Recortes de Prensa Lunes 3 Noviembre 2025
+Trump
descarta la posibilidad de enviar misiles Tomahawk a Ucrania
Los
misiles Tomahawk tienen un alcance de 2,500 km, lo suficientemente
largo como para atacar el interior de Rusia, incluida Moscú
Carlos
Garcés. Madrid. el mundo. 3 Noviembre
2025
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este domingo que, por el momento, no está considerando un acuerdo que permita a Ucrania obtener misiles Tomahawk de largo alcance para ser utilizados contra Rusia. Trump ha sido escéptico respecto a un plan que permitiría a Estados Unidos vender misiles Tomahawk a los países de la OTAN, quienes luego los transferirían a Ucrania. El mandatario ha manifestado que no desea escalar el conflicto bélico con Rusia.
Trump y el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, discutieron la posibilidad de suministrar misiles Tomahawk a Ucrania durante una reunión en la Casa Blanca el 22 de octubre. Rutte indicó este viernes que el asunto está siendo revisado, y que la decisión final depende de Estados Unidos.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha solicitado estos misiles, pero el Kremlin ha advertido en contra de cualquier suministro de Tomahawks a Ucrania.
8:31
Zelenski anuncia reuniones sobre defensas aéreas con sus socios esta semana
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, anunció en su discurso a la nación del domingo que mantendrá esta semana "reuniones" con sus socios para que sigan contribuyendo a reforzar las defensas aéreas de Ucrania.
"Habrá reuniones", dijo Zelenski, que agregó que su administración ha presentado a los aliados "todos los cálculos y posibles opciones" para que Ucrania pueda cubrir sus necesidades más urgentes en materia de defensa aérea.
Zelenski hizo este anuncio después de informar de que se ha completado la transferencia de sistemas Patriot adicionales facilitados a Kiev por Alemania. Según la cuenta de X German Aid to Ukraine, que sigue las entregas de armamento de Berlín a Ucrania, Kiev ha recibido en este envío los dos sistemas Patriot que había prometido en agosto. Dinamarca, Lituania y Noruega han contribuido con dinero a que se materialice el envío.
8:00
Rusia derriba 64 drones ucranianos sobre cinco regiones rusas
Las defensas antiaéreas rusas derribaron hoy 64 drones ucranianos de ala fija sobre cinco regiones rusas, en una jornada de relativa calma tras repeler más del doble la víspera , según informó el Ministerio de Defensa de Rusia, cuenta Efe.
"Durante la pasada noche, desde las 23:00 hora de Moscú (20:00 GMT) hasta las 07:00 hora de Moscú (04:00 GMT) las defensas antiaéreas interceptaron y destruyeron 56 drones ucranianos", señaló en Telegram el mando militar ruso.
Según Defensa, el grueso de los ataques afectó a las regiones de Rostov y Saratov: en cada una de ellas fueron derribados 29 drones.
El resto fue derribado sobre la región de Volgogrado (4), Bélgorod (1) y Stávropol (1).
7:20
Suspenden vuelos en aeel ropuerto de la ciudad alemana de Bremen por un dron
El tráfico aéreo fue suspendido temporalmente la noche del domingo en el aeropuerto de Bremen debido al sobrevuelo de un dron de origen desconocido, informó la policía alemana a la AFP. El aparato fue visto "en las inmediaciones del aeropuerto hacia las 19H30" (18H30 GMT), según un portavoz policial.
Alemania, uno de los principales apoyos de Ucrania en la guerra contra Rusia, ha dicho que Moscú podría ser responsable de algunos de los drones, afirmación que Rusia ha negado.
Ucrania
resiste con uñas y dientes en el frente mientras refuerza su escudo
aéreo
La batalla por Pokrovsk supondrá una victoria
estratégica para uno de los dos bandos. Mientras, Alemania entrega a
Kiev más defensas «Patriot»
Rostyslav Averchuk. Leópolis. la
razon. 3 Noviembre
2025
La batalla por Pokrovsk sigue arreciando, ya que la potencial victoria en esa ciudad adquiere una importancia política cada vez mayor, además de los beneficios puramente militares. Mientras los combates de intensidad variable continúan a lo largo de unos 1.000 kilómetros de frente activo en el país invadido, una serie de declaraciones de líderes rusos y ucranianos han colocado a la ciudad en el centro de atención, pues ambos bandos han enviado fuerzas adicionales allí en un intento por inclinar la balanza.
La llegada de operativos especiales de la inteligencia militar de Ucrania, dirigidos según varios fuentes por el propio jefe de esta, el general Kirilo Budanov, ha tenido como objetivo aliviar la presión que la infantería rusa ejerce sobre las vitales líneas de suministro que garantizan a los defensores ucranianos munición, medicinas y alimentos suficientes. Un contingente de soldados procedentes de distintas ramas del ejército ucraniano ha sido desplegado en la zona, según ha informado el máximo general de Ucrania, Oleksandr Sirski, quien ha subrayado que el área no está cercada ni bloqueada, en contra de lo afirmado por Moscú.
«El enemigo está pagando el precio más alto en Pokrovsk por intentar cumplir la orden del dictador del Kremlin de ocupar el Donbás ucraniano», declaró Sirski tras reunirse con los comandantes de las unidades ucranianas cerca de Pokrovsk y asegurar que Ucrania sigue «expulsando» al enemigo de la ciudad.
Rusos infiltrados en la ciudad
Fuentes de la inteligencia militar ucraniana han desmentido las afirmaciones rusas de que los refuerzos —que, según un vídeo filtrado, llegaron al lugar en helicópteros— han sido destruidos. Blogueros y analistas militares ucranianos sostienen que la operación ha permitido eliminar varios grupos rusos que se habían infiltrado en la ciudad durante las semanas previas.
No obstante, las fuerzas rusas siguen expandiéndose y consolidando su presencia dentro de la ciudad; el domingo, la plataforma analítica ucraniana DeepState confirmó que han llegado a la estación de ferrocarril, en el centro de la ciudad. Para lograrlo, aprovechan las brechas en la porosa defensa ucraniana, que sufre constantes ataques con drones y bombardeos. «Los operadores de drones ucranianos intentan localizar y destruir al enemigo día y noche, un trabajo que parece interminable», escribieron los analistas, que señalaron que aún no se han adoptado nuevas medidas para frenar la infiltración rusa en el sur de la ciudad.
