Recortes de Prensa Sábado 30 Agosto 2025
Los misiles sobre Kiev esconden las
derrotas rusas en el campo de batalla
Juan
Rodríguez Garat. el debate. 30 Agosto
2025
Han tenido que caer dos misiles rusos a pocos metros de la sede de la Unión Europea en Kiev para que los políticos europeos vuelvan a pisar el terreno de la realidad. Más que los 600 drones y los 30 misiles lanzados en una sola noche sobre las ciudades ucranianas, más que las dos decenas largas de civiles asesinados, más que los cadáveres de los niños, les preocupan las ventanas rotas de su local. Solo ahora parecen darse cuenta de que, detrás de los torpes esfuerzos de Donald Trump para poner fin a la guerra de Ucrania –que solo han servido para llenar los titulares de los periódicos de promesas nunca cumplidas… y las agendas de los líderes de estériles reuniones sobre unas garantías de seguridad que solo servirían de algo después de un hipotético acuerdo de paz que no se va a producir– Vladimir Putin sigue a lo suyo.
¿Y qué entiende Putin que es lo suyo? Tratándose de un criminal de guerra –siempre he pensado que lo de presunto sobra cuando el delito es flagrante– lo «suyo» hay que encontrarlo en las dos palabras que definen su perfil: la guerra y el crimen. La guerra de conquista que libra en Ucrania –pero que, no lo olvidemos, tiene por verdadero objeto someter a su propio pueblo– y los crímenes que cada día comete, dentro y fuera de Rusia, sin otro fin que el de satisfacer su hambre de poder.
La guerra
Empecemos por la guerra. En el complicado campo de batalla ucraniano, que sigue dominado por los drones de unos y de otros, apenas hay novedades dignas de mención. Si nos fijamos en el eje prioritario, el de Donetsk, Rusia lleva año y medio tratando de conquistar Pokrovsk –una ciudad que antes de la guerra tenía unos 60.000 habitantes, aproximadamente los que tiene Colmenar Viejo– sin haber conseguido por el momento superar las defensas ucranianas. Los prometedores avances tácticos de hace unas semanas en dirección a la pequeña ciudad de Dobropillia, al norte de Pokrovsk –la única excepción a varios meses de estéril forcejeo– han sido ya neutralizados por los contrataques ucranianos.
En el resto del teatro de operaciones, las anunciadas ofensivas de primavera y verano se han diluido sin conseguir ninguno de sus objetivos. Los nuevos frentes abiertos por las tropas de Putin en las regiones de Járkov, Sumi y Dnipropetrovsk están hoy tan estancados como los del Donbás y Zaporiyia. En definitiva, más de lo mismo.
Los crímenes
Los crímenes de guerra del Ejército ruso son una de sus señas de identidad, un rasgo que se hace patente no solo en los conflictos bélicos, sino también en las operaciones internacionales en las que hemos coincidido cuando nos llevábamos mejor como fue la lucha contra la piratería somalí. Si lo ocurrido en Bucha no se repite es porque las tropas de Putin, esas tropas que con sus botas definen lo que es ruso y lo que no –o eso dice el dictador– apenas consiguen moverse del sitio en el que están. Pero los frecuentes asesinatos de prisioneros ucranianos, que ya no son la excepción sino la regla, demuestran que los Convenios de Ginebra no encajan en su forma de hacer la guerra.
Dmitri Peskov, el payaso listo del Kremlin, niega que Rusia esté atacando objetivos prohibidos. Ellos –dice– nunca lo hacen. Miente, por supuesto. El Derecho Internacional condena los ataques a objetivos civiles, los bombardeos indiscriminados y los que causan daños desproporcionados a los daños causados a la población no combatiente. Por desgracia, el Ejército de Putin es culpable –y múltiples veces reincidente– de los tres crímenes.
Del primero tenemos evidencias cada invierno desde que comenzó la guerra, cuando Rusia se esfuerza lo indecible por destruir las centrales eléctricas que dan calefacción y agua a los hogares de Ucrania. Del segundo, cada vez que sus tropas lanzan sobre las ciudades misiles de modelos anticuados que no tienen la precisión necesaria para diferenciar un almacén de una escuela. Algunos de estos misiles –que afortunadamente se les están terminando– han sido los responsables de las mayores masacres de civiles de la guerra. Del tercero no hay mejor evidencia que lo que acaba de ocurrir en Kiev. Cualquiera que haya sido el teórico objetivo de los misiles rusos –seguro que no se trataba de destruir la sede de la UE pero, a lo mejor, en alguno de los pisos del edificio de enfrente vivía un soldado ucraniano– su valor militar no justificaba una veintena larga de muertos civiles, cuatro de ellos niños.
El precio de la sangre
Los ataques a las ciudades tienen un elevado precio político porque el mundo los rechaza. En Rusia, como en China o en Irán, podrán ocultarse a la opinión pública asegurando que el objetivo de los misiles –el «complejo militar-industrial ucraniano»– se ajustaba a las leyes de guerra. Pero en el Occidente democrático y, sobre todo, en los EE.UU., las acciones de estos días terminan dando la razón a los líderes europeos y poniendo en un aprieto al desconcertado Donald Trump.
Tienen además un precio económico considerable. Es difícil estimar cuánto habrán costado los 600 drones y 30 misiles gastados en una sola noche. En Rusia se fabrica más barato que en Occidente, pero una parte no pequeña de los componentes electrónicos proceden del mercado negro internacional y eso suele encarecerlos. Seguramente el coste del ataque estará en una horquilla entre los 50 y los 100 millones de euros y la factura de cada civil asesinado puede haber ascendido a alrededor de tres millones. Así, ni siquiera Rusia puede ganar una guerra.
Los ataques tienen, por último, un precio en el corazón de los ucranianos. ¿De verdad cree Putin que alguien le va a creer cuando un día dice que los considera un pueblo hermano y a la noche siguiente los mata? ¿Es así como defiende a las que él finge considerar víctimas de un gobierno nazi? A Hamás le hemos oído hablar de bebés sionistas, ¿eran quizá nazis los niños asesinados en sus casas?
Los móviles del crimen
Como he dicho muchas veces, los ataques a Kiev y a las ciudades ucranianas suponen una estrategia cara, ineficaz –nadie se va a rendir por eso–, desacreditada por la historia y prohibida por las convenciones de Ginebra. ¿Por qué, entonces, tienen lugar? Porque, como hemos visto desde el primer invierno de la guerra, son la única cortina de humo que tiene Putin para ocultar cada objetivo prometido pero no alcanzado, cada fracaso de sus tropas.
