Recortes de Prensa Martes 28 Noviembre 2023
El Ejército ruso ataca 130 pueblos con artillería y lanza sabotajes para distraer a las tropas ucranianas
Adriana López. el confidencial. 28 Noviembre 2023
Las fuerzas rusas atacaron durante la jornada de ayer un total de 130 zonas habitadas en siete óblasts situados en el arco que forman la provincia fronteriza de Sumi, en el noreste, y la parcialmente ocupada Jersón en el sur, informó hoy el Estado Mayor de Kiev.
El parte de hoy del Estado Mayor informa asimismo de acciones de sabotaje rusas en las zonas de Siversk y Slovozhanske, en las provincias de Donetsk y Járkiv respectivamente, para obligar a Ucrania a mantener allí a un cierto número de tropas y evitar que estas puedan ser utilizadas para reforzar la defensa de puntos más calientes del frente.
Mientras tanto, el Ejército ruso sigue intentando envolver a las tropas ucranianas que defienden el bastión de Avdivka, donde el suministro de agua es cada vez más complicado, al tiempo que incrementa la presión en otros sectores del frente en Donbás, pese al alto coste en vidas humanas, según la inteligencia occidental.
Las claves del momento:
El ejército ruso atacan 130 pueblos con artillería y lanza sabotajes para distraer a las tropas ucranianas
Rusia incrementa la presión sobre Avdivka pese al alto coste en vidas humanas
Ucrania reconoce la existencia de espías rusos en sus servicios de Seguridad
Cerca de medio millón de habitantes de Crimea sin energía eléctrica debido a una tormenta
Ucrania lanza un ataque masivo con drones contra cinco regiones rusas
Hace 1 horas 54 minutos 07:36
Rusia ataca 130 pueblos con artillería y lanza sabotajes para distraer a las tropas ucranianas
Las fuerzas rusas atacaron durante la jornada de ayer un total de 130 zonas habitadas en siete óblasts situados en el arco que forman la provincia fronteriza de Sumi, en el noreste, y la parcialmente ocupada Jersón en el sur, informó hoy el Estado Mayor de Kiev.
El parte de hoy del Estado Mayor informa asimismo de acciones de sabotaje rusas en las zonas de Siversk y Slovozhanske, en las provincias de Donetsk y Járkiv respectivamente, para obligar a Ucrania a mantener allí a un cierto número de tropas y evitar que estas puedan ser utilizadas para reforzar la defensa de puntos más calientes del frente.
Kiev admite la presencia de espías rusos en sus servicios de seguridad y un temporal causa estragos en varias ciudades del país
Cerca de medio millón de habitantes de Crimea se han quedado sin energía eléctrica debido a la tormenta con vientos de hasta 144 kilómetros por hora que asola la península, anexionada por Rusia en 2014
El Confidencial. 28 Noviembre 2023
El ejército ruso sigue intentando envolver a las tropas ucranianas que defienden el bastión de Avdivka, donde el suministro de agua es cada vez más complicado, al tiempo que incrementa la presión en otros sectores del frente en Donbás, pese al alto coste en vidas humanas, según la inteligencia occidental.
"Las fuerzas rusas realizaron avances confirmados al noroeste y sureste de Avdivka el 26 de noviembre", confirma en su último informe el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, según sus siglas en inglés).
Por otro lado, el secretario del Consejo de Seguridad y Defensa de Ucrania, Alexei Danilov, aseguró este lunes que son conscientes de la existencia de espías rusos en las instituciones del país, incluido en el propio Servicio de Seguridad (SBU).
"Cometimos un gran error en 1991, cuando no cerramos la KGB, sino que simplemente cambiamos su nombre por el de SBU, pero las metástasis de la KGB permanecieron (...) no hemos podido limpiar todos los sistemas de seguridad. Por lo tanto, por supuesto, hay traidores", reconoció en una entrevista para The Times.
Además, las fuertes nevadas que están cayendo sobre buena parte del territorio de Ucrania obligaron a cerrar 14 autopistas y aíslan en estos momentos a unas 2.000 localidades en 16 regiones del país, según informaciones del Ministerio del Interior ucraniano. La caída de la nieve también dificulta la visibilidad a la hora, por ejemplo, de utilizar drones.
Sánchez lo calla: Hamás detiene, tortura y mata disidentes, oprime a la mujer…
Francisco Mercado. esdiario. 28 Noviembre 2023
Sánchez pide contención a Israel y un estado palestino. Olvida que Hamás tiraniza Gaza sin elecciones, no acepta los tratados, ni que Israel sea estado. Calla que Hamás masacra a sus palestinos disidentes según las principales ong pro derechos humanos: detenciones y ejecuciones extrajudiciales, torturas, corruptelas, censura, y pisoteo de libertades, especialmente de las mujeres.
Lee a Netanyahu sus crímenes de guerra, no a Abbas (véanse discursos). Pero Hamás el 7-O supera todos los muertos (75% más) y secuestros (211% más) de ETA en sus 60 años. Suma seis 11-M.
Lanza miles de proyectiles contra civiles. Y viola mujeres. Sánchez premia el ataque: reconocerá el estado palestino sin previo fin de Hamás. Logra crisis con Israel y piropos de Hamás.
He aquí algunos capítulos del libro negro de Hamás.
2023. Desaparecen dos palestinas después de que Hamás las devolviera a su violento padre. Tenían 24 y 20 años. Sufrían palizas, amenazas de muerte e “interrogatorios” a punta de pistola de su progenitor. Tras impedir que huyeran por Rafah. Hamás las entrega a su verdugo. “Estamos sentenciadas”. Su padre las había condenado a muerte en Facebook. "Hablaban no sólo por ellas, sino por todas las mujeres que sufren violencia de género".
2022. Una turba ataca una marcha feminista ante la pasividad policial. 29 palestinas asesinadas por familiares por mancillar su honor.
2021. Las mujeres protestan ante el Consejo Judicial de Hamás por avalar que los tutores -padres u otro familiar varón- prohíban a las solteras viajar fuera de Gaza.
2020. Las detenciones ilegales suman más de 120 y las torturas 50.
2019. Una periodista es amenazada con prisión por publicar que Hamás se lucra con material médico para personas que no lo necesitan.
