Recortes de Prensa Domingo 21 Agosto 2022
JORNADA 179 DE LA INVASIÓN RUSA
El Kremlin acusa a Ucrania de utilizar armas químicas en la región de Zaporiya
El Confidencial. 21 Agosto 2022
Jornada 179 desde la invasión y Rusia y la región de Zaporiya sigue centrando la atención de la guerra. Además de por la delicada situación en la que se encuentra la central nuclear, ahora Rusia ha acusado a Kiev de haber utilizado armamento químico prohibido internacionalmente en combates de la zona, concretamente el pasado mes de julio. Concretamente, el Kremlin ha señalado que los hechos se produjeron en la zona de Vasilyevka, cuando los efectivos médicos rusos encontraron trazas de una neurotoxina en varios de sus militares heridos.
Unas acusaciones que ya ha sido desmentida por las autoridades ucranianas. El asesor presidencial ucraniano Mijailo Podoliak ha achacado estas intoxicaciones al "consumo excesivo de alcohol barato y sin licencia a 40 grados de temperatura". "Junto con las raciones secas caducadas del Ejército ruso, puede tener consecuencias imprevistas", ha ironizado en su canal de Telegram.
Las claves del momento:
El Kremlin asegura que las tropas ucranianas han utilizado armas químicas en la región de Zaporiyia
Rusia derriba un dron cerca de su cuartel general en el Mar Negro
Moscú y Kiev se acusan de planes terroristas en la central nuclear de Zaporiyia
El Kremlin ha efectuado varios ataques sobre territorio ucraniano tras los golpes a su retaguardia
08:00— El Ministerio de Defensa de Rusia ha acusado a las Fuerzas Armadas de Ucrania de utilizar armamento químico durante un supuesto ataque perpetrado a finales de julio en la región de Zaporiya, foco de intensos combates en estas últimas semanas. Los hechos denunciados por Moscú habrían tenido lugar en la zona de Vasilyevka. Tras el ataque, los médicos encontraron trazas de una neurotoxina en varios militares que habían sido evacuados con heridas graves, siempre según la versión rusa, recogida por la agencia de noticias Interfax. El Gobierno ruso, que ha anunciado que trasladará las pruebas a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), ha afirmado que el "régimen" de Volodimir Zelenski está recurriendo al "terrorismo químico" ante sus "derrotas militares" sobre el terreno.
Europa
El nuevo giro de la guerra de Ucrania
El Ejército ucraniano ha comenzado a atacar de forma constante objetivos militares en territorio ruso, lo que revela el fracaso de la estrategia de Moscú
VLADISLAV INOZEMTSEV. la razon. 21 Agosto 2022
ASESOR DEL PROYECTO DE ESTUDIOS RUSOS MEMRI Y DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS POST INDUSTRIALES EN MOSCÚ
En la próxima semana la guerra entre Rusia y Ucrania cumplirá su séptimo mes. Desde el principio del conflicto, el Kremlin fingió que se trataba de una “operación especial” llevada a cabo por las fuerzas rusas en un país vecino, y de esta forma se asemejaba no solo a las incursiones en Georgia en 2008, Ucrania en 2014 o Siria desde 2015, sino también a las acciones de las potencias occidentales en Kosovo, Irak o en otros lugares. Pero desde hace poco tiempo todo ha cambiado debido al hecho de que las fuerzas ucranianas empezaron a fijar objetivos en Rusia, algo que nunca había ocurrido en el país desde, diría, los tiempos en que los separatistas chechenos realizaban actos terroristas en las ciudades rusas hace unos veinte años.
Además, esta vez las cosas parecen diferentes, ya que no sólo los ucranianos intentan volar o incendiar instalaciones militares en Moscú y otras regiones rusas, sino que atacan el territorio ruso o el que Moscú afirma que es ruso (si se refiere a Crimea) con armas de alta precisión de largo alcance. Sólo la semana pasada se registraron casos de este tipo en las regiones de Briansk y Lipetsk, mientras que en Crimea una importante base de la fuerza aérea militar de Saki y grandes almacenes de municiones en Dzhankoy fueron destruidos casi por completo en ataques presenciados por cientos de personas de la zona y que provocaron una evacuación masiva de la población civil local.
Después de ambos casos, miles de coches de pasajeros inundaron el puente de Kerch, terminado en 2018 y que une Crimea con la Rusia continental (varios altos administradores de la península ocupada también huyeron a Moscú) - mientras que los líderes ucranianos declararon abiertamente que el propio puente será destruido tan pronto como tengan armas lo suficientemente avanzadas como para ser capaces de golpearlo.
Durante mucho tiempo, los dirigentes rusos se empeñaron en mentir tanto a sus propios ciudadanos como al mundo, insistiendo en que todos los accidentes ocurridos en instalaciones militares dentro de Rusia se debían a que los militares acuartelados en esas bases fumaban ilegalmente o violaban algún otro requisito de seguridad. El ataque al aeródromo de Saki fue perfectamente documentado tanto por los ucranianos como por los locales, por lo que las mentiras del Kremlin se hicieron especialmente evidentes, por lo que los rusos se vieron obligados a admitir abiertamente que la demolición de los almacenes de Dzhankoy fue una acción subversiva, aunque no declaren quién fue particularmente responsable de este acto (supongo que afirmarán que lo hicieron algunas “fuerzas destructivas” vinculadas a los separatistas de Crimea).
Pero digan lo que digan los rusos, parece evidente que la guerra ha cambiado de rumbo. El presidente Putin insistió en febrero en que el objetivo de la “operación especial” era aumentar la seguridad de Rusia y eliminar algunas “amenazas” causadas por la “militarización” de Ucrania. Así que, a medida que la guerra llegue a la propia Rusia, será cada vez más difícil afirmar que “todo va según el plan original” (yo diría que esa fórmula ya desapareció de las declaraciones oficiales al menos a finales de junio). Además, un desafío aún mayor para el Kremlin proviene del hecho de que parece que Rusia no puede responder en consecuencia a las acciones ucranianas. Durante meses, los funcionarios rusos han reiterado que atacarán el cuartel general del alto mando ucraniano si las fuerzas ucranianas infligen daños en el territorio ruso, pero hasta ahora no se ha registrado ninguna represalia.
Recientemente, el ex presidente Medvédev, que se convirtió en el apologista más abierto de la guerra actual, insistió en que “Ucrania se enfrentará a un día fatal si ataca el puente de Crimea”, pero es difícil creer que esto ocurra. Todo esto convierte la guerra en curso en un símbolo de la creciente impotencia de Rusia y reducirá aún más su apoyo en Rusia, ya que algunas fuentes afirman que las últimas encuestas indican que sólo el 41% de los rusos apoyan la guerra, mientras que el 48% se mantiene en contra.
Nadie sabe, por supuesto, cuál puede ser el siguiente paso del Kremlin, pero parece que el curso de la guerra entre Rusia y Ucrania está cambiando rápidamente. El presidente Putin ha lanzado el ataque a Ucrania porque no sólo creía que le daría una victoria fácil y rápida, sino porque necesitaba esta victoria para consolidar a sus súbditos y aplastar la disidencia que aún era visible dentro de Rusia. Al no obtener ninguna victoria, podría insistir en que las fuerzas rusas “defendieron” las repúblicas separatistas en el Don-bass y cortaron el “corredor” terrestre desde el sur de Rusia hasta Crimea, creando la “Novorossiya” que no logró conquistar en 2014-2015.
Pero no se puede proclamar ningún éxito en el momento en que las fuerzas ucranianas están bombardeando las instalaciones militares rusas en las regiones rusas y miles de veraneantes rusos de todo el país huyen de Crimea en pánico difundiendo su conocimiento de los “éxitos militares” de Rusia. El mito de que Rusia no puede ser derrotada, difundido incluso por aquellos respetados analistas occidentales como Kissinger o el profesor Luttwak, parece dudoso en las condiciones actuales con todas las consecuencias que conlleva.
