Recortes de Prensa Domingo 27 Abril 2025

Rusia continúa con sus ataques y lanza 150 drones contra Ucrania provocando un muerto
La fuerza aérea ucraniana afirmó haber derribado 57 de los 149 drones, mientras que otros 67 desaparecieron de los radares sin alcanzar sus objetivos
Carlos Garcés. Madrid. el mundo. 27 Abril 2025

Ucrania y Rusia continúan con su guerra, que ya supera los tres años. Los bombardeos y lanzamientos de drones se suceden casi a diario y este domingo no ha sido diferente. Moscú ha lanzado 149 drones contra Ucrania durante la noche, según la fuerza aérea ucraniana.


Serhiy Lysak, gobernador de la región de Dnipropetrovsk, ha informado que un hombre ha muerto en la ciudad de Pavlohrad y que una niña de 14 años ha resultado herida. Ha añadido que 500 cabezas de ganado han muerto cuando un dron impactó las instalaciones donde se encontraban.


8:50

Detienen en Rusia a un ucraniano sospechoso de matar al general Moskalik con un coche bomba

El Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso anunció este sábado la detención de un sospechoso del asesinato de un general ruso muerto el viernes por la explosión de un auto bomba cerca de Moscú y afirmó que el hombre actuó bajo órdenes de Ucrania, informa Efe.


Rusia acusó el viernes a Ucrania de estar detrás de la explosión que costó la vida al general ruso Yaroslav Moskalik, jefe adjunto de la Dirección Operativa Principal del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas.


"Fue detenido el agente de los servicios especiales ucranianos Ignat Kuzin, nacido en 1983 y residente en Ucrania, que colocó explosivos en un Volkswagen Golf en Balashija, en la región de Moscú, matando al general Yaroslav Moskalik", informó el FSB en un comunicado.


8:30

El plan de Putin: mantener a Trump implicado en la paz para que no intervenga en 'su' guerra

A todo presidente de EEUU le llega un momento en el que la realidad le hace dudar que sea el hombre más poderoso del mundo. "¡Vladimir, PARA!", bramó Donald Trump en su red social el jueves. A esas horas, los bomberos ucranianos todavía trataban de sacar de los escombros a civiles en Kiev, Járkiv y otras ciudades. El presidente norteamericano va comprobando que poner fin a la guerra de Ucrania es mucho más difícil de lo que pensaba. Pero hasta ahora ha cumplido con la principal misión que Moscú esperaba de él: no hacer gran cosa. Mientras europeos y ucranianos reciben con aspavientos cada una de las andanadas verbales, aranceles o desplantes del líder norteamericano, en el Kremlin cimentan sus esperanzas en lo que no está haciendo EEUU. Trump hace tiempo que ha soltado los mandos en la única esfera en la que Washington podía tener algún efecto sobre Moscú aunque fuese de manera indirecta: el ámbito militar.


Francisco, Klaus, Pedro: con la muerte en los talones
Jesús Cacho. Vozpópuli. 27 Abril 2025

“Lejos de ser un Pontífice progresista, Jorge Bergoglio encarnó un catolicismo antimoderno, enemigo del pensamiento ilustrado”. Quien así se manifiesta es el historiador y ensayista italiano Loris Zanatta, 63, catedrático de Historia de América Latina en Bolonia, además de estudioso del peronismo y de la Iglesia católica, que acaba de publicar en Italia “Bergoglio, una biografía política”, y que en España tiene ya traducido “El Papa, el peronismo y la fábrica de pobres” (Ed. Zorzal). Entrevistado a tumba abierta por la gran Maite Rico, Zanatta deja reducida a escombros la efigie de un Papa al que, en la hora de su muerte, la izquierda mundial ha elevado a los altares donde se exhiben todos los enemigos de la libertad. “En términos históricos, Bergoglio es un representante típico del populismo latinoamericano, de un catolicismo heredero de la Contrarreforma, ajeno a las corrientes ilustradas de la revolución científica, el racionalismo y el liberalismo. Un catolicismo que encontró en el peronismo su confluencia política y que considera una traición el entendimiento con el liberalismo”. El campeón del globalismo moral que hay en Bergoglio fallece al mismo tiempo que el paladín del globalismo político, Klaus Schwab, fundador del World Economic Forum (WEF), resultaba dramáticamente corneado por la propia organización bajo graves acusaciones de corrupción. Dos pilares simbólicos de una época caen al unísono. Schwab dimite como presidente del WEF y abandona la escena, mientras Francisco, rostro espiritual del progresismo eclesial, fallece dejando tras de sí una Iglesia fracturada. En España, Pedro Sánchez, ejecutor del peor globalismo, aquel que persigue destruir la identidad nacional en nombre de un falso progresismo, vive una de las peores semanas de su vida, en estado de máxima debilidad. ¿Simple coincidencia temporal? Es un signo de los tiempos. El globalismo —esa ideología corrosiva que ha pretendido uniformar el mundo, borrar raíces y suplantar verdades por consensos fabricados— empieza a mostrar sus grietas. Francisco, Klaus, Pedro: tres genios del mal con la muerte en los talones.


