Recortes de Prensa Lunes 10 Noviembre 2025
Los sistemas de defensa aérea rusos
destruyen 71 drones ucranianos durante la noche
Javier
Munera. Madrid. el mundo. 10 Noviembre
2025
Los sistemas de defensa aérea rusos destruyeron o interceptaron 71 drones ucranianos durante la noche, informó el lunes la agencia de noticias RIA, citando datos del Ministerio de Defensa ruso.
Además, las fuerzas de Moscú destruyeron cuatro embarcaciones no tripuladas en la zona del puerto de Tuapse, en el mar Negro, situado en la región de Krasnodar.
9:40
La Oficina Anticorrupción de Ucrania anuncia una operación a gran escala en el sector energético
La Oficina Anticorrupción de Ucrania anunció el lunes que está llevando a cabo una operación a gran escala para destapar la corrupción en el sector energético del país.
"Se han documentado las actividades de una organización criminal de alto nivel", indicó la oficina sobre la investigación, que incluye 1.000 horas de grabaciones de audio y requirió 15 meses de trabajo.
"Sus miembros han construido un esquema de corrupción a gran escala para influir en empresas estratégicas del sector público, en particular en JSC 'Energoatom'", según la publicación en la aplicación de mensajería Telegram.
8:41
Las fotos muestran la tensa calma en Jersón, bajo la amenaza desde la otra orilla del río Dniéper
La ciudad ucraniana de Jersón, que antaño recuperó su vitalidad tras la liberación, enfrenta ahora una tensa quietud. Tres años después del fin de los nueve meses de ocupación rusa, la urbe vive bajo la constante amenaza procedente del otro lado del río Dniéper.
8:17
Ucrania ataca Briansk y Kursk durante la noche
Al menos 29 de los drones abatidos anoche fueron interceptados y destruidos sobre la región fronteriza de Briansk, donde la noche anterior habían sido derribados 43 aparatos ucranianos.
El segundo mayor número de derribos se registró en la región de Kursk, también colindante con Ucrania, donde los sistemas de defensa antiaérea dieron cuenta de siete drones.
8:03
UE y CELAC expresan su "profunda preocupación" por la guerra en Ucrania y apoyan un alto de fuego
La Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) expresaron este domingo en la 'Declaración de Santa Marta' su "profunda preocupación por la guerra contra Ucrania" y apoyaron los esfuerzos hacia un alto de fuego "sostenible".
"Reiteramos nuestra profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania, que continúa causando un inmenso sufrimiento humano. Apoyamos todos los esfuerzos encaminados a lograr un alto el fuego sostenible y a promover el diálogo político orientado a una paz justa, integral y duradera", sostiene el punto 14 del documento, suscrito en el marco de la IV Cumbre CELAC-UE.
El bloque birregional expresa además su respaldo "a fomentar la desescalada y a propiciar un diálogo directo, de conformidad con el derecho internacional y con pleno respeto de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, incluido el arreglo pacífico de las controversias y el principio de integridad territorial y soberanía".
7:45
"Si queremos detener a Rusia, tenemos que pagar por ello", dice Chequia
El ministro de Relaciones Exteriores checo, Jan Lipavsky, señaló este domingo en una entrevista con la AFP la necesidad de invertir en la defensa de Ucrania para frenar la ofensiva rusa y velar por la seguridad de Europa.
El actual gobierno de centroderecha del primer ministro checo Petr Fiala ha sido un fuerte aliado de Kiev desde el comienzo de la invasión rusa en 2022.
Pero con la victoria electoral el mes pasado del multimillonario autodenominado "trumpista" Andrej Babis, el gobierno saliente teme un cambio en esta política, e incluso el fin del suministro checo de cientos de miles de municiones a Ucrania.
7:40
Rusia destruye cuatro embarcaciones no tripuladas cerca de Tuapse, en el mar Negro
Las fuerzas rusas destruyeron cuatro embarcaciones no tripuladas en la zona del puerto de Tuapse, en el mar Negro, situado en la región de Krasnodar, informaron el lunes los servicios locales de emergencias.
7:30
Los sistemas de defensa aérea rusos destruyen 71 drones ucranianos durante la noche
Los sistemas de defensa aérea rusos destruyeron o interceptaron 71 drones ucranianos durante la noche, informó el lunes la agencia de noticias RIA, citando datos del Ministerio de Defensa ruso.
El muro
socialista caerá otra vez
Fran Carrillo. okdiario.
10 Noviembre 2025
Hace treinta y seis años, el muro de Berlín fue derribado por la libertad, la que gritaba la parte de Alemania y Europa que lloró el yugo comunista durante décadas de sangre y dolor, años que llenaron sus calles y viviendas de miseria y muerte, de tragedia económica y agit-prop política. Un muro que sometía a la población a privaciones y prohibiciones y que simbolizaba lo que es el socialismo cuando se aplica en toda su extensión ideológica y moral, una mentira basada en la negación de todo lo que está bien en el mundo, ocupada por una élite extractiva que obtenía primero el poder a base de buenismo retórico que después conservaba bajo un manto de terror constante.
Aquel hito histórico sirvió para que, de los despojos de la antigua Unión Soviética, nacieran en los noventa, y ya entrado el siglo veintiuno, nuevos clérigos intelectuales (Laclau, Mouffe) y políticos (Chávez, Kirhner, Lula, Zapatero) que siguieron con la tradición socialista de erigir su revolución construyendo divisiones entre sus fieles, a los que consideran ovejas con derecho a pastoreo. El socialismo es una religión sectaria tan necesitada de feligreses como cualquier otra. Empero, los gobernantes de hez y martillo, de puño en alto y billetera llena, en vez de inyectar perdón, inoculan rencor. Donde cabría la esperanza, articulan miedo. Y en vez de votos ganados, compran voluntades con el dinero de los demás. Así sobreviven. Mientras un votante socialista no entienda que la izquierda política no tiene ningún incentivo para acabar con la pobreza que le mantiene en el poder, y juzgue a esos mandatarios zurdos por sus resultados y no por sus proclamas, seguirá sufriendo sus consecuencias económicas, con la sonrisa envenenada de quien disfruta de ser pobre porque el otro también lo es.
