Recortes de Prensa Lunes 1 Septiembre 2025
Ucrania minimiza los avances rusos
en la ofensiva de verano y la da por concluida
El
Estado Mayor ucraniano asegura que el Ejército del Kremlin no ha
logrado hacerse con el control de ninguna ciudad importante en los
últimos meses
Andrea Polidura. el debate. 1
Septiembre 2025
Con la llegada de septiembre, el Estado Mayor de la Defensa de Ucrania ha hecho balance de los últimos meses y de los avances rusos en el campo de batalla durante su denominada ofensiva de verano. Mientras que en el plano diplomático no se ha logrado ningún avance significativo para poner fin a la invasión rusa, para Kiev, aunque Rusia ha avanzado y controlado nuevos territorios, esta última campaña rusa «acabó prácticamente en nada».
De esta forma, Kiev desmiente las declaraciones de este sábado del jefe del Estado Mayor ruso, Valery Gerasimov, quien aseveró que, desde marzo, Rusia había logrado hacerse con «más de 3.500 kilómetros cuadrados» de territorio en Ucrania y tomado el control de 149 aldeas. «A pesar de las afirmaciones de Gerasimov, las fuerzas rusas no han logrado el control total de ninguna ciudad importante», rebatió el Ejército ucraniano, que añadió que «las cifras presentadas por los ocupantes sobre los territorios y asentamientos capturados son extremadamente exageradas».
Así, Ucrania enfatizó que, desde principios de año, Rusia ha perdido casi 210.000 soldados, entre muertos y heridos, en combates en las regiones de Lugansk, Donetsk y Járkov. Actualmente, las tropas del país invadido se centran principalmente en repeler los avances rusos sobre la región de Sumi (norte), donde ya aseguran haber liberado las aldeas de Kindrativka y Andriivka. «El informe final del general Gerasimov es un ejemplo típico de las agresivas mentiras y la arrogancia del Kremlin», resumió el Estado Mayor ucraniano.
Aunque es cierto que los últimos avances rusos sobre Ucrania han sido lentos y costosos en sangre, también han sido constantes, sobre todo en el este y el sur del país invadido. Sin ir más lejos, el pasado martes, Kiev reconoció por primera vez que tropas enemigas habían entrado en la región clave de Dnipropetrovsk, llegando a atacar la capital regional, Dnipró. Antes de la guerra, este óblast tenía una población de más de tres millones de habitantes y era el segundo centro de industria pesada más importante de Ucrania después del Donbás, conformado por las regiones de Donetsk y Lugansk, que ahora Rusia controla casi en su totalidad.
Con todo, desde el mes de mayo hasta finales de agosto, el Ejército del Kremlin habría logrado avanzar unos 1.900 km², según estimaciones del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés). El Ministerio de Defensa ruso asegura que sus tropas se adentraron entre 600 y 700 km² por mes, mientras que el ISW reporta que este agosto el avance fue menor. Pero la invasión rusa de Ucrania no se puede medir únicamente en kilómetros conquistados: Moscú también ha redoblado sus ataques aéreos contra las principales ciudades del país.
El pasado jueves, un ataque aéreo masivo ruso contra la capital, Kiev, acabó con la vida de al menos 23 civiles, entre ellos cuatro menores. Aunque Ucrania trata de minimizar el alcance de la ofensiva rusa de verano, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha advertido sobre una nueva arremetida del invasor de cara al otoño, que tendría como principal objetivo hacerse con el control de la ciudad de Pokrovsk, clave para el suministro y la comunicación de las tropas ucranianas en el óblast de Donetsk.
«La concentración de tropas en la región alcanza los 100.000 soldados, según los datos que tenemos esta mañana», alertó Zelenski este sábado durante una rueda de prensa. En las últimas semanas, los alrededores de esta urbe se han convertido en el epicentro de los combates, sin que los rusos hayan logrado aún adentrarse en la misma. Además, el mandatario ucraniano anunció que su Ejército ya está planeando «nuevos ataques profundos» contra Rusia.
Con la llegada del otoño y, sobre todo, del invierno, la capacidad de lograr avances en el campo de batalla disminuye: las temperaturas extremas, las nevadas y los campos helados impiden el movimiento de las tropas, por lo que este tiempo, antes de que las temperaturas se desplomen, se presenta clave tanto para Rusia como para Ucrania a la hora de llegar a la mesa de negociaciones con las mejores cartas.
Las
'fantasías profundas' de Putin que le llevaron a la guerra
Xavier
Colás. Tallín. el mundo. 1
Septiembre 2025
Cuando lanzó la invasión en 2022, Vladimir Putin dio un discurso en la televisión rusa declarando que su objetivo era "desmilitarizar y desnazificar" Ucrania. Se refería a convertir a Ucrania en otra Bielorrusia: con una identidad débil, un ejército controlable y un gobierno subalterno e impopular. Más de tres años de guerra han causado problemas a Rusia, pero el problema de Putin sigue siendo Ucrania, no la guerra. Por eso, tras el encuentro con Donald Trump en Alaska, afirmó que su mayor preocupación no es cómo poner fin a tres años y medio de derramamiento de sangre. Más bien, se trataba de lo que denominó la "situación en torno a Ucrania", reclamando que "se restablezca un equilibrio justo en la esfera de la seguridad en Europa y en el mundo en su conjunto".
Sólo afrontando todo esto se eliminarían lo que Putin llama una y otra vez "las causas profundas de la crisis" en Ucrania. La causa de esa percepción es la pérdida de estatus de Rusia tras el fin de la URSS. La solución es recuperar de alguna manera la hegemonía de Moscú sobre Europa Central, liquidada en favor de múltiples democracias, pero -según su visión- recuperable volviendo a proyectar allí una zona tapón y un mercado cautivo. De nuevo mediante el uso de la fuerza, o a través de un nuevo pacto bajo amenaza de una nueva escalada.
Aunque la propaganda rusa en otros idiomas habla de negociación con Moscú y de evitar el rearme europeo, su propaganda en ruso convoca a los ciudadanos a una guerra sagrada que, mediante el borrado de Ucrania, promete la liquidación de los agravios del pasado. Su guerra de conquista es el negativo de la foto del exterminio nazi de los judíos: coincidente, pero invertido. Hitler se propuso la aniquilación del pueblo judío aprovechando que no tenían un Estado; Putin prepara la aniquilación del Estado ucraniano bajo el pretexto de que no son un pueblo.
Las razones por las que estas ideas, contrarias a los mapas y los libros de historia, se han asentado en su cabeza están en cómo Vladimir Vladimirovich ha ido construyendo su visión del mundo, desde sus primeras experiencias como adulto y espía hasta su irrupción y consagración en el Kremlin, donde sus visiones fueron cada vez menos matizadas por el círculo de sicofantes que lo rodea.