Insisto en que parece que Putin está ahora en peligro, ya que se cree que las acciones ucranianas son una autodefensa bien justificada (se mencionó que los ataques aéreos contra objetivos ucranianos disminuyeron en dos tercios tras la destrucción de la base aérea de Saki) y su posible ataque con misiles contra Kiev se consideraría un crimen de guerra masivo.
Parece que el Kremlin es incapaz de defender a sus compatriotas rusos, y Putin sabe como nadie lo que puede significar, ya que él mismo subió al poder en los momentos en que el gobierno precedente parecía incapaz de evitar que los rusos fueran asesinados dentro de su propio país. Si las tendencias actuales continúan, la caída de Putin parece sólo cuestión de tiempo.
La dura realidad de la guerra de Ucrania
FRANCISCO MARHUENDA. la razon. 21 Agosto 2022
Estaba viendo el menú de la televisión y encontré una miniserie inglesa con el sugerente título «Vigil: conspiración nuclear». La trama se centra en el claustrofóbico ambiente del submarino nuclear británico HMS Vigil, donde es enviada una detective de la policía escocesa para investigar la misteriosa muerte de uno de sus tripulantes. La lista de protagonistas es excelente y es, además, una producción de la BBC, algo que siempre es una garantía de calidad. Es una lástima que no podamos decir lo mismo, salvo excepciones, de nuestra televisión pública, que es un juguete roto que nos cuesta miles de millones de euros. No es una miniserie de los sesenta o setenta, sino de 2021. Hago esta aclaración, porque los malos son, por supuesto, los rusos. Nada ha cambiado desde el final de la Guerra Fría. Por cierto, la pareja protagonista, Suranne Jones y Rose Leslie, bordan sus papeles.
La caída del Muro de Berlín y la descomposición de la URSS no sirvió para que cambiara la percepción de ese enemigo, que además está dotado de todos los males y perversiones, mientras que nosotros, los europeos, representamos el bien. Tenemos una visión distorsionada de la política internacional que nos hace confundir nuestros deseos con la realidad. Y mostramos, además, un notable desconocimiento de la Historia, como se puede constatar por los errores que cometemos. Por supuesto, la visión que existe en Rusia es muy distinta. Desde que comenzó la invasión de Ucrania he mantenido que el conflicto finalizará cuando Putin quiera y que es una guerra que hemos perdido. Los «wiki» expertos en política internacional utilizan el tópico de Múnich y Chamberlain, para defender que no caigamos en el mismo error y que debemos enfrentarnos al expansionismo ruso, aunque sin utilizar la fuerza militar. Es bueno recordar que, tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, la URSS se quedó con la Europa del Este y abandonamos, entre otros países, China, Corea del Norte y Vietnam del Norte a manos del comunismo. El coste humano fue de decenas de millones asesinados, deportados y encarcelados.
Ahora sufrimos una nueva entrega de la visión simplista del eurocentrismo, aderezada de los lógicos y legítimos intereses de Estados Unidos, que busca debilitar a Rusia, compartir los gastos y lograr una importante transferencia de recursos de la UE en su beneficio. A esto hay que añadir el declive que sufre la presidencia de Biden y el temor al desastre en las elecciones de noviembre. La agresión rusa es injustificable y brutal, pero sería bueno que reflexionáramos sobre las expectativas que dimos a los ucranianos sobre su posible incorporación a la OTAN y la UE. No es muy popular recordarlo, pero la verdad nos hará libres. La primera entrega de esta crisis fue la anexión de Crimea en 2014. Fue una seria advertencia de que Putin no iba a permitir ninguna injerencia en una zona que considera que está bajo su influencia. Es muy injusto, pero es la realidad.
A estas alturas ya sabemos que nada de lo que se dijo al principio se ha cumplido. La guerra va para largo, porque se trata de destruir Ucrania e incorporar los territorios que consideran rusos. Por su parte, Putin tiene unos índices de popularidad extraordinarios y sus conciudadanos lo consideran el mejor presidente que han tenido. Hay un dato que siempre olvidamos y es que defienden la perestroika, pero detestan a Gorbachov porque piensan que vendió el imperio ruso, y a Yeltsin, un borracho rodeado de corruptos. Las sanciones no han servido para nada, porque la situación en Rusia no puede ser mejor. La venta de petróleo y gas está llenando sus arcas. Un amigo me ha mandado videos de los centros comerciales de Sochi, la ciudad donde veranea Putin, y se ven las tiendas llenas de productos y la gente consumiendo sin problema. La Europa democrática afronta una dura crisis económica y energética, mientras los países productores se enriquecen, una vez más, a nuestra costa. No sucede lo mismo con Estados Unidos que tiene una economía más potente y es autosuficiente energéticamente, aunque adquiera petróleo al exterior para mantener sus reservas estratégicas.
Los rusos consideran que «el problema no lo tenemos nosotros, lo tendrá Europa», y la propaganda oficial ha conseguido que se justifique nuestra posición en que «estamos vendidos a Estados Unidos». No les falta nada y las sanciones solo han provocado el cierre de algunos comercios perfectamente prescindibles. No hay problemas energéticos, la electricidad y la gasolina están tiradas de precio, y no hay dificultades de abastecimiento de ningún producto. Los ricos han resuelto sus problemas de movilidad adquiriendo la doble nacionalidad armenia o rumana, por lo que pueden viajar y utilizar las tarjetas de crédito. Por supuesto, con la autorización de Putin. Las legaciones han reducido su presencia al máximo y los pocos diplomáticos que quedan, así como el personal ruso a su servicio, confirman su impopularidad entre la población moscovita. Los rusos son los malos en nuestras series, películas y novelas, pero los estadounidenses y sus aliados lo somos para ellos.
Estos datos son perfectamente contrastables. Es la realidad que se vive en Rusia y que permite afirmar que la guerra, desgraciadamente, cuenta con una enorme popularidad entre la población. Otra información incuestionable es el apoyo internacional que tiene Putin. No solo China, sino otros muchos países que miran con recelo lo que consideran un mundo unipolar dirigido por Washington. La escalada bélica en Ucrania será, además, enormemente costosa para las arcas de los países de la UE, así como la reacción rusa a nuestro apoyo militar, porque hace tambalear nuestra economía. No hay duda de que hemos de mantener el pulso, pero es bueno que sepamos el enorme coste que tendrá. Estamos inmersos en un laberinto y no sabemos la salida.
Inmersos en un laberinto o hundiéndonos Putin en una sima sin fondo.
Nota del Editor. 21 Agosto 2022.
Putin nos hunde en una sima sin fondo y hay quien quiere que nos callemos, que demos las gracias por dejarnos avasallar, vejar, destruir, empobrecer, asesinar.
En las guerras perdemos todos, pero contra la invasión rusa hay que luchar con todas nuestras fuerzas y convicciones.
El precio de la guerra
Editorial ABC. 21 Agosto 2022
Cuando están a punto de cumplirse los primeros seis meses de la guerra desencadenada por la dictadura rusa al invadir injustificadamente el territorio ucraniano, los ciudadanos europeos tenemos el legítimo derecho a preguntarnos si el sacrificio que se nos exige a través de las sanciones económicas a Rusia, es el camino adecuado para defender nuestros intereses. La respuesta no es fácil de definir porque hasta ahora somos más conscientes de los efectos contraproducentes que tenemos que soportar que de las consecuencias que estos pueden tener para la economía rusa y el destino de la guerra. La simple explicación de esta aparente contradicción se encuentra en la propia esencia del régimen ruso, que es una dictadura implacable que oculta sistemáticamente la realidad a sus ciudadanos y que no tolera la más mínima crítica.
Es cierto que Rusia es un país inmenso que cuenta con recursos naturales prácticamente ilimitados. A lo largo de la historia han resistido a todos los intentos de ser sometidos por la fuerza. Sin embargo, en apenas medio año de aplicación de las sanciones económicas, la economía rusa está sintiendo ya y de forma sustancial los efectos de ese bloqueo financiero. Los ingresos procedentes de la venta de hidrocarburos, la principal fuente de ingresos del país, han disminuido; las transferencias de tecnología se han congelado, y lo que queda de la industria se encuentra detenida o trabaja en condiciones precarias.
