Recortes de Prensa Jueves 30 Octubre 2025

Ucrania restringe el suministro eléctrico en todas sus regiones tras un ataque masivo ruso con misiles y drones contra su infraestructura energética
Henar Andrés. Madrid. el mundo. 30 Octubre 2025

Rusia ha lanzado esta madrugada un nuevo ataque masivo con misiles y drones contra la infraestructura energética ucraniana que ha obligado a restringir el suministro eléctrico en todas las regiones del país. Estas limitaciones afectan también al suministro a la industria.


Por otra parte, las fuerzas rusas están a punto de lograr uno de sus objetivos estratégicos, la ciudad de Pokrovsk, en Donetsk. Las tropas de Moscú casi la han cercado por completo mientras pequeños grupos altamente móviles han entrado en la ciudad, según explican blogueros militares rusos.


Por su parte, Volodímir Zelenski ha confirmado este miércoles que la situación más difícil en el frente ucraniano sigue estando allí, mientras que las fuerzas de Kiev defienden sus posiciones en torno a Kupiansk. "La zona más difícil ahora es la dirección de Pokrovsk. Como en semanas anteriores, esta es la zona con la actividad bélica más intensa", ha aclarado el presidente ucraniano.


9:20

Rusia ataca varias centrales térmicas ucranianas

Rusia atacó varias centrales térmicas que la empresa privada ucraniana DTEK tiene en diversas regiones de Ucrania, según informó la propia compañía en un comunicado. "Serios daños en el equipamiento de las centrales térmicas", se lee en la escueta nota de DTEK, que explica que el de este jueves es el tercer ataque contra centrales térmicas de la empresa este mes de octubre.


En total desde el comienzo de la guerra, las centrales térmicas de DTEK han sido atacadas 210 veces, según el comunicado.


Según informó a EFE la empresa, cuyo portavoz dijo no poder informar del número de centrales atacadas en este último bombardeo ruso, DTEK opera en estos momentos cinco centrales térmicas en Ucrania. Otras tres están en territorios ocupados por Rusia y una ha sido destruida por completo por los bombardeos rusos durante la guerra.


8:50

Orbán se reunirá con Trump el 7 de noviembre en Washington

El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, tiene previsto reunirse con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el 7 de noviembre en Washington, informó este jueves el jefe de gabinete del mandatario húngaro.


Gergely Gulyás dijo que la reunión permitirá a ambos líderes discutir un calendario que podría conducir a un acuerdo de paz en Ucrania, informa Reuters.


Orbán había señalado anteriormente que planeaba hablar con Trump sobre las sanciones estadounidenses a las compañías petroleras rusas durante su encuentro.


8:35

Ucrania dice haber repelido 55 ataques rusos durante las últimas 24 horas en Pokrovsk

Las tropas ucranianas repelieron en las últimas 24 horas un total de 55 ataques rusos en el frente de Pokrovsk, una ciudad de la región de Donetsk que antes de la guerra tenía unos 60.000 habitantes y en la que se libran combates entre soldados de ambos bandos.


Según las últimas informaciones publicadas por la plataforma ucraniana de seguimiento de la guerra DeepState, los rusos siguen empleando su táctica de sobrepasar las defensas ucranianas infiltrando en la ciudad a grupos de entre cinco y diez hombres con el objetivo de acumular grupos lo suficientemente compactos para presentar batalla a los ucranianos desde dentro.


Testimonios de soldados ucranianos recogidos por DeepState indican que los rusos infiltrados tratan de evitar los combates y se esconden esperando la llegada de más grupos pequeños con los que agruparse.


8:25

Ucrania restringe el suministro eléctrico tras un ataque masivo ruso

Ucrania ha restringido el suministro eléctrico en todas las regiones después de que Rusia lanzara un ataque masivo con misiles y drones contra la infraestructura energética, según ha informado este jueves la ministra de Energía del país y recoge Reuters.


"Durante la noche, el sistema energético de Ucrania sufrió otro ataque masivo combinado con misiles y drones. El ataque causó nuevos daños a la infraestructura energética", dijo Svitlana Hrynchuk en un comunicado publicado en la aplicación de mensajería Telegram.


8:15

Rusia derriba 170 drones ucranianos, nueve de ellos cerca de Moscú

El Ministerio de Defensa de Rusia ha informado que sus defensas antiaéreas derribaron anoche 170 drones de ala fija ucranianos sobre su territorio, nueve de ellos de ellos en las cercanías de Moscú, según recoge Efe.


