Recortes de Prensa Viernes 16 Febrero 2024


EUROPA

Rusia, a punto de tomar la ciudad ucraniana de Avdiivka: la situación es "extremadamente crítica"

El ejército ucraniano está enviando más tropas para intentar una defensa final de la ciudad ante el ataque ruso con soldados de élite.

J. Sánchez | Agencias. el espanol. 16 Febrero 2024


La guerra en Ucrania se encuentra a pocos días de cumplir su segundo aniversario, y Rusia está redoblando esfuerzos para tener algo que celebrar. Los servicios de inteligencia estadounidense así como el propio ejército ucraniano señalan que la situación en la ciudad de Avdiivka es "extremadamente crítica" y que la localidad está "en riesgo de caer bajo el control ruso".


El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, John Kirby, ha señalado este riesgo alegando los problemas de munición que tiene el ejército ucraniano después de que los rusos hayan conseguido cortar la principal línea de suministro. Kirby ya avisaba el miércoles de que el hecho de que el Congreso de EEUU no haya aprobado aún las nuevas aportaciones a Ucrania ha dejado al ejército de Zelenski sin la munición de artillería necesaria para defenderse, por lo que Rusia "está empezando a superar las defensas ucranianas".


Por su parte, el comandante del Grupo Tavria de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleksandr Tarnavski, ha reconocido que la situación en Avdiivka es "extremadamente crítica", y ha hablado de "duros combates" dentro de la ciudad.


"Se están produciendo duros combates dentro de la ciudad", dijo Tarnavski en su cuenta de Telegram. El militar ucraniano aseguró, pese a todo, que Ucrania sigue teniendo la situación "bajo control", y agregó que las fuerzas de Kiev "están utilizando todas las fuerzas y medios a su disposición para contener al enemigo".


Por otra parte, el Estado Mayor ucraniano confirmó en su parte de este viernes el despliegue de más tropas para defender Avdiivka de la ofensiva rusa, al tiempo que un comandante de una brigadas ucranianas que combaten en esta localidad del este del país reconoció la gravedad de la situación para Kiev.


"De acuerdo con la decisión que se tomó, el refuerzo de unidades está llevándose a cabo y hay tropas maniobrando en los ejes amenazados", se lee en el parte del Estado Mayor, que habla de un total de 33 ataques repelidos por las tropas ucranianas durante la pasada jornada en esta zona del frente.


El parte militar hace referencia también a las "bajas masivas" que están sufriendo las fuerzas rusas en sus ataques.


Mikola 'Abdulá' Volojovl, comandante de la Tercera Brigada de Asalto ucraniana, que ha sido enviada a Avdiivka para contener el avance ruso, calificó de "difícil" la situación y aseguró que las tropas de Kiev establecieron recientemente un nuevo récord de bajas infligidas a Rusia en un solo día. "Pero no hay nada que celebrar o de lo que alegrarse", agregó, porque Rusia "está desplegando a sus unidades de élite aquí".


Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), Rusia habría logrado cortar la última ruta principal de suministros que Ucrania tenía bajo control, lo que podría obligar a las fuerzas de Kiev a retirarse de la localidad para evitar ser rodeadas.


Un portavoz militar ucraniano señaló que Ucrania está utilizando rutas secundarias para seguir abasteciendo a sus tropas en Avdiivka.


RUSIA, ACOSADA EN EL MAR NEGRO

Ucrania anuncia la destrucción de un buque ruso de asalto anfibio en el mar Negro

Según datos de las Fuerzas Armadas ucranianas, Rusia ha perdido desde el inicio de la guerra un tercio de su flota del mar Negro en ataques ucranianos con drones o misiles

EFE. EC.16 Febrero 2024


Las Fuerzas Armadas de Ucrania anunciaron este miércoles la destrucción en el mar Negro de un buque de asalto anfibio del Ejército ruso que navegaba cerca de la costa de la península de Crimea, ocupada por Rusia desde 2014.


“Las Fuerzas Armadas de Ucrania, junto con las unidades de la inteligencia militar (GUR), han destruido el gran buque de asalto anfibio de los ocupantes ‘Caesar Kunikov”, se lee en la nota publicada por el Estado Mayor ucraniano en sus redes sociales. Según el escueto comunicado, el barco de guerra ruso fue destruido en aguas territoriales que pertenecen legalmente a Ucrania cerca de Alupka, en el sur de la península ocupada de Crimea.


La inteligencia militar ucraniana también ha confirmado la operación de hundimiento del ‘Caesar Kunikov’, que según el GUR ha sido destruido por un dron naval ucraniano Magura. “Un Magura ha destruido al Caesar; agentes de la inteligencia han hundido un gran buque de asalto anfibio de la Flota Rusa del mar Negro”, se lee en el mensaje del GUR. El buque destruido en el ataque tiene capacidad para transportar a un total de 87 personas, según ha explicado el GUR, que no ha dado por el momento detalles del número de efectivos que iban a bordo.


El barco hundido por el GUR y las Fuerzas Armadas ucranianas había sido utilizado por Rusia en sus guerras en Ucrania, Siria y Georgia, ha añadido la inteligencia militar de Kiev. Según datos de las Fuerzas Armadas ucranianas, Rusia ha perdido desde el inicio de la guerra un tercio de su flota del mar Negro en ataques ucranianos con drones o misiles.


Siervos de la sigla

FRAN CARRILLO. okdiario.16 Febrero 2024


En el Medievo, existía un contrato no escrito de servidumbre denominado la gleba que ligaba a un conjunto de siervos a las tierras que cultivaban, en un estadio intermedio entre la esclavitud y la libertad. Aunque las tierras de su señor fueran vendidas o donadas, su condición no cambiaba y pasaban a servir al siguiente propietario, que determinaba su nuevo estatus en función de la lealtad y capacidad que estos campesinos y obreros del campo eran capaces de ofrecer.