Cientos de manifestantes sufren reclusión, palizas o tortura cuando salen en toda Gaza para protestar por la subida del coste de la vida bajo Hamás.
Hamás detiene a una activista de Amnistía. Le exigen que no investigue sobre derechos. Amenazan condenarla por espía. Si atacas a Hamás, eres topo israelí. “Las violaciones de derechos humanos cometidas por Hamás contra periodistas, manifestantes pacíficos y defensores de los derechos humanos son las más graves desde hace más de un decenio”.
Casa destrozado en Kibbutz Be'eri por los misiles lanzados por Hamás.
13 activistas que planean protestar por el alto coste de la vida son detenidos. Idean graves lemas: “La revuelta de los hambrientos” y “Abajo la subida de precios”. Sufren tortura. Son liberados tras enterrar sus planes. Hamás mata en nombre de los refugiados, pero no pueden manifestarse.
Hamás ataca a cientos de manifestantes en los campos para refugiados de Jabalia, Deir al Balah y Al Bureij y en Rafá. Usa granadas sonoras de aturdimiento, porras, pulverizadores de pimienta, munición real y agresiones físicas.
Hamás irrumpe en la vivienda de un periodista reunida con el director y el abogado de la Comisión pro Derechos Humanos. Ambos, observadores en las protestas, son golpeados, hospitalizados, y se confiscan sus móviles.
Adullah Abu Sharkh, escritor de 60 años, es detenido por insinuar que Hamás provocó un incendio en el que murieron 25 personas. Un caricaturista es apresado tras pedir su libertad. Sus viñetas le han costado cinco detenciones. Sin juez.
2018. Crece la guerra sucia. “La práctica sistemática de tortura por parte de las autoridades palestinas podría constituir un crimen contra la humanidad procesable en la Corte Penal Internacional. Los ataques tanto de la Autoridad Palestina como de Hamás contra disidentes y manifestantes, periodistas y blogueros, son sistemáticos y quedan impunes. Debería suspenderse la ayuda internacional a organismos que torturan. Los gobiernos que quieran ayudar al pueblo palestino a desarrollar el Estado de Derecho no deberían respaldar a las fuerzas de seguridad que lo socavan activamente”, claman las ong.
2014. Hamás multiplica secuestros, torturas y asesinatos de palestinos durante la ofensiva israelí. 23 ejecuciones extrajudiciales y decenas de detenciones y torturas de rivales. Vendió que eran topos israelíes. Pero 16 eran presos suyos. Los excarcelaron y asesinaron. “Ni una sola persona ha rendido cuentas por los delitos que cometió Hamás contra palestinos en 2014, lo que indica que las autoridades ordenaron o consintieron que se cometieran”.
“Cuando las fuerzas israelíes estaban causando muerte y destrucción masiva a la población de Gaza, Hamás aprovechó para saldar despiadadamente cuentas, perpetrando homicidios ilegítimos y otros abusos graves. Dio vía libre para terribles abusos incluso contra personas bajo su custodia. Estos actos estremecedores, algunos de los cuales constituyen crímenes de guerra, tenían por objeto tomar venganza y sembrar el terror en toda Gaza”.
2012. Un defensor de derechos es apuñalado por enmascarados tras ser golpeado días antes. Había criticado a Hamás y la impunidad de sus grupos armados.
2009. “Hamás debe poner fin a sus ataques contra opositores políticos y sus presuntos colaboradores en Gaza, que han acabado con la vida de al menos 32 palestinos y mutilado a varias docenas durante y después de la reciente ofensiva militar israelí”.
Nada de esto existe para PSOE y Sumar. Detienen yihadistas en España, pero exigen negociar con Hamás tras su macroatentado.
Y NO SE PLANTEA RECHAZAR LA TRAMITACIÓN DE LA LEY EN EL SENADO
El PP normaliza el golpe de Sánchez: acuerda comisiones con el PSOE y Sumar, pide que no se hable de la amnistía…
AGUSTÍN BENITO. gaceta. 28 Noviembre 2023
El Partido Popular continúa sin plantearse la opción (exigida por VOX) de utilizar su mayoría en la Mesa del Senado para no tramitar la ley de amnistía. Consideran que «no se puede hacer» y sólo se aferran a su reforma del Reglamento, sin aceptar las enmiendas de VOX, que dota a la Mesa de la potestad para decidir la urgencia de las proposiciones de ley que llegan del Congreso.
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, pidió el pasado domingo, durante su visita junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al mercadillo navideño de la Plaza Mayor, cambiar el foco y dejar a un lado la ley de amnistía: «Se habla mucho de amnistía, de independencia, de condonaciones de deuda a las comunidades que más dinero tienen a costa de las que menos tienen, y yo creo que de lo que se debe hablar es más de precios, de cómo podemos bajar las hipotecas (…) y de cómo podemos llegar a fin de mes», afirmó el líder del PP.
Dos días antes, en un acto organizado por el PP con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Feijoo aseguró que el PP es «un partido que cree en los pactos de Estado» y mostró su disposición a llegar a acuerdos [con Pedro Sánchez y el PSOE] en grandes temas. «Venimos a establecer puentes y a decir que el Partido Popular sigue siendo el partido de Estado que cree en los pactos de Estado», proclamó. «No nos gustan los muros, pero si el Gobierno sigue levantando un muro, que deje un hueco (…) y establezca un puente con el partido mayoritario porque (nos) va a encontrar siempre a favor de la lucha contra la violencia machista», añadió el líder del PP.
La declaración llegó en la misma semana en la que su grupo parlamentario en el Congreso pactó con los grupos del PSOE y de Sumar la creación de cinco comisiones permanentes no legislativas en un acuerdo en el que no se contó con VOX.
En un documento firmado por el diputado del PP por Granada Carlos Rojas y por dos representantes de los partidos de la izquierda, los tres grupos se dirigieron a la Mesa del Congreso que preside la socialista Francina Armengol para que propusiera al Pleno de la Cámara la creación de la comisión de seguimiento y evaluación de los acuerdos del Pacto de Toledo; la comisión de seguimiento y evaluación de los acuerdos del Pacto de Estado en materia de violencia de género; y la comisión para la auditoria de la calidad democrática, la lucha contra la corrupción y las reformas institucionales y legales, entre otras.
