Recortes de Prensa Lunes 26 Febrero 2024

Europa se juega su propia seguridad en Ucrania

Editorial ABC. 26 Febrero 2024


Se cumplen estos días dos años de la invasión rusa de Ucrania, proyectada por Putin como una operación relámpago y que como tal ha sido un fiasco militar de primer orden para el Kremlin. En realidad, la de ahora es una segunda fase de la guerra que comenzó cuando Rusia se apropió de la península de Crimea sin necesidad de dar un solo tiro. Aquello fue un aviso de Putin sobre sus intenciones expansionistas al que Occidente no hizo ningún caso y el mundo se ve hoy como se ve.


Por eso es imprescindible que, una vez que EE.UU. ha cortado drásticamente la ayuda a Kiev y se conforma con las sanciones, Europa dé un paso al frente y siga prestando socorro a Ucrania. En este sentido, la promesa de Von der Leyen, expresada ante Zelenski este fin de semana, de que la UE no cejará en la ayuda (financiera y militar) «hasta que su país sea finalmente libre» resulta fundamental. Europa no puede permitir que Putin se salga con la suya pues en realidad en Ucrania se juega también su propia seguridad.


La guerra de Ucrania después de dos años

​Jorge Gómez. el debate. 26 Febrero 2024


Al inicio de este conflicto, provocado por la invasión de Rusia a Ucrania, casi todos los errores fueron cometidos por la parte rusa. El primero fue el propio ataque a Ucrania, que ya llevaba un tiempo preparándose para ello, asesorada mayoritariamente por estadounidenses y británicos, muy interesados en debilitar al oso ruso, mientras que los europeos nos situábamos en la posición clásica de la Vieja Europa, filosofar.


La invasión lanzada contra Ucrania por Vladimir Putin llega a dos años con alto coste en medios y soldados


A partir de ahí múltiples errores que muchos expertos han analizado hasta la saciedad: fracaso de la operación relámpago; batacazo en el intento de un ataque aerotransportado sobre Kiev; errores militares y de inteligencia a la hora de evaluar las capacidades propias y las de los ucranianos; errores a la hora de evaluar el apoyo exterior a Ucrania; errores a la hora de evaluar el apoyo de la población ucraniana que les recibiría con los brazos abiertos y muchos otros errores que convirtieron los primeros momentos de este ataque en un verdadero desastre, trasladando a todo el mundo una sensación de incapacidad que no se correspondía con la idea que se tenía del gran ejército ruso.


Después de espectáculos como el de los mercenarios de Wagner, el reclutamiento de presos en las cárceles, los desastres en el campo de batalla, y todo tipo de acciones que no se corresponderían con esa gran Rusia que Putin proclama, parece que fue el ahora denostado Surovikin, supuestamente arrestado o encarcelado, y eso en Rusia siempre es un mal síntoma, el que comprendió que, ante la incapacidad de contener el avance ucraniano, lo más sensato era una retirada a tiempo que siempre es una victoria. En mi humilde opinión, fuese el o fuese el que fuese que tomó esa decisión, acertó.


La retirada de las fuerzas rusas a la carrera nos mostró una imagen que no pensábamos ver, y que parecía indicarnos que la cosa iba bien para los ucranianos y sus aliados y muy mal para los rusos. Quizás ese día comenzamos los aliados contra Rusia a cometer nuestros primeros errores, quizás interpretamos que después de esta retirada la victoria estaba más cerca. Erramos gravemente.


Ese invierno, aprovechando las condiciones climáticas en la zona, que dificultan mucho las operaciones terrestres, los rusos se dedicaron a fortificar sus posiciones defensivas, a desarrollar un sistema de defensa casi infranqueable, sobre todo contando con que los ucranianos no disponían del control del aire y estaban en inferioridad artillera. La inteligencia británica informaba en aquel momento de su observación de las líneas defensivas construidas por los rusos. Se referían a una primera línea avanzada de combate y, a continuación, dos zonas de defensa muy fuertes, situadas entre ellas a una distancia de entre 10 y 20 kilómetros. Informaban también de que eran obstáculos muy serios y de que su utilidad dependía de que pudieran las fuerzas rusas contar con la artillería y el personal suficiente para mantenerlas.


Por otro lado, paralelamente al cambio de estrategia defensiva, iniciaron un cambio también en sus acciones ofensivas, pasando a utilizar los ataques lejanos realizados desde sus plataformas terrestres o desde unidades navales o aéreas, combinando el uso de drones y misiles de largo alcance, atacando objetivos civiles, infraestructuras críticas y sistemas de abastecimiento de todo tipo, con el claro objetivo de trasladar aún más sufrimiento a la población civil ucraniana y buscar una posible presión sobre su gobierno. También, se pudieron observar reuniones del más alto nivel entre rusos y chinos, coreanos del norte, iraníes y otros. Estas reuniones estaban claramente dirigidas a corregir la falta de algunos medios por parte de Rusia y el abastecimiento por parte de estos países. Así comenzaron a recibir diverso material del que carecían, misiles, drones, munición, etc.


El fin del invierno, la llegada del verano y la toma de decisiones acertadas, dieron como resultado un cambio de imagen, ahora eran las fuerzas ucranianas las que se mostraban incapaces de atravesar las líneas defensivas rusas. Se batían los ucranianos como héroes, pero comenzaba a percibirse que algo estaba fallando, que algo no estábamos haciendo bien. Estábamos armando a los ucranianos, pero no para ganar la guerra sino para mantenerse en ella, no les estábamos ayudando con decisión y no les estábamos proveyendo del armamento que necesitaban. Sin capacidad en el aire, en inferioridad artillera, con inferioridad en el número de hombres y sin misiles de medio y largo alcance, estaban abocados al fracaso en su ofensiva, con un coste de vidas humanas y una pérdida de material considerable. La guerra se iba transformando en una guerra de desgaste, algo que, a priori, parece beneficiar a Rusia, y digo «parece» porque el que no sea así está en nuestras manos, la de los países que apoyamos a Ucrania.


Hemos cometido numerosos errores, pero todavía podemos corregirlos y demostrar a Ucrania que los defendemos porque desde el primer momento de la guerra son «de los nuestros». Creímos que con apoyar a Ucrania con nuestras reservas, en algunos casos con material cercano a la chatarra, sería suficiente y no lo ha sido; hemos descubierto que no somos capaces de apoyar con decisión porque nosotros mismos no estamos preparados para la guerra, en las condiciones actuales no seríamos capaces de mantenernos en guerra más que algunos meses, y algunos no más allá de pocas semanas; los estadounidenses han obrado interesadamente, poniendo sus intereses por encima de todo, forzando a los países de la OTAN y la UE ha entregar su armamento, dosificando mientras el suyo, castigando así a Ucrania a una situación en la que podía mantenerse en el campo de batalla pero sin opciones de ganar la guerra, desangrando a Rusia pero desangrando mucho más a Ucrania, amén del negocio de venta de armamento del que salen inmensamente beneficiados.


Los rusos se equivocaron y corrigieron parte de sus errores y ahora nos toca a nosotros, para no convertir esta guerra en un desastre para Ucrania y para Europa. Es hora de que la Unión Europea adopte una posición valiente, tenemos la oportunidad de comenzar a decidir la solución de nuestros problemas, más aún después de que Donald Trump haya amenazado con dejarnos en la estacada. Ellos, los ucranianos, han puesto los muertos y el heroísmo, han derramado su sangre, y ahora nos toca a nosotros apoyarlos con decisión y valentía.


Ucrania necesita drones, necesita artillería, necesita misiles que le permitan atacar las líneas logísticas de abastecimiento rusas, necesita aviones para disputar el dominio en el aire, necesita municiones y muchas otras cosas. Ucrania necesita nuestra ayuda y se la ha ganado a pulso. Estamos en un momento clave, todavía podemos corregir y cambiar el rumbo de una guerra en la que los ucranianos se juegan mucho y nos jugamos mucho los europeos. Si no ayudamos a los ucranianos necesitaremos todo lo que no les enviamos para defendernos a nosotros mismos porque volveremos nuevamente a ser el escenario donde se libre un conflicto a gran escala. Es hora de despertar y concienciarnos que la paz y nuestro modelo de vida lo mantendremos si lo defendemos.


La UE tiene la oportunidad de ayudar sin fisuras a Ucrania, salvo algunas excepciones que tenemos en nuestro club como son los húngaros y eslovacos, y presionar a los EE. UU para que apoyen con más firmeza. Tenemos la oportunidad de adoptar una posición estratégica propia y mostrar a los estadounidenses que si no vamos juntos perderemos todos, ellos también. No podemos equivocarnos porque sería catastrófico para nuestro futuro. Está en juego nuestro modelo de vida, nuestra libertad y no deberíamos olvidarlo. Convirtámonos en más Europa ganando para nuestro club a un socio que está llevando a cabo una gesta heroica en su lucha contra los rusos, es lo menos que debemos hacer por ellos.