“Ese rechazo a la herencia de la Ilustración se tradujo en su visión tercermundista de la geopolítica”, sostiene Zanatta. “En los viajes por el Sur global, que fueron la mayoría, Bergoglio se dedicó, primero, a oponer el sur religioso y sus pueblos, pobres, puros y virtuosos, al norte irrecuperable, descristianizado, secularizado, pecaminoso. Y en segundo lugar, a advertir a esos países del sur en contra del progreso y la colonización ideológica del norte desarrollado”. Poco amigo de España, según la opinión más caritativa, se negó a viajar a nuestro país con ocasión del V Centenario de Santa Teresa, de la misma forma que muy recientemente se ha negado a acudir a la inauguración de la restaurada catedral de Notre Dame en París, una ofensa imperdonable para los católicos franceses. El Papa Francisco estaba más a gusto con los líderes de la izquierda Latinoamericana que con los presidentes de las democracias europeas. Lo demuestra su apoyo al dictador Maduro, sus abrazos con un delincuente confeso como Evo Morales, su respaldo devoto a Cristina Kirchner y su ominoso silencio ante la cruel dictadura de los Castro. Bastaba ver la cara de satisfacción que lucia en las fotos con los socialcomunistas españoles a los que recibía encantado. Y es que Bergoglio se ha entendido siempre mejor con izquierdistas de toda laya y condición antes que con próceres liberales, de los que desconfiaba profundamente. Al final, socialistas, comunistas, bolivarianos y demás familia son tan antimodernos como el pontífice argentino y su visión apocalíptica de los desafíos globales, del cambio climático a la revolución tecnológica. Normal que terminara convertido en ídolo de la izquierda mundial.


Conocí bastante a Klaus Schwab como enviado especial de El País (nadie es perfecto) al aquelarre de Davos en varias ediciones, años ochenta, y siempre desconfié de un tipo de quien se decía que en su más tierna juventud había simpatizado con el nazismo. Davos me pareció una gigantesca engañifa a la que acuden líderes empresariales dispuestos a tirar de tarjeta de empresa, a veces con alguna amante ocasional, en los lujosos hoteles de la localidad, y políticos deseosos de mejorar popularidad en su país presumiendo de relaciones internacionales, además de ejecutivos de medio pelo que se exhiben de forma casi obscena en el mercado persa de Davos tratando de llamar la atención de alguna gran empresa (y su salario consiguiente). El condimento "intelectual" que se trasiega en Davos suele ser basurilla de ocasión, puro material de derribo. Davos me pareció siempre el negocio familiar de un tipo digno de toda sospecha. Al final, el respetable Schwab que se codeaba con la elite mundial, ha sucumbido engullido por el monstruo de la corrupción. El Wall Street Journal reveló este miércoles que la junta directiva del WEF acusa a Schwab y a su esposa Hilde de "mezclar sus asuntos personales con recursos del Foro sin la debida supervisión”. La acusación sostiene que Schwab pidió a empleados jóvenes a sus órdenes el retiro de "miles de dólares" de los cajeros automáticos para él y su familia, y de haber utilizado fondos del centro para pagar masajes durante estancias en hoteles caros. Igualmente se le acusa de haber utilizado durante años una villa de lujo a orillas del lago de Ginebra, villa que Hilde habría redecorado sin reparar en gastos. Con cargo al WEF, claro está. Los cargos, en fin, ponen también en duda la cultura laboral dentro de la institución, en la que, según el WSJ, reina un ambiente de trabajo "tóxico".


Este siniestro personaje fue cooptado por el dinero globalista de los Soros de turno hasta convertirlo en líder de esa corriente, ese proyecto de una élite que, desde la “montaña mágica” de Thomas Mann, soñó con dirigir el mundo al margen de los pueblos. Su “Great Reset” o “Gran Reinicio”, aparecido tras la crisis del Covid, no era, de acuerdo con las tesis conspirativas que han circulado con fruición en los últimos años, más que un eufemismo destinado a imponer un nuevo orden sin alma, sin identidad, sin patria. Según ello, los dirigentes mundiales, con la OMS como agente provocador, habrían “fabricado” la pandemia con el objetivo de establecer las condiciones necesarias para llevar a cabo una reestructuración de los Gobiernos del mundo. ¿Objetivos del “Reinicio”? Tomar el control global e instaurar un régimen totalitario orwelliano, el llamado Nuevo Orden Mundial, que eliminaría las libertades y los derechos de propiedad, enviaría el ejército a las ciudades, impondría la vacunación obligatoria y crearía campos de concentración para quienes osaran oponer resistencia. Un orden, por lo demás, donde sobrarían las naciones, las tradiciones y los valores, siempre vistos como obstáculos al progreso. Orwell en estado puro.


El Papa argentino habría sido el encargado de expedir el pasaporte de legalidad moral a esa visión totalitaria, neocomunista, de un mundo del que desaparecerían las libertades individuales, un mundo globalizado que la irrupción de un personaje como Donald Trump en Estados Unidos parece haber mandado al basurero de la historia de un plumazo. Por encima de las toneladas de incienso que nos han impedido respirar estos días, la figura del Papa Francisco ha sido fuertemente contestada por la intelligentsia europea más crítica. Incluso colaboradores cercanos al Pontífice, caso de Giovanni Maria Vian, exdirector de L’Osservatore Romano, no han escatimado críticas. En un artículo aparecido en Le Monde, Vian lo califica de “jesuita argentino seducido por el peronismo, que gobernó solo y en un estilo autocrático” y que “se hizo filorruso a fuerza de antiamericanismo” para al final acabar encontrándose “en el mismo lado que el presidente de EE.UU.” Alexandre Devecchio iba más lejos en Le Figaro al preguntarse si el Papa Francisco “no ha sido un Trump de izquierdas”. Se trata de un Papa “tan apreciado fuera de la Iglesia pero controvertido dentro de ella” (Jean-François Colosimo), para quien "Francisco fue un autoritario libertario". “Un Papa muy reformista en palabras, pero no en hechos”, en opinión de Bénédicte Lutaud, columnista italiana y ex colaboradora del propio Francisco, al que describe como “un hombre muy autoritario”. Un Papa que no ha ocultado sus simpatías pro Putin, que ha incitado a Zelenski a enarbolar bandera blanca y que, en fin, ha prestado un muy mal servicio a los cristianos orientales perseguidos en el Cáucaso. Un Bergoglio que durante su pontificado ha desplegado una auténtica exhibición de la pobreza, de modestia y de humildad impostadas, pero que, en palabras de Chantal Delsol, filósofa e historiadora francesa, ha dejado una Iglesia partida en dos, dividida “entre católicos furiosos que creen que no es lo suficientemente moderna y católicos furiosos que la piensan vendida al populismo globalista”.