EL NIÑO DE BREZHNEV
Putin fue un niño, adolescente y hombre con Leonid Brezhnev en el poder, el líder soviético que impuso la idea de soberanía limitada a los países de Europa Central, ensayada primero en 1956 en Hungría y sobre todo en 1968 reprimiendo la Primavera de Praga. Esa dosis de disciplina sólo es posible a través de dictaduras subyugadas, y esa es ahora la aventura en la que Putin está inmerso.
Sus primeras lecturas sobre Ucrania no son históricas, sino ficción: novelas de espías promovidas por el KGB de entonces, que buscaba volver a ser popular llevándolas al cine. En esas novelas aparecen los nazis ucranianos y los agentes soviéticos salvando al país en solitario. Sus ideas sobre Ucrania y el papel de los nazis en la Segunda Guerra Mundial vienen de allí, no del relato histórico. Pero como dice el teórico del eurasianismo ruso, Aleksandr Dugin, "la posmodernidad muestra que toda supuesta verdad es cuestión de creer".
EL HOMBRE DEL KGB
Maravillado por "cómo un hombre puede cambiar el curso de la historia", Putin entra en el KGB en 1975: primero en contrainteligencia y después en vigilancia del extranjero próximo, en su caso la República Democrática Alemana. El objetivo era evitar que nada se moviera en casa y, después, promover dinámicas en el exterior. Por eso, en la mente de Putin la voluntad de cambio en Rusia es fruto de injerencia extranjera, y el rumbo de Ucrania se puede cambiar mediante una injerencia -cada vez más violenta- de Rusia.
"Sus años en el KGB profundizaron su hostilidad hacia Occidente y hacia cualquier intento de soberanía popular o liberación nacional", señala Antón Shejovstov, profesor visitante en la Central European University. La operación militar especial que lanza en Ucrania en 2022, sin consultar con casi nadie, es hija de ese ‘micromanagement’ de fantasía, inspirado en cómo un hombre puede cambiar la historia él sólo, actuando en el momento adecuado pillando a todos desprevenidos.
EL POLÍTICO EN APUROS
Los temores de Putin sobre la evolución política en sus contornos están bien fundados. "Durante un tiempo Europa del Este fue vista por los soviéticos como un tapón, pero a largo plazo demostró ser una puerta de entrada que no protegió a la URSS de las influencias extranjeras", explica Jakob Mikanowski, autor del ensayo ‘Goodbye Eastern Europe’.
Destinado en la República Democrática de Alemania, Putin vivió un escenario parecido al ucraniano de los 2000: un país bajo la órbita de Moscú, pero con algo más de apertura, que se separaba cada vez más hasta motivar la ruptura y contribuir a la caída del régimen soviético. Su intervención en Ucrania en 2014 intentó reparar ese momento, esquivar esta vez esa piedra.
Cuando Putin asiste en 1989, en su garita de Dresde, a los tumultos tras la caída del muro, Moscú no reacciona y él se ve obligado a volver a la URSS, que se derrumba. Putin prueba suerte en política y se convierte en vicealcalde de San Petersburgo, pero su jefe pierde las elecciones. Desde entonces, Putin es escéptico respecto a la competición electoral abierta y recurrente, y como presidente ve con irritación la continua rotación de líderes en Ucrania, que impide hacer tratos y forjar clientelas y alianzas contra la UE.
EL PRESIDENTE PEQUEÑO
Cuando Putin llega al Kremlin, es desafiado por el extremismo del Cáucaso y reacciona cancelando las elecciones regionales dentro de Rusia. Pero las elecciones en otros países de la vieja URSS (que en su cabeza también son comicios regionales) no las puede cancelar. Y Putin pierde esas elecciones: Georgia, en 2003; Ucrania, en 2004. Una de las "causas del conflicto" es que la dictablanda que enarbola en Rusia funciona cada vez menos en el extrarradio.
Putin preside el país más grande del mundo, que, sin embargo, nunca había sido tan pequeño. Llega como un presidente joven, paga las deudas y cabalga el alza de hidrocarburos. El resquemor de Putin con la OTAN es impostado, pues empieza a mostrarse no cuando ingresan naciones europeas, sino cuando empieza a tener dinero para plantear desafíos. La injerencia en Ucrania en 2014 es sólo una continuación del experimento de 2008 en Georgia.
La victoria del pueblo sobre el partido es, para el chekista Putin, una humillación. El trabajo del KGB es que el poder pueda más que el pueblo. Ucrania simboliza ese fracaso, que hay que enderezar.
EL PRESIDENTE VIEJO
Con su regreso al Kremlin en 2012, Putin se topa con manifestaciones en su contra por primera vez, de las cuales -igual que del giro europeo de Ucrania- culpa a Estados Unidos. De pronto, Putin en 2013 es impopular, pero consigue recuperar sus buenas cifras con la invasión limpia de Crimea en 2014. Incluso en sectores descontentos con él resultó, a partir de entonces, fuera de lugar promover la idea de devolver Crimea a Ucrania. Crimea es la criptonita que impide a los liberales conectar con la gente. En 2021 el efecto Crimea se ha evaporado; por eso piensa en un plan similar, pero más ambicioso: tomar Ucrania y desafiar a Europa.
Durante el Covid, Putin permanece aislado, visitado por un par de amigos nacionalistas. Leyendo y escribiendo junto a ellos se va radicalizando todavía más sobre Ucrania y contra Occidente, aburrido de las tareas de gobierno, mientras la idea de la muerte pasa a estar más presente por culpa de la pandemia y el paso del tiempo. Y concibe la reconquista como una manera de prolongar su régimen en medio de las amenazas del descontento, los límites constitucionales y sobre todo la vejez.
Antón Shejovtsov es uno de los autores que más ha escrito sobre las razones de Putin. La atea URSS no podía vender una vida después de la muerte, pero tras la Segunda Guerra Mundial se presenta una eternidad colectiva, que se alcanza contribuyendo a la gloria del Estado eterno. "El trauma de Dresde en 1989 y el colapso del poder soviético parecen haber llevado el prejuicio antioccidental de Putin a un nuevo nivel, destrozando la armadura psicológica que lo había protegido del miedo a la muerte con la promesa de sobrevivir mediante la permanencia del Estado soviético". De esta manera, "para Putin la eliminación de Ucrania representa una forma de fortalecer a Rusia y, por extensión, de reforzar la ilusión de su propia permanencia". A medida que se hacía más poderoso como presidente de Rusia -y se acercaba a la muerte física-, Putin vio cada vez más la victoria de Occidente en la Guerra Fría, junto con la existencia del proyecto nacional ucraniano, como rupturas históricas que podían revertirse mediante la guerra, reclamando la promesa de su inmortalidad simbólica.
