Recortes de Prensa  Domingo 18 Septiembre 2022

Kiev redobla la presión en el Donbás y Jersón mientras Moscú llama a voluntarios

El Confidencial. 18 Septiembre 2022


El Gobierno de Ucrania, en los últimos días, ha asegurado que los militares han localizado más de 440 cadáveres tras recuperar de la localidad de Izium, situada en la región de Járkov y controlada hasta la semana pasada por las tropas rusas.


El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ya había alertado del hallazgo de varias fosas comunes y ha equiparado el caso de Izium con los de Bucha o Mariúpol, acusando a Rusia de "dejar muerte por todas partes".


Pese a todo, la contraofensiva en el este ucraniano de las tropas leales a Kiev continúa con Jersón y la región del Donbás como grandes frentes de batalla, mientras que Rusia se repliegue a la orilla oriental del río Oskil y refuerza sus líneas en el frente con nuevos voluntarios.


Las condenas de la comunidad internacional no se han hecho esperar. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha condenado las "atrocidades" cometidas en la ciudad, mientras que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha calificado estos hechos de "crímenes de guerra".


De igual forma, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha expresado su "firme"condena a la "masacre" descubierta en la fosa común de la recién liberada ciudad ucraniana de Izium, donde se han hallado 440 cadáveres, y ha pedido que la muerte de estas personas no quede impune.


Las claves del momento:

Ucrania cifra en más de 440 los cadáveres hallados en Izium

Putin rechaza el cambio de estrategia en Ucrania

Parlamentos del G7 exigen a Rusia retirada inmediata de sus tropas de Ucrania

El presidente ruso promete a Modi terminar el conflicto en Ucrania lo antes posible


Hace 2 horas 54 minutos 06:55

Ucrania cifra en cerca de 60 los cuerpos exhumados en una fosa común en Izium


Las autoridades de Ucrania han señalado que hasta el momento han sido exhumados cerca de 60 cuerpos de una fosa común hallada en la localidad de Izium, situada en la región de Járkov (este), tras la retirada de la zona de las tropas rusas.


"Expertos de la Policía Nacional en la región de Járkov han exhumado 59 cuerpos en Izium durante el día de hoy", ha dicho el jefe de la Administración Regional Militar de Járkov, Oleg Sinegubov, a través de un mensaje en su cuenta en Telegram.


Así, ha detallado que "los cuerpos de 16 hombres y 26 mujeres, civiles, serán entregados para nuevos análisis", antes de agregar que entre los cadáveres exhumados hay 17 militares. "Como señalan los expertos, la mayoría presentan muestras de una muerte violenta", ha manifestado.


06:48

Australia no se plantea restringir los visados a los turistas rusos


El ministro australiano de Defensa, Richard Marles, ha afrimado que su país no se plantea de momento restringir los visados a los turistas rusos en represalia a la invasión rusa de Ucrania.


"Las sanciones (por parte de Australia) están dirigidas al Gobierno ruso, aquellos que han perpetrado lo que está ocurriendo en Rusia y Ucrania, no están dirigidas a los ciudadanos rusos", indicó Marles en una entrevista con el canal australiano ABC. "No es algo que estemos considerando en el momento", agregó el ministro en referencia a sanciones que restrinjan la entrada de turistas rusos en Australia.


06:35

Lukashenko acusa a EEUU de empujar a Europa a una confrontación militar con Rusia


El presidente de Bielorrusia, Alexsander Lukashenko, ha acusado a Estados Unidos de haber empujado a Europa a una confrontación militar con Rusia en territorio ucraniano, a la vez que ha sostenido que el país norteamericano está presente "en todos los conflictos del mundo".


"Estados Unidos está empujando a Europa a una confrontación militar con Rusia en el territorio de Ucrania. No ocultan sus planes: los contratos se firmaron con años de anticipación (...) El objetivo es debilitar a Rusia y destruir Bielorrusia", ha expresado Lukashenko en un evento en conmemoración del Día de la Unidad Nacional de Bielorrusia, según el diario 'Zviazda'.


06:20

Zelenski acusa a Rusia de actuar en Izium como lo hicieron los nazis


El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha acusado a las tropas rusas de emplear la tortura de manera "generalizada" en aquellos territorios ucranianos que "ocupan", a la vez que las ha comparado con los nazis de Alemania.


Así lo ha asegurado en su discurso diario el mandatario ucraniano, en el que ha detallado que los trabajos de exhumación han continuado en las fosas comunes encontradas en la recién liberada ciudad de Izium, detallando que se han encontrado "nuevas pruebas de tortura contra las personas allí enterradas".


"Ya se han encontrado más de diez cámaras de tortura en las áreas liberadas de la región de Járkov, en varias ciudades y pueblos. La tortura era una práctica generalizada en el territorio ocupado. Eso es lo que hicieron los nazis. Eso es lo que hacen los rusos", ha expresado Zelenski.


06:05

Ucrania ordena la retirada de todos sus cascos azules en la RD del Congo


Las tropas de Ucrania desplegadas como cascos azules en la República Democrática del Congo (RDC) abandonaron este viernes el país africano a petición del Gobierno de Kiev, informó este sábado la misión de las Naciones Unidas en la RDC (Monusco).


"A petición del Gobierno de Ucrania, las tropas ucranianas se han retirado oficialmente de la Monusco", señaló este sábado la misión de la ONU a través de su cuenta de la red social de Twitter.


Así lograron las tropas ucranianas burlar al Ejército ruso

La ofensiva ucraniana hizo que Rusia cometiera un error al mover tropas de Járkiv para quedar ahora atrapadas en Jersón. A pesar de las derrotas, «la operación continúa», según Putin

ROSTYSLAV AVERCHUK. LEÓPOLIS. la razon. 18 Septiembre 2022


Durante meses, Jersón había sido el foco de atención en Ucrania. El único centro regional capturado por Rusia en más de seis meses de la guerra, se encuentra en el pequeño bolsillo de la tierra ucraniana que Rusia capturó al oeste del Dnipro, proporcionando la clave para los posibles intentos rusos de conquistar Odesa o atacar a Kryvyi Rih. También impide los intentos de Ucrania de abrir el camino a la Crimea ocupada por Rusia.


No es de extrañar entonces que Moscú se tomara muy en serio los anuncios muy públicos de los funcionarios ucranianos sobre la inminente contraofensiva en este área que no cesaban en julio y agosto. Más aún porque Ucrania lo había estado preparando con el hábil uso de los lanzacohetes HIMARS suministrados por Estados Unidos. Los puentes que cruzan el río en la región fueron atacados y dañados por Ucrania.


Eventualmente, Rusia decidió reforzar sus defensas en la zona. Una gran parte de las unidades probadas en combate se transfirió a Jersón desde el área de Izium en Járkiv. Ucrania inmediatamente intensificó sus ataques contra los puentes a través de Dnipro, aislando efectivamente a las grandes fuerzas rusas del resto de su Ejército cerca de la ciudad de Jersón.


El 29 de agosto, Ucrania, de hecho, anunció una ofensiva en múltiples direcciones en el sur, indicando que la tan esperada contraofensiva había comenzado. Se las arregló para infligir grandes pérdidas a las tropas rusas, pero con la resistencia aún considerable, los avances ucranianos fueron relativamente lentos y desiguales.


Llega la contraofensiva en Járkiv

Lo que sucedió entonces pareció tomar a Rusia completamente desprevenida. Varios días después, Ucrania atacó inesperadamente en el óblast de Járkiv, donde las fuerzas rusas parecían estar mal preparadas. Las fuerzas móviles ucranianas atravesaron la primera línea de la defensa rusa cerca de Balakliya y se movieron rápidamente hacia el este, norte y sur, tratando de cubrir la mayor área posible.


Desorientadas y presas del pánico, las fuerzas rusas comenzaron a huir, dejando atrás una gran cantidad de equipo militar y sufriendo grandes pérdidas. Mientras tanto, el río Oskil al Este sirvió como una barrera natural que protegió a las tropas ucranianas que avanzaban rápidamente de posibles contraataques.


Lo que Rusia logró en meses de sangrientas batallas se derrumbó en solo unos días. Su grupo de tropas que amenazaba las ciudades de Sloviansk y Kramatorsk desde el norte fue derrotado, dejando los flancos rusos en Donbás vulnerables a los ataques ucranianos y obligando a los oficiales rusos a huir de los asentamientos cercanos en la región de Lugansk.


Lo que empeoró las cosas para los rusos fue que Ucrania también atacó en la cercana región de Donetsk y Lugansk, logrando algunos avances allí y no dejando a Rusia transferir algunas de sus reservas limitadas del área a Járkiv.


Además, la ofensiva ucraniana en Jersón también parece lo suficientemente seria y no puede descartarse como una mera finta. Según fuentes ucranianas, casi 2.000 rusos han muerto en unas dos semanas de combates allí. La ciudad de Vysokopollia, así como varios pueblos, han sido reconquistados por Ucrania.


«Ucrania está cocinando a las tropas rusas a fuego lento allí», indica Myjailo Samus, analista militar ucraniano a LA RAZÓN. Dice que, efectivamente, Rusia ya ha perdido de 10 a 20.000 soldados que actualmente están atrapados al oeste del Dnipro. «No tienen posibilidades. Sus únicas opciones son rendirse o morir».


Esto deja a Rusia con un dilema. Al carecer de tropas para defender la línea de frente extremadamente larga, no sabe a dónde podría moverse Ucrania a continuación. «Si Rusia mueve sus fuerzas de Donbás o Zaporiyia para ayudar en Járkiv, Ucrania podría atacar allí de inmediato», afirma Samus. Incluso Mariupol ahora está más abierta a un posible ataque ucraniano.


Analistas afirman que la operación militar en Járkiv se convertirá en parte de los libros de texto y será estudiada por los militares de todo el mundo. La planificación cuidadosa y el uso hábil del reconocimiento, empleado por los comandantes militares ucranianos, es lo opuesto a los ataques frontales sin sentido y la dependencia de la artillería, que es lo que hace el Ejército ruso, según Samus.


