Recortes de Prensa  Lunes 5 Septiembre 2022

JORNADA 194 DESDE LA INVASIÓN RUSA.

Zelenski asegura que los rusos utilizan Zaporiyia como arma nuclear

el confidencial. 5 Septiembre 2022


El dirigente ucraniano ha mantenido una conversación telefónica con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en el marco de la aprobación de un precio máximo al petróleo ruso y el posible tope al gas


El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha asegurado que el Ejército ruso utiliza la planta nuclear de Zaporiyia como arma, según ha declarado en una entrevista a la cadena estadounidense ABC News. "Verás, ocuparon nuestra estación nuclear, seis manzanas. La más grande de Europa. Significa seis veces Chernóbil; significa el mayor peligro en Europa", ha afirmado antes de añadir que esto "significa que usan armas nucleares". En este sentido, el mandatario ucraniano ha aseverado que no debería haber personal militar: "No debería haber ningún equipo militar en el territorio. No debería haber trabajadores de la planta rodeados de personas con armas de fuego", ha agregado.


Mientras, Ucrania planea apoyar a Alemania suministrándole energía ucraniana con el objetivo de limitar la dependencia de Berlín de las importaciones de la energía rusa. "Actualmente, Ucrania exporta su electricidad a Moldavia, Rumanía, Eslovaquia y Polonia. Pero estamos preparados para expandir nuestras exportaciones a Alemania", ha afirmado el primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, a DPA. Shmyhal ha asegurado que comentará esta medida con las autoridades alemanas durante la visita que realizará este fin de semana a Berlín, ya que tienen "suficiente electricidad en Ucrania gracias a las centrales nucleares". De igual modo, Zelenski y Von der Leyen abordaron las opciones para limitar los ingresos de Rusia.


Las claves del momento

Kiev asegura que Moscú usa Zaporiyia como arma nuclear

Zelenski y Von der Leyen abordan medidas para frenar los ingresos de Rusia

El Kremlin dice que las sanciones han provocado una "gran tormenta global"

Ucrania denuncia que Rusia manipuló la visita a la central nuclear


08:53 — La gigantesca imagen del abrazo entre un soldado ucraniano y otro ruso plasmada en un mural en la ciudad australiana de Melbourne, fue borrada tras la indignación de parte de la comunidad ucraniana en Australia, incluido el embajador, y centenares de usuarios en las redes sociales que la consideraron "ofensiva".


"Mi intención nunca fue hacer daño a nadie, por eso la hice y me quedé hasta las 3 de la mañana para pintar sobre ella", dijo este lunes el autor de este mural, el artista australiano Peter Seaton, conocido como CTO, a la emisora pública ABC, al referirse a esta imagen que este lunes está cubierta por una capa gris.


08:00 — El portavoz del Gobierno ruso, Dimitri Peskov, ha asegurado que las sanciones de Occidente han provocado una "gran tormenta global", a pesar de lo cual Rusia ha logrado mantener la estabilidad, según ha declarado en una entrevista que publicará la agencia rusa TASS este lunes.


"Los procesos mundiales están teniendo actualmente un efecto adverso. Más bien, está comenzando una gran tormenta global", ha afirmado el portavoz del Kremlin.


EUROPA

Zaporiyia pierde su último reactor y Ucrania se queda sin red eléctrica tras los últimos bombardeos

E. Lavilla. Agencias. El espanol. 5 Septiembre 2022


El último bloque que albergaba el reactor que quedaba en funcionamiento en la central nuclear de Zaporiyia ha quedado desconectado después de que los bombardeos rusos de este lunes hayan interrumpido las líneas eléctricas, según ha comunicado la compañía ucraniana Energoatom. De esta forma, la red eléctrica de Ucrania queda desabastecida.


La planta nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, cayó bajo control del Kremlin el pasado mes de marzo pero todavía se encontraba en funcionamiento gracias al trabajo de los operarios de la compañía estatal Energoatom.


"Hoy, por culpa del incendio que han provocado los bombardeos, el último bloque de producción de energía ha quedado desconectado", ha anunciado Energoatom en un comunicado publicado en Telegram.