No busquemos, pues, la explicación de lo ocurrido en la cumbre de Alaska o en la reunión posterior de Trump con Volodimir Zelenski, sino en los contraataques ucranianos cerca de Pokrovsk. La sangre de los civiles asesinados, dulce venganza para unas mentes enfermas de nacionalismo supremacista, es lo único que puede enjugar las lágrimas de los halcones rusos y comprar para Putin todo lo que él necesita salvar del naufragio de Ucrania: la lealtad de los suyos.
Un ataque quirúrgico con recursos mínimos
Ucrania
golpea la logística del Kremlin: destruye dos puentes clave en
Bélgorod con drones baratos y minas rusas
Periodista
Digital. 30
Agosto 2025
La guerra en Ucrania da un inesperado giro tecnológico: esta semana, el ejército ucraniano ha logrado destruir dos puentes clave en la región rusa de Bélgorod utilizando drones de bajo coste y las propias minas rusas almacenadas bajo las estructuras.
Este golpe simbólico y logístico llega en un momento de máxima tensión militar y política, cuando Moscú intensifica su ofensiva en el frente y los intentos de mediación internacional parecen estancados.
A día de hoy, 30 de agosto del 2025, la destrucción de los puentes marca un raro éxito táctico para Kiev.
El operativo fue llevado a cabo por la 58ª Brigada Motorizada Separada ucraniana.
Según declaraciones recogidas por medios internacionales, la brigada detectó actividad sospechosa cerca de los puentes, utilizados por el ejército ruso para el suministro de tropas y material bélico cerca de la frontera con Járkov.
Los drones empleados costaron entre 600 y 725 dólares cada uno.
Localizaron depósitos de minas antitanque y munición bajo los puentes.
Aprovecharon las cargas rusas, originalmente pensadas para volar los propios puentes si Ucrania avanzaba, y las detonaron con los drones.
El resultado: explosiones masivas que inutilizaron ambas infraestructuras y cortaron temporalmente rutas críticas para el abastecimiento ruso. Este tipo de acción habría requerido misiles guiados mucho más costosos en operaciones convencionales.
Contexto militar: adaptación e ingenio ucraniano
Esta operación ilustra la adaptación de Ucrania a las limitaciones materiales impuestas por una guerra prolongada. Frente a la superioridad numérica y tecnológica rusa en muchos frentes, Kiev ha apostado por maximizar el impacto de recursos asequibles.
En junio, Ucrania ya había sorprendido con el ataque coordinado “Spiderweb”, usando 117 drones para golpear bases aéreas rusas a miles de kilómetros del frente.
La estrategia se centra ahora en debilitar la logística rusa mediante ataques quirúrgicos que infligen daños desproporcionados al coste invertido.
La destrucción de infraestructuras profundas en territorio ruso eleva la presión sobre Moscú y demuestra vulnerabilidades logísticas insospechadas hasta hace poco.
Mientras
tanto, Rusia mantiene su campaña diaria de ataques aéreos sobre
ciudades ucranianas. Las ofensivas terrestres rusas siguen avanzando
lentamente en algunos sectores del frente, pero estos reveses
logísticos pueden ralentizar su capacidad operativa.
Escenario político internacional: incertidumbre y cálculos en Washington
La dimensión geopolítica del conflicto cobra nuevo protagonismo tras este episodio. En Estados Unidos, Donald Trump sopesa públicamente si aumentar su implicación directa en las negociaciones sobre Ucrania o dejar que sean Putin y Zelenski quienes determinen el rumbo diplomático.
Trump ha mostrado una postura ambigua respecto a la guerra: alterna declaraciones sobre una posible mediación con sugerencias de que Europa debería asumir mayor responsabilidad.
El debate interno estadounidense gira en torno a si un mayor liderazgo norteamericano podría acelerar una salida diplomática o, por el contrario, fortalecer a Rusia al legitimar su presencia en territorios ocupados.
El propio Putin sigue retrasando cualquier negociación formal, mientras utiliza los avances militares como herramienta de presión tanto sobre Ucrania como sobre Occidente.
En este contexto, la destrucción de los puentes no solo tiene consecuencias prácticas inmediatas sino que influye también en las percepciones políticas internacionales. Para Kiev, supone una inyección anímica y una muestra tangible ante sus aliados occidentales del potencial estratégico que aún conservan incluso con recursos limitados.
¿Hacia dónde evoluciona el conflicto?
El uso exitoso de drones económicos para atacar infraestructuras estratégicas apunta hacia una tendencia cada vez más clara en la guerra moderna: la proliferación de tecnologías asimétricas capaces de alterar equilibrios sobre el terreno.
Moscú podría reforzar la protección o dispersión de sus depósitos logísticos, aumentando así los costes operativos.
Kiev buscará explotar cualquier vulnerabilidad similar detectada en otras regiones fronterizas o incluso más allá del frente inmediato.
El riesgo para Rusia es doble: pérdida material y psicológica al ver vulneradas sus líneas internas con medios tan asequibles.
En cuanto a la diplomacia internacional, el estancamiento persiste. La posibilidad de un cambio sustancial dependerá tanto del equilibrio militar como del cálculo político en Washington y Moscú. Por ahora, cada avance táctico —como el visto esta semana— añade complejidad e incertidumbre a una guerra que ya ha redefinido las reglas del conflicto moderno.
La imagen más clara tras este golpe es que ni Rusia ni Ucrania parecen dispuestas a ceder terreno fácilmente. Mientras tanto, la comunidad internacional observa cómo operaciones aparentemente menores pueden tener efectos desproporcionados sobre el curso general del conflicto.
Rusia
lanza intensos bombardeos sobre varias regiones de Ucrania y deja al
menos un muerto en Zaporiyia
Estos nuevos bombardeos
se producen en un momento de estancamiento diplomático, tres años y
medio después del inicio de la invasión rusa y apenas dos semanas
después de la cumbre entre los presidentes Putin y Trump en
Alaskas
Carlos Garcés. Madrid. el mundo.
