Recortes de Prensa Domingo 5 Octubre 2025
Rusia ataca una estación de tren en la
región ucraniana de Sumi y causa decenas de heridos
En
el lugar se encontraban tanto empleados de la empresa ferroviaria
estatal como pasajeros
Antonio Fernández. la razon. 5
Octubre
2025
Rusia atacó este sábado con drones una estación de tren en la localidad de Shostka, en la región ucraniana de Sumi, en el noreste del país, y causó decenas de heridos, según denunciaron la Administración Regional Militar y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
"El enemigo golpeó deliberadamente la infraestructura civil, impactando un tren de pasajeros que cubría la ruta entre Shostka y Kiev", señaló la Administración Regional en un mensaje de Telegram. Zelenski calificó en la red social X el ataque de "salvaje", y dijo que hasta el momento se sabe de al menos 30 heridos.
Los informes preliminares indican que en el lugar se encontraban tanto empleados de la empresa ferroviaria estatal Ukrzaliznytsia como pasajeros. "Todos los servicios de emergencia ya están en el lugar y han comenzado a ayudar a la gente", afirmó Zelenski.
"Los rusos no podían ignorar que estaban atacando a civiles. Y esto es terror que el mundo no debe ignorar. Cada día Rusia quita vidas. Y solo la fuerza puede hacer que se detengan", insistió el mandatario. Por ello instó a Europa y a EE.UU. a pasar de las palabras sobre nuevas sanciones a Rusia a "acciones contundentes".
El
cierre de gobierno de Estados Unidos es muy necesario... y deberíamos
importarlo
Es una herramienta fundamental que, en el
caso de España, evitaría el despilfarro sin preocuparse de no tener
presupuestos
Daniel Lacalle. la razon. 5
Octubre
2025
Mucha gente mira a Estados Unidos y considera que las negociaciones de cierre de gobierno y del techo de deuda son un atraso. Se afirma que nosotros tenemos la enorme «ventaja» de que el gobierno no cierra. Así, el gobierno de Sánchez no tiene ningún problema en disparar el gasto público más de un 5% sin tener presupuestos, en tirar de chequera para politizar empresas sin espacio presupuestario y a dejarle al siguiente el agujero. Todo son «ventajas».
Si España tuviese el mecanismo de control esencial que es el riesgo de cierre de gobierno, no tendríamos un gobierno que despilfarra sin preocuparle tener presupuestos y destruye las cuentas públicas con el aplauso de una Comisión Europea y un Banco Central Europeo que disfrazan cualquier desequilibrio mientras dope el PIB y de las mismas agencias de calificación que daban rating positivo y perspectiva estable a Grecia en 2007 porque crecía más que la media de la UE y reducía su déficit sobre PIB aunque la deuda emitida seguía creciendo, como pasa con España.
El cierre de gobierno es una herramienta esencial y muy necesaria. Muchos dicen que es irrelevante porque siempre se negocia, pero no parecen entender que, si no se diesen estos mecanismos esenciales, el grave problema fiscal de Estados Unidos sería muchísimo peor.
Es la única manera de empezar a controlar las cuentas públicas y restaurar la estabilidad
Hace unos días llegué de Washington y quedaba claro que los demócratas iban a forzar un cierre de gobierno. Los demócratas exigen que se gasten cientos de miles de millones más en dar sanidad gratuita a los inmigrantes ilegales y que se reviertan los recortes que se han podido hacer. Es el mismo partido demócrata que firmó decenas de «órdenes de continuidad» entre octubre y diciembre que hicieron que la administración Trump se haya encontrado el 97% del presupuesto de 2025 consumido o comprometido.
La diferencia ahora es que la segunda administración Trump no va a caer en la trampa y lidera la narrativa. No se esconde ante la idea de que el cierre de gobierno es una oportunidad histórica para desmantelar esas órdenes de continuidad y seguir reduciendo el gasto y la administración pública inflada.
En los primeros nueve meses de 2025, se ha podido reducir el empleo público en 97.000 personas. Con el cierre de gobierno se puede llegar a 150.000 más y así dejar el empleo público al nivel que estaba en 2019. Además, se preparan despidos adicionales relacionados con el cierre («shutdown»), alcanzando hasta 750.000 empleados.
El gasto federal, según el Bureau of Economic Analysis, se redujo un 5,6% en el primer trimestre y otro 5,3% en el segundo. El gasto gubernamental no ligado a defensa se ha cercenado un 3,8% en el primer trimestre y un 13% en el segundo. Una reducción de 42.000 millones de dólares en un presupuesto, repito, que estaba casi entero gastado cuando se heredó.
Todo esto es importante porque, además, Estados Unidos crece a un ritmo del 3,8% anualizado, la Reserva Federal de Atlanta estima un crecimiento del 3,9% anualizado en el tercer trimestre y el empleo crece, aunque se reduzca el ritmo por menor inmigración ilegal y menor empleo público. Es decir, el «empleo» que crecía en 2024 por 50.000 empleos mensuales más en el sector público y 82.000 empleos mensuales por inmigración eran espejismos estadísticos que, además, tuvieron que revisarse y ya sabemos que con la administración Biden se infló el empleo en dos millones de personas entre 2023 y 2024, estimando una cifra espectacular por nuevos negocios… ¡que no se habían registrado!
En España, el gobierno te dice que la economía va como un cohete disparando el gasto público muy por encima del crecimiento de los ingresos y dopando el PIB con el efecto placebo de la inmigración y los fondos europeos además de seguir emitiendo mucha más deuda con ingresos récord.
El cierre de gobierno ni para los servicios esenciales ni hunde la economía. Puede ser una gran oportunidad en Estados Unidos para devolver el empleo federal a los niveles de 2019 y reducir el gasto no esencial en al menos 190.000 millones de dólares.
Estados Unidos tiene un enorme problema de deuda y déficit heredado del desastre de la administración Biden, y muestra lo difícil que es controlar las cuentas públicas. A pesar de ello, el déficit de agosto se ha reducido en 35.000 millones de dólares, el de julio en 15.000, el de junio en 13.000 millones y, en acumulado desde febrero, una reducción de 140.000 millones de dólares. Pero el déficit sigue en 1,8 billones por culpa de las extensiones y órdenes de continuidad, uno de los ejercicios más vergonzosos hechos por una administración antes de las elecciones.
El cierre de gobierno es la única manera para empezar a controlar las cuentas públicas y restaurar la estabilidad. No es fácil, pero se está haciendo todo lo posible.
Aquellos líderes del partido Demócrata que dicen que se tienen que reponer todas las partidas de gasto y dar sanidad gratuita a inmigrantes ilegales y que todo se cubre si se disparan los impuestos deberían mirar al otro lado del Atlántico a Francia. Francia no ha tenido austeridad jamás, tiene los impuestos más altos de la OCDE y un estado gigantesco y lleva décadas en estancamiento, los contribuyentes están ahogados y está en una crisis de deuda imposible de arreglar con un estado depredador.
Francia decidió disparar el gasto público, los impuestos y la inmigración y está en estancamiento con una crisis de deuda brutal. Canadá hizo lo mismo y está en estancamiento y destrucción de empleo privado. ¿El cohete español? Sánchez repite las mismas políticas fracasadas del socialismo mundial, y está haciendo exactamente lo que ha llevado a Francia a la decadencia absoluta y crisis de deuda.
La lección para todos es sencilla. El estatismo impone estas políticas porque su objetivo es el control, no el progreso. Los que se llevan las manos a la cabeza por el cierre de gobierno de Estados Unidos, que se acuerden de cuando aplaudían hasta sangrarles las manos la política destructiva de Biden.
Empeñados
en que siga
Jesús Cacho. Vozpópuli.
Con la cabeza caliente y los pies fríos. Había acudido a su despacho en el complejo de Moncloa a petición suya como editor de Vozpópuli, y abandoné el lugar dominado por la sensación de perplejidad propia de quien acababa de descubrir en el todopoderoso gurú del presidente del Gobierno a un tipo más simple que el mecanismo de un botijo. Nada por aquí, nada por allá. Ni talento, ni discurso. Simples lugares comunes. Luego, el sátrapa que nos preside se lo quitó de encima en uno de sus cambios de Gobierno sin más explicaciones, con esa fría displicencia que los autócratas suelen desplegar ante los servants cuando, tras haberles sacado el jugo, deciden enviarlos a la papelera.
En La Vanguardia ha escrito algunas de las páginas más celebradas de la historia del columnismo patrio en clave de humor, como aquella en la que vaticinaba que Yolanda Díaz "podría convertirse en la primera presidenta de la historia de España". Ahora dicen que ha vuelto a Moncloa y que está de nuevo a las órdenes de Pedro, un Pedro que, en octubre de 2021, es decir hace justamente cuatro años, ya era en su opinión "el pasado". El caso es que el susodicho, de nombre Iván Redondo Bacaicoa, ha decidido competir a cara de perro con el CIS de Félix Tezanos y ha dado a luz esta semana una muy comentada encuesta, elaborada por una consultora de su propiedad para el programa Espejo Público de Antena3, en la que propina un severo correctivo a las aspiraciones electorales del PP, al que deja con 111 escaños, mientras eleva las del PSOE (130) y dispara las de Vox (74). El asunto no hubiera pasado de la mera anécdota entre la lluvia de encuestas que aparecen en los medios, todas por cierto tendencialmente contrarias a lo enunciado por la empresita de Redondo, de no ser por el indisimulado entusiasmo, más bien jolgorio, con que las huestes de Vox han acogido el vaticinio del spin doctor (abanicador) de Sánchez.