Algo así sucede con los militantes del PSOE. No importa quién ocupe la secretaría general del partido, ni los delitos o felonías que cometa, ni las mentiras que exponga ni las purgas que ordene. Sirven con probada fidelidad a la causa, como si de una religión monoteísta se tratase, al calor de las prebendas que, por formar parte de la secta, poseen o esperan obtener. Y como buenos feligreses, acuden a rezar cada elección a depositar su renovada confianza en el dios socialista. Llevan así más de un siglo y no hay elementos que ayuden a pensar en el juicio crítico de quien ha entregado su vida a obedecer por encima de los principios y votar bajo capa de superioridad moral.


El penúltimo ejemplo de feligrés obediente lo ha protagonizado José Bono, el histórico presidente castellano-manchego y asiduo visitante de islas caribeñas y hoteles de lujo. En un foro público al que acudió como invitado y con su verbosidad habitual, esgrimió orgulloso su militancia cuñada cuando reconoció, en esa media verdad retórica tan característica en él, que los escándalos del Gobierno le afectaban lo que las moscas a los leones africanos: aunque hagan cosas que no compartan, son de las suyas. Y ya se han acostumbrado a estar ahí.


Una confesión la de Bono que sólo se explica tras una vida entera dedicado a unas siglas que le han permitido pagar un ático de lujo a tocateja, tener sociedades empresariales en paraísos fiscales y viajar a los predios dominicanos con la misma frecuencia con la que un obrero de Móstoles pilla el Cercanías para acercarse a Madrid a doblar el lomo. Don José, el católico, es el prototipo perfecto para entender de qué va el socialismo cuando gobierna y los efectos que produce sobre aquellos a los que gobierna: la distancia más corta entre la ruina y la riqueza es un voto socialista.


Bono, González, Guerra, Chaves, pertenecen a aquel PSOE que algunos ahora quieren resucitar porque, en su millonaria vejez, se atreven a discutir públicamente las medidas de un gobierno socialista. Revolucionarios a destiempo, se convierten en prohombres de Estado hasta el momento en el que deben depositar su confianza en la urna. Ahí se acabó la discordia. Porque, en el fondo de su pensamiento lineal, son carne de carné, hijos de una sigla centenaria con más cadáveres morales de los que su historia, y la historia que todos aprendemos en las aulas, cuentan. Son ricos gracias a su feligresía impenitente, y aunque asesoren y roben los que ondean en Ferraz y Moncloa el puño y la rosa, son de los suyos. Si secuestran y engañan, no importa, porque son de los suyos. Si mienten y manipulan, dirán que no lo comparten, pero son de los suyos. Y si así actúa la élite dirigente, imaginemos dónde ponen las barreras éticas la base sociológica que mantiene el cortijo de saqueo y latrocinio perpetuo. En la política, como en la vida, los pequeños sólo replican lo que ven en sus mayores.


A la clase política le pedimos que no moleste, vista su incapacidad por resolver nuestros problemas. Comprobada su proverbial insistencia en decidir sobre los asuntos ajenos con el dinero de todos, también le pedimos que nos deje en paz. Pero al socialismo, de izquierdas y derechas, intervencionista y controlador, no le interesa ni conviene una ciudadanía libre, autónoma en la forma de procurarse su condumio y necesidades vitales y tampoco formada hasta el punto de pensar y cuestionar lo que desde el poder se le ordena pensar y decidir. Volviendo a González, la verdad es aquello que los ciudadanos creen que es verdad.


Y en esta patria de campanario, como la definió Unamuno, los espejos de referencia son los dueños de unas siglas sin las que nada sucede ni acontece. Y han convencido a millones de siervos de que, en realidad, gobiernan por su bien y el voto socialista representa un indudable voto de progreso. Para este tipo de ciudadano militante, siempre fue más cómodo vivir engañado en la utopía que hace millonarios a sus apóstoles que dudar de las ideas y que se quiebre el edificio intelectual sobre el que edificaron sus creencias. La religión no ha muerto, hace tiempo que se hizo del PSOE.


COMUNIDAD VALENCIANA

El Gobierno de Mazón se enfrenta a los críticos de la enseñanza en valenciano al dejar en manos de los colegios su reversión

Noa de la Torre. Valencia. EM.16 Febrero 2024


El Gobierno valenciano de PP y Vox anunció para el próximo curso el primer gran cambio en el modelo plurilingüe que implantó la izquierda en las escuelas (no sin polémica): la ley que obliga a un mínimo del 25% de valenciano y de castellano dejará de implantarse en las comarcas blindadas como zonas castellanohablantes. Es el primer paso antes de entrar de lleno en la reforma o derogación de la ley, y lo que significa en la práctica es que los porcentajes dejarán de ser obligatorios en las escuelas. El valenciano no tendrá que ser lengua vehicular. Solo será indispensable la asignatura lingüística de valenciano.


Pero el anuncio, que fue recibido con aplausos por la comunidad educativa contraria a la enseñanza en valenciano, está empezando a despertar recelos y a ser criticado por "insuficiente". La razón no es otra que la instrucción que ha dictado la Consejería de Educación para que los colegios decidan qué hacer con su plan lingüístico antes del proceso de admisión del próximo curso. Es decir, Educación deja en manos de cada centro decidir si revierte o no el plurilingüismo.


Los centros tienen dos opciones: mantener el actual plan lingüístico que les autorizó el anterior gobierno de izquierdas o modificarlo "para que todas o algunas de las materias no lingüísticas que actualmente deben impartirse obligatoriamente en valenciano puedan impartirse en castellano". De hecho, la decisión de qué porcentaje se atribuía a cada lengua vehicular fue decisión de cada centro, por lo que el reparto del tiempo entre valenciano y castellano (además del inglés) varía en función de cada uno.