30
Agosto 2025
Rusia ha vuelto a lanzar este sábado una oleada de ataques con misiles y drones sobre varias regiones de Ucrania, provocando la muerte de al menos una persona en la ciudad de Zaporiyia y dejando más de una veintena de heridos, según informaron fuentes oficiales ucranianas. Más al norte, en la región de Dnipropetrovsk, también se han registrado ataques con misiles y drones. Esta semana, por primera vez, Ucrania reconoció que tropas rusas han ingresado en territorio de Dnipropetrovsk, una región donde Moscú ya había reivindicado avances desde julio.
En el oeste del país, la región de Volinia, fronteriza con Polonia, ha sido blanco de una "masiva ofensiva con drones enemigos", según declaró el responsable militar regional Ivan Rudnytski. No se registraron víctimas en ese ataque.
En la región de Kiev, las autoridades ferroviarias han informado de retrasos en los trenes debido a daños causados por bombardeos. Además, durante la noche del miércoles al jueves, la capital ucraniana fue atacada, con un saldo trágico de 25 muertos, entre ellos cuatro niños.
Actualmente, el ejército ruso controla aproximadamente el 20% del territorio ucraniano. El Kremlin exige que Ucrania se retire de zonas que aún mantiene parcialmente bajo su control, como la región de Donetsk, como condición para cesar las hostilidades. Kiev ha rechazado tajantemente esta exigencia.
10:00
Zelenski dice que Moscú aprovecha el tiempo de preparación para la reunión de líderes para lanzar ataques
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski afirmó que Moscú utilizó el tiempo destinado a preparar una reunión entre líderes de ambos países para lanzar nuevos ataques masivos contra Ucrania, informa Reuters.
"La única forma de reabrir una ventana de oportunidad para la diplomacia es mediante medidas firmes contra todos los que financian al ejército ruso y sanciones efectivas contra Moscú -- sanciones bancarias y energéticas," escribió Zelenski el sábado en la red social X (antes Twitter).
9:43
El ministro de Exteriores alemán dice que sólo la presión puede llevar a Rusia a la mesa de negociaciones
El ministro alemán de Exteriores, Johannes Wadephul, dijo este domingo en Copenhague que sólo un aumento de presión puede llevar a Rusia a la mesa de negocaciones y que mientras Ucrania y el mundo quieren la paz lo que pretende el presidente ruso, Vladimir Putin, es continuar la guerra, informa Efe.
"Recomiendo que adelantemos los debates correcto y el debate es como y cuando se puede llevar a Rusia a la mesa de negociaciones. Los europeos nunca estuvimos entre quienes creyeron que ello se podría lograr en una semana", dijo Wadephul a su llegada al consejo informal de Exteriores de la UE en Copenhague. "El mundo quiere la paz, Ucrania quiere la paz. Pero Vladimir Putin quiere continuar su guerra. Sólo un aumento de una presión efectiva y el apoyo a Ucrania puede llevar a Rusia a la mesa de negociaciones", agregó.
9:21
Albares defiende más sanciones para Rusia y critica su falta de voluntad para negociar
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, defendió este sábado en Copenhague aumentar la presión a Rusia, a la que acusó de carecer de voluntad real para negociar una solución al conflicto en Ucrania.
"Rusia no tiene ninguna voluntad, no ya por supuesto de alcanzar una paz duradera, sino de ni siquiera alcanzar un acuerdo de alto el fuego incondicional. Todo es una táctica dilatoria para seguir con su esfuerzo de guerra", dijo a EFE antes del inicio de la reunión informal de ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE).
España está a favor de un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, aseguró Albares, quien recordó que fue uno de los primeros países en proponer el uso de los activos rusos congelados.
9:08
Arde una empresa en la región rusa de Krasnodar tras un ataque de dron ucraniano
Un incendio se desató en la madrugada de este sábado en una empresa de la región rusa de Krasnodar, a orillas del mar Negro, tras la caída de un dron ucraniano en el marco de un ataque con 86 artefactos de este tipo contra diez regiones rusas, informa Efe.
"Debido a la caída de fragmentos de drones se desató un incendio en una superficie de unos 300 metros cuadrados", informaron en Telegram las autoridades locales de la ciudad, sin especificar qué empresa ardía.
Los empleados de la empresa fueron evacuados, sin que se reportasen víctimas. En el lugar de los hechos trabajan los servicios de Emergencias rusos. Según el canal de Telegram ruso Mash, a las 2:40 hora local (23:40 GMT del viernes) se escucharon al menos ocho explosiones sobre el centro de la ciudad.
8:42
La Fuerza Aérea de Ucrania dice que Rusia lanzó 537 drones y 45 misiles en un ataque nocturno
La Fuerza Aérea de Ucrania informó que había derribado 510 de los 537 drones y 38 de los 45 misiles lanzados por Rusia en un ataque durante la noche, cuenta Reuters.
Según un comunicado publicado en la aplicación de mensajería Telegram, se registraron impactos de cinco misiles y 24 drones en siete ubicaciones, y restos cayeron en 21 sitios.
8:15
Kallas dice que Rusia no recuperará los activos congelados sin pagar reparaciones
La jefa de política exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas, afirmó este sábado que no se puede imaginar que se devuelvan a Rusia los activos congelados en el bloque debido a la guerra en Ucrania, a menos que Moscú haya pagado reparaciones, informa Reuters.
"No podemos imaginarnos que... si... hay un alto el fuego o un acuerdo de paz, esos activos se devuelvan a Rusia si no han pagado reparaciones", dijo a periodistas antes de una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la UE en Copenhague.
La UE afirma que unos 210.000 millones de euros (245.850 millones de dólares) en activos rusos están congelados en el bloque bajo las sanciones impuestas a Moscú por su invasión de Ucrania. Ucrania y algunos países de la UE --incluidos Polonia y los Estados bálticos-- han pedido que se confisquen esos activos y se utilicen para apoyar a Kyiv.
7:45
Kim condecora a más caídos en la guerra de Rusia contra Ucrania a días de verse con Putin
El líder norcoreano Kim Jong-un se reunió con más familias de soldados caídos en la guerra de Rusia contra Ucrania, apenas una semana después de un acto similar y a pocos días de celebrar una potencial cumbre con su homólogo ruso Vladímir Putin en Pekín, según informó este sabado la agencia estatal KCNA, informa Efe.
El evento celebrado el viernes en Pionyang sirvió para condecorar a los denominados héroes del destacamento norcoreano desplegado al extranjero, cuyos retratos envueltos en la bandera nacional fueron entregados personalmente por Kim a sus familiares.
