Recortes de Prensa Domingo 14 Septiembre 2025


Ucrania ataca con drones una de las refinerías de petróleo más grandes de Rusia y provoca un incendio
NOELIA MARÍN. Madrid. el mundo. 14 Septiembre 2025

Durante esta noche, en un nuevo ataque en la guerra entre Rusia y Ucrania, drones ucranianos han atacado la refinería de petróleo de Kirishi, al noroeste de Rusia. Se trata de una de las refinerías más grandes del país y el ataque ha provocado un incendio con la caída de los restos del dron derribado, según informan funcionarios rusos este domingo.


El comando de drones de Ucrania ha confirmado haber atacado la refinería y asegura que ha "llevado a cabo un ataque exitoso".


Los ataques con drones están a la orden del día y esta semana han provocado todavía más conflicto de lo que suele ser habitual. Y es que tras la incursión de unos drones rusos en territorio polaco hace unos días, ayer pasó algo similar en Rumanía, donde han denunciado que un dron ha violado el espacio aéreo rumano durante un ataque ruso.


10:09

Rusia derriba 80 drones ucranianos sobre nueve regiones y el mar de Azov

Las defensas antiaéreas rusas derribaron esta noche 80 drones ucranianos sobre nueve regiones del país, incluido Leningrado, la anexionada península de Crimea y el mar de Azov, bajo control del Ejército ruso.


Según el parte de guerra de Defensa, las otras regiones atacadas son Briansk y Rostov, ambas limítrofes con Ucrania, Smolensk, Kaluga, Nóvgorod, Oriol y Riazán.


Precisamente, la más castigada durante la madrugada fue la fronteriza Briansk con una treintena de aparatos no tripulados de ala fija.


9:40

La gasolina, cada vez más cara en Rusia por los bombardeos de Ucrania y la fuerte demanda

"Lento pero seguro". Oleg llena el depósito en Moscú mientras se queja del aumento de los precios, provocado por una creciente demanda y los bombardeos de Ucrania contra instalaciones petroleras, un sector clave de la economía rusa.


"Todo el mundo lo ha notado", dice Oleg, un jubilado de 62 años: los precios del combustible no dejan de subir. El 1 de septiembre, la gasolina le costaba a los consumidores un 6,7% más que a finales de 2024, según Rosstat, la agencia nacional de estadísticas.


9:35

Ucrania ataca la refinería de petróleo rusa de Kirishi

Durante esta noche, en un nuevo ataque en la guerra entre Rusia y Ucrania, drones ucranianos han atacado la refinería de petróleo de Kirishi, al noroeste de Rusia. Se trata de una de las refinerías más grandes del país y el ataque ha provocado un incendio con la caída de los restos del dron derribado, según informan funcionarios rusos este domingo.


El comando de drones de Ucrania ha confirmado haber atacado la refinería y asegura que ha "llevado a cabo un ataque exitoso".


Varios ataques con drones rusos a Ucrania violan el espacio aéreo rumano y fuerzan el cierre de un aeropuerto en Polonia
REUTERS. ABC. 14 Septiembre 2025

Rumanía ha desplegado aviones de combate este sábado cuando un dron ha violado su espacio aéreo durante un ataque ruso contra infraestructura ucraniana cerca de la frontera, según ha informado el Ministerio de Defensa. La amenaza de ataques con drones también ha llevado a Polonia a desplegar aeronaves polacas y aliadas y a cerrar un aeropuerto en la ciudad oriental de Lublin, tres días después de derribar drones rusos en su espacio aéreo con el apoyo de aeronaves de sus aliados de la OTAN.


Rumanía, un estado miembro de la Unión Europea y la OTAN que comparte una frontera de 650 kilómetros con Ucrania, ha sufrido la caída repetida de fragmentos de drones rusos en su territorio desde que Rusia declaró la guerra a su vecino. Este sábado, ha desplegado dos aviones de combate F-16 y ha advertido a los ciudadanos del condado suroriental de Tulcea, cerca del Danubio y su frontera con Ucrania, que se refugiaran, según informó el Ministerio de Defensa en un comunicado. Añade que los aviones detectaron un dron en el espacio aéreo nacional, al que siguieron hasta que desapareció del radar a 20 kilómetros al suroeste de la localidad de Chilia Veche. «El dron no sobrevoló zonas habitadas ni representó un peligro inmediato para la población», afirma el comunicado.


El Mando Operativo de las Fuerzas Armadas polacas ha afirmado que los aviones participaron en una operación cerca de la frontera con Ucrania «para garantizar la seguridad de nuestro espacio aéreo», tres días después de que Polonia derribara drones rusos en su espacio aéreo con el apoyo de aeronaves militares de sus aliados de la OTAN. «Estas acciones son de carácter preventivo y tienen como objetivo asegurar el espacio aéreo y proteger a los ciudadanos, especialmente en las zonas adyacentes a la zona amenazada», ha declarado el Mando en el comunicado. El comunicado no menciona ninguna violación del espacio aéreo polaco.


Polonia afirmó que su espacio aéreo fue violado por drones rusos durante la noche del martes al miércoles, cuando Rusia atacó Ucrania, donde libra una guerra desde febrero de 2022. Rusia afirmó que no había atacado a Polonia. La Agencia Polaca de Navegación Aérea ha informado de que el aeropuerto de Lublin y una zona controlada alrededor del aeropuerto han sido cerrados a las operaciones de vuelo este sábado.


El lado correcto de la Historia
Sánchez se sitúa junto al terror de Hamás, esa teocracia medieval que trafica con seres humanos, propios o ajenos
Dafna Mazin. Vozpópuli. 14 Septiembre 2025


No hay nada que Hamás haya transmitido al mundo desde el 7 de octubre que Occidente no haya interiorizado como una verdad absoluta. Es tan cómodo recibir la información tan bien deconstruida, tan claramente enunciada, tan fácilmente cocinada para encajarla en el relato facilón que Occidente se ha acostumbrado a digerir, ahora que pensar sin consignas, cuestionar ideas preestablecidas o indagar por cuenta propia no está ya bien visto en nuestra cultura.


El relato de Hamás, plagado de los argumentos milenarios del odio al judío, no hubiese tenido la resonancia que ha adquirido, esa rabia incontenible que levanta masas encolerizadas de uno a otro confín de Occidente, si no hubiese caído en el campo abonado del antisemitismo atávico, ese mismo que, con naturalidad, se articula sin apenas contrapesos, también en nuestro país. Hamás contaba muy astutamente con ello desde el principio y no se equivocó. Occidente le resulta muy útil para perseguir a los judíos y poner en marcha la maquinaria, una pizca oxidada, de las persecuciones a plena luz que tantos frutos dio en el pasado.


Mientras tanto, desde Gaza, Hamás agita obscenamente el señuelo del “Estado de Palestina”, que tanto conmueve a Occidente, en aras de alcanzar su verdadero objetivo, esa arcadia inmemorial del Islam que es el Califato. Difundir las miserias de los palestinos o reivindicar el “Estado de Palestina” como si nunca hubiese estado a su alcance son pretextos para bien pensantes que les funcionan a las mil maravillas.


Nada se mueve en la franja que no controle férreamente la dictadura sanguinaria de este grupo terrorista. Más mata Hamás a gazatíes, más les impide resguardarse en los cientos de kilómetros de túneles donde podrían estar a salvo de cualquier ataque israelí, más penan por la falta de alimentos que Hamás confisca y revende a su población a su antojo, más impide Hamás, a palos cuando no a tiros, que los palestinos salgan de las zonas que Israel anuncia que va a bombardear, es decir, más abusa de su gente para escandalizar y enfurecer a Occidente contra Israel con imágenes seleccionadas de la franja sobre las que tienen el monopolio incontestado bajo pena de muerte y más, parte del mundo libre exige a Israel un“Estado de Palestina” que pueda de una vez por todas destruir al estado judío que como queda demostrado nunca debió de existir.


Hamás progresa, con la venia de Occidente, hacia ese inmenso estado islámico único, que englobaría a todos los estados musulmanes bajo la Ley de la Sharia, dirigido por un gran califa sucesor del profeta Mahoma, esa ensoñación que no ha dejado de poblar los anhelos de tantos dictadores musulmanes a lo largo de la Historia. A Hamás nunca le ha interesado el “Estado palestino”, que vende tan bien y por otra parte, es cierto que una vez instaurado el Califato, el “estado palestino” sobraría del todo, así que para qué. Lo urgente es borrar de la faz de la tierra a Israel y a los judíos que no se avienen a someterse al profeta del Corán y que han tenido siempre la osadía de derrotar, una y otra vez, al mundo musulmán.