A propósito de esa encuesta, he mantenido esta semana un tan civilizado como crítico intercambio de opiniones con un conocido empresario, ex presidente de una de las empresas del Ibex, que ahora se dedica a gestionar su fortuna. Su criterio resume, en mi opinión, el pensamiento de una cierta elite del dinero, gente culta que económicamente sostiene, y lo hace con indisimulado entusiasmo, al partido que en teoría preside Santiago Abascal. Su opinión es que "Sánchez está muerto" (sic) y que la derecha radical no puede aceptar como alternativa a "un Rajoy 2.0 que lo haga peor que el propio Sánchez, como el propio Mariano lo hizo peor que Zapatero". De su pluma salen palabras hacia la derecha moderada más cercanas al odio que a la crítica política. "En Génova deberían empezar por no considerar a Vox como alguien obligado a dar sus votos al PP porque sí, porque lo dicen ellos. Vox no es culpable de la situación actual. Sus errores y renuncias nos han traído hasta aquí y siguen sin abandonar esa prepotencia que les caracteriza cuando hablan de nosotros, prepotencia que les llevará, como ha ocurrido en la UE y en Alemania, a pactar con los socialistas cuando caiga Sánchez".
Quien esto suscribe no conoce a ningún potencial votante del PP actual, y conoce a muchos, que se haya mostrado partidario, ni siquiera en privado, de esa coalición con el PSOE y mucho menos con el PSOE actual. Es una de esas fábulas que salen de la factoría de la calle Bambú, sede de Vox, y con la que comulga la entusiasta muchachada de Abascal.
— No estaría mal que recordaras a tus amigos de Vox que el enemigo a batir se llama Pedro Sánchez, es Pedro Sánchez, no el PP.
— No hay solución ahí a los problemas de España y mucho menos con Feijóo al frente. Feijóo no hará nada.
— ¿Y tú crees que Julio Ariza lo haría mejor?
El intercambio pone de manifiesto la sima de despecho, casi desprecio, que entre unos y otros han ido cavando entre las dos opciones electorales de la derecha española, abismo que no para de crecer y que hace tan complicado vislumbrar un pacto entre ambas capaz de enderezar el rumbo del país tras el final de la pesadilla Sánchez. Entre la soberbia, a veces insultante, que se ha apoderado de Vox y la falta de consistencia, cuando no pura incongruencia, de la que tan a menudo hace gala Génova 13, las derechas españolas parecen empeñadas en que Pedro Sánchez siga en Moncloa muchos años más, y a poco que se lo propongan lo van a conseguir, lo cual no deja de ser una desgracia para los millones de españoles que sueñan con pasar página de una vez y vivir en un país alejado de muros separadores, sectarismos, manipulación y mentira.
Pedro Sánchez no está ni mucho menos muerto. Asediado por la corrupción, cierto, cercado por los tribunales de justicia, en efecto, aislado en la escena internacional, también, siempre en la cuerda floja y a merced de sus socios, además, pero no muerto. El refrán nos advierte de los riesgos de vender la piel del oso antes de cazarlo. Vox cree que Sánchez ya es historia, y que entonces de lo que ahora se trata es de disputarse la primogenitura de la derecha española a garrotazo limpio, como en el cuadro de Goya. Craso error, porque Sánchez no es solamente Sánchez: es “La Banda de Sánchez” como en su día enunció Albert Rivera. Una banda que se hizo primero con el control del partido, que después logró hacerse con el Gobierno de la nación, y que finalmente se ha apoderado del Estado. Y que cuando consolide su dominio del Estado intentará domeñar a la sociedad entera y ponerla a su servicio. Le pasó hace no demasiado tiempo a un país con una sólida estructura económica y una trama cultural mucho más densa que la española actual, la Alemania de los años treinta del pasado siglo. Doce años, los que van de 1933 a 1945, le bastaron a una “banda” para destruir el país más rico y culto de entonces. La izquierda española, convertida hoy toda ella en extrema izquierda, ha firmado un nuevo Pacto de San Sebastián, similar al que también en los años treinta acabó con el reinado de Alfonso XIII, con los nacionalismos de derechas catalán y vasco para acabar con la etapa más fructífera de la historia de España (al menos en lo que a paz social y prosperidad material se refiere), y ese pacto no se va a disolver fácilmente para que sus integrantes se vayan tranquilamente a casa. Sánchez es el mascarón de proa de esa alianza.
Sánchez es la cabeza de la serpiente. Y la banda tiene un guión que pretende cumplir fielmente. Hoy sabemos que el felón quiere seguir, que su partido le apoya y que sus socios han decidido mantenerlo en Moncloa porque jamás se verán en semejante favorable tesitura. Se diría más: Sánchez es un mero prisionero de la banda, de forma que aunque quisiera dimitir probablemente sus socios no le permitirían hacerlo. Redondo, la voz de su amo, ha publicado recientemente en La Vanguardia del señor conde un artículo sobre lo que él llama la "teoría del reencuentro total", que, en palabras de Alejandro Fernández, líder del PP catalán, consiste básicamente "en liquidar la nación española y convertirla en una confederación plurinacional, en un corral de la Pacheca". Para hacerlo posible habría que reformar la ley electoral a la medida de los socios, proceso que acabaría con una consulta, el referéndum del "reencuentro total" o el abrazo mortal que terminaría con la España que hemos conocido, sustituida en realidad por una Confederación de Repúblicas Socialistas Ibéricas al gusto de esta izquierda enloquecida que padecemos. En el diseño sobra, obviamente, la Monarquía, obstáculo menor en los planes de la "banda". ¿Imposible? Recordemos que Sánchez dijo que jamás se aprobaría una amnistía, y también dijo que… bla, bla, bla. Los miembros de este Pacto de San Sebastián redivivo saben que sólo tendrán una oportunidad de culminar su proyecto, razón por la cual jamás darán un paso atrás. Y no respetarán nada. Ni siquiera el resultado de unas elecciones que les sean contrarias, ello dando por sentado que Sánchez llegue o llegara a convocarlas, lo cual es mucho suponer a la luz de lo que hoy sabemos del personaje. Por desgracia, se cumple de nuevo esa eterna regla histórica según la cual cuando se produce un acontecimiento decisivo, un punto de ruptura con el pasado que termina con el establecimiento de un orden nuevo, los contemporáneos son los últimos en enterarse, los últimos en advertir que alguien les está robando su mundo para introducirles en otro lleno de peligros. Solo se dan cuenta al final del proceso, cuando ya es demasiado tarde para reaccionar.
Se trata de una amenaza existencial para España. Estamos ante una situación límite, pero parece que nuestras derechas no terminan de percatarse del peligro, enfrascadas como están en escupirse mutuamente. Cuenta el periodista y escritor alemán Sebastian Haffner que Hitler, de quien fue sañudo opositor, no superó nunca la adhesión de un 60% de la población alemana, preguntándose por qué no reaccionó el 40% restante. Se respondió a sí mismo asegurando que esos millones de alemanes se cruzaron de brazos esperando la llegada de un líder carismático capaz de enfrentarse al monstruo, líder que nunca apareció. En España no tenemos líderes, ni sociedad civil digna de tal nombre, ni elites económico-financieras o culturales capaces de encabezar una revuelta efectiva contra nuestro particular monstruito. Estamos en manos de un protodelincuente avalado por una carrera de Económicas que ni siquiera le pertrechó intelectualmente para acometer una simple tesis doctoral, y que financió su carrera política con el dinero de la prostitución masculina salido de las saunas de su suegro. Un perfecto amoral dispuesto a todo, dispuesto incluso, como hemos podido ver estos días, a plantear abiertamente un conflicto más allá de lo diplomático con un estado como Israel para tapar la herida purulenta de su inabarcable corrupción. Un tipo cuya peor versión probablemente todavía no conocemos. El riesgo que corremos es enorme. Para derrotar al autócrata en las urnas no disponemos más que de dos partidos cuyos líderes, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, no se hablan desde hace tiempo, aunque, en opinión de Alfonso Ussía, el verdadero líder de Vox es Julio Ariza, 68, propietario y presidente del Grupo Intereconomía. "Reúnanse y hablen. Olviden rencillas y malos modos. Pero háganlo los dos auténticos líderes del PP y Vox, Núñez Feijóo y Julio Ariza, el fantasma oculto de las finanzas saltarinas y los golpes en el pecho. Ellos son los que mandan", escribía Ussía el pasado 16 de septiembre. Con estos bueyes hay que arar.