"Como resultado, el reactor número seis, que suministra la energía para cubrir las necesidades de la planta, ha quedado descargado y desconectado de la red eléctrica", añade el aviso, que ha sido difundido por la agencia Reuters.


La planta de Zaporiyia ha sido bombardeada con regularidad en el último mes y tanto Kiev como Moscú se culpan mutuamente de los ataques.


Macron apela a la seguridad

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha pedido este mismo lunes la retirada de las tropas rusas de Zaporiyia, cuya seguridad debe respetarse de forma imperiosa.


Macron ha explicado su posición durante una conversación telefónica con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, con el que debatió la misión del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) a esa planta nuclear.


El dirigente francés "reiteró la imperiosa necesidad de preservar la seguridad de las instalaciones nucleares, lo que solo puede llegar por la retirada de las fuerzas rusas", añadió la sede presidencial francesa en un comunicado recogido por Efe.


Además, Macron preguntó a Zelenski por las necesidades militares, humanitarias y económicas de Ucrania y recalcó el "pleno apoyo de Francia" a que el país recupere su soberanía territorial y su seguridad.


El presidente francés también mostró su determinación a combatir "la fractura del mundo" creada por la invasión rusa de Ucrania y la campaña de "manipulación de la información" por parte de Moscú.


Por otra parte Zelenski, en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, señaló que la "sustancial" conversación con Macron se extendió durante una hora y media, y en ella explicó a su interlocutor la situación actual en el frente.


Sevilla: pinchazo en la primera etapa de la vuelta sanchista a España

PEDRO DE TENA. libertad digital. 5 Septiembre 2022

O,quién sabe, primera etapa de la revuelta española contra Sánchez y su cohorte de jacobinos cada vez más asustados ante la reacción popular contra el largo caballero. En un clima de sucesivas demoscopias adversas –PP, Vox y el pecio de Cs superan ampliamente la mayoría absoluta e incluso el 50 por ciento del total de los votos—, Pedro Sánchez ha decidido dar una vuelta política a España. Ha empezado por Sevilla, donde hay alcalde de la cuerda y ex alcalde ahorcado, Juan Espadas, y en un barrio de la cuerda, Pino Montano, cuyas calles están dedicadas a los oficios populares, desde los Pintores hasta las Tintoreras.


Vamos, que la elección del paseo y el homenaje no pudo estar mejor diseñada si se tiene en cuenta que el barrio, inequívocamente obrero, también está gobernado por alguien de la cuerda socialista, Juan Carlos Alejandre Alejandre, que se decía independiente aunque iba en las listas del PSOE. El acto iba a tener lugar en la sede de la Comunidad de Propietarios y residentes, que linda con calles como Estibadores, Alfareros y Costureras. Estaba previsto que el acto fuera cerrado y para afines para evitar las imprevisibles reacciones de la gente, algo relevante en quienes se dicen del "partido de la gente" en el lema que esgrime Moncloa en su propaganda sobre esta gira política. Pero había que llegar. El camino.


La excusa, como es costumbre, ha sido darle un premio al ¿turista? del año, porque es de las pocas veces que Sánchez sale de las "cuatro paredes" de Moncloa y del Falcon y la primera en su vida que ha ido a este barrio, uno de los más grandes y habitados de la Sevilla de a pie. Por cierto que allí estaba María Jesús Montero, la Moponga, que arrasa los bolsillos de los ciudadanos, pobres y ricos, para hacer caja en Hacienda, frenar el déficit y la deuda, aunque sea a costa de la energía, del combustible o de lo que sea. Y, bingo, el "mopongo" de la ministra tuvo éxito y un numeroso y, claro está, organizado grupo de sevillanos se opusieron y de qué modo, al todavía presidente. Él mismo comentó que el coro estaba bien de pulmones.


Yo creo que la prepotencia se va apoderando de los habitantes de la Moncloa, sobre todo del primero de entre ellos. Se habló, desde Adolfo Suárez, de ese síndrome que mina la confianza y aisla de la realidad a nuestros presidentes. En el caso de Pedro Sánchez, es mucho más que un síndrome. Su prepotencia no es una afección clínica sino una decisión voluntaria. Lo que la gente piense, sufra, quiera, desee o necesite le importe un c…omino. Él va a lo suyo, a mantenerse en el machito todo el tiempo que pueda, sostenido por quiénes sean y esposado poco a poco y para la Historia por delincuentes y golpistas. No tiene que estar atento a la gente, ni siquiera a la suya. Él tiene que atender a su imponente, insaciable y fraudulento ego personal que está llevando a la ruina a su propio partido y a algunos de sus socios.


