Recortes de Prensa Domingo 21 Abril 2024


Y, además, antisemita

Jesús Cacho. vozpopuli. 21 Abril 2024


El martes 17 de marzo de 1992, un atentado terrorista destruyó la embajada de Israel en Buenos Aires causando la muerte de 22 personas y heridas graves a 242 más. Dos años después, lunes 18 de julio de 1994, un coche bomba redujo a escombros la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en la capital, con un saldo de 85 muertos y 300 heridos. Casi 300.000 personas de ascendencia judía viven en Argentina, el 80% de las cuales en Buenos Aires. Después de 12 años de investigación, la justicia argentina, con aportaciones de los servicios de inteligencia americanos e israelíes, acusó formalmente al gobierno de Irán de planificar un atentado que, como mano de obra, fue llevado a cabo por la organización terrorista libanesa Hezbollah, que alienta y financia Irán.


Argentina había sido elegida como blanco del ataque tras la decisión de su Gobierno de suspender toda transferencia de tecnología nuclear a Irán. Todos los Gobiernos argentinos desde entonces han tratado de entorpecer la labor judicial. El 13 de enero de 2015, el fiscal Alberto Nisman tuvo los santos redaños de presentar una denuncia contra la entonces presidenta Cristina Kirchner como supuesta encubridora de los atentados, pero 5 días después, horas antes de presentar su informe al Congreso, Nisman apareció muerto de un disparo en la cabeza en su apartamento de Buenos Aires. Tan cerca como el pasado jueves 11 de abril, casi 30 años después de aquella masacre, la Cámara Federal de Casación Penal, máximo tribunal penal argentino, dictaminó que ambos atentados “respondieron a un designio político y estratégico de la República Islámica de Irán y fueron ejecutados por la organización terrorista Hezbollah”. El fallo sostiene que la voladura de la AMIA fue, además, un crimen de “lesa humanidad”, abriendo la puerta para que Argentina demande formalmente a Irán. El presidente Javier Milei aplaudió el fallo judicial, y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, afirmó que el Estado argentino, que ha cursado órdenes de detención a la Interpol contra miembros del Gobierno iraní, promoverá el enjuiciamiento criminal de los prófugos por el atentado.


Prácticamente hay que buscar con lupa en internet para encontrar en la gran prensa occidental, esa que ahora derrama ríos de tinta hablando del “genocidio” israelí en Gaza, la noticia del trascendental fallo de la justicia argentina condenando a Irán como autor intelectual de esas matanzas. Ni una línea en los medios españoles. Estuve en ese país de vacaciones hace pocos años. Me impresionó su gente, su amabilidad, su ansia por conocer de primera mano el mundo exterior, su cordialidad para invitarte a tomar un té en su casa por cualquiera que manejara cuatro palabras de inglés; me maravilló, sobre todo, su ansia de libertad, hasta el punto de considerar imposible el mantenimiento en tiempo de la dictadura de los Ayatollahs. El iraní es un pueblo excepcional, mayoritariamente laico, que sufre la represión tiránica de una odiosa casta religiosa.


La República Islámica se ha fijado como objetivo la destrucción del Estado judío, la única democracia plena existente en Oriente Medio. Y desde su fundación martillea las defensas de Israel por mano interpuesta desde Iraq, Siria, Líbano (Hezbollah), Yemen (Hutíes) y Gaza (Hamás). Asombra ver cómo la izquierda y una mayoría de medios toleran una tiranía sanguinaria que cuelga a los homosexuales de las grúas y reprime a las mujeres que se arriesgan a salir a la calle sin velo, mientras condena duramente a un país plenamente democrático cuyo Constitucional acaba de tumbar la pretensión del Gobierno Netanyahu de recortar la independencia de su poder judicial. Sobrecoge comprobar cómo el odio a Israel lleva a la izquierda española y mundial y a buena parte de los medios a apoyar a una dictadura atroz como la iraní.


Porque, según esa izquierda y esos medios, Israel no tiene derecho a defenderse. No solo eso, sino que debería dejarse conducir mansamente hasta ahogarse en el mar, como reza el eslogan de moda que estos días corea el perroflautismo internacional. Como escribiera el judío lituano Wladimir Rabi, luego nacionalizado francés, “nosotros nunca olvidaremos. No podemos olvidar porque hemos sido los arrastrados del mundo. Contra nosotros todos han tenido licencia”. No había ninguna razón, ninguna provocación previa, para la masacre del 7 de octubre, el mayor pogromo de judíos ocurrido en un solo día desde el final de la II Guerra Mundial. La razón, como días atrás escribía Alain Finkielkraut, es que “para Hamás, la organización que gobierna Gaza con mano de hierro, no hay diferencia entre soldados y civiles: cada israelí, hombre o mujer, niño o anciano, es un enemigo, un criminal que debe ser eliminado”.


No hay Estado que pueda permitir la existencia en su puerta trasera de una organización terrorista dispuesta a eliminarlo por la fuerza. ¿Cómo no entender, entonces, la represalia en Gaza tras lo ocurrido el 7 de octubre? Y, naturalmente, en toda guerra mueren inocentes, aunque los muertos en el “genocidio” gazatí han sido fundamentalmente terroristas de Hamás, gente que suele utilizar a civiles como escudos humanos. Lo explica el también galo Gilles-William Goldnadel: “Deploro sinceramente la muerte de niños en Gaza. Pero me niego a confundir a un terrorista que masacra voluntariamente a un civil, con un soldado que involuntariamente mata a un civil para alcanzar al terrorista que se protege detrás de su cuerpo”.


Seis meses después del 7 de octubre, de aquella matanza apenas se habla. Los muertos de Gaza han enterrado a los del kibutz en la tumba de una memoria colectiva manipulada por unos medios de comunicación dispuestos a infligir a Israel una doble derrota: la evidencia de su vulnerabilidad, no obstante el prestigio de que siempre han gozado su ejército y sus servicios de inteligencia, y la de verse hoy en el banquillo de los acusados por “genocida”. Impresiona la satisfacción con la que la prensa zurda utiliza impunemente el término “genocidio” contra el Estado judío. Los bombardeos occidentales sobre Mosul y Raqqa en 2017, con miles de víctimas, o los conflictos de Sudán o Congo, con millones de muertos y desplazados, por citar solo dos tragedias recientes, no han merecido ni la décima parte de crítica que ahora ha concentrado la ofensiva israelí en Gaza. Todo vale contra un pequeño pueblo de apenas 15 millones en un mundo habitado por 8.000 millones de almas.


Es la vieja retórica antisemita del totalitarismo soviético que no solo no desapareció con la caida del muro de Berlín, sino que, como al olmo seco del soneto de Machado, las lluvias de abril y el sol de mayo del suicidio de las elites occidentales han hecho brotar una poderosa rama de hojas nuevas dispuesta a reñir la vieja y singular batalla entre la libertad y la tiranía. Es el inconsciente judeofóbico siempre latente en un progresismo que, puesto que no puede con el “gran Satán”, Estados Unidos, destila todo su odio contra el “pequeño Satán”, Israel, travestido así en espejo o encarnación del Estado-nación occidental. Hablamos de un Israel convertido en doble víctima en su condición de blanco y judío, modelo involuntario de ese colonialismo occidental que esclaviza a los pueblos (puro pensamiento woke), en este caso a una Autoridad Palestina (no digamos ya a Hamás) que ha rechazado todos los acuerdos (paz por territorios) que le fueron ofrecidos en el pasado reciente. Es ese nuevo fascismo que se hace llamar a sí mismo “antifascista”, aderezado con el viejo antisemistismo de raíz nazi del que nunca ha abdicado la izquierda comunista y alrededores porque nunca tuvo su merecido Nuremberg.


Todos los medios que hablan de “genocidio” en Gaza y exigen la inmediata retirada del ejército israelí ponen un cuidado exiquito a la hora de ocultar la existencia de más de cien rehenes todavía en manos de Hamás, cuando a la organización terrorista, empeñada en la destruicción de Israel, objetivo al que ha sacrificado cualquier intento de proporcionar una vida digna a los habitantes del enclave, le resultaría muy fácil desmontar la estrategia israelí poniéndolos en libertad. ¿Cómo después de la masacre del 7 de octubre podría el Gobierno, ahora de concentración nacional, que preside Netanyahun retirarse de Cisjordania y aceptar la creación de un Estado palestino que pondría a todo Israel dentro del alcance de sus misiles? La República Islámica de Irán y sus brazos armados, Hamás entre ellos, no quieren la coexistencia con Israel, sino su exterminio, una situación igualmente desastrosa tanto para israelíes como para palestinos, que nos sitúa ante la abrasadora evidencia de que la única posibilidad de solución duradera capaz de hacer posible la coexistencia entre ambos pasa por la derrota definitiva del Islam radical y su incapacidad para causar daño. Pasa por derrocar la dictadura de los Ayatollas de Teherán.


En este avispero se ha metido un mediocre con ínfulas que responde al nombre de Pedro Sánchez, el Mélenchon hispano, el líder de esa Francia Insumisa, para quien el pogromo del 7 de octubre fue “una ofensiva armada de las fuerzas palestinas lideradas por Hamás”. Pedir la creación de un Estado palestino sin, al mismo tiempo, exigir el reconocimiento al derecho a existir del Estado hebreo, es de un cinismo sólo concebible en la barahúnda argumental de este pigmeo intelectual y moral, un cero a la izquierda en el plano internacional, experto en abordar problemas que no puede resolver. No deja de tener su gracia, por lo demás, que quien con saña persigue la destrucción de España y su ordenamiento constitucional pretenda arreglar un embrollo como el de Oriente Próximo. Sabemos lo que a este pájaro le importan palestinos y/o israelíes. Lo que trata, ha tratado, es de esparcir de nuevo tinta de calamar con la que ocultar durante unos días, lo que dure dura, su desastrosa posición interior, la situación de debilidad extrema de un Gobierno sin presupuestos que no puede gobernar, sumido en una aguda crisis institucional, con un delincuente en el exilio por socio preferente, rehén en el País Vasco -como hoy volverá a quedar en evidencia-, de los nacionalistas del PNV y de los filoterroristas de Bildu, y ahogado por la corrupción, corrupción que empieza por la que directamente afecta a la señora con la que, un suponer, se mete en la cama. Lo único genuinamente verídico que el conflicto palestino ha aflorado en él es su evidente antisemitismo. No le falta de nada. Todo lo tiene bonito mi María Antonia. Por lo demás, la gente decente siempre estará al lado de la civilización y en contra de la barbarie. Junto a Israel y contra Hamás.