El globalismo que desde Davos vendía Schwab no es un proyecto técnico o económico, sino una ofensiva moral contra todo lo que da sentido a la existencia humana al poner en cuestión la soberanía, la identidad, la religión, la familia y hasta la historia. Un proyecto que de alguna forma ha venido a legitimar espiritualmente el Papa Francisco. La revolución Trump y el fallecimiento del Pontífice argentino abren una ventana de oportunidad para que esa Iglesia pueda reencontrarse con su misión trascendente, eligiendo el camino de la verdad frente al relativismo. Como ha dicho el cardenal Gerhard Müller, “el próximo Papa no debe buscar el aplauso del mundo, porque ningún católico está obligado a obedecer una doctrina errónea”. La Iglesia obligada a buscar la verdad, y Occidente forzado a recuperar su alma sacudiéndose la sumisión a las élites totalitarias de Davos y sus instrumentos globales. Que caigan Schwab y Francisco no significa que el combate haya terminado, pero nos recuerda que los imperios ideológicos también tienen fecha de caducidad. En España resiste Sánchez, un simple monaguillo del pérfido Soros, a quien recibió en primicia nada más llegar a la Moncloa, y un perfecto ejecutor de sus designios. El sanchismo como síntoma terminal del desorden español. La semana nos ha dejado la imagen de un personaje muy menor acorralado por los acontecimientos y en su máxima expresión de debilidad. El cerco judicial se estrecha. Su final se acerca.


Trump carga ahora contra Putin tras su reunión con Zelenski: "Quizás no quiere detener la guerra y me está dando largas"
El presidente de EEUU hacía estas declaraciones tras el funeral del papa Francisco, donde este sábado mantuvo una "productiva" reunión con Zelenski.
Agencias. libertad digital. 27 Abril 2025

La improvisada reunión en el Vaticano con Volodimir Zelenski no es el único episodio con el que Donald Trump sorprendía a propios y extraños este sábado. Tras el funeral del papa Francisco, el presidente de EEUU publicaba un mensaje en la red social Truth en el que cargaba las tintas contra Putin después de meses criticando al mandatario ucraniano.


"No había razón para que Putin lanzara misiles contra zonas civiles, ciudades y pueblos en los últimos días —escribía desde el avión que le llevaba de vuelta a EEUU—. Me hace pensar que quizás no quiere detener la guerra, solo me está dando largas y hay que tratarlo de otra manera, ¿con sanciones bancarias o secundarias? —se preguntaba—¡Muere demasiada gente!".


Su reflexión llegaba tras declarar su hastío con la situación actual; una situación que achacó a sus predecesores demócratas, Barack Obama y Joe Biden. "Sólo estoy tratando de limpiar el desastre que me dejaron, y menudo desastre que es", ha lamentado.


Precisamente este viernes, el enviado de Trump para Rusia y Oriente Próximo, Steve Witkoff, mantuvo una conversación con Putin para estudiar opciones que terminen con la guerra en Ucrania. Según el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, el presidente ruso le reiteró que "la parte rusa está dispuesta a reanudar el proceso de negociaciones con Ucrania sin condiciones previas". Sin embargo, tal promesa aún no se ha concretado en nada.


El contexto

Las declaraciones de Trump se conocían al mismo tiempo que su fotografía son Zelenski sentados frente a frente en la Basílica de San Pedro daba la vuelta al mundo. Ambos mandatarios mantenían una breve reunión de 15 minutos muy "productiva" justo antes de que diese comienzo el funeral del Papa y, según adelantó el portavoz de la Presidencia ucraniana, Sergii Nikiforov, está previsto que este encuentro no sea el último.


Las imágenes muestran a ambos líderes sentados cara a cara, a muy poca distancia, en medio de una zona apartada de la basílica. "Constructiva", escribía el jefe de la oficina presidencial ucraniana, Andrí Yermak Yermak, en sus redes sociales junto a una fotografía que capta el momento de la reunión. También trascendía otra imagen en la que se puede ver a Zelenski y Trump hablando de pie con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer.


El giro de Trump es especialmente llamativo por cuanto esta misma semana el presidente de EEUU ha vuelto a arremeter contra su homólogo ucraniano por su negativa a reconocer la soberanía rusa sobre Crimea. Trump ha criticado que, si Ucrania quería conservar la península, "debería haber luchado por ella hace once años", recordando que Rusia la anexionó en 2014 "sin un solo disparo".


El gran reportaje que nadie ha leído
Según reveló el New York Times, Washington dirigió la resistencia ucraniana desde una base militar en Alemania
Pedro Fernández Barbadillo. gaceta. 27 Abril 2025

Antes de formar Gobierno, a Friedrich Merz, que se prevé sea elegido canciller de Alemania por el Bundestag dentro de unas semanas, le están creciendo los enanos.


El país sigue en recesión; la industria automovilística y otros sectores están cerrando fábricas y despidiendo a miles de trabajadores, con lo que el número de desempleados se aproxima a los tres millones. Su compromiso de gastar docenas de miles de millones de euros en el rearme y el cambio climático le ata las manos para bajar los impuestos. Las Fuerzas Armadas no alcanzan sus objetivos de reclutamiento. El Gobierno en funciones sigue trayendo afganos en avión como refugiados. ¡Y Merz se propone despojar a Hungría de su derecho a voto y de financiación dentro de la UE!


La situación en el país y la conducta de Merz, rompiendo todas sus promesas de campaña, están haciendo que el partido AfD suba en las encuestas. La última da a AfD un 25%, casi cinco puntos más que en las elecciones de febreros; y a la CD-CSU un 24%, cuatro puntos menos. ¿Se atreverá Merz a ilegalizarlo?