Que el socialismo perjudica seriamente la salud, esto es, que el socialismo mata, ya lo comprobamos cuando en plena pandemia se dedicaron a hacer negocios determinados sinvergüenzas con sede social en la cueva de Alí Ferraz, mientras media España no podía enterrar en paz a sus familiares. Los mismos que nos obligaron a ponernos mascarillas incluso paseando en solitario por una playa al aire libre, se encerraban en despachos a negociar comisiones y llamaban por teléfono a intermediarios para garantizarse su bienestar futuro, seguramente en países exóticos. Nos secuestraron de manera ilegal, por inconstitucional, mientras probaban nuestra resistencia al circo con aplausos enlatados. Y cuando por fin salimos de aquel infierno, con la pobreza llamando a las puertas de una nación quebrada, con trabajos precarios y negocios en venta, el Gobierno subvencionó la miseria y compró a los medios para celebrarlo. Y ahí seguimos, con la mitad del país a gusto en el muro que le prohíbe ver la verdad, negando el puterío corrupto de unos desalmados que llegaron al poder para esquilmar todo lo que haya en la caja fuerte y sometidos a una dependencia del Estado que sólo puede terminar en violencia por supresión del cuento.
Y en estas, se preguntan en todos los medios del régimen socialista por qué los jóvenes votan a la derecha y por qué los mayores empiezan a hacer caso a lo que quieren sus hijos y nietos, y no a lo que el bulo mediático del sanchismo construye cada día. Resulta que crean en cada editorial, noticia y entrevista vergonzante el contexto perfecto para que, quienes perciben y sufren una realidad distinta a la que fabrica la propaganda oficial, se radicalicen, y les parece intolerable, a esos muecines de izquierda, que dichos jóvenes exijan una España normal en la que comprarse una casa, tener un trabajo decente y caminar seguros por las calles no resulte una quimera. La misma España, por ejemplo, que vivieron y también disfrutaron sus padres y en parte, sus abuelos.
Les parece mal a los becarios de prisa y corriendo que haya en España ciudadanos que elijan vivir y trabajar por cuenta propia, sin depender del Partido ni del autócrata de turno en el poder, o sea, lo natural en una democracia liberal. Ellos, los del periodismo preescolar, viven en la misma burbuja de lujo y mentira que aquellos gerifaltes soviéticos que levantaron un muro a su propio pueblo para que no vieran lo que se perdían al otro lado: la libertad, el progreso, la vida. Y por eso fusilaban a quienes osaban saltarlo, buscando un mejor futuro. Muchos de los que permanecieron en el lado equivocado del muro, el siniestro y gris, acabaron sus días creyendo que el proletariado gobernaba el mundo, y que sus líderes les decían la verdad, por su bien y por el de la robolución. Pero aquel muro, un día, cayó.
La inmigración inalterable
Jesús
Laínz. gaceta.
10 Noviembre 2025
¿Se pueden cambiar las cosas simplemente cambiando las palabras que las designan, como si fuera un truco de magia? Evidentemente no, y el muy sabio refranero español dispone de una sentencia bien conocida por todos, ésa de la mona que se viste de seda.
Pero en el equívoco mundo de la política sí se puede. Es más, la tergiversación de hechos e ideas mediante la tergiversación de las palabras es uno de sus elementos esenciales, sobre todo en esta época de manipulación masiva, como podemos constatar todos los días con todo tipo de políticos como protagonistas.
La inmigración es el último ejemplo. Como los políticos sistémicos, tanto de derechas como de izquierdas, han comenzado a verle las orejas al lobo del hartazgo de la gente y, por consiguiente, al creciente apoyo a la abominable extrema derecha, se han lanzado a anunciar cambios en el tratamiento de esa inmigración ilegal a la que llevan tantas décadas abriendo las puertas. Ahora ya no van a seguir entrando tantos inmigrantes ilegales —dicen nuestros camaleónicos políticos, entre ellos Pedro Sánchez–-, porque nos vamos a ocupar de que los que entren sean legales. El primer ministro británico, Keir Starmer, asustado por el crecimiento de los opositores a la inmigración, anuncia ahora que se va a poner estricto y que el coladero británico va a dejar de serlo para evitar el hundimiento de la sociedad británica que anunció hace sesenta años Enoch Powell ante la aprobación popular y la condena de la casta política.
Pero todas estas supuestas caídas del guindo no van a cambiar nada. Los que ya están aquí, legal o ilegalmente, nunca se irán. A los que sigan entrando nadie se lo va a impedir. El que vengan en avión en vez de saltando vallas no hará que su naturaleza y costumbres cambien. El que rellenen un papelito a la entrada no impedirá el choque cultural. El que se les distribuya por todo el país para no concentrarlos en las grandes ciudades no disminuirá su número. Y recordemos que un enorme porcentaje de los protagonistas de todo tipo de desmanes, desórdenes y crímenes no son inmigrantes, ni ilegales ni legales, sino ciudadanos europeos de pleno derecho, nacidos en Europa y que, por arraigo étnico, cultural y religioso, odian todo lo que la caracteriza salvo las subvenciones y servicios que tan sabiamente saben aprovechar.