El huevo de la serpiente

Alejo Vidal-Quadras. vozpopuli. 21 Abril 2024


La guerra de Gaza entre Israel y la organización terrorista Hamás está dando paso gradualmente a un enfrentamiento directo entre la única democracia digna de tal nombre en Oriente Próximo y Medio y la República Islámica de Irán. Los ayatolás iranís actúan en la región mediante sus filiales, a las que financian, entrenan, asesoran y dirigen, Hamás, Hezbolá en el Líbano y las milicias chiitas bajo su control en Irak, Siria y Yemen. El mantenimiento de estas estructuras bélicas le cuesta a Teherán miles de millones de dólares cada año, recursos que hurtan a su población, agobiada por la inflación, los bajos salarios, el desempleo y la represión cruel y continua frente a cualquier forma de disidencia, por pacífica y justificada que sea.


Hasta hoy la teocracia iraní había evitado el choque explícito con su odiado enemigo al que denominan “la entidad sionista”, pero la marcha imparable de los acontecimientos está volviendo ineficaz su técnica de paciencia estratégica para dar paso a acciones desde su territorio contra territorio israelí. Como es natural, estos ataques con misiles y drones están teniendo respuesta de Israel de manera proporcional y de momento limitada. A los clérigos iranís una conflagración total de destrucción mutua con Israel les amedrenta dada la clara superioridad militar y tecnológica de su adversario y la duda de que sus aliados, Rusia sin disimulo y China más cautamente, se embarcasen en una tercera contienda mundial para sostener un régimen fanático, corrupto y bárbaro. En cuanto al mundo musulmán sunita, sobre todo las monarquías absolutas árabes del Golfo, jamás asumirían el riesgo de alinearse con la potencia chiita que les disputa la hegemonía en la zona y a la que perciben por razones tanto religiosas como políticas como una fuerza hostil. Véase como prueba que la aviación jordana ha colaborado sin reservas en neutralizar la oleada de proyectiles lanzada desde Irán hacia Israel el trece de abril.


De hecho, el presente caos sangriento en Gaza tiene su origen en la incursión asesina de Hamás en el sur de Israel el siete de octubre del año pasado, durante la cual cometió toda clase de repugnantes atrocidades con la evidente intención de provocar una airada reacción del país agredido. Esta operación, que Hamás sabía perfectamente que causaría una terrible destrucción de la Franja, el indecible sufrimiento de su población civil y un número abrumador de víctimas mortales palestinas, ha sido auspiciada, preparada y planificada por el régimen iraní, que se sentía amenazado por los progresos de Israel en su normalización de relaciones con el mundo musulmán, notablemente mediante los acuerdos de Abraham con Sudán, Marruecos, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin.


La inminencia de una entente similar con Arabia Saudí desató el pánico del Líder Supremo Ali Jamenei y sus secuaces y de ahí la puñalada alevosa y por la espalda asestada hace seis meses a Israel. El desaprensivo sometimiento de la vida y la salud de dos millones de palestinos, hombres, mujeres y niños inocentes, a los intereses de la elite fundamentalista iraní en el poder, demuestra la naturaleza perversa y criminal tanto del gobierno de los mulás como de sus empleados de Hamás.


La campaña antisemita de la extrema izquierda europea y sus acusaciones de genocidio son una muestra de parcialidad injusta y sectaria porque estas críticas ignoran las causas profundas de la actual crisis y cargan toda la culpa en un lado con absoluto desprecio de la realidad. La insistencia de Pedro Sánchez en reconocer de inmediato al Estado palestino en las circunstancias que atravesamos y en contra de la posición del resto de socios europeos y de los Estados Unidos es uno más de sus disparates que nos costará muy caro.


Si queremos ser de verdad efectivos en conseguir la finalización de la guerra de Gaza lo que tienen que hacer las instituciones comunitarias es debilitar al régimen iraní y no se entiende que esperan Ursula von der Leyen, Charles Michel y Josep Borrell en proponer al Consejo la adopción de la medida que se tomó en Estados Unidos en 2019 y designar a la Guardia Revolucionaria de Irán como organización terrorista global. Este ejército paralelo que obedece exclusivamente a la máxima autoridad religiosa y maneja además la mayor parte de la economía iraní, es la principal herramienta de la que dispone la dictadura clerical para sembrar la violencia, eliminar disidentes dentro y fuera de sus fronteras, desestabilizar a sus vecinos y oprimir a sus ciudadanos, con particular saña a las mujeres que en Irán padecen una de las peores misoginias del planeta.


Cuando cuatro décadas de pusilánime apaciguamiento e inútil diálogo únicamente han desembocado en la intensificación de la malignidad y la toxicidad de la tiranía de los ayatolás iranís, ya es hora de que la Unión Europea se rinda a la evidencia, deje de alimentar y acariciar a la serpiente y le corte sin remilgos la cabeza.


Fundido a negro

ROSA DÍEZ. okdiario. 21 Abril 2024


En el lenguaje cinematográfico y teatral, fundido a negro significa la transición gradual de una imagen a otra. Un oscurecimiento de la pantalla al que seguirá una apertura para iniciar la fase siguiente.


Cuando faltan unas horas para que conozcamos el resultado de las elecciones autonómicas del País Vasco me atrevo a vaticinar que esa será la imagen: fundido a negro. Y que la ventana que se abrirá para iniciar la siguiente fase no traerá luz sino que profundizará en el oscurecimiento gradual hasta que , si nadie lo remedia, se llegue al negro total.


Tengo poca esperanza en que a corto plazo se pueda poner freno a este devenir catastrófico en el que la perversión de los valores y principios democráticos ha alcanzado cotas inimaginables incluso para los más agoreros del lugar. La transición gradual, por utilizar el símil cinematográfico, lleva en marcha unos cuantos años, tantos como los que han pasado desde que José Luis Rodríguez Zapatero se hizo cargo de las riendas del PSOE primero y del Gobierno de España después. El fundido se ha ido llevando a cabo con sumo cuidado, con total profesionalidad. El fundido comenzó, sin apenas darnos cuenta, cuando, tras el mayor atentado terrorista sufrido por España, las huestes del PSOE prefirieron culpar al Gobierno antes que a los terroristas. Culpar al Gobierno de «la derecha» de las víctimas del terror produjo muy buenos resultados electorales para el PSOE; y allí y entonces comenzó a germinar entre los socialistas la semilla del odio a «la derecha» y del «reconocimiento», siquiera utilitario, a los terroristas, lo mismo llevaran boina que turbante.


Después, de forma natural, vendría el reconocimiento a ETA como interlocutor político y la aprobación en las urnas que tuvo tamaña indecencia perpetrada por Zapatero. A partir de ahí, sin pausa, continuó el fundido a negro. El PSOE (la productora) , con sus decenas de miles de afiliados sectarizados que habían comprobado que era muy útil para sus intereses odiar más a la derecha que a los terroristas, contrató (es un decir) a Sánchez como protagonista y, para sorpresa de mucho, éste bordó el papel y superó, en velocidad y falta de escrúpulos, a su antecesor. Lo primero que hizo fue quedarse con la propiedad de la productora para no poner en riesgo las siguientes entregas y poder seguir fundiendo a negro cada nueva imagen de la serie. Para ese propósito eligió a los prescriptores y representantes de ETA como actores principales para que formaran parte del elenco de cada nueva entrega, los adjudicó el título de progresistas, calificó como «hombre de Estado» al terrorista Otegi y proclamó su voluntad de levantar un muro para que los demócratas queden al otro lado de aquél en el que se encuentra su banda. Y así es como hemos llegado a este 21 de abril que parece pillar de sorpresa a tanta alma cándida que, para no asumir su responsabilidad, dirá que no se podía saber….


El fundido a negro ha ido produciéndose de modo tan natural que los antiguos propietarios de la marca (que aún tienen un carnet, como si les perteneciera) y los accionistas que depositan su voto cada vez que hay asamblea general (elecciones) ni siquiera son conscientes de la negrura que los envuelve. Y los ves que van como ovejas a los mítines que se celebran en el País Vasco (he visto autobuses que llegan de las provincias limítrofes, por ejemplo de La Rioja…) y aplauden enfervorecidos a los que reniegan hipócritamente de los herederos de ETA a la vez que siguen negociando con ellos en los despachos o en el caserío mientras comen una chuleta bien regada por un buen rioja.


No sé quién será el primer partido tras el recuento de la noche del 21A; pero lo que sí sé es que en esta contienda electoral perderá la democracia y ganarán sus enemigos, los que llevan años asesinando y/o recogiendo los frutos de los crímenes. Ganarán los enemigos del pluralismo político, los enemigos de la libertad, los que siempre buscaron un País Vasco «normalizado», los que asesinaron o abandonaron a quienes luchaban para conseguir que la sociedad vasca fuera normal, plural y democrática. Y también sé que, terminado el recuento, el PSOE correrá a buscar cobijo y a revalidar su contrato de fijo discontinuo en una consejería o una conserjería, que todo les vale.


Tengo muy poca esperanza de que haya votantes del PSOE que se sientan concernidos por estas palabras, pues el adocenamiento y el sectarismo ha provocado en ellos una alienación imposible de entender fuera de un campo de concentración. Pero, por eso de que tengo lazos incluso familiares con alguno de ellos, no me resisto a hacerles una última pregunta: ¿En qué te has convertido para seguir votando al partido que considera socio preferente a quien defiende la historia de terror de ETA? ¿En qué te has convertido para seguir votando a un partido que califica como progresista a quien honra la memoria de los que asesinaron a 857 inocentes e incluso intentaron matar a miembros de tu familia?