En estos momentos, unos nueve kilómetros separan a las fuerzas rusas que buscan cercar la ciudad desde dos direcciones, en lugar de capturarla de frente. Según testimonios de soldados ucranianos, operan en condiciones extremadamente difíciles: los drones rusos llegan kilómetros más allá del frente para atacar cualquier vehículo en movimiento. Como consecuencia, la logística depende en gran medida de drones terrestres, muchos de los cuales también son destruidos.
Pese a ello, las tropas ucranianas mantienen su presencia en la estratégica localidad de Rodinske, cuyo control resulta vital para el desenlace de los intentos de uno de los dos principales grupos rusos por engullir la ciudad. Asimismo, siguen repeliendo ataques rusos en la ciudad satélite de Pokrovsk, Mirnograd, e incluso han ganado recientemente algunas posiciones.
Pokrovsk se halla en una altura dominante, lo que la convierte en un punto especialmente importante para el control de esta parte de la región de Donetsk, según representantes del ejército ucraniano. «La pérdida de la ciudad sería dolorosa para las Fuerzas de Defensa, por lo que hacemos todo lo posible para que siga siendo ucraniana», declaró Artem Pribilnov, portavoz de la 155ª brigada de Ucrania.
Mientras las fuerzas de Kiev ofrecen una resistencia feroz en Pokrovsk, Moscú confía en que su campaña de ataques contra el sistema energético y ciudades ucranianos debilite al país y su voluntad de resistencia.
Partes de Ucrania, incluida toda la región de Donetsk bajo control ucraniano, quedaron sin electricidad tras los últimos bombardeos del domingo, que causaron al menos siete muertos en cinco regiones. «Casi 1.500 drones de ataque, 1.170 bombas aéreas guiadas y más de 70 misiles han sido empleados por los rusos para golpear la vida en Ucrania solo esta semana», declaró el presidente Volodímir Zelenski, quien calificó los ataques aéreos rusos como «la principal apuesta de Putin en esta guerra».
Zelenski también confirmó que Ucrania ha recibido sistemas adicionales de defensa aérea «Patriot» de Alemania tras meses de preparativos. Esto «garantizará la seguridad no solo de Ucrania, sino también de nuestros socios cuando sea necesario», afirmó.
Hay que frenarlo en seco
Juan
Carlos Girauta. el debate. 3
Noviembre 2025
El lenguaje previo a la guerra civil tenía una música bélica que España, tras casi trescientos cincuenta mil muertos, no quiso oír más. Los que solo conocen la historiografía de base marxista correrán a argüir que la dictadura era la que determinaba lo que se podía o no decir. ¿Acaso desconocen que la historiografía marxista, la suya, fue hegemónica a partir de los años sesenta, que era la única respetada y manejada desde entonces en las universidades españolas bajo el poderoso influjo del comunista Tuñón de Lara? En cuanto a los ignorantes supinos, que son legión, al carecer de otras fuentes, reproducen en su versión más barata lo que alcanzan a recordar de la escuela (historiografía marxista para niños) y, sobre todo, lo que piensan que los demás esperan escuchar. Disentir de la opinión mayoritaria solo trae problemas. Despierta la hostilidad del entorno. Conlleva el inmediato etiquetaje de «facha», el adjetivo despectivo coloquial que está perdiendo fuerza por el desgaste y ha vuelto a «fascista». Fuera lo coloquial. Por fin, disentir con eficacia exige preparación y vasto conocimiento de los hechos.
No fue (solo) imposición: después de la guerra civil, España no quería volver a oír la música bélica que acompañó al lenguaje de la Segunda República. Fue una opción de millones de familias. La mayoría de lectores con una cierta edad lo recordarán: nuestros padres no hablaban de la guerra porque la habían vivido. Estaba el dolor; cada familia tuvo sus víctimas, a menudo de ambos bandos. ¿Era también miedo? Bueno, estamos hablamos de la intimidad, de puertas adentro. La principal razón fue la resolución, impresionante vista hoy, con que los españoles miraron al futuro y construyeron una prosperidad tan veloz como para alcanzar a la misma generación primera de posguerra. Son innumerables las historias de hombres hechos a sí mismos, gente que sale del hambre y acaba en una casa de su propiedad, dando educación universitaria a sus hijos y sosteniendo a su familia con un solo sueldo. Además, casi todas esas familias autosuficientes que florecieron en los sesenta serían hoy consideradas numerosas.
El tiempo y el olvido son implacables. La Segunda República y la guerra civil dejaron de ser asuntos para historiadores y aficionados, y regresaron en su peor forma: aquel lenguaje bélico, traído por Zapatero para utilizarlo como arma política en pleno siglo XXI. Mucho se guardó Felipe González de hacer tal cosa. Reabiertas las viejas cicatrices de modo fiero y extemporáneo, la izquierda ya no dejaría de valerse de un lenguaje caduco con el que conectar directamente la España de los años treinta con el presente. Sánchez lo tiene por principal herramienta. Ese bastardo ejercicio exige, por supuesto, convertir el complejo pasado en un maniqueo cómic en blanco y negro, y puede provocar una desgracia que hay que frenar en seco: al resucitar las viejas formas fratricidas, ha despertado también la fatal convicción de que solo la izquierda puede gobernar. El fatídico patrón de pensamiento que llevó a la guerra.
Caerá Sánchez
Agapito
Maestre. libertad digital. 3
Noviembre 2025
La base de la tiranía sanchista se construye, como las de las viejas tiranías, abusando de su autoridad para satisfacer sus propios intereses en lugar del bien común.
La semana pasada salió Sánchez a escena en dos grandes actos para exhibir sus poderes: homenaje a las víctimas de la riada de hace un año y, de paso, culpar de todos los males a Mazón y al PP, primero; y, en segundo lugar, asistiendo al Senado para reírse del propio Senado, algo muy propio de los tiranos romanos. "Es un circo", dijo Sánchez, en la Comisión del Senado que investiga la corrupción de su amigo y colaborador Koldo. Trataban de interrogarle y él repetía con risa a lo Nerón: "Es un circo". He ahí la esencia del régimen sanchista: el desprecio del diálogo y, naturalmente, la entronización de la "acción directa", o sea, de la violencia contra una comisión de investigación. La primera vez que el presidente pronunció ese improperio debería haberse detenido la sesión y, naturalmente, ser expulsado de la cámara por falta de respeto a la institución. No se hizo. Entonces, cabe decir que el PP, o el presidente de esa Comisión, un senador del grupo del PP, contribuyó de modo decisivo a la entronización del dictador en el Senado.