¿Servirá esto para detener la guerra? Es muy difícil decirlo con rotundidad, porque también es cierto que Rusia es un país con un formidable poderío miliar, empezando por su arsenal de armas atómicas. Y en estos momentos lo que cuenta de verdad es lo que sucede en el frente de batalla, no tanto en la retaguardia. El Kremlin sigue manteniendo con firmeza las riendas del poder y en Rusia cualquier ciudadano que quisiera liberarse de esa atmósfera asfixiante de nacionalismo y que pretenda influir para parar la guerra corre el riesgo de sufrir un castigo implacable. La idea de que las sanciones puedan provocar una insurrección por descontento de la población parece ahora mismo no imposible pero aún lejana.
¿Cuál es la razón entonces por la que debemos asumir este sacrificio en nuestras propias vidas? La primera y más importante es que la invasión de Ucrania no amenaza solamente a este país, sino a todos los europeos. Si Putin sale ganando de esta operación siniestra, si se tolera la invasión de otro país por parte de un régimen dictatorial que cuenta con armas nucleares, nadie más podría sentirse seguro en Europa. Aquellos que dicen que la solución sería que Ucrania acepte entregarle a Putin lo que pide a cambio de la paz no son conscientes de que el resultado no sería la paz, sino la sumisión perpetua y la garantía de que en un futuro inmediato habría nuevas agresiones.
La cuestión es entonces muy simple. Los sacrificios que nos impone la situación son el precio que debemos pagar para intentar parar esta guerra, no solo en ayuda de los ucranianos, sino en nuestro propio interés como europeos y para no tener que asumir un coste aún más alto, que sería la necesidad de defendernos con medios armados. Siempre se ha dicho que la Unión Europea es un gigante comercial, pero un enano militar. Esta guerra tiene que confirmar que si la segunda aserción es desgraciadamente cierta, la potencia económica está siendo bien utilizada para derrotar a la dictadura rusa.
En el lado correcto de la Historia
ITXU DÍAZ. gaceta. 21 Agosto 2022
La guerra de Rusia contra Ucrania ya no es noticia de interés. Ha caducado. Por más que los muertos sigan siendo reales y las consecuencias de esa marea lleguen hasta nuestra orilla. La habilidad propagandística del Kremlin facilita que el terreno mediático esté demasiado embarrado como para forjarse opiniones sólidas sobre el devenir del conflicto. Un veterano en operación quirúrgicas editoriales complejas, R. Emmett Tyrrell, JR, ofrece en The American Spectator un análisis sugerente, incluso a que a los expertos en geopolítica pudiera parecerles un tanto ingenuo.
Señala el fundador de la revista que Putin ha dilapidado su propia imagen triunfal, exhibiéndose sonriente, «a caballo y sin camisa», y la ha sustituido por contadas apariciones en las que lo vemos al otro lado de una larga mesa, rodeado de sus hombres de la guerra, y con gesto severo, en visible decadencia. No hace tanto, señala, los rusos podían estar orgullosos de su ejército, porque «no era conocido como lo que es hoy, un ejército que comete atrocidades, bombardea hospitales con misiles y envía tanques para arrollar vehículos civiles con civiles todavía dentro».
Putin no es el que era. «Una sombra oscura y lúgubre se ha apoderado de él», escribe Emmet Tyrrell, su ejército sufre 500 bajas diarias, entre muertos y heridos», según fuentes de la inteligencia estadounidense. «Sus vehículos blindados yacen en ruinas en los bulevares de las ciudades ucranianas. Seguramente el ruso medio se está impacientando con el recuento diario de bajas. Sin embargo, Vladimir persiste». Se pregunta el autor «cuánto tiempo tolerarán los rusos que Vladimir Putin sacrifique 500 rusos al día a un país que no les ha causado ningún daño, al menos ningún daño inicial». Y finalmente, da la clave de lo que muchos piensan que es la salida más razonable para esta devastadora e innecesaria guerra: «Rusia es una democracia fallida, pero no es una oligarquía fallida. ¿Por qué los oligarcas no pueden dejar sus opulentos palacios de placer que flotan en el Mediterráneo y regresar a Moscú para una charla razonable con el presidente Putin? Si no los oligarcas, ¿por qué no los generales y los almirantes? Las cosas no les van bien ahora. Si las cosas siguen como van, con 500 bajas diarias, los generales y almirantes no van a tener quien les lustre los zapatos ni les lustre las medallas».
Más allá de Putin y la guerra, planea en el horizonte mediático de medio mundo la gran pregunta sobre Donald Trump y su posible vuelta a la carrera a la Casa Blanca. Un análisis desapasionado de Sarah Weaver en The Daily Caller pone todas las cartas sobre la mesa, haciendo hincapié en que el trumpismo está siendo más fuerte y eficaz que los detractores republicanos del expresidente, en cuanto a la colocación y éxitos de los candidatos de las diferentes corrientes. “Los candidatos republicanos que se opusieron abiertamente al expresidente están siendo expulsados por la base republicana«, concluye, «los candidatos respaldados por Trump están ganando sus primarias. La pregunta en el futuro será si los candidatos cercanos a Trump pueden llevar este impulso a las elecciones generales. Es posible que el trumpismo no haya perdido su atractivo entre la base republicana», aunque en opinión de la autora necesitará algo más que esas buenas sensaciones para atraer a una buena masa electoral.
Tal vez el éxito de las políticas de Trump en el seno del Partido Republicano tenga que ver con la defensa de un conservadurismo sin complejos. En esa batalla, de la que de algún modo fue pionero en nuestra época, la incipiente locura woke ya ocupó un papel fundamental. De aquellos despertares fallidos, de aquellas batallas dadas, llegan poco a poco las pruebas de que había razones para darlas. La locura transgénero de consecuencias devastadoras para jóvenes de todo el mundo no es el asunto más importante, pero sí uno de los ejemplos más sangrantes.
No existe ningún consenso médico en torno a las clínicas de jóvenes transgénero. Es falso. En España y Estados Unidos. El reciente anuncio del próximo cierre de la clínica británica pública Tavistock Gender Clinic, tras demostrarse que no es segura para los niños, reabre en Estados Unidos el debate. Recuerdan los editores de National Review que la Administración Biden ha utilizado repetidamente la falacia del consenso médico para avanzar en sus políticas de promoción y ayudas al cambio de sexo. «Esta mentira es insostenible», señalan. «Ahora que Gran Bretaña da la espalda a la ideología transgénero, el consenso médico y moral en el que insistieron los activistas se revela como una farsa burda que oscurece un escándalo aún más vergonzoso».
Denuncia el editorial de la revista americana que los detransitioners (quienes se han apuntado a tratamiento de transición y más tarde ha cambiado de opinión), víctimas de la enloquecida ideología de género, están siendo silenciados una y otra vez por los activistas. Sus voces no se escuchan, sus denuncias no prosperan ni salen a la luz, sus suicidios nunca abren los telediarios. ¿Quién va a responsabilizarse de toda esta locura? Otra información de National Review recuerda que el británico no es un caso aislado, «Suecia, Finlandia y Francia», escriben, «que no son exactamente países del Cinturón Bíblico, se están retirando de la carrera por los niños transgénero”.
Al final, si algo cuenta a lo largo de los siglos, es haber sabido estar en el lado correcto de la Historia en los momentos críticos.
