Recortes de Prensa Miércoles 1 Mayo 2024


"Bienvenidos al infierno": el vídeo viral de un soldado ruso advirtiendo a posibles reclutas de no ir a la guerra "por dinero"

Muchos rusos se sienten atraídos por las promesas de un salario inicial de unos 1.600 euros al mes, tres veces más que el promedio nacional

SILVIA JIMÉNEZ. la razon. 1 Mayo 2024


Un soldado ruso admitió recientemente en un vídeo que se hizo viral la cruda realidad que se vive al luchar para las fuerzas de Vladimir Putin en su invasión a gran escala de Ucrania.


Putin no ha anunciado una movilización total para reponerse de las grandes pérdidas en Ucrania, pero los posibles reclutas se sienten atraídos por los anuncios que prometen un salario inicial de 160.000 rublos (uno 1.600 euros) al mes. Esto es más de tres veces más que el promedio nacional y existen otros beneficios, entre ellos pagos únicos.


Sin embargo, el militar anónimo aconsejó a sus compatriotas, especialmente aquellos sin experiencia militar previa, que no lucharan sólo por dinero en efectivo en el vídeo compartido en X, anteriormente Twitter , por la cuenta proucraniana War Translated.


Si bien tenía experiencia en combate, el soldado se encontró con reclutas novatos que se alistaron "por dinero", que ganaron debidamente, sólo para ser asesinados pronto . Uno de ellos era un joven de 19 años que no tenía idea de cómo sostener, cargar o desmontar un rifle de asalto.


"Vas a ganar dinero", señaló el militar. "¿Pensaste que sería fácil? ¡Joder, no! Sólo quiero explicarle a la gente lo que está pasando aquí", señaló, a la vez que describió que no fue como la Segunda Guerra Mundial "donde simplemente se iba a matar alemanes". Más bien, fue una "guerra moderna" en la que había que esquivar municiones de racimo, drones y bombardeos.


"Para aquellos que busquen ser héroes... les puedo decir que han venido al lugar equivocado", recalcó el militar. "Tu heroísmo desaparecerá una vez que entres en combate por primera vez y veas tu primer cadáver. Tú también puedes terminar entre estos cadáveres", puntualizó.


"Da muchísimo miedo. Es más que miedo: es horror", subrayó, agregando que, en el campo de batalla, los reclutas también tendrán que luchar contra sus miedos a no desertar o ser capturados.


"El heroísmo y el patriotismo sólo están en el comienzo", explicó el soldado. "Bienvenidos al infierno a los queridos hermanos que vienen por dinero. Antes de tomar una decisión mal concebida como la mía, deberían pensar 100 veces si vale la pena", señaló.


"O estás harto de la vida o eres un completo tonto. El patriotismo desaparece rápidamente cuando te das cuenta de que quieres vivir", afirmó el militar.


"Buena suerte a quien quiera sentir el ardor de adrenalina, aquí hay mucha. Pero les sugiero que no vengan, no vale la pena", concluyó, calificándolo de "muy mala idea", especialmente para los que no tengan experiencia.


Dirigentes de la Guardia Revolucionaria iraní anuncian la próxima producción de bombas nucleares

Las declaraciones a favor de la fabricación y uso de este arma son cada vez más freccuentes

J.M. Zuloaga. la razon. 1 Mayo 2024


Desde el ataque con aviones no tripulados y misiles de Irán contra Israel el 4 de abril de 2024, operación "Promesa Verdadera", y en el contexto de las declaraciones del director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, de que Irán está "a semanas en lugar de meses" de tener suficiente uranio enriquecido para desarrollar una bomba nuclear, los funcionarios del régimen iraní, en particular los del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), han intensificado sus advertencias sobre una próxima ruptura nuclear iraní, es decir, la producción de una bomba nuclear.


El debate sobre este asunto parece presagiar un cambio en la política nuclear de Irán y tiene como objetivo acostumbrar al público, en su país y en la comunidad internacional, a la idea de que un arma nuclear iraní ya no es un tabú, informa Memri. Los citados funcionarios han dado pistas, e incluso advertencias, de que Irán cambiará su doctrina nuclear declarada de civil a militar y actuará para desarrollar armas nucleares


El 15 de abril, el sitio web conservador moderado Asr-e Iran reconoció que Irán tiene la capacidad de producir una ojiva nuclear y advirtió que lo haría y la utilizaría en su próximo ataque con misiles contra Israel. Abdallah Ganji, miembro del consejo informativo del gobierno iraní, explicó en un artículo en el diario Javan , afiliado al CGRI, que Irán estaba en una guerra directa contra las potencias nucleares occidentales y que el más mínimo error de su parte podría llevar a Irán a cambiar su programa nuclear.


El mmando del IRGC, general Ahmad Haq Taleb, encargado de proteger las instalaciones nucleares de Irán, había advertido que Irán reconsideraría su doctrina nuclear; es decir, actuaría para producir un arma nuclear si hubiera una amenaza de Israel.


Varias horas después de que el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Qan'ani, anunciara, en un esfuerzo por tranquilizar a Occidente, que "las armas nucleares no tienen lugar en la doctrina defensiva de Irán", Javad Karimi Ghadossi, miembro del Comité de Seguridad Nacional del Majlis, tuiteó que "si la aprobación es dada [por el líder supremo iraní Ali Khamenei], pasará una semana hasta la primera prueba [nuclear]".


Hasta la fecha, los funcionarios del régimen han mencionado con frecuencia la inexistente fatwa nuclear atribuida Jamenei que, según dicen, prohíbe la producción de armas nucleares. Varios funcionarios, entre ellos el presidente de la Universidad Beheshti y científico nuclear Mohammad Reza Aghamiri, han dicho que Jamenei puede cambiar esta fatwa en cualquier momento.


Todo esto se suma a las declaraciones del fundador y presidente del Consejo Iraní Estadounidense (AIC) y profesor de la Universidad de Rutgers, Hooshang Amirahmadi, quien se postuló sin éxito para presidente de Irán en 2005, 2013 y 2017. Dijo que Irán debe cambiar su declaración de que el Islam prohíbe armas nucleares y, en cambio, declara que no las prohíbe y que debería producirlas como única medida de disuasión contra Israel.


Otra afirmación notable hecha por varios funcionarios que han pedido el desarrollo de armas nucleares es que Irán tiene derecho a defenderse. La premisa es que, aunque Irán atacó a Israel, el mundo lo considera una medida defensiva. Es decir, Irán considera su movimiento ofensivo como defensivo después del ataque de Israel el 1 de abril contra funcionarios del IRGC en Damasco, por lo que considera que tiene derecho a responder cambiando su estrategia nuclear de civil a militar.