El tirano hizo ostentación de su poder. Lo pagará caro la Oposición. Ya lo está pagando, porque pocos esperan que la inteligencia política del PP logre expulsar del poder al liberticida Sánchez. Y, sin embargo, caerá el presidente de esta singular "tiranía". Sin duda alguna, será derrotado por la propia inercia de la tiranía. Nadie sabe cómo y cuándo caerá, pero todos intuyen que será de mala manera. Se llevará por delante medio Estado de Derecho y, por supuesto, la peregrina idea que todavía albergan algunos bien-pensantes, vinculados a la dirección del PP, acerca de que el PSOE podría llegar a ser un partido político normal. Falso.
El Estado de Derecho en España, seguramente, podrá rehacerse alguna vez, entre otras razones, porque el propio Estado de Derecho no es algo acabado de una vez por todas y para siempre, sino que es una institución jurídica, moral y política en permanente construcción. Aún tiene fuerza este Estado, especialmente en los niveles básicos de la Justicia, para rehacerse sin ficciones políticas. Otra cosa, sin embargo, es el PSOE; no creo que consiga nunca ser un partido normal, desde el golpe de Estado del 11-M, su relación ha sido muy fluida con los partidos políticos vinculados al terrorismo de ETA, con los violentos secesionistas catalanes y, en fin, con todas las fuerzas políticas proclives a la acción revolucionaria y violenta. La amistad del PSOE con los regímenes criminales de Maduro, en Venezuela, y Díaz Canel en Cuba, es conocida en el mundo entero. El apoyo de los socialistas a los regímenes totalitarios no pasa desapercibido para nadie.
En verdad, el PSOE se despidió hace tiempo de sus leves señas de identidad socialdemócratas; el PSOE, partido más o menos dialogante que contribuyó a la reconciliación entre los españoles de la Transición, desapareció hace tiempo para instalarse en los postulados de la vieja entente revolucionaria entre socialistas, comunistas y separatistas, que acabaría definitivamente con la idea de nación española. Y en eso estamos. El PSOE está en el poder gracias al apoyo de quienes quieren destruir España. Por lo tanto, nadie se extrañe que el PSOE tenga en la "violencia", en la fuerza, su "última razón" de existir. Por eso admira la expresión "acción directa", decretazo y "tente tieso". "Gobernaré", ha repetido Sánchez, "sin Ley de Presupuestos, sin Parlamento" y, seguramente, sin el tristísimo apoyo del delincuente Puigdemont… Desprecia, sí, todo lo que sean las formas de comunicación civilizadas, mata todas las mediaciones políticas, pasa de las normas y, en fin, ridiculiza todos los usos intermedios para aclarar y dar razón de cualquier cosa. Odia la democracia liberal, quizá la forma política que mejor representa la voluntad de convivencia entre los hombres. Él es el dueño de la violencia. Y acusa de "fascista" a quien se le opone.
La violencia, sí, es propiedad del PSOE y la ejercerá sin piedad. Nadie dude de esa otra mitad del Estado de Derecho, esa que aún funciona con decencia y diligencia, podría dictar antes de lo que muchos creen que el PSOE está financiándose irregularmente. No será fácil probarlo en términos jurídicos, aunque pocos pongan en cuestión que su financiación es tan ilegal y obscura como la carrera profesional y política de Sánchez. Pero nadie se extrañe que, cuando esas pruebas se pongan sobre la mesa, el PSOE reaccionará con toda la agresividad y violencia que ha caracterizado su historia. La base de la tiranía sanchista se construye, como las de las viejas tiranías, abusando de su autoridad para satisfacer sus propios intereses en lugar del bien común. Y, sin embargo, a Sánchez le tembló la mano en el "falso interrogatorio" del Senado, o sea, caerá.
¿Y los
23.000 muertos de más que Sánchez provocó en el Covid?
EDUARDO
INDA. okdiario. 3
Noviembre 2025
El linchamiento al que está siendo sometido Carlos Mazón entre el silencio cobarde de la mayor parte de sus compañeros demuestra por enésima vez que la derecha española no tiene remedio. Se merecen todo lo malo que les pase por panolis. Más que nada, porque un error repetido más de una vez acaba pareciendo una decisión. Lo que aconteció el miércoles en la Ciudad de las Artes y las Ciencias en ese mitin al que llamaron «funeral» pasará a los anales de la ignominia y ese arte de la maldad en el que el número 1 es nuestro caudillo por la gracia de Satanás, Pedro Sánchez. Han pasado setenta y tantas horas y el PP no ha dicho ni mu ante este nuevo 13-M con el que la izquierda quiere vengarse de una derecha que le ganó de calle las elecciones autonómicas de la Comunidad Valenciana en 2023. Lo de siempre: la izquierda se cree que el poder le pertenece por derecho divino o satánico y si se lo arrebatan legítimamente, allá que se planta con sus patrañas para recuperarlo por las buenas o por las malas, casi siempre por las malas. Ocurrió en la Segunda República de manera tanto más cantosa y sucede ahora más sibilinamente.
La izquierda se ciscó en la memoria de las 230 víctimas el miércoles al convertir en un acto político lo que debía haber constituido una jornada de memoria, respeto y tributo a quienes se llevó esa maldita DANA que sospechosamente la Aemet no supo prever ni la Confederación Hidrográfica del Júcar contener. Esta última no informó hasta pasadas las siete de la tarde de la exponencial crecida del barranco del Poyo, causante del fallecimiento de 192 valencianos. Mosqueante, ¿no les parece? A Carlos Mazón se le puede culpar de frivolidad estratosférica al no ponerse las pilas a las primeras de cambio e irse a comer como si nada estuviera aconteciendo pero tanto a la Aemet como a la Confederación del Júcar no sólo se les puede sino que se les debe echar en cara una negligencia criminal que costó dos centenares de vidas. Curioso que ni la jefa de la primera institución, la castellonense María José Rallo, ni el baranda de la segunda, Miguel Polo, hayan sido imputados por la juez roja de Catarroja. Lo demás, es propaganda por no decir una vulgar trola más.