La mayoría de centros de las comarcas castellanohablantes se acogieron al mínimo obligatorio de valenciano del 25%, si bien familias y profesorado lo denunciaron como una "imposición" porque por primera vez se tuvo que reducir la enseñanza en castellano. La posibilidad de volver a este escenario se ve como un avance, pero "no habrá verdadera libertad lingüística hasta que todas las familias puedan marcar una casilla eligiendo la lengua de enseñanza", señalan desde la Plataforma de Docentes por la Libertad Lingüística, integrada en Escuela de Todos.


En este sentido, se critica que, en el fondo, el cambio planteado por Educación como primera medida "no deja a los padres elegir, sino que los cambios los decide el consejo escolar", donde las familias están representadas junto al claustro docente. Y se lamenta que "tampoco se permite enseñar en español las asignaturas que se obligaron a vehicular en inglés".


Desde la Plataforma se siembran dudas sobre si, además, la Consejería mantendrá la exención de la asignatura de valenciano, si bien las fuentes consultadas aseguran que se hará. Todo el alumnado cursará la asignatura y "quien quiera, puede pedir la exención solo a efectos del examen", explican desde Educación.


También las familias agrupadas en la Federación de Ampas de Valencia 9 d'Octubre consideran que el avance se queda en todo caso corto. Piden al Ejecutivo de Carlos Mazón que "cumpla la promesa en su totalidad, dando libertad a las familias de elegir la lengua vehicular". No solo en las zonas castellanohablantes, sino también en las de predominio lingüístico valenciano. "Que la decisión sea real y efectivamente adoptada por las familias", señalan.



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EL BNG NO TIENE MARGEN PARA AVANZAR EN LA EXCLUSIÓN DEFINITIVA

De ’21 días con el gallego’ en las aulas a las prohibiciones en la rotulación: así ha excluido el PP el español de la vida pública en Galicia

JAVIER TORRES. gaceta.16 Febrero 2024


Es 1983 y Manuel Fraga aprueba la ley de normalización lingüística gallega. Hace apenas dos meses que Jordi Pujol ha hecho lo propio en Cataluña abriendo el camino hacia un viaje cuya última estación es la expulsión del español de la vida pública. El preámbulo de la norma catalana alude a la «lengua propia», «símbolo de una unidad cultural» e «instrumento integrador». El legislador despeja sus intenciones cuando lamenta que el catalán tenga una «escasa presencia en los ámbitos del uso oficial, de la enseñanza y de los medios de comunicación social».


La avanzadilla catalana da el relevo a Galicia, que se sube al carro de la normalización lingüística. El artículo 1 de la ley Fraga no da lugar a equívocos: «El gallego es la lengua propia de Galicia». Artículo 10: «Los topónimos de Galicia tendrán como única forma oficial la gallega». El artículo 20 habla de las obligaciones de la Xunta:


1. Fomentar la producción, el doblaje, la subtitulación y la exhibición de películas y otros medios audiovisuales en lengua gallega.

2. Estimular las manifestaciones culturales, representaciones teatrales y los espectáculos hechos en lengua gallega.

3. Contribuir al fomento del libro en gallego, con medidas que potencien la producción editorial y su difusión.


Consagrada la ley sólo cabe esperar a que el tiempo haga su trabajo e imponga el gallego como la lengua oficial en detrimento del español, que desaparece de la vida pública. Naturalmente, todas las alusiones iniciales apuntan a una protección de la cultura autóctona, coartada para emplear la lengua como arma arrojadiza y herramienta política que justifique el hecho diferencial.


Bajo la premisa cultural se consagran derechos en función del territorio y no de la persona. Mismo país, diferentes reglas. Muy pronto desaparece la igualdad de oportunidades en el acceso a un puesto de trabajo en la administración pública. Sanitarios, bomberos, policías o profesores no sólo deben conocer la lengua gallega, sino que hacerlo puntúa extra. Incluso por encima del conocimiento de la disciplina en cuestión. Hay casos sonrojantes. Hace unos meses una profesora de violín se quedó sin plaza en la Escuela Municipal de Música de Ames (La Coruña) pese a obtener la máxima puntuación (100 sobre 100) en el examen. El motivo: suspendió la prueba de gallego, así que su plaza la ocupó otra docente cuya nota era apenas del 35,1.


En 2010, cuatro años antes de referirse a Galicia y Cataluña como «naciones sin Estado», Feijoo aprobó el decreto para el plurilingüismo que margina aún más el español de las escuelas. Desde entonces la lengua oficial en todo el territorio nacional sólo es obligatoria en asignaturas que apenas precisan redacción como Matemáticas, Física y Química y Tecnología. Por el contrario, las que requieren de una expresión escrita más profunda como Lengua y Literatura, Filosofía e Historia son en gallego.


En las aulas, como sabe todo nacionalismo, se juega el partido. El actual responsable de Política Lingüística de Galicia, Valentín García, desveló en 2022 los planes del gobierno regional: «En lo que tenemos que esforzarnos de verdad es en que en los colegios se hable más gallego, pero en el patio, cuando salen a jugar, ahí es donde se tiene que hablar más gallego […] tenemos que crear una sociedad que hable más gallego».


Y de las palabras a los hechos. Cada curso escolar la Junta gallega (de Feijoo a Rueda) pone en marcha un programa que excluye por completo el español en los colegios durante 21 días («21 días co galego e +»). En esta última edición participaron hasta 4.587 personas, entre alumnos, docentes y personal de administración y servicios de 10 centros de educación infantil y primaria de las cuatro provincias.


Cuatro décadas después de la imposición de la normalización lingüística el PP, que ha gobernado Galicia por mayoría absoluta hasta en ocho ocasiones, impide la elección del español como lengua vehicular en la escuela y su utilización por parte de profesores para la documentación interna con el centro educativo o la comunicación con los padres de los alumnos. Tampoco se puede usar el español en la rotulación, documentación y campañas en la administración gallega (Justicia, Sanidad y la mencionada Educación). Además, las ayudas públicas, especialmente en el mundo de la cultura, van supeditadas al gallego.