Los temores a que Alemania dominase Europa después de su reunificación en 1990 se han revelado, como tantos otros pronósticos, desmesurados. Barack Obama, que declaró muchas veces su admiración y respeto por Angela Merkel, no vaciló en autorizar a la Agencia de Seguridad Nacional el espionaje de su teléfono. La voladura del gasoducto Nordstream 2 por ucranianos no provocó ninguna reacción del canciller socialdemócrata Olaf Scholz contra sus ‘aliados’. Y en la guerra de Ucrania, Alemania se está limitando a ser una inmensa base militar operada por Estados Unidos, mientras que Polonia, en cambio, se eleva como la nueva potencia militar del continente europeo.


De acuerdo con un impresionante reportaje de 14.000 palabras que publicó el New York Times el 29 de marzo titulado «La asociación. El papel secreto de Estados Unidos en la guerra de Ucrania», la base de Wiesbaden, en el occidente de Alemania y que acoge el mando del Ejército de Estados Unidos para Europa y África (USAREUR-AF), ha sido una pieza fundamental en la colaboración de la superpotencia con el Gobierno de Zelenski.


Unos dos meses después de comenzada la invasión, dos generales ucranianos, protegidos por comandos británicos, salieron de Kíev y, a través de Polonia, llegaron a Wiesbaden, donde les aguardaban otros generales de EEUU para establecer una alianza discreta contra el enemigo común. Desde entonces, la Casa Blanca, con la autorización del Congreso, ha suministrado armamento por valor de 66.500 millones de dólares. El periódico desvela que la complicidad de EEUU es “mucho más profunda y amplia de lo que se creía. En momentos críticos, esta alianza fue la columna vertebral de las operaciones militares ucranianas”.


En la base de Wiesdaben, donde se incorporó a un grupo de militares ucranianos, se recopilaba la localización de unidades, tanques, puestos de mando y buques rusos, que a continuación se transmitía a las tropas ucranianas para que, por medio de las armas de largo alcance recibidas de los arsenales de los miembros de la OTAN, los destruyesen.


Esas armas fueron primero las baterías de artillería M777; luego los sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS), que utilizaban cohetes guiados por satélite para ejecutar ataques a una distancia de hasta 80 kilómetros; los Sistemas de Misiles Tácticos (ATACMS), misiles con alcance de hasta 305 kilómetros, que se han usado para atacar el interior de Rusia; y hasta ojivas de racimo, transportadas en absoluto secreto.


Entre los implicados en Wiesbaden, con permiso de sus Gobiernos, había casi tantos generales como en la corte de Napoleón; aparte de los estadounidenses, el periódico cita a, al menos, un general polaco, un general británico y otro general canadiense. En esa base, se planeó en enero de 2024 una campaña, llama Granizo Lunar, para atacar unos cien objetivos militares rusos en Crimea.


Ahora que se comenta la posible existencia de un botón de bloqueo en los cazas F-35, el New York Times aporta un dato interesante. Para disparar una ojiva, los operadores ucranianos del HIMARS necesitaban una tarjeta electrónica especial que los estadounidenses podían desactivar en cualquier momento. Aliados, sí, pero los ucranianos ponen los muertos y las armas están sujetas a las condiciones y necesidades de EEUU.


A medida que transcurría la guerra y, sobre todo, después del fracaso de la contraofensiva ucraniana de 2023 por causa de las divisiones políticas en Kíev y las rencillas entre el generalato ucraniano, el gobierno de Biden autorizó operaciones clandestinas que previamente había vetado, lo que supuso enviar a varios militares norteamericanos y agentes de la CIA a los frentes.


La sorprendente influencia británica ante Zelenski, sus ministros y sus generales se explica porque el ejército del rey Carlos, “a diferencia de los estadounidenses, había desplegado pequeños equipos de oficiales en el país tras la invasión” y, también a que empezó a entrenar militares ucranianos ya en 2015, junto con EEUU, en la Operación Orbital.


La implicación de Biden (o de la camarilla que tomaba las decisiones por él) era tan profunda que, una vez conocida la reelección de Donald Trump en noviembre, el presidente senil siguió escalando la guerra. Amplió el área de operaciones para permitir los ataques de ATACMS y Storm Shadow británicos contra Rusia y autorizó a los asesores militares de EEUU a trasladarse a puestos de mando más cercanos a los combates. Es decir, pretendió dificultar las negociaciones con Vladímir Putin que Trump había anunciado en la campaña antes de que éste le sustituyese en la Casa Blanca.


El reportaje del diario principal de las élites progresistas del mundo occidental no describe los motivos de la guerra, ni los de Rusia para atacar Ucrania, ni los de la OTAN para enzarzarse en un conflicto en defensa de un Estado no miembro. Pero afirma que las bajas totales rusas rondan las 700.000, frente a 435.000 ucranianas. En la guerra de Afganistán (1979-1989), la URSS sufrió casi 70.000 bajas, la décima parte.


Se comprende que el régimen de Putin quiera poner fin a la nueva guerra con un acuerdo que pueda llamar victoria, tanto más ahora que las medidas arancelarias de Trump han hecho caer la cotización del petróleo y del gas natural, las principales fuentes de ingresos de Rusia. Igualmente se comprende que Moscú tenga un enorme resentimiento contra Estados Unidos y Europa.

Entre el ridículo y la ineludible crisis de Gobierno
Agustín Valladolid. Vozpópuli. 27 Abril 2025

Ya es mala suerte que el mismo día que a don Álvaro Pombo se le ocurriera alertarnos contra influencers y mercachifles, la vicepresidenta segunda del Gobierno tuviera uno de esos días de preclara inspiración en los que le da por desmentir todo tipo de evidencia. Lo suele hacer además con un convencimiento aplastante, como si de sus visitas al Papa Francisco se hubiera traído esa verdad revelada que el Espíritu Santo solo otorga a los elegidos.