Estos días mi cabeza no deja de darle vueltas a una cuestión incontrovertible: lo suertudos que son los zurdos patrios. Cuando hay una tragedia todo les sale gratis, cuando acaece con la derecha en el poder medios y partidos de izquierda se lanzan como hienas a despedazar al presidente de turno, se llame Aznar con el chapapote, el Yak 42 o el 11-M, a Rajoy con no se sabe qué, Mazón con la DANA o Juanma Moreno con las mamografías. Al presidente de la Junta no se le escapa obviamente de qué hablo: a él los fallos en el cribado de enfermas de cáncer le está costando una mano de bofetadas mientras que un caso similar, aunque ni mucho menos idéntico, le ha supuesto ligeros rasguños a Emiliano García-Page. Así se escribe la historia, en buena medida por culpa de una derecha eternamente acomplejada y encantada de pedir perdón a todas horas. Son lo que toda la vida de dios hemos llamado unos masocas.
Las comparaciones son siempre odiosas pero algunas merecen el calificativo de escandalosas. Que se lo digan a Mazón y que se lo cuenten a Pedro Sánchez. Nuestro Gobierno aseguró por boca del gerifalte de Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, el 31 de enero de 2020, cuando China ya estaba confinada e Italia se preparaba para ello, que en España no habría «más allá de algún caso». Veinticuatro horas antes la Organización Mundial de la Salud (OMS) había declarado la existencia de «un riesgo de salud pública de interés internacional». Y el director general de la OMS, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió el 25 de febrero al mundo que se preparase para «una potencial pandemia».
Pedro Sánchez no sólo hizo oídos sordos a la doble advertencia de la OMS sino que, además, minimizaba la que se venía encima. Cuando ya algunas naciones habían confinado o establecido estrictas medidas profiláctica para evitar la extensión del virus chino, él miraba hacia otro lado como si la amenaza que se cernía representase poco más que una gripe, como si los científicos fueran una suerte de pelmazos agoreros. La vida seguía igual en España mientras en numerosas partes del mundo, para empezar numerosos estados de EEUU, y Europa, empezando por Italia, ya se había encerrado en sus casas a la población.
Podemos, con los delincuentes de Pablo Iglesias e Irene Montero a la cabeza, exigieron a Pedro Sánchez llegar como fuera al 8-M, Día de la Mujer. Las imágenes de Irene Montero, Victoria Rosell, Begoña Gómez y Carmen Calvo protagonizando marchas masivas fueron el preludio de lo que luego ocurriría. A la entonces vicepresidenta primera del Gobierno y ahora mandamás del Consejo de Estado esa frivolité casi le cuesta la vida. Aquello fue un infectódromo. La misma vitola hay que adjudicar a otros actos multitudinarios como los partidos de fútbol de Primera y Segunda División de ese fin de semana y los de Champions, con el Valencia recibiendo al Atalanta italiano el 10 de marzo de 2020 y el Atlético de Madrid y su hinchada viajando a Liverpool el 11. Como había que llegar al 8-M como fuera no se prohibió la Liga, la ACB ni ningún otro torneo deportivo por aquello de no generar agravios comparativos. Consecuencia: el Covid hizo estragos.
Viendo la que estaba cayendo, lo normal es que el presidente del Gobierno hubiera decretado el confinamiento a principios de marzo, el viernes 6 o el sábado 7 como muy tarde. Pero por aquello de contentar a sus socios chavistas en un Consejo de Ministros en el que Pablo Iglesias ocupaba la Vicepresidencia Segunda —sí, aunque parezca mentira, este tipejo fue ¡vicepresidente!—, Sánchez optó por tirar adelante ejecutando una soberana peineta a la salud de los 48 millones de españoles. Su responsabilidad criminal en la expansión del coronavirus queda tanto más clara si tenemos en cuenta que mandó a su pentaimputada mujer y a su madre a encabezar la comitiva socialista. Consecuencia: Magdalena Pérez-Castejón y Sabiniano Gómez acabaron hospitalizados y contra las cuerdas en Puerta de Hierro, tal y como adelantó en primicia OKDIARIO.
La estadística es una ciencia infalible. Y los estudios que se han hecho sobre la pandemia certifican empíricamente que si nuestro autócrata no hubiera accedido a los deseos de la parejita de Galapagar y hubiera confinado una semana antes, y no el 14 de marzo como finalmente ocurrió, se hubieran evitado 23.000 muertes. Ésa es la conclusión de numerosos estudios, entre otros uno conjunto de las universidades Rovira i Virgili de Tarragona y de la de Zaragoza, que llegó a esta conclusión echando mano de cálculos matemáticos. El investigador Álex Arenas va más allá y cree que el encierro de la población debería haberse ordenado no siete días antes sino 14, circunstancia que hubiera salvado no menos de 40.000 vidas.
Esto no son cuentos sino más bien cuentas. Aun a riesgo de que me tachen de desaprensivo y me acusen de desencadenar una «inmoral» guerra de cifras de muertos, lo que resulta incuestionable es que si achacamos a Mazón parte de los 230 óbitos registrados hace un año en Valencia, o todos incluso, es obligado hacer lo propio con un Pedro Sánchez al que no cabe otra que recordarle que su irresponsabilidad al anteponer la política al imperativo científico costó 23.000 vidas en el mejor de los casos. Es decir, cien veces más. Nuestro autócrata se fue de rositas y aquí paz y después gloria. Nadie le gritó «¡asesino!», nadie pidió la cárcel para él, ningún juez reclamó su suplicatorio y tampoco ni cristo le espetó el «¡hijo de puta!» que el presidente valenciano se tuvo que comer hace cuatro días. A Sánchez no le montaron ninguna manifestación, entre otras cosas porque estaban vetadas, y prácticamente ni quisqui exigió su dimisión. Visto lo visto, he llegado a una conclusión: ¿por qué no me hago de izquierdas: Mi vida sería bella, un auténtico paraíso en la tierra, ningún piojoso se metería conmigo, cualquier barrabasada se me tomaría a beneficio de inventario, me nombrarían periodista del año, me habrían concedido ya 15 premios Ondas y la pastuki me saldría por las orejas. Claro que para eso tendría que volver a nacer cincuenta veces.