Los portavoces iraníes describieron una situación en la que el desarrollo de armas nucleares por parte de Irán era una respuesta defensiva a un posible ataque contra su país, o que serviría oficialmente como compensación por futuras violaciones adicionales del acuerdo nuclear JCPOA por parte de Estados Unidos. Por "violaciones" se referían a otra retirada de Estados Unidos del acuerdo si volvía a entrar en él, o en el caso de que Estados Unidos incumpliera cualquier compromiso económico que contrajera con Irán.


La proliferación de estos mensajes de tantas fuentes iraníes pidiendo la producción de armas nucleares para "autodefensa" indica una nueva línea de política, decidida de antemano y apoyada por el liderazgo de Irán. Este informe revisará las advertencias del régimen iraní sobre una próxima ruptura nuclear por parte del régimen iraní, subraya el citado medio informativo.


Júbilo en Marruecos por la continuidad de Sánchez

OKDIARIO. 1 Mayo 2024


Que un medio como Anfanews, abiertamente cercano a la casa real marroquí, vincule directamente la continuidad de Sánchez con la continuidad del «apoyo al plan marroquí para el Sáhara» no es un asunto menor. Como no lo es el hecho de que la prensa marroquí, sin excepciones, celebre la continuidad de Pedro Sánchez como una forma de que Marruecos siga teniendo bajo control al Gobierno de España. Y es que de la continuidad del líder socialista al frente de Moncloa dependía, también, el futuro de la apuesta estratégica por el plan marroquí para el Sáhara Occidental, respaldada por Sánchez de forma personal y unilateral desde 2022.


Por eso, los editoriales y columnas de opinión en la prensa de la nación vecina se vuelcan en elogios hacia la figura del jefe del Ejecutivo, del que alaban su «firme postura y su compromiso con la integridad política que llegan en un momento crucial, reafirmando su liderazgo en un contexto de creciente polarización y enfrentamientos políticos en España». En el diario de mayor circulación, Hesspress se afirma que «Sánchez es un animal político», que ha «provocado un shock eléctrico para recuperar la iniciativa frente a la oposición de derecha».


El temor a que una retirada de Sánchez hubiera provocado un regreso a la situación anterior, beneficiando a los intereses de Argelia, planeó sobre Marruecos durante los cinco días de impostada reflexión del presidente. Que Marruecos haya exhibido de forma tan ruidosa su júbilo por la continuidad de Sánchez es la prueba del nueve de que nunca en la reciente historia democrática Rabat había encontrado un presidente del Gobierno de España al que pudiera manejar tan groseramente. La pregunta es cómo lo ha logrado. O mejor dicho: de qué móvil se ha servido para lograr que Pedro Sánchez pasara por el aro. Durante cinco días en Marruecos cundió el pánico ante la posibilidad de que se les acabara el chollo. Por eso ahora respiran.


Terminó la farsa y comienza el drama

IGNACIO CENTENERA. okdiario. 1 Mayo 2024


Pues claro que era mentira. Era una gran farsa, y resultaban patéticos los que durante estos días se mostraban tan indignados porque no nos lo tomábamos en serio.


Es que, si hubiera sido verdad, habría sido mentira todo lo anterior: el manual de resistencia, la vuelta a España en el Peugeot, las coaliciones imposibles, los indultos, la sedición, la amnistía… Este hombre ha hecho de todo, primero para conseguir el poder y después para conservarlo; desprenderse del mismo por una afectación personal irresistible no es una opción en alguien tan carente de escrúpulos. Teniendo en cuenta cuál es el alimento que le da la inmortalidad, no es creíble que el conde Drácula se ponga melindre por verse un poco de sangre en una herida.


Y sabiendo que era una más de sus patrañas, nos repanchingamos para descansar cinco días de su insufrible presencia. Pero como tan merecida holganza no era asumible para sus huestes, han obligado a todo el mundo a estar pendiente de sus performances. Han sido tan efectistas algunas plañideras que muchos llegaron a pensar que la amenaza pudiera ser cierta y se han pasado estos días haciendo elucubraciones.


Ayer, cuando salió por fin para dar la noticia, con una cara de severidad que mal disimulaba una risa tonta por su nueva tomadura de pelo a los españoles, hacía recordar aquel chiste de Forges en el que un político, encadenado a una poltrona con un enorme candado, decía: «Yo dimitiría, pero no encuentro la llave».


Pero hasta aquí tienen que llegar las bromas sobre su berrinche y pataleo, y sobre el esperpéntico ridículo que ha obligado a hacer a su partido, a sus ministros y a su claque mediática y pseudoartística. Basta ya de chanzas y vamos a centrarnos en lo que nos viene por delante, porque partiendo de la farsa este drama está escrito para terminar en tragedia.


Y es que todo este montaje, presentado como una humilde apelación a los sentimientos, pretendía ser en realidad otras muchas cosas. Por un lado, una llamada a la cohesión del PSOE y del sanchismo, y por otro, el rearme de su ataque a las instituciones o colectivos que no están incondicionalmente en su lado del muro.


La regeneración democrática es un sintagma polisémico; la que él pretende no consiste en intentar evitar la corrupción institucional o personal, sino en impedir que se denuncie la que acontece dentro del sanchismo. Más en concreto la que tenga lugar en Moncloa, ya sea en el Consejo de Ministros o en la parte privada del complejo.


Porque sobre los asuntos concretos de su entorno familiar, la carta del día 24 decía que ya los ha ido «desmintiendo» y que «Begoña ha emprendido acciones legales para que esos mismos digitales rectifiquen». Aunque ambas afirmaciones son manifiestas mentiras, evidencian que Pedro Sánchez ya ha pasado página y que de lo que se trata ahora es de que la pasen los demás, especialmente los periodistas y los miembros del Poder Judicial.


Aunque no pueda disimular lo ensoberbecido y encolerizado que se encuentra, es difícil llevar a cabo una venganza personal. Por eso, el ataque vendrá desde arriba, asegurando el control de los órganos institucionales que todavía no domina y aprobando leyes que debiliten la independencia y la libertad en el ejercicio del tercer y del cuarto poder.


Puede que se busque también el escarmiento personal de alguien, pero eso será a más. El camino es el Tribunal Supremo, el CGPJ y el abuso de poder; las oportunas medidas en el control de las carreras profesionales de los magistrados, las incrementadas competencias de la fiscalía y las medidas de presión a determinados grupos de comunicación terminarán infiltrando la autocensura por atrición de jueces y periodistas.