Mientras… hace cambios en la cúpula del partido: propondrá al Comité Ejecutivo Nacional del PP el nombramiento de Miguel Tellado como portavoz parlamentario del grupo popular en el Congreso, mientras que Carmen Fúnez será designada asumir la nueva vicesecretaria de Organización del partido.
'España avanza' para atrás
Jesús Banegas. vozpopuli. 28
Noviembre 2023
Los gobiernos de Zapatero y Sánchez están pasando a la historia de España como los más perniciosos -en tiempos de paz- que registran los datos en cuanto a la evolución de la renta per cápita y la convergencia con Europa. Ambos gobernantes son imbatibles, juntos y por separado, como demuestran los siguientes datos:
Con Zapatero, la renta per cápita española retrocedió casi un 6%, algo inaudito en el mundo desarrollado, mientras que Sánchez en sus años de gobierno apenas ha conseguido que aumente casi un 1% en un quinquenio, otra hazaña negativa sin par. Como por en medio hemos padecido -todos, no solo España- una crisis financiera y la de la pandemia, si nos comparamos con la UE, los fracasos de Zapatero y Sánchez resultan apoteósicos. Mientras que con Aznar llegamos a estar a solo siete puntos de la renta per cápita media europea, con Zapatero caímos casi diez puntos. Con Rajoy nos volvimos a recuperar, pero con Sánchez no hemos podido caer mas bajo; casi un 20% menos que la media de una UE, que después de las ampliaciones al Este vio decaer su renta media.
A este consumado desastre -un crecimiento anual entre 2017 y 2022 de nuestra renta per cápita nueve veces inferior a la media de la UE– el gobierno lo denomina “España avanza”; y lo absurdo es que haya mucha gente que se lo crea.
Las dos principales razones de nuestra decadencia están incuestionablemente identificadas: una muy baja tasa de empleo -% empleados/población- y un nivel de productividad escaso y estancado.
En España el porcentaje de personas ocupadas -incluidos los falsos trabajadores denominados “fijos-discontinuos”– se sitúa estructuralmente en torno al 50%, cifra solo empeorada por Grecia e Italia. Veamos que nos dicen las cifras de la Organización Internacional del Trabajo:
Países con mayor tasa de empleo, por orden de mayor (68,6%) a menor (59,7%):
Nueva Zelanda, Singapur, Suiza, Australia, Holanda, Irlanda, Corea, Canadá,
Japón, Dinamarca, Reino Unido, Suecia, Alemania, y Estados Unidos.
Países con menor tasa de empleo, por orden de mayor (58,8%) a menor (45,4%):
Austria, Finlandia, Portugal, Francia, Bélgica, España, Italia y Grecia
La tasa de empleo tiene una muy importante contrapartida en la tasa de dependencia: % de personas dependientes/empleados.
Países con menor tasa de dependencia, por orden de menos (66%) a más (98%):
Singapur, Nueva Zelanda, Corea, Suiza, Holanda, Japón, Dinamarca, Australia
Canadá, Alemania e Irlanda
Países con mayor tasa de dependencia, por orden de menor (102%) a mayor (156%): Reino Unido, Bélgica, Francia, España, Italia y Grecia
España, no solo lidera la tasa de desempleo a nivel mundial entre los países desarrollados, sino que además -junto con Italia y Grecia- tenemos la mayor tasa de dependencia. Mientras que en Suiza cada empleado tiene que “hacerse cargo” de 0,82 compatriotas, en España la cifra asciende a 1,31; es decir un 60% más de responsabilidad social con los demás.
Esta desastrosa diferencia podría compensarse, al menos en parte, si la productividad del trabajo fuese elevada y creciente; pero resulta todo lo contrario, ya que es muy baja y lleva mucho tiempo sin crecer. El multifactor -tecnológico- de la productividad, en lo que llevamos de siglo permanece estancado y siendo entre muy bajo y negativo.
Según OECD Compendium of Productivity Indicators 2019, entre 2001 y 2014 la productividad española decreció a una tasa media anual del 0,2%, para crecer muy moderadamente entre 2014 y 2017. Desde entonces sigue estancada y por debajo de la media de la UE.
¿Habrá algún miembro del gobierno, con su presidente a la cabeza e incluidas las sonrientes -a pesar de sus fracasos- ministras de economía y trabajo, que haya usado alguna vez la “tasa de empleo” y el “multifactor de la productividad” en sus discursos, escritos y declaraciones públicas? ¿Verdad que no?; pues así nos va.
Un gobierno que ignora por completo las calamidades estructurales -las que permanecen y se consolidan en el tiempo- de su gestión económica, para prestar atención a algunos datos tan coyunturales como insignificantes que en nada alteran la pésima realidad acumulada en el tiempo, es imposible que haga análisis serios y realistas y menos aún que plantee remedios a realidades tan evidentes como graves. Y por si no fuera suficiente con sus previos desmanes, el acuerdo firmado por el PSOE y Sumar para la investidura de un nuevo gobierno, lejos de intentar remediar los males reseñados, aventura resultados aún peores.
Todo lo dicho atestigua que al socialismo español del siglo XXI le resulta de aplicación la canónica definición del profesor Jesús Huerta Soto: “Socialismo es todo sistema de agresión institucional y sistemática en contra del libre ejercicio de la función empresarial”. Porque, cuestionando los derechos de propiedad, hiper-regulando los mercados, desincentivando la innovación, reprimiendo fiscalmente el trabajo y el ahorro, e incluso insultando públicamente a los empresarios, los resultados obtenidos terminan siendo necesariamente los que se han glosado.
¿Tiene vuelta atrás nuestro creciente alejamiento del primer mundo que comenzó Zapatero y, tras la breve recuperación con Rajoy, ha retomado con creciente empuje Sánchez?
Efecto colateral de la amnistía
Para salir de este pernicioso círculo vicioso deben darse dos condiciones: una necesaria y otra suficiente.
Será necesario que en unas próximas elecciones los votantes verdaderamente demócratas, y por tanto defensores del Estado de Derecho y consecuentemente de nuestra Constitución, sumen votos suficientes para formar un gobierno alternativo al de los “amnistiadores”, que no solo operan contra del orden moral y político civilizados, sino que están llevando a la economía española a una situación, tan insólita, como cada vez peor.
