Recortes de Prensa Viernes 5 Abril 2024


Zelenski reprocha a Occidente la tardanza de la ayuda: "Solo se necesitan unas pocas decisiones políticas"

Arantxa Palacios. el confidencial. 5 Abril 2024


El presidente ucraniano, en su mensaje nocturno dirigido a la nación, ha reprochado a Occidente que tarden tanto en "reflexionar cómo contrarrestar el terrorismo" y asegura que "solo se necesitan unas pocas decisiones políticas".


Además, tras el ataque ruso de este jueves a Járkov, ha reiterado que necesitan sistemas de defensa aérea para combatir la situación.


Mientras tanto, El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró este jueves que la OTAN se encuentre "más fuerte y decidida que nunca" frente a la invasión rusa de Ucrania, que se encuentra ya en su tercer año.


Las claves del momento:

Al menos cuatro muertos, incluidos tres rescatistas, en un ataque nocturno ruso en Járkov

El Kremlin rebaja las relaciones entre Rusia y la OTAN al nivel de "confrontación directa"

Lavrov acusa a Ucrania de ser un país "abiertamente terrorista"

Finlandia alarga el cierre total de su frontera con Rusia "hasta nuevo aviso"


Hace 1 horas 18 minutos 07:32

Zelenski reprocha a Occidente la ausencia de ayuda: "Solo se necesitan unas pocas decisiones políticas"

El presidente ucraniano, en su mensaje nocturno dirigido a la nación, ha reprochado a Occidente que tarden tanto en "reflexionar cómo contrarrestar el terrorismo" y asegura que "solo se necesitan unas pocas decisiones políticas".


Además, tras el ataque ruso de este jueves a Járkov, ha reiterado que necesitan sistemas de defensa aérea para combatir la situación.


Hace 1 horas 22 minutos 07:28

Biden celebra que la OTAN se encuentre "más fuerte y decidida que nunca" frente a la invasión rusa de Ucrania

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró este jueves que la OTAN se encuentre "más fuerte y decidida que nunca" frente a la invasión rusa de Ucrania, que se encuentra ya en su tercer año.


"Hoy celebramos un hito histórico: el 75 aniversario de la OTAN. Se trata de la mayor alianza militar de la historia del mundo. (...) Y lo hemos visto en los dos últimos años, cuando los Aliados se han movilizado para apoyar al valiente pueblo de Ucrania frente a la feroz invasión rusa, la mayor guerra en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Hoy, la OTAN es más grande, más fuerte y más decidida que nunca", ha expresado durante su intervención.


La colosal chapuza del 78

Carlos Martínez Gorriarán. vozpopuli. 5 Abril 2024

La chapuza más colosal de la Constitución de 1978 fue privarnos de instrumentos de control eficaces contra el abuso de poder del Ejecutivo, como demuestra a diario, desde hace ya seis largos años, la impunidad de las tropelías del Gobierno Sánchez. No hay un delito de corrupción política del que no sea sospechoso Pedro Sánchez y sus sucesivos círculos dependientes, del más íntimo a los arrabales del partido: traición, prevaricación, malversación, tráfico de influencias, cohecho.


Cualquiera de los escándalos que se amontonan y anulan entre ellos habría provocado la caída del Gobierno en una democracia seria. Por mucho menos dimitió el portugués Antonio Costa a solicitud del presidente de la República (pequeña diferencia imposible con una monarquía más heráldica que otra cosa); incluso el populista Boris Johnson se vio obligado a renunciar por pequeñas fiestas clandestinas durante el confinamiento, por presión de su propio partido. Aquí, las tramas de corrupción socialista durante la pandemia que se llevó a más de 150.000 españoles, se convirtió -cuesta creerlo- en ocasión de oro para forrarse a la sombra protectora de un estado de alarma inconstitucional sin consecuencias.


Ni esa corrupción masiva y sistémica, ni la negociación de una amnistía ad hoc que instaura la impunidad política, le han costado nada a Pedro Sánchez. Esto significa, guste o no, dos cosas:


1 – Que la distancia entre la literalidad de leyes y normas y su inutilidad práctica con un gobierno que las burla parece insalvable.


2 – Que asistimos al fracaso en cadena de las instituciones de control y contrapeso gubernamental, meras colonias de Moncloa, con la excepción afortunada de los jueces que aún no le deben nada a Sánchez.


Si analizamos el origen del fracaso tarde o temprano llegaremos a un fallo calamitoso de diseño constitucional. Es verdad que la mayor parte de los analistas prefieren culpar de la degeneración democrática a la estructura de los partidos (improvisados durante la Transición en forma de pirámide de poder vertical), a la inmadurez de los votantes, a la perfidia de los medios de comunicación mercenarios, a la maldad humana que nos expulsó del Edén, e incluso al lucero del alba. Pero hay un hecho irrebatible: la Constitución de 1978 carece de un sistema eficiente de contrapesos y controles del Gobierno.


El Gobierno con una mayoría suficiente en el Congreso, aunque sea precaria, es intocable. Y como la experiencia ha demostrado de forma incontestable, y es otro defecto calamitoso del sistema, ninguna institución está a salvo de ser penetrada y colonizada por los tentáculos gubernamentales: el Tribunal Constitucional es un ministerio más y una Tercera Cámara impostora; el ministerio Fiscal, ¿de quién depende?; el Consejo General del Poder Judicial puede ser controlado o al menos sitiado.


