Recortes de Prensa Sábado 17 Febrero 2024


Ucrania retira sus tropas de la ciudad oriental de Avdivka: la primera gran victoria rusa en meses

OKDIARIO. 17 Febrero 2024


Ucrania anunció hoy la retirada de sus tropas de la ciudad oriental de Avdivka ante el avance de las fuerzas rusas y las voces cada vez más fuertes dentro del Ejército ucraniano sobre la imposibilidad de mantener este frente.


«Teniendo en cuenta la situación operativa en torno a Avdivka, para evitar el cerco y preservar la vida y la salud de los militares, decidí retirar nuestras unidades de la ciudad y pasar a la defensa en líneas más favorables», escribió el nuevo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleksandr Sirski, en su cuenta de Facebook.


«Estamos tomando medidas para estabilizar la situación y mantener nuestras posiciones. La vida del personal militar es el valor más alto. Regresaremos a Avdivka», prometió el jefe del Ejército.


Sirski señaló que los soldados ucranianos «cumplieron con dignidad su deber militar, hicieron todo lo posible para destruir las mejores unidades militares rusas e infligieron pérdidas significativas al enemigo en términos personal y equipo».


Ya el viernes el Ejército ucraniano se retiró de la posición de defensa antiaérea Zénit, en el flanco sureste.


Avdivka era uno de los principales bastiones en la región de Donetsk y uno de los objetivos más codiciados del Ejército ruso tras hacerse con la ciudad de Bajmut y de Márinka.


Situada en las afueras de la capital regional de Donetsk, controlada por Rusia desde 2014, la ciudad sufrió asaltos intensos de parte de las tropas del Kremlin desde octubre pasado.


En los últimos días Ucrania envió refuerzos a este frente, pero los comandantes de las brigadas que luchaban en Avdivka reconocieron que era difícil mantener el control de la ciudad porque los rusos lanzaban cada vez más hombres al combate e intentaban cortar las líneas de suministro y comunicación de las fuerzas ucranianas.


Zelenski reacciona

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, calificó hoy la retirada de las tropas ucranianas de Avdivka de «muy lógica y profesional», y explicó que tiene como objetivo salvar las vidas de los militares ucranianos que defendían esta urbe oriental del asedio ruso.


“Es una decisión muy lógica y profesional para salvar el mayor número posible de vidas ucranianas”, dijo el jefe de Estado durante su intervención en la Conferencia de Seguridad de Múnich.


Zelenski subrayó la importancia para Ucrania de proteger la vida de sus soldados, que son, más allá del armamento, según dijo, el elemento clave de la defensa ucraniana.


“Es una decisión correcta para no ser rodeados”, agregó el presidente ucraniano sobre la retirada anunciada anoche por el jefe de las Fuerzas Armadas ucraniano, Oleksandr Sirski.


Zelenski destacó el alto número de bajas sufrido por Rusia en la ofensiva para hacerse con el control de Avdivka, situada cerca de la ocupada ciudad de Donetsk.


Por cada soldado ucraniano que ha muerto en los combates en esta zona del frente, dijo, han perdido la vida siete militares rusos.


“Desde octubre están atacando a la pobre Avdivka con todo su armamento y toda la fuerza que tienen, con miles de sus soldados que murieron; con decenas de miles de muertos, ¿qué ha conseguido Rusia? La extenuación de su ejército”, señaló.


Zelenski reconoció que Ucrania no tiene las armas que necesita. “No tenemos armas de largo alcance y Rusia las tiene”, dijo, y citó la inferioridad ucraniana en artillería como otro de los problemas que tiene su Ejército en esta guerra.


Ucrania, dijo a modo de ejemplo, “tiene artillería de un alcance de menos de 20 kilómetros y la artillería rusa tiene un alcance de alrededor de 40 kilómetros”.


El deseo expansionista de Putin y la complicidad europea

ANTONIO LÓPEZ-ISTÚRIZ.okdiario. 17 Febrero 2024


En pleno siglo XXI, en una situación geopolítica en la que hemos regresado a una Guerra Fría entre democracias y autocracias, Rusia se mantiene como líder del eje autoritario bajo la sombra de Vladimir Putin. La muerte en sospechosas circunstancias de Alexei Navalny no deja lugar a dudas de que el líder opositor ha sido asesinado por el régimen de Putin en una clara muestra de la brutalidad con la que el régimen silencia a aquellos que se atreven a desafiarlo.


El régimen ruso, enemigo declarado de la democracia y la libertad, y culpable de constantes violaciones de los derechos humanos, no sólo reprime a su propia población, no hay más que ver cómo se está deteniendo a aquellos que osan rendir tributo a Navalny en suelo ruso, o recordar a los más de 15.000 detenidos durante las protestas contra la invasión de Ucrania; sino que tiene como objetivo destruir las democracias que le rodean e impedir el establecimiento de nuevos regímenes democráticos, desestabilizando gobiernos en Latinoamérica y en Sahel. Y, para ello, no duda en utilizar todas las armas a su alcance.


La presunta (pero segura) participación de Rusia en ciberataques y campañas de desinformación para desestabilizar procesos electorales y socavar la confianza en las instituciones democráticas es motivo de gran preocupación en Europa. Y en España ya hemos sufrido sus consecuencias: el caso de Cataluña es un ejemplo flagrante de la injerencia rusa. Putin ha encontrado en el independentismo catalán una oportunidad para socavar la estabilidad de la Unión Europea, fomentando la discordia y debilitando la unidad de sus miembros.