Sin embargo, el mismo PP que ha excluido la lengua común del Estado en Galicia advierte estos días del peligro de un gobierno del BNG y el PSG. El candidato socialista Besteiro («Queremos que más gente hable gallego en Galicia, es nuestra obligación») no ha declarado nada que antes no haya dicho y hecho el propio PP. Y el BNG, que promete una educación monolingüe en gallego, apenas tendría margen para avanzar en la exclusión definitiva y total del español porque, mientras rija mínimamente el criterio de los tribunales, al menos el 25% de la educación debe ser en español.


Ni siquiera que la candidata del bloque nacionalista, Ana Pontón, presuma de haber dejado de hablar en español desde los 15 años tampoco debería ser un problema para el PP. La responsable de la Red de Dinamización Lingüística de Galicia (organismo dependiente de la consejería de Educación), Alicia Padín, aseguró en noviembre de 2020 que «ninguna persona culta debería atreverse a hablar en público en castellano».


El fantasma del marxismo-leninismo planea sobre Galicia

OKDIARIO. 16 Febrero 2024


Un somero repaso al programa del Bloque Nacionalista Gallego (BNG) sirve para hacerse idea de cuál es el perfil ideológico de los separatistas gallegos: comunismo puro y duro, pues no en vano integra en su seno a la Unión do Povo Galego, formación marxista-leninista que asume la «lucha de liberación nacional». O sea, estamos ante la izquierda más extrema. No es de extrañar que en materia de vivienda no se anden por las ramas: los propietarios que se nieguen a «movilizar» sus pisos vacíos, es decir, a ponerlos en alquiler a precios limitados serán intervenidos. O sea, el exprópiense chavista en versión gallega.


Se explican con meridiana claridad: habrá «intervención directa» por parte del gobierno autonómico en el caso de que los inmuebles vacíos no sean movilizados «pasado un tiempo determinado y ante la negativa del propietario a acogerse a los programas de fomento» del alquiler. El objetivo, apuntan, es que esos pisos desocupados «puedan cumplir con su función social». Igualmente, se plantean impuestos que graven el «incumplimiento» de esa «función social de la vivienda», y cuya cuantía se regulará «en relación con el tipo de propietario y el total de metros cuadrados» del inmueble.


Por supuesto, su objetivo prioritario es la independencia de Galicia partiendo del «reconocimiento del derecho de autodeterminación». Y como ejemplo de cómo se las gasta, el BNG apuesta por la «revisión» de las «instituciones centrales» que «influyen» en Galicia -«de forma que podamos tener capacidad de veto en los casos en que una decisión afecte de forma relevante a nuestros intereses como país»-, o la «completa reformulación» del Tribunal Constitucional, «que dejará de ejercer funciones sobre Galicia». Esta es la formación que gobernará si el PP no logra la mayoría absoluta. Y como el PSOE ha abdicado de cualquier compromiso constitucional, Pedro Sánchez se ha erigido en el más ferviente impulsor del separatismo gallego. Hasta el punto de que su verdadera candidata a las elecciones del domingo es Ana Pontón, la líder del BNG.


Aterrizados hace mucho tiempo

Nota del Editor.16 Febrero 2024


Los comunistas y filoterroristas ya hace mucho que aterrizaron en Galicia. El t.c. hace mucho que ya contestó que el tema del idioma en Galicia carecía de interés constitucional.

En algunos ayuntamientos, hace muchos años que el comunismo campa a sus anchas, el derecho a utilizar el idioma español pisoteado, hay monumentos dedicados a los terroristas y seguridad jurídica por los suelos (expropiaciones dolosas).


Inmersión, odio, xenofobia y Unión Europea

Antonio Robles. libertad digital. 16 Febrero 2024


Hemos necesitado 44 años de Resistencia al apartheid lingüístico en defensa de los derechos civiles en Cataluña para lograr que la Unión Europea emita un informe donde dictamina lo evidente: en Cataluña se discrimina por razón de lengua.


El informe completo y el extracto que la Asamblea por una escuela Bilingüe (AEB) ha hecho confirman lo que durante cuatro décadas hemos venido denunciando; es decir, el racismo cultural que ningún gobierno español quiso enfrentar nunca. Afortunadamente ahora se unen muchos medios que nunca se hicieron eco del abuso o lo negaban directamente. Habiendo ya tantas manos, prefiero incitarles a ir más allá de la lengua. Y centrarme en la ideología que la está utilizando como arma de guerra.


En Cataluña el problema no es la lengua, en Cataluña el problema es la demarcación de clase, es el catalanismo como instrumento de apropiación del poder sobre la tierra que consideran sólo suya, frente a los "nouvinguts" o extranjeros. Es tan antigua la evidencia, que ya en 1997 escribía la estrecha relación que hay entre la instrumentalización de la lengua y la marginación social en Alienación lingüística y marginación social. Pero entonces se guardaban la altivez sobre el extranjero con sibilina hipocresía para despreciarlo con buena conciencia. Esos extranjeros, por antonomasia eran y son, antes que nadie, españoles. El resto de extranjeros no ofrecen resistencia lingüística ni de clase. Con una excepción, los hispanoamericanos. Tienen la manía de hablar español. Y ahí está el problema, en "su" lengua. O su "oportunidad" si son sumisos.