Ya podemos rezar para que desde Europa alguien venga al rescate, porque se demuestra que la ingenua sociedad española no está preparada para defender su institucionalismo. Mientras pasaba el fin de semana pensando si el presidente se iba a quedar o no, él estaba re-alfombrando Moncloa con un apoyo explícito de los más díscolos del sanchismo y re-municionándose contra la legítima crítica de la oposición y las nomológicas investigaciones periodísticas o judiciales.


Tics autoritarios los ha llamado Feijóo. En realidad, la farsa inicial y la tragedia final evidencian que el presidente Sánchez no solamente es genéticamente incompatible con la verdad, sino también con la democracia.


"Sanchificar" la democracia

Jorge Vilches. la razon. 1 Mayo 2024


En las entrevistas que Sánchez se hizo a sí mismo en TVE y luego en la SER anunció que, tras su retiro espiritual, había decidido sanchificar la democracia. Lo llamó “regeneración”, pero en realidad es callar a la prensa crítica con su persona y en teledirigir a los jueces para ser impune. No es a humo de pajas. Tiene el poder y las entrañas para hacerlo. De momento es una advertencia para amedrentar a los que no se rinden, y espolear el ajuste de cuentas.


El aviso de Sánchez es el clásico de cualquier sistema autoritario: el líder señala y los acólitos ejecutan. Si el caudillo dice que existen “pseudomedios” de comunicación que intoxican, sin nombrar cabeceras o periodistas, su entorno entiende el mensaje y ataca. Para eso utilizan sus medios y las redes sociales, donde insultan desde cuentas oficiales, y sueltan la amenaza de revisar la financiación de dicha prensa. No hace falta máquina del fango para esto, sino mostrar una trituradora desde el poder. El que hace la ley, hace la dictadura.


Al tiempo salen los ingenieros sociales del comunismo, como Yolanda Díaz y su tropa menguante. Quieren normas que dividan el periodismo entre el progresista y el reaccionario. Vamos, entre el periodismo del movimiento sanchista y la prensa libre, el que hace propaganda oficial y el que encarna el poder fiscalizador. Y lo conseguirán, porque harán una ley de medios moralizante. Habrá bronca entre periodistas, dos bandos enfrentados a muerte civil, que es justo lo que quiere el populismo autoritario.


Hay que confesar que Sánchez ha creado el paraíso para los enemigos de la sociedad abierta. Vivimos una situación inédita desde 1977. Jamás un Gobierno había llegado tan lejos en su pretensión de eliminar la libertad en aras de un proyecto personal. Esta sanchificación de la democracia, su conversión en un régimen iliberal, es sencilla porque en España se venera al Estado y al colectivismo, y se desprecia la libertad individual.


En este caso es cierto que el PSOE se parece a esa España. Los dirigentes y militantes socialistas han dejado de tener criterio propio. Lo han sustituido por la voluntad de Sánchez. Lo que decida el líder les parece bien aunque no dé explicaciones. Lo aceptan sin más a pesar de que ayer dijeran con fervor justamente lo contrario por indicación del césar. Luego, en plena contradicción, defienden a muerte el cambio de opinión del líder. Incluso aunque disientan en la intimidad o en público, vuelven a votar al PSOE de Sánchez. Han echado al olvido la individualidad para convertirse en feligreses.


Sánchez consiguió “sanchificar” al partido socialista. Ahora es su encarnación. El siguiente paso es “sanchificar” la democracia. Ese es el camino, que el orden legal e institucional se identifique con su persona. Quiere ser el Padre Fundador del régimen confederal progresista español. Se trata de cambiar las instituciones, su composición y elección, las leyes y la mentalidad para que se ajuste a los sueños del caudillo.


Si esto ocurre, se acabó. Hugo Chávez dijo en la cumbre de su dictadura una frase que hemos oído en España en estos días: “no se va a tolerar aquí ningún medio de comunicación que esté al servicio del golpismo, contra el pueblo, contra la dignidad de la República”, en referencia a las denuncias a su persona, a la corrupción que le rodeaba y al sistema liberticida. Luego pasó lo que sabemos.


Hace bien el PP en sacar toda la artillería institucional y legal contra Sánchez. Desde este lunes no habrá tiempo ni para parpadear. Ceder es perder, porque tan importante es que Sánchez no controle el CGPJ, o que no cargue contra la prensa, como que los españoles tengan a lo que aferrarse para hacer oposición. Hay que aprovechar las vías que todavía existen en el Estado de Derecho para sentar a Sánchez en una comisión y que dé explicaciones. Quizá sea la última ocasión.


Entre el muro y el foso

Enrique García-Máiquez. gaceta. 1 Mayo 2024


En los cinco días de show que nos ha impuesto Sánchez hacíamos cábalas sobre los motivos por los que el socialista se planteaba la dimisión. Todos sabíamos que no era por Begoña con independencia de que sea o no un hombre profundamente enamorado. Lectores de Tom Clancy sacaban a relucir al Mosad. Yo sólo veía en la carta claros marcadores de que quería quedarse y que llamaba a la movilización masiva para darse un baño de populismo chavista. La cuestión, entonces, era si se le sumaban las masas o no; y no lo hicieron. Tan poco lo hicieron que en mi ingenuidad acaricié la idea de que, ante tamaño fracaso de su estrategia bananera, asumiese la dimisión como una salida indeseada pero digna.


Qué ingenuidad la mía, ay. La dignidad no se interpone entre los deseos del presidente y su persona. Ha buscado la solución más directa para quedarse: creerse que la respuesta a su llamada de movilización fue masiva. Ea. Todos hemos visto que fueron un puñado de afiliados acríticos y artríticos (dicho sea con todo el respeto a la edad, que empieza a ser la mía), un puñado de artistas subvencionados y un puñado de periodistas de la casa nostra. Nada más. Ha dicho un tuitero: «Hubo más gente admirando a Calerito en Las Ventas el pasado domingo que en Ferraz arropando al Líder Supremo».


Mi ingenuidad, sin embargo, es resiliente, y me pregunto si Pedro Sánchez de verdad se cree que tuvo un apoyo masivo. Es una pregunta más seria de lo que a primera vista parece, por desgracia. Porque si nos miente, es muy malo, pero si no nos miente es mucho peor. Mi admirado Ignacio Jáuregui cree que miente: «La prueba de que lo tenía todo pensado es que ha dado como razón de quedarse las muestras de apoyo popular. Eso estaba escrito desde antes de que fueran a Ferraz cuatro viejos y una desquiciada, y no ha sido capaz de quitarlo».