Pero en Europa hemos caído en la trampa de la dependencia energética rusa, lo que nos impide plantar cara como realmente deberíamos a un régimen dictatorial que pretende nuestra destrucción.


España es líder en compra masiva de gas ruso, habiendo aumentado las compras un 30% respecto a 2022. Este ingreso de capitales no solo perpetúa la autocracia de Putin, sino que subvenciona las atrocidades que comete en casa y en el extranjero. La Unión Europea se comprometió a reducir su dependencia energética de Rusia tras la invasión de Ucrania, pero en España parece que hayamos olvidado este compromiso.


Es nuestro deber como ciudadanos reflexionar y comprender que no se trata sólo una transacción económica, sino que supone un respaldo indirecto al régimen de Putin, asesino de opositores y firme enemigo de la democracia. Cada euro que fluye hacia Rusia contribuye a la maquinaria de represión y corrupción que mantiene al líder ruso en el poder. ¿Cómo podemos pretender ser defensores de la democracia mientras financiamos a un régimen que atenta contra ella? Necesitamos una política energética eficiente, que diversifique las fuentes y proveedores de energía, para tener la libertad de romper lazos comerciales con cualquiera que amenace nuestro modo de vida.


La Unión Europea debe unirse enérgicamente para condenar las acciones del régimen ruso y tomar medidas concretas para frenar su influencia nefasta. En un año electoral sin precedentes, donde 400 millones de europeos están llamados a las urnas para elegir la nueva composición del Parlamento Europeo, no podemos permitir que ni Putin, socave los cimientos de nuestra democracia.


La batalla de Navalny no ha sido solo una batalla por la democracia y la libertad en Rusia. Ha sido una batalla por los rusos, por nosotros, los europeos, por Ucrania y por nuestros amigos opositores de Bielorrusia. Ha sido una lucha contra la tiranía de Putin y su ofensiva expansionista. Por ello, los europeos debemos mantener vivo su recuerdo y mantener nuestro firme compromiso con la defensa de nuestra libertad y nuestro modo de vida.


No teman a las guapas

CARMEN ÁLVAREZ VELA. gaceta. 17 Febrero 2024


Parece que la existencia de Vox como partido o como movimiento social tiene graves inconvenientes para el Partido Popular, no cabe duda, pero su aceptación de lo que es ya una realidad irreversible sería lo mejor para España que, al fin y al cabo, es de lo que se trata. Es curioso porque fue el Partido Popular justo el que casi casi lo parió. Paradojas de la vida. Nada sucede porque sí. De aquellos que salieron o dejaron de votarlos, unos creen que el Partido Popular «verdadero» murió en algún momento difícil de precisar después de una larga agonía motivada por su desidia y su seguidismo de un PSOE embrutecido —valga la redundancia—, y que el certificado de defunción lo firmó un bolso. Otros, los más pesimistas, creen que una vez que dejó de ser Alianza Popular nunca hubo nada de verdad en su seno. Chi lo sa.


Por una cosa u otra, la realidad es que ya no hay alfombra —también llamada voto útil— donde esconder a tres millones de españoles. Tres millones de personas que no viven bajo el efecto permanente del tercer cubata ni del pernicioso sentimiento de la ira. Hay alrededor de tres millones de españoles que piensan de forma diferente al Partido Popular y, mal que le pese a Feijoo, tienen derecho al voto y a intentar que sus ideas se pongan en práctica. La libertad de pensamiento tiene estas cosas. Así de loca es la democracia. Así de loca es la vida.


El problema surge cuando ese partido que ha defraudado a buena parte de sus exvotantes —por raros que los consideren— les pide su voto para seguir decepcionándolos y ellos se niegan o, lo que es peor, les exige que no se presenten con su nueva formación. Es como si yo salgo a ligar una noche y le pido a María Durán que no salga ese día para que no me quite pretendientes. Ni tengo derecho a encerrarla en su casa ni se deja ni le puedo poner puertas al campo. Si no es ella, será otra. María Durán, mi compañera de columna y sin embargo amiga, gusta. Y mucho. Puedo ocultarla un tiempo —y lo intento—, pero no toda la vida. Algún día tendré que presentársela a mis amigos y, oiga, el que tenga que marchar en pos de ella, que se vaya. Como defensora del libre mercado y de la democracia, no me quedará más remedio que aceptarlo.


De la misma manera, hubiera sido mejor que el Partido Popular de Galicia, tan seguro como está de su magnífica gestión, se hubiera dedicado a exhibir sus encantos y mostrar más confianza en sus votantes. Un psicólogo diría que carecen de autoestima. Quiéranse, populares gallegos. No teman a las guapas. Y, sobre todo, no las escondan cuando salgan a ligar. Quien dice ligar, dice debatir. ¿Por qué pueden ir Sumar y Podemos a los saraos televisivos y no puede ir Vox? Típico ejemplo de esconder a la tía buena nueva. Un clásico. Craso error, no las teman. Al contrario, exhíbanse con ellas; el miedo se huele y ahuyenta al votante. Confíen en sus propias capacidades que, según ustedes, son muchísimas.