La sustitución de los europeos por decenas de millones de recién llegados de los demás continentes ya fue decidida hace mucho, todos los gobiernos están entregados a ella y nunca se va a revertir. El multiculturalismo es dogma de fe en nuestra Europa acomplejada, la disolución de las naciones es elemento central del proyecto globalista de gobierno planetario y la senil debilidad de Europa le impide reaccionar.
Por otro lado, aunque en suelo europeo no escaseen los parados, muchos de ellos no tienen ninguna intención de trabajar, sea por vagancia sea por hábito de subvención. Y aunque no hubiera inmigración, sólo con la natalidad por los suelos basta para condenar a Europa a un fracaso irreversible. ¿Por qué creen, si no, que el gobierno danés acaba de anunciar que retrasa la edad de jubilación hasta los setenta años? Ya que no hay jóvenes para trabajar, y los pocos que hay prefieren rascarse los huevos, que sigan trabajando los viejos para que los políticos puedan seguir cobrando sus sueldos.
Cuando los intelectuales progresistas convencieron a las mujeres de Europa y América de que tener muchos hijos era propio de ignorantes y de que cuidarlos no era el mejor de los trabajos sino un obstáculo para su propia satisfacción, la desaparición de Occidente quedó sellada. En otros continentes llegaron más tarde, aunque los más occidentalizados, como los japoneses, no tardaron en ponerse al día. Pero la gran mayoría de asiáticos y africanos no han alcanzado tan alta sofisticación y siguen siendo fuertes y vitales. Por eso heredarán la Tierra.
Pero
España no era aún España
Iván Vélez. gaceta.
10 Noviembre 2025
La 50.ª edición del premio Cervantes ha recaído en Gonzalo Celorio (México, 1948). El encargado de comunicar tan alta distinción, dotada con 125.000 euros, fue el ministro descolonizador, Ernest Urtasun, que encareció «la excepcional obra literaria y labor intelectual con la que ha contribuido de manera profunda y sostenida al enriquecimiento del idioma y de la cultura hispánica» del escritor mexicano.
Según una regla no escrita, este año tocaba Hispanoamérica, Latinoamérica para el ministro negrolegendario. Por ello, la cuota tenía que mirar al Nuevo Mundo, lugar en el que la lengua de Cervantes se enriqueció notablemente, y en el que el canon de Nebrija fue una herramienta fundamental para la conservación y sistematización de las principales lenguas de los llamados «pueblos originarios». Pueblos primigenios cuya existencia, en muchos casos, se produjo a costa de la desaparición de otros no menos originarios, cuyas lenguas también fueron borradas en aquel mundo, que sólo pudo ser nuevo por la existencia de otro antiguo —¿poblado de otros pueblos originarios?— ágrafo.
La concesión del mayor premio de las letras hispanas a Celorio ha coincidido con las desafortunadas, por decirlo de forma suave, palabras pronunciadas por el ministro José Manuel Albares, en relación a la conquista llevada a cabo por los españoles hace más de medio milenio. Recordemos. Atildado, Albares, dijo que aquel proceso produjo «dolor e injusticia hacia los pueblos originarios», abriendo así —la puntita— la vía para llegar hasta donde Andrés Manuel primero, y Claudia Sheinbaum, después, quieren llegar: a la petición de perdón por parte de España. Hasta tal punto esto es así, que la Sheinbaum, en un perfecto español, manifestó que lo hecho por Albares, «es muy importante, es el primer paso», exigiendo nuevas zancadas, a saber de quién. En este contexto, el autor de Tres lindas cubanas ha manifestado, a propósito de la conquista: «fue violenta, pero España no era aún España».
Las palabras de Celorio parecen obedecer a un afán exculpatorio acaso condicionado por la gratitud hacia quien le ha concedido tan importante premio. La España premiadora no sería la España conquistadora y violenta. Sin embargo, galanterías aparte, Celorio yerra estrepitosamente, porque el 13 de agosto de 1521, fecha en la que cae Tenochtitlan tras un duro asedio en el que participaron numerosos pueblos aliados de los españoles, España existía desde hacía tiempo. De no ser así, ¿qué imaginativas mentes habrían bautizado como La Española al actual Santo Domingo? Y lo que es aún más asombroso viniendo de un mexicano: ¿ignora Celorio que su actual nación se construyó sobre las estructuras del virreinato de la Nueva España?
El nombre, que remite a una España pretérita, anterior, ha sido atribuido a Juan de Grijalva, que llegó a esas costas en 1518. Nueva España aparece en el papel el 20 de agosto de 1520 gracias a la pluma del escribano Gerónimo de Alanís, en un documento que acompañó a una probanza promovida por Juan Ochoa de Elejalde en nombre de Hernán Cortés por el oro perdido en la salida de Tenochtitlan. El propio Cortés, de hecho, usó esa denominación en su Segunda Carta de Relación, escrita en Segura de la Frontera el 20 de octubre de 1520.
Claro que España existía, pero, lógicamente, lo hacía ajustada a las estructuras del Antiguo Régimen. La España peninsular era parte de un imperio en cuya vanguardia, frente a la amenaza otomana, estuvo Miguel de Cervantes Saavedra. Haciéndose eco de la leyenda de la quema de las naves, el Príncipe de los Ingenios dedicó a Hernán Cortés estas elogiosas palabras en El Quijote:
¿Quién barrenó los navíos y dejó en seco y aislados los valerosos españoles guiados por el cortesísimo Cortés en el Nuevo Mundo?
Y estas otras en El licenciado Vidriera:
[…] merced al cielo y al gran Hernando Cortés, que conquistó la gran Méjico, para que la gran Venecia tuviese en alguna manera quien se le opusiese. Estas dos famosas ciudades se parecen en las calles, que son todas de agua: la de Europa, admiración del mundo antiguo; la de América, espanto del mundo nuevo.
