derecho.
Pero la afrenta, por desgracia, va mucho más allá. Sánchez también está dispuesto a acordar algún tipo de consulta soberanista con el nacionalismo catalán, lo cual, además de vulnerar de nuevo la legalidad vigente, pone en riesgo la inquebrantable unidad nacional que garantiza la Constitución.
Por si fuera poco, la investidura de Sánchez supondrá una colosal factura económica, ya que la condonación de la deuda que mantiene Cataluña con el Estado y la concesión de nuevas inversiones, transferencias y financiación al nacionalismo, hasta el punto de romper el actual sistema autonómico para implantar un nuevo fuero catalán, podría rondar los 200.000 millones de euros. Y todo ello sin contar los efectos secundarios que supondrían tales privilegios ni la evidente vulneración del principio básico de igualdad ante la ley que debería regir para todos los españoles.
Esta negociación es un punto y aparte porque ataca directamente los pilares de la Constitución y, por ende, de la democracia española. Es traición y, como tal, ha de ser contestada y combatida por los españoles. España necesita una rebelión cívica contundente y sólida para frenar a Sánchez. Tan sólo los españoles pueden ya pararle los pies. Es el momento de salir a la calle en señal de protesta e indignación, el momento de tomar las plazas, convoque quien convoque, para defender España y todo lo que representa. Ahora, está en nuestras manos.
La lengua como símbolo
JESÚS LAÍNZ. libertad digital. 23 Septiembre 2023
Olvídense del gasto superfluo en pinganillos y traducciones simultáneas para unos diputados que, todos ellos sin excepción, hablan español perfectamente. Y olvídense también del engorro innecesario en el que se van a convertir a partir de ahora los debates en esa ONU de playmobil de la Carrera de San Jerónimo. Porque lo importante de la última payasada charlamentaria es que encierra un profundo significado simbólico. Porque para los separatistas, y por contagio para sus abducidos de izquierdas y derechas, las lenguas no están hechas para hablar, sino para servir de símbolos.
Así lo ha demostrado Gabriel Rufián al declarar que las lenguas no sirven sólo para comunicarse, sino también "para representar lo que eres". Y téngase en cuenta que eso que se es y que, al parecer, se representa con la lengua que se habla es nada más y nada menos que una nación. Porque nuestros separatistas, inasequibles al argumento y ciegos a la evidencia, siguen aferrados al superadísimo dogma romántico de que una lengua es igual a una nación. Varios de los intervinientes en la astracanada del otro día repitieron que la recién estrenada Babel de sus señorías era la demostración empírica de que España es un Estado plurinacional.
Pero lo que demuestra, aunque ya lo supiéramos todos antes de esta tonta demostración, es que España es una nación plurilingüe, que no es lo mismo. Porque si España es un Estado plurinacional por el hecho de que los españoles hablen varias lenguas, todos los países europeos menos Islandia son Estados plurinacionales. En Francia, por ejemplo, se habla, además del mayoritario francés, occitano, bretón, catalán, vascuence, flamenco, alsaciano y corso. ¡Más lenguas que en España, sacrebleu! Y en Italia, ladino, alemán, francés, catalán, occitano, franco-provenzal, esloveno, albanés, grecocalabrés, sardo y friulano. ¡Más lenguas que en España, porca miseria! A las que hay que añadir decenas de dialectos muy diferentes entre sí y hablados por millones de personas. Lo mismo, con mayor o menor número de lenguas y dialectos, puede decirse de cualquier otro país europeo, y, sin embargo, ninguno de ellos se declara Estado plurinacional ni en ninguno de ellos se les ocurre convertir sus respectivos parlamentos en un circo como el español. Todo esto demuestra que España no es diferente en lo que a variedad lingüística se refiere, sino por el desmesurado poder de los partidos separatistas para imponer sus bobadas con la complicidad de los dos grandes partidos, encantados de seguir haciendo el canelo. Y España también es diferente por lo pueblerinos que son tantos españoles que se han tragado el disparate de que somos la excepción plurilingüe en una Europa de naciones monolingües.
El absurdo dogma plurinacional lo han repetido tanto los comunistas a través de Marta Lois, que manifestó su deseo de que éste sea el primer paso hacia el reconocimiento de un Estado plurinacional, como los separatistas de Bildu a través de Mertxe Aizpurua, que declaró que "lo que hoy se está haciendo patente es que somos naciones sin Estado". Lo mismo que proclamó Núñez Feijóo en alguna ocasión anterior, así que el consenso mayoritario está más que garantizado.
Pero no se trata solamente de plasmar la falsa plurinacionalidad de una nación efectivamente plurilingüe, sino de romperla, que es el objetivo. La portavoz de Junts, Miriam Nogueras, se destacó por su sinceridad al interpretar que el acto en cuestión "evidencia el camino imparable hacia la libertad", porque "esto no va de encaje, no va de reencuentro", lo que rubricó con un "¡Visca Catalunya lliure!".
Ha habido quienes, tanto desde los altos estrados parlamentarios como desde los bajos pupitres periodísticos, han quitado importancia al asunto lingüístico porque no les parece relevante. Sordos están, pues, a lo que muy claramente acaban de manifestar sus señorías separatistas, y ciegos a lo que lleva muchas décadas imprimiéndose en un millón de libros, revistas y periódicos. Para no cansar, tomemos solamente un ejemplo, el del muy autorizado e influyente Jordi Pujol, que en la década de los ochenta explicó al ministro socialista Fernández Ordóñez lo siguiente (recogido por el también ministro socialista José Bono en sus memorias, para los interesados en conocer el origen de la cita):
La independencia es cuestión de futuro, de la generación de nuestros hijos. Por eso, los de la actual generación tenemos que preparar el camino con tres asuntos básicos: el idioma, la bandera y la enseñanza.