Lo que se da por descontado es que si después de una campaña manifiestamente mejorable —como las fincas— del PP las cosas no salen como ellos quieren, la culpa la tendrá Vox. Por una extraña razón no escrita, Vox no puede criticar a los de Feijoo, pero sí se puede dar el caso contrario. Que un alto cargo popular haya metido la pata hasta el corvejón en una cena con diferentes medios, algunos de centrocentradocentradísimo, no es culpa de los de Bambú. Y ya lo sentimos todos, que por no verlos sufrir daríamos lo que fuera. Pero no, no fue Abascal el que dijo —porque lo dijo— que indultaría a Puigdemont y compañía si se dieran las condiciones. Y eso queda mal. Muy mal. ¿A qué estrategia obedeció ese nada espontáneo colosal error? Otra vez: chi lo sa.


Anécdotas —por ser generosos— aparte, lo importante es que en estos momentos complicadísimos para la supervivencia de España se rectifiquen las políticas nacionalistas que hasta ahora han alimentado el crecimiento de las fuerzas separatistas en Galicia —el BNG es ahora el principal partido de la oposición en lugar del PSG— y eso sólo sucede cuando el Partido Popular gobierna con Vox.


El gran saqueo socialista

Jesus Laínz. libertad dighital. 17 Febrero 2024


Los izquierdistas defensores de la cultura destruyeron veinte mil iglesias, catedrales y monasterios con todo su contenido.


El ministro museístico, Ernest Urtasun, durante un reciente debate parlamentario espetó al representante de Vox, con la superioridad moral e intelectual característica de la izquierda, que "defender la cultura española es defenderla de ustedes". Porque, como usted bien sabe, cultísimo lector, la cultura es cosa de izquierdas. A la derecha le va más la barbarie y la ignorancia.


Echemos un vistazo, pues, a la defensa de la cultura efectuada por socialistas y compañía cuando tuvieron mando en plaza en aquellos tiempos tan añorados por la llamada memoria histórica. En la primera oleada de destrucción de mayo de 1931, muertos aparte, ardieron un centenar de edificios religiosos, bibliotecas y archivos –entre ellos, los veinte mil volúmenes de la biblioteca del Instituto Católico de Artes e Industrias y los ochenta mil de la Casa Profesa de los jesuitas–, fueron profanados varios cementerios y fueron destruidas o robadas cientos de obras de arte.


En 1932 Valle-Inclán fue nombrado conservador del Patrimonio Artístico Nacional. No tardó el egregio escritor en denunciar que los gobernantes republicanos se dedicaban a vender obras de arte de palacios, museos e iglesias a marchantes franceses, que después las vendían con enormes beneficios a millonarios norteamericanos. Dimitió inmediatamente y denunció que España estaba viviendo bajo una dictadura socialista.


La revolución socialista de 1934, y de nuevo muertos aparte, se llevó por delante solamente en Asturias cincuenta y ocho edificios religiosos, incluida la Cámara Santa de la catedral ovetense, depósito de valiosas obras de arte, reliquias y objetos de muchos siglos de antigüedad. También fueron destruidas la universidad de Oviedo y su biblioteca, una de las más importantes de España. Al fin y al cabo, no eran pocos los doctrinarios izquierdistas que por aquellos años proclamaban la necesidad de acabar con la cultura acumulada en siglos pasados, toda ella engendradora de opresión.


Y, tras la victoria fraudulenta del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, llegó el caos. Como confesaron el presidente Alcalá-Zamora y otros eminentes republicanos, el régimen naufragó en un océano de injusticia y violencia: inaplicación de la ley, amnistía a los golpistas del 34, impunidad de los delincuentes, destrucción de periódicos y sedes de partidos derechistas, incautaciones de fábricas y minas, robos, descarrilamientos, bombas, linchamientos, vejaciones, mutilaciones, asesinatos…


Para lo que nos ocupa hoy, miles de muertos aparte, fueron incontables las profanaciones, saqueos e incendios. Los izquierdistas defensores de la cultura destruyeron veinte mil iglesias, catedrales y monasterios con todo su contenido: retablos, pinturas, esculturas, bibliotecas, archivos, etc. Los que no fueron destruidos acabaron como garajes, cuarteles, refugios, polvorines, cuadras y pocilgas. Y lo que no fue destruido por las masas, fue aprovechado por los gobernantes: por ejemplo, pocos días antes de la entrada de los soldados de Franco en Toledo, el presidente del Tribunal de Cuentas, Emilio Palomo, por orden gubernamental, procedió a la confiscación del tesoro de la catedral: decenas de joyas litúrgicas y obras de arte, entre ellas el famoso manto de las cincuenta mil perlas, una escultura de Pedro de Mena y un cuadro de Benvenuto Cellini. Y lo mismo sucedió en casi todos los templos de la España que quedó en zona republicana.


Respecto al insuperable robo del oro del Banco de España, baste con recordar el testimonio de uno de sus perpetradores, el militar comunista Valentín González, el Campesino, que explicó cómo José Díaz, secretario general del PCE, le encargó hacer el traslado del oro con gran secreto, a las dos de la madrugada, a espaldas del director del Banco de España, empleando sólo militantes comunistas de confianza y camuflando los camiones con los distintivos propios de los transportes de explosivos:


Hízose todo en medio del mayor misterio y como si se tratara de un robo. Y eso fue: un inmenso robo hecho al pueblo español. Yo no lo sabía o no lo comprendía entonces: ahora que lo sé, el recuerdo de mi involuntaria complicidad me llena de indignación contra mí mismo y contra sus organizadores conscientes.