La condición suficiente consiste en hacer todo lo necesario para curar los dos grandes males ya reseñados: instaurando un mercado de trabajo al estilo del norte de Europa -frente al “argentino” actual– y propiciando el crecimiento de la productividad mediante reformas estructurales orientadas al impulso de la libertad empresarial y la innovación.
En última instancia, la extrema gravedad de la amnistía, está teniendo además un efecto colateral: la desatención política y por tanto incluso mediática de las “cosas de comer”, es decir la economía. Y justamente cuando más falta hace, antes de que sea demasiado tarde.
SABE QUE ASEGURA VARIOS AÑOS DE PODER ILIMITADO
Sánchez adopta el manual kirchnerista que los argentinos han repudiado en las urnas
KARINA MARIANI. gaceta. 28 Noviembre 2023
Pocos días antes de que Sergio Massa protagonizara una de las peores derrotas del peronismo en toda su historia, Pedro Sánchez le enviaba un caluroso saludo y su compinche apoyo. No estaba solo el mandatario español, un desfile de presidentes y expresidentes adherentes al Foro de San Pablo, políticos de la progresía internacional y premios Nobel, de esos que han arruinado el prestigio de la condecoración, clamaban por la victoria del peronista. La jerarquía de la izquierda mundial miraba con atención lo que pasaba en el remoto país sudamericano y advertían a los argentinos, con el dedo índice en alto: «La democracia es sobre todo un camino, y lo urgente ahora es defender lo que ya hemos andado». Y no se equivocaban, porque lo que este conglomerado «ha andado» es la prolongada construcción de un relato, de una cosmogonía legitimadora de su imperio ideológico. Un imperio que hoy tiene pies de barro, pero que les trajo pingües beneficios.
Los firmantes pedían por «el impulso de una agenda progresista euro-latinoamericana», esa que vienen construyendo desde que se impuso la dictadura cubana y que expande hasta hoy sus tentáculos a toda la región, hundiéndola en la miseria. Pero Pedro Sánchez fue más lejos. En un vídeo proselitista sostenía que Massa «representa la apuesta por la convivencia democrática, por la concordia, y ofrece un proyecto de unidad, de solidaridad, con oportunidades para todos y para todas». Convivencia, concordia, solidaridad y oportunidades en el país polarizado, con el 50% de pobreza y la inflación galopante ¿Tendrá idea Sánchez de la Argentina que deja Massa? Posiblemente sí, pero no le parece mal.
Sergio Massa hizo un estropicio descomunal en el año y medio que reinó de facto en Argentina, corriendo de la escena al presidente Fernández que ya había hecho un gobierno desastroso. Pero lo que es malo para el país no es necesariamente malo para sus gobernantes, si estos consideran al Estado como un surtidor inagotable para sus deseos de poder y riqueza. Si bien es cierto que Argentina se hundió en estos 20 años de kirchnerismo, no es menos cierto que el proyecto de poder que comenzó con Nestor Kirchner en 2003 ha sido el más exitoso de la saga peronista, superando incluso al mismísimo Perón, y que ha colmado de poder y riqueza a sus dueños mientras el país agonizaba. Así que posiblemente Pedro esté mirando el éxito de los Kirchner, y no el fracaso argentino.
Lo que es particularmente curioso es que en la misma semana en la que los argentinos repudian con contundencia a esta última versión del peronismo, España sea apuñalada por un político que abraza el manual peronista casi con devoción. Es como si el parásito, al verse amenazado, hubiera cruzado el Atlántico en busca de un nuevo huésped. En los discursos de investidura, escuchar a Pedro Sánchez era como escuchar condensados los 20 años de parloteo de Néstor y sobre todo de Cristina. Las palabras maniqueas y sociopáticas con las que polarizaron a la sociedad, era volver a escuchar al antagonismo y al resentimiento.
El peronismo perdió la elección el pasado domingo, se ve que el videíto de Sánchez no trajo suerte. Pero considerar que está acabado es un error que los argentinos no deberían volver a cometer. Frente a su futuro rol como oposición, el peronismo comenzará su guerra interna y su recomposición dada que la identidad kirchnerista sufrió el desgaste propio de los años, desgaste al que no escapó su lideresa, la condenada, con su raído discurso que ya no logra cautivar a nadie. Pero no es posible negar su éxito político, por más triste que esto sea, como tampoco es posible negar las similitudes entre el sanchismo y el kirchnerismo que brotan día a día. Como Pedro Sánchez, Néstor Kichner asumió con una debilidad originaria que le llevó a buscar socios en las zanjas de la democracia. La inescrupulosidad es la misma.
Conforme lo fue necesitando para sobrevivir, el kirchnerismo se dejó colonizar gustoso por la izquierda castrochavista, pisoteando la disidencia interna y externa. Pero como ganaba elecciones, para el interior del movimiento el acomodo fue más fuerte que la ideología. Ahora el peronismo deberá decidir si pisar el acelerador y avanzar en su proceso de izquierdización con el mandatario que quedó en pie, Axel Kicillof gobernador de la Provincia de Buenos Aires, o tratar de virar al centro con la vertiente cordobesa de Juan Schiaretti. Qué será, de ahora en más, del peronismo es una cuestión aparte. Pero el consorcio de los Kirchner con lo más extremo, en términos morales y políticos, les dio cuatro gobiernos y a poco estuvieron de lograr un quinto. Es una nefasta fórmula que funciona y Pedro Sánchez lo sabe.
En los años en los que reinó el kirchnerismo, la lucha dialéctica imaginaria siempre estuvo por delante de los problemas reales. Los oligarcas, los genocidas, los que «se la fugaban», los antiderechos, los neoliberales, eran monstruos de paja con los que la dirigencia mantenía una perpetua lucha tanto más importante que las menudencias como gobernar dignamente y cumplir las leyes. Después de todo, ¿por qué no permitirle una pequeña transgresión al líder, si a cambio libra por nosotros una batalla contra la dictadura, la derecha y los malvados ricos? Este discurso, que por fortuna ya no tiene potencia en gran parte del electorado argentino, fue terriblemente eficaz durante años. Y es exactamente el que enarboló Pedro Sánchez para hacerse con el poder en estos días.