El
fiscal ante los jueces
El problema de la democracia
española es que son los jueces los que tienen que decidir sobre la
responsabilidad política de los altos cargos, como si fuera
accesoria de una condena penal
Editorial. ABC.
3
Noviembre 2025
Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, se sienta este lunes en el banquillo de los acusados ante siete magistrados de la Sala Segunda del Supremo, quienes durante diez días oirán las pruebas de la acusación por un delito de revelación de secretos. Enfrente, la defensa de García Ortiz, asumida por la Abogacía del Estado y completada por la Fiscalía en la persona de confianza del acusado, argumentará que la acusación es una falacia. También pretenderán demostrar que no hay pruebas de que el fiscal general del Estado filtró a una emisora de radio un correo electrónico confidencial del abogado de Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, remitido semanas antes al Ministerio Público para iniciar las negociaciones previas a una posible conformidad por delitos fiscales, de los que será juzgado próximamente.
Este es el escenario actual, insólito en una democracia europea, producto de un comportamiento al menos anómalo de quien no ha tenido la decencia personal de abandonar su cargo y que va a permitir que la Fiscalía en su conjunto se sienta este lunes humillada con su presencia como acusado ante el máximo órgano de la Justicia penal española. La presunción de inocencia ampara a García Ortiz, tanto como debería de haber amparado a González Amador, pero el Gobierno y sus socios han inaugurado un tiempo de degradación de los valores constitucionales en el que les resulta muy fácil condenar a inocentes sin juicio y difamar impunemente a jueces que solo hacen su trabajo. Precisamente por esa presunción de inocencia a la que se acoge García Ortiz, es la acusación la parte que debe probar su culpa. Pero García Ortiz ha hecho todo lo posible para que se sospeche de él con fundamento: exigió con urgencia el expediente de González Amador, recibió el correo con la negociación propuesta a la Fiscalía por su abogado y, al poco rato, fue difundido por una emisora de radio y, luego, cuando vio venir su imputación judicial, borró mensajes y correos electrónicos, aunque quedó rastro suficiente en algunos de sus destinatarios. No es esta la conducta que se espera de un fiscal general del Estado.
El problema de la democracia española es que son los jueces los que ahora tienen que decidir sobre la responsabilidad política de los altos cargos, como si fuera accesoria de una condena penal. Este es el grave problema ético que está socavando la confianza ciudadana en las instituciones. Desde una de ellas, la Fiscalía General del Estado, se urdió una trama para desvelar secretos profesionales. Podrá o no ser delito, pero es un comportamiento deleznable porque sitúa al Ministerio Público en los antípodas de lo que la Constitución de 1978 esperaba de él: que fuera defensor de la legalidad, del interés general y de la independencia judicial.
No es García Ortiz el responsable principal de su afrentosa continuidad en la jefatura de la Fiscalía, sino aquel a quien sirve de forma claudicante, el presidente del Gobierno, infiltrado en las instituciones para crear a su alrededor un perímetro de seguridad que se va agrietando poco a poco y de forma sostenida. Pedro Sánchez ha demostrado que no le tiembla el pulso a la hora de manipular y utilizar a las personas en su beneficio. Que no le quepa duda a García Ortiz de que, si es condenado, Sánchez se hará el sorprendido, como ha hecho con Ábalos, Koldo –con quien tenía una relación «anecdótica»– y Cerdán. La falta de escrúpulos es un síntoma de la enfermedad del poder. Su mejor tratamiento, la independencia de los jueces.
El
Fraga de al-Andalus
Iván Vélez. gaceta.
3
Noviembre 2025
En Almería, capital de la provincia que dijo no en el referéndum autonómico de 1980, Juan Manuel Moreno Bonilla, presentó recientemente la Cátedra de la Historia del Andalucismo, fruto del acuerdo entre el ayuntamiento de la ciudad, su universidad y la Fundación Alejandro Rojas-Marcos. El contexto del anuncio fueron las jornadas dedicadas al LX aniversario de la Segunda Generación Andalucista, en el que se presentó el fondo Archivo Histórico del Partido Andalucista 1965-2015 de la Universidad de Almería.
¿Andalucismo en 1965? La respuesta es afirmativa. Fue en pleno franquismo cuando, en busca de una alternativa no comunista para España, se fomentó este movimiento político cuyo origen conduce a las fantasías de Blas Infante, figura venerada por Moreno Bonilla, a quien la maldad popular ha rebautizado como Moruno Bonilla, cambio de apellido que le aproxima al muladí cuyo busto, siempre acompañado por flores no voxeras, se alza en la puerta del salón de plenos del Parlamento de Andalucía, antaño Hospital de las Cinco Llagas.
Uno de los encargados de explorar las vetas regionalistas fue el camisa vieja Dionisio Ridruejo, que en 1964, inmerso ya en ambientes atlantistas fomentados por la CIA, durante un contubernio celebrado en la Ametlla del Vallés, lanzó la idea de crear «una especie de Instituto para el estudio del pluralismo español». El resultado fue el diseño de una Asociación de Culturas Peninsulares que debería tener centros en Madrid, Castilla-León (con Extremadura), Vascongadas, Asturias, Cataluña, Mallorca, Valencia, Galicia, Andalucía y Canarias. Por lo tanto, el arco temporal descrito por Rojas-Marcos tiene sentido con el añadido de ese antifranquismo que se exige a toda iniciativa desplegada desde el poder en la actual democracia coronada… fruto de la transformación del régimen anterior, tal y como ha recordado recientemente Juan Carlos I en el anticipo de unas memorias que tendrán mucho de olvido.
La nueva cátedra impulsada por Moreno Bonilla no tiene nada de novedoso, pues el malagueño es quien más ha impulsado el andalucismo desde los días de la Transición. Bajo su mandato, abierto en su día gracias al apoyo de VOX, a un constante blasinfantismo se ha unido la instauración del Día de la Bandera Andaluza, enseña ahistórica que siempre le acompaña. En ocasiones, como en el viaje que hizo a Alemania en enero de este año, la verdiblanca fue la única que presidió su reunión con el ministro-presidente del estado federado de Baden-Württemberg.