Enseguida, después, irán a por los cristianos que tampoco dan aún su brazo a torcer, aunque con el wokismo todo se andará, y que por el momento, en sus sociedades, donde la Ley Islámica se esfuerza por conquistar territorios cada vez más amplios, viven sin virtud entregados a la mayor de las depravaciones. Y cuando vengan a buscar a los que queden, a los demás, ya no habrá nadie para defenderlos de esta ideología fanática, salvaje y cruel. Un culto de muerte admirado y jaleado por las sociedades más avanzadas del mundo que como ocurrió durante los largos años del nazismo tienden a caer periódicamente bajo el latido desbocado de las pulsaciones de muerte que nos habitan.


Las posibilidades de negociar con Hamás un fin a la guerra cuando el objetivo de la Yihad es tan grandioso y tan excelso resultan por lo tanto, nimias. Irán no lo permitirá, Catar puede verse obligado. Israel no esperará ese milagro. En contra de tantos que le quieren mal, avanzará hacia la victoria total que es su única garantía de supervivencia, la única que evitará el genocidio, enunciado con pelos y señales, que Hamás mantiene en su programa.


Una victoria que merece con creces, tras el pogromo incalificable del 7 de Octubre, tras sortear durante dos años, como sabe o como puede, las trampas de la estrategia difamatoria de los terroristas con 900 soldados muertos y más de 3.000 heridos y con un país profundamente sufriente y dividido sobre cual debería ser la estrategia correcta para salvar a sus rehenes que el progresismo considera una venta legítima en pleno siglo XXI cuando se trata de una práctica medieval condenable sin matices. Un Israel que no solo debe luchar a muerte contra terroristas con los que, a un mismo tiempo, se ve abocado a negociar mientras, en paralelo, se defiende como puede de gobiernos y políicos como los Sánchez de este mundo, antisemitas clásicos de manual.


Mandatarios de gobiernos occidentales, la cuna de nuestra civilización judeocristiana, y sin embargo, incapaces de sentir jamás empatía por los judíos, con ese odio característico fruto de sus miedos y de sus envidias, producto de inseguridades oscuras y otros complejos inconfesables, manipuladores de los que creen que pueden esconder sus vergüenzas domésticas con la demonización de todos los judíos, jugando frívolamente con verdadero fuego, políticos invertebrados acostumbrados a manipular los bajos instintos de su electorado formado para ser analfabeto en política exterior, como en tantos otros campos, que repite las consignas que ellos fomentan y dictan. Es como si no hubiese aprendido nada de su propia historia. España tiene mucho más que ganar de lo que produce Israel, fruto de su talento y de su inteligencia que tanto enerva a los Sánchez, mucho más que ganar de su liderazgo en ciberinteligencia y de su posición privilegiada en el gran mundo de la creatividad en todos los campos del saber y de las start-up internacionales, que a la inversa. Ya le salió muy caro a España expulsar a los judíos en el siglo XV. Fue un país de conquistadores pero se privó de sus gestores, de sus financieros, de sus sagaces hombres de estado de portentosos bagajes para hacer fructificar los bienes traídos de lejos e invertir y enriquecer inteligentemente a la nación entera.


Desviar la atención

España perdió, sin segundos pensamientos, a muchos otros talentos, a tantos oficios y hombres de ciencia que huyeron del odio como el que se está cocinando ahora, para mayor gloria de Sánchez, al fin y al cabo, otro empobrecedor de España. Su antisemitismo supera los intereses de España, las fobias son así, no atienden a razones por mucho que las utilice siempre para tapar sus miserias. Lo que delata su antijudaísmo es que la beatitud ante Palestina y la censura de Israel son los sempiternos temas recurrentes e inagotables cuando se trata de desviar la atención. No existe ningún otro asunto en la política exterior de España que le aúpe al Olimpo de los antisistema con tan poco esfuerzo, siempre apostando para España a caballo perdedor ya que desprecia cuanto aborrece, la única democracia del Oriente Medio que lógicamente prevalecerá cuando él ya sea solo un mal recuerdo.


Este presidente de la confrontación en la que se regodea, siempre conchabándose con lo más retrógrado de la sociedad española, ha conseguido ponerse de nuevo a la cabeza del pelotón del palestinismo más soez, adelantando a todos sus competidores en la carrera internacional por defender y llenar de prebendas a los terroristas. Como Sánchez, todos estos políticos endebles actúan para su propio provecho, sacando sus réditos y contando votantes.


Pero Pedro Sanchez es el único de todos ellos que está en el lugar exacto que le corresponde verdaderamente por trayectoria, está en su hábitat natural, en el mundo que él cultiva con deleite, del lado del terror de Hamás, la teocracia medieval que trafica con seres humanos, propios o ajenos, encontrándose muy cómodo en ese terreno que frecuenta asiduamente entre los sátrapas del mundo entero.


Ocupa el sitio que incumbe a un presidente de gobierno de un partido mimetizado con la izquierda radical desde hace años, compartiendo poder con un primer vicepresidente que cobraba de Irán sin tapujos y cuyo singular partido, Podemos, reclama como el primer punto de su programa político el cese de las relaciones diplomáticas con Israel, como si esa fuera la cuestión más candente en la realidad cotidiana de los españoles, con una vicepresidenta segunda de Sumar, comunista y sectaria, que apela sin ambages a la destrucción del estado judío al que llama groseramente 'genocida', un jefe de Gobierno que se encuentra muy cómodo con el apoyo de Bildu, el partido de los terroristas de la ETA, los asesinos de más de 850 españoles que tantos años entrenaron con los fedayines del Fatah de Abbas, otro dictador sanguinario. Sánchez, a diferencia de sus homólogos occidentales, nunca ha intentado contemporizar con Israel porque no alberga dudas sobre cual es el lado correcto que España debe ocupar en la Historia.


En Gaza hay 50 rehenes aún. La mayoría, desgraciadamente, son cadáveres que en el judaísmo son sagrados y, tal vez 20 rehenes, que apenas siguen con vida. Si Hamás los entregase, así como sus armas con la que no podrían volver a repetir un 7 de octubre tras otro, como tantas veces han anunciado, la guerra terminaría en ese mismo instante. Ese momento llegará, sin duda llegará, tal vez antes de lo esperado, de esa manera o de otra. Entonces, los ojos del mundo, libres por fin de la tutela de Hamás, entrarán en la franja de Gaza, con luz y taquígrafos propios, para empezar por primera vez a ver y a contar la realidad desnuda, sin coacciones y sin intermediarios. Adiós “genocidio”, adiós “crímenes contra la humanidad”, adiós “hambruna”, adiós “ decenas de miles de muertos inocentes a manos del pueblo judío”. Gaza siempre será ese escenario devastado por la estrategia perdedora de una teocracia islamista que educó a su pueblo para este delirio.


¿Qué quedará entonces de las gravísimas acusaciones contra Israel, que quedará de las difamaciones, de las calumnias, de las denuncias malévolas y crueles, de las inculpaciones criminales? ¿Qué quedará de las razones para los boicots, para las persecuciones, para los señalamientos y para las condenas? ¿Qué quedará de la inquina, de los desprecios, de los rechazos, de los desdenes, o de los silencios cargados de recriminaciones, de las humillaciones, de los alaridos de las multitudes, de los señalamientos, de las repulsas, de los asesinatos merecidos? ¿Cómo nos mirará nadie a la cara sin avergonzarse?


El "antifascismo" mata a quien dice que "esparce odio" y la izquierda aplaude
Federico Jimenez Losantos. libertad digital. 14 Septiembre 2025

El asesinato de Kirk es menos grave, siéndolo tanto, que el aplauso o la justificación del crimen de los medios, tanto en los USA, donde era muy conocido, como en España, donde no lo conocía nadie. En el fondo, es mucho peor que la SER, con una enorme cantidad de concesiones de radio y en el programa de más audiencia, el de Àngels Barceló, utilice el tono del Gara sobre los crímenes de la ETA, para ellos "acciones", "muertes", lo que no ve como asesinato sino como un acto de guerra más, y, en este caso, de "autodefensa contra el "fascismo", no ya justificadísimo sino admirable.