Jóvenes sobradamente engañados

Víctor Lope. vozpopuli. 21 Abril 2024


La mutilación intelectual de la que están siendo víctimas los jóvenes españoles ha entrado en una fase extremadamente peligrosa para ellos y para la supervivencia de la civilización occidental en la vieja piel de toro. Los desmanes progres en la enseñanza comenzaron de la mano de González y Rubalcaba en los años 80 sin que la sensatez haya podido frenar en ningún momento semejante desastre. El PP, cuando ha gobernado, no se ha atrevido a corregir ni a revertir nada. Todo ha empeorado cada curso.


Es sintomático que la Ley de ordenación general del sistema educativo (LOGSE) de 1990 se hiciera después de la Ley de Reforma Universitaria (LRU) de 1983. La idea era controlar ideológicamente la enseñanza superior para luego ir bajando la calidad de primaria y secundaria. Ya la LOGSE enunciaba con claridad la noción de sistema, es decir, un método de control ideológico y social con la excusa sempiterna de la igualdad.


Desde 2007, cuando Zapatero impuso el plan Bolonia, la degradación universitaria se ha acelerado exponencialmente y ha servido para que los estudiantes españoles estén en inferioridad de condiciones frente a los de otros países europeos.


Que la mayoría de los miembros de un jurado popular haya condenado a Pepe Lomas está disparando todas las alarmas. Indica que hay bastante gente en España moralmente deformada. Esa gente ha pasado por el totalitario “sistema educativo”, un proceso para expandir la ignorancia y, por lo que estamos viendo ahora, también la vocación de esclavos. Recordemos lo que la mayoría de ese jurado no quiso tener en cuenta: Pepe Lomas defendía su vida y hacienda en su propia casa mientras era amenazado por alguien armado y mucho más fuerte que él. No solo hay jueces corruptos, sino que, además, hay jurados sin criterio intelectual ni moral. Igual que deseamos que nos atiendan médicos bien capacitados para cuidar nuestra salud o ingenieros a los que no se les hundan los puentes, necesitamos gente que, a la hora de la verdad, no cometa estos disparates escandalosamente injustos.


El fondo del asunto es que en esta hora de la verdad ya es inocultable la adicción a la mentira. Adicción provocada por el igualitarismo ideológico de una socialdemocracia que no hace ascos a fórmulas comunistas o nazis. Da igual. Sólo importan sus efectos totalitarios.


Está claro que la degradación moral está acompañada por la degradación intelectual. Quienes pasaron por la Universidad a partir de la implantación del modelo ideologizado de la LRU ya recibieron una formación de peor calidad que antes. Esa bajada de nivel, hoy, está ofreciendo un espectáculo bochornoso en las aulas universitarias. Resulta que en las áreas que eran más proclives a su deformación ideológica, como las humanidades y las ciencias sociales, ya hace tiempo que no se produce eso que era normal antes: el avance y mejora en teorías y métodos de investigación que producían los nuevos profesores. Es decir, antiguamente los nuevos profesores investigadores demostraban conocer y manejar lo que habían hecho sus antecesores y, sobre esa base, construían innovaciones que aumentaban el conocimiento.


La prueba de fuego era la tesis doctoral, un esfuerzo mayúsculo por demostrar la capacidad de creación de conocimiento nuevo. Hoy, hasta el marido de Begoña Gómez tiene un título de doctor. Por la misma regla de tres, algunos indocumentados son catedráticos farsa, un nuevo tipo de catedrático que ha ido creciendo en la ciénaga izquierdista. La única misión clara que asumen en las facultades es la de bajar todavía más el nivel de conocimientos de los estudiantes. Por supuesto, sólo se rodean de gente que aún sabe menos que ellos. Imagínense el resultado.


Si en el periodismo político hay un nuevo género inaugurado por Vito Quiles que consiste en evidenciar la pésima educación de ministros de izquierdas, no menos interesante es ese otro género que consiste en entrevistar a universitarios españoles. Pasmo produce saber que esos van a formar parte de jurados populares y de que tienen derecho a voto.


Urge frenar en seco esta bola de nieve que crece con las peores adherencias de estupidez, cobardía, incuria, mentira y que también amenaza nuestra supervivencia civilizada, como si España no padeciera ya bastantes ataques. Es imprescindible que allí donde algo de sensatez emerge, en las regiones donde Vox toca algo de poder, se adopten medidas de control externo de calidad en todos los niveles de enseñanza y se exija, con total transparencia, la rendición de cuentas de todas las entidades relacionadas con la enseñanza y con la investigación.


Ya está bien de tomar el pelo con eso de la “innovación educativa” que no se traduce en mejora de la calidad. Ya está bien de hacer trampas con el aprendizaje por proyecto, cuando, bien planteado, sí es una herramienta muy útil. Ya está bien de confundir el uso de herramientas digitales con la renuncia a las imprescindibles exigencias cognitivas que necesitamos para estar a la altura de la complejidad actual y futura. Ya está bien de hacer catedráticos a gente que no aporta absolutamente nada bueno en investigación ni en formación. Ya está bien de financiar proyectos dizque de investigación que no investigan nada, sino que se dedican a la propaganda del yugo 2030.


Me llega una muestra de la perversidad con la que se emplea el dinero de los contribuyentes para manipular a los contribuyentes. Así, la convocatoria del “Congreso Mediaflows 2024: La ciudadanía en la esfera mediática digital” (sic). En un momento en el que las aristocracias están empleando a los estados y a los medios para reducir al ciudadano a esclavo, para mentirle con pandemias y guerras, este congreso quiere que los investigadores pierdan el tiempo en cosas como estas: “El rol del público en la esfera mediática digital. Democracia participativa y democracia de audiencias. Activismo social en la era digital. Enfoques teóricos sobre participación ciudadana. Construcción de la agenda pública en el entorno digital. Radicalización, extremismos y amenazas antidemocráticas.” Es la cansina obsesión por disimular el control digital de las personas mientras se expulsa la verdad de la vida pública.


Valle de los Caídos: derrotar a la mentira

RAMÓN PÉREZ-MAURA. el debate. 21 Abril 2024


Quienes califican el Valle como campo de concentración hacen el ridículo: por la conducta inapropiada se castigaba a los trabajadores con la expulsión. ¿En qué campo de concentración ha sucedido eso en la Historia?


En un tiempo en que la mentira se impone de todas las formas imaginables, empezando porque su uso no tiene coste para quien la emplea, me ha parecido relevante la aparición del documental sobre el Valle de los Caídos que se emite en el canal «Terra Ignota» en YouTube. Es un documento demoledor para la España actual porque demuestra la facilidad con la que se ha impuesto una mentira inmensa sobre el origen de esa abadía benedictina.


El documental tiene dos capítulos. En el primero intervienen dos personas, Pablo Linares Clemente, presidente de la Asociación en Defensa del Valle de los Caídos y Alberto Bárcena. El primero es nieto de un republicano, Antonio Clemente, que fue trabajador en la construcción de la abadía. Y fue trabajador libre, no un preso. Y el segundo es un historiador. Su detallada explicación es abrumadora. El objetivo del lugar siempre fue la reconciliación, como se estableció por decreto ley. Y Franco encontró muchos enemigos de su empeño entre sus propios compañeros de filas que no querían enterrar a los suyos con los que fueron sus enemigos en el campo de batalla. Y Franco lo impuso. Eso es algo que resulta inaceptable para la izquierda española del siglo XXI, como han demostrado Rodríguez Zapatero y Sánchez. Ellos no querían ninguna reconciliación. Ellos necesitaban vencer al muerto y desmantelar el único lugar del mundo donde están enterrados los muertos de los dos bandos de una guerra. Sánchez se ha empeñado en acabar con la unicidad de ese sagrado lugar. Probablemente porque allí, al rezar por todos los muertos, como hace el cenobio benedictino cada día, se está en realidad rezando por España.


El documental desmonta muchos mitos sobre el lugar.


• Es falso que los ganadores tengan un lugar preeminente sobre los perdedores.

• Es falsa la supuesta esclavitud de los presos allí. Las condiciones eran tan buenas que había más solicitudes para ir allí que puestos de trabajo.


• Por cada día de trabajo allí se llegó a redimir 6. Es decir, que quien tuviera una condena de 30 años de cárcel –que era por lo que normalmente se conmutaba una pena de muerte, si iba al Valle podía salir en 6.


• Se redimía pena por leer, por hacer deberes que se imponía a los iletrados, y cuando se estaba de baja por enfermedad se seguía redimiendo pena en las mismas condiciones que cuando se trabajaba.


• Si se tenía mujer e hijos a cargo, se subía la retribución de forma proporcional a quienes fueran parte de la carga familiar.


• La mayoría de los trabajadores fueron libres, no presos. Entre otras razones incontestables, porque la construcción duró –según la Wikipedia, en una entrada nada imparcial– de 1940 a 1958. Y los primeros presos políticos no llegaron hasta 1943 y los últimos fueron retirados en 1950. Y bastantes se quedaron después como trabajadores libres.


• Trabajadores libres podían traer a sus familias a vivir y escolarizar a los niños. Y también a veranear, alejados del calor de Madrid hasta que el abad consideró que aquello no era un lugar de veraneo.


• Quienes califican el Valle como campo de concentración hacen el ridículo: por la conducta inapropiada se castigaba a los trabajadores con la expulsión. ¿En qué campo de concentración ha sucedido eso en la Historia?


El segundo capítulo del documental aborda la vida de la comunidad benedictina y su cristocentrismo. Es una prueba incontestable de que ese sagrado lugar está dedicado a la oración y como alumno que fui de una abadía benedictina, Downside, lo que veo sobre la educación en su escolanía, apenas difiere de la educación benedictina que ha marcado mi vida de forma indeleble.