Yo creo que no nos miente, o sea, que más chungo aún. Él ha alzado un muro entre españoles y pone todos los ladrillos que puede para subirlo y engrosarlo día a día. Todo lo que queda más allá del muro no le interesa en absoluto. No cuenta. Para él no existe. Lo tacha de extrema derecha y de derecha, pero lo importante no son las etiquetas, sino que «lo tacha». Las peticiones de que se quede han sido masivas en el claustrofóbico mundo encerrado en el muro que él ha levantado. Ahí, sí. (Lo que nos da una idea de lo estrecho que es el otro lado del muro).


Esto, que tiene su lado bufo, es un riesgo, porque a rebufo de la negación de cualquier crítica o resistencia a su gestión, Sánchez se corta el acceso a la verdad a través del contraste. ¿Ejemplos? ¿Son verdad o no son verdad los indicios de que su esposa ha estado haciendo más de lobista que de ovejita pastoril? Eso, que tendría que preocupar a un político responsable, ni se lo plantea. Y quien haga la pregunta se catapulta directamente a las zonas exteriores de la muralla.


Que esta actitud —tan típicamente adolescente— sea la del jefe del Gobierno del Reino de España es pasmosa. Le inhabilita para ser el presidente de todos los españoles. Para él todos los españoles son los suyos. Los otros ni entran en sus cómputos de lo que es una mayoría social. Además, es directamente peligroso, porque la tentación inherente a estos planteamientos es anular a aquellos que ya son nulos para ti. Acallarlos en la discusión pública o maniatarlos en la acción pública. Los periodistas y los jueces independientes ya han sido puestos en el disparadero, pero, por la dinámica de una lógica evidente, esto irá a más.


Entre el muro y el foso, nos encontramos, por tanto, todos los que no les hemos comprado a Pedro Sánchez su todo (yo) o nada (nada). La creación del muro nos empuja al foso. Hay que aguantar a pie firme. Para lo cual, resulta indispensable no perder la perspectiva de nuestra verdadera situación, pero tampoco la del presidente. Cada vez más encerrado entre las estrechas paredes de una muralla que ha levantado. Cada vez más abocado a empujarnos a un foso en el que no nos va meter.


La dictadura emocional

Irene González. vozpopuli. 1 Mayo 2024

Es razonable que cualquier persona que no haya perdido sus facultades cognitivas y mantenga cierto contacto con la realidad se encuentre estos días entre la indignación, la vergüenza y la preocupación por lo que está haciendo Pedro Sánchez. La táctica es clara, presentarse como víctima de un complot ultraderechista golpista a todo aquel que informe, pregunte o investigue sobre los negocios y el posible tráfico de influencias de su mujer Begoña Gómez y eliminar así cualquier vestigio de disidencia, convirtiéndose en un líder absolutista bajo apariencia de refrendo democrático. Todo orquestado y planificado a sangre fría. Espeluznante. Es necesario que nos detengamos en dos cuestiones importantes que representan el inicio de algo nuevo y siniestro.


En primer lugar, actualmente el poder que tiene el Estado sobre los ciudadanos es enorme y con la tecnología irá a más. No se ha conocido en otras épocas de la historia de España tanta concentración de poder y está en manos de la izquierda y los separatistas, la antiespaña. Este poder absolutista de nuestra “democracia constitucional” no se encuentra separado, sino concentrado en un Ejecutivo que es controlado por un partido político. Al configurar la Constitución Española una partitocracia, es el líder único que controla dicho partido el que controla todo el Estado. Por lo que es comprensible que Pedro Sánchez, el líder supremo del PSOE identifique a su persona con el Estado. El sistema lo permite y los medios lo alimentan al no existir sociedad civil fuera del presupuesto público controlado por dicho líder.


Resulta razonable que en cualquier parte del mundo, salvo en Corea del Norte, se pueda preguntar al Presidente, y que un juez pueda investigar que Begoña Gómez escribiese una carta para que dos empresas se llevasen contratos públicos del Estado por valor de 7 millones de euros. No es un comportamiento democrático, ni decente, ni estable calificar la rendición de cuentas de los dirigentes de desinformación, fango y golpismo ultraderechista. Y aceptar eso es aceptar un cambio de régimen.


En segundo lugar, ese régimen al que se muta es una dictadura emocional, si se aceptan estos planteamientos de Sánchez. Supone la definitiva transformación en un sistema político personalista, que no presidencialista, donde los parámetros admisibles del delito y la verdad son decididos por el líder e impuestos a los ciudadanos. Pedro Sánchez ha conseguido que sean las emociones del líder (miedo a perder el poder por casos de corrupción) las que se contagien al pueblo, a un país que ha de entregarse a la permanencia y al bienestar del líder. No son las emociones del pueblo de una sociedad posmoderna infantilizada las que se trasladarían a la representación política, sino que el odio es dirigido desde arriba.


La guerra civil y el odio entre españoles como forma de mantener el poder político y mediático es algo insostenible de esta dictadura emocional. Un país inviable e irrespirable, que sólo beneficia a los sádicos psicópatas y los enemigos externos de España. Pedro Sánchez ha encargado a ese pueblo alterado, cebado con odio y mentiras de memoria histórica que se movilice, señale y acabe con todo el que lo cuestione. Esto sólo se consigue inoculando una cultura de odio atávico contra media España durante décadas. Esa agitación, ese odio exaltado no se va a ejercer por un Pedro Sánchez vestido de militar, sino por sus acólitos mediáticos que pedirán contundencia legal para exterminar a la disidencia bajo la excusa de proteger la democracia, ya plenamente identificada en nuestro país con los deseos y bienestar del líder del PSOE.


Normalmente un dictador llegaba al poder porque venía a salvar al pueblo de alguna amenaza, ahora es el pueblo español el que ha de salvar a Pedro Sánchez de sus emociones matrimoniales, de cualquier pequeño atisbo que le cuestione en el poder. Por eso en ese clima de excitación tiránica se presentará un artefacto legal para castigar y perseguir a los pocos que aún participamos en la conversación pública como disidentes a esta dictadura emocional personalista antiespañola. Somos objetivo de un enorme proyecto político de odio y de exterminio contra la libertad.


El primer paso para evitar esto depende de no aceptar nada de este discurso esquizoide y despótico que acabe en un consenso bipartidista “para evitar la polarización”. Algunos socialistas, como Jordi Sevilla, piden firmar un “pacto institucional ético” con el PP donde se comprometan a no hablar de corrupciones de familiares. No cabe mayor golferío democrático llamar pacto y consenso a la impunidad acordada entre ambos, cuando afecta al partido que tiene todo el poder en España, el PSOE.


Pedro Sánchez, el artífice del indulto a los golpistas y la posterior amnistía ha reinventado una forma de impunidad a priori. Exige que su familia y su persona sean no sólo inviolables como el Rey, con el que hace lo que quiere, sino incuestionables bajo pena de ser acusados de fango ultraderechista polarizador. Un régimen despótico y peligroso que inauguramos en España, donde no sólo se persigue al disidente, sino a la realidad. La obediencia ha de ser ciega y total.