Que el asesinato haya tenido lugar en una universidad, en el acto de un señor cuyo lema era "convénceme de que estoy equivocado", muestra la degeneración totalitaria de los campus norteamericanos, convertidos hace tiempo en cubiles de propaganda antisemita y alcantarillas de cancelación. Hemos visto a universitarios bailando para celebrar el crimen como los islámicos el 11-S, o tras la masacre de judíos el 7 de octubre, hace dos años.


Bailando sobre las tumbas de los judíos

Lo que aplaudían entonces no era un ataque abstracto contra Israel o el judaísmo, sino cientos de violaciones, torturas, asesinatos y secuestros, actos concretos grabados por los criminales y subidos por ellos mismos a las redes, para humillar a las mujeres, siempre con su libertad atropellada por el islamismo, y presumir de su hombría. Es un modelo de civismo para su pueblo, que, si no estuvieran dispuestos a implantarlo, no exhibirían. ¿Y a esa gente, muchos escudos humanos, otros cómplices, quieren que respete Israel? ¿Para qué? ¿Para reparar sus túneles y volver a violar y matar?


Pero ¿en qué momento jóvenes norteamericanos que nacieron tras la época de humillación y venganza del 11-S, hace ya 24 años, empezaron a bailar como los que aplaudían el ataque a las Torres Gemelas y aullaban al ver a los que huyendo de las llamas se lanzaban al vacío? Hubo entonces, aparte del mundo islámico, comunistas de la órbita de Podemos —recuerdo al antes filonazi, luego archirrojo, Jorge Verstrynge—, que decían que ya era hora de que los norteamericanos probaran su propia medicina. Pero ¿tantos universitarios de los USA de hoy aplaudiendo un asesinato? ¿Cuándo pasó? Cuando la raza o el sexo se hicieron argumentos políticos, Cuando la idea de ciudadanía se sacrificó a la tribal y la ideológica. Eso es el wokismo.


El antifascismo mata, el wokismo difama y entierra

La careta que usaba el comunismo de Stalin para tapar sus masacres era el "antifascismo". La consigna en una de las balas del asesino de Kirk. No dirán los que, al socaire de la parálisis de la Unión Europea y la traición del gobierno Trump a Ucrania y la OTAN, han impulsado el movimiento "antifa" por la amenaza para la democracia que supone la extrema derecha. La democracia, para estos hijos de Stalin y Putin, de Mao y Pol Pot, del Che y de Jomeini, verdugos y carceleros de homosexuales en Cuba e Irán, es el derecho, y aun la obligación de matar a los fascistas.


¿Pero quienes son esos fascistas? Los que los wokistas y comunistas digan. Para la SER y la Cuatro, pionera en la justificación del asesinato de Kirk, para El País y La Vanguardia, o la Sexta y Televisión Espantosa, es fascista el que ataque a Sánchez por la Ley de Amnistía y la corrupción de su familia, su partido y su gobierno. Fascista es Abascal, Feijóo y Ayuso. Fascistas, los medios que se ríen del Equipo de Opinión Sincronizada de la Moncloa, y de los millonarios justificadores de los delitos sanchistas. Y los que se ríen del Calentamiento Global y el Cambio Climático. O se oponen a la inmersión lingüística, a la dictadura de la ETA y al cupo catalán. Y como fascistas, estará muy bien que nos asesinen. Luego nos difamarán. Como dice Santiago Navajas, "Escupirán sobre nuestras tumbas". Ya están preparados para eso. De momento, apoyan fuera; pronto, lo harán dentro.


El asesino de Kirk, además de antifascista, era devoto lector de la propaganda trans, una de las banderas del feminismo woke que prescribe la mutilación física o química, ambas irreversibles, de niños y adolescentes. Es una de las aberraciones más graves de las que ha construido el wokismo en los USA, extendida después, a través de las universidades y los medios, por todo el mundo occidental. Siendo el origen de esta tiranía ideológica los supuestos ámbitos de la sagrada diversidad y de la libre opinión, hoy templos de la cancelación y la represión a capricho de los matones rojos, es más nociva la campaña diaria, de los medios de comunicación occidentales. En Pekín, Moscú, Teherán, La Habana, Pyongyang o Caracas, ni lo intentan.


Del "No a la Guerra" al "OTAN, no" y al "Israel genocida"

Se repite contra Israel y Washington una palabrería idéntica a la de los movimientos contra la Guerra patrocinados por Moscú desde finales de los sesenta hasta la caída del Muro de Berlín. Primero, la bandera fue la guerra de Vietnam, pero cuando cayó Saigón, ningún periodista se quedó a contemplar su obra, que obra suya fue agitar de tal manera a la opinión pública que, sin perder una batalla, Estados Unidos perdiera la guerra. Al dejar Vietnam, Laos y Camboya a merced del comunismo, no quedó un solo periodista para informar de las matanzas de Ho Chi-Min o Pol Pot. El comunismo entra por la puerta, la libertad de prensa sale por la ventana.


Conquistada aquella parte de Asia, Moscú, la Meca del comunismo entonces, cambió de bandera con el mismo fin, derrotar a las democracias y al capitalismo. Del "No a la guerra" se pasó al "Nucleares no, gracias", con el emoticono amarillo de la sonrisa. Detrás, la negra dentadura del Gulag. España hizo la Transición a la sombra del "No a la OTAN", de la izquierda, eslogan que ha vuelto para defender la dictadura y los intereses de Moscú. El apoyo a Putin se disfraza de búsqueda de la paz a cualquier precio. El precio es la derrota de Ucrania y, por tanto, la victoria de los invasores, pero la traición de Trump se camufla como "negociar el fin de la guerra". Y cuando sufre la enésima humillación de Putin, hace algún mohín dos días. Y vuelta a la paz, que decía el payaso naranja que es lo que quería Putin.


Casi dos años después del pogromo del 7 de octubre, el Eje Pekín-Moscú-Pyongyang-Caracas-Teherán puso en marcha una campaña contra Israel y en favor de Hamas, que es como decir Irán. La enfocaron por la hambruna, prueba del genocidio que Israel estaba perpetrando en Gaza. Que la hambruna fuera un hecho básicamente propagandístico, inédito hasta hace pocos meses, halló en los medios una sensibilidad tan tierna, tan acostumbrada al bulo sentimental que aceptaron como hechos las cifras de Hamas y de la ONU, entre cuya gente en Gaza había violadores y asesinos.


El antisemitismo mediático

Este verano, casi toda la información sobre Gaza ha sido propaganda pro-Hamas, el mantra mil veces repetido era "genocidio", y los periodistas, émulos de los de Vietnam, se han rasgado las vestiduras para demostrar que a corazón nadie les gana, y los políticos los han imitado con el mismo afán.


En el noventa por ciento de la información se ha omitido su origen. Sin comprobación, el periodismo es bulo, salvo si la causa es sagrada. Se usan fotos de una niña enferma porque Israel la mata de hambre. Mentira. Y el New York Times dice que eso no tiene importancia. El antisemitismo ha llegado a tal extremo que los medios ni se plantean que piden la victoria de Hamas. Y si triunfa el islamismo, la culpa es de Israel. Ellos, inocentes.


Es tan sagrada la lucha contra Israel que cuando la ETA coordina el boicot a la Vuelta a España y Sánchez dice en las Cortes que la Oposición debe decir "ge-no-ci-dio", a la prensa fina no le molesta la coincidencia. De bailar por el asesinato de Kirk a apoyar a los que bailaban por el 11-S hay muy poca distancia. Entre justificarlo en la SER y apoyar a Hamas, ninguna.


Más de 21.600 millones de euros irán a nóminas de funcionarios

El Gobierno de Sánchez gasta casi 80 millones en asesores: hay 1.259 cargos de confianza en el Gobierno, de los que 606 trabajan sólo para él en Moncloa
LGI. gaceta. 14 Septiembre 2025

El Gobierno de Pedro Sánchez ha convertido Moncloa en la mayor oficina de colocación de confianza de la historia democrática. Según los últimos datos revelados por The Objective, España cuenta hoy con 1.259 asesores, de los cuales 606 trabajan exclusivamente para el presidente. Todo ello en plena parálisis política, con Presupuestos prorrogados y un Congreso donde la actividad legislativa está prácticamente bloqueada.


