Recortes de Prensa Domingo 31 Agosto 2025
Rusia contra Ucrania: la estrategia
implacable del Kremlin
Gustavo de Arístegui,
diplomático. la razon. 31
Agosto 2025
Han transcurrido más de tres años desde el inicio de la agresión rusa contra Ucrania. Ni un día de respiro, ni una muestra de disposición auténtica a la paz por parte del Kremlin. Moscú ha demostrado desde febrero de 2022 que no se detendrá hasta alcanzar sus objetivos estratégicos: control territorial en el este, neutralización de Kiev y, en última instancia, el sometimiento de la soberanía ucraniana a la lógica imperial rusa sea por medio de un gobierno títere, como lo era el de Víktor Yanukóvich, a quien las protestas de la plaza de Maidán forzaron a dimitir. Esta es justamente una de las obsesiones de Moscú, que sigue calificando las protestas democráticas contra el gobierno títere de Moscú como golpe de Estado. Sin embargo, a estas alturas el aparato de poder del Kremlin se conformaría con un gobierno con simpatías rusas, pero no necesariamente sometido a sus dictados, si bien siguen empeñados en la neutralización o finlandización de Ucrania.
1. Los objetivos de Moscú: Donbás, mar de Azov y “finlandización”
Las ambiciones rusas estaban claras incluso antes de que los primeros blindados cruzaran la frontera en febrero de 2022. Putin había fijado como meta consolidar el control sobre Donetsk, Lugansk, Járkov y Zaporiyia, además de impedir que Ucrania pudiera integrarse en estructuras euroatlánticas. El modelo de referencia era el que la URSS impuso a Finlandia en 1946, tras la derrota soviética en la breve guerra de Finlandia (octubre 1939 a marzo1940) los soviéticos no querían un vecino con soldados tan formidables en sus fronteras. La URSS impuso que Finlandia se declarase neutral, como también se lo impuso a Austria.
Un documento atribuido al FSB filtrado en marzo de 2025 detallaba que “no convenía a Rusia aceptar un acuerdo antes de enero de 2026”, ya que el ejército calculaba avances de entre 80.000 y 200.000 metros cuadrados de terreno por día en ciertas fases ofensivas. El objetivo declarado era empujar las líneas más allá del Dniéper y llegar a la mesa de negociaciones con todo el Donbás en sus manos.
Sin embargo, un estudio del Royal United Services Institute (RUSI) de Londres advierte de que la conquista total del 30% del Donbás aún fuera de control ruso requeriría cuatro años y dos millones de bajas. Un coste “inasumible incluso para Rusia y su aparato de propaganda y desinformación”. Esa estimación quiebra la narrativa de victoria fácil y confirma la lógica del desgaste a la que Moscú se aferra.
2. El coste humano y material: Ucrania devastada
El precio de esta guerra para Ucrania es devastador. Según cifras oficiales y estimaciones internacionales:
Civiles: La ONU calcula hasta julio de 2025 13.883 civiles muertos y 35.548 heridos.
Militares ucranianos: El presidente Zelenski reconoció en febrero de 2025 más de 46.000 soldados muertos y unos 380.000 heridos. Otras estimaciones elevan la cifra a 60.000–70.000 muertos.
Militares rusos: Reino Unido estimó en junio de 2025 que Rusia ha sufrido más de un millón de bajas, incluidos unos 250.000 muertos.
En total, Ucrania supera ya las 400.000 bajas militares y afronta la destrucción de más de veinte ciudades medianas y grandes. El mar de Azov, monopolizado por Rusia, es otra pérdida estratégica.
La Masacre de Bucha, en marzo de 2022, sigue siendo el símbolo más desgarrador: centenares de civiles ejecutados, muchos con las manos atadas. La ONU lo calificó como crimen de guerra y la CPI abrió investigaciones.
3. El régimen ruso: entre el zarismo y el gulag
El régimen de Putin se sostiene en el poder absoluto y en la represión del FSB, con un control sobre redes sociales y conversaciones privadas (masivas intervenciones telefónicas) ha ampliado sus competencias en materia de seguridad interior hasta gestionar centros de detención propios. Muchos opositores hablan ya de una reedición del gulag.
Algunos analistas sostienen que Putin es “el mal menor”: si cayera, podría surgir una junta aún más ultranacionalista, con ambiciones directas hacia los bálticos, Polonia oriental o Asia Central. El intento de desestabilización en Azerbaiyán, frustrado en 2025, es una muestra de ello.
Putin no oculta su ambición imperial: considera la desaparición de la URSS como “la mayor tragedia del siglo XX” y busca reeditar el Imperio Ruso de Pedro el Grande, o por lo menos conseguir que los estados fronterizos con Rusia acepten la sumisión a Moscú o por lo menos que sean afines. En Rusia existe una obsesión con la vulnerabilidad de las llanuras y estepas rusas razón por la cual la estrategia diplomática y militar de Moscú tiene como uno de sus objetivos principales controlar o por lo menos neutralizar todo su vecindario.
4. Diplomacia de humo y fuego real
Rusia ha utilizado la diplomacia como un teatro: promesas de paz y, en paralelo, bombardeos. El ataque del 28 de agosto de 2025 contra Kiev lo confirmó: un misil de crucero impactó junto a la delegación de la Unión Europea, destruyendo un bloque residencial y dañando gravemente la sede comunitaria. No fue un error ni un fallo técnico, era un aviso brutal a la UE: “podemos alcanzaros cuando y como queramos”. La delegada de la UE en Ucrania, Katarina Mathernová mostró una sangre fría digna de elogio en una entrevista en la BBC en la que no dejaba lugar a la menor duda, se trataba de un ataque deliberado.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró: “Ninguna misión diplomática debe ser nunca un objetivo. Rusia ha cruzado una línea roja inadmisible”.