De aquel genuino Vox de los primeros tiempos, al que, desaparecido Ciudadanos, tantas nobles gentes huidas de la molicie del PP de Rajoy pensó seriamente en votar hasta que Abascal puso en la calle a los miembros de su ala liberal, no queda nada. Vox se fundó, lo sabe muy bien Santiago, para obligar al PP a abordar las reformas de fondo que el país necesita desde hace lustros y que la burocratización y la pérdida de referentes ideológicos del partido siempre han frustrado. En su seno llevaba incluso fecha de caducidad para el improbable caso de que esas reformas hubieran llegado un día a hacerse realidad. Vox es hoy otra cosa. Una cúpula parapetada en la calle Bambú de la que poco o nada se sabe. ¿Quién manda de verdad? ¿Es Ariza o Quico Méndez Monasterio, el misterioso hombre en la sombra que ahora pasa la gorrilla por las empresas junto a Gabriel Ariza? ¿Cuál es el poder real de Abascal hoy? "Mandan los ocultos y los segundones", dice Ussía. Y una cosa bastante fea, airada, faltona, macarra incluso, reacia a la crítica, que, como la mafia monclovita, ignora que los medios están para fiscalizar a los políticos y no al revés. Los parecidos entre PSOE y Vox, sin duda circunstanciales, son a veces sonrojantes. Como las muletas con las que ambos tientan al PP y que las dóciles gentes de Génova cogen con docilidad pasmosa, caso del llamado “síndrome post aborto” que Vox plantea en el consistorio madrileño y que el "listo" del alcalde Martínez-Almeida coge al vuelo metiendo a Génova en un charco. Cortinas de humo, ahora el aborto, con las que un Gobierno que no gobierna intenta explotar las contradicciones de una derecha a menudo tan cobarde como acomplejada.
Feijóo ha dicho palabras llenas de sentido en el “Foro La Toja” celebrado este fin de semana en El Grove, Pontevedra. Se ha ofrecido para trabajar por “la reconciliación”, que ve como “la principal tarea política a acometer hoy en España”. Y está bien, muy bien, pero no es suficiente. Rescatar a España de los "intereses pequeños y a veces personales de unas pocas minorías que la tienen atrapada" no se logrará con las políticas socialdemócratas de los Nadal de turno ni con las rebajas fiscales a mascotas de Juanma Moreno. Esto es más grave, exige mucho más, reclama infinitamente más esfuerzo. Y debe empezar por la tarea inaplazable de echar a Sánchez. Su partido mantiene una deuda impagable con España, la de dos mayorías absolutas dilapidadas de forma criminal, que usted debería plantearse saldar con valor y determinación, no con medias tintas. Usted es el único candidato posible a la presidencia del Gobierno, y debería ser usted quien, haciendo de tripas corazón, moviera ficha para llegar a algún tipo de acuerdo con Abascal. La dramática situación que vive España así lo exige. Porque una cosa son los líderes de Vox en la sombra, los Ariza y Monasterio, y otra muy distinta sus millones de votantes, gentes que, como los del PP, desean lo mejor para España. Opten por PP o por Vox, los españoles de centro derecha pasan olímpicamente de los celos, envidias y rencores entre la calle Bambú y la calle Génova. Y les importa un pito que Vox suba o baje en las encuestas o que lo haga el PP. Lo trascendente de verdad es que la suma de ambos arroje una mayoría absoluta, si es holgada tanto mejor, que permita un Gobierno de coalición capaz de abordar esas cuatro o cinco reformas esenciales, pongamos que diez, no más, capaces de invertir el rumbo de colisión que lleva el país y plantear un futuro de paz y prosperidad para todos. Tampoco aspiramos a más. Nos conformamos con poco. Así que dejen de tocarnos las pelotas con sus cuitas y pónganse a trabajar. Lo prioritario es poner a Sánchez en la calle cuanto antes. Aceptamos cárcel como animal de compañía. De modo que unan fuerzas en el logro de ese objetivo o callen para siempre. La historia nunca les perdonaría una nueva traición.
Y dale contra
Vox
Nota del Editor. 5
Octubre
2025
Como ciudadano hispano hablante y sufridor directo del PP de Galicia, me produce estupor que aún quede gente que piensa que el pp puede hacer algo bueno para España. Sonroja la falta de memoria que muchos "despìstados" sufren de las innumerables traiciones del pp, con centroman (Aznar) a la cabeza que vendió España por unas lentejas.
En
tiempo de descuento
Jesús Rul. Vozpópuli. 5
Octubre
2025
Esta legislatura malhadada empezó con un pacto de perdedores gracias al suicida sistema electoral español. Pese a ganar en minoría el PP, Pedro Sánchez decidió jugar sucio en contra de su ideario público (ver hemeroteca): pactó con comunistas de toda laya, separatistas a derecha e izquierda y filo terroristas. Saldó su dependencia con pactos y promesas para amarrar sus votos. Visto en perspectiva, Sánchez cedió lo que no es suyo, a costa de los españoles, y los socios vieron el cielo abierto a sus ambiciones imposibles por su exigua representatividad democrática. En estos años hemos visto cumplirse el peor sueño de la razón: el abuso de poder, la degradación del Estado nacional en aras del progresismo, la corrupción sistemática, la mentira disfrazada de ideología supremacista jaleada por activistas a sueldo para tener controlado el gallinero clientelar. Los disidentes, esto es, la mayoría de los españoles, fachas a batir de ultraderecha. La izquierda y secesionistas otra vez en guerra contra España como en la cainita II República con pretensión de totalidad: los demás sobran, sometidos a la exclusión con virulencia: "muros", "cordones sanitarios"...Entonces el sectarismo totalitario llevó a la guerra civil. ¡Qué pronto olvidamos el mal evitable!
Relato, masaje y propaganda
A la mitad de la legislatura, los golosos socios de Sánchez le han perdido el respeto. Saben que el naufragio se acerca y exigen lo indecible. Prueba de ello es que no se ponen de acuerdo para aprobar leyes. La Moncloa y su terminal del Congreso de diputados son la cueva de Ali Baba, presididos por dos sectarios de libro. Todos viven del erario sin producir nada útil para el bien común a medio y largo plazo. Es clamoroso el abandono de lo fundamental que atañe a todos. Cito algunos: seguridad de fronteras contra la inmigración descontrolada, ampliación del potencial de la red eléctrica y ferroviaria, conservación de carreteras, obras de infraestructura para prevenir inundaciones, prevención durante otoño e invierno de incendios de sexta generación que vendrán en verano, competitividad y competencia económicas, amenazadas por el intervencionismo neocomunista y el absentismo laboral, un 68% superior a la media de la UE, independencia judicial y medios para ser efectiva, libertad económica y unidad del mercado, libertad para hablar y ser atendidos en español en toda España, coartada por secesionistas y afines como el PSC y PSE... y como colofón exigencia de estándares democráticos básicos en la vida pública: convocar sin dilación elecciones libres, dimisiones por responsabilidades políticas. Nuestra cultura democrática es baja: nadie asume responsabilidad, dimite o es cesado. La red de poder clientelar es una masa con una ley interna ¡prietas las filas!: contra hechos e indicios criminales del poder, relato, masaje y propaganda. Los hechos criminales de mañana borrarán los anteriores. La vida sigue y el foco cambia, pero el proceso de degradación avanza, sólo hay que mirar con perspectiva.
"La prisiones del vicio"
Este gobierno no está para gobernar la Nación, no podría aunque quisiera por la contradicciones insalvables de sus socios, algunos de ellos enemigos declarados de España, eso le hace ilegítimo. Sánchez es incapaz de aprobar los presupuestos por tercer año consecutivo. No le importa lo más mínimo pese a violar la Constitución: es preceptivo presentar y aprobar el presupuesto del Estado como condición de validez de un gobierno democrático. Está fuera del orden constituido los manejos dinerarios del ejecutivo sin control parlamentario. Sánchez lo reduce a un simple trámite: no va a quitarme el poder pese a lo que diga la Constitución, para eso tenemos a Pumpido. Más ahora que vienen curvas para la mujer y el hermano, su fiscal general, sus adláteres Ábalos y Cerdán, este último en chirona. Como nos recuerda la fábula de Samaniego, todos sus "humanos corazones perecen en las prisiones del vicio que les domina". Veremos si realmente perecen como merecen porque han hecho del Estado su finca particular de abuso, incompetencia y latrocinio. Por eso necesitan huir hacia delante y seguir a toda costa al precio que sea.