"A todas las familias de los mártires, les expreso una vez más mi pesar por no haber podido salvar las preciosas vidas de nuestros oficiales y soldados que cayeron en los campos de batalla en tierra extranjera, ya que me preocupa no haber podido traerlos con vida de regreso aquí", dijo Kim, según la KCNA.
Idóneos entre ellos
Ignacio
Hoces. el debate. 30
Agosto 2025
Un siglo después de la muerte de Antonio Maura, su figura sigue proyectándose sobre la política española como la de un estadista inconcluso. Su enfrentamiento con el turnismo acomodaticio y su idea de luchar en favor del orden y la regeneración nacional lo convierten en referencia incómoda para quienes reducen la política al simple cambio de sillones.
En 1909, la 'Semana Trágica' en Barcelona provocó la caída de Antonio Maura de su segundo gobierno, el llamado 'Largo'. Cuatro años después, Maura abandonaría la presidencia del Partido Conservador, colocándose en su lugar a Eduardo Dato, para Maura «idóneo», pues a su parecer no rompería el pacto tácito con el adversario Partido Liberal y jamás abordaría la lucha contra el caciquismo, la transparencia electoral y la regeneración nacional necesaria para su «revolución desde arriba», expresión que años antes había acuñado el pensador tradicionalista valenciano Antonio Aparisi y Guijarro.
En este lenguaje político, «idóneo» no era un elogio, sino servilismo. Es el que protesta, pero no cambia nada y, cuando llega al poder, preserva intacto el legado del contrario. Se inventó en la Restauración canovista. Representaba la figura del adversario perfecto, ruidoso en ocasiones en las formas y dócil en el fondo. Este episodio ilumina, todavía hoy, una lección clara. En política, lo idóneo es, en muchas ocasiones, lo contrario de lo necesario y de lo que el pueblo realmente quiere.
Hoy, el mecanismo del «idóneo» sigue vivo. En España, el PSOE y el PP ejercen mutuamente ese papel. El Partido Popular es, para el socialismo, el adversario perfecto. Protesta, pero no deshace; denuncia, pero no rompe. Cuando gobierna, deja intactas las leyes ideológicas de la izquierda, conserva el modelo socialista, mantiene la presión fiscal disparada y respeta el reparto institucional heredado. Es la oposición que no se opone. Una estafa.
El PSOE es también el partido idóneo del PP. Los complejos del segundo lo llevan siempre a buscar la legitimación del primero. Por eso prefirieron pactar con los socialistas el reparto de la inmigración ilegal por toda la Península. Y por eso, solo gracias a la presencia de Vox en los gobiernos se pudieron derogar leyes de la izquierda, como las de Memoria, algo inédito en el régimen de 1978. El PSOE impulsa su agenda ideológica y el PP primero la discute y luego hace suya. Entre ambos se reparten la alternancia como en los viejos tiempos del turnismo de 1876, lo que hoy llamamos bipartidismo. Cambian los rostros, pero las políticas permanecen. El árbitro ahora no es el Rey, sino las élites económico-mediáticas, que solo exigen que ambos partidos sigan siendo «idóneos».
Vox es la pieza que rompe el engranaje de los nuevos caciquismos. No aceptamos un marco que entrega poder al separatismo, unas políticas de inmigración ilegal que ponen en riesgo la supervivencia de España y de nuestro modo de vida, ni la hegemonía ideológica de la izquierda que impregna instituciones, leyes y cultura. Frente a todo eso, Vox representa la exigencia de regeneración nacional y la voluntad de devolver a España una política a la altura de su historia. Rechazamos las pautas que han marcado las últimas décadas, entre ellas la sumisión a Bruselas, la claudicación ante el separatismo y el sostén de unos sindicatos que hace tiempo dejaron de defender a los trabajadores españoles para convertirse en promotores de inmigración ilegal y lacayos de los partidos de izquierdas.
El PP y el PSOE son socios de relevo. En ocasiones aparentan discutir, pero se protegen mutuamente. No existe adversario más cómodo que el que te sustituye sin desmontar el chiringuito. Por eso pactan lo esencial, desde el reparto de las instituciones hasta la coalición en Bruselas y las políticas que afectan a la vida diaria, como la inmigración. Cuando aparece alguien que no quiere entrar en su marco, ambos se abalanzan sobre él. Y con ellos, sus medios de comunicación. Ese alguien es Vox.
Por eso Vox es el ariete que golpea sin descanso la muralla de intereses que ambos han levantado para protegerse. Vox rompe el muro de hipocresía que sostiene el reparto de poder y privilegios. Combatimos el separatismo, impugnamos la memoria histórica y nos enfrentamos a la ingeniería social con la que la izquierda pretende reeducar a los españoles.
El PSOE necesita que el PP haga el trabajo de aislar a Vox. El PP necesita que el PSOE agite el miedo a Vox para justificar su actuación. Se retroalimentan en un círculo perfecto. Para la izquierda, el ejemplo acabado de lo idóneo es esa oposición que no se opone. Y en la España acorralada por los socialistas separatistas y neocomunistas, ser idóneo supone traicionar a la nación.
Como decimos, el bipartidismo funciona como un mecanismo de idoneidad recíproco. PSOE y PP actúan como adversarios de fachada. Gasto superfluo, corrupción sistémica, inmigracionismo, legislación memorialista y anti familiar, presión fiscal disparada y el sistema educativo diseñado por la izquierda permanecen siempre. Es en las aulas, también, donde se fabrica la hegemonía cultural izquierdista, donde se fija la cosmovisión política de la izquierda.
En este escenario Vox introduce el disenso. Afirmar el desastre del bipartidismo, escuchar lo que los españoles quieren, asegurar la soberanía nacional, nos coloca fuera de la «idoneidad» que el bipartidismo y sus medios necesitan para sobrevivir. Por eso PP y PSOE pactan la demonización de Vox, y por ello Feijóo prefiere pactar con la izquierda y los separatistas.
Y no nos extraña, el bipartidismo es hoy el salvavidas de ambos. El PP es el idóneo del PSOE, el adversario perfecto que protesta para la galería, pero jamás toca lo esencial. España necesita un cambio de rumbo. Frente al teatro de las élites políticas, Vox se atreve a recuperar la soberanía nacional y devolver a los españoles el mando de su destino. Solo entonces España dejará de ser administrada y volverá a ser conducida por quienes creen en su grandeza.