El otro padecimiento argentino que Sánchez parece querer imitar es el crecimiento de lo que el kirchnerismo enarboló como bandera: el Estado Presente. Se trata de una versión agigantada hasta la demencia del Estado de Bienestar que luego de 20 años ha conseguido que más de 25 millones de personas dependan de un cheque del Estado para vivir y que el sector privado sólo tenga a un menguante grupo de siete millones de aportantes. Una aritmética imposible, salvo para el imaginario peronista, dado que se trata de una bancarrota que otorga dependencia y la dependencia asegura votos. Impuestos, leyes contra las libertades, intervención y regulaciones son otros de los condimentos que el gobierno español ha adoptado como norma.
El asistencialismo quiebra la cultura del trabajo y tergiversa el concepto de “derechos”, que pasan de ser inherentes al ser humano a ser una gentil concesión del poder. Hay una perversa y elaborada filosofía en esto: el gasto descontrolado sostiene al Estado como proveedor de «derechos». Proponer racionalizar el gasto es atentar contra los derechos, es ser un genocida, un desalmado depredador de los más vulnerables. Conforme pasan los años y los ciudadanos se acostumbran a vivir de la asistencia, salirse de este mecanismo era cada vez más difícil. Sánchez esto también lo sabe, ha asfixiado impositivamente a los españoles para después ofrecerles, arteramente, un paquete de ayudas que se van a convertir en esenciales para la supervivencia y que van a demandar más gasto estableciéndose el círculo vicioso similar al que consiguió que más de la mitad de los niños argentinos sean pobres. El Estado Presente, construido en estos años, Argentina lo está pagando con miseria e inseguridad. El resultado no puede ser otro.
Existen más elementos que comparten el kirchnerismo en retirada y el sanchismo en avanzada. El famoso lawfare es uno de ellos. Se trata de una argucia que los miembros del Foro de Sao Paulo vienen usando sin parar cada vez que alguno era denunciado por alguna causa de corrupción. Si la justicia los atrapa es porque la justicia es enemiga, tan simple como eso. Lula preso: lawfare, Cristina condenada: lawfare, Correa prófugo: lawfare, separatistas enjuiciados: lawfare. En la concepción de lawfare, la justicia es lo que para ellos es justo, las leyes son apenas sugerencias. Para esto es necesaria una voluntad férrea de intervención en el poder judicial. Este cesarismo, disfrazado de lucha contra el fascismo, es también parte de las herramientas que comparten a uno y otro lado del Atlántico.
A esto se suma la cooptación de medios a través de los aportes de distintas instancias del gobierno, y a través de estos el cultivo de un relato de fractura y demonización de la mitad de la sociedad. Y con el mismo mecanismo la utilización de colectivos de artistas, de intelectuales, de docentes, de científicos y de cualquier otra vocería que repita incansablemente el relato de la lucha superior contra un mal imaginario, un objeto totémico del pasado al que abrazarse para conjurar la solución mesiánica. En Argentina es la dictadura de hace casi casi medio siglo, en España el franquismo de hace décadas.
Finalmente, un escándalo internacional termina de describir el parecido del sanchismo con el kirchnerismo. Como lo hicieran primero Néstor y luego Cristina Kirchner con la imagen de Argentina, Pedro Sánchez ha puesto la imagen internacional de España en una posición peligrosa y vergonzante respecto de sus alineamientos geopolíticos. Para muestra basta un botón, cabe recordar que en el año 2005 en medio de la Cumbre de las Américas de la ciudad de Mar del Plata, Néstor Kirchner, le dijo a George Bush, en un descarado acto mediático y fuera de conversaciones previas: «No nos sirve cualquier integración», con lo que sepultó la creación del ALCA en vivo y en directo. Bush se fue de Argentina ofuscado y Kirchner inició un camino de sumisión con el tándem compuesto por Lula da Silva y Hugo Chávez, que paralelamente promovía la contracumbre auspiciada por la Casa Rosada en la que Chávez proclamó: «Alca, Alca, al carajo».
Al desastre de Mar del Plata le siguió el establecimiento de la embajada paralela en Caracas, denunciada por el embajador Sadous, en la que circulaban los fondos que en teoría fluían de Venezuela para sostener a los gobiernos del Foro de Sao Paulo. Con la misma falta de criterio y de respeto al país que gobierna, Pedro Sánchez alineó a España con el posicionamiento del mundo islámico y con los peores gobiernos de Hispanoamérica en su reciente gira por Medio Oriente. Movido por su interés personal, como otrora lo hiciera el kirchnerismo, tomó esta postura para contentar a los socios de los que depende su subsistencia, hecho que le ha conseguido el aplauso «oficial» de Hamás.
Si Pedro Sánchez está adoptando con tanta naturalidad el manual del peronismo aplicado, no es porque esté comprando «carne podrida». Lo hace porque sabe que esta receta, que necesariamente conduce al quebranto, asegura varios años de poder ilimitado, apoyo internacional y una sociedad convertida en ganado lanar tan dependiente y enfrentada que es casi imposible que se pueda librar de sus cadenas. Argentina lo intentó en 2015 y volvió a caer en las manos del mal. Este domingo empezó su doloroso segundo intento, luego de tocar fondo. Ojalá a los españoles no les tome 20 años sacarse de encima esta peste y termine cuanto antes el sanchismo, esta nueva versión del peronismo
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Constituplastia
Hughes. gaceta. 28 Noviembre 2023
El ministerio de la Presidencia de Fénix Bolaños anuncia unos actos de celebración de la Constitución. La van a explicar a los niños. Esto sucede mientras se atornilla la fiscalía y se anuncia la cumbre bilateral con Junts en Ginebra porque todo es perfectamente compatible. Los constitucionalistas descubrirán pronto que los auténticos constitucionalistas ya no son ellos.
La Constitución, la que entre algunos nos dieron, cumple 45 años. Ya es una machucha ibérica en ese trance de saber si podrá engendrar o no, si se recurrirá a la fecundación in vitro con esperma de pajuela separatista o si todo quedará en un estiramiento más lifting más todas esas ‘plastias’ que se hacen ahora: abdominoplastia, rinoplastia…
Todo lo que está pasando y lo que va a pasar se hace contra la Constitución pero con la Constitución. La loan, la violan. Son como los pedófilos: aman a los niños pero los dañan y pervierten. La reciente gestión del Covid fue en su mayor parte anticonstitucional, y no hubo consecuencias, así que es entendible que decidan seguir por ese camino. De hecho, lo que hacen con la gente en Ferraz (encapsular y filiar) es, en cierto modo, ‘covificarlos’. Covificar y someter a vacuna ideológica irrechazable. Es el Estado del Covid (total e ilegal) al servicio de la venta a plazos de la nación española: la política, la histórica y la cultural. Cobrándose cada una de ellas.