Según el parte castrense, el mayor número de derribos se produjo en la región de Briansk, fronteriza con Ucrania, donde los sistemas de defensa antiaérea interceptaron y destruyeron 48 aparatos no tripulados. El mando militar ruso indicó que nueve drones, seis de los cuales volaban en dirección a Moscú, fueron abatidos en la proximidades de la capital rusa.


Debido a los ataques con drones, las autoridades rusas dispusieron la suspensión temporal de las operaciones de los 11 aeropuertos, incluidos dos de Moscú -Sheremétievo y Domodédovo, los que reanudaron sus actividades una vez que cesó la amenaza para la seguridad de los vuelos.


El exministro de Defensa y secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Serguéi Shoigu, ha admitido que últimamente el número de ataques de drones ucranianos se ha incrementado de manera considerable. "Si hace dos años hablábamos de unidades, luego fueron decenas y ahora hablamos de cientos", dijo ayer el alto cargo ruso, pero recalcó que solo uno de cada cien drones ucranianos alcanza objetivos en el territorio ruso.


8:00

Trump dice que "trabajará" con China para acabar con la guerra en Ucrania

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este jueves que Washington y Pekín "trabajarán juntos" en poner fin a la guerra en Ucrania, después de mantener una reunión en Corea del Sur con el mandatario chino, Xi Jinping.


"Ucrania fue un tema muy importante, hablamos de ello durante mucho tiempo. Ambos vamos a trabajar juntos", dijo Trump ya rumbo a Estados Unidos a bordo del Air Force One, el avión presidencial, tras reunirse durante menos de dos horas con Xi en Busan, informa Efe.


El republicano lamentó que Xi ha estado "comprando petróleo de Rusia desde hace mucho tiempo", pero aún así "nos va a ayudar y vamos a trabajar juntos sobre Ucrania".


7:50

Rusia se prepara para tomar Pokrovsk

Las fuerzas rusas están a punto de lograr uno de sus objetivos estratégicos, la ciudad de Pokrovsk, en Donetsk. Las tropas de Moscú casi la han cercado por completo mientras pequeños grupos altamente móviles han entrado en la ciudad, según explican blogueros militares rusos.


Por su parte, Volodímir Zelenski ha confirmado este miércoles que la situación más difícil en el frente ucraniano sigue estando allí, mientras que las fuerzas de Kiev defienden sus posiciones en torno a Kupiansk.


"La zona más difícil ahora es la dirección de Pokrovsk. Como en semanas anteriores, esta es la zona con la actividad bélica más intensa", ha aclarado el presidente ucraniano.


Fire Point

Ni un tanque ni un caza: el gran peligro para Rusia en Ucrania es una antigua agencia de casting
R. Badillo. el confidencial. 30 Octubre 2025

La guerra en Ucrania ha dado un giro inesperado con la aparición de un nuevo actor que preocupa tanto como los ataques rusos. Como cuentan en The New York Times, una antigua agencia de cine se ha transformado en una poderosa productora de drones kamikaze y misiles de largo alcance, consolidándose como una pieza clave del esfuerzo bélico ucraniano y, al mismo tiempo, como foco de controversia política y económica. Hace apenas tres años, la empresa Fire Point se dedicaba a la creación de localizaciones y decorados para el sector audiovisual y a la contratación de actores y figurantes. Hoy, opera como una red secreta de fábricas distribuidas por todo el país, donde se ensamblan municiones propulsadas y vehículos aéreos no tripulados. Fundada por profesionales del mundo del cine y la construcción, la compañía ha pasado de trabajar en sótanos improvisados a manejar un entramado industrial que produce cientos de unidades al mes.


El crecimiento ha sido tan rápido como sorprendente. En tan solo un año, Fire Point ha firmado contratos que superan los 1.000 millones de dólares. Su modelo de trabajo refleja la capacidad de Ucrania para transformar la creatividad civil en tecnología militar eficaz, reduciendo su dependencia de los suministros internacionales.


Drones de bajo coste con gran impacto

El FP-1, uno de los modelos insignia de la empresa, se fabrica con materiales ligeros como madera contrachapada, plásticos y fibra de carbono procedente del ciclismo. Este dron, impulsado por un motor de dos tiempos y un sistema de despegue asistido por cohete, puede transportar cargas explosivas de más de 50 kg y alcanzar objetivos a cientos de kilómetros. Aunque su diseño es sencillo, su eficacia se basa en la producción


Además, Fire Point desarrolla el misil Flamingo, un modelo experimental equipado con motor a reacción y una autonomía superior, capaz de atacar infraestructuras críticas en territorio enemigo. Esta estrategia, centrada en la saturación mediante unidades baratas y desechables, ha permitido a Ucrania mantener una presión constante sobre las defensas rusas.