También es importante recordar que fue la estoica defensa de los soldados ucranianos durante meses lo que provocó un gran desgaste de las fuerzas rusas y permitió la contraofensiva ucraniana, escribe Mykola Bielieskov, otro analista ucraniano. Lo que hace que el éxito ucraniano en Járkiv sea aún más notable es el déficit de armamento pesado, subraya Bielieskov. El Ejército ucraniano todavía carece de artillería pesada, tanques y vehículos blindados, por no hablar de la aviación. Él espera que esta victoria lleve a que más armas occidentales fluyan hacia Kyiv para ayudar a su pueblo a terminar la guerra y el sufrimiento lo más rápido posible.


Si bien la victoria en Járkiv sirve como un gran impulso moral para los ucranianos, nadie se hace ilusiones de que esto marque el final rápido de la guerra con Rusia, aparentemente dispuesta a continuar su conquista de Ucrania a pesar de grandes pérdidas.


La ofensiva de Járkiv no es el primer éxito estratégico ucraniano. Se liberó aún más territorio cuando Rusia se vio obligada a abandonar el norte del país después de no poder capturar Kyiv ni Chernigiv en marzo. Aun así, Rusia insistió ayer en que todo va según el plan. «La operación continúa», señaló el presidente ruso, Vladimir Putin, a pesar de las últimas derrotas.


Nuevo éxito del Ejército ucraniano

“Rusia cometió un error catastrófico cuando decidió invadir Ucrania con la esperanza de un triunfo muy rápido y relativamente incruento”, dice Samus. Lo que ha sucedido desde entonces es que Rusia simplemente se niega a reconocer la catástrofe autoproducida y causa enormes pérdidas de vidas.


Si bien Rusia carece de soldados, Putin no está dispuesto a llamar a una movilización masiva forzada ahora. “Eso significaría más represión y provocaría malestar social, comparable a lo que sucedió en 1917 cuando el imperio ruso se derrumbó y se retiró de la Primera Guerra Mundial”, subraya Samus.


Reclutamiento de presos

En cambio, se ha esforzado por encontrar reclutas en sus repúblicas nacionales, como Chechenia, o en los países de Asia central. El oligarca Prigozhin, respaldado por el Kremlin, que se dice que es el líder del Grupo de Mercenarios Privados “Wagner”, fue filmado recientemente dirigiéndose incluso a prisioneros en Rusia llamándolos a unirse al grupo de combatientes en Ucrania.


Moscú todavía tiene algunos equipos militares viejos y algunas tropas no entrenadas que seguirá lanzando a Ucrania. Sin embargo, su principal apuesta para el invierno es tratar de congelar Europa y Ucrania, destruyendo la infraestructura en este último.


Mientras que los ucranianos saben muy bien que están luchando para evitar que las fosas comunes, como las que se descubrieron en Izium y Bucha, aparezcan en todo su país, los rusos no saben realmente por qué están luchando, afirman los analistas.


“Si bien no podemos dejar de sentirnos agradecidos por la ayuda de los países occidentales, no puedo evitar pensar cuántas vidas más podríamos haber salvado si hubiéramos comenzado a recibir armamento pesado al menos varios meses antes”, dice uno de los comentarios debajo de la noticia sobre el espantoso descubrimiento en el Izium liberado.


La ofensiva “magistral” en Járkiv debe ayudar a convencer a los socios de Ucrania en el extranjero de que dejen de temer a Rusia y envíen más armas a Kyiv, concluye Samus.


Español, lengua vehicular en Cataluña: una manifestación contra Putin en Moscú

Pablo Planas. libertad digital. 18 Septiembre 2022


La plataforma Escuela de Todos, que agrupa una quincena de entidades a favor del bilingüismo, de la cultura española y de la democracia en Cataluña, ha convocado una manifestación para este domingo 18 de septiembre en Barcelona. La cita es a las doce y media en el Arco del Triunfo. Se trata de una convocatoria que no cuenta con ningún apoyo oficial. Ni el Gobierno ni la Generalidad, que deberían velar por los derechos de los ciudadanos en Cataluña, apoyan el acto. Es más, están radicalmente en contra de que haya personas en la región catalana que no estén dispuestas a que se pisoteen sus derechos civiles sin alzar la voz y dar un grito de alarma.


La izquierda española y el separatismo se han aliado para exterminar la enseñanza del idioma español en Cataluña. Quieren adoctrinar a los niños en el catalanismo y convertir la lengua materna de muchos de ellos es una parla extranjera, ajena a la comunidad sociolingüística catalana. La Generalidad catalana, una institución del Estado en manos de los enemigos de España, quiere que el catalán sea la única lengua vehicular en la región, a pesar de que el español es lengua cooficial. Los planes de la Generalidad, que se empezaron a aplicar a finales de la década de los setenta del siglo pasado, son cruciales para romper la unidad nacional. Y los separatistas cuentan para ello con el concurso de los socialistas.


En diciembre de 2020, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) dictó una sentencia según la cual un parco 25% de la enseñanza obligatoria en la comunidad autónoma se debía impartir en lengua española. Las primeras familias que osaron reclamar la ejecución de tal sentencia en los centros donde estaban escolarizados sus hijos fueron víctimas de insultos, amenazas y acoso en una operación orquestada por la propia Generalidad a través de la consejería de Enseñanza. Fueron señalados y vejados, víctimas de toda clase de improperios y advertencias sobre su seguridad personal. Se instó a aislar a sus hijos, a apedrear sus viviendas, a expulsarlos de su propia tierra. La campaña contra ellos fue cruel y despiadada, a la vez que impune.


Los partidos separatistas con el decidido concurso de los socialistas se afanaron en manipular el ordenamiento legal de la propia Generalidad para impedir la aplicación y cumplimiento de la sentencia. La debilidad judicial hizo el resto. Ante los apresurados y maliciosos cambios legislativos autonómicos, el TSJC se remitió al Tribunal Constitucional, donde la ley y el decreto de la Generalidad contra el 25% de español en las escuelas espera a que dicho TC sea tomado al asalto por el PSOE no sólo para amordazar a "las familias del castellano" en Cataluña sino para facilitar la celebración de un referéndum separatista.


Contra las administraciones, contra la mayoría de los medios, contra el poder separatista y contra el Gobierno de Sánchez, un grupo de ciudadanos llama a exigir en la calle sus derechos civiles, culturales y lingüísticos en Cataluña. Dadas las circunstancias y el contexto, no es muy diferente a manifestarse contra Putin en Moscú.


Génova asegura que "la política lingüística de Feijoo está probada" y "Vox y Cs no nos pueden dar lecciones"

Los populares aseguran que "en Galicia hay un equilibrio del 33% de castellano, inglés y gallego", y ese es su modelo.

Míriam Muro. libertad digital. 18 Septiembre 2022


Alberto Núñez Feijóo no estará este domingo en la manifestación que recorrerá las calles de Barcelona en defensa del español. El líder del Partido Popular celebra en Toledo este fin de semana la reunión de la Interparlamentaria de su formación y mañana, protagonizará el discurso de cierre del cónclave.


A la misma hora, los líderes de Vox y Ciudadanos, Santiago Abascal e Inés Arrimadas, sí que respaldarán la convocatoria de la plataforma Escuela de Todos en la Ciudad Condal. A la cita acudirá una representación popular encabezada por la portavoz en el Congreso y secretaria general del partido, Cuca Gamarra. La diputada por Barcelona del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, también ha confirmado su asistencia.


Fuentes del PP justifican la ausencia de Feijóo asegurando que la Interpalamentaria popular "lleva preparándose" desde hace meses, "antes de conocer la celebración de la manifestación en Barcelona". "No podíamos cambiar la agenda de 500 personas. Si hubiera sido una rueda de prensa, lo podríamos haber cambiado", aseguran desde Génova.


El proyecto de Feijóo

Además, piden a Vox y a Ciudadanos que "no les den lecciones". Según fuentes populares, Feijóo "ha demostrado" en sus años como presidente gallego "que al nacionalismo se le combate ganándole en las urnas" . "Que no nos dé lecciones Arrimadas que se marchó de Cataluña ni Abascal, porque Vox tiene un mensaje muy pequeño para esa comunidad que es meter a los independentistas en la cárcel". "No nos pueden marcar el paso", sentencian ante los suyos.


Los populares además insisten en que "la política lingüística de Feijoo está probada" y dicen que "en Galicia hay un equilibrio del 33% castellano, 33% inglés y 33% gallego", y ese es su modelo para exportar a otras comunidades. Este domingo, aseguran, Feijóo hará referencia a este asunto en el discurso que ofrecerá en Toledo.


En este sentido, el líder de Vox, Santiago Abascal, aseguró esta semana en una entrevista en Es La Mañana de Federico, que creía que sería "contradictorio" que Feijóo acudiera a la protesta convocada este domingo en Barcelona en defensa del uso del castellano en la enseñanza, ya que impuso en Galicia una política lingüística similar. "Acudir a Barcelona a cuestionar una política lingüística que ha aplicado con matices en Galicia sería una posición incómoda", dijo.


Un tema que siempre ha sido espinoso para los populares. Cabe destacar, por ejemplo, el enfrentamiento entre Feijóo y Pablo Casado en la campaña autonómica de 2019 cuando el líder gallego exigió el gallego como requisito obligatorio para ser profesor mientras que Génova apostaba por prohibir por ley que la lengua cooficial fuera un requisito indispensable a la hora de acceder a un empleo público.


Equilibrio sobre tres patas

Nota del Editor. 18 Septiembre 2022


Obligar a cualquier español a estudiar cualquier lengua regional es un atropello brutal a sus derechos humanos y constitucionales.