La UE convocó al encargado de negocios ruso en varias capitales y prepara un nuevo paquete de sanciones. La OTAN, por su parte, advirtió: “No podemos ser ingenuos respecto a Rusia”.
5. Europa, entre la firmeza y la grieta húngara
La reacción europea ha sido firme: sanciones adicionales, refuerzo militar y gira de Von der Leyen por siete países colindantes con Rusia. Sin embargo, Hungría se desmarcó del consenso y rechazó firmar la declaración de condena. Un regalo para Moscú y una cuña que es extraordinariamente peligrosa en estos momentos.
6. Estados Unidos: unidad no tan clara.
La división en Washington preocupa tanto como la grieta húngara en Europa. Trump ha endurecido su discurso contra Putin. Pero su vicepresidente, J.D. Vance, sorprendió con un mensaje muy distinto. En “Meet the Press”, resumió así su visión:
“Los rusos han hecho concesiones significativas por primera vez en tres años y medio. Han reconocido que no podrán instalar un régimen títere en Kiev y han admitido que habrá alguna forma de garantía de seguridad para la integridad territorial de Ucrania.”
Unas declaraciones desconcertantes, porque no hay ningún indicio que indique su voluntad de sentarse a negociar seriamente un acuerdo de paz duradero y estable. No hay la más mínima indicación de la disponibilidad rusa a negociar la retirada de los territorios ocupados, ni renuncia territorial, ni garantías verificables. Moscú sigue atacando mientras Vance habla de concesiones invisibles, ciertamente inquietante.
7. Conclusiones: lo que está en juego
La guerra de Ucrania es mucho más que un conflicto entre dos países. Es el choque entre el imperialismo autoritario y la soberanía democrática.
Rusia planea prolongar la guerra hasta 2026, pero incluso según cálculos del RUSI, conquistar el Donbass exigiría cuatro años más de guerra y ofensivas constantes y dos millones de bajas.
El coste humano ya es brutal: casi 14.000 civiles muertos, más de 60.000 militares caídos y entre 480.000 y 700.000 bajas en total, entre muertos y heridos. Del lado ruso más de un millón de bajas rusas. Informes independientes sitúan el número de muertos en ambos bandos en cerca de 1.500.000 de muertos.
La diplomacia rusa es un teatro: mientras finge negociar, destruye hospitales, escuelas y sedes diplomáticas.
Europa ha mostrado firmeza, aunque con grietas preocupantes como Hungría.
Estados Unidos transmite una cierta divergencia, quizás no tanto como una división, y las palabras de Vance abren una brecha peligrosa en el frente occidental.
Ucrania resiste, pero no solo por sí misma. Resiste por toda Europa. Porque el desenlace marcará si el siglo XXI será gobernado por la ley o por la fuerza bruta.
*Gustavo de Arístegui es diplomático y fue embajador en India, Bután, Maldivas, Nepal y SriLanka (2012-2016) gustvodearistegui.substack.com
Rusia intensifica su ofensiva en el este
y aumenta sus ataques aéreos sobre ciudades ucranianas
Carlos
Garcés. Madrid. el mundo. 31
Agosto 2025
Las fuerzas rusas están llevando a cabo una ofensiva ininterrumpida a lo largo de casi toda la línea del frente en Ucrania, con especial intensidad en el este del país. Así, Rusia ha intensificado sus ataques aéreos sobre ciudades ucranianas alejadas del frente durante este verano y ha continuado una ofensiva lenta pero constante en gran parte del este, intentando ganar más territorio en su guerra de tres años y medio en Ucrania.
Las tropas de Putin han comenzado este mes a avanzar hacia la región sudeste de Dnipropetrovsk y siete pueblos de esa región ya están bajo control ruso pese a que el ejército ucraniano afirma que sus fuerzas han contenido los movimientos rusos en la zona. Moscú controla ahora el 99,7% de la región oriental de Lugansk, el 79% de Donetsk, el 74% de Zaporiyia y el 76% de Jersón.
La ofensiva rusa se produce menos de dos semanas después de que el presidente estadounidense Donald Trump recibiera al presidente ruso Vladimir Putin en una cumbre en Alaska, una reunión que Washington esperaba que impulsara sus esfuerzos por poner fin al conflicto.
10:00
Los ataques rusos matan a al menos tres civiles en la región ucraniana de Donetsk
Una serie de ataques rusos dejaron como saldo al menos tres civiles muertos y seis heridos en la región ucraniana de Donetsk en las últimas 24 horas, informó a través de Telegram el jefe de la Administración Militar Regional, Vadim Filashkin, informa Efe.
Desde el inicio de la invasión a gran escala, las fuerzas rusas han matado a 3.441 residentes de la región y herido a 7.922. Estas cifras no contemplan las bajas de Mariúpol y Volnovaja.
En general los ataques rusos no cesan y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha advertido de que es posibles de que Rusia esté preparando una nueva ofensiva a gran escala en Pokrovsk.
9:30
Rusia afirma que sus unidades destruyen 21 drones ucranianos en el sur y suroeste
Los sistemas de defensa aérea de Rusia interceptaron y destruyeron 21 drones ucranianos, informó el Ministerio de Defensa ruso el domingo tras un ataque nocturno, informa Reuters.
Once drones fueron derribados sobre la región de Volgogrado, en el sur de Rusia, mientras que el resto fueron destruidos sobre las regiones de Rostov, Belgorod y Bryansk, en el suroeste de Rusia, informó el ministerio en la aplicación de mensajería Telegram.