Éxito estratégico bajo sospecha

El ascenso meteórico de Fire Point ha levantado dudas sobre su gestión y sus vínculos políticos. La Agencia Nacional Anticorrupción investiga posibles adjudicaciones irregulares y relaciones con empresarios próximos al entorno presidencial. Pese a ello, las autoridades ucranianas han defendido públicamente su papel como símbolo de independencia tecnológica y orgullo nacional, aunque los analistas insisten en la necesidad de reforzar los controles de transparencia.


Mientras algunos sectores la consideran una historia de éxito industrial, otros alertan de los riesgos de crear una economía de guerra poco fiscalizada. La combinación de urgencia bélica, contratos millonarios y opacidad administrativa plantea un desafío para la gobernanza del país en medio del conflicto. Ucrania se ha convertido en un laboratorio tecnológico de combate sin precedentes. Miles de empresas locales fabrican o modifican drones para uso militar, generando un ecosistema de innovación que atrae inversiones extranjeras. De hecho, fondos internacionales están impulsando el desarrollo de nuevas tecnologías con potencial de exportación.


Rusia lanzó en la madrugada de este jueves un ataque combinado con misiles y drones contra varias regiones de Ucrania, en una nueva escalada del conflicto que ha obligado a las autoridades ucranianas a introducir cortes eléctricos de emergencia y modificar los horarios ferroviarios en distintas zonas del país.


El ataque afectó especialmente a la región de Vínitsia, en el centro de Ucrania, donde numerosas localidades quedaron sin electricidad, agua y calefacción, mientras que en la ciudad de Zaporiyia, próxima al frente en el sureste, una decena de civiles resultaron heridos, según informaron las autoridades locales.


El Ejército ruso informó paralelamente de que sus defensas antiaéreas derribaron 170 drones de ala fija ucranianos sobre su territorio durante la noche del miércoles, nueve de ellos en las cercanías de Moscú, según un comunicado difundido por el Ministerio de Defensa de Rusia en su canal de Telegram.


La mayor concentración de derribos se produjo en la región de Briansk, fronteriza con Ucrania, donde se interceptaron 48 aparatos no tripulados, dos más que en la jornada anterior. Otros nueve drones, seis de ellos dirigidos hacia la capital rusa, fueron abatidos en las proximidades de Moscú, de acuerdo con el parte militar.


Las defensas rusas también actuaron sobre catorce regiones del país y la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014. A raíz de estos ataques, las autoridades rusas suspendieron temporalmente las operaciones de once aeropuertos, incluidos los de Sheremétievo y Domodédovo, en Moscú. Ambos retomaron sus actividades horas después, una vez que se levantó la alerta aérea.


El secretario del Consejo de Seguridad ruso y exministro de Defensa, Serguéi Shoigú, reconoció que el número de ataques ucranianos con drones “ha aumentado de manera considerable” en las últimas semanas. “Si hace dos años hablábamos de unidades, luego fueron decenas y ahora hablamos de cientos”, dijo Shoigú, aunque subrayó que solo uno de cada cien drones logra alcanzar objetivos en territorio ruso.


Los ataques ucranianos se intensificaron tras la cancelación de la cumbre de Budapest entre los presidentes ruso, Vladímir Putin, y estadounidense, Donald Trump, la semana pasada. El mandatario estadounidense impuso entonces las primeras sanciones contra Moscú de su segundo mandato, lo que ha contribuido al repunte de la tensión militar.


Según los informes del mando militar ruso, en los últimos ocho días las defensas del país han derribado casi un millar de drones ucranianos, lo que refleja una escalada significativa en el frente tecnológico y aéreo del conflicto.


Mientras tanto, Kiev sostiene que su ofensiva con drones forma parte de una estrategia defensiva orientada a debilitar las infraestructuras militares rusas y reducir la capacidad de ataque de Moscú sobre territorio ucraniano.


El recrudecimiento de los bombardeos en ambos bandos se produce en medio de una situación diplomática estancada, pese al reciente anuncio de Trump y Xi Jinping sobre su intención de colaborar en una solución pacífica para Ucrania. La ofensiva de las últimas horas demuestra que, por el momento, la guerra sigue intensificándose tanto en los cielos como en el terreno.


