Recortes de Prensa Domingo 14 Abril 2024


EEUU y Reino Unido aprueban nuevas sanciones contra la maquinaria metalúrgica rusa

El Confidencial. 14 Abril 2024


El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko, mantuvieron esta semana en Moscú un encuentro en el que han coincidido en que Ucrania "ha provocado" los ataques rusos contra la infraestructura energética del país, que son una "respuesta" a acciones similares del Ejército ucraniano en territorio ruso.


"Desgraciadamente, últimamente hemos sido testigos de una serie de ataques contra nuestras instalaciones energéticas y nos hemos visto obligados a responder", ha manifestado Putin, según ha publicado la agencia de noticias rusa Interfax.


Mientras tanto, siguen los ataques en la región de Donetsk, donde al menos tres personas han muerto y otras dos han resultado heridas en un ataque del Ejército de Rusia contra la ciudad ucraniana de Konstantinovka.


Las claves del momento

Ucrania ataca la refinería de Novoshakhti, una de las mayores de Rusia

Tres muertos y dos heridos en un ataque ruso contra Konstantinovka

Putin y Lukashenko creen que Ucrania "provoca" los ataques rusos

Rusia ataca infraestructuras críticas ucranianas con más de 40 misiles y unos 40 drones

Moscú derriba 13 drones ucranianos sobre seis regiones del país


11:39

Rusia denuncia ocho muertos en un ataque ucraniano en Zaporiyia

Un ataque ucraniano en la localidad de Tokmak, en la anexionada región ucraniana de Zaporiyia, ha dejado al menos ocho muertos y 18 heridos, denunció este sábado el gobernador impuesto por Moscú, Evgueni Balitski. "Actualmente, el número de las víctimas mortales se sitúa en ocho personas, entre ellas, dos niños", escribió Balitski en Telegram.


Otros 18 vecinos de la localidad fueron hospitalizados después del bombardeo que afectó varios edificios de viviendas, según el funcionario. El ataque se produjo el viernes por la noche, según Balitski, quien primero informó de 13 heridos y luego elevó esa cifra a 18 conforme avanzaban las labores de rescate en el lugar del bombardeo.


Tokmak, en el centro de la región de Zaporiyia, se encuentra bajo control de las fuerzas rusas desde marzo de 2022.


08:44

EEUU y Reino Unido aprueban nuevas sanciones contra Rusia

El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, ha informado este viernes de que Estados Unidos y Reino Unido tomarán medidas adicionales para "interrumpir" los beneficios que Rusia obtiene del comercio de metales a fin de privar al país de "los ingresos necesarios para financiar su guerra ilegal contra Ucrania".


"Estados Unidos, en coordinación con el Reino Unido, está tomando hoy medidas adicionales para perturbar los ingresos rusos procedentes de su comercio de metales al prohibir la importación a Estados Unidos de aluminio, cobre y níquel de origen ruso", ha anunciado del Departamento en un comunicado.


En la misma línea, el Departamento del Tesoro estadounidense ha anunciado que prohíbe también "la exportación, reexportación, venta o suministro de servicios de garantía a cualquier persona ubicada en la Federación Rusa de aluminio, cobre o níquel de origen ruso en un intercambio global de metales y servicios a aquellos metales de origen ruso como parte de la liquidación física de un contrato de derivados", recoge la mencionada nota.


Oriente Medio estalla: 300 misiles y drones contra Israel desde Irán e Irak y cohetes desde Líbano y Yemen

Roberto Pérez. okdiario. 14 Abril 2024


El estallido bélico en Oriente Medio ha tomado una dimensión sin precedentes tras un ataque masivo de drones explosivos y misiles cruceros lanzado este sábado por Irán contra Israel en represalia por el asesinato de siete altos cargos de la Guardia Revolucionaria el 1 de abril en su embajada de Damasco, entre ellos Mohammad Reza Zahedi, el comandante de mayor cargo abatido en suelo sirio. Israel ha informado que Irán lanzó 170 drones, 30 misiles de crucero y más de 120 misiles balísticos, y que el 99% ha sido interceptado por su escudo antimisiles.


Si al filo de las 21.30 horas (hora española) la prensa israelí comunicaba que Irán había lanzado una oleada de drones de ataque contra el Estado hebreo, menos de dos horas después, pasada las 23.00 horas, los medios hebreos desvelaban que se habían disparado también misiles contra Israel. Al mismo tiempo, los terroristas chiíes de Hezbolá han lanzado cohetes contra Israel desde sus bases del Líbano, al igual que han hecho los hutíes desde Yemen.


Respecto a los misiles, esos primeros informes reportados por la inteligencia del régimen de Netanyahu y desvelados por la prensa de ese país no dieron más detalles sobre la autoría de esos lanzamientos, si bien poco después ese ataque con misiles fue reivindicado por la Guardia Revolucionaria de Irán. También se indicó que parte de esos lanzamientos se habían realizado desde Irak, cuyas autoridades habían anunciado poco antes que habían cerrado su espacio aéreo ante la escalada del enfrentamiento entre Irán e Israel.


Las zonas fronterizas entre Irán e Irak son territorio conflictivo y disputado, en el que hay presencia de grupos terroristas alineados con el régimen de los ayatolás, que pueden ser utilizados como brazo armado indirecto en la estrategia bélica de los iraníes. Eso sí, que en el ataque con drones y misiles haya participado directamente la Guardia Revolucionaria de Irán, cuya vinculación con el régimen de los ayatolás es indiscutible, convierte a todos los efectos esa agresión como obra de Irán a ojos de Israel y de Estados Unidos.


Lo indudable es que la situación se complica y la escalada bélica se está extendiendo en Oriente Medio. Además de que Irak queda ahora en situación comprometida, así como otros países de la región están adoptando medidas preventivas.


Ataque interceptado

Según un alto funcionario de la Casa Blanca citado por la prensa estadounidense, en total Irán ha lanzado contra Irán 150 misiles y más de 170 drones. A eso se suman los cohetes disparados desde el Líbano por los proiraníes de Hezbolá, más los que han lanzado los terroristas hutíes desde Yemen, hecho este último sobre el que ha informado la empresa especializada en prevención de riesgos marítimos Ambrey. Esta firma internacional ha destacado que un objetivo de los hutíes son los puertos marítimos israelíes.


Mientras tanto, Israel ha realizado un gran despliegue de fuerzas defensivas antiaéreas para neutralizar el ataque que Irán lanzó este sábado por la tarde contra objetivos hebreos. La mayor parte de los artefactos han sido interceptados, aunque algunos han logrado alcanzar objetivos. Por ejemplo, Israel ha confirmado daños limitados en una base militar y ha revelado que al menos una niña ha resultado herida, alcanzado por metralla.


La ofensiva iraní, de la que había alertado el viernes la inteligencia de Estados Unidos, confirma que el régimen de los ayatolás ha calibrado con precisión las características de su ofensiva contra Israel, desplegada después de que un ataque de Israel matara hace escasos días en Damasco a siete destacados miembros de la Guardia Revolucionaria de Irán.