Jordi Pujol, el único estadista que ha habido en España en el último medio siglo. Porque enfrente sólo ha tenido mediocres, ignorantes y sinvergüenzas.
Una amnistía contra España
CRISTINA LOSADA. libertad digital. 23 Septiembre 2023
Cuando no se sabe cómo hemos llegado a esto, hay que poner un punto de partida. Mi punto de partida es la confluencia de la plaza Urquinaona con Vía Layetana, en la mañana del 8 de octubre de 2017 en Barcelona. Allí estaba entre la multitud. Era una manifestación y, en realidad, una concentración inmensa, porque apenas nos movíamos. Subida a una valla, pude contemplar la riada humana que era la Vía Layetana y constatar que había salido a la calle y a la luz la Barcelona tapada y silenciada por la estridente cacofonía separatista. No había sido yo una visitante asidua, pero vi entonces la Barcelona que recordaba, la ciudad abierta y llena de vida, no la urbe espectral, cejijunta y agraviada del procés.
Las banderas españolas estaban por todas partes. Las llevaba la gente en la calle y colgaban de ventanas y terrazas. Los jóvenes las llevaban pintadas entre los tatuajes, los adolescentes, en la cara y alguno había con el pelo rojo y amarillo. El nombre de España y sus colores tenían allí un significado intenso y próximo. La sensación era festiva y se cantaba con frecuencia el ¡Qué viva España! Subidos al techo de una furgoneta de Sociedad Civil Catalana, la entidad convocante, los del servicio de orden trataban si no de poner orden, que no hacía falta, de proponer lemas o consignas para corear. Pero su megafonía no iba muy allá y la gente inventaba por su cuenta.
Los lemas iban y venían como un oleaje. Unos triunfaban, mientras otros se apagaban enseguida. De pronto surgió, en una oleada creciente y poderosa, el lema que triunfó absolutamente y se hizo clamor: "¡Puigdemont a prisión!". Era perfecto. Era eufónico. Y expresaba la más depurada idea democrática que allí tendría voz. La idea de la responsabilidad y de la justicia. Por aquel brutal golpe, que aquella gente había vivido con más angustia que nadie, había que pedir responsabilidades, y el primero que tenía que rendir cuentas era quien lo había capitaneado, traicionando a su cargo, en un impulso demencial e irresponsable. Algo así no podía volver a ocurrir. Todo ello tenía que quedar sentado en la política y sentenciado en los tribunales.
La multitud no siempre acierta, pero a aquel "¡Puigdemont a prisión!", allí improvisado, no se le podía poner pega. Aunque se le puso. Allá lejos, donde estaba el escenario, en el acto principal, con las figuras y celebridades, Josep Borrell regañó a la gente por corearlo diciendo que no estábamos en un circo romano y que sólo iban a la cárcel aquellos que decidieran los jueces. Como si no se supiera. Vaya momento para ponerse a dar lecciones. Qué nulo sentido de la oportunidad, qué tontería y qué forma de malentender. Aquella manifestación no tenía nada de circo romano. Nada en absoluto. El circo, no sé si romano, pero sí muy falso, vendría después. Vendría bajo la batuta de Pedro Sánchez para poner en entredicho y revertir todo lo que se hizo, desde la política, desde la sociedad civil y desde la Justicia para parar el golpe separatista y restaurar el orden constitucional.
Primero fueron los indultos, la sedición y la malversación, un circo lleno de mentiras, de disimulos, de trucos y de arbitrariedad para asegurar la investidura y la legislatura a Sánchez. Ahora estamos a las puertas de la segunda y decisiva parte de la legitimación del golpe de octubre. Con la liquidación del español como lengua oficial del Estado y lengua común de los españoles en el Congreso. Con una amnistía para empezar a hablar, como exige con sus siete escaños un prófugo de la justicia al que una vicepresidenta va a visitar y a hacer carantoñas. Con lo que venga. En el circo de la manipulación, instalado de forma permanente, los mismos que rechazaban tajantemente la amnistía, dicen hoy que es constitucional y maravillosa para la concordia en Cataluña. Y que oponerse es querer que Cataluña arda por los cuatro costados.
En este circo de la confusión, alimentado por tantas voces sin vergüenza ni escrúpulos, es posible que muchos ciudadanos no sepan ya qué tiene de grave una amnistía para los golpistas ni cuán irreversibles son las consecuencias. Por eso hay que explicarlo y explicarlo bien. El Partido Popular ha convocado un acto en el que tiene la oportunidad de hacerlo. Puede ser un acto de partido más, un acto más contra Sánchez, como cualquiera de la campaña electoral. Puede ser un acto para reforzar el liderazgo de Feijóo o para expresar el entusiasmo por Ayuso. Pero no debería ser nada de eso. Tiene que ser algo grande, y para que lo sea debe ser solamente un acto contra la amnistía y un acto para pararla.
Con la amnistía que están dispuestos a conceder a los golpistas quedará, negro sobre blanco, que el golpe fue justo y legítimo y la democracia española injusta e ilegítima. Porque esta no es la amnistía de la reconciliación, sino la amnistía de la subordinación al separatismo. No es la amnistía de la fundación de la España democrática, sino la amnistía que sella su liquidación. El acto del PP, si logra ser algo más que un acto partidario y partidista, debe ser y puede ser el primer acto de una demostración de repulsa general que obligue a Sánchez a dar marcha atrás. Sigue siendo válido y democrático, justo y necesario aquello que se coreó aquel 8 de octubre en Barcelona. "¡Puigdemont a prisión!".
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