Y en el Congreso pueden tejerse mayorías con los nacionalistas mediante compromisos inconstitucionales y traiciones como la Ley de Amnistía, la despenalización de la malversación, el uso discrecional del indulto y la carta blanca para los gobiernos separatistas. Añadamos la inutilidad de la Oficina de Intereses y todas las similares encargadas, por ingenuidad o cinismo, de controlar los abusos y la opacidad gubernamental: son simples ventanillas del ministerio de turno.


Los padres de la Constitución redactaron una que partía de dos falacias: primera, que por malo que fuera un Gobierno, respetaría el espíritu constitucional sin traspasar las “líneas rojas” imaginarias de la Carta Magna; segunda, que el problema fundamental de la gobernabilidad era asegurar la estabilidad de los gobiernos, protegiéndolos de controles excesivos y de la presión de una calle que se daba por levantisca (como si siguiéramos en la sociedad de 1931). Fue el diseño de élites más temerosas de la plebe que de los suyos.


Demasiadas facilidades para el despotismo

Ambos errores fueron agravados por el diseño de una Constitución a gusto de los nacionalismos periféricos, con la vana esperanza de ganar su complicidad, asunto en el que no puedo profundizar ahora. Como los objetivos del separatismo nunca han sido constitucionales ni tenido nada que ver con garantizar la estabilidad nacional perseguida, sino todo lo contrario -forzar la transferencia de competencias hasta casi expulsar al Estado de sus territorios comanches-, cualquier Gobierno de Madrid quedaba condenado a participar en el vaciamiento constitucional. Incluso José María Aznar prefirió entenderse con la mafia de Jordi Pujol antes que plantearse una reforma constitucional que impidiera el chantaje separatista; nunca más se intentó tras el amago de la Loapa, tumbada por el Constitucional en 1983.


Y en estas llegó primero Zapatero y luego Sánchez, con el estéril nefasto intermedio Rajoy. La degeneración fue ayudada por la profunda crisis económica de 2008, agravada a su vez por el control partidista de las Cajas de Ahorro, que determinó su ruina; fue un precioso círculo vicioso de manual que expliqué en este libro (apropiadamente ignorado por el estatus quo).


Zapatero y Sánchez carecen de cualquier escrúpulo. Comprendieron la utilidad de la fácil polarización populista de la opinión pública, y lo sencillo que era asaltar cualquier institución, por sagrada que pareciera, para llenarla de sicarios y deudores (de hecho, el aura de intocabilidad facilita el asalto porque parece imposible, como demuestra el caso del Tribunal Constitucional).


Los socialistas explotaron a fondo la inmensa ventaja de ese constructivismo jurídico y el relativismo ideológico que no duda en retorcer la literalidad de una ley hasta darle completamente la vuelta, de modo que donde la Constitución dice “se prohíben los indultos colectivos”, debe entenderse “pero no la amnistía”, y así con todo.


Añadamos que el régimen político-económico del capitalismo de amiguetes anula la amenaza que, para un gobierno despótico, pueden representar las grandes empresas y bancos en las economías más libres y competitivas; aquí se limitan al castizo “qué hay de lo mío”, y les da igual que la seguridad jurídica y el principio de gobierno limitado naufraguen mientras no les afecte (ceguera que pagan con impuestos populistas a los “beneficios excesivos”).


El chantaje separatista

No conseguiremos una democracia a salvo de abusos del poder, es decir, con separación de poderes, gobierno limitado, seguridad jurídica, instituciones eficientes y decencia pública, mientras la Constitución conceda barra libre a cualquier Sánchez decidido a lo que sea para seguir mandando, incluyendo demoler de facto la democracia con estrategias chavistas. Y este objetivo reclama una reforma constitucional profunda que instaure un sistema de contrapesos para controlar al Gobierno -y proscribir el chantaje separatista-, obligarle a cumplir la legalidad y rendir cuentas y, eventualmente, echarlo si resulta ser, como es este, una amenaza de efectos incalculables.


Sánchez entre calaveras

Hughes. gaceta. 5 Abril 2024


Pedro Sánchez se hizo ayer una sesión de fotos rodeado de restos humanos en visita sorpresa al Valle de los Caídos. Se fue allí con los forenses y los fotógrafos. Las leyes de memoria democrática avanzan y lo siguiente parece que será la expulsión de los monjes benedictinos, que allí molestan porque hay que resignificar el lugar, cosa comprensible cuando España entera se resignifica. ¿Y qué es resignificar? Por ejemplo, convertir el sitio (el episodio, el imaginario) en decorado camboyano para las proyecciones y mitologías del PSOE, que nada tienen que ver con las razones humanitarias, muy respetables y atendibles, en las que se envuelven.


La expulsión de los monjes tiene un importante simbolismo y mucho de humillación. La derechona española, la atroz derechona española, venal, cipaya, corrupta, ignara, hortera y monstruosa en su deslealtad ha sido incapaz, por su parte, de resignificar lo que ese conflicto tuvo de defensa de un orden humano: las matanzas de católicos y el intento sovietizante (y por tanto, extranjero, traidor también) de destrucción de la fe católica en España fue tal que debería haber provocado en la derechona la especial protección de su estatus, una mayor sensibilidad. Wokizar, valga la expresión, lo católico español, hacerlo víctima eterna, digno de especial protección para los siglos venideros.