Jorge Gómez es oficial de la Armada en la Reserva Exmiembro del CNI


Rusia aprieta en los ejes de Márinka y Avdivka con 65 ataques en un día mientras los líderes europeos se reúnen en París

Arantxa Palacios. el donfidencial. 26 Febrero 2024


Las fuerzas rusas siguen apretando en el frente del este y lanzaron durante la pasada jornada 40 ataques contra posiciones ucranianas en el eje de Márinka y otros 25 en el de Avdivka que fueron repelidos por las tropas de Kiev, según recoge el parte de hoy del Estado Mayor ucraniano. Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), blogueros militares rusos hablan de avances rusos en el este de Avdivka que no han podido ser confirmados por este ‘think tank’ estadounidense que sigue el curso del conflicto con imágenes por satélites y otras fuentes abiertas.


Al menos una persona ha muerto y otras cuatro han resultado heridas en varios ataques perpetrados por las Fuerzas Armadas rusas contra la región de Dnipropetrovsk, apenas un día después de que se hayan cumplido dos años del inicio de la invasión de Rusia a Ucrania. El gobernador regional, Serhiy Lisak, ha indicado durante la mañana que "los rusos arrojaron explosivos desde un vehículo aéreo no tripulado sobre el vehículo" en el que se encontraba un hombre de 57 años en la ciudad ucraniana de Nikopol.


Estos nuevos ataques tienen lugar en el fin de semana en que se cumple el segundo aniversario de la invasión de Rusia sobre Ucrania, que tuvo lugar el pasado 24 de febrero de 2022, y una semana después de que las tropas ucranianas se retiraran de Avdiivka, uno de los principales escenarios de esta guerra junto al otro disputado frente de Kupiansk.


Además, una veintena de jefes de Estado y de Gobierno se reúnen en París para reafirmar el apoyo de Europa a Ucrania, en una gran conferencia impulsada por Emmanuel Macron y a la que asistirán, entre otros, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, o el canciller alemán, Olaf Scholz. El objetivo primordial de este foro, que se ha preparado en escasos días, es "contradecir la opinión" de que el apoyo a Kiev va en declive tras dos años de conflicto. "No estamos fatigados, estamos extremadamente determinados", indicaron desde la Presidencia gala.


Las claves del momento

Rusia aprieta en los ejes de Márinka y Avdivka con 65 ataques en un día

Los ataques de Rusia contra Dnipropetrovsk (Ucrania) dejan un muerto y cuatro heridos

Una veintena de líderes se da cita en París para reafirmar el apoyo a Ucrania

EEUU tilda de "farsa" las elecciones legislativas en Bielorrusia y aboga por el fin de la represión

Zelenski invita a "confiscar" los activos rusos en el extranjero para debilitar a Putin


Hace 3 minutos 09:16

El primer ministro de Bulgaria llega a Kiev en una visita no anunciada

El primer ministro de Bulgaria, el europeísta Nikolay Denkov, llegó este lunes a Ucrania en una visita no anunciada que tiene como objetivo resaltar el apoyo de Sofía al país atacado por Rusia. Así lo informó el Gobierno búlgaro en un comunicado en el que precisa que Denkov viajó a Ucrania acompañado de una delegación de altos funcionarios, entre ellos los ministros de Justicia, Atanas Slavov; Energía, Rumen Radev; y Medio Ambiente Yulian Popov, entre otros altos funcionarios.


Antes de partir, Denkov recordó que su país, miembro de la OTAN y de la Unión Europea (UE), apoya la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras reconocidas por la comunidad internacional. Bulgaria, el socio más pobre de la UE, participa en las sanciones impuestas a Rusia por su invasión de Ucrania, lanzada hace dos años, y envía armas al país atacado.


Hace 16 minutos 09:03

Moscú acusa a Zelenski de mentir sobre la cifra de soldados ucranianos muertos en guerra

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, "miente" cuando habla de 31.000 soldados ucranianos muertos en combate durante los dos últimos años de guerra, según la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova. "Todos los ciudadanos de Ucrania entienden que Zelenski miente, en primer lugar, lo comprenden todos los efectivos de sus Fuerzas Armadas", escribió Zajárova en Telegram.


Según la portavoz, el mandatario ucraniano bajó "varias veces" la cifra real de las pérdidas ucranianas. Se trata de la primera vez que el bando ucraniano daba una cifra concreta de muertos en sus propias filas durante la guerra. Zelenski también ofreció ayer una cifra de soldados rusos muertos en las hostilidades, que según sus palabras, ascienden a 180.000. La última cifra oficial de bajas mortales en el bando ruso es de 5.937 y fue ofrecida por Defensa el 21 de septiembre de 2022.


Hace 21 minutos 08:58

Ucrania agradece a España el envío de Hawks y Leopards cuando se cumplen 2 años de guerra

Con motivo del segundo aniversario de la guerra provocada por la invasión rusa de Ucrania, el Ministerio de Defensa del país agredido ha dado las gracias a España con un vídeo en el que destaca la importancia del envío de sistemas de defensa antiérea Hawk y tanques Leopard.


“Hawks para defender el cielo. Leopards para defender la tierra. ATGMs para destruir al enemigo”, dice el vídeo, utilizando el acrónimo en inglés de Misiles Antitanque Guiados. El vídeo dura 33 segundos y muestra los citados modelos de armamento en acción. Algunos de los sistemas militares que aparecen en las imágenes llevan banderas de España.


Hace 40 minutos 08:39

Rusia aprieta en los ejes de Márinka y Avdivka con 65 ataques en un día

Las fuerzas rusas siguen apretando en el frente del este y lanzaron durante la pasada jornada 40 ataques contra posiciones ucranianas en el eje de Márinka y otros 25 en el de Avdivka que fueron repelidos por las tropas de Kiev, según recoge el parte de hoy del Estado Mayor ucraniano.


Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), blogueros militares rusos hablan de avances rusos en el este de Avdivka que no han podido ser confirmados por este ‘think tank’ estadounidense que sigue el curso del conflicto con imágenes por satélites y otras fuentes abiertas.


El ISW sí ha confirmado avances rusos cerca de Bajmut -situada como Avdivka y Márinka en la región de Donetsk- y Krinki, la localidad de la margen este del río Dniéper en la provincia sureña de Jersón donde los ucranianos han establecido una cabeza de playa. El Centro para las Estrategias de Defensa de Kiev ha confirmado en su último boletín los avances rusos en la zona de Bajmut, y menciona también avances “tácticos” del Ejército de Rusia en la margen oriental del Dniéper, donde las tropas rusas tratan de forzar una retirada ucraniana al otro lado del río.


Hace 1 horas 6 minutos 08:13

Una veintena de líderes se da cita en París para reafirmar el apoyo a Ucrania

Una veintena de jefes de Estado y de Gobierno se reúnen en París para reafirmar el apoyo de Europa a Ucrania, en una gran conferencia impulsada por Emmanuel Macron y a la que asistirán, entre otros, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, o el canciller alemán, Olaf Scholz.


El jefe de Estado galo será el anfitrión en el Palacio del Elíseo a partir de las 16.15 horas (15.15 GMT) para recibir a los mandatarios y a las 17 horas (16 GMT) abrirá la conferencia junto al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que intervendrá vía videoconferencia. El objetivo primordial de este foro, que se ha preparado en escasos días, es "contradecir la opinión" de que el apoyo a Kiev va en declive tras dos años de conflicto. "No estamos fatigados, estamos extremadamente determinados", indicaron desde la Presidencia gala.


Hace 1 horas 11 minutos 08:08

Muere una pareja de ucranianos tras un bombardeo ruso contra su vivienda en la región de Sumy

Una pareja de ucranianos ha muerto de madrugada tras un bombardeo del Ejército de Rusia contra la localidad de Junakiv, en la región ucraniana de Sumy, situada en el noreste del país, y que además ha destruido un edificio residencial justo unos días después de que se hayan cumplido dos años del inicio de la invasión de Rusia a Ucrania.


"Los terroristas rusos han cometido una vez más un terrible crimen contra los civiles de la región de Sumy. Hoy 26 de febrero, a las 2.15 horas (hora local), llevaron a cabo un ataque aéreo contra la comunidad Junakiv. (...) Se han registrado cuatro explosiones. Como resultado del ataque aéreo han muerto dos personas, una pareja que se encontraba en casa", reza un comunicado de las autoridades militares de la región de Sumy publicado en su cuenta de la red social Facebook.


Además del edificio destruido, otros cinco inmuebles residenciales han sido dañados por el ataque. Durante la jornada previa, una persona ha muerto y otras cuatro han resultado heridas por los bombardeos rusos en la región de Dnipropetrovsk, en el este de Ucrania.


Hace 1 horas 45 minutos 07:34

Los ataques de Rusia contra Dnipropetrovsk (Ucrania) dejan un muerto y cuatro heridos

Al menos una persona ha muerto y otras cuatro han resultado heridas en varios ataques perpetrados por las Fuerzas Armadas rusas contra la región de Dnipropetrovsk, en el este de Ucrania, apenas un día después de que se hayan cumplido dos años del inicio de la invasión de Rusia a Ucrania.