El crecimiento es imparable: son 48 asesores más que al inicio de la legislatura, con el Ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes como principal foco de contratación. Allí, donde se concentra el núcleo del poder de Sánchez, se han sumado 19 nuevos asesores en apenas dos años. La mayoría disfruta de los niveles más altos de la Administración (28, 29 y 30), lo que se traduce en retribuciones muy por encima de la media.


El gasto en altos cargos y asesores ha alcanzado cifras récord: un 43% más desde la llegada de Sánchez a Moncloa. Sólo en 2025, el Gobierno destinará 79,4 millones a asesores y casi 90 millones a altos cargos, un presupuesto que se acerca peligrosamente a igualar ambas partidas. En total, más de 21.600 millones de euros irán a nóminas de funcionarios, laborales, asesores y altos cargos.


La clave está en la libre designación, un sistema excepcional convertido en regla. Hoy hay 11.203 puestos cubiertos así, con siete de cada diez funcionarios en los niveles más altos. Funcionarios recién llegados ascienden gracias a su cercanía al poder, desplazando a empleados con más experiencia. Aunque el Supremo recuerda que estos ceses deben motivarse, la práctica muestra el favoritismo y arbitrariedad del sistema.


A pesar de las peticiones de transparencia, el Ejecutivo oculta los nombres y sueldos de sus asesores. Presidencia se niega sistemáticamente a facilitar el listado completo, mientras otros ministerios ofrecen respuestas incompletas. Esta falta de rendición de cuentas impide conocer con detalle cuánto cobran y qué funciones cumplen los centenares de asesores que rodean a Sánchez.


También asegura tener mensajes que podrían comprometer a Reyes Maroto y Teresa Ribera

Aldama avisa al PSOE: "Tengo documentos que demuestran que Zapatero ha participado en la financiación ilegal del partido"
LGI. gaceta. 14 Septiembre 2025

El empresario Víctor de Aldama ha revelado que tiene material que afecta al Gobierno de Pedro Sánchez y prueba la participación de Zapatero en la financiación ilegal del partido. Según diversas fuentes, parte de esa documentación ya ha sido remitida al Tribunal Supremo y ha contribuido a que la investigación judicial del caso Koldo gane fuerza, aunque una cantidad relevante de papeles y mensajes continúa bajo su control y aún no ha visto la luz pública.


Entre los elementos que han despertado más sospechas figura un dosier de carácter reservado de la petrolera estatal venezolana PDVSA. Ese informe, que estaba dirigido a la vicepresidenta Delcy Rodríguez, habría sido custodiado por Aldama y trasladado posteriormente a un colaborador de máxima confianza —identificado como Alberto Escolano— por miedo a que los investigadores lo encontraran. De hecho, la Guardia Civil accedió a su existencia al analizar mensajes en los que el empresario le pedía fotografías de dicho documento, siempre refiriéndose a él con el apelativo de «hermanito».


Las pesquisas apuntan a que tras su excarcelación en noviembre, Aldama se desplazó hasta Calatayud para intentar recuperar personalmente ese material sensible. Llamó especialmente la atención de los agentes que el sobre con destino a Rodríguez tuviera fecha de 4 de febrero de 2020, pocos días después de su polémica escala secreta en Madrid. Según los investigadores, Pedro Sánchez habría estado al tanto de aquel envío e incluso lo habría validado.


Pero la carpeta de Aldama no se limita al episodio venezolano. En sede judicial ya entregó un conjunto de notas y apuntes que destapaban supuestas adjudicaciones irregulares en obras de la Dirección General de Carreteras vinculadas al Ministerio de Transportes, cuando era dirigido por José Luis Ábalos. Aquellos documentos, que incluían anotaciones de Koldo García, provocaron la imputación de varias constructoras y del dirigente socialista Santos Cerdán, señalado como uno de los líderes de la trama y que llegó a ingresar en prisión provisional.


A ello se suma otro hallazgo: un portafolios con evidencias de que el propio Gobierno le designó como interlocutor con Venezuela. También presentó imágenes de desplazamientos oficiales a México y Caracas en representación del Ejecutivo. No obstante, la fuente más valiosa para la Guardia Civil resultaron ser los teléfonos incautados al empresario, donde había desde conversaciones sobre los contratos de mascarillas hasta referencias al rescate de la aerolínea Air Europa.


Especialmente determinante fue la detención de Aldama en octubre del pasado año por un fraude de IVA en el comercio de hidrocarburos que superaría los 200 millones de euros. Ese episodio supuso su ingreso en prisión y cambió su actitud frente a la causa: decidió colaborar y condujo a los agentes hacia un segundo móvil que escondía alrededor de un terabyte de datos. Según su propio testimonio, en ese terminal hay mensajes intercambiados con varios ministros del actual gabinete, así como documentos que podrían comprometer a carteras como Industria o Transición Ecológica, entonces bajo la dirección de Reyes Maroto y Teresa Ribera.


El propio Aldama ha asegurado que recibió sobres con dinero negro —uno de ellos de 15.000 euros— y que las mordidas en la trama podrían haber alcanzado los cinco millones. Anticorrupción sostiene que solo él conoce con exactitud cómo se repartieron esas comisiones. Todo ello forma parte de un arsenal de pruebas que, según el empresario, todavía guarda en parte fuera de España para garantizar su seguridad y que, llegado el momento, podría poner contra las cuerdas al Gobierno socialista.


Así se conseguía una 'paguita' con fondos públicos en la Andalucía de los ERES
Amigos, vecinos y compañeros del PSOE lograron que el ex director de Trabajo les hiciera el "favor" de darles un sueldo mensual a cargo de la Junta
Chema Rodríguez. Sevilla- el mundo.

El botín de los ERE, unos 680 millones de euros de fondos públicos, no solo se repartió entre prejubilados, empresas en crisis e intrusos incluidos en los expedientes de regulación de empleo que los gobiernos socialistas subvencionaban generosa y arbitrariamente. Una parte de aquel maná que salió del «fondo de reptiles» de la Consejería de Empleo andaluza benefició, además, a un reducido grupo de personas con un denominador común, un par de requisitos que no estaban establecidos en ninguna norma: eran amigos o vecinos o compañeros de partido (el PSOE) de quienes manejaban la caja del dinero.


Esta forma de beneficiar a propios la practicó con especial énfasis Francisco Javier Guerrero, quien fuera director general de Trabajo de la Junta de Andalucía y uno de los hombres clave de toda la trama corrupta por la que se sentaron en el banquillo incluso los ex presidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán, condenados por la Audiencia de Sevilla y el Tribunal Supremo y ahora pendientes del Tribunal de Justicia de la Unión Europea tras el intento del Tribunal Constitucional de borrar el caso ERE anulando parcialmente sus sentencias de culpabilidad.


Guerrero hacía gala de una gran generosidad a costa de los recursos públicos que manejaba por su cargo y se prodigaba en hace «favores» a quienes tenía más cerca y, supuestamente, atravesaban una complicada situación económica.


Lo hacía, según ha declarado ahora probado la Audiencia de Sevilla, despreciando cualquier legalidad, sin otro criterio que el suyo propio y usando el dinero público como si fuera suyo, tal y como constató la Guardia Civil durante la investigación del caso ERE, identificando a un buen puñado de beneficiarios en el entorno personal del ex director de Trabajo de la Junta de Andalucía.


Cuatro fueron los principales y entre ellos el ex alcalde socialista de El Pedroso, la localidad de la Sierra Norte de Sevilla de la que era natural y donde comenzó su carrera Javier Guerrero. Rafael Rosendo terminaba su carrera en 2007 y viendo que no podía volver a su antiguo trabajo en una carpintería, llamó a su amigo y compañero de militancia para pedirle ayuda. Guerrero rara vez decía que no a un amigo.


No se lo dijo a otro de sus amigos del pueblo, a Antonio Arquero, ex minero jubilado y antiguo taquillero de la piscina municipal, cuando fue a su casa -a apenas 50 metros de la del ex director general de Trabajo- a pedirle una paguita. Con el dinero que le dio Guerrero arregló su casa y liquidó la hipoteca.


Rosendo y Arquero no han llegado a ser condenados porque ambos fallecieron antes de que el caso -en el que el tribunal admite dilaciones indebidas- fuese sentenciado.


Pero sí han sido condenados, a penas de cárcel e inhabilitación, otros dos miembros del círculo íntimo de Guerrero. Amigos y vecinos de El Pedroso, donde era sobradamente sabido que Guerrero daba paguitas a los suyos cuando había problemas.