Todo ello ha convertido a Moreno Bonilla en el campeón del andalucismo, en una suerte de Fraga de Andalucía, a menudo identificada con un idílico e irreal al-Andalus. En esta escalada, Rojas-Marcos es su principal escudero. Con él firmó en diciembre un acuerdo para impulsar el «habla andaluza», anticipo de la nueva tajada que se ha presentado en Almería, tierra que hay que andalucizar más, del mismo modo que en las Vascongadas se hace en la castellanizante Álava. Que no por conocidos, los trucos del autonomismo pierden su operatividad.
Moreno Bonilla transita por la senda de Fraga, por esa que recorrió Feijoo hasta convertirse en cabeza de un PP que, siempre que ha podido, ha hecho el trabajo sucio de los regionalistas o secesionistas, el fomento del hecho diferencial que, en el caso del andalucismo, plantea la duda —doctores habilitará la Junta— de si se decanta por el ceceo o por el seseo.
El Supremo profundiza en la financiación del partido en medio de la tormenta
El
tormento judicial del PSOE se acelera: a Sánchez se le caen las
gafas y se le borra la sonrisa
Las risas de Pedro
Sánchez en el Senado apenas duran un día antes de que la justicia
vuelva a situar al PSOE en el ojo del huracán por presunta
corrupción
Mario Lima. periodista digital.
3
Noviembre 2025
Vaya por delante que las comisiones parlamentarias de investigación han acreditado que no sirven para investigar nada y son solo un instrumento de acoso político reforzado.
Las investigaciones de verdad las hace la UCO, como se demostró 24 horas después de la comparecencia de Sánchez.
La sesión fue de enorme utilidad para detectar con precisión las zonas más oscuras de todos los escándalos que rodean al marido de Begoña.
Dicho de otra manera, los silencios y las evasivas del amo del PSOE nos dibujaron con nitidez dónde residen sus temores judiciales.
Repasen la lista de evasivas y tendrán la lista de corrupciones que Sánchez no se atreve a desmentir y sobre las que ha vuelto a caer la Justicia.
La política en España tiene un talento especial para transformar lo cómico en trágico en cuestión de horas.
Hace nada, el socialista Sánchez se mostraba sonriente y bromista sobre el “circo” parlamentario en el Senado.
El guion dio un giro radical: en menos de un día, las carcajadas se convirtieron en muecas de dolor, justo cuando el Tribunal Supremo decidió investigar los métodos de pago del partido y los célebres “sobres”.
El PSOE, un partido asediado por la corrupción
La situación no es nueva, pero resulta especialmente incómoda. La investigación judicial no solo involucra a figuras como José Luis Ábalos o Koldo García; ahora, la sombra de la corrupción amenaza directamente a la cúpula socialista en Ferraz. Las sospechas giran en torno a pagos en metálico, sobres con membrete del partido y movimientos opacos que, según la UCO, no cuentan con suficiente respaldo documental.
El PSOE defiende que “todos los pagos están contabilizados y auditados”, asegurando que se trataba de liquidaciones de gastos legítimos y que no existe financiación ilegal. Sin embargo, la indagación de la Guardia Civil y la decisión del Supremo de remitir el caso a la Audiencia Nacional han encendido todas las alarmas. El propio juez instructor ha señalado “incógnitas” tras examinar cómo se gestionaron los abonos en efectivo a Ábalos y Koldo García.
Entre 1,5 y 2 millones de euros: esa es la cifra que, según el empresario Víctor de Aldama, pudo ingresar a las arcas socialistas a través de entregas en metálico, según su declaración ante la justicia.
El PSOE admite haber distribuido 127.000 euros en efectivo al equipo de Ábalos, aunque sostiene que todo está regularizado, pese a que no siempre había un registro detallado de cada liquidación.
Las risas de Sánchez en el Senado: del sarcasmo al bochorno
En su última intervención, Pedro Sánchez intentó desactivar la tempestad judicial con ironía y chistes sobre su Peugeot, sus gafas y el supuesto “circo” montado por el PP. El presidente aseguró que “esto no es una comisión de investigación, sino de difamación”, e incluso se permitió bromear sobre las preguntas incómodas, dejando descolocada a la bancada popular.
No obstante, su estrategia humorística tuvo una corta vida.
Apenas 24 horas después, conoció la noticia sobre la investigación del Supremo al sistema de pagos del PSOE como si le cayera un jarro de agua fría. La portavoz del PP, Ester Muñoz, fue contundente: “el juez aterriza la financiación irregular directamente en la sede del PSOE”.
Por su parte, el secretario general del PP, Miguel Tellado, fue aún más directo: “Las urnas y la Justicia serán implacables”.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no perdió oportunidad para criticar al Gobierno.
Aprovechando el festivo de Todos los Santos, Ayuso habló sin tapujos sobre “muertos en el armario” de Sánchez y demandó aclaraciones sobre cómo se maneja la financiación, así como sobre el papel del fiscal y las implicaciones del ministro José Manuel Albares, quien también ha quedado salpicado por esta polémica .
La presión política aumenta y los socios parlamentarios del PSOE observan con inquietud cómo las pistas sobre financiación irregular amenazan tanto la estabilidad del Gobierno como las posibilidades futuras para formar mayorías .
Un proceso judicial que sigue creciendo
La denuncia formal presentada por VOX ante la Fiscalía Anticorrupción junto con una querella conocida previamente por parte del PP han elevado aún más las tensiones políticas.
VOX basa su acusación en informes emitidos por la UCO y supuestas entregas de sobres con dinero dentro de Ferraz.
Por su lado, el PP insiste en que hay evidencias claras que apuntan hacia financiación ilegal, cohecho y tráfico de influencias.
El Supremo ha señalado recientemente que el PSOE “no ha podido demostrar ni el origen ni el destino de los fondos utilizados”, lo cual para la oposición representa un “caos absoluto y un descontrol total” dentro de las finanzas del partido .
Un partido tenso y una opinión pública cada vez más escéptica
Las encuestas recientes arrojan datos devastadores: un 70% de los votantes socialistas cree que hay financiación irregular dentro de su propio partido; además, más del 80% de los españoles sospecha que las formaciones políticas obtienen fondos sin transparencia.
