Recortes de Prensa Jueves 25 Diciembre 2025

Ucrania ataca importantes refinerías de petróleo y gas de Rusia mientras el Kremlin conquista posiciones en Donetsk
El Ejército ucraniano lanza misiles británicos Storm Shadow y drones para atacar instalaciones de petróleo y gas en las regiones de Rostov y Krasnodar
ABC. 25 Diciembre 2025

Ucrania lanzó misiles británicos Storm Shadow y sus drones de largo alcance de producción nacional para atacar varias instalaciones de petróleo y gas rusas, dijeron el jueves funcionarios militares y de seguridad ucranianos.


Kiev ya había utilizado anteriormente misiles de fabricación británica para atacar objetivos industriales rusos que, según afirma, ayudan a la guerra de Moscú.


El Estado Mayor ucraniano informó de que la fuerza aérea utilizó misiles de crucero Storm Shadow para atacar la refinería de petróleo de Novoshakhtinsk en la región rusa de Rostov.


«Se registraron múltiples explosiones. El objetivo fue alcanzado», informó el Estado Mayor en la aplicación Telegram el jueves.


Al mismo compás con que se suceden los avances de las tropas rusas, se están triturando los fundamentos y las expectativas de cohesión de la UE


Además, detalló que la refinería era uno de los mayores proveedores de productos petrolíferos en el sur de Rusia y estaba suministrando diésel y combustible para aviones a las tropas que luchaban en Ucrania .


El servicio de seguridad SBU de Ucrania dijo que los drones de largo alcance de fabricación local atacaron tanques de productos petrolíferos en el puerto ruso de Temryuk, en la región de Krasnodar, y una planta de procesamiento de gas en Oremburgo, en el suroeste de Rusia.


Dicha planta, la mayor de su tipo en el mundo, está ubicada a unos 1.400 kilómetros (unas 870 millas) de la frontera con Ucrania.


En la región de Krasnodar, las autoridades rusas informaron de que dos tanques con productos petrolíferos se incendiaron en el puerto sureño de Temryuk después del ataque con drones.


Las llamas cubrieron un área de unos 2.000 metros cuadrados, informaron las autoridades de la sede operativa de Krasnodar en la aplicación Telegram.


Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que sus fuerzas capturaron el asentamiento de Sviato-Pokrovske en la región oriental ucraniana de Donetsk, informaron el jueves agencias de noticias rusas. Entre golpes a uno y otro lado, la guerra sigue mientras se negocia un acuerdo de paz.


Zelenski se abre por primera vez a retirar sus tropas del Dombás siempre que Rusia haga lo mismo
El presidente de Ucrania revela los 20 puntos del plan de paz que ha pactado con Estados Unidos y propuesto a Putin, quien tiene ahora la última palabra
La guerra erosiona el proceso de integración europea
EP. ABC. 25 Diciembre 2025

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha revelado este miércoles los detalles del borrador del plan de paz elaborado junto a Estados Unidos para poner fin a la guerra y que abre la puerta a la retirada de tropas ucranianas de la provincia de Donetsk, una oferta que condiciona a que Rusia haga lo mismo con sus fuerzas desplegadas en la zona.


El mandatario, que ha indicado durante una rueda de prensa que el documento es un «marco político» con 20 puntos, ha señalado que cuenta con el respaldo de Estados Unidos y ha sido ya enviado a Moscú, a la espera de obtener una respuesta.


«Estoy preparado para hablar del borrador, un documento básico sobre el fin de la guerra, un marco político entre nosotros, Estados Unidos, Europa y los rusos», ha indicado, según informaciones recogidas por la agencia ucraniana Ukrinform.


En este sentido, ha afirmado que el texto «refleja la posición conjunta entre Ucrania y Estados Unidos», aunque «algunas cuestiones aún deben resolverse». «Ahora estamos mucho más cerca de perfilar del todo estos documentos», ha dicho.