El gobernador regional, Serhiy Lisak, ha indicado durante la mañana que "los rusos arrojaron explosivos desde un vehículo aéreo no tripulado sobre el vehículo" en el que se encontraba un hombre de 57 años en la ciudad ucraniana de Nikopol.


No obstante, ha habido un segundo ataque en esta ubicación, atacando con drones en otras cuatro ocasiones más. Tras ello, más de una decena de viviendas particulares dañadas, así como edificios de empresas agrícolas y varios vehículos. También se han dañado las líneas eléctricas.


Ya por la noche, un nuevo ataque en la ciudad de Dnipro ha dejado cuatro personas heridas --dos hombres de 41 y 49 años, y dos mujeres de 20 y 60 años--, que han sido trasladadas al hospital. En esta ocasión, diez viviendas particulares y varios automóviles han resultado dañadas.


Estos nuevos ataques tienen lugar en el fin de semana en que se cumple el segundo aniversario de la invasión de Rusia sobre Ucrania, que tuvo lugar el pasado 24 de febrero de 2022, y una semana después de que las tropas ucranianas se retiraran de Avdiivka, uno de los principales escenarios de esta guerra junto al otro disputado frente de Kupiansk.


Todos somos corruptos

FRAN CARRILLO. okdiario. 26 Febrero 2024


España es corrupta en la medida en la que lo somos cada uno de nosotros, en nuestra pequeña parcela de libertad individual y responsabilidad adherida. Somos los ciudadanos los que situamos el umbral de la tolerancia sobre lo que es correcto o no y vertimos nuestros prejuicios en función de quien comete el delito y lo cerca o lejos que esté de nuestras preferencias personales o ideológicas. Así, no juzgamos con equidad e imparcialidad en nuestro eterno tablero de tolerancia condicionada, sino determinados por las siglas o nombres que firman la granujada.


La trama corrupta que amenaza con destrozar la legislatura y al gobierno más inestable de la democracia recuerda a la que motivó la salida de Rajoy en junio de 2018. Sin sentencia judicial que termine por confirmar el expolio que el gobierno hizo con el caso de las mascarillas, las pruebas en la mesa y las sospechas fundadas de lucro por parte de ministros y allegados obligan a extremar las responsabilidades, aunque el relato haya comenzado.


Sánchez presume de transparencia cuando ha hecho de la opacidad falconera su modus operandi. Vende en un mitin de rebaño amansado la ejemplaridad del PSOE, en una enmienda a la totalidad de su historia y segundos después de pedir a la Fiscalía General del Estado que bloquee toda investigación sobre el caso Koldo, que es el caso Ábalos y por ende, el caso Sánchez. La Fiscalía Anticorrupción, que es la fiscalía de corrupción del PSOE, ha permitido que dos docenas de implicados no hayan sido detenidos por negligencia y evidente compadreo. Con el Constitucional comprado y Cándido apretando las filas y los dientes, sólo nos queda como salvaguarda democrática el Supremo para no ser ya la Venezuela menguante con la que sueña Zapatero.


Cuando se inició la pandemia, ciudadanos ilustres de patrimonio considerable y empresas punteras se ofrecieron, sufragando ellos el coste, a traer aviones repletos de mascarillas y equipos médicos para ayudar a las diferentes administraciones a gestionar mejor la incertidumbre. La respuesta de Moncloa, epicentro capital en todo este pestilente asunto, fue que el Estado se ocuparía de eso. En aquel momento lo vimos como un gesto lógico y normal, propio de quien buscaba que nadie hiciera negocio con un asunto tan delicado mientras el número de fallecidos agrietaba las estadísticas. Ahora sabemos por qué desde Moncloa y Ferraz, junto a sus socios del trinconeo público, atacaban que la iniciativa individual, la sociedad civil, tomara las riendas. No querían que Amancio Ortega, Juan Roig y tantos otros donaran mascarillas ni ejercieran de intermediarios con China porque así no podían controlar el negocio con el que se han lucrado tantos y tan buenos socialistas patrios.


Sánchez debería caer por la misma razón por la que llegó al poder, amparado en una moción de censura: la corrupción. Sin embargo, ni la salida de Rajoy fue motivada por un repunte de pureza moral en el socialismo de sigla y chivo ni Pedro iba a instaurar otro régimen que no fuera el de su egotismo autócrata. Y en esto debería estar el PP todos los días, anunciando y denunciando que el cabecilla y jefe de la peor trama corrupta de la historia de la democracia es Sánchez. El PSOE y Sánchez.


No obstante, y aunque desde Génova vean la luz comunicativa, poco o nada va a cambiar en España. La corrupción gobierna porque así se ha votado y así se votará. No es vista como algo intolerable, pues no serían elegidos quien, con fruición, incurren en los mismos comportamientos y prácticas elección tras elección. España es un sistema estructurado en la corrupción de sus gentes y sirvientes, críticos y mansos, podredumbre moral y secular que no variará con la correspondiente alternancia política de rigor. Se requiere un verdadero terremoto educativo que enseñe en virtudes éticas e instruya en valores morales sobre lo que es correcto, justo y pertinente, así como en su contraria consecuencia.


De todas las exigencias habidas, la primera que hay que empezar a observar con insistencia es la ciudadana. Que tengamos un Gobierno que miente, roba, saquea y trafica con influencias, que este mismo Gobierno integre entre sus miembros a un ministro que dedica su tiempo de trabajo al insulto y la descalificación a todo ciudadano que no le baile el puente y que todos formen parte de un sistema político donde los vagos e iletrados se hacen ricos sin más oficio ni formación que el mantenimiento de la poltrona, es culpa nuestra. Somos, como pueblo, responsables de lo que elegimos. Y hay que empezar a decirlo. Aunque gran parte de los ciudadanos electores hayan mutado en focas que sólo buscan su pescado diario u ovejas que no saben vivir sin el perro que les ladra y el pastor que las condena.


«Salimos más fuertes»

ROSA DÍEZ. okdiario. 26 Febrero 2024


Mientras los españoles estábamos confinados en nuestros domicilios como consecuencia de unos inconstitucionales decretos que anulaban nuestros derechos ciudadanos para provocar nuestro silencio; mientras nos despertábamos cada día con las noticias del número de compatriotas fallecidos como consecuencia de la Covid; mientras salíamos a los balcones cada anochecer para aplaudir a los sanitarios que luchaban sin medios materiales para salvar las vidas de los infectados por el virus; mientras los inexistentes «expertos» tomaban decisiones que provocaban que se saturaran los hospitales por falta de medios materiales y humanos, se llenaban los cementerios y se arruinaran autónomos, comercios y empresas de toda España; mientras se mantenía cerrado inconstitucionalmente el Congreso de los Diputados para acelerar, sin oposición, todos los procesos de demolición de nuestro sistema de valores y democrático –ley Celaá de Educación, Iglesias/Podemos en el CNI, mordaza a los periodistas y medios de comunicación no sometidos al régimen, activación de la Fiscalía para archivar las denuncias sobre la actuación del Gobierno en la compra de mascarillas…–, el Gobierno de Pedro Sánchez lanzó el 25 de mayo de 2020 un eslogan/mantra: «Salimos más fuertes».


Poco podíamos suponer en aquel momento que ese mensaje de la Factoría Redondo (el gurú monclovita de entonces) iba dirigido a los socialistas que ya en aquel momento estaban organizando una trama de corrupción económica que les permitiría salir –a ellos sí– más fuertes tras haber arruinado el país y haber provocado –por irresponsabilidad, incompetencia y desidia–, la muerte de cientos de miles de españoles. «Salimos más fuertes…».


Llegará un momento –más bien pronto que tarde, en todo caso mucho antes de lo que algunos esperan– en el que se desvelará el alcance de toda esta trama de corrupción institucional marca PSOE, de la que la corrupción económica es solamente una parte y, por muy escandalosa que resulte, ni siquiera la más grave. Los nombres que estamos conociendo de los que se enriquecían con la trama de las mascarillas sanchistas son sólo la punta del iceberg, pues todos ellos forman parte de una trama corrupta diseñada desde las más altas instancias del Gobierno y del PSOE. La opacidad -Cortes Generales cerradas inconstitucionalmente– y la complicidad de la Fiscalía –»¿De quién depende? Pues eso…»– que impidió la investigación de las denuncias contra la compra de mascarillas –no sólo más caras sino inservibles para proteger sanitarios y/o ciudadanos en general–. Y esta trama no hubiera podido operar libremente durante muchos meses si no formara parte de una estrategia y una más que expresa protección de quien estaba en el puente de mando: Pedro Sánchez. «Salimos más fuertes…».