Pero no fue así (sobre las prioridades de la derechona española mejor callar). El PP de Ayuso mira a otro lado ante la posible protección como BIC del Valle de los Caídos, casi nada si lo comparamos con la renuncia de Aznar cuando condenó el franquismo en 2002. Al hacerlo, la derecha renunciaba a una interpretación del siglo XX español, dejando expedita la vía antifranquista. Con la historia en sus manos (junto con la cultura, los medios, el cine…), el PSOE y sus socios hispanófobos ya podían hacer dos cosas: establecer un puente entre la mitificada II República y el Zapaterismo (dos utopismos conectados, uno no llevado a efecto y otro siempre por venir) y abrir una especie de mina inagotable de legitimidad política en el antifranquismo, resignificando también, de paso, la sacrosanta Transición. Para eso se hace necesario controlar la interpretación política del régimen y a tal efecto estatalizaron hasta el cadáver del Caudillo. Ganan seguro: si hay reacción, bien; si no la hay, también.


Ahora vemos a Sánchez rodeado de cráneos y habrá quien diga y escriba, con cansado tono tertuliano, que ya está bien de recurrir al comodín del franquismo, que la Guerra Civil ya terminó, que es una cortina de humo, que volvamos al presente, que hablemos de Begoña… como si fuera lo de Sánchez simple oportunismo. La derecha aznarista-ayusil no da para más (bueno, sí da, pero en lo suyo, para lo suyo, con lo suyo) y por comodidad discursiva decidió renunciar al muy engorroso asunto de la Guerra Civil y el franquismo, como después haría (Rajoy, el que faltaba) con la paz oficial vasca. Pueden renunciar a todo porque no lo necesitan, porque no van a hacer política. Si el marco histórico lo tiene el otro y el marco ideológico viene de fuera, ¿qué queda? En el mejor de los casos, los tipos del IRPF, que es tanto como discutir la gradación de la servidumbre.


Agonía de la sociedad

CARLOS MARÍN-BLÁZQUEZ. gaceta. 5 Abril 2024


«Ponte en su lugar», nos decían. Ponerse en el lugar del otro era la consigna infalible con que allá en nuestra niñez se nos aleccionaba cada vez que ofendíamos a alguien. «Ponte en su lugar, piensa en cómo se siente». También es el modo en que, en que a medida que maduramos, nos esforzamos por entender comportamientos a primera vista desconcertantes. Hacemos eso, tratamos de que nuestra mirada trascienda el dato concreto y se aplique a dilucidar las causas que lo explican. Ponerse en el lugar del otro es pues un ejercicio privativamente humano: un acto de la voluntad y un empeño de la imaginación. Es lo que impide que la convivencia se haga añicos a la mínima presión de las circunstancias. Es uno de los pilares que sostiene —o ha sostenido— ese ámbito tan delicado y complejo al que llamamos civilización.


La vida en sociedad trata del establecimiento de intereses compartidos, vínculos afectivos y canales de comunicación entre sus integrantes. Para entender al otro es necesario que exista un rasgo básico de identificación con él. Si el otro nos resulta por completo ajeno, si en su manera de conducirse o en el cariz de sus opiniones detectamos una cualidad de permanente extravagancia, puede que en un primer instante nos resulte pintoresco, divertido incluso, pero más tarde, a medida que esa tendencia hacia lo estrafalario se agrave y el número de personas que la comparten no deje de ir en aumento, lo que al principio nos parecía un elemento de feliz heterodoxia y de colorida originalidad se nos acabará revelando como una peligrosa amenaza.


En términos colectivos, una amenaza es aquello que pone en riesgo la cohesión que una sociedad necesita para que, más allá de la necesaria diversidad de quienes la forman, exista un punto de coincidencia acerca de la dirección en que todos se proponen avanzar. Es justamente la imposibilidad de establecer ese acuerdo lo que le da a la mayor parte de las sociedades europeas de hoy una apariencia de penoso estancamiento. No hay proyecto compartido y los líderes al servicio de la ideología dominante carecen de la entidad necesaria para impulsar nada; no hay objetivos que vayan más allá del mantenimiento de un bienestar material cuya continuidad parece cada vez más amenazada; no hay una autoridad con el vigor moral e intelectual necesarios para despertar a una población narcotizada —que confunde el arte de ordenar la vida en común con la descalificación injuriosa del que piensa de manera diferente— y plantar cara un poder que vive ensimismado en sus propios delirios. Y, sobre todo, no existe ya un lenguaje que nos permita comunicarnos.


Esto último es lo esencial: la desaparición de un idioma que nos vincule. Es seguramente el suceso que está en el origen de la agonía en que nos vamos precipitando por el sumidero de la historia. Se trata, además, de un fenómeno auspiciado por nuestra clase gobernante. Hubo un tiempo en que el poder, en la medida en que era percibido como custodio de una visión unitaria de las cosas, disfrutaba del prestigio que se otorga a quien vela por que ciertos términos conserven su significación original. Pero ahora sucede lo contrario. Una élite degradada y envilecida ha comprendido que para asegurarse la perpetuación de sus privilegios debe dedicarse a levantar un muro de incomunicación entre los ciudadanos. Por eso vemos cómo proliferan fenómenos que hasta hace muy poco nos hubieran resultado inimaginables.