Lejos de liberarse del estigma asociado a la corrupción, parece que el PSOE está destinado a convivir con una sospecha constante y con el riesgo inminente de que sus logros políticos se desvanezcan tan rápido como sus últimas risas en el Senado.
En una sesión especialmente tensa, las gafas de Sánchez junto a sus bromas sobre el “Peugeot” lograron eclipsar momentáneamente el trasfondo judicial; sin embargo, pronto volvió a imponerse la dureza del debate .
El PP ha acuñado para él el apodo “Pedro no me consta”, tras sus repetidas evasivas ante preguntas comprometedoras .
Los populares han recordado durante las sesiones parlamentarias escándalos pasados relacionados con sobresueldos y dinero negro como intento por equilibrar acusaciones .
El Supremo ha solicitado aclaraciones acerca de sobres donde se detectaron diferencias hasta 500 euros dentro de las cuentas del partido .
La presión tanto mediática como política ha alcanzado tal nivel que incluso dentro de Ferraz se percibe un palpable “malestar” debido al rumbo tomado por este caso y al temor a posibles consecuencias electorales adversas .
En definitiva, en España parece cada vez más difusa esa línea entre lo cómico y lo trágico. A Sánchez se le caen las gafas; sin embargo, lo más preocupante para el PSOE es cómo rápidamente se desvanece su sonrisa.
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Una
dirección del Estado extorsionada
José
Torné-Dombidau y Jiménez. el debate.
3
Noviembre 2025
Cuando, no contando con el número de diputados suficiente para alcanzar la mayoría en el Congreso, Pedro Sánchez aceptó la investidura de presidente del Gobierno el 16 de noviembre de 2023, tras un pacto de coalición con Sumar y el apoyo externo de seis partidos regionales entre los que estaban el exterrorista Bildu y los separatistas y republicanos ERC y Junts, el ufano presidente entregó la gobernación del Estado democrático de derecho al chantaje y la extorsión de los enemigos de la nación española. Mi reino por presidir el Gobierno.
La realidad acontecida con posterioridad ha venido a confirmar los peores temores sobre el alto precio que el Gobierno tendría que pagar por mantenerse en La Moncloa. Y así ha sido. A finales de 2023 comenzó una disparatada Legislatura, mucho más que las dos anteriores de Sánchez, también marcadas estas por profundos dislates político-jurídicos como el inconstitucional encierro de los españoles con el pretexto de la pandemia vírica y la siembra de una discordia civil por la remoción de los restos mortales del que fue jefe del Estado durante casi cuarenta años, época que la mayoría de los españoles daba por superada. De nuevo, por segunda vez desde Zapatero, la Historia ha sido utilizada por la izquierda como munición contra una buena parte de los españoles que no comulgan con tales ideas. Otra vez un Gobierno se aleja de lo que fue un compromiso en la Transición: encomendar la Historia a los historiadores y no resucitar viejas rencillas que el Gran Pacto de 1978 quiso enterrar para siempre.
Empero a Sánchez le ha podido la sed de poder, el ansia de figurar, el narcisismo de colmar sus apetencias personales y el proyectar sus complejos psicológicos sobre la población española, de manera que esta es hoy su rehén hasta nuevas elecciones, sin más esperanza que el límite del plazo constitucional de cuatro años, todo ello, también hay que subrayarlo, con el respaldo y entusiasmo interesado de un partido mudo, acrítico y borreguil, aplaudidor sin rubor: el PSOE, cuyas iniciales han dejado de tener el significado de la refundación de Suresnes (1974), donde se cambió la orientación política e ideológica del partido en la víspera de la Transición democrática en España.
Sánchez ganó la actual presidencia del Gobierno con pactos infames, desde el punto de vista ético, y anticonstitucionales, que no meramente inconstitucionales, desde el tratamiento jurídico de su contenido. Fueron acuerdos que, con el membrete del PSOE, por una parte, y de ERC y Junts, por otra, firmaron, en noviembre de 2023, Bolaños y el hoy encarcelado Santos Cerdán, con Junqueras y Turull, respectivamente. En esos pactos se acuerdan cesiones, traspasos, reconocimiento de conflictos políticos, condonaciones y libramientos de cantidades presupuestarias que superan el marco constitucional y/o estatutario. Todo ello a cambio de los votos para alcanzar Sánchez la investidura, no la Legislatura. Pero lo más grave, polémico y transgresivo es la exigencia impuesta a los poderes públicos del Estado de aprobar, en democracia, ¡una Ley de Amnistía!, basada en la loable, pero falsa, finalidad de la «normalización institucional, política y social en Cataluña». En verdad se trata del precio puesto por los golpistas catalanes y el prófugo de Waterloo (2017) para hacer presidente del Gobierno a Pedro Sánchez, quien en contra de una abrumadora mayoría de ciudadanos, instituciones y juristas, españoles y no españoles, ha aprobado y publicado la Ley Orgánica 1/2024, de 10 de junio. Naturalmente, la norma ha sido impugnada inútilmente ante nuestro TC, que en vergonzosa sentencia (137/2025, de 26 de junio) la ha amparado, esperándose ahora la decisión del TJUE.
La firma, pues, de los anteriores e inicuos pactos (con Bildu son secretos, no escritos) conducen a una permanente extorsión de las formaciones políticas separatistas sobre el Gobierno de la nación. Desconozco el caso en que el presidente de un Gobierno democrático –en el caso de que lo sea– dependa de partidos enemigos de la Constitución, contrarios al sistema político de una Monarquía parlamentaria, quieran destruir el Estado y la nación, y ello a cambio de un puñado de votos para mantenerse al frente de un Gobierno de coalición integrado –otra anomalía– por individuos de ideología comunista o de izquierda radical populista.
Es tan aberrante la situación política del Gobierno de Pedro Sánchez que su continuidad depende, a estas horas, y con ella la estabilidad política de España, de lo que decida un golpista prófugo de la Justicia española reunido en territorio extranjero con su camarilla de rupturistas de la unidad de España. De eso, y de ellos, depende nuestro señor presidente y la suerte de los españoles. ¿Conoce alguien a un político que se halla sometido a semejante chantaje?
José Torné-Dombidau y Jiménez es presidente del Foro para la Concordia Civil
La resurrección de Franco
Pedro
de Tena. libertad digital. 3
Noviembre 2025
50 años después, los que perdieron la guerra civil que contribuyeron a desencadenar, contribuyen ahora, no al entierro definitivo de Francisco Franco, sino a su resurrección.