Pedro Sánchez es el capo de la trama. Fue él quien designó ministro plenipotenciario a Ábalos; y lo eligió –como toda la gente de la que se rodea, ya sean socios políticos o camarilla de su partido– porque lo conocía perfectamente y porque valoraba la eficacia de sus métodos y su obediencia. Recuérdese que en los años en los que se inició la ejecución de la trama corrupta de las mascarillas sanchistas, Ábalos no era sólo un ministro nombrado por el jefe del Ejecutivo sino que era también el jefe del aparato del PSOE designado por el mismo que le hizo ministro. Y para conseguir que la trama corrupta se extendiera y tuviera éxito en toda España era preciso que al frente de la misma estuviera alguien con mando en plaza en toda la estructura del PSOE, o sea, el secretario de Organización, mano derecha –y eso lo sabía todo el mundo dentro del PSOE– del secretario general.


El ejecutor de Sánchez era Ábalos, de la misma manera que el ejecutor de Ábalos era Koldo. Cuando la presidenta de Baleares Francina Armengol o el presidente de Canarias Víctor Torres levantaban el teléfono y quien estaba al otro lado dando instrucciones era Ábalos –o Koldo, el guardián de los avales de Pedro Sánchez– todos sabían que el hilo telefónico estaba directamente conectado con Moncloa. «Salimos más fuertes…».


Cuando el ministro Illa –ese tipejo infecto que al frente del PSC se ha negado a guardar un minuto de silencio por los guardias civiles asesinados en Barbate– incluía a la empresa del testaferro Koldo entre las seleccionadas para optar a la compra millonaria de mascarillas a pesar de que su precio era cinco veces superior y su falta de eficacia para proteger del contagio del virus estaba contrastada, Illa no necesitaba que nadie le recordara quién estaba al final de la cadena de mando: el capo Sánchez. «Salimos más fuertes…».


El escándalo de corrupción que algunos medios llaman caso Koldo o caso Ábalos es un calco de otros casos de corrupción institucionalizada marca PSOE que ocurrieron en el pasado. Estamos ante una trama corrupta igual de escandalosa, igual de asquerosa –por el momento y por la procedencia de los fondos sustraídos para enriquecerse financiar, directa o indirectamente, al partido socialista– que otras que le precedieron y que, al parecer, han sido olvidadas y/o perdonadas por los votantes del PSOE. Me refiero al caso Roldán (el dinero de los huérfanos de la Guardia Civil ) y al caso de los eres de Andalucía, en el que desde la Junta de Andalucía arramplaron con el dinero de los parados, para mantener el entramado y la fidelidad del voto PSOE en esas tierras. «Salimos más fuertes…».


Bueno, pues a ver si a la tercera va la vencida y no permitimos que los medios de comunicación sincronizados (Herrera dixit) y la propaganda de propios y ajenos desvíe el foco hacia el guardián de los avales o hacia el hombre que Sánchez puso al frente del Ministerio y del aparato del PSOE. La mafia siempre tiene un capo; y el capo no necesita mancharse las manos ni trasladar la cabeza del caballo hasta la cama del siguiente finado. Recuerden que Al Capone, capo donde los haya, acabó en la cárcel por evadir impuestos. Pues eso. A ver si de ésta Sánchez acaba en el lugar de la historia que le corresponde: sentado ante el banquillo de los acusados.


La economía española ya es peor que la griega

JOSÉ MARÍA ROTELLAR. libertad digital. 26 Febrero 2024


El presidente del Gobierno está provocando que la estructura económica española evolucione mal con una política económica absolutamente errada.


La política de Sánchez, basada en el gasto público, las subidas de impuestos, el déficit estructural, la deuda exponencial y, sobre todo, la inseguridad jurídica, está suponiendo un freno importante a la inversión empresarial, tanto a la nacional como a la extranjera.


Unido a la creciente inseguridad jurídica, con impuestos elaborados para aplicarlos a determinadas personas jurídicas -como bancos y eléctricas-, en los que, además, hay enfrentamiento entre los miembros del gobierno sobre su reforma o no -y la legislatura sólo ha empezado- hacen que cualquiera que quisiese invertir en España, se lo piense.


Se lo piensan los inversores extranjeros, porque ven a España como una economía en la que se han levantado todo tipo de barreras y donde las empresas no son bien recibidas, con lo que postponen inversiones o, simple y desgraciadamente, las anulan, buscando nuevos destinos.


Y se lo piensan los inversores nacionales, porque abrir una empresa constituye ahora mismo un riesgo añadido al propiamente inherente a la actividad empresarial. Con el riesgo propio empresarial, los empresarios están dispuestos a asumirlo, porque es parte de su vida; con el riesgo sobrevenido por decisiones populistas y caprichosas, no.


Esa inseguridad jurídica se ve claramente acrecentada por los pactos llevados a cabo por el Gobierno para lograr el apoyo a la investidura, pues la condonación de deuda a Cataluña, el establecimiento de un sistema fiscal exclusivo para la región catalana y la promesa que sobrevuela el horizonte de un referéndum para la independencia de Cataluña, amenaza con la unidad de mercado.


Todo ello, introduce incertidumbre, que es una de las peores cosas que pueden suceder en la economía, porque los agentes económicos, ante esta indefinición suelen optar por la prudencia y aplazar inversiones o deslocalizarlas, con el impacto negativo que tiene sobre la actividad económica y el empleo.


Además, se produce en un contexto de elevado gasto público y creciente déficit estructural -al empezar a ralentizarse los ingresos pasajeros derivados de la inflación- y todas esas medidas de gasto prometidas por el presidente Sánchez deteriorarán más el saldo presupuestario y acumularán más deuda, presionando más hacia el desequilibrio, de manera que encarecerán los intereses de la deuda -en un escenario de tipos de interés altos, como el actual-, que hará que drene recursos de otras partidas esenciales o que, simplemente, incremente más el déficit, y vuelta a empezar.


Con esa política económica absolutamente errada, Sánchez está provocando que la estructura económica española evolucione mal, hasta el punto de que un país como Grecia, con una economía que tradicionalmente ha sido de las que peor se ha comportado de la UE y, desde luego, mucho peor que la española, está ahora adelantando a la economía española en la práctica totalidad de los indicadores.


De esa manera, si analizamos el crecimiento económico desde que Sánchez es presidente, y comparamos con 2022, último año para el que hay datos tanto para Grecia como para España, vemos cómo, en términos reales, Grecia ha crecido en ese período un 5,7% frente al 2% español. Incluso si tomamos el dato de crecimiento de España para 2023 y lo comparamos con 2018, aunque Grecia no hubiese crecido nada en 2023, seguiría creciendo más que España (un 5,7% frente a un 4,5%, respectivamente).


Eso se traduce en la tasa de paro. En ese período, se ha invertido la posición de España y Grecia. En junio de 2018, Grecia tenía una tasa de paro del 19,5% y España del 15,2%. En diciembre de 2023, último dato disponible en Eurostat para ambos países, la tasa de paro griega se encuentra por debajo de la española: 9,2% frente a 11,7%, respectivamente. Mientras Grecia la rebaja más del 50%, el descenso español no llega a la cuarta parte.


Lo mismo sucede con la tasa de paro juvenil: en junio de 2018, la tasa de paro juvenil en Grecia era del 41,2% y la española del 33,9%. En diciembre de 2023, la griega era del 22,3% frente al 28,6% de la tasa de paro juvenil española.


Si analizamos la inflación armonizada, entre junio de 2018 y enero de 2024 ha crecido un 12,2% en Grecia, mientras que en España lo ha hecho un 15,5%.


Como Sánchez, además, ha sostenido el crecimiento -menor, como hemos visto, que el griego desde que gobierna- con el gasto público, ha provocado que el saldo presupuestario tenga un peor comportamiento en España que en Grecia: Grecia pasa de un superávit en 2018 del 0,9% a un déficit del 2,4% en 2022 (último dato disponible), pero es que España pasa en el mismo período de un déficit del 2,6% al 4,7%. Esto es fruto de la presión del gasto estructural, que pese al incremento de ingresos derivado de la inflación.


Eso hace que la deuda en España haya crecido exponencialmente, pese al fuerte incremento del PIB nominal derivado de la inflación. De esta forma, mientras la deuda ha bajado 9,8 puntos de PIB entre 2018 y 2022, la española ha aumentado 11,2 puntos en el mismo período, veinte puntos de diferencia con la evolución de la deuda griega.


Todo hace que se produzca un empobrecimiento de la sociedad española. De esa forma, tomando el dato de la UE como base 100 para cada año, el índice de Grecia representa el 66% del PIB en PPS en 2018 y sube un punto, a 67, para 2022. Sin embargo, el dato español baja de 91 a 86.


Y todo ello, en medio de una inseguridad jurídica derivada de los vaivenes en la política económica del Gobierno y de las cesiones de Sánchez a sus socios para continuar gobernando tras haber perdido las elecciones generales. Eso hace que la rentabilidad del bono griego a diez años sea ya casi la del bono español a diez años, con una diferencia de apenas cuatro puntos básicos, cuando en junio de 2018, al llegar Sánchez, la rentabilidad del bono griego era 263 puntos más alta que el bono español, es decir, Grecia se financiaba mucho más caro que España y ahora ya está casi a la par, tema seguido muy de cerca por Carmelo Tajadura.