En una sociedad que no tiene diferencia alguna con el resto de España, ni en religión, ni en apellidos, ni en el color de la piel, ni en el sistema político, ni en la gastronomía, ni en las costumbres, hasta el punto de que su primera lengua es el español (53% de su población), toma a la lengua catalana (31%) como coartada, como signo de identidad y patente de corso. Por eso, la lengua sólo es el instrumento de demarcación que utiliza la ideología catalanista para lograr sus objetivos. La causa por tanto de la discriminación lingüística es, paradójicamente, la ideología que utiliza como ariete para lograr sus objetivos, o sea, el catalanismo. Por cierto, un invento de finales del S.XIX que degeneró primero en nacionalismo y después en separatismo. En realidad es un mismo engendro con diferentes disfraces.


¿En qué se basa el catalanismo? En el victimismo. Una sociedad que jamás fue nación, se pone de puntillas sobre su minoría lingüística como crisol y encarnación del tesoro cultural de sus antepasados y lo enlaza con la llama catalanista que la lengua ha logrado mantener como un hilo de Ariadna entre lo que fuimos y lo que somos. En consecuencia, oponerse a nuestros ancestros, como nos dice el catedrático de catalán Jesús Royo, aragonés castellanohablante que en otros tiempos quiso ganarse el derecho a la ciudadanía colaborando con la lengua del amo, "oponerse a la causa del catalán es una vileza, una inmensa falta de sensibilidad, es contribuir a una pérdida de incalculable valor, es una maldad injustificable contra un ser débil y desprotegido" (Las lenguas Catalanas. Punto Rojo Libros S.L). Puro acoso moral.


He ahí el lloriqueo del catalanismo, la ideología que ha logrado que todo el arco parlamentario catalán, de izquierdas a derechas nacionalistas, (ambos catalanistas) sea una ideología blanca, pura, crisol de Cataluña, cuando es una ideología supremacista, xenófoba, y a menudo constituida por gentes que se consideran la sal de la tierra. El catalanismo es una nueva teología que lo justifica todo, incluido cortar el cordón umbilical de la lengua que une a los niños castellanohablantes con sus padres para inmolarlos en la construcción de una nación monolingüe. "La inmersión es la plasmación de la ideología catalanista en la piel de los alumnos", nos insiste Jesús Royo. ¿Para qué? Para conseguir su integración. Aunque en realidad sea pura asimilación para lograr que el catalán se convierta en la lengua familiar. Frente a esa sociedad estamental, ¿dónde queda aquí la sociedad de ciudadanos iguales ante la ley? La lengua no tiene derechos, los tienen los ciudadanos, la lengua es un instrumento, un instrumento muy útil, íntimo, emocional si quieren, pero jamás podrán suplantar los derechos cívicos que solo los ciudadanos de carne y hueso poseen. Por ello, los colectivos no tienen derechos, los tienen uno a uno los individuos que los constituyen. Por lo mismo, en el respeto al ciudadano individual va incluido el respeto a su lengua.


¿Por qué les cuento todas estas melonadas? Porque la euforia desatada en el mundo castellanohablante y en los medios tras el informe de la UE instando a la Generalidad de Cataluña a respetar el derecho de los niños castellanohablantes a estudiar en su lengua no se corresponderá con el respeto correspondiente. Ni siquiera el 25%. Harán lo imposible para que no se generalice.


Desde que en 1981 se publicara el "Manifiesto por la igualdad de derechos lingüísticos" y la impertinencia acabara con el secuestro y un tiro en la pierna a uno de sus firmantes, se han dado mil batallas, se han ganado más de 30 sentencias en los Tribunales a favor del derecho a recibir la educación en español, y se ha recurrido a docenas de instancias institucionales, desde el Sindic de Greuges en Catalunya al Defensor del Pueblo en España; o como ahora, a la Unión Europea. Jamás, ni las instituciones catalanas, ni el Gobierno español (ningún gobierno español) han hecho nada por hacerlas cumplir.


Ahora es peor, el catalanismo que pudrió Cataluña se ha extendido en metástasis a toda España. Y el PSC ha hecho lo propio con el PSOE. Ahora no será solo el Gobierno de Cataluña quien descalificará a los castellanohablantes catalanes en Europa, lo hará el propio Gobierno de Sánchez, será el presidente de España quién arrastrará la mayor indignidad a la Unión Europea.


No escribo esto para desanimar, sino para realzar el valor inmenso que tienen todas las organizaciones en defensa de los derechos civiles en Cataluña y en el resto de España, que han hecho posible este triunfo en Europa. En particular Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) por su protagonismo. Y porque estamos más cerca de ganarnos el respeto debido. Si el catalanismo ha logrado engañar a todo el mundo durante tanto tiempo es porque su contraste con los cuarenta años de franquismo logró una hegemonía moral inmerecida. Pero ese cuento, como todos los cuentos podridos, tienen fecha de caducidad. Nadie es más que nadie, dice un refrán castellano. Ni siquiera los nazis de almas, esos pederastas de parvularios que no soportarían ni un segundo tal trato al revés.


PP o BNG, ¿qué cambia realmente?

Raul Vilas. libertad digital.16 Febrero 2024


El partido de Abascal debería plantearse si darle una patada a Feijóo en el culo de todos los españoles que viven en Galicia es un ejercicio de patriotismo.


Lo del domingo en Galicia no es ninguna broma. En primer lugar, para el futuro inmediato de quienes viven en Galicia, sean gallegos o no. Conviene aclarar que el domingo están convocados a las urnas los ciudadanos españoles residentes en Galicia, de acuerdo al padrón municipal, hayan nacido en Murcia, en Burgos o en La Coruña. Gallego, a efectos políticos, es quien reside en Galicia, por eso, como es lógico, los gallegos que vivimos en otras regiones de España no votamos. Es un escándalo que sí lo hagan señores de Argentina y Venezuela porque, presuntamente, tienen antepasados gallegos. O por residencia o por galleguidad, en democracia los requisitos para el derecho al voto deben ser los mismos para todo el cuerpo electoral.