Sánchez, en descomposición
La tabla periódica del sanchismo entra en su última fase.
Carlos Souto. Vozpópuli. 30 Octubre 2025

Pedro Sánchez experimenta transformaciones hoy por hoy dramáticas y diarias. No son políticas: son químicas. Cambia su estructura atómica, su densidad moral, su punto de fusión. Ya no hablamos del hombre: hablamos del material del que está hecho, o del que le queda. Lo que antes era brillo ahora es óxido; lo que parecía sólido ahora se desintegra al contacto con el aire Sánchez fue fabricado en laboratorio: un producto de síntesis política. Se lo diseñó resistente, brillante, inoxidable. Al principio parecía de titanio, un metal noble, preparado para sobrevivir a cualquier fricción. No se degradaba, o al menos eso creíamos. Pero el titanio resultó ser una aleación publicitaria, una máscara metálica. Detrás había hierro: pesado, rudimentario, dispuesto a doblarse por presión.


Luego, como todo hierro político que se prolonga demasiado en el tiempo, se oxidó. Y el óxido es eso: la metáfora perfecta del poder que envejece sin dignidad. Cada día en la Moncloa fue un baño de humedad moral. El color se apagó, la superficie se agrietó. Y para disimularlo, lo recubrieron de teflón. Ahí nació el mito del Sánchez intocable, impermeable, el político al que nada se le pegaba: ni plagios, ni socios, ni causas judiciales, ni corrupciones domésticas. Era el hombre antiadherente. Pero el teflón, como todos sabemos, tiene una vida útil. Basta rascarlo para que aparezca la capa de abajo. Y cuando eso ocurre, la sartén ya no sirve: todo se pega, todo se quema, todo huele mal.


Todo se evapora

El deterioro es visible incluso en su rostro. Antes lo maquillaban para parecer atormentado; hoy puede prescindir de la maquilladora porque atormentado está. Su expresión ya no proyecta autoridad, sino una fatiga existencial de laboratorio político al borde del colapso. Y, como en toda reacción química avanzada, empieza a desprender gas: palabras vacías, frases recicladas, promesas sin oxígeno. De ahí a la fase gaseosa del sanchismo hay solo un paso. Todo se evapora: la credibilidad, el partido, la lealtad, incluso la realidad. Sánchez es hoy un compuesto inestable, un gas que no reacciona con nada, pero que vive encerrado en su propia cápsula.


Y, sin embargo, aún no ha explotado. Aguanta, como aguantan los materiales que ya no son sólidos ni líquidos, pero tampoco aire. Es la materia política oscura, esa que no se ve, pero deforma todo lo que la rodea. Cada día que permanece en el poder altera la gravedad del sistema. Lo curva hacia sí mismo. Si uno revisa la tabla periódica del poder, se podría reconstruir su degradación: De titanio a hierro, de hierro a óxido, de óxido a aluminio, de aluminio a teflón, de teflón a hojalata, de hojalata a polvo. Y el polvo —políticamente hablando— solo tiene dos destinos: barrerse o disolverse. Porque todo lo que no evoluciona se degrada, y Sánchez ya no muta: se descompone. Lo hace a cámara lenta, bajo luces cálidas, y un discurso cada vez más plano. La materia se enfría, la energía se agota, el material colapsa sobre sí mismo.


Corroe cuanto toca

El problema es que no colapsa solo. En su campo de gravedad arrastra a todos: ministros, asesores, partidos satélites. Los hace orbitar hasta el agotamiento. Nadie se acerca sin salir marcado. Su proximidad produce corrosión. Y como si el deterioro necesitara un espejo, ahí aparece Puigdemont, que también se oxida. El hombre que creyó ser uranio político ha terminado siendo estaño catalán, blando, maleable, sin chispa. No salió a celebrar la amnistía porque no la tiene. Su electorado, en el fondo, es de derecha, y ya es hora de hacer un gesto hacia ellos que no hace. También él se ha vuelto un residuo de sí mismo.


El encuentro entre ambos es una reacción química sin energía. Una fusión fría entre dos metales cansados. Sánchez y Puigdemont ya no forman una aleación: forman escoria. Dos elementos que se unen no para producir algo nuevo, sino para durar un poco más antes de la combustión final. Eso es el presente español: un paripé entre débiles, un teatro de materiales degradados que se sostienen por la inercia del calor acumulado. Pero el calor se disipa, y cuando el sistema pierda temperatura, los gases se evaporarán y la materia volverá a su estado original: el polvo.