Eso hace que la prima de riesgo respecto al bono alemán haya pasado en el caso griego de 365 puntos básicos en junio de 2018 a 95 puntos básicos, mientras que en el caso español apenas ha bajado: de 102 ha pasado a 91.


Esto es fruto de la política económica equivocada del Gobierno, sólo preocupado en su bienestar e intereses en lugar de preocuparse por el bienestar de los ciudadanos y de la economía. Con su incremento de gasto, aumento de impuestos, elevación de déficit y deuda e inseguridad jurídica, ahuyenta inversiones y dificulta la actividad económica, perjudicando la creación de puestos de trabajo, dejando muy maltrecha a la economía española, que hace que el horizonte se presente muy difícil y que evolucione ya peor que la economía griega.


El único sospechoso

AGAPITO MAESTRE. libertad digital. 26 Febrero 2024


Mientras que el empobrecimiento de los españoles es cada vez más agudo y profundo, la mayoría de la casta política sigue haciendo como si no pasara nada. Cuando la justicia investiga a uno de ellos, siguen manteniendo el mismo cinismo de siempre: callan y miran de reojo, y, de paso, insultan a la inteligencia con el tópico: "dejemos tranquila a la justicia y esperemos su veredicto". O, aún peor, con descaro mafioso acusan a los otros partidos también de robar. ¿O acaso estoy equivocado sobre el contenido exacto de las declaraciones de Sánchez, cuando le preguntaron sobre el posible cobro de comisiones ilícitas de su ángel de la guarda para alcanzar la secretaria general del PSOE? La reacción de Sánchez, de todo un presidente del Gobierno, acusando a Isabel Díaz Ayuso de enriquecimiento de su hermano por el cobro de comisiones ilícitas de la Administración de la Comunidad de Madrid son de juzgado de guardia.


Se dice pronto, pero estaba falsificando, mintiendo, el presidente del Gobierno sobre algo ya juzgado por la justicia. Eso lo convierte en alguien susceptible de ser denunciado por declaraciones falsas. Supongo que los agraviados por Sánchez contemplarán acciones judiciales contra él no sólo por conservar su honorabilidad, sino también por la defensa de la justicia y de la comunidad democrática. Ese tipo de infamias son la ruina de cualquier sistema democrático. En realidad, son la debacle de la política como mecanismo de resolución de conflictos y problemas.


Claro que la justicia, el poder judicial, tiene por misión perseguir la corrupción política, pero eso no debería ser jamás excusa para que el ámbito de las instituciones políticas, del poder político, empezando por los propios partidos, no tomen medidas inmediatas y contundentes para perseguir la corrupción. Ésta no sólo se combate con la ley en la mano sino también con la política y, por supuesto, con la colaboración ciudadana en todos los órdenes. Por eso, cuando nos enfrentamos a escándalos de corrupción como el actual, recogidos por todos los medios de comunicación de España y el mundo, sentimos una sensación de asco y miedo, de angustia y horror. La sospecha se apodera de la ciudadanía y todo son interrogantes dramáticos. ¿Quedará todo igual o se llevará por delante a quienes protegen el delito? ¿Se llegará hasta las últimas consecuencias o esto se detendrá en un caso aislado? Sí, nadie con un poco de sensibilidad ciudadana, al conocer las noticias sobre el procesamiento de un hombre estrechamente vinculado al régimen político montado por el PSOE en España, puede dejar de preguntarse: ¿estaba Sánchez al tanto de todo este inmenso robo a los españoles?


Que uno de los colaboradores más cercanos de Sánchez, Santos Cerdán y Ábalos, entre otros políticos prominentes del PSOE, esté siendo investigado por la justicia por enriquecimiento ilícito, durante el período de confinamiento (ilegal y anticonstitucional según sentencia del Tribunal Constitucional) de los españoles por la pandemia del Covid-19, estremece y asusta a cualquier ciudadano de bien. Nadie preocupado mínimamente por lo común, por la convivencia pacífica entre los españoles, puede dejar de vincular el procesamiento de ese individuo, militante socialista, alto cargo en la anterior administración del gobierno de socialistas y comunistas y colaborador de la flor y nata del sanchismo, con Sánchez. De hecho, y esto es lo más grave, no conozco persona alguna que al tratar de este asunto no cite de modo directo a Sánchez. Ningún ciudadano de a pie, ningún español de bien, está libre de sospechar de Sánchez. He ahí la tragedia de España. Solo hay un sospechoso. El resto son colaboradores.


Es el caso Sánchez

PEDRO DE TENA. libertad digital. 26 Febrero 2024


En una de sus —incontables ya– mentiras, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prometió que detendría y traería a España a Carlos Puigdemont. Fue el 6 de noviembre de 2019 en plena campaña electoral. Cuando poco después se le preguntó cómo iba a cumplir tal promesa, aludió a su poder sobre la Fiscalía. "¿De quién depende la Fiscalía?", preguntó a un periodista que le respondió: "Del gobierno". Sánchez remató: "Pues ya está".


En el caso de la Fiscalía y a pesar de la prepotencia del "icono", hay leyes que condicionan su actuación y hay instituciones que pueden vigilar sus decisiones. Pero imaginen que la pregunta hubiera sido sobre cualquier Ministerio, pongamos por ejemplo, el de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. En este caso, no hay duda de que el ministro depende del presidente del Gobierno. Pues ya está.


Aunque Pedro Sánchez es cuidadoso cuando algo puede salir mal, es evidente para todos los observadores que ningún ministro del gobierno puede hacer algo contra la voluntad del Presidente del Gobierno y mucho menos, en una situación de emergencia nacional como fue la pandemia de Covid-19.


Tuvo cuidado cuando se dictó el Decreto de 14 de marzo de 2020 "a propuesta de la Vicepresidenta Primera del Gobierno y Ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, del Ministro de Sanidad, de la Ministra de Defensa, y de los Ministros del Interior, y de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 14 de marzo de 2020". Pero no puede negar que estuvo presente cuando se deliberó y se aprobó.


Fíjense si tuvo cuidado que tampoco lo firmó. Hizo que lo firmara la Vicepresidenta Primera del Gobierno y Ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo Poyato y que lo bendijera el Rey.


¿Qué decía aquel Decreto? Pues que ante la gravedad de una pandemia que no apreciaron el 8 de marzo, seis días antes, cuando animaron a ir a la manifestación feminista:


bajo la superior dirección del Presidente del Gobierno, serán autoridades competentes delegadas, en sus respectivas áreas de responsabilidad:


a) La Ministra de Defensa.

b) El Ministro del Interior.

c) El Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

d) El Ministro de Sanidad.


Asimismo, en las áreas de responsabilidad que no recaigan en la competencia de alguno de los Ministros indicados en los párrafos a), b) o c), será autoridad competente delegada el Ministro de Sanidad.


Como puede apreciarse, el responsable de todo lo relativo a la compra de material sanitario, mascarillas y respiradores fundamentalmente, era Salvador Illa. Lo confirma él mismo en su libro sobre la pandemia[i], "en mi condición de ministro de Sanidad, el real decreto me daba facultades especiales para asegurar el suministro de bienes y servicios necesarios para la protección de la salud pública, que derivarían en órdenes e instrucciones plasmadas posteriormente en más de 2.000 páginas de BOE". O sea, la compra de mascarillas, entre otras cosas, era cosa suya y detalla, por ejemplo, la fabricación de tales bienes en Mondragón o Burgos, entre otros.


Pero el día 21 de marzo, el BOE publicó la orden del Ministerio de Transportes en la que Ábalos sentaba que quedaba "habilitado para dictar cuantos actos y disposiciones sean necesarios, en la esfera específica de su actuación, en orden a la protección de personas, bienes y lugares, sin necesidad de procedimiento administrativo alguno". Por ello, y para preservar la salud del personal del transporte, era necesario "un procedimiento ágil y eficaz para adquirir las citadas mascarillas a nivel centralizado en el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana". Dicho y hecho, ocho millones de mascarillas como primer paso.


Nada dice de ello Salvador Illa, qué raro, en su libro, pero es evidente que ante la falta de agilidad y eficacia, Ábalos se arrogó la competencia de la compra centralizada de mascarillas. ¿Pudo hacer esto sin que Pedro Sánchez diera su visto bueno? ¿De quién dependía el ministro Ábalos? Pues ya está. Además, de esta forma se eludía el control de las Comunidades Autónomas del PP y gobierno y PSOE (Ábalos era el número 2, tras Sánchez) controlaban la compra y distribución de millones de mascarillas. Ya vamos viendo por qué y cómo Koldo y sus socios se lucraron en medio del infierno sanitario que acosaba a millones de españoles.