La Constitución no controla a los partidos, entes soberanos; al revés, es el instrumento que tienen los partidos para controlar. El PSOE cría la fama pero el PP ha cardado mucha lana y borda su papel de despistado y encontradizo.
Observen el fin de semana que ha regalado Feijoo a la parroquia. El PSOE normaliza el golpismo separatista en Cataluña con su Ley de Amnistía y el PP normaliza al PSOE en Madrid. Ya se ha escuchado el primaveral «hablemos de economía», que es un poco el «circule, caballero» intelectual, pero ha sido más escandalosa su enésima petición de Pacto de Estado. Le pide Feijoo al PSOE que en su muro divisorio contra los españoles de derechas establezca un pasadizo para que pueda entrar el PP. ¿Para qué? ¿Por qué? Por la violencia de género, lo que deja claro el carácter instrumental de este dogma que sirve para que del amurallado castillo progre-separatista se pueda tender un puente medieval por donde pase el PP. Bajo ese puente habría un foso de ostracismo y exclusión con los cocodrilos de la criminalidad importada, oscurecidos por la estadística.
Por tanto, el dogma de la violencia de género, o viogen, no solo sirve a la izquierda sino también y muy especialmente a la derecha moderada, pues le daría la excusa (las mujeres, el dolor de las mujeres) para cruzar ese puente y ser reintegrado a la ciudadela del consenso (que ya es el ajo de lo venidero). Que el PSOE haya resignificado la viogen como un nuevo terrorismo le viene aun mejor, pues el PP funciona sobre las oposiciones comunismo o libertad, populismo o antipopulismo y, sobre todo, terrorismo o lucha contra el terrorismo…
«EL PP es el partido de Estado a favor de los pactos de Estado», dijo Feijoo. Y ya más claro no puede hablar.
Claro y audaz
Iván Vélez. gaceta. 28 Noviembre 2023
Coincidiendo con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, fecha conectada por un hilo violeta con el 8 de marzo, la organización terrorista Hamás ha agradecido la «postura clara y audaz» mostrada por Pedro Sánchez durante su visita a Israel. Los agradecimientos también se han extendido a Alexander De Croo, primer ministro de Bélgica, nación que protege al golpista Puigdemont, cuyas exigencias, relator internacional incluido, han sido asumidas por el doctor que hace de la necesidad —los famosos siete votos de Junts— virtud, entendida esta como el bloqueo a un gobierno en el que participa la ultraderecha.
Imbuido de eticismo, Sánchez se dolió de las muertes de civiles y planteó una solución para el conflicto: el reconocimiento unilateral, por parte de España, del Estado palestino, si la Unión Europea no lo hace antes. Como era previsible, sus manifestaciones han abierto una crisis diplomática de indeseables consecuencias.
Enredado en los mil y un pactos necesarios para seguir pernoctando en La Moncloa y mantener las tupidas redes clientelares tejidas por su partido, las palabras de Sánchez son coherentes con el pensamiento de muchos de sus socios de gobierno, singularmente la facción sumatoriopodemita, mucho más afín al keffieh que a la kipá. Superados los tiempos en los que los kibutz causaban fascinación entre las filas de un izquierdismo mucho más definido que el actual, el llamado zurderío se caracteriza por un antisemitismo de intensidad variable y por una identificación con la causa palestina, en la que, acaso, ven trazas proletarias. Dentro de esta lógica, al otro lado de la franja, allí donde el desierto ha sido neutralizado, se situaría el tópico del judío avaro.
Sin embargo, más allá de este simplista esquema, las contradicciones se agolpan. Llama poderosamente la atención que mientras en España se trata de bloquear a Vox bajo la ficción de que es un partido que pretende arrebatar derechos a las mujeres, se haga la vista gorda con los terribles abusos y crímenes cometidos recientemente por Hamás sobre mujeres israelíes. Sorprende todavía más ver con qué naturalidad, el Gobierno de Sánchez, autodefinido como el más feminista, nada dice o lo dice en voz queda del papel que juega la mujer en el Islam, ese en cuyo seno surgió Hamás con el firme propósito de barrer a los israelíes y arrojarlos a un mar en el que no habrá pateras dispuestas.
Las manifestaciones de Sánchez también pueden tener una enorme trascendencia política, pues a las cuestiones éticas y religiosas se unen las territoriales. Además de lo humanitario, lo que está en juego en Gaza es una frontera, objetivo que persiguen en España muchos de los integrantes del frente golpista. En este contexto, si Sánchez reconociera al Estado palestino, no es descabellado pensar que Israel pudiera hacer lo propio con una Cataluña que, en ocasiones, se ha victimizado mirándose en el espejo israelí. De darse así, el doctor podría, incluso, hallar un motivo para fortalecerse ante sus incondicionales. Revestido como un héroe ético, Sánchez, acaso fingiendo cierto fatalismo, asumiría las consecuencias de una secesión; sin embargo, tanto la República de Cataluña como la España residual seguirían siendo objetivos de facciones islamistas. Al cabo, ambas fueron en su día al Andalus, cuya recuperación, como señaló en su día Bin Laden, es un deber para los hombres y mujeres sometidos y sometidas.
Sánchez, el nacimiento de una nación
MARIO GARCÉS. libertad digital. 28
Noviembre 2023
Es posible que exista en nuestra magra gramática alguna voz que todavía no haya sido utilizada para definir lo que está ocurriendo en España. Periodistas, políticos profesionales que hacen de la ocurrencia dialéctica su forma de vida, analistas necesitados de palabrería exprés. Todos se afanan en vano por buscar una nueva perspectiva para la reflexión. Mientras tanto, Sánchez ha sustituido el "procés" por un proceso constituyente nacional, sin que haya sufrido ningún calambre irreparable desde el punto de vista político y sociológico. Sabe que es dueño del tiempo de la legislatura, como fue propietario de un dominio temporal previo a las elecciones generales del 23J que provocó que, al frente del frente, tuviera opciones reales y irrevocables de gobernar.