España: la peor recuperación, más inflación y mayor endeudamiento
DANIEL LACALLE. la razon. 21 Agosto 2022
Muchas veces, cuando analizamos la economía española, nos olvidamos de poner los datos en el contexto del mayor estímulo fiscal y monetario de la historia reciente. El Gobierno ha disfrutado de unas condiciones en cuanto a espacio fiscal y apoyo del BCE que no ha recibido ninguna administración anterior. No solo ha tenido el déficit que ha deseado, disparando el techo de gasto tanto como ha querido, sino que el BCE ha comprado el 100% de la deuda que emitía el Tesoro. En el contexto de ese enorme apoyo de más de 200.000 millones, la recuperación de España es un fracaso en todos los sentidos.
El PIB de España del segundo trimestre de 2022 se queda todavía un 2,6% por debajo de las cifras del cuarto trimestre de 2019, cuando casi todos los países europeos han superado ya estos niveles y solo Alemania, República Checa y Eslovaquia están a pocas décimas del 100% de recuperación. De hecho, en términos comparables ninguna economía lo ha hecho tan mal y a la vez ha tenido tanto apoyo europeo. Es peor. Cuando analizamos la recuperación del PIB por el lado de la demanda nacional por componentes, según BBVA Research, el consumo público es el gran factor que ha sostenido al PIB. Las exportaciones han apoyado, pero el déficit comercial ha vuelto a comerse la aportación a la recuperación del sector exterior.
El déficit comercial se ha multiplicado hasta los 31.963 millones en el primer semestre. Las importaciones crecen casi el doble que las exportaciones y el impacto en el PIB va a ser muy negativo. Es peor, porque España registra el segundo mayor déficit comercial de la eurozona tras Francia.
España cierra junio con la mayor tasa de paro de la UE. El número total de desempleados es de más de 3,3 millones incluyendo otros 221.700 no ocupados y 270.400 con disposición limitada. Según la EPA, el empleo se recupera en tasa interanual mucho menos que el PIB real. Desafortunadamente, agosto también pinta mal tras los pobres datos de julio, y el propio Gobierno estima una caída de casi 187.000 afiliados.
El endeudamiento de las administraciones públicas ha alcanzado un máximo histórico en junio y ya supera los 1,47 billones de euros. Esto es, un incremento de 18.908 millones de euros con respecto a mayo. Según el Banco de España, crece un 3,6% interanual. Teniendo en cuenta que las estimaciones de consenso asumen que el PIB rebotará en 2022 un 4%, el problema es que, de nuevo, España no crece, se endeuda. La ratio de deuda sobre PIB es del 116,8%, pero hay un factor mucho más preocupante. Los ingresos fiscales se han disparado y la deuda no baja. Según la Agencia Tributaria, en el primer semestre del año los ingresos en términos homogéneos crecieron un 16,9%, siete décimas más que la cifra acumulada hasta mayo. A pesar de ello, no se cumple ni de lejos el objetivo del Gobierno de mantener la deuda al 115,2% en 2022, como refleja el Plan de Estabilidad que envió a la UE.
La inflación en julio se confirmaba en un 10,8%. En la media de la eurozona es del 8,9% y en la UE del 9,8%. España es el país de las grandes economías de la eurozona con una espiral inflacionaria mayor y la tercera de las diez grandes economías con mayor alza de precios. Eso lleva a que el índice de miseria de Okun (paro e inflación) de España sea uno de los mayores de Europa y la OCDE.
Más deuda a pesar de contar con ingresos récord. Más tasa de paro que ningún país de nuestro entorno a pesar de la recuperación del turismo y de sacar parados de las listas con el subterfugio de los «fijos discontinuos» –personas que cobran el paro cuando no están trabajando, pero no aparecen como parados–. Desde la pandemia la labor del Gobierno ha sido disfrazar el paro como ha podido. En julio el paro subió por primera vez desde 2008. Más inflación a pesar de tener menor dependencia e impacto por la invasión de Ucrania. Mal y pobre rebote. Menos crecimiento a pesar de ser una economía más cíclica y que debería estar recuperándose a toda velocidad por el turismo. Y mucho más endeudados. España es el cuatro país más endeudado de la UE y el segundo que más déficit ha generado en estos años.
Por mucho que lo intenten esconder, la diferencia con respecto a otros países europeos son las malas políticas del Gobierno. Quedar por detrás de países que no son precisamente ejemplo de apertura y políticas de crecimiento lo dice todo. La realidad de la economía es la de un Gobierno que ha desaprovechado el mayor estímulo fiscal y monetario de la historia para dejar al país en una situación mucho más débil que la que recibió y significativamente peor a nuestras economías comparables que han sufrido la misma pandemia y riesgos exógenos.
La casta política asola España
Alberto Pérez Giménez.
VZ. 21 Agosto
2022
Cuando este otoño desde la política le pidan que se apriete el cinturón, recuerde que la legión de asesores crece en el Estado y las CCAA, que el presidente no se baja del Falcon o que el ministro Garzón lleva cinco meses sin presentar una propuesta…
España huye de la política y está apurando las vacaciones como si no hubiera un mañana. Mejor dicho: como si lo que nos espera a la vuelta de septiembre –subidas de tipos y de hipotecas, cortes de energía, inflación desbocada, crisis de deuda- fuera el mañana más negro que nos vamos a tener que desayunar día sí y día también. Por eso, mejor aprovechar estas vacaciones como si fueran las últimas... No vaya a ser que sea verdad.
Pero en julio y agosto –entre la ola de calor y los incendios que han arrasado media España por la explosiva mezcla del cambio climático y la incompetencia de unos políticos que solo se acuerdan de los bomberos forestales y de limpiar los bosques cuando las llamas ya están devorando todo- ha habido también noticias que conviene recordar cuando vuelvan a escuchar a nuestros políticos, con el inefable presidente del Gobierno a la cabeza, pedirnos que nos apretemos el cinturón, culpar de la inflación al sátrapa Putin y que todos tenemos que arrimar el hombro.
¿Todos? Algunos, en especial la casta política que nos ha tocado sufrir, viven al margen de la crisis. Es más, engordan y se reproducen gracias a ella. Recordemos algunas de las noticias de este verano que recuerdan que en España, ser político o estar a su sombra, sigue saliendo a cuenta. Y que no hay otoño caliente para ellos mientras el resto del país se prepara para hacer frente a unas vacas aún más flacas.
1. La legión de asesores sigue creciendo en la política española
"Sin que sepa en realidad en qué consiste su función y su necesidad, las Administraciones Públicas siguen engrosando sus plantillas con un ingente ejército de asesores externos contratados a dedo por los representantes políticos como personal de confianza de sus altos cargos".
Las CCAA ya acumulan "más de 2.500 asesores con un gasto previsto en 2022 de casi 118 millones de euros (117,8 millones exactamente), mientras que el presupuesto del Gobierno Central alcanza los 68,4 millones. Es decir, las autonomías en su conjunto tienen casi un 50% más de asesores que el Estado y se gastan un 72% más (50 millones más). Todo esto lleva a las siguientes cifras: el Gobierno Central (Estado) y los 17 ejecutivos autonómicos tienen contratados a más de 4.200 asesores con un gasto global de más de 186 millones de euros". Piense en ello cuando vea los escaparates de su ciudad apagados para ahorrar…
2. Sánchez bate su récord con una legión de 383 asesores solo para él
"El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha batido un nuevo récord en número de asesores, y ya es el segundo consecutivo. Según los registros de personal consultados por Vozpópuli, el personal eventual del Gobierno de coalición supera los 800 miembros, y el de Pedro Sánchez ya alcanza los 383".
"En cada actualización del registro de personal de la Administración Pública, el personal asesor no hace más que crecer. En el caso de Sánchez, el crecimiento es exponencial. A julio de 2021, se contabilizaban 370 asesores para Presidencia, mientras que en enero de 2022, la cifra asciende a 383. El séquito de Sánchez supera con creces el personal de una pequeña (menos de 50 empleados) o mediana (menos de 250 empleados) empresa". Piense en ello cuando el presidente les recuerde, en una de sus comparecencias de otoño, que no hay que usar corbata para ahorrar…
3. Sus señorías, sin inflación: desayuno a 1,15, menú a 4,5 y cañas a 1,05
"La inflación se ha convertido en uno de los principales asuntos de debate entre el Gobierno y la oposición en el Congreso de los Diputados. No obstante, en términos prácticos, el aumento de los precios no es algo que afecte a los parlamentarios en el día a día en la Cámara. Así, todos aquellos que acuden a la cafetería a desayunar, comer o tomar una caña, siguen pagando una cantidad muy inferior a la que tienen que hacer frente los españoles en bares y restaurantes".