De los detalles, que muchos ya se contaron en el libro de Álvaro Nieto, nos iremos enterando poco a poco hasta que, como en el caso Guerra, en cuyo origen e investigación tuve una intensa participación, la luz se haga. Lo que ya puede decirse es que no hay caso Koldo ni caso Ábalos. Estamos ante el caso Sánchez.


[i] Illa, Salvador, El año de la pandemia. En él dice que, ya desde el 17 de marzo de 2020, se compraron a China 950 respiradores, 5,5 millones de test rápidos, quinientos millones de mascarillas y once millones de guantes que se irían suministrando a lo largo de las siguientes ocho semanas.


Las pruebas más lacerantes de nuestra decadencia

Jesús Banegas. vozpopuli. 26 Febrero 2024


Es un hecho consumado y ampliamente asumido por el análisis económico estructural, que más allá de las noticias coyunturales del día a día y las ridículas explicaciones puramente propagandistas de este gobierno, que en el pasado siglo España disfrutó de un notable y continuo progreso económico y social, con dos grandes excepciones: durante la Segunda República y la Guerra Civil, y ahora con Zapatero y Sánchez hemos regresado a los peores tiempos.


Tras un largo periodo de crecimiento desde 1898 hasta 1931, entre 1932 y 1952, la renta per cápita española permaneció estancada, con datos Maluquer [España en la economía mundial, 2016]. Con caídas del 20% durante la 2ª República, del 5% en la Guerra Civil y una modesta recuperación en la postguerra hasta el año 1952 del 22%. Desde entonces, España volvió a crecer y converger con Europa aún con altibajos, hasta que con Zapatero [2005-2012] disminuyó un 6%, con Rajoy [2012-2017] volvió a aumentar un 11%, para estancarse con Sánchez [2017-2022] con apenas un crecimiento acumulado del 1%. El comportamiento de la economía española con el socialismo del siglo XXI remite al de la estancada Argentina, mientras que la UE, aún con menos empuje que EEUU que sigue aumentando su distancia con Europa, acrecienta su brecha con España.


Las razones de fondo de la actual decadencia son dos: nuestro escaso nivel de productividad junto con su estancamiento y un marco laboral especialmente limitante de la creación de puestos de trabajo.


La productividad del trabajo -que determina necesariamente el nivel salarial y consecuentemente la renta per cápita- está asociado a dos variables -que a su vez se relacionan entre sí-: la inversión privada y la innovación empresarial.


La inversión empresarial se desactiva -en una economía abierta, el gobierno, ni siquiera el social-comunista, puede hacerla obligatoria- cuando el derecho de propiedad, la seguridad jurídica, las regulaciones de los mercados y la fiscalidad no son propicias. También disminuye como consecuencia indirecta de la expansión de la deuda pública -según tiene muy bien explicado en Vozpópuli, José Luís Feito- y la estructura de los mercados financieros.


La innovación empresarial, tanto de carácter tecnológico -la más potente- como la relacionada con los procesos organizativos y productivos, no solo requiere inversión, sino –y sobre todo– depende de dos factores: una cultura social favorable a lo nuevo, y muy particularmente, que la entrada y salida de los mercados sea libre. Cabe añadir que la dimensión de los mercados -aquí fragmentada- es un factor que impulsa la atracción y éxito de la innovación.


La función empresarial está implícita y necesariamente vinculada a los trabajadores, de suerte que como compañeros de viaje, sus intereses son complementarios y como tales indisoluble y felizmente unidos; hasta que las circunstancias de los mercados -la libre expresión democrática agregada de las decisiones de los consumidores, mayormente trabajadores- determinan su final y las consecuentes reestructuraciones empresariales para adaptarse a las nuevas circunstancias. ¿Habrá existido alguna vez un empresario que despida a un trabajador por gusto? ;¿Verdad que no? Antes de asumir los despidos, los empresarios tratan de mejorar todas las variables de su quehacer y cuando ya no tienen más remedio, deciden despedir. Todos los empresarios, sin excepción, mejoran su autoestima cuando contratan trabajadores y se sienten fracasados cuando despiden. En las circunstancias descritas, es de sentido común y está ampliamente probado que las limitaciones y el coste del despido disminuyen la tasa de empleo. Por otra parte, la subvención al desempleo como justa y muy civilizada manera de facilitar la vida del trabajador hasta que encuentre otro trabajo, no puede ser incondicional -como en España, no en los países de referencia- sino estar sometida a dos condiciones: aceptar una nueva oferta de trabajo y, además, participar en cursos de formación en habilidades profesionales con buenas perspectivas de empleo.


Si repasamos las descritas circunstancias, que determinan el crecimiento económico y del empleo, veremos que los malos resultados conseguidos por el socialismo del siglo XXI, no son fruto de la casualidad, sino de las malas políticas económicas y laborales de sus gobiernos.


Comenzando por la inversión: el frente popular que gobierna es un genuino generador de desconfianza empresarial. Según la acreditada -por incuestionable- tesis de Fukuyama, investigada y descrita en su ensayo TRUST [1996], la confianza es la virtud social que hace posible la prosperidad de las sociedades a lo largo de la historia. Las cifras de inversión privada –tanto nacional como extranjera- con este gobierno, que nunca fueron buenas, no hacen sino decaer. Si ni siquiera sus socios de gobierno se fían del presidente, ¿qué se puede esperar de los demás?.


Para que la innovación se desarrolle plenamente es imperativo que no encuentre obstáculos en su, siempre, incierto camino: regulaciones administrativas, limitaciones a la libre entrada y salida de los mercados, barreras a la libre circulación de bienes y servicios, etc…y en última instancia, cuando entra en juego la innovación generadora de “destrucción creativa schumpeteriana”, la defensa de los intereses previamente creados. Si todos los gobiernos, en diversos grados, son enemigos de lo nuevo, el actual se lleva la palma con actuaciones como las descritas.


Los países más innovadores, con EEUU siempre en cabeza, no solo se sitúan en las antípodas del patrón frente populista descrito, sino que además de eliminar obstáculos facilitan la financiación de los proyectos innovadores mediante capital privado –venture capital-; algo que resulta ajeno a este gobierno, cuya política fiscal es especialmente enemiga de los inversionistas, es decir -en su despectivo lenguaje- los ricos.


La política educativa socialista, declarada enemiga del esfuerzo, del mérito, de la autoridad de los maestros, de los exámenes y de todos los valores morales que en el mundo laboral resultan esenciales para el éxito empresarial, ha terminado produciendo un gran y creciente desajuste entre la oferta y la demanda de puestos de trabajo: además del pernicioso abandono escolar de muchos jóvenes que quedan así desamparados para buscarse la vida con dignidad y, por tanto, resultan dependientes de la caridad pública.


Mientras que en los países ricos las personas dependientes de quienes trabajan son muchas menos que los están laboralmente activos, en España sucede lo contrario. ¿Habrá existido algún gobierno -de países civilizados– que presuma de una política laboral -incluidas sus tercermundistas subidas del salario mínimo- que presenta el sistemático mayor porcentaje de desempleo del mundo desarrollado y el doble que la UE, mientras su ministra del ramo no cesa de reírse de ello?


El marco español de relaciones laborales, una estrafalaria mezcla del corporativismo franquista y el social-comunismo que le sucedió, opera contra el empleo, por al menos las siguientes razones:


El mayor coste de despido de la UE y el tercero de la OCDE, tras Turquía e Israel.

Caso único de subvención incondicional del desempleo; en los países del norte de Europa su cobro está condicionado a aceptar una oferta de trabajo y asistir a cursos de formación; si no, se pierde.


Los convenios sectoriales -un invento franquista denominado entonces “ordenanzas laborales”- cartelizan -un delito en los países civilizados- las condiciones de trabajo, impidiendo así la libre entrada a los mercados y la consecuente innovación y renovación de los rankings empresariales.


La imposición legal de un duopolio sindical financiado por el Estado, que hace imposible la libre competencia sindical, y desincentiva la afiliación sindical -¿la más baja del mundo?- al que se le otorgó recientemente la representación -indeseada- de los trabajadores de las PYME cierra un círculo tercermundista, prácticamente único en su especie, que conduce a los pésimos resultados descritos.


El trabajo a tiempo parcial, que en los países más ricos de Europa, ocupa entre el 25 y el 50% de sus trabajadores -con Holanda en cabeza- solo afecta al 15% de nuestro empleo, apenas un poco por encima de los países pobres del este de Europa. ¿Porqué?, pues debido a las restricciones impuestas por el duopolio sindical.


Si España quiere recuperar su perdida pujanza, no tiene más remedio que suspender, cuando menos, los disparates descritos para recuperar el dinamismo y competitividad de nuestra economía. Cada vez que se acometieron políticas económicas ortodoxas -Plan de Estabilización [1959], entrada en el Mercado Común [1986], incorporación al Sistema Monetario del Euro [1999]- los resultados fueron espléndidos. Será una tarea crucial e irrenunciable de un nuevo gobierno alternativo la actual, que además de demoler el Estado de Derecho e incumplir la Constitución, está protagonizando los peores registros económicos que han conocido los españoles desde hace casi un siglo.