Ignacio Hoces Íñiguez es diputado nacional y vicesecretario de Acción Política de Vox
HazteOír
coloca una lona de «Sánchez corrupto» en la puerta del hotel de
lujo de sus vacaciones en Andorra
OKDIARIO.
30
Agosto 2025
HazteOír ha desplegado una lona con el lema «Sánchez corrupto» en la entrada del hotel Hermitage en el que el presidente del Gobierno y su mujer se han alojado durante sus vacaciones en Andorra. Se trata del mejor hotel de lujo de Andorra, del que Sánchez y Begoña Gómez han disfrutado durante esta semana. El jefe del Ejecutivo y su mujer han podido disfrutar de la práctica del ciclismo, una de sus aficiones favoritas, con total privacidad.
OKDIARIO ha informado de que el líder socialista y su mujer -imputada por cinco delitos- han puesto el broche final a sus vacaciones en la localidad andorrana de Soldeu.
Para alojarse, eligieron el hotel Hermitage, cuya estancia puede superar los 2.000 euros diarios. Sánchez tenía una planta entera a su disposición.
Al tratarse de un viaje privado, el presidente del Gobierno no se desplazó en Falcon, pero sí movilizó un ingente dispositivo de seguridad, integrado, entre otros, por una veintena de escoltas.
Tanto Pedro Sánchez como Begoña Gómez son grandes aficionados al ciclismo y aprovecharon este tiempo para la práctica deportiva. Este mismo jueves, por ejemplo, se desplazaron a ver la etapa de la Vuelta a España entre las localidades de Olot y Pal. El año pasado, el presidente y su mujer fueron testigos del Mundial de BTT que se celebró en el Principado.
Hotel de lujo
El Hermitage es un hotel de cinco estrellas en pleno corazón de los Pirineos, a 1.850 metros de altitud y localizado en plena naturaleza, en un enclave privilegiado para la práctica de los deportes de montaña, tanto en invierno como en verano.
«El lujo y la calidad se aprecian en sus habitaciones, amplios salones de lectura y de reposo con excelentes vistas, donde, gracias a un diseño imaginativo y elegante, así como el uso de materiales nobles, se respira una atmósfera acogedora. Usted contará con el privilegio de acceder a Sport Wellness Mountains Spa, el exclusivo centro de bienestar del complejo, de 5 plantas y 5.000 m2, en el que disfrutar de los mejores tratamientos de salud y belleza», es el mensaje con el que el establecimiento da la bienvenida. Su spa está considerado como el mejor de Andorra y los clientes pueden disfrutar de un restaurante con estrella Michelin. El hotel tiene 135 suites, distribuidas en cuatro tipos -deluxe, premium, dúplex y hermitage-. Todas ellas cuentan con las máximas comodidades para disfrutar de un descanso integral.
Además, para quien desee la máxima privacidad, el hotel pone a su disposición una oferta innovadora de alojamientos de montaña y servicios de alto nivel, que consta de nueve residencias de 120 a 250 metros cuadrados, que se comunican entre ellas y permiten crear espacios privados únicos de hasta 500 metros cuadrados.
Pedro Sánchez y Begoña Gómez se desplazaron a Andorra para prolongar sus vacaciones tras descansar durante casi un mes en la Residencia Real de La Mareta.
Estas vacaciones ya resultaron polémicas pues, como reveló OKDIARIO, el presidente del Gobierno estuvo acompañado en este palacio real por su familia prácticamente al completo: sus padres, Pedro y Magdalena, y hasta su cuñado Miguel Ángel, con su mujer.
‘Le Monde’
alerta sobre la amenaza marroquí a España
Pedro F.
Barbadillo. okdiario. 30
Agosto 2025
No, Rusia no es el principal enemigo exterior que tenemos los españoles. Sí lo es para Polonia y los demás países del Este de Europa. Pero para los españoles el enemigo que nos está agrediendo sin descanso es Marruecos. Y en Francia lo tienen claro, mientras que en España la opinión publicada dedica sus clarines de alarma a Putin y hasta Trump.
La última semana de agosto, el periódico Le Monde publicó una serie de seis artículos sobre el sultán de Marruecos, que en julio pasado cumplió veintiséis años de reinado. ¿El motivo de ese serial titulado «El enigma Mohamed VI»? Sin duda, la mala salud del monarca (que es el auténtico gobernante y dueño del país), conocida desde hace tiempo, y la conveniencia de presentar a los franceses al príncipe heredero, Mulay Hasán, de sólo 22 años.
Los artículos, que tratan diversos asuntos de la vida personal y del reinado de Mohamed VI, como su despotismo (unos individuos armados apalearon al marido de su madre en Marrakech en 2019), su sexualidad, su riqueza y su camarilla, apodada el Majzén, han molestado en Rabat, no tanto por su contenido, como por el apoyo o la inspiración que hayan tenido por parte del Gobierno francés. Todo lo que se publica en Le Monde sobre política exterior que afecte a la esfera de influencia francesa tiene el aval o el permiso del Gobierno. El periódico lo promovió el general De Gaulle cuando la guerra mundial aún no había concluido, aunque luego la izquierda se lo apoderase.
Sorprende que en España, donde gran parte de la clase política, periodística y universitaria son patéticamente afrancesadas, la serie de artículos no haya tenido ninguna repercusión.
El que más nos interesa es el publicado el 28 de agosto con el título de “El rey de las grandes maniobras diplomáticas”. Los autores parten de un hecho de sobra conocido: la política exterior del reino tiene como principal finalidad persuadir a la comunidad internacional, por los medios que sean precisos, para que acepte la anexión del Sáhara, del que España sigue siendo para la ONU la potencia administradora.
De aquí la importancia de España. Según este artículo, el sultán alauita recurrió a partir de 2021 a una diplomacia «cada vez más agresiva» para «llegar a un choque frontal con los Estados más reticentes a aceptar sus reivindicaciones sobre el Sáhara», como Alemania y, «sobre todo», España. Contra España, Marruecos usó el «chantaje de la inmigración» y cita la irrupción de unos 8.000 jóvenes en Ceuta con la colaboración de la policía marroquí. El mensaje de Rabat a Madrid era que estaba dispuesto a «retirar el pie» de los controles a la inmigración. Y Pedro Sánchez, en vez de responder como lo haría el gobernante de una nación soberana, «a los diez meses», en marzo de 2022, se adhirió al plan de autonomía para el Sáhara, elaborado por técnicos marroquíes y franceses.