La gente que fue el sábado a su mitin es gente que sufre más del diez por ciento de inflación, que ve subir sus recibos de la luz a niveles nunca vistos, que no puede llenar el depósito de su coche como antes, que va a Mercadona, a Lidl, o a Aldi, o a Covirán o a Más o Día o cualquier otro hipermercado popular y advierte que por las mismas compras lo que tiene que pagar es escandaloso. Su gente se lo calla y lo aguanta. Pero la gente que se salta las disciplinas y los cordones de seguridad, lo grita. Y no sólo es el bolsillo, siendo fundamental. Sonó en Pino Montano un grito: "Que te vote Txapote". Eso es otra cosa. Dirán sus consoladores que fue gente de la extrema derecha. Vale. Pero, ¿en qué se equivocaba ese vaticinio?


La vuelta sanchista a España ha comenzado con pinchazo, con caídas y con accidentes, como era de prever. Sólo un tipo descarado e insensible podía creer que el barrio de Pino Montano y las calles de Sevilla son suyas por un innombrable código genético-político. Ahora vendrán los ajustes de cuentas. ¿Qué controla Juan Espadas, "puñalitos" ya, que se ha negado a pedir un inulto (que no indulto, véase el diccionario) de José Antonio Griñán? ¿Qué domina su sucesor en la alcaldía de Sevílla Antonio Muñoz, que nació en La Rinconada, cruel destino si los dioses le abandonan? ¿Qué clase de influencia tiene la Moponga de Triana que no puede ni fiscalizar un barrio afín?


No sé qué pensar pero me da en la nariz que la revuelta popular española contra Sánchez y su directorio autoritario iniciada en Sevilla no ha hecho más que empezar, y va a hacer que muy pronto el jefe del equipo social-comunista-separatista se retire de su vuelta sanchista a España. No habrá "resistente" que resista las 29 etapas restantes con este pelotón.



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¿Cómo hemos podido consentir tanto?

Jesús Cacho. vozpopuli. 5 Septiembre 2022

Vuelva usté en septiembre. Solía ser el veredicto inapelable con el que el catedrático de matemáticas del Instituto Jorge Manrique de Palencia al que un servidor sufrió en sus años de estudiante de bachillerato despedía a los alumnos incapaces de aprobar la asignatura en junio. Vuelva usté en septiembre. La irrefutable autoridad de aquel hombre cuya fama de hueso traspasó las fronteras provinciales, obligaba al cateado a ponerse las pilas y trabajar con denuedo durante el que entonces nos parecía interminable verano para poder superar el listón en septiembre. Y si uno estudiaba y se sabía la asignatura, pasaba. Me he acordado estos días de aquel cátedro al que veíamos entrar en el aula con un indisimulado respeto lindando con el pavor porque su nivel de exigencia reclamaba imperativo de su grey el esfuerzo necesario para poder obtener la recompensa del aprobado. Al contrario de lo que ocurre hoy en España. Nos fuimos de vacaciones con el país hecho unos zorros, íntimamente dispuestos a disfrutar unas semanas de la playa como si no hubiera un mañana, y la vuelta al cole nos sorprende con una España igualmente descompuesta, todo manga por hombro, sin atisbo en el horizonte de reforma o cambio de rumbo, y con el pesimismo convertido en moneda de curso legal en el mercado de las expectativas colectivas. Un país que se cae a pedazos.