El caso es que Yolanda Díaz afirmó en día tan señalado, San Jordi y Premio Cervantes, que no es lo ordinario que el presidente del Gobierno acompañe al Rey cuando este viaja al extranjero. Aún dijo más: "Yo acabo de estar en Uruguay, justamente en la toma de posesión del presidente, y asistí con el jefe del Estado, y no puede ir Pedro Sánchez. Por tanto, es una cuestión de estricta raigambre diplomática, y es lo normal". Insuperable. Y por supuesto falso.


Díaz intentaba justificar así, con esta breve muestra de su enciclopédica ignorancia, y a modo de inopinada portavoz de Sánchez, la ausencia de este en el funeral del pontífice. Pero de quien se acordó servidor al escuchar tan imaginativa cavilación no fue precisamente del Espíritu Santo, sino de Oscar Wilde, que en El crítico como artista (Espasa-Calpe, 1968) dejó dicho aquello de que “no hay otro pecado que la estupidez”, frase que algunos completan atribuyendo al escritor irlandés el añadido de que el resto de pecados proceden de aquel.


Yo esto último no lo he encontrado en esa edición de Espasa, pero da igual, se non è vero è ben trovato. Porque sin duda la estupidez es el más temible de los defectos que puede atesorar un personaje con poder y responsabilidades en la gestión de lo público, por cuanto a partir de ahí nada bueno puede esperarse de su desempeño. El último ejemplo de esta axiomática verdad lo acabamos de experimentar con la revocación de la compra de balas a una empresa israelí, episodio en el que confluyen algunos de los ingredientes que revelan hasta qué punto desprecia el presidente a sus ministros y subestima este gobierno en su conjunto el sentido del ridículo. ¡Pobre Marlaska!


Ridículo, infantilismo, irresponsabilidad y sin duda estupidez. Pero Yolanda Díaz, dicen, se ha apuntado un tanto (“He intervenido yo personalmente”, ha exclamado campanuda), y Pedro Sánchez ha salvado la coalición. Dos cráneos privilegiados cuyo éxito, en esta ocasión, ha consistido en que España se vea probablemente obligada a abonar a la empresa Made in Israel una factura superior a los 6 millones de euros sin ninguna contraprestación, regalando un dineral al “gobierno genocida” por empresa interpuesta. ¡A cambio de nada! Imaginativa forma de ayudar a los palestinos. Peor aún: vamos a terminar comprándole las balas a Donald Trump después de haber pagado como Estado un sobreprecio difícilmente cuantificable en términos de confiabilidad.


Yolanda Díaz, un peso muerto

Eso sí, la vicepresidenta le ha doblado el pulso a Sánchez y se ha anotado un nuevo éxito que pasa a engrosar la larga lista de los que acumula como lideresa de la izquierda de la izquierda. A saber: una ley para castigar con más dureza los delitos contra la mujer que ha puesto en la calle, o rebajado las condenas, a centenares de delincuentes sexuales; una ley de vivienda que ha retirado del mercado centenares de miles de pisos e incrementado escandalosamente el precio del alquiler; una reforma laboral que sigue escondiendo los verdaderos datos de desempleo y cuyo principal hito es que por primera vez en España haya más empleados públicos que autónomos.


Eso sin contar el apoyo prestado a decisiones que han traicionado el muy progresista principio de igualdad entre españoles y territorios, como la ley de amnistía; o la exhibición de incoherencia que implica la negativa a incrementar solidariamente el gasto en Defensa para ayudar a Ucrania a preservar su libertad y su soberanía y proteger a Europa de la nada utópica amenaza rusa, postura que no entiende una buena parte de la izquierda sociológica.


Yolanda Díaz es un peso muerto en un gobierno agonizante que, en lo que va de año, únicamente ha conseguido convalidar cuatro reales decretos y una ley, la del desperdicio alimentario. Un magro balance que es el normal reflejo de una debilidad que raya con la indigencia política y que, a buen seguro, Sánchez ya debe estar pensando en cómo revertir. No lo tiene fácil. Para evitar que Pablo Iglesias sea el mayor beneficiario del prolapso yolandista, el presidente del Gobierno tiene que medir muy bien los tiempos. Y los nombres.


Habrá crisis. Más pronto que tarde. Cosmética, sí, pero es el único modo de aguantar. Sobre el alcance y las fechas más probables ya se trabajan posibles escenarios en Moncloa. En todo caso, hoy el límite son las elecciones autonómicas y municipales, ocasión en la que la maquinaria del partido se activa al máximo y parece más viable atenuar un más que presumible contratiempo en las urnas.


Pero no conviene jugar con fuego. El deterioro de la imagen es transversal. Las encuestas ya detectan que crece el número de votantes socialistas a los que en la balanza empieza a pesarles menos el miedo a la ultraderecha que la creciente pesadumbre por los casos de corrupción y el sonrojante espectáculo de amateurismo político que ofrece a diario el gobierno progresista.


Y un último apunte: Grande-Marlaska. ¿Saldrá en una futura crisis del Gobierno? Permítame un consejo señor ministro. Váyase ya. Dele una oportunidad a su autoestima. Lo sé, no es la primera vez que se lo sugiero, pero con esta última desautorización ya no le quedan a Su Excelencia excusas a las que agarrarse. Se lo dije en este artículo titulado “Marlaska o la futilidad de la dimisión”, y se lo repito: “Lo que de ningún modo se entiende es la indiferencia con la que el ministro asiste al enorme quebranto que viene sufriendo la dignidad de su cargo, anomalía incompatible con la preservación del nivel mínimo de autoridad moral que se precisa para gobernar a hombres y mujeres que se juegan la vida a diario”.


Hágame caso. Márchese ahora. No espere al auto de fe colectivo. Diría mucho en su favor.