Como una secta

Y cuando eso ocurra, quedarán los pocos que todavía lo rodean. Cada vez menos, cada vez más duros, cada vez más capaces de cualquier cosa. Ni siquiera Tezanos y sus burdas patrañas logran ya sostener la ilusión. Sus mentiras son tan gruesas que se derriten antes de publicarse. La sociedad lo percibe: ya no hay mayoría, ni siquiera masa. Solo un núcleo duro, pequeño y fanático. Porque el sanchismo, en su fase final, se parece demasiado a una secta. Y como Jim Jones en Jonestown, el líder sonríe, convenciendo a esos pocos de que la inmortalidad los espera del otro lado. En política, como en física, todo lo que vibra demasiado termina rompiéndose. Pero antes de romperse, Sánchez hará que vibren con él los pocos que le quedan. Y ese sonido, agudo y final, será el eco de su propia secta bebiendo del cáliz de un poder corrupto hasta la última gota.


Golpe de Estado
Antonio R. Naranjo. el debate. 30 Octubre 2025

Lo que Sánchez perpetra en directo hace insuficiente la respuesta convencional y reclama una Revolución de los Claveles pacífica y masiva


A Sánchez no le hace falta entrar en el Congreso como el general Pavía o como el teniente coronel Tejero para lograr un efecto similar, multiplicado por los efectos longevos. Ya no hace falta asaltar el Parlamento al galope metafórico o con una pistola de verdad para que, de facto, se secuestre la representación parlamentaria de la soberanía nacional, que reside en el pueblo.


Basta con tener la desvergüenza de forzar una investidura a sabiendas de que la suma solo es viable si el presidente acepta ser cómplice de una insurgencia anunciada y, cuando se rompe la aritmética por la imposibilidad de culminar todas las concesiones delincuenciales en el tiempo y la forma elegidos, mantenerse en el poder contra el Parlamento. Es decir, contra la ciudadanía.


Lo que Sánchez perpetra en estos momentos no merece otra calificación que la de golpe de Estado, al conculcar el principio fundamental de que no se puede gobernar sin mayoría parlamentaria y agarrarse al vacío legal de que el poder constituyente no previó la posibilidad de que un presidente en esta situación se atrincherara: la cuestión de confianza, que le obligaría a dimitir si no renueva el respaldo de una mayoría simple que ya no tiene, es potestad presidencial en exclusiva. Y la moción de censura traslada la responsabilidad a un tercero que alguien decente debe saber que es suya.


Así que sobra, una vez más, con tener las dosis suficientes de impostura, desparpajo, codicia e indecencia para aferrarse al poder, despreciando la evidencia de que ejercerlo en esas circunstancias conculca los fundamentos de la democracia, paraliza el funcionamiento del país, fractura la convivencia, eleva la crispación y secuestra la voluntad popular; todo con el objeto de mantenerse a cualquier precio y conservar mejores escudos para el tétrico futuro judicial que le espera a su partido, a su familia y tal vez a él mismo.


Las democracias tienen respuesta para los desafíos convencionales, como se demostró sin ir más lejos con la asonada independentista de 2017 o con medio siglo de terrorismo; pero carece de ellos cuando se topa con alguien que, desde dentro, manipula las reglas del juego, explora los rincones muertos del Estado de derecho y transforma su falta de escrúpulos y de límites en una ventaja, generando un relato redentor consigo mismo a través de la maquinaria propagandística de los medios de comunicación públicos y del enfrentamiento con ese enemigo conspirador imaginario que es la justicia y la prensa crítica.


Lo cierto es que España tiene desde 2023 a un presidente que, para serlo, aceptó la hoja de ruta destructiva de sus enemigos y que ahora, para mantenerse, conculca el designio de las urnas y se atrinchera en una mayoría fraudulenta en el origen y ahora simplemente inexistente.


El pulso planteado por Sánchez carece de precedentes conocidos en un país que, al menos desde el siglo XIX, ha padecido todo tipo de convulsiones políticas, de cambios de sistema, de confrontaciones y guerras, de asonadas y golpes; pero nunca en este formato: el de un perdedor cuya viabilidad de origen se vinculó a transformarse en cómplice de los francotiradores de la Constitución y ahora evoluciona él mismo a insurgente perfumado.


Dado que la justicia tiene sus tiempos, garantías y procedimientos y que la respuesta parlamentaria es insuficiente en contextos desconocidos como éste, solo cabe esperar una reacción social masiva, pacífica y sostenida que haga insostenible la continuidad de un auténtico parásito. España, en fin, necesita su Revolución de los Claveles para echar a un 'okupa' sin frenos.


Una mayoría del pueblo español declara persona 'non grata' al presidente Sánchez
Íñigo Castellano y Barón. el debate. 30 Octubre 2025

Pedro Sánchez ha conseguido algo inédito en la historia reciente de Europa: convertirse en un presidente sistemáticamente silbado, increpado y rechazado allá por donde pisa por su propia ciudadanía. No hay autonomía, ciudad o pueblo –salvo el blindaje de ciertos recintos institucionales– donde pueda caminar tranquilo o recibir el aliento sincero de la calle. Su figura no genera respeto ni admiración, sino hartazgo, rechazo y desafección. Ha cruzado la barrera de la impopularidad para instalarse directamente en el descrédito.