Zelenski, que ha explicado que el contenido podría cambiar durante las negociaciones, ha puntualizado que «la soberanía de Ucrania debe ser reafirmada» y ha destacado que «para apoyar la paz a largo plazo, se establecerá un mecanismo de supervisión de la línea de contacto mediante sistemas no tripulados que permitan garantizar la alerta temprana de posibles violaciones de la tregua».


«Ucrania recibirá garantías de seguridad firmes y su Ejército contará con 800.000 efectivos de forma permanente en tiempos de paz. (...) Se convertirá en miembro de la Unión Europea en algún momento y recibirá un acceso privilegiado a corto plazo al mercado europeo«, ha afirmado el mandatario, que ha procedido a leer el contenido del borrador con el que busca acabar con la invasión rusa del territorio.


Así, ha asegurado que Ucrania seguirá siendo un Estado libre de armas nucleares de acuerdo con lo establecido en el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares y ha especificado que la central nuclear de Zaporiyia será gestionada de forma conjunta por los tres países: Ucrania, Rusia y Estados Unidos.


Los detalles sobre esto último, según ha sostenido, «están todavía sujetos a conversaciones» dado que Kiev «no tiene intención de hacer negocios directamente con Rusia después de todo», tal y como ha aclarado.


«Ambos países se comprometen a implementar programas educativos en las escuelas para promover la comprensión y la tolerancia entre las diferentes culturas y eliminar el racismo y los prejuicios. Ucrania aplicará las normas de la UE sobre tolerancia religiosa y protección de lenguas minoritarias», ha asegurado.


Situación en el Dombás

Sobre las cuestiones territoriales, Zelenski ha puesto sobre la mesa dos opciones. La primera apuesta por «mantenerse firmes» en las provincias de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, estableciendo la «línea de contacto reconocida de facto» en base al despliegue actual de tropas sobre el terreno. «Esta línea», ha subrayado, «estará controlada por fuerzas internacionales».


Sin embargo, la segunda opción abre la puerta por primera vez a la retirada de sus tropas del Dombás, solo en caso de que «Rusia haga lo mismo». «La opción dos contempla la creación de una posible zona de libre comercio en el Donbás, que implica su desmilitarización», ha afirmado.


«Ucrania se opone a la retirada de sus tropas, pero si esto llegase a suceder, aboga por una retirada exactamente igual de las fuerzas rusas en las zonas que controla. Esta opción requiere un referéndum nacional en Ucrania para ratificar el acuerdo«, ha manifestado, al tiempo que ha planteado que esta cuestión --una de las más divisivas en el marco de los contactos entre las partes-- puede resolverse »en última instancia y al más alto nivel«.


Además, el texto hace hincapié en que, una vez finalizada la invasión, que se acerca ahora a su cuarto año, «Rusia no impedirá que Ucrania acceda al río Dniéper o el mar Negro con fines comerciales, para lo que se firmará un acuerdo marítimo independiente y otro de acceso, que regule la libertad de navegación y tráfico. Como parte de este acuerdo, se desmilitarizará el Kinburn Spit», ha especificado.


Por último, aboga por la creación de un «comité humanitario para resolver los asuntos pendientes», lo que incluye el intercambio de «todos los prisioneros de guerra restantes, incluidos los condenados desde 2014 en Rusia, así como el regreso de todos los detenidos y rehenes civiles, incluidos niños y presos políticos».


«Una vez que todas las partes den el visto bueno, se procederá a un alto el fuego que entrará en vigor de forma inmediata. Ucrania tendrá que celebrar elecciones lo antes posible tras la firma», ha zanjado.


Ucrania ataca importantes refinerías de petróleo y gas de Rusia mientras el Kremlin conquista posiciones en Donetsk
El Ejército ucraniano lanza misiles británicos Storm Shadow y drones para atacar instalaciones de petróleo y gas en las regiones de Rostov y Krasnodar
Zelenski se abre por primera vez a retirar sus tropas del Dombás siempre que Rusia haga lo mismo
ABC. 25 Diciembre 2025

Ucrania lanzó misiles británicos Storm Shadow y sus drones de largo alcance de producción nacional para atacar varias instalaciones de petróleo y gas rusas, dijeron el jueves funcionarios militares y de seguridad ucranianos.