Por lo que se refiere al capítulo estrictamente museístico, un destacado robo fue el perpetrado en el Museo Arqueológico, de donde, para escándalo de unos funcionarios que consiguieron salvar algunas piezas enterrándolas en el jardín, agentes gubernamentales sacaron las valiosas colecciones de monedas antiguas de oro y plata.


Pero baste recordar el caso del Prado, sobre el que varios dirigentes republicanos y testigos presenciales aclararon que no se trató de una operación de salvamento, como repite machaconamente la televisión del régimen. Por ejemplo, el subdirector del Prado, Sánchez Cantón, declararía que una delegación de intelectuales antifascistas le había comunicado que, salido el oro del Banco de España hacia Moscú, a la República sólo le quedaba el Prado para conseguir dinero. Salvador de Madariaga, embajador y ministro republicano, resumió con contundencia que "el cacareado salvamento de los cuadros del Prado, lejos de ser tal salvamento, fue uno de los mayores crímenes que contra la cultura española se han cometido jamás". Y Gregorio Marañón, en una carta dirigida precisamente a Madariaga el 15 de febrero de 1939, dio algunos detalles más:


Testigos presenciales me han referido que Pérez Rubio, pintor fracasado y enloquecido por el comunismo, que como Vd. sabe es el responsable de todo, había dicho repetidas veces, aquí y en América, que antes de entregar los cuadros a los fascistas los destruirían.


Muchos de los cuadros fueron expuestos en Ginebra de junio a septiembre de 1939 –entre ellos Las meninas, La familia de Carlos IV, La maja desnuda y El jardín de las delicias– y devueltos a España tras la reclamación del gobierno de Franco.


Mención aparte merece el buque Vita, adquirido por el gobierno para trasladar los restos del saqueo. Las ciento diez cajas atesoraban, según el inventario de los responsables, depósitos del Banco de España y los montes de piedad, el joyero de la Capilla Real, lingotes de oro, colecciones numismáticas de la Casa de la Moneda, incunables, cuadros de valor incalculable y joyas religiosas como las de la catedral de Tortosa y el manto de las cincuenta mil perlas de la catedral de Toledo. El tesoro, llegado secretamente a México, quedó en manos de un Indalecio Prieto que, hasta su fallecimiento en 1962, se dio la gran vida mientras miles de republicanos sufrían los campos de concentración franceses y alemanes y, posteriormente, un largo exilio sin apenas ayudas.


Terminemos con una anécdota personal. Hace años, visitando con unos amigos la iglesia de Comillas (Cantabria), vimos en una pared lateral una placa que explicaba que la iglesia había estado adornada con retablos barrocos de gran valor artístico. Sobre su destrucción no daba ningún detalle. Cuando comentábamos que probablemente hubieran sido los franceses, acertó a pasar junto a nosotros un joven sacerdote que, sin detenerse, se limitó a señalarnos con una sonrisa: "No, los franceses no. Los rojos, los rojos".


Hoy esa placa ya no existe. La Ley de Memoria Histórica se la llevó por delante.


www.jesuslainz.es



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Galicia puede ser el comienzo

María Zaldívar, gaceta. 17 Febrero 2024


No es una novedad la existencia de espías rusos de elite preparados para realizar de operaciones especiales, dentro pero en especial fuera de su país, tales como pirateo informático, desinformación, envenenamientos, sabotajes, revueltas y desestabilización política. Las muertes en circunstancias dudosas acaecidas en el Reino Unido de disidentes y críticos del presidente Vladimir Putin son una prueba de dichas prácticas.


Esos agentes se mueven con pasaportes falsos y son conocidos por sus actividades en toda Europa. En los últimos días fue detectada la presencia de varios de ellos en Cataluña en el año 2017, durante las principales refriegas en épocas del procés. Hay ocho identificados pero se sospecha que hubo un total de catorce.


Ese período comprende hechos puntuales y relevantes: el último día de la campaña del referéndum ilegal de independencia de Cataluña, la amenaza de Carles Puigdemont de someter a votación en el Parlamento dicha declaración, la jornada del referéndum ilegal, la huelga general catalana y la denominada «parada de país» y la independencia proclamada por Puigdemont y suspendida inmediatamente.


Casi 5.000 perfiles automáticos de Twitter difundieron sistemáticamente mensajes financiados por el Kremlin sobre el proceso independentista. Lo hicieron durante esos 20 días más intensos del proceso secesionista de 2017. Los mensajes elaborados por estos medios fueron compartidos más de 80.000 veces en la red social por unas 40.000 cuentas. Según un estudio de la empresa Audiense, dedicada al análisis de redes, la mayoría de esas cuentas eran bots.


Los mensajes, sólo por efecto del retuiteo a través de esas cuentas bots, obtuvieron más de medio millón de reproducciones y con eso la posibilidad de aparecer en el timeline de muchos usuarios. Un ejemplo es el twitt titulado “Dictadura” venezolana vs “democracia” española (el original aplicaba esas elocuentes comillas) y remitía a un vídeo en el que se elogiaban las virtudes del sistema político venezolano frente al español. Otro decía: «Cuando te hablen de democracias que impiden el voto y dictaduras que lo permiten, es hora de replantearse algunas cosas».