Diez
puntos para acabar con la tiranía castrista
Zoé
Valdés. gaceta.
10 Noviembre 2025
Estos diez puntos concebidos por mi el 16 de junio de 2021, antes de la sublevación general del pueblo cubano en la isla de Cuba contra la tiranía el 11 de julio del mismo año, fueron entregados en diversas instituciones competentes: Asamblea Nacional Francia, Senado Francia, Casa Ducal de Luxemburgo y Unión Europea.
Como veo que se está preparando otro cambio-fraude con el último personaje llegado al exilio, pidiendo perdón para los verdugos, vuelvo a recordar lo escrito. Por cuanto, el régimen de Cuba desde más de sesenta y seis años es una tiranía, un estado totalitario nazi-comunista, con métodos criminales y de exterminio que usa idénticos métodos que usaron ambos sistemas de represión y muerte. Por cuanto, Cuba no necesita una transición con modelos de otras dictaduras. Cuba mucho menos necesita un cambio-fraude ni tampoco un plebiscito vinculante a estas alturas. Cuba necesita un cambio radical de régimen.
Los diez puntos (inspirados en los 10 puntos de Maryam Rajavi, líder iraní por la libertad de Irán) para conseguir la libertad de Cuba son:
1. Exigir al Club de París, principal financiador de la tiranía nazi-comunista, con la intención de que pague la deuda que contrajo ese régimen con sus víctimas y con el exilio. Una deuda impagable en el plano deudor de los sentimientos, pero absolutamente posible de pagar para el Club de París, que durante décadas ha financiado a esa tiranía que nos ha oprimido y excluido, empobreciéndonos y endeudándonos. El Club de París debe saldar contante y sonante este débito con cada uno de nosotros, pues al sostener al régimen que oprime a los cubanos nos ha asfixiado a todos los cubanos imponiéndonos un bloqueo asesino y demoledor. Una demanda judicial pudiera ser prevista.
2. Relanzamiento de los tribunales anticomunistas internacionales en La Haya con especial atención al caso cubano que, junto con Corea del Norte, es el régimen más largo en tiempo y más horrendo en crímenes contra la humanidad.
3. Tumbar y sacar por la vía que sea a la familia Castro y a los esbirros que los secundan, quienes también mandan desde todos los sistemas y estamentos de poderes dentro del país y fuera de él con apoyo internacional y la complicidad de Estados Unidos. Los cubanos han preferido hasta ahora la vía pacífica, pero hemos reunido pruebas suficientes que concluyen que esta vía por el momento no ha funcionado ni funcionará a estas alturas. Entonces, pedimos, exigimos, una intervención militar quirúrgica rápida e inmediata contra los puntos y sitios claves usurpados por ese régimen. Intervención militar humanitaria, pues toda intervención militar hasta ahora es considerada ante todo humanitaria.
4. Prohibición en la isla —mediante el apoyo internacional— del Partido Comunista, del comunismo y de todos sus símbolos. En la Constitución alemana de 1949, se prohíben específicamente «los partidos políticos que conduzcan al totalitarismo». La Resolución 1481 / 2006 de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa se emitió el 25 de enero de 2006, durante su período de sesiones de invierno, la misma señala que el Consejo de Europa «condena enérgicamente los crímenes de los regímenes comunistas totalitarios» equiparando el comunismo y los estados comunistas con el fascismo y el nacionalsocialismo por sus similitudes en los crímenes contra la humanidad, la ideología de odio y la tiranía de sus gobiernos. El dieciocho de septiembre del año 2019, el Parlamento Europeo aprobó una resolución común sobre la importancia de la memoria histórica europea para el futuro del continente, en donde se condena expresamente los horribles crímenes cometidos por los comunistas en toda Europa sin excepción.
5. Conseguir que los grupos opositores presenten proyectos profundos y serios de cambios beneficiosos para Cuba y que vuelvan a situar a la isla en el plano internacional que merece, además se declaren como partidos políticos pequeños, aunque fuertes, y consigan mediante transición y Constitución del 40 (luego se verían sus necesarias modificaciones), votación popular creando (vía Comisión de Sabios) un gobierno con líderes probadamente anticomunistas. Cualquier acercamiento de alguno de esos líderes a la ideología comunista lo descalificaría como político o analista. Una Comisión de Sabios -como se hizo en Francia- sería nombrada para tal análisis y efecto.
6. Retomar la vigencia de la Constitución del 40 y estudiar la Constitución de 1901, con vistas a refundar mediante una Constituyente una nueva Constitución inspirada en las anteriores que funcione para los cubanos.
7. Retomar las riendas de la educación y de la salud, y que se devuelvan a lo privado con el sistema de urgencias y atenciones conveniente de cualquier país capitalista desarrollado, incluido en el sector preferencial. Libertad de religión y de pensamiento, con atención especial a las prácticas que beneficien la vida, la cultura y la inteligencia, y se distancien del oscurantismo y la manipulación servil.
8. Cero diálogo con la rémora del castro-comunismo. Relación de respeto con la Armada que se dedique a defender al pueblo cubano, lo otro no sería Armada. Lo que se podría llevar a cabo en igualdad de condiciones con el ejército y con los líderes opositores, con los líderes del exilio, desde la oposición real; o con figuras de liderazgo inmediatos cuya culpabilidad o colaboración bajo la dictadura sea considerada menor a la representada por los Castro y sus esbirros, una vez que hayan reconocido frente los tribunales correspondientes de justicia sus faltas y hayan pagado con condenas por el daño perpetrado contra el pueblo cubano durante más de seis décadas. Los performances artísticos no deben ser considerados respuestas y acciones políticos, sino actos de resistencia artística.