"Así, mientras los españoles pagan un 5,5% más en restauración, con menús del día que antes valían 10 euros y ahora se acercan a los 15, los diputados no han visto modificados los precios de cafetería establecidos en el contrato que firmó el Congreso, en julio de 2021, con la empresa concesionaria, Cafestore… Así, los diputados y el resto de personas que trabajan en el Congreso pueden pedir un "desayuno estándar", con café o leche, o infusión o cacao y un bollo o una tostada, por 1,15 euros... Por apenas 20 céntimos más, pueden disfrutar de un "desayuno superior", con café o leche, o infusión o cacao o refresco, bollería o tostada, o barrita o sándwich mixto, o montadito o pincho de tortilla, y zumo de naranja o fruta o yogur".
"El vino también es más barato que en cualquier bar o restaurante: la copa de blanco se paga a 1,25 y la de tinto a 2,05… Y, después del aperitivo, llega la hora de comer. Sus señorías, al igual que los periodistas y el personal que trabaja en el Congreso, pueden pedir un menú del día consistente en primer y segundo plato, postre, pan y bebida, o dos primeros platos, postre pan y medida por apenas 4,5 euros". Piense en ello cuando pague su próxima compra en el supermercado o intente pagar lo mismo que los diputados en cualquier bar…
4. Sánchez moviliza el Súper Puma y el Falcon 24 veces en 72 horas
Extremadura, Galicia y Zaragoza. "El presidente del Gobierno ha visitado los centros de mando frente a algunos de los incendios que asolan España en apenas 72 horas. Tres jornadas que han sido frenéticas, también para los pilotos del Ejército del Aire encargados de sus desplazamientos. Entre el helicóptero Súper Puma y el avión trirreactor, las aeronaves militares han despegado al menos en 24 ocasiones para cumplir con la agenda de Pedro Sánchez. Los movimientos contrastan con los del rey Felipe VI, que para visitar la zona de Las Hurdes afectada por las llamas empleó un único Súper Puma". Piense en ello cuando vuelva a llenar el depósito del coche.
5. Garzón lleva cinco meses sin llevar ni una propuesta al Consejo
"Hay algunos que podrían ser calificados como ministros 'fantasma' por su falta de propuestas e iniciativas. Es el caso de Alberto Garzón, ministro de Consumo, al que se le oye poco pese a los datos tan elevados de inflación, con incidencia directa en el precio de la cesta de la compra de los españoles, o el disparado coste de la energía y el combustible. La actividad de Garzón en el Consejo de Ministros se ha limitado, en los primeros 7 meses de 2022, a dos propuestas. Ha pasado 5 meses sin llevar nada, ni informes, ni acuerdos, ni reales decretos". Piense en ello cuando desde el Gobierno le recuerden que todos arriman el hombro para salir de esta crisis.
6. La obscena exhibición de Montero y sus amigas en Falcon a EEUU
Que una ministra viaje a Estados Unidos para reunirse con asociaciones civiles, con algún representante de la Casa Blanca -con la directora ejecutiva del Consejo de Políticas de Género de la Casa Blanca, Jennifer Klein, por ejemplo- y que incluso aproveche para hacer alguna visita cultural o turística, no debería ser noticia. Pero si la ministra lo hace en Falcon, con sus asesoras y colaboradoras –una de ellas, recolocada tras ser condenada a prisión y tener que abandonar la Asamblea de Madrid- y se dedica a hacer exhibición en redes como si se trataran de cuatro amigas que hacen turismo por la tierra del capitalismo salvaje, la cosa cambia.
"Y cambia porque la ministra Irene Montero –que dedica dinero público a hacer estudios de género que demuestran, supuestamente, que las mujeres contaminan menos- se ha ido en un Falcon del Gobierno –cuya huella de carbono multiplica la de un avión de línea regular ya que en uno van casi trescientas personas y en el otro, la ministra y sus amigas". Una vez más, piense en ello cuando le insistan en la necesidad de frenar el cambio climático y reducir la huella de carbono que deja su viejo coche de gasolina o diésel...
Y sobre todo, piense en estas cinco noticias de Vozpópuli de este verano (hay muchas más, pero no es cuestión tampoco de amargar lo que queda de agosto) cuando nuestros políticos patrios vuelvan a entrar en campaña, a pedirles el voto y a prometer que están en política para servir a los demás.
Sánchez lleva gastados 25,5 millones en su propaganda informativa de Moncloa con la inflación en récord
LUZ SELA. Okdiario. 21 Agosto 2022
La maquinaria de propaganda informativa que Pedro Sánchez dirige desde La Moncloa lleva ya consumidos más de 275 millones de euros desde que, en junio de 2018, el socialista llegó al poder gracias a una moción de censura. El presupuesto del Ministerio de la Presidencia para la «cobertura informativa» del Gobierno se ha ido reforzando en los últimos años, hasta el punto de suponer ya un desembolso anual de 79.464.000 euros, como se ha presupuestado para este año. De ellos, Sánchez ha gastado 25.534.000 euros hasta junio. Un periodo que coincide precisamente con el incesante incremento de la inflación, que se sitúa en el 10,8%, el dato más alto de los últimos 38 años.
El año pasado, y con los españoles ya golpeados por la gran crisis económica y social, el Gobierno de PSOE y Podemos destinó 72.828.000 euros a este fin. Un año antes, en plena pandemia, fueron 68.826.000 euros. Y en 2019, con Sánchez gobernando en solitario, 69.441.000 euros. Entre junio y diciembre de 2018, en los primeros meses de Sánchez en el poder, el coste de mantener la maquinaria de propaganda informativa ascendió a 39.212.000 euros. En resumen, el gasto total es de 275.841.000 euros.
La llegada del presidente socialista ha incrementado de forma considerable la cuantía destinada a esta partida, en comparación con el Gobierno de Mariano Rajoy. En 2017 -último año completo del presidente del PP-, ese gasto ascendió a 54.192.000 euros. En 2016, fueron 53.978.000.
Ese dinero se dedica a sostener el entramado de «política informativa» del Ejecutivo y sus funciones van desde la difusión de comunicados del Gobierno, el presidente y la reseña de las actividades del Consejo de Ministros, al «análisis de la coyuntura nacional e internacional» o la asistencia a las comparecencias de Sánchez tanto en territorio nacional como extranjero. También se ocupa de «la gestión de la comunicación ante situaciones de alerta nacional» o «el análisis de la legislación vigente en materia informativa».
No obstante, su misión principal es la difusión pública de la posición del Gobierno en los distintos temas de la política nacional como internacional, además «de las grandes líneas de acción política del Ejecutivo y de las diferentes medidas que las desarrollan».
Polémicas
La obsesión del presidente socialista por controlar sus mensajes supone un ingente desembolso a las arcas públicas, que se ha ido incrementando conforme empeoraba la crisis económica y social de los españoles. En este tiempo, varias medidas polémicas han puesto en el centro del debate el interés de Sánchez por vigilar a los medios.
Entre ellas destaca, por ejemplo, la llamada Comisión para la desinformación, un órgano que la oposición bautizó como Ministerio de la Verdad, y que tiene entre sus cometidos supervisar las supuestas campañas de fake news. Las propias asociaciones de periodistas respondieron entonces avisando que ese intento de control podría derivar en censura, pues en el procedimiento de actuación se admitía como uno de los propósitos «examinar» la «libertad y pluralismo» de los medios de comunicación y la «monitorización y vigilancia» de los medios.