Una parte central del esfuerzo de Putin por reformular el orden posterior a la Guerra Fría ha sido su intento de debilitar o destruir la relación transatlántica creada después de la Segunda Guerra Mundial y ampliada desde 1991 con la admisión a la OTAN de naciones de Europa Central. Según esta lógica, incluso la primera ronda de ampliación de la Alianza Atlántica en 1999, que incorporó a Polonia, la República Checa y Hungría, debería considerarse la causa de la actual guerra desatada por Rusia contra Ucrania. Putin ni siquiera estaba en el poder, pero se presenta como un líder al que se le ha acabado la paciencia.
Al acercarse a los 70 y toparse con los límites constitucionales a su mandato -mientras todos sus enemigos son mucho más jóvenes que él-, su decrepitud le hizo desconfiar de las naciones o personas que pueden ser más poderosas en 10 años, cuando su vigor se apague. Por eso intentó destruir Ucrania y mató a Alexei Navalny: antes de que ellos sean algo más fuertes y él sea algo más débil.
Macron
y Merz pedirán a Trump que imponga sanciones si Putin no se sienta
con Zelenski
Si se constata la semana próxima que el
mandatario ruso no se aviene a negociar con el presidente de Ucrania,
París y Berlín pedirán "sanciones primarias y secundarias"
para obligar al dirigente ruso a sentarse a negociar un acuerdo de
paz
Carmen Valero. Berlín. el mundo. 1
Septiembre 2025
El canciller Friedrich Merz y el presidente Emmanuel Macron quieren escribir un "nuevo capítulo" en la colaboración francoalemana con la puesta en mancha de hasta 20 proyectos estratégicos que beneficiaran a ambos Estados y por ende a la independencia de la Unión Europea. "El motor franco-alemán vuelve a funcionar para crear una Europa más fuerte en los ámbitos de la economía, el comercio, la moneda y la energía", afirmó Merz como resumen del consejo de ministros conjunto celebrado este viernes en Toulon, Francia. Macron se expresó en términos similares. "Cuando Francia y Alemania deciden avanzar juntas, cambia el ritmo de toda Europa. En Toulon no solo se reafirma nuestra amistad. Se alcanza un hito europeo".
Ambos quieren llegar a un trato equitativo sobre fuentes de energía con bajas emisiones, incluida la energía nuclear y ante los continuos ataques rusos, asegurar que Ucrania cuenta con más ayuda en defensa aérea, que el cerco a Rusia se estrecha y se hace más impermeable, que Kiev dicta los términos de la paz. "A pesar de los intensos esfuerzos diplomáticos internacionales, Rusia no muestra ninguna disposición a poner fin a su guerra de agresión contra Ucrania», se afirma en una declaración conjunta. Por ello, además de reforzar la ayuda militar, se está considerando endurecer las sanciones para ejercer "la máxima presión" sobre Rusia con el fin de que acabe con la guerra contra Ucrania. Francia y Alemania abogarán por ello en el G7 y en la UE. Las sanciones también deberían dirigirse contra empresas de terceros países que apoyan la guerra de Rusia contra Ucrania. "Estamos dispuestos, junto con Estados Unidos, a obligar a Rusia a volver a la mesa de negociaciones", afirmó Macron. Merz y Macron tienen previsto pedirle este fin de semana a Donald Trump que imponga sanciones a Rusia si Vladímir Putin no acepta sentarse a negociar con Volodimir Zelenski, como se había comprometido a hacer ante el presidente estadounidense, según éste mismo. Macron subrayó si Putin no cumple de aquí al lunes ese compromiso, querrá decir que "una vez más" habrá engañado a Trump", un comentario que anima y no sutilmente al estadounidense a actuar. "Eso no puede quedar sin respuesta", insistió.
Francia y Alemania también garantizan la seguridad de Ucrania, aunque por el momento se limitan a apoyar a las fuerzas armadas ucranianas. La declaración conjunta no menciona el envío de tropas terrestres en caso de alto el fuego o acuerdo de paz. No obstante, el presidente francés ya ha anunciado nuevas consultas en los próximos días de la coalición de países dispuestos a apoyar a Ucrania, en las que también se tratará el tema del envío de tropas.
El "motor europeo" efectivamente parce estar mejor engrasado desde la llegada del líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) al Gobierno de Berlín. Con el socialdemócrata Olaf Scholz nunca hubo química. Su carácter pausado y taciturno chocaba con el activismo de Macron. Merz es halcón y en los escasos cuatro meses que lleva en la Cancillería ha demostrado que quiere surcar todos los cielos. Ha encontrado con Macron puntos de convergencia como el "rearme económico" de la UE, el refuerzo de la competitividad del continente, las inversiones en inteligencia artificial o en el espacio y el apoyo incondicional a Ucrania. "El maltrato del presidente estadounidense Donald Trump a sus aliados europeos ha provocado decepción hacia Estados Unidos en forma de acercamiento intra europeo", añade Hélène Miard-Delacroix, especialista en relaciones francoalemanas en La Sorbona.
La reunión de los dos gobiernos líderes de la UE fue sin embargo disruptiva, y mucho, en Francia creen que Macron debería haberla pospuesto, al menos hasta después de la cuestión de confianza a la que se someterá el primer ministro François Bayrou, el próximo día 8 y la previsión es que la pierda. Eso sígnica que lo pactado hoy por ambos gobiernos en Toulon pesa menos que una brisa en el Mediterráneo.
Los halagos que Macron y Merz se profirieron en su comparecencia ante la prensa, las referencias al compromiso histórico que Francia y Alemania sellaron al término de la II Guerra Mundial y la vocación de guiar la UE y eso incluye a los 25 socios restantes, sonaron en estas circunstancias algo grandilocuentes. La inquebrantable amistad francoalemana es un matrimonio de conveniencia y en el eje una turbina de intereses.
El "espíritu de Toulon" ha sido selectivo y en pro del éxito de la reunión ha pasado por alto asuntos relevante para terceros. Uno se refiere al acuerdo con Mercosur. Francia sigue reclamando la negociación de un protocolo adicional a fin de proteger los intereses de los agricultores y Alemania, preocupada por los intereses comerciales de sus industriales, pide aplicación inmediata, sin reabrir las negociaciones.
Otro es el sistema de combate aéreo futuro (SCAF o FCAS, según el acrónimo inglés), desarrollado a ambos lados del Rin en cooperación con España. El inicio de la producción del avión de combate FCAS está previsto para 2040 y tiene como objetivo reducir la dependencia de Europa de los aviones de combate estadounidenses. El desarrollo de este avión, diseñado para operar junto con drones, está bloqueado por la lucha de poder que mantienen las industrias. Berlín culpa a la francesa Dassault Aviation de paralizar la siguiente fase del desarrollo del programa FCAS, cuyo coste se estima en más de 100.000 millones de euros al exigir el liderazgo exclusivo del proyecto. Airbus e Indra también participan en el plan para empezar a sustituir los Rafale franceses y los Eurofighters alemanes y españoles por un avión de combate de sexta generación a partir de 2040. Existía la esperanza en que el asunto se tratara en Toulon, pero Merz prefijó dejar la decisión sobre el mismo para finales de año.