Lo que suceda en estas elecciones —sólo caben dos posibilidades: o gobierna el PP con mayoría absoluta o el BNG con el respaldo del PSOE— tendrá un efecto inmediato en la vida cotidiana de los ciudadanos de Galicia y en sus perspectivas de futuro. Como decíamos, no parece un asunto para bromas. De ahí que sorprenda la frivolidad con la que algunos pretenden hacer ver que el PP y el BNG son la misma cosa. El pasado lunes, Santiago Abascal, en respuesta a una pregunta, pertinente como siempre, de Maite Loureiro, decía:


Sí, Galicia tiene un riesgo: y es que se imponga una sola lengua. Si lo piensan ustedes, eso ya ocurre con el PP. Galicia tiene un riesgo: que los padres no puedan decidir cómo se educa a sus hijos, y eso ya está pasando con el PP también. ¿Qué cambia en realidad? ¿qué está cambiando? El PP necesita que se le pongan las riendas, que se le pongan espuelas porque si no se pierde.


Y tiene razón Abascal, en parte. Lo que dice es verdad, pero a medias. Efectivamente, en Galicia, desde la aprobación de la maldita Ley de Normalización Lingüística de 1983 —y modificada en 1986—, los sucesivos gobiernos del PP en Galicia —primero los de Manuel Fraga y después los de Núñez Feijóo—, con la disculpa de la promoción del gallego, han impulsado políticas que han ido arrinconando el español en la administración, los medios públicos de comunicación y el sistema educativo. No existe la libertad de elección de lengua en la enseñanza y durante muchos años, hablo por experiencia propia, el tener más o menos asignaturas en español ha dependido de la ubicación del colegio o instituto e, incluso, del profesor que impartiese una u otra asignatura. Distando mucho de ser la situación ideal, ésta no es equivalente a la inmersión lingüística en Cataluña. En Galicia las familias no tienen que recurrir a la justicia para pedir un 25% de asignaturas en español y el gobierno gallego no incumple sistemáticamente sentencias de los tribunales en esta materia. Del mismo modo que hay un gran margen de mejora y es lícito y conveniente exigirle al PP que avance hacia un sistema de libre elección de lengua, lo hay también para que las cosas empeoren y mucho. Decir que nada va a cambiar si gobierna el BNG en relación con la lengua es mentir (no parece que la mentira sea la fórmula más inteligente de pedir el voto). Todos los males que, con razón, critica Vox, se multiplicarán por 10. El arrinconamiento del español en todos los ámbitos de la sociedad será mucho más virulento, la inmersión en la educación será absoluta y sí veremos cómo muchas familias tienen que recurrir a los tribunales.


Tiene razón, también, Abascal cuando dice que el PP necesita que alguien le obligue a rectificar sus políticas lingüísticas, pero es que esa posibilidad sencillamente no existe. Hay quien verá conspiraciones globalistas en lo que digo, intereses ocultos o complicidad con el golpismo, pero la honradez intelectual obliga a analizar la realidad tal y como es y no como nos gustaría que fuese. El domingo, Vox no tiene ninguna posibilidad de entrar en el Parlamento de Galicia. O mayoría absoluta de Rueda o gobierno del BNG. No hay más. Alguna responsabilidad tendrán los dirigentes de Vox en que sus expectativas electorales sean tan pobres, aun teniendo razón en asuntos tan importantes como el lingüístico. Desde luego, es a ellos a los que les corresponde dar explicaciones, no a quienes nos limitamos al análisis político. No voy a entrar en si un voto es más o menos útil, pero si se trata de castigar al PP por estas políticas, no parece muy inteligente propiciar con tu voto un gobierno furibundamente independentista y antiespañol. El sistema electoral, Ley d'Hont mediante, es el que es y esto no es opinable: si a la concentración del voto de izquierdas en el BNG le sumamos la división del voto de la derecha, el domingo por la noche Ana Pontón será la flamante presidenta de la Xunta de Galicia.


La cuestión lingüística, aun siendo de enorme importancia, no es la única que se dirime en estas elecciones, y retomando la pregunta que se hacía Santiago Abascal veamos qué cambia realmente si gobierna Rueda o Pontón. El BNG es el cartel electoral de la UPG, un partido independentista fundado en los 60 del siglo pasado como "movimiento de liberación nacional" y que se declara marxista-leninista. En pleno golpe de Sánchez contra el Estado de derecho se abriría otro frente separatista. El regreso de la Galeusca de la II República en una tormenta perfecta para la unidad de España y el futuro de la Nación. Una cosa es la exaltación de lo enxebre, del pulpo, la empanada, las gaitas y el vino del país y otra muy diferente es liquidar el Estatuto de Autonomía para abrir un proceso de autodeterminación a imagen y semejanza del catalán o del que plantea Bildu, probable ganador de las próximas elecciones autonómicas en el País Vasco. Yo diría que es un cambio a tener en cuenta.


Tan estúpido es pensar que lo único que importa es la gestión económica —patología política que suele afectar al PP— y no prestar atención a los asuntos puramente políticos o a dar la batalla cultural, como lo es desdeñarla o considerarla un asunto menor. A los ciudadanos que viven en Galicia, como a todo el mundo, les importa mucho su bienestar material y económico. La evolución de Galicia en los más de 40 años de autonomía desde el punto de vista económico ha sido muy buena. Hoy es una de las regiones más prósperas, que nada tiene que ver con aquella sociedad atrasada y carente de infraestructuras básicas de principios de los años 80. Yo todavía recuerdo ver a Manuel Fraga en la telegaita con su peculiar forma de andar por las corredoiras para llevar la línea telefónica a muchas aldeas. ¿Cómo no va cambiar en este aspecto la realidad de los gallegos si les gobierna el PP o el BNG? Basta con comparar la evolución económica de Galicia en este periodo con el de otras regiones que han estado gobernadas por la izquierda como la vecina Asturias o Andalucía. Si nos ceñimos a los últimos años, las cifras de empleo, deuda y crecimiento económico de Galicia la sitúan como una de las regiones mejor gestionadas de España. No hace falta especular para saber qué políticas económicas y fiscales aplicaría el BNG y sus consecuencias, lamentablemente ya las hemos visto en otras partes de España. De las trabas al turismo, que se ha convertido en una de las principales fuentes de riqueza de Galicia, a los ataques a la propiedad y la iniciativa privada y una subida sustancial de los impuestos, por ejemplo recuperando el de Sucesiones. Aunque el marketing electoral, con la inestimable ayuda de parte de la prensa madrileña, para presentarnos a Ana Pontón como una amable socialdemócrata está siendo muy eficaz, la realidad es que su gobierno sería más radical que el bipartito de Pérez Touriño y Anxo Quintana, a quien la UPG de Pontón consideraba un despreciable moderado.