El idioma español en Cataluña: una urgencia democrática

EDITORIAL. libertad digital. 18 Septiembre 2022

Se trata de una urgencia vital y democrática, que no sólo apela a los ciudadanos de Cataluña, sino a los de toda España.


La Generalidad de Cataluña pretende eliminar el idioma español de la enseñanza en todos sus niveles, de las guarderías a las aulas universitarias. El plan es público y notorio y los principales prebostes del separatismo se jactan de que esa operación de "limpieza lingüística" es uno de sus objetivos prioritarios. Ya son más de cuatro décadas de hostigamiento contra las familias que piden que sus hijos puedan recibir enseñanza en español, cuatro décadas de violencia extrema contra quienes han denunciado la vulneración en una parte de España de los derechos lingüísticos de los españoles, de acoso, insultos, desprecios y marginación con todo el aparato administrativo, represivo y propagandístico de los separatistas volcado en la tarea.


En Cataluña, pues, el español es un idioma perseguido, maltratado en la vida pública y objeto de toda clase de limitaciones y marginaciones en el ámbito de la enseñanza. A lo largo de estos más de cuarenta años de autonomía en la región se ha intentado convertir la lengua materna de más de la mitad de los habitantes de Cataluña en un idioma extranjero, como si fuera un cuerpo extraño y ajeno a la realidad sociolingüística de la comunidad, un elemento cuyo uso se ha tratado de asociar a grupos de inadaptados.


Una cantidad incalculable de familias ha tenido que cambiar a sus hijos de la escuela pública o concertada a centros donde se tratara el español con normalidad. Hay también una cantidad incalculable de niños que ha sufrido señalamientos, burlas y todas las formas imaginables de acoso escolar por razones lingüísticas ante la pasividad de los sucesivos gobiernos de España, que han dejado en manos de la denominada "escuela catalana" (el entramado de docentes, sindicatos y asociaciones separatistas construido e impulsado por la Generalidad) el adoctrinamiento y la negación de los derechos lingüísticos y culturales de los millones de alumnos que han pasado por la mayoría de los centros educativos de Cataluña en estos años.


El 16 de diciembre de 2020, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) dictó una sentencia por la que se instaba a la Generalidad catalana a ofrecer al menos un 25% de las clases de educación obligatoria en español, fallo que fue ratificado por el Tribunal Supremo y que la administración autonómica sólo cumplió parcialmente en la treintena de escuelas donde hubo padres que no tuvieron miedo a reclamar su aplicación. La posibilidad de que más y más familias se acogieran a esa resolución judicial propició que la Generalidad, con el decidido concurso de los socialistas, desplegara primero a sus "activistas" lingüísticos para amedrentar a lo padres y luego remozara las leyes educativas autonómicas para hacer inviable la ejecución de la sentencia.


Que la consejería de Educación estuviera al frente de la campaña de acoso contra la primera familia que logró la aplicación del 25% en un centro escolar de la población barcelonesa de Canet de Mar fue el primer aviso a navegantes. Sucedió casi un año después de la emisión de la sentencia y fue una operación que vulneró los más elementales derechos y la seguridad física de esa familia y de cuantas osaron pedir que en Cataluña se cumpliera la ley, así como de las entidades que les dieron cobertura y defensa jurídica.


Las amenazas fueron a más y en paralelo a los movimientos de la Generalidad para convertir la sentencia en papel mojado. Han contado además los separatistas con el apoyo del Gobierno de Pedro Sánchez, que ha firmado un documento con ERC en el que se avala no sólo ese tortuoso experimento sociológico conocido como la "inmersión lingüística" en catalán sino la misma erradicación del español en los colegios.


A pesar de las adversas circunstancias, de la incapacidad judicial para que las sentencias se cumplan, del hostigamiento y señalamiento, de los insultos y la marginación, las entidades que aún se oponen a la eliminación del español han decidido salir a la calle a defenderse y exigir que se respeten sus derechos como ciudadanos españoles. Será este domingo, 18 de septiembre, en Barcelona, a partir de las 12:30 horas en el Arco del Triunfo y bajo el lema "Español, lengua vehicular".


Reivindican que los niños de Cataluña puedan recibir enseñanza en español, que la lengua española no sea considerada extranjera en su propio país, que la educación en español y en catalán se lleve a cabo con normalidad y criterios pedagógicos, no instrumentales, que los padres puedan elegir en libertad y sin presiones la lengua en que quieren que sus hijos reciban las primeras enseñanzas, que no se margine y arrincone el español, que no se considere una lengua impropia a la que hay que prestar menos atención, por ejemplo, que al árabe o el tagalo.


La situación lingüística en Cataluña es absolutamente anormal. Los derechos de los castellanohablantes son vulnerados de manera continuada y sistemática desde hace más de cuarenta años. Los niños se ven privados de uno de sus más elementales derechos en favor de un proyecto artificial de "construcción nacional", una de cuyas claves es la desespañolización forzosa de la región en aras a conseguir la independencia aplastando los derechos de una parte mayoritaria de la población. La "escuela catalana" es la piedra angular de ese proceso que pretende privar a la ciudadanía de una parte crucial de su cultura y también del uso normal de su lengua. El "apartheid" lingüístico es una muestra de autoritarismo y totalitarismo inaceptable en una sociedad democrática.


La sentencia del TSJC sobre el 25% de español pareció abrir un resquicio a la esperanza de la normalización del español en la enseñanza en Cataluña. Sin embargo, la impotencia judicial y el apoyo del Gobierno de Pedro Sánchez a la Generalidad para incumplir el fallo ha puesto de relieve, una vez más, la vigencia del Manifiesto por la Igualdad de Derechos Lingüísticos en Cataluña, un texto de 1981 que costó a sus impulsores y firmantes toda clase de ataques y penalidades. Desde entonces, la situación ha empeorado de forma aguda y notable. Hoy más que nunca es considerado el español una lengua extranjera en Cataluña, denostado por las autoridades autonómicas y locales. Sus hablantes son insultados de forma habitual, privados de sus derechos quienes lo hablan y pretenden que sus hijos sean educados no sólo en catalán, sino también en español.


De ahí que la manifestación de este domingo en Barcelona convocada por la plataforma "Escuela de Todos", que agrupa a decenas de organizaciones cívicas, sea una cita imprescindible y ante la que no valen excusas. No es fácil manifestarse en un contexto de odio al idioma y la cultura españolas, de represión lingüística en las escuelas y demás ámbitos públicos, pero sí absolutamente necesario. Se trata de una urgencia vital y democrática.


Una urgencia que no sólo apela a los ciudadanos de Cataluña, sino a los de toda España. Y en particular a quienes residen en regiones con otra lengua oficial, además del español. Es un error dramático pensar que la enseñanza del español en Cataluña es un asunto regional, una cuestión autonómica agudizada por un régimen electoral que prima a los partidos separatistas, que aprovechan sus dopadas mayorías parlamentarias en la región para aplicar el rodillo identitario y supremacista.


Se trata de una cuestión nacional que afecta y compete a todos como ciudadanos españoles, más aún cuando la deriva separatista catalana ha calado en la Comunidad Valenciana, las Baleares, Galicia o el País Vasco. Por eso son también oportunas e imprescindibles las concentraciones convocadas en numerosas capitales españolas en contra de las leyes y disposiciones autonómicas que pretenden convertir la lengua de todos en un idioma residual.


Sánchez y el comodín del Ibex

Jesús Cacho. vozpopuli. 18 Septiembre 2022

“Pero no puedes negar que hay problemas, Erwin. ¿Cómo puede imponerse el bien si no es igual de fuerte? ¿No está en todas partes lo refinado, lo sabio, en peligro de ser desbordado por lo ordinario? El rubio Hans que arrolla en Thomas Mann al maravilloso Tonio. Primero se pensó que el cristianismo era la religión para los débiles y buenos, y ahora es el socialismo. ¿Y se sabe qué es el bien? ¿Acaso no estamos aquí sentados única y exclusivamente gracias al capitalismo? ¿Aunque sea con mala conciencia?”


“Sí, emborrachándonos de plusvalía. En serio, Lotte, la mayoría de lo que puede decirse está ya en el Eclesiastés. Todo es vanidad. Vanitas, vanitatum vanitas. En moderno se dice: todo es relativo.


Es parte del diálogo que en la página 680 de “Los Effinger, una saga berlinesa” (Libros del Asteroide) sostienen, años veinte del siglo pasado, Erwin Effinger y su prima Lotte Oppner. Son ya la tercera generación de una familia cuyo tronco echó raíces a finales del siglo XIX en la persona de Mathias Effinger, un modesto relojero judío asentado en Kragsheim, Baviera, dos de cuyos hijos, Karl y Paul, emigraron a Berlín en busca de fortuna. Tras matrimoniar con las hermanas Annette y Klarita Oppner, hijas de una familia de banqueros berlineses, ambos recrean en su descendencia una saga industrial (automóviles) y financiera (banca) que asiste en primera fila al devenir de los cambios sociales y políticos desde la Alemania de Bismarck hasta la Alemania nazi que desembocaría en la II Guerra Mundial. Tras pasar desapercibida a su publicación en 1951, “Los Effinger” se convirtió en 2019 en un fenómeno editorial en Alemania como demostración de la capacidad de una élite para acomodarse a los tiempos cambiantes, sobre la base de un estrecho contacto con la realidad y una habilidad suma para adaptarse a las mutaciones del poder político sin someterse jamás a él, guardando siempre el sustrato de independencia que les permitía enlazar de un Gobierno a otro sin solución de continuidad.