Allí donde acude, le reciben con caceroladas, pancartas y gritos. En Ferraz, en Valladolid, en Valencia, en Cádiz, en Toledo, en Bilbao, en las plazas de toros, o en cualquier aldea con sentido común. No se trata ya de manifestaciones organizadas o protestas de partidos adversarios, sino de algo más profundo: una expresión transversal del descontento. Jubilados, madres con carrito, jóvenes sin militancia y votantes desencantados coinciden en algo esencial: el presidente ya no representa a la mayoría social. Se ha convertido en una figura tóxica y de desprestigio, sin referencia moral alguna, no solo para la oposición, sino para su propio país. El término diplomático de persona non grata, que se reserva a figuras rechazadas oficialmente, bien sea por instituciones nacionales como extranjeras, se le aplica ahora de forma espontánea por la nación que preside. Y no por decreto, sino por clamor apabullante.


Sánchez no es recibido. Es tolerado con resignación por los dispositivos policiales. Escondido entre cordones de seguridad, parapetado tras vallas, protegido por escoltas que ya no escoltan a un estadista, sino a un rehén de su propio poder. No pisa la calle, la sortea. No dialoga con la gente, se refugia en declaraciones vacías. Ha perdido el pulso popular y, con él, la legitimidad moral para seguir hablando en nombre del conjunto de los españoles.


Peor aún: sus propios socios de Gobierno –esos que se reparten ministerios y favores con él– lo desmienten, lo corrigen o simplemente lo ignoran. Y no por error, sino por estrategia. A diferencia de otros consejos de ministros, donde la unidad se muestra como fortaleza, en este órgano ejecutivo su colegialidad brilla por su ausencia. Todos le exigen, ninguno le respeta. Está atrapado en una geometría variable de cesiones sin contrapartidas y alianzas sin afecto.


El presidente es una mentira en su propia sustancialidad y esencia, es vituperado por la propia nación y está bajo sospecha de otras naciones. Más allá de la imagen pública, hay un dato insoslayable: su entorno político más inmediato está siendo investigado por la justicia. No solo en la esfera de lo mediático: están en la esfera penal. Citaciones judiciales, procedimientos abiertos, imputaciones formales. Un cerco legal cada vez más estrecho que tiñe de sospecha su permanencia en La Moncloa.


Aun así, resiste, enfangado en su propia ignominia. Lo ha dicho muchas veces. Su verbo preferido no es gobernar, servir o representar. Es resistir. Pero resistir, ¿a qué y para qué? ¿A la voluntad popular, a la justicia, a los principios democráticos? La resistencia, cuando se convierte en un fin en sí misma, ya no es virtud: es obcecación o huida hacia adelante. El poder, cuando se ejerce contra el juicio generalizado de los ciudadanos, deja de ser mandato democrático y se convierte en una anomalía y le ilegitima para el ejercicio del poder.


«Con o sin Parlamento, con o sin presupuesto» Sánchez gobierna –sí–, pero sin afecto popular, sin coherencia interna y sin credibilidad exterior. En Europa ya no le miran como a un referente, sino como a un caso peculiar y hasta peligroso. Mientras otros líderes buscan pactos de Estado, reconstruyen consensos o dialogan con la sociedad civil, Sánchez amuralla su figura y transforma cada intervención pública en un monólogo. Su estrategia es clara: mantenerse en pie a cualquier precio. Pero el precio lo paga España: en institucionalidad, cohesión social y reputación internacional.


Porque no es solo un presidente impopular. Es un presidente rechazado. Aislado en sus apariciones, obligado a esconder sus agendas, rodeado de abucheos espontáneos, incluso en actos festivos, culturales o deportivos. No hay protocolo que lo salve de la reprobación callejera. Y eso es nuevo. Ninguno de sus antecesores vivió una distancia tan palmaria entre el poder que ejercen y la legitimidad simbólica y suprema que se desprende del respeto popular.


Quizá por eso, el término persona non grata no sea una exageración. Es, en el fondo, la categoría más ajustada al sentimiento de la mayor parte. No lo han declarado formalmente los parlamentos autonómicos –aunque algunos ayuntamientos se han atrevido–, pero lo han proclamado millones de voces en balcones, plazas y redes sociales. No por odio, sino por decepción. No por crispación, sino por hartazgo y cohesión social.