Que sepamos, Francisco Franco, llevará 50 años muertos el próximo 20 de noviembre, día y mes en que también fue ejecutado José Antonio Primo de Rivera en 1936. Tan escandaloso fue esto último que Zenobia Camprubí, esposa del poeta Juan Ramón Jiménez, ha contado que desaparecía para no saludar a su primo, Federico Enjuto, íntimo de Indalecio Prieto y juez instructor del proceso al líder de Falange, una pantomima.[i]
Juan Ramón tampoco era insensible a ciertas barbaridades cometidas en nombre de la República. La propia Zenobia, en sus Diarios, relata cómo el poeta se negaba a darle la mano a Segundo Serrano Poncela, a quien todos atribuían una alta responsabilidad en los asesinatos de miles de personas de la derecha española en Paracuellos del Jarama y otras localidades. Decía que no había abandonado su país "para acabar dando la mano a un asesino".
Día de Difuntos de 2025. A pocas fechas de cumplirse los 50 años de la muerte de Franco, en la cama, no se olvide, tras una dictadura de 36 años, el gobierno socialista de Pedro Sánchez sigue empeñado en su magna tarea de promover la resurrección del general que ganó la Guerra Civil, una guerra civil que había deseado y proclamado no una, sino muchas veces, Francisco Largo Caballero.
Pero como en el caso de las calles y monumentos, sólo hay que prohibir, derribar y cancelar las que tienen como objeto de exaltación a Franco. Ahí sigue el monumento a Largo Caballero en los Nuevos Ministerios de Madrid y ahí sigue la Fundación Largo Caballero, vinculada a UGT. Pero, ¿hay quien exima, y es un ejemplo de los muchos que hay, a Largo Caballero de la responsabilidad de haber conducido a España a una Guerra Civil?
Ahora, tras el desenterramiento de Franco del Valle de los Caídos, le toca el turno de cancelación a la Fundación Francisco Franco. "Fulminación", se escribe en el diario El País. Sus fines incumplen, dice el gobierno, la Ley de Memoria Democrática inspirada por Pedro Sánchez. E incumple la legislación sobre fundaciones porque no persigue el interés general, hace apología del franquismo y "humilla la dignidad de las víctimas". Ah, y se beneficia fiscalmente obligando a los demás españoles a "pagar estas actividades antidemocráticas."
O sea, que, sigo con el ejemplo, la Fundación Largo Caballero, erigida en nombre de aquel que decía que buscaba la sovietización de España y la dictadura socialista sobre la nación[ii], seguirá legalmente reconocida y gubernamentalmente ayudada, pero la Fundación Francisco Franco, no. Es más, hay que fulminarla, extinguirla, destruirla.
Vamos que en España se puede ser socialista, comunista, separatista e incluso etarra, ex etarra o proetarra – y ninguno de ellos es defensor sincero de una democracia liberal y todos ellos tienen numerosas víctimas españolas sobre sus espaldas históricas -, y sus fundaciones, asociaciones o lo que sea, no serán fulminadas ni extinguidas. Pero, ah, amigo, si eres miembro de esta fundación franquista, mal lo llevas.
Hace unos años ya – en ¡2008!, fíjense cómo pasa el tiempo, escribía yo en este mismo periódico: "Faltaba tildar de extrema derecha a quienes consideramos impropio que un gobierno con una minoría exigua que le hace apoyarse en partidos nacionalistas se atreva, sin contar con los que representan al menos a la otra mitad de España, a desarrollar una reforma constitucional sin talante, ni diálogo, ni nada. Faltaba tildar de extrema derecha a los que creemos firmemente que no se debe dialogar políticamente con una organización terrorista. Faltaba tildar de extrema derecha a los que defendemos a las víctimas del terrorismo. Faltaba tildar de extrema derecha a los que creemos más en la reconciliación que en una "memoria histórica" de parte."
Y concluía: "Si esto es ser de extrema derecha, pues vale. Soy de extrema derecha." Pues ahora, seré franquista, porque no logro entender cómo la Fundación Francisco Franco debe ser fulminada mientras que la Fundación Largo Caballero recibe ayudas del gobierno, siendo como fue su titular de origen uno de los responsables de conducir conscientemente a España a una guerra civil.
Y no logro comprender cómo la Fundación Iratzar, afín a Bildu, otro ejemplo, sigue recibiendo ayudas del ministerio de Ernest Urtasun del gobierno de Pedro Sánchez. Pero, ¿acaso no es Bildu el disfraz político-legal bajo el que se esconde todo un conjunto de simpatizantes, de ex terroristas y de amigos de ETA, sí, esa organización terrorista que asesinó a 853 españoles? Con Bildu sí se puede cogobernar y se puede regar de dinero a sus fundaciones y sociedades afines. Pero, claro, a la de los amigos y simpatizantes de Franco hay que fulminarla.
O sea, que si ya me resigné a que me tildaran como individuo de extrema derecha, ahora me resignaré a que me tilden de franquista por decir en voz alta que es moralmente asqueroso que una democracia medio sana consienta extinguir y fulminar a una Fundación franquista mientras se nutre y riega de dinero a otras que ensalzan a personajes y organizaciones que no tuvieron nada de democráticos. Sí, es asqueroso, vergonzoso y espero que anticonstitucional.
Lo dicho. 50 años después, los que perdieron la guerra civil que contribuyeron a desencadenar, contribuyen ahora, no al entierro definitivo de Francisco Franco, sino a su resurrección. La hemiplejía moral de este gobierno lleva camino de ser insuperable. No se me quita de encima la visión de aquel Día de Difuntos de 1836 de Larra. Además de la media España que yacía muerta de la otra media, en demasiados corazones españoles yace también la esperanza.
[i] "No me puedo olvidar de que sentenció a P. R. (Primo de Rivera), y aunque sólo Dios sabe lo que uno haría si lo presionaran mucho, me desaparecí para no tener que darle la mano. No sé cómo pudo hacerlo y algún día tendré que verlo", se lee en sus Diarios, 1, Cuba.
[ii] Véanse, otro ejemplo, sus declaraciones al diario neoyorquino La Prensa el 21 de febrero de 1936.
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