Ni Karl ni Paul Effinger, ni sus hijos, ni sus nietos, se habrían arrodillado jamás, como estos años ha hecho la elite industrial y financiera española, ante un piernas como Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Estaba cantado. Lo que le ha ocurrido a Ana Botín y sus colegas banqueros y empresarios se veía venir. A los líderes de la izquierda, a la gente que escala el Everest del poder desde el barro del ensanche le encanta alternar con los ricos y poderosos tan pronto sientan sus posaderas en el trono. Les fascina ser invitados, recibidos con sonrisa galante por el banquero; les seduce pisar las alfombras de la sala del Consejo con el eléctrico, pasear entre los tilos del Distrito C con el telefónico, ser tratados como pares, más que amigos casi iguales, ellos que nunca han tenido dónde caerse muertos. Se les hace el culo pepsicola ante ese sublime incienso que destila imperceptible el mundo del gran dinero. Los ricos lo hacen por interés. Interés y miedo, miedo al sans-culotte que de pronto se encarama al BOE con poder decisorio sobre la tarifa y el destino de esa gran empresa, esa gran fortuna que el abuelo, que el padre, se esforzaron por construir con sangre sudor y lágrimas. Y hay que hacerle el rendibú, dorarle la píldora y estar dispuesto a rebajarse acudiendo a los saraos a los que nos convocan, y aguantar en primera fila discursos fatuos, y el escarnio de los flases, malditas fotos, dispuestos a dejar constancia para la posteridad de esta nuestra demostración de infinita cobardía. Capitulación.


Y a fe que Sánchez, nuestro singular Antonio, ha abusado, con el desparpajo que le caracteriza, de su poder de intimidación ante una elite con bien ganada fama de cobarde y reservona, poco dada a arriesgar porque en el fondo todo le ha sido dado, todo su poder procede de decisiones políticas tramadas en el seno del Consejo, altos ejecutivos que nunca se han jugado su capital porque no lo tienen, y a diferencia del relojero de Kragsheim, el ejemplar Mathias Effinger, a años luz de aquella otra saga de sonoro apellido, los Buddenbrook, la primera gran novela de Mann, no han regado ningún árbol de cuyas ramas haya brotado un gran entramado industrial y/o financiero, no han protagonizado ninguna saga, no han superado guerras y/o revoluciones, no han creado cultura empresarial, no la han mamado… Y sí, Sánchez ha abusado. Durante estos años les ha traído como puta por rastrojo, Madrid arriba, Madrid abajo, la Casa de América, el Reina Sofía, el Ifema, la propia Moncloa, y allí estaban los abajo firmantes con su media sonrisa en rictus, haciéndose perdonar, de rodillas ante el percherón sin más representación real que la que le otorga la banda que le sostiene en la peana, los enemigos del empleo y la gran empresa, el separatismo catalán, los herederos de ETA, y la paleoizqueirda de Unidas Podremos llegar a casa con piscina sin haber dado palo al agua nunca jamás.


Todas eran, un suponer, muy conscientes del riesgo de meterse en la cama con un tipo sin escrúpulos, acostumbrado a mentir como a respirar. Todos sabían del peligro de bailar con lobos. Todos asistían en silencio, desde sus fortines almenados, al escarnio que el bandido propalaba contra el pobre chico que, en la calle Génova, pretendía gallear sin dar nunca el tono, aislado Pablo, perdido Pablo, porque los ricos españoles, el mundo de la banca y la gran empresa, Pablo, están conmigo, Pablito, que ese era el mensaje que Moncloa y sus Redondos expandían urbi et orbi tras los aquelarres ante las cámaras donde Pedro, adicto al teleprompter, extendía ufano sus plumas de pavo real ante el país aterido. Y fue una mujer la que, con singular entusiasmo, se subió al tren de las ideologías basura que el Gobierno de coalición social comunista ha paseado por España estos años. Ana Botín, hija y nieta de banqueros, saga, esta sí, de gente dura, con callo, Emilio Botín-Sanz de Sautuola, Alfonso Escámez, Aguirre Gonzalo, Ángel Galíndez, Pedro Toledo, Asiaín, tipos con sustancia, gente que se fue para no volver, desgracia de paisaje yermo de eso que hace ricas a las naciones: emprendedores ilustrados… Y nadie sabe muy bien por qué, producto de qué, Ana cayó rendida ante la progresía, el feminismo, el cambio climático y demás ismos, en una indisimulada complicidad imposible de comprender, más aún de perdonar, en la presidenta del mayor banco privado de la UE, mujer con especial responsabilidad no solo sobre el dinero de sus accionistas, que va de suyo, sino sobre el presente y futuro de la economía española.


Fue ella la primera en sentir el zarpazo de la fiera. Ocurrió cuando el sátrapa tuvo necesidad de desalojarla de la dirección –por persona interpuesta- del grupo Prisa, convencido el tiranuelo de la necesidad de convertir los restos del imperio Polanco en un apéndice de su poder terrenal, el Pravda de Moncloa, correa de transmisión de la pulsión autoritaria de un bandolero necesitado de una fuerza de choque en los medios. El tipo ha ido mucho más lejos: ha llegado a poner a su antigua entusiasmada en la diana (“si protestan Botín y Galán, vamos en la buena dirección (…) Son los mismos que dijeron que se iba a caer España por la reforma laboral y por subir el SMI”, como ejemplo de esos “poderes ocultos” empeñados en derribar al “Gobierno de la gente”. No sé qué pensará hoy Ana Botín de su recorrido por los pitones de este robaperas, Narciso sin más oficio ni beneficio que su insuperable enfermedad de poder, pero cabe suponer que habrá aprendido la lección. Porque todo se le ha puesto en contra. No a la señora Botín, que vuelve a ganar dinero (su obligación) como en los mejores tiempos, sino al vendedor de peines que nos preside, situado hoy entre la espada y la pared por unas encuestas cuyo signo parece, salvo milagro, imposible de torcer, porque no hay sociedad desarrollada que, en la UE, consienta hoy la presencia en el poder de personajes hechos con el barro de Perones y Erdoganes, dispuestos a poner nuestras libertades en almoneda.


Son las encuestas las que han provocado el último salto en el alambre de este saltimbanqui, de modo que los banqueros y empresarios que tanto me quieren y a quienes tanto debo han pasado de pronto a ser los enemigos de nuestro vocacional Perón. “El dinero tiene mucho poder, pero más lo tiene la mayoría social”. Sánchez y el comodín del Ibex. Los ricos que antes acudían presurosos a la Casa de América, aquellos señorones que le reían las gracias de la Agenda 2030, ¿o era la 2050?, agua con gaseosa del garrafón ideológico de un notable ignorante, se han convertido de repente en los malos de la película, ahora son “los poderes ocultos”, los enemigos del pueblo, los “malos” a perseguir. Porque el personaje, en lugar de protagonizar ese giro al centro que auspiciaban sus exegetas en la segunda parte de la legislatura, se ha hecho fuerte en la extrema izquierda, ha echado raíces en el populismo más agraz, se ha metamorfoseado de Pablo Iglesias, en un intento por revertir las encuestas, en la inicua pretensión de retener el voto de quienes, entre los escombros de la izquierda moderada, huyen de él como del demonio.


Y para castigar a los “ricos”, para señalarles con el dedo como culpables, ha metido un impuesto a los “beneficios extraordinarios” de bancos y empresas energéticas, peras con manzanas, porque si en el caso de las últimas ese impuesto podría tener algún sentido (el desmesurado aumento del precio del gas y del CO2), no lo tiene en el caso de los primeros. Como escribía aquí Carmelo Tajadura esta semana, “no hay beneficios extraordinarios, por mucho que lo repita el Gobierno y sus voceros. Lo que hubo fue falta de beneficios ordinarios durante años por los tipos de interés bajos o negativos. Y ahora caminamos hacia una normalización que tampoco llevará a tipos históricamente altos ni mucho menos”. No hay beneficios extraordinarios, señor Sánchez, y tampoco hubo un rescate a la banca en tiempos de Rajoy. Lo que se rescató fueron las Cajas de Ahorro mangoneadas por políticos de todos los partidos. Usted, que fue consejero de la Asamblea de Caja Madrid entre 2004 y 2009, bajo la presidencia de Miguel Blesa, lo sabe mejor que nadie. Para el nivel de gasto enloquecido de este Gobierno, el impuesto, 3.000 millones en dos ejercicios, es apenas el chocolate del loro. Con los 22.000 que el Tesoro lleva recaudados de más en lo que va de año gracias a la inflación, Sánchez y sus mariachis tienen dinero “pa asar una vaca”, que decía la madre del socialista Juan Lanzas, y subvencionar a todo tipo de colectivos.


Pero se trata de “joder”, de señalar a los banqueros como los enemigos de esa pretendida igualdad, esa supuesta “preocupación de la izquierda por la pobreza, puesta en evidencia por su absoluta falta de interés sobre la forma de crear riqueza”, en palabras de Thomas Sowell. Una iniciativa inicua, asentada en los principios filosóficos del “exprópiese” chavista; una doble imposición que hace añicos, una vez más, la seguridad jurídica, que retraerá la inversión extranjera y, quizá más grave, endurecerá aún más la política monetaria puesta en marcha por un BCE obligado a controlar la inflación subiendo el precio del dinero. En efecto, como es fácil imaginar, la banca tratará de repercutir de una u otra forma ese impuesto en su clientela encareciendo los préstamos y, en definitiva, cercenando el crecimiento.


Se lo han ganado a pulso. Se lo tienen merecido. Banqueros y empresarios son responsables de lo que les está ocurriendo. “Aquellos que renuncian a la libertad esencial para comprar un poco de seguridad temporal, no merecen libertad ni seguridad” que dijo Benjamin Franklin. Esta misma semana hemos asistido en la calle Sauceda, Las Tablas, sede del BBVA, al espectáculo insólito de un Carlos Torres, presidente de la entidad, recibiendo desmelenado a Pedro Sánchez, corbata fuera, como Sánchez, pin Agenda 2030 en la solapa, como Sánchez, totalmente mimetizado con Sánchez, riendo sin rubor las gracias de Sánchez, y Sánchez abanicando su desenfado con la risa floja de quien sabe que cualquier tropelía le será consentida por una clase que, además de demostrar su extrema debilidad (Turquía y la espada de Villarejo), es muy capaz de decir que llueve cuando le están meando encima. Eso ocurría casi el mismo día en que Alejandra Kindelán (AEB) y José María Méndez (CECA), llamaban a la puerta de VOX para pedir árnica, para animar al partido de Abascal a plantear recurso de inconstitucionalidad ante el TC por el “impuestazo”. Tuvieron la respuesta que cabía esperar: verdes las han segado.