Resulta inevitable, para responder a la pregunta de Abascal, no acordarse de aquella escena La vida de Brian en la que el líder del Frente Popular de Judea preguntaba qué nos han dado los romanos. ¿Qué cambiaría realmente en Galicia? Pues salvo la voladura del Estatuto de Autonomía, la desaparición del Estado de derecho, el inicio de un proceso de autodeterminación, el destierro definitivo del español de todos los ámbitos de la sociedad, la beligerancia contra todo lo que tenga que ver con España, el deterioro de la convivencia, la expulsión de la Guardia Civil, el recorte de las libertades, el empeoramiento de los servicios públicos, el aumento de la carga fiscal, las trabas a la iniciativa privada y el mercado, el cuestionamiento de la propiedad y, en definitiva, el empobrecimiento de los ciudadanos... salvo eso, realmente no cambiaría nada si gobernase el BNG. No es buen síntoma para un partido político que sus posiciones evoquen a la genial película de los Monty Python. Quizás eso explique por qué muchos gallegos, aun estando de acuerdo con algunas de las cosas que defiende Vox, como la libertad de elección de lengua, no le voten el domingo. Más allá de ver golpistas, igual que el Frente Popular de Judea veía disidentes, por todas partes, el partido de Abascal debería plantearse si darle una patada a Feijóo en el culo de todos los españoles que viven en Galicia es un ejercicio de patriotismo. A los que no nos dedicamos a presumir de la mañana a la noche de esa virtud, el patriotismo, nos resulta como mínimo desconcertante.


El pp es culpable y debe desaparecer

Nota del Editor. 16 Febrero 2024


Pues eso, no es sufiente una patada en el trasero, es necesario un cohete y largarlos a la estratosfera. Son los miserables que llevan más de cuarenta años destrozando España.


Una mentira sobre los gallegos

JAVIER SOMALO. libertad digital.16 Febrero 2024

Sin duda PSOE es BNG, Besteiro es Pontón y socialismo es separatismo con todas sus dramáticas consecuencias.


El PSOE ya admite abiertamente que trabaja para el BNG en Galicia. A pocos sorprende. Es lo que hace en Madrid con la multinacional del separatismo que permite a Pedro Sánchez retener el gobierno que no consiguió en las urnas.


BNG, Bildu y ERC son coalición en las próximas elecciones europeas, así que era lógico que este PSOE añadiera a su hipoteca al partido de Ana Pontón, única vía para estar cerca del poder en Galicia. Porque el PSOE ya ni gana ni gobierna, sólo se arrima obscenamente al poder. Sin duda PSOE es BNG, Besteiro es Pontón y socialismo es separatismo con todas sus dramáticas consecuencias.


La estrategia del bumerán improvisada en Ferraz contra el PP gracias al innecesario tropiezo por la amnistía no debería impedir que los votantes gallegos sepan lo que les espera, de verdad, si el BNG toca poder: desigualdad, persecución y pobreza. Y que su dinero se destine a costear otro proceso de independencia como el catalán o como el venidero vasco. Prometan lo que prometan, incluso aunque mientan y se disfracen de cordero como hace la loba Pontón ante los empresarios, el punto único del programa del BNG —y del pólipo socialista que le ha brotado— es la independencia, por supuesto bajo un férreo régimen de extrema izquierda.


Contra las acusaciones de exageración me remito a lo sucedido en Cataluña, sobre todo desde 2107, y al lamentable y violento viaje golpista que hasta tiene fonda en el Kremlin de Putin. O véase la relación directa entre Bildu y el BNG: Pernando Barrena, veterano líder de las tapaderas políticas de ETA y detenido en 1985 como integrante de un grupo de ETA, o sea pistolero, es ahora asesor de Ana Miranda (BNG) en el Parlamento Europeo y será cabeza de Bildu en el tripartito de coalición con el propio BNG y ERC en los comicios europeos de junio.


¿Y todo esto qué les importa a los gallegos? Cuántas veces habremos oído esta indocumentada queja seguida siempre de esa osadía pseudo-sociológica de creerse conocedor de lo que realmente les interesa. Y en este caso, es lo de siempre: el empleo, la sanidad, los impuestos, las carreteras… Y todo lo demás es sacar a la tranquila tribu al claro, donde se siente incómoda, ajena y desprotegida. Es convertir una confortable campaña regional en una lucha política nacional que sólo interesa, por lo visto, a los que no estamos llamados a votar este domingo 18 de febrero.


Entonces a un gallego le da lo mismo que su presidente —el que preside, sea él o ella— quiera violar la Constitución para declarar la independencia, perseguir a jueces no adeptos o fundar una simpática dictadura con arraigo galaico. Pues si funciona la llamada al voto anti-PP le va a tocar sufrirlo y además pagar más impuestos por menos servicios y peores carreteras porque su dinero irá destinado a una causa distinta que, según los tertulianos todólogos, no le importaba.