Hechos como catapultas
En estas condiciones cuando haya elecciones generales sobresale la duda razonable sobre el fraude electoral, habida cuenta de los antecedentes en 2019 y 2023, acreditados por la Guardia Civil con redes para captar votos por correo en varias provincias. Las elecciones se aderezarán con alguna crisis, escándalo con agitación de la calle extremando la polarización contra la derecha. Habrá que estar atentos al voto por correo, a las urnas selladas, al recuento electoral y las actas custodiadas. Aunque no se diga Sánchez está en clave electoral. Tiene a Tezanos ocupado en dar moral de victoria con cocina de datos de encuestas, pero el desprestigio del CIS es clamoroso por eso ahora usa a Iván Redondo en la carrera de marketing para colocar a Sánchez en cabeza para agrupar el voto de izquierda y arañar votos a los secesionistas. Estamos en un tiempo de descuento hasta el final de una legislatura, que no había de haber empezado, y no sabemos cómo ni cuándo acabará. El tiempo que resta hasta 2027 sólo puede ser de zozobra, con el patriarca al mando contra su otoño de poder y descomposición, su socia comunista imbuida de la lucha de clases, el golpista huido de la justicia, el secesionista vasco de historial terrorista. Esta banda totalitaria no soltará el poder por las buenas. Tienen casi al alcance de su mano la destrucción de la España constitucional con la división cantonal, ahora llamada plurinacional. Este es un momento, más o menos largo, de oportunidades donde los aciertos y los errores van rápidos porque en la mente de muchos se miran desde el final, desde el desenlace. Se producirán hechos intencionados que funcionan como catapultas, como el penalti decisivo en un tiempo de descuento.
Sea el
país que sea, la socialdemocracia es ruina.
Federico
Jiménez Losantos. libertad digital. 5
Octubre
2025
Se esperaba de la UCO el "Informe Cerdán", al que se creía limitado al hoy recluso, anteayer mandamás en las vidas y haciendas de los cuates "pata negra", los putigolfos "etiqueta negra" y las fortunas "pasta negra". Pero, esta vez, la UCO se ha superado en su función de policía judicial y también como instancia higiénica de la vida pública española. Lo que ha llevado al Supremo, en trescientos folios y muchas fotos, son las memorias de una banda de ladrones que opera, porque sigue operando, en el Gobierno de la nación, aunque gobierne contra ella, y bajo unas siglas, PSOE, que, a su tradición golpista y criminal de siglo y medio de historia, añade ahora un factor nebuloso, inconcreto, de perfiles abultados, pero poco iluminados. El problema de fondo está en dilucidar qué es el PSOE. ¿Una mafia dentro de un partido, incrustado en el Gobierno, o un partido dentro de una mafia?
La estética de la falta de ética
Decimos de las fechorías del sanchismo (cuyo líder no es Pedro Sánchez sino Pumpido, la Non-Sancta Compañía Prevaripumpidiana), al quedar al descubierto la última, que siempre van más allá de lo que imaginábamos. Y no falla: cada vez que repetimos "parece imposible" agravarlo, lo agravan. En el último caso, el de los sobres con sobresueldos que repartía Ferraz a sus jefes, los dos secretarios de organización, Koldo y sus esposas, a la ruina ética se añade la estética en el idioma, delator del garrulo millonario.
Hablar de chistorras y lechugas para los billetes no es un rasgo popular, solamente basto. La lengua española, que cultiva su raíz popular, la del Romancero, suele estar más atenta a la música que a la letra y usa términos del hampa, siempre que suenen bien. En cambio, satiriza los latines si son para presumir socialmente. Véase Quevedo:
"…este es el culo, en Góngora y en culto / que un bujarrón lo conociera apenas") o Valle Inclán: "si no la diña usted, la diña la madre Patria. ¡De risa me escacho!".
Cultismos y vulgarismos siguen la música interna del idioma, y alternan lo grave y lo ligero. Nunca conciertos de bombo con cencerros a modo de platillos. Los sacamantecas (vulgarismo) del monstruo de Tréveris (cultismo), o sea, los sociatas, son burros sin herrar que yerran en manada. Pero mejor decir chistorras, término popular español, que "se producieron" (Pili Juerga) o "el presidente propició un discurso" (El Tucán de Fene).
¿La doble financiación es del PSOE o de su mafia?
Había consenso unánime en que la doble financiación del PSOE o de la mafia que con él se confunde, era lo peor que, en términos judiciales, podía venírsele encima a Pedro Sánchez y a su gobernado Gobierno. Ya le ha caído, con aparato burlesco, que es la música de charanga de los juicios políticos. La forma en que hablan con sus esposas y queridas o entre sí los dos mandamases del partido y, en el caso de Ábalos, de años de Gobierno, es pintorescamente obscena u obscenamente pintoresca, según los casos. Koldo, perejil de todas las salsas, caldo de todos los guisos, y contable de todos los atracos, es el más chocarrero. Pero lo serio es la magnitud de las propinas que a sí mismos se daban: dos mil chistorras, un millón de euros. Y es para celebrar las elecciones de 2019, cuando se lanzaron a robar como locos aprovechando la pandemia. Parece un aliciente a la productividad.
El PSOE, cuya estrategia de defensa es brillantemente calamitosa, ha declarado que los pagos a Ábalos se declararon legalmente en la instancia que correspondía, y que los pagos fueron aprobados sin problema alguno. El verdadero problema es que los aprobó el Tribunal de Cuentas, presidido por la militante socialista Enriqueta Chicano, y cuyo supervisor parlamentario era Santos Cerdán, que hoy en la cárcel por corrupción. O sea, que habría que revisar, quizás con la UCO como policía judicial, la forma en que se produjo esa aprobación, y las posibles irregularidades a que pudo conducir ese control político del Tribunal por la mafia del PSOE.
Al margen de la inadvertencia, dudosa, o la complicidad, previsible, de esa instancia legal, el hecho es que en el PSOE entraba mucho dinero de forma ilegal, porque está prohibido aceptar donaciones de origen desconocido, pero las empresas agraciadas con la lotería de las concesiones de obra pública en gobiernos del PSOE no podían hacerlo de forma legal. Dice la sección política de esa banda que todo se hizo con la máxima transparencia. Pues nada, empecemos por aclarar de dónde vino ese millón de euros para los paladines de la ética política al contado. La impresión es que, al terminar las elecciones, quedó o hicieron que quedara bastante dinero, donado anónima y legalmente para la campaña, y que, al ser el dinero ilegal en su origen, lo hicieron desaparecer en sus bolsillos, garantía de discreción, por la cuenta que le traía, para esta mafia sociata.
¿Fue Sánchez el único que no se llevó el dinero negro o fue el primero?
Lo más delicado para el presidente del Gobierno y su señora, en régimen de gananciales, es lo que todo el mundo se preguntará, dados los antecedentes, si Pedro Sánchez podía conocer y aceptar que sus dos manos derechas se llevaran millones del dinero del partido, legal o ilegal, sin que el primer sobre y el más abultado fuera para el demiurgo de su fortuna. Al menos como regalo para las niñas, que en esos años surfeaban la caprichosa edad de la adolescencia. Claro que eso no podría guardarse aquí, así que, de nuevo, nos vemos abocados a investigar la transitadísima ruta del Falcon. ¿Era Begoña Gómez la que llevaba el dinero a República Dominicana? ¿Era el propio presidente del Gobierno? ¿Era alguno de sus agraciados con los salvamentos financieros y concesiones públicas del visir de la Moncloa?
Dicho de otro modo: ¿es creíble que en un partido donde todos los que mandaban en el partido se lo llevaban crudo, Pedro Sánchez y/o Begoña no se llevasen absolutamente nada? ¿Qué nunca se dieron cuenta de nada, cuando se sabe que la mujer de Ábalos le contó a Begoña que el padre de sus hijos y aún marido llevaba una doble o triple vida, tan cara como ofensiva para el vínculo y peligrosa para el partido y el Gobierno, que entonces pastoreaba?
Imposible. Lo primero que Begoña Gómez le habría preguntado, por su propia experiencia técnica de la vida prostibularia, era de dónde sacaba el dinero para pagar sus vicios. Porque con el sueldo oficial, era imposible. Y si no le preguntó nada fue porque sabía perfectamente que se lo estaban llevando crudo todos los de la cúpula del trueno, y la tempestad de cargos.
Es difícil imaginar una situación mejor para la tarea de oposición. A Vox no le interesará poner en apuros al gobierno, ya que, cuanto más indigna el PSOE, más sube la intención de voto a Abascal, pero el PP tiene por delante grandes avenidas, autopistas y pistas de despegue y aterrizaje en países lejanos, pero cercanísimos. Cabe hablar de una doble financiación del PSOE o de una triple, reservada al insomne, famélico y profundamente canino, a fuer de enamorado Sánchez. Si no se atraganta, Feijóo se dará un verdadero festín, no como los golfos de la flotilla, que no llevaban ni atún.
******************* Sección "bilingüe" ***********************
No son
pacifistas, son filoterroristas
EDUARDO INDA.
okdiario. 5
Octubre
2025
Tan pronto como pasado mañana se cumplen dos años del brutal ataque terrorista que dejó 1.200 muertos, niños degollados, decenas de mujeres violadas y otras tantas descoyuntadas y 250 secuestrados, de los cuales 48 continúan vivos o muertos en manos de Hamás. El daño a Israel resultó en términos relativos sustancialmente mayor al sufrido por los Estados Unidos al amanecer del 7 de diciembre de 1941 en el puerto hawaiano de Pearl Harbor. Basta con efectuar una simple regla de tres para concluir que 1.200 víctimas mortales en una población de 11 millones representa un daño seis veces superior a las 2.400 provocadas por el ataque japonés hace 84 años cuando los EEUU tenían 132 millones de habitantes.