No son las únicas discrepancias. Aunque Merz y Macron se esfuercen en mostrar unidad, por ejemplo, en un viaje conjunto a Kiev o, recientemente, a Moldavia, no se han producido avances concretos en otros temas conflictivos entre Alemania y Francia. París aboga por una deuda europea común para fortalecer la industria armamentística, mientras que Berlín lo rechaza. Francia quiere seguir utilizando y ampliando la energía nuclear, mientras que Alemania ha completado su abandono. Sintonía cero en las recientes negociaciones con Estados Unidos sobre aranceles. Frente a un Merz que no dudó en aplaudir los aranceles del 15 % negociados con Washington, un Macron crítico con la debilidad del enfoque negociador de la Comisión Europea.
La agenda para tratar en Toulon era larga, pero desde la víspera, la pregunta que se hacían los analistas en el canal de noticias France 24 era la misma: "¿Puede hablarse y ser tratado con seriedad desde la interinidad?, porque eso es lo que ha hecho el primer ministro previo al encuentro con los alemanes, poner fecha de caducidad al Gobierno. Prácticamente está desautorizados. Si a eso se su suma la situación económica y financiera en uno y otro país, el desequilibrio entre París y Berlín es enorme. ¿Cómo van a hablar de igual a igual? Aquí hay una verdadera desconexión. Es un desastre".
La nueva crisis política en París, con la probable caída del Gobierno Bayrou por su plan de ahorro presupuestario de 44.000 millones de euros, complica efectivamente la situación para Macron. "Partimos con una pequeña losa en comparación con los alemanes. Ellos tienen una deuda del 60% del PIB. Nosotros tenemos una del 113%", lamenta una ministra francesa.
Según las previsiones del Observatorio Francés de Coyuntura Económica (OFCE), la incertidumbre ya habría reducido el crecimiento en 0,3 puntos porcentuales en 2025, pasando del 1% al 0,7%. Mientras que el coste de los préstamos de Francia ha aumentado en los mercados desde el anuncio de la moción de confianza por Bayrou, "algunos comienzan a temer que Francia se convierta en un factor de desestabilización para la economía europea», señala Thierry Chopin, profesor en el Colegio de Europa.
Desde Alemania se observa pues con preocupación la situación presupuestaria de Francia, que, además coincide con una caída del entusiasmo que antes provocaba Macron en este país. "Hay un pequeño fondo de desconfianza" hacia un presidente debilitado y ya final de su mandato, señala Miard-Delacroix. Merz tampoco despierta admiración entre los suyos Solo el 26% de los alemanes está satisfecho con la labor realizada y eso incluye acorralar a la ultraderecha que, de ir a elecciones, podría hacerse con el Gobierno de Francia. En Alemania, Alternativa para Alemania (AfD) ya ha igualado en intención de voto a la CDU. Ambos cuentan con una intención de voto del 25%.
TODOS
LO QUE DEMUESTRA QUE ESTA VEZ SÍ, EL SOCIALISTA ESTÁ EN LA CASILLA
DE SALIDA
Todo lo que debes saber si te incorporas al
trabajo este 1 de septiembre: un verano negro para Sánchez
El
mes de agosto ha dejado al marido de Begoña más debilitado que
nunca, con un PSOE cercado por la corrupción y el rechazo, y una
oposición al acecho
José Pablo González. periodista digital.
1 Septiembre
2025
Si alguien pensaba que agosto sería un mes de respiro para la política española, se equivocó de pleno.
Mientras el común de los mortales apuraba el tinto de verano en la playa, en el Palacio de la Moncloa los teléfonos no dejaban de sonar.
Pedro Sánchez, lejos de disfrutar de una tregua estival, ha vivido unas semanas marcadas por escándalos, dimisiones y una sensación creciente de descomposición interna en el Gobierno.
Este 1 de septiembre de 2025 la vuelta al trabajo viene acompañada de un ambiente político irrespirable.
El PSOE ha estado en el ojo del huracán tras la cascada de revelaciones sobre corrupción, la gestión de crisis internas y la incapacidad de Sánchez para frenar la sangría de apoyos. Todo ello, aderezado por una oposición que huele la sangre y se prepara para la ofensiva de otoño.
El efecto dominó: dimisiones, escándalos y crisis de reputación
Como si de una maldición veraniega se tratase, la renuncia inicial de Santos Cerdán y su llegada a prisión no fue la única nota negativa para los socialistas. En plena crisis interna, una nueva tormenta sacudió la sede de la calle Ferraz: Francisco Salazar, recién ascendido en la ejecutiva del partido, se vio obligado a dimitir tras ser acusado de acoso sexual por una compañera. Las acusaciones, que incluyen comentarios obscenos y proposiciones inapropiadas, han dejado en evidencia la falta de control y prevención dentro del partido, en un momento en que la imagen pública del PSOE está más deteriorada que nunca.
El propio Sánchez, que pretendía utilizar el verano para relanzar su proyecto político con una remodelación de su equipo, se vio eclipsado por el escándalo. Su discurso, retrasado y carente de soluciones concretas, fue interpretado como un signo de debilidad y desconexión con la realidad del país.
La oposición toma impulso: el PP y la estrategia del desgaste
Mientras el PSOE lidia con sus propios fantasmas, el Partido Popular ha aprovechado el descontento social para intensificar su ofensiva. Alberto Núñez Feijóo ha endurecido su discurso, tildando al Gobierno de Sánchez de “fallido” y prometiendo una regeneración institucional en caso de llegar al poder. Feijóo ha insistido en que el Ejecutivo ha manchado el buen nombre de la política y ha prometido derogar leyes que, en su opinión, fomentan la división y el sectarismo.
El PP no ha dudado en explotar cada crisis que ha sacudido al Gobierno, desde la gestión de los incendios hasta la polémica contratación de la multinacional china Huawei, un contrato valorado en 12,3 millones de euros que, según la oposición, plantea serias dudas sobre la seguridad nacional y la transparencia del Ejecutivo. Aunque de momento no hay procedimientos judiciales abiertos, la cuestión ha servido de munición para desgastar la imagen de Sánchez y de su equipo.