Años atrás, un conservador genuino y un marxista ortodoxo confrontaban sus puntos de vista porque compartían unos fundamentos elementales acerca de la realidad constitutiva del mundo. Uno y otro podían comprender —que no necesariamente compartir— el parecer del que tenían enfrente. Pero hoy el adversario ideológico habla un idioma distinto por completo al nuestro y eso provoca que resulte imposible ponerse en su lugar. Cree que el lenguaje sirve para cambiar la naturaleza de las cosas y adaptarlas a su visión voluntarista y más o menos delirante de cómo tiene que ser el mundo. Y ahí se acaba toda tentativa de discusión razonable. Si lo que términos esenciales para el futuro de nuestra sociedad como «educación», «inmigración», «cultura», «nación» o hasta «hombre y mujer» se encuentran en el vértice de un cuestionamiento permanente es que la sociedad, tal y como la hemos conocido hasta la fecha, está en trance de disolución. Todo lo que podemos hacer es mantenernos fieles a la verdad primigenia de las cosas. Defender que las palabras, limpias del cieno de las adulteraciones, son el vínculo imprescindible que nos une a la realidad. Y denunciar la ínfima catadura de esa caterva de sofistas que, parafraseando a Alasdair MacIntyre, han convertido la convivencia diaria en una guerra civil continuada por otros medios.


Sanchez trae a forenses que no pisaban el Valle desde enero y posa con restos del bando nacional

Sánchez hace un montaje de arranque de campaña electoral y posa con cráneos y huesos puestos para la ocasión.

Nuria Richart. libertad digital. 5 Abril 2024


Sánchez hace un montaje de arranque de campaña electoral y posa con cráneos y huesos puestos para la ocasión.Archivo

Estos son los detalles de lo que podemos bautizar como el show de Sánchez en el Valle. Sin duda, Moncloa ha ido un paso más allá en el uso electoral del franquismo.


Según denuncia Pablo Linares, presidente de la Asociación en Defensa del Valle de los Caídos el vídeo que este jueves ha publicado el presidente del Gobierno visitando los trabajos de exhumación en el Valle de Cuelgamuros, hasta octubre de 2022 de los Caídos, es "un montaje" al que se "han prestado", entre otros, "una forense venida exclusivamente de Granada", la que aparece explicando los presuntos trabajos al presidente, y que "mañana vuelven a su lugar de origen, a sus casas". Añade: "Han venido solo para el circo de hoy".


De hecho los forenses "no pisan" el Valle "desde el pasado 7 de enero", es decir, llevan más de dos meses sin trabajar en la identificación y exhumación de las víctimas de la Guerra Civil. Por tanto, habrían acudido a la llamada de Sánchez que ha decidido publicar un vídeo con huesos y cráneos humanos justo el día que arranca la campaña electoral en el País Vasco. Es sorprendente que los vestigios estuvieran perfectamente expuestos cuando los trabajos estaban suspendidos desde hacía varias semanas.


Nadie trabaja en el Valle porque no tienen licencia. En septiembre el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 10 de Madrid anuló la licencia de obras concedida por el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial para acceder a las criptas del Valle de los Caídos y proceder a las exhumaciones de restos mortales de víctimas de la Guerra Civil.


¿De quiénes los restos con los que posa Sánchez?

¿Son de enterrados en "fosas comunes" del bando revolucionario, como se oye decir al secretario de Estado de Memoria, Fernando Martínez? No.


Si lo del paripé de los forenses no fuera suficiente, Linares, que lleva años trabajando e investigando todo lo relativo a los enterramientos en el Valle, todo documentado con imágenes, asegura que el presidente ha estado "en el osario del primer piso de la Capilla del Santo Sepulcro". Y precisamente aquí los columbarios corresponden, en su gran mayoría, a soldados del bando nacional. "En ese osario hay un 85% de restos de soldados nacionales", cuenta. ¿Y el resto? "El otro más del 10% son represaliados en la retaguardia roja", es decir, víctimas de milicias socialistas, comunistas, ugetistas... víctimas del mismo partido en el que milita Sánchez. Añade Linares, "proceden de los fusilamientos que se hacían en la tapia del cementerio de la Almudena". Entre los restos de este osario también se hallan 11 religiosos.


"Una profanación"

Todo un despropósito, de principio a fin, el reportaje de Sánchez rodeado de huesos y cráneos y disfrazado de forense por lo que dicha asociación prepara una querella en la que va a incluir a los peritos forenses "por no salvaguardar" los restos de esta "profanación".


Por cierto, el Gobierno ha tenido que improvisar una invitación a los familiares y representantes de las víctimas que han solicitado su exhumación porque han dejado hacer al presidente algo que a ellos se les ha negado hasta ahora. Cuenta ABC que "el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, insta a acreditarse a través de un correo para organizar grupos reducidos".


A Sánchez le sale el tiro por la culata y rinde homenaje al bando franquista

Editorial. OKDIARIO. 5 Abril 2024


Las imágenes de Pedro Sánchez, ataviado con un mono forense delante de una mesa con restos óseos en las criptas del Valle de los Caídos, ahora de Cuelgamuros, constituyen un tenebroso documento que ilustra a la perfección la indigna y perversa estrategia de manipulación histórica de un presidente del Gobierno que sigue removiendo el pasado en su afán de quebrar la convivencia. Lo de menos es que Pedro Sánchez -cabe suponer que por error- en lugar de contemplar los osarios de las víctimas a manos del bando nacional lo hiciera delante de los restos de los asesinados por el bando republicano, porque lo relevante en todo caso es que cada vez que al presidente del Gobierno se le complica el panorama político, utiliza la baza del Valle de los Caídos. Un intento, por otra parte baldío, de generar tensión y división. Provoca bochorno que el socialismo siga tratando de instrumentalizar políticamente la Guerra Civil cuando han pasado casi 90 años de aquella feroz y fratricida contienda entre españoles. Es una vergüenza que Pedro Sánchez se preste a esta exhibición de necrofilia, porque ninguna de las familias de las víctimas, con independencia del bando, merece que los restos de sus seres queridos sean utilizados políticamente por el presidente del Gobierno de España. La necrofilia política de Sánchez y su obsesión por instrumentalizar la muerte de un bando como bandera ideológica es, sencillamente, repugnante.