El martes constituirá una prueba de fuego para determinar si nuestra izquierda está realmente en contra de la violencia en general o si sólo en particular de la que ejerce Israel en respuesta a aquel atroz atentado múltiple del primer sábado de octubre de 2023. Viene de largo su odio al pueblo hebreo, antisemitismo que cualitativamente nada tiene que envidiar al que se les profesaba en la Alemania de los años 30. ¡Ah! Y no me cansaré de repetir lo obvio: sin el 7-O no habría invasión de Gaza; sin rehenes en manos de Hamás, tampoco.
Veremos, pero estaría por apostarme todo lo que tengo y lo que no tengo, pidiendo incluso un préstamo ad hoc, a que de boca de la cúpula de Sumar y Podemos no sale una sola palabra de recuerdo, solidaridad y cariño hacia los judíos asesinados, hacia las mujeres violadas, hacia las convertidas en esclavas sexuales y hacia ese bebé de ocho meses raptado y asesinado en cautiverio. Ya se sabe que el verdadero feminismo lo representa esta basura humana de Hamás que vía Sharía obliga a las mujeres a ir cubiertas, que les prohíbe trabajar o bailar, que las lapida a las mínimas de cambio, que les impone la poligamia —ajena, claro— y que les impide viajar sin permiso del marido. Si los talibanes se antojaban guais o casi guais para Irene Montero, ¿cómo no lo van a ser unos terroristas, los de Hamás, cuyo nivel de criminalidad y machismo nada tiene que envidiar al de los integristas afganos?
Yolanda Díaz tardó la friolera de 11 días en condenar como Alá manda lo que ella denominó «crímenes de guerra de Hamás [cuando las víctimas no eran soldados ni nada que se les pareciera]»: el ataque se produjo el 7 de octubre de 2023 y su reacción más contundente llegó el 18, seguramente tras recibir el consiguiente toque desde arriba. En las horas inmediatamente posteriores al 7-O tanto ella como Ione Belarra y la delincuente de Irene Montero justificaron implícitamente la carnicería de Hamás. «Necesitamos poner fin a la ocupación y que el pueblo palestino pueda vivir con dignidad», apuntó la vicepresidenta segunda del Gobierno. «Hoy todo el mundo condenará el ataque de Hamás», apuntó Belarra, «mientras cada día guardan un silencio cómplice ante los ataques de Israel contra el pueblo palestino». De los muertos a tiros, a bombazos o machetazos el primer sábado de octubre de 2023, ni pío.
La pija Isa Serra fue más sincera: «Toda nuestra solidaridad con el pueblo palestino, reclamamos el fin de la ocupación violenta del territorio por parte de Israel». Vamos, que si no estaban encantadas lo parecía. Tradicionalmente los unos (Sumar) y los otros (Podemos) han mantenido unas excelentes relaciones con Hamás y Hezbolá, que no son los «activistas» que nos pintan El País o eldiario.es sino viles terroristas. Ahí está para corroborar mis palabras la imagen de Manu Pineda, eurodiputado y mano derecha de Yolanda Díaz, saludando entre sonrisas a Ismail Haniya, número 1 de la organización terrorista autora del 7-O que le recibió por todo lo alto en 2012. Vamos, que son sus colegas y entre colegas es costumbre no pisarse la manguera.
La gran cuestión es cómo actuará pasado mañana el Gobierno de España en general y el PSOE en particular. Ojalá me equivoque pero me temo que no escucharemos una sola palabra de afecto hacia las víctimas del 7-O. La bajeza gubernamental da para esto y para mucho más. Pedro Sánchez estuvo en su sitio en el minuto 1 tras la carnicería de Hamás pero luego fue virando hasta tal punto que la organización terrorista que manda a sangre y fuego en Palestina le ha felicitado reiteradamente. Circunstancia hasta cierto punto normal si tenemos en cuenta que su principal aliado de gobernabilidad es esa ETA-Bildu que asesinó a 856 españoles, dejó heridos a miles y provocó el éxodo de 250.000 vascos de su tierra. Cuando te felicitan unos asesinos has de hacértelo mirar, cosa que no hará Sánchez porque está encantado de la vida.
Lo de todo un presidente del Gobierno alentando a los terroristas callejeros a reventar la Vuelta Ciclista [a España, el matiz dispara exponencialmente la gravedad de la fechoría] tampoco tiene nombre. Y lo de felicitarles tras conseguir pararla confirma, más allá de toda duda razonable, que Sánchez es Otegi o el desaparecido Haniya. El círculo de espiral extremista se cerró hace 10 días al anunciar el Gobierno que un buque de la Armada de revelador nombre, Furor, escoltaría a la flotilla que iba camino de Gaza tras haberse pasado no sé cuántos días en Baleares de fiesta. Una decisión indignante por perogrullescas razones: el dinero de nuestros impuestos no está para prestar protección a tipejos que se meten irresponsablemente en zona de guerra. Si lo hacen y les cae un bombazo es su problema, no de nuestros bolsillos.
Que a estos piojosos les importan un pito los gazatíes lo certifica el incontrovertible hecho de que el trayecto Barcelona-Israel en barco dura siete días cuando ellos han invertido 32 porque estaban todo el día de marchuqui. Imagino que los perros antidroga del Ejército israelí no encontraron precisamente onzas de chocolate a bordo. Los hebreos, que tenían trufados de espías los barcos de la flotilla Samud, han dejado claro que no llevaban ayuda humanitaria como aseguraban. Cosa de la que nadie con dos dedos de frente albergaba duda alguna. Ahora están detenidos, lo normal cuando entras ilegalmente en aguas de otro país. La única pena es que no se pasarán una larga temporadita a la sombra, que es lo que se merecen, porque los repatriarán en cuestión de días si no de horas.
Que Hamás y esta gentuza es lo
mismo lo prueba, entre otras cosas, el inequívoco hecho de que en
esta flotilla atestada de sucios de mente, alma y cuerpo iban dos
miembros de ETA, que durante muchos años se instruyó en el manejo
de bombas y pistolas en territorio palestino. La OLP y demás
organizaciones terroristas afines han tenido bastante que ver en el
inmenso dolor originado durante casi 60 años por los pistoleros
vascos.
Por cierto: me encanta ver ahora a esta jauría ultraizquierdista aplaudir el plan de paz del malo-malísimo de Donald Trump, el único presidente estadounidense que no ha iniciado una guerra en 50 años y que ha metido en vereda a Hamás en un pispás y convencido en un santiamén a Netanyahu de que ése no es el camino.
Tan cierto es que Israel debe parar ya por evidentes razones humanitarias y por su propia reputación como que lo sucedido allí no es genocidio sino masacre y como que a Sumar, a Podemos y a los de la flotilla les pareció un acto de justicia ese 7-O que pasado mañana tampoco condenarán. El problema para España es que el PSOE, con Felipe González un partido moderado que mantenía excelentes relaciones con el laborismo hebreo, se ha desmelenado al ensalzar la violencia callejera y aliarse con ETA y Hamás, en un caso para mantenerse en Moncloa, en el otro para que no se hable de los cerdanes y las begos de la vida. Ya no están contra el terrorismo porque son filoterroristas, que no es exactamente lo mismo que terroristas. Se lo explico rapidito a los iletrados zurdos: el prefijo filo- significa «amigo de». Más claro, agua. Eso es lo que sois, Yolanda, Irene y Pedro. Vuestro pacifismo es un cuento chino.
Del
legado sefardí al boicot a Israel: cuando la universidad y la
cultura se convierten en trincheras ideológicas
El
desprecio de Sánchez al Estado judío cercena lazos académicos que
son valiosos y deteriora el intercambio cultural con instituciones
israelíes.
Yésica Sánchez. libertad digital. 5
Octubre
2025
España tardó en establecer relaciones diplomáticas con Israel después de su declaración de independencia, el 14 de mayo de 1948 en el Museo de Arte de Tel Aviv. Lo hizo bajo el mandato de Felipe González, en 1986 —el mismo año en el que nuestro país entró a formar parte de la Comunidad Económica Europea (actual Unión Europea)—. Huelga decir que esas relaciones no pasan por su mejor momento, dados los constantes desprecios de Pedro Sánchez hacia el Estado judío y por supuesto el boicot al que se alienta desde los partidos en el Gobierno.
Sin embargo, la conexión de nuestros pueblos es profunda y nos acompaña con el paso de los siglos gracias al rico legado sefardí que dejaron los judíos en la Península Ibérica hasta su expulsión —en 1492—, que es absolutamente imprescindible para comprender nuestro pasado. "Sin la cultura sefardí", señala el Instituto Cervantes, "la Escuela de Traductores de Toledo no hubiera sido posible, ni Alfonso X el sabio, ni la recuperación renovada y enriquecida de Aristóteles, con las consecuencias que ello trajo para la ciencia y el pensamiento europeo de la mano de Santo Tomás y de la Escolástica".