El avispero de Oriente Medio

Este país ha optado por responder para mantener una imagen interna de fuerza ante lo que ha considerado una agresión directa, y también para reivindicarse como potencia en la región. Pero, consciente de que un ataque directo y a gran escala contra Israel conllevaría una ofensiva militar de Estados Unidos para defender a su gran aliado en Oriente Medio, Irán ha optado por lanzar un ataque de perfil medio desde suelo iraní –drones cuya interceptación es relativamente sencilla para los avanzados medios defensivos de Israel–, y al mismo tiempo patrocinar o amparar –siquiera explícitamente– un ataque más agresivo, con misiles, pero desde suelo no iraní sino desde territorio de su vecino de Irak. Y, al mismo tiempo, así Irán puede encubrirse con el argumento de que no se ha tratado de un ataque directo de sus fuerzas oficiales, sino obra de grupos externos.


En cualquier caso, ese ataque con misiles contra Israel agrava de forma muy considerable la dimensión del conflicto, que cada vez adquiere una mayor dimensión y que hace pensar en una respuesta por parte del Estado hebreo. La incógnita ahora es cuál será el alcance y calibre de ese eventual ataque de respuesta de Israel y cuál la participación de Estados Unidos, que ha desplegado un amplio contingente militar en la región para reforzar la defensa de los israelíes.


¿Y los 134 israelíes aún secuestrados por Hamás?

EDUARDO INDA. okdiario. 14 Abril 2024


Si, pongamos por caso, que no es el caso, pero bueno, me vuelvo loco y le endiño un puñetazo a un tipo de 1,95, con brazos del tamaño de mis piernas y encima campeón de artes marciales mixtas, e intento hacer lo propio con su familia no puedo esperar que me pida perdón o me tararee el «¡Let’s give peace a chance! [¡demos una oportunidad a la paz!]» de los hippies. Lo humanamente normal y justo éticamente hablando es que se revuelva, me propine una tunda de las buenas y me deje hecho un cromo. Y tampoco me podré quejar si cuando estoy tendido en el suelo me patea a modo y manera. Odio la violencia, me parece lo más desagradable del mundo, pero si te agreden tienes todo el derecho del mundo a defenderte.


Cuando actúas violentamente no puedes esperar que la víctima responda cual Mahatma Gandhi redivivo. No es la Ley del Talión, eso son cosas del medievo, sino una elemental cuestión de legítima defensa. Es lo que inicialmente hizo Israel tras ese Pearl Harbor que para ellos fue el 7 de octubre del año pasado en el que un blitz de Hamás dejó un reguero de 1.200 cadáveres y cientos de secuestrados. Las escenas eran dantescas: mujeres desfiguradas tras haber sido violadas y apaleadas, padres reventados a bombazos o a tiros delante de sus hijos, que posteriormente eran raptados, parejas descerrajadas a balazos de fusil de asalto, victimarios saqueando los hogares de sus víctimas y decenas de judíos trasladados por la fuerza a zulos en Gaza en siniestra metáfora de lo que fueron los trenes de la muerte de Hitler.


Conviene subrayar un nada insignificante detalle que olvidamos con demasiada frecuencia: Hamás es una banda terrorista no emparentada pero sí coleguita del cruel régimen de Irán, que anoche atacó Israel. Que es una banda terrorista no lo digo yo, que también, está conceptuada así tanto por el Departamento de Estado americano como por la Unión Europea —pueden consultarlo en su Lista de Terroristas—. Y ni la primera potencia mundial ni los 27 son dictaduras sino democracias de incuestionable calidad. Más allá de categorizaciones oficiales figuran los incontrovertibles hechos: hablan y actúan como unos terroristas. Quien pone bombas a traición, asesina indiscriminadamente, viola mujeres, degüella niños y rapta civiles es basura terrorista. Ni más ni menos. Por mucho que las yolandas y los pedros de la vida los blanqueen no dejan de ser lo que son.


La respuesta de Israel está siendo brutal, cierto es, pero no lo es menos que el que dio primero fue Hamás. Lo primero es una guerra, lo segundo constituyó un múltiple acto terrorista. Con otra sutil diferencia añadida: el Estado judío es una democracia y en Gaza lo del Estado de Derecho, la libertad y la igualdad entre el hombre y la mujer es una entelequia porque directamente no existe. Me fascina contemplar a Yolanda Díaz, Irene Montero, Ione Belarra, Rita Maestre y demás feministas de pro alabar a Hamás o reunirse con ellos, más que nada, porque si vivieran en Gaza tendrían menos derechos que un perro, serían obligadas a vestir niqab, burka o hiyab en el mejor de los casos, tendrían prohibido mostrar los brazos, las piernas y los escotes y lo de estudiar o trabajar sería la excepción y no la regla.


Desconozco si son ciertas las cifras que ofrece Hamás sobre el número de muertos provocados hasta ahora por la ocupación israelí de Gaza. Hablan de 32.000 pero ya sabemos que mienten más que hablan. También culparon al Estado hebreo del bombardeo de un hospital en la franja y luego resultó que los misiles los había lanzado la Yihad Islámica, primos hermanos de Hamás. En cualquier caso, son bastantes miles, eso resulta absolutamente incontrovertible. Esto es lo me lleva a aplaudir a Joe Biden por haber instado a Netanyahu a frenar la ofensiva que está arrasando Gaza y que está dejando cientos de víctimas colaterales como esos siete miembros de la ONG World Central Kitchen del chef José Andrés.


Dicho todo lo cual jamás podremos situar en igualdad de condiciones a Hamás y a Israel o a Yahya Sinwar y Benjamín Netanyahu porque por muchos líos demagógicos que nos hagan una banda terrorista y un Estado democrático no son lo mismo ni un presidente elegido por sus ciudadanos es igual ética, moral y legalmente que un dictadorzuelo. El drama es que en el ingenuo y tontaina Occidente se presenta a Hamás como una suerte de freedom fighters que hacen frente al opresor Israel. Olvidando que esta chusma está detrás o al lado de muchos de los terroristas que históricamente han atentado en suelo europeo.


Y entre tanto buenismo resulta igualmente imperdonable el olvido de una realidad que por mucho que el repugnante wokismo imperante intente ocultar ahí sigue: los 134 judíos secuestrados por Hamás en cárceles subterráneas de Gaza, aunque el Mossad teme que hayan asesinado a 30 de ellos. Entre los capturados hay dos niños, unos cuantos jubilados y una veintena de mujeres. Nadie habla de ellos, ni dios eleva la voz y excepto los Estados Unidos y naturalmente Israel ningún país presenta resoluciones en la ONU exigiendo su liberación. Lo cual no sólo es preocupante en términos prácticos sino también desde el punto de vista moral. Y nos aboca a plantearnos la pregunta del millón de dólares: ¿qué mundo estamos engendrando?


Pedro Sánchez va ahora de apóstol de la creación del Estado palestino, algo que más pronto que tarde llegará, pero no dice ni mu de esos 134 judíos —llegó a haber 240–, entre los cuales por cierto hay originarios de países como Brasil, Argentina, México, Tailandia, Estados Unidos, Filipinas y otras nacionalidades. Españoles no, porque estos seres diabólicos ya asesinaron a los dos que pillaron el 7-O. Tal vez por eso confío en que el todavía presidente del Gobierno y sus socios comunistas exijan públicamente a sus amiguetes de Hamás la inmediata puesta en libertad de los rehenes. Por cierto: ¿dónde están las asociaciones de derechos humanos, las que defienden los derechos de la mujer o las que luchan por los del niño? En Belén con los pastores y la mayoría de ellos deliberadamente. Y, mientras unos callan y todos miran hacia otro lado, el niño judío Kfir Bibas, que cumplió un año en cautividad el 18 de enero, llora desconsolado preguntando cuándo volverá a ver a sus padres.