9:00
Ucrania afirma que las fuerzas rusas no lograron el control total de ninguna ciudad ucraniana durante el verano
Las Fuerzas Armadas de Ucrania afirmaron este domingo que, a pesar de las afirmaciones de Moscú sobre una ofensiva exitosa durante el verano, las fuerzas rusas no lograron obtener el control total de ninguna ciudad ucraniana importante y que las cifras proporcionadas sobre territorios capturados están "groseramente exageradas". informa Reuters.
El jefe del Estado Mayor ruso, Valery Gerasimov, dijo el sábado que desde marzo Rusia ha capturado más de 3.500 kilómetros cuadrados (1.351 millas cuadradas) de territorio en Ucrania y ha tomado el control de 149 pueblos.
"Contrario a lo que afirma Gerasimov, las fuerzas rusas no han conseguido el control total de ninguna ciudad importante", declaró el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania en un comunicado en redes sociales. "Las cifras presentadas por los ocupantes respecto a los territorios y asentamientos capturados están groseramente exageradas."
8:30
Un ataque ruso nocturno deja sin electricidad a miles de personas en Odesa
Un ataque ruso con dron dañó una central eléctrica cerca de la ciudad de Odesa, en el sur de Ucrania, dejando a más de 29.000 clientes sin electricidad la mañana del domingo, según informó el gobernador de la región, cuenta Reuters.
La ciudad más afectada fue Chornomorsk, a las afueras de Odesa, donde el ataque también dañó viviendas y edificios administrativos, según informó Oleh Kiper, gobernador de la región de Odesa, en la aplicación de mensajería Telegram.
8:00
Corea del Norte revela que decidió enviar tropas a Rusia en agosto de 2024
Corea del Norte reveló que la decisión oficial de desplegar soldados para apoyar a Rusia en su invasión contra Ucrania fue tomada a finales de agosto del año pasado, poco después de que Ucrania lanzara una incursión a Kursk, según un documento mostrado en una emisión de la televisión estatal KCTV, informa Efe.
En un videoclip de la canción "Recuerda", usada en las publicaciones de los videos que muestran hazañas de los soldados norcoreanos, aparecieron insertados documentos oficiales e información sobre el "plan de operaciones para la liberación de Kursk", confirmando que la orden de desplegar las tropas fue realizada el 28 de agosto de 2024, según informó este domingo la agencia local de noticias Yonhap.
Pionyang y Moscú firmaron un tratado de asociación estratégica en junio del año pasado, el cual contempla asistencia mutua en caso de agresiones externas.
Cansancio democrático o la corrupción
del de abajo
Jesús Cacho. Vozpópuli. 31
Agosto 2025
“Tras vivir diez años en Alemania para huir del socialismo y de François Hollande, Alexandre regresó a Francia en 2022. 'Para ser sincero, estoy pensando en irme otra vez. Tengo la impresión de que aquí no hay piloto en el puente de mando. Los líderes no saben qué hacer aparte de subir impuestos o acumular leyes. O saben cuál es la solución, pero no se atreven a implementarla por miedo a ofender, o incluso a perder, a su electorado', lamenta este consultor informático de 48 años. Este hombre soltero, 'de derechas en lo económico, pero de izquierdas en lo social', ya no cree 'en la política en absoluto' y no ha votado desde que en 2012 optó por la papeleta Sarkozy. 'Estoy totalmente desilusionado. Peor aún, estoy democráticamente cansado, saturado por un torrente de información que no conduce a ningún cambio político a la altura de los desafíos. A esto se suma una sensación de estancamiento estructural. Tengo la impresión de que, hagamos lo que hagamos, votemos lo que votemos, nadie escucha. Ninguna herramienta democrática parece funcionar ya'". Es el arranque de un artículo aparecido ayer sábado en Le Figaro. En el mismo número, un editorial firmado por Yves Thréard aludía a "la exasperación que aumenta a medida que los primeros ministros se suceden y el país se hunde cada vez más en lo desconocido. La crisis es profunda, general, política, económica y social. (...) Asistimos a un largo declive que los franceses encuentran cada vez más difícil de soportar. El malestar no hace más que crecer. Una fatiga democrática se ha apoderado del país".
Fue François Bayrou quien, el 10 de agosto, con los franceses en plenas vacaciones, dio la voz de alarma: “Francia ha llegado al abismo”. Este mes de septiembre, la Asamblea Nacional tendrá que votar el destino del proyecto de Presupuestos para 2026 presentado en julio que prevé un ajuste de 44.000 millones y la supresión de dos días feriados, amén de otras medidas de ahorro fiscal. "Si Francia rechaza este sacrificio, las agencias de calificación serán implacables y los prestamistas nos tendrán a su merced", advirtió el primer ministro. "Nuestro país nunca ha estado ante un desafío de tal magnitud desde 1962". Bayrou tiene razón cuando habla de la urgente necesidad de equilibrar las cuentas públicas para escapar de la "trampa mortal" de una deuda que a finales de marzo alcanzó los 3.345.400 millones de euros (113% del PIB), con aumento de 184.600 en solo un año, lo que supone que cada segundo que pasa Francia se endeuda en casi 6.000 euros (exactamente 5.838). El último superávit presupuestario galo data de 1974, bajo la presidencia de Giscard d'Estaing, lo que quiere decir que Francia lleva 50 años viviendo de prestado y por encima de sus posibilidades, con un gasto público que ha pasado del 40% del PIB en los setenta al 57,1% en la actualidad, guarismo muy superior al de España (45,4%), pero también a la media de la eurozona (49,4%) y no digamos ya de la propia OCDE (42,6%).