Kiev ya había utilizado anteriormente misiles de fabricación británica para atacar objetivos industriales rusos que, según afirma, ayudan a la guerra de Moscú.


El Estado Mayor ucraniano informó de que la fuerza aérea utilizó misiles de crucero Storm Shadow para atacar la refinería de petróleo de Novoshakhtinsk en la región rusa de Rostov.


«Se registraron múltiples explosiones. El objetivo fue alcanzado», informó el Estado Mayor en la aplicación Telegram el jueves.


Al mismo compás con que se suceden los avances de las tropas rusas, se están triturando los fundamentos y las expectativas de cohesión de la UE


Además, detalló que la refinería era uno de los mayores proveedores de productos petrolíferos en el sur de Rusia y estaba suministrando diésel y combustible para aviones a las tropas que luchaban en Ucrania .


El servicio de seguridad SBU de Ucrania dijo que los drones de largo alcance de fabricación local atacaron tanques de productos petrolíferos en el puerto ruso de Temryuk, en la región de Krasnodar, y una planta de procesamiento de gas en Oremburgo, en el suroeste de Rusia.


Dicha planta, la mayor de su tipo en el mundo, está ubicada a unos 1.400 kilómetros (unas 870 millas) de la frontera con Ucrania.


En la región de Krasnodar, las autoridades rusas informaron de que dos tanques con productos petrolíferos se incendiaron en el puerto sureño de Temryuk después del ataque con drones.


Las llamas cubrieron un área de unos 2.000 metros cuadrados, informaron las autoridades de la sede operativa de Krasnodar en la aplicación Telegram.


Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que sus fuerzas capturaron el asentamiento de Sviato-Pokrovske en la región oriental ucraniana de Donetsk, informaron el jueves agencias de noticias rusas. Entre golpes a uno y otro lado, la guerra sigue mientras se negocia un acuerdo de paz.


¿De qué se jactan Feijóo y Guardiola? El PP no ha ganado las elecciones en Extremadura… ¿Pero qué demonios celebran?
Carolus Aurelius Cálidus Unionis. periodista digital. 25 Diciembre 2025

El 21-D prometía un terremoto político en Extremadura. Y, en efecto, hubo temblores… pero de risa amarga y cinismo. Sánchez lo ha logrado: propinar al PSOE un monumental “hostión”. Presentó como cabeza de cartel a Gallardo, un individuo que será juzgado por enchufar a su hermano, que intentó un aforamiento exprés para escapar de la justicia y que ya era considerado “candidato cadáver” por todos. El resultado fue devastador: la histórica marca socialista, antaño inexpugnable en Extremadura, ha quedado hecha trizas, con credibilidad pulverizada y relato desmoronado.


Pero si el PSOE se estrella estrepitosamente, el PP tampoco puede sacar pecho. Nunca un candidato popular había contado con un escenario tan favorable: un rival socialista acorralado por corrupción, informes de la UCO y la UDEF, casos de acoso sexual en las filas socialistas, cierre de Almaraz a la vista y un electorado dispuesto a castigarlo. Nunca tantos astros se habían alineado para dar al PP la mayoría absoluta más fácil de la historia electoral extremeña. Y, sin embargo, María Guardiola logró lo impensable: perder más de 9.000 votos respecto a 2023, mientras Vox recogía casi todo el descontento. Ni un solo voto de los 108.000 que perdió el PSOE recaló en el PP. Más de 55.000 se fueron a la abstención; el resto, principalmente, a Vox y a Podemos-IU-AV. Y aun así, Guardiola y Feijóo se felicitan ante las cámaras como si hubieran ganado algo.