Esta grave injerencia en un tema de política interna de otro estado alentando los disturbios vuelve a poner el foco en el rol de Rusia en el contexto internacional. Occidente debe entender el espíritu imperial ruso y su naturaleza étnica. Rusia jamás se sentirá parte de occidente porque nunca lo ha sido y su aspiración es extender su influencia a través de la guerra, como en Ucrania, pero también con mecanismos indirectos de intromisión política en países democráticos. Descubrir la colaboración prestada al separatismo por parte de una administración autoritaria y despiadada es una señal que los ciudadanos deberían evaluar como inadmisible y reflexionar respecto de la inconveniencia de acompañar a partidos que aceptan o disimulan esas prácticas en lugar de denunciarlas y rechazarlas.


Congresales republicanos de Estados Unidos acaban de hacer pública la intención de Vladimir Putin de poner armamento nuclear en el espacio. La sensación que sus decisiones transmiten es que se siente poderoso y sin freno alguno.


Como si eso no fuera una amenaza mundial suficiente, el combo de ideología progre e impericia política de Joe Biden logró lo que Donald Trump no permitió durante su mandato: el acercamiento entre Rusia y China. Este hecho estratégico también es altamente preocupante. Hay una actitud en la dirigencia política mundial, de una calidad notablemente mediocre, de ir detrás de los acontecimientos.


En este contexto de complejidad creciente, que Pedro Sánchez intente proteger y exculpar a Carles Puigdemont luego de conocerse la intromisión rusa en las revueltas catalanas lo hace éticamente inaceptable a él y al partido que lo respalda. Y se vuelve casi misterioso entender que gran parte de la población del país continúe delegando en ellos el ejercicio del poder.


Pero el Partido Popular tampoco se queda atrás. Intenta por cualquier medio sacarle votos a la formación VOX porque lo considera su real adversario ideológico, pues es quien expone las inconsistencias y desvíos de los populares. Ahora en la campaña para las próximas elecciones en Galicia, en lugar de luchar juntos contra el pacto del Partido Socialista Obrero Español con las diversas variedades de izquierdas, instala la noción del «voto útil», en alusión a que solo suma apostar por el PP. Sembrar el miedo en la población para obtener apoyo electoral es una práctica perversa y falaz muy utilizada por las peores autocracias (América Hispana está llena de ejemplos) y es lo que practica hoy por hoy Núñez Feijoo en sus apariciones públicas. Mientras tanto, rechaza sistemáticamente explicar sus contactos secretos con socios del PSOE y hasta su evaluación de la ignominiosa amnistía que impulsan tanto el socialismo como el variado colectivo de izquierdas.


Este deterioro de los valores del que hacen ostentación ambas dirigencias políticas fomenta el escepticismo de los votantes. España ha perdido recientemente buenas oportunidades de enderezar su derrotero. Las posibilidades de frenar el deterioro no son inagotables; sin embargo, con las próximas elecciones gallegas se puede demostrar que el voto útil es aquel que nos representa con la certeza de llevar al Congreso la voz de nuestras auténticas convicciones y no desplazar a quienes, en campaña, dicen ser la oposición y el resto del tiempo toleran las inconsistencias del oficialismo y se enredan en acuerdos espurios de espaldas a la gente.


Las democracias del mundo, hoy más que nunca, tienen la obligación de ser precisas y transparentes, de aislar a los gobiernos autoritarios y mucho más teniendo la certeza de que operan contra la unidad nacional.


En Galicia hay un voto que pelean la izquierda y VOX. Para modificar el rumbo español sería una señal excelente que ese escaño que se debate en cuatro provincias gallegas fuera para VOX. Se estaría dando un formidable paso hacia la reconstrucción de una sociedad confundida y manipulada por una izquierda rancia y por una derecha cobarde que no termina de asumir el liderazgo necesario para encabezar el cambio.


Sánchez como símbolo de la España mala

Eduardo Inda. okdiario. 17 Febrero 2024


Yo mismo hubiera aplaudido con las orejas a Sánchez si hace una semana coge el Falcon y se planta en Barbate a dar el pésame a las familias y a los compañeros de los dos guardias civiles asesinados por esos narcoterroristas a los que espero ver pronto a la vera de Satanás. De haber sido abucheado, el arriba firmante, que no es precisamente dudoso de criptosanchismo, se habría partido públicamente la cara por él porque cuando un político cumple con su deber constituye un imperativo moral aparcar las fobias. Sin embargo, Pedro Sánchez estuvo más Pedro Sánchez que nunca. Batió todos los récords de malaje y eso que el nivel estaba previamente en el espacio interestelar. En lugar de dar la cara, optó por esconderse y tirar de Fuerza Aérea para acudir a los Premios Goya. La ida a Valladolid la realizó en el Super Puma, que regresó vacío a Madrid, y la vuelta en el Falcon porque el helicóptero presidencial le debió resultar incómodo al señorito. Un dispendio más propio de sátrapas bananeros que de un primer ministro de ese Occidente democrático en el que, más que devoción, la austeridad representa una obligación insoslayable.