El periódico no comenta si en la modificación por Sánchez de la postura oficial de España hubo otro tipo de chantaje, más personal, relacionado con el programa de espionaje Pegasus, aunque admite que el presidente francés, Emmanuel Macron, pudo ser uno de los espiados. Sostienen los redactores de Le Monde que la rendición de Sánchez dio al monarca «una dulce revancha por la humillación» que sufrió en 2002, cuando las Fuerzas Armadas españolas, mandadas por José María Aznar, desalojaron a los gendarmes que habían ocupado el islote de Perejil.
El reportaje detalla un asunto poco conocido en España y es la excelente relación de la dinastía alauita con Israel. Hassán II, el padre de Mohamed, dio permiso al Mossad para espiar a las delegaciones de la Liga Árabe reunidas en 1965 en un hotel en Casablanca. Además, a partir de los años 80 Israel cedió a Marruecos la tecnología para construir los muros en el Sáhara contra el Frente Polisario. Con esa tecnología de vigilancia actualizada, los marroquíes aspiran ahora a fabricar sus propios drones.
Le Monde añade que ambos países cooperaron en «otros golpes» («entre autres coups de main»): ¿Se trata de golpes de estado en el África francófona o es una alusión al secuestro en París y posterior asesinato en 1965 de Mehdi Ben Barka, el principal adversario de Hassán II, y por el que se condenó en Francia a varios policías franceses y al ministro Ufkir, este último en rebeldía?
La supuesta solidaridad musulmana de Marruecos con los palestinos queda juzgada con esta frase: «Para Mohamed VI, como para sus generales, el Sáhara es más importante que Gaza».
En su estrategia, el sultán convierte a todos los marroquíes en jenízaros suyos, incluso a los cinco millones de inmigrantes que viven en Europa (más de un millón de ellos en España). El periódico cuenta que el humorista franco-marroquí Jamel Debbouze se presentó en el partido Francia-Marruecos del Mundial de 2022 con una camiseta que mezclaba las banderas de los dos países y el rey reaccionó suspendiendo el festival anual que Debbouze celebraba anualmente en Marrakech. Hasta aquí llega el artículo de Le Monde. A continuación, unas opiniones personales.
Aparte del dinero derramado en España, Francia, Bélgica y la Unión Europea para formar grupos de presión, Rabat aduce como motivo para la absolución de todos sus pecados sus grandes aportaciones a la seguridad y el control de yihadistas.
Sin embargo, el descomunal tráfico de hachís, la creciente violencia de numerosos súbditos marroquíes en Europa y los 25.000 delincuentes indultados en los últimos cinco años (algunos de los cuales luego han cruzado el Mediterráneo), desmienten ese argumento. Y si Marruecos no controla a su población desterrada o la azuza para desestabilizar los Estados europeos, desaparecerá la causa por la que seguir tratándole con indulgencia.
El 95% son marroquíes o argelinos
Un
policía revela a LA GACETA el peligroso perfil de la inmigración
ilegal que llega a Andalucía: presos magrebíes indultados e
individuos vinculados a organizaciones criminales
Rubén
Pulido. gaceta. 30
Agosto 2025
Andalucía se ha convertido en una de las principales puertas de entrada para la inmigración ilegal en España en el último lustro, un fenómeno que genera graves preocupaciones en términos de seguridad y orden público.
La región ha recibido desde 2019 casi 70.000 inmigrantes ilegales, lo que representa una media anual de aproximadamente 11.667 llegadas por la vía de la ilegalidad. Esta cifra sitúa a Andalucía como una zona de recepción media en comparación con otras regiones españolas, pero con la particularidad de que un alto porcentaje de estos inmigrantes proviene de Marruecos y el norte de Argelia, países conocidos por sus políticas de indultos masivos a condenados a prisión y por el flujo de perfiles cada vez más problemáticos.
Aunque en los últimos dos años se ha observado un descenso en el número de llegadas —coincidiendo con un desplazamiento de rutas hacia Canarias—, en lo que va de 2025 ya se han registrado casi 3.000 inmigrantes ilegales, consolidando a Andalucía como una de las áreas con perfiles más preocupantes en toda España. Esta situación no solo sobrecarga los recursos locales, sino que plantea serios riesgos para la sociedad, como revela en exclusiva a LA GACETA un agente de la Policía Nacional destinado en las costas andaluzas y en la recepción de estos flujos migratorios.
El agente, con experiencia directa en los Centros de Atención Temporal de Extranjeros (CATE), describe un panorama inquietante que va más allá de los datos oficiales. «Hay pruebas visibles y verbales», afirma, refiriéndose a las marcas físicas que delatan el pasado violento entre muchos de los llegados. «Se nota cuando los ves en las duchas: llevan cicatrices, cortes, incluso heridas de bala en un brazo o en la pierna. Algunos tienen tatuajes paramilitares». Estas señales, según la policía, no son accidentales, sino indicios claros de individuos con historiales delictivos o vinculados a organizaciones criminales. Además, al llegar indocumentados, «pueden llamarse como quieran», lo que complica su identificación y facilita la infiltración de presos liberados mediante indultos en países como Marruecos.
La agresividad es otro aspecto que resalta con alarma. «Que están saliendo de la cárcel ya lo sabemos, porque vienen cada vez más agresivos al CATE. Hay más problemas en las recepciones, incluso enfrentamientos con Cruz Roja, que eso ya es lo último». El comportamiento de estos inmigrantes ilegales dista mucho del de quienes buscan una oportunidad honesta: «Se notan las miradas, el comportamiento. Llega uno en una patera de 20 y es el que controla a todos, el que dirige. Ese no es el típico que viene a emigrar, sino un delincuente o uno de los que han sacado de prisión«. El agente enfatiza que estos individuos «buscan provocar», lo que ha derivado en «varios altercados» y «compañeros de baja». Esta dinámica de dominación grupal sugiere experiencia en entornos carcelarios o mafiosos, agravando la inseguridad en los centros de recepción.