En junio de este año, el Ministerio de la Presidencia -en manos de Félix Bolaños- puso en marcha el autodenominado Foro contra las campañas de desinformación en el ámbito de la Seguridad Nacional, un órgano cuyo objetivo es controlar la «desinformación» que, según Moncloa, supone «una amenaza y riesgo para la Seguridad Nacional». «Dichas campañas buscan polarizar a la sociedad y minar su confianza en las instituciones y suponen, además, una grave amenaza para los procesos electorales», esgrimen desde el Ejecutivo.
En este sentido, cabe recordar cuando, en abril de 2020, el entonces jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, el general José Manuel Santiago, desveló en una de las ruedas de prensa sobre la pandemia la existencia de una orden en la que se exigía perseguir bulos y desinformaciones que provocasen desafección a las instituciones del Gobierno. El mando policial reconoció que el Instituto Armado trabajaba en «minimizar todo el clima contrario a la gestión de la crisis por parte del Gobierno».
Ahora, la polémica rodea la nueva Ley de Secretos Oficiales -Ley de Información Clasificada- que abre la puerta a que los periodistas sean sancionados por difundir informaciones clasificadas. Las multas pueden llegar hasta los tres millones de euros. Moncloa asegura que el objeto de la norma no es impedir la libertad de información, pero en el texto no se excluye expresamente a los medios de comunicación de la posibilidad de sanción.
Intoxicar en español
JORGE VILCHES. la razon. 21 Agosto 2022
Solo el más cerril de los padres se puede negar a que su hijo estudie o conozca otro idioma. Enviamos a nuestra prole incluso a estudiar fuera para que aprendan inglés, no por gusto, sino para manejen con soltura esa herramienta que les facilite la vida laboral. Eso es lo natural, que los padres procuren que sus hijos triunfen en su entorno. Sin embargo, cuando la ideología pisotea ese impulso natural para cumplir un objetivo político, limitando con eso el desarrollo de los hijos, estamos describiendo una situación psiquiátrica equiparable a sabotear el homenaje a las víctimas de los atentados del 17-A.
El idioma ya no es el hecho diferencial, sino el equilibrio mental, la elección entre la lógica humanista y el fanatismo enloquecedor. Es absurdo que tenga que ser un Tribunal quien dicte que en la escuela se enseñe en dos idiomas. Tendría que ser una exigencia de los padres, que en caso contrario deberían utilizar su voto para echar a un Gobierno que usa a sus hijos como carne de cañón de un proyecto político.
No está de más recordar que el único sentido de un Gobierno es velar por el ejercicio libre de los derechos individuales, sobre todo de los más indefensos. Esta es la democracia que prospera. Lo contrario, cuando la población es una pieza moldeable para lograr un plan ideológico, es una dictadura que empobrece. Esto es lo que está pasando en Cataluña: un Gobierno que quiere moldear una sociedad a costa de la riqueza económica y cultural de sus habitantes.
España sigue siendo una democracia porque hay contrapesos. Por eso ha disgustado tanto la sentencia del Tribunal Superior de Justicia entre los nacionalistas, que quieren tener un sistema autoritario que dicte sin frenos ni control. Hacer la guerra a una sentencia evacuando otra ley o regateando con alegatos de leguleyo a costa de la educación de una generación de catalanes, debería pagarse en las urnas. Ahora bien, en ese juego de contrapesos podría haber actuado el Gobierno de España blindando el bilingüismo con un simple recurso al Tribunal Constitucional, porque es evidente que se vulneran los artículos 14 y 27 de la Constitución, los relativos a la igualdad y a la educación. Contar esto no es intoxicar.
No es intoxicar echar de menos a un Gobierno que vele por el cumplimiento de la Constitución en cualquier parte de España. A un Presidente que sea el símbolo de la libertad para todos, en el que se pueda confiar cuando hay un pulso al orden constitucional. ¿Es mucho pedir a Sánchez que aparque su ambición personal cuando no coincide con la garantía de los derechos de los españoles?
Quizá se pueda ver desde otro punto de vista, el de la conexión entre ingenieros sociales empeñados en dictar proyectos ideológicos. Es posible que a los socialistas no les chirríe que los nacionalistas tomen la educación y la cultura como una forma de adoctrinar porque comparten métodos, aunque con ello se empobrezca a la población. No lo olvidemos, forzar a una población a enterrar un idioma es empobrecerla.
Una prueba de este desquiciamiento impropio de una democracia es que tenga que ser una asociación la que ocupe el lugar del Gobierno en la defensa de la Constitución. Imagino que dar noticia de que existe una Asamblea por una Escuela Bilingüe en Cataluña, que reclama el cumplimiento de una sentencia para la mejor educación de sus hijos es un acto de evidente fascismo, un estorbo a la labor de la coalición progresista, y una intolerable intoxicación.
Habrá quien diga que este artículo intoxica porque no soy catalán ni vivo en Cataluña. Dirán que no tengo derecho a hablar, y menos en español, de que un Gobierno ideológico pisotee derechos. Bueno, pues confieso cometer ese delito de apropiación cultural. Quedo a la espera de que los woke progres y nacionalistas dicten sentencia de ostracismo, saquen las antorchas y quemen mis libros.
Otro idioma
Nota del Editor. 21 Agosto 2022
En la juventud, época de fantasmas y faroles, se cree que los idiomas son para aprenderlos, cuantos más mejor. Con la edad, viene la sabiduría de que los idiomas son una carga difícil de llevar, de aprender, de mantener, de comprender, incluso se nota que la propia lengua materna, en constante evolución, demuestra que tenemos inumerables lagunas. Y ello sin entrar en aspectos técnicos profesionales.
Todo
el esfuerzo que se dedica a aprender otro idioma se resta al
aprendizaje de otras materias, el cerebro tiene su capacidad
limitada, así que dejémonos de predicar que el
conocimiento de muchos idiomas es algo eficaz o necesario.
LEY DE "MEMORIA DEMOCRÁTICA"
La ley de ‘Memoria’ de Sánchez blanquea crímenes marxistas: el horror de la familia Palacios en Posadas
SEGUNDO SANZ. Okdiario. 21 Agosto 2022
La mal llamada Ley de Memoria Democrática impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez para reemplazar la norma de Zapatero de 2007, establece que «se reconoce y declara el carácter ilegal y radicalmente nulo de todas las condenas y sanciones producidas por razones políticas, ideológicas, de conciencia o creencia religiosa durante la Guerra Civil».
De igual modo, el polémico proyecto de ley, actualmente en tramitación parlamentaria, impone «la nulidad de las condenas y sanciones y la ilegalidad e ilegitimidad del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo, el Tribunal de Orden Público, así como los Tribunales de Responsabilidades Políticas y Consejos de Guerra».
Tales preceptos sirven así al Ejecutivo socialcomunista y sus aliados separatistas para blanquear las condenas que guardaron relación con horrendos crímenes marxistas y que no siempre fueron penas de muerte. Así, hubo quienes fueron sentenciados a reclusión perpetua y luego acabaron en libertad, por ejemplo, mediante indulto, pese a su participación en hechos luctuosos.
Es el caso de Esteban González Izquierdo, alias Lunares, que formó parte de la banda de milicianos que rodearon y asaltaron la casa de la familia Palacios en Posadas (Córdoba), donde murieron tiroteados Pedro y Manuel, tras sacarlos a la calle, delante de su madre, sus hermanas y su hermano Juan, de 15 años.
Los sesos del primero, al que descerrajaron un disparo en un ojo, acabaron en el empedrado y la sangre llegó hasta una sobrina de 5 años, en las inmediaciones. El segundo, Manuel, con impacto de escopeta, falleció «veintidós horas después». Estos dos asesinatos fueron las primeras muertes en este municipio cordobés aquel fatídico julio de 1936.
El encartado Esteban González Izquierdo fue identificado por la Guardia Civil (informe del teniente Antonio Valderrama Arroyo) y por vecinos del pueblo como uno de los asaltantes. Es más, en el Consejo de Guerra que se le aplicó -consultado por OKDIARIO- figura que «derribó la puerta (de la casa de los Palacios) con un hacha», a partir de la declaración de uno de los testigos.