Termina el documental con un hecho conmovedor, que estremece al creyente: cuenta dom Anselmo Álvarez, que fue Abad, que en Semana Santa de 1999 el GRAPO colocó en la abadía una bomba que no explotaría hasta mitad de la Semana de Pascua, a las 4,30 de la mañana. Se cerró la basílica y los monjes no pudieron entrar hasta tres días después. Cuando lo hicieron él mismo vio que en la mano derecha del Cristo crucificado que preside el Altar Mayor había una rosa roja. Fresca.


Pedro Corral recuerda en su nuevo libro a los héroes que ayudaron a «humanizar la guerra» en España

Rafael Molina. okdiario. 21 Abril 2024


«A las primeras luces del amanecer, fueron extrayendo por tandas los presos de cada autobús, quienes seguidamente eran colocados al borde de una gran zanja abierta a la izquierda del camino. Frente a ella se situaron cuarenta o cincuenta milicianos que, a las voces de mando de Federico Manzano, disparaban sobre ellos. Unos caían muertos dentro de la zanja y otros fuera de ella». Esta es la declaración de un testigo de los fusilamientos que el bando republicano perpetró en Paracuellos del Jarama (Madrid), en noviembre de 1936, y que se recoge en el nuevo libro ¡Detengan Paracuellos!, de Pedro Corral, historiador, periodista y diputado del PP en la Asamblea de Madrid.


Sin embargo, el libro de Corral no se queda sólo en el relato de hechos célebres, sino que se adentra, con rigor académico, en la perspectiva de personas hasta ahora poco conocidas durante este periodo fratricida. El libro coloca al lector en los zapatos del delegado de Cruz Roja Internacional Georges Henny, un doctor suizo que se ofreció para ir a España y hacer cumplir el derecho internacional a ambos bandos, con el objetivo de «humanizar la guerra».


La actuación de héroes humanitarios que se jugaron la vida por otras personas son el eje sobre el que se recorren esos cruentos meses de la historia de España. Corral pone en valor la figura de Henny, como explica a OKDIARIO, por su «defensa de los presos, de acuerdo con las convenciones internacionales firmadas por España». Más concretamente, rememora cómo el doctor «llega a reclamar al Gobierno, al presidente Francisco Largo Caballero, que deben ser protegidas las vidas de los prisioneros, en tanto que prisioneros de guerra, por las convenciones internacionales».


La narración de Corral es más una crónica periodística a pie de trinchera que un libro histórico. «Yo me meto en las cárceles, yo me meto en las sedes diplomáticas, me meto en los despachos oficiales», reconoce el autor. «Me he sentido casi cronista», confiesa el historiador. Y señala como ejemplo el relato que realiza del desalojo de la cárcel modelo ante la llegada de los franquistas: «Prácticamente, lo estoy reflejando casi a la hora».


El escrito orbita alrededor de la matanza de Paracuellos, que, según Corral, «forma parte de un capítulo que la izquierda no quiere recordar y que también es incómodo en un sentido más crudo: es un episodio terrible de españoles masacrando a otros españoles».


Corral admite que es importante el «reconocimiento, absolutamente legítimo, a las víctimas de la represión franquista», pero puntualiza que «a través de algunas iniciativas legislativas, eso ya se ha establecido como norma, en el sentido en el que hay unas víctimas de primera y unas víctimas de segunda». Y sentencia que «es lo mismo que hizo el franquismo, pero al revés».


«Impone una memoria colectiva»

La pasada semana, Pedro Corral intervino en un coloquio organizado por las Nuevas Generaciones del PP sobre la II República. Durante el mismo, un espontáneo que estaba entre los asistentes y era defensor de esa forma de gobierno comenzó a increpar a los ponentes. «Yo le dije personalmente que nos encantaba que estuviera aquí aportando esa visión», aclara Corral a OKDIARIO. Sin embargo, le parece también un síntoma del «pensamiento único» que «cercena la libertad para hablar de la II República».


En el mismo sentido, se expresa sobre la Ley de Memoria Democrática. Su exposición de motivos, como recuerda Corral, menciona «los intentos de imponer una memoria colectiva sobre el pasado». Algo que al autor de ¡Detengan Paracuellos! le resulta «paradójico y contradictorio», ya que cree que se está «basando en algo que hizo el franquismo para imponer una sola visión del pasado».


El diputado del PP en la Asamblea de Madrid ha criticado que «hay unas víctimas que son exaltadas y otras que, si las recuerdas, eres un fascista». «Yo creo que la democracia debe recordar a todas las víctimas de la guerra civil», reflexiona Corral, y añade que «todas las familias tienen derecho a recuperar los restos de sus seres queridos allá donde se encuentren».


En ese sentido, ve con buenos ojos las Leyes de Concordia que PP y Vox han puesto en marcha en Castilla y León, Comunidad Valenciana y Aragón, porque con la Ley de Memoria Democrática «no ha habido disposición al acuerdo a renunciar a los máximos de cada parte para llegar a un punto de encuentro».


El autor describe España como «diversa, plural, en la que tenemos familias que pasaron la guerra en una zona y también la pasaron en otra», y niega que nuestro país sea el «del año 36, ni el del año 39; ni siquiera sería la España del año 75». «Que venga alguien a decirme que la opinión de este señor puede ser menos legítima que la del otro, a mí me parece que eso no es un juego democrático, eso es un juego absolutamente totalitario», ha incidido Corral.


La «tenebrosa» visita de Sánchez

Por último, el historiador ha descrito como «tenebrosa» la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al Valle de los Caídos, recientemente renombrado como Cuelgamuros. Y es que cree que se estaban «utilizando los restos de españoles caídos en la guerra para volver a dividirnos».


Además, critica que se haya «resignificado» ese espacio, es decir, que se haya producido «una recuperación y una intensificación de su sentido original». Y es que, en opinión del político popular, Sánchez ha imitado a Franco al hacer un uso partidista del Valle de los Caídos, ya que se ha devuelto el «reconocimiento a una sola parte de las víctimas».


En lugar de fotografiarse con los huesos que se están exhumando, Corral opina que habría sido mejor idea que Sánchez «hubiera aprovechado esa visita para volver a proclamar el mensaje de Paz, Piedad y Perdón de Manuel Azaña», el que fue presidente de la II República. «Ojalá que hubiéramos tenido un presidente con esa altura moral, desgraciadamente no la tuvo», concluye el autor de ¡Detengan Paracuellos!.


******************* Sección "bilingüe" ***********************


Bildu recoge las nueces

TONI CANTÓ. gaceta. 21 Abril 2024


Es muy posible que hoy gane las elecciones el brazo político de ETA. Mira que se veía venir. Pero no ha sido hasta la última semana de campaña cuando algunos se han llevado las manos a la cabeza después de blanquearlos durante años. Bildu puso a un chavalín duchadito y arreglao porque a Otegui no se le quitan las manchas de sangre. Don limpio se negó a llamar al terrorismo por su nombre, y la izquierda y sus medios piden las sales. A buenas horas. Todo por una entrevista en la SER en la que el periodista blandea de forma vergonzosa. Permite que el etarra bueno coloque un eslogan tras otro sin interrupciones. Que si grupo armado, que ¿qué es terrorismo?, que si Israel en Gaza, la violencia del Estado, los GAL, la tortura, la solución política, que si hemos dejado atrás el ciclo, que hemos avanzado mucho, respeto a las víctimas, a todas, ¿eh?, construir el futuro, hay personas de Bildu que han pagado con la cárcel su empeño en acabar con ETA, hay que superar el debate, estamos en otro ciclo… No le faltó ni uno. Repugnante. Mira que el nene limpito le dio al periodista tropecientas oportunidades. Podría haberle respondido a las más sangrantes. Pero no le pidamos peras a la SER. Debió recibir la consigna de apretar un poco, eso sí, y fue a por una, la más facilita. Y claro, el chavalín proetarra tiró de argumentario.


Al rato salen los tontos a descubrir, qué escándalo, que aquí se juega. Pero es que hace nada escuchábamos a Óscar Puente llamarles «partido democrático que cumple las reglas como el que más». Patxi estaba «harto» de que «se pasee el fantasma de ETA». Reyes Maroto iba más allá: «Con Bildu mejoramos la vida de los españoles». El delegado del Gobierno en Madrid rebuznó que esos «supuestos enemigos de España habían salvado miles de vidas al apoyar los estados de alarma». Y Marisú recordaba que «nos une el amor por España».


Pues bien, ahora sale Sánchez, en boca de Pilar Alegría, y dice que «no reconocer que ETA fue una banda terrorista no es solo cobarde, sino un absoluto desprecio a las víctimas y a la sociedad, un negacionismo incompatible con la historia y con la democracia que derrotó al terrorismo». Alegría es de las pocas voces del PSOE con un currículum adecuado para la tarea: fue sexadora de pollos. Dicen que es un trabajo difícil. Ahora sexa proetarras. Decide si son del género bueno. ¿Qué ha ocurrido? ¿Cómo explicar este cambio? Muy mal deben andar los sondeos del PSE.


Sigue confirmándose que hay españoles de primera: vascos, navarros y catalanes. Justo los que no quieren considerarse españoles. Los gobierna una chusma que no tiene que responder ante sus votantes. Sus cagadas apenas se notan porque viven dopados por los que sí nos consideramos españoles. Dentro de esos privilegiados hay clases. El candidato del PNV recibía toda clase de solidaridades porque un perturbado le roció con spray pimienta. Busquen declaraciones condenando los ataques a los actos que VOX sufre en la campaña y verán.


Es posible que hoy gane Bildu: sacudió el árbol y por fin recoge las nueces sin intermediarios.


ETA no puede ganar las elecciones

EDUARDO INDA. okdiario. 21 Abril 2024


No le estamos prestando la debida atención a las elecciones vascas, como si diéramos por perdida para el constitucionalismo la tierra en la que pasé mis primeros nueve años de vida o tal vez porque no es tan decisiva para la gobernabilidad de España. Y eso que un movimiento tectónico de envergadura, con el PSE otorgando la Lehendakaritza a Bildu, es decir, ETA, podría llevar al PNV a hacerse un Rajoy aunque esta vez sacando de La Moncloa al PSOE. Eso sí: los que están en la pomada de Vitoria, Bilbao y San Sebastián tildan de «extremadamente improbable» este escenario.