El perfil predominante es el de marroquíes y argelinos, que representan «el 95% de los que vienen aquí». «Van a peor, sobre todo los argelinos y marroquíes», insiste el policía, quien menciona que de vez en cuando aparecen sirios o asiáticos, pero en minoría. Muchos son menores en el límite de la edad —«16, 17, 18 años»—, algunos incluso mayores que se hacen pasar por menores para beneficiarse de los sistemas de tutela. Otro detalle revelador es el dinero que traen consigo: «Traen mucho dinero, unos cien, doscientos, cuatrocientos euros; otros mil. Hace unas semanas, uno con siete u ocho mil euros». Esto contrasta con las pateras «normales» de hace una década, sugiriendo que se trata de redes organizadas y no de inmigración por necesidad extrema. «Esto es otra cosa», concluye el agente, subrayando que no se parece a la inmigración de antaño.
Lo más grave, según esta fuente exclusiva, es la opacidad de Interior en cuanto a datos de carácter interno. El Ministerio «lo tiene todo oculto» y «no está por la labor de facilitar nada». Los datos internos sobre pateras no se actualizan desde 2022 o 2023, y las entrevistas confidenciales —que confirman estos perfiles problemáticos— se envían a Frontex o a brigadas de investigación sin transparencia pública. «El Ministerio se preocupa mucho de que esto no salga a los medios, porque con todos los escándalos que tienen, si encima sale esto…». Esta falta de información oficial agrava el problema, dejando a las fuerzas de seguridad y a la sociedad expuestas a riesgos innecesarios.
La narco-dictadura comunista-chavista al
desnudo
Gustavo
de Arístegui. el debate. 30 Agosto 2025
Hay complacencias que son imperdonables. Resulta absolutamente vergonzoso constatar cómo ciertos países, partidos políticos y personajes públicos –o que pretenden serlo– mantienen una indulgencia casi obscena con uno de los regímenes más execrables y criminales del siglo XXI: el chavismo, hoy devenido en una narco-dictadura en toda regla.
Desde la primera victoria electoral de Hugo Chávez Frías en diciembre de 1998 –esa sí que fue clara, limpia y sin trampas, no así las siguientes, todas ellas, como poco, manipuladas o amañadas– Venezuela fue secuestrada por una organización ideológico-criminal de dimensiones colosales. La magnitud de su aparato de represión, propaganda y latrocinio solo es comparable con la inmensidad de la tragedia infligida a su pueblo. No se trata de un accidente de la historia ni de un mal gobierno; es el proyecto deliberado de una mafia. Como sentenció Moisés Naím en Foreign Affairs: «Venezuela pasó de ser una democracia imperfecta a un Estado mafioso».
Resulta de una gravedad extrema que incluso entre algunos opositores al chavismo se intente trazar una línea de diferencia entre Chávez y Maduro, un ejercicio que no hace más que blanquear al artífice de la catástrofe. Pretender que la caterva mafiosa y comunista que hoy oprime Venezuela es un accidente ligado únicamente a Maduro implica, contrario sensu, que con Chávez vivo el régimen habría sido distinto. Nada más alejado de la realidad. Chávez era más brutal, mucho más ideologizado, infinitamente más carismático y astuto que su sucesor. Creer que habría evitado la degradación es una falacia peligrosa: Maduro no es la degeneración del chavismo, sino su consecuencia inevitable. La matriz criminal y narcotraficante estaba ya incubada en su proyecto desde los primeros años.
La banda chavista, con ejército, servicios de Inteligencia, policía, administración y partido único, está enteramente al servicio de la opresión, del crimen organizado y del enriquecimiento obsceno de su cúpula. Han perpetrado crímenes horrendos contra su propio pueblo, arruinando un país rico –riquísimo– con las mayores reservas de petróleo del mundo y las segundas de gas. Pdvsa, joya de la corona venezolana, fue destrozada. De ser un ejemplo de gestión profesional pese a la corrupción endémica de la democracia previa, hoy yace convertida en una caja chica del régimen, saqueada por militares, políticos y testaferros. Como señaló Ricardo Hausmann, exministro y profesor en Harvard, «la destrucción de Pdvsa es el mayor caso de suicidio corporativo inducido por la política en la historia moderna».
La magnitud de la tragedia humana es apabullante. Este régimen implacable ha provocado el mayor éxodo del siglo XXI: más de ocho millones de venezolanos forzados a abandonar su patria, según Acnur, superando los flujos de Siria o de los Grandes Lagos africanos. Ninguna otra catástrofe política ha provocado semejante desgarro en tan corto tiempo. La incompetencia, la ignorancia, la crueldad y la avidez depredadora de sus dirigentes no tienen paralelo en las últimas tres décadas.
Frente a este desastre, Occidente, como tantas veces, se ha dividido en bandos vergonzantes: los que apoyaron abiertamente a la mafia chavista; los que se aprovecharon de ella sin estar de acuerdo del todo; los que se oponían de boquilla; y una minoría —esa que gritamos en el desierto desde hace 27 años— que denunciamos la bestialidad, el latrocinio y la corrupción sistémica.
Sin el sostén del narco-chavismo, antes petrolero y ahora delincuencial, la dictadura cubana habría visto su final hace años. Y sin ese eje, el auge de la extrema izquierda rampante en Iberoamérica y en otros lugares, incluida España, no habría tenido la misma intensidad ni garra. Decenas de millones de seres humanos serían hoy libres. La responsabilidad moral de quienes han apoyado, justificado o se han beneficiado de esta banda de forajidos disfrazados de gobierno es inmensa. Han sido cómplices del secuestro de la soberanía de treinta millones de venezolanos.
Como europeos, hemos criticado políticas de Washington que chocaban con nuestros intereses, pero conviene reconocer la firmeza frente al chavismo mostrada por la Administración Trump. Fue el secretario de Estado, Marco Rubio, quien, en gran medida, diseñó la estrategia de cercar a la narco-dictadura. El control marítimo del Cartel de los Soles –esa monstruosa maquinaria de narcotráfico dirigida por militares venezolanos– puede por fin tener los días contados. Como señaló Douglas Farah, investigador del National Defense University, «el Cartel de los Soles es la mayor empresa criminal de América Latina, protegida por el Estado venezolano».
No puede pretenderse la condición de Estado legítimo y soberano cuando se comercia con la muerte de millones a través de la droga. No puede ser considerado miembro respetable de la comunidad internacional quien promueve a la izquierda radical en el mundo, heredera del comunismo más sanguinario. Tampoco quien se alía a muerte con la dictadura cubana, con los grotescos tiranos Ortega en Nicaragua, o quien actúa como agente del régimen iraní en el hemisferio occidental. El chavismo es el epicentro de un eje de desestabilización que va de Teherán a La Habana.