Un verano de rechazo social y desafección
La popularidad de Pedro Sánchez ha alcanzado mínimos históricos. Según los últimos sondeos, la brecha de rechazo social hacia el presidente supera el 47%, una cifra que multiplica por tres y medio la que registra, por ejemplo, Donald Trump en Estados Unidos. Esta desafección se refleja en la calle, donde la sensación de hartazgo y desconfianza en las instituciones es cada vez más pronunciada. Hasta a Lanzarote le ha perseguido al Presidente el odio de buena parte de la ciudadanía.
El papel de la familia presidencial: cuando lo privado se hace público
No han faltado tampoco las polémicas relacionadas con el entorno personal de Sánchez. Las investigaciones y querellas que afectan a su esposa, Begoña Gómez, y a su hermano David han contribuido a agravar la percepción de que en el núcleo del poder socialista las fronteras entre lo público y lo privado están peligrosamente desdibujadas. Aunque muchas de estas acusaciones no han desembocado en condenas, el daño reputacional ya está hecho. Para más, se confirmó el quinto delito imputado a Begoña.
La respuesta de Sánchez, marcada por la huida y el silencio durante varios días en primavera, ha dejado la impresión de un líder superado por las circunstancias y más preocupado por su futuro personal que por la gobernabilidad del país.
El eterno retorno de la crisis institucional
La crisis del PSOE no es solo una cuestión de nombres y escándalos. En el trasfondo late una crisis institucional más profunda. El debate sobre la “regeneración democrática” se ha convertido en un arma arrojadiza, mientras el Gobierno es acusado de censura y de atacar a jueces, periodistas y medios críticos. Las alianzas parlamentarias de Sánchez, especialmente con formaciones nacionalistas e independentistas, han alimentado la percepción de que el presidente está dispuesto a cualquier pacto para aferrarse al poder, incluso a costa de ceder recursos y competencias clave.
Este escenario ha reavivado el discurso sobre la necesidad de adelantar elecciones, una hipótesis que gana enteros entre analistas y sectores del propio PSOE. La mayoría coincide en que, si no logra encontrar una salida convincente a la crisis, Sánchez tendrá difícil evitar un adelanto electoral.
Un país en vilo: economía, migración y crisis autonómicas
La inestabilidad política ha tenido su reflejo en la gestión de problemas reales que afectan a la ciudadanía. La crisis migratoria, con episodios de tensión en comunidades como Baleares y Andalucía, ha puesto en entredicho la capacidad del Gobierno para coordinar una respuesta eficaz. Los incendios forestales, que han arrasado miles de hectáreas, han evidenciado la falta de previsión y la descoordinación entre administraciones.
En paralelo, la economía sigue dando señales de fatiga. Aunque los indicadores macroeconómicos resisten, la sensación en la calle es de precariedad e incertidumbre. El Gobierno, más pendiente de apagar fuegos internos, no ha logrado transmitir confianza ni articular una hoja de ruta clara para el futuro inmediato.
Claves de agosto: lo que no te puedes perder si vuelves ahora al trabajo
Para quienes se reincorporan hoy a la rutina tras unas merecidas vacaciones, estas son las claves imprescindibles para entender el terremoto político de agosto:
Dimisión de Santos Cerdán: la investigación por corrupción deja tocado al PSOE y a Pedro Sánchez.
Escándalo de acoso sexual en la ejecutiva socialista: el caso Salazar agudiza la crisis de reputación del partido.
Rechazo social récord a Sánchez: el presidente encabeza las encuestas de desconfianza.
Ofensiva del PP: Feijóo intensifica la presión y promete derogar las leyes más polémicas del sanchismo.
Polémica por el contrato con Huawei: dudas sobre la seguridad y la transparencia en la gestión gubernamental.
Crisis migratoria y gestión de incendios: la falta de coordinación y previsión pasa factura al Ejecutivo.
Presiones para el adelanto electoral: crece el clamor por una salida a la crisis institucional.
Curiosidades y datos para la pausa del café
El número de menciones negativas de Pedro Sánchez en redes sociales durante agosto ha superado a las de cualquier otro dirigente europeo, según los principales medidores de tendencia.
La dimisión de Cerdán es la primera de un secretario de Organización del PSOE en pleno mes de agosto desde la restauración democrática.
En algunos medios, se ha bromeado con que Sánchez ha batido el récord de “días escondido” durante una crisis, superando incluso a Mariano Rajoy en la era Bárcenas.
El contrato con Huawei ha provocado incluso memes en los que Moncloa aparece custodiada por dragones chinos.
La tasa de rechazo social al presidente ha sido motivo de tertulias hasta en las emisoras deportivas, donde algunos locutores han sugerido que “ni el VAR podría salvarle este mes”.
A la espera de lo que depare septiembre, los pasillos del Congreso se preparan para un otoño caliente. Y, como diría algún veterano diputado, si agosto fue tormentoso, lo que viene promete ser de órdago.
La demolición del Estado
Fernando
de Rosa. esdiario. 1
Septiembre 2025
En estos últimos siete años estamos presenciando cono se va demoliendo el Estado motivado por la necesidad de mantenerse en el poder de este nuevo socialismo que ha ido mutando a un simple consorcio de intereses personales de Pedro Sánchez y de su núcleo duro.
Hemos visto cómo era de estricta necesidad, para sus intereses, alcanzar el poder en 2018 y para ello Sánchez utilizó a sus camaradas más fieles como eran Cerdán para tejer alianzas y Ábalos para defender su acceso al poder en el pleno de la moción de censura. Evidentemente la utilización del argumento de la presunta corrupción del Gobierno de Rajoy como método de blanqueamiento de la corrupción propia fue todo un “artificio” que ya ponía de manifiesto los mimbres de la trama que se organizó para alcanzar el poder.
Pero esta trama de corrupción en ningún momento obtuvo, a través de las urnas, suficientes votos para poder gobernar en solitario; por eso ha tenido que ir pactando con fuerzas disgregadoras para mantenerse en el poder y lograr sus propósitos personales y políticos. Sin dudar ni un solo momento Pedro Sánchez y su núcleo duro comenzaron a ir restando fortaleza a las estructuras del Estado a sabiendas que esa debilidad podía perjudicar al conjunto de los españoles como hemos podido comprobar en las catástrofes que han asolado España en estos siete años.
Así pues tanto en el volcán de la Palma, en la epidemia de COVID, en la riada de Valencia o en los incendios de este verano, hemos podido comprobar cómo la respuesta de los mecanismos del Estado han sido lentos fruto del deterioro, e incluso los que siempre están a la altura como la UME o las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, tanto policía como Guardia Civil, desde el propio Gobierno se han utilizado como arma política, olvidando que están al servicio de los españoles y no de los intereses políticos del sanchismo.