Verle así, con mono de forense delante de restos óseos, provoca grima, pero sobre todo genera una terrible sensación de rechazo, porque Sánchez -no nos engañemos- no busca reparar ninguna injusticia, sino arañar un puñado de votos. Es la imagen de la indecencia en estado puro. Sánchez vuelve al Valle de los Caídos y cabe preguntarse si le queda un ápice de sentido y sensibilidad para dejar de remover osarios. Si ya resulta inaguantable su manipulación de los vivos, es odiosa su manipulación de los muertos.


Bando y equidistancia
Nota del Editor. 5 Abril 2024


Establecer la equidistancia (bando y bando) entre quienes provocaron la guerra civil y quienes la ganaron, es un insulto a la razón, a la historia, un apoyo al dr cum fraude, Sánchez I El Devastador. Fue y es devastación de los comunistas, socialistas, separatistas y demás cuates, que siguen en lo mismo un buen montón de años después; no son un bando, son los jinetes del apocalipsis. El glorioso ejército español ganó la guerra, y eso que tenía casi todo en contra.


******************* Sección "bilingüe" ***********************


¿OPOSICIÓN O MULETA DEL PSOE?

Mucho más que balones de oxígeno: de Aznar a Feijoo, las veces que el PP ha mantenido las políticas del PSOE

JAVIER TORRES. gaceta. 5 Abril 2024


Ha hecho fortuna la frase «el PP es el PSOE con varios años de retraso» aunque a la vista de los hechos los plazos son cada vez más exiguos. En tiempo récord el PP ha cambiado las manifestaciones contra la amnistía y «el golpe que fulminaba la Constitución», por el reparto de los jueces, RTVE y las comisiones del Congreso y Senado con los socialistas.


Tan veloz como diligente Feijoo ha pasado de tender la mano a Sánchez antes, durante y después de la campaña del 23J a hacerlo al mismísimo Puigdemont, todavía prófugo de la Justicia y candidato a las catalanas por un partido que propone la balcanización de España. En esas condiciones Feijoo dice que si se reconcilian con la ley es posible entablar una conversación con Junts. Pelillos a la mar con el separatismo golpista.


No es cualquier afirmación, de modo que el plan del PP de exigir al pleno del Senado —mientras tramita la amnistía a pesar de su mayoría en la Mesa— que lleve al Congreso ante el TC por aprobar una norma que es «una reforma encubierta de la Constitución» no es obstáculo para, entretanto, negociar con quienes han perpetrado la misma y van a dejar impunes (sic) «delitos gravísimos contra el corazón de la UE».


En realidad, no cabe reproche alguno a Feijoo, cuyo rumbo es fiel a la historia del PP, que una cosa es la retórica y otra los hechos. Antes de tender la mano a Sánchez dijo que el socialista pasará a la historia por poner en venta a España y ser «el peor presidente por sus cambios de opinión y mentiras». Sin embargo, la etapa de Feijoo aporta una novedad esencial: los vaivenes se producen antes de alcanzar el Gobierno.


En 1995, un año antes de llegar a la Moncloa, Aznar prometió que un Gobierno del PP jamás negociaría con ETA. Lo dijo tras salir ileso de la bomba que los terroristas hicieron estallar al paso de su coche en Madrid. Un año después autorizó 33 traslados de presos etarras, en 1998 se refería a ellos como «movimiento vasco de liberación» y al siguiente negoció una tregua.


Desde luego, su llegada al poder —que tan familiar nos resulta ahora— tampoco fue de lo más edificante. En 1996 Aznar necesitó los votos del PNV y CIU para gobernar, por ello cedió las competencias de educación a la Generalidad catalana de Jordi Pujol en el pacto del Majestic. También cerró un acuerdo con Arzalluz, que dejó para el recuerdo una de esas frases que derriban mitos: «He conseguido más de Aznar en 14 días que en 13 años de Felipe González».


Otra de las reformas caídas en saco roto tiene que ver con el sistema de elección de los jueces. Tanto Aznar (1996-2004) como Rajoy (2011-2018) prometieron acabar con la politización socialista de la Justicia. En 1985 el PSOE había liquidado la separación de poderes («el entierro de Montesquieu», en palabras de Alfonso Guerra) que el PP, merced a las mayorías absolutas de 2000 y 2011, tuvo ocasión de reparar. Nada de ello ocurrió como hoy muestran las fotos de González Pons reunido con Bolaños en Bruselas, Reynders mediante.


Claro que Rajoy también siguió la estela de Aznar en su relación con ETA. El gallego mostró un perfil duro cuando era líder de la oposición al convocar manifestaciones multitudinarias en contra de la negociación de Zapatero con Otegui. Pero una vez en el poder Rajoy tragó con el pacto, excarceló a Bolinaga, asumió mansamente el fin de la doctrina Parot y se negó a publicar las actas de la negociación con los terroristas.


En la oposición Rajoy tampoco dio tregua a las leyes más ideológicas del zapaterismo, como la del matrimonio gay y el aborto, con sendos recursos ante el Constitucional. De nuevo, la llegada al poder cambiaría las cosas. Toda la plana mayor del partido —incluido el presidente— sepultó su propio recurso acudiendo a la boda de Javier Maroto. La derogación de la ley Aído tampoco se produjo: el PP usó como coartada que el tribunal —en el fondo controlado por él mismo— demorase la cuestión durante años. En realidad, una sentencia favorable habría obligado a Rajoy a cumplir lo prometido.