Puerta de la casa donde fueron fusilados los hermanos Palacios.
En este contexto, el Tribunal Militar no pudo probar que él apretara el gatillo contra los hermanos Palacios, de ahí que no fuera condenado a pena de muerte, frente a lo que le ocurrió a Antonio y Miguel Pavón Fernández (fusilados), sino a «reclusión perpetua» (conmutada por 20 años de prisión) como «autor del delito de adhesión a la rebelión militar», según sentencia del 1 de junio de 1943. Seis años después, González Izquierdo recibió el indulto.
Ahora, el Gobierno de Pedro Sánchez quiere anular tales condenas, tratando de negar la participación de este izquierdista en aquella ignominia. Borrando su pasado más negro. A ello se une la colaboración de adeptos cronistas y asociaciones afines que se autodenominan memorialistas. Tanto es así que los nombres que aparecen en los Consejos de Guerra con una participación mayor o menor en el asedio, asalto y crimen de los Palacios se han mantenido bastante al margen. Hasta se ha llegado a victimizar a algunos milicianos marxistas enfatizando que «sufrieron un desmayo» cuando vieron tanta sangre en aquella calle de Posadas.
Es más, estos memorialistas de corte socialista incluso confunden a Pedro Palacios, que fue juez, con su hermano Manuel, estudiante de Medicina en Granada, o dicen que ambos fueron tildados como «los verdugos del pueblo por haber disparado» contra los milicianos. En realidad, los dos hermanos, militantes de Acción Popular, entregaron las armas tras una resistencia inicial y únicamente Pedro fue llamado así por haber sido juez del municipio, según consta en los Consejos de Guerra y boletines oficiales consultados por este periódico. No obstante, otros elementos sobre semejante ensañamiento con esta familia de derechas todavía están por conocerse.
Escopetas
OKDIARIO reproduce aquí los nombres de quienes «se encontraban allí tomando parte directa o indirectamente en los hechos» que derivaron en el asesinato de los hermanos Palacios el 22 de julio de 1936, según consta en los Consejos de Guerra analizados, con declaraciones de detenidos y testigos. Tales izquierdistas, la mayoría de ellos armados con escopetas, pistolas y hachas, fueron Antonio y Miguel Pavón Fernández; Esteban González Izquierdo Lunares; los Carmona, alias los Gilenos; Manuel Fernández, el Carnicero; Pedro Berenguer Díaz; o Antonio Haba Rodríguez y Matencio El Menor, que «eran los que dirigían el grupo diciendo donde debía colocarse cada uno».
También aparecen Francisco Ojeda Roque, Juan López Guisado, Fernando y Manuel Aguirre Valverde; Luis Bocero Urbano, Papa Luis, Francisco Arroyo Bernete, el Arroyo; Antonio Díaz Campoy; José Sebaquevas Martínez; Rafael Campos Fernández, Diente de Oro; Manuel Martín Moreno, el Colón, y Francisco Valle Alonso, el Cojo Coquina, entre otros. Este último fue condenado por el asesinato de las Seis Laicas de Posadas, violadas y arrojadas a un pozo. Desde el año pasado, son Beatas de la Iglesia Católica, como se hizo eco este periódico. Tres de ellas, Antonia Durán Palacios (26 años), Julia Durán Palacios (31 años) y su madre, Antonia Palacios Bonilla (59 años), eran familiares de Pedro y Manuel Palacios.
Auto de procesamiento de Esteban González Izquierdo.
De otro lado, cabe reseñar que en la relación de izquierdistas vinculados al trágico final de los hermanos Palacios figuran varios jefes de las escuadras de escopeteros, que según consta en los consejos de guerra estaban a las órdenes directas del Comité Revolucionario. De hecho, uno de esos cabos, el ya mencionado José Sebaquevas Martínez, era a su vez miembro del Comité que presidía el alcalde republicano José Martínez Santiago, el Mellizo (luego enrolado en el PSOE). En este órgano también destacaba el socialista Virgilio Ferri Vidal, autodenominado «Ministro de la Gobernación», como subalterno del primero.
«Jefes de los rojos»
En un Consejo de Guerra donde testifica María Palacios, madre de los asesinados, relata cómo Martínez Santiago y Ferri eran los «principales dirigentes» del grupo de individuos que, procedentes del campo y previa parada en el Ateneo, sede del Comité Revolucionario, se dirigieron en «forma tumultuosa y provistos de armas de fuego» al registro de casas del pueblo, incluida la suya, donde se congregaron alrededor de 200 personas.
Otros testigos también calificaron al alcalde y a su mano derecha como los «verdaderos jefes de los rojos» y los situaron detrás de otras masacres en esta villa por parte de los milicianos, como el asesinato de una docena de guardias civiles en el Salón de Plenos del Ayuntamiento o el de medio centenar de vecinos en el Centro Antipalúdico.
En esta clínica también murieron José y Francisco Uceda Palacios, Pedro Palacios Bonilla y Andrés Durán Palacios, todos ellos parientes de los hermanos Pedro y Manuel y de tres Laicas. En total, nueve ejecuciones en una misma familia por parte de la canalla marxista, la misma que Pedro Sánchez trata de ocultar a golpe de revisionismo histórico.
******************* Sección "bilingüe" ***********************
INDEPENDENTISMO
Padres contra la dictadura lingüística: «A mi hijo no le ponían la comida en el cole tras pedir español»
LUZ SELA. Okdiario. 21 Agosto 2022
El apoyo expreso del Gobierno de Pedro Sánchez a la imposición del catalán culmina la ‘dictadura lingüística’ que, desde hace años, vienen padeciendo miles alumnos en Cataluña. Aquellos que, ni más ni menos, reclaman que se cumpla la ley y se respete el 25% de español en el aula al que obliga la Justicia. Recientemente, el Tribunal Supremo confirmaba la anulación de los proyectos lingüísticos de dos escuelas públicas que no contemplaban el carácter vehicular del castellano como lengua oficial, junto con el catalán. Una situación que se repite por toda la comunidad autónoma. El Govern separatista ya ha retado a los tribunales y afirma que no acatará las sentencias que piden respetar el aprendizaje del español en el aula. Defienden que son «inaplicables» tras la aprobación de un decreto ley y una ley de usos lingüísticos que suprimen la aplicación de porcentajes e instan a los centros a imponer el catalán y, con ello, a marginar a quienes solicitan el castellano.
Reconocer los derechos de estos alumnos es desde hace años la batalla que vienen asumiendo las propias familias ante una Generalitat que sistemáticamente incumple la igualdad educativa. Sus historias relatan el acoso y la discriminación por pedir que se cumpla la ley. Quique (pide mantener su apellido en el anonimato) peleó en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para que se reconociese el derecho de su hijo a aprender parte de sus asignaturas en español. Lo logró pero, a cambio, el pequeño y toda la familia sufrió una auténtica persecución. La situación, insostenible, acabó con el traslado a Madrid, donde residen desde hace unos meses y donde han podido iniciar con esperanza una nueva vida.
«Vivíamos en un pueblo pequeño de mayoría separatista y era muy fácil identificarnos. Hemos sufrido muchas represalias, amenazas, llamadas anónimas insultando a mi hijo. A mí me han amenazado directamente, cara a cara», relata, en conversación con OKDIARIO. Indignado, recuerda también cómo incluso a su padre intentaron perjudicarle en su trabajo.
Un acoso que su hijo sufrió en primera persona. «Llegó un día del cole y me dijo: ‘Papá, no me han puesto la comida en el comedor, levanté la mano y me la pusieron’. Pensé que habría sido un despiste, pero esperamos varios días y seguía igual». Tampoco recibió más invitaciones a los cumpleaños.