Y Botín escondida, y Pallete construyendo arbotantes capaces de soportar las tensiones futuras tras años de compadreo con el inquilino de Moncloa, y Galán haciendo lo que le sale del nardo, que para eso es el amo del “prao”, que básicamente consiste en invertir fuera el dinero de Iberdrola, y los Entrecanales callados cual muertos, callados y muy asustados, y los Del Pino escandalizados, decididos a salir fuera cada día más… La responsabilidad de nuestras elites económico-financieras en el deterioro de la situación española es innegable. Parapetados en esa abominable hojarasca retórica titulada “responsabilidad social corporativa” o nada con gaseosa, han olvidado lo fundamental en cualquier elite creadora de riqueza y empleo: que su obligación es mirar al futuro, otear caminos, advertir de errores, denunciar abusos, actuar de faro. Amonestar sobre los riesgos de una deuda pública insoportable. Trabajar para lograr un crecimiento sostenible, capaz de traducirse en un país más rico y más justo, más vivible, más democrático. Hablar alto y claro. Todo menos consentir y mimetizarse con el paisaje. Lo cual pasa por dejar de reírle las gracias al gaznápiro que nos gobierna.


Los errores se pagan, a veces incluso con la vida. Un anciano de 81 años, Paul Effinger, escribió una carta a sus hijos un día del año 1942: “me devora el arrepentimiento de no haber hecho caso a vuestra querida madre, mi querida Klarita, que como todas las mujeres siempre quiso marcharse. Ahora la he arrastrado a una desgracia inimaginable. Me sentía enfermo y no quería ser una carga para nadie. He creído en la bondad del ser humano. Ha sido el más profundo error de mi errada vida. Ahora los dos tenemos que pagarlo con la muerte. Ojalá que vosotros veáis tiempos mejores. Ojalá mi predilecto, Emmanuel, crezca para alegría de la humanidad”. La carta de Paul Effinger llegó a manos de sus hijos en abril de 1946, entre las ruinas de Berlín.


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La mirada de la serpiente

Alejo Vidal-Quadras. vozpopuli. 18 Septiembre 2022

Cuando los adolescentes españoles leían libros porque no estaban atrapados en pantallas en las que idiotizarse, uno de los más populares era sin duda El Libro de la Selva de Rudyard Kipling. En la maravillosa historia del cachorro humano criado por lobos, protegido por una pantera negra y educado por un oso en la jungla de la India, hay una escena particularmente sobrecogedora que provocaba en los jóvenes lectores estremecimientos de miedo y angustia, pronto disipados por el feliz desenlace del inquietante episodio. La serpiente pitón Kaa, aprovechando un descuido de Bagheera, hipnotiza a Mowgli y le rodea con sus mortíferos anillos mientras el niño, completamente paralizado por la mirada del ofidio, es incapaz de huir, pedir auxilio o defenderse. Cuando la boca de Kaa se dilata dispuesta a engullir su tierna presa, la felina protectora despierta e interviene enérgicamente liberando a su amigo.


Esta vívida imagen ha vuelto a mi memoria al conocer las declaraciones de Alberto Núñez Feijóo en su reciente visita a Cataluña en las que se manifiesta entusiasta de un “catalanismo constitucional”, de la “cordialidad lingüística” y del “autonomismo”. Asimismo, para redondear tan seráfico planteamiento ha abogado por un Partido Popular amable, benévolo y comprensivo que conecte con las clases medias catalanas y evite la confrontación dialéctica con los separatistas. Abundando en esta bienintencionada línea, el coordinador general del principal partido de la oposición, Elías Bendodo, ha confesado que “en Cataluña no hicimos las cosas bien del todo en los últimos años, hay que volver a un PP moderado, centrado y que represente a la mayoría del votante moderado constitucionalista que hay en Cataluña”. Dejando aparte que Bendodo adolece de confusión conceptual, evidenciada por su alegre aseveración durante la campaña andaluza de que “España es un Estado plurinacional”, barbaridad que tuvo que rectificar apresuradamente, tiene razón cuando dice que el PP no ha hecho las cosas bien en Cataluña, aunque yerra la escala temporal del error, que se remonta a un cuarto de siglo atrás y también equivoca el diagnóstico. El problema del PP en Cataluña no ha radicado en su excesiva beligerancia con el independentismo, sino en su debilidad y apocamiento frente a su agresiva hegemonía.


Es conocida la lúcida observación de Albert Einstein de que, si quieres resultados distintos, no sigas haciendo lo mismo. Para su desgracia, las sucesivas cúpulas que han ocupado la planta séptima de Génova 13 a lo largo de los últimos veintiséis años no han sabido o no han querido utilizar el método científico, a saber, observación, experimentación y revalidación de la teoría por la realidad comprobada y se han empeñado en volver una y otra vez a fórmulas demostradamente fracasadas. Por lo que se va viendo, la actual dirección de los populares incide en análogos desvaríos.


Desde 1988 hasta hoy, el PP ha concurrido once veces a las elecciones autonómicas catalanas. Su porcentaje de voto emitido se ha movido entre un mínimo del 3.85% en 2021 y un máximo del 13.21% en 1995. A lo largo de este dilatado período ha tenido ocho presidentes distintos y ha ido dando bandazos estratégicos y tácticos capaces de marear a la perdiz más resistente y, lo que es peor, ha anunciado a bombo y platillo cada nuevo “giro”, sometiendo a su potencial electorado a tantas sacudidas que ha acabado con su paciencia. Existen dos elementos que explican las cotas alcanzadas por el PP en los comicios autonómicos, su acción en el espacio catalán respecto al nacionalismo dominante y el efecto arrastre sobre la sociedad catalana del poder obtenido en las urnas a nivel nacional. Así, en su momento de mayor porcentaje, 1995, triplicó sus escaños de 1988 en el Parlament mediante una confrontación implacable en el campo de las ideas y de las convicciones con el entonces todopoderoso Jordi Pujol. En aquella ocasión, muchos votantes socialistas del cinturón industrial de Barcelona en las elecciones generales, castellano-parlantes y recelosos de la creciente presión nacionalista, se inclinaron por la papeleta del PP. Otra coyuntura de auge emergió en 2012, con un 12,97%, en la estela de la mayoría absoluta obtenida por Rajoy tras el derrumbe de Zapatero. Desafortunadamente para el centro-derecha constitucionalista en Cataluña, lo que nunca se ha producido es la feliz conjunción de un Gobierno de la Nación del PP y una oposición firme de su filial catalana al independentismo en el plano autonómico. Cada uno de estos dos factores ha revelado su eficacia para movilizar a los catalanes en favor de la formación azul, pero nunca han encontrado la sinergia que les hubiera dado verdadera influencia en Cataluña.


Feijóo, en la etapa inicial de su presidencia del PP, ha constatado que, sin un significativo incremento de apoyo en Cataluña, difícilmente conseguirá una mayoría cómoda en el Congreso. Consciente de esta molesta circunstancia, se ha lanzado a la reconquista de unos sectores sociales que en 2017 hicieron de Ciudadanos la opción más votada y que en 2021, profundamente decepcionados por la defección y el abandono tanto de C´s como del PP, se resignaron a colocar en cabeza a un PSC siempre connivente con el secesionismo. Es una lástima que haya empezado mal tan necesaria empresa recorriendo un camino que sólo le conducirá a repetir operaciones demostradamente inútiles. Hechizado por el penetrante y siniestro fulgor de las pupilas de la serpiente identitaria intentará en vano ganarse su piedad plegándose a su fanático dominio. No tendrá, como Mowgli, la suerte de contar con una musculosa pantera negra que le saque de su sopor y ahuyente a su cruel verdugo. Es posible que llegue el día en que el PP aprenda por fin cuál es su misión en Cataluña, la defensa a ultranza, sin concesiones ni temblequeos, de los valores constitucionales, los derechos individuales, la unidad nacional y las libertades civiles, en oposición valiente e ideológicamente sólida a la doctrina política que más desolación, destrucción y barbarie ha causado en el siglo XX, que está arruinando y descomponiendo Cataluña y que todavía enciende la hoguera de la devastación sobre el suelo europeo. Lo triste es que, si tal despertar a la lucidez tiene lugar, será probablemente demasiado tarde.


La servidumbre en Cataluña

Gregorio Morán. vozpopuli. 18 Septiembre 2022

La diferencia entre la Cataluña real y la oficial se ha ido convirtiendo en una división entre comunidades. Es difícil, por agobiante, ser consciente de que vives en un territorio inmune a la Constitución que aprobaron la mayoría de los ciudadanos en 1978; en el caso de Cataluña con una proporción insólita, superior al 90%; la más alta de España. Nada de eso sirve ahora para nada. El Parlament de Cataluña, salido de unas elecciones dignas de Trump, decide sobre nuestras vidas y ha decretado que la sociedad catalana está formada por dos especies de ciudadanía: el catalanismo hegemónico y la servidumbre.


Cuando a un ciudadano de Canet, Javier Pulido, le niegan el derecho a que su hijo pueda tener un 25% de enseñanzas en castellano, estamos ante un conflicto que acumula tal cantidad de elementos que no pueden limitarse a una cuestión de lengua. Estamos frente al poder, y el poder aquí en Cataluña lo representa una casta que se ha ido formando y consolidando desde la primera legislatura autonómica de Jordi Pujol en 1980. La lengua fue la tapadera que encubrió, hasta llegar a saturarla, la información, la cultura, el clientelismo… La corrupción se hizo endémica porque tenía y tiene numerosas fuentes nutricias y un solo surtidor. El pujolismo no fue una corriente política sino un régimen. Caído el Padrino, encharcado en su propio pantano, los usufructuarios buscaron el modo de mantener el control sobre el negocio, como es habitual en las estructuras mafiosas.