Capítulo aparte merece la bajada masiva de impuestos incluida en el programa electoral con el que Rajoy obtuvo mayoría absoluta en noviembre de 2011. Al contrario, Cristóbal Montoro impulsó una subida impositiva incluso mayor de la contemplada por el Partido Comunista. En las siguientes elecciones, diciembre de 2015, el PP aseguró que, superada la crisis, bajaría el IRPF, el impuesto de sociedades y la cotización de la seguridad social. Un año después Rajoy, con una España que ya crecía al 3%, volvía a anunciar una subida fiscal que afectaba a las grandes empresas e impuestos especiales sobre el tabaco, las bebidas alcohólicas y refrescos. La medida obtuvo el apoyo del PSOE.


Una década después el PP no ha cambiado pero sí España, donde el bipartidismo necesita a otros partidos para tocar moqueta. Por eso Génova acaba de reconocer que derogará las leyes autonómicas de memoria histórica sólo en aquellas comunidades donde gobierna con VOX. En las demás, como en los buenos tiempos, el legado socialista quedará a buen recaudo.


El nacionalismo sí miente

ANTONIO ROBLES. libertad digital. 5 Abril 2024


¡Qué país más pintoresco España! Ahora resulta que el nacionalismo no miente nunca. Supongo que es por comparación con Pedro Sánchez, esa mentira con patas. ¡Qué triunfo lo del nacionalismo aquí! En Europa se le rechaza por reaccionario, racista y ultra y aquí se le venera como progresista. ¡Collons!, hasta se le considera sincero por el simple hecho de que se pone campanudo con el derecho de autodeterminación. A nadie debería engatusar ya, aunque se hayan pasado tres décadas disimulándolo al modo y manera que lo hiciera Marlon Brando con mantequilla en El último tango en París. Ni siquiera ahora, ya desmelenado, dice una verdad entera, todo son mentiras con trastienda.


Veamos la última (ya rancia por repetida): el derecho de autodeterminación y la novedad de que el Art. 92 de la Constitución lo habilita. Como Sísifo, hemos de desmontarlo una vez más. Lo de menos es quién lo ha puesto encima de la mesa, si ERC, Junts con o sin Puigdemont, o la tía Felisa. Viven de esto. Y como los buitres, se pelean por su carnaza.


Art. 92 de la CE: "Las decisiones políticas de transcendencia especial podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos". De todos los ciudadanos quiere decir de todos los españoles, no sólo de los españoles que residan en la Comunidad Autónoma de Cataluña. Si la comprensión lectora flaquea, léase el Art 2: La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles…". No perdamos más tiempo. A continuación, adoban la patraña con mentirijillas de cura viciosillo: que si no hace falta participación alta, ni porcentaje cualificado… y toda esa casquería para feligreses condicionados.


Vayamos ahora al tal derecho de autodeterminación que se sacan de la manga mintiendo como bellacos. O si quieren, llevando tal "derecho de autodeterminación de los pueblos", reconocido por la Carta de Naciones Unidas en 1966 para supuestos de países colonizados, no para Estados ya constituidos y consolidados (Intentar desmembrar un Estado está condenado por la Asamblea General de Naciones Unidas).


Así lo matiza en las resoluciones 1514 y 2625. Y en la 1654, donde lo especifica en su punto 6: "Todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas". Dicho de otro modo, el derecho de autodeterminación sólo lo es, si es aplicable en supuestos coloniales. Y si no quedaba claro, en la Resolución 2625 lo especifica: "Ninguna de las disposiciones de los párrafos precedentes se entenderán en el sentido de que autorizan o fomentan cualquier acción encaminada a quebrantar o menospreciar, total o parcialmente, la integridad territorial de Estados soberanos e independientes que se conduzcan de conformidad con el principio de igualdad de derechos y de la libre determinación de los pueblos antes descritos, y estén, por tanto, dotados de un gobierno que representa a la totalidad del pueblo perteneciente al territorio, sin distinción por motivos de raza, credo o color". Creo que España entra en todos los supuestos.


Sin embargo, y a pesar de las evidencias, siguen mintiendo, ahora, de nuevo, después de que, derrotados por estas evidencias, decidieron en 2003 (Plan Ibarreche) y siguiendo su estela en 2005 (La Plataforma pel Dret de Decidir), envolverse en el "Derecho a Decidir", un sintagma más difuso, poético y desde luego incontestable. ¿Quién no tiene derecho a decidir? ¿Cómo oponerse al derecho de nadie a decidir? Sobre su libertad, sobre su sexualidad, sobre sus gustos, sobre su derecho a votar a quien le plazca, su derecho a una muerte digna, etc. Es el principio liberal por excelencia. Yo no me opongo, ni nadie que tenga una brizna de dignidad y sentido común.


Era una trampa ladina, puro sofisma para soslayar el derecho de autodeterminación. Tampoco les salió bien. Vuelven de nuevo al muro de las lamentaciones para colárnoslo en la nueva plataforma de todo a cien que le ha ofrecido Pedro Sánchez con los despojos de España. Y se han venido arriba de nuevo desempolvando el apolillado derecho de autodeterminación. Elecciones, buitres, sueldos sostenibles, ya saben. Y si hay un presidente español que se lo consienta, miel sobre hojuelas.