La ironía es brutal: el PSOE se estrella por un candidato impuesto desde Moncloa, y el PP se estrella por un candidato que decidió hacer exactamente lo contrario a lo que exigía la lógica. Guardiola ignoró debates, escupió a Vox y habló de feminismo como adorno de escaparate. Resultado: fracaso histórico. Vox recoge el descontento, el PP agoniza, y el PSOE es un cadáver político. Y los electores han hablado: quieren menos Guardiola y más Vox.


Pero hay una verdad aún más incómoda: la vida sigue igual en Extremadura. Nada esencial ha cambiado. El 21-D fue un ritual democrático, un acto litúrgico para legitimar un sistema que ya no decide, que sólo se reproduce. Cambian los nombres y los discursos, pero el modelo de dependencia fiscal, despilfarro estructural, captura institucional y economía subsidiada sigue intacto.


Nadie presentó un proyecto de gobierno serio. No hubo objetivos claros, indicadores, ni rendición de cuentas. Nadie habló de la situación real: saqueo histórico, despilfarro sistemático, expolio indirecto vía fiscal, captura institucional, economía subsidiada y fracaso del modelo autonómico regional. Extremadura sigue siendo laboratorio del fracaso subvencionado: última en renta per cápita, con tasas de pobreza y exclusión social altísimas, menos industrializada de España, con empleo público como amortiguador social y herramienta de control político, fondos europeos diluidos en infraestructuras sobredimensionadas, polígonos industriales vacíos y proyectos concebidos solo para justificar gasto. Más del 70% de la obra pública presenta sobrecostes; la auditoría y la depuración de responsabilidades brillan por su ausencia.


La clase política extremeña, con contadas excepciones, carece de experiencia real en gestión, cultura económica y visión estratégica. Quien nunca ha gestionado recursos propios difícilmente administrará bien los ajenos. Después del 21-D, los que cortan el bacalao optarán por reparto interno, fidelidad partidista y promoción del aparato.


Extremadura también ha sido escenario de una guerra delegada: PP, PSOE, Vox y comunistas nacionales utilizando la región como campo de pruebas para sus agendas nacionales. Nada se decide localmente; todo se externaliza, se importa de Madrid y se acepta el bloqueo como resultado tolerable. Ninguno gobierna, nadie decide, todos bloquean. El sistema se ríe de los extremeños.


El gatopardismo institucional es patente: cambiar nombres y discursos para que todo siga igual. La región sigue caracterizada por dependencia fiscal, hipertrofia administrativa, economía subsidiada, despilfarro estructural y captura política de las instituciones. El gran tabú: la ausencia de segundas vueltas autonómicas, que permitirían a los ciudadanos elegir de manera clara entre proyectos alternativos. La ausencia de segundas vueltas garantiza impás permanente, parálisis y continuidad encubierta del modelo anterior.


El resultado final es demoledor: PSOE aplastado por su propia ineptitud, PP incapaz de aprovechar la ocasión histórica, Vox triunfando con lo que el PP desperdicia y un sistema regional que garantiza que nada cambie. Y aun así, los protagonistas brindan ante las cámaras, celebrando el fracaso disfrazado de victoria. Extremadura sigue siendo territorio sacrificado, laboratorio del gatopardismo, escenario de guerras ajenas y burbuja de supervivencia política.


El epílogo es claro: las obras quedan, las gentes se van y otros continuarán el mismo modelo. La vida sigue igual después del 21-D… pero no indefinidamente. Los sistemas que sobreviven sólo por inercia no se reforman: colapsan. Y mientras Feijóo y Guardiola sonríen, brindan y posan para la foto del “éxito”, todo el mundo sabe que en Extremadura han perdido antes de empezar a contar votos.


Y… después del 21-D, la vida sigue igual en Extremadura

Gatopardismo, bloqueo institucional y guerra delegada en una región intervenida… y el tabú acerca de la necesidad de segundas vueltas


Y... después del 21-D, la vida sigue igual en Extremadura
Carolus Aurelius Cálidus Unionis. periodista digital. 25 Diciembre 2025

Hay fechas que se anuncian como puntos de inflexión y acaban confirmando una verdad más incómoda: nada esencial ha cambiado. El 21 de diciembre fue presentado, una vez más, como el momento decisivo para Extremadura. El día después, sin embargo, revela lo ya conocido por cualquiera medianamente informado: la vida sigue igual.