El día que Venezuela recupere su libertad será de trascendencia mundial. No solo será alegría y alivio para los venezolanos: será la caída de una de las maquinarias de opresión, crimen y narcotráfico más repugnantes del siglo XXI. Como advirtió Václav Havel, «la indiferencia hacia el mal es más insidiosa que el propio mal». Y demasiada indiferencia ha rodeado a Venezuela.
La narco-dictadura comunista-chavista es una mezcla letal de ideología, crimen y represión. Ha devastado un país riquísimo, ha sembrado dolor en su pueblo y ha contaminado el hemisferio. Su final será motivo de celebración universal. Hasta entonces, quienes seguimos denunciando esta ignominia tenemos la obligación moral de no callar.
Gustavo de Arístegui San Román es diplomático y fue embajador de España en la India
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La 'cataluñización' de España
Diego
Gonzalez. libertad digital. 30
Agosto 2025
Para los que lo vivimos desde dentro, el prusés fue un proceso colectivo de renuncia voluntaria a la razón y a la lógica. Las masas nacionalistas, que nunca llegaron a ser ni siquiera la mitad de los catalanes, pero que ocuparon 24/7 durante una década el 100% del espacio mediático, político y público de toda España, abandonaron cualquier conato de racionalidad, entregándose al discurso adolescente y demagógico de absolutos lunáticos, encabezados por Puigdemont y Junqueras, dos bufones ridículos con la profundidad intelectual de un charco sucio en un descampado de Chernóbil. Por el camino se rompieron parejas y amistades y en las oficinas se dejó de hablar de política, convencidos los separatistas de que cualquier persona que no apoyara sus delirios era una versión contemporánea de Franco y Hitler. Todo el mundo era facha menos ellos, dispuestos a pasarse la legislación vigente por el forro de los calzoncillos Quechua en el nombre de su lengua y su bandera.
El prusés acabó aplastado por el peso de la realidad, entre obviedades que cualquier estudiante de instituto no afectado por el excesivo consumo de estupefacientes había deducido por sí solo en los primeros diez minutos de Telenotícies. Ningún país reconoció la declaración de independencia, el golpismo acabó en la cárcel o a la fuga, y el total de funcionarios de la Generalidad que arriesgaron su sueldo y sus privilegios para defender el aborto republicano catalán ascendió a cero. Y entonces llegó Pedro Sánchez.
Cuando los partidos de Puigdemont, Junqueras y Txapote votaron a favor de instalar al marido de la hoy pentaimputada Begoña Gómez en el Palacio de la Moncloa, cualquier persona con un lóbulo frontal más grueso que una loncha de jamón york dedujo que algo les habría prometido Sánchez a golpistas y terroristas a cambio de su apoyo, pero desde la izquierda se dijo que por supuesto que no, qué locura es esta, cómo va a hacer algo así nuestro Pedro, con lo guapo que es. Todos sabemos lo que ha sucedido desde entonces. Durante un par de años, sin embargo, la izquierda opinante mantuvo la ficción de ser esporádicamente crítica o al menos vigilante con la gestión gubernamental. A partir de la pandemia eso se acabó. Gente aparentemente en sus cabales se compró camisetas con la cara de Fernando Simón mientras insultaba a quien no se pusiera una mascarilla para caminar a solas por el campo a quince kilómetros del ser humano más próximo. Personas que en su vida anterior parecían sensatas aullaban histéricas desde el balcón cuando veían pasar una madre llevando a su hijo de la mano. Seres humanos con lo que parecía un cerebro funcional echaban espumarajos por la boca ante la mera insinuación de que los toques de queda y el estado policial no parecían haber servido de mucho a la hora de evitar la muerte de decenas de miles de personas. La paranoia inducida por la propaganda gubernamental alcanzó a casi todo el mundo, pero muchísimos votantes y simpatizantes del PSOE y sus socios chavistas jamás regresaron de allí. Convencidos por el martillo mediático goebblesiano progresista de que sólo el hercúleo pecho de Su Sanchísima Pedridad había salvado las vidas de docenas de millones de españoles, comenzaron a regurgitar el argumentario gubernamental sin cuestionárselo lo más mínimo, y hoy los tienes convencidos de que Begoña Gómez y el Fiscal General del Estado son víctimas de una persecución judicial, el terrorista Otegi un hombre de paz, Silvia Intxaurrondo una periodista independiente y Sánchez un tipo enamorado de su mujer con gran proyección internacional. Por supuesto, intentar cualquier diálogo con gente que cree que Sarah Santaolalla está en TVE por sus amplísimos conocimientos politológicos es igual de inútil que hacerlo con los Guardias Rojos durante la época de Mao-Tse Tung o con un terraplanista.
Hay un tercer capítulo en la conversión de la sociedad española en un lodazal goyesco, o sea su cataluñización, que está empezando justo ahora. Cada vez más una parte de la derecha se abraza a argumentos ridículos y desdeña con un odio creciente a quienes desde posturas tradicionalmente liberales se los rebaten. Como sucedía en la Cataluña del prusés, la huida hacia adelante es veloz y no admite prisioneros. Para el separatismo éramos fascistas catalanófobos por recordar que las leyes existen; para la derechita valiente, somos liberalios cobardes amantes de los moronegros por, bueno, exactamente lo mismo. Heces argumentales cuya procedencia moscovita debería ser evidente para cualquier persona con un número de ojos en la cara superior a cero son tratadas como verdades intocables mientras se abren debates absolutamente alucinógenos sobre la pureza de sangre de los españoles y sobre si casarse con un mexicano blanco convierte a los hijos de alguien en mestizos.
A estas alturas del siglo XXI la polarización es inevitable, y el gobierno hipercorrupto Sánchez/ETA nos ha radicalizado a todos abundante y generosamente, pero hay debates que no llevan a ningún sitio. Sánchez sigue gobernando desde 2023 porque Abascal perdió veinte escaños en las elecciones más fáciles de la historia, y los perdió por meterse en debates que al españolito medio no es que le den igual, es que le dan asco. Sería bueno que la derechita valiente no volviera a cagarla otra vez con sus neuras. Por favor y gracias.
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