Esa labor de mantenimiento del Régimen sólo se podía hacer con la colaboración nada abnegada de una izquierda sin otro horizonte que servir de coartada; cambiar el discurso pero no tocar los intereses devengados. De la lucha de clases a la pelea identitaria. El socialismo catalán, formado a toda prisa tras la muerte de Franco, asumió los parámetros que marcaban sus familias; catalanistas de toda la vida fuera del horario de oficina. Así nació el PSC de tantos nombres ilustres: los Maragall, los Lluch, los Raventós, los Obiols, los Bohigas, los Nadal…Como la familia tiene unos límites sanguíneos, fue necesario en ocasiones echar mano de la servidumbre emigrante. José Montilla, de Iznájar (Córdoba), alcalde de Cornellá, que tenía tan asumido su papel de charnego agradecido que fue el más catalanista entre los del lado de allá de la muralla social.


Pero en esto, como en casi todo, el PSC seguía el camino ya emprendido por el PSUC -los comunistas catalanes- que aspiraban a ser los italianos de la Bolonia de Cataluña y terminarían siendo los sicilianos del tren institucional. Quizá porque en Sicilia no hay vías férreas se esforzaron por subirse en el vehículo que fuera con tal de entrar en la rebatiña del Régimen. Su último secretario general, el olvidable Rafael Ribó, prestaría servicios de revisor de ese tren fantasma. Fue una ola general que arrasó hasta las frágiles raíces del izquierdismo anti sistema. Contra el capitalismo siempre, frente a Pujol y la catalanidad nunca. Así es más fácil vivir y medrar. Inolvidables los Jordi Borja, asesor del Ayuntamiento, los Joan Subirats, hoy ministro, o el imbatible ideólogo presentista, Josep Ramoneda. Sin saberlo, remedan a Cánovas cuando harto de filisteísmos, exclamó aquel “son españoles quienes no pueden ser otra cosa”. Pues aquí lo mismo: son catalanistas porque es jugar sobre seguro.


El aura que rodea a la inteligencia catalanista se fabrica en sus medios de comunicación y como es lógico acaba siendo una profecía autocumplida. Es lo normal por más que tenga efectos letárgicos en la sociedad y alimente a una ciudadanía que se cree parte de esa hegemonía, la misma que se manifiesta con una xenofobia indestructible que ellos creen de raigambre histórica y que no va mucho más allá de las construcciones legendarias y mendaces de sus historiadores locales. Siempre nos quedará la lengua.


Cuando los buenistas exultan el ¡estamos mejorando! para retratar el hartazgo de los ciudadanos, olvidan quizá algo esencial que es el intento de constreñir en un ghetto a quienes no acepten el Régimen, intimidados por hablar castellano más allá de la intimidad. Aceptarán que quien no conozca la lengua canónica tenga que recurrir a intermediarios si entra en cualquier lugar público; un hospital, por ejemplo. ¿Acaso es tan difícil conseguir unos márgenes para hacer la vida menos engorrosa y más democrática? No. Hay que ponérselo tan cuesta arriba que al final le queden dos opciones, o el destierro voluntario o la aceptación del extrañamiento; una forma de servidumbre para quien paga los mismos impuestos, pero ha de estar sometido a sus voluntades. Son diferentes, eso es indudable.


Todo independentista tiene los mismos derechos que yo, pero no más. Por eso causa perplejidad que el poder socialista avale la división de una comunidad y acepte el estado de servidumbre al que está sometida una parte de la sociedad; por lo demás mayoritaria. Es la insinuación contenida en esa transición cada vez más acentuada de la marginalidad institucional, que atisba la ambición de crear una reserva de ciudadanos, apátridas involuntarios. Con la particularidad de carecer de foros propios en el territorio, que puedan atenuar la doctrina dominante; llamarla “pensamiento hegemónico” sería edulcorar el ensueño.


Las necesidades del gobierno de Pedro Sánchez para mantenerse generan efectos letales en sociedades débiles y conflictivas. Se pueden conceder indultos para rebajar tensiones, pero conscientes siempre de que se vulnera un derecho en aras de una convivencia democrática; no por el mantenimiento de un gobierno acosado. Para aliviar la precariedad de Sánchez se echa al basurero algo tan obvio como la voluntad de no reincidir en el delito. No ocurrió así. Lo han proclamado desde el día que salieron de su cárcel de excepción: lo volveremos a hacer.


No nos engañemos. No estamos mejor porque lo digan los voceros del buenismo. Estamos como estábamos, pero con el estrambote de que la debilidad del consenso deja al pairo a quienes no aceptan que la aprobación de unas leyes o unos presupuestos supongan una merma de sus derechos y la asunción de su estatus de servidumbre. En abril de 1994, el presidente Felipe González indultó al delincuente Jesús Gil, alcalde de Marbella. Era su segundo indulto; el primero se lo había concedido Franco. Socialmente no sirvió para nada, ni al chorizo ni a sus cómplices necesitados de benevolencia, pero todos se quedaron de un pasmo y asumieron el bochorno que cerraba una etapa. ¿Cuánto tiempo aguantará la parte mayoritaria de Cataluña el estado de servidumbre? Luego llegarán los teóricos pasmados para explicar la catástrofe.


EL ESPAÑOL con el español en toda España

EDITORIAL EL RUGIDO DEL LEÓN. El espanol. 18 Septiembre 2022

Hoy Barcelona albergará la manifestación organizada por Escuela de Todos, bajo el lema Español, lengua vehicular. La plataforma, que agrupa a asociaciones que defienden el bilingüismo en Cataluña, demandará este 18-S que el castellano también sea lengua vehicular en el sistema educativo público de Cataluña.


Es disparatado que las familias tengan que protestar porque no sea posible estudiar en la lengua oficial del Estado en todo el territorio nacional. Algo que sería impensable en cualquier otra democracia occidental.


Por ello, EL ESPAÑOL está, como siempre ha estado, del lado de quienes denuncian algo tan elemental como que la mayoría de la población no puede escolarizar a sus hijos en su lengua materna.


Las protestas del 18-S son la expresión del hartazgo y la resistencia frente a las grotescas artimañanas legales de la Generalitat para burlar la obligatoriedad de impartir un mínimo de 25% de clases en castellano.


El Parlament catalán promulgó dos leyes con las que "bloquea", en palabras del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), su sentencia del 25% en español. Por eso, el TSJC pedirá al Tribunal Constitucional que se pronuncie sobre la treta normativa del Govern, al apreciar en el decreto y las dos leyes indicios de fraude de ley.


La sinrazón de la política lingüística nacionalista no se circunscribe sólo al ámbito catalán. En las cinco comunidades autónomas con lenguas cooficiales, la prueba de acceso a la Universidad tendrá que hacerse obligatoriamente en tres lenguas: la cooficial, la extranjera y el castellano.


Violación de derechos lingüísticos

El gobierno de Pere Aragonès alardea de arrinconar el castellano en la enseñanza pública, haciendo del catalán la única lengua vehicular en Cataluña. Algo intolerable y absurdo, en la medida en que el castellano es la lengua oficial común de todos los españoles, y también la mayoritaria entre los catalanes.


La política lingüística del Govern no sólo responde a la estrategia de desconexión que los sucesivos gobiernos nacionalistas han venido azuzando. Una imposición de un monolingüismo obligatorio en la administración, mediante el cual el Govern despliega un programa de ingeniería social totalitaria para borrar cualquier elemento de identificación de los catalanes con el resto de España.


La política de exclusión del español de la escuela catalana también viola la Constitución y el Estatuto de Autonomía. Y vulnera los derechos lingüísticos de los alumnos catalanes.


El foco no debiera estar, por tanto, en la contienda política ni en quién acude o deja de acudir a la manifestación del 18-S. El énfasis debe colocarse en el apoyo a una reivindicación que atañe a los derechos lingüísticos de todos los catalanes, amenazados por un gobierno autonómico que se niega a ejecutar las sentencias judiciales.


El Gobierno de España y el PSC deben dejar de avalar por oportunismo político una inmersión lingüística que se apoya sobre prácticas fraudulentas. Hasta que el TC resuelva la cuestión de inconstitucionalidad, los ciudadanos tendrán que defender en las calles el derecho fundamental de sus hijos a ser escolarizados en las dos lenguas oficiales de Cataluña.


Con el español ya tengo suficiente y necesario (deber de), la "otra" lengua oficial, no gracias

Nota del Editor. 18 Septiembre 2022


Eso de tener dos lenguas oficiales es un disparate en todos los sentidos, un ataque al sentido común, al bolsillo, a la eficacia.


Elda Mata (SCC): “Mirar a otro lado ha llevado al acoso de un niño en Canet”

La presidenta de Sociedad Civil Catalana califica de "inmoral" e "indecente" lo que el Govern está haciendo con la lengua al convertirla en "un arma política".

MARÍA JESÚS CAÑIZARES. cronica global. 18 Septiembre 2022


Elda Mata (Barcelona, 1953) es, desde el pasado mes de abril, la nueva presidenta de Sociedad Civil Catalana (SCC), una de las quince entidades que hoy salen a la calle para reivindicar los derechos lingüísticos de todos los catalanes. Esta empresaria, que ha vivido durante muchos años en Girona y conoce perfectamente lo que es la presión nacionalista, califica de "inmoral" e "indecente" lo que el Govern está haciendo con la lengua al convertirla en "un arma política".


--Pregunta: ¿Qué esperan de la manifestación del domingo a favor del bilingüismo?