Eneko Andueza, el razonable jefe de filas del PSE-EE, alejado del colaboracionismo de los Sánchez, la vicelehendakari Mendia o mi paisana Chivite, ha insistido hasta la saciedad en que «jamás» hará lehendakari a ese lobezno vestido con piel de cordero que es Pello Otxandiano. Claro que la última palabra la tendrá ese presidente del Gobierno que dio el pésame en el Congreso a la familia de un asqueroso etarra que se suicidó en prisión, que acaba de regalar Pamplona a ese Bildu, es decir, ETA, que tiene en el ex número 1 de los asesinos a su más leal aliado y que ha acercado al País Vasco a los peores monstruos de la banda, caso de su votante Txapote o del Henri Parot de los 80 asesinatos. Andueza es inequívocamente enemigo del mundo etarra, no en vano nació en esa Éibar donde secuestraron a Miguel Ángel Blanco, ahora queda por ver si Ferraz le permite convertir sus promesas en hechos.


La gran duda no es tanto si Bildu, es decir, ETA, gobernará, todo apunta a una nueva coalición PNV-PSE con o sin el apoyo activo o pasivo del PP, como si ganará por primera vez unas elecciones autonómicas. Una hipótesis que dibujan las encuestas aunque yo creo que finalmente el PNV vencerá por la mínima. El partido del racista Sabino Arana es mucho partido. Y aunque los votantes se le estén yendo al otro barrio, me da que resistirá de la mano de ese hombre tranquilo que es Imanol Pradales. Circunstancia, por cierto, que podría perjudicar a un PP que contemplaría cómo la subida que se le presuponía queda en tablas o quién sabe si en bajada por mor del voto útil al PNV para frenar a la chusma de Arnaldo Otegi.


Sea como fuere, lo más impactante en términos éticos, morales e intelectuales es el gran salto adelante que va a protagonizar Bildu. Que es lo mismo que decir ETA. A las pruebas me remito: Otegi era el capo di tutti capi de la mafia terrorista en los peores años de plomo, no lo digo yo, lo proclamó el Tribunal Supremo; y el número 2 de Sortu, el alma de la coalición, es David Pla, el malnacido maketo pamplonés que comandaba a los pistoleros en la última etapa de asesinatos, secuestros y extorsiones.


El crecimiento de Bildu, es decir, ETA, es exponencial en los últimos tiempos. De los 7 diputados que obtuvo en el Parlamento Vasco en 2001 ha pasado a los 21 que ostenta en la actualidad y que esta noche podrían convertirse en veintimuchísimos. Conviene no olvidar que en las generales ya superó al PNV en escaños: pasó de 5 a 6 mientras que el PNV caía de 6 a 5. Un buen resumen del sorpasso que lenta pero inexorablemente se está produciendo en esa comunidad autónoma.


Resulta sencillamente una tragedia que quienes asesinaron a 856 españoles, dejaron heridos o mutilados de por vida a cientos, secuestraron a decenas y provocaron el éxodo de 200.000 vascos puedan ganar la cita con las urnas de este domingo. Claro que otro gallo cantaría si esos 200.000 ciudadanos con derecho a voto no hubieran tenido que irse lejos de su pueblo o su ciudad para salvar la vida. Conclusión: el constitucionalismo ganaría. Conclusión al cuadrado parafraseando a Sir Edmund Burke: «Para que el mal triunfe sólo hace falta que los hombres buenos no hagan nada». El triste devenir del País Vasco y Navarra desde hace 45 años.


Desgraciadamente, Bildu puede hacer historia aún más de lo que sospechamos convirtiéndose hoy en el partido más escorado a la izquierda que vence en unos comicios en la Europa contemporánea. Nos fijamos en sus crímenes como es natural, una vida es una tragedia, 856 no es una estadística que diría Stalin sino 856 tragedias, pero conviene no olvidar que es una formación que se define como «marxista». Con un par teniendo en cuenta que esta ideología ha matado más que nadie en la historia de la humanidad con Stalin, Mao y Pol Pot de siniestros emblemas. No quiero pensar la que se le vendrá encima a los vascos si estos criminales gobiernan. Los impuestazos y el terrorismo fiscal estarán a la orden del día, las confiscaciones encubiertas se implementarán desde el minuto uno y la fuga de capitales desertizará un territorio antaño fértil como pocos y trabajador como ninguno.


Con todo, insisto, lo peor es que los terroristas se reirán de todos los demócratas coligiendo, y con razón, que asesinar por doquier sirvió para algo. Afortunadamente, estos tipejos matan, amenazan y extorsionan pero no mienten. Ese candidato que la izquierda mediática nos vendía como una suerte de San Francisco de Asís redivivo, Pello Otxandiano, se negó a condenar a ETA el martes pasado. No sólo eso, el vomitivo personaje subrayó que «no fue una banda terrorista» sino «un grupo armado». ¿Se puede ser más malnacido? Sus declaraciones ratifican, más allá de toda duda razonable, que quizá haya que dejar de emplear el pasado para referirse a estos gangsters porque siguen más vivos que nunca. Se han limitado a frenar temporalmente su orgía criminal.


De maldad a maldad y tiro porque me toca. Me provocó arcadas escuchar al PSOE y a sus corifeos mediáticos poner el grito en el cielo porque el teleco de las gafitas y el pendiente no había censurado a los terroristas. Lo cual tiene bemoles porque tan etarras eran antes del martes pasado como en mayo de 2018 o en enero de 2020 cuando Sánchez aceptó sus votos pasivos para ser presidente o como cuando en noviembre de 2023 se metió en el coleto sus «síes» para continuar volando en el Falcon. Socialistas y periodistas de cámara me recordaron al capitán Renault de Casablanca cuando exclamó el mítico «¡escándalo, escándalo, aquí se juega!» al irrumpir en el Rick’s Café del personaje interpretado por Humphrey Bogart tras años haciendo la vista gorda a cambio de sustanciosas mordidas.


Alea jacta est. Recen todo lo rezable, los que crean, o crucen los dedos los que no. Esperemos que la noche de hoy no sea una patada a la memoria de las víctimas. Constituiría una puñalada a su recuerdo que los asesinos de Miguel Ángel Blanco, Fernando Múgica, Goyo Ordóñez, Fernando Buesa y tantos y tantos otros estén presencialmente o por personas interpuestas en Ajuria Enea. Espero que la sangre, y nunca mejor dicho, no llegue al río, pero que nadie se equivoque: antes o después tomarán el poder. Es lo que tiene haber abertzalizado las escuelas vascas hasta la náusea y prostituir la historia enseñando a los niños que España es una potencia colonial represora y que ETA era buena y la Policía, la Guardia Civil y hasta la Ertzaintza más malos que la quina. Las nuevas generaciones vascas no saben lo que fue ETA porque se les ha ocultado, como si no hubiera existido o se tratase de un mal sueño. De aquellos polvos vienen estos lodos.


El totalitarismo vasco

IGNACIO SÁNCHEZ CÁMARA. el debate. 21 Abril 2024


La desaparición del terror no cambia la naturaleza del proyecto. Bildu no es la izquierda socialista vasca. El apoyo electoral que tiene es una ignominia.


Es natural que un terrorista no condene el terrorismo. Puede sí arrepentirse, dejar de serlo y entonces condenarlo. Pero eso se nota en que proclama su arrepentimiento, pide perdón, lo combate y trata de mitigar en lo posible las consecuencias de sus crímenes. Si hay dudas es que no ha cambiado en lo esencial.


La pregunta acerca de la existencia actual de la ETA es la consecuencia de un enredo de carácter mental, casi metafísico. La respuesta negativa suele ir acompañada de tres aseveraciones: no existen las siglas, han dejado de asesinar y fue derrotada por los «demócratas», concepto por cierto impregnado de notable vaguedad.


Lo primero importa poco. Solo un nominalista radical pensará que cuando cambia el nombre cambia la cosa. Lo segundo es cierto, aunque quepa preguntarse por qué y pese a que no hayan renunciado a otras formas de violencia y coacción política. Lo tercero creo que es falso, aunque la lucha contra el terror produjera efectos decisivos. La ETA es un proyecto político que sigue vivo y fuerte. No veo a Otegui derrotado o moribundo.


Los dirigentes de la ETA han dicho siempre la verdad acerca de sus objetivos, que son básicamente dos: la independencia del País Vasco (incluyendo a Navarra) y la creación de un Estado comunista, es decir, totalitario. Todo sigue igual. La desaparición del terror no cambia la naturaleza totalitaria del proyecto. Bildu es el totalitarismo vasco. No es la izquierda socialista vasca. El apoyo electoral que tiene es una ignominia. Ha habido demasiados errores. Tampoco cabe olvidar que el totalitarismo nazi ganó las elecciones. Hay precedentes. Por tanto, la analogía con el nazismo, a pesar de las diferencias, dista de ser forzada. Lo puso de relieve José Varela Ortega en su libro Contra la violencia. Y el PNV (y otros partidos) parecen no enterarse. El triunfo del totalitarismo está cada día más cerca. Si el País Vasco obtuviera la independencia, la consecuencia sería la guerra civil o la desaparición del PNV, o ambas cosas. Su destino sería semejante al del Zentrum alemán, que esperaba frenar el ascenso de Hitler. Parece que no lo consiguió. En un proceso revolucionario, el más radical siempre gana. Pasó en Francia y sucedió en Rusia. Por otra parte, no conviene olvidar que el partido de Hitler era nacionalista y socialista; no conservador, ni liberal, ni tradicionalista.