Las prestaciones sociales galas (pensiones, salud, desempleo) por sí solas representan casi un tercio del PIB, muy lejos de la media europea (19,3%). Es parte de la llamada “paradoja francesa”, la de un país con un gasto social récord y una insatisfacción igualmente récord. Un país cabreado, dispuesto a echarle la culpa de todo a los políticos, pero que reniega del trabajo, una especie de maldición, que abomina de los sacrificios (la idea de Bayrou de considerar laborables el 8 de mayo y el Lunes de Pascua ha sublevado al francés común), que consume el doble de antibióticos que Alemania sin que pueda decir que su salud es mejor que la del alemán medio, y que siempre se muestra dado a la protesta, presto a quemar la calle. Al final de la era Pompidou, Francia y Suiza tenían el mismo PIB per cápita. Hoy, el suizo es de 92.000 euros, mientras que el de Francia se ha quedado en 42.000 (32.590 el español). Una Francia sin futuro.
Consciente de que su proyecto de PGE para 2026 no superaría la división partidaria de la Asamblea Nacional, el propio Bayrou sorprendió al país al anunciar el 25 de agosto que presentaría una moción de confianza en la Asamblea el próximo 8 de septiembre, tras la declaración de política general. Una decisión más que arriesgada casi suicida, ¿pecado de soberbia?; un golpe de mano destinado a poner a los partidos ante el espejo de sus responsabilidades, pero en todo caso un envite fallido porque faltó tiempo para que la extrema izquierda de Jean-Luc Mélenchon (La Francia Insumisa), verdadero especialista en la organización del caos, anunciara su disposición a tumbar la moción, y que la derechista Le Pen (Reagrupamiento Nacional) hiciera otro tanto (Marine se ha disculpado argumentando que la carta que dirigió en julio a Matignon tras la presentación del proyecto de PGE, en la que enumeraba las prioridades de RN, en particular el coste de la inmigración y la ayuda médica estatal (AME), ha permanecido sin respuesta), por no hablar del PS y de los Ecologistas. Con casi total seguridad Bayrou no logrará el lunes 8 la confianza de los diputados, lo que obligará a Emmanuel Macron a nombrar un nuevo primer ministro (otro más de los fusibles de quita y pon que viene usando a conveniencia) o a disolver la propia Asamblea y convocar nuevas legislativas, con el propio Macron, en primera línea de fuego y ya sin parapeto alguno, convertido en el objetivo a batir por unos y otros. Francia parece de verdad asomada al abismo. En redes sociales ha nacido un tal "Movimiento 10 de septiembre", tras el que se adivina la mano de LFI, cuya consigna es "bloquearlo todo" y los ferrocarriles (SNCF), las farmacias, los controladores aéreos, los hospitales, los taxistas, el comercio minorista, el sector energético, los funcionarios de Hacienda… anuncian huelgas para un otoño más que caliente, con la intersindical llamando a una movilización general el 18 de septiembre. ¿Queda algo por bloquear en Francia?
El país vecino sigue sumido en un debate social y en un panorama sindical anclado en la gloriosa leyenda de las prestaciones sociales pagadas a crédito. Adormilado por el dulce vaivén del Estado Beneficencia ("una forma de socialismo encubierto más que un modelo de capitalismo civilizado", Mathieu Bock-Côté) desde que Mitterrand rebajara en 1981 la edad de jubilación de los 65 a los 60 años, la quinta semana de vacaciones pagadas, la semana laboral de 39 horas, etc., la Francia que gasta demasiado y mal, que traspasa a sus hijos la carga de la deuda, que ni trabaja ni produce lo suficiente, que es víctima de un crecimiento raquítico (0,3% en el segundo trimestre), se enfrenta al veredicto inapelable de las agencias de rating (Fitch el 12 de septiembre, Moody's a finales de octubre, Standard & Poor's en noviembre). El muro de la realidad se acerca. El bono francés a 30 años está en su nivel más alto (4,38%), y la diferencia entre el coste del préstamo galo a 10 años y el de Italia se ha reducido a 8 puntos básicos, en comparación con los más de 100 puntos de hace dos años. Mientras, la tasa de ahorro alcanza máximos históricos, muestra de la preocupación por el futuro que embarga a las familias francesas. Mes tras mes, el clima empresarial se deteriora. La economía se congela. El espectro de una crisis al estilo griego (recorte de las pensiones del 30% y del salario de los funcionarios del 15%) está más cerca que nunca. El propio ministro de Finanzas, Eric Lombard, se ha encargado de advertirlo: "pedir la intervención del FMI es un riesgo que tenemos delante". Con un déficit público que este año alcanzará el 5,4% del PIB y un servicio de la deuda que en 2026 absorberá la friolera de 75.000 millones (100.000 en 2027), no hay vuelta atrás. Y los políticos, ¿qué dicen? La clase política francesa está pensando ya en las presidenciales de 2027, otra oportunidad para un nuevo reparto de la tarta del dinero público. Se explica así ese "cansancio democrático" que embarga a los Alexandre galos ante la deriva de un país aparentemente decidido a suicidarse a cámara lenta. ¿Asistimos al final de la V República?
Como Francia, también España vive por encima de sus posibilidades desde hace tiempo, esclava de un Estado del Bienestar imposible de financiar sin el recurso a la deuda. El canciller alemán Merz ha tenido el valor de decir en voz alta lo que todo el mundo sabe pero nadie se atreve a mencionar: Alemania no tiene la capacidad económica para sostener su modelo de bienestar universal. "Ya no podemos garantizar la sostenibilidad financiera de este sistema", uno de los más completos de Europa, ahora cuestionado por la presión demográfica —envejecimiento de la población—, la alta inmigración (tampoco parece que los inmigrantes turcos vayan a pagar las pensiones de los jubilados alemanes) y el tamaño de una deuda que está obligando a reformar/reducir derechos y prestaciones. Con un endeudamiento que va camino de los 1,7 billones (1.690.000 millones a finales de marzo), equivalente al 103,4% del PIB, el pago de intereses de la deuda española se comerá este año la cifra récord de casi 42.000 millones (41.726 exactamente), según previsiones de la AIReF.