¿Son los derechos humanos una idea tóxica?

FRANCISCO JOSÉ CONTRERAS. gaceta. 14 Abril 2024


El Parlamento Europeo ha propuesto la inclusión del aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE. La adición de «derechos» aberrantes está consiguiendo hacer odiosa una categoría jurídico-moral (la de derechos humanos) que ha hecho mucho bien, o que lo hizo hasta que la izquierda se adueñó de ella. La idea de los derechos humanos surgió —en Locke, en Voltaire, en el Bill of Rights de 1689, la Declaración de Independencia norteamericana o la Declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano de 1789— como reacción sensata a dos males: el siglo de persecuciones y guerras religiosas que ensangrentó Europa a partir de 1517 y el poder (casi) absoluto de los monarcas. La primera generación de derechos humanos —a la vida, a la libertad religiosa, a la libertad de pensamiento y expresión, a la propiedad privada, a las garantías jurisdiccionales…— estuvo compuesta de derechos «defensivos»: el individuo no exigía al Estado nada que no fuese ser dejado en paz (don’t tread on me). Por eso la Declaración de Independencia incluyó entre los «derechos inalienables de los que el hombre ha sido dotado por su Creador», no el derecho a la felicidad (o sea, la exigencia de que el Estado nos haga felices), sino el derecho a la búsqueda de la felicidad (cada uno con su propio esfuerzo).


Pero llegaron Marx y los suyos y decretaron que esas libertades eran «puramente formales» y que «la libertad burguesa es libertad para dormir bajo los puentes» (Anatole France); o en formulación más tosca de Stalin: «Si no tienes mantequilla, la libertad de pensamiento no te llevará muy lejos». Surgió así progresivamente la segunda generación de derechos humanos, los derechos económicos y sociales: derecho a la educación, a la sanidad, a pensiones, a un nivel razonable de bienestar… Los derechos de primera generación requerían la abstención del gobierno; los de la segunda, su intervención masiva. La positivación de los «derechos económicos y sociales» es lo que llevó a los Estados a su hipertrofia actual, con una recaudación fiscal que pasó de menos de un 10% a más de un 40% del PIB en un siglo, y con un número de empleados públicos que, en el caso de España, pasó de 800.000 en 1975 a 3,5 millones en la actualidad. El Estado del Bienestar abandonó el decimonónico «santo temor al déficit», abriendo una era de endeudamiento crónico (la deuda pública española representa hoy un 110% del PIB y sus solos intereses nos cuestan más de 30.000 millones anuales).


Más importantes que los efectos económicos son los psicológicos y morales: en los siglos XVIII y XIX, el sujeto de derechos era un ciudadano celoso de su autosuficiencia que cifraba su dignidad en ser capaz de proveer a sus propias necesidades (por eso Kant, por ejemplo, exigió la «independencia [económica]», Selbständigkeit, como requisito para la participación política). En los siglos XX y XXI, el Estado socialdemócrata ha acostumbrado a los ciudadanos a depender de la generosidad gubernamental para todos los servicios esenciales. En lugar de un emprendedor que sabe que tiene que arreglárselas por sí mismo, el ciudadano ha sido convertido en un lactante que espera el sustento de la teta estatal. Este «derecho al bienestar [a costa de otros]» ha producido también la crisis de la familia, que era la institución autoprovisora por excelencia. Las funciones (educativas, económicas o de cuidados) que antes proporcionaban las familias, ahora las proporciona el omnipresente Estado del Bienestar. Papá-Estado sustituyó al padre de carne y hueso. El español cree que puede permitirse el lujo de no engendrar hijos: el Estado estará ahí para sostenerle en su vejez.


Con el paso del Estado socialdemócrata al Estado woke, el ciudadano ya no tiene sólo derecho a la suficiencia material, sino también al bienestar moral y sexual. Ahora el gobierno ya no sólo tiene que garantizarnos sanidad, pensiones y educación, sino también cambio de sexo, anticonceptivos, inseminación artificial (pronto también «gestación subrogada», o sea, hijos aunque no tengamos cónyuge del sexo opuesto)… Sobre todo, el Estado debe garantizar nuestra libertad sexual infinita, que incluye el desembarazarnos de las posibles consecuencias genésicas de nuestras coyundas (o sea, el «derecho a la interrupción del embarazo»). Es así como los «nuevos derechos» han ido negando a los clásicos y verdaderos: el derecho al aborto ha desplazado al derecho a la vida; el «derecho al hijo» (vía inseminación artificial o vientres de alquiler), al derecho del niño a una familia formada por su padre y su madre (reconocido por el art. 16 de la Declaración Universal de Derechos Humanos); el «derecho al cambio de sexo», al derecho a la integridad física; el derecho a la «discriminación positiva» (cuotas y ventajas en función del sexo, la raza o la orientación sexual), a la igualdad ante la ley; el derecho a estar protegido frente al «discurso de odio», a la libertad de expresión.


El gran problema es que esta degeneración tiene tintes de irreversible: los derechos funcionan como religión laica y cualquier propuesta de «retroceso en los derechos» es anatema. Como ha escrito Anthony Daniels, «la misma palabra “derechos” tiene un efecto hipnótico sobre los que la emplean», convirtiendo deseos discutibles en exigencias sagradas e innegociables. «La noción de “los derechos” está tan firmemente anclada en la imaginación moral de la gente que su reforma se ha hecho políticamente imposible». La sociedad de los derechos convierte a sus ciudadanos en niños mimados, exigentes e ingratos (no agradeceremos lo que se nos da, pues «tenemos derecho» a ello: el mundo está en deuda con nosotros, no nosotros con el mundo).


En esto como en tantas otras cosas, existe el peligro de «tirar el niño con el agua del baño». Sí, la categoría de los derechos humanos se nos ha ido de las manos, pero no es una razón para desecharla sin más distingos. Recordemos que los derechos humanos surgieron como respuesta a las hogueras de las inquisiciones católica y protestante, y fueron relanzados en 1948 como respuesta a Auschwitz. La alternativa a la orgía nihilista de «nuevos derechos» no tiene por qué ser la renuncia a los derechos, sino su redimensionamiento en los límites razonables de los comienzos: derecho a la vida, derecho del niño a sus padres, derecho a la libertad religiosa, de pensamiento, de expresión y de educación, a un juicio justo, a la separación de poderes, a la igualdad ante la ley (incompatible con la «discriminación positiva»)… Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.


Y hubo un tiempo en que el hombre creía que tenía antes que nada deberes, no derechos. Pero eso fue cuando se creía en Dios.


"Mi norte son Rothbard y Hoppe": Javier Milei se reafirma en sus convicciones libertarias

Rubén Folguera Agra. libertad digital. 14 Abril 2024


Pese a las críticas que pueda recibir y las dudas de muchos sobre cuán coherente podrá llegar a ser Javier Milei en su paso por la política respecto de sus ideales, el presidente argentino no deja de mostrar siempre que tiene ocasión cuáles son sus referentes intelectuales y con qué aspiraciones llegó al poder.


Así, el pasado lunes 8 de abril, en una entrevista concedida para el programa Multiverso Fantino, dirigido el periodista Alejandro Fantino (uno de los que más favoreció el ascenso mediático del economista invitándole a participar en tertulias televisivas hace unos años), Milei volvió a hacer gala de su ideario filosófico y político y a mostrar su profundo compromiso con las ideas de la libertad. Del mismo modo, no dudó, una vez más, en hacer referencia a algunos de sus referentes intelectuales. Esta vez, a quien citó fue a Murray Rothbard y a Hans-Hermann Hoppe.