Prohibir la Fundación Francisco Franco sería volver a la dictadura
Federico Jimenez Losantos. libertad digital. 27 Abril 2025

El Congreso de los Diputados aprobó con el voto en contra de Vox y la abstención del PP —que dijo reservarse para el Senado, excusa mostrenca e inverosímil— una ley para prohibir la Fundación Francisco Franco. No es exagerado decir que si, al final, esa leyezuela totalitaria sale adelante, el régimen de libertades que garantiza la Constitución de 1978 irá hacia atrás, y nos devolverá, en materia de derechos civiles, a la dictadura franquista.


La paradoja no puede ser más estruendosa: en nombre la democracia, se prohíbe una institución que se propone estudiar y difundir la obra del que, durante treinta y siete años, gobernó su régimen, se limitan los derechos civiles al nivel que tenían en tiempos de Franco. Para enterrar al dictador, se resucitan los métodos, costumbres y legales de su dictadura. Después de muerto, Franco sigue ganando la guerra a los que se la declararon a España. No cabe rendir mayor honor al que, en teoría, se busca borrar de la historia.


El error acomplejado de la Derecha con Franco

Desde las primeras elecciones democráticas en 1977, la derecha española ha hecho suya toda la propaganda antifranquista, pese a ser originariamente franquistas el Rey y Suárez, que propiciaron el pacífico cambio de régimen. Y no lo hicieron porque su base social reprobara el régimen anterior, al revés, sino porque los políticos de derechas rompieron con su base social, y así siguen. En El retorno de la derecha estudio en detalle este fenómeno, que es capital para entender algunos de los fallos actuales de la democracia.


La disfunción, suicida en un régimen cuya piedra angular es precisamente un sistema de partidos políticos que representan y defienden las ideas, valores e intereses de distintos sectores sociales, se resume en que, desde 1977, todos los partidos derechistas o no izquierdistas con representación parlamentaria, salvo Fuerza Nueva y algún otro minúsculo de raíz carlista o falangista, todos ellos incapaces de conseguir un solo escaño, han asumido que el 18 de Julio de 1936 se produjo un golpe de Estado militar contra la II República, y que a ese golpe se sumaron, según avanzaba la guerra civil, todos los perseguidos o marginados por los gobiernos del Frente Popular.


El factor legitimador del bando nacional era y es de orden moral, por discriminar a unos españoles, católicos, de otros, anticristianos y ateos, que los maltrataban o asesinaban. Y en efecto, ese fue el elemento vertebrador del bando nacional antes, durante y después de la guerra. Pero había otro de orden político y democrático, puramente civil, que nunca se recuerda: los tres partidos de derechas con representación parlamentaria en la República, el Radical, la CEDA y el Tradicionalista o carlista, se adhirieron desde el primer día y pidieron hacerlo a sus votantes al alzamiento del 18 de Julio. Ese mismo día, Lerroux (radical), Gil Robles (democristiano) ambos, parte del gobierno legítimo entre 1934 y 1936, amén de Goicoechea (carlista), apoyaron públicamente a Franco y a los militares recién alzados en África. Este es un hecho capital, cuyo olvido supone una ruptura o deslegitimación de la derecha democrática y constitucional desde la Restauración en 1874.


Mientras la derecha política posterior a 1977 —hoy, el PP y Vox—, no reconozca como referencia legítima a las derechas históricas, no podrá combatir en serio la legitimidad de las suyas que esgrimen las izquierdas. Remitirse al Centro o eludir cualquier compromiso con el sector social que se identificó con el bando nacional en la guerra y durante el franquismo, es perder una contienda inevitable y rendirse a los argumentos del enemigo, y me remito al libro citado para más precisión. Pero volvamos al presente.


La Constitución protege a la Fundación Francisco Franco

Las libertades civiles, desde las Constituciones de 1812 y 1837 hasta la de 1978, han tendido siempre a blindar la igualdad de los españoles ante la Ley y que las leyes no sirvan para atacar a la libertad y a la pluralidad de las opiniones y organizaciones de los ciudadanos, sino para asegurarlas. El afán del bloque golpista que sustenta la mayoría parlamentaria de Sánchez no es el de luchar contra un régimen que acabó hace medio siglo, sino el de liquidar la nación española como sujeto político y la igualdad ante la Ley que expresa la Constitución votada por aplastante mayoría en 1978. Estos son los artículos que vulneraría el cierre de la Fundación Francisco Franco:


CAPÍTULO SEGUNDO Derechos y libertades

Artículo 14

Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.


De los derechos fundamentales y de las libertades públicas

Artículo 16

1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.


Artículo 20

1. Se reconocen y protegen los derechos:

a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.

b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.

c) A la libertad de cátedra.

d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.


2. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.


¿En qué vulneraría la Constitución la prohibición de la Fundación?

Es evidente que la infame leyezuela vulnera el artículo 14 porque discrimina por razones de opinión la igualdad de los españoles ante la ley.


Es evidente que vulnera el arttículo 16 al atacar la libertad ideológica.


Es evidente que vulnera el artículo 20 al prohibir la difusión libre de ideas y opiniones mediante palabra, escrito u otros medios de reproducción. Y no sólo establece la censura previa, sino que censura lo que pueda existir, en virtud de la intención que se atribuye a los ciudadanos censurados.


¿Votarían hoy a Sánchez los franquistas de ayer?

En resumen, durante el franquismo estaban restringidas la libertad de expresión, de reunión y de asociación, puntales de cualquier democracia. Los partidos políticos y las asociaciones culturales que a veces respaldaban esas ideas quedaban sometidos a las decisiones del gobierno de Franco. Es sarcástico que para combatir el franquismo se vuelva a Franco. Es siniestro que se pretenda defender la democracia volviendo a la dictadura, sin la cruel legitimidad de una guerra civil, sólo para disimular la corrupción de un partido que contra la dictadura se limitó a soñar con imponer la suya.