El problema de nuestra deuda (la mitad que la del vecino país, para un PIB igualmente la mitad que el galo) tiene la misma descomunal dimensión que la francesa, pero mientras en París y Berlín la adopción de medidas drásticas ocupa el primer plano del debate público, en España está incluso mal visto hablar de ello. En la realidad paralela española reina el silencio. Con una economía sostenida mayoritariamente por el consumo público y los fondos europeos, Sánchez no solo ha despilfarrado el mayor estímulo fiscal y monetario de la historia española reciente sino que insiste en ahondar la gravedad del problema aumentando el tamaño de nuestro Estado del Bienestar en lugar de recortarlo o reconducirlo. Justo lo contrario que Francia o Alemania. Todo se reduce a un juego de trileros o un ejercicio de prestidigitación, como el que la ministra Marisú Montero nos anunció el viernes: la condonación parcial de la deuda de las CC. AA. por un importe de 85.000 millones, medida destinada a enmascarar el cupo catalán y a dar cierto aire a la candidata Montero en las autonómicas andaluzas de 2026. ¿Desaparece esa deuda? No, se traslada de las Comunidades al Estado, se carga al bolsillo de los taxpayers hispanos.
En realidad la gravedad de la crisis española es superior a la francesa porque, por encima de su dimensión política y económica, incluso social, es fundamentalmente una profunda crisis institucional, es descarnada crisis de régimen, crisis de vaciamiento constitucional en la que la Ley ha dejado de regir en toda su dimensión. Es un final de era y el principio de un régimen de partido único, el Gobierno de una extrema izquierda en minoría, esta vez sin necesidad de Revolución de Asturias, sostenido por el nacionalismo de derechas catalán y vasco. Curioso: nadie habla de dictadura; nadie se atreve a calificar el actual experimento español de lo que en realidad se ha convertido. Bayrou se irá el lunes 8 a su casa si pierde la moción de confianza y ve derrotado su proyecto de Presupuestos para 2026. El Gobierno socialcomunista español va camino de su tercer año sin PGE y aquí no pasa nada. Sánchez se cisca en el mandato constitucional, en los checks & balances y en los usos y costumbres de cualquier Estado democrático. Sánchez no es un demócrata, sino uno más de esa oleada de dirigentes autocráticos que hoy puebla el panorama político internacional. El jefe de una banda de malhechores dispuesto a eternizarse en el poder para hacerse rico. Lo decía aquí este jueves Carlos Souto ("El huevo de la serpiente en el Estado") de forma magistral: "Cuando los modelos autocráticos de explotación del poder gobiernan demasiado tiempo, no quedan instituciones, quedan ruinas organizadas. El problema de los Gobiernos que se aferran al poder con cualquier argucia semidemocrática es su legado. Y no es únicamente económico. El verdadero problema es la colonización vertical del estado: la ocupación paciente, milimétrica, de cada organismo, cada empresa pública, cada dependencia del Estado".
El truhán se ha tomado cuatro semanas de vacaciones en medio de la mayor crisis que haya conocido España desde la muerte de Franco, tiempo durante el cual una serie de incendios, la inmensa mayoría provocados, han calcinado cientos de miles de hectáreas en la mitad oeste del país. El sátrapa se ha limitado a echar la culpa a los llamados "barones regionales" del PP. Un Estado voraz succionador de recursos públicos, "que reeduca a la población a la vez que la infantiliza" (de nuevo Bock-Côté), se muestra impotente para socorrer al país cuando ocurre cualquier tipo de catástrofe natural. Ocurrió con la pandemia, ocurrió con la Dana valenciana y ha vuelto a ocurrir con los incendios. Pedro nunca tiene culpa de nada. Y protegido por una acorazada mediática presta a disculpar todas sus tropelías —el más claro ejemplo de la cual es esa vergonzosa TVE, ente público en ruinas sostenido por los impuestos del contribuyente y convertido en una televisión de partido, en TelePedro— parece que el personal se traga todo tipo de sapos, para escarnio de cualquier espíritu mínimamente libre. Cansancio democrático, cierto. Un régimen de engaño masivo para una ciudadanía tratada como un rebaño. Mañana lunes, el delincuente vocacional que nos gobierna volverá a repartir su acostumbrada ración de alfalfa informativa desde TVE hablando del "calentamiento global" y otras fantasías. Los pocos pirómanos detenidos con las manos en la masa están ya en libertad, y la mayoría descansa en su casa muertos de risa. Lo peor de lo que está ocurriendo en España no es la corrupción abrasadora de la cúpula socialista con Sánchez a la cabeza, sino la corrupción moral de la gente de a pie. Es, como decía el jueves Souto, "la corrupción del de abajo". La del funcionario dispuesto a servir al partido antes que al país, la de la oficina que deja de prestar servicio al ciudadano por exigencia de la superioridad política, la de Juan Español que agacha la cabeza ante lo que ve en espera de que también a él le alcance la pedrea del subsidio, la del poderoso que conoce o participa en casos dignos de juzgado de guardia pero calla por miedo o precaución y, en fin, la de esos millones de españoles que siguen dispuestos a votar socialismo aún conscientes de que el socialismo, como ha ocurrido en todas partes, en todas las épocas, terminará llevándose al país por delante.
Calamidades públicas y desastre
político
Jesús Rul. Vozpópuli. 31
Agosto 2025
Durante los gobiernos de Sánchez, España ha sufrido graves calamidades públicas que han evidenciado irresponsabilidades graves tanto en prevención como en gestión: la pandemia, la erupción del volcán de lLa Palma (19.09.2021), la Dana en Valencia (29.10.2024), el apagón de subministro eléctrico (28.04.2025) y ahora los devastadores incendios desde Asturias y Extremadura.