En Valencia conocemos muy bien como Marlaska prohibió en los primeros días que la Guardia Civil y la Policía actuaran en auxilio de los ciudadanos en las zonas afectadas por la riada, y en las redes sociales leímos como muchos servidores públicos protestaban por esta prohibición. Igualmente ocurrió con la presencia del ejército cuyo despliegue inmediato fue impedido con absurdos trámites burocráticos, se tenían que rellenar formularios para el despliegue de los militares indicando el número que se necesitaba en cada momento, y esa burocracia creada por decisión gubernamental provocó que el sufrimiento de los ciudadanos se convirtiera en agonía.
El mismo método ha empleado el sanchismo en los incendios de este verano, cuando se pedía por parte de los Gobiernos autonómicos medios del Estado, el Gobierno contestaba tarde y mal enfangando las ayudas en formularios burocráticos, para así crear una imagen de caos y rentabilizar políticamente las desgracias.
Así deben entenderse las declaraciones de los ministros Robles, Marlaska y Aagensen y sobre todo de las infames acusaciones de la directora de Protección Civil la sanchista Virginia Barcones, en las que acusaban a los presidentes autonómicos de pedir demasiados medios. Estamos ante una nueva “mutación” de la famosa frase De Pedro Sánchez. “si quieren medios que los pidan” y cuando se piden esta frase se convierte en “no pidáis que no os lo vamos a dar”. Todo esto lo hemos visto en las distintas catástrofes que nos han afectado en los últimos años.
De lo que no hay duda es que los medios del Estado se han deteriorado bajo el sanchismo, lo hemos visto en la protección civil, en el mantenimiento de las carreteras, en las líneas de ferrocarril y en los aeropuertos, entre muchos otros servicios públicos. Este deterioro es fruto de que el Gobierno está mas pendiente en sobrevivir y para ello está entregando miles de millones a sus socios disgregadores en vez de invertirlos en el conjunto de los españoles.
España necesita unos presupuestos generales y el Gobierno no los puede aprobar y así mejorar las estructuras del Estado, porque sus socios no quieren y así pueden exprimir mejor la debilidad sanchista y obtener más fácilmente los fondos necesarios para seguir su ruta secesionista y disgregadora. La debilidad del Estado, paso previo a su demolición, es el fin último de los socios de Sánchez y este superpone su interés, y el de sus amigos encarcelados o no, de mantenerse en el poder a las necesidades de todos los ciudadanos vivan donde vivan y voten a quién voten.
Sánchez utiliza los medios del Estado para mantenerse en el poder, dando o quitando según su cálculo político. Dando a su socios secesionistas y disgregadores y quitando a las Comunidades Autónomas de distinto signo político. Así piensa que podrá conseguir unos meses más de legislatura, dándole exactamente igual si deja un Estado en ruinas y en peligro de demolición, siguiendo el modelo de su ahora máximo consejero José Luis Rodríguez Zapatero.
Pero subsistir a cuenta de cesiones o intentando sacar rédito político de una desgracia colectiva es todo un epitafio que persigue a Sánchez, por eso no puede acompañar a los Reyes a las visitas a las zonas afectadas y solo acude cuando le garantizan un perímetro de seguridad y así evitar estar con los ciudadanos, esa es la realidad y no la que nos quieren vender los medios y opinadores sanchistas. Los ciudadanos no nos resignamos a presenciar la demolición del Estado.
Mientras el bipartidismo alienta el efecto llamada
Combatir
a las mafias, deportaciones masivas, cierre de las mezquitas
salafistas… las medidas de VOX y Patriotas para hacer frente a la
inmigración ilegal y a la islamización de Europa
Carlos
Rioba. gaceta. 1
Septiembre 2025
La lucha contra la inmigración ilegal ha sido una de las batallas más importante de los eurodiputados de VOX en Bruselas en el último año. La delegación liderada por Jorge Buxadé ha llevado a cabo más de una veintena de iniciativas para el control de fronteras y para preservar la seguridad en el continente.
VOX presentó el Manifiesto de Algeciras, una batería de 15 medidas para luchar contra la inmigración ilegal masiva y hacer frente a la islamización en el continente y que recogía medidas para fortalecer el control de las fronteras europeas, detener y devolver a los inmigrantes ilegales, reformar el sistema de asilo, combatir el efecto llamada o luchar contra las mafias de tráfico de personas. «Las fronteras forman parte de nuestra herencia y tenemos la obligación de cuidarlas y de protegerlas», aseveró Buxadé.
En la primera comisión, denunció el pacto entre PP y PSOE para fomentar la invasión migratoria a través del reparto de inmigrantes ilegales que llegan a Canarias. Y denunció que no se den herramientas al Parlamento Europeo, a la comisión o a Frontex para defender las fronteras terrestres europeas con África: Ceuta y Melilla.
En el primer pleno, propuso poner en marcha diez medidas para «limpiar Europa» de islamismo. «Pongamos en marcha el mayor plan de deportación que haya conocido la historia». «La inmigración masiva, ilegal e indiscriminada es un crimen y un peligro para la supervivencia de Europa». También insistió en la necesidad de dejar de subvencionar a países que permiten la invasión programada y en el cierre de las mezquitas salafistas.
Respecto a la seguridad, VOX siempre ha insistido en que llegan «hombres en edad militar» y que Frontex señala que la inmigración ilegal desde el Sahel está siendo utilizada «por las redes» del terrorismo islamista. En este sentido, ha recordado que —junto a sus socios de Patriotas— están solos, porque el PP siempre se sumó a los socialistas en la cuestión de la inmigración. Ambos partidos rechazaron debatir la crisis migratoria en Canarias en la comisión de Interior, un debate propuesto por Patriotas.
El grupo continuó la batalla contra la inmigración ilegal con la Declaración de Budapest, un compromiso firme para recuperar la seguridad y la soberanía del continente. La declaración solicitaba abandonar de manera inmediata el Pacto de Inmigración y Asilo que se aprobó antes de acudir a las urnas en 2024 e incluía la petición de expulsión inmediata de los solicitantes de asilo que hayan cometido crímenes estando dentro de un Estado miembro de la UE.
¿Es o
no el islam un peligro para Europa?
Federico Jiménez
Losantos. el mundo. 1
Septiembre 2025
A veces, Vox tiene razón. Y aunque cultive una política de gestos y no de alternativas realistas, al apuntar a un problema que otros se niegan a ver -como las bandas de Sánchez, Otegui y Puigdemont, perfecta síntesis de traición y corrupción- o no saben cómo abordarlo, caso del PP y otros partidos de la UE, cumple una doble tarea: impide la ruptura del frágil hilo de legitimidad entre representantes y representados, clave de la crisis de las democracias, y favorece que partidos ideológicamente afines trabajen en soluciones, aunque sean limitadas. Al PP despierto, Vox le hace trabajar.