Pero su egoísmo de clase y territorial ha de salvar el consentimiento de todos los propietarios de ese entramado de afectos, sentimientos, intereses comunes, historia y leyes que han tejidos millones de españoles a lo largo de siglos. A eso se le llama soberanía. La misma soberanía que le daba legitimidad y legalidad al Tribunal Supremo de EEUU a considerar que cualquiera de los Estados que formaban parte de la Unión norteamericana estaba inhabilitado para romper la relación que le unía a ella, porque ese resultado "no es artificial ni arbitrario", sino "forjado por un origen común, simpatías mutuas, principios afines, relaciones geográficas y necesidades compartidas". El propio John F. Kennedy sentenciaba en la crisis abierta por parecidos menesteres en 1962 en la universidad de Mississippi: "Los estadounidenses son libres de estar en desacuerdo con la ley pero no de desobedecerla. Pues en un gobierno de leyes y no de hombres, ningún hombre, por muy prominente o poderoso que sea, y ninguna turba por más rebelde o turbulenta que sea, tiene derecho a desafiar a un tribunal de justicia".


En este juego de trileros, sus últimas incursiones fueron acogerse al referéndum de autodeterminación de Quebec. Fiasco. Cada vez que recurren a él, se callan lo que no les interesa. Como en los anteriores. Para no cansarles les dejo este último link sobre la Ley de Claridad del Quebec que manosean los nacionalistas catalanes, pero ocultan por qué en Canadá después de la última decisión del Tribunal Supremo han desistido, y se ha derrumbado su apoyo a la independencia.


PD: Mientras acababa este artículo, me entero, como la mayoría de españoles, de un presidente deambulando con aire necrófilo por tumbas y rencores enterrados en el 78. Ni prensa, ni previo aviso, pero con cámaras de su NODO particular para generar odios, rabias pasadas y confrontación. Es un ser repugnante. Capaz de todo. Los votantes socialistas deben ayudar a su país a librarnos de él. Ni ellos se merecen esto.


Cataluña: independencia es decadencia

FRAN CARRILLO. okdiario. 5 Abril 2024


Han pasado ya veinte años desde que Zapatero se arrancó por sardanas y dijo en un eufórico mitin de partido que aprobaría como presidente del Gobierno de España lo que el Parlamento de Cataluña dictaminara. Actos seguidos, todo lo que ha salido desde la cámara de representación de los catalanes ha sido un órdago constante a la legalidad constitucional, al Estado de derecho y a la convivencia. La sucesión de mandatarios al frente del gobierno del seny insano en los últimos tres lustros, fruto de convocatorias electorales continuadas, roza lo esperpéntico, y evidencia que la otrora locomotora de España ha priorizado su intrascendencia económica, su irrelevancia cultural y su ruina social antes que el mantenimiento de un statu quo que le hizo foco de inversión y espejo de Europa durante décadas.


Ahora llega otra llamada a las urnas en la que, de nuevo, la mitad de Cataluña votará abducida por una idea que nunca se producirá. Con la promesa renovada y la fe intacta, escucharán, de nuevo, que están a punto de conseguirlo. Y bajo el manto de ese mito utópico, hijo de una historia inventada, se sucederán los victimismos, agravios y demás llantos de plañidera subvencionada con los que el nacionalismo ha destrozado la región que dice amar.


Cataluña respira en permanente paradoja inversa, que presenta falazmente a los ilegales sin legitimación moral como decentes responsables públicos, respetuosos de los derechos civiles, y a los vigilantes de la ley y la Constitución como impertinentes fascistas invasores de las esencias democráticas. Un sindiós político donde el Estado abdicó hace tiempo de sus funciones y ya todo queda supeditado a la nueva locura ordenada por el canciller de Waterloo. Asistimos a un presente decadente y a un futuro tenebroso por la insistencia de gran parte de aquella sociedad acomodada en elegir a quien más ha depredado su esencia. Viven, quienes votan a truhanes de la verdad que sólo hablan de la lengua catalana mientras en castellano se llevan el dinero a Andorra, en esa democracia del impulso, pseudo dictadura de lo emocional que inhibe a sus ciudadanos de cualquier cortejo de la razón, allí donde las vísceras ejercen de anfitrionas con cada debate y retórica subversiva.


Pero si de votar con las tripas se trata, que lo hagan de verdad. Independientes no lo serán nunca, aunque independentistas ya lo sean de por vida. Pero al menos pueden y deben rebelarse contra aquellos que siguen esquilmando sus bolsillos al grito de referéndum, sabedores de que, con cada apelación a la independencia, la cuenta corriente de los padres de la patria catalana aumenta un poco más, mientras Cataluña cada vez es un poco menos.


Ante la imposibilidad de unir al constitucionalismo en una sola candidatura, deseable por mor del perverso sistema electoral que proporciona a los enemigos de España su principal vitamina existencial, es preciso en consecuencia unir al votante no independentista en torno a los asuntos del comer que tanto preocupan al catalán con sentido. Con la inseguridad desatada, la inmigración descontrolada y la economía, parada, las inversiones huyen y el futuro delata ruina. Si contra eso no se reacciona, ya nada podrá seducirles, salvo la dura realidad en forma de dictadura impuesta o exilio consumado.


Algo sí es notorio y comprobable: cada vez que se habla de independencia, el ciudadano paga a la Generalitat. Cada vez que se habla de transporte, educación, sanidad, infraestructuras, gestión, inversión, turismo, la Generalitat paga al ciudadano. Aquellos que viven de lo primero, seguirán impenitentes en su desafío al orden, que no es más que mantener ordenado su creciente parné señero. Quienes necesitan lo segundo, tienen una oportunidad, quizá la última, de repetir lo que pudo ser y no fue en 2017, pero esta vez, con nombres, hombres y mimbres de verdad.