En todos estos hechos que comprometen seguridad, libertades y bienes, el patrón de conducta del poder público ha sido y es la división: ayuntamientos y autonomías por un lado, implicados directamente por la catástrofe, pero con recursos insuficientes, y el gobierno nacional por otro de quien dependen los grandes recursos (ejércitos, red ferroviaria y viaria, colaboraciones con otros países, Aemet, y la estructura del poder del Estado con 22 ministerios, 36 secretarias de Estado, 38 subsecretarias y secretarias generales, 130 direcciones generales y además 14 comisiones interministeriales y planes como el de Recuperación, Transformación y Resiliencia). Una maraña de órganos y cargos de partido, caro, burocrático e ineficaz ante las amenazas que sufren los ciudadanos.
El patrón de conducta del poder público -estatal y autonómico- muestra las miserias de un modelo caracterizado por la fragmentación, politización sectaria y elusión de responsabilidades. Pero el patrón de comportamiento no es equidistante: la confrontación política es la forma de gobernar de Sánchez y los suyos, incluso en las calamidades públicas pese a los daños en personas y bienes. Entiende el poder como una guerra sin cuartel contra los "otros", reducidos en la propaganda a escoria ultraderechista, aunque sean autoridades elegidas por los ciudadanos. Es su estrategia para perpetuarse en el poder como patrimonio personal. Su papel tanto en la Dana de Valencia como con los incendios se resume en estar ausente, no implicarse, eludir la responsabilidad directa. Ahora, durante los largos días de incendio,s no se ha inmutado, ha seguido de vacaciones a cuerpo de rey en Lanzarote. Su carácter político quedó definido durante la Dana en su mensaje frío y distante: "si quieren ayuda, que la pidan". Pero hemos comprobado que pese a pedirla, alcaldes y presidentes autonómicos, la ayuda no llega con la cantidad y premura requerida. Sólo después del desastre aparece como salvador con planes de ayudas cuya ejecución deja mucho que desear: véase en los damnificados por el volcán de la Palma o con los damnificados de la Dana: de las más de 300.000 solicitudes de ayuda básica, cuatro de cada cinco no se han atendido, según Las Provincias.
En estas calamidades antes
citadas, otra cosa bien distinta hubiera sido si se hubiera actuado
con responsabilidad pública desde el primer momento, esto es, con
unión de esfuerzos y recursos coordinados por el Estado dejando a un
lado la confrontación. Es el modelo constitucional del art. 103.1
"La administración pública (se entiende que toda) sirve con
objetividad a los intereses generales y actúa según principios de
eficacia, jerarquía...y coordinación..." La idea gubernamental
de Cogobernanza es ajena al orden constituido: España es un Estado
unitario y descentralizado en autonomías regionales con delimitación
competencial respectiva, pero con prevalencia del Derecho estatal
sobre el autonómico (art. 149.3 CE), incluso con competencias
exclusivas de las autonomías, avalado por el Derecho comparado (EE.
UU, RFA siendo estados federales), porque el interés general
legítimo, atribuido al Estado, predomina sobre los intereses de las
partes.
Para más escarnio de los españoles, tres leyes, eludidas intencionalmente por el Gobierno, avalan la intervención directa del Estado ante situaciones graves que afecten a la vida, seguridad, libertad y bienes:
1. El Gobierno de la Nación podía decretar el Estado de Alarma, según el art. 116.2 CE y el art. 4 de la L.O. 4/1981 ante "situaciones causadas por alteraciones graves de la normalidad, como desastres, calamidades...siempre que estas situaciones no puedan ser afrontadas con las facultades ordinarias del gobierno".
2. El Gobierno, ante la magnitud y alcance de la calamidad por la Dana y por los incendios, pudo y no lo hizo aplicar la Ley 36/2015 de Seguridad Nacional que permite al presidente del Gobierno adoptar cuantas medidas protejan las libertades, derechos y bienes de los españoles (art. 15).
3. También podía, pero no asumió la responsabilidad de declarar "zona afectada gravemente por una emergencia nacional", según el art. 23 de la Ley 17/2015, del Sistema Nacional de Protección Civil por acuerdo del Consejo de ministros, la coordinación del Ministro del Interior con los delegados del gobierno y los órganos competentes de las Autonomías y Entes locales afectados.
El Gobierno y 'los otros'
Este es el modelo de las sociedades civilizadas en Estados descentralizados. Ante una calamidad pública el Estado actúa como un todo coordinado y eficiente. ¿Se imaginan la imagen de Sánchez, Marlaska y Robles codo con codo desde el primer minuto con Mazón, Rueda, Mañueco, Guardiola y Barbón (éste es de su cuerda, pero ni así porque la mayoría son los "otros")?.
La realidad es tozuda, miremos brevemente las principales calamidades habidas (me centro en las más recientes). Algunas como el apagón ha dejado de ser actual, la Dana costó vidas irrecuperables y sólo los afectados saben los costes de la reconstrucción, los incendios aún en activo han destruido vidas, casas y patrimonio natural. En todos hay responsabilidades por acción y omisión:
A. Red Eléctrica (REE) es una empresa privada con régimen especial que garantiza el control gubernamental, cuyo accionista mayoritario (20% del capital) es la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). El apagón eléctrico general, el 28 de abril de 2025, era evitable con una gestión profesional, pero primó el cálculo político: falló por un exceso de generación de fuentes no firmes (fotovoltaica y eólica) que desequilibró fatalmente el sistema y por la falta de generación de respaldo (gas, nuclear, etc.). Sólo en este caso, causado por el poder estatal, el gobierno decretó el nivel 3 de emergencia nacional para tomar el control integral de la crisis. Pero, ningún cargo ha asumido responsabilidades: nadie ha dimitido o ha sido cesado. Este es otro patrón de conducta del socialismo.