Sánchez no es un ingenuo, pero, en cambio, es un ingenio pérfido para dar respuesta a sus aspiraciones individuales. Sus razones son bien conocidas. Pero su desmedido mesianismo no tiene fronteras. En pleno proceso de cuestionamiento de la identidad nacional en nuestro país, se permite objetar del Estado de Israel y promover la creación del Estado de Palestina, con argumentos despreciables donde no tiene reparos en comparar el terrorismo en España con el terrorismo de Hamás.
Un adanista audaz y sin complejos, sin tope a su inveterada ignorancia. Es innegable que en su síndrome de Adán ha hecho suyo también un conjunto de hilarantes y delirantes mentiras históricas, prestadas por el nacionalismo catalán, para hacer causa grosera de una narrativa épica sobre el pasado de Cataluña que es sencillamente insultante. En este sentido, como en la película El nacimiento de una nación (1915) de Griffith, Sánchez está contribuyendo a perpetuar estereotipos grotescos e inverosímiles sobre el nacimiento de una nación, en este caso, la nación catalana. Una obra basada en el supremacismo étnico, en la apología social de la minoría perseguida y elegida, en una narrativa nociva, con toques costumbristas y folclóricos, que persigue revisar el pasado para reescribir la historia sobre un lienzo de falsedades programadas, que hicieron y hacen mella en una parte de la sociedad catalana.
El nacionalismo catalán, como intermitentemente el vasco, han tenido una ligazón endeble con el Estado de derecho y la legalidad constitucional. A partir de un discurso supremacista fundamentado en un etnicismo pertinaz y un victimismo estomagante y ficticio, fraguaron una idea de nación catalana. Una nación elegida y una víctima inocente de la coerción del colonialismo español. "Ser nosotros, esta es la cuestión. Ser catalanes" en expresión de Prat de la Riba. Y si para eso hay que llamar al desacato y a la insurrección para dar cumplimiento al destino romanticista de una nación cultural oprimida, hágase.
La minoría étnica catalana que ensayó embrionariamente la noción de soberanía propia lo hizo, no a partir de una reivindicación de los derechos políticos, sino como una forma de respuesta contra el artículo 15 del Código Civil. Era 1891 y la Unión Catalanista aprobó las Bases para la Constitución Regional Catalana, las Bases de Manresa, porque la codificación civil española les afectaba en lo que más les injuriaba económicamente: las instituciones jurídicas sobre el derecho de propiedad y el Derecho de Familia y de Sucesiones. De allí, todo lo demás en esa declaración inaugural, que, ciento treinta años después, mantiene vigencia para los escrupulosos nacionalistas: "la lengua catalana será la única que podrá usarse con carácter oficial en Cataluña"; "sólo los catalanes, tanto los de nacimiento como los que lo sean por naturalización, podrán desempeñar cargos públicos en Cataluña"; "Cataluña será la única soberana de su gobierno interior"; "la conservación del orden público y seguridad interior de Cataluña estarán confiadas al Somatén", o "la enseñanza pública en sus diferentes grados y ramas deberá organizarse de una forma adecuada a las necesidades y carácter de la civilización de Cataluña". En definitiva, "la Constitución catalana y los derechos de los catalanes estarán bajo la salvaguardia del poder ejecutivo catalán", todo ello al amparo de la base primera que afirma que "la constitución regional catalana mantendrá el temperamento expansivo de nuestra antigua legislación, reformando, para ponerlas de acuerdo con las nuevas necesidades, las sabias disposiciones que contiene respecto a los derechos y libertades de los catalanes". El origen del nacimiento sentimental de la nación catalana, "in statu nascendi", promovido, más de un siglo después, por Pedro Sánchez.
La pregunta es si Pedro Sánchez llegará hasta el final. La amnistía, una réplica anafórica de la medida de gracia aprobada en 1936 por el Frente Popular, se vende como una alivio de la pena bajo el auspicio inmoral de la utilidad pública. Todo se ha dicho hasta ahora. Pero más grave todavía es lo que viene después y de lo que se habla menos para consuelo de Pedro Sánchez. Un anticipo de lo que va a ocurrir. Pedro Sánchez va a ensayar contumazmente dos conceptos: el de agotamiento del modelo estructural político-administrativo emanado de 1978 y la necesidad de abrir un proceso renovado territorial de convivencia democrática. Una vez preparadas las bases de la izquierda sociológica para el siguiente sprint, y una vez superado el impacto de la aprobación de la Ley de Amnistía, comenzarán académicos consentidos, profesores de pago y analistas convenidos a diseñar un nuevo modelo de España basado en el federalismo asimétrico, que, por cierto, no es ninguna novedad, porque en la Conferencia Socialista Ibérica, organizada por el PSOE (París, junio y septiembre de 1974), ya se propuso la autodeterminación para desbloquear el problema de las nacionalidades. Y allí es donde no soy capaz de ver el final. Entre las hipérboles nacionalistas, las presiones de los socios, el establishment político que emergerá en Cataluña tras las elecciones catalanas y la evolución del sentido del voto en España en los próximos meses, no acabo de leer el final de esta historia. Porque ni Pedro Sánchez es capaz hoy de escribirla. Una vez más, jugará día a día, sobre sus propias necesidades y sobre las debilidades de su adversario. Y, sinceramente, nadie debería subestimarlo.
"España tomará sus propias decisiones"
PABLO PLANAS. libertad digital. 28 Noviembre 2023
La afrenta a Israel es una factura de Pedro Sánchez que pagaremos todos los españoles, aunque según las encuestas gran parte de la población comparta las percepciones antijudías del líder socialista. Su actuación ante Netanyahu y sus palabras en el punto de intercambio de secuestrados israelíes por presos palestinos reflejan la determinación profundamente autoritaria del personaje. Sánchez aspira a ser un líder internacional, pero no en el lado de las democracias liberales de Occidente, sino entre Irán y Venezuela. De ahí las delirante intervención ante el primer ministro israelí, la equiparación entre víctimas y terroristas y el arrebato antieuropeo en el paso de Rafah, donde afirmó que si la Unión Europea no reconocía un Estado palestino, "España tomará sus propias decisiones", un auténtico epitafio del papel internacional de España.