Rafael Ruiz García lo sabía cuando llamó a la puerta de su amigo Guerrero y le explicó sus problemas económicos tras el cierre de su empresa en 2005. El ex alto cargo del PSOE le dio una paga con la que se embolsó 91.000 euros.


Más dinero se embolsó Alejandro Millán, militante del PSOE de El Pedroso y vecino de Guerrero, más de 333.000 euros de fondos públicos que le arreglaron la vida.


La Sección Primera de la Audiencia de Sevilla les ha condenado a ambos dando por probado lo que la Guardia Civil había descubierto, que para conseguir una paga con cargo al presupuesto de la Junta bastaba con ser amigo (o vecino) de quienes gestionaban la Junta entonces.


Ruiz ha sido condenado a un año y tres meses de cárcel por malversación y dos de inhabilitación por prevaricación. Millán, a un año y diez meses de cárcel y cuatro de inhabilitación. El precio, postrero, de los favores de ser amigos de Guerrero.


Eencuesta de Target Point

VOX se dispara casi a los 60 escaños, el PP sufre el calor de los incendios y la Coalición Frankenstein de Sánchez se marchita
Hay un trasvase notable de votos desde el partido de Feijóo al de Abascal, mientras el PSOE y sus compinches de derechas e izquierdas siguen sin reaccionar
Mario Lima. periodista digital. 14 Septiembre 2025

Si hoy hubiera elecciones generales, Santiago Abascal tendría en su mano entrar en el gobierno o colocar junto a Alberto Núñez Feijóo a quien quisiera de l,os suyos.


En un panorama político donde las sorpresas son cada vez menos frecuentes, la encuesta de Target Point ha conseguido agitar el tablero.


VOX rompe su techo electoral y se sitúa en el 17,2% de intención de voto, con entre 57 y 59 escaños y más de 4,3 millones de votos.


Con eso, los de Abascal alcanzan cifras nunca vistas desde su irrupción parlamentaria.


Este crecimiento supone un aumento de 385.000 votantes y 1,5 puntos respecto a julio, en un contexto de participación similar al de los comicios de 2023, donde el 66% del censo acudió a las urnas.


Mientras tanto, el Partido Popular acusa el desgaste, perdiendo 1,5 puntos y unos 757.000 votos en apenas dos meses.


Los populares arrancan el curso político en el 31,6% y una horquilla de entre 136 y 137 escaños, rozando los ocho millones de papeletas, pero sufren una sangría preocupante: el 16,6% de quienes votaron PP hace dos años ahora optaría por Abascal.


Para los amantes de los datos y la política, una última perla: en la guerra del millón de votos a la derecha, cada papeleta cuenta.


Y, como diría un clásico, “la política es el arte de lo posible”, aunque últimamente parece más el arte de lo imprevisible.


Trasvase y fidelidad: la clave del auge de VOX

El trasvase de votos se ha convertido en el gran titular de la temporada.


El grueso de los nuevos votantes de VOX proviene directamente de las filas populares. Según estimaciones, más de un millón de personas han oscilado entre el PP y VOX en el último año, un fenómeno que redefine el equilibrio de fuerzas a la derecha del «muro» de Pedro Sánchez.


La fidelidad de voto, tradicionalmente alta en el PP, se desploma hasta el 63,7%, mientras que la de VOX ronda el 70%, consolidando así su crecimiento como fenómeno transversal y sostenido.


Este auge no se explica únicamente por el desencanto conservador: VOX también pesca en caladeros socialistas y entre abstencionistas.


El perfil de su nuevo electorado es más joven y diverso, con un avance significativo entre hombres y mujeres menores de 35 años, donde la formación alcanza hasta un 30% de intención de voto.


Incendios, escándalos y el desgaste del liderazgo

No es casualidad que este cambio de ciclo se produzca tras un verano marcado por los incendios, que han dejado al equipo de Feijóo en una posición incómoda y bajo la lupa de la gestión autonómica. A ello se suma la inestabilidad interna del PSOE y el goteo constante de casos de corrupción, que han minado la confianza en Pedro Sánchez y su capacidad para seguir al frente del Gobierno.


La percepción de un liderazgo debilitado se extiende incluso entre sus propias filas: tres de cada diez socialistas no ven a Sánchez en condiciones de continuar como presidente, y la mitad cree que no logrará aprobar los presupuestos. El 59% de los españoles opina que, de no conseguirlo, debería convocar elecciones anticipadas.


El bloque de la izquierda: plano, sin pulso y a la espera

Mientras la derecha protagoniza un terremoto interno, la izquierda permanece inalterable, o más bien inmóvil. El PSOE cae a mínimos históricos, con una fidelidad de voto del 58,6% y entre 106 y 108 escaños, tras perder casi 1,3 millones de votantes desde las últimas generales. Sumar y Podemos tampoco consiguen despegar, con una suma que apenas supera el 11% y se traduce en una presencia testimonial en el Congreso.


Los socios parlamentarios de Sánchez tampoco parecen dispuestos a asumir el desgaste, lo que deja al Ejecutivo en una situación de debilidad extrema, incapaz de aprobar medidas clave ni de articular una mayoría estable.


El nuevo mapa: un Congreso de bloques, pero con grietas

El reparto de escaños dibuja un Congreso cada vez más fragmentado, donde el centro-derecha suma más de la mitad de los votos (50,2%) y se acerca peligrosamente a la mayoría absoluta, algo inédito desde hace más de una década. Si la tendencia se mantiene, ni el mejor de los escenarios permitiría a la izquierda reeditar el conocido «Frankenstein» que llevó a Sánchez a la Moncloa.


Las cifras del sondeo no solo reflejan el crecimiento de VOX, sino también el frenazo del PP, que ve cómo su sueño de hegemonía se desvanece a medida que el partido de Abascal afianza su posición como socio imprescindible y, en algunos territorios, alternativa real.


Claves del momento y curiosidades del sondeo

El 47% de los votantes de VOX considera la inmigración uno de los tres principales problemas del país, muy por encima de la media nacional.

Los hombres jóvenes (18-34 años) son el segmento donde VOX más crece, llegando hasta el 40% de intención de voto.

El trasvase de votos no es solo del PP: 250.000 exvotantes socialistas también se inclinan ahora por Abascal.

El 98% de los votantes socialistas exige a Sánchez que presente los presupuestos en el Congreso, aunque la mitad da por hecho que no los aprobará.


La encuesta se realizó entre el 10 y el 11 de septiembre, días marcados por la apertura de juicio oral contra el fiscal general del Estado y la cuarta comparecencia de Begoña Gómez ante el juez Juan Carlos Peinado.


El milagro exponencial de Vox: elector joven, populismo, cuatro millones de votos y 54 escaños
Su contundencia en el discurso contra la corrupción de Sánchez le hace ganar 21 escaños en comparación con el 23-J, según Hamalgama Métrica
Beatriz Jiménez Pérez. Vozpópuli. 14 Septiembre 2025

Vientos de cambio en la política española. Los múltiples casos de corrupción que rodean al Gobierno –con sus socios poniéndose de perfil– han aupado a la derecha, que puede aprovechar la debacle electoral del PSOE y Sumar. El partido que más beneficiado se ve en este nuevo tablero de juego es Vox. El partido de Santiago Abascal ha conseguido captar al electorado juvenil y aprovechar a los votantes descontentos lo que se traduce en un ‘milagro electoral’: de celebrarse hoy unos comicios, Vox rozaría los cuatro millones de votos y sumaría 21 escaños en comparación con el 23-J, según la encuesta de Hamalgama Métrica para Vozpópuli.


El fenómeno de Vox y su penetración en el electorado juvenil es una tendencia que ya asumen todas las encuestas: incluso el propio CIS de Tezanos ya vaticina que uno de cada cuatro jóvenes votarán a la formación de Santiago Abascal en unos futuros comicios. Y es que, si hay algo por lo que caracteriza el partido es por su contundencia en los mensajes: sus campañas en redes sociales y su tono crítico con Pedro Sánchez han ganado cada vez más relevancia, sobre todo tras los múltiples casos de corrupción que proliferan día sí día también sobre el entorno personal y profesional del presidente del Gobierno.


La coyuntura política y su mensaje diferenciado del Partido Popular ha hecho que Vox suba como la espuma: de celebrarse hoy unas elecciones la formación de Santiago Abascal se consolidaría como la tercera fuerza política en el Congreso de los Diputados con 54 diputados –muy lejos de la siguiente, Sumar, que se quedaría con tan solo 7–. El resultado sería la suma de más de 847.000 nuevos votantes, el 10% procedentes del Partido Popular.