No se actuó con la debida coordinación de alerta, vigilancia y comunicación entre organismos del Estado, Autonomía y ciudadanos. No se actuó con la debida coordinación y eficacia en la atención a los damnificados ni en las medidas de salvamento y reparación.
B. El Gobierno nacional es doblemente responsable de la Dana de Valencia por no activar la ley Seguridad Nacional o la inhibición del Gobierno y del ministro del Interior al no subir la situación operativa al nivel 3 y declarar la “emergencia nacional. Pero sí activó la confrontación. Intencionadamente dejó sola a la autonomía y actuó por necesidad tarde, mal y sin coordinación. Eso no excluye la responsabilidad de la Autonomía en la prevención e ineficacia de la gestión de la crisis, causada en parte por la imprevisibilidad del efecto de la Dana. José Ángel Núñez, jefe de climatología de AEMET de la Comunidad Valenciana reconoce ahora errores en la gestión de la Dana "no sabía lo que iba a ocurrir el 29 de octubre en Valencia. No sabía que iban a caer 770 litros en Turís". No se actuó con la debida coordinación de alerta, vigilancia y comunicación entre organismos del Estado, Autonomía y ciudadanos. No se actuó con la debida coordinación y eficacia en la atención a los damnificados ni en las medidas de salvamento y reparación.
El gobierno de España falló estrepitosamente en la prevención: no se adoptaron de medidas que constaban en el Plan Hidrológico de 2001, eliminadas irresponsablemente por el gobierno de Zapatero en 2004. Incluían entre otras medidas en encauzamiento de barrancos, como el del Poyo y la construcción de una presa en Cheste de 8 Hm3 para evitar inundaciones en 16 municipios, ahora inundados. En 2021 la ministra Rivera desautorizó el drenaje y remodelación del cauce del barranco del Poyo, con la construcción de un azud para derivar parte del caudal a una red de acequias. Todas estas responsabilidades preventivas desatendidas presentan una relación causal mediata con los hechos. En los últimos 30 años se han suspendido 9 proyectos para evitar inundaciones en la Huerta Sur de Valencia.
Hágase la confrontación
C. El Estado en conjunto (Gobierno, regiones y ayuntamientos) son responsables de la prevención y acción coordinada y eficaz de los actuales devastadores incendios de Sexta generación en diversas regiones. Una vez iniciado un fuego su crecimiento es exponencial por unidad de tiempo transcurrido. La acción rápida y coordinada de todas las administraciones es crucial, porque estos incendios exigen todos los recursos disponibles de todas las administraciones. Si no se corta su desarrollo son casi inextinguibles con altas temperaturas y viento en amplias áreas con mucho "combustible" en el suelo (plantas secas, cultivos) y en vertical (bosques con árboles altos y bajo bosque enmarañado sin mantenimiento.
En esta calamidad pública, el Gobierno tampoco ha asumido la dirección de la crisis. Una vez más, el taimado Sánchez escurre el bulto, otra vez la inhibición de la coordinación del Gobierno: Sánchez aparece en avión cuando todo se ha consumido, muestra el careto y se va. Robles muestra la acción de la UME. Es lo normal, es su competencia, pero critica a las autonomías. Marlaska, igual. Sirven al propósito del 'número 1': hágase la confrontación, aunque perezca España.
Atrapados por la deuda
Fernando
Díaz Villanueva. Vozpópuli. 31
Agosto 2025
En los últimos años, varias de las economías más grandes del mundo han ido acumulando deudas públicas que superan el 100% de su PIB, un fenómeno sin precedentes, al menos en época de paz y con tipos de interés tan elevados. Los analistas han bautizado a este grupo de economías como el D-7. Lo integran Canadá, Francia, Italia, Japón, España, el Reino Unido y Estados Unidos. Japón está a la cabeza con una deuda del 250% de su PIB, seguido por Italia (140%), Estados Unidos (121%), Francia (112%), España (103%) y el Reino Unido (101%). Aunque otros países como Grecia tienen deudas similares, su menor tamaño reduce su impacto sobre la economía mundial en el caso de que se vayan al garete.
Como es bien sabido, el
endeudamiento se disparó durante la pandemia. En España alcanzó el
120% en 2020 y en otros países sucedió algo similar. Japón es un
caso particular. Lleva décadas con una deuda aparentemente
insostenible, pero el 90% está en manos de acreedores nacionales, su
ahorro interno es alto y la deuda se emite en yenes, lo que permite
al Banco de Japón controlar la política monetaria y, si es
necesario, emitir moneda para evitar un impago. Otros países del
D-7, sin embargo, dependen del mercado internacional de deuda, lo que
los hace mucho más vulnerables. La relación deuda neta/PIB, que
descuenta los activos financieros líquidos, ronda el 100% para la
mayoría, un nivel crítico en un entorno como el actual.
El principal riesgo es una devaluación, ya sea provocada por los especuladores o por los Gobiernos para reducirse carga de deuda. Como los países del D-7 emiten los títulos en sus propias monedas (euros, libras, dólares, etc.), pueden devaluarlas a placer generando inflación para disminuir el valor real de sus pasivos. Este mecanismo, conocido como devaluación competitiva, distribuye la carga de la deuda entre la toda población mediante inflación. Con eso eluden medidas impopulares como recortes de gasto o incrementos de impuestos. Hasta hace no tanto tiempo países como Italia, España y Francia devaluaban con frecuencia sus monedas. Por ejemplo, Italia devaluó la lira siete veces entre 1947 y 1995, España la peseta nueve veces entre 1959 y 1995, y Francia el franco en once ocasiones entre 1945 y 1987. El Reino Unido no quiso quedarse muy atrás: devaluó la libra esterlina en 1949, 1967, 1976 y 1992. La última vez aún se la recuerda, a aquella devaluación se la conoce como el “miércoles negro”, la libra se depreció un 15% frente al marco y tuvo que salir temporalmente del Sistema Monetario Europeo.