Aquí nadie estudia. Suspendemos en junio y volvemos a suspender en septiembre. Cena de viejos amigos en mi Palencia natal. Eclosión de afectos, serial de anécdotas, abundancia de risas, buena comida y humor que fluye espontáneo hasta que, a última hora, casi lindando con las despedidas, a alguien se le ocurre mentar la soga en casa del ahorcado, hablar de España y su circunstancia, sacar a colación la situación del país. Y ahí se acaba la alegría. Entonces irrumpe la depresión. "Qué equivocados estábamos", resume un amigo muy querido. "Nosotros que nos creímos los reyes del mambo, que nos imaginamos los grandes triunfadores del siglo, casi unos artistas que habíamos sido capaces de sacar a este país de las catacumbas de la dictadura y la miseria, asistimos ahora perplejos al espectáculo de una España donde todo está en quiebra, donde la propia democracia está en entredicho… ¿En qué se ha equivocado nuestra generación? ¿Qué clase de chapuza hicimos con la famosa transición? ¿Cómo hemos podido consentir tanto…?".


El gran país que en algún momento de los noventa asombró al mundo y mereció sus respetos parece a punto de irse por el desagüe. Ha fallado la clase política, desde luego, pero también la empresarial-financiera, la intelectual (si alguna vez hubo tal cosa) y naturalmente la periodística. Se ha producido una quiebra radical de los valores que en la segunda mitad del siglo pasado sacaron de la pobreza extrema a este país. Se ha quebrado el prestigio de las instituciones. Las leyes no significan nada. Ante la aparente indiferencia general, se hacen leyes chapuza que apenas reflejan el intento de una minoría de izquierda radical de imponer su cosmovisión sobre la mayoría silenciosa. Las leyes no se cumplen. Leído el jueves: "Ningún aula aplicará en Cataluña el 25% de castellano este curso", a pesar de la sentencia en contra del TSJC.


Un tal Comité de Derechos Humanos de la ONU emite una condena a España por la supuesta vulneración de derechos de los autores del golpe de estado de octubre de 2017 y el Gobierno de España calla cual muerto. Lo denunciaba Eva Parera, de Valents, este viernes: "Es muy grave que Sánchez no defienda los intereses de España ante dictámenes que no se ajustan a la realidad y que encima han sido subvencionados por la Generalitat con casi 200.000 euros". Iñaki Ellakuría elevaba en El Mundo la suma de lo abonado a "casi un millón de euros desde el año 2019". Ocurrió lo mismo el pasado julio, con motivo del supuesto espionaje con Pegasus a políticos independentistas. Sánchez acepta que se humille a España a pesar de estar al corriente del montaje urdido entre los separatistas y sus amiguetes del Citizen Lab (Universidad de Toronto). El propio Sánchez y su ministro Marlaska, "Marlasqueta", como lo ha bautizado Jiménez Losantos, acaban de acercar a cárceles del País Vasco a dos de los más sanguinarios pistoleros de ETA, Txapote y Henri Parot, presos por Presupuestos, lo que no es obstáculo para que el aventurero de Moncloa asegure en público que los etarras "cumplirán íntegras sus penas" cuando sabe que el asunto ya no está en sus manos una vez transferidas las competencias en materia penitenciaria. ¿Cómo hemos podido consentir tanto?


El personaje sigue desplegando su infinita capacidad para embarrar el campo con polémicas artificiales destinadas a camuflar bajo el fuego fatuo del engaño su ausencia de talla, intelectual y moral, para resolver los interrogantes del momento. Ayer mismo en Sevilla: "Sánchez radicaliza su discurso y acusa a la derecha económica y mediática de ir de la mano del PP", titulaba José Carlos Villanueva en Vozpópuli. En la balsa de piedra a la deriva en que se ha convertido España nadie se ocupa de las cosas importantes. La situación se deteriora paulatinamente tanto en el frente político como en el económico sin que nadie toque a rebato sobre la necesidad de unas reformas hoy más importante que nunca para enderezar el rumbo. Los datos de paro y afiliación conocidos el viernes adelantan un futuro cargado de incógnitas. "La subida del paro y la destrucción de 190.000 empleos en agosto confirman la desaceleración", escribía el viernes Mercedes Serraller.