Sin embargo, los gestos de Vox contra la inmigración ilegal en Torre Pacheco o las costas canarias, y el freno de espacios públicos al islam en Jumilla han desatado una pasmosa crítica en defensa de los ilegales y hasta del islam, por parte de la izquierda y hasta por la jerarquía católica oficial, aquejada de sífilis podemita. Un ilustre catedrático de Historia ha llegado a defender los derechos de los musulmanes frente a los que critican que el Islam es incompatible con la Constitución citando suras del Corán! Faltó la pía alfombrilla o la fatwa asesina contra el impío Abascal.
El sindicalismo episcopal olvida que el islam no es una religión sino una civilización que impone como divinas costumbres tan humanas, como las que esclavizan a las mujeres. El Estado es un arma contra la sociedad civil y el poder sólo rinde cuentas a Alá. Los ayatolás matan en su nombre. De Irán a Marruecos, pasando por los guetos islámicos en la UE, la Sharia aparece como el gran enemigo de la libertad y la igualdad. El reciente y aterrador informe oficial de Francia sobre el avance islamista pide cambios legales, ya. Y cualquier español, ante los menas que Sánchez ahorra a Cataluña y el País Vasco, también.
Las sociedades liberales parten de la separación de Iglesia y Estado, concepto de raíz cristiana que explica dónde cuajaron. Este islam no es el sutil y efímero de Averroes o Ibn Hazm. Su yihad es contra lo que llaman blasfemia, y nosotros, libertad. Pero este Gobierno feministón y puteril, con su hato de leyes -Memoria histórica, Bienestar animal, Violencia de género- multa a quien elogia el franquismo y protege al que, contra la Constitución, predica la desigualdad de las mujeres. Vox prefiere Franco a Jomeini. Normal, contra el Gobierno de don Rodrigo y don Julián.
El historial de la ONG alimenta el negocio del tráfico de seres humanos
Traficantes
libios utilizaron a la ONG Open Arms como reclamo para atraer a
inmigrantes ilegales a los que cobraban 1.500 euros por plaza en la
patera
Rubén Pulido. gaceta. 1
Septiembre 2025
La ONG Open Arms ha desatado una nueva oleada de críticas tras anunciarse su despliegue en Canarias durante dos meses, según un acuerdo con el Gobierno regional (conformado por Coalición Canaria y por el PP). Este convenio, que incluye charlas en colegios y jornadas de puertas abiertas, llega en un momento de saturación migratoria en el archipiélago, y reaviva el debate sobre las prácticas de una organización señalada por colaboración con traficantes, imputaciones por favorecimiento de la inmigración ilegal y un historial de operaciones que incentivan la crisis migratoria.
Open Arms se presenta como una entidad humanitaria dedicada a rescatar inmigrantes en el Mediterráneo. Sin embargo, su labor ha sido cuestionada por autoridades europeas y sectores críticos que la acusan de actuar como un imán para la inmigración ilegal. Desde su creación, la ONG ha acumulado un historial de escándalos que incluyen investigaciones por parte de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), detenciones de traficantes a bordo de sus embarcaciones y una imputación formal por favorecimiento de la inmigración ilegal.
En diciembre de 2021, Open Arms fue imputada en Italia por favorecerimiento de la inmigración ilegal, según las diligencias judiciales consultadas por LA GACETA. Las autoridades italianas investigaron si la ONG coordinaba sus operaciones con redes de traficantes en Libia, una acusación respaldada por FRONTEX.
En junio de 2021, la agencia europea señaló a Open Arms como una de las ONG más sospechosas de colaborar con mafias libias, y en marzo de 2022, intensificó su investigación tras detectar patrones que sugerían una coordinación en las rutas migratorias con los traficantes de personas. Estas sospechas han convertido a Open Arms en una ONG señalada por beneficiar directamente a los traficantes.
Un episodio particularmente grave ocurrió en enero del año pasado, cuando la policía italiana detuvo a dos traficantes egipcios que viajaban a bordo de una embarcación de Open Arms. Este incidente reforzó las acusaciones de que la ONG carece de controles suficientes para evitar la infiltración de criminales en sus operaciones.
Además, en abril de 2023, se denunció que traficantes libios, que cobran hasta 1.500 euros por inmigrante, utilizaban imágenes de los barcos de Open Arms como reclamo para atraer a inmigrantes ilegales, prometiéndoles un rescate seguro en alta mar. Este uso de la imagen de la ONG ha sido especialmente notable en comunidades de Bangladesh, donde en mayo de 2022 y en diciembre de 2023 las mafias celebraron el regreso de Open Arms al Mediterráneo Central, viéndolo como una oportunidad para aumentar sus ganancias ilícitas.
La figura de Óscar Camps ha sido otro foco de controversia. En septiembre de 2023, un libro de texto de religión para primaria en España alabó a Camps como «un modelo de valores humanitarios», lo que generó indignación entre quienes lo acusan de fomentar la inmigración ilegal. Sus decisiones operativas también han sido criticadas: en mayo de 2025, Open Arms recorrió más de 1.800 kilómetros para recoger a decenas de inmigrantes ilegales frente a las costas de Túnez, una operación señalada por su alto coste y por alentar la actividad de los traficantes asentados en el litoral tunecino.
El acuerdo con el Gobierno de Canarias para operar en el archipiélago llega tras la llegada de más de 46.000 inmigrantes ilegales en 2024 y con un sistema de acogida colapsado.
Francisco Largo Caballero, el Gran Jinete
del Apocalipsis
Ultano
Kindelan. el debate. 1 Septiembre 2025
Recordemos que el fiscal general de la República, Marcelino Valentín Gamazo, decano de los Abogados de Estado que llevó la acusación contra Largo Caballero y Prieto en el juicio por el golpe de 1934, murió al comienzo de la Guerra Civil, tras haber sido apresado por milicianos del PSOE
Largo Caballero es la gran figura trágica de nuestra historia contemporánea, el Gran Jinete del Apocalipsis, que, como Sansón, derribó las columnas que sostenían el Templo, en este caso, los de la República española, nacida en 1931.
Largo Caballero nació en Chamberí, Madrid, en 1869, hijo único de una empleada del hogar, Antonia Caballero y de un carpintero, Ciriaco Largo. Francisco fue a la escuela de los cuatro a los siete años, pero el trabajo infantil estaba muy extendido en la paupérrima España de entonces, y Francisco, con siete años de edad, empezó a trabajar de peón en varios oficios, hasta que, a los nueve años, entró en un taller de estucado, (escayola), convirtiéndose en un competente y bien remunerado artesano de ese gremio. A los 21 años ingresó en la UGT, integrando en ella la Sociedad de Estuquistas, fundada por él.