No por fatalismo poético, sino porque el sistema, el régimen no permite otras opciones…


El resultado era conocido: elecciones previsibles y ritual democrático

Conviene empezar por una obviedad deliberadamente silenciada: el resultado del 21-D era perfectamente previsible. No hacía falta ser especialmente sagaz, ni disponer de complejos modelos demoscópicos. Bastaba con conocer mínimamente la sociología electoral extremeña, la evolución histórica del voto y el estado real del sistema político regional.



Más aún: no habría sido necesario convocar elecciones para conocer el reparto aproximado de fuerzas. Una encuesta seria, apoyada en nuevas tecnologías, habría sido suficiente y mucho más barata que el proceso electoral completo. Las elecciones, en Extremadura, se han convertido en un acto litúrgico, en un ritual de legitimación formal de un sistema que ya no decide, sino que se reproduce.


Se vota, pero no se decide.

Se elige, pero no se cambia.

El gatopardismo como forma de gobierno


Aquí reside el núcleo del problema: hacer como que todo cambia para que todo siga igual. El 21-D no ha traído ruptura, sino relevo; no ha traído auditoría, sino continuidad; no ha traído diagnóstico, sino retórica.


Cambian los nombres.

Cambian los discursos.

No cambia el modelo.


Ese es el gatopardismo institucional extremeño: modificar la superficie para conservar intacto el fondo. Un fondo caracterizado por dependencia fiscal, hipertrofia administrativa, economía subsidiada, despilfarro estructural y captura política de las instituciones.


El gran tabú: la ausencia de segundas vueltas

Hay una cuestión clave de la que nadie quiere hablar: la necesidad de instaurar segundas vueltas electorales en el ámbito autonómico. El bloqueo institucional que se ha repetido tras el 21-D no es una anomalía, sino una consecuencia lógica de un sistema que fragmenta la representación, incentiva la irresponsabilidad y permite que minorías organizadas paralicen la acción de gobierno.


Cuando los grupos con representación parlamentaria no tienen voluntad de pactar, ni de afrontar la situación crítica que sufre la región, la única salida democrática coherente es devolver la palabra a los ciudadanos. Permitir que los extremeños elijan de manera clara entre proyectos alternativos.


La ausencia de segundas vueltas no es neutral: favorece el impás permanente, la parálisis y, finalmente, la continuidad encubierta del modelo anterior.


Ningún proyecto, ningún diagnóstico, ninguna rendición de cuentas

Más grave aún: ninguno de los contendientes ha presentado un verdadero proyecto de gobierno. No ha habido objetivos definidos y temporalizados, ni medios concretos, ni procedimientos claros, ni indicadores de evaluación, ni mecanismos de rendición de cuentas.


Y, sobre todo, no ha habido diagnóstico de la situación terrible que sufre Extremadura…


Nadie ha querido hablar con claridad del saqueo histórico, del despilfarro sistemático, del expolio indirecto vía fiscal, de la captura institucional, de la economía subsidiada y del fracaso del modelo autonómico regional.


Sin diagnóstico no hay proyecto.

Sin proyecto no hay gobierno.

Sin rendición de cuentas no hay democracia real.


Extremadura: laboratorio del fracaso subvencionado

Los datos —ayer y hoy— son demoledores y persistentes:


Extremadura continúa en el último lugar en renta por habitante.

Presenta las tasas más altas de pobreza y exclusión social (AROPE).

Es la región menos industrializada de España.

Mantiene una estructura productiva frágil, poco diversificada y dependiente.

La administración regional es la mayor empresa de la región.

Más del 65 % del presupuesto depende de transferencias externas. El gasto corriente supera ampliamente a la inversión productiva. El empleo público funciona como amortiguador social y como instrumento de control político.


Nada de esto ha cambiado, ni tiene visos de cambiar, tras el 21-D.