9. La Unión Europea y el resto del mundo debieran denunciar y eliminar de inmediato el sistema de apartheid económico y de todo tipo de apartheid en contra de los cubanos opositores y exiliados. Ese sistema de apartheid constituye un desprecio a nuestro país y lo tendremos en cuenta en proyectos de gobiernos futuros en los que sin duda varios de nosotros prestaremos un rol esencial.
10. Cuba deberá seguir negociando con los socios internacionales de siempre, una vez que estos paguen la estrepitosa deuda que han contraído con los cubanos de a pie que fueron excluidos de sus negocios con el régimen y tratados y contratados en cada una de las ocasiones de negociación como esclavos y ciudadanos de segunda y de tercera categoría frente al estado totalitario nazi comunista que los usó como mano de obra esclava con la finalidad de enriquecimiento individual obrando en contra del país.
Soy Voz Delegada del MRLM (Movimiento Republicano Libertario Martiano) fundado por mí, además de pertenecer al Partido Republicano de Cuba, en calidad de Relaciones Internacionales.
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El deslegitimado Sánchez y el estado de
necesidad de España
Francisco
Rosell. el debate.
10 Noviembre 2025
Como cada vez que entierra su cabeza como el avestruz ante los problemas que le acucian, como la última semana con los jueces que investigan la financiación ilegal del PSOE sumada a la corrupción familiar y a la de su «banda del Peugeot», «Noverdad» Sánchez trajina escapar del atolladero haciendo acopio de nuevos engaños de los que hace partícipes a los medios de su cuerda. Siendo cierto que el que miente no es consciente de la tarea que le aguarda, pues ha de inventar tropecientas trolas más para mantenerla, Sánchez alivia su carga con una legión de asesores en el Ministerio de la Propaganda que comanda un teórico de «la ética del engaño» como es su director de gabinete, Diego Rubio, al que Goebbels le daría premio extraordinario de fin de carrera.
Así, amén de presionar al Tribunal Supremo que juzga a su fiscal general porfiando su inocencia «más aún tras lo visto en el juicio» para luego exhibirlo como un héroe o un mártir en función del veredicto, Sánchez hace caso omiso en su reaparición dominical en «El País» de su pérdida de mayoría parlamentaria tras anunciar Junts que bloqueará las iniciativas gubernamentales en el Congreso tras una semana sumergido y antes de colocarse una guayabera para viajar a Colombia. En vez de convocar elecciones, como ya debía haber hecho al no aprobar los tres últimos presupuestos como es norma de rigor, al revés que González o como él le exigía a Rajoy, luce como «fruto de la voluntad ciudadana» seguir con «este Gobierno de coalición progresista en minoría parlamentaria». Claro que cualquier tropelía es posible en quien alardea de gobernar sin el Parlamento.
Ya Sánchez, durante su comparecencia ante la correspondiente comisión del Senado, ironizó con que habría «gobierno de corrupción» (Yolanda Díaz dixit) «más que para rato, para largo, porque lo rato..., el del milagro» procurando salirse por la tangente de la corrupción de Aznar y Rajoy después de que el senador del PP Alejo Miranda le interpelara sobre si su suegro le había financiado sus campañas de las primarias. Como los «Bonnie and Clyde de La Moncloa», se asemejan tanto a la pareja protagonista de «House Cards», el trance de Sánchez evoca una escena en la que el maquiavélico Frank Underwood, ya presidente de EEUU, acompañado de su biógrafo, visita su primera casa y le informa a su interlocutor que «el padre de Claire nos compró esta casa», pero que le molestó porque «yo quería pagarla solo». El biógrafo no puede remediar su raza de periodista y le apostilla: «Sin embargo, no le molestó que financiase su primera campaña». «Si, pero eso -arguye- es política y uno saca dinero de donde puede».
En este sentido, aunque quepa desconfiar de esos entrecomillados anónimos de los que abusan algunos cronistas para darse a sí mismos la razón, lo que da pie a sospechar que dan gato por liebre por muy bien estofado que esté el minino, hay que dar carta de verosimilitud a una frase que no desmerece el lapidario bobo sanchista: «Por supuesto que podemos gobernar porque legislar sólo es una parte». Alejandro Rodríguez Valcárcel, expresidente de las Cortes franquistas, no lo habría expresado mejor a partir de su dicotomía entre democracia liberal y democracia orgánica. Si en la primera hay tres poderes distintos: ejecutivo, Legislativo y Judicial, en la segunda existen tres funciones diferentes: Consejo de ministros, Cortes y Tribunales, pero un sólo poder que, por descontado, recaía en el Generalísimo. ¡Qué mejor homenaje al Caudillo por parte de Sánchez que aspiraría a suplantarlo, no por la Gracia de Dios, sino por indisimulado desprecio a diputados que se dejan tratar como ovinos y a los que cualquier día manda berrear como Calígula tras imponerle al Senado su caballo como cónsul!
Lo de menos es que Sánchez reitere que concurrirá a la reelección, pero no por «la necesidad de seguir consolidando políticas socialdemócratas», como blande quien aplica el programa de Pudimos. Porque su estado de necesidad deriva de que precisa esas prerrogativas presidenciales para eludir sus eventuales responsabilidades penales, dado que las de orden político no contempla asumirlas ni hay mayoría para reclamárselas. Queriendo entronizarse «Yo, el Supremo» al modo del dictador de la novela de Roa Bastos, su «necesidad» pasa por perpetuarse sin importarle llevarse por delante la democracia y la Nación.
Por eso, no hay que descartar que peregrine de rodillas a Waterloo si, a corto plazo, no tiene posibilidades de resetear su discurso presumiendo de bandera como aquella gigantesca que sacó en su día Iceta y sacando pecho de patriota que no accede a chantajes para urdir un trampantojo electoral como el del verano de 2023 con Vox de frontón. Entre tanto, aparentará presentar unos no-presupuestos con los que teñirse canas de víctima y encerrar un programa electoral que sea como el maná «gratis et amore».