En este contexto, como ya ha hecho en otras ocasiones, Milei calificó al Estado como una "organización criminal y violenta que se financia con una fuente coactiva de ingresos llamada impuestos". Al respecto, aseveró que "es la máquina de la coacción, de la represión", añadiendo que "es nuestro enemigo". Así, volvía a referirse a la teoría predatoria del Estado, según la cual éste es, en el fondo, una banda de bandidos que se ha consolidado como consecuencia de procesos bélicos. En este sentido, quiso apuntar que "mi norte es Rothbard, mi norte es Hoppe".


Milei, Rothbard y Hoppe

Pero ¿qué quiere decir que el norte de Milei sean pensadores como Rothbard y Hoppe? Esta es una cuestión especialmente importante para un presidente del gobierno (el primero de la historia) que se presenta a sí mismo como liberal-libertario. Es más, podría parecer que el hecho de que un presidente quiera hacerse pasar por un libertario o un anarcocapitalista es incoherente, porque al ostentar ese cargo ya se habría convertido en aquello que decía detestar. Sin embargo, citar a Rothbard y Hoppe como referentes intelectuales supone expresar su compromiso con las ideas libertarias y, además, admitir que el objetivo que busca alcanzar con su paso por la política no es vivir de ella o reforzar el poder político, sino reducirlo al máximo posible y crear el contexto institucional que permita el surgimiento de una sociedad basada en la libertad individual y el orden espontáneo. De hecho, él mismo ha expresado que asume su cargo con el objetivo de vencer al statu quo.


Así las cosas, no podemos olvidar que, en última instancia, el ideal político y social de Rothbard, Hoppe y otros pensadores y economistas que Milei acostumbra a citar, es la sociedad sin Estado, ausente de coacción y regida por los acuerdos libres y el respeto a la propiedad privada. Cabe recordar también que el propio Rothbard proponía en La ética de la libertad la eliminación inminente y absoluta del Estado. Siguiendo al economista liberal Leonard Read, que exigía en una conferencia de 1946 la abolición de todos los controles de precios y salarios, Rothbard incidía en su obra que "el libertario debe ser, pues, la persona que pulsaría —si existiera— el botón de la eliminación instantánea de todas las invasiones contra la libertad".


Rothbard escribió también otras obras en las que se dedicó a analizar la naturaleza perversa del Estado y los perjudiciales efectos de su intervención en la economía. Así, en Anatomía del Estado define que éste es "la organización de la sociedad que intenta obtener y conservar el monopolio del uso de la fuerza y de la violencia en un ámbito territorial determinado; en particular, es la única organización social que obtiene sus ingresos, no por medio de la contribución voluntaria o como pago por los servicios prestados, sino por medio de la coacción".


En este sentido, en Guerra, Paz y Estado resume el axioma fundamental de la teoría libertaria –el conocido como principio de no agresión–: "nadie puede amenazar o cometer actos de violencia (agredir) contra la persona o propiedad de otro", considerando legítimo el empleo de la violencia sólo cuando se haga en defensa contra la violencia ajena. Asimismo, en Poder y Mercado desgrana minuciosamente los nocivos efectos de todas las intervenciones del Estado en la vida de las personas, desde los controles de precios, el salario mínimo o los impuestos, hasta los subsidios, las leyes antitrust o las licencias.


Por su parte, Hans-Hermann Hoppe es otro de los más importantes pensadores libertarios contemporáneos. Así lo demuestra, por ejemplo, en Monarquía, democracia y orden natural, donde expresa que "todo gobierno y, por tanto, cualquier agencia que continua e institucionalizadamente viole (expropie) los derechos de propiedad, se constituye, por su propia naturaleza, en un monopolista territorial", defendiendo además que "desde la óptica del propio interés, cualquier gobierno empleará dicho monopolio en su beneficio, maximizando su riqueza e ingresos".


Como consecuencia de lo anterior, al igual que Milei y Rothbard, Hoppe es totalmente contrario al socialismo, el cual, dice en esta misma obra, "únicamente produce pobreza", pues sostiene que la riqueza sólo puede obtenerse por tres vías: percibiendo la escasez de ciertas cosas dadas por la naturaleza e incorporarlas a las posesiones propias antes de que lo haga otra persona, produciendo bienes con la ayuda del trabajo de otro sobre recursos que ya han sido ocupados previamente o adquiriendo un bien mediante una transferencia voluntaria realizada por su ocupante o productor.


Ahora bien ¿es posible materializar los objetivos liberal-libertarios en el corto-medio plazo? Es francamente difícil. ¿Son estas propuestas, incluso, una forma de idealismo? En efecto, probablemente tenga elementos idealistas, pero ello no invalida las funciones que cumplen los propios ideales (a saber, recordarnos cuál debe ser la dirección a seguir) y, con ello, el compromiso de Milei para con el libertarismo. De hecho, acerca del idealismo libertario, Milei en su entrevista no dudó en criticar a los "imbéciles" utópicos que no tienen en cuenta las circunstancias reales. Del mismo modo, Rothbard también criticaba directamente a estos libertarios utópicos, que él llamaba "libertarios modales", a los que describía como "un adolescente rebelde contra todos a su alrededor", cuestionando la autoridad por simple rebeldía y sin comprender que, si bien la autoridad estatal puede no ser legítima por su fundamento violento y coactivo, la autoridad en sí misma y las instituciones sociales (como lo es, por ejemplo, la familia) son algo natural y necesario. Este es, con todo, el origen del movimiento paleolibertario, fundado por Rothbard y Rockwell con el objetivo de hacer frente a la decadencia del movimiento libertario norteamericano durante la segunda mitad del siglo XX.


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Normalidad a la vasca

TONI CANTÓ. gaceta. 14 Abril 2024


La campaña vasca se desarrolla con total normalidad: Abascal y los suyos, escoltados, tienen que aguantar a una turba de animales que les amenaza e insulta. Entre los de VOX iba Nico, un antiguo compañero de batallas de la época de UPyD. Buen tipo. Valiente. Ex sociata. Ha evolucionado favorablemente. Recuerdo escucharle cómo cierta vez tuvo que compartir ascensor con un asesino etarra. Siempre me ha llamado la atención que se castigue tanto cambiar de partido. Imagina seguir siendo sociata. O comunista. Todavía me sorprende, ingenuo de mí, que no se denuncie cómo en determinados lugares de España no hay normalidad democrática. Y no me refiero a los casi 200.000 vascos que echó ETA de su tierra y su efecto en las urnas. Digo que existen espacios vedados para ciertos partidos, que no se puede hacer una campaña electoral con garantías. Uno tiene que aguantar cómo una turba te insulta, apedrea o amenaza. Ves cómo desinfectan la plaza donde diste el mitin, pintarrajean tus sedes o te envían amenazas.