Este padre recuerda cómo, cuando salieron las cautelares que reconocían el derecho de su hijo a estudiar en español, un padre empezó a gritarle a las puertas del colegio, delante de los pequeños. Otras familias también le dieron la espalda. «Me miraban como si fuese un ogro y me decían: mira lo que les has hecho a los niños. Y yo respondía: ahora tienen todos sus derechos completos». Otros padres, destaca también, le dieron las gracias.
«Por eso me he ido, no quiero que mi hijo se críe en ese ambiente, que tenga que vivir en ese odio», confiesa. Fue una decisión complicada, un cambio de vida para todos. Dejar atrás la tierra, asegura, «no es un plato de buen gusto». «Es muy duro tener que irte porque te amenazan, te señalan y se meten con el niño. Pero te dicen que te largues, que no quieren gente así, no quieren que reclames tus derechos. Lo que se vive en Cataluña es una especie de dictadura y nadie puede estar por encima de la ley. Es muy grave, y la única salida que veo son los tribunales», lamenta.
En julio, el Gobierno de Pedro Sánchez se plegó a las exigencias separatistas y pactó el reconocimiento pleno de su política lingüística, lo que implica la vulneración de la sentencia que obliga a impartir al menos un 25% de las clases en español. No oculta su indignación: «Sánchez cede al chantaje para seguir en La Moncloa. Pisotean nuestros derechos y nos tratan como una mercancía, no nos amparan. Y somos muchos los que pedimos lo mismo en Cataluña».
El 18 de septiembre, la plataforma Escuela de Todos saldrá a la calle con el lema Español, lengua vehicular para reclamar «la igualdad de los derechos lingüísticos de los alumnos catalanes que desde hace más de 30 años se ve vulnerada». La plataforma está formada por organizaciones como la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), Impulso Ciudadano, Asociación por la Tolerancia, S’ha Acabat o Sociedad Civil Catalana, entre otras y lucha por lograr la igualdad de derechos lingüísticos en la enseñanza.
«Hay motivos de sobra para ir porque pisotean nuestros derechos y el Gobierno de España nos desampara», anima. «Siempre han pretendido silenciarnos y es momento de alzar la voz y que se sepa lo que están viviendo en Cataluña. Que si pides un derecho no se respeta, se coacciona y se intenta silenciar. Estamos desamparados hasta por el Gobierno de España, que mercadea con nuestros derechos para mantenerse en La Moncloa», denuncia.
El castellano en las aulas: la batalla sin fin en Cataluña
«Ningún Gobierno ha tenido tan cerca blindar el bilingüismo como el de Pedro Sánchez», advierte la AEB sobre el conflicto en la educación
CRISTINA RUBIO. BARCELONA. la razon. 21 Agosto 2022
Con el apoyo a la independencia bajo mínimos –el «no» a la secesión (52%) registra cifras históricas, mientras el «sí» (41%) continúa en caída libre– y los partidos embarcados en una lucha sin cuartel por la hegemonía del movimiento, el catalán se ha convertido en la nueva punta de lanza soberanista. Una batalla recrudecida a raíz de la histórica sentencia del Tribunal Superior de Justicia en Cataluña (TSJC) que tumba el sistema monolingüe y fija un mínimo de dos asignaturas en castellano, el conocido 25%.
El Govern de Pere Aragonès se afanó pronto en levantar un auténtico armazón jurídico –con un decreto y una nueva ley de usos lingüísticos– para hacer «inaplicable» el 25% y no cumplir con la sentencia marco. Ahora, ambas normas están en manos del Constitucional, que debe resolver qué hacer mientras la Generalitat sigue adelante con el desacato. Todo con la pasividad de la Moncloa: el Gobierno podría presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional para pedir la impugnación tanto del decreto como de la ley y lograr así instaurar el 25% de español, un escenario que parece del todo improbable. «Ningún Gobierno ha tenido tan cerca blindar el bilingüismo como el de Pedro Sánchez», advierte la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB).
Mientras tanto, la Generalitat sigue con la ofensiva y también quiere retirar el 25% de español de aquellos centros que sí lo aplican a nivel individual, en clases concretas. La situación dio un nuevo vuelco después de que el Supremo tumbara los planes lingüísticos de dos escuelas catalanas –una de Barcelona y otra de Abrera– por marginar el castellano. «Se trata de un auténtico golpe de timón. El tribunal se refiere a la vehicularidad del castellano, no únicamente al porcentaje en cuestión», explica en declaraciones a este medio Ana Losada, la presidenta de la entidad.
Sin embargo, la Generalitat ha hecho caso omiso a este nuevo varapalo judicial y ha aprovechado para lanzar una nueva ofensiva: rechaza acatar al Supremo, mantendrá los proyectos lingüísticos anulados y presiona para que las 10 escuelas en las que actualmente se aplica el 25% de español de forma cautelar e individualizada lo retiren. Así lo desveló la número dos del consejero de Educación de la Generalitat, la secretaria general del departamento Patrícia Gomà, quien abundó que hoy en día hay 22 colegios en Cataluña que aplican dos clases en castellano porque alguna familia así lo solicitó y el TSJC les ha dado la razón, entre ellas la decena mencionada.
¿Qué ocurrirá ante este nuevo escenario? Desde la AEB recuerdan que su aplicación «es responsabilidad» de los directores de cada centro y avisan del desacato que supondría retirar el 25% «a estas familias sin aval judicial». «Ninguna escuela puede tomar esa decisión sin aval del TSJC», asegura Losada rebatiendo las palabras de Gomà, quien aseguró que el bilingüismo es «inaplicable».
Aquí radica precisamente otra de las claves de la odisea para blindar el bilingüismo en las aulas: el Govern de Pere Aragonès se escuda en dos normas aprobadas expresamente con el objetivo de esquivar la sentencia del castellano –el mencionado decreto y la ley del Parlament- para alegar ante los tribunales que el marco legislativo «ha cambiado». El Gabinete Jurídico de la Generalitat se acoge al artículo 132.1 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-administrativa, que señala que si varían «las circunstancias» durante la aplicación de unas medidas cautelares, estas se pueden modificar o revocar. Y para la Generalitat, tanto la ley de usos lingüísticos -aprobada con el PSC y los Comunes- y el decreto ley 6/2022 han cambiado «las circunstancias». En palabras del Ejecutivo, «esta sentencia es inaplicable, ha quedado desfasada».
No obstante, en la AEB aseguran que a raíz del posicionamiento del Supremo se abre un nuevo camino para que las familias contrarias al sistema monolingüe en catalán puedan pedir una revisión del proyecto lingüístico y dar más espacio al castellano.
En paralelo discurre el periplo de las familias para lograr la aplicación del bilingüismo en todo el sistema educativo catalán. La entidad ha presentado un recurso contencioso administrativo contra las instrucciones de la Generalitat para que los centros públicos y concertados apliquen la inmersión sólo en catalán y arrinconen el castellano. La AEB considera que las directrices del Govern vulneran los derechos fundamentales a la no discriminación (artículo 14 de la Constitución) y a la educación (artículo 27) y el Alto Tribunal podría posicionarse incluso este mes de agosto.
En medio de este enjambre judicial, cabe recordar que el Ejecutivo de Pedro Sánchez asumió en la última reunión de la mesa de diálogo la política lingüística de la Generalitat y dio carpetazo al 25% blindando el catalán. «El Gobierno es uno de los responsables de la no aplicación del 25%», concluye la AEB.
Gran manifestación el 18 de septiembre
Sigue la presión de la sociedad civil, con la AEB a la cabeza, para protagonizar una histórica manifestación el próximo domingo 18 de septiembre en el Arco de Triunfo de Barcelona, a un paso de la sede del Palacio de Justicia de la capital catalana. Las entidades quieren posicionarse desde la calle a favor del bilingüismo en las aulas y hacen un llamamiento a la ciudadanía. De momento se fletarán autocares desde varios puntos de Cataluña tras las demandas recibidas, e incluso habrá traslados desde Madrid y Valencia.
Recortes de Prensa Página Inicial