Además, Vox se consolida como el partido con mayor fidelidad de voto: el 90% de los españoles que apoyaron a la formación de Santiago Abascal volverían a votarla en los próximos comicios, según Hamalgama Métrica. En el caso de los nuevos votantes Vox capitalizaría al 16% de las personas que se abstuvieron o participan por primera vez en unas elecciones. Por otro lado, dentro de su electorado la abstención se reduciría tan solo al 3%, lejos del 47% de los votantes que el 23-J votaron al PSOE.


Apoyo juvenil

El viraje político de una parte de la juventud hacia opciones de derecha no es exclusivo de España, sino que forma parte de una tendencia más amplia que recorre buena parte de Occidente. Este cambio se ha manifestado incluso en América Latina, como lo demuestra el apoyo juvenil que contribuyó al ascenso de Javier Milei en Argentina.


En Europa, el giro también es visible: tras un fuerte respaldo a los Verdes en 2019, en las recientes elecciones europeas el 16% de los votantes alemanes menores de 25 años optó por Alternative für Deutschland (AfD), situando al partido como segunda fuerza, solo por detrás de los democristianos y claramente por delante de los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz. En Francia, el 30% del electorado joven se inclinó por la Agrupación Nacional, liderada por Marine Le Pen. En Italia, un 21% de los votantes menores de 35 años apoyó a Fratelli d’Italia, formación que llevó a Giorgia Meloni a la jefatura del Gobierno.


En este contexto, The Economist ha analizado el crecimiento de Vox entre los jóvenes en España, señalando el papel que desempeñan las redes sociales en la difusión de sus mensajes. Sin embargo, más allá del impacto digital, también influyen factores estructurales: España registra la tasa de desempleo juvenil más alta de la eurozona, con un 26,7%, lo que podría estar influyendo en la orientación política de una parte del electorado más joven.



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Trabajar más, cobrar más
Más que de una reforma estructural se trataba del gesto simbólico de una vividora en sus horas más bajas
Jesús Cacho. Vozpópuli. 14 Septiembre 2025

El ejemplo más palmario del desbarajuste radical en el que vive España bajo el Gobierno Sánchez tuvo lugar en la tarde del pasado miércoles. Mientras en el Congreso de los Diputados se votaba la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales impulsada por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, su teórico amigo el presidente del Gobierno asistía en un cine de la plaza de Callao de Madrid a la premier de la última película de Amenábar. Enfundado en esos patéticos vaqueros de pitillo que luce su cuerpo maltrecho, el presidente había abandonado corriendo su escaño en la carrera de San Jerónimo dejando a la vicepresidenta segunda, su vicepresidenta, sola ante el peligro, para que intencionadamente se cociera en su salsa y se apuntara en solitario la derrota del proyecto legislativo más importante de los presentados por Sumar, una ley con la que ese cadáver político que hoy es la señora Díaz pensaba resurgir cual Ave Fénix, una ley que es ejemplo de libro con el que ilustrar ese populismo de extrema izquierda dispuesto a salvar a los trabajadores que ni quieren ni necesitan ser salvados, porque en realidad se trata de utilizarlos como excusa para el revival político que necesita con urgencia esa muerta en vida que es Yolanda. Y Yolanda, que renunció a defender de entrada su proyecto como es normal en la práctica parlamentaria, cosechó la derrota que esperaba, 176 votos en contra (PP, VOX y Junts), la derrota de la que Pedro quiso huir a costa de poner en evidencia la extrema debilidad de su Ejecutivo, acusó el golpe, levantó la voz y amenazó con una proclama en tono de desafío: "Es imposible situarse en contra de 12,5 millones de personas trabajadoras".


De los muchos problemas que tiene una España asediada por todas las crisis, el que menos preocupa a la ciudadanía es precisamente la reducción de jornada. Según Eurostat, los españoles trabajaron una media de 40,1 horas semanales durante el primer trimestre de 2025, guarismo que se ha ido reduciendo paulatinamente por la tendencia natural en las sociedades desarrolladas a valorar el ocio y el tiempo libre como bienes supremos, algo que con el paso del tiempo se ha ido reflejando en los acuerdos entre partes plasmados en los convenios colectivos. De hecho, y como el diputado de Vox José María Figaredo se encargó de recordar en el Congreso la tarde del miércoles, la media de horas cotizadas por semana para trabajadores por cuenta ajena en empresas privadas es de 37,4, cifra inferior al límite que Yolanda pretende imponer por su cuenta, de modo que su aplicación tendría muy escaso impacto efectivo. A quien sí haría mucho daño ese recorte de la jornada laboral vía decreto es a esos legionarios apellidados autónomos y naturalmente a la pequeña y mediana empresa, el pequeño negocio, ese 90% de empresas de menos de 10 trabajadores que forman la parte del león del tejido empresarial español en sectores como la hostelería o el turismo, que se verían obligados a contratar personal adicional, a incrementar sus costes y tal vez a cerrar.


En realidad, a los trabajadores españoles no les preocupa las horas que trabajan sino el sueldo que reciben a cambio. La gente del común vive pendiente del dinero que gana, no del tiempo que pasa en su lugar de trabajo, que también, aunque quizá le preocupe más el que pierde en los atascos para llegar al curro en ciudades como Madrid. Una ansiedad lógica si tenemos en cuenta que los salarios apenas han recuperado el poder adquisitivo previo a la crisis financiera de 2008. En efecto, el salario medio bruto en 2024 era apenas un 2,3% superior, descontada la inflación, al de 2007, una mejora que el aumento del coste de la vida ha reducido a la nada, por no hablar del drama que supone conseguir hoy una vivienda para un sueldo medio español, situación ratificada por el estancamiento de la renta per cápita española desde hace casi 20 años. “Me cuentan los sueldos de la gente en España y me digo, ¿pero cómo se puede vivir con esos salarios? ¿Cómo puede ser posible que los chavales de 29 años no estén en las calles con antorchas y guadañas prendiendo fuego al país?”, se pregunta Jesús Fernández-Villaverde, catedrático de Economía en la universidad de Pennsylvania, en entrevista reciente parecida en El Mundo. Los sueldos, en efecto, el drama español, la angustia de tantos cabeza de familia conscientes de que el salario que llevan a casa difícilmente les permitirá llegar a fin de mes con cierto desahogo, y la disposición de cientos de miles de trabajadores no a trabajar menos horas, señora Díaz, sino a trabajar más a cambio de mejorar su sueldo. Lo cual nos lleva directamente al problema del subempleo, una situación que afecta a 1,3 millones de personas que en España trabajan a tiempo parcial porque no encuentran un empleo a jornada completa, una cuestión capital que entronca directamente con las rigideces que lastran el funcionamiento de nuestro mercado laboral.


De manera que los españoles quieren trabajar más pero no pueden (el 57,3% de los empleados a tiempo parcial estarían dispuestos a hacer más horas pero no encuentran dónde, según datos del INE y Eurostat para el primer trimestre de 2025), no se lo permite un mercado laboral tan intervenido que desincentiva la oferta de contratos indefinidos a tiempo completo. Un informe del servicio de estudios del BBVA (“Propuesta de reducción de la jornada laboral: incidencia e impacto potencial”) asegura que “Los resultados preliminares de las estimaciones indican que, sin medidas compensatorias que alivien el aumento estimado de los costes laborales -efecto inevitable en toda reducción de jornada sin paralela rebaja de salario- el recorte del tiempo de trabajo restaría en torno a 6 décimas al crecimiento medio anual del PIB durante el próximo bienio y 8 décimas al del empleo”. Son technicalities que probablemente desprecie la señora Díaz y unos sindicatos convertidos en sanguijuelas, verdaderas elites extractivas del sistema, campeones del dolce fare niente que están viviendo su época dorada al servicio de Sánchez. Ministra y sindicatos parecen ignorar, en definitiva, que la jornada laboral no ha disminuido a lo largo de la historia por decisión de los Gobiernos ni de los sindicatos, sino porque lo han hecho posible los aumentos de productividad, una productividad que en España lleva años estancada y es un 25,4% inferior a la media de la eurozona. En un país en esa situación y con una tasa de paro que, a pesar de los avances recientes, sigue doblando la media de la UE y de la zona euro, una subida adicional de costes laborales derivada de recortar jornada y mantener salarios es un disparate que solo cabe en el magín de una ministra de Trabajo comunista, un hecho insólito en Europa a la altura de 2025.