Hay un estado al que parece que no le importa que eso ocurra. La izquierda española y el nacionalismo guardaban silencio y no condenaban o buscaban excusas. Íbamos a provocar, nos decían. Ahora dan un paso más. Un socialista indecente, perdón por la redundancia, aplaudía esa «normalidad». David Calvo, el gilipollas en cuestión, tuiteaba las imágenes de esa turba cobarde que atacaba a Abascal y compañía, y comentaba: «Cuando un fascista visita el País Vasco, a pesar de ser su tierra natal, pasa lo que pasa». Le faltó poner aplausitos. Pero no hacía falta. Así ha quedado el PSOE. Quizá fue siempre así. Ahora que se usa de forma tan alegre la palabra fascista sería bueno recordar que si alguna formación merece ese nombre es la de los socios del PSOE: los bilduetarras. Entre esos terroristas y un partido democrático, David se queda con Otegui. Como hace todo su partido. Y no les cuesta ni un voto. El candidato sociata en Euskadi se desgañita diciendo que no gobernará con Bildu y a uno le entra la risa. La Fiscalía, que sabemos de quién depende, despeja el camino de Otegui. Bildu va con todo. Se ve ganador, hace mítines en lugares donde sus admirados etarras mataban a gente, piden que los polis vayan desarmados y la retirada de «las fuerzas españolas». El único peligro que tiene que enfrentar el PNV es el ridículo. Tuvo que retirar un vídeo en el que un par de chicas se echaban encima del candidato para pedirle unos selfies. Resultaron ser falsas. Las chicas, digo. Los saltitos, la emoción, las risas. Todo falso. No sé si cobraron, si se les prometió algún carguito, o medrar en el partido. El trabajo de Mr Handsome ha creado escuela. Supongo que, al ver cómo les adelanta Bildu, se están poniendo nerviosos. Pero tranquilos, anda que no hay cargos en la administración vasca, una de las más infladas de España. Hay pastel para todos. Y pagamos el resto.


Que ese David de pacotilla, un personajillo como el sociata valenciano, pretenda ponerse por encima de Abascal da risa. Todos sabemos cómo Santiago plantó cara al terror allá en el norte. Cómo el sociata y los suyos ejercen ahora de mamporreros de los proetarras. Yo quiero una España con más Abascales y menos David Calvo. Mejor nos iría.


Si vemos "normales" las elecciones vascas y catalanas, acabaremos viendo "normal" la dictadura de Sánchez

FEDERICO JIMÉNENZ LOSANTOS. libertad digital. 14 Abril 2024

Ha acabado triunfando la costumbre de mirar a otro lado para no ver el desagradable aspecto de las víctimas de la violencia separatista.


Ayer leí un artículo de José Ignacio Palacios Zugasti, exconcejal de AP y senador por Navarra, sobre un múltiple crimen etarra en Pamplona, del que se cumplen ahora cuarenta años. El Debate adjuntaba una fotografía, base de ese artículo y que deberíamos reproducir todos, que explica la miseria moral de buena parte de la sociedad vasca y navarra, y del papel del PSOE como socio de la ETA y todas sus fachadas electorales. Socialista y etarras formaban la "mayoría natural" de la que hablaba Fraga en la Derecha pero que realmente tenía la izquierda, sin distinción de pistoleros y cómplices.


La imagen inolvidable de un atentado

La primera víctima fue Jesús Alcocer, un comandante de infantería retirado que tenía tres tiendas de alimentación y acudía cada día a comprar al mercado central, MercaIruña. Allí esperaban dos etarras que le dispararon en la nuca y salieron corriendo. Los terroristas, Mercedes Galdós y Juan José Legorburu, escaparon en un coche que aparcaron cerca, junto a un instituto, esperando que llegaran la policía a identificarlo. En ese momento, activaron una bomba de enorme potencia que se oyó en toda la ciudad y despedazó a dos policías, cuyos restos tardaron mucho en recuperarse en los jardines y edificios adyacentes. Como dato simbólico, la terrorista iba disfrazada de monja. Natural, porque entonces era aquella tierra lo que un novelista llamó "criadero de curas", y el clero, masivamente separatista, fue siempre cómplice de la ETA, llegando a negar los templos para el funeral de sus víctimas u obligando a sacar los féretros por la puerta de atrás.


Un fotógrafo del Diario de Navarra, Jorge Nagore, fue enviado por su periódico al lugar del atentado. Había pasado mucho tiempo y no creyó que quedara más que el lugar manchado con la sangre del muerto. Pero resultó que aún no había aparecido nadie y el muerto, tapado a medias con un chal, seguía ahí, mientras, y esto es lo que da a esa fotografía un valor histórico, la gente seguía con su trabajo como si no hubiera pasado nada. Un hombre joven lleva en su carretilla unos cajones de bananas de canarias, y mira a la cámara como sorprendido de que le hagan fotos, por algo tan normal como seguir con su tarea al lado del muerto y mirando a otro lado, posición moral que, asumida por la mayoría de la gente y tras expulsar a cientos de miles de navarros y vascos de su tierra, nos ha llevado a la triste situación actual.


No se puede aceptar que bajo el terror hay democracia

¿Qué es lo peor de esta situación? Que finjamos que las elecciones vascas y catalanas son normales cuando se celebran bajo el terror contra España y todo lo español. Un proceso de más de cuarenta años, en el que ha acabado triunfando la costumbre de mirar a otro lado para no ver el desagradable aspecto de las víctimas de la violencia separatista, a las que se ignora o se ataca. Como, por cierto, hacen los sindicatos llamados "de clase" UGT y CCOO, a los padres que reclaman su derecho a que sus hijos reciban clase en español. Estos sindicalistas vendidos al separatismo son como el clero asociado a la ETA —Setién y Uriarte— o a Terra Lliure y el Prusés —todos los obispos catalanes que predican el odio a España, más el renegado Omella—. Los militantes "de clase" e "internacionalistas" entregados al tribalismo xenófobo. Los del Dios del perdón, poniendo urnas separatistas en el altar.


Los medios, entregados fatalmente al día a día, contribuimos, sin querer o queriendo, a esta apariencia de normalidad democrática en el País Vasco o Cataluña, cuando lo cierto es que, en Guecho, Abascal debe dar su mitin rodeado de policías, mientras Otegui, en vez de ser detenido, disfruta de un auténtico baño de masas.


En Cataluña, el terror no sólo va contra los partidos nacionales, sino contra todas las organizaciones de la sociedad civil que se niegan a aceptar la dictadura separatista. El recentísimo vídeo de S´ha acabat lo demuestra inequívocamente. Es un terror algodonoso, pero igualmente insoportable, cuyo fin declarado es expulsar al disidente.


Los separatismos antiespañoles son proyectos de segregación cultural y de ruptura social. El odio del separatismo catalán es contra los catalanes que se sienten españoles, y, como el separatismo vasco, busca una futura nación homogénea, por supuesto dictatorial, aunque sea imponiendo una lengua que no habla más que una minoría, en el País Vasco, o que no es la lengua materna de la mayoría de la población en Cataluña y los "Països Catalans". Son proyectos que sólo caben en una dictadura. Que sólo pueden mantener y agravar la dictadura existente durante los cuarenta años de democracia.


Mientras no se haga frente a este hecho crucial, no se podrá plantar cara eficazmente al separatismo. Y por desgracia, en esta campaña no se está haciendo. Ni por parte del PP ni tampoco de Vox.