Sánchez, rey de corazones

EMILIO CAMPMANY. libertad digital. 1 Mayo 2024

Tras cinco días de ejercicios espirituales destinados a desentrañar el dogma de la dictadura democrática que Sánchez quiere implantar, tan sólo queda una duda por resolver. Se sospechaba que era un embustero de primer orden y ha quedado confirmado que es de los peores pues, como dice Pablo Planas, miente hasta cuando saluda. Se pensaba que era un adicto al poder hasta el punto de poner todo valor o sentimiento al servicio de su detentación y se ha confirmado que no respeta ni al rey. Se creía que carecía de escrúpulos y se ha comprobado que tampoco tiene conciencia. Se barruntaba que lo que se proponía era emprender una campaña liberticida para proteger su mandato y ya ha afirmado que se propone postularse también para el siguiente. Se sospechaba que tenía la cara hecha de granito y hoy se comprueba que en realidad está compuesta de carbono cristalizado, que, aunque muy agujereado, no deja de ser durísimo diamante. Se temía que de esta saliera no un dimisionario, sino un morlaco cinqueño, mal encarado, gacho y cornicorto, más manso que un mayalde resabiado, decidido a coger mortalmente a todo al que se le opusiera y hoy ya sabemos que está decidido a voltear a todo periodista crítico o juez independiente que tenga el valor de mantenerse en el ruedo.


La única duda que permanece es precisamente la que afecta a la única certeza que teníamos el miércoles. Entonces nos pareció que efectivamente era un hombre profundamente enamorado y que la sincera manifestación de su amor era quizá la única verdad que la carta contenía. Sin embargo, hoy cabe sospechar, quizá con algo de malicia, que lo de Begoña y él no es un matrimonio, sino, como mucho, una sociedad de garantía recíproca o, mejor, una de socorro mutuo. Y es que, el marido, tras consentir que su esposa se meta en negocios con empresas beneficiarias de millonarias ayudas gubernamentales, le propuso montar una pantomima con la que engañar a los españoles en la que interpretaría el papel de consorte indignada. Y ella, en vez de negarse mostrando ese mínimo de dignidad que al otro le falta, consintió y cooperó de buen grado prestándose a representar el sainete.


Y he aquí por tanto la única pregunta que los periodistasde la prensa del corazón, que todavía no han sido amenazados, deberán contestar: ¿Están Pedro y Begoña tan profundamente enamorados como dicen? ¿Es posible que sea sólo él quien está prendado? ¿O es acaso sólo ella la que bebe los vientos por el galán? ¿No será más bien que cada cual tiene sus propios amoríos y tan sólo se fingen unidos por el común interés de ostentar el poder, él como titular y ella de forma vicaria? No me atrevo ni a especular. Es mejor dejar la respuesta a los profesionales, que tienen en esto un filón que ríete tú de Enrique Ponce y Ana Soria.


No quería dejar el poder, sino disfrazarse para acapararlo todo

EDITORIAL. libertad digital. 1 Mayo 2024

El gobierno en una democracia es, por definición, un gobierno limitado. Y lo es no sólo porque tiene limites temporales para su ejercicio sino porque tiene limites competenciales que le impiden vulnerar los derechos individuales, el imperio de la ley, la independencia del poder judicial, la libertad de prensa y, en general, los pesos y contrapesos que caracterizan a una democracia digna de tal nombre. Cualquier gobierno en una democracia, por muy mayoritariamente que haya sido respaldado —el de Pedro Sánchez es, para colmo, el menos respaldado de la democracia— lo es siempre de forma transitoria y en ningún momento puede estar por encima de la ley, ni de la crítica ni puede someter a su dictado a jueces, a cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, a periodistas o a simples ciudadanos.


Que un gobernante, su esposa o su hermano no puedan ser llevados al banquillo de la justicia o ni siquiera ser objeto de crítica de la prensa es propio de las dictaduras, no de las democracias. Que un gobernante pueda dejar arbitrariamente impunes los delitos perpetrados por miembros, socios o aliados de su gobierno es propio de un régimen totalitario, no de un Estado de Derecho democrático. Pedro Sánchez ha dejado en evidencia, no ya sólo que está decidido a aferrase al poder, sino que pretende combatir y erradicar todo contrapoder que se interponga a su dictado. En este sentido, Pedro Sánchez no ha dedicado el paréntesis de estos días a valorar si deja o no el gobierno, sino a tejer el disfraz de víctima con el que pretende ejercer de verdugo de todos los contrapoderes que caracterizan a una democracia liberal, valga la redundancia. Sánchez no ha reaparecido para anunciar que va a asumir y respetar la libertad de prensa o la independencia del poder judicial, sino para anunciarnos que va a tratar de "limpiarlas" como si de "fango" se tratara.


En este sentido, su nada velada amenaza al PP de vulnerar las mayorías constitucionalmente establecidas para la renovación del CGPJ si el partido de Feijóo no se somete a su dictado; sus criticas a los miembros del Poder Judicial o a la prensa que osa criticarle, es prueba evidente de que Sánchez no quiere mantenerse al frente de un gobierno democrático, sino que quiere transitar a un régimen de corte autoritario propio de una república bananera sin parangón en nuestro entorno europeo.


En este sentido, hace bien Feijóo en anunciarnos un plan para proteger a jueces y periodistas frente a las pulsiones totalitarias del gobierno sanchista; como hace bien en pedir —por fin— la comparecencia de Begoña Gómez en el Congreso o, en su defecto, en el Senado. También está en su derecho Vox de personarse contra Begoña Gómez en el Juzgado ante los clamorosos indicios de tráfico de influencias que pesan contra ella. Pero sobre todo lo que tiene que hacer la oposición democrática de este país es denunciar en Europa los intentos de Pedro Sánchez no tanto de mantenerse en el gobierno sino de cambiar de régimen político. Eso, y movilizar a la ciudadanía para que se manifieste en la calle, no contra la continuidad de Sánchez, sino contra el cambio de Régimen que quiere pilotar desde el gobierno.


Ahora Pedro va a por ti

JOSÉ JAVIER ESPARZA. gaceta. 1 Mayo 2024


El presidente del Gobierno ha anunciado un tiempo nuevo. Un tiempo de «limpieza». Es decir, un tiempo de represión de la oposición. Lo esta vistiendo de defensa de la democracia. Cuando un tipo te dice que él es la democracia y tú no cabes, es que la democracia se ha acabado.