Que Sánchez ostente la presidencia de turno de la Unión Europea es, además, un agravante. Es harto dudoso que el presidente del Gobierno consensuara con sus pares europeos los arrebatos contra los judíos y el Estado de Israel, pero viajó a ese país no como un presidente español sino como el presidente de la UE. Es obvio que Sánchez desprecia la más leve noción de la diplomacia y odia el protocolo, como se puede comprobar cada vez que comparece en actos de la Corona. Y también pasa de Europa y sus reglas. Aún más cuando en Bruselas y Estrasburgo se llevan las manos a la cabeza ante los ataques indisimulados e indiscriminados al Poder Judicial y advierten al Gobierno de las consecuencias de saltarse las normas comunitarias con una ley de amnistía a gusto de los delincuentes que serán amnistiados.
Al decir que "España tomará sus propias decisiones" en un asunto de tanto relieve como el conflicto por antonomasia se puede inferir que Sánchez no está dispuesto a tolerar ninguna recomendación europea respecto a la amnistía y el atropello a la separación de poderes. En el plan del líder del PSOE también debe constar una especie de Brexit a la española, sea por su propia voluntad o porque la UE no tenga más remedio que expedientar a España por el incumplimiento masivo de las reglas democráticas elementales. No figuraba en el guión público del PSOE el matiz antieuropeo de Sánchez, aunque podía intuirse por sus notas populistas y porque se parece a un partido socialdemócrata lo mismo que un ayatolá a un librepensador.
La última salida de Sánchez deja un panorama más desolador aún que sus aventuras marroquíes, el espionaje de su teléfono móvil, el cambio de la posición histórica de España respecto al Sahara, la foto de la bandera boca abajo con Mohamed VI, aquellas vacaciones en Marrakech... Además de suscitar las más sinceras felicitaciones por parte de Hamás, Sánchez aprovechó el telón de fondo del conflicto palestino para ponderar las virtudes de la verificación internacional en las negociaciones con Junts. Sí, con el partido de Puigdemont. Ni que decir tienen que en Waterloo daban saltos de alegría al constatar la asimilación de aquello con Cataluña.
Pero ese es un tema menor en comparación con las consecuencias que puede tener haberle declarado la guerra prácticamente a Israel. Por ejemplo, en materia de colaboración internacional antiterrorista. El daño reputacional de España es incalculable y exponencial el incremento del riesgo. Cuando alguien dice en nombre de España que "España tomará sus propias decisiones" está rompiendo de facto todas las redes de seguridad de las naciones democráticas y las sociedades libres a uno y otro lado del Atlántico en las que estaba presente. Una catástrofe histórica.
Otegi no necesita ser lehendakari para mandar
EDITORIAL. libertad digital. 28
Noviembre 2023
El poder político ya no está en las instituciones democráticas, sino en los cenáculos de los partidos que han pactado con Sánchez para mantenerlo.
El líder de los herederos de Batasuna-ETA anunció ayer que no se presentará a la presidencia de la comunidad autónoma vasca en las elecciones previstas para la primavera de 2024. Arnaldo Otegi hizo pública su decisión al término de la reunión mantenida ayer por la cúpula de EH-Bildu en San Sebastián, en la que la formación proetarra abordó la formación de su candidatura para los próximos comicios regionales en el País Vasco.
El dirigente independentista, condenado en su día por delitos de terrorismo, considera que su sitio no está en un parlamento, afirmación rotundamente cierta pero no por los motivos que él pretende aducir. En efecto, las instituciones parlamentarias en una democracia no pueden ensuciarse con la presencia de sujetos como él, que han participado en actos terroristas y, más tarde, han seguido representando los intereses de una banda asesina a través de su brazo político. Pero en la España de Sánchez, Otegi puede decidir la posición desde la que va a influir en los próximos años no solo en la política vasca, sino también en la esfera nacional por mor del acuerdo de investidura suscrito con el PSOE para mantener a Pedro Sánchez en La Moncloa.
EH-Bildu está en una situación política inmejorable tras su pacto con el PSOE, que lo ha convertido en una pieza decisiva para que los socialistas puedan mantener la hegemonía parlamentaria durante los próximos cuatro años. La legislatura pasada ya fue escenario de no pocas concesiones al mundo proetarra, una extorsión política en toda regla de la que el propio Otegi se vanaglorió en numerosas ocasiones, al admitir que la esencia del pacto con los socialistas era apoyar las iniciativas parlamentarias del PSOE a cambio de liberar aceleradamente a los presos etarras que todavía cumplen sus penas en las cárceles españolas. Este cambio de "votos por presos", iniciado en la legislatura pasada, se va a concretar a partir de ahora a través de nuevas concesiones de todo tipo al Gobierno vasco, muchas de las cuales tendrán como consecuencia la independencia de facto de la comunidad autónoma vasca en lo que se refiere a la política económica o el mantenimiento de las pensiones de la Seguridad Social.
Otegi presume de tener las manos libres para tomar sus propias decisiones, pero eso es únicamente gracias a la carta blanca otorgada por Sánchez a cambio del voto de los seis diputados de la formación proetarra. Puede hacerlo con entera libertad porque, en la España sanchista, personajes como Otegi no necesitan presentarse a las elecciones para mandar, dado que su autoridad proviene de las pistolas etarras, aunque eventualmente hayan dejado de matar. El líder batasuno no será lehendakari por una decisión propia que tiene su lógica, porque en la presente legislatura, el poder político ya no va a estar en las instituciones democráticas, sino en los cenáculos de los partidos que han pactado con Sánchez para mantenerlo en el poder.
Un buen resultado de la formación proetarra en las elecciones vascas del año próximo, como vaticinan las encuestas, reforzará su posición negociadora frente a Sánchez y dará paso a una etapa de inestabilidad con graves consecuencias para las vascongadas y el resto de la Nación. Eso es, en última instancia, lo que interesa a Otegi y sus compañeros batasunos, que ven en este segundo mandato de Sánchez una ventana inmejorable para llevar sus reivindicaciones independentistas hasta unos límites en los que ya no cabrá la vuelta atrás.
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