Sobran los motivos.

Un centenar de tractores y miles de agricultores se manifiestan este lunes en Madrid

Agencias. libertad digital. 26 Febrero 2024


El tráfico y la movilidad madrileña volverán a verse afectados este lunes entre las 9 y las 15 horas, ante la convocatoria de una nueva manifestación agrícola, que partirá del Ministerio de Agricultura y se dirigirá hasta la oficina de la Comisión Europea, en el paseo de la Castellana.


Así lo ha explicado el Ayuntamiento en un comunicado, donde han informado del despliegue de un operativo que incluye cortes de diversas vías y personal para garantizar la seguridad vial.


Calles afectadas

Según han indicado, se estima que la concentración (con afecciones previas) comience a las 11:00 horas en el Ministerio de Agricultura (paseo de la Infanta Isabel) y que finalice a las 15:00 horas en la oficina de la Representación de la Comisión Europea en España (paseo de la Castellana, 46).


De esta manera, los tractores circularán por Puente Viejo de Arganda, M-208 y M-203; ya en la ciudad, transitarán por las calles Pirotecnia, Aurora Boreal, avenida de la Democracia, plaza Alosno, calle Casalarreina, avenida de Daroca, M-23, calle O'Donnell, calle Menéndez Pelayo, paseo Infanta Isabel y Ministerio de Agricultura. La marcha continuará por glorieta Carlos V, paseo del Prado, plaza de Cibeles, paseo de Recoletos, plaza de Colón y paseo de la Castellana hasta el número 46, a la altura de plaza de Emilio Castelar.


Asimismo, han informado de posibles incidencias y cortes de tráfico en las vías transversales al recorrido de la manifestación. Ante este aviso, el Consistorio capitalino ha recomendado "evitar la circulación en vehículo privado" por las zonas afectadas por cortes y/o restricciones de tráfico y ha aconsejado el uso del transporte público, especialmente Metro de Madrid y Cercanías.


CESIONES A MARRUECOS

El Gobierno ya ha tenido dos reuniones secretas con Marruecos para regalarle el espacio aéreo del Sáhara

LUZ SELA. okdiario. 26 Febrero 2024


Pedro Sánchez avanza para satisfacer otro de los deseos de Mohamed VI, la gestión del espacio aéreo sobre el Sáhara Occidental. El asunto, que arriesga de nuevo las relaciones diplomáticas con Argelia, se negocia ya con discreción entre representantes del Gobierno español y de Marruecos, según la documentación a la que ha tenido acceso OKDIARIO.


Las negociaciones se desarrollan por parte del Grupo de Trabajo entre Marruecos y España, constituido al efecto, y que ha establecido una Comisión Técnica para abordar los detalles relativos a la cooperación técnica y de seguridad en la gestión de los espacios aéreos y que hasta el momento ha mantenido dos reuniones, según ha podido saber este periódico de fuentes del Ministerio de Exteriores.


En marzo del año pasado, el Gobierno ya avanzó estas negociaciones, aunque de manera escueta. En una respuesta en el Congreso de los Diputados, en marzo, reconoció que «las conversaciones con Marruecos en este ámbito» se habían «iniciado». Añadía el Ejecutivo que dichas conversaciones se circunscribían «a la gestión de los espacios aéreos y la coordinación entre ambas partes en aras de conseguir mayor seguridad en las conexiones y cooperación técnica».


Cesión a Marruecos

La gestión del espacio aéreo figura en el artículo 7 de la declaración conjunta hispano-marroquí, firmada por ambos gobiernos en abril de 2022 en el marco de la visita de Pedro Sánchez a Mohamed VI para «abrir una nueva etapa» en las relaciones entre ambos países. El encuentro se produjo en plena polémica por el giro del Gobierno español en la posición sobre el Sáhara Occidental de las últimas cuatro décadas, avalando la propuesta de Marruecos como la vía «más seria, realista y creíble» para «la resolución de este diferendo» y cediendo así Sánchez a las pretensiones marroquíes sobre este territorio.


En el punto séptimo de dicha declaración figura expresamente el compromiso de que «se iniciarán conversaciones sobre la gestión de los espacios aéreos».


Esa negociación avanza ahora y es una de las cuestiones pendientes que Marruecos reclama al Gobierno de Sánchez. Con ello, Marruecos pretende que España deje de ser quien gestiona el espacio aéreo sobre el Sáhara, algo que a día de hoy se hace desde Canarias.


Desde hace décadas, España, en tanto que ejerce el Protectorado sobre el territorio, gestiona esa franja con sus propios controladores aéreos, según lo estipula la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional), la agencia de la ONU encargada de esas cuestiones. La gestión corre a cargo de Enaire, empresa pública adscrita al Ministerio de Transportes. En la práctica, y pese a lo comprometido por Sánchez, España no es propietaria de este espacio; por tanto, no tendría capacidad para decidir sobre su gestión.


Hacerse con el control de ese espacio cumpliría con una de las grandes reivindicaciones del régimen marroquí. Como informó este periódico, no se trata de un asunto menor, pues el antiguo Sáhara español es parte de una ruta recurrente para las aerolíneas que cubren trayectos entre Europa y Sudamérica, con un ingente volumen anual de vuelos.


Relaciones con Marruecos

Con esa cesión, Sánchez persevera en su camino para lograr la complicidad de Mohamed VI. Esta semana, el presidente socialista viajó a Marruecos para entrevistarse con el monarca, después del plantón que éste le dio hace un año. Esta vez sí, Sánchez fue recibido por el rey marroquí, con el que mantuvo una reunión de unos 40 minutos para simbolizar que sus relaciones están «en su mejor momento», según Moncloa.


No obstante, el Gobierno español no pudo confirmar la reunión con Mohamed VI hasta prácticamente su aterrizaje en Rabat. Y tampoco arrancó de éste compromisos concretos sobre uno de los asuntos centrales en esas relaciones, como son las aduanas de Ceuta y Melilla. «Espero que pronto haya avances significativos», se limitó a decir Sánchez a los medios. El viaje tuvo lugar apenas unos días después del asesinato de dos agentes de la Guardia Civil en Barbate, al ser embestidos por una narcolancha. Un asunto que ha dejado al descubierto la falta de recursos contra el narcotráfico y en el que se ha apuntado al interés de Marruecos en el tráfico de hachís.


Tampoco hubo acuerdo sobre la ubicación de la final del Mundial de Fútbol de 2030, que organizarán conjuntamente España, Marruecos y Portugal, siendo aún una incógnita dónde se celebrará. Tanto nuestro país como el reino alauí tienen interés en acoger el partido más importante del evento insignia de la FIFA.


Para complacer a Marruecos, Sánchez sí reafirmó la posición española sobre el Sáhara que, afirmó, está «claramente fijada» con el volantazo que el Ejecutivo dio hace dos años.


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Corrupsanchismo: el aizkolari Koldo y los frutos podridos del árbol de la mentira

Francisco Rosell. vozpopuli. 26 Febrero 2024


Cuando alguien se yergue en portavoz de una moción de censura contra la corrupción y su valedor blande un discurso regeneracionista para ser presidente por esa vía excepcional, no le cabe otra que apechugar ahora con los frutos podridos del árbol de la mentira que esparce la bomba de racimo que ha estallado esta semana en el núcleo original del sanchismo tras la detención de Koldo García. Un antaño colaborador del presidente Sánchez y asistente del ministro Ábalos al que se lo presentó su sucesor en la Secretaría de Organización del PSOE, Santos Cerdán, tras llevárselo con él a Madrid el actual negociador con Puigdemont. Junto a otras 20 personas, se le acusa de organización criminal, tráfico de influencias y cohecho por cobrar mordidas en la adquisición de mascarillas en la pandemia del Covid-19 en una trama que afecta a ministerios y administraciones socialistas. Ellos sí que salieron más fuertes de aquella mortandad aún por cifrar.


Tras divulgar Vozpópuli los audios del aquelarre en los que se escucha “esto era un favor que estaba pidiendo Koldo... y su exjefe”, corroborando el aparente concierto de la ayuda del exministro Ábalos en la adjudicación de los millonarios contratos de mascarillas y un reparto de beneficios de 15 millones entre el presidente del Zamora CF y el empresario Juan Carlos Cueto, hablar del “caso Koldo” es tratar de devaluar a calderilla un cisco al por mayor que afecta a la médula sanchista que catapultó a su líder a la cúpula del PSOE y luego a la Presidencia del Gobierno, así como al engranaje de su sexenio en La Moncloa. Este leñazo de la Guardia Civil a la piñata de Ferraz se vislumbra como la punta del iceberg de un embrollo descomunal por quienes, como los parásitos de Los miserables, de Víctor Hugo, gozan de “la alegría de sentirse irresponsables y de que pueden devorarlo todo sin inquietud”.