"El descalabro se anticipa generalizado para la economía europea", contaba aquí ayer Carmelo Tajadura. La subida de tipos, probablemente del 0,75%, que el BCE anunciará el jueves, mermará sin duda la renta disponible de las familias endeudadas y afectará a la cuenta de resultados de las empresas, muchas de ellas en números rojos. La decisión del tirano ruso de cerrar el gasoducto Nord Stream (que al parecer se ha caído también desde un sexto piso en Moscú) anuncia un invierno de combustible racionado que mermará considerablemente el crecimiento. Lo peor de la crisis que llega, lo que la hace más temible en el caso español, es la incapacidad de este Gobierno para tomar las medidas correctoras llamadas a amortiguar su impacto. La recesión amenaza a un país con los fundamentales de su economía muy castigados por una serie de decisiones erróneas, casi todas producto de la ideología, que han dejado las cuentas públicas sin margen para la reacción. Padecemos un Gobierno doctrinalmente volcado hacia el gasto público como única forma de pagar los peajes que le imponen sus socios y proseguir su política de compra de votos. Leído estos días: "Calviño sugiere un alza salarial moderada para los empleados públicos para frenar la inflación". Sin que cupiera duda alguna sobre esa subida salarial en año electoral, ¿piensa la señora Calviño, la incompetencia hecha sonrisa, domeñar la inflación subiendo salarios a los funcionarios e indexando las pensiones al IPC? Misterios de una tropa a la que le da lo mismo la inflación, la sostenibilidad de las finanzas públicas y todo lo demás.


Los españoles llevamos años registrando descensos continuados en los niveles de renta per cápita y esa tendencia se va a acentuar. Vamos a ser más pobres, con la pobreza llamando a la puerta de esas "clases medias trabajadoras" a las que Sánchez dice querer proteger. Las clases medias como paganas de la crisis, porque los ricos, muy asustados por el impuestazo a banca y energéticas decretado al más puro estilo del "exprópiese" chavista, van a seguir siéndolo con independencia de la política fiscal del Gobierno. Esos ricos escondidos, esos grandes empresarios cuya voz apenas se escucha en el desierto de sumisión a un bandolero sin escrúpulos en que se ha convertido España. Aquí solo prospera quien vive agarrado a las faldas del presupuesto o tienen capacidad de chantajear. Nuestro héroe, por eso, es Villarejo, que esta semana confesaba ante Gema Huesca que "apenas ha salido el 10%" de las grabaciones que efectuó en las últimas décadas. "Al final se dan cuenta de que soy el espejo donde todos quedan reflejados y por mucho que me rompan ya es inútil. La ciudadanía se ha dado cuenta de lo que era la realidad de España en los últimos 40 años y no lo que han contado". Ha tenido que ser un gánster de medio pelo, un golfo que tiene cogido a medio país por los faldones de la corrupción, quien definiera como nadie más de 40 años de realidad española.


Este es el marco en el que nos movemos en la vuelta al cole. Ninguna esperanza en el buen juicio o el patriotismo de un Gobierno que voluntariamente eligió los peores socios y amigos posibles. Qué razón tenías, Albert Rivera, cuando aquel 22 de julio de 2019 denunciaste desde la tribuna del Congreso a Sánchez y su banda. Hoy ya sabemos que si Sánchez Pérez-Castejón vuelve a presentarse a la relección lo hará como candidato de ERC y de Bildu, no de un PSOE muerto por inanición. Esto no da más de sí. Asistimos al final agónico de un sistema. A tenor de lo que hoy dicen las encuestas, el triunfo de la oposición en las próximas generales no supondría una nueva alternancia en el Gobierno sino un obligado cambio de régimen. Quizá la última oportunidad que tendrá España para, reprobando en las urnas a la coalición social comunista responsable del actual destrozo institucional, enderezar el rumbo hacia una democracia plena de ciudadanos libres e iguales ante la ley, una circunstancia que obliga a los demócratas españoles a fijar involuntariamente la vista en Alberto Núñez Feijóo. El líder del PP se muestra reacio a hacer públicas las líneas maestras de un futuro Gobierno de centro derecha liberal, defraudando las expectativas de quienes reclaman ya un proyecto de país, incluso de aquellos que se conformarían con el enunciado de un puñado de grandes reformas imprescindibles para sacar España del atolladero, porque ya no será suficiente con gestionar con acierto la herencia recibida.