A este fin, perdiendo votos a chorros y con su alta impopularidad, así como una agenda judicial que le saca de quicio, enfangará todavía más el terreno de juego con la máquina de no precisamente de la verdad de una televisión pública servilmente partisana como RTVE que lanza bulos a mansalva con luminotecnia parpadeante de puticlubs de carretera. Allí los periodistas son desplazados por activistas de faca en faja o en liguero y por figurantes médicos que, en realidad, son pinches de cocina liberados sindicalmente con los que denigrar a gobiernos como el de Moreno Bonilla que, a medida que se acercan las urnas andaluzas, recibe el jarabe de palo que ya administran a Ayuso. Entre tanto, ministros holgazanes se multiplican en TikTok mientras el país se paraliza como sus trenes porque su prioridad de seguir en el poder posterga su deber de gobernar.
En estas circunstancias, el
auténtico estado de necesidad estriba en saber cómo España y su
democracia afrontarán la situación excepcional de tener aposentado
en La Moncloa a un presidente abiertamente ilegitimo. ¿Qué cabe
hacer ante un Gobierno fuera de las leyes y usos democráticos dentro
de un círculo vicioso que va de las urnas embarazadas con las que
Sánchez quiso revertir su defenestración por parte del comité
federal del PSOE a los sobres preñados de billetes de dudoso origen
de sus pretorianos de «la banda del Peugeot»?
Envuelto por el olor a incienso de la mayoría búlgara con la que Juanma Moreno ha sido reelegido por cuarta vez presidente del PP en Andalucía, Alberto Núñez Feijóo subrayó en la clausura de este congreso que, al igual que esta comunidad no se resignó a un gobierno de corrupción ni a sufragar la prostitución con dinero público, España tampoco va a hacerlo. Pero se olvidó de que ello fue fruto de una carambola del destino por la que el PP con el peor resultado de su historia y Vox, junto a Ciudadanos entonces, tenían clara una prioridad compartida que hoy, a nivel nacional, no parece traslucirse por un «quítame allá esas pajas» entre Feijóo y Abascal. Ello puede hacer que, como escribiera el gran escritor argentino Julio Cortázar, «no me dormiré, no me dormiré en toda la noche, veré la primera raya del alba en esa ventana de tantos insomnios, sabré que nada ha cambiado».
Fernando
Paz: «La izquierda carece de toda idea nueva desde hace medio
siglo»
El historiador conversa para LA GACETA con
Pedro Fernández Barbadillo sobre el boicot en Torrelodones, el «año
Franco», la Segunda Guerra Mundial y el control izquierdista de la
academia, la cultura y la historia
Pedro Fernández Barbadillo.
gaceta. 10
Noviembre 2025
La izquierda no soporta la libertad de expresión cuando se dicen ideas y palabras que le molestan. Uno de los últimos en sufrir un intento de censura ha sido el historiador y escritor Fernando Paz Cristóbal. El 30 de octubre dio una charla sobre la Hispanidad en una biblioteca pública de Torrelodones por invitación de los concejales de VOX. La ultra izquierda, que en ese municipio de 25.000 habitantes ronda el 5%, convocó una protesta contra él, como si Paz fuera JD Vance. Más chirriante fue la conducta de la alcaldesa del PP, que practicó la equidistancia estilo PNV con ETA: que no estaba ni con unos ni con otros y que como liberal que es quería paz y orden para sus vecinos. Hablamos con Fernando Paz de esta batalla por la historia de España en la que él es uno de los principales combatientes.
P: Al final diste la charla en Torrelodones, a pesar del boicoteo de la izquierda y la flojera del PP, sin que el pueblo ardiera. ¿Habría alcanzado la izquierda la hegemonía política, social y cultural en España de no tener enfrente (o al lado) a semejantes ‘compañeros de viaje’?
R: Los hechos fueron los siguientes: VOX Torrelodones convoca un acto cultural, en el marco del mes de la Hispanidad, al que me invita para hablar sobre el origen y la esencia histórica de España. La izquierda local comienza a agitar una campaña porque en el libro que sirve para promover el acto, figura un capítulo –uno solo– sobre Franco. La cadena SER, La 1, Público y otras publicaciones de semejante catadura moral e intelectual, se encargan de amplificar la noticia. En el ayuntamiento se reciben amenazas de extremistas de izquierda contra funcionarios y, además, prometen reventar el acto. Vox Torrelodones, lejos de arredrarse, mantiene la convocatoria, ignorando la intimidación progre. La alcaldesa de la localidad, de nombre Almudena Negro y perteneciente al PP, acude a La 1 para dar cuentas, acusando a diestro y siniestro de “polarizar”: lo de la izquierda radical, mal; y lo de VOX también mal. Centro centrado.
A partir de ese momento, las cosas tomaron un cariz peculiar. La autoridad, cuya primera función es la de garantizar los derechos y proteger a los ciudadanos que los ejercen, comenzó a desplegar una pretendidamente virtuosa equidistancia que terminó por ser grotesca. La autoridad no puede ser jamás equidistante entre quien ejerce su derecho y quien quiere impedir que se ejerza. Sin embargo, ante las amenazas de los radicales de izquierda, todo lo que se le ocurrió fue solicitar públicamente a los convocantes que renunciaran a su derecho a la libertad de expresión; es decir, apoyó de facto la exigencia de los comunistas. Almudena Negro argumentó abundantemente en redes que, ante la violencia de la izquierda, lo conveniente es ceder.