La sociedad española de principios del siglo XX, tenía un gran componente rural, de carácter latifundista y feudal, y un emergente componente industrial, localizado junto a las principales capitales de provincia. Una sociedad en la que, como en muchas de la Europa de entonces, la caridad, canalizada a través de la Iglesia, servía de justificación moral ante cualquier reivindicación de justicia social por parte de obreros y campesinos.
Reivindicaciones que tendrían en Largo Caballero su principal adalid. Un adalid que procuró establecer los derechos de los trabajadores articulando decretos y leyes en su defensa, como consejero de Estado bajo la dictadura de Primo de Rivera, y luego, como secretario general de la UGT, y ministro de Trabajo durante la República. Una magnífica labor que mereció que Miguel Maura, republicano conservador, y ministro de Gobernación en la República, dijera de él: «Incansable en el trabajo, hábil, admirablemente secundado por elementos de la organización, y con un gran talento natural, Largo Caballero logró articular una fuerza social y política enorme durante los seis años de dictadura» (de Primo de Rivera).
Puede sorprender la violenta radicalización de Largo Caballero, al instalarse la República española en 1931. Dada su demostrada capacidad para amoldarse a un gobierno opuesto ideológicamente, ¿Por qué esa intransigencia con los de la República?
Solo se entiende considerando el panorama internacional en la que esta vio la luz. Por un lado, un mundo capitalista universalmente en crisis por el colapso bursátil norteamericano de 1929; y por otro, un mundo nuevo, la Rusia Soviética, que desde la dictadura del proletariado, proclamaba estar gestando una moderna nación industrial, por, y para, los trabajadores. Un espejismo que convirtió el comunismo soviético, en el 'Bálsamo de Fierabrás', para un importante sector de la intelectualidad occidental, cuyas inanes bendiciones, sirvieron de combustible a la izquierda revolucionaria de todo el mundo.
Deslumbrado por el aparente éxito de la fórmula comunista, ante la decadencia de las economías liberales, nuestro adalid se convirtió en el San Pablo de una nueva fe; la dictadura del proletariado. Una fe excluyente para los «burgueses» y solo asequible para los «trabajadores», que, por el hecho de serlo, deberían asumir su responsabilidad, y hacerse con el gobierno de la nación, por medios violentos si fuera necesario, dirigiéndola hacia el imperio de la justicia social que procuraría la dictadura del proletariado. Ese derecho a la violencia, que socialistas, anarquistas, y comunistas se arrogan no podía ser reconocido en una sociedad democrática, algo que Julián Besteiro, compañero y líder también del PSOE, entendió muy bien pero fue incapaz de embridar a su apocalíptico colega.
A Largo Caballero, su impaciencia por imponer la justicia social, que supuestamente traería la dictadura del proletariado, le hizo olvidar la realidad, o mejor dicho las dos realidades; por un lado la falta de cohesión ideológica entre las filas de su proletariado, y por otro la capacidad de resistencia de la burguesía española, espantada ante las violencias de esos proletarios, y los tremendos discursos de Largo, y de su compañero de filas, Indalecio Prieto, en los que voceaban su desprecio hacia la República por ser «burguesa», y su intención de imponer la dictadura del proletariado, aunque fuera por métodos violentos. Sus soflamas encendieron el odio entre las clases desfavorecidas, y el miedo entre la burguesía, que se unió bajo las siglas de un partido nuevo, la CEDA.
En lugar de tomar conciencia de esas realidades, cuando la CEDA ganó ampliamente las elecciones de 1933, y replantearse sus premisas y estrategias para mejor defender sus propuestas a favor de los trabajadores desde la legalidad, Largo decidió lanzarse a la revolución, emulando a los bolcheviques rusos, y organizando el sangriento golpe de 1934, contra la República «burguesa».
El golpe de 1934 convirtió a Largo Caballero en un criminal, el enemigo número uno de la República democrática, y fue justamente condenado a 30 años de cárcel por su gobierno, aunque fuera indultado después en respuesta a las amenazas de sus partidarios. Con su golpe, Largo Caballero, tiró a la papelera todo su buen hacer del pasado, y se convirtió en un fanático, un enloquecido Jinete del Apocalipsis. Su indulto y rehabilitación, no tuvo la necesaria contrapartida de arrepentimiento y propósito de enmienda, y lamentablemente, el Largo Caballero de la justicia social pasó a ser el Largo Caballero del terror, cuyas llamadas a la violencia tuvieron espantosas consecuencias.
Por señalar una, recordemos que el fiscal general de la República, Marcelino Valentín Gamazo, decano de los Abogados de Estado que llevó la acusación contra Largo Caballero y Prieto en el juicio por el golpe de 1934, «murió al comienzo de la Guerra Civil, tras haber sido apresado por milicianos del PSOE, que lo asesinaron, junto a varios de sus hijos», según recoge Wikipedia.
Nuestra España democrática no puede rendir homenaje a este trágico personaje, manteniendo su estatua en el Paseo de la Castellana de Madrid.
Su estatua y la de su cómplice en el golpe de 1934, Indalecio Prieto, que también nos saluda desde el Paseo de la Castellana, solo tienen cabida en Corea del Norte, Cuba, u otro santuario del terror marxista.
Ultano Kindelan es ingeniero
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«No nos callaron las balas y no nos
callarán ahora las pintadas etarras»
La
impunidad etarra: atacan la sede de VOX en Vitoria con el lema ‘Gora
ETA’
LGI.. 1 Septiembre 2025
Proetarras han atacado la sede de VOX en Vitoria. «Vuelven a vandalizan nuestra sede en Vitoria. No nos callaron las balas ni las amenazas y no nos callarán ahora los cordones antidemocráticos, las pintadas etarras, ni los insultos. Siempre nos tendrán enfrente», ha señalado la formación en la red social X.
La diputada en el Parlamento vasco, Amaia Martínez, ha señalado: «Siempre la misma basura ensuciando nuestra ciudad. Pintadas en nuestra sede, pancartas proetarras… Los mismos violentos de siempre haciendo lo único que saben hacer. Sólo tienen una neurona y atrofiada, y no dan para más«.
Hace unos días, VOX hizo frente a los proetarras y desplegó una gran bandera de España en la Playa de la Concha de San Sebastián. «Frente a ETA-Bildu que en nuestras fiestas hace apología de terroristas y del inmigrante ilegal que delinque; VOX Guipúzcoa ha desplegado en la Concha la bandera de España, símbolo que une, y garantiza libertad y seguridad. Más España, más libertad. Unidos», manifestó la formación en la red social X.
Desde la formación compartieron un vídeo en el que afirmaban que en estos momentos en los que ETA está en las calles y con total impunidad hace apología del terrorismo, sólo la bandera de España garantiza «la libertad, la igualdad, la seguridad y la prosperidad de los guipuzcoanos y de todos los españoles». «Este es el símbolo que nos une a todos los españoles«.
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