"Muchas cosas se perdieron para siempre tras la expulsión", añade, "pero otras quedaron indelebles". "Quince siglos de historia, como poco, jalonan la presencia judía en la Península Ibérica o si se prefiere en Hispania, al-Ándalus, o Sefarad. Antes que cristianos y musulmanes, hubo judíos que caminaron por las calzadas romanas", argumenta en su página web. "Celosos de su fe, consiguieron parar el tiempo y detener las aguas de su Historia como un día hizo Moisés en el mar Rojo para salvar a su pueblo" pero "ni romanos, ni visigodos, ni musulmanes, ni cristianos lograron su asimilación total".
En cambio, destaca la institución, "su alto grado de hispanización hizo que la sociedad sefardí, tras la expulsión de 1492 y su diáspora, se convirtiera paradójicamente en la mejor embajadora de la patria". Se marcharon "con el anhelo de volver, como si de su segunda Jerusalén se tratase". "Qué orgullo muestran aquellos sefardíes que todavía conservan la llave de las casas que un día tuvieron que dejar sus antepasados en Toledo, Sevilla o Córdoba. No perdieron su esperanza de retorno, ni la lengua, que también es nuestra aunque parada en el tiempo, con la que cantaron y cantan las excelencias de una tierra que no les permitió vivir y morir en paz", asevera. "Pero su impronta quedó soldada en la historia de la cultura española", concluye el instituto.
Posiblemente de ahí que aquellos que pretenden romper con Israel, el único Estado de mayoría judía del mundo, hayan convertido la universidad, así como los eventos culturales y deportivos en un campo de batalla ideológico. Quieren acabar con la presencia israelí en festivales y competiciones, en programas culturales y proyectos científicos y también en nuestros acuerdos comerciales. Desde la izquierda se vende como castigo a un gobierno "genocida". Se defiende con el apoyo al oprimido pueblo palestino. Pero no cuentan que nos perjudica más a nosotros que a ellos, erosiona nuestra imagen internacional y nos aleja de las grandes potencias del mundo Occidental —como Estados Unidos y Alemania—.
Institucionalizar la discriminación
El Gobierno de Pedro Sánchez ha logrado normalizar el boicot y el insulto a un país democrático como Israel. Una deriva discriminatoria impulsada desde la izquierda que se ha instalado en algunas universidades y organismos públicos españoles. Pero el límite, en un Estado de Derecho como el nuestro, lo marca la ley. Y es la Justicia quien se está encargando de ponerle freno. Así lo atestiguan las recientes sentencias condenatorias logradas por la organización Acción y Comunicación en Oriente Medio (ACOM) contra varias universidades españolas por discriminación contra los judíos.
La última ha tumbado judicialmente el "boicot" al Estado judío que había puesto en marcha la Universidad de Granada. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha anulado el acuerdo por el que se suspendían colaboraciones y programas de movilidad con instituciones académicas y científicas de Israel, al entender que el texto "vulneraba la dignidad de la persona y el principio de igualdad y no discriminación", "transmitiendo una opinión negativa" sobre miembros de la comunidad académica vinculados a universidades israelíes y generando una confrontación con el resto del campus.
Por otra parte, el tribunal recuerda que la discrecionalidad para firmar o no convenios "no legitima medidas de boicot general" que excluyen a un colectivo. La resolución que se suma a las recientemente logradas contra la Universidad de Valencia y la Complutense de Madrid, por razones similares. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana anuló el acuerdo "Comprimís amb Palestina" por introducir una discriminación directa contra universidades israelíes, sin base legal ni proporcionalidad. De la misma manera, el Juzgado de lo Contencioso nº3 de Madrid invalidó el llamado "Plan de Acción UCM-Palestina".
Consecuencias del boicot académico
Israel no sólo es un excelente socio comercial —le vendemos más del doble de lo que le compramos— o estratégico —los ojos de Occidente en Oriente Medio—, también lo es a nivel académico. Y —como ocurre en materia económica, tecnológica, de defensa o seguridad— España sale favorecida de este intercambio.
Las instituciones israelíes están al más alto nivel. Ejemplo de ello es que tres universidades del Estado judío —con apenas diez millones de habitantes— se encuentran entre las cien mejores del mundo, según el Shanghai Ranking de 2025 —que encabezan las estadounidenses Harvard, Stanford y el Massachusetts Institute of Technology (MIT)—. Un listado en el que no aparece ninguna institución española.
Las universidades de nuestro país quedan mejor paradas en el QS World University Rankings 2026, que lideran: el MIT, el Imperial College de Londres y la Universidad de Stanford. Tres instituciones españolas se sitúan entre las 200 destacadas: la Universidad de Barcelona, en el puesto 160; la Autónoma de Barcelona, en el 172; y la Complutense de Madrid, en el 187.
En cualquier caso, la colaboración entre ambos países resultaba positiva para España, especialmente porque había visto reforzadas ciertas áreas en las que destacan las instituciones israelíes (ciencias, ingeniería, medicina y tecnología). Por tanto, podemos deducir que la consecuencia directa de cortar lazos con el Estado judío derivará en un empobrecimiento a nivel académico.
De hecho, el clima de tensión provocado por la campaña contra Israel promovida desde el Gobierno de Pedro Sánchez, ya ha desembocado en el naufragio de proyectos de colaboración con distintas universidades y la Unión Europea (UE) ha planteado restricciones parciales en programas de innovación.
También se ha visto reducido el número de estudiantes israelíes que eligen nuestro país para participar en proyectos de intercambio e investigación, al sentirse señalados y discriminados. La ruptura con Israel va más allá de las implicaciones económicas y tecnológicas —que serían numerosas—. Fragmenta consorcios europeos, expulsa talento y financiación y convierte nuestros campus en trincheras ideológicas.
GRAPO.
Notas sobre el octubre rojo español
50 años del
primer atentado como GRAPO de la banda terrorista
Iván Vélez.
gaceta. 5
Octubre
2025
Los acontecimientos ocurridos en Francia durante el famoso mayo de 1968 determinaron el surgimiento, en Bruselas, de la Organización de Marxistas-Leninistas de España (OMLE) matriz del PCE(r) (Partido Comunista de España reconstruido) y del GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre), nacidos el 18 de julio de 1976. Bajo los poéticos adoquines parisinos, en un estrato más profundo, se hallaba lo ocurrido en el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). En su clausura, ocurrida el 25 de febrero de 1956, Nikita Jrushchov pronunció su Discurso Secreto, en el que denunció el culto a la personalidad impulsado por Stalin. Aquel Congreso, caracterizado por su giro pacifista, fue calificado por algunos como una «mascarada socialfascista y socialimperialista»[1]. Los ecos del giro operado en Moscú llegaron a España en junio de ese año en forma de un manifiesto titulado, Por la reconciliación nacional, por una solución democrática y pacífica del problema español[2]. El distanciamiento de los puristas marxistas-leninistas respecto de esa nueva URSS condujo al acercamiento a la plasmación de la sexta generación de izquierdas[3]: la maoísta. Sin embargo, de la inicial fascinación por el modelo chino ligado a la Revolución Cultural, se pasó a la decepción cuando el gigante asiático entabló relaciones comerciales con el imperio norteamericano.
Paralelamente a esta disyuntiva respecto del referente al que adherirse, la OMLE tenía al fascismo español, identificado con el franquismo, como elemento de cohesión. Frente al posibilismo y al entrismo preconizados por el revisionista Carrillo, que disponía de una herramienta tan poderosa como las Comisiones Obreras, los miembros de la OMLE no renunciaban a la Revolución. Acariciaban, incluso, la idea de derrocar al régimen mediante acciones armadas que aparecieron con toda su crudeza a partir de 1976. De algún modo, los GRAPO pretendían completar aquello de lo que no fue capaz el maquis, abandonado a su suerte por el PCE. Existían, además, motivos para el optimismo, como el triunfo de la Revolución de los Claveles en Portugal, que no trajo, sin embargo, los cambios deseados, o el auge de las guerrillas en Hispanoamérica. La mitificada figura de Ernesto, Ché, Guevara mantenía su influjo en muchos ambientes estudiantiles. Si el argentino era un icono universal del izquierdismo más o menos definido, para el PCE(m-l), la personalidad en que se veían representados era la del sevillano José Díaz, símbolo del PCE que tanta relevancia adquirió durante la Guerra Civil. La gran conflictividad de la España de mediados de los 70, animaba a los marxistas-leninistas, que creyeron estar ante las condiciones idóneas para abrir un proceso revolucionario.
Mientras trataba de fraguar sus estructuras en España, la OMLE puso en marcha una publicación titulada Bandera Roja y alentó manifestaciones y huelgas al tiempo que los atracos a bancos, autojustificados como expropiaciones, permitían la financiación y el sostén de sus activistas[4]. Desde el núcleo madrileño, que estableció contactos con otros colectivos afines, la OMLE trató de irradiar hacia otras regiones. La gallega, con la industrializada Vigo a la cabeza, fue la primera de ellas. Allí se estableció la Organización de Marxistas-Leninistas Gallegos-Orgaización Obreira. La pretendida revolución comenzó, de este modo, dando autonomía a organizaciones territoriales fuertemente impregnadas por el mito de la cultura.