Lo de Barbate no nos extrañó porque llovía sobre mojado. Fue él, y no un Marlaska que obviamente consultó al de arriba, el que disolvió la unidad de élite de la Guardia Civil (OCON Sur) dedicada a combatir el narcotráfico en El Estrecho. Una decisión extrínsecamente incomprensible y moral e intrínsecamente deleznable. Lo último es tan obvio que no necesito explicárselo. Lo primero se entiende con una mera analogía: ¿se imaginan a Biden disolviendo la DEA porque han cazado a unos cuantos agentes corruptos? ¿A que no? Pues eso. Eso en el supuesto de que estuviéramos ante una investigación de Asuntos Internos rigurosa y no una caza de brujas. Lo digo porque el teniente coronel Oliva y sus hombres debían ser una panda de corruptos pero lo disimulaban requetebién. Trincaban narcos y fardos sin parar. De hecho, la Fiscalía ha solicitado el archivo del caso abierto al número 1 de estos patas negras. «Casualidades de la vida», se echó el cierre al OCON Sur apenas tres meses después de que el Gobierno descubriera que Marruecos había infestado de Pegasus los móviles del presidente y del ministro del Interior. Como no quiero insultar a su inteligencia, queridos lectores, no les recordaré de dónde vienen los estupefacientes que los narcos acercan a nuestras playas a bordo de bólidos marinos de 1.200 caballos.


Por no hablar de ese lacerante déficit de medios para unos guardias civiles que, para colmo, cobran hasta 7.000 euros anuales menos que un mosso o un ertzaina. Nuestros beneméritos héroes luchan con tirachinas contra bandas que cuentan con lo último de lo último en armamento y embarcaciones. De la indignación pasamos a la exasperación cuando conocemos que Sánchez regaló al régimen alauita cinco de esas lanchas de quinta generación que el instituto armado viene reclamando hace años.


Sánchez es el más famoso exponente de esa España mala que desprecia a la Guardia Civil. Pero no el único. El Parlament de Cataluña se negó a guardar un minuto de silencio por David Pérez y Miguel Ángel González. Los basurescos Bildu y Geroa Bai hicieron lo propio en Pamplona y el alcalde socialista de Huelva, Gabriel Cruz, se largó del homenaje en el Ayuntamiento. Aunque nada como esos Premios Goya que, con los cuerpos de los agentes aún calientes, se pasó por el forro de sus miserias un día de luto para la España buena. Cuando algo está tan claro, una omisión se convierte en una acción. Por el mal, naturalmente.


Al BNG le faltan 68 votos: los gallegos abatidos por ETA

Las víctimas reclaman a Otegui, socio de Pontón, que aclare crímenes sin resolver como la desaparición de tres jóvenes en 1973

Francisco Mercado. esdiario. 17 Febrero 2024


Es bueno que el etarra Pernando Barrena sea eurocandidato y asesor del BNG. Igual consigue que los ex dirigentes de ETA confiesen un secreto. ¿Dónde están Humberto Fouz Escobero, Jorge García Carneiro y Fernando Quiroga Veiga? Tres veinteañeros gallegos desaparecidos tras cruzar la frontera francesa en 1973 para ver El último tango en París, película prohibida en la España franquista.


ETA los creyó policías. Los secuestró, torturó y asesinó. ¿Pero dónde están sus cadáveres? Cometieron tres errores: acento gallego, ser jóvenes y vivir en Euskadi. El cliché del txakurra.


Entonces los nacionalistas vascos no amaban a los gallegos. Maketos. Sospechosos para la secta de Otegui. Y, para colmo, algunos para huir del hambre osaban vestir uniforme.


Galicia anteayer lloraba sus paisanos muertos. Hoy el BNG jalea a jefes del matadero. Clona el modelo de patria de ETA/Bildu. Pero le faltan 68 votos: los gallegos asesinados por ETA.


El BNG ignora los gallegos borrados por ETA. Pero Coral Rodríguez Fouz, sobrina del desaparecido Fouz, no olvida. "A quienes lo saben, que digan dónde están los restos".


Florencio Domínguez, director del Centro Memorial de Víctimas, acota. "Hay media docena de personas que fueron testigos o protagonistas y que siguen vivos". Que sigan el ejemplo del IRA, que aclaró el paradero de "una docena de desapariciones". Que lo hagan por "humanidad y ante quien quieran y de la forma que deseen, desde el anonimato".


Otegui aplaude que el Sinn Fein, el brazo político del IRA, pueda gobernar en Ulster. Ve cercano igualarlo en Euskadi. Punto. Hasta ahí las imitaciones.


Coral exige "a los líderes de la izquierda abertzale, a Arnaldo Otegi y Rufi Etxebarria, que digan lo que saben y que se sepa dónde están sus cuerpos". ¿Llevará a la UE este asunto Barrena, como hace con las torturas policiales? Son un jalón en un largo historial de gallegos abatidos por ETA. Merecen ser recordados hoy que se vota a un partido sin memoria.


Algunos de los 68 muertos que Galicia debe a ETA

1968. El guardia José Antonio Pardines. Pide la documentación de un coche. Se agacha para verificar la matrícula. Los dos ocupantes son Iñaki Sarasketa y Francisco Javier Etxebarrieta 'Txabi', que le dispara en la cabeza. Tenía 25 años.


1973. Los tres veinteañeros desaparecidos en Francia.

1974. Apala asesina al guardia Manuel Pérez Vázquez. Mueren Baldomero Barral Fernández y María Josefina Martínez. Un matrimonio coruñés que desayuna en una cafetería madrileña, Rolando, que nunca admitió ETA haber volado.