No sé si los antisanchistas hoy son más que los antifranquistas ayer. Sí creo que los franquistas de antaño no votarían a Sánchez hogaño, y no sólo porque los fascistas no solían apoyar a los comunistas, sino porque entre los enemigos de la libertad hay límites éticos o morales. Los de Sánchez no tiene ninguno. El bando nacional o franquista fue a la guerra civil porque, religiosos o ideológicos, los tenía. Una diferencia como entre el día y la noche. Esta leyezuela no va, pues, contra Franco sino contra la libertad y España. Otra forma de dar la razón al Alzamiento Nacional y a su caudillo.


Dictadores y tiranos
Nota del Editor. 27 Abril 2025

Hay mucho personal limpiando granitos de arena de la playa y mientras tanto el oleaje (Sánchez y sus quates) descargan toneladas de basura explosiva sobre España.

En tiempos de Franco, no teníamos un texto constitucional para reclamar algunos derechos, ahora lo tenemos y el tc se encarga de quitárnoslos, así que para este viaje no hacían falta alforjas y nos podríamos haber ahorrado un verdadero pastón (aunque meretrices, ladrones y autotosuyos que se habrían quedado a dos velas).

******************* Sección "bilingüe" ***********************

El DJ lo pone el PP
Hughes. gaceta. 27 Abril 2025

Durante los días siguientes al fallecimiento del Papa Francisco se leían cosas sobre su relación con Sánchez; unos decían que llegó a reñirle, otros que fue utilizado por el presidente. Sánchez se elevaba a una categoría luciferina, capaz de torcer el brazo a un Papa, obligado a recibir, en tortura masónica definitiva, a la mismísima Yolanda Díaz.


A la vez, The Economist le dedicaba un reportaje a la economía española. Por allí pasaban, sonrientes, Entrecanales, voces del Santander, del BBVA… España crece más que los demás, nos explicaban, por su energía verde y barata y por la inmigración masiva. En la biblia liberal parecían encantados.


Por mucho que se afanen en convertir a Sánchez en el Anticristo y en un radical comunista, es bastante apreciado por las instituciones del globalismo: en Bruselas y Davos le quieren; le recibe Xi, nuevo líder del libre comercio, y en Washington los demócratas le tenían por gran franquiciado. La apertura a la inmigración masiva tiene la bendición de las élites financieras: así se crece.


En lo general, en lo importante, Sánchez está donde está el PP. Las diferencias son mínimas en relación con Ucrania, con Trump, con la inmigración, con la política climática o la cesión de soberanía a una Europa federal… Luego meten un ruido ensordecedor con el máster de la parienta y el hermano, pero en poco se distinguen.


Y en estas llega la propuesta de Mayor Oreja (por supuesto bienintencionada) para propiciar un acercamiento entre PP y Vox y echar a Sánchez con un calendario de movilizaciones, nuevos e ilusionantes Woodstocks de Colón en los que el PP pondría el DJ y Vox todo lo demás.


Mayor Oreja, que ha avisado más que nadie y merece toda la atención, lo explica: hay un proceso en marcha para la destrucción de España, guiado por el PSOE y apoyado por su Frente Popular.


Pero esto del Frente Popular, ¿qué le puede decir a un PP que ha asumido casi al completo el marco histórico del PSOE?


Salir a estas alturas con el frente popular destila melancolía. El PP es un partido oficialmente antifranquista que en poco se diferencia de la visión del PSOE. El Frente Popular puede tener efecto en otros, pero no en el PP, que bien llamó a «naturalizar» a Bildu y a sondear a Puigdemont.


Por mucho que acierte en sus temores el señor Mayor Oreja, se antoja un poco tarde. Al menos se lo parece a este insignificante plumilla. La realidad de nuestro siglo XX, incluso las afrentas del 78, han sido superadas día a día en los medios del PP, creadores de una burbuja de subdesarrollo informativo e intelectual. Están a otra cosa. Su fundador ya no es Fraga, es Churchill.


El antisanchismo es una parte más del sanchismo. Sin el Sánchez monstruoso, ¿qué tendría el PP y su casta periodística, embalsamada en un mundo extinto hace décadas?


Para ellos, Sánchez es como Trump y como Orban. Vemos, por tanto, Sánchez distintos.


Su Sánchez, peligroso comunista que engaña alPapa y al Economist, es una distorsión para ocultar lo cerca que están de él.


Ofrecer acuerdos de mínimos con el PP es algo curioso cuando son sus máximos y marcos generales los que obligan a tentarse la ropa. Si en nombre del antisanchismo se aceptan esos «mínimos», ¿qué se hace con el resto, con aquello en lo que son exactamente como Sánchez?


De la Patria inerme a la Nación militante
Alejo Vidal-Quadras. Vozpópuli. 27 Abril 2025

A finales del año pasado mi contribución semanal a este periódico trató del libro, en aquel momento de reciente aparición, Después de la Nación, de José María Marco. El impacto de este lúcido, penetrante e inquietante ensayo ha sido notable a lo largo de los últimos tres meses y en su estela la Asociación Foro España Cívica y la Fundación Foro Libertad y Alternativa organizaron el pasado jueves un seminario a puerta cerrada al que convocaron a destacadas y prestigiosas figuras del derecho, de la diplomacia, de la academia, del periodismo, de la empresa y de la política bajo el sugerente título, muy oportuno en la actual coyuntura española, “Después de la Nación ¿Qué?”.


En el transcurso de las cuatro horas de discusión, actuando como moderador y ponente el autor de la obra motivo del encuentro, el tema central fue la presente dilución del concepto y realidad de la Nación española y de su armazón jurídica, política, institucional, territorial, cultural y social concretada hoy en el llamado “sistema del 78”, elaborado mediante consenso durante la mítica Transición de la segunda mitad de los años setenta del siglo pasado en la que se reemplazó de forma ordenada y pacifica -con la excepción de la vesania criminal del terrorismo etarra- el régimen autoritario encabezado por el general Franco durante treinta y seis años por una democracia liberal homologable a las del resto del mundo occidental. Una de las cuestiones en las que hubo coincidencia fue que la idea de Nación puede ser poliédrica y multifacética, pero para nada “discutida y discutible”. La Nación como comunidad política decantada por la historia entendida como un espacio de igualación de derechos, garantía de libertades y de sometimiento a unas leyes comunes, así como sujeto constituyente y marco redistributivo de afectos y ayuda mutuos, es un producto moderno surgido de las dos grandes revoluciones del siglo XVIII, la americana y la francesa, cuya vigencia, significado y necesidad están fuera de dudas. La Nación es, por tanto, una entidad de contornos nítidos y de contenido simbólico fuerte, indispensable a estas alturas de la historia para la realización plena de los individuos y para su relación con el exterior de sus fronteras.