En junio de 1975, la OMLE se transformó en nuevo partido comunista, el PCE (r), del que los GRAPO fueron su brazo armado. La creación de un ejército popular era la idea límite que manejaba tanto esta organización como el FRAP. La actividad terrorista del GRAPO comenzó el 2 de agosto de 1975, con un atentado cometido en las inmediaciones del Canódromo de Madrid contra dos miembros de la Guardia Civil, en el que resultó muerto Casimiro Sánchez García y quedó gravemente herido su compañero, Inocencio Cabezón Sánchez, y continuó el 1 de octubre de ese año con cuatro atentados simultáneos que acabaron con la vida de cuatro agentes de la Policía Armada que vigilaban sucursales bancarias en Madrid. La acción criminal pretendía ser una respuesta a la concentración de la Plaza de Oriente en la que Franco hizo su última aparición pública. Estos atentados, que pretendían ser la réplica a las ejecuciones de miembros del FRAP y de ETA, no llegaron a ser juzgados porque se beneficiaron de la amnistía decretada el 30 de julio de 1976, que borró todos los delitos políticos y de opinión. La medida permitió el regreso de los exiliados y la puesta en libertad, aunque expulsados del Ejército, de los oficiales de la Unión Militar Democrática, detenidos un año antes y condenados por rebelión militar. Apenas unos días antes de la aprobación de la amnistía, el 18 de julio de 1976, el GRAPO realizó una campaña de colocación de bombas que no causaron víctimas, con la que denunció la persistencia de un Estado fascista que escogía a un rostro amable como el de Adolfo Suárez para llevar a cabo un mero ajuste cosmético.
Una de sus acciones más audaces se produjo el 11 de diciembre de 1975 cuando, tras irrumpir en su despacho, los terroristas secuestraron a Antonio María Oriol y Urquijo, presidente del Consejo de Estado y miembro del Consejo del Reino. A cambio de su liberación, el GRAPO pidió la libertad de quince presos pertenecientes a ETA, FRAP, UPG y PCE(r). De no producirse esas liberaciones, el cautivo sería ejecutado. Días después de los asesinatos de los abogados de Atocha, el 24 de enero de 1977, la banda secuestró al teniente general Emilio Villaescusa Quilis, ex divisionario y presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar. El 11 de febrero de 1977, como consecuencia de la Operación Cromo, los secuestrados fueron liberados de los pisos de Vallecas y Alcorcón en los que se hallaban retenidos. A partir de entonces, el GRAPO desplegó una ofensiva propagandística con el propósito de hacer creer que disponía de una mayor estructura y de difundir el mensaje de que la democracia que venía no era más que la continuación, por otros medios, del régimen fascista. A esta estrategia propagandista le acompañó la colocación de sendos artefactos explosivos contra el Centro Cultural de Estados Unidos en Madrid y el contra el Instituto Alemán. De este modo, los principales apoyos internacionales de la nueva socialdemocracia española, quedaban señalados. La detención de la cúpula del GRAPO, así como la del PCE(r), en 1978, debilitó mucho a la organización, que respondió con ataques contra edificios oficiales, a los que unió, el 22 de agosto de 1978, el asesinato de Jesús Haddad Blanco, director de instituciones penitenciarias. El crimen se justificó como una acción destinada a mejorar las condiciones de los «presos políticos».
Aunque la organización pretendía cortar las evidentes –«de la ley a la ley»– continuidades entre el régimen franquista y la democracia cuya corona ciñó las sienes de quien había sido designado su sucesor, a título de rey[5], por el propio Franco, la aprobación de la nueva Constitución fue un hecho imparable. La nueva etapa política se autopublicitó como la democracia que los españoles se habían dado, dejando escaso margen a aventuras revolucionarias. Dentro del naciente periodo, el GRAPO, que acuñó la expresión «oposición domesticada» para quienes, consideraban, debieran ser compañeros de viaje, continuó actuando en pos de lograr un auténtico Movimiento de Resistencia Popular. En 1979, un artefacto explosivo explotó en una comisaría y dos colegios electorales corrieron la misma suerte coincidiendo con las elecciones generales. A esta acción se unieron ataques a los metros de Madrid y Barcelona en protesta por la subida de precios. En mayo de ese año, una bomba explotó en la madrileña cafetería California 47, matando a 8 personas e hiriendo a otras 56. Asustado por la escala de la matanza, el GRAPO, que ese mismo año acabó con la vida del magistrado Miguel Cruz Cuenca, presidente de la Sala VI del Tribunal Supremo, y la del policía municipal Benjamín Díez González, negó ser autor del atentado. A finales de ese año, la cúpula de la organización fue desarticulada.
En 1980, el GRAPO asesinó al general Enrique Briz Armengol y atentó contra el general Arturo Criado. Aunque el alto mando sobrevivió al ataque, en el mismo murió su escolta, el soldado Florentino García Siller. Al año siguiente, el abatido fue el general Andrés González de Suso.
La victoria electoral del PSOE permitió el establecimiento de conversaciones entre el nuevo Gobierno y la banda. Las conversaciones desactivaron a parte de la organización, si bien, otra facción decidió continuar con la lucha armada hasta su neutralización en 1985. La salida de prisión de Manuel Pérez Martínez, el camarada Arenas, permitió una nueva reestructuración. En esta nueva etapa se produjo el secuestro del empresario Publio Cordón, presidente del Grupo Hospitalario Quirón, desaparecido desde 1995, pese a que su familia desembolsó los 400 millones de pesetas exigidos por la banda. En 2000 Fernando Silva Sande, jefe de los comandos del GRAPO, declaró que Cordón murió al caer por la ventana de la casa en la que estaba secuestrado, mientras trataba de fugarse.
En 2000, la cúpula del GRAPO, asentada en París, con Arenas a la cabeza, fue detenida. Desde 2011, año en el que se produjo su última acción, el GRAPO, que mantiene en prisión a algunos de sus más destacados miembros, se considera desaparecido. La banda dejó un rastro de 93 víctimas mortales y, al contrario de lo que ocurre con ETA, cuyos miembros son homenajeados por ciertos sectores de la sociedad vasca, no cuenta con ningún apoyo popular. Cabe, por lo tanto, preguntarse por las razones de esta diferente consideración. En el caso de la banda del hacha y la serpiente, estas apuntan a sentimientos e ideas profundamente arraigadas en la así llamada Euskal Herria, pero también a los Gobiernos de Madrid, siempre prestos a hacer cesiones a los gobiernos del PNV. Por emplear la manida metáfora nogal, ETA agitó un árbol que daba unos frutos para los que la Constitución de 1978 tenía preparada –nacionalidades y regiones»– una despensa legal en la que no había cabida para experimentos maoístas
Bibliografía
Bueno, Gustavo, El mito de la izquierda, Ediciones B, Barcelona 2003.
Lorenzo Castro Moral, «El PCE(R) y los GRAPO: De la perspectiva insurreccional al gansterismo político», Fundación Manuel Giménez Abad, 2010, pp. 1-12.
Moa, Pío, De un tiempo de un país, la izquierda violenta (1968-1978), Ediciones Encuentro, Madrid 2002.
Rodrigues López, Jonatan, «Conformación de la ideología revolucionaria. El caso español del GRAPO», Sémata. Ciencias Sociais e Humanidades, Santiago de Compostela 2020, vol. 32, pp. 327-347.
Vélez, Iván, Entrevista a Pío Moa, Madrid 11 de febrero de 2013. https://www.youtube.com/watch?v=3a0pw2Xi3pg
Verdú, Jaime, «El XXV Congreso del PCUS una mascarada socialfascista y socialimperialista», Bandera Roja, 2ª época, n. 10, abril 1976.
[1] Jaime Verdú, «El XXV Congreso del PCUS una mascarada socialfascista y socialimperialista», Bandera Roja, 2ª época, n. 10, abril 1976.
[2] En línea en https://www.filosofia.org/his/h1956rn.htm
[3] Véase Gustavo Bueno, El mito de la izquierda, Ediciones B, Barcelona 2003.
[4] Véase, entrevista de Iván Vélez a Pío Moa. Madrid 11 de febrero de 2013. https://www.youtube.com/watch?v=3a0pw2Xi3pg
[5] En el número 40 de Bandera Roja, de abril de 1975, se afirmó que «Juan Carlos no es más que la fachada de una Dictadura que se hunde ante la ofensiva creciente de las masas obreras y populares».