1975. El policía Ovidio Díaz López. Intentaba frenar un atraco bancario de ETA en Barcelona.

1977. El guardia Constantino Gómez Barcia. 21 años. Ametrallado cuando volvía de una fiesta.


1978. El obrero metalúrgico Luis Candendo Pérez. 25 años en Euskadi.

1980. Los guardias Ángel Prado Mella y José Vázquez Plata. Ametrallados cuando vigilaban una vuelta ciclista en Álava.


1982. Muere en atentado el guardia Benjamín Fernández Fernández.

1984. El teniente general Guillermo Quintana Lacaci. Abatido cuando salía de misa en Madrid.


1985. El vicealmirante Fausto Escrigas. Y el guardia Fernando Amor Calvo cuando desactivaba una bomba frente a un bar de Álava.

1986. El teniente coronel Carlos Besteiro Pérez.


1987. El conductor de autocar Ángel Ramos Saavedra, víctima del atentado en Zaragoza. En Hipercor perecen María Paz Diéguez Fernández, María Emilia Diéguez y Matilde Martínez Domínguez. Y el guardia Antonio López Martínez por una bomba de 20 kilos de Goma-2.


1991. El guardia Ricardo Couso Ríos. Tiroteado cuando esperaba que sus hijos salieran del colegio en Vizcaya. Tenía 38 años. Seis balazos.

1995. El comandante de artillería Luciano Cortizo en León por bomba lapa. Hirió gravemente a su hija.


1998. El subteniente Alfonso Parada Ulloa.

2001. El trabajador eléctrico José Ángel Santos Laranga. Víctima de un atentado contra un edil socialista.


2002. El policía municipal Manuel Ferreira Simois.


Aquí yacen gallegos cuyo único delito fue vestir uniforme. Agentes en pleno acto de tortura como esperar a sus hijos, vigilar una carrera ciclista, comprobar una matrícula o salvar un bar de una bomba.


Y paisanos que osaron comprar en Hipercor o desayunar en Rolando sin permiso de ETA. Hay obreros muertos con otro uniforme: metalurgia, electricidad… ¿No son así los votantes del BNG?


Trágica ironía. Un guardia gallego abatido por ETA se apellida Couso. Izquierda y judicatura progre se movilizaron contra el asesinato por EEUU del periodista gallego José Couso en Irak. Hice mía tal causa. Pero el Couso guardia no tuvo tal corte. Algunos Couso son más Couso que otros.

Las víctimas lo sentencian en versos.


"Porque la Patria es lo primero,

porque alguien lo ordenó,

porque Euskadi es nuestro dios,

el que está en lo más alto,

el que existía antes de la nada,

el que tiene el poder,

el que decide quién vive y quién muere".


Y clavan silencios como el del BNG.


"Aquí, ya no dice nadie,

queda el silencio,

solo ante la infamia.


Aquí, ya no dice nadie,

murieron los que decían,

por la espalda".


La historia de los héroes de Leiza que rechazan la amnistía y dan la cara por la Guardia Civil en el fortín de Bildu

La cara más visible de estas protestas es Silvestre Zubitur, que heredó de su padre la vocación política en un pueblo terriblemente golpeado por ETA.

Sandra León. libertad dighital. 17 Febrero 2024


"Cuando un guiri me pregunte qué significa la expresión española ‘tener cojones’, le enseñaré esta foto", escribía Arturo Pérez-Reverte el pasado mes de noviembre tras ver a nueve vecinos de un pequeño municipio navarro gobernado por Bildu manifestarse contra la amnistía. Tres meses después, los ya bautizados como "héroes de Leiza" han demostrado esta semana que lo suyo no fue un arrebato de valentía pasajero.


"Marlaska dimisión, alde beitko (lejos para siempre)", rezaba la nueva pancarta que tenían la osadía de alzar el pasado lunes tras el asesinato de dos guardias civiles en Barbate. Mientras los proetarras claman por la expulsión de la Benemérita del País Vasco y Navarra, este puñado de constitucionalistas demostraba una vez más que defender los principios que imperan en nuestra Carta Magna no solo es posible en cualquier rincón de España, sino que es una obligación.


De padres a hijos

Al frente de todos ellos, Silvestre Zubitur, hoy concejal de UPN y entregado a la política municipal desde principios de los años noventa. Su vocación la heredó de su padre, que también había sido concejal en este pequeño municipio navarro. "Había que recoger el testigo y en el año 91 entré yo", dice orgulloso aquel que nunca se ha planteado otra cosa que no sea defender el imperio de la ley y "los principios de la gente de bien".


Desde entonces, no ha fallado ni una sola legislatura. "Incluso en una que no podía presentarme porque mis dos hijos mayores eran los últimos soldados de Leiza y no tenía tiempo para desempeñar el puesto", recuerda. Aquel año fue de número cinco de forma simbólica. Sin embargo, el destino quiso que tuviera que dar un paso al frente: "Desgraciadamente, ocurrió lo que nunca tenía que haber ocurrido, que es que nos asesinaron a nuestro concejal José Javier Múgica y yo tuve que salir otra vez a la palestra para sustituirle".