El PP y Vox pierden el discurso nacional

Ambos han caído otra vez víctimas de las encuestas, de lo que dicen que quiere la sociedad, que cabe resumir en lo de Rajoy: "No quiero líos". En realidad, sin lío no puede haber cambio en esta tendencia aplastante del separatismo. Pero Vox se ha centrado en los problemas de seguridad de la inmigración ilegal, como si la llegada al poder de la ETA no fuera más importante, y el PP, tras un absurdo y fallido apareamiento electoral con el cadáver de Ciudadanos, hasta el punto de llegar a decir que pensaban en la participación de Arrimadas en la campaña, cuando en todas las encuestas Cs no saca ningún escaño, y para que al final se cargara Carrizosa el plan, enésima prueba de la desconexión del partido con su electorado primigenio.


Este absurdo privilegio moral concedido a Ciudadanos demuestra que el PP oficial, el de Génova 13 y, por desgracia, el del propio Feijóo, sigue atrapado en un erróneo y suicida análisis del separatismo catalán. Al final, nombró candidato a Alejandro Fernández, que era el único posible, y aunque Cayetana hizo un gran discurso para presentarlo con las ideas claras que atribuimos al propio Alejandro, ante la plana mayor del PP catalán (no vi a los Fernández, aunque tienen gente en las listas, y por ahí andarían) al que no se le puede poner un pero. Eso, en la teoría. La práctica es otra cosa.


Porque Feijóo sigue empeñado en equivocarse en Cataluña, hablando del "centrismo" y de "lo que le interesa a la gente", que por lo visto no es el referéndum y la traición del PSC. En las Cortes ha vuelto a estar realmente bien contra Sánchez, pero sale de Madrid y le brota un discurso de otra era, de los tiempos de Pujol y Arzalluz, que no volverán. Cualquier día nos cita "el precio de los garbanzos" con el que Fraga se oponía —poco— a González.


La campaña en el País Vasco es tristísima, porque se habla de lo que, según los michavilas, interesa a la gente: aplaudir la gabarra en el Nervión. De lo realmente grave, lo que más interesa a España, que es su destrucción, todo se da por supuesto, pero nada se dice. Y si nos acostumbramos a ver normal la dictadura nacionalista en el País Vasco y Cataluña, acabaremos acostumbrándonos a la dictadura de Sánchez. Que remataría las otras dos.


Pepa Millán (Vox): «El PP de Feijóo en Génova sigue siendo la derechita cobarde»

VICENTE GIL. okdiario. 14 Abril 2024


«El PP sigue siendo la derechita cobarde». Lo afirma Pepa Millán. La portavoz de Vox en el Congreso se refiere al PP de Feijóo en Génova, con quien la dirección nacional de Vox rompió relaciones. Para Pepa Millán, «Feijóo tiene miedo y complejos con Vox». Cree la portavoz parlamentaria de Santiago Abascal que «el PP lleva mucho tiempo inmerso en un mar de incoherencias».


Pepa Millán lamenta que su partido -asegura- tenga que relacionarse con 17 partidos populares distintos. Millán destaca la buena sintonía de los gobiernos de coalición con el PP en Valencia, Extremadura, Aragón y Castilla y León.


Pepa Millán, la portavoz parlamentaria más joven del Congreso a sus 29 años, es andaluza. Sus rasgos cordobeses la delatan. Cordobesa de Cabra, lugar masacrado por la aviación de la República en la Guerra Civil pese a estar muy alejado del frente. Murieron cientos de civiles. La Guernica andaluza de la que la izquierda nunca habla.


Por eso, Pepa Millán lamenta, especialmente, que Juanma Moreno no quiera usar su mayoría absoluta para derogar la ley andaluza de Memoria Democrática, y destaca: «El PP sólo revierte la Memoria Democrática y las políticas de la izquierda donde gobierna con Vox».


A Pepa Millán no le extrañaría -dice- que Feijóo y Sánchez pactaran sobre el caso Begoña Gómez y el caso Koldo, cuanto menos para no tener que comparecer ellos ante las comisiones parlamentarias de investigación. Para Pepa Millán es lo que hacen ahora con el CGPJ o RTVE y lo que han hecho siempre. Dice que PP y PSOE defienden su «turnismo» en el poder.


PREGUNTA.- ¿Feijóo y Sánchez podrían estar pactando para no tener que acudir ellos a las comisiones de investigación?

RESPUESTA.- No nos sorprendería. Son capaces. Ya pactaron nada más constituirse esta Cámara dejar fuera a Vox para repartirse la Mesa y las presidencias de las comisiones. Están dispuestos a pactar el CGPJ. Pactaron una reforma de la Constitución primando a las mujeres que padecen algún tipo de discapacidad sobre los hombres en una discriminación absolutamente evidente. Están dispuestos a negociar el Consejo de Televisión Española. No me extrañaría nada, porque a ellos lo que les une es ese afán por mantenerse en ese turnismo. El PP piensa que así va a llegar al poder, porque le toca, pero renunciando absolutamente a todo lo demás. Los creemos perfectamente capaces de pactar esto, porque ya lo han hecho antes.


P.- ¿Cómo van las relaciones con el PP? ¿Tiene diálogo fluido con Tellado?

R.- Por supuesto. Las relaciones aquí son así y más entre portavoces de dos formaciones que ya gobernamos en varios sitios. Pero sí es verdad que la relación se hace muy difícil cuando uno se encuentra con 17 partidos populares distintos. El hecho de que les critiquemos responde a que nosotros no podemos ser hipócritas y, si hay algo que se está haciendo mal, lo vamos a denunciar. Sabemos que esto a mucha gente le genera cierta desesperanza, porque verán que la izquierda se une y se confabula para llevar a cabo ese plan de desmantelamiento nacional y ven que nosotros, en ocasiones, nos andamos peleando. Pero no podemos dejar de denunciar aquellas cosas que se están haciendo mal. Y si el Partido Popular se sienta a negociar los jueces con el mismo Partido Socialista al que acusa de dar un golpe de Estado aprobando esta amnistía, pues lo tenemos que señalar. Hay lugares en los que no nos hemos encontrado ningún problema, como en Valencia, en Extremadura, en Aragón y en Castilla y León, etcétera… donde hay gobiernos de coalición satisfactorios. A nosotros nos gustaría hacer más, pero son satisfactorios dentro de una racionalidad. Pero luego en Génova nos encontramos con lo que nos encontramos: un Partido Popular distinto, dispuesto a entenderse con el Partido Socialista y a dejar de lado a Vox.


P.- ¿Feijóo tiene complejos con Vox?

R.- Nosotros pensamos que sí. O miedo. Nosotros no tenemos ninguno y señalamos lo que hacen mal.


P.- ¿El PP sigue siendo «la derechita cobarde» o eso ya pasó?

R.- Sigue siéndolo, sigue siéndolo… Sigue siéndolo porque lo demuestran los hechos. Hasta ayer el Partido Popular se manifestaba en la calle contra la amnistía. Luego se sienta con Junts y dice que es un partido democrático y perfectamente encajable en la aritmética parlamentaria. Esta semana se ha votado la regularización de 500.000 inmigrantes ilegales. El Departamento de Seguridad Nacional acaba de decir que la inmigración ilegal constituye la tercera causa de amenaza para la seguridad de nuestra nación, pero el Partido Popular, con tal de que no le llamen xenófobo o racista o le insulten, está dispuesto a tragar con eso y a aceptar lo que nosotros creemos que es una auténtica barbaridad.


P.- ¿Feijóo prefiere entenderse con Junts antes que con Vox?