No niego, como queda dicho, la eficacia de la lucha contra ETA, pero no ha sido derrotada. Desde luego, su proyecto no lo ha sido. Siempre rechazó la Transición. Lo malo es que ahora en esto tiene compañía en el palacio de la Moncloa. El Gobierno de Sánchez ha asumido el proyecto de la ETA: destruir la concordia, aislar y deslegitimar a la derecha y abrir el camino a la independencia. ¿Para qué asesinar? Sánchez necesita los votos separatistas y, concretamente, los de Bildu. Pero no es ese el problema. Existe un proceso que se puso en marcha en la etapa de Zapatero, un proceso antidemocrático y de corte totalitario. Nunca más una mayoría absoluta de la derecha. La derecha no puede volver a gobernar. Nunca. Y la mayor parte de la derecha parece no enterarse. Claro que somos gobernados por la ambición y la mentira, pero, también, al servicio de un proyecto antidemocrático. Lo peor que se puede hacer ante una amenaza es ignorarla o minimizarla. Nada bueno puede salir hoy de las urnas. El proceso continuará. El País Vasco, hacia el totalitarismo comunista. El Gobierno, hacia la dictadura travestida de democracia. La mayor parte de la Iglesia vasca ha promovido con su actitud ante el proceso el declive imparable del catolicismo y ha convertido el País Vasco en un páramo laicista. Y el nihilismo moral siempre es fiel aliado del totalitarismo.


Una cosa es la libertad de expresión y otra la acción política para destruir la democracia, la libertad, la Constitución y la unidad de España. Las ideas no delinquen. Los hombres y las organizaciones, sí. Las ideas no se deben ilegalizar. Los partidos totalitarios, sí. Tengan el apoyo electoral que tengan.


Es su naturaleza, nunca lo olviden

MAITE ARALUCE. la razon. 21 Abril 2024


Hay una fábula muy popular que habla de una rana y un escorpión que seguramente muchos conocen. Un escorpión pide ayuda a una rana para cruzar un río y en un principio la rana se niega, pues está segura de que el proceso, el escorpión la picará.


El escorpión afirma muy rotundo que no será así, pues al cruzar encima de ella, si lo hiciera, él también moriría. La rana, convencida con el argumento, comienza a cruzar el río con el escorpión encima, que a mitad de camino clava su aguijón en la resbaladiza piel de la pobre rana. Con su último aliento la rana le pregunta ¿Por qué lo has hecho?, y el escorpión responde: «No he podido evitarlo, es mi naturaleza».


Esta fábula es bastante parecida a lo que ha sucedido en la campaña electoral vasca. Doctorado en Ingeniería de las Telecomunicaciones y prácticas en la universidad técnica de Chalmers (Gotemburgo), gafas (que antes no llevaba), americana siempre impoluta… Pero esta semana no pudo evitarlo, y como le sucedió al escorpión, afloró su naturaleza y fue incapaz de calificar a ETA como organización terrorista, utilizando el incalificable término de «grupo armado».


En apenas seis segundos su naturaleza provocó que los medios de comunicación llevasen a portada sus declaraciones. Incluso provocó que sus amigos socialistas se llevasen las manos a cabeza (de cara a la galería, claro) por su torpeza. Tanto revuelo se armó que el jueves tuvo que pedir perdón.


Pero un perdón de escorpión, claro. Un falso perdón bastante parecido al que piden los presos etarras a las víctimas del terrorismo en las cartas tipo para obtener beneficios penitenciarios. Eso sí, Otxandiano aprovechó su perdón de formulario para introducir conceptos made in ETA: reconciliación, construcción de una memoria plural, reparación de todas las víctimas sin excepción.... Lo de siempre., vamos.


Una de las cosas que más nos molesta a las víctimas del terrorismo es que nos tomen por tontas. Como lo hizo el Gobierno pretendiendo vender la derogación de la política de dispersión como algo inevitable cuando los hechos han demostrado que siempre ha sido una decisión política premeditada aplicada por medio de un plan perfectamente desarrollado.


Hay que reflexionar el relato del terror: solo víctimas y verdugos


Pues esto es lo mismo. Quitar del foco a Otegi y ponerlo en un candidato con poco carisma que comienza los mítines en euskera, pero para hablar vivienda, sanidad, cambio climático o violencia machista cambia al castellano para que le entendamos todos y veamos que son una izquierda muy prometedora, es tomarnos por tontos a todos.


A las víctimas y a todos los ciudadanos. Siguen siendo lo que han sido siempre. Aunque ahora lleve gafas y americana, Otxandiano viene de Sortu esa escisión de Bildu que homenajea etarras y les recibe como héroes cuando salen de prisión. Los mensajes que lanzan ahora son los mismos que antes, solo que sin pasamontañas.


Tener en 2024 en España un lendakari de Bildu sería traicionar la memoria de las más de 800 víctimas de ETA. Pero no sólo eso, sería revictimizar hasta el extremo a todos los familiares de esas víctimas que vamos a ver cómo los herederos de los asesinos, los que son incapaces de condenar todo lo que ha sucedido en este país, ganan la batalla.


Bastante tenemos ya con tener que soportar que son los socios preferentes del Gobierno de nuestro país, que mucho se escandaliza con las palabras de Otxandiano, pero son incapaces de romper los pactos de gobierno con ellos. Una silla es una silla, ¿verdad, señor Sánchez?


Sin duda, antes de ese error de cálculo de Otxandiano, la jugada estaba siendo perfecta. Mientras un candidato que parece generado por IA (si no rascamos mucho, claro) habla de cambio climático, el tema prioritario de Bildu, que no es otro que los presos, ya se ha ido solucionando sin luz y taquígrafos.


El del relato, poco a poco, va calando también. Que si la reconciliación, que si todas las violencias, que si tiene que ser un proceso multilateral…. ¿Pero me pueden explicar qué proceso o trabajo tenemos que hacer las víctimas del terrorismo? ETA mató a mi padre. ¿Qué tengo que hacer? ¿Pedir yo perdón? Reflexionen, y háganlo con el verdadero relato del terrorismo en la mano.


Víctimas y verdugos. Nada más. No se puede blanquear o silenciar lo que ha pasado en este país. No se puede hacer borrón y cuenta nueva con más de 800 muertos. Porque los suyos no lo vamos a permitir. No sean ustedes la rana. La naturaleza del escorpión siempre aflora.


Maite Araluce es presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT)


¿Pero cómo no van a querer la independencia los separatistas?

FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS. libertad digital. 21 Abril 2024


Estamos ante una disyuntiva clara: cómo defender la España constitucional para la que ya no se puede contar con País Vasco, Navarra y Cataluña.


El periodismo, que es el arte de servir novedades asegurando la comodidad del lector, dice que los separatistas vascos no quieren la independencia. Claro que, para que cuele que los separatistas no quieren la separación, no les llaman separatistas, sino soberanistas, independentistas o simplemente, nacionalistas. Como si los nacionalismos no fueran todos soberanistas y, por lógica, separatistas de un Estado que rechazan. Como si la decisión no fuera la de separarse, porque, si no, para qué nacionalismo. Y como si, al margen de los adjetivos, el sustantivo no fuera siempre uno: independencia.


Las encuestas y los encuestados mienten

El argumento, de escasa autoridad, es que los vascos que votan a los partidos separatistas dicen en las encuestas que no quieren la separación. Querrán lo que quieran los líderes a los que confían su futuro. Y aunque, entre el terror y la doblez, digan una cosa, harán lo que les digan. Para eso viven, muchos han nacido ya, en una dictadura separatista, donde, desde la escuela a los clubes de fútbol, se les enseña a odiar a España y lo español.


La prueba máxima de la sumisión de esta tribu a sus amos es que votan a a unos partidos que imponen desde la guardería escolarizarse en una lengua, el euskera batua o recompuesto a partir de siete hablas dialectales, que no es la del noventa por ciento de la población y que no sirve más allá de las bardas del futuro Estado euskaldún, socialista, feminista y ecologista. En el que, como para los Verdes alemanes y econazis, sólo sobran los humanos. De hecho, han expulsado a tiros y mediante el terror a la décima parte de la población, volcando el censo electoral en favor del separatismo, que, desde las escuelas a la televisión y el fútbol, los ha convertido en esclavos felices.


Ayer publicaba David Lema en El Mundo un reportaje escalofriante sobre esos jóvenes adultos que votarán hoy en masa al partido de la ETA. Claro que lo primero que niegan es que Bildu sea ETA, y que sus crímenes en democracia sean buenos, pero se le perdonan por matar a Carrero. Es decir, que están perfectamente amaestrados para decir lo que, en cada momento, le convenga al partido del terrorismo. Repiten como loros que la sanidad es lo importante -nada mejor, pues, que encomendársela a asesinos-, y todos los mantras izquierdistas que fuera de esa desdichada región proclaman a voces y coces los de Más o Menos y Sánchez. Se zampan todo el menú de las consignas progres, las regurgitan, eructan, satisfechos, y, hala, a dormir.


Para irse cómodamente, antes deben destruir España

Como decía esta misma semana en Libertad Digital Mayor Oreja, la única verdad es que Bildu es ETA, que todo el proceso lo dirige ETA y que ha ganado ETA. Se le ha dejado ganar, esencialmente el PSOE y los comunistas, por una razón de fondo: creen que España, sus leyes y su realidad social son de derechas, y prefieren morir con su secta a respetar a sus padres, su tierra y su cultura. Y la derecha no ha sido y no es capaz de asumir que el peso de la nación y de la continuidad del Estado reposa exclusivamente sobre sus hombros.


No sólo el PP, también Vox, ayer partido, hoy secta de escrachadores, depositan la responsabilidad de esa deriva en el PSOE. Y en esta campaña, hasta que el PSOE no ha decidido sacar a ETA como argumento electoral, el PP se ha dedicado a hablar de economía y de gestión. Detrás del PSOE, Feijóo ha vuelto ha esgrimir el único asunto que debería haber centrado su campaña: el futuro del País Vasco en manos de la ETA, con la complicidad del PNV, al que todavía imaginan los chanquetes de Génova 13 apoyando una moción de censura contra Sánchez o un adelanto electoral. Pero lo más ridículo ha quedado para Vox, que ha centrado su mensaje electoral en la seguridad "que antes tenían los vascos" y ahora han perdido por culpa de la inmigración ilegal. ¿Pero qué seguridad tenían "antes" los más de 200.000 expulsados de su tierra, Ortega Lara o la misma familia Abascal? ¿En qué abismo de cobardía, el PP, y estupidez, Vox, ha caído la Derecha española?