Tres atentados de ETA

Que mataran a su compañero, además de amigo, no fue fácil. Sin embargo, no era la primera vez que ETA atentaba en su pueblo ni sería la última. "El primero fue un vecino que en 1998 fue a regularizar su arma y lo asesinaron frente al cuartel de la Guardia Civil", rememora Silvestre. El último, Juan Carlos Beiro, un agente que cayó en la macabra trampa que los terroristas pusieron a la Benemérita en septiembre de 2022. Como reclamo para atraer a las fuerzas del orden, ETA había desplegado en la carretera que pasa por Leiza una pancarta que decía "ETA bietan jarrai. Guardia civil, jota bertan hil" (ETA, adelante con las dos. Guardia civil, mátalo aquí). Cuando Beiro y un grupo de agentes fueron a descolgarla, activaron la bomba que habían colocado justo detrás. El cabo falleció de camino al hospital.


"Todo esto te marca y te reafirma en esos principios que hay que defender a capa y espada", explica Silvestre, que, sin embargo, no esconde su decepción con la deriva de nuestro país. "Parece que la batalla la ganan los malos y que siempre estamos luchando contracorriente, y eso desgasta", reconoce. Aun así, ese desgaste del que habla no ha impedido que los ya bautizados como héroes de Leiza hayan vuelto a salir a la calle. Aunque la realidad es que nunca se han ido. "La pancarta contra la amnistía la ponemos todas las mañanas y la quitamos todas las noches para que no se la lleven. Un día apareció una pintadita y tuve que taparla con una bandera de España", dice sin ser consciente de la admiración que produce que alguien sea capaz de hacer algo así en un fortín de Bildu.


En defensa de la Guardia Civil

"Lo del otro día de la Guardia Civil era de justicia, porque los han vapuleado por todos los lados y, al escuchar por la radio que habían convocado un minuto de silencio a las 12 del mediodía en las plazas de toda España, ahí que volvimos nosotros", explica Silvestre. Guardaron un minuto de silencio, rezaron un padre nuestro e incluso entonaron "La muerte no es el final". No era la primera vez que lo hacían. Ya el domingo pidieron que se oficiara una misa por los dos agentes fallecidos, David y Miguel Ángel y, al terminar, hicieron lo propio. Sin embargo, la tecnología les falló y no pudieron inmortalizar el momento, por lo que no dudaron en repetirlo al día siguiente. "Su propio nombre lo indica: son guardias civiles; se dedican a guardar a los civiles y llevan casi 180 años haciéndolo, así que lo mínimo que se merecen es un respeto", insiste.


Su determinación es tan grande y su defensa de España tan serena que, por extraño que parezca, se han ganado el respeto incluso de los que no piensan como ellos. "Por ahora no hemos tenido ningún problema y es así como debe ser, porque se nos llena la boca de hablar de libertad, pero no se nos debe olvidar que la libertad de uno termina donde empieza la del otro", defiende.


Lo más que les han preguntado es por qué salen a defender a los guardias civiles y no a los que mueren todos los días en pateras. Su respuesta no puede ser más clara: "Porque unos han sido enviados ahí a prestar un servicio público y otros se han echado al mar libremente, y claro que nos da mucha pena, pero es que estos señores han tenido que ir a luchar con una lanchica de goma y nos duele que encima se vean esas imágenes en la televisión, que aquello parecía un circo romano", dice en referencia a las decenas de personas que jaleaban a los narcos mientras pasaban literalmente por encima de los agentes con sus embarcaciones.


Los otros héroes

Junto a Silvestre, Fermín, compañero de UPN, y amigos y familiares varios, entre ellos su mujer y su hermana. Sin embargo, todos ellos prefieren mantener su anonimato, no porque no tengan la valentía suficiente para dar la cara -ahí están las fotografías-, sino porque no quieren que ser pierda el foco de lo verdaderamente importante: "Nosotros esto no lo hacemos para darnos publicidad, sino porque creemos que es nuestra obligación y tenemos una necesidad que nos sale de dentro. Al final la motivación de todos es la misma y es combatir el desasosiego que tenemos con todo lo que está ocurriendo en España y la dejadez y el abandono que sienten los que piensan como nosotros".


La pregunta, sin embargo, es evidente: ¿tendrán ustedes relevo generacional en Leiza? "Pues no lo sé, chica", responde Silvestre espontáneamente con su acento navarro. En sus listas, hay un puñado de jóvenes, entre ellos sus propios hijos, aunque más a modo de apoyo para que puedan seguir presentándose a las elecciones que con la esperanza de ser elegidos. "Y la verdad es que para sufrir lo que hemos sufrido y ver que al final al malo es al que premian… Pues igual es mejor hacer como los marineros, que antiguamente no sabían nadar", apunta. "¿Qué quiere decir con eso?", le preguntamos. "Pues que la agonía es terrible -explica-. Antes no sabían nadar porque si se hundía el barco se ahogaban en un minuto, y si sabían nadar, pasaban horas luchando, sabiendo que iban a morir".


A pesar de sus palabras, su energía le delata. Hace unas semanas fue la amnistía. Ahora, el honor de la Guardia Civil. Pero si algo le queda claro a una después de escucharle es que su lucha no termina aquí. "En este rincón va a empezar la reconquista de España", aseguraba el pasado jueves en el La Noche de Dieter. Lo hacía entre risas, sorprendido por el interés que había despertado en la prensa, pero lo cierto es que es difícil imaginar un lugar y unos líderes mejores para emprender esa reconquista de la que habla. Serán pocos, pero valientes y perseverantes como para demostrar a toda España que no hay excusas para defender tus principios incluso aunque vivas en un lugar como Leiza en el que los proetarras hace mucho que se hicieron fuertes.


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