Parece que la «crisis constituyente» de la que habló el entonces ministro de Justicia, Campo, ha entrado en su fase decisiva. Campo dijo aquello en junio de 2020, en plena fiebre COVID. A Pedro Sánchez ya se le habían empezado a ver las costuras de césar desde el principio, pero es verdad que la pandemia, a él como a otros aprendices de tirano, le dio la oportunidad de ensayar lo aspectos más drásticos del nuevo orden: control del ciudadano, control de la economía, control del parlamento, control de la comunicación, incluso control de la Justicia.


Muchas —demasiadas— de aquellas herramientas de control quedaron vivas, como dormidas, esperando el momento de volver a despertar. No hay que perder eso de vista. Desde entonces, Sánchez ha tenido el mérito de utilizar cada nueva crisis de su propio poder para dar un paso adelante en su proyecto. La dependencia de los votos del separatismo la empleó para avanzar en su propósito del deshilachamiento confederal de la nación. Las fundadas sospechas de corrupción en su entorno político y familiar, para lanzar esta ofensiva de ahora contra los jueces y los medios independientes.


Porque Sánchez tiene un proyecto, sí, y no es sólo el propio poder. Si no fuera más que una ambición personal, le habría bastado con recabar el apoyo del PP. No, no: el proyecto de Sánchez requiere que sea él quien mande, por supuesto, pero el objetivo final es ese otro de una reconfiguración de España según un modelo confederal, desnacionalizado, con el PSOE eternamente en el poder gracias a los votos de unos separatistas que, por su parte, también se perpetuarán en sus propios espacios, todo bajo la complaciente mirada de los tenedores de una deuda pública cada vez más costosa. Y, por supuesto, siguiendo siempre a pies juntillas las instrucciones de la UE y de la OTAN, que eso jamás lo pondrán en cuestión ni Sánchez, ni Puigdemont ni Otegui. Porque saben que, mientras respeten eso, en todo lo demás podrán hacer lo que les dé la gana.


Naturalmente, llegar a ese objetivo exige cargarse todo el andamiaje constitucional. En ese sentido, los voceros de la izquierda oficial tienen razón cuando dicen que en España hay fuerzas que se oponen a que la izquierda gobierne. Precisemos: fuerzas que se oponen a que la izquierda gobierne en solitario y para siempre. Son las mismas fuerzas que se oponen a que la derecha gobierne (en solitario y para siempre). Esas fuerzas se llaman elecciones, partidos, prensa independiente, una sociedad civil que se organiza libremente, unos tribunales autónomos («independientes en su caso», como dijo Sánchez), etc. Vamos, lo que se viene llamando la democracia liberal de toda la vida. Que ya sabemos que es un régimen lleno de vicios y sumamente perfectible, pero que, al menos, garantiza un orden soportable y una posibilidad de cambiar a un gobierno por otro. A esto, hoy, la izquierda lo llama «fascismo». A Sánchez no se le puede entender fuera de este contexto. Pedro Sánchez quiere ser césar. Un césar progresista, posmoderno y woke. Un césar envuelto en retórica ternurista y democrática, lo cual le hace todavía más peligroso.


La pregunta, ahora, es qué hacer frente a la ofensiva del césar y sus secuaces. No penséis en eso que los píos llaman «Europa». Hasta el momento, a «Europa», es decir, a la oligarquía comunitaria de Bruselas, nunca le han conmovido demasiado nuestros problemas internos, ya fuera con el terrorismo, ya con el separatismo. Bruselas apunta a la disolución de las naciones en una estructura global: sólo se mueve cuando hay gobiernos soberanistas que se oponen a esa tendencia, según hemos visto en Polonia y Hungría. Nuestra autodisolución solo le preocuparía en la medida en que alteraciones graves pudieran extenderse a otros países, pero eso parece lejos. Tampoco penséis en los remedios clásicos, el poder fáctico que en otro tiempo preservaba la solidez del Estado: el ejército, la banca, la gran empresa, la Iglesia y tal. Eso era, precisamente, en otros tiempos, cuando el ámbito de influencia y supervivencia de todos esos poderes dependía del marco soberano nacional. Pero hoy el ejército es la OTAN, la banca es Blackrock, la gran empresa depende en buena medida del dinero gubernamental y la Iglesia es hoy lo que es (y dejémoslo ahí). No, ningún poder fáctico vendrá a salvarnos. Lo cual, bien mirado, no deja de ser una buena noticia. Estamos solos. Mejor que mal acompañados.


Ahora es el momento de que cada ciudadano consciente, de que cada patriota (porque, al final, de esto se trata), se vea a sí mismo como una instancia de resistencia. Si el poder te ataca, defiéndete. No hace falta pensar en heroísmos novelescos. Basta con utilizar los medios que el propio sistema ofrece para participar en la vida pública, exactamente como hizo la izquierda en España hace medio siglo. Asociaciones de padres, grupos universitarios, círculos de apoyo a los medios de comunicación propios, grupos juveniles, activismo político, etc. La movilización popular es eso. Todo esta inventado. Y si, en vez de esto, nos limitamos a esperar a que alguien venga a redimirnos, entonces la ola del pedrismo caerá sobre todos nosotros.


Entiéndase lo dicho, simplemente, como primera providencia. Porque todo apunta a que vendrán más golpes, más pasos, y serán cada vez más agresivos. Y por tanto la resistencia tendrá que ser cada vez más intensa y también más astuta. Esto no ha hecho más que empezar.


Visto en la Pasarela Sánchez

Hughes. gaceta. 1 Mayo 2024


En estos días de reflexión sanchista hemos visto desfilar, como en una pasarela, tipos humanos y sociales muy definidos. Me centraré en tres:


EL NÚCLEO DURO. El núcleo siempre es duro, nunca es blando, aunque en este caso estaba un poco revenido. Salieron en defensa de Sánchez los pata negra. Esto nos permitió observar la capa más recalcitrante del socialismo. Vimos manifestaciones de personas que caminaban como resucitados. Vimos las caras, los rictus. El PSOE es Puerto Hurraco con mechas moradas. Y salieron los del cogollito de la Kultura, la Bodeguilla in pectore: Almodóvar superando su propia parodia, el Bardem que hace de indio, Miguel Ríos, García Montero democratizando a Cervantes, los sindicalistas Chip y Chop, Juan Cruz y su musitación, el sindicato periodístico de las Intxaurrondo, Ramoncín de tertuliano y Gonzalo Miró, que en La Sexta pedía cambiar el régimen y controlar la justicia. Esto define muy bien la dificultad española actual: era terrible lo que se decía, pero lo decía Gonzalo Miró, ¿se puede uno tomar en serio algo que diga Gonzalo Miró? El sanchismo reunió a su caterva más estrambótica y Ferraz atrajo, como a zombis que salen de sus catacumbas pensionadas federales, a socialistas de todo el país: la España Negra, negrísima, que ha cubierto su negrura con la papilla de Prisa, mechas de colores, prendas urbanas y quechua.