En este contexto, la desaparición de la Nación española como objeto político, económico, lingüístico y cultural reconocible para fragmentarse en un conjunto de entidades nacionales de menor tamaño geográfico desvinculadas de la que ha sido durante siglos su matriz compartida tendría efectos tangibles deletéreos sobre la vida, el bienestar y las oportunidades de cada uno de los españoles, que verían rebajada su posición en el escenario internacional, dañada su prosperidad y profundamente perturbado su sentido de pertenencia y su identidad como personas.


Este proyecto divisivo y destructivo es el del actual Gobierno de la Nación, formado por un conjunto heterogéneo de socialistas y comunistas apoyados por separatistas y herederos de asesinos en el que los ministros intelectualmente preparados traicionan a su país y los analfabetos funcionales ni siquiera son inmorales porque para serlo deberían poseer un mínimo de conocimientos que les permitiera distinguir el bien del mal.


Tal propósito, concebido y realizado con el exclusivo fin de disfrutar, prolongar y explotar el poder, se está llevando a cabo, no de forma abierta y revolucionaria como intentó el patético prófugo de Waterloo en octubre de 2017, sino de manera solapada y artera mediante una mutación constitucional por la puerta trasera en la que las próximas elecciones generales se transmuten en un plebiscito sobre la monarquía parlamentaria, la Norma Fundamental en vigor y la existencia de España como Nación cívica y como realidad histórica consolidada. Esta maniobra vil será posible bajo el amparo de un Tribunal Constitucional la mayoría de cuyas togas están sobradamente embarradas en el camino que se les marca desde La Moncloa. Es evidente que, en semejante escenario, si los dos partidos llamados a evitar la catástrofe se enzarzan en su rivalidad electoral y no perciben en su sobrecogedora dimensión la tragedia que se avecina, no sólo faltarán a su deber, sino que demostrarán una ceguera imperdonable.


Una revisión revanchista

La Patria, ese vocablo tan ligado al de nación, pero de connotaciones más íntimas, más cálidas y más ligadas a un paisaje, unas creencias, unas costumbres y unas tradiciones, se encuentra inerme frente a sus enemigos porque aquellos que deberían neutralizarlos les han abierto la puerta del castillo y han bajado el puente levadizo para facilitarles la entrada y la culminación de su venenosa y rencorosa tarea. En la Transición, entre el inmovilismo, la ruptura y la reforma, se eligió sabiamente la tercera opción, pero de 2004 en adelante una izquierda que abandonó su condición de nacional ha resucitado la ruptura y se ha lanzado irresponsablemente a impugnar la concordia y la reconciliación que impregnaron aquella etapa esperanzada para excluir a media España del solar de todos e imponer sin contemplaciones una revisión revanchista de acontecimientos pasados que únicamente nos arrastrará al enfrentamiento y al fracaso.


Ha llegado la hora improrrogable de alzar a la Nación militante para proteger a la patria atropellada, de abandonar la pasividad y el conformismo para oponerse con firmeza y serenidad a los embates totalitarios que nos empujan al barranco y reconstruir los fundamentos de una democracia saludable y vigorosa que sitúe y mantenga a España en el lugar que merece


«TENEMOS DERECHO A EXPRESAR NUESTRA OPINIÓN»

VOX reivindica su presencia en las calles del País Vasco frente a la «hostilidad del nacionalismo»
LGI. gaceta. 27 Abril 2025

La portavoz parlamentaria de VOX en el Congreso, Pepa Millán, ha reivindicado su derecho a estar en el País Vasco y su presencia en las calles, «en una tierra especialmente difícil, ya que sus simpatizantes y afiliados sufren la hostilidad del nacionalismo vasco». Millán ha acudido este sábado a Vitoria para acompañar a afiliados y simpatizantes, quienes son «vetados en las instituciones con representación y asediados en las calles por la violencia de la extrema izquierda».


Millán ha señalado que «no se podrá hablar de libertad ni de normalidad, mientras siga habiendo españoles que tengan dificultades para expresar su opinión política y vivir libremente en su tierra». «Una tierra de la que han sido expulsados casi 200.000 vascos por culpa de la hostilidad del nacionalismo y de la extorsión de la banda terrorista ETA, hoy sentada en las instituciones bajo el nombre de Bildu», ha añadido al respecto.


Asimismo, la portavoz parlamentaria de VOX ha censurado «la connivencia» de determinados partidos políticos, como el Partido Popular, a quien ha recriminado que «firmó una declaración institucional impulsada por Bildu en Rentería, para impedir que VOX ponga una mesa informativa». En este contexto, ha asegurado que «vamos a seguir poniéndola, porque tenemos derecho a expresar nuestra opinión y tenemos derecho a defender a tantos españoles que se suman al proyecto».


Por otro lado, Millán ha sumado al «problema del nacionalismo y de la hostilidad, la inmigración ilegal que viene siendo alimentada el Gobierno Vasco desde hace ya años» y causa una «creciente inseguridad de la mano del islamismo radical que está inundando las calles del País Vasco». La portavoz ha desaprobado que «los vascos se hartan de trabajar y de pagar impuestos», mientras «su dinero va a financiar los centros de acogida y todas estas políticas de puertas abiertas».


Recortes de Prensa  Página Inicial