Mientras los partidos van a lo suyo, que es quedar bien con una sociedad moralmente podrida y una prensa putrefacta –El País celebraba el buen comportamiento de todos los partidos– y no estropear la paz con los crímenes de la ETA "que no interesan a nadie", los españoles estamos ante una disyuntiva clara: cómo defender la España constitucional, para la que ya no se puede contar con el País Vasco, Navarra y Cataluña. Porque para la independencia que, por supuesto, buscan, y ahora más les conviene, es precisa la autodestrucción del régimen del 78, la monarquía parlamentaria, la división de poderes, la independencia judicial y el imperio de la Ley, todos al servicio de la soberanía nacional, que pertenece al pueblo español.


El plebiscito que debe asegurar el triunfo separatista

Sucede que España, gracias al traidor Sánchez, está en manos de un terrorista salido de presidio y de un golpista que huyó de la justicia en un maletero. La parte que corresponde a los separatistas está casi hecha. Falta que España reconozca a esos Estados asociados -en rigor, parásitos- con un doble referéndum tan anticonstitucional como la Ley de Amnistía, que ya anda urdiendo el Traidor de Traidores, Cándido "Golpe" Pumpido. Y fin.


Han cantado nacionalcatólico

Hughes. gaceta. 21 Abril 2024


El control cultural del Régimen, previo a la política y marco de la misma, ha tenido en el grupo PRISA a su mejor gestor (encargao) y a pesar de su notoria decadencia, sigue acudiendo fiel a su cita con la sanción cultural. Salen al corte como Rudiger. Son los Rudiger gramscianos de la organización.


No es lo normal. Lo normal es el silencio. A lo que resulta incómodo o simplemente impertinente, el mandarinato cultural le suele aplicar el ostracismo, pero hay ocasiones en que eso ya no es posible. Hay obras o autores sobre las que ya se debe decir algo y esto le sucede felizmente al director José Luis López-Linares, que estrenó Hispanoamérica, canto de vida y esperanza con éxito y asistenciadel Rey, lo que rasgaba el velo de ostracismo.


Así que el diario ElPaís, intelectual orgánico del régimen de la Transición primera y de la segunda etarra, le dedicó una página. Llamó para ello a un ‘experto’ (en el Covid aprendimos a conocer la mecánica y límites de la expertez). Tratándose de una película, el experto normalmente sería un crítico cinematográfico, pero llamaron a un historiador a mirarle detrás de la oreja. La obra de López-Linares requería del mayor rigor porque contiene un artefacto sospechosísimo: la Hispanidad.


Las ideas que expresa López-Linares no se pueden dejar circular sin más. Así que el experto historiador aplica un repaso tan sesgado como puntilloso, llegando a reprochar que no se haya tenido en cuenta el «imperialismo ecológico». Se trata de apabullar: aplicar a una película unas exigencias propias de un trabajo académico. Qué riguroso todo, pensaríamos, si no fuera porque despacha la recensión (las películas suelen tener críticas, no recensiones) con la palabra mágica: nacionalcatólico. ¿Con qué precisión, con qué justificación?


Para Martínez Shaw, la leyenda negra se desmontó ya en la academia, de modo que referirse a ella solo puede tener el objetivo de levantar en su lugar otra versión igual de equivocada. O sea, como lo negrolegendario es una filfa, ¡no se hable más de ello! No se hable más, pero recoja López-Linares en su película de nuevo todas las atrocidades, resistencias, desencuentros…


La Hispanidad esperanzada, se nos acaba diciendo, también es nacionalcatolicismo, lo que tiene dos vertientes. Una es exterior. Hispanoamérica es para la política del régimen, de la que ElPaís es infalible comisario, un espacio estricto de contrición y ciencia histórica de autolacerante neutralidad objetiva. Pero también espacio de negocio. Porque PRISA bien que ha hecho negocios editoriales por allí. Para hacerlo ha mantenido una visión de lo hispano coincidente con la de los imperios posteriores, como si fuera el tributo a pagar por explotar económicamente las posibilidades del unitivo español allí. ¿Es la Hispanoamérica del 78 una concesión de explotación que otorga un colonialismo distinto?


La lengua española prisaica es lengua de sumisión y esa subordinación político-cultural necesita de los historiadores, que controlan de esta forma la historia-aplicada.


La Hispanidad es concepto tabú y subversivo para el régimen y provoca que los historiadores salgan con sus mangueras. La Hispanidad acaba donde los negocios de PRISA en América. Toda proyección o especulación hispanófila adicional es ya mala historia y nacionalcatolicismo, que es otra manera de llamar facha, franquista, fascista.


El mandarinato cultural unos días manda un cómico, otros días un historiador. A veces un Broncano, otras un Martínez Shaw. El nacionalcatolicismo (nacionalcatólico oe, nacionalcatólico oe) es la forma de desactivar cualquier cosa, así que se trata de una etiqueta importantísima y utilísima. ¿Y qué es concretamente? No solo el franquismo en sí, sino cualquier fase de la historia española sospechosa de ser mirada con lentes franquistas.


Nacionalcatólico puede ser algo del siglo XXI observando el siglo XVI. La cláusula nacionalcatólica ejerce así un poder de veto sobre nuestra historia entera. El franquismo no solo fue, sino que sigue siendo y además se proyecta retrospectivo sobre el pasado. Es conocido: el pasado domina el futuro y el presente domina el pasado (esto dibuja un intento de proporción áurea).


Para extender el franquismo por la historia entera como un paté camboyano están los historiadores, ¡los Broncanos de los archivos con sus jijijajá de intempestiva erudición! Con su dominio firme sobre 40 años de la vida española, ejercido a partir de un mandarinato historiográfico (que ha de ser atroz si observamos lo atroz que es todo lo demás), el régimen controla España entera.


Pero repitamos, insistamos: es el control historiográfico, cultural e ideológico de 40 años y su potestad de administrar la sanción de lo «franquista» o «nacionalcatólico» lo que les permite controlar toda visión de España. Lo nacionalcatólico, en última instancia, no es solo lo nacionalcatólico sino lo nacional y lo católico, por separado, y por lo primero no entendemos la forma política (que también), ni por lo católico la Iglesia ni la estricta observancia. Son las manifestaciones antiguas y modernas, modernas y premodernas de lo español. Cualquier consideración orgánica, unitaria, genealógica, reproductiva, amorosa, proyectiva, existencial, enaltecedora de España está motejada de fascista en lo político, risible en lo cultural, y antihistórica en lo científico. ¿Puede, entonces, algo que sea bueno no aspirar hoy a ser, precisamente, nacionalcatólico? Honor a López-Linares por merecerlo.


Del asesino de Carrero Blanco a un antiguo candidato de Podemos: los jefes de ETA en la etapa de Otegi

La cúpula de la escisión político militar la dirigieron en 1980 cinco históricos de ETA, entre los que destaca 'Conejo', miembro del comando que atentó contra Carrero Blanco, y López Castillo, exetarra que recaló en Podemos

Gema Huesca. Gonzalo Araluce. vozpopuli. 21 Abril 2024


La cúpula de la ETA político militar en la que se incluye a Arnaldo Otegi estuvo dirigida por cinco históricos, algunos de los cuales fueron condenados por pertenencia a banda terrorista. Aunque esta escisión ofreció una imagen de apuesta por la vía política, siguió ejecutando acciones armadas hasta su disolución en 1982. De hecho, al frente de la misma se situaron, entre otros, Luis Abaitua Gomeza, miembro del comando que asesinó a Luis Carrero Blanco.


Los cinco jefes de este bando de ETA aparecen en un organigrama secreto al que ha tenido acceso Vozpópuli, que detalla cómo se estructuraba esta facción de la banda terrorista en 1980. Así, uno de sus máximos exponentes fue Abaitua Gomeza (alias 'Markin' y 'Conejo'), quien el 20 de diciembre de 1973 ejecutó, junto con otros integrantes del comando 'Txikia' el atentado contra el expresidente del Gobierno.


Junto a él aparece también Jesús Abrisqueta Corta, alias 'Tutxo'. A este etarra se le atribuye un papel protagonista en el control del sector más radical de la ETA-pm. Al igual que Abaitua Gomeza, se benefició de la amnistía, pero fue detenido en 1983 en Francia y tiempo después deportado a Cuba, desde donde se sospecha que pudo seguir ayudando a la organización terrorista.


Los jefes de ETA

El documento también señala a José María Latxerrea Goñi y a José María Lara 'Txepe'. Este último ingresó en ETA en 1974, tras el asesinato en marzo de 1974 de Salvador Puig Antich. En una entrevista al diario El Correo, concedida en 2019, sostuvo que ayudó a la primera fuga de la cárcel de Segovia, operación con la que se pretendía liberar a una veintena de etarras encarcelados y que se frustró gracias a la actuación del histórico espía Mikel Lejarza, 'El Lobo'.


Fue condenado por pertenecer a ETA y en 1976 indultado, aunque posteriormente volvió a ingresar en la banda terrorista. Este antiguo etarra, que en la actualidad es productor de cine, fue detenido en el madrileño barrio de Lavapiés en abril del año pasado por un presunto enfrentamiento con la Policía. El altercado se produjo tras asistir a un acto de Podemos.


El quinto de los jefes de ETA-pm en 1980 fue Fernando López Castillo 'Peke'. Fue uno de los dirigentes que en septiembre de 1982 anunciaron en una rueda de prensa a cara descubierta que se disolvían. El exetarra fue designado en 2018 secretario general de Podemos Vitoria y un año después se presentó de candidato de la formación morada a la alcaldía.


Por debajo de la jefatura de esta facción de ETA se encontraba el comité ejecutivo que dirigía José Aulestia Urrutia (alias Zotxa') y, como subordinado, Arnaldo Otegi ('Gordo'). Buena muestra de la organización de ETA-pm reside en la cantidad de órganos que formaban parte de la misma y que se aprecian en el organigrama que forma parte del archivo de la asociación de víctimas Dignidad y Justicia.