Vimos, con algo de esperanza pero también de pena, que este núcleo duro sociológico y mediático del sanchismo está ya muy mayor.


LOS PITONISOS. La incertidumbre despertó el instinto de los pitonisos políticos. Las Casandras. Durante unos días, se lanzaron hipótesis sin límite alguno y sin información. Es una propensión habitual; desligarse de toda evidencia. Las evidencias son cosas de sistémicos. ¿Por qué decir solo «A» si se puede decir «A+B+C+D…»? Con un tono entre oracular, avisado y confidencial, se explicaba la situación: «Es evidente. Sánchez ha tenido contactos extrasensoriales con sionistas selenitas y sabe lo que tiene que hacer. En próximos días iniciará una reconstrucción facial y ya tiene el dinero en un paraíso fiscal. Estaba en las maletas de Delcy. Por eso Ábalos está callado. Sabe que no le pasará nada. Esto tiene que hacerse antes de que se acabe el invierno ruso y cambie el escenario bélico. El Departamento de Estado está avisado».


EL CENTRISMO. Mis favoritos. EL centrismo mediático, del que se alimenta el PP (PP es aznarismo más las gotas del centrismo que le van llegando en alambique a medida que colosales intelectuales abandonan el PSOE). Se indignaron mucho con Sánchez al hablar de controlar los bulos mediáticos. Pero son los mismos que se han tirado años hablando del peligro de las fake news y que nos explicaron el Brexit, Trump, Le Pen, y todo lo demás con «la posverdad y el anonimato en las redes». Ahora braman contra el totalitario Sánchez por… por decir lo mismo. Hay una entrevista por ahí en la que dos reputados periodistas neuronales conversaban no hace mucho sobre la pertinencia de crear un Ministerio de la Verdad. ¿Llegó a tanto Sánchez? Pasa otra cosa con este moderantismo mediático de las radios muahahas y los periódicos suaviter; ellos mucha moderación, venga con la moderación, pero cuando Sánchez hace de las suyas se acaba. Le llaman dictador, autócrata, tirano, y le acusan de cargarse él solito la solidísima democracia española y de comerse los niños crudos. ¿Y el decoro y la conversación pública? ¿Y la otredad cívica? ¿Y el tender puentes? ¿Y el necesario lugar de encuentro? Con Sánchez, los moderados son muy poco moderados y no se acuerdan nada de Chaves Nogales.


Exigir la dimisión de Sánchez y la convocatoria de nuevas elecciones

PEDRO DE TENA. libertad digital. 1 Mayo 2024

Eso es lo que hay que hacer y hay que hacerlo urgente y contundentemente en una manifestación masiva en el Madrid de la libertad. Podemos estar días, semanas, meses y años, si es que nos deja el sátrapa, explicando sus desmanes, sus mentiras, sus trucos, sus amenazas, sus patrañas, sus Koldos, sus Ábalos, sus Illas (que rima con mascarillas) sus tinglados familiares con hermano y Begoña Gómez al frente, su venta de la nación de un puñado de votos (los de ETA y los golpistas y prófugos entre ellos), sus ataques a los jueces, su ridículo internacional…lo que se quiera. Algunos llevamos años denunciándolo. Recientemente lo denuncian hasta Felipe González, Juan Luis Cebrián y Alfonso Guerra. A ver ahora.


Ayer, Nicolás Redondo, de familia socialista histórica y expulsado del PSOE, decía, en un escrito que recoge Europa Press, que con la carta que publicó Sánchez en la red social 'X' en la que anunciaba un parón de su agenda y la posterior "catarata de adhesiones plañideras o amenazantes", se está "evitando" hablar de la ley de amnistía, de las "pretensiones secesionistas" de los independentistas, de las "quiebras" del principio de igualdad de los españoles que han supuesto los acuerdos de Sánchez con los nacionalistas, "entre otros muchos atropellos al Estado de Derecho". Muy bien. A ver qué se hace.


EL PP, salvo Isabel Díaz Ayuso que lo tiene bien claro y lo explica más claro todavía, lo acusa de querer "colar un cambio de régimen por detrás" e incluso "usar" al Rey en su "obra de teatro", pero descarta una moción de censura. Que sí, que Feijóo la va a perderla, pero que va a poder explicar lo que está pasando a todos los españoles. (Antes de que le deshabiliten como candidato de su partido.) Memento Corina Machado. Vox despotrica contra el caudillaje de Sánchez pero no impulsa una unidad nacional contra el peligro. (Santiago, te pueden ilegalizar.) Ciudadanos ya no sé dónde anda mientras Maite Pagaza vuelve a casa antes de Navidad.


La nueva izquierda nacional y socialdemócrata, ¿qué piensa hacer? No sé dónde están algunos sindicatos como CSIF y USO, de mejor clase que otros. A ver la CEOE y los autónomos, los primeros de una lista de asociaciones, fundaciones y sociedades privadas que defienden la continuidad de la democracia y los valores que la fundan. Libres e iguales, Unión 78, Foro Libertad y Alternativa, NEOS, Civismo y muchas entidades y foros que defienden la unidad de España, su libertad y la imagen de la nación ante todas las leyendas negras y las negras tormentas que se ciernen sobre nosotros, tienen mucho que decir


Luego están las empresas periodísticas y televisivas privadas, todas amenazadas genéricamente por Sánchez. El Debate, ya ha sido señalado por el matonismo creciente. La nuestra propia, LIbertad Digital siempre en vilo o las que sustentan los cuatro digitales más destacados, el emergente The OBJECTIVE y los profesionales y consistentes El Confidencial, Voz Pópuli y El Independienteestán en el punto de mira. Sumemos todos los youtubers, blogueros, webs e influencers que fueron intimidadas ayer por el dedo de Sánchez. Todavia podemos hacer mucho.


Luego hay legiones de agrupaciones cívicas de diverso tipo, desde religiosas a universitarias, culturales o deportivas a las de víctimas del terrorismo. Y hay, desde luego, artistas, escritores, cineastas, pensadores, catedráticos, profesores que no degeneraron con la ceja, individualidades con prestigio moral como María san Gil, Jaime Mayor Oreja, Mario Vargas Llosa, Fernando Savater, Rosa Díez, Maite Pagazaurtundúa, Mikel Buesa, Jon Juaristi, José María Múgica, Gabriel Albiac, Agapito Maestre, Ignacio y Javier Gómez de Liaño, Pérez Reverte y tantos otros más, como Francesc de Carreras, Jorge de Esteban…Tantos y tanto más que no caben en una columna.