Santoña,
traición del PNV a la República (y IV)
Epílogo:
después de Santoña
Jesús Laínz. gaceta. 5
Octubre
2025
(Primera, segunda y tercera parte del artículo)
https://ideas.gaceta.es/santona-traicion-del-pnv-a-la-republica-i/
https://ideas.gaceta.es/santona-traicion-del-pnv-a-la-republica-ii/
https://ideas.gaceta.es/santona-traicion-del-pnv-a-la-republica-iii/
Pero las traiciones no terminaron con la tragicomedia de Santoña. La guerra duraría casi dos años más y los peneuvistas no se estuvieron quietos. En 1938, con la victoria nacional ya inminente, varios representantes de Esquerra Republicana y el PNV –entre ellos Manuel Irujo y Luis Arana, hermano de Sabino y cofundador del partido– propusieron a los gobiernos británico y francés, a cambio de ayuda militar y política para obtener la independencia, la creación de unas repúblicas vasca y catalana como protectorados de Gran Bretaña y Francia respectivamente. Las dos repúblicas serían limítrofes, pues a Navarra y Aragón les tenían preparado el destino de desaparecer, anexionadas por aquéllas. Así explicó Luis Arana su propuesta, que evidentemente acabó en el cesto de los papeles por la victoria pocos meses después del bando nacional:
“Conseguiría también para sí misma Inglaterra la posesión de la vía terrestre más corta de acceso al Mediterráneo comenzando en el Golfo de Bizkaya en Bilbao y terminando a los 400 kms. aproximadamente, en línea recta, en un puerto que a Inglaterra conviniera en el Mar Mediterráneo próximo a las Islas baleares. Su colaboradora Francia conseguiría por este hecho para sí misma con su protección a esa república latina catalano-aragonesa la supresión de toda una extensísima frontera pirenaica peligrosa y adversa para ella con una España probablemente adicta a Italia y Alemania”.
En octubre de aquel año Aguirre y Companys, en calidad de presidentes vasco y catalán, hicieron llegar una comunicación al primer ministro británico, Neville Chamberlain, sobre el acuerdo al que había llegado con Hitler en Munich aceptando la anexión de los Sudetes a Alemania. Le felicitaban por aplicar el principio de autodeterminación en dicho caso, reiterando al mismo tiempo su deseo de que se aplicara igualmente a los suyos.
El País Vasco, junto a Cataluña, fue la región con menor porcentaje de fusilados por los vencedores. La represión postbélica no eligió precisamente a los separatistas –con la notable excepción de Companys– como sus víctimas predilectas, sino a los izquierdistas de toda España. En 1943 ya no quedaba ni un solo separatista encarcelado. Mientras que el dirigente socialista vasco Julián Zugazagoitia, entregado a Franco por la Gestapo, fue fusilado acto seguido, Juan Ajuriaguerra, condenado a muerte en 1937 y después a cadena perpetua, fue puesto en libertad en 1943. Y el hermanísimo Luis Arana –que odió tanto a España que en 1936 se dio de baja del partido por él fundado en protesta por su participación en una guerra que él consideró cosa exclusiva de los extranjeros españoles y que propuso a Francia y Gran Bretaña su desmembración– regresó al detestado país opresor en 1941 para vivir tranquilamente en su casa vizcaína hasta su fallecimiento diez años después. Así lo resumió el comunista Nicolás Sartorius: “Estuve seis años preso con Franco y nunca vi en la cárcel a ningún separatista”.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el PNV, experto en poner una vela a Dios y otra al Diablo, movió sus peones tanto en Londres y Nueva York como en Berlín y Roma, para así estar bien situados venciera quien venciera. Ante el bando aliado, cuya carta acabó jugando con más fuerza según iba aclarándose su inevitable victoria, exponía su trayectoria “antifascista” durante la guerra española. Pero, al mismo tiempo, ante la Alemania de Hitler se echaba mano de las tesis raciales sabinianas –los vascos, arios originales de Europa– con el fin de presentar ante dicha potencia el rostro más atractivo. Y no andaban muy desencaminados los peneuvistas, pues el esbozo de división política de Europa que las SS tenían en estudio para el caso de una victoria del Eje hacía de las viejas naciones europeas un fragmentado puzzle pseudoetnicista por completo ahistórico pero bastante atractivo para los bizcaitarras. Prueba de la relativa atracción que algunos dirigentes e intelectuales nacionalsocialistas tuvieron por los vascos fue el documental Im Landen der Basquen (En la tierra de los vascos), producido por la cinematografía oficial del régimen en 1944 y olvidada durante sesenta años hasta su redescubrimiento en un archivo berlinés en el año 2000. Se trató de un retrato idílico de un pueblo vasco de orígenes inciertos y singularmente aficionado a usar esvásticas, redondeadas o cuadradas, como símbolos decorativos o funerarios, lo que despertó el interés de algunos ideólogos alemanes.
Algunos dirigentes peneuvistas, Aguirre incluido (en la fotografía), manifestaron ciertas simpatías por el III Reich a pesar de la imposibilidad de olvidar su papel en la destrucción de Guernica. Al lendakari, refugiado en Francia, le pilló la ocupación alemana en 1940 y consiguió ocultarse tanto en Francia, como, sorprendentemente, en Alemania. Porque de huida en huida acabaría pasando algún tiempo nada menos que en Berlín, con bigotito y documentación falsa, hasta que pudo alcanzar América a través de Suecia. En las anotaciones de su diario no disimuló la admiración que le produjeron algunas facetas del régimen hitleriano: “En el campo social se ha realizado una gran obra (…) Cómo se equivocan los que juzgan la obra de Hitler”.
El PNV mantuvo contactos con el ejército alemán en la Francia ocupada. El principal representante de Aguirre ante los dirigentes alemanes en París fue el exdiputado y miembro del Euzkadi Buru Batzar Javier Landáburu. Según declaró Ramón Labayen, exalcalde peneuvista de San Sebastián, “esos contactos ocurrieron cuando parecía claro que los alemanes ganaban la guerra y por tanto había que jugar a ganador por una vez”.
Efectivamente, los contactos se terminaron cuando quedó claro que los alemanes iban a perder la guerra. Además, Aguirre jugó principalmente la carta americana para lograr apoyo para sus aspiraciones una vez caído Franco. Por ejemplo, en diciembre de 1941, tras el ataque japonés a Pearl Harbor y la entrada en guerra de los Estados Unidos, los aliados trabajaban frenéticamente para evitar que España diese el paso de alinearse definitivamente con el Eje. Aguirre apuntó en su diario líneas de enorme importancia (J. A. Aguirre: Diario, Ed. Txalaparta, Tafalla 1998):
“Inmediatamente después de comer voy a Nueva York, pues he sido llamado por los servicios ingleses de la embajada y del Foreign Office, y por el jefe de los servicios de América. Quieren establecer seriamente con los vascos una organización formal en toda América. Los hechos realizados por los vascos les han convencido. De Londres han enviado para nosotros una felicitación. Después he estado redactando en euskera una proclama dirigida a los marinos vascos para que les sea enviada por el Almirantazgo en el momento en que España entre en la guerra, momento que se sabrá por las instrucciones que han de recibir los buques del pabellón español por clave cuyo secreto está ya en nuestro poder. Esperamos ser atendidos por algunos capitanes. Los ingleses se muestran muy satisfechos. La libertad se gana con muchas pequeñas cosas”.
Acabada la guerra, el PNV volvió a mendigar apoyo a los gobiernos inglés y estadounidense, ofreciendo su colaboración para un eventual desmembramiento de España. Aguirre y los suyos, al igual que los demás republicanos exiliados, estaban convencidos de que Truman y sus aliados iban a derrocar a Franco y a hacer en 1945 lo mismo que Wilson y los suyos en 1919: reorganizar el mapa de Europa, inmejorable oportunidad para la creación de nuevos estados.
Fueron continuas las dificultades para conseguir la colaboración de los nacionalistas catalanes y vascos con el resto del exilio republicano debido a su insistencia en ejercer de naciones independientes y en mendigar, a espaldas de su compañeros de exilio, apoyo a las grandes potencias para la secesión de Cataluña y el País Vasco. Como relató en su interesante libro Memorias de un federalista, el egregio republicano Salvador de Madariaga se pasó décadas empleando más energías en contrarrestar estas acciones que en socavar el régimen de Franco.
Llegada la Guerra Fría, el creciente anticomunismo de los años de Truman, McCarthy y Eisenhower llevó a que el obediente Aguirre destituyese a los consejeros comunistas del gobierno vasco en el exilio. Puso a disposición de los aliados a sus militantes desperdigados por el mundo –Antonio Irala, Jesús Galíndez y el propio Aguirre entre otros– para que colaboraran con la CIA, lo que hicieron gustosos y bien pagados, para tener vigilados a sus compañeros de exilio republicano.
La información así obtenida sobre la actividad antifranquista en España era facilitada acto seguido por los americanos al gobierno de Franco, el más anticomunista de los anticomunistas y ahora considerado su aliado más fiable, lo que provocó numerosas detenciones de militantes izquierdistas.
Aguirre había traicionado de nuevo a sus aliados republicanos y no había conseguido crear la Euskadi independiente de sus sueños.
(Aparte de los libros citados, todos los documentos mencionados y muchos más sobre la Guerra Civil en el País Vasco han sido publicados en las monumentales recopilaciones realizadas por Carlos María Olazábal Estecha: Pactos y traiciones. Los archivos secretos de la Guerra en Euzkadi (tres vols.), Ed. Atxular Atea, Bilbao 2009; Negociaciones del PNV con Franco durante la Guerra Civil, Fundación Popular de Estudios Vascos, Bilbao 2014; El PNV y la rendición de Santoña, Fundación Popular de Estudios Vascos, Bilbao 2017).
Recortes de Prensa Página Inicial