Sánchez es el primer presidente de la democracia española que ha conseguido perder la calle, el respeto, la unidad interna y la confianza judicial en un mismo mandato. Y sigue. Pero ya no representa a la nación. La preside, sí. Pero la nación –la real, la que respira en cada provincia, la que vota y paga impuestos, la que sueña y protesta— ya le ha dado la espalda. No necesita mociones de censura ni informes del CIS. Basta salir a la calle para constatarlo: el presidente Sánchez es un gobernante en retirada, un huésped incómodo en su propia patria.


Una persona non grata por clamor popular y su retirada es una cuestión de dignidad para el órgano que representa.


Íñigo Castellano y Barón es Conde de Fuenclara


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España, huésped suicida

Los "padres fundadores” contaminaron la carta magna con la sarna del nacionalismo regional
Juan Abreu. Vozpópuli. 30 Octubre 2025

Leyendo a Saad Gad, un especialista en psicología evolutiva, he llegado a la conclusión de que el llamado progresismo y sus metástasis de tipo wokista, igualitarista, colectivista, neocomunista, etcétera, son enfermedades mentales. Sus militantes y seguidores son gente biológicamente enferma, infectada por diversos parásitos mentales. Parásitos mentales que resultan, como demuestra Gaad en su formidable libro (La mente parasitaria: Cómo las ideas infecciosas están matando el sentido común, Deusto), más dañinos que otros de sus congéneres más conocidos, que operan en diferentes lugares del cuerpo. Digamos el estómago o el intestino.


Estamos hablando de parásitos instalados en el cerebro, que consiguen que personas adultas y más o menos estudiadas sostengan que los hombres pueden parir, y que un hombre con barba y pene es una mujer. El parasitismo mental es maligno y acarrea a la sociedad problemas infinitamente más terribles que los parásitos intestinales, o del género Plasmodium, causante de la malaria, por sólo mencionar un par. Oigan a Saad Gad: “El reino animal está lleno de ejemplos de patógenos biológicos que, tras infectar el cerebro de un organismo, producen resultados siniestros, como la muerte reproductiva del huésped (castración parasitaria) o la muerte total (el huésped se suicida al servicio del parásito)”.


¡El huésped se suicida al servicio del parásito! Leía esta frase y no podía dejar de pensar en el caso español. En España como huésped suicida”. “Del mismo modo que los parásitos cerebrales han evolucionado para aprovecharse de sus huéspedes al servicio de sus objetivos evolutivos, los virus parásitos de la mente –las devastadoras malas ideas– actúan de forma similar. Parasitan la mente humana y la inmunizan frente al pensamiento crítico mientras buscan formas inteligentes de propagarse en una población determinada, por ejemplo, haciendo que los estudiantes se incorporen a los departamentos de estudios sobre la mujer”.


Rechazan la verdad

“Entre los virus parasitarios de la mente figuran el posmodernismo, el feminismo radical y el constructivismo social, que prosperan sobre todo dentro de un ecosistema infectado: la universidad. Aunque cada virus de la mente constituye una cepa distinta de locura, todos se rigen por el rechazo total de la realidad y el sentido común: el posmodernismo niega la existencia de verdades objetivas; el feminismo radical se burla de la idea de las diferencias innatas de los sexos basadas en la biología, y el constructivismo social postula que la mente humana es en su origen una tabula rasa sin improntas biológicas. Esta clase general de virus de la mente (…), provoca diversas formas de pensamiento desordenado que llevan a los individuos afectados a rechazar verdades fundamentales que son tan evidentes como la fuerza de gravedad. De forma parecida a como los diversos tipos de cáncer comparten un mecanismo de división celular descontrolada, todos estos virus de la mente rechazan la verdad para defender su ideología preferida. La tribu ideológica a la que uno pertenece varía según el virus de la mente, pero el comportamiento es siempre la defensa del dogma propio, y al diablo con la verdad y la ciencia”.


El parasitismo mental ha aumentado en España bajo el sanchismo, pero, desgraciadamente, es una enfermedad que el país arrastra desde su mismo nacimiento democrático. El parásito mental del tribalismo fue inoculado en la Constitución por los llamados “padres fundadores”, que contaminaron la carta magna con la sarna del nacionalismo regional (engalanado de naciones culturales, derechos forales y lenguas oficiales), lo que permitió al parásito tribal medrar a gusto y trabajar incansable y sin oposición en su principal objetivo: dañar y finalmente empujar al suicidio al cuerpo huésped, es decir, a la nación España. Y, perdonen mi sinceridad, los “padres contaminadores” del documento fundacional no podían ignorar que otorgar privilegios a ciertas regiones en virtud de delirios tribales como la nación cultural, los derechos forales, o la sacralización de lenguas insignificantes, no traería nada bueno al futuro de la Nación española. Tal cosa sólo podía acarrear conflictos, traiciones, desespañolización, aldeanismo xenófobo y pérdida de peso de la ciudadanía libre e igual española (y esto último, lo han logrado en tal medida, que hoy se acepta como real y verdadera la existencia de ciudadanías inventadas a la medida de cada tribu regional; aunque lo cierto es que los ciudadanos catalanes, vascos, gallegos, valencianos, etcétera, no existen).