R.- A nosotros nos sorprendieron mucho esos contactos que tuvo el Partido Popular con Junts. Nos sorprende mucho que diga que es un partido de tradición democrática cuando son los principales artífices de este golpe de estado y los principales culpables de que los españoles ya no seamos iguales ante la ley. Y nos sorprende que también digan que son reticentes a la hora de llegar a acuerdos con Vox, por ejemplo, en el caso de la Memoria Democrática o de recortar el gasto superfluo. El Partido Popular se tendrá que aclarar.


P.- ¿Tiene complejos el PP con la Memoria Democrática? Usted es de Cabra…

R.- Precisamente en Cabra tuvo lugar uno de los peores ataques que se recuerdan. Un ataque verdaderamente sangriento. Y precisamente en Andalucía el Partido Popular tiene mayoría absoluta y no quiere derogar la Ley de Memoria Democrática de la izquierda. En aquellos lugares donde nosotros estamos gobernando con el Partido Popular, se está empezando a revertir esa situación, como en Aragón. Pero ya ha salido el PP a decir que ellos sólo derogarán esas leyes en los lugares donde está Vox, pero no en otros lugares, como por ejemplo Andalucía, donde tienen mayoría absoluta. El Partido Popular no está dispuesto a derogar las políticas de la izquierda, sino a mantenerlas. Y en el caso de Andalucía, pues ya vemos esos homenajes tan sentidos que le dedica Juanma Moreno a Blas Infante, un islamista que lo único que quería era romper España a través de Andalucía. Si no está Vox, esas políticas no van a cambiar y se van a mantener. Vox es la única garantía para revertir esas políticas de la izquierda y sacar adelante leyes para garantizar la concordia y la unidad entre españoles, que es lo único que queremos. Nosotros queremos una España de españoles iguales ante la ley, de hermanos que sean capaces de mirar al futuro y no a través de unas leyes que nos imponen cómo tenemos que pensar y recordar nuestro pasado o decirnos quiénes eran los buenos y los malos en función del bando en el que lucharan.


P.- ¿Al señor Feijóo se le está poniendo cara de Rajoy?

R.- Bueno, los dos son gallegos, ¿no? La verdad es que el PP lleva mucho tiempo inmerso en un mar de incoherencias que tendrán que solucionar y nosotros no les vamos a decir a ellos cómo tienen que hacerlo. Pero sí es verdad que tienen un problema profundo de incoherencias y que, al final, lo malo es que las consecuencias las pagan los españoles. Ya vimos lo que ocurrió el 23 de julio. El PP hizo una campaña de demonización de Vox y se dedicó a tenderle la mano a Sánchez antes, durante y después de las elecciones. ¿Qué ocurrió? Lo que todos sabemos. En las comunidades donde hemos logrado entendernos, sin embargo, tenemos el adelanto de lo que podía haber sido España. Esas regiones son el reflejo de lo que España pudo haber sido el 23 de julio. Y no lo fue por la torpeza del PP.


Pepa Millán (Vox): «¿Esta es la normalidad del País Vasco? ¿Ir escoltados para que no nos agredan?»

VICENTE GIL. okdiario. 14 Abril 2024


«¿Esta es la normalidad del País Vasco? ¿Ir escoltados para que no nos agredan?». Es la pregunta que Pepa Millán se hace en la entrevista OKDIARIO a una semana de las elecciones vascas. Santiago Abascal y los candidatos de Vox no están rehuyendo ni un solo rincón del País Vasco, por proetarra que sea. Que son casi todos.


Vox está siendo escoltado en sus actos y desplazamientos por la policía. Este mismo sábado por la tarde, en el casco viejo de Mondragón, los cachorros de Otegi, el socio preferente de Sánchez y del PSOE, han atacado con piedras y botellas a los seguidores de Vox que habían montado una mesa informativa en la plaza Nagusia de ese feudo bilduetarra.


Pepa Millán cree que los vascos «viven bajo el yugo del separatismo y de la ETA institucionalizada, que es lo que tenemos ahora, al fin y al cabo». «Ahora no matan -señala-, pero porque ya han conseguido lo que quieren, esos sillones». Pepa Millán lamenta que el PP «se haya puesto de perfil» cada vez que Vox ha planteado la ilegalización de Bildu. Para Pepa Millán, «PNV y ETA son lo mismo: comparten el mismo plan para desmantelar España».


Preguntamos a Pepa Millán si siguen pensando que habría que aplicar un 155 permanente para Cataluña. A esa afirmación de Abascal en la campaña del 23J se atribuye la arrolladora victoria del PSC en las generales y, con ella, el resultado de Sánchez que le permite estar hoy en Moncloa. Pepa Millán se piensa la respuesta y contesta: «Hay que usar los mecanismos legales que tengamos para reinstaurar España en Cataluña porque la han hecho desaparecer».


PREGUNTA.- Hace unos días vimos a aficionados del Athletic de Bilbao en Sevilla con pancartas a favor de ETA, sus ikurriñas y lanzando gritos contra España libremente, sin ningún problema. Pero ustedes tienen que hacer los mítines en el País Vasco escoltados por la Ertzaintza. ¿Está enferma la sociedad vasca?

RESPUESTA.- Es evidente que en el País Vasco hay un problema muy grave, porque además hablamos de generaciones que, por la inacción de unos y por la acción de otros, viven bajo el yugo del separatismo y de la ETA institucionalizada, que es lo que tenemos ahora al fin y al cabo. Ahora no matan, pero no matan porque ya han conseguido lo que quieren, que son esos sillones. La sociedad vasca tiene un problema y no se va a solucionar ni en dos ni en tres días, pero se pueden ir haciendo cosas para revertir esa situación. Pienso, por ejemplo, en la cantidad de veces que a este Hemiciclo hemos traído iniciativas para ilegalizar a Bildu y a estos partidos. Bildu nunca tenía que haber existido. Un partido que llevó a 44 terroristas en sus listas, algunos condenados por delitos de sangre. Y nos hemos quedado solos. Vox se ha quedado solo pidiendo la ilegalización de Bildu. Todos los partidos, desde el PSOE hasta el PNV, los separatistas y el Partido Popular también han votado en contra o se han puesto de perfil cuando aquí se ha traído la ilegalización de Bildu. El del País Vasco es un problema gravísimo, pero se pueden ir haciendo cosas con voluntad.


P.- ¿Bildu podría ganar el domingo? ¿Qué le sugiere esa posibilidad?

R.- Pues puede ganar, sí. Si esto sigue así, puede. Puede ganar las elecciones, pero porque quienes tenían que haber hecho cosas para evitar que eso fuese así han estado mirando para otro lado. Tenemos al presidente del Gobierno que se sustenta sobre Bildu. Es el socio preferente del Gobierno quien ha blanqueado a ETA. Y quienes ha blanqueado a Bildu han sido el Partido Socialista y el mismo Gobierno y, por ende, todos aquellos que han mirado a otro lado, permitiendo que eso siga siendo así y que esta gente siga teniendo representación.


P.- La alternativa no es buena, pero ¿el PNV merecería perder?

R.- Claro. Unos agitaban el árbol y otros recogían las nueces. Son exactamente lo mismo y tienen el mismo plan de desmantelamiento nacional. Nosotros no distinguimos [entre ETA y el PNV].


P.- ¿Sánchez le dará el Gobierno vasco al PNV o a Bildu según le convenga en ese momento?

R.- Ya lo han negado tres veces, que es el requisito sine qua non para terminar haciéndolo. Así que no nos cabe ninguna duda de que lo harán.