La ‘nacionalera’, número 2 del PSC

SERGIO FIDALGO. okdiario. 5 Abril 2024


Los socialistas catalanes iniciaron hace unos años un giro hacia el separatismo con el objetivo declarado de convertirse en una pieza fundamental del sistema político catalán tras el ostracismo que vivieron durante los años de plomo del procés, cuando estuvieron a disgusto en la trinchera constitucionalista junto a Ciudadanos y PP. El PSC quería romper la política de bloques -independentistas y unionistas- no para «pasar página» sino para poder pactar con Junts, ERC y la CUP en todo el territorio catalán y sumar nuevas cuotas de poder municipal, provincial y autonómico.


Los frutos de este giro han sido muy rentables: gobiernan en tres de las cuatro diputaciones catalanas con partidos separatistas, pactaron la dirección de TV3 y Catalunya Ràdio con Junts y ERC, han pactado en más ayuntamientos con Junts y ERC que estos dos partidos secesionistas entre ellos y Salvador Illa tiene muchas posibilidades de ser el nuevo presidente de la Generalitat si suma con ERC y Comunes -quien piense que el PSC va a renunciar a esta posibilidad para salvar el trasero a Pedro Sánchez no conocen cómo las gastan a la hora de la verdad los socialistas catalanes-.


Para consolidar este giro separatista, Salvador Illa ha colocado en puestos claves del PSC a dirigentes nacionalistas, a personas que consideran que los catalanes que nos sentimos españoles somos unos «fachas». Esta misma semana ha nombrado a Alícia Romero como número 2 en el Parlament, de cara a las elecciones autonómicas del 12 de mayo. A Romero parte de las bases socialistas la conocen como la nacionalera, porque su adhesión a las tesis soberanistas es total. Ya saben, «Cataluña es una nación», «el pueblo catalán tiene derecho a decidir», «el catalán es la lengua propia de Cataluña», entre otros mantras soberanistas.


Alícia Romero se une al reciente nombramiento de Núria Parlón como portavoz del PSC, que fue elegida para este cargo en el congreso que los socialistas catalanes celebraron hace unos días en Barcelona. Parlón es la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet y en su momento se opuso a la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Como Pedro Sánchez, entonces líder de la oposición, apoyó a Mariano Rajoy en el Senado para que se aprobara, Parlón dimitió como miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE.


¿Quieren más? En marzo de 2016, Núria Parlón participó en un acto organizado por Òmnium Cultural, la entidad que montó con la ANC las marchas norcoreanas de cada 11 de septiembre. Fue en Badalona, ciudad entonces gobernada por la cupaire Dolors Sabater, que también era ponente. Y soltó que «el PSC tiene un problema con el PSOE por el derecho a decidir». Y lo adornó con un «algunos creemos que el PSC debe tener una entidad clara, propia e independiente del PSOE, debe ser real, no debemos diluir en nuestro programa el derecho a decidir».


Así que no les extrañe ver a Salvador Illa al frente de la Generalitat con una TV3 que insulte a los españoles, que siga con la política de exterminio del español en la escuela catalana o que defienda la «autonomía fiscal» de Cataluña. Es el programa oculto de los actuales dirigentes del PSC para ser el partido heredero de CiU como pal de paller -eje fundamental- de la política catalana: que el separatismo considere a los socialistas como parte de su tribu. Y a fe que Illa se lo está ganando a pulso.


Lo malo, y si no al tiempo, es que lo verán nuestros ojos

Editorial. OKDIARIO. 5 Abril 2024


El programa electoral de los proetarras de Bildu para las elecciones vascas tiene algunas perlas que podrían parecer una utopía, pero que tristemente pueden hacerse realidad de aquí a no demasiado tiempo. Entre las propuestas hay muchas orientadas a los presos de ETA. Una de ellas promete un plan de actuaciones para aquellos presos con «condenas largas» -como la gran mayoría de los terroristas- orientados a su reinserción, que contempla ayudas para la «adquisición de una vivienda» y obtención de un empleo. O sea, piso y trabajo para los presos etarras, que ya no sólo saldrán de prisión anticipadamente, como ya viene ocurriendo, sino que lo harán en unas condiciones muy favorables.


Según el programa electoral con el que la formación que dirige Arnaldo Otegi presenta como candidato a Pello Otxandiano, Bildu pondrá en marcha un «plan de lucha contra las consecuencias del encarcelamiento». A algunos esta propuesta proetarra podría parecerles un brindis al sol, la clásica promesa electoral que no va a ninguna parte, pero tristemente tiene muchos visos de hacerse realidad, especialmente si Pedro Sánchez sigue en La Moncloa y continúa colaborando en el acercamiento de presos a las cárceles del País Vasco, que es quien tiene la competencia en política penitenciaria. De modo que no es una quimera lo que promete Bildu, sino una realidad. Las medidas de Bildu van orientadas a los presos con » las penas más extensas». Es decir, a aquellos que hayan pasado más años privados de libertad dentro del sistema penitenciario vasco. El plan tiene un triple enfoque: garantías para la «integración social y familiar», para la «adquisición de una vivienda» y para la obtención de «empleo». Cabe destacar el término «adquisición», que indicaría posibles ayudas o incentivos para la compra de una vivienda a esta población reclusa. O sea, las víctimas de ETA reciben un ignominioso olvido y los etarras, una casa y un empleo. Vomitivo.


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