No sé si en Génova son conscientes de la gravedad de la situación, pero el PP no puede volver a cometer el error que Mariano Rajoy cometió en 2012. El fracaso de las elites políticas tanto conservadoras (Silvela, Maura, Sánchez Guerra) como liberales (Moret, Canalejas, García Prieto, Romanones, Alba) a la hora de convertir en el primer tercio del siglo XX el régimen liberal de la restauración canovista en una democracia parlamentaria plena, agravado por el golpe de estado de Primo de Rivera en 1923, desembocó al final en la tragedia de la Guerra Civil y la dictadura. Lo explica divinamente Guillermo Gortázar en su 'Romanones, la transición fallida a la democracia' (Espasa). La derecha española ha vuelto a fracasar con Aznar (Rodrigo Rato y otros de su estirpe) y con Rajoy a la hora de abordar las reformas que ya resultaban inevitables a finales de los noventa. No puede volver a hacerlo una tercera vez. Y no por la suerte del PP, que eso importa un rábano, sino por el futuro de España. Porque, repito, esta será muy probablemente la última oportunidad para enderezar el rumbo de colisión que hoy lleva el país. Si esta oportunidad se perdiera, no habría más horizonte para España que el de Argenzuela. Con una UE hoy diluida con factor de contención de las trapacerías del sujeto. En cuyo caso no quedaría para nuestros hijos y nietos otra opción que buscarse la vida en el extranjero. Se avecinan unos meses de infarto, de polarización extrema. Lo de la pistola de la Kirchner podría resultar un juego de niños comparado con lo que aquí nos espera. Hay, sin embargo, motivos para la esperanza. Consiste en resistir poco más de un año. La victoria de la España constitucional está a la vuelta de la esquina.


En Cataluña solo queda la calle

José García Domínguez. libertad digital. 5 Septiembre 2022

Amí me gustaría poder escribir hoy que en Cataluña no se cumple la ley en materia de idiomas. Pero ocurre que eso no es cierto. Porque lo en verdad grave, lo increíblemente grave de cuanto acontece allí con la persecución institucional e institucionalizada de la lengua española remite a que el acoso se produce con el asentimiento expreso tanto del Poder Judicial como el Poder Ejecutivo, léase Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y Gobierno de España. Lo inconcebiblemente grave, decía, es que la persecución del español se ajusta por entero a Derecho. El pogromo lingüístico resulta ser legal y bien legal, sí.


Al punto de que el resultado efectivo de una sentencia firme, esa que obligaría a impartir en los centros docentes de Cataluña un 25% de las materias curriculares en la lengua común de la nación, se sustanciará a partir de ya, en cuanto dé inicio el curso, en la supresión inmediata y forzosa del uso del castellano en las dos docenas de colegios de la demarcación donde, siempre merced al exclusivo valor personal de unos padres admirables, se había logrado implantar su uso docente. Para eso, para terminar de acabar con el uso residual del castellano en las aulas, habrá servido en la práctica la famosa sentencia.


La Generalitat, como acostumbra, se ha reído de los jueces vía otra treta leguleya, la de provocar una anomia lingüística deliberada en los centros. Así, no se podrá aplicar el porcentaje del 25% porque la nueva ley, esa que votó con necio entusiasmo el PSC, desconoce la existencia oficial de porcentajes. Un truco barato de robaperas. Por su parte, los jueces del TSJC, siempre tan gallardos y heroicos, han rechazado imponer medidas cautelares para no meterse en más líos. Como el Gobierno, que podría haber congelado la aplicación de esa tomadura de pelo con solo presentar un recurso ante el Constitucional. Algo que, por supuesto, se ha apresurado a descartar. Recurso que, por cierto, igual estarían legitimados para interponer tanto el grupo parlamentario del PP como el de Vox, al contar ambos con más de cincuenta escaños en el Congreso. Solo queda, pues, la calle.


DE CEUTA A SALAMANCA, EL PRESIDENTE NO SE LIBRA DEL DESCONTENTO DE LA CIUDADANÍA

Todos los insultos, abucheos y gritos en la calle: el hartazgo sinfín de los españoles contra Sánchez

Ni siquiera territorios socialistas como Extremadura o Castilla-La Mancha dejan indemne al mandatario de La Moncloa

JUAN VELARDE. periodista digital. 5 Septiembre 2022


La de este primer fin de semana de septiembre, de arranque de curso, fue tremenda.