Aunque ella trató de que se suspendiera el acto a cualquier precio, había dos razones que le impedían cancelarlo por las bravas. La primera, que Negro gobierna gracias a VOX; y la segunda, que su autoproclamado liberalismo tendría un mal referente en el interdicto. Así que, desde la alcaldía y a través de una concejal popular y de la secretaria del PP en Torrelodones, se difundió el bulo de que el invitado a la conferencia –o sea, un servidor– era un historiador “negacionista del Holocausto”. Y la concejal añadió una nueva infamia a la primera al cuestionar mi condición profesional de historiador.
En resumen: al lado de un PP devenido en torpe aprendiz de las peores artes de la clase del Régimen del 78, la veintena de pensionistas colgados de un ajado trapo tricolor con el cortejo de media docena de activistas termina por resultar un costumbrismo entrañable.
En la protesta se usó como acusación contra ti un libro que coordinaste, La misión histórica de España, para la editorial Luz de Trento. Hay 11 capítulos y sólo dos, uno tuyo y otro del general Piñar, tratan de la España del siglo XX. Sin embargo, los chequistas habituales te reprochaban que vulnerabas la ley de memoria histórica y el puñado de boicoteadores ondeó una bandera tricolor, como en las manifestaciones por la sanidad pública. Cuando en España tenemos un gobierno nacido en unos burdeles y en el mundo están ocurriendo tantas cosas peligrosas para la libertad de las personas y las naciones (la inmigración masiva, la inteligencia artificial, o el euro digital), pasma que el factor movilizador del progresismo sea la reivindicación de un régimen sectario, que provocó una guerra civil
La cuestión capital es que nadie puede arrogarse la autoridad para limitar la celebración de un acto cultural. Si alguien viola la ley, en un Estado de Derecho existen los cauces para denunciarlo. Pero la izquierda, hiperlegitimada ideológicamente, ha generado una atmósfera gracias a su control de la academia que ha desembocado en las actuales leyes sectarias contra la Historia y, como en este caso, en la capacidad para determinar a quién y cómo se le aplica el derecho. La batalla más dura es la que se libra en torno a la cultura. Ahí no van a permitir que nadie desafíe su monopolio, porque la falsedad de su relato quedaría fácilmente al descubierto. Por eso, nada les resulta más irritante que el que otros hagan uso de unas instituciones públicas que controlan con sentido patrimonial.
La reivindicación por parte de la izquierda de ese pasado radica precisamente en impedir todo debate serio. En su lugar, lo que hay es propaganda, una propaganda que parte de ciertos apriorismos intocables e incuestionables. Precisamente el hecho de que la mentira en la que asientan sus falsedades sea tan enorme es lo que les exige un mayor celo a la hora de ejercer la censura. Por ejemplo ¿cómo es que la izquierda patria, que tiene el récord Guinness europeo de golpes de Estado y de asesinato de presidentes de gobierno (Cánovas, Canalejas, Dato y Carrero), puede tener el valor de acusar a los alzados de 1936 de “golpistas”? Si estos lo fuesen, ellos lo serían igualmente, pero multiplicados por cinco o por diez. Naturalmente, eso les priva de toda legitimidad. Sólo desde la complicidad en la mentira y en el sectarismo más contumaz puede mantenerse la acusación. Pues la mantienen.
La reivindicación de la república, que en efecto desembocó en una guerra civil que además perdió, muestra varias cosas, y ninguna de ellas positiva, pero sobre todas, una: que la izquierda, y aún más la española, carece de toda idea nueva desde hace más de medio siglo.
¿Qué molesta más a los amos del discurso público: Franco, que venció a sus abuelos o a sus partidos en la guerra civil, pero que lleva muerto 50 años; o la España católica, la cual, aunque no ha muerto, parece agonizante? ¡Pero si lo tienen todo: premios, subvenciones, cátedras, editoriales, tertulias, películas…!
Funcionalmente, la execración de Franco y de la propia España son una misma cosa. Los enemigos de España entienden, certeramente, la naturaleza de nuestra nación como algo tan estrechamente vinculado al catolicismo que es imposible desvincular una cosa de la otra. Su objetivo es desnaturalizar España, ‘deshispanizarla’, desnacionalizarla.
En Franco han encontrado la tecla que puede permitírselo. No es casual en modo alguno que los mismos que promueven el antifranquismo profesional sean los que hablan de descolonizar los museos. Txillardegi, el principal intelectual de la ETA fundacional, decía de la lengua española que era “el idioma de Franco”, condensando la frustración de quien tenía por nombre el algo más prosaico, desde la perspectiva euskalduna, de José Luis Álvarez. Y no olvidemos que Azaña, en un alarde de imprudencia, verbalizó aquello de que “debemos emanciparnos de la Historia de España”. Una frase que podría figurar con ventaja en el frontispicio de los propósitos progres para nuestro país.
Sabedores de que España no es cualquier comunidad política que se erija sobre el solar peninsular, sino que es una empresa histórica precisa –con sus muchos matices–, anclada en unos valores y una concepción del mundo determinada, eso es justamente lo que quieren erradicar. Descuartizamiento o perversión, el objetivo de unos y otros es el mismo: destruir España. Y erigir, en su lugar, otra cosa, que acaso conserve el nombre por cálculo o por pereza; pero que no será España.
De modo que asistimos a un proceso bastardo de ‘hitlerización’ de Franco. Recordemos la idea del Sonderweg: Alemania constituiría una anomalía monstruosa en la Historia de Europa que terminó por producir algo como Hitler; por tanto, Alemania es, en sí misma, un error. De modo que la responsabilidad por sus crímenes contra la humanidad se extiende incluso a los alemanes nacidos casi un siglo después del Tercer Reich. Mejor que nadie lo había explicitado en plena guerra mundial Ilya Ehrenburgh, el propagandista de Stalin: “No hay nada de lo que los alemanes, los nacidos y los que aún no han nacido, no sean culpables”. Se evita de este modo responsabilizar a Hitler y a los suyos, al convertirlos en una especie de autómatas inconscientes, meros ejecutores de fuerzas más poderosas que ellos.