Con todo esto, ¿tan difícil es convocar una manifestación conjunta de la resistencia nacional ante lo que se avecina, de forma urgente y masiva, con el apoyo de todos, incluso de opositores hermanos a los tiranos de Iberoamérica? Ciertamente, hay diferencias y matices legítimos. Pero ahora se trata de una emergencia.


Se trata sencillamente de unir los esfuerzos en dos propuestas. La primera, la dimisión de Sánchez tras el espectáculo bochornoso y atrabiliario de su me voy pero me quedo que ha humillado la dignidad y despreciado la inteligencia de todos los españoles, socialistas y socios de gobierno incluidos.


La segunda es la convocatoria inmediata en cuanto sea posible de nuevas elecciones generales que permitan a los ciudadanos decidir qué camino se quiere seguir, si el destructivo y monstruoso de un Pedro Sánchez aliado con todos los que no desean el bienestar ni la libertad de España o si la recuperación del espíritu reconciliador de la transición, ya sin ingenuidades, y el mejoramiento de la democracia a partir de nuestra base constitucional.


Sánchez ha reunido (oficialmente) en su apoyo a unos 12.500 forofos, autobuses de por medio. Puede lograrse, si todos colaboramos generosamente, la presencia de más de un millón de personas en Madrid a corto plazo exigiendo su dimisión y elecciones generales ya. Es la primera forma de parar lo que se trama. Luego vendrá lo importante, pero hay que empezar. Propongo, y aquí estoy para colaborar en lo que sea.


Así habló Zaratustra enamorado

MARIO GARCÉS. libertad digital. 1 Mayo 2024

La política nacional se ha convertido, por el momento, en una insufrible lluvia de meteoritos emocionales e irracionales que destrozan cualquier intento básico de raciocinio.


Cuando Sánchez acabó el discurso, se mantuvo en pie con la mirada fija en el horizonte. No era el gesto de un hombre atribulado sino el de una persona con un control pleno de la situación. Es absurdo, en este nanosegundo de nuestro presente, buscar razones cabales de la meditación del presidente en el desierto del Sinaí en Moncloa, porque o no existen, o no las vamos a conocer. Sánchez, como el cerdo Napoleón de "Animal Farm" de Orwell, aspira únicamente al control absoluto del pensamiento, y para ello necesita agitar el avispero de los institutos básicos de la granja socialista, convirtiendo a María Jesús Montero en la libertad guiando al pueblo en Ferraz. Precisamente Orwell, que no se llamaba realmente así, era un socialista revenido y crítico, que anticipó, a través de sus porcinos, lo que sería la regla básica de la granja española. Un siglo después cobra sentido la frase del sátrapa Napoleón: "Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros". Que se lo digan a Puigdemont.


Caer en la trampa de la causalidad racional cuando quien actúa es un percusionista de emociones, es una misión estéril. Zaratustra Sánchez se dirigió en su Epifanía política a los españoles después de que descansara cuatro días una vez que creó el mundo, como Dios. Y allí emergió Zaratustra convertido en un nuevo superyo dispuesto a acabar con el fascismo mundial en su nombre y en el de su agraviada esposa. Pues bien, para los necios del quinto día, lo de Begoña Gómez no es un ejemplo de machismo rancio sino de nepotismo colosal, como hay ejemplos en otros partidos políticos. Por ello, licenciados y graduados del mundo uníos, y enviad a la Universidad Complutense vuestros currículum para que veáis cómo os conceden una Cátedra, financiada por un un empresario benefactor. Veréis que no vale la pena. Nadie en su sano juicio diría que la función de una esposa o esposo de un presidente o presidenta del Gobierno es quedarse en casa, pero de allí a concederle una Cátedra, hay una distancia sideral. La distancia entre la casa y la Cátedra es la distancia entre el verdadero machismo y el auténtico nepotismo. Sin más. Y que quede claro que hay ejemplos vergonzantes en todos los partidos políticos.


Zaratustra Sánchez encarna a la perfección la exaltación del juego emocional al servicio de una democracia populista. El imperio de los sentidos burdos. No es que sea grave, que lo es, que las falacias mórbidas y las incoherencias hayan sustituido a la razón, sino que lo más grave es que una gran parte de ciudadanos han aceptado acomodaticiamente estas mentiras y han accedido a cambiar sus convicciones al calor de las mentiras de Zaratustra Sánchez. El viejo socialismo ha claudicado ante la pujanza de un socialismo posibilista con pretensiones de control del pensamiento crítico. El socialismo de resistencia del profeta busca el control del pensamiento pero no lo fija, de modo que los dogmas los alteran a diario sin oposición por parte de sus afiliados y simpatizantes. El mesianismo de Zaratustra Sánchez es una montaña rusa donde socialistas de todas las edades y condición se agitan con el cuerpo boca abajo.


Los sentimientos siempre han acompañado al poder, del mismo modo que el poder produce sentimientos. Zaratustra Sánchez lo sabe. El poder político fabrica, desde su monopolio, sentimientos dominantes para después distribuirlos con el fin de que sean consumidos. Y los ciudadanos, en modo gregario, somatizan parte de esas emociones para sentirse cómodos en su clan político. La política nacional se ha convertido, por el momento, en una insufrible lluvia de meteoritos emocionales e irracionales que destrozan cualquier intento básico de raciocinio. Se dice en las redes y ya está, sea o no sea cierto. Delirante. Cierto es que con estas conductas crecen los manipuladores, los aprovechados y aquellos que desean atenuar su sentido de culpa y hasta su idiocia perfectamente perceptible. Por supuesto que hay bulos, a siniestra y a diestra. De la burocracia a la "bulocracia" de los mediocres, que campan por todos los lados.


La permanente transformación del presente y del pasado hace que la mentira se vuelva absolutamente necesaria. El bulo en este minuto y hora se ha convertido en fuente de la historia. Orwell, en referencia a los dos bandos de la Guerra Civil española, lo vino a describir como una endemia nacional en su ensayo Looking back on the Spanish Civil War (1942): "Vi, de hecho, cómo la historia se escribía, no en términos de lo que había ocurrido, sino en términos de lo que debería haber ocurrido de acuerdo con las directrices del partido". Así es Zaratustra Sánchez, como fue en su momento Zapatero, maestro en incorporar al lenguaje político el cinismo y la hipocresía, de modo que su intención no es expresar la verdad, sino ocultarla, sazonada con un sentimiento perverso de victimismo. Neolengua de trapo.


******************* Sección "bilingüe" ***********************


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