Sánchez arrancaba esa especie de gira ‘ocurrencia’ que va a hacer por las calles a la desesperada, y la primera en la frente. En Sevilla le recibieron con un soberbio abucheo generalizado y con consignas brutales y muy merecidas por el Presidente: «¡Que te vote Txapote!» Rezaba una pancarta.


El presidente del Gobierno socialcomunista sabe que en cuanto pone pie en tierra firme fuera de sus condominios en el Palacio de La Moncloa es carne de cañón.


Pedro Sánchez lleva una legislatura, desde enero de 2020, marcada por los pitos, los abucheos y los gritos de unos españoles que están hartos de ver como su gabinete ministerial se sobredimensiona sin freno, mientras ellos tienen que hacer equilibrios con una nómina modesta y hacer frente a las subidas de la luz, el gas, los combustibles, la cesta de la compra, etcétera.


Cierto es que al jefe del Ejecutivo le cayó en suerte la pandemia por el coronavirus. Casi tres meses de encierro total de los ciudadanos en su casa y él gozando de los ‘Aló Presidente’ y de tener a un Congreso de los Diputados secuestrado alegando razones de protección de la salud de todos los habitantes.


Sin embargo, en cuanto el confinamiento se fue relajando y los españoles pudieron empezar a salir a las calles, a Sánchez se le demudó la cara.


Su ‘sanchidad’ comenzó a comprobar en carne propia que no era ese líder tan apreciado y que la ciudadanía no estaba dispuesta a comulgar con sus ruedas de molino.


Empresa paradas, cuando no cerradas, gente a mansalva en el paro, muchos siquiera sin poder tramitar las ayudas por el quilombo en las oficinas del SEPE, españoles que perdieron a muchos familiares por la incompetencia gubernamental a la hora de hacer frente al Covid-19 fueron un caldo de cultivo para que a Sánchez le empezasen a pasar factura.


LAS PITADAS CONTRA EL PRESIDENTE, UNA A UNA

Matalascañas (Huelva): El 19 de agosto de 2020 Pedro Sánchez acudía a la misa funeral en memoria de José María Pérez de Ayala, trabajador del Parque Nacional de Doñana. Tanto a la entrada como especialmente a la salida, el presidente tuvo que escuchar todo tipo de imprecaciones ante la falta de ayudas.

Granada: El 14 de mayo de 2021 empieza el verdadero calvario de Pedro Sánchez. En esa jornada le tocaba visitar la instalaciones del laboratorio farmaceútico Rovi, en la capital granadina. Sin embargo, su entrada no fue precisamente cálida, ya que varias personas lo recibieron con el grito de «sinvergüenza» y otras lindezas.

Ceuta y Melilla: El 18 de mayo de 2021 el inquilino de La Moncloa visitaba Ceuta y Melilla tras la crisis migratoria con decenas de menores marroquíes campando a sus anchas por esas ciudades autónomas , especialmente por la primera. Los ciudadanos ‘obsequiaron’ al socialista con toda una suerte de pitos y abucheos por no saber controlar al vecino del sur. Alguno incluso trató de zarandear uno de los coches de la comitiva presidencial.

Alcalá de Henares (Madrid): El 31 de mayo de 2021 Pedro Sánchez tenía un acto institucional en la Ciudad Complutense. A pesar de que el alcalde, del PSOE, mandó cerrar el Casco Histórico de la ciudad, un grupo de vecinos se acercaron para manifestar su rotundo rechazo a Pedro Sánchez y todo su equipo de Gobierno: «Sinverguenza, es un hijo de puta, Pedro Sánchez eres un mierda, cabrón, vete de aquí, que no te queremos…¡hombre!»

Salamanca: El 30 de julio de 2021 la capital charra se aprestaba a acoger la Conferencia de Presidentes. Pese a todos los cuidados de los responsables socialcomunistas para evitar que Sánchez fuese abucheado, lo cierto es que acabó llevándose una pitada de muchos decibelios y gritos de esta índole: «¡Sánchez, eres una rata traidora!» Y es que no se olvidaba que el indulto a los golpistas estaba recién calentito.

Navalmoral de la Mata (Cáceres): El final de agosto de 2021, concretamente el día 26, a Sánchez le estropearon un mitin en la localidad cacereña. Lo que iba a ser un acto plácido, acabó convertido en quejas de varios ciudadanos que aguardaron la llegada del socialista. Y eso que la organización se cuidó de poner a los acólitos del presidente en primera línea. Pero ni con esas se evitaron las quejas.