La especulación puede derribar a
una divisa como ocurrió en 1992 con la libra o con el baht tailandés
unos años más tarde. Si los mercados perciben que un país no puede
pagar su deuda o planea devaluar, venden todo lo que tienen
denominado en esa divisa. Eso dispara los tipos de interés y
complica la refinanciación. Una devaluación en un país del D-7
podría propagarse rápidamente como ocurrió en 1967 cuando la
devaluación británica llevó a España, Portugal e Irlanda a
devaluar para proteger sus exportaciones. Si EEUU devaluara el dólar,
países como Canadá, México o China irían detrás. Este efecto
dominó se amplifica porque los inversores reevalúan los riesgos de
activos similares. Los bancos centrales poseen, además, reservas en
monedas de otros bancos centrales, por lo que una devaluación reduce
su valor haciéndoles mucho más difícil defenderse.
Las crisis asiática del 97 la y rusa del 98 demuestran cómo las devaluaciones en cadena pueden colapsar mercados enteros. En Asia, los inversores vendieron las monedas locales provocando devaluaciones en cadena. En Rusia incluso se llegó al default. Estas crisis hundieron fondos gigantescos como Long Term Capital Management, por lo que es fácil imaginar que si algo similar sucediese con cualquier divisa del G-7 tendría consecuencias peores. En la eurozona hay un problema añadido. No existe nada parecido a un Gobierno. Si el BCE o la Comisión propusiesen devaluar el euro muchos se opondrían ya que países como Alemania, con economías más sólidas, no quieren asumir el brote inflacionario que vendría después. Esto obligaría a los países más endeudados como Francia, Italia o España a pedir rescates multimillonarios.
Los mercados ya muestran señales preocupantes. Los rendimientos de los bonos del D-7 no han hecho más que subir. Los inversores llevan un tiempo desviando capital hacia bonos corporativos o refugios seguros como el oro, cuyo precio se ha duplicado desde 2022, alcanzando los 3.300 dólares por onza; o el bitcóin, que casi ha triplicado su valor. El franco suizo y el euro, respaldado por economías como Alemania, también se consideran refugios.
Devaluación en cadena
El FMI ya ha advertido que los aranceles y el menor crecimiento económico incrementarán la presión sobre los presupuestos del D-7. Sin margen para subir impuestos o endeudarse más y como no quieren enfrentarse a recortes de gasto público, la devaluación parece una salida. Eso sí, empobrecería a la población y podría arrastrar a otros países. En el Reino Unido, por ejemplo, el gobierno de Keir Starmer tiene serios problemas económicos pero carece de recursos. Una devaluación como la del 92 podría desencadenar una reacción en cadena en la eurozona. En última instancia, si los mercados obligan a los gobiernos a actuar, en las economías del D-7 podría desatarse una crisis de proporciones históricas.
******************* Sección "bilingüe" ***********************
La
última del separatismo: más de medio millón de euros en IA para
blindar el vasco en la sanidad
Pradales impone esta
medida compensatoria tras verse obligado a rebajar las exigencias
lingüísticas debido a la escasez de profesionales.
Antonio J.
Moleón. libertad digital. 31
Agosto 2025
El Gobierno vasco liderado por Imanol Pradales y Osakidetza -sistema de salud vasco- han puesto en marcha Itzulbide, un traductor neuronal de textos clínicos que utiliza inteligencia artificial y que permitirá a los sanitarios redactar en euskera los informes médicos, aunque el paciente hable en español.
Según explicó el Ejecutivo de Imanol Pradales, el objetivo es "facilitar el trabajo del personal sanitario cuando las consultas médicas se desarrollan en euskera" y "garantizar los derechos lingüísticos de pacientes y profesionales". Con esta herramienta, un médico puede introducir en la Historia Clínica información en euskera y otro profesional podrá traducirla al español con un solo clic.
La medida, que se enmarca en el Pacto Vasco de Salud y en el III Plan de Normalización del Euskera de Osakidetza (2022-2028), busca incentivar que los informes se emitan en euskera. Hasta ahora, lo habitual era que, aunque la atención se realizase en esta lengua, la transcripción quedara en español para evitar problemas de comprensión.
El 72% prefiere ser atendido en español
El Gobierno vasco justifica este gasto alegando que "cada vez hay una mayor demanda en relación al uso del euskera en la Historia Clínica". Sin embargo, los datos oficiales indican que Pradales y su Ejecutivo mienten: el 72,4% de los vascos prefiere ser atendido en español en la sanidad pública, y sólo un 16% solicita hacerlo en vasco. Dicho de otro modo: mientras el separatismo vasco no deja de intentar adoctrinar y meter el euskera con calzador, cada vez son más los vascos que utilizan el español.
El desarrollo de Itzulbide ha corrido a cargo de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y de la Fundación Elhuyar. Más de 200 sanitarios han colaborado en la creación del corpus lingüístico bilingüe con el que se entrenó el motor de traducción.
El proyecto se puso en marcha en 2021 y, entre contratos y actualizaciones, ya supera el medio millón de euros en gasto público: 360.000 euros iniciales más varias adjudicaciones posteriores (179.000 € a la UPV en 2023, 110.800 euros a la empresa Eleka Ingeniaritza Linguistikoa y 13.500 euros más en 2025 para mantenimiento). En total, el gasto asciende hasta los 663.300 euros.
El Ejecutivo vasco quiere que la herramienta esté desplegada en toda la red de la sanidad vasca antes de que termine el año, en un momento en el que la sanidad vasca arrastra una seria escasez de médicos que ya ha obligado a rebajar las exigencias lingüísticas para poder contratar profesionales.
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