Este capital hallazgo atestigua que no se trata de una variante del sevillano Patio de Monipodio, aunque haya biotipos que se le asemejen. Secundando el adagio de que hay que seguirle la pista al dinero, sin dejarse despistar por pícaros que originan la lógica indignación, pero que coadyuvan a dar la sensación de que es una cuestión de poca monta, Vozpópuli ha contribuido de manera destacada -como en el cacao de bajos vuelos y altos fondos públicos de la subvención millonaria a la quebrada compañía aérea Plus Ultra- a llevar sus averiguaciones a las puertas del juzgado y que sean estos los que resuelvan frente al presumible entorpecimiento de una Fiscalía al servicio del Gobierno absteniéndose de solicitar al juez ninguna medida cautelar. “O portet ut scandala eveniant” (“Está bien que los escándalos exploten”), enseña el proverbio latino para que la sangre no se envenene y la gangrena no traiga la muerte.


Todo lo que tiene que ver con esta pendencia lo sabe de primera mano Sánchez y, por eso, no puede esgrimir aquello tan socorrido como mendaz de qué culpa tiene nadie de que aparezcan ovejas negras en una organización cuando él ha sido quien las ha cobijado y esquilado para que su buen paño abrigue sus ansias infinitas de poder. Tampoco la engañifa de que es cosa de cuatro golfos como Chaves con el desfalco milmillonario de los ERE y que el mismo Sánchez, como monaguillo, salmodiaba en las tertulias televisivas incluso con el expresidente del PSOE y de la Junta de Andalucía sentado en el banquillo junto a un tropel de altos cargos que igualaban en número y en fechorías a los capitaneados por Ali Babá.


Ello no debiera tolerarse ni siquiera en un país como España donde la verdad no figura entre las virtudes políticas al revés de lo que acontece en otros pagos -a los que ponía de ejemplo Sánchez para estampárselos en la cara a un impasible Rajoy en su reprobación de 2018- en los que ese fraude a la confianza del ciudadano cuesta el cargo bajo el apremio de una estricta opinión pública que no se encoge de hombros ni se anda con chiquitas. Una cosa es predicar la transparencia con el ruido de un moscardón dentro de una botella y otra es dar trigo por quienes se instalan en el estado de negación. Siempre que dispongan de votos para avalar el pagaré falso o se guarnezcan bajo el paraguas de quienes le harán abonar con creces el favor. Con un presidente que lo fue apoyado en una falaz sentencia del “caso Gürtel” en el que se introducía un juicio de valor que cuestionaba la veracidad de la declaración del testigo Rajoy, Sánchez está obligado a estar a la altura de las exigencias democráticas cuando afloran arriesgados episodios, como en la película Lo que la verdad esconde, de Robert Zemeckis, en el instante más inoportuno de la vida del feliz matrimonio.


Sin duda, como Sánchez le espetó a Rajoy, “la corrupción es disolvente y profundamente nociva” y, por ello, “no hay mayor inestabilidad que la que emana de la corrupción”. Claro que, cuando un presidente perpetra el acto de corrupción máxima de comprar los votos a un prófugo como Puigdemont, a cambio de amnistiar su alzamiento contra el orden constitucional y la unidad de una Nación a la que se deja inerme para que lo vuelva a hacer cuando le pete, debe pensar que todo le está permitido. Más cuando lo hace tras ser pillado “in fraganti” dando un pucherazo tras unas cortinas para perpetuarse en la secretaría general sin que le supusiera su expulsión. Lejos de ello, se vindicó como víctima para recobrar el mando del que le desposeyeron los barones. En su asalto, estuvo rodeado de un trío de adictos que, descubiertos aprovechándose del Covid-19 para cobrarse su botín de guerra, tornan en testigos de cargo del pecado original que arrastraba el sanchismo.


De ahí la enorme incomodidad de Sánchez con la Prensa al inquirirle al respecto en Rabat tras ser llamado a consultas por el Rey de Marruecos, a quien supedita la política española y al que rinde mayor pleitesía que a Felipe VI. Al aguardo de que haga lo propio con Puigdemont como sirviente de ambos, una vez embuta esa salchicha de Frankfurt que es la “autoamnistía”, a Sánchez no puede sorprenderle el apresamiento de aquel a quien encomendó la custodia de los avales para su retorno a la Secretaría General. Nada menos que, según le describió en Facebook, “el último aizcolari socialista”, además de un “titán”, “uno de los gigantes de la militancia”, un “guerrillero de grandes dimensiones físicas y corazón comprometido” y “un referente político en la lucha contra los efectos de la crisis y las políticas de la derecha”. Esa derecha, con el ojo clínico que la caracteriza, indultó con Aznar sus delitos prostibularios y Zoido, al despedirse como ministro, le concedió la Orden del Mérito de la Guardia Civil, como publicó Vozpópuli. Pero el nerviosismo de Sánchez no lo tradujo tanto su colérica coz contra Ayuso, a la que calumnió de nuevo al endosarle a ella y a su hermano un delito, pese a que tanto la Fiscalía en España como en Europa han archivado todas las diligencias, sino su latiguillo de “cómo quiere que se lo diga” contra la insistencia de la prensa. Lo usó en su día para negar que pactaría con Bildu para hacerlo más veces que las que lo refutó en la televisión navarra. “Sólo hay una forma de saber si un hombre es honesto: preguntárselo. Y si responde que ‘sí’, entonces sabes que es corrupto”. (Groucho Marx).


Nada que ver con la fortaleza que exhibió hace cuatro años a raíz de la tormenta que desató su clandestina cita en Barajas, escoltado por dos miembros de la trama de las mascarillas, con la vicepresidenta de la narcodictadura venezolana, Delcy Rodríguez

Todo presupone que, a no tardar mucho, apelando al “patriotismo de partido”, Ábalos dejará su acta de diputado como último plazo de su dimisión en diferido desde que Sánchez lo apartó del Consejo de Ministros y de la Ejecutiva del PSOE. Nada que ver con la fortaleza que exhibió hace cuatro años a raíz de la tormenta que desató su clandestina cita en Barajas, escoltado por dos miembros de la trama de las mascarillas, con la vicepresidenta de la narcodictadura venezolana, Delcy Rodríguez, quien tenía prohibida su entrada en territorio europeo por crímenes de lesa humanidad e innúmeros latrocinios. Ábalos asombró a la sazón con el poderío que desplegó para capear el temporal. “Otros quizá estén en la política de paso. Yo vine para quedarme y no me echa nadie”, proclamó aquel sábado de enero en un acto de partido en Santiago de Compostela. Para cualquier buen entendedor, era palmario que se dirigía a quien, raudo, se dio por enterado y reaccionó como propulsado por un resorte. Así, tras visitar las zonas de Castellón afectadas por un temporal, Sánchez saltó del helicóptero en defensa de quien “tiene todo mi respaldo y aprecio en lo político y en lo personal”.


Aquel apoyo sin fisuras a su edecán evocaba al “dos al precio de uno” de febrero de 1990 de Felipe González en favor de su vicepresidente en el Ejecutivo y vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra. Claro que primero sacó la cara por él ante los embates de la oposición a cuenta del tráfico de influencias de su hermano y asistente, Juan Guerra, y, a los once meses, lo abocó a la dimisión. Como escribió Quevedo, lo llenó de promesas como a los santos en la tempestad y, cuando entendió que amainaba el temporal, se desdijo de lo dicho.


Tal cual con Ábalos. En julio de 2021, tras hacerle creer que lo mantendría en el Gobierno llegando al fingimiento de consultarle incluso el reajuste en marcha, Sánchez le comunicó su baja por razones que no necesitaba explicarle por deberlas saber él, así como su relevo en el PSOE. Eso sí, le permitía retener su acta de diputado para gozar de aforamiento con la gratificación de presidir la Comisión de Interior.


A diferencia de la maniobra de González para deshacerse de Guerra y frenar su desgaste, además de tipificar el delito de tráfico de influencias y crear la Fiscalía de Anticorrupción para trasladar a la opinión pública que había entendido su mensaje, la estratagema de Sánchez tenía y tiene ahora, sin duda, los visos de establecer un cortafuegos con quien fuera su estrecho colaborador tanto para recuperar la secretaria general del PSOE como para muñir la moción de censura contra Rajoy. Como vocero de la iniciativa, éste último esparció un florilegio de descalificaciones contra el otrora líder del PP que hoy se vuelven como un bumerán. Echando la vista atrás, se transparenta que Sánchez no tenía el menor interés en finiquitar una corrupción que usó instrumentalmente, sino en adueñarse del negocio hasta que el aizcolari Koldo ha cortado de un hachazo la rama del árbol de la mentira que aposenta su poder.


Demasiado para Sánchez tras su batacazo gallego donde buscó enterrar a Feijoó y regresó con orejas gachas. Con todo, lo peor es que el hundimiento sanchista puede ser aún más catastrófico que el felipista y el del zapaterista con un perverso narcisista atrincherado tras los enemigos de la Constitución y de la Nación.


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