Junts ha cumplido su amenaza tumbando la “ley Yolanda” y colocando a Sánchez ante la primera derrota parlamentaria del curso. Más ruido, menos credibilidad. Más que de una reforma estructural se trataba del gesto simbólico de una vividora en sus horas más bajas, dispuesta a revitalizar su carrera política a costa de los trabajadores españoles. Derrotada en toda línea, la señora se ha revuelto como una culebra respondiendo con una maniobra torticera: el registro horario en las empresas. Lo contaba aquí Luis Casal el viernes: “La vicepresidenta no está dispuesta a dejar que la foto de la derrota eclipse su agenda, y ha activado un plan B exprés: trocear la reforma y sacar por decreto los puntos que no necesiten pasar por la Cámara. Ninguna convalidación parlamentaria, ningún riesgo de veto y sólo garantías de poder aprobar, al menos, una parte de la ley. La idea de Díaz es endurecer el sistema implantado en 2019. Se acabaron las hojas en papel y las anotaciones de buena fe: el registro deberá ser digital, rellenado personalmente por cada trabajador y con verificación de identidad”. Una medida que traslada a las empresas -naturalmente a las pymes y autónomos con empleados- la obligación de informatizar y custodiar los datos, con todo lo que ello implica en costes de gestión. Un Gobierno contrario a la iniciativa privada, enemigo del libre mercado, dispuesto a someter al ciudadano que abre un pequeño negocio a un viacrucis de reglamentos y costes crecientes. Ni una sola de las decisiones que ha tomado Sánchez y sus edecanes desde que está en el poder en materia económica y/o laboral ha ido destinada a hacer más fácil la vida del emprendedor dispuesto a arriesgar su dinero para crear riqueza y empleo.


Y Sánchez, en lugar de llamar al orden a su mandada y hacer valer su autoridad, la responsabiliza del fracaso y se va tranquilamente al cine, eso sí, abandonando el recinto al final de la proyección por la puerta de atrás para evitar los abucheos del respetable acumulado en Callao. Retrato perfecto del abisal desorden español. Más que el dirigismo tradicional de un Gobierno empeñado en salvar a quien no lo necesita, molesta sobre todo esa especie de ingeniería social que la extrema izquierda está hoy desplegando en España y en la UE destinada a desarmar a las sociedades occidentales de cualquier tipo de valores: el trabajo, por ejemplo; la valoración del trabajo; la consideración del esfuerzo como la virtud que más ha contribuido al progreso social. Para estos progresistas enemigos del verdadero progreso, el trabajo es considerado un mal en sí mismo; trabajar debe estar socialmente mal visto; trabajar es una desgracia y aquí está la izquierda para rescatar a los humanos de semejante flagelo. Para eso está el Estado Beneficencia, ese Leviatán capaz de crear “derechos sociales y económicos” de forma constante, derechos gestionados por una burocracia que se multiplica sin freno, convertida en una clase social en sí misma que se arroga la autoridad de asignar al Estado nuevas misiones asistenciales no ya innecesarias sino perjudiciales para el bien común, un Estado dispuesto a dirigir la vida del ser humano desde la cuna a la tumba a cambio, claro está, de la renuncia a su libertad, a tu libertad, la libertad de trabajar las horas que a uno le dé la gana.


Lo expresaba muy bien en fecha reciente el francés Olivier Babeau, profesor universitario además de presidente y fundador del Instituto Sapiens, autor de “La era de la pereza” (“L'ère de la flemme: Pourquoi nous et nos enfants avons perdu le sens de l’effort”): “En diciembre de 2023 celebramos los 25 años de la semana de 35 horas y los 42 años de la jubilación a los 60. Fue una triste celebración, por cierto. El problema con las decisiones políticas es que tardan mucho tiempo en demostrar sus ventajas o sus defectos. Al final, esas dos resultaron ser un desastre absoluto, como prueba hoy la situación de Francia. Las 35 horas, la ilusión del dinero gratis, se pagaron con aumentos de costes salariales que dieron como resultado un crecimiento menor que el de nuestro vecino alemán, nada menos que un diferencial de crecimiento del 3% en 25 años o el equivalente a una pérdida de riqueza de 2 billones de euros. Francia trabaja muy poco. La gente prefiere limitar su tiempo de trabajo, y por tanto sus ingresos, para tener más tiempo libre. ¿Lo compensamos con mayor productividad? Más bien no. El crecimiento de la productividad laboral en Estados Unidos ha sido el doble que el de los países de la eurozona durante los últimos 20 años. Francia es un país que considera que el trabajo se ha vuelto algo “anacrónico”. El trabajo ya no interesa. Vivir a costa del esfuerzo de los demás es nuestro gran negocio”. La consecuencia es la decadencia. El fruto podrido de ese “socialismo encubierto”, unas veces gestionado por el centroderecha y otras por el centroizquierda, en que lleva viviendo Europa desde 1945. El resultado, a la vista está.


Munar, la nueva mejor amiga de Prohens
EDUARDO INDA. okdiario.. 14 Septiembre 2025

Cuando aterricé en Baleares tenía 33 años y una extraordinaria capacidad de sorpresa. Eran los primeros dosmiles, acababa de ser nombrado director de la edición autonómica de El Mundo y no habían pasado ni dos semanas cuando me percaté de los niveles de corrupción tercermundistas que sufrían las Islas. Aquello se parecía éticamente más al África subsahariana, a México, a Venezuela, a Brasil o a Argentina que a Alemania, Reino Unido y no digamos ya los países nórdicos o el Benelux. La clase política era en sus niveles más altos una cuadrilla de gángsters.


El problema no era que los barandas locales fueran unos golfos, que también, sino que los medios estaban unánimemente comprados salvo contadas y no menos honradas excepciones como la de Gabriel Torrens, actual delegado de Es Radio. Consecuencia: robaban a manos llenas sin contrapeso alguno que les hiciera frente sacando a la luz sus miserias. La madre de todos los chorizos se llamaba Maria Antònia Munar. No había día en el que alguien no me sorprendiera con un trinque de la presidenta del Consell de Mallorca y número 1 de Unión Mallorquina (UM), el minúsculo partido que había ejercido de bisagra desde la Transición. Ellos decidían quién gobernaba, si el PP o los socialistas, a cambio naturalmente de un suculento negociete a cargo de la Administración regional, que es lo mismo que decir a cargo del contribuyente.


«Esto se va a acabar», me dije a mí mismo para, acto seguido, solicitar a mis colaboradores que se pusieran manos a la obra. No transcurrió ni un mes entre mi instrucción y el primer escandalazo de esta gentuza publicado por El Mundo balear:


—Munar transporta la grava de las carreteras que adjudica—, titulamos a toda portada.


El cristo que se montó fue de padre y muy señor mío. El resto de la profesión nos puso a parir por haber osado romper la omertà. Munar salió en rueda de prensa para desmentir nuestra noticia:


—Es falso que yo posea el 40% de esa empresa de transportes [hasta ahí habíamos podido llegar nosotros], tengo el 95%—, apuntó en su sincero y no menos desvergonzado mentís.


Meses después le comentaría literalmente a Ágatha Ruiz de la Prada:


—Da igual que contéis que hacemos negocio con las administraciones que gobernamos, aquí estas cosas no se tienen en cuenta—.


La UM de Munar decidía quién gobernaba Baleares a cambio lógicamente de algún suculento negociete a cargo de la Administración regional


Algo parecido sucedió con otro que tal bailaba, Jaume Matas, president popular del Govern, que me recriminó que destapásemos el tarro de las esencias de la mangancia de su socia Munar y de sus aliados de Unió Mallorquina.


—¡Eduardo, tenéis que dejar de meteros con Munar!—, me recriminó fuera de sí un tipo que acostumbraba a exhibir unas formas impecables bajo la inmensa cristalera que preside el salón de desayunos y comidas del Hotel Palace de Madrid.


—Jaume—, repliqué sin solución de continuidad, —es una corrupta del carajo y nuestra obligación moral y profesional es contarlo—.


—Baleares es diferente, Eduardo—, me contraatacó.


—No sabía yo que hubiera una ética para las Islas y otra para el resto del mundo—, zanjé irónicamente el debate.