--La lectura es positiva desde el minuto cero., Quince entidades hemos sabido trabajar con lealtad por un mismo objetivo, que se cumplan las sentencias sobre la lengua en Cataluña. Decimos Cataluña, pero lo que pasa aquí es extrapolable a otras autonomías bilingües donde esperamos que no tengan tantos problemas para hablar en español y recibir educación en español. Eso ya es un primer triunfo, trabajar conjuntamente. Queremos contagiar a la sociedad catalana. Las diferencias entre las personas siempre estarán, pero se puede trabajar, se debe trabajar conjuntamente con el máximo respeto. Las personas que estamos en las entidades constitucionalistas llevamos muchos años, algunas 30 años, luchando abiertamente por una cosa que no debería pasar, que en una democracia como la española tengas que salir a la calle a defender tus derechos constitucionales básicos. Nos decían que quizá no era el momento, que el souflé está bajando, que la gente no tiene ganas por los problemas económicos…


--¿Y no es así?

--Entendemos todos esos argumentos, pero la dignidad del ciudadano tiene que estar siempre por encima de todo. Sacrificando horas de sueño, de asueto, de estar con la familia, decidimos convocar y quien quiera acompañarnos, será bienvenido. Y ojalá sean muchos. Sabemos que son muchos los que están sufriendo las consecuencias de la falta del Estado de Derecho en Cataluña. Sean los que sean, por el solo hecho de cambiar esa ley del silencio, de ese “da lo mismo, para qué vamos a movernos, total llevamos 40 años de régimen nacionalista”, pues vamos a encontrar los recursos. Una manifestación es cara. Hay que tocar puertas, rascarnos el bolsillo. Para dar la oportunidad de que de decir que se pueden cambiar las cosas en Cataluña, que se cumplan las sentencias, que nuestros hijos hispanohablantes y catalanohablantes merecen la mejor educación. Y la mejor educación es la bilingüe. Los sistemas educativos deben ser los mejores, no por intereses políticos, porque las personas se lo merecen.


--La manifestación se celebra una semana después de la Diada. Las comparaciones serán inevitables. ¿Les preocupa?

--No son comparables, son ámbitos diferentes. La Diada, que no es la Diada de todos los catalanes sino que ha sido fagocitada por el nacionalismo, por algunos partidos y entidades, va en contra de la otra mitad de los catalanes que no se siente concernida. Es una reclamación de romper España, no tiene que ver con los derechos, tiene que ver con la imposición de una minoría que se saltó todas las leyes, como se vieron los días 6 y 7 de septiembre de 2017. La manifestación del 18 de septiembre va en un sentido absolutamente contrario, va en un sentido positivo, de ver qué podemos hacer para mejorar la situación en Cataluña dentro de un Estado de Derecho que emana de una Constitución, votada por un 90% de los catalanes. Eso sí fue consenso. Si nos dimos esas leyes y el Estatut lo ampara en cuanto a la lengua, exigimos que nuestros derechos sean respetados. Nada extraordinario, lo extraordinario es tener que pedirlo. Llevamos muchos años en que la geometría parlamentaria ha estado por encima de los derechos y las libertades de los ciudadanos españoles que vivimos en Cataluña.


--Recientemente veíamos al padre del alumno de Canet en los juzgados, declarando por el acoso sufrido. Hablaba de impunidad. ¿Cómo se ha llegado a una situación en la que un menor es acosado y no pasa nada?

--Es como aquella fábula de la rana. La vas hirviendo poco a poco y al final se muere. El mirar a otro lado, que es lo que nos dice Javier, el padre de Canet, el contemporizar, ha convenido. Josep Tarradellas ya advirtió de que Jordi Pujol no estaba por la unidad de España, estaba por nacionalizar Cataluña. Eso no se quiso ver hace 40 años y hoy tampoco se quiere ver. La responsabilidad de los gobiernos de España es velar por todos los ciudadanos. Por conveniencias políticas se ha pactado en determinados momentos con el nacionalismo, a mi juicio de forma infamante, pero cuando se han tenido mayorías absolutas, tampoco se ha utilizado para garantizar el bien en Cataluña. El acoso yo lo entiendo muy bien, yo vivo en un pueblo muy pequeño de Girona desde hace más de 40 años y ya se vivía una situación de acoso cuando a mis hijos les preguntaban “qué idioma se habla en tu casa”. Ya había niños que no se atrevían a decir que hablaban español en su casa. La impunidad campa por todas partes. Entonces había muchos profesores hispanohablantes y mis hijos pudieron aprender un castellano culto. Pero cuando 14.000 profesores fueron “invitados” a marcharse de Cataluña para que unos profesores entraran a adoctrinar sobre el nacionalismo, según el programa 2.000 de Pujol, cada vez fue degenerando hasta convertir el idioma en una arma política. Todas las evaluaciones, los informes PISA, aseguran que hay retroceso, pero eso no interesa a nadie, ni al consejero de Educación, ni a la consejera de Cultura ni al presidente de la Generalitat. Ni al Gobierno de España, que no ha hecho nada por solucionarlo.


--¿El 'procés ha muerto' o el hecho de que las empresas que se marcharon de Cataluña durante el procés no hayan vuelto significa que queda mucho por hacer?

--Responsables de grandes empresas que se han ido de aquí lo han dicho clarísimamente que no vuelven, que no se dan las condiciones. “¿Para qué vamos a volver?”. No se cumple la ley en Cataluña, no hay Estado de Derecho. Por tanto, sin un marco jurídico estable, ninguna empresa, ni el dinero, ni el talento, ni la inversión de fuera van a venir. ¿Qué queremos, convertir esto es un páramo en el que discutamos si el catalán correcto es el de Gerona o el de Lérida?


--La lengua es, actualmente, lo único que une al independentismo…

--Se intentó con el tema de la raza, en el siglo XIX e inicios de los XX. Es obvio que no somos una raza superior, aunque alguien lo crea. Ya que no puedes colocar ese argumento ¿qué más tengo? Pues vamos a poner la lengua y excluir todo lo demás. Los regímenes nacionalistas son excluyentes, necesitan un cabeza de turco y en este caso somos los malos catalanes y España, por supuesto. Pero además tienes que inventarte un relato, manipular la historia, buscar un agravio. En este caso, el punto aglutinador es la lengua. Ni se leen la sentencia del 25%, les da exactamente igual. No tengo ninguna duda de que acabará habiendo bilingüismo en Cataluña.


--Está muy convencida de ello...

--El gobierno de la Generalitat lo sabe. Incumplir es ganar tiempo, un adoctrinamiento más de una generación que va a votar cuando salgan de las aulas. El nivel de adoctrinamiento abarca el personal de cocina, de autobuses escolares, no solo los profesores. Se les dice que solo se puede utilizar el catalán para niños de 3, 4 o 5 años. Muchos de estos niños no hablan catalán en casa, y los primeros días de colegio echan en falta a su familia, su idioma. Es igual, Si lloran, que lloren. Me imagino que les dirían que lloren en catalán. Es una despersonalización total. ¿Peo que va aparejado con esto? La delación. Si un trabajador se dirige en castellano a ese niño ¿qué garantía tiene que los niños mayores no comenten que por qué fulanito habla castellano en su casa. Y que esto llegue a la dirección del colegio. Y cuando hablábamos de la ley del silencio, esto es lo que ha estado pasando fuera del área metropolitana de Barcelona donde vivimos cuatro millones de catalanes desde hace décadas.


--Hay quien asegura que los jóvenes empiezan a ver el catalán como una lengua de imposición y, por rebeldía, utilizan el castellano.

--Retroceder a las camisas pardas para imponer una ideología no acaba nunca bien. Se tardará más o menos. Pero el ansia de libertad de las personas, el derecho a expresarse en el idioma que quiera, ha acabado saliendo adelante. En Cataluña también, y lo saben. El Govern lo sabe, pero esto es un sistema clientelar el que viven muchas personas. Es absolutamente inmoral utilizar a las personas para intereses espurios y es lo que se está haciendo con la lengua. Se deshumaniza, se quitan los derechos a más de la mitad de los catalanes con la única finalidad de prolongar un estatus quo actual. Es indecente.


Idiomas queridos

Cristina Farrés. cronica global. 18 Septiembre 2022


Barcelona acogerá este domingo otra gran manifestación. En esta ocasión, para reivindicar el bilingüismo real en las aulas catalanas (de los centros públicos, básicamente) tras un inicio de curso en el que la Generalitat ha sacado pecho de que en el modelo de escuela catalana solo cabe el catalán. Aunque sobre el papel aceptara al castellano como lengua curricular --el catalán siempre ha sido la vehicular-- y se comprometió a reforzarlo en las zonas con mayores necesidades lingüísticas en este sentido, la política marca la agenda.


Al Govern no se le escapa que, en estos momentos, el único punto de encuentro del ámbito independentista es la defensa a ultranza del catalán de un presunto ataque. Y hace bandera de ello con declaraciones tan sonoras como la reciente advertencia del consejero de Educación, el cuestionado (por su gestión, sobre todo en lo laboral) Josep Gonzàlez-Cambray, de que los profesores no pueden elegir la lengua en la que imparten las clases.


Esta declaración de intenciones se estrella contra la realidad de las aulas y demuestra que, de nuevo, desde los despachos se mira muy de lejos lo que ocurre en clase. Que le digan al profesorado de los centros con necesidades educativas especiales que lo prioritario es que no se apee del catalán. No que intenten que los alumnos vayan a clase primero y que su paso por la escuela sea útil, incluso que algunos de ellos encuentren en la formación obligatoria la llave del ascensor social que les permitirá romper la cadena de precariedad a la que están ligados por nacimiento, tal y como muestran los datos de forma insistente. Más, en una sociedad en que las desigualdades son cada vez más acusadas.


Los que defienden que es el catalán lo que le permitirá prosperar (los mismos que aseguran que es la fórmula perfecta de la integración, como si por arte de magia hablarlo te diera vinculación y reconocimiento en el territorio) tienden a olvidar que ninguna lengua tiene este poder si no va acompañada de un Estado del bienestar. Y el nuestro aún no se ha recuperado del envite que sufrió en 2010, cuando la apretada de cinturón casi se lo carga.