Cataluña y el 155

P.- Tras las vascas llegarán las elecciones catalanas. ¿Siguen pensando que un 155 permanente es la solución de Cataluña?

R.- Es evidente que el 155 que se aplicó en su momento fue insuficiente y que es necesario instaurar España en Cataluña. Poco a poco, lo que se ha hecho en Cataluña ha sido hacer desaparecer a España. Y hay que volver a estar ahí por los medios legales que tengamos. Por supuesto.


MIEDO ANTE EL LIDERAZGO DE MELONI, ABASCAL, MILEI…

Steven Forti y el pánico de la izquierda global frente al avance de la «derecha 2.0»

NITU PÉREZ OSUNA. gaceta. 14 Abril 2024


Una gran preocupación por el avance de distintas organizaciones de derecha en el mundo, que van desde VOX en España, hasta Javier Milei en Argentina, pasando por Donald Trump en Estados Unidos, Jair Bolsonaro en Brasil, Giorgia Meloni en Italia y Viktor Orbán en Hungría, se pone de mafiesto en el libro «Extrema Derecha 2.0» del profesor de Historia Contemporánea en la Universidad Autónoma de Barcelona, Steven Forti.


El pasado 2 de abril, The North American Congress on Latin America (NACLA), publicó un revelador artículo de Forti, basado en el libro mencionado, con el título «Extremas derechas 2.0, una gran familia global».


En el escrito, Forti señala que «La llegada del líder de La Libertad Avanza a la Casa Rosada es solo la última muestra de un proceso que se viene dando desde hace al menos tres décadas y que se ha acelerado tras la crisis económica de 2008. En la actualidad, además de Argentina, la extrema derecha gobierna en cuatro países europeos (Italia, Hungría, Finlandia, y la República Checa… sin contar el terremoto político que podría causar un avance electoral en las elecciones al Parlamento Europeo del mes de junio y, sobre todo, en Estados Unidos en noviembre, con el posible regreso de Trump en la Casa Blanca».


El profesor de la Universidad de Barcelona añade que la derecha 2.0 -como él la denomina- ha logrado normalizar sus ideas: «Estas fuerzas políticas…se han convertido en actores políticos relevantes y han accedido al Gobierno en distintos países. Sus ideas se han normalizado; marcan las agendas políticas y son compartidas también por espacios convencionales», enfatizando que han logrado «conquistar la calle».


Forti opina que «aunque todavía no hay intelectuales de cabecera ni un manifiesto del partido ultraderechista mundial, esto no significa que no se trate de una fuerza política organizada globalmente, si bien heterogénea. Los acontecimientos a los que hemos asistido en los últimos tiempos a un lado y el otro del Atlántico nos lo muestran con creces».


Para combatir este fenómeno, el autor recomienda no calificar a la derecha 2.0 como fascista, porque «El fascismo, que se creó en Europa tras la Primera Guerra Mundial, tenía también otras características nucleares que no encontramos en las extremas derechas de la actualidad, como el ser un partido milicia, el totalitarismo como forma de Gobierno, el imperialismo como proyecto de expansión militar, el encuadramiento de la población en grandes organizaciones de masas o el presentarse como una revolución palingenésica y una religión política».


Al parecer, el régimen dictatorial venezolano no tomó nota de este concepto, porque hace pocos días insistió en llamar fascista a la oposición venezolana, aprobando además una absurda «Ley contra el Fascismo», cuyo único objetivo es perseguir a sus adversarios.


El artículo al cual nos referimos, señala que uno de los motivos por los cuales la derecha 2.0 ha logrado apoyo popular es «lo que se ha denominado cultural backlash, es decir, la reacción cultural a la globalización liberal. Nuestras sociedades se han transformado paulatinamente en multiculturales y muchas reivindicaciones puestas bajo la etiqueta de post-materialistas se han convertido en derechos en las últimas décadas, desde el divorcio y el aborto hasta el matrimonio homosexual. Esto ha conllevado, según diferentes especialistas, a una reacción por parte de sectores de la población que ven amenazada su posición en la sociedad e incluso su identidad. De ahí, pues, que voten por partidos que rechazan la inmigración, critican lo que consideran excesos progresistas y defienden la familia tradicional».


El autor reconoce, correctamente, que la sociedad está asustada, y que muchos se preguntan «¿Qué pasará en nuestros barrios si siguen llegando migrantes de otros continentes? ¿Qué será del modelo de familia en que muchos se han criado si se permiten adoptar hijos a parejas homosexuales o se acepta la fluidez de los géneros?». Forti piensa que «la derecha 2.0 sabe ofrecer seguridad y protección a mucha gente que vive con miedo y temor lo que nos puede deparar el futuro, dando respuestas sencillas a problemas complejos».


Forti alega que Trump, Milei, Bolsonaro, Abascal, Meloni y Orbán comparten «un marcado nacionalismo, una crítica profunda al multilateralismo y al orden liberal, el antiglobalismo, la defensa de los valores conservadores, la defensa de la ley y el orden, la crítica al multiculturalismo y a las sociedades abiertas y el antiprogresismo».


Al autor le preocupa que todos estos líderes políticos tengan relaciones personales. «Se conocen, hablan a menudo entre ellos, se felicitan en las redes sociales, se reúnen y participan en encuentros organizados por los demás partidos. En la Unión Europea, además, la existencia de los partidos de Identidad y Democracia (ID) y de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), que reúnen a las formaciones ultraderechistas del continente, ofrece unos lugares donde compartir ideas y experiencias».


Claramente, al profesor Forti le preocupa que muchos de estos partidos hayan creado sus escuelas de formación resaltando que «entre los profesores tienen miembros de las extremas derechas de otros países. Marion Maréchal Le Pen ha creado en Francia el Instituto Superior de Sociología, Economía y Política que, de la mano de Vox, abrió una sede también en Madrid. Entre las muchas organizaciones progubernamentales creadas por Orbán en Hungría, cabe mencionar el Mathias Corvinus Collegium que en la actualidad cuenta con más de 20 sedes en el país magiar, Rumania y Bruselas, y alrededor de 7.000 estudiantes. Entre los ponentes estuvo el experiodista de Fox News, Tucker Carlson».


Sobre la Fundación Disenso, en particular, explica «el papel que está jugando Vox en relación con América Latina. A partir de la Fundación Disenso, el partido de Abascal ha desarrollado la noción de Iberosfera, que promueve lazos entre los partidos de la derecha en ambos lados del Atlántico, en la Península Ibérica y América Latina. Vox también ha lanzado la Carta de Madrid, un manifiesto programático que oficializa el concepto de Iberosfera y que ha permitido crear el Foro Madrid. Esta organización, que se presenta como el contrapeso del Foro de São Paulo y el Grupo de Puebla, ha venido organizando varios encuentros en la región, como en Bogotá en 2022 y Lima en 2023, además de las cumbres de la Iberosfera… Uno de los principales trait d’union ha sido el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch, vicepresidente tercero de la Asamblea Parlamentaria Eurolatinoamericana (Eurolat), lo que muestra una vez más la importancia de las redes que se van tejiendo desde Bruselas».


A manera de conclusión podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que el planteamiento del profesor Forti no es una mera opinión personal. Más bien parece el pensamiento compartido de un amplio sector de la izquierda internacional angustiada por la posibilidad de un cambio de rumbo en el mundo, producto de las próximas elecciones europeas de junio y la alta probabilidad de un cambio de Gobierno en Estados Unidos.



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