Un año después nombré jefe de Investigación del rotativo a Esteban Urreiztieta y apunté a Maria Antònia Munar como gran objetivo a seguir. Ni podíamos ni debíamos permitir que el latrocinio le saliera gratis.


Nos pusimos las botas. Cuando no eran las autoadjudicaciones de contratos públicos que se hacía la pájara a través de su marido, eran las joyas, los bolsos y los atuendos que portaba —no salía de su casa sin menos de 120.000 euros sobre su augusto cuerpo—, y cuando no era ni lo uno ni lo otro eran los trinques de sus subordinados. Su vicepresidente, Miquel Nadal, otro pedazo de quinqui, se pagaba su hobby volador —era piloto de avioneta amateur— con fondos públicos; su mano izquierda, Dolça Mulet, también exigía mordidas como si no hubiera un mañana y, además, cada vez que llegaban unas elecciones municipales compraban votos entre la colonia sudamericana asentada en Mallorca. Aunque han pasado muchos años creo recordar que la papeleta electoral con el logo de Unió Mallorquina se cotizaba a 500 euros allá por 2007. El pucherazo les permitió mantenerse como bisagra durante 30 años.


El desahogo llegó al paroxismo cuando se convocó el concurso de Can Domenge, el único gran solar que quedaba vacío en el epicentro de Palma. Era propiedad del Consell. Se presentó todo quisqui: todas las grandes promotoras locales y buena parte de los gigantes nacionales acudieron al concurso. El que más pujó fue José Luis Núñez, histórico ex presidente del Fútbol Club Barcelona, que puso encima de la mesa 60 millones de euros, 60 millones de euros de los de hace dos décadas, que se dice pronto. Y el que menos Sanahuja, otro constructor de postín catalán, en cuyo sobre aparecía una cantidad que era exactamente la mitad: 30 millones. Entre medias había todo tipo de ofertas: 35, 40, 45, 50 y 55 millones.


Y resultó que Munar le adjudicó la joya urbanística a quien menos había ofertado de entre la decena de aspirantes: Román Sanahuja. El mundo, que no la palma de la mano, al revés. Nuevamente, todos callaron… menos el medio que dirigía un servidor. El que paga, manda, y Munar mandaba mucho porque untaba a base de bien a todos los diarios menos al nuestro. Pasaron los años, no cejamos en el empeño, despertamos la atención de la gente honrada de la Agencia Tributaria y de una minoría de la Fiscalía que quería hacer justicia, demostraron que había percibido coimas por esa adjudicación al peor postor y otras, la imputaron, la procesaron y finalmente le cayeron 14 años de prisión, la sanción más alta jamás impuesta a un político de postín en nuestra democracia. Unió Mallorquina se disolvió al más puro estilo Convergència, cual azucarillo.


Desafortunadamente, no le cazaron el botín que escondía e intuyo esconde en paraísos fiscales. Estamos hablando de una ciudadana con una fortuna de 120 millones, un auténtico milagro de los panes y los peces para alguien que se ha dedicado toda la vida a la política y no superó nunca los 60.000 euros brutos anuales de soldada.


Ella se hacía con el botín en el Consell y Matas hacía lo propio en el Ejecutivo balear. El popular adquirió siendo presidente un palacete en el Casco Antiguo de Palma valorado entonces en 5 millones, dos pisos en el barrio de Salamanca de Madrid que luego juntó montándose un casoplón y un apartamento mirando a la Isla de Cabrera, mientras lucía en su muñeca pelucos de 200.000 euros. Su salario público era de 69.000 euros brutos al año. ¿De dónde sacaba pa tanto como destacaba? Pues del mismo lugar que su socia Munar. Obvio. También terminó en el hotel rejas.


Nuestra protagonista acabó dando con sus huesos en la cárcel de Palma, donde vivió siete años, y ahora disfruta del tercer grado. Vamos, que técnicamente continúa siendo una reclusa por mucho que goce ya de libertad. El arriba firmante pensaba que, naturalmente, ostentaría la condición de paria de la tierra o apestada el resto de sus días. Mi capacidad de sorpresa se volvió a ver sobrepasada con 24 primaveras más —quién me lo iba a decir— el 31 de julio cuando me contaron que la presa más conocida de Baleares, la gran ladrona, se había plantado en la inauguración en la Lonja palmesana de una antológica de la obra escultórica de Joan Miró que, por otra parte, es altamente recomendable: La força inicial.


¿Quién organizaba la muestra? Pues ni más ni menos que el Govern balear y el Ayuntamiento de Palma. ¿Quién es la propietaria de la Lonja? La primera de las instituciones. Conclusión: el pase se lo habían cursado desde la Presidencia del Ejecutivo autonómico. Las pocas dudas que albergaba se redujeron a la nada cuando observé en el reportaje fotográfico a la actual presidenta balear, la popular Marga Prohens, colegueando y riendo a mandíbula batiente con Munar y su antaño lugarteniente, Dolça Mulet, también condenada a prisión por sisar dinero público. Me quedé literalmente ojiplático. Prohens no es una novata en el dudoso arte de los homenajes a corruptos: hace dos años hizo lo propio con José María Rodríguez, antaño conseller y secretario general del PP balear.


Nuevamente, OKDIARIO se convirtió en la excepción que confirma la regla al publicar la noticia que todos los demás callaron. Debe ser que el dinero de todos está para mirar hacia otro lado con la corrupción. No entendía nada hasta que alguien me sopló recientemente que a los genios del Consolat de Mar, los spin doctors de Prohens, se les ha ocurrido que lo más conveniente para no tener que depender de Vox es arañar voto nacionalista rehabilitando a Maria Antònia Munar, una sujeta que se autodefinía como tal pese a que sólo ha profesado dos ideologías: la peseta y luego el euro.


Una imbecilidad sideral que sería para estallar en carcajadas si no estuviéramos hablando de algo tan crucial en democracia como la legalidad, la ética y la estética. La cuadratura del círculo se produjo hace pocos días cuando conocimos que Unió Mallorquina quiere regresar a la arena política aunque con otro nombre, naturalmente. Que son golfos pero no tontos.


Me quedé literalmente ojiplático cuando vi a Marga Prohens colegueando y riendo a mandíbula batiente con Munar y su antaño lugarteniente Mulet

En el haber de Marga Prohens existen muchas cosas buenas: ha eliminado el Impuesto de Sucesiones, el de Donaciones, ha bajado el tramo regional del IRPF y está liberalizando el suelo. Y nadie le puede discutir su talento para la oratoria, habla como los ángeles, y un envidiable espíritu de superación frente a las adversidades médicas. Pero nada o casi nada bueno ha hecho en el terreno de la libertad lingüística. Tan sólo ha eliminado esa paleta obligatoriedad de saber catalán para optar a una plaza de médico en la Sanidad balear. En todo lo demás siempre vota por acción u omisión con los nacionalistas. No es una opinión, son hechos. Hace bien poco el PP respaldó una moción para que los anuncios de vuelos en los aeropuertos de Son Sant Joan, Menorca e Ibiza sean en inglés y catalán exclusivamente. Ya se sabe que el español es una lengua facha. Y también se está luciendo negándose a reducir las viviendas turísticas, demagógica machadita que sólo ha conseguido masificar unas Islas sobresaturadas y meter un rejonazo de campeonato al estratégico sector hotelero. Unas cuantas de cal en materia fiscal y algunas de arena, como por ejemplo esa vuelta de tuerca a la comunistoide ecotasa y a los gravámenes a los coches de alquiler.


Esto es como si Alberto Núñez Feijóo se empeñase en devolver a la categoría de político digno a Jordi Pujol amén de fomentar el renacimiento de Convergència para ver si suena la flauta y los votos de Abascal dejan de ser imprescindibles. O como si hablase de Luis Bárcenas como «el hijo pródigo de Génova 13» y, acto seguido, le devolviera el carné de militante. O como si colase en las listas a Ignacio González o a la ladrona de Eroski, Cristina Cifuentes. Todos pensaríamos que o bien no es el personaje impecablemente ético que conocemos o que es necesario incapacitarlo. Prohens corre ese mismo riesgo, además de otro no precisamente menor: que sospechemos que la política cosmopolita, moderna y honrada que nos vendieron era mentira. Que en realidad se trata de una casposa criptonacionalista, además de una suicida porque siempre habrá quien la identifique moralmente con una corrupta nivel dios. Poco nos pasa y poco les pasa.


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