El corolario de crisis y minicrisis que han seguido al fin de la burbuja inmobiliaria ha impedido una recuperación en tiempo y forma, por lo que aún se tiene que recorrer mucho camino en este sentido. En lo escolar, apenas se acaba de reabrir el debate sobre la necesidad de recuperar la sexta hora lectiva en la pública para equipararla a la de la concertada y la privada. Y es que, sí, también existe una educación a dos velocidades que depende del bolsillo y las posibilidades de la familia.


Pero lo importante para el Govern es sacar pecho de que defiende a capa y espada el catalán y que acaba con la injerencia insoportable de los tribunales de fijar una hora más de castellano semanal cuando las familias lo han pedido, el 25%. Incluso este extremo es falso, ya que en la mayoría de centros donde se aplica --20 de 25-- se ha optado por mantenerlo para que las direcciones se ahorren la desobediencia. Por algo tan simple como que solo unos pocos se creen la promesa de Cambray (ya hemos dicho que no tiene demasiado predicamento entre la comunidad educativa) de que protegerá hasta las últimas consecuencias a los docentes desobedientes ante la justicia.


En cuanto a predicar con el ejemplo, el Ejecutivo catalán tampoco hace los deberes en este sentido. Los que tienen hijos en edad escolar, incluso el mismo conseller, apuestan por centros concertados en los que no es que se apueste por el bilingüismo, sino que de forma directa son trilingües. La aspiración de la mayoría de las familias que también va muy vinculada a los recursos, ya que las desigualdades se dan entre los que se pueden pagar extraescolares o no.


La manifestación de este domingo se venderá como un aquelarre de fachas. Se focalizará en que el líder de Vox, Santiago Abascal, la de Ciudadanos, Inés Arrimadas, y la portavoz del PP, Cuca Gamarra, han usado a las entidades promotoras como plataforma política para crear divisiones y barrer para sus casas, con un intento de pescar votos más fuera de Cataluña que dentro. Y que el papel de cualquier buen catalán --porque repartir carnés lo hace todo el mundo-- es rechazar de frente la protesta y gritar fuerte a los manifestantes que son unos fachas. Es decir, politiqueo y postureo a raudales.


Por desgracia, queda en segundo plano que la escuela pública catalana agoniza, requiere recursos y de un plan a largo plazo. Y que si el catalán quiere tener una oportunidad en el futuro, debe ser un idioma querido para todos los 7,75 millones de catalanes. Si es una lengua de parte, como ocurre en la actualidad, está perdida.


PAÍS VASCO

Revuelta contra la euskaldunización de las autoescuelas: "Necesitamos profesores para enseñar a conducir, no de euskera"

JOSEAN IZARRA. Vitoria. el mundo. 18 Septiembre 2022


El Gobierno vasco aparta a los aspirantes castellanoparlantes de su curso de profesores de autoescuela pese a que faltan 150 profesionales


El Gobierno vasco ha reaccionado con contundencia al rotundo fracaso de los planes de promoción del euskera para formar a conductores que se activaron en Euskadi en el año 2010, con el Gidabaimena euskaraz (carnet de conducir en euskera) impulsado por decenas de ayuntamientos vascos. Ayudas de cien euros en localidades vizcaínas y de hasta 400 en las comarcas guipuzcoanas con mayoría de euskaldunes fueron insuficientes para desbancar el castellano como lengua de aprendizaje. Una década después de estrenar un variopinto festival de ayudas públicas, sólo el 1,7% de los alumnos que se presentan a los exámenes de conducir en Euskadi eligen hacerlo en vasco. El PNV, con el silencio del PSE-EE, ha utilizado la cesión a las comunidades autónomas de la formación de profesores para imponer el euskera para la formación de sus profesores de autoescuela.


Tras una década de frustración, el Gobierno de Urkullu ha impuesto el euskera como la lengua en la que se formarán los futuros profesores de autoescuela. Los 60 primeros alumnos matriculados en el ciclo superior de FP que en dos años les garantizará ser profesores han comenzado un «calvario», según testimonios de alumnos de Bilbao y de Vitoria, por la falta de profesores y de material mientras los partidos de la oposición reclaman ya al consejero Bildarratz que abra la formación a los aspirantes que quieran formarse en castellano. «Las autoescuelas necesitamos profesores para enseñar a conducir; no profesores de euskera», denuncia el presidente de las federación de las autoescuelas de Euskadi Iñigo Montenegro.


El enésimo intento de la administración vasca por multiplicar el uso del euskera se ejecuta tras constatar el fracaso del carrusel de subvenciones que se estrenaron en comarcas de Gipuzkoa en 2010. Desde ese año, seis municipios dan a cada joven menor de 23 años 100 euros si hacen el examen teórico en euskera y sortean 10 premios de 400 euros entre ellos para que la formación teórica sea gratis.


Consistorios vascos han incluido en todos los sus presupuestos anuales en los últimos diez años ayudas como la de Basauri que a los 100 euros preceptivos le añade otros 100 en combustible en gasolineras del pueblo o Derio que, al aprobar el teórico en euskera, paga la primera clase práctica y llegó a sortear un viaje por Europa para cuatro personas.


Los datos, sin embargo, disgustaban al Gobierno de Urkullu. Según el anuario de la Dirección General de Tráfico apenas 370 estudiantes de más de 20.800 aspirantes a tener carné optaron por hacer el teórico en euskera en 2020.


El Departamento de Educación ocultó a los representantes de las autoescuelas en una reunión el pasado mes de mayo que impondría el euskera como único idioma en la formación de profesores que impondría el euskera como único idioma en la formación de profesores. En plena polémica, el portavoz del Gobierno vasco Bingen Zupiria señaló que la utilización solo del euskera se aplicará en este curso sin concretar si la restricción se mantendrá en los próximos años. Una respuesta que ha multiplicado las dudas entre los aspirantes que temen que la imposición lingüística se perpetúe.


Montenegro, presente en la cita, aún se sorprende por el nulo interés del viceconsejero vasco que acudió a la cita en las aportaciones que le ofrecieron los expertos en la materia. Con el inicio de las clases se desveló la obligatoriedad de utilizar solo el euskera a los primeros 60 alumnos inscritos -ya se están produciendo las primeras bajas- en estos estudios de Técnico Superior para la Movilidad Segura y Sostenible.


Elevar la formación de estos profesionales constituía el pilar de este cambio y, como defiende el vicepresidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas de España (CNAE) Sergio Olivera. «Necesitamos profesores y el cambio tiene como objetivo mejorar su formación para enseñar y concienciar al conductor; impedir la formación a quien no sabe euskera deja fuera a personas con capacidad que necesitamos», advierte. Euskadi cuenta con medio millar de profesores de autoescuela pero, según las estimaciones de la agrupación de autoescuelas vascas, faltan unos 150.


El Ejecutivo de Urkullu publicitó desde el pasado mes de juno en sus portales formativos este ciclo que contempla 2.000 horas de formación con los requisitos ordinarios para el resto de España y que incluyen tener más de 18 años y unos estudios mínimos de Bachiller. Inicialmente, según fuentes de las autoescuelas, Euskadi no se planteó exigir el carnet de conducir para ser profesor de conducción pero, antes de hacer oficial las condiciones definitivas de acceso, incluyó contar con los permisos de conducción B (coches) y A2 (motocicletas).


Corregido el desliz sobre este requisito de contar con carné de conducir para enseñar a conducir, el Gobierno vasco asegura que decidió dar las clases en euskera al examinar que para las 60 plazas ofertadas había casi 120 aspirantes que declaraban saber euskera. «Existía un nivel alto de personas que demandaban estos estudios en euskera», señaló el portavoz del Gobierno vasco Bingen Zupiria el pasado miércoles cuando arreciaron las críticas tanto desde las autoescuelas -con la excepción de las academias de Gipuzkoa que apoyan la medida- y de partidos políticos como PP, Ciudadanos y Vox.


«Impedir la formación de futuros profesores de auoescuelas en castellano es otro ejemplo del nacionalismo por convertir el euskera en un obstáculo para los castellanoparlantes», denunció el portavoz en Educación y presidente del PP de Álava Iñaki Oyarzábal. También desde Vox su única parlamentaria Amaia Martínez lamentó la «imposición lingüística» de la medida adoptada.


Educación se da cuatro años para evaluar los efectos de la Ley Celaá

Pese a las reacciones en contra, el Gobierno vasco mantiene sus planes mientras en al menos dos de los tres centros en los que se ha puesto en marcha este nuevo ciclo se reconocen problemas por la falta de profesores en alguna de las catorce áreas de conocimiento. En el centro Ciudad Jardín de Vitoria el horario lectivo se ha reducido a la mitad mientras se buscan profesores euskaldunes que formen a alumnos con dificultades para seguir las clases en euskera. «Nuestros alumnos no son ingenieros ni físicos, su perfil académico es normalito y justo entienden euskera», advierten desde el centro de formación. En Bizkaia, el centro Elorrieta Erreka Mari mantuvo el pasado viernes una reunión con los alumnos para explicar los problemas surgidos por la puesta en marcha de este ciclo formativo.


Pese a las reacciones en contra, el Gobierno vasco mantiene sus planes mientras en al menos dos de los tres centros en los que se ha puesto en marcha este nuevo ciclo se reconocen problemas por la falta de profesores en alguna de las catorce áreas de conocimiento. En el centro Ciudad Jardín de Vitoria el horario lectivo se ha reducido a la mitad mientras se buscan profesores euskaldunes que formen a alumnos con dificultades para seguir las clases en euskera. «Nuestros alumnos no son ingenieros ni físicos, su perfil académico es normalito y justo entienden euskera», advierten desde el centro de formación. En Bizkaia, el centro Elorrieta Erreka Mari mantuvo el pasado viernes una reunión con los alumnos para explicar los problemas surgidos por la puesta en marcha de este ciclo formativo.


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