Fondos europeos, obra pública y despilfarro estructural

La pregunta sigue sin respuesta:


¿A dónde han ido a parar los cientos de millones de euros procedentes de la Unión Europea que han llegado a Extremadura durante décadas por su condición de “región pobre”?


El patrón es reiterado:


Infraestructuras sobredimensionadas o infrautilizadas.

Equipamientos culturales y científicos sin demanda real.

Polígonos industriales vacíos.

Proyectos concebidos para justificar gasto, no para crear valor.

Más del 70 % de la obra pública presenta sobrecostes. Endeudamiento asumido sin evaluación. Empresas públicas ineficientes intactas. Ninguna auditoría real. Ninguna depuración de responsabilidades.


Quien no toca, ni cuestiona, este entramado, lo legitima.


Personal político y mediocridad estructural

El problema no es solo ideológico, sino de competencia. La clase política extremeña —con contadas excepciones— carece de experiencia real en gestión, cultura económica y visión estratégica. Tras el 21-D, los que cortan el bacalao de los cárteles que han conseguido representación en la Asamblea de Extremadura no tienen intención de abrir la puerta a gestores profesionales independientes; es seguro que optarán por el reparto interno, la fidelidad partidista y la promoción del aparato.


Quien nunca ha gestionado recursos propios, es difícil pensar que tenga intención o capacidad de administrar bien los ajenos.


Extremadura como “guerra delegada”

La contienda del 21-D no ha sido solo regional: ha sido una proxy war política, una guerra delegada. Los grandes aparatos nacionales —PP, PSOE, VOX, comunistas— han combatido por interposición, utilizando Extremadura como campo de pruebas, exactamente igual que las grandes potencias utilizaron territorios periféricos durante la Guerra Fría o lo siguen haciendo en conflictos actuales.


Los verdaderos actores estratégicos no se enfrentan directamente: financian, orientan y condicionan a fuerzas locales. Extremadura no ha sido el sujeto del conflicto, sino el escenario.


Esto explica la ausencia de proyectos propios, la importación de discursos nacionales y la aceptación del bloqueo como resultado “tolerable”.


El declive del PSOE y el posible fin de ciclo

Esta guerra delegada ha dejado algo claro: el PSOE atraviesa un declive profundo, visible incluso en uno de sus bastiones históricos. No se trata de un bache coyuntural, sino de agotamiento estructural: pérdida de relato, de credibilidad y de capacidad de ofrecer futuro.


No es descabellado pensar que estemos asistiendo al inicio de un proceso similar al “Mani Pulite” italiano: descomposición de los grandes partidos tradicionales, corrupción estructural, sistema político cartelizado y ciudadanía crecientemente consciente del engaño.


No implica regeneración automática.

Implica fin de ciclo.


El bloqueo como síntoma terminal

El impás posterior al 21-D no es un problema técnico, sino un síntoma terminal. Los sistemas no colapsan de golpe: primero se paralizan. Cuando nadie gobierna, nadie decide y todos bloquean, estamos ante un sistema que ya no produce soluciones, solo supervivencia.


El bloqueo es la coartada perfecta para no tocar nada: ni el gasto, ni las empresas públicas, ni la burocracia, ni la fiscalidad, ni el modelo productivo.


Epílogo: la vida sigue igual… pero no indefinidamente

Al final, las obras quedan.

Las gentes se van.

Otros que vienen las continuarán.


La vida sigue igual después del 21-D en Extremadura porque nadie ha querido o podido alterar los pilares del modelo.


Porque el sistema autonómico ha generado una clase dirigente cuya supervivencia depende precisamente de que nada cambie demasiado.


Pero la historia enseña que los sistemas que solo sobreviven por inercia no se reforman: colapsan.


Extremadura ha vuelto a ser territorio sacrificado, laboratorio del gatopardismo y escenario de una guerra ajena. El resultado es conocido. El bloqueo, también.


La vida sigue igual.

Después del 21-D… también.

Pero no para siempre.


******************* Sección "bilingüe" ***********************


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