Guadalajara: El 2 de septiembre de 2021 el dirigente socialista quiso presumir de la campaña de vacunación contra el Covid-19 y para ello eligió la tranquila localidad alcarreña. No obstante, los ciudadanos se apostaron en los exteriores del Auditorio San José dejaron bien a las claras que no estaban satisfechos con la gestión presidencial. «Sinvergüenza y mentiroso compulsivo» fueron algunos de los ‘cariñosos’ apelativos con los que fue recibido y despedido.

Madrid: El Día de la Hispanidad, 12 de octubre de 2021, era una de las fechas marcadas en rojo por Moncloa. Era bien sabido que los asistentes al Desfile Nacional no iban a recibir al presidente con caramelos. Y así fue. Sánchez tuvo que soportar abucheos, pitos y gritos. Y eso a pesar de que se tomaron medidas para evitar que el público estuviese cerca de la zona por la que entraba el presidente del Gobierno.

Trujillo (Cáceres): La localidad albergaba el 28 de octubre de 2021 la XXXII Cumbre Hispano-Portuguesa. Todo un acto para que Sánchez engrandeciera su ya más de por sí crecido ego. Pero los ciudadanos no pensaron lo mismo y así despacharon al socialista: «¡Sánchez, pardillo, no vuelvas a Trujillo!»

Mula (Murcia): La localidad murciana se aprestaba el 5 de diciembre de 2021 a recibir a un Pedro Sánchez al que le llovían las críticas a mansalva por sus guiños al separatismo y a los filoetarras de Bildu para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. Y todo en mitad de una brutal crisis económica que tenía a los ciudadanos de a pie a verla venir. ¿Consecuencia? Abucheos y gritos de «¡ladrón, sinvergüenza, dimisión!»

Palencia: El año 2022 tampoco comenzaba con buen pie para Pedro Sánchez. Su ministro de Consumo, el comunista Alberto Garzón puso en pie de guerra a agricultores y ganaderos por sus críticas a la carne, a la leche y determinados sistemas de cultivo. El presidente visitaba esa jornada del 9 de enero Palencia y acabó llevándose una sonora pitada e increpado al grito de «pelele» por no poner en la calle al responsable ministerial de haberse enfrentado con el campo español.

Don Benito (Badajoz): El 22 de febrero de 2022 también pasará a ser otra de las fechas que no olvidará Pedro Sánchez. Hasta la localidad pacense se desplazó el presidente para ver cómo iba el proceso de fusión con Villanueva de la Serena. Pero allí le esperaban agricultores, ganaderos y otros ciudadanos para quejarse del abandono al que Moncloa les tenía sumidos. Así que no le quedó más remedio que escuchar gritos de «¡Pedro dimite, el pueblo no te admite!, ¡Fuera, fuera! y sinvergüenza”.

Ciudad Real: El mandatario socialista tenía una visita a un enclave amigo. Acudía, invitado por Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, a la inauguración de la Feria Nacional del Vino el 11 de mayo de 2022. Sin embargo, al primer ‘sorbo’ se atragantó al comprobar que varias decenas de personas le esperaban para criticar duramente su gestión y sus pactos con los enemigos de España.

Sierra de la Culebra (Zamora): La última, que no definitiva, parada en esta recopilación de ‘cálidas’ acogidas a Pedro Sánchez acaba en tierras zamoranas. El presidente del Gobierno quiso hacerse la foto con los afectados de un pavoroso incendio que se llevó por delante más de 30.000 hectáreas. Sin embargo, rápidamente le estropearon la escenografía: «Ya hemos perdido la sierra de la Culebra y ahora te queda la Demanda ¡Ve y quémala!»

Sevilla. Este 4 de septiembre, en Sevilla: Miles de personas le aguardaron para decirle a la cara que estaban en contra de su gestión y, especialmente, que no tragaban con el indigno gesto perpetrado en esta semana que se cierra, la del acercamiento a cárceles del País Vasco de etarras como el asesino de Miguel Ángel Blanco, el sanguinario Txapote, o Henri Parot.

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