Destacan el aparato de información, el de 'zulos', el aparato operaciones, el internacional, el aparato regular (que controlaba los comandos legales) y, finalmente, el aparato de logística. Este último estaba al cargo de las infraestructuras, de la falsificación de sus identidades y otros materiales que utilizaban y, también, del control del armamento.


A esta escisión de ETA, de hecho, se le atribuyen una media de 33 atentados anuales. Entre ellos se encuentra uno que vuelve al foco de la Justicia y por el que se responsabiliza a 'Zotxa' y Arnaldo Otegi. La Fiscalía de la Audiencia Nacional abrió en 2020 unas diligencias preprocesales para investigar el papel de ambos en el asesinato de Luis Hergueta, quien fuera directivo de Michelin, en junio de 1980.


Querella contra Otegi

El Ministerio Público actuó tras recibir hace unos meses un informe clave de la Guardia Civil. El mismo implicó a Otegi en el atentado, que se perpetró con dos tiros en la cabeza. No obstante, el Ministerio Fiscal archivó las diligencias al considerar que los hechos estaban prescritos y ante la imposibilidad de identificar a los autores del atentado. De esta forma no se presentó querella en los juzgados de instrucción de la Audiencia Nacional y se preservó el carácter "reservado" de dicho informe policial.


Tras este archivo, Dignidad y Justicia ha interpuesto una querella contra 'Zotxa' y Otegi por delito de asesinato terrorista. La asociación que preside Daniel Portero la ha interpuesto en el Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia, el mismo que en 2005 abrió diligencias por el secuestro del director de Michelin en Vitoria, Luis Abaitua.


Este asunto, por el que fue condenado Otegi, guarda relación directa con el asesinato de Hergueta, puesto que durante los nueve días que ETA mantuvo secuestrado a Abaitua obtuvieron de éste información clave sobre la fábrica, así como de cargos medios y directivos contra los que pretendían atentar en el marco de su campaña contra empresarios vascos y navarros.


La querella de Dignidad y Justicia sostiene que Otegi participó en el secuestro de Abaitua y filtró información a la banda que propició el asesinato de Hergueta. Por ese motivo reclama al juzgado que abra causa y que investigue los hechos ya archivados por la Fiscalía.


El magistrado Francisco de Jorge ha incoado diligencias y ha dado traslado al Ministerio Público para que informe en relación con las diligencias a practicar. En su auto, dictado esta misma semana, explica que se debe investigar lo ocurrido hace 44 años, "no estando determinadas la naturaleza y circunstancias de los hechos denunciados, ni las personas que en ellos han intervenido".


Además, requiere informe sobre el sumario que se instruyó en este juzgado en 2005 relativo al secuestro de manos de ETA de quien fuera director de Michelin en Vitoria.


23 balas al hombre que en la Transición pedía euskera en las escuelas y fueros para el País Vasco

El historiador Juan José Echevarría Pérez-Agua acaba de publicar la biografía de Juan María Araluce asesinado por ETA en 1976

Grego Casanova. vozpopuli. 21 Abril 2024


Sus hijos estaban comiendo espaguetis en casa cuando escucharon el atronador ruido de más de 80 impactos de balas reventando dos coches. Cuando dos de los nueve hijos llegaron al coche acribillado donde se moría su padre decidieron no esperar la ambulancia y llevarlo a la Residencia Sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu de San Sebastián. A los pocos minutos, los médicos confirmaron la muerte del presidente de la diputación de Guipúzcoa y miembro del Consejo del Reino, Juan María Araluce, que había recibido 23 impactos de bala. Dos miembros de ETA armados con metralletas acababan de acribillar dos vehículos en los que también murieron otras cuatro personas.


Al día siguiente, el presidente de Estados Unidos Gerald Ford arrancaba la jornada laboral del 5 de octubre de 1976 con un informe de la CIA en el que le explicaban quién había sido el último asesinado por ETA: “Araluce era un tradicionalista vasco (partidarios de Franco) con lazos cercanos con la familia de Oriol, financieramente poderosa, aunque se sugirió que podría ser persuadido para que estuviera a las órdenes del Rey en el consejo [del Reino]”. El informe insistía en que el objetivo de la banda terrorista era torpedear la reforma democrática que emprendía el segundo gobierno de la monarquía, presidido por Adolfo Suárez. “El atentado de San Sebastián va directamente dirigido contra los varios intentos de consolidar en este país una democracia”, señalaba aquella semana un editorial del recién fundado periódico ‘El País’, según recoge el historiador Juan José Echevarría Pérez-Agua en el libro Juan María Araluce. El defensor de los fueros asesinado por ETA.


Araluce era desde el 14 de noviembre de 1968 presidente de la Diputación Provincial de Guipúzcoa, dejando aparcado su puesto en una notaría. En sus primeras entrevistas como político ya se mostraba “inequívocamente favorable a favor de una autonomía provincial que propiciase una mejor una mejor administración para Guipúzcoa, sin querer aún explicitar que esta debía de ser de carácter neoforal, recuperando el Concierto Económico”, señala la biografía. También apoyaba el fomento del euskera despojándole de cualquier significación política: “La promoción del vascuence, que ciertamente hemos descuidado muchas generaciones, recobre felizmente en nuestros días un claro impulso. Personalmente opino que esta labor de promoción deberá estar marcada por el signo de estas dos circunstancias concurrentes: privarla de cualesquiera prejuicios e implicaciones políticas y evitar a todo trance la división del pueblo vasco en dos comunidades idiomáticas repartidas según sus distintas circunstancias geográficas y sociales. Lo ideal sería el empleo indiscriminado de ambos idiomas con arreglo a su peculiar funcionalidad”, decía Araluce en 1968.


El 29 de marzo de 1971 alcanzó la cúpula de su carrera política al ingresar en el Consejo del Reino, el máximo órgano consultivo de la Jefatura del Estado. Según explica su biógrafo, durante toda su carrera política, Araluce "deshizo los nudos del centralismo franquista" mientras trataba de recuperar el sentimiento español de muchos vascos y trabajaba por incorporar el euskera en las escuelas vascas.


Persecución, extorsión y asesinatos

El mismo día que el presidente Ford desayunaba con el informe del atentado de Araluce, el diario ‘El Correo Español-El Pueblo Vasco’ destacaba un rótulo que anunciaba la muerte del presidente de la Diputación y la coincidencia de que minutos antes del asesinato acababa de realizar una entrevista. El titular escogido "La democracia debe ejercerse sin soslayar la tradición de nuestro pueblo", resumía una de las mayores reivindicaciones del político, la recuperación de los fueros vascos.


Las más de ochenta balas de ametralladora segaron la vida de Juan María, su chófer, José María Elícegui Díaz, y a los escoltas, Alfredo García González, Luis Francisco Sanz Flores y Antonio Palomo Pérez. Aunque como en cada asesinato hay que preguntarse cuántas otras almas quedaron destrozadas en vida después de aquel atentado.


En tiempos de mítines con falsos exiliados, también conviene recordar a todos aquellos que tuvieron que irse para siempre del País Vasco o Navarra ante la amenaza, el chantaje y el asesinato. Nada puede superar la pérdida de una vida, pero uno de los síntomas más dolorosos del cáncer de la sociedad vasca durante la era etarra fue el repudio y escarnio que sufrieron las propias víctimas. Vecinos y familiares que durante generaciones habían compartido pueblo, daban la espalda y negaban el saludo e incluso la mirada a viudas y huérfanos de asesinados por la banda.


Maite Letamendía y Juan María Araluce.

La mujer de Araluce, Maite Letamendía, como tantas otras viudas prematuras generadas por el nacionalismo radical, había abandonado el País Vasco por un Madrid que apenas conocía, pero cada julio regresaban a Estella, en Navarra. Más de 15 años después del asesinato, compartía una tranquila velada con varias de sus hijas y nietos en el jardín de su casa. Era una de esas agradables noches de verano de tertulia y helado que coincidían con las fiestas del pueblo, hasta que unos golpes en la valla de la entrada interrumpieron charlas y juegos. Unos encapuchados increpaban a la familia vociferando y golpeando la reja con una barra metálica.


Gonzalo Araluce, con el que tengo la fortuna de compartir periódico, relató en primera persona esta escena, puesto que él era uno de aquellos niños que correteaban bajo la luna y al que sus mayores convencieron de que solo se trataba de una broma por las fiestas del pueblo. De aquel episodio estremece la entereza de la matriarca familiar, sentada en la terraza e impávida ante las amenazas de los que posiblemente no fueran más que unos niñatos radicalizados. Después de haberle robado el padre a sus hijos y el abuelo a sus nietos; después de haberle hecho emigrar de su tierra; después de haberle privado de una jubilación junto al hombre de su vida, ¿de qué iba a tener miedo aquella mujer ante los aspavientos de aquellos aspirantes a borrocas?


En el momento en el que Juan María Araluce y sus compañeros fueron ametrallados, la banda “solo” llevaba una veintena de asesinatos. Nacida en el contexto de una dictadura criminal, ETA desarrollará la práctica totalidad de su sanguinaria carrera en un país democrático con garantías judiciales y entregará las armas en la segunda década del siglo XXI con un historial de más de 850 asesinados y miles de familias extorsionadas y amenazadas de muerte. La biografía de Araluce termina con una declaración de su mujer al programa 'Informe Semanal', unos meses después del atentado: “Estamos muy contentos de que lo tenemos, a Juan Mari, en el cielo y nos está ayudando desde allá (...). Les perdono a todos los que le han matado y queremos que se termine el odio (...). Estamos rezando mucho por todos ellos y les perdonamos de todo corazón”.


Esta semana, casi medio siglo después de aquel atentado, Pello Otxandiano, candidato de EH Bildu en las elecciones vascas y favorito entre la ciudadanía vasca según varias encuestas, se negó, en repetidas ocasiones, a calificar a ETA como una organización terrorista.


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