La ‘hitlerización’ de Franco juega el mismo papel: si España ha sido capaz de generar a Franco, es que la propia España es un error histórico que debe ser erradicado. En lo que hay que insistir, pues, es en todo aquello que asemeja a Franco y a Hitler, lo que se ha llevado más allá del ridículo, al afirmar que los campos de concentración tras la guerra civil son un antecedente de Auschwitz, como afirmó Julián Casanova, o que existió un Holocausto español, como ha hecho Paul Preston. Por supuesto, tal comparación es absurda y patética, pero ¿quién ha dicho que la razón, la lógica y aún más, la verdad, jueguen aquí ningún papel?
Nuestros padres nos dijeron que la Historia no interesaba a nadie y que no daba de comer. Sin embargo, la profesión de historiador se ha convertido en una de las más lucrativas si aceptas elaborar el discurso legitimador del poder y difundirlo; pienso en los separatismos vasco y catalán y en el movimiento antirracista occidental. Aparte del franquismo como equivalente al nazismo, tenemos la campaña de los ‘historiadores de choque’ contra el concepto de Reconquista y a favor de Al-Ándalus. ¿Por qué estos intelectuales, casi todos ateos y laicistas, promueven una época religiosa y un régimen político que practicaba todo lo que le reprochan, por ejemplo, a la Monarquía de los Austrias y a Occidente: esclavitud, política confesional, patriarcado, discriminación…?
Por la razón que apuntaba anteriormente. La intelectualidad ‘progre’ –disculpen el oxímoron– acoge con entusiasmo todo aquello que facilite la destrucción de España; su fragmentación, su balcanización o la perversión de su historia. Convenientemente financiados desde los organismos oficiales, promueven este tipo de ideas, manifestando una endofobia patológica que sólo conduce al suicidio.
Desgraciadamente, hay poca resistencia a la difusión de estas tesis. Es muy fácil desmontar que España no existe más que desde el siglo XVIII o el XIX, o que la idea misma de España es una construcción contemporánea. ¡Como España no existía, bautizamos la primera isla en la que nos asentamos en el siglo XV como La Española o el principal virreinato americano como Nueva España!
Las universidades han sido, y siguen siendo, laboratorios en los que lo más enloquecido del progresismo trabaja sin descanso, y que apenas tienen respuesta gracias a su aplicación de la censura, a sus prácticas endogámicas, y a su abuso de la represión…. y al desprecio que muchos sectores sociales sienten ante las humanidades, convencidos de que lo importante son los negocios, lo que les ha llevado a renunciar a todo combate por la verdad.
Un combate que, convenientemente apoyado, tendría muchas posibilidades de imponerse. Al fin y al cabo, como escribió Konrad Heiden, “el marxismo es la historia contada por un niño”. Y estos, retoños de aquellos marxistas históricos, son aún más infantiles que sus padres.
Tus enemigos (aunque no quieras tenerlos, algunos han decidido serlo) te reprochan que no eres historiador, pese a tu título de la Complutense y tus libros, y, por tanto, eres un intruso en su ambiente y un panfletista al que no merece la pena hacer caso
Ser historiador es algo perfectamente objetivable: se es historiador cuando se obtiene un título expedido por una universidad que así lo acredita. Además, se puede ser sin tener dicho título, naturalmente, en virtud de unos conocimientos y del empleo de una cierta metodología. La historia no es una ciencia, es un saber, aunque emplee algunos instrumentos más o menos “científicos”.
Ahora proliferan, sobre todo en redes sociales, ciertos personajes que se permiten extender sus particulares certificados académicos en función de sus propias tendencias y gustos personales. Es como si alguien le negase a un médico –pongamos por caso– su condición facultativa porque no le gustase un diagnóstico o una terapia. Pues los hay.
Eres un experto en la Segunda Guerra Mundial y acabas de publicar dos libros sobre aspectos fundamentales de ella. ¿Por qué crees que interesa tanto la SGM? ¿Este interés está relacionado de alguna manera con la secularización de nuestra época y la necesidad humana, espiritual, de encontrar un demonio, un chivo expiatorio, o la fórmula para ser ‘un buen ciudadano’?
El interés por la SGM es, como bien dices, un fenómeno muy llamativo. Pasan las generaciones y no decrece. En mi opinión tienen que ver con una cierta atracción estética, por un lado; también con la claridad con la que los campos ideológicos se delinean; por supuesto, con la propia magnitud del fenómeno, pues es la única guerra que verdaderamente implicó a la humanidad en su conjunto; y con la pulsión humana hacia el heroísmo y los grandes desafíos.
Por lo demás, efectivamente, he reeditado en Luz de Trento en noviembre mi primer libro sobre los bombardeos durante la SGM, Europa bajo los escombros (que salió en 2008 en Áltera); y el año pasado publiqué dos tomos acerca de la guerra en el Este, Radiografía de Barbarroja y Ante las Cupulas del Kremlin. Y he escrito más sobre este periodo, y seguiré escribiendo, a buen seguro.
Creo que, aunque los datos esenciales de la guerra hace mucho que se conocen, su interpretación está variando significativamente en los últimos años, y estoy convencido de que, de la Segunda Guerra Mundial, quedan aspectos esenciales por desentrañar: por ejemplo, nada menos que una interpretación general de la geopolítica que condujo a la propia guerra, así como su evolución durante los años que duró, especialmente entre los años 1939 y 1941. Buena parte de la historia militar del periodo seguramente cambiará con los aportes que se produzcan en los próximos años.
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