Prueba de que a los gallegos les debe importar y mucho la política nacional es la enorme expectación que las elecciones gallegas han levantado en toda España. El separatismo es, por lógica, un problema nacional generado desde un ámbito regional. Pretender que los procesos son impermeables es una insensatez, máxime habiendo visto cómo el golpismo catalán ha bebido del terrorismo separatista vasco formando ya un frente común que amenaza muy gravemente a España y a Europa.


Que Galicia resista al golpismo independentista es crucial para gallegos y no gallegos. Y en Galicia sólo pueden gobernar Alfonso Rueda o Ana Pontón. El PSOE, autoexcluido por inoperancia, quiere que el voto al BNG sea anti-PP sin necesidad de ser nacionalista. A Vox parece que le vale cualquier cosa que moleste al PP. Y todavía algunos pretendían que los que votan este domingo no miraran más allá de Galicia. Como si las desgracias nacionales no fueran con ellos.


Yo creo que a los gallegos de bien sí les importa que su voto nos importe a todos los españoles.


Aragón y Baleares desmontan leyes de izquierdas y el monopolio del catalán

MAYTE AMORÓS. Palma. ABC.16 Febrero 2024


El PSOE balear, liderado por la actual presidenta del Congreso, Francina Armengol, se opone a que este Parlamento autonómico haga sus comunicaciones también en castellano. Hasta ahora el catalán ha sido la única lengua oficial en la cámara regional y en todas las comunicaciones, el Diario de Sesiones y la página web. Pero un acuerdo histórico entre PP y Vox alcanzado esta semana permite que el castellano tenga un uso oficial e institucional tras 30 años de exclusión.


Los socialistas trataron el miércoles que la medida, propuesta por el presidente de la cámara, Gabriel Le Senne (Vox), no saliera adelante. Las diputadas socialistas Pilar Costa y Mercedes Garrido, miembros de la Mesa del Parlamento de Baleares –órgano que valida el cambio de la normativa lingüística– votaron en contra, aunque finalmente la propuesta se aprobó con la mayoría suficiente de PP y Vox.


Inmediatamente, el Partido Socialista de las islas Baleares (PSIB) se revolvió en contra de la «imposición» del castellano y acusó a la presidenta regional, la popular Marga Prohens, de «perseguir y atacar el catalán», a pesar de que la lengua autóctona seguirá siendo oficial e institucional en la cámara.


Un boicot, primero, al defender el modelo de inmersión lingüística en los colegios y rechazar la libre elección de lengua en las escuelas que el PP implantará el próximo curso en un plan piloto y voluntario. Y después, a llevar ante el Tribunal Constitucional un recurso contra la supresión del requisito lingüístico en la sanidad, medida con la que el PP pretende paliar la acuciante falta de profesionales. La oposición de los socialistas contra la eliminación del requisito contrasta con sus tesis cuando gobernaban y gestionaban el Servicio Balear de Salud. Tal y como desveló ABC, en siete informes internos de este departamento, el director general (del PSOE) reconocía que pedir conocimientos de catalán «dificultaba» aún más la contratación de médicos y enfermeras.


La implantación del bilingüismo en el Parlamento balear posibilitará a partir de ahora el uso normal de las dos lenguas oficiales. Un empeño personal del actual presidente de la cámara, quien recordó a los letrados de la misma que la Ley de Normalización Lingüística de 1986 establece en su artículo 6.2 que «el catalán y el castellano son lenguas oficiales de la comunidad autónoma de las islas Baleares» y por tanto «han de ser usadas preceptivamente por la Administración». Indicó que «las leyes aprobadas en el Parlamento, los decretos legislativos, las disposiciones normativas y las resoluciones oficiales han de publicarse en ambas lenguas en el Boletín Oficial de las islas Baleares».


A partir de ahora, por tanto, los documentos oficiales del Parlamento balear podrán redactarse en catalán y en castellano. Las comunicaciones con los grupos parlamentarios y diputados se harán en cualquiera de las dos lenguas oficiales que elijan, así como las comunicaciones verbales y los documentos que tengan «efectos externos».


El reglamento de la cámara también deberá estar transcrito en ambas lenguas, además del Boletín Oficial del Parlamento de las islas Baleares. En definitiva, este cambio legislativo implica que todos los ciudadanos tendrán derecho a obtener respuesta en cualquiera de las dos lenguas oficiales. La web de la institución tendrá dos versiones, una en catalán y otra en castellano. Las publicaciones de sus redes sociales «deberán combinar» la utilización de ambas lenguas de «forma equilibrada».


«Todas las víctimas»

El acuerdo entre los dos partidos conservadores también sirvió ayer en otra comunidad autónoma para revertir polémicas medidas de anteriores Gobiernos presididos por el PSOE, como en Baleares. Las Cortes de Aragón aprobaron la proposición de ley del PP y Vox de derogación de la Ley de Memoria Democrática para «reconocer a todas las víctimas sin distinción». Los grupos proponentes y el Partido Aragonés (PAR) votaron a favor, mientras que PSOE, Aragón-Teruel Existe, Chunta Aragonesista (CHA), Podemos e IU votaron en contra, informa Ep.


La diputada popular Ana Marín hizo un reconocimiento «a todas las víctimas sin excepción» y se preguntó «si de verdad» los aragoneses son «incapaces de superar lo que pasó hace cien años». «No digo olvidarlo, sino superarlo», añadió, echando en cara a los partidos de izquierda que sus discursos «son más propios de 1940 que de 2024». Andoni Corrales (Podemos), sin embargo, acusó a la popular de «adelantar por la derecha» a Vox y le recordó que en 2018, cuando la formación de Santiago Abascal aún no tenía representación en Aragón, los populares votaron la Ley de Memoria Democrática. Daniel Alastuey, del PSOE, acusó a la derecha de «revanchismo y venganza», mientras Santiago Morón (Vox) celebró que con esta decisión se ponga fin a «un relato oficial». La derogación es fruto del pacto PP-Vox.


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