El destino de los españoles libres e iguales

Los privilegios de Cataluña y el País Etarra, también conocido como País Vasco, fueron la cepa original de los parásitos cerebrales inoculados en el cuerpo de la Nación española. Estos parásitos, al unir fuerzas con los parásitos mentales wokistas y neocomunistas hoy, han sellado el destino de los españoles libres e iguales. Cierto es que todos esos parásitos mentales serán destruidos en el futuro por el feroz parásito mental islámico, introducido irresponsable y estúpidamente en sus países, por los políticos europeos. Pero, a manera de consuelo, pensemos que, para cuando se consume el triunfo de la infección islamista, ya el cuerpo huésped de la nación española estará tan deteriorado y consumido por sus parásitos mentales que los ciudadanos españoles ni siquiera intentarán defenderse. Y como mansos bueyes marcharán cabizbajos hacia la extinción.

El homenaje a las víctimas de la dana prioriza el valenciano pese a ser minoritario frente al español
​Gonzaga Durán. el debate
. 30 Octubre 2025


El homenaje a las víctimas de la dana que se ha celebrado este miércoles en Valencia ha dado protagonismo al valenciano, incluso en algunos momentos por encima del español. Se trata de un hecho difícil de explicar teniendo en cuenta el papel minoritario de esta lengua en el día a día de los valencianos, que mayoritariamente prefieren hacer uso del español para comunicarse con los demás.


Según datos aportados por la Generalitat Valenciana, sólo el 29 % de los ciudadanos de la región utiliza el valenciano en casa, frente al 57 % que emplea el español.


El Gobierno de Pedro Sánchez ha sido el encargado de organizar al completo este acto que se ha llevado a cabo en el complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Lara Siscar, periodista de TVE, ha sido la encargada de presentar este evento y no ha dudado en utilizar el valenciano en parte de sus discurso.


La cantante valenciana La María ha hecho una actuación para interpretar su tema Mon Vetlatori, sin hacer uso del español. A esto hay que sumar que dentro del programa se ha incluido que suene El Cant dels Ocells, un tema popular catalán. Ha sido durante una ofrenda floral por parte de los Reyes de España a las víctimas de la dana.


Las últimas encuestas elaboradas por la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de la Generalitat Valenciana reflejan el uso residual del valenciano en el día a día de los ciudadanos de la región. Sólo el 29 % de los valencianos utiliza esta lengua cuando hablan en casa, frente al 56 % que siempre utiliza el español. El 5,2 % reconoce que habla «indistintamente ambas lenguas».


En el ámbito social, solo el 16,2 % de los ciudadanos de la comunidad admite que habla siempre en valenciano con sus amigos, mientras que el 49,7 % lo hace siempre en español. El 16,2 % de los encuestados asegura que utilizan ambas lenguas «indistintamente».


El informe asegura también que el 5,3 % de los ciudadanos residentes en la región usa el valenciano para comunicarse a través de servicios de mensajerías privadas como WhatsApp o Telegram. El 59,5 % de los valencianos utiliza el español para comunicarse por estas vías. El 13,8 % lo hace indistintamente.


Para hablar por la calle con sus vecinos, el 52 % de los valencianos lo hace en español frente al 13,4 % que lo hace en valenciano. El 15 % de los encuestados usa las dos lenguas «indistintamente».


El informe elaborada por la Generalitat Valenciana señala que el 58,7 % de los valencianos habla en español en las callas con personas que no conoce, frente al 8,6 % que utiliza la lengua cooficial.


Por si esto no fuera suficiente, según los datos de la encuesta de la Generalitat y del Ayuntamiento de Valencia, en la capital y el área metropolitana apenas el 10 % habla siempre en valenciano en su casa y tan solo el 5,8 % lo habla con los amigos. En el caso de los comercios y otros usos sociales en la ciudad, solo el 6,5 % lo utiliza y en los centros comerciales la cifra